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La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia1:
jurídica
consolidación de un precedente e hito jurisprudencial
María Paula En este artículo se ofrece un análisis de una de las sentencias más recientes profe-
rida por la Corte Interamericana contra el Estado colombiano, relativa a la masacre
Saffon* de un grupo de funcionarios judiciales perpetrada por grupos paramilitares con la
complicidad de agentes estatales. La principal tesis del artículo es que dicha sen-
tencia es, al mismo tiempo, una pieza importante de la jurisprudencia incremental
de la Corte Interamericana sobre la responsabilidad del Estado colombiano frente al
fenómeno del paramilitarismo, y un hito jurisprudencial en la medida en que estable-
ce reglas novedosas, en particular, relativas a los estándares de derechos humanos
con los cuales el Estado debe el cumplir un proceso de desmovilización como el que
actualmente atraviesa Colombia. La autora identifica las potencialidades, limitacio-
nes y retos de la sentencia en relación con cada una de esas dimensiones.
Palabras claves: la masacre de La Rochela, paramilitarismo en Colombia, investigaciones penales exhaustivas, proceso
de desmovilización, responsabilidad del Estado por delegación de funciones, derecho a la verdad, precedente jurispruden-
cial, sentencia de desarrollo incremental.
I. Introducción julio de 2004, fueron retenidos por un grupo paramilitar

que, operando con el apoyo activo de agentes estatales y
L
os hechos del caso de la masacre de La con el propósito de destruir los expedientes judiciales, abrió
Rochela son, a un mismo tiempo, una fuego contra ellos, dejando un saldo de doce asesinados y
pieza más de la intensa violencia ejercida tres sobrevivientes.

Los hechos de la masacre se inscriben en una
por el paramilitarismo en Colombia, y una
ola de terror emprendida por los grupos paramilitares con-
tragedia de inmenso significado simbólico y práctico en
tra la sociedad civil, la cual tuvo una intensidad particular
relación con los devastadores efectos que ha tenido este
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en la región del Magdalena Medio a finales del siglo XX. Sin

fenómeno. En resumen, quince funcionarios judiciales que
embargo, estos hechos son particularmente significativos
adelantaban investigaciones penales sobre violaciones a
por cuanto se dirigieron contra operadores de la justicia
derechos humanos cometidas por grupos paramilitares en que habían iniciado la valiente tarea de combatir la impu-
Número 4
el Magdalena Medio colombiano, entre las cuales se en- nidad de violaciones a los derechos humanos cometidas
contraba la masacre de 19 comerciantes, que fue objeto de por el paramilitarismo. Como tal, la masacre es un crimen
pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos atroz de especial gravedad, ya que implicó el ataque a una
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Humanos (en adelante Corte IDH), en sentencia de 5 de institución de central importancia para la vigencia de los
1 Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso de la masacre de La Rochela”. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C n.º 163.
* Estudiante de doctorado del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Columbia e investigadora asociada del Centro de
Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad (DeJuSticia).
DR © 2008. Centro por la Justicia y el Derecho Internacional

https://www.cejil.org/es/revista-cejil-0
La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia:

derechos humanos y contribuyó con ello a perpetuar la im- Mapiripán, Pueblo Bello e Ituango5, conforman una jurispru-
punidad en esta materia. dencia de desarrollo incremental en materia de la respon-
Justamente por la naturaleza de los hechos, la sabilidad del Estado colombiano por atrocidades cometidas
jurídica
sentencia de la Corte IDH en el caso de La Rochela tiene por grupos paramilitares en Colombia, jurisprudencia que
una dimensión doble. Por un lado, se trata de una sen- tiene su origen en la sentencia hito 19 Comerciantes6. Para
tencia que contribuye enormemente a la consolidación de defender esta idea, explicamos que esas tres sentencias,
una línea jurisprudencial incremental sobre la responsabi- proferidas con un espacio de tiempo muy breve entre una
lidad del Estado colombiano en relación con el fenómeno y otra —menos de un año— , presentan gran similitud
del paramilitarismo y sobre los complejos temas fácticos en el panorama fáctico general, en las formas de ejecu-
y jurídicos que dicho problema plantea2. Por otro lado, se ción de las atrocidades, en los modos de operación de los
trata de una sentencia que, a la vez, podría ser considerada victimarios, en el tipo de responsabilidad de los agentes
un hito jurisprudencial, pues en ella la Corte IDH establece estatales y en las consecuencias para las víctimas de tales
reglas nuevas para el análisis de las violaciones cometidas, violaciones.
teniendo en cuenta que estas se inscriben en el marco de Por ello, concluimos que cada una de esas
un proceso de desmovilización del que forman parte los sentencias reitera, en lo esencial, los argumentos tanto
victimarios3. Estas reglas resultan de suma relevancia para fácticos como jurídicos relativos a la responsabilidad del
la coyuntura colombiana, pero igualmente contribuyen a Estado colombiano frente a horrendas masacres perpe-
la creación de una innovadora línea jurisprudencial para el tradas por los grupos paramilitares, en razón de la tole-
Sistema Interamericano y para el corpus iuris del derecho rancia, connivencia y participación de agentes estatales
internacional de los derechos humanos en general. A con- en ellas. Al mismo tiempo, concluimos que cada una de
tinuación, se analizarán estas dos dimensiones de la sen- esas sentencias aporta elementos muy importantes para la
Debates sobre Derechos Humanos y el Sistema Interamericano
tencia, y se señalará en cada caso tanto las potencialidades consolidación y el perfeccionamiento de una jurisprudencia
como sus limitaciones y retos. de gran trascendencia. Finalmente, concluimos que, infor-
tunadamente, en razón de la inmensa cantidad de casos
similares de atrocidades cometidas por grupos paramilita-
II. La Rochela como sentencia res en Colombia —algunos de los cuales se encuentran
de desarrollo incremental ya en trámite ante el Sistema Interamericano de Protección
de los Derechos Humanos (SIDH)—, esa jurisprudencia
E
n un artículo previo, escrito con el profesor Rodrigo incremental, sin duda, continuará desarrollándose en los
Uprimny4, planteamos la idea de que las sentencias años siguientes.
de la Corte IDH sobre los casos de las masacres de
2 Sobre las sentencias de la Corte IDH en materia de paramilitarismo en Colombia como una jurisprudencia de desarrollo incremental,
véase Saffon, M.P. y Uprimny, R., 2007, “Las masacres de Ituango contra Colombia: Una sentencia de desarrollo incremental”, Revista
CEJIL: Debates sobre derechos humanos y el Sistema Interamericano, n.º 3.
3 Para el concepto de sentencias hito, véase López, L. El derecho de los jueces. Bogotá, Legis, 2000, capítulo 2. Según este autor, las
sentencias “hito” se caracterizan por establecer reglas o principios jurisprudenciales nuevos, y contrastan con las sentencias “confir-
madoras”, las cuales simplemente aplican reglas o principios establecidos anteriormente. Además de estos dos tipos de decisiones, el
profesor Rodrigo Uprimny y yo hemos defendido la idea de que también existen sentencias “incrementales”, las cuales dan la apariencia
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de que el tribunal simplemente aplica reglas o principios previamente establecidos, pero al hacerlo introducen innovaciones aparente-
mente menores que sirven para afianzar una línea jurisprudencial. Ver, al respecto, Saffon y Uprimny, “Las masacres de Ituango contra
Colombia: Una sentencia de desarrollo incremental”, op.cit.
4 Saffon y Uprimny, “Las masacres de Ituango contra Colombia: Una sentencia de desarrollo incremental”, op.cit.
5 Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso de la Masacre de Mapiripán vs. Colombia”. Sentencia de 15 de septiembre de
2005. Serie C n.º 134; “Caso Masacre de Pueblo Bello vs. Colombia”. Sentencia de 31 de enero de 2006. Serie C n.º 140; “Caso de
las Masacres de Ituango vs. Colombia”. Sentencia de 1.º de julio de 2006. Serie C n.º 148.
6 “Caso 19 Comerciantes vs. Colombia”. Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C n.º 109.

María Paula Saffon
La sentencia de la masacre de La Rochela se en- los hechos concretos, sino también por su responsabilidad
marca dentro de ese proceso jurisprudencial y una de sus directa en el surgimiento y fortalecimiento del paramilita-
grandes virtudes consiste en contribuir a la consolidación y rismo en Colombia. La Corte llegó a esa conclusión en los
jurídica
el incremento de esa línea de precedente. A continuación, casos de Mapiripán, Pueblo Bello e Ituango7, aludiendo al
mostraremos sus aportes centrales en ese sentido, pero contexto general en el cual se enmarcaron las atrocidades
también señalaremos algunas limitaciones de la sentencia objeto de juicio. Según la Corte, dicho contexto está con-
para contribuir a tal proceso. formado por la normatividad jurídica proferida por el Estado
colombiano en la década de los ochentas, que auspició la
A. Los aportes de La Rochela en la consolidación creación de grupos de autodefensa civil, los cuales pronto
degeneraron en grupos paramilitares.
de la jurisprudencia sobre paramilitarismo
en Colombia
Como una de las primeras sentencias de la Corte IDH que
La sentencia de La Rochela hace alusión
se redactan con un nuevo formato, La Rochela tiene las vir- a un aspecto adicional de esencial
tudes de concisión y solidez argumentativa. Estas caracte- importancia para el esclarecimiento
rísticas de la sentencia permitieron que varias de las reglas de la verdad histórica sobre el fenómeno
jurisprudenciales y de los argumentos contenidos en las
del paramilitarismo: la estrategia paramilitar
sentencias anteriores de la Corte IDH sobre paramilitarismo
en Colombia, fueran perfeccionados y formulados de ma-
de ataque sistemático a funcionarios
nera precisa y contundente, y que se aportaran, asimismo, judiciales con el fin de garantizar impunidad
algunos argumentos y reglas jurisprudenciales adicionales respecto de sus crímenes.
para su desarrollo incremental. Tal es el caso, en particular,
de la identificación de la responsabilidad del Estado en re- La sentencia de La Rochela reitera que el
lación con violaciones cometidas por particulares como los contexto general de surgimiento del paramilitarismo en
grupos paramilitares, de la inclusión de la obligación de vi- Colombia forma parte de los hechos probados del caso,
sibilizar los patrones sistemáticos de violación de derechos señalando que las normas que permitieron que dicho fe-
humanos como parte del deber de investigación diligente, nómeno tuviera lugar fueron derogadas con posterioridad
del análisis de la jurisdicción contencioso-administrativa en a la masacre de los funcionarios judiciales y en razón de la
relación con la regla del agotamiento de recursos internos, gravedad de dicho crimen, pero insistiendo en que dichas
y de las medidas de satisfacción y las garantías de no repe- normas estaban en vigencia al momento de los hechos y
tición ordenadas por la Corte IDH en estos casos. permitieron su comisión. Además, la sentencia añade dos
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elementos importantes a la consideración del contexto

1. La responsabilidad internacional del Estado como parte de los hechos probados. Por un lado, incluye
por violaciones cometidas por particulares como parte de los hechos probados y objeto de su pro-
Número 4
En sus sentencias previas sobre paramilitarismo en Colom- nunciamiento el contexto concreto en el cual se desarro-
bia, la Corte IDH ya había establecido con bastante con- llaron las actividades del grupo paramilitar que perpetró la
tundencia que el Estado colombiano es responsable inter- masacre, refiriéndose en particular a la creación y al apoyo
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nacionalmente de las violaciones a los derechos humanos logístico de este grupo por parte de agentes de la fuerza
cometidas por grupos paramilitares, no solo por la tole- pública de la zona, así como a la relación de uno y otros
rancia, connivencia y participación de agentes estatales en con el grupo paramilitar que cometió la masacre de los
7 Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso de la Masacre de Mapiripán vs. Colombia”, op. cit.; “Caso Masacre de Pueblo Bello
vs. Colombia”, op. cit.; “Caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia”, op. cit.


