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A.

IDENTIDAD Y ARTICULACIÓN DE LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL


I. LA IDENTIDAD DE LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL.
MISIÓN DE LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL: “estudiar la Revelación y su credibilidad con el
correspondiente acto de fe”.

PRESUPUESTOS:

a) “Fe y razón son dos alas con las que el espíritu humano se eleva a la contemplación de la
verdad” (FR introducción).
b) La revelación cristiana es “verdadera estrella que orienta al hombre” (FR 15.)
IDENTIDAD: disciplina orientada a fundar y justificar la pretensión de verdad de la Revelación
cristiana como propuesta sensata de credibilidad a fin de dar razón de la Esperanza (1Pe 3,15).

HORIZONTE DE VERDAD:

a) Puede unir el esfuerzo racional de creyentes y no creyentes (FR2)


b) Este esfuerzo debe ser fiel a la voz interior de la conciencia (GS 16)
c) La búsqueda de la verdad tiene un carácter procesual. La verdad hallada es una etapa
hacia la verdad total, sólo alcanzable en la plenitud de la revelación última de Dios (FR 2).
DOBLE TAREA:

a) Tarea fundacional: estudio histórico-sistemático de la revelación, en clave fundacional-


hermenéutica, propia del discurso teológico constituyente y significante.
b) Tarea dialogal-contextual: estudio epistemológico en clave de credibilidad para asumir la
responsabilidad apologética que implica “dar razón de la fe”, en clave apologético-
fundamental, que permita valorar el testimonio esperanzado del creyente como
propuesta de plenitud para los hombres de hoy.
ESCUELA ORIENTADORA: Subyacentes a toda la problemática actual que se evidencia en el saber
contemporáneo expresado en la sociología, psicología, lingüística, filosofía, hermenéutica, ciencia
de las religiones, etc. se aprecia una vertebración latente articulada entre el polo que estudia al
sujeto oyente de la Revelación (Blondel, Bouillard, Rahner, Alfaro, Latourelle, Seckler) y el polo que
aborda la búsqueda de una perspectiva correcta para una pastoral de la fe, significativa para
nuestros días. En este sentido, este manual se sitúa en la línea de J.S. Drey, visualizando en el
binomio Revelación cristiana – sujeto creyente, la centralidad de la Teología Fundamental.

ENRAIZADA EN LA TRADICIÓN TEOLÓGICA: Este binomio encuentra sus raíces en las medievales
sistematizaciones teológicas que abordaron la cuestión de la fe frente a la razón, en los tratados
de los loci theologici de la fe y de las quaestiones disputatae. Se trata del tradicional problema de
articular la trascendencia y la inmanencia del hombre, salvando su mutua relación y autonomía.
Por otra parte, la Ilustración dio un giro antropológico que llevó al hombre actual a asumir las
cuestiones tradicionales desde la clave de la credibilidad de la revelación y de la posibilidad del
acto de fe del sujeto creyente.
Esta articulación de la dimensión sobrenatural de la fe y de la dimensión natural de la razón
encuentra luz en el axioma escolástico: “la gracia no destruye, sino que presupone y perfecciona la
naturaleza”1. A su vez, el Concilio Vaticano I defendió la razonabilidad de la fe; la fundamentación
racional del acto de fe; y la comprensión de la fe por la vía de la analogía que ofrece el
conocimiento natural o la interconexión que los misterios de fe presentan con el fin último y
sentido del hombre. En el Concilio Vaticano II, la Iglesia se presentó como signo para toda la
humanidad que camina hermanada hacia la comunión escatológica. Ella, en su forma histórica,
social, visible y pública refleja el camino que la voluntad divina tiene previsto para la consumación
final de toda la creación. La Iglesia es sacramento de salvación con un valor interno, en cuanto que
sacramento primordial y raíz de los sacramentos y con un valor externo de misión-servicio y de
mediación.

El binomio Revelación cristiana – sujeto creyente se convierte en el binomio Iglesia – mundo, al


que la Teología Fundamental debe aportar criterios de credibilidad y de significatividad-
sacramentalidad.

De esta forma, la Teología Fundamental, como disciplina, asume el problema primario de la


significatividad – credibilidad – razonabilidad de la propuesta cristiana en su globalidad.

ESQUEMA:

FE SOBRENATURAL REVELACIÓN CRISTIANA IGLESIA

ESTATUTO HUMANO:

LO RAZONABLE LO CREIBLE LO SIGNIFICATIVO

RAZÓN NATURAL SUJETO OYENTE MUNDO .

II. LA DOBRE TAREA: FUNDACIONAL-HERMENÉUTICA Y DIALOGOAL-CONTEXTUAL


La perspectiva de este manual es una Teología Fundamental que privilegia la tarea fundacional-
hermenéutica, en clave dogmático-fundamental y la tarea dialogal-contextual, en clave
apologético-fundamental.

FUNDACIONAL-HERMENÉUTICO: asumir las bases constitutivas de la Revelación y de la fe en


cuanto dogmático fundantes, por lo que se da preeminencia al análisis hermenéutico de los
principios y lugares del conocimiento teológico en clave del principio de transmisión o tradición de
la Revelación: La Escritura, la Escritura en la Iglesia = Tradición – Magisterio – Sensus Fidei –
Teología, etc. Así mismo las condiciones de posibilidad de acceso a la Revelación y a la fe. Se da
también carácter fundante a la Eclesiología, en la que se visualizan los lugares teológicos por su
significado hermenéutico-eclesiológico.

