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UNIVERSIDAD CATÓLICA LUMEN GENTUM

SÍNTESIS TEOLÓGICA
Guía de Estudio – Katniss Gokū Etzbe’onît

1. TEOLOGÍA FUNDAMENTAL

 El Concilio Vaticano II establece tres principios esenciales de la Teología Fundamental:


 Demostratio religiosa: La fe, la credibilidad, la Revelación
 Demostratio christiana: Cristología Fundamental
 Demostratio catholica: Eclesiología Fundamental

1.1. Introducción a la Teología Fundamental

 Desde los inicios del cristianismo se encuentra la función apologética del pueblo de
Dios, en la cual se busca «dar respuesta» o «hacer apología» siendo el resultado
expresar el testimonio de la fe por medio de una explicación razonada a los
interesados en los temas de la esperanza y de la fe.
 Dentro de la misión de la Iglesia antigua está presente la convivencia de los cristianos
y los no cristianos, en donde los creyentes se ven sometidos a un interrogatorio acerca
de los fundamentos de su nueva conducta, dando por ello «la razón de la nueva
esperanza». San Agustín y San Jerónimo toman como referente 1 Pe 3, 15 para el
mundo latino relacionando la fe y la razón.
 En los siglos XII/XIII que aparece la teología como ciencia, la función apologética no
se constituye en disciplina propia y específica dentro de las Sumas Teológicas, pero se
encuentra presente la preocupación de argumentar la fe y profundización su relación
con la razón.
 La apologética se ve marginada a partir del nominalismo de Guillermo de Occam,
quien la considera como via antiqua , optando por la via moderna que se basa en el
positivismo e historicismo de la fe.
 Será hasta quince años después del Concilio Vaticano II en el documento Sapientia
Christiana de 1979 que se hace mención explícita de la Teología Fundamental como
una disciplina obligatoria dando énfasis a su dimensión de diálogo con el
ecumenismo, el ateísmo y las religiones no cristianas.
 La Encíclica Fides et Ratio de 1998 describe la función de la Teología fundamental con
las siguientes palabras: «La teología fundamental por su carácter propio de disciplina
que tiene la misión de dar razón de la fe (cf. 1 Pe 3, 15), debe encargarse de justificar y
explicitar la relación entre la fe y la reflexión filosófica… La teología fundamental
debe mostrar la íntima compatibilidad entre la fe y su exigencia fundamental de ser

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explicitada mediante una razón capaz de dar su asentimiento en plena libertad. Así,
la fe sabrá mostrar ‘plenamente el camino a una razón que busca sinceramente la
verdad. De este modo, la fe, don de Dios, a pesar de no fundarse en la razón,
ciertamente no puede prescindir de ella; al mismo tiempo, la razón necesita
fortalecerse mediante la fe, para descubrir los horizontes a los que no podría llegar
por sí misma».

1.1.1. Identidad de la Teología Fundamental

 Se parte de la comprensión de la fe y de la razón como dos caminos hacia la verdad:


Las dos son las alas con las cuales el espíritu humano se eleva a la contemplación de
la verdad
 Se parte también de que la Revelación cristiana es la verdadera estrella que orienta al
hombre
 El eje que une a la fe, la razón y la Revelación es la cuestión de la verdad, por ello la
teología fundamental puede identificarse como:
 La Teología fundamental, tiene como identidad fundar y justificar la pretensión de
verdad de la Revelación cristiana como propuesta sensata de credibilidad, y así
poder “dar razón de la esperanza”
 La búsqueda de la verdad califica la existencia personal y permite reconocerla
también como denominador común del diálogo entre los pueblos, ya que “esta misión
hace a la comunidad creyente partícipe del esfuerzo común que la humanidad lleva a
cabo para conseguir la verdad”
 Concilio Vaticano II: En la fidelidad a la conciencia los cristianos se unen a los otros
hombres para buscar la verdad y para resolver según la verdad numerosos problemas
morales que surgen tanto en la vida individu al como social”
 La misión de la teología fundamental es estudiar «la Revelación y su credibilidad con
el correspondiente acto de fe» FR 67. La articulación de estos dos elementos se lleva a
cabo en su expresión concreta de relacionar la fe y la razón.
 Su identidad de teología fundamental ha conocido a lo largo de los siglos algunas
transformaciones que se pueden reducir a los «modelos» que se clasifican de este
modo: apologético, dogmático, formal, político, semiológico.
 Surge así una concepción Teología fundamental que apuesta por:
 Martiría significativa de la esperanza cristiana: “dar razón de la esperanza” (1 Pe 3, 15)
desde el testimonio, entendido como experiencia de “martiría”, aunque el martirio
se conceda a pocos, todos los cristianos deben estar dispuestos a confesar a Cristo
ante los hombres y a seguirlo en el camino de la Cruz. Es el testimonio radicado en
la esperanza

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 El binomio “Revelación Cristiana – sujeto creyente”
 Asume el protagonismo y la centralidad de la teología fundamental, que tiene sus
raíces en la temática de las primeras sistematizaciones teológicas medievales: La fe
y la razón desde una perspectiva metodológica que deriva de los tratados de los
loci theologici de la fe y de las quaestiones disputatae medievales
 Concilio Vaticano II sitúa el binomio dentro de una nueva proyección:
 La relación de la Iglesia y el mundo, mira hacia una comunión escatológica,
donde la Iglesia es “el sacramento universal de salvación” (la forma histórica,
social, visible y pública que toma la voluntad divina para hacer que la creación
se consume por su finalidad en Dios).
 La Iglesia-sacramento con su doble valor: Interno (La Iglesia, sacramento
primordial, raíz de los sacramentos) y externo (misión y mediación para el
mundo)
 La Iglesia continúa la diaconía que el mismo Dios ejerce hacia el mundo en
Jesucristo, tanto para llevarlo a la condición de Pueblo de Dios cuanto para
ayudarle a resolver mejor sus problemas de mundo
 El binomio queda englobado en el de “Iglesia-mundo” y la perspectiva de la
Teología fundamental queda rescatada a partir de la pregunta por la
significatividad (la capacidad de la Iglesia, la Revelación, la fe cristiana de ser
‘signo-sacramental’ en el mundo cuyo objetivo es la “unión con Dios y con
todo el género humano”)
 La teología fundamenta se convierte en la disciplina que se plantea como problema
primario: La cuestión de la significatividad – credibilidad – razonabilidad de la propuesta
cristiana en su conjunto.
 Es necesario tratar el hecho cristiano en su realidad de historia incluyendo el
acontecimiento Cristo, desde la fe pascual pasando por el kerigma primitivo hasta
el dogma sucesivo vivido en la Iglesia.
 Se trata de la credibilidad y atendibilidad de toda una historia de la presencia
reveladora de Dios en el mundo y no sólo de algunos momentos de ella,
credibilidad que se hace significativa a través de la Iglesia y su testimonio
revelador en el mundo

