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EL DIAGNÓSTICO COMO PUNTO DE PARTIDA DE LA ELABORACIÓN DEL

CURRÍCULO

1. Conceptos de diagnóstico

Para precisar el concepto de diagnóstico en general y el de su uso en el trabajo


curricular, examinaremos previamente el criterio de algunos estudiosos, como por
ejemplo Le Chau.

El investigador norvietnamita, en su obra: "INVESTIGACION BASICA SOCIO-


ECONOMICA. UNA METODOLOGIA DIALECTICA", expresa: "El diagnóstico toca, por
ejemplo, un tema sectorial o un problema más amplio que el de la monografía. Es la
"foto" de una situación, que normalmente debe permitir ulteriormente la previsión de
una tendencia o un análisis operativo"

Destacamos de esta conceptualización los siguientes aspectos: uno, que para Le


Chau el diagnóstico semeja a una "foto", en el sentido de obtener una información
global de una determinada realidad, y dos, que el diagnóstico debe servir para tomar
ulteriores decisiones, determinando y señalando problemas. Es considerada también
como una forma de investigación social.

Hilda Taba, en la obra ya citada, nos trae un concepto de diagnóstico, más cercano al
trabajo educativo y curricular, cuando dice: "El concepto de diagnóstico como
investigación activa. La investigación activa es esencialmente un método para el
diagnóstico sistemático de los problemas prácticos del currículo", agrega: "... el
diagnóstico debe actuar, y lo hace, a diferentes niveles. En un extremo podemos
hablar del diagnóstico del estado total del sistema educacional, incluyendo sus
recursos y facilidades, con el objeto de establecer cuáles son las debilidades o qué
progresos son necesarios o posibles. En el otro extremo, se puede hablar del
diagnóstico individual de un estudiante o de un grupo de niños para determinar la
causa de los problemas y las dificultades en el aprendizaje.

El INIDE, en el MANUAL PARA EL DIAGNOSTICO SITUACIONAL DEL NEC, señala:


El diagnóstico situacional del NEC, es el resultado de un trabajo investigatorio de
aproximación sistemática y explicación de la realidad en la cual se inserta el NEC, con
el objeto de utilizar sus datos y conclusiones, para promover una estrecha relación
entre el desarrollo educativo y el desarrollo e integración comunal con proyección
multisectorial".

Del análisis de los criterios señalados y la de otros autores, podemos conceptualizar el


diagnóstico, como una investigación de base para determinar las características de las
relaciones económicas, sociales, políticas, jurídicas, culturales, así como de sus
perfiles geográficos y demográficos e históricos, de una determinada región o
localidad. Como también, se debe diagnosticar las características de los estudiantes,
como punto de partida para elaborar el diseño curricular.

Como investigación de base no podemos confundirla con las denominadas


investigaciones fundamentales o aplicadas, sino en el sentido de un primer eslabón de
la investigación, más o menos tal como la entienden en la República Popular de China
y que se encuentra graficada en la sentencia: "Quien no investiga no tiene derecho a
opinar", es decir, de una investigación de base.
2. El estudio científico del fenómeno educativo

Es necesario precisar el contenido y el ámbito del diagnóstico en el trabajo curricular;


para ello recurrimos a las precisiones que nos hace el Dr. Jorge Capella Riera, en su
obra: "Educación. Planteamiento para la formulación de una teoría", donde nos dice:
"El diagnóstico educacional forma parte del proceso de planeamiento tanto de los
sistemas como de los proyectos educacionales y, por lo tanto, debe seguir una serie
de etapas que aseguren la dinámica del proceso.

Como indica Salazar, por mucho tiempo se confundió lo que podría denominarse el
planeamiento con la percepción o conocimiento que se tenía de la realidad educativa
por parte de quienes dirigían, elaboraban y ejecutaban las acciones tendientes a
solucionar la situación general del sistema educativo. Es decir, se pretendía solucionar
la problemática educativa sobre la base de la experiencia, el conocimiento y
percepción de quienes dirigían la educación.