1
Cf. Santo Tomás y San Buenaventura.
DIALOGOAL-CONTEXTUAL: Es el servicio diaconal intelectual, que surge de la escucha del tiempo
contextualizado y del otro. Esto da a la Teología Fundamental un carácter fronterizo y de
mediación con los diversos ámbitos y realidades de nuestro mundo. Por otra parte, supone una
perspectiva de asunción, purificación y elevación (Cf GS 17) de la realidad contextual.
Especialmente, esta mediación se da por la “metafísica del testimonio” a fin de poder lograr la
propuesta de una “martiría significativa”.

CARÁCTER INTEGRADOR DE LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL: Se plantea este dinamismo, no en


cuanto que teología integral o total, sino en cuanto que integradora de las dos tareas propias de la
disciplina. Estas tareas no son, en realidad, ámbitos totalmente autónomos, sino que se fecundan
e integran mutuamente. En este sentido, la prioridad ontológico-teologal de la vertiente
dogmática-fundamental, debe estar atenta a la prioridad epistemológica-antropológica de la
vertiente apologético-fundamental, que supone el antiguo imperativo “conócete a ti mismo”.

De este modo, la Teología Fundamental se propone, en este manual, como “un relato humano -
testimonial e intelectual a la vez – sobre la Revelación cristiana que pone de relieve los motivos por
los que se cree en ella como propuesta de sentido”.

METODOLOGÍA: La metodología señalada es la de las correlaciones significativas entre Revelación


y sujeto oyente, en el trasfondo de las grandes cuestiones de fe y razón, natural y sobre natural,
apuntando hacia una significación de la Iglesia como presencia reveladora de Cristo en el mundo.

TENSIÓN CONTEXTUAL: En la actualidad se percibe tanto el conflicto entre los diversos universos
actuales, cada cual con su respectiva pretensión de sentido exhaustivo, como el que se da entre
los universos resignados a sentidos sólo provisorios, limitados y relativos. En esta tensión, la
Teología Fundamental apunta a presentar la Revelación, la Fe, la Iglesia y la Vida cristiana como un
universo de sentido y sentido de todo auténtico universo interpretativo.

III. LA ARTICULACIÓN CONCRETA DE LA TEOLOGÍA FUNDAMENTAL

a. DOS POSIBLES ENFOQUES TEOLÓGICOS:


1) El que separa entre la parte dogmático-fundamental, que aborda la Revelación y su
transmisión eclesial de la parte apologético-fundamental que profundiza en la credibilidad
de Cristo y de su Iglesia.
2) Sistematización unitaria, presentada con los tres grandes capítulos clásicos reformulados:
mostración religiosa, mostración cristiana, mostración católica. A los que se añade un
último capítulo autónomo conclusivo sobre la gnoseología teológica con dos partes: la
primera sobre la Escritura y su transmisión eclesial (Loci Theologici) y la segunda sobre la
identidad de la Teología Fundamental, con los temas centrales de la fe y la credibilidad.
3) Esta Teología Fundamental sigue el esquema segundo, pero, en nuestro esquema, la
epistemología teológica se presentará como capítulo introductorio y las cuestiones sobre
Escritura y su transmisión se remitirán a la mostración católica.
b. TEMA ARTICULADOR.
La presentación de esta Teología Fundamental quedará articulada por la pregunta sobre la verdad,
la cual se intentará responder desde los presupuestos de la teología. De esta forma, la Revelación,
la Fe y la Razón quedan como el objeto central de esta Teología Fundamental.

c. CAPÍTULOS
PRIMER CAPÍTULO: El acceso del hombre a la Revelación. Posibilidades antropológicas de acceso a
la Revelación y paso del hombre oyente al hombre creyente.

Los tres siguientes capítulos son la respuesta a las tres preguntas veritativas teologíco-
fundamentales sobre el sentido que tiene posibilitar la triple mostración:

SEGUNDO: Teología de la Revelación: La Revelación como palabra universal y definitiva.

TERCERO: Cristología Fundamental: Jesucristo y el hombre, credibilidad de Jesús de Nazaret.

CUARTO: Eclesiología Fundamental: La credibilidad del testimonio eclesial.

Toda esta Teología Fundamental busca el “fides quarens intellectum” de san Anselmo, a fin de
mostrar, en perspectiva del argumento de conveniencia que santo Tomás explica así: “ tanto un
medio es más conveniente para la consecución del fin, cuanto en {el concurren más ventajas para
lograr ese fin”. (ST III, q46, a3).

Se trata, pues de mostrar la credibilidad de la Revelación a través de la triple propuesta, religiosa,


cristiana y católica, en clave de propuesta de sentido vertebrada en sus ejes propios: el dato
teológico, el análisis histórico, y la aproximación antropológica que faciliten mostrar la
“conveniencia” de la fe a la Revelación.

d. OBJETIVO FINAL:
Lograr una Teología Fundamental que logre su función de preparar para responder a todo el que
pida dar razón de la fe y de la esperanza que hay en el creyente (1Pe 3,15).

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