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 Esquema del objetivo global de la Teología Fundamental:

FE SOBRENATURAL REVELACIÓN CRISTIANA IGLESIA

ESTATUTO HUMANO
Lo razonable Lo creíble Lo significativo

RAZÓN NATURAL SUJETO OYENTE MUNDO

 Lo que se considera necesario para la identificación de la teología fundamental es un


doble componente que sea capaz de proponer de manera significativa las razones de
la fe cristiana, hay que distinguir dos funciones dentro de una única estructura:
dogmática y apologética.
 La dimensión dogmática: A la luz de la fe se comprende el acontecimiento de la
revelación como el acto mediante el cual Dios mismos elige, en su libertad, entrar
en comunicación con la humanidad.
 La dimensión apologética: Estudia la credibilidad presente en el acontecimiento de la
revelación. La persona de Jesucristo, en cuanto Dios en medio de los hombres,
lleva consigo los motivos de credibilidad; éstos, sin embargo, necesitan ser
comprendidos por la reflexión especulativa, que busca la verdad para que la
adhesión a la revelación pueda ser plenamente personal.

1.1.2. La doble tarea de la Teología Fundamental

 La articulación de esta doble tarea hace posible describir a la teología fundamental


como “un relato humano – testimonial e intelectual a la vez – sobre la Revelación
cristiana que pone de relieve los motivos por los cuales se cree en ella como propuesta
de sentido que es”

A) Fundacional-hermenéutica

 Hace posible una articulación “significativa” del lógos de la revelación cristiana


 El adjetivo fundacional – unido al hermenéutico para no caer en el fundamentalismo
– quiere significar la asunción de las bases constitutivas de la Revelación y de la fe, en
cuanto “dogmático-fundantes”: de ahí la función preeminente que se dan al análisis
hermenéutico de los principios y “lugares” del conocimiento teológico en clave del
principio de transmisión o tradición de la Revelación que es “la Escritura en la
Iglesia”, en el interior del cual se articulan Escritura, Tradición, Magisterio, sensus fidei,
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teología…; así como a las “condiciones de posibilidad” del acceso a la Revelación y a
la fe. La tarea fundacional vendrá enmarcada por el carácter no sólo a la Revelación y
a la Cristología, sino también a la Eclesiología

B) Dialogal-contextual

 Apunta hacia su significatividad “martirial” de la revelación en el mundo y la historia


 Contempla la tarea apologética, apunta a su carácter de frontera o de “centinela”,
propio de todos los ámbitos en los que se plantea y comporta una dimensión de
servicio, en clave de “diaconía intelectual”, siempre atenta al auditus temporis et
alterius (“a la escucha del tiempo y del otro”). De esta forma puede hablarse de que la
tarea dialogal de la teología fundamental la convierte en una “disciplina fronteriza y
de mediación”, que posibilita su interacción con los diversos ámbitos y realidades de
nuestro mundo, en una perspectiva de “asunción, purificación y elevación”, según la
precisa perspectiva conciliar sobre la presencia Evangelio en el mundo.

1.1.3. La articulación de la Teología Fundamental

 Al respecto se puede optar por dos enfoques:


 El primero que delimita la parte dogmático-fundamental: La revelación y su
transmisión eclesial, por un lado y la parte apologético-fundamental que es la
credibilidad de Cristo en la Iglesia
 El segundo, considerarlo como una sistematización unitaria de toda la teología en
su mostratio: religiosa, cristiana y católica.

1.2. El hombre en búsqueda de Dios

1.2.1. El hombre, capaz de escuchar a Dios

 La teología fundamental contemporánea tiene como punto de referencia la reflexión


sobre la persona humana y sobre su capacidad de acceder a la Revelación para poder
mostrar su credibilidad que va desde la búsqueda, a la posible acogida de la Palabra
de Dios por la fe
 El acceso del hombre a la Revelación se realiza por la fe, donde Dios y la respuesta del
hombre se dan al mismo tiempo. Debido a que el hombre está abierto a la
trascendencia y a su posible manifestación reveladora, entonces es capaz de escuchar
la Palabra de Dios. Rm 10, 17 (la fe viene de la escucha – fides ex auditu) Siendo

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oyente de la Revelación, es por lo que la tradición teológica ha favorecido la
capacidad radical del hombre para la fe.
 San Agustín para recalcar la importancia de la escucha para creer y su uso se
convierte en un clásico con Santo Tomás: La razón es causa externa ya que la causa
interna es don de Dios.
 El Concilio de Trento insistirá en este hecho: Los hombres se disponen a la
justificación misma, cuando estimulados y ayudados por la gracia divina, recibiendo
la fe mediante la escucha, se convierten libremente hacia Dios, creyendo aquello que
ha sido divinamente revelado y prometido. (DH 1526).

1.2.2. Conócete a ti mismo

 La reflexión cristiana inicial de los Padres de la Iglesia sobre el “conócete a ti mismo”


– parte de la convicción de la apologética judía y la apologética cristiana
 San Agustín:
 La reflexión introspectiva sobre el “conócete a ti mismo” tiene dos fases:
 En la primera fase se desciende hacia sí mismo y se descubre la dura lucha
entre la carne y el espíritu, llegando así a la conciencia de la propia debilidad
 En la segunda fase de este descenso, hace descubrir la grandeza de estar
creados a la imagen de Dios gracias a la cual se va hacia Él
 Para evitar entender esta introspección como finalizada únicamente en el hombre,
subraya la concordancia entre los datos de la introspección y los de la Revelación:
 El conocimiento de sí mismo (verbum/notitia: Hijo), unido indisolublemente al
amor de sí mismo (amor/spiritus: Espíritu), son inherentes al alma (mens/anima:
Padre) y, por tanto, pueden convertirse en una imagen de la Trinidad de las
personas divinas, mostrando así la profunda relación entre la introspección
propia del “conócete a ti mismo” y la Revelación de Dios Padre, Hijo y Espíritu
Santo
 Santo Tomás:
 En esta línea de reflexión antropológica afirma que lo primero que le acontece al
hombre cuando llega al primer uso de la razón es deliberare de se ipso – “deliberar
sobre sí mismo”, y de se ipso cogitet – “pensar en sí mismo, y añade que
precisamente lo realiza para “ordenar todas las cosas a esto como a su fin”
 Al plantearse la cuestión “sobre cómo el alma se conoce a sí misma y cómo se
conoce lo que hay en ella”, hace una referencia implícita al adagio délfico citando
a Sócrates y Platón los cuales” saben que tienen el alma intelectiva por el hecho de
percibir lo que entienden”

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 Por ello se ha calificado la filosofía medieval como “socratismo cristiano”. El
“conócete a ti mismo” medieval cristiano tiene como objetivo final la conciencia de
ser “imagen de Dios”
 Concilio Vaticano II: “¿Qué es el hombre?” GS 10, sintetizado de forma más explícita
por Pablo VI: “La sabiduría antigua del ‘conócete a ti mismo’, que quedó a nivel de
interrogación, tiene hoy (la Navidad) una espléndida aunque siempre misteriosa
respuesta. Nuestra antropología conoce y afirma una superlativa genealogía del
hombre, ya que en su composición inicial es ‘imagen y semejanza de Dios’
 Fides et ratio: El hombre como posible oyente de la Revelación. Las preguntas que
caracterizan el recorrido de la existencia humana, tienen su origen común en la
necesidad de sentido que desde siempre acucia el corazón del hombre. Esto se
relaciona con el sufrimiento, la muerte y el dolor.