Más adelante se hicieron estudios y diagnósticos de cada sector social. Este tipo de
trabajo permitió que los problemas del sector educativo no tuvieran relación con los
aspectos sociales, económicos y políticos. Es decir, se confundió el planeamiento con
un simple diagnóstico. La trascendencia de los diagnósticos cobró fuerza y con la
dimensión cuantitativa de los problemas educativos, se ahogó lo que podría ser el
ámbito del planeamiento. La cobertura del sistema escolar, la deserción de los
estudiantes, las diferencias regionales, etc., permitieron dimensionar los problemas
que hasta el momento sólo eran recetarios del escritorio. Este marco general de los
diagnósticos posibilitó señalar problemas prioritarios y hasta eliminar otros que se
podrían denominar falsos; pero en la mayoría de los casos aquéllos se aplicaron como
una descripción general de la situación educativa. Es decir, se confundió el diagnóstico
con un estudio simple de base. Luego, la dimensión cuantitativa de los problemas
educativos se incorporó a la elaboración de planes de desarrollo como una base
racional que podría resolver los problemas. Esta incorporación se extendió sobre las
cifras del país, haciendo extensiva una problemática de igual magnitud para varias
naciones, trayendo como resultado el que los planes tuvieran un nivel de globalidad
que no pudieron ser operativizadas en la práctica ni aplicarlos a realidades con
características y problemática diferentes. Se relacionó la solución de la problemática
educativa con la aparente solución cuantitativa del problema educacional sin
comprender que de esta manera se encendía la gran variedad de realidades que se
encuentran detrás de las cifras. En otras palabras, se confundió el diagnóstico con la
elaboración más o menos técnica de un conjunto de datos que servían para
elaboración de un plan.

De acuerdo con esta secuencia histórica surgieron los planes de desarrollo dentro de
los cuales la educación representaba un capítulo.

La integración de los aspectos económicos y sociales (incluimos la educación) no se


dio, ya que estos no sólo no constituían una parte de los económicos, sino que
tampoco se encontraban integrados entre sí (vivienda, salud, educación). Esto hizo
que se aplicaran planes sectoriales que sólo tuvieron significados en la medida en que
respondía a los problemas del sector. La falta de un conocimiento claro y a fondo de la
problemática del sector educación-diagnóstico fue y es causa fundamental de que esta
problemática no se integre ni considere en los contextos de un plan general de
desarrollo.

VANCESPodemos afirmar que en los últimos años ha habido avances en este sentido;
pero aún no se han aplicado, a lo menos en América Latina, planes que permitan
asegurar que estas limitaciones se han obviado o que la problemática educativa ha
avanzado significativamente en su solución.

En la medida en que la objetividad de un diagnóstico educativo nos permita jerarquizar


los problemas y establecer sus prioridades para concretar acciones específicas por
encima del interés demagógico de los dirigentes, las regiones podrán intervenir con
mayor fuerza, aún por encima de la racionalidad, como un medio útil y efectivo de
denuncia y una manera de contribuir a la solución de sus propios problemas.

3. Noción y objetivos del diagnostico

Cuando decimos que el diagnóstico nos presenta problemas reales, implica que
estamos iniciando un proceso racional de investigación con propósitos prácticos que
traducidos en acciones nos van a justificar y a orientar la función del planeamiento.

El diagnóstico, según Salazar, presenta tres partes generales: una que se relaciona
con el marco contextual donde está inserto y que le da vida al diagnóstico (aspecto
político); otra que tiene que ver con la manipulación de los datos y cifras (aspecto
técnico); una tercera que integra y relaciona internamente las dos anteriores (aspecto
político-técnico), con el propósito de ofrecer alternativas de solución a la problemática
educativa.

Decimos, entonces, que los objetivos del diagnóstico educativo son:

 Estudiar las características particulares del subsistema educativo.


 Cuantificar y calificar las deficiencias del sector.
 Identificar los factores que originan las deficiencias.
 Proporcionar las bases para establecer las metas del desarrollo educativo.

Entramos en más detalles siguiendo al mismo Salazar:

a) La presentación de los problemas educativos nos está mostrando una situación


general de la institución, región o país. Es decir, nos evidencia un análisis de las
estructuras sociales en donde se desarrollan aquéllos. Como la educación es sólo
una parte del sistema total, es necesario tener presente las características del
contexto para poder comprender los datos relativos a la educación.

El diagnóstico nos permite entender la problemática educativa vista en su


conjunto; dicho de otro modo, estudia el funcionamiento de la educación como un
subsistema de la realidad social. He aquí un primer objetivo del proceso de
diagnóstico.