19 comerciantes, la cual estaba siendo investigada por los casos concretos objeto de análisis, sino en ampliarlo al
funcionarios judiciales. Por otro lado, por primera vez, la contexto que permite la cabal comprensión de tales he-
Corte IDH incluye también como parte del contexto nor- chos, lo cual contribuye a la creación de un relato histórico
jurídica
mativo del surgimiento del paramilitarismo en Colombia las sobre la verdad del paramilitarismo en Colombia y sobre la
regulaciones militares y los manuales internos del Ejército responsabilidad del Estado, la cual es de suma importancia
que instruían en la formación, dotación y apoyo logístico de para la satisfacción del derecho colectivo a la verdad, para
los grupos de autodefensa civil como parte de la estrategia la reparación simbólica de las víctimas y para la garantía de
de contrainsurgencia8. no repetición.
Como se mencionó anteriormente, la sentencia
de la masacre de La Rochela contribuye a esta estrategia de
Al delegar en particulares funciones
esclarecimiento de la verdad histórica no solo a través de la
de su competencia exclusiva, el Estado reiteración de los argumentos ofrecidos por la Corte IDH en
adquirió responsabilidad directa por sentencias anteriores para demostrar la responsabilidad del
todas las acciones cometidas por esos Estado en relación con el surgimiento y el fortalecimiento
particulares en desarrollo de tales del paramilitarismo en Colombia, sino también a través del
señalamiento de nuevos elementos importantes del con-
funciones, como si se tratara
texto normativo —los reglamentos internos del Ejército—,
de agentes estatales. así como de la consideración del contexto concreto de la
violación y, en especial, de la manera en que funcionaba el
La inclusión del contexto, tanto general como paramilitarismo en la región de los hechos.
concreto en los hechos probados de la masacre de La Ro- Igualmente, en razón de los hechos particulares
chela —disputado por el Estado colombiano, que solo del caso, la sentencia de La Rochela hace alusión a un
aceptó su responsabilidad respecto del hecho puntual de aspecto adicional de esencial importancia para el esclare-
la masacre—, es importante por varias razones. En primer cimiento de la verdad histórica sobre el fenómeno del para-
lugar, dicha inclusión se inscribe en una estrategia —pro- militarismo: la estrategia paramilitar de ataque sistemático
piciada por los litigantes ante el Sistema y materializada por a funcionarios judiciales con el fin de garantizar impunidad
las decisiones de la Corte IDH— de reconstrucción de respecto de sus crímenes. Como lo señala la Corte IDH, de
la verdad histórica sobre el conflicto armado colombiano esta estrategia no fueron víctimas únicamente los operado-
en general y sobre el fenómeno paramilitar en especial. res judiciales de La Rochela, sino alrededor de 25 jueces
Esta estrategia es común a las sentencias previas sobre y abogados por año entre 1979 y 1991. Esto demuestra
paramilitarismo en Colombia y se caracteriza por la cons- que el paramilitarismo no solo operó contra la población
trucción de una narrativa cada vez más consolidada sobre civil sino también contra instituciones esenciales para la vi-
el origen y la expansión del fenómeno paramilitar, sobre las gencia del Estado democrático de derecho, y que entre sus
atrocidades cometidas por sus grupos y sobre la respon- objetivos estaba impedir la investigación y el juzgamiento
sabilidad del Estado en relación con ellas9. Como es de de sus atrocidades a través del terror. Igualmente, esto de-
notar, esta estrategia de reconstrucción de verdad histórica muestra que el Estado contribuyó a lograr esa tarea, pues
a través de decisiones judiciales consiste en no limitar el no ofreció protección adecuada a sus propios funciona-
ejercicio de elucidación de la verdad a los hechos de los rios y, en el caso de La Rochela, sus agentes participaron
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8 CEJIL, “A Summary of the Inter-American Court of Human Rights’ La Rochela Massacre Judgment”, preparado por Michael Camilleri, 13
de junio de 2007.
9 Para un análisis detallado de esa estrategia de esclarecimiento de la verdad histórica, véase Saffon y Uprimny, “Las masacres de Ituango
contra Colombia: Una sentencia de desarrollo incremental”, op.cit.

María Paula Saffon
activamente en el crimen también con el fin de lograr impu- cometidas por los paramilitares, la sentencia sienta la base
nidad respecto de los crímenes cometidos en complicidad para que, en casos futuros sobre el tema, la responsabili-
con el paramilitarismo. dad del Estado no solo se declare por la situación general
jurídica
En segundo lugar, la inclusión del contexto tan- de riesgo creada por el auspicio normativo del paramili-
to general como concreto en los hechos probados de la tarismo, sino también por la delegación de funciones de
masacre de La Rochela permite identificar con claridad la resorte del Estado en los grupos paramilitares.
responsabilidad internacional del Estado por violaciones a
derechos humanos perpetradas por terceros. De nuevo,
La Corte concluyó que dicha obligación de
esto ya había sido logrado por la Corte IDH en sentencias
anteriores, en las cuales determinó que, con la expedición
debida diligencia había sido violada porque
del marco jurídico que permitió y promovió la conformación las investigaciones que se desarrollaron no
de grupos paramilitares, el Estado colombiano generó una tuvieron en cuenta “la complejidad de los
situación objetiva de riesgo para la población civil y no tomó hechos, el contexto en que ocurrieron
las medidas adecuadas y suficientes para impedir que di-
y los patrones que explican su comisión”.
chos grupos cometieran atrocidades10. En la sentencia de
La Rochela, la Corte IDH reitera su jurisprudencia en mate-
ria de la responsabilidad del Estado por hechos de terceros En tercer y último lugar, la inclusión del contexto
en razón de la creación de una situación de riesgo, pero, tanto general como concreto en los hechos probados de
además, aporta un elemento nuevo y significativo para el la masacre de La Rochela sienta un precedente importante
análisis de tal responsabilidad. Según la Corte, en el caso no solo para los casos futuros que la Corte IDH vaya a
se prueba que el Estado permitió que los grupos paramili- decidir en materia de paramilitarismo en Colombia, sino
tares de la zona de la masacre participaran en la ejecución también para casos futuros relativos a otro tipo de violacio-
de algunas funciones de competencia exclusiva del Estado nes de responsabilidad de cualquier Estado. Por un lado,
y respecto de las cuales este tiene una posición de garan- este precedente consiste en la relevancia que tiene para
te, tales como el empleo de armas de uso privativo de la el esclarecimiento de la verdad, para la reparación simbó-
fuerza pública, el patrullaje y el desarrollo de actividades de lica de las víctimas y para la garantía de no repetición que
inteligencia militar. Como resultado de ello, la Corte con- el contexto de las violaciones sea tenido en cuenta como
cluye que “el Estado es directamente responsable, tanto parte de los hechos probados de un caso. La considera-
por acción como por omisión, de todo lo que hagan estos ción del contexto no solo permite que los hechos del caso
particulares en ejercicio de dichas funciones” (párr. 102). sean interpretados desde una perspectiva más amplia que
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Con base en la consideración del contexto ge- posibilite la comprensión de su dimensión y sus efectos,
neral y concreto de los hechos del caso, en la sentencia sino que también abre la puerta para que las sentencias
de La Rochela la Corte IDH establece que, al delegar en judiciales aporten a la elucidación de una verdad histórica
particulares funciones de su competencia exclusiva, el Es- menos fragmentaria.
Número 4
tado adquirió responsabilidad directa por todas las accio- Por otro lado, el precedente sentado por la in-
nes cometidas por esos particulares en desarrollo de tales clusión del contexto como parte de los hechos probados
funciones, como si se tratara de agentes estatales. Dado admite la posibilidad de que, en otros casos, a la luz de
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que esta delegación de funciones no es de ninguna manera dicho contexto pueda identificarse la responsabilidad inter-
exclusiva del caso de la masacre de La Rochela, sino que nacional de un Estado por la generación de una situación
puede constatarse en muchos otros casos de atrocidades objetiva de riesgo, e incluso por la delegación de funciones
10 Ver, en particular, Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso de Pueblo Bello vs. Colombia”, op. cit.