1.2.3. El Hombre es capaz de Dios

 Fórmula que aparece por primera vez en Rufino comentando la encarnación: anima
capax Dei (PL 21:352)
 San Agustín la usa para describir que el hombre es imagen de Dios en cuanto capaz
de Dios y puede participar de Él; este bien tan excelso no podría conseguirlo si no
fuera imagen de Dios.
 Buenaventura: “El hombre está ordenado inmediatamente a Dios, por esto es capaz
de Él y, viceversa; porque es capaz de Dios, está configurado a Él”
 Santo Tomás: “el alma es capaz de Dios porque es su imagen”
 Catecismo de la Iglesia Católica: “El hombre es capaz de Dios”
 Parte del destino final del hombre a la visión de Dios, la cual consiste la perfecta
comunión con Dios
 El hombre no podrá ser llamado a tal visión – que resta puro don gratuito – si su
espíritu no fuese naturalmente capaz y dispuesto a recibir tal don
 Cuatro puntos:
 El deseo de Dios
 Las vías que llevan al conocimiento de Dios
 Su conocimiento según la Iglesia
 La forma en que se habla de Dios
 El hombre capaz de Dios como potentia obedentialis (capacidad receptiva) y como
desiderium naturale videndi Deum (deseo natural de ver a Dios)
 Potentia obedentialis: Potencia obedencial o capacidad receptiva. Es una actitud
fundamental de disponibilidad y acogida de la Revelación de Dios. Hace que
el hombre experimente una tendencia hacia Dios. El concepto de potencia

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obedencial o capacidad receptiva puede hacerse comprensible a partir de la
experiencia de amistad y de amor entre dos personas: cada uno recibe el amor
e la otra persona como plenitud de su propia existencia y, a pesar de todo,
como don indebido que no puede exigir.
 Desiderium naturale vivendi Deum: Es la orientación del hombre hacia Dios. Sólo
Dios puede satisfacer la voluntad del hombre, porque Él es el que colma de
bienes el deseo del ser humano. La aspiración que en el espíritu humano se
experimenta bajo la forma de tendencia a la felicidad y a la contemplación de
la verdad. Esto apunta siempre más allá, como movimiento abierto hacia el
futuro, y que siempre se concentra en tres posibles opciones que dibujan
claramente cuál es el término del deseo de Dios: 1) la resignación, 2) la
desesperación o 3) la esperanza

1.2.4. El proceso integral del acto de creer

 El estudio teológico y la experiencia cristiana a lo largo de los siglos, a la luz de la


Revelación y con la guía del Magisterio eclesiástico, han ido llegando a una
estructuración sistemática de los elementos que intervienen en el acto de fe en cuatro
momentos principales:
 Juicio de credibilidad, (es razonable creer, puedo creer); intervienen la inteligencia
y la voluntad
 Juicio de credendidad (debe creerse, debo creer); participación de la fe y la
condición intelectual, la Revelación de Dios es el camino a la Salvación
 Decisión o mandato de la voluntad (quiero creer); Cooperación e influjo de la
gracia divina
 Asentimiento del intelecto (creo). Cooperación e influjo de la gracia divina
 Este análisis no significa que cronológicamente los cuatro momentos se den así, ni que
sean advertidos y distinguidos de una manera refleja; no hay que olvidar que
tratamos de analizar lo que en la realidad forma un proceso vital.
 Por el primer momento (juicio de credibilidad) se concluye que la Revelación es
digna de ser creída por una persona racional (es creíble); es la conclusión de un
análisis realizado sobre los motivos de credibilidad, a través de los cuales se llega
a la evidencia del hecho de la revelación. En el juicio de credibilidad intervienen la
inteligencia y la voluntad, cada una con sus actos propios. Para este juicio no es
necesario el auxilio de la gracia pero la mayoría de las veces moralmente requiere
gracias actuales, auxiliares o sanantes.
 Tras el juicio de credibilidad viene el juicio de credendidad, que concluye en un
juicio práctico: se debe creer, ya que la Revelación de Dios es no sólo creíble,

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sino el único camino para lograr mi salvación. La credendidad tiene como
trasfondo el conocimiento natural de Dios junto con la tendencia del hombre al fin
último (al bien) unido a la vida moral humana. Dios constituye el fin último del
hombre y es, por tanto, lo que el hombre debe alcanzar para salvarse. El juicio de
credendidad se presenta como la condición intelectual que hace posible la «electio
fidei». Hasta qué punto es necesario aquí el auxilio de gracias sobrenaturales
divinas es cuestión discutida por los teólogos. En cuanto la credendidad supone
ya el inicio de la fe son necesarias gracias actuales de Dios; algunos autores
consideran que para el juicio remoto de credendidad (debe creerse) normalmente
no se requiere, y que en cambio son necesarias para el juicio próximo, personal
(debo creer), para fortalecer y rectificar la voluntad, para enderezarla y hacerla
más libre y buena.
 Los dos últimos momentos (decisión de creer y asentimiento de la inteligencia) son
ya plenamente realizados con la cooperación e influjo de la gracia sobrenatural,
sin la cual el hombre no puede de ninguna manera incorporar su entendimiento y
voluntad, su persona, a la verdad y amor divinos, a la vida divina, que la
revelación le ofrece.