Este marco contextual, dentro del cual está inserta la problemática educativa,
necesita explicarse para que en la práctica no nos olvidemos del propósito que
nos mueve. Sobre la base de detectar las necesidades presente y futuras de la
sociedad es necesario determinar aquéllas que la educación va a enfrentar, como
una contribución a la solución de la problemática educativa.

b) Nos interesa conocer el papel que la sociedad le indica a la educación, el


concepto que se tiene de ella, el valor que representa en el sistema social una
determinada concepción educativa y además, el precio de aplicar esta
concepción, incluidas tal vez sus consecuencias. Las políticas de expansión y
cobertura del subsistema, las legislaciones vigentes que guían al sector. Cuál es
su participación en el gasto público, su carácter y cuáles sus características; cuál
es el tipo de recursos asignados a la educación; de qué medios dispone para
cumplir con los objetivos propuestos. Todos estos son, entre otros, aspectos
necesarios para evaluar las características particulares del subsistema educativo.
Este segundo objetivo, además de estar íntimamente relacionado con el anterior,
nos permite introducirnos en el tercero: cuantificar y cualificar las deficiencias del
sector.

c) El diagnóstico nos exige una apreciación tangible de los problemas que,


traducidos en cifras (índices estadísticos), nos van a permitir visualizar y
particularizar los problemas inherentes a la educación.

Los índices, los promedios, los porcentajes, etc., son auxiliares indispensables en
el proceso de diagnóstico que exigen esfuerzos de cuantificación. La apreciación
cuantitativa de las políticas y acciones y su confrontación con los recursos
destinados a conseguirlas y cumplirlas.

En este sentido, la proyección de los resultados nos permitirá observar el


comportamiento futuro de los problemas y sus consecuencias, y el grado y
porcentaje de recursos brindados o por ofrecer, para determinar las graves
consecuencias en un caso o la satisfacción de ver cumplido lo propuesto en otro.

Pero el diagnóstico no sólo supone la utilización de estadísticas porque por sí


solas las cifras no representan nada. Hay necesidad de iniciar un proceso de
análisis y juicio a propósito de tales datos numéricos.

La calificación de los problemas educativos nos permiten darlas una razón de ser,
una significación a los datos cuantitativos que no tienen significado por sí mismos.
Podemos decir que las cifras son una base que nos va a permitir realizar
reflexiones y evaluaciones cualitativas de los problemas.

d) La presentación y análisis de las deficiencias de funcionamiento del subsistema


educativo es un paso indispensable para determinar la realidad de nuestros
problemas y darle así cumplimiento al propósito inicial del diagnóstico, el cual
podemos enunciar como la reunión de elementos de juicio en cantidad y calidad
necesarias que nos permite ver los problemas de un modo objetivo y racional.
Este cuarto objetivo nos ayuda a identificar los diversos factores sociales,
económicos, políticos, administrativos, pedagógicos, etc., y nos permite visualizar
su utilización en dos direcciones: Una para determinar el origen de los problemas
y la otra para concretar las acciones indispensables con el fin de establecer los
correctivos.
e) Finalmente, es necesario establecer un quinto objetivo, que en este caso nos
completaría el proceso proporcionándonos las bases para fijar las metas del
desarrollo educativo. Esta facilidad de determinación de las metas puede
permitirnos apoyas las presentes si existe un equilibrio entre lo propuesto y los
resultados de su aplicación, o elaborar otros objetivos más racionales y acordes
con la situación problemática evidenciada.

Lo anterior presupone presentar otro propósito importante del diagnóstico que


podemos anotar como la identificación de factores que motivan las deficiencias en
el funcionamiento del sector y la determinación de las metas de desarrollo
educativo convenientes y posibles de obtener en un tiempo determinado,
indicando a su vez los factores sobre los cuales es necesario actuar para
alcanzarlas.
4. Etapas y tipos de diagnóstico

Como bien plantea Salazar, ya que el diagnóstico de la situación educativa es una


parte del análisis y evaluación de la situación general del país, sus instituciones y
estructuras, se hace necesario que el manejo de las cifras relacionadas
particularmente con la educación se integren en el contexto geográfico, económico,
social, político, demográfico, pedagógico, administrativo, etc.

El proceso de diagnóstico se divide en tres partes: la primera se relaciona con la


identificación de los factores que determinan es estado de la educación y su
comportamiento en el futuro próximo; la segunda, con el análisis evaluativo de la
situación educativa; y la última se refiere a las características y sentido de los cambios
a operar en el subsistema educativo.

Las etapas del proceso de diagnóstico son:

 Examen retrospectivo del desarrollo educativo.


 Descripción de la situación actual.
 Examen prospectivo del desarrollo educativo.
 Determinación del significado y sentido de los cambios a operar en el sistema.

En primer lugar, es necesario iniciar un estudio del proceso histórico-educativo. Este


examen retrospectivo del desarrollo educativo nos permite explicar la relación entre el
desarrollo económico, social y el educativo.