de competencia exclusiva del Estado. Si bien este pre- cuenta de la complejidad y lo sistemático de los crímenes
cedente fue establecido en materia de políticas de con- atroces. Según la Corte, dadas las circunstancias del caso
trainsurgencia, no tiene por qué limitarse a este ámbito. concreto, la obligación de investigar con la debida diligencia
jurídica
Existen muchas otras situaciones en las cuales, a través de implicaba no solo la investigación de los hechos concre-
actos normativos o fácticos, los Estados crean situaciones tos del caso, sino la adopción de medidas tendientes a la
de riesgo —piénsese, por ejemplo, en el caso de ciudad visibilización de los patrones sistemáticos que permitieron
Juárez11— o delegan funciones a particulares —como que se cometieran. Esto por cuanto el número de perpe-
sucede en el caso de instituciones de salud—, y en las tradores, la participación de agentes estatales, los vínculos
cuales se hacen por ende responsables de las violaciones entre diferentes grupos paramilitares y de estos con altos
cometidas por particulares. mandos de la fuerza pública, y la compleja estructura de
ejecución del crimen indican su carácter complejo y, por
ende, la necesidad de una investigación específicamente
La jurisdicción contencioso-administrativa encaminada a elucidarlo en toda su complejidad.
no es una instancia que deba ser agotada
Con base en esa consideración, la Corte conclu-
para acceder al Sistema Interamericano yó que dicha obligación de debida diligencia había sido vio-
de Derechos Humanos, por cuanto no lada porque las investigaciones que se desarrollaron no tu-
cumple con los objetivos de contribuir vieron en cuenta “la complejidad de los hechos, el contexto
efectivamente a poner fin a la impunidad, en que ocurrieron y los patrones que explican su comisión”.
Como prueba de ello, la Corte indicó, entre otras cosas, que
de asegurar la no repetición de las
las investigaciones penales no habían tenido en cuenta la
violaciones y de garantizar el libre
relación de la masacre de La Rochela con aquella de los 19

y pleno ejercicio de los derechos humanos. Comerciantes, que se habían concentrado en los miembros
de la fuerza pública de rangos menores, y que no habían
partido de una línea de investigación que diera cuenta de la
2. La investigación exhaustiva de la complejidad complejidad de la estructura de ejecución del crimen.
y lo sistemático de los crímenes atroces De acuerdo con lo anterior, podría decirse que la
como parte de la obligación de investigación, sentencia de La Rochela fija una regla jurisprudencial nueva
juicio y eventual sanción en relación con los casos de paramilitarismo en Colom-
En todas las sentencias anteriores sobre masacres de gru- bia. De conformidad con la cual, cuando las violaciones
pos paramilitares en Colombia, la Corte IDH identifica como forman parte de un patrón sistemático de comisión de
una de las razones primordiales de la condena del Estado atrocidades, su investigación debe visibilizar dicho patrón,
colombiano la violación de la obligación de investigación, indagando por la complejidad de los hechos, los partici-
juzgamiento y sanción de las violaciones a los derechos pantes y el contexto. Esta regla jurisprudencial se ajusta
humanos allí declarados. Esto sucede también en la sen- adecuadamente a la decisión de la Corte de considerar el
tencia de La Rochela, pero con un elemento novedoso que contexto del caso como parte de los hechos probados,
enriquece la jurisprudencia sobre esta materia. justamente porque sería el contexto el que permitiría eluci-
Ese elemento novedoso consiste en la conside- dar los patrones sistemáticos de violación. Pero, además,
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ración de la Corte de que los artículos 8 y 25 de la Conven- esta regla jurisprudencial establece una nueva manera de
ción Americana de Derechos Humanos (CADH) resultan comprender la investigación penal en materia de violacio-
vulnerados en el caso concreto, entre otras razones, por la nes sistemáticas a los derechos humanos en Colombia, de
ausencia de una investigación exhaustiva susceptible de dar acuerdo con la cual la naturaleza de estos crímenes exige
11 Debo esta idea al profesor Rodrigo Uprimny.

María Paula Saffon
que la investigación tenga también un carácter sistemático lado, la Corte IDH reitera con gran claridad el precedente
que busque no solamente elucidar la verdad fragmentaria sobre las limitaciones del contencioso-administrativo para
del caso concreto, sino que tenga una perspectiva más ser un recurso efectivo que garantice el pleno acceso a la
jurídica
global o de macroproceso12. justicia de conformidad con los estándares interamerica-
Esta regla jurisprudencial es importante para la nos. Por otro lado, la Corte IDH aporta algunos elementos
coyuntura colombiana, en la cual se adelantan procesos de juicio adicionales en materia del efecto del allanamiento
penales contra miembros de grupos paramilitares que en del Estado en la regla del agotamiento de recursos inter-
las últimas décadas han cometido violaciones masivas y nos y en cuanto a la estimación de las indemnizaciones
sistemáticas a los derechos humanos, las que no pueden otorgadas a las víctimas en la jurisdicción contencioso-
ser comprendidas si no se consideran las relaciones entre administrativa a la luz de los parámetros establecidos por
unas violaciones y otras, las complejas lógicas delictivas su propia jurisprudencia.
empleadas para su comisión y las relaciones de sus perpe- En relación con lo primero, la Corte IDH plantea
tradores con agentes facilitadores o cómplices que las han con precisión y claridad el precedente según el cual el con-
cometido, tales como miembros de la fuerza pública. Estas tencioso-administrativo presenta una serie de limitaciones
características hacen que las investigaciones restringidas para ser un recurso efectivo que garantice el pleno acceso
a un caso concreto no permitan elucidar las lógicas com- a la justicia de conformidad con los estándares interame-
plejas del operar delictivo de los paramilitares, ni tampoco ricanos. Las razones fundamentales que aduce la Corte
establecer las razones por las cuales los crímenes fueron para llegar a esa conclusión son, en primer término, que
cometidos. De esta forma, estas características impiden en la reparación integral no puede reducirse al pago de una
muchos casos que, desde un punto de vista tradicional de compensación a los familiares de la víctima, por cuanto
la investigación penal, pueda haber justicia, verdad y repa- exige también medidas de rehabilitación y satisfacción y
ración, por cuanto la satisfacción de estos derechos de- garantías de no repetición; segundo, que la sentencia ju-
pende de que los crímenes sean comprendidos en función dicial que ordene la reparación debe declarar la responsa-
de los patrones sistemáticos de su comisión. Tales son los bilidad del Estado por su incumplimiento de los estándares
casos de crímenes tan complejos como el desplazamiento y obligaciones de derechos humanos, y no simplemente
forzado de personas, la desaparición forzada y los críme- la producción de un daño antijurídico; y, por último, que el
nes de violencia sexual, para mencionar solo algunos. deber de reparar no puede descansar exclusivamente en
la iniciativa procesal de las víctimas o en su aportación de
3. La jurisdicción contencioso-administrativa elementos probatorios, pues ello limita las condiciones de
y su relación con la regla del agotamiento acceso apropiado a la justicia.
49 | Año iII
de recursos internos La consolidación del anterior precedente ha te-

En la sentencia de La Rochela, la Corte IDH refina la juris- nido por lo menos dos consecuencias fundamentales. La
prudencia en materia de la jurisdicción contencioso-admi- primera consecuencia es que dicho precedente ha servido
nistrativa y su relación con la regla del agotamiento de re- a la Corte IDH para concluir que la jurisdicción contencioso-
Número 4
cursos internos, consagrada previamente en las sentencias administrativa no es una instancia que deba ser agotada
de Mapiripán, Pueblo Bello e Ituango13. En efecto, por un para acceder al Sistema Interamericano de Derechos Hu-
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12 Sobre esta posibilidad, ver Uprimny, R. y Saffon, M.P., 2007. “Verdad judicial y verdades extrajudiciales: la búsqueda de una comple-
mentariedad dinámica”, Revista Pensamiento Jurídico, n.º 17.
13 Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso de la Masacre de Mapiripán vs. Colombia”, op.cit.; “Caso Masacre de Pueblo Bello
vs. Colombia”, op.cit.; “Caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia”, op.cit. Para el precedente establecido en estas sentencias en
materia de la jurisdicción contencioso-administrativa y su relación con la regla del agotamiento de recursos internos, véase Saffon y
Uprimny, “Las masacres de Ituango contra Colombia: Una sentencia de desarrollo incremental”, op.cit.


manos, por cuanto no cumple con los objetivos de contri- indemnizatorio para la satisfacción de las víctimas y para
buir efectivamente a poner fin a la impunidad, de asegurar la garantía de no repetición de las atrocidades, entre otras
la no repetición de las violaciones y de garantizar el libre y circunstancias16.
jurídica
pleno ejercicio de los derechos humanos. La Corte IDH ha Ahora bien, a pesar de considerar que el
dejado en claro que las víctimas y/o sus familiares no de- contencioso-administrativo no constituye un mecanismo
ben acudir previamente al contencioso-administrativo para adecuado de acceso a la justicia, de conformidad con los
poder acceder al Sistema Interamericano, lo cual significa estándares interamericanos, la Corte IDH reiteró también
implícitamente que el Estado no puede alegar su no com- que las reparaciones fijadas en dichos procesos pueden
parecencia a dicha jurisdicción como incumplimiento de la ser tomadas en cuenta al momento de ordenar reparacio-
regla del agotamiento de recursos internos. En la sentencia nes como parte de la reparación integral si son razonables
de La Rochela, la Corte refuerza el argumento al explicitar, y han constituido cosa juzgada17. En el caso concreto, esto
con base en el informe de admisibilidad de la Comisión y llevó a la Corte IDH a concluir, en primer lugar, que las
de su jurisprudencia reciente sobre la materia14, que siem- reparaciones otorgadas a los familiares de las víctimas por
pre que el Estado se allane a las pretensiones y reconozca concepto de daño moral a través de sentencias contencio-
su responsabilidad, debe entenderse que renuncia tácita- so-administrativas o de acuerdos conciliatorios podían ser
mente a la posibilidad de alegar excepciones preliminares, consideradas adecuadas para reparar su daño inmaterial.
incluida la excepción de falta de agotamiento de recursos Por ende, la Corte solo ordenó reparaciones por daño in-
internos. material para los familiares de las víctimas que no acudie-
Lo anterior no significa que el contencioso- ron al contencioso-administrativo, para las víctimas falleci-
administrativo presente una imposibilidad estructural para das (por cuanto el contencioso-administrativo solo ordena
adecuarse a los estándares interamericanos de derechos reparaciones para los familiares), para las compañeras
humanos15. Significa, más bien, que, mientras no se ade- permanentes de dos víctimas fallecidas que recibieron una
cue a esos estándares, dicha jurisdicción no podrá ser menor reparación por no estar casadas y para la víctima
considerada un recurso efectivo cuyo agotamiento sea sobreviviente que hizo parte en el proceso.
prerrequisito para acceder al Sistema Interamericano. En En segundo lugar, la Corte IDH consideró que las
esa medida, la segunda consecuencia que ha producido reparaciones a los familiares de las víctimas por concepto
este precedente ha consistido en esfuerzos muy recientes de lucro cesante habían sido calculadas y distribuidas con
de los jueces contencioso-administrativos colombianos, y base en una fórmula distinta de aquella utilizada por ese
en particular del Consejo de Estado, por adecuar sus sen- tribunal para fijar la indemnización por concepto de daño
tencias sobre responsabilidad del Estado a los estándares material por pérdida de ingresos. La Corte señaló que esta
interamericanos, analizando la especificidad de la respon- indemnización comprende “los ingresos que habría per-
sabilidad estatal en casos de violaciones de derechos hu- cibido la víctima fallecida durante su vida probable”, y se
manos y ordenando medidas de reparación de carácter no calcula con base en las funciones que desempeñaba, las
14 La Corte cita como fundamento las siguientes sentencias: Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso Trabajadores Cesados
del Congreso (Aguado Alfaro y otros)”. Sentencia de 24 de noviembre de 2006. Serie C n.º 158, párr. 60; “Caso Almonacid Arellano y
otros”. Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C n.º 154, párr. 65; y “Caso Acevedo Jaramillo y otros”. Sentencia de 7 de febrero
50 | Revista Cejil
de 2006. Serie C n.º 144, párr. 176.