1.2.5. Conocimiento Teológico de Dios

 Es, en frase de San Anselmo, fides quaerens intellectum, la fe que busca entender. Parte,
por tanto, del dato de fe. Creemos en Dios en virtud de la fe que viene de lo alto, es
decir, fiados de la autoridad de Dios que revela. Creer en Dios es una adhesión
firmísima que implica al hombre entero en relación con Dios. Todos los Símbolos de
la Iglesia empiezan con esta primera y fundamental afirmación: Creo en un solo Dios.
 Fe y razón se adhieren al mismo Dios; la razón llega hasta Él a través del raciocinio
con la observación y “contemplación” de las cosas creadas tanto externas como
internas al mismo hombre. La fe llega hasta Dios por su adhesión a la persona de
Cristo; el término de la fe es el Dios trinitario. La fe no sólo enseña sobre la esencia y
los atributos divinos, sino sobre todo su modo de ser personal y sobre sus
intervenciones salvíficas en la historia. Se trata de un conocimiento más cierto y
profundo que el racional.
 El teocentrismo de la virtud de la fe está perfectamente expresado por una brillante
fórmula triple de S. Agustín:
 Credere Deo – Creer a Dios designa el motivo de la fe: creer apoyado en la
autoridad de Dios que revela.
 Credere Deum – Creer en Dios designa el objeto central de la fe: creer lo que Dios
ha dicho de sí mismo.

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 Credere in Deum – Entregarse a Dios designa la entrega total a Dios, como quien
es nuestro principio y nuestro último fin, que se realiza en el acto de fe.
 El acto de fe implica, por tanto, creer a Dios, creer en Dios y entregarse a Dios. Implica,
pues, a la persona entera y la introduce en la intimidad de Dios.
 Sin embargo, pese a su grandeza y profundidad, el conocimiento de fe es todavía
muy limitado, pues sus conceptos tampoco son suficientes para expresar el misterio
de Dios. Dios no deja de ser misterioso al hombre por el hecho de revelarse. Y es que
también el discurso de la fe es necesariamente analógico. Precisamente porque no
existe palabra humana alguna que pueda expresar adecuadamente el misterio de Dios,
incluso cuando Nuestro Señor habla de Dios se ve forzado a utilizar un lenguaje
analógico, el único lenguaje posible para hablar del misterio.
 SÓLO la Palabra eterna de Dios expresa perfectamente qué y quién es Dios, porque es
el mismo Dios. Así pues, es en la contemplación del VERBO como conocemos a Dios,
en ese ir y venir de la fe a la razón: credo ut intelligam et intelligo ut credam. Ese es el
proceso del conocimiento teológico de Dios.

1.2.6. La credibilidad como «propuesta de sentido»

 “Credibilidad”:
 Equivale a digno de fe o fiable, apto para ser creído, razonable y capaz de atraer a
la persona hacia un compromiso de vida que sea total
 La palabra credibilidad se relaciona directamente con la verdad que surge del
testimonio.
 La credibilidad como la mediación que existe entre la Revelación y el sujeto
creyente
 La credibilidad, unida a la de credendidad, San Agustín: “nadie cree, sino piensa que
debe creerse”
 Santo Tomás: “Todo lo que encierra la fe se puede considerar bajo la razón común
creíble (credibilis), y de este modo las cosas de la fe son vistas por quien cree; pues no
creería si no viera estas cosas deben ser creídas (credanda)”
 Dei Filius: La característica de la fe cristiana como “asentimiento coherente de la
razón”. La razón es iluminada por la fe, la cual es la que puede lograr alguna
inteligencia de los misterios
 Fides et ratio: “Al estudiar la Revelación y su credibilidad, junto con el
correspondiente acto de fe, la teología fundamental debe mostrar cómo, a la luz de lo
conocido por la fe, emergen algunas verdades que la razón ya posee en su camino
autónomo de búsqueda. La Revelación les da pleno sentido, orientándolas hacia la
riqueza del misterio revelado, en el cual encuentran su fin último

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 El acto de creer es un acto plenamente humano decisivo para la propia existencia, ya
que la fe es el inicio de la salvación por el cual el hombre se entrega entera y
libremente a Dios

1.3. La acogida de la Revelación en la Fe

1.3.1. La revelación Cristiana

1) Concepto Teológico de la Revelación

 Es la manifestación que Dios hace de Sí mismo y de sus planes de salvar al hombre,


para que el hombre se haga partícipe de los bienes divinos, que superan totalmente su
inteligencia.
 También se puede definir como autocomunicación de Dios a los hombres. Consta de
palabras y hechos intrínsecamente conexos. Dios, movido por el amor, muestra a un
amigo el hombre el misterio de Dios. La revelación está en relación esencial con la
salvación.

2) Hechos y palabras en el constituirse de la revelación

 Hechos y palabras no son dos realidades yuxtapuestas, sino que se donan


recíprocamente significado.
 La palabra, al explicar el sentido de los hechos, les da carácter universal;
 Los hechos muestran la realidad de las palabras y las doctrinas; aportan la
significación concreta y viva de lo real.

3) Cristo, culmen y centro de la Revelación

 En Cristo las palabras y los hechos llegan a su identificación:


 Él es el Verbo hecho carne, habla palabras de Dios y lleva a cabo la obra de la
salvación. En el revelador y revelación de Dios; revelador porque su propia
mediación es ya revelación del misterio íntimo de Dios; revelación de Dios porque
revela el misterio trinitario, especialmente al Padre, en cuanto que es Hijo y Verbo
eterno.
 La Encarnación culmina la autocomunicación de Dios: es la base de la revelación y
la razón para creer en ella. Además en Cristo se revela el misterio del hombre. La
Cruz y resurrección es momento culminante de la revelación salvífica: manifiesta
el poder de Dios sobre la muerte y hasta qué punto Dios ama a los hombres.

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4) Signos de credibilidad de la revelación

 Credibilidad es la propiedad de la revelación por la que a través de signos ciertos


aparece como realidad digna de ser creída. Se pueden sistem atizar los signos de
credibilidad en dos grandes grupos: Cristo y la Iglesia. Ambos se presentan al hombre
realizados como milagros, profecías y santidad.
 En la persona de Cristo destacan su santidad, autoridad, sublimidad de su doctrina,
cumplimiento de las profecías y milagros. El hecho más importante es la resurrección.
La Iglesia, junto con Cristo y por su unión con él es calificada como el signo total:
Cristo en la Iglesia. En ella encontramos los signos particulares de milagro, profecía,
santidad, fecundidad, propagación, estabilidad, más las notas de la Iglesia.

5) Transmisión de la revelación a través de la Iglesia

 Los Apóstoles entregaron a la Iglesia lo que ellos habían recibido de Cristo y del
Espíritu Santo. Su misión respecto a lo recibido consiste en conservarlo y transmitirlo
fielmente hasta el final de los tiempos. Por tanto a la Iglesia corresponde: 1) Conservar
y transmitir el depósito de la fe; 2) Definir con autoridad y sin error su sentido
correcto.
 Para llevar a cabo esta misión Dios ha dispuesto medios capaces de conservar
fielmente el depósito de la revelación: la Sagrada Escritura (revelación de Dios escrita
bajo la asistencia del Espíritu Santo); la Tradición (transmisión oral y viva de la
verdad revelada que, teniendo el inicio de los Apóstoles); y el Magisterio (oficio de
interpretar y enseñar la revelación, escrita o transmitida). Los tres están unidos de tal
forma que no pueden subsistir independientemente.