De esta manera podemos establecer las causas que han motivado y motivan la
situación actual, proporcionándonos de este modo claridad en su comprensión al
tiempo que nos dan las bases para explicarlas. El establecimiento de la evolución
reciente de la situación educativa se puede realizar y complementar con el empleo de
información adicional, como la consulta de archivos, datos obtenidos de
investigaciones y experimentaciones, resoluciones anteriores, evaluaciones hechas a
las realizaciones del plan, visitas a la comunidad, entrevistas con funcionarios que
tienen relación con la educación, etc. Es pues, un punto de partida necesario para
conocer la situación presente. Esta segunda etapa, la descripción de la situación
actual, se inicia con el paso dado anteriormente. Es necesario entonces hacer una
presentación de la situación educativa en su totalidad, sin olvidar su especificidad
proyectada, sobre todo, en la relación existente entre los niveles nacional, local e
institucional.

En términos operativos, es conveniente delimitar previamente las variables e


indicadores necesarios para no perder tiempo, esfuerzos, recursos e información.
Usualmente es normal ver proyectos, programas, planes que están fuera de la realidad
porque la presentación de la situación actual ha caído en la fijación de patrones de
análisis y estudios subjetivos. Suponemos que al llegar al inicio de esta etapa ya se ha
definido de antemano el por qué y el para qué del diagnóstico, así como la delimitación
de su ámbito. Sin embargo, en este momento es necesario confrontar si estas
definiciones continúan dentro de sus características y guardan la lógica inicial, con el
propósito de introducir correctivos si fueren necesarios. El examen prospectivo del
desarrollo educativo (tercera etapa) nos va a indicar las consecuencias en el futuro
próximo de persistir la problemática evidenciada.

Este pronóstico es importante para definir en el futuro las estrategias tendientes a


mejorar, continuar o cambiar las acciones utilizadas en la solución de los problemas
educativos. La confrontación entre la proyección de la "situación normal" el
comportamiento de los hechos pasados y presentes y la determinación de las actuales
necesidades educativas nos van a procurar la oportunidad de actuar deliberadamente
y con sentido provisorio en la solución objetiva de la problemática educativa. Este
sentido provisorio nos indica la posibilidad de nuevos cambios en las estrategias, lo
cual nos remite a la relación existente entre los componentes de tales estrategias. Por
ejemplo, en el caso de una ampliación de la matrícula es indispensable prever los
recursos locativos y financieros así como el aumento de plazas para los docentes. Si
no hay nuevas construcciones locativas es necesario aclarar el tipo de jornadas
escolares; y si no se piensa aumentar los nombramientos de maestros habrá
necesidad de definir la relación alumno-maestro, etc.

En esta dirección, cuando el pronóstico le da un sentido programático a la realidad


educativa, es el momento en que el proceso se le incorpora la decisión política, es
decir, se vislumbran las metas y se define y apoya su ejecución.

Para las proyecciones es indispensable utilizar los mismos indicadores utilizados en la


etapa de descripción de la situación actual.

Hasta aquí podemos decir que hemos identificado los factores que determinan el
estado de la educación y su comportamiento en el futuro próximo. Esta parte
evaluativa de la situación educativa nos permite introducir un análisis objetivo sobre
dicha situación, identificando los aspectos sobre los cuales es necesario influir y sobre
todo el significado y sentido en que es necesario mejorarla.

Es decir, pasamos a la cuarta etapa del proceso: determinación del significado y


sentido de los cambios a operar en el subsistema. Las anteriores etapas nos muestran
con claridad la situación educativa; sólo resta hacer un análisis de dicha situación para
determinar racionalmente las medidas tendientes a solucionarla. En otros términos,
estamos encontrando respuestas a las preguntas: ¿Cuándo y cómo la situación
educativa no es satisfactoria? ¿Por qué y en qué sentido hay necesidad de cambiarla?
¿Cuál es la prioridad y cómo se establece?

Las respuestas a estas interrogantes, si bien indispensables, son la etapa más difícil
del proceso, sobre todo porque nos remiten de nuevo a pensar en los objetivos del
diagnóstico, en su desarrollo metodológico y en quienes los realizan. Las diferencias
conceptuales y metodológicas y la determinación del valor y la objetividad de las
técnicas utilizadas son barreras serias en el desarrollo de un trabajo de diagnóstico.