15 Debo esta idea al profesor Rodrigo Uprimny.
16 Ver Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera. Sentencia de 30 de agosto de 2007. Radicación nú-
mero: 20001-23-31-000-1997-03201-01(15724), C.P. Ramiro Saavedra Becerra. Sentencia de 19 de octubre de 2007. Radicación
número: 05001-23-31-000-1998-02290-01(29273) A, C.P. Enrique Gil Botero.
17 Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso de la Masacre de Mapiripán vs. Colombia”, op. cit.; “Caso Masacre de Pueblo Bello
vs. Colombia”, op.cit.; “Caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia”, op.cit.

María Paula Saffon
remuneraciones que percibía, la edad y la expectativa de - La inclusión, como parte de la orden de investigar,
vida de la víctima. De conformidad con ello, la Corte ordenó juzgar y, eventualmente, sancionar a los responsables
reparaciones por este concepto incluso para las víctimas de la masacre, de dos consideraciones: por un lado,
jurídica
que ya habían sido indemnizadas en el orden interno, aunque la decisión de la procedencia de la prescripción
que tuvo en cuenta dichas indemnizaciones para fijar los de la acción penal por concierto para delinquir de los
montos de reparación. De esa manera, la Corte IDH fijó paramilitares debe basarse en “una exhaustiva valora-
un precedente interesante en cuanto a la forma de cálcu- ción probatoria para determinar que la pertenencia y
lo del daño material por pérdida de ingresos de personas participación en el grupo paramilitar, no tuvo relación
fallecidas, el cual es importante no solo para reparaciones con la comisión de graves violaciones de derechos
que ordene la Corte en el futuro, sino que debería también humanos”, lo cual tiene la finalidad de evitar que los
ser tenido en cuenta por el Estado colombiano y por los responsables de crímenes atroces escapen a la in-
demás Estados para adecuar sus fórmulas de cálculo del vestigación penal. Por otro lado, que la concesión de
lucro cesante a los estándares interamericanos. beneficios penales a los miembros de grupos armados
en proceso de desmovilización que alegan no haber
4. Las medidas de satisfacción participado en graves violaciones a derechos humanos
y las garantías de no repetición se haga con “la mayor debida diligencia de las auto-
En la sentencia de La Rochela, la Corte IDH dio continuidad ridades competentes para determinar si realmente el
a su jurisprudencia relativa a las medidas de satisfacción y a beneficiario participó en dicha compleja estructura de
las garantías de no repetición como parte esencial del con- ejecución de tales violaciones”.
cepto de reparación integral, incluyendo en el acápite de
reparaciones una serie de medidas que tradicionalmente ha A pesar de que las indemnizaciones por
incluido en sus sentencias en general y en sus sentencias
daño inmaterial son fijadas con base en
previas sobre paramilitarismo en particular18, pero también
incluyendo una serie de medidas novedosas con respecto la equidad, resulta muy importante que
a casos anteriores. Estas medidas fueron el resultado de la Corte establezca reglas y/o criterios
un acuerdo parcial sobre reparaciones al cual llegaron las mínimos para determinarlas, de tal forma
partes que se consideraron partícipes de la sentencia, así que estas no demuestren diferencias tan
como de órdenes adicionales de reparación previstas por
abismales o que dichas diferencias sean
la Corte.
Además de las medidas de esta naturaleza que justificadas con argumentos poderosos,
a fin de no dar lugar a situaciones
51 | Año iII
por lo general ordena la Corte, tales como la publicación

de la sentencia en un diario de amplia circulación nacio- de discriminación entre víctimas
nal, la investigación, juzgamiento y eventual sanción de de violaciones similares.
los responsables de las violaciones, el desarrollo de pro-
Número 4
gramas educativos en derechos humanos y la asistencia

médica y psicológica a las víctimas y sus familiares19, vale - La garantía de un sistema adecuado de seguridad y
protección para los operadores de justicia, así como
| Diciembre de 2008
la pena resaltar algunas medidas novedosas ordenadas

en la sentencia: para los testigos, víctimas y familiares en casos de
18 Id.
19 Id.


graves violaciones a derechos humanos, sistema que - Medidas tendientes al desagravio de la memoria de
debe ser implementado de manera inmediata con res- las víctimas, con un fuerte componente de publicidad
pecto a la investigación de los hechos de la masacre y de uso de los medios de comunicación, tales como
jurídica
de La Rochela. la ubicación de placas y fotos en lugares públicos de

- Beneficios especiales de educación y empleo para carácter simbólico (como juzgados y palacios de justi-
los familiares de las víctimas, incluyendo la gestión de cia), con transmisión por televisión y por Internet de los
auxilios educativos o becas y el acceso a oportunida- actos protocolarios; información sobre los hechos de
des laborales en la Fiscalía General de la Nación. la sentencia y la responsabilidad del Estado en progra-
19 comerciantes Mapiripán Pueblo Bello Ituango La Rochela
Víctimas arts. 4, 5, 7, $80 000 $80 000 $30 000 $30 000 $100 000
8.1 y 25 CADH (19 víctimas) (aprox. 49) (37 desapare-cidas (19 ejecutadas) (12 ejecutadas
y 6 ejecutadas) y una
sobreviviente)
Cónyuges/ $80 000 $50 000 $10 000 $10 000 $70 000
compañero(a)s
Hijos/Padres $50 000 $50 000 $10 000 $10 000 $70 000
(desaparecidas)
$8.000
(ejecutadas)
Hermanos $8500 $8500 $500 $1500 $15 000
Personas embarazadas $2000 adicionales
Víctimas art. 19 CADH $10 000 $5000 adicionales $5000 adicionales

adicionales para para víctimas para víctima directa,
víctimas directas, y directas $2000 adicionales
$5000 adicionales para familiares
para familiares
Víctimas art. 6 CADH $4000

(17 arrieros)
Víctimas art. 21 CADH $3500 (pérdida

ganado), $6000
(pérdida viviendas)
Víctimas arts. 11, 21 $2500

y 22 CADH (702 desplazados)
52 | Revista Cejil
Montos de dinero en dólares

Fuente: datos extraídos de las sentencias**
** Este cuadro aparece en el artículo Saffon y Uprimny, “Las masacres de Ituango contra Colombia: Una sentencia de desarrollo incremen-
tal”, op. cit., y fue actualizado con base en la sentencia de La Rochela. El cuadro inicial fue elaborado gracias a que el abogado Michael
Camilleri, de CEJIL, nos hizo notar las ostensibles diferencias entre las reparaciones ordenadas en las diferentes sentencias.

María Paula Saffon
mas de televisión que incluyan entrevistas a víctimas; Colombia. En efecto, comparados con aquellos fijados en
el compromiso del Estado de intentar que el palacio de Pueblo Bello e Ituango, los montos de reparación de La
justicia del lugar de los hechos reciba un nombre que Rochela aumentaron tres veces en el caso de víctimas di-
jurídica
evoque la memoria de las víctimas; la concertación rectas de ejecución extrajudicial, siete veces en el caso de
con las víctimas del contenido del texto que resumirá los familiares más cercanos a las víctimas y diez veces en
los hechos de la sentencia en un diario nacional. el caso de los hermanos. El cuadro de la página anterior
- La solicitud del Gobierno a la Comisión Nacional de Re- ilustra estos datos.
paración y Reconciliación para que incorpore en su in- A primera vista, el aumento de impresionante
forme sobre paramilitarismo los hechos de la masacre magnitud de las reparaciones de La Rochela con respecto
de La Rochela y utilice la sentencia como una de sus a sus dos casos precedentes podría ser valorado positi-
fuentes formales. vamente, sobre todo si se tiene en cuenta que acerca los
montos de reparación a aquellos fijados en las sentencias
de las masacres de 19 Comerciantes y de Mapiripán22, los
B. Las limitaciones de La Rochela para consolidar la
cuales son un poco más bajos. Así, podría pensarse que
jurisprudencia sobre paramilitarismo en Colombia la Corte IDH decidió volver a los montos que fijaba con
A pesar de las grandes virtudes anteriormente señaladas,
anterioridad, o al menos que en este caso concreto deci-
la sentencia de La Rochela presenta algunas debilidades
dió acercar los montos de reparación a aquellos fijados en
en lo que se refiere a su papel en la consolidación de la
la sentencia de 19 Comerciantes, en razón de la estrecha
jurisprudencia incremental sobre paramilitarismo en Co-
cercanía entre una y otra masacre. Sin embargo, dado que
lombia. En particular, existen dos aspectos que resultan
ninguna de las sentencias justifica de manera alguna las
especialmente problemáticos de la sentencia, que estaban
variaciones de las indemnizaciones, no es posible saber
presentes en las sentencias previas sobre la materia, y que
con certeza qué conduce a la Corte a fijar montos de di-
no fueron resueltos a cabalidad por esta última: la ausencia
ferente cantidad en cada caso. Esto genera situaciones de
de criterios claros y garantes de la igualdad para establecer
desigualdad entre víctimas de casos muy similares y puede
las reparaciones por daño inmaterial, y la insuficiencia de
violar las expectativas de reparación de víctimas futuras si
órdenes judiciales encaminadas a garantizar la no repeti-
en los próximos casos a ser decididos la Corte opta por
ción de las atrocidades20.
volver a montos bajos23.
Sin duda, la fijación de montos altos de indem-
1. Ausencia de criterios claros y garantes de la igualdad nización inmaterial en el caso de La Rochela podría justi-
para establecer las reparaciones por daño inmaterial ficarse por circunstancias concretas del caso, tales como
53 | Año iII
La sentencia de La Rochela se caracteriza por fijar mon- el intenso sufrimiento de las víctimas mientras estuvieron
tos muy altos de reparación por concepto de daño inma- detenidas y de la víctima sobreviviente mientras fue resca-
terial para las víctimas, en especial si se la compara con tada, el carácter de funcionarios judiciales de las víctimas y
las masacres de Pueblo Bello e Ituango21, las últimas dos el hecho de que estas estuvieran investigando una masacre
Número 4
sentencias de la Corte en materia de paramilitarismo en que fue objeto de un pronunciamiento previo de la Corte
| Diciembre de 2008
20 Al respecto, ver Saffon y Uprimny, “Las masacres de Ituango contra Colombia: Una sentencia de desarrollo incremental”, op. cit.
21 Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso Masacre de Pueblo Bello vs. Colombia”, op. cit.; “Caso de las Masacres de Ituango
vs. Colombia”, op.cit.
22 Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso 19 Comerciantes vs. Colombia”, op. cit.; “Caso de la Masacre de Mapiripán vs.
Colombia”, op.cit.
23 Para esta idea, ver también Saffon y Uprimny, “Las masacres de Ituango contra Colombia: Una sentencia de desarrollo incremental”,
op.cit.