1.3.2. La categoría fundamental de la Revelación

 Para expresar la categoría fundamental de la Revelación que muestra la solidaridad entre lo


universal y lo concreto la teología contemporánea usa la expresión universale concretum
(absoluto histórico o particular)
 La calificación de Jesucristo como universale concretum ha sido promovida por Von Balthazar.
Él mismo es la Idea concreta, personal e histórica, universale concretum personale. Es universale
in re, sobre-tiempo en el tiempo, validez universal en el momento, necesidad en la
facticidad…. La abstractio (universale) respectiva no es otra cosa que la acción del Espíritu
Santo, pero que, para ser verdad, solo se cumple en una constante conversio ad phantasma,
esto es, a la realidad sensible (concretum) del Evangelio

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1.3.3. Los signos como expresión sacramental de la Revelación

 Dei Verbum:
 Acentúa la coordinación entre la palabra y el hecho en el acontecimiento de la
revelación.
 Nombra a las obras como “gesta/opera/facta/quae fecit”
 Nombra las palabras como “verba/quae docuit/dixit”
 Se subraya el carácter sacramental de la Revelación: La significación plena de las
obras no se comprende sino por las palabras, es decir, por la Palabra de Dios, la
cual es, a su vez, un acontecimiento histórico
 La revelación de Dios en la historia es un entrelazamiento constitutivo de las
palabras y obras que manifiesta así su carácter “sacramental” entendido de forma
genérica
 Es este marco “sacramental” que puede ayudar a situar una nueva teología de los
“signos” ya que parte de su doble y constitutivo valor de obras/palabras, cuyos
dos aspectos se iluminan mutuamente y constituyen propiamente la revelación
histórica.
 Las formas básicas de la acción de Dios:
 La acción creadora directa de Dios (creatio ex nihilo)
 La acción creadora universal y permanente de Dios, creaturalmente mediatizada
por las “causas segundas” para la conservación y gobierno del mundo (creatio
continua)
 La acción particular e innovadora de Dios a través de personas o agentes humanos:
es el núcleo de la acción reveladora y salvífica de Dios en la historia en la cual
estos agentes humanos son “causas instrumentales” al ser elevados por la fuerza
del mismo Dios a realizar un efecto que rebasa sus propias capacidades. Tal tipo
de acción de Dios, que manifiesta a través de los “signos” (palabras/obras), tiene
su centro en Jesucristo y se prolonga en la “realidad sacramental” que es la Iglesia
y en el testimonio vivo de los cristianos
 La acción innovadora de Dios sin ninguna mediación humana: donde se sitúa la
resurrección y la plenitud de vida, ya que supera el ámbito espacio-temporal del
mundo terreno y es inalcanzable; sólo es este cuarto grado, ya alcanzado y
manifestado en la Resurrección de Jesús, aparece con plena claridad quién es Dios
 Los “signos” de la Revelación: testimonio de la acción innovadora de Dios por Jesucristo:
 Los signos de la Revelación se sitúan en el tercero de los grados de la acción de
Dios: es decir, entre la creación propiamente dicha, y la creación continuada o
conservación y gobierno del mundo, y el cuarto grado de la acción de Dios que se
realiza sin ninguna mediatización.

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 Los signos de la Revelación son expresión de la acción de Dios a través de agentes
humanos.
 G. de Broglie, los signos de la Revelación pueden ser de dos formas:
 Fundamentales y comunes: como son la enseñanza salvífica e infalible de la
Iglesia, la grandeza de la doctrina propuesta, los efectos de la gracia que
comporta la forma sublime de la vida y la vía empírica de la Iglesia
 Prodigiosos: el milagro y la profecía
 R. Latourelle presenta los signos de la Revelación como dos estrechamente unidos
entre sí:
 Cristo: como plenitud de la Revelación, fuente de inteligibilidad de todo otro
signo y fuente de discernimiento
 La Iglesia: como signo de la salvación permanente en la historia, como signo
paradójico de unidad, santidad e historicidad, y como expresión de varios
signos para el hombre contemporáneo: la santidad, el testimonio y el martirio
 Jesús como “el signo” (to semhion)
 La concepción del AT según la cual el profeta es un signo de Dios, es el trasfondo
de la expresión aplicada a Cristo de “el signo”, en este caso anunciado como
“signo de contradicción”, y en el cual se manifiesta Jesús como “el signo” dado
por Dios.
 El signo de Jonás se refiere a la prodigiosa liberación del profeta, expulsado de las
entrañas del dag gadol (pez grande). En los evangelios de Lc y Mt, tanto el viejo
como el nuevo signo de Jonás consisten en la legitimación del enviado de Dios,
motivada por el hecho de que es salvado de la muerte. Jesús pues, a aquellos que
le piden un signo responde de forma enigmática afirmando la vali dez “profética”
del signo de Jonás, renovado en la revelación del Hijo del Hombre que retorna de
los muertos y que es el único “signo” que les será dado, calificado de nuevo en
este caso por Mt, como “el signo del Hijo del Hombre”
 Dentro de la investigación sobre el Jesús histórico está recuperado el valor de la
actitud milagrosa o taumaturga de Jesús.
 G. Theissen, J.D. Crossan y G. Ludemann concluyen de forma similar: Existe
un núcleo histórico e indudable de la actuación de Jesús como “taumaturgo”,
especialmente como exorcista y sanador, que impresionó y a su vez, irritó a sus
contemporáneos y por esto fue no sólo “signo”, sino “signo de contradicción”.
Jesús como “signo” dentro de los evangelios se refiere a su persona misma, y
su actividad, taumaturga y sanadora son “signo” de la autoridad y presencia
de Dios
 CVII: Los signos de la revelación no son externos a Cristo, son que son el mismo
Cristo irradiando poder, santidad y sabiduría