Tradicionalmente, en nuestro país la adopción de las "normas" que guían el trabajo de


diagnóstico son el resultado de experiencias en otras naciones más "normalizadas", lo
que puede conducir a serias explicaciones irreales de la situación educativa y a la
aplicación de medidas correctivas absurdas y complejas. Es difícil, por ejemplo,
considerar que una alta tasa de deserción es una simple pérdida "normal" porque en
otros lugares no representa una deficiencia grande del subsistema educativo, o
simplemente porque es una deficiencia que debe corregirse.

Esta etapa culminante del proceso de diagnóstico nos permitirá establecer metas más
alcanzables y racionales y va a ser fundamental para introducirnos en las etapas
siguientes del proceso general de planeación (formulación de políticas y objetivos y
programación). Las políticas y los objetivos, los planes, programas, o proyectos que se
elaboran se van a enmarcar dentro de una perspectiva realista, no sólo en la
concepción y determinación de los problemas, sino y ante todo, en sus medidas
correctivas.
a) Tipos de diagnostico

La complejidad del fenómeno educativo hace que su estudio-diagnóstico sea


igualmente complejo.

No pretendemos realizar aquí un inventario de los objetivos tipos de diagnóstico que


se estilan en el campo de la educación. Nos referimos más bien a algunas
generalidades que no obstante ser tales, pueden encauzar un trabajo más
diferenciado.

En tal sentido emplearemos dos criterios: el de ámbito de estudio y el de la


intencionalidad del mismo.

 Según la amplitud del ámbito de estudio el diagnóstico puede comprender la


totalidad del fenómeno educativo, o aspectos parciales del mismo. Es así como
se podrá hablar de diagnóstico mundial, continental, regional, nacional, local,
institucional, etc.,

 En cuanto a la intención del estudio cabe considerar dos niveles iniciales: el


macro dimensional y el micro dimensional.

El diagnóstico macro dimensional se refiere al estudio de los condicionantes de la


educación a los que nos hemos referido; mientras que el micro dimensional, llamado
también pedagógico, supone el estudio pormenorizado de la persona, sujeto agente de
la educación, en sus rasgos, aptitudes e intereses más significativos, cuyos resultados
permitirían emitir un juicio en orden a la orientación del sujeto en su vertiente personal,
escolar o vocacional-profesional.

Estamos viendo que la tendencia actual, en el trabajo curricular es la de diversificar el


currículo; y esta, sólo podrá lograrse mediante el trabajo previo de diagnósticos.
Podríamos decir, que una condición, para la diversificación y la elaboración de
currículos pertinentes en el Diagnóstico. Del curso a distancia organizado por la
Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica del Perú, tomamos los
siguientes aspectos.

b. El diagnóstico y la diversificación curricular

La diversificación curricular es un proceso que consiste en la búsqueda de la


pertinencia del currículo oficial a las demandas socio-históricas, culturales,
económicas y geográficas de una determinada comunidad regional o local.

En un país como el nuestro caracterizado por su rica realidad plurilingüe y pluricultural,


donde además vivimos un complejo proceso de regionalización, la diversificación es el
camino que nos permite hacer que los Planes y Programas oficiales de estudios de los
diferentes niveles educativos respondan a la realidad promoviendo el diálogo
intercultural y articulando el sector educativo con los proyectos de desarrollo regional.

 Instancia Regional:

La principal tarea que le corresponde a la región en el proceso de diversificación del


Currículo sería la de promover la realización de diagnósticos integrales permanentes
acerca de la realidad regional. De este modo se recogería información relacionada con
sus potencialidades humanas, financieras y materiales, sus características culturales,
así como información acerca de los proyectos de desarrollo regional que la educación
debería apoyar.
A partir de los resultados del diagnóstico se propondrían objetivos regionales
coherentes con las expectativas y aspiraciones de los diversos grupos sociales en la
región.

En base a estos elementos se formularía la política o el Proyecto Educativo Regional,


dentro del cual los institutos de formación magisterial, hallarían su lugar y sentido.

 Instancia Sub-regional

Como hemos visto el diagnóstico es una tarea de investigación que permite el


conocimiento integral y dinámico de la realidad en la cual se desarrolla el trabajo
educativo.

Cuando se realiza el diagnóstico con fines de diversificación curricular en la instancia


sub-regional e institucional se busca:

 El conocimiento de la realidad subregional en los aspectos: económico, cultural,


histórico, geográfico, etc.
 La identificación de las potencialidades educativas existentes en la sub-región:
recursos financieros, capacidad instalada, potencial humano, proyectos
educativos innovadores, etc.
 El conocimiento del perfil real del estudiante (características bio-sico-sociales).
 El conocimiento de la realidad socio-económica y profesional de los profesores
en la sub-región.
 El conocimiento de la realidad del Centro Educativo en los siguientes aspectos:

 Problemas pedagógicos y
 Problemas administrativos,
 Recursos existentes
 Capacidad Instalada
 Medios educativos
 Potencial humano y material.