IDH, lo cual muestra una ruptura clara de la garantía de sentencias de la Corte podrían ser tildadas de arbitrarias,
no repetición. No obstante, la ausencia de toda explica- en perjuicio de la legitimidad de esta institución25.
ción sobre la oscilación en esta materia no solo produce
jurídica
los problemas de igualdad y de posible vulneración de 2. Insuficiencia de órdenes judiciales encaminadas

expectativas legítimas antes aludidos, sino que igualmente a garantizar la no repetición de las atrocidades
permite que dicha oscilación sea interpretada como el uso Como se mencionó anteriormente, además de ordenar
de criterios poco razonables por parte de la Corte. Así, por la investigación, el juzgamiento y la eventual sanción de
ejemplo, las diferencias identificadas podrían comprender- los responsables de la masacre de La Rochela, en esta
se como un deseo de la Corte de limitar las reparaciones sentencia la Corte IDH ordenó como garantías de no re-
de los casos a un monto global no superado, lo cual expli- petición, primero, la condición de que las decisiones sobre
caría que en casos como Ituango, en el cual había muchas la procedencia de la prescripción de la acción penal por
víctimas por desplazamiento forzado, las reparaciones se concierto para delinquir y sobre la concesión de benefi-
hubieran reducido tanto24. Si bien no es posible confirmar cios penales a los paramilitares desmovilizados, se tomen
tal hipótesis, esta no puede tampoco ser refutada con base con base en una valoración probatoria exhaustiva y con
en las sentencias expedidas por la Corte hasta la fecha. la mayor diligencia, de forma tal que pueda establecerse
si estos participaron en la comisión de crímenes atroces;
segundo, la garantía de un sistema adecuado de seguridad
Por el contrario, la ausencia y protección para los operadores de justicia y para los tes-
de órdenes específicas destinadas tigos, víctimas y familiares en casos de graves violaciones
a derechos humanos.
a garantizar el desmonte del
Esas garantías de no repetición resultan de suma

paramilitarismo, y por esa vía la no importancia tanto porque se ajustan a las necesidades par-
repetición de las atrocidades, produce ticulares del caso concreto como porque constituyen un
una problemática desconexión entre avance respecto de las sentencias anteriores sobre para-
los hechos y las violaciones probadas, militarismo, en las cuales la Corte IDH había privilegiado
como garantía de no repetición la investigación penal de
por un lado, y las órdenes
las violaciones26. Sin embargo, es posible afirmar que se
de reparación, por otro. trata de medidas que, en todo caso, se quedan cortas para
garantizar la no repetición de atrocidades como las anali-
zadas en el caso.
Por consiguiente, a pesar de que las indemniza- Por una parte, con la simple orden de investigar,
ciones por daño inmaterial son fijadas con base en la equi- juzgar y sancionar a los responsables de las atrocidades y
dad, resulta muy importante que la Corte establezca reglas de verificar que la prescripción de la acción penal y la con-
y/o criterios mínimos para determinarlas, de tal forma que cesión de beneficios penales a los paramilitares desmovi-
estas no demuestren diferencias tan abismales o que di- lizados sean precedidas de investigaciones rigurosas que
chas diferencias sean justificadas con argumentos pode- verifiquen si estos han participado en graves violaciones a
rosos, a fin de no dar lugar a situaciones de discriminación derechos humanos, no se garantiza que el Estado vaya a
54 | Revista Cejil
entre víctimas de violaciones similares. De lo contrario, las llevar a cabo dichas investigaciones de manera adecuada y
24 Id.
25 Id.
26 Ver, al respecto, Id.

María Paula Saffon
diligente. En efecto, como puede constatarse en la mayoría monte del paramilitarismo. Si bien la investigación penal de
de casos en los cuales la Corte IDH ha dado la orden de las atrocidades cometidas por sus agentes resulta de suma
investigar penalmente las violaciones de las que tuvo cono- importancia, esta es insuficiente para lograr dicho desmon-
jurídica
cimiento, esta no ha sido cumplida a cabalidad. Ello puede te, el cual, en buena medida, depende de que se ataquen
obedecer tanto a la falta de voluntad política de los Estados los factores normativos y fácticos que han permitido la con-
como a las dificultades estructurales de las que pueden solidación de las estructuras de poder paramilitar.
adolecer y que les impiden cumplir con la orden. Si se trata Teniendo en cuenta que la Corte estableció
de esto último, para lograr que dichas investigaciones sean como parte de los hechos probados un contexto en el
desarrolladas de manera diligente y de conformidad con los cual el Estado permitió y aun auspició el surgimiento y el
estándares internacionales de derechos humanos, resulta fortalecimiento del paramilitarismo, e identificó el carácter
necesario que las garantías de no repetición ordenadas por masivo y sistemático de las violaciones a los derechos hu-
la Corte busquen atacar los obstáculos que impiden el de- manos perpetradas por los grupos paramilitares, parecería
sarrollo de las investigaciones, ordenando, por ejemplo, la coherente que la Corte ordenara garantías de no repetición
reforma de leyes o instituciones que imponen dichos obs- destinadas a combatir los factores que permitieron que
táculos o que impiden su superación. aquel contexto y estas violaciones tuvieran lugar. Por el
En el caso de Colombia, podría decirse que contrario, la ausencia de órdenes específicas destinadas a
existen obstáculos de índole tanto normativa como fáctica garantizar el desmonte del paramilitarismo, y por esa vía la
que dificultan la investigación completa y diligente de las no repetición de las atrocidades, produce una problemática
atrocidades cometidas por los paramilitares. Entre esos desconexión entre los hechos y las violaciones probadas,
obstáculos se encuentran, por citar algunos, las leyes e in- por un lado, y las órdenes de reparación, por otro.
terpretaciones normativas que permiten conceder indultos
a actores armados desmovilizados por el hecho de que no
La Corte dejó la impresión de que reservará
tengan abiertos procesos judiciales en su contra, sin la ne-
cesidad de realizar investigaciones sobre su participación
su evaluación del proceso de desmovilización
en crímenes atroces. Igualmente, entre esos obstáculos se paramilitar en Colombia a una etapa posterior;
encuentran las deficiencias de infraestructura y recursos quizás cuando los resultados del proceso
humanos de las instituciones encargadas de adelantar tales le permitan tener una visión más global
investigaciones. Las órdenes de la Corte no enfrentan de
y completa sobre su adecuación o no a los
manera directa estos problemas, aun cuando los represen-
tantes de las víctimas así lo solicitaron, indicando la impor-
estándares por ella establecidos.
55 | Año iII
tancia de derogar esas leyes y de reformar la institución de

la Fiscalía General de la Nación, entre otras. Para remediar esa situación, las órdenes de
Por otra parte, no resulta claro por qué, a pesar garantías de no repetición de la Corte IDH podrían incluir
de que los representantes de las víctimas lo solicitaron y medidas como la derogación definitiva de las normas que
Número 4
lo han solicitado en otros casos de paramilitarismo contra dieron pie a la emergencia del paramilitarismo27, la expedi-
Colombia, la Corte IDH no ha ordenado ninguna garantía de ción de normas que exijan la separación de sus cargos de
no repetición encaminada específicamente a lograr el des- los funcionarios públicos que han actuado en connivencia
| Diciembre de 2008
27 Para ejemplos de órdenes proferidas por la Corte IDH en el sentido de exigir al Estado dejar sin efecto o retirar normas jurídicas violato-
rias de la CADH, véanse, entre otras, “Caso Barrios Altos vs. Perú”. Sentencia de 14 de marzo de 2001. Serie C n.º 75; “Caso La Cantuta
vs. Perú”. Sentencia de 29 de noviembre de 2006. Serie C n.º 162; “Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile”. Sentencia de 26 de
septiembre de 2006. Serie C n.º 154.


con los paramilitares, y de normas que garanticen el des- sobrevivientes de la masacre, quienes a pesar de haber
monte pleno del poder paramilitar en las regiones, para sido el blanco de la ráfaga que los paramilitares dirigieron
solo mencionar algunos ejemplos28. contra los funcionarios judiciales, no murieron. Citando a la
jurídica
Corte Europea de Derechos Humanos30, la Corte IDH ex-