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 Los signos milagroso de Jesús y la teología sobre el milagro:
 Los signos milagrosos de Jesús son considerados dentro de la apologética como
pruebas y argumentos para mostrar la verdad de la Revelación cristiana
 Con los milagros, se puede probar correctamente el origen divino de la religión
cristiana
 El milagro en la persona de Jesús es el signo que tiene primacía entre los otros
signos de Jesús.
 El aspecto ontológico del milagro: Se trata de la concepción más difundida
modernamente que lo entiende como sustracción o derogación de las leyes de la
naturaleza; como justificación de tal interpretación se cita la fórmula de Santo
Tomás cuando califica los milagros como realizados “fuera del orden de la
naturaleza”, esto debe ser entendido como un “fuera de las causas peculiares”,
que se debe a su origen preternatural y divino que lo hace reconocer como
“milagro”, es decir, un hecho sorprendente y digno de admiración.
 El aspecto psicológico del milagro: Se trata de la concepción que encuentra su
origen en San Agustín y que subraya primariamente el carácter “sorprendente”
del hecho milagroso descrito como “aquello que es insólito y que aparece más allá
de lo que uno espera o puede esperar”. La teología del milagro al subrayar la
importancia del “sujeto”, de ahí la calificación de “psicológico”, por la prioridad
que da a quien observa el hecho y percibe lo “insólito”
 El aspecto semiótico del milagro: M. Blondel, profundizando la visión psicológica
agustiniana y teniendo en cuenta la polémica con el modernismo, afirma que “las
pruebas de hecho no valen sino para aquellos que se encuentran íntimamente
preparados a acogerlas y a comprenderlas. He aquí la razón de por qué los
milagros que a unos ilumina a otros ciega”. Así pues, el milagro es primariamente
un “signo” que no comunica automáticamente su significado y que, por tanto,
debe ser interpretado, de ahí la importancia de las disposiciones del receptor y de
su intencionalidad.

1.4. La fe

 La fe es la “virtud sobrenatural mediante la cual, impulsados y ayudados por la


gracia de Dios, creemos que son verdaderas las cosas divinamente revelad as por Él,
no por la verdad intrínseca de las cosas conocidas con la luz natural de la razón, sino
por la autoridad del mismo Dios que se revela, que no puede ni engañarse ni
engañarnos”.
 Se trata del asentimiento y adhesión a Dios que se revela en Cristo. El hombre
responde, no a un conocimiento indirecto de Dios que ha dejado su rastro en el

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cosmos y en la conciencia, sino a Dios que se comunica al hombre como un yo a un tú,
entregándose y pidiendo una respuesta, aunque el yo y el tú no se encuentren en el
mismo plano.
 La fe, como acto y como vida, se caracteriza por algunas propiedades fundamentales.
La fe es:
 Sobrenatural: Significa que la fe es siempre y necesariamente gracia y don de Dios,
no el resultado de una conquista humana. Hay una imposibilidad absoluta de
adquirir la fe por medios de las fuerzas naturales del hombre. La fe nunca es el
resultado necesario de un proceso racional. El hombre puede recorrer el camino de
la credibilidad y llegar a certezas morales; pero la fe, en cuanto tal, le es dada: “no
viene de nosotros, es don de Dios”.
 Libre: Significa que sólo se cree si libremente se quiere creer. El hombre tras el
pecado mantiene su libertad humana, aunque debilitada, pero no desaparece
como afirmaba Lutero. Tiene la suficiente libertad para cooperar con la gracia que
inclina al hombre a creer en Cristo, y puede también resistir a la gracia porque no
es meramente pasivo. El carácter libre de la fe no conduce al indiferentismo.
Aunque el hombre sólo cree si quiere, no es lo mismo creer que no creer. El creer o
el rechazo de la fe son susceptibles de una valoración moral una vez que se cuenta
con los elementos necesarios para acceder a Dios (conocimiento de la predicación,
gracia de Dios, etc.). Por tanto la libertad de la fe no equivale a la libertad moral
del creer, como si hacerlo o no fuera indiferente y ajeno a cualquier juicio moral.
 Oscura: La fe es oscura porque el que cree no ha visto. Está estrechamente
relacionada con la libertad que acompaña al asentimiento, y caracteriza a la forma
propia de certeza que corresponde a la fe. Esta oscuridad puede ser entendida de
dos formas:
 la fe es oscura porque la verdad de su objeto no puede ser alcanzada ni por
evidencia ni por demostración;
 la fe es oscura, además, porque una vez alcanzado el objeto de fe, éste excede
completamente la capacidad de la mente humana.
 La oscuridad de la fe sólo puede ser provisional: es la oscuridad del ahora que
desaparecerá ante la claridad del después: “Ahora vemos en un espejo y
oscuramente, pero entonces veremos cara a cara”.
 Cierta:
 La certeza, caracterizada por la indudabilidad, acompaña también
necesariamente a la fe. Solamente se accede a la certeza que corresponde a la fe
cuando tiene lugar el acto de creer. Se trata de la certeza propia de la fe, forma
específica de certeza. Su fundamento es la autoridad infalible de Dios a quien

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no le es posible errar o engañar. Por este fundamento la certeza de la fe así lo
comenta Sto. Tomás es superior a la certeza del propio conocimiento.
 La verdad inmutable de Dios y la luz de la revelación son objetivamente un
fundamento más sólido que el que pueda tener cualquier certeza humana. Pero
desde una consideración subjetiva la certeza que resulta de la evidencia
percibida por el sujeto es superior a la certeza de la fe. Por carecer de esta
evidencia, al asentimiento de la fe no lo caracteriza el reposo, sino la tendencia
a ver, a comprender: fides quaerens intellectum. Esta tendencia viene después
no antes de poseer la fe.
 Pero en todo caso la certeza de la fe es superior en firmeza (seguridad en la
posesión de lo verdadero y plenitud en la adhesión), de tal forma que al que
cree no le cabe la menor duda: “Diez mil dificultades no hacen una sola duda”,
dice Newman. La certeza de la fe, además, se ve confirmada con la práctica
cristiana.
 Teologal: La fe cristiana establece una relación inmediata entre Dios que se revela
y el hombre destinatario de la revelación que cree. Se trata de un acto religioso del
hombre entero: es una fe absoluta, porque asiente a la verdad de Dios por ser él
quien es. De ahí nacen la adhesión, el compromiso y la incondicionalidad de la fe.
 Eclesial: La fe es un acto personal, pero no es un acto aislado. Creer es un acto
eclesial porque es la persona que cree, y es al mismo tiempo la Iglesia la que cree.
Para que sea un acto personal y eclesial al mismo tiempo, se necesita una cierta
identificación del sujeto creyente con la Iglesia, en dos momentos: 1) el creyente
está en la Iglesia y de ella recibe el contenido y el modo de creer; 2) la Iglesia es la
comunidad de los creyentes (communio fidelium)

1.5. Cristología Fundamental

1.5.1. Introducción: Jesucristo como mediador y plenitud de la Salvación (DV 2)

 “La verdad íntima acerca de Dios y acerca de la Salvación humana se nos manifiesta
por la Revelación Cristo que es a un tiempo MEDIADOR y PLENITUD de toda la
Revelación” (DV 2).
 Esta afirmación plantea lo que Müller establece en su texto de Dogmática: “La
Salvación es en el Nuevo Testamento […] la síntesis de la plenitud y consumación de
todos los anhelos humanos de verdad y vida, de libertad y amor en Dios, creador y
consumador de su criatura. […] La Salvación designa la relación personal entre Dios y
el Hombre […]”.