plica que se configura una violación al derecho a la vida de
III. La Rochela como sentencia hito un superviviente cuando se verifican circunstancias excep-
C
cionales relacionadas con “la fuerza empleada, la intención
omo se señaló al comienzo de este artículo, la sen-
y objetivo de emplearla, así como la situación en la que
tencia de La Rochela no solo se enmarca dentro
se encontraban las víctimas”. De acuerdo con la Corte, en
de una línea jurisprudencial de carácter incremental
el caso quedó probada la intención de los victimarios de
sobre el paramilitarismo en Colombia, sino que también
ejecutar de manera inmediata a todos los operadores judi-
podría considerarse una sentencia hito, en la medida en
ciales, el uso de todo lo que consideraron necesario para
que establece reglas nuevas sobre problemas que antes
lograr ese propósito —incluidos tiros de gracia después de
no habían sido abordados por la Corte IDH. A continuación
la ráfaga de disparos—, y el estado de indefensión total de
analizaremos las reglas más novedosas que establece la
las víctimas. Todas estas circunstancias permitieron afirmar
Corte en la sentencia y luego señalaremos algunas de las
a la Corte que el hecho de que los sobrevivientes no hayan
cuestiones que la Corte dejó sin resolver a pesar de que
muerto es fortuito y que, por consiguiente, existió vulnera-
se relacionaban con los problemas enfrentados, y que por
ción de su derecho a la vida.
ende constituyen retos para su jurisprudencia futura.
Así, la Corte IDH sentó un nuevo precedente ju-
risprudencial de conformidad con el cual puede existir vio-
A. Las nuevas reglas sentadas por La Rochela lación del derecho a la vida de una persona que no ha sido
En la sentencia de La Rochela, la Corte IDH hace dos apor- ejecutada, en la medida en que las circunstancias demues-
tes fundamentales y novedosos para su jurisprudencia, los tren que hubo un atentado directo contra su vida. Como lo
cuales vale la pena resaltar. El primer aporte se relaciona afirma García Ramírez en su voto concurrente, esta situa-
con el análisis de la violación del derecho a la vida respecto ción parecería abrir la puerta para una nueva jurisprudencia
de víctimas sobrevivientes. El segundo aporte se refiere al de la Corte en materia de tentativa de homicidio, cuestión a
establecimiento de parámetros generales para el marco ju- la que, sin embargo, por el momento no se refirió la Corte.
rídico del proceso nacional de desmovilización de actores
armados que han cometido crímenes atroces, entre los 2. Parámetros generales para el marco jurídico
cuales se encuentran victimarios de la masacre analizada de un proceso de desmovilización
por la Corte IDH. Tal vez el aporte más importante y novedoso de la sen-
tencia de La Rochela consiste en la fijación de parámetros
1. La violación del derecho a la vida interamericanos que deberán ser observados por la apli-
de víctimas sobrevivientes cación del marco jurídico colombiano que busca la des-
Por primera vez, en el caso de La Rochela la Corte IDH de- movilización de los grupos paramilitares que han cometido
claró la violación del derecho a la vida (art. 4 de la CADH) serias violaciones a los derechos humanos31. En este caso,
de personas que no fueron ejecutadas29, a saber: los tres muchos de los responsables de la masacre de La Rochela
56 | Revista Cejil
28 Al respecto, ver Saffon y Uprimny, “Las masacres de Ituango contra Colombia: Una sentencia de desarrollo incremental”, op. cit.
29 CEJIL, op. cit.
30 La Corte cita: Corte Europea de Derechos Humanos, “Caso Acar y Otros vs. Turquía”. Sentencia de 24 de mayo de 2005. App. n.º.
36088/97 y 38417/97, párr. 77; “Caso Makaratzis vs. Grecia”. Sentencia de 20 de diciembre de 2004. App. n.º 50385/99, párrs. 51
y 55.
31 Ese marco jurídico está conformado, en lo esencial, por la Ley 782 de 2002, la Ley 975 de 2005, sus decretos reglamentarios y las
sentencias que la Corte Constitucional ha expedido en relación con su constitucionalidad, en particular la sentencia C-370 de 2006.

María Paula Saffon
son beneficiarios de dicho marco jurídico. Por consiguiente, En tercer lugar, la Corte estableció la obligación
los representantes de las víctimas solicitaron a la Corte IDH de garantizar la participación de las víctimas en todas las
no solo que determinara si el marco jurídico violaba los de- etapas procesales, su derecho a formular pretensiones
jurídica
rechos de las víctimas del caso, sino también que estable- y a presentar pruebas y a que estas sean analizadas de
ciera principios orientadores para la aplicación este. Como manera completa y seria por las autoridades competentes.
se analizará en detalle en la próxima sección, atendiendo a De todas formas, la Corte aclaró, como lo había hecho en
lo indicado por la Comisión en sus alegatos finales, la Corte casos anteriores32, que la investigación debe ser asumida
IDH se abstuvo de analizar la manera en que la aplicación como un deber propio del Estado, que no puede depender
de dicho marco jurídico vulneraba los derechos de las víc- de la iniciativa procesal de las víctimas ni de su aportación
timas en el caso concreto, alegando que tal aplicación “se de pruebas.
encuentra en una primera etapa de actos procesales”. No En cuarto lugar, la Corte estableció como están-
obstante, por primera vez en su jurisprudencia sobre para- dar el principio de proporcionalidad de la pena, indicando
militarismo en Colombia, la Corte IDH accedió a establecer que “la respuesta que el Estado atribuye a la conducta ilíci-
parámetros generales que deben regir su aplicación, aten- ta del autor de la transgresión debe ser proporcional al bien
diendo también a la solicitud de la Comisión en ese sentido jurídico afectado y a la culpabilidad con la que actuó el au-
del marco jurídico de desmovilización. tor, por lo que se debe establecer en función de la diversa
En lo esencial, dichos parámetros consisten, en naturaleza y gravedad de los hechos”. Igualmente, la Corte
primer lugar, en la obligación del Estado de iniciar inves- estableció que el principio de favorabilidad penal no debe
tigaciones tendientes a establecer responsabilidades por ser considerado como valor absoluto, sino que debe ser ar-
las violaciones, las cuales, para ser diligentes, deben “es- monizado con el principio de proporcionalidad de la pena,
clarecer la existencia de estructuras criminales complejas “de manera que no se haga ilusoria la justicia penal”. A ello
y sus conexiones que hicieron posibles las violaciones”. añadió que, para ajustarse a los estándares interamerica-
Como puede notarse, la Corte hace entonces aplicación nos, todos los elementos que incidan en la efectividad de la
de la regla jurisprudencial fijada en el caso concreto de pena “deben responder a un objetivo claramente verificable
La Rochela, estableciendo que debe ser aplicada a todos y ser compatibles con la Convención”.
los casos relacionados con violaciones cometidas por los En quinto lugar, la Corte reiteró la regla según
grupos paramilitares en Colombia. la cual el principio de cosa juzgada implica la intangibilidad
En segundo lugar, la Corte establece la obli- de una sentencia solo en los casos en los cuales esta es el
gación del Estado de adoptar diseños institucionales que resultado del debido proceso, y las investigaciones pueden
permitan la realización “más idónea, participativa y com- ser reabiertas cuando aparecen nuevos hechos o pruebas,
57 | Año iII
pleta posible” del derecho a la verdad, y que no impliquen incluso en presencia de una sentencia absolutoria.
“obstáculos legales o prácticos que lo hagan ilusorio”. La En sexto lugar, la Corte afirmó que el deber de
Corte aclara que la satisfacción del derecho a la verdad reparar las violaciones de las cuales es responsable el Es-
debe comprender también su dimensión colectiva y que, tado, de conformidad con los estándares internacionales
Número 4
por consiguiente, los mecanismos establecidos para tal fin de atribución de responsabilidad, corresponde de forma
incluyen “la determinación judicial de los patrones de ac- directa y principal a este. Asimismo, señaló que el Estado
tuación conjunta y de todas las personas que de diversas tiene la obligación de garantizar que las reclamaciones de
| Diciembre de 2008
formas participaron en dichas violaciones y sus correspon- reparación de las víctimas “no enfrenten complejidades ni
dientes responsabilidades”. cargas procesales excesivas que signifiquen un impedi-
mento u obstrucción a la satisfacción de sus derechos”.
32 Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso 19 Comerciantes vs. Colombia”, op.cit.; “Caso de la Masacre de Mapiripán vs.
Colombia”, op. cit.


El establecimiento de los parámetros anteriores jurisprudenciales sumamente pertinentes para la actualidad

es importante por varias razones. Por una parte, deja en colombiana pero que igualmente resultan aplicables a otros
claro que el proceso de desmovilización en Colombia debe casos, existen algunos problemas que la sentencia dejó sin
jurídica
respetar estándares internacionales de derechos humanos. resolver y cuya solución resulta de fundamental importancia
Si bien este dato parece bastante obvio, no lo es tanto para la consolidación de una jurisprudencia sobre la mate-
en el contexto colombiano, en especial en relación con al- ria, así como para las aplicaciones de esta en los contextos
gunos de los aspectos más controversiales del proceso, locales. Estos retos tienen que ver esencialmente con la
tales como el carácter sistemático de las investigaciones, el naturaleza concreta de los parámetros establecidos por la
derecho de las víctimas a participar en todas las instancias Corte y con su aplicabilidad en el Sistema Interamericano
procesales, la proporcionalidad de la pena que recibirán de Derechos Humanos, así como con la discusión sobre el
los paramilitares beneficiados por la Ley de Justicia y Paz, fundamento del derecho a la verdad.
la aplicación del principio de favorabilidad y de la cosa juz-
gada, la responsabilidad principal del Estado de reparar. El 1. La naturaleza y aplicabilidad de los parámetros
establecimiento de estos parámetros permite concluir que sentados por La Rochela
las autoridades del Estado deben cumplir con ellos a caba- Como se mencionó previamente, los parámetros estableci-
lidad, so pena de incurrir en responsabilidad internacional dos por la Corte IDH en la sentencia de La Rochela en rela-
por la aplicación del marco jurídico de desmovilización. ción con la aplicación del marco jurídico de desmovilización
Por otra parte, si bien se trata de estándares en de los paramilitares en Colombia, son de suma relevancia
principio dirigidos al caso colombiano, pueden servir de ya que fijan unos estándares interamericanos aplicables no
base para otros procesos de similar naturaleza. Esta cir- solo a ese marco jurídico sino a otros de similar naturale-
cunstancia resulta particularmente importante si se tiene
za que puedan desarrollarse en otros países del mundo.

en cuenta que los parámetros anteriores van más allá de la Ahora bien, la sentencia no deja en claro la naturaleza que
fórmula tradicionalmente empleada por la Corte en relación tienen dichos parámetros, pues aunque parece atribuirles
con procesos de transición, según la cual no podrá haber un carácter vinculante, no extrae de ellos efectos concretos
amnistías por graves violaciones a derechos humanos. De para el caso objeto de análisis. Esto es así a pesar de que,
manera concisa, la Corte establece los parámetros que al momento de la sentencia, el marco jurídico en cuestión
deben ser respetados por los procesos penales que se ini- ya había comenzado a aplicarse y a tener efectos sobre el
cien contra victimarios de crímenes atroces en los eventos caso concreto.
en los cuales se busque obtener la paz o la democracia De hecho, a diferencia de todas las sentencias
a través de procesos de desmovilización. Esta situación anteriores de la Corte IDH en relación con masacres perpe-
significa que, para respetar los estándares internacionales tradas por grupos paramilitares colombianos33, La Rochela
de derechos humanos, no basta con evitar las leyes de fue expedida cuando el marco jurídico de desmovilización
amnistías, pues los procesos penales adelantados contra de estos grupos ya había comenzado a implementarse en
los victimarios de crímenes atroces deben ajustarse a una el país. De conformidad con ese marco jurídico, varios
serie de reglas determinadas. de los responsables de la masacre en cuestión estaban
incluidos en procesos de indultos, previstos para actores
B. Los retos dejados por La Rochela armados desmovilizados que no tengan abiertos procesos
58 | Revista Cejil
A pesar de los grandes aportes hechos por la sentencia de penales por crímenes atroces en su contra34 o en proce-
La Rochela, consistentes en el establecimiento de reglas sos penales que ofrecen la posibilidad de penas de mínimo
33 Ver Saffon y Uprimny, “Las masacres de Ituango contra Colombia: Una sentencia de desarrollo incremental”, op.cit.
34 Ley 782 de 2002 y Decreto 128 de 2003.