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 Así entonces, Jesús es el don salvífico que nuestro creador nos regala, junto con su
proclamación del Reino de Dios y su sacrificio en la Cruz, de suerte que Jesús no es
un mero portador externo de una salvación ajena a su persona; es la SALVACIÓN en
persona: Jesús es la Buena Nueva, Jesús es la Salvación, Jesús es el Reino de Dios.
 Jesús, entonces, restablece la relación entre Dios y la Humanidad que había sido por
el pecado al entregarse en la cruz por nuestros pecados y al resucitar también sepulta
consigo la muerte y nos anticipa nuestra propia resurrección y el cumplimiento de la
promesa que Dios nos hiciera de compartir la vida eterna desde el principio de la
Creación; vida de comunión con Dios en el Amor. (Rom 4,25; Heb 4, 15).

1.5.2. Memoria Iesu: El acceso histórico a Jesús de Nazaret

 Pueden plantearse tres etapas en la búsqueda del Jesús Histórico:


 PRIMERA ETAPA: va del siglo XIX a comienzos del XX; constituye un periodo en
el cual se visualiza, a través de diversos textos, la vida de Jesús de forma
imaginativa, idealizada y psicológica.
 SEGUNDA ETAPA: aquí se fueron los estudiosos al otro extremo, es decir: se negó
cualquier posibilidad de reconstruir al Jesús histórico planteándose que de Jesús
solo sabemos que existió, pero nada más, de suerte que surgió un total
escepticismo frente al Jesús Histórico , viendo los EVANGELIOS como creación de
fe de las comunidades cristianas primitivas. El representante más conocido de esta
época fue Bultmann.
 En la TERCERA ETAPA se superó el escepticismo previo, pudiendo recuperarse la
confianza exegética de que sí es posible el encuentro con el Jesús Histórico. Esto
impactó directamente en la manera de abordar el estudio de los Evangelios, de
suerte que se hizo desde distintas perspectivas: geográfica, histórica, sociológica,
cultural y arqueológica.
 El abordaje histórico de Jesús de Nazaret ha utilizado los siguientes CRITERIOS DE
CREDIBILIDAD:
 CRITERIO DE DIFICULTAD: aquí están implicados una serie de dichos y hechos
de Jesús que son incómodos para la Iglesia Primitiva, que de no ser ciertos no se
habrán plasmado como parte de su vida; ejemplo de ellos: el pasaje de la Mujer
sorprendida en Adulterio (Jn 8,1-11); la NEGACIÓN de Pedro; la TRAICIÓN de
Judas, etc. Todo ello la tradición oral y escrita NO PUDIERON SUPRIMIRLO sólo
por pertenecer al Jesús de la Historia.
 CRITERIO DE DISCONTINUIDAD Y ORIGINALIDAD: hay ciertas prácticas de
Jesús que están en continuidad, pero no derivan de algunas del judaísmo anterior
que sí están en discontinuidad con el cristianismo incipiente, de suerte que

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mientras más profundizamos en las características del judaísmo y los orígenes del
cristianismo se hace más evidente lo sorprendente y original de la doctrina y
actuación del Jesús histórico.
 CRITERIO DE TESTIMONIO MÚLTIPLE: aquí se incluyen los dichos y hechos de
Jesús que son descritas en distintas fuentes evangélicas (Documento Q, Marcos,
Mateo, Juan y Lucas) como es el caso de la multiplicación de los panes o el
enfrentamiento de Jesús en el Templo.
 CRITERIO DE COHERENCIA: es evidente que todo lo descrito en las fuentes
evangélicas y la Tradición concuerdan con el estilo propio de Jesús y con sus
enseñanzas.
 CRITERIO DE RECHAZO: el pasaje crucial para considerar este criterio tiene que
ver con el rechazo que sufre Cristo por lo que hizo y enseñó y que derivó en su
crucifixión debido a que desafió con ello a todas las autoridades religiosas y
políticas, de manera que cualquier dato que sincronizara con el sistema político-
religioso de su momento sería incongruente con el Jesús histórico.
 CRITERIO DE SINTONÍA: los sucesos descritos del Jesús histórico coinciden
perfectamente con su contexto social, cultural, histórico y geográfico.
 En la actualidad la búsqueda del Jesús Histórico se realiza a partir de las cuatro
definiciones que de Jesús se han establecido: (Jesús Real; Jesús Histórico; Jesús
Teológico y Jesús de la Fe).
 Para el objetivo de esta respuesta sólo definiremos los dos primeros conceptos:
 JESÚS REAL: es aquel que se describe tal como existió, antes y durante su
Ministerio; incluye lo que pensó, dijo e hizo realmente, por tanto es prácticamente
inalcanzable e imposible de describir.
 JESUS HISTÓRICO: es el Jesús de la Sagrada Escritura y la Tradición; y puede
reconstruirse por medio de criterios de historicidad. Se trata del Jesús existente
históricamente, aun cuando no se identifique con el Jesús Real. Sin embargo, no es
una reconstrucción meramente intelectual sino que se encuentra efectivamente al
interior del Jesús REAL. En la reconstrucción del Jesús histórico se evidencia en
toda su magnitud la HUMANIDAD plena de Jesús, de suerte que su rostro es
humano, al igual que su CONCIENCIA, sus SENTIMIENTOS y su CORAZÓN,
por lo tanto al hablar del Jesús de la Historia, hablamos de la fe de Jesús
históricamente y de sus seguidores.

1.5.3. Testimonium Paschae: La Resurrección de Jesucristo

 Como afirma Pablo a los Corintios: “Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación,
vana también es nuestra fe”. De suerte que sólo a partir de la Resurrección nuestra fe