María Paula Saffon
cinco y máximo ocho años con el cumplimiento de deter- la aplicación del marco jurídico en cuestión, con lo cual
minadas condiciones35. dejó abierto el tema de la procedencia de la intervención
En esa medida, resultaba plenamente posible del Sistema Interamericano de Derechos Humanos en el
jurídica
que la Corte IDH analizara la aplicación del marco jurídico a proceso de desmovilización colombiano y en procesos de
la luz de los estándares establecidos por ella misma, y en similar naturaleza en otros casos.
particular determinara si la vinculación de los responsables Es evidente que el caso colombiano plantea un
del crimen en procesos de indulto vulnera la prohibición de reto enorme, el cual, hasta el momento, no había sido en-
amnistías a violaciones a derechos humanos; si la posibili- frentado por la Corte IDH. En efecto, se trata de un caso en
dad de conceder penas de entre cinco y ocho años vulnera el cual el marco jurídico no consagra explícitamente me-
la regla de la proporcionalidad de la pena; si la participación canismos que favorecen la impunidad y desconocen los
de las víctimas en los procesos contra sus victimarios se derechos de las víctimas —como ha sucedido en casos
garantiza y respeta los estándares interamericanos y si las previos de leyes de amnistías o indultos36—, pero cuya
normas de reparación cumplen la exigencia del reconoci- aplicación sí puede conducir a dosis importantes de impu-
miento de la responsabilidad estatal por los crímenes, entre nidad y a la violación de los derechos de las víctimas. En
otras cuestiones. esa medida, se trata de un caso de impunidad de hecho
No obstante, atendiendo a la postura de la Co- y no tanto de derecho37, para el cual la jurisprudencia ya
misión, la Corte IDH se abstuvo de analizar la aplicación existente de la Corte IDH en materia de impunidad y de
concreta del marco jurídico en cuestión, aduciendo que violación a los derechos de las víctimas, a la justicia y a la
este “se encuentra en una primera etapa de actos proce- verdad, puede resultar insuficiente.
sales”. Con ello, la Corte dejó la impresión de que reservará
su evaluación del proceso de desmovilización paramilitar en
La mayor parte de las limitaciones
Colombia a una etapa posterior; quizás cuando los resul-
de los mecanismos judiciales para lograr
tados del proceso le permitan tener una visión más global
y completa sobre su adecuación o no a los estándares por el esclarecimiento de la verdad pueden ser
ella establecidos. Sin duda, la decisión de la Corte de no enfrentadas a través de la implementación
pronunciarse aún de manera concreta sobre el proceso de de mecanismos extrajudiciales oficiales
desmovilización encuentra fundamento en razones impor-
y no oficiales de verdad, tales como
tantes como la antes sugerida. Sin embargo, esta deja sin
las Comisiones de Verdad, cuyas
resolver cuestiones de gran trascendencia.
Por una parte, en relación con el caso concreto, potencialidades pueden contrarrestar
tales limitaciones.
59 | Año iII
al abstenerse de analizar la aplicación del marco jurídico en

cuestión, la Corte IDH no determinó si los derechos de las
víctimas del caso de La Rochela estaban siendo vulnerados En última instancia, el caso colombiano plantea a
a través de ella, a pesar de que así se lo habían solicitado la Corte el reto de determinar si existe —y cuál sería— un
Número 4
explícitamente los representantes de las víctimas y de que, grado admisible de impunidad frente a violaciones masivas
por ende, la resolución de esa cuestión podría considerarse y sistemáticas a derechos humanos que buscan ser en-
como una forma importante de acceso a la justicia. Por otra frentadas a través de un marco jurídico de desmovilización
| Diciembre de 2008
parte, desde un punto de vista más general, la Corte IDH de sus perpetradores que, si bien no consagra amnistías
no determinó cuándo y bajo qué circunstancias evaluaría plenas, sí establece mecanismos especiales y más benig-
35 Ley 975 de 2005.

36 Ver, por todos, Corte IDH, “Caso Barrios Altos vs. Perú”, op.cit.; “Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile”, op.cit.
37 Esta idea fue fruto de conversaciones sostenidas con el profesor Rodrigo Uprimny.


nos de justicia que pueden generar procesos parciales de bien, el hecho de que estas fórmulas no consagren explíci-
impunidad y afectar así los derechos de las víctimas. Como tamente medidas de impunidad jurídica no significa que es-
tal, el caso colombiano plantea a la Corte el reto de resolver tas no conduzcan a resultados de impunidad en la práctica,
jurídica
el difícil dilema de cómo promover el respeto a los dere- tal y como sucede en el caso colombiano. Por esa razón,
chos de las víctimas de crímenes atroces sin desconocer es de central importancia que la Corte IDH identifique con
los esfuerzos de los Estados por lograr la paz. precisión las limitaciones que el Sistema Interamericano de
La enorme complejidad del anterior reto explica Derechos Humanos impone a esas fórmulas, en especial
que la Corte IDH se haya abstenido de tomar una decisión precisando si tal Sistema admite algún grado de impunidad
apresurada sobre la adecuación del marco jurídico colom- y, en caso afirmativo, cuál es ese grado, cuáles los criterios
biano de desmovilización de los paramilitares a los están- para determinarlo y cuáles las razones que lo justifican.
dares interamericanos. Sin embargo, el enfrentamiento y
la solución adecuada de dicho reto son de fundamental 2. El fundamento del derecho a la verdad
importancia al menos por dos razones. Por un lado, resulta El segundo y último reto dejado por la sentencia de La Ro-
esencial que la Corte IDH aclare cuál es su postura en rela- chela se refiere al fundamento del derecho a la verdad en el
ción con el actual proceso de desmovilización en Colombia Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Como es
y, en particular, con su adecuación a los estándares inte- bien sabido, la jurisprudencia de la Corte IDH ha fundado el
ramericanos, con el fin de que dicha postura sirva de guía reconocimiento y la protección del derecho a la verdad en
a las autoridades nacionales encargadas de implementarlo los derechos a las garantías judiciales y a un recurso judicial
e igualmente sirva de base a las decisiones de los casos efectivo consagrados en los artículos 8 y 25 de la CADH,
futuros sobre paramilitarismo en Colombia que ya se en- aduciendo que la obligación de los Estados de investigar
cuentran en trámite en el Sistema Interamericano.
las violaciones a los derechos humanos es un instrumento

Por otro lado, más allá del caso colombiano, es fundamental para garantizar que las víctimas individuales
crucial que la Corte IDH fije un precedente sólido sobre y las sociedades en general conozcan la verdad sobre lo
las exigencias impuestas por el Sistema Interamericano ocurrido, a través de la satisfacción efectiva del derecho de
de Derechos Humanos a marcos jurídicos que, si bien no acceso a la justicia39.
consagran explícitamente fórmulas generales de impuni- Sin embargo, en los últimos años ha surgido
dad, pueden generar impunidades fácticas y justificarlas una preocupación sobre la importancia que tiene que el
con la importancia de la búsqueda de la paz. Aunque el derecho a la verdad tenga una especificidad y un carác-
colombiano es el primer caso conocido por la Corte que ter autónomo de los derechos relacionados con el siste-
plantea ese reto, es muy posible que este sea replanteado ma judicial en las declaraciones de derechos humanos en
por casos futuros de violaciones masivas o sistemáticas general, y en la CADH en particular, con el fin de que ese
a derechos humanos cometidas en contextos de guerras derecho sea garantizado no solo a través de las sentencias
civiles o dictaduras. judiciales sino también a través de mecanismos extrajudi-
En buena medida, la posibilidad de que se gene- ciales de esclarecimiento de la verdad. La solicitud de los
ren casos de esta naturaleza es el resultado del precedente representantes de las víctimas de la masacre de La Rochela
de la propia Corte IDH38, que ha limitado de manera signifi- de fundamentar el derecho a la verdad en el derecho a la
cativa la impunidad de derecho al considerar contrarias a la libertad de expresión y de acceso a la información (art. 13
CADH las normas que consagran amnistías o indultos por
60 | Revista Cejil
de la CADH), y no solo en los artículos 8 y 25, se enmarca

crímenes atroces, y que por ende implícitamente incenti- en esa preocupación.
va a los Estados a crear fórmulas jurídicas distintas. Ahora
38 Corte IDH, “Caso Barrios Altos vs. Perú”, op. cit.; “Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile”, op.cit.
39 Ver, entre otros, Corte IDH, “Caso Bámaca Velásquez vs. Guatemala”. Sentencia de 25 de noviembre de 2000. Serie C n.º 70; “Caso
Barrios Altos vs. Perú”, op.cit.; “Caso Myrna Mack Chang vs. Guatemala”. Sentencia de 25 de noviembre de 2003. Serie C n.º 101.