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en Él cobra sentido y se fundamenta; pero también a partir de la Resurrección cobra
sentido de igual manera la existencia humana, puesto que sin ella, sin la esperanza de
la vida eterna, la muerte diría la última palabra en nuestras vidas y todo nuestro
pasar por el mundo sería un absurdo en tanto que nuestra finitud es el límite del
poder y el pensamiento humanos.
 Por tanto, en la confesión y confirmación por parte de los discípulos de que Jesús, el
Resucitado, ha vencido a la Muerte, y que su Resurrección viene de Dios Padre,
pueden afirmar que Él es el Hijo de Dios, el Mesías, el Mediador definitivo del Reino
de Dios. Es decir: el origen de la FE PASCUAL , del Testimonio Pascual, parte de un
suceso que está fuera de las posibilidades humanas, de la Resurrección, por medio de
la cual:
 Dios da a conocer su UNIDAD con Jesús.
 Le reconoce como a su HIJO “y heraldo escatológico de la basileia”.
 Asimismo en la Resurrección Dios revela su nombre y su naturaleza: Dios de la
Creación y la Alianza.
 Se nos revela que Jesús es el Mesías y el Kyrios y, finalmente,
 Por su paso en la Cruz y su Resurrección de entre los muertos, el Hijo “se
convierte en el portador del Reino del Padre del fin de los tiempos” (1COr 15,28;
Flp 2,9-11).
 Por todo lo anterior, el TESTIMONIO PASCUAL de los discípulos es el medio por el
cual los destinatarios de su prédica pueden también acceder no sólo al acontecimiento
pascual sino también a la persona de Jesús el Resucitado. Esto es: el encuentro de los
discípulos con el Resucitado les permite descubrir el Misterio encerrado en Jesús,
aquello que Pablo describe como “el descubrimiento de Jesús” (Ga 1,12) y por ello el
Apóstol entiende en su propio encuentro camino a Damasco que “Dios ha querido
revelar en mí a su Hijo” (Ga 1,16). A pesar de la Cruz, a pesar de la Muerte y por la
Resurrección, pueden reconocer, TESTIMONIAR, que Jesús es el Cristo esperado; el
SEÑOR DE LA VIDA y de la muerte y su resurrección constituye la LIBERACIÓN
DEFINITIVA Y TOTAL de la Humanidad.
 En definitiva, la Resurrección se convierte entonces en el punto de partida para
DESCUBRIR A CRISTO, para descubrir el MISTERIO DE CRISTO y de ello derivarán
consecuencias que constituyen el núcleo de la fe cristiana:
 LEGITIMACIÓN DE LA VIDA Y MENSAJE DE JESÚS.
 CONFESIÓN DE JESÚS COMO HIJO DE DIOS Y MESÍAS.
 RECONOCIMIENTO DE QUE EL SEÑOR VIVE PARA SIEMPRE EN DIOS.
 RECONOCIMIENTO DE QUE EL RESUCITADO VIVE EN MEDIO DE LOS
CREYENTES.
 ESPERANZA Y CERTEZA DE LA PARUSÍA.

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1.5.4. Mysterium Christi: El Misterio de Cristo en el cual se esclarece el misterio
del hombre

 El MISTERIO DE CRISTO, más bien el “DESCUBRIMIENTO DE JESÚS” que refiere Pablo,


viene así a esclarecer nuestro propio Misterio, el Misterio Humano. ¿Por qué?
 Al Resucitarlo y confirmarse la legitimidad de su mensaje, Jesús ofrece a los hombres la
garantía para alcanzar la salvación, la liberación definitiva que está incluso por encima de la
muerte.
 Al reconocer que Cristo es el Hijo de Dios, el Emanuel, se nos manifiesta de manera
incuestionable el infinito amor y solidaridad de Dios con el Hombre y su intención salvífica
desde siempre y a pesar de nuestro proceder en la Historia, puesto que : “en Cristo estaba
Dios reconciliando al mundo consigo” . (2Co 5, 19).
 En el descubrimiento de Jesús a través del Testimonio Pascual, podemos ver con claridad que
Dios está en el Resucitado y que reconociendo en Jesús su humanidad, se evidencia que DIOS
quiso compartir nuestra vida humana, se abajó, por puro amor a nosotros y eso nos habla de
la dignidad que tenemos al ser la criatura más preciada y amada de toda su Creación.
 Al testimoniar la Resurrección de Jesús, los discípulos no ven su muerte como mera
destrucción, sino como PASAJE hacia la vida con y del Padre y es por eso que le llamamos ya
“Señor de la Vida y de la muerte” (Rm 14, 7-9), de manera que: ¡YA NO ESTAMOS SOLOS!,
porque junto al Padre está nuestro Hermano adoptivo intercediendo y preocupándose por
todos los hombres. (Hb 7,25; Rm 8,34).
 Asimismo podemos al “descubrir el Misterio de Cristo” reconocer que Cristo no sólo vive
para los hombres, sino en medio de los hombres; es el Señor que anima, vivifica y nos llena
con su fuerza y su Espíritu porque: “ […] Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del
mundo” (Mt 28,20); por tanto ya no debemos sentirnos huérfanos, por eso es esencial saber
escucharlo en el Evangelio, saber reconocerlo en todos los necesitados, dejarnos alimentar por
Él con su Cuerpo.
 Finalmente si Cristo resucitó de entre los muertos: “Él es el primero […]” (Col 1,18-19) y nos
anticipa que la vida eterna también está reservada para nosotros los hombres y que se
adelantó para prepararnos una habitación en la Casa del Padre. Así su Resurrección nos abrió
la puerta para alcanzar la liberación total, última y definitiva, porque “si con Él morimos,
viviremos con Él; {…] si con Él sufrimos, reinaremos con Él”.
 Es por todo lo anterior que la MUERTE Y RESURRECCIÓN de nuestro Señor es Buena
Noticia para la Humanidad, puesto que ahora la Injusticia, la muerte y el Mal ya no tiene la
última palabra. Todos los que crean en Cristo y vivan en su Espíritu Vivirán la verdadera
Vida, la que se vive al lado de Dios, la vida eterna, pues:
 “YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA; el que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y
todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás”. (Jn 11,25); este es el Misterio último de
Cristo, este es el misterio último de la Humanidad.

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1.6. Eclesiología Fundamental

1.6.1. Introducción a la Eclesiología Fundamental

 Demostratio catholica que tiene como objetivo demostrar la veracidad de la Iglesia


católica
 Síntesis de las perspectivas eclesiológicas de la teología fundamental:
 Se constata una notable valoración de la Iglesia como “signo”, el cual es un signo
que hace presente lo que significa, dada su matriz “sacramental”

A) La aportación del Vaticano II a la eclesiología fundamental

 La Iglesia “sacramento”: “Todo el bien que el Pueblo de Dios puede dar a la familia
humana deriva del hecho de que la Iglesia es ‘sacramento universal de salvación’” GS
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 La Iglesia y el testimonio: “La Iglesia es más creíble si da testimonio con la propia
vida” Sínodo 1985

B) Las tres vías de acceso a la Iglesia

 La vía de las notas


 La vía histórica
 La vía empírica

1.6.2. La Iglesia radicada en Jesús de Nazaret

A) De Jesús a la Iglesia

B) La Iglesia primitiva

C) El ministerio petrino

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1.6.3. El creer como el lugar de la Iglesia

A) «Creo en la Iglesia»: La Iglesia en los símbolos y Profesiones de fe

B) «Testimonio de la Iglesia» y motivo para creer

1.6.4. El testimonio como signo eclesial de credibilidad

A) El testimonio cristiano: signo eclesial de credibilidad

B) El testimonio Apostólico fundante: La Iglesia primitiva

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