María Paula Saffon
Existen razones de peso que justifican el ale- hechos, tales como la psicológica y la social; la insensi-
gato a favor de la autonomía del derecho a la verdad, y bilidad que, en razón de su preocupación por el debido
en particular de la relevancia de que ese derecho no solo proceso, pueden tener los procesos judiciales frente a las
jurídica
encuentre fundamento en los derechos relacionados con el necesidades particulares de las víctimas de ser oídas y de
sistema judicial. En efecto, como lo he defendido en textos no ser objeto de nuevas formas de victimización; la eficacia
previos con el profesor Uprimny, para garantizar la satis- limitada que pueden tener los mecanismos judiciales para
facción plena del derecho a la verdad, es menester que esclarecer la verdad, como resultado de su incapacidad de
existan mecanismos extrajudiciales, tanto oficiales como tramitar todos los casos de violaciones a derechos huma-
sociales, que complementen adecuadamente los mecanis- nos por razones de costos, de rigidez procesal y de altos
mos judiciales de esclarecimiento de la verdad, en especial estándares probatorios42.
en contextos de enfrentamiento de violaciones masivas y La mayor parte de las limitaciones de los me-
sistemáticas a los derechos humanos, tales como los con- canismos judiciales para lograr el esclarecimiento de la
textos de transición o de desmovilizaciones masivas de verdad pueden ser enfrentadas a través de la implementa-
victimarios de crímenes atroces40. ción de mecanismos extrajudiciales oficiales y no oficiales
Es indudable que los mecanismos judiciales tie- de verdad, tales como las comisiones de verdad, cuyas
nen una enorme potencialidad para hacer aportes cruciales potencialidades pueden contrarrestar tales limitaciones.
a la tarea de elucidación de los horrores pasados, pues En efecto, estos mecanismos pueden ofrecer una verdad
pueden ofrecer una versión oficial de los hechos que es global al aproximarse a las atrocidades objeto de estudio
difícilmente contestable, que goza de estabilidad en razón desde una perspectiva de conjunto, integrar las diversas
de la fuerza de la cosa juzgada, que permite incluir puntos dimensiones humanas de la verdad y no solamente la di-
de vista opuestos en virtud del carácter controversial de los mensión jurídica —pues no son mecanismos judiciales—,
procesos judiciales, que puede fundarse en pruebas sólidas dar una importancia central a la sensibilidad de las víctimas,
recabadas a través de los poderes judiciales, que garantiza y tratar eficaz y ágilmente las violaciones masivas a dere-
la publicidad del ejercicio de construcción de la verdad, chos humanos43.
y que otorga consecuencias concretas —en términos de Frente a un panorama como este, resulta en-
justicia y de reparación— a la verdad así construida41. tonces esencial que los mecanismos judiciales de verdad
No obstante, los mecanismos judiciales también sean complementados y se articulen adecuadamente con
enfrentan importantes limitaciones para lograr por sí solos mecanismos extrajudiciales —oficiales y no oficiales— de
esa tarea de esclarecimiento de la verdad. Entre esas limi- verdad, de forma tal que las limitaciones de unos sean su-
taciones se encuentran el carácter esencialmente fragmen- peradas a través de las fortalezas de los otros. Esto indica
61 | Año iII
tario de las verdades judiciales, el cual deriva del énfasis de que es importante que el derecho a la verdad encuentre
los procesos judiciales en los casos particulares y no en un sustento no solo en los derechos interamericanos que se
macrorrelato sobre las atrocidades; la naturaleza unilateral refieren a los procesos judiciales, sino que su base se am-
de dichas verdades judiciales, la cual se explica por la re- plíe a normas que consagran derechos relativos al acceso a
Número 4
levancia exclusiva que para las sentencias judiciales tienen la información —como el artículo 13 de la CADH— y que,
los hechos jurídicamente relevantes, y por la consecuente por ende, pueden fundamentar la obligación de los Estados
desestimación de otras dimensiones importantes de los de esclarecer la verdad no solo por la vía judicial.
| Diciembre de 2008
40 Ver, al respecto, Uprimny, R. y Saffon, M.P., “Verdad judicial y verdades extrajudiciales: la búsqueda de una complementariedad diná-
mica”, Revista Pensamiento Jurídico, n.º 17.
41 Id.
42 Id.
43 Id.


La ampliación del fundamento del derecho a la nteramericana. La sentencia es, a un mismo tiempo, una
verdad se justifica también por la dimensión colectiva y no pieza muy importante del proceso de consolidación incre-
solo individual que tiene este derecho, de conformidad con mental del precedente de la Corte IDH sobre paramilitaris-
jurídica
la cual las sociedades enteras también tienen derecho a mo en Colombia y un hito jurisprudencial de singular rele-
conocer la verdad sobre las atrocidades ocurridas. Este de- vancia. En el primer caso, el valor de la sentencia consiste
recho no encuentra un fundamento claro en los derechos a en su potencialidad de reforzar y precisar una jurisprudencia
las garantías judiciales y a un recurso judicial efectivo, que de gran trascendencia, no solo por sus aportes a la protec-
se predican únicamente de las víctimas directas de las vio- ción de los derechos humanos, sino también por su enorme
laciones a los derechos humanos. Además, por las razones contribución a la creación de una verdad histórica sobre la
esgrimidas anteriormente, los mecanismos judiciales de responsabilidad del Estado colombiano en el surgimiento
esclarecimiento de la verdad parecen insuficientes para ga- y fortalecimiento del fenómeno paramilitar. En el segundo
rantizar el derecho colectivo a la verdad, el cual no se agota caso, el valor de la sentencia se materializa en la creación
en la elucidación de las circunstancias de tiempo, modo y de nuevas reglas jurisprudenciales que son muy pertinentes
lugar de los crímenes concretos, sino que exige la produc- para el contexto colombiano, pero que también sientan ba-
ción de un relato general e integral sobre las atrocidades ses importantes para el análisis de casos futuros.
ocurridas y sobre las razones de su comisión, susceptible En particular, vale la pena resaltar la enorme re-
de convertirse en parte del patrimonio histórico intangible levancia que tiene que la Corte IDH haya establecido un
de las sociedades. conjunto de principios orientadores para el proceso de des-
A pesar de los argumentos precedentes, mu- movilización paramilitar. Estos principios no solo explicitan
chos de los cuales fueron aducidos por los representantes las pautas con las cuales dicho proceso debe cumplir para
de las víctimas, en la sentencia de La Rochela la Corte IDH ajustarse a los estándares interamericanos de derechos
mantuvo la postura de que el derecho a la verdad encuen- humanos, sino que ponen de manifiesto que la mera exis-
tra fundamento suficiente en los artículos 8 y 25. Con ello, tencia de procesos penales no es suficiente para garantizar
la Corte dejó abierto y aún sin resolver el reto consistente la no impunidad, pues estos deben cumplir con requisitos
en cuál es el fundamento del derecho a la verdad y, en que permitan la efectiva condena de los crímenes atroces y
particular, de la dimensión colectiva de este derecho en el la satisfacción de los derechos de las víctimas.
Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Ahora bien, a pesar de sus grandes virtudes, la
sentencia de La Rochela deja abiertos, o sin resolver, algu-
IV Conclusiones nos temas fundamentales, tanto para perfeccionar el pre-
cedente interamericano sobre paramilitarismo en Colombia
El análisis anterior muestra la doble dimensión como para fijar nuevas reglas jurisprudenciales. La Corte
que tiene la sentencia de la masacre de La Rochela con- IDH enfrenta, entonces, el desafío de abordar y resolver
tra Colombia en términos de su papel en la jurisprudencia adecuadamente estos temas en sus futuras sentencias.
62 | Revista Cejil

María Paula Saffon
Referencias bibliográficas
Libros y artículos
jurídica
CEJIL, “A Summary of the Inter-American Court of Human Rights La Rochela Massacre Judgment”, preparado por Michael
Camilleri, 13 de junio de 2007.
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CEJIL: Debates sobre derechos humanos y el sistema Interamericano, n.º 3, 2007.
Uprimny, R. y M. P. Saffon, “Verdad judicial y verdades extrajudiciales: la búsqueda de una complementariedad dinámica”,
Revista Pensamiento Jurídico, n.º 17, 2007.
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Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso de la masacre de La Rochela vs. Colombia”. Sentencia de 11 de mayo
de 2007. Serie C n.º 163.
, “Caso La Cantuta vs. Perú”. Sentencia de 29 de noviembre de 2006. Serie C n.º 162..
, “Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros)”. Sentencia de 24 de noviembre de 2006.
Serie C n.º 158.
, “Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile”. Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C n.º 154.
, “Caso de las Masacres de Ituango vs. Colombia”. Sentencia de 1.º de julio de 2006. Serie C n.º 148.
, “Caso Masacre de Pueblo Bello vs. Colombia”. Sentencia de 31 de enero de 2006. Serie C n.º 140.
63 | Año iII
, “Caso de la Masacre de Mapiripán vs. Colombia”. Sentencia de 15 de septiembre de 2005. Serie C n.º 134.
Número 4
, “Caso 19 Comerciantes vs. Colombia”. Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C n.º 109.
, “Caso Myrna Mack Chang vs. Guatemala”. Sentencia de 25 de noviembre de 2003. Serie C n.º 101.
| Diciembre de 2008
, “Caso Barrios Altos vs. Perú”. Sentencia de 14 de marzo de 2001. Serie C n.º 75..
, “Caso Bámaca Velásquez vs. Guatemala”. Sentencia de 25 de noviembre de 2000. Serie C n.º 70.


Corte Europea de Derechos Humanos, “Caso Acar y Otros vs. Turquía”. Sentencia de 24 de mayo de 2005. App. n.º
36088/97 y 38417/97.
jurídica
Corte Europea de Derechos Humanos, “Caso Makaratzis vs. Grecia”. Sentencia de 20 de diciembre de 2004. App. n.º
50385/99, párrs. 51 y 55.
Corte Constitucional de Colombia, sentencia C-370 de 2006.
Consejo de Estado de Colombia, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencia de 19 de octubre de
2007. Radicación número: 05001-23-31-000-1998-02290-01(29273) A, C.P. Enrique Gil Botero.
Sentencia de 30 de agosto de 2007. Radicación número: 20001-23-31-000-1997-03201-01(15724), C.P.

Ramiro Saavedra Becerra.
Normas
Ley 975 de 2005 (Colombia).
Decreto 128 de 2003 (Colombia).

Ley 782 de 2002 (Colombia).

64 | Revista Cejil


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http://www.juridicas.unam.mx/ https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/

La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia1:

I. Introducción julio de 2004, fueron retenidos por un grupo paramilitar

pieza más de la intensa violencia ejercida tres sobrevivientes.

en la región del Magdalena Medio a finales del siglo XX. Sin

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La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia:

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elementos importantes a la consideración del contexto

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La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia:

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La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia:

relación de la masacre de La Rochela con aquella de los 19

11 Debo esta idea al profesor Rodrigo Uprimny.

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de recursos internos La consolidación del anterior precedente ha te-

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La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia:

de 2006. Serie C n.º 144, párr. 176.

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por lo general ordena la Corte, tales como la publicación

gramas educativos en derechos humanos y la asistencia

la pena resaltar algunas medidas novedosas ordenadas

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La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia:

de La Rochela. la ubicación de placas y fotos en lugares públicos de

19 comerciantes Mapiripán Pueblo Bello Ituango La Rochela

Hermanos $8500 $8500 $500 $1500 $15 000

Personas embarazadas $2000 adicionales

Víctimas art. 19 CADH $10 000 $5000 adicionales $5000 adicionales

Víctimas art. 6 CADH $4000

Víctimas art. 21 CADH $3500 (pérdida

Víctimas arts. 11, 21 $2500

Montos de dinero en dólares

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La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia:

los problemas de igualdad y de posible vulneración de 2. Insuficiencia de órdenes judiciales encaminadas

Esas garantías de no repetición resultan de suma

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tancia de derogar esas leyes y de reformar la institución de

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La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia:

Corte Europea de Derechos Humanos30, la Corte IDH ex-

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La sentencia de la masacre de La Rochela contra Colombia:

El establecimiento de los parámetros anteriores jurisprudenciales sumamente pertinentes para la actualidad

za que puedan desarrollarse en otros países del mundo.

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al abstenerse de analizar la aplicación del marco jurídico en

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