El diagnóstico es una actividad permanente que debería ser asumida por un equipo
interdisciplinario. Este equipo tendría como función básica diseñar instrumentos y
métodos de investigación sencilla, participativa y ágiles, que ayuden a recoger
información básica fácil de ser procesada y sobre todo canalizar los resultados del
diagnóstico para su utilización en el proceso de diversificación curricular.

De modo general podríamos decir que si en el proceso de diversificación se toma en


cuenta los resultados de un diagnóstico existen más probabilidades de responder a las
demandas reales de la Región y Sub-región. De otro lado las posibilidades de
aprovechar al máximo las posibilidades de la institución educativa son mayores.

Análisis crítico de las normas curriculares y otras fuentes del currículo.

El proceso de diversificación curricular implicaría además el análisis crítico de la


Estructura Curricular oficial de Formación Magisterial y otros documentos de política
educativa y curricular que norman las acciones educativas a nivel nacional.

En este proceso crítico una tarea fundamental es que los docentes, organizados en
equipos, hagan una lectura analítica y crítica de los documentos curriculares
normativos (en nuestro caso sobre formación magisterial) y de los resultados del
diagnóstico regional y sub-regional.

En el estudio crítico de la Estructura Curricular Básica del nivel sería importante


analizar los siguientes aspectos:

 Las bases o fundamentos


 El perfil del egresado
 El enfoque de las asignaturas
 Los objetivos generales y específicos
 Los métodos y procedimientos de trabajo educativo
 Medios y materiales educativos
 Los criterios, técnicas y procedimientos de evaluación del aprendizaje y de las
acciones educativas en su conjunto.

También, se analizarían otras fuentes del Currículo (textos, libros de consulta,


investigaciones hechas en la región, etc.). En ellos se identificarían los avances
científicos y tecnológicos de las disciplinas universales indispensables para el
desarrollo científico y tecnológico en nuestro país.

Otra fuente importante para la diversificación del Currículo son los aportes de las
Culturas Nativas del país y la Cultura que se va creando en la vida cotidiana, para
seleccionar aquellos aspectos que contribuyan a la solución de problemas vitales en
cada región y en el país. Por ejemplo, el conocimiento de las propiedades curativas de
plantas que abundan en nuestro país y la tecnología agrícola y alimentaria que
corresponde a la cultura andina y a otras culturas nativas.

c. Diagnostico contextual

Es la descripción objetiva de la comunidad educativa en todos sus componentes y


recursos:
 Humanos
 Físicos
 Económicos

Es la descripción de características y necesidades de la comunidad en los diferentes


aspectos:
 Familiar. Organización de la familia.
 Educativo. Nivel de educación actual y nivel a que se aspira.
 Ocupacional. Fuentes de empleo y de economía familiar.
 Socio-económico. Bases de la economía de la región.

Necesidades y expectativas de la comunidad.

 Funciones del diagnóstico contextual


 Detectar las características propias de la comunidad, usuaria del currículo.
 Determinar propósitos, metas y objetivos curriculares en función de dichas
necesidades y características.
 Diseñar el plan curricular en todos sus componentes en congruencia con el
diagnóstico contextual.
 Dar el punto de partida y de referencia para la planeación, ejecución y
evaluación del currículo.
 Procedimiento
La elaboración del diagnóstico contextual de una comunidad, se hace a partir de una
investigación socio-educativa en dicha comunidad. Para lo cual se aplica el
procedimiento lógico y sistemático de la investigación descriptiva:

 Definición del problema. Ej. ¿Cuáles son las características y necesidades de


la comunidad educativa del Instituto Técnico Agrícola?
 Definir objetivos de la investigación.
 Diseñar el modelo de instrumento de investigación:
 Registro de observación.
 Cuestionarios.
 Entrevistas.
 Determinar la población global y la muestra para la aplicación del instrumento.
 Explicar el procedimiento.
 Aplicar el instrumento.
 Tabular los datos registrados.
 Analizar resultados obtenidos.
 Elaborar el informe o diagnóstico propiamente dicho.

FORMULACIÓN DE OBJETIVOS DEL CURRÍCULO

El primer elemento estrictamente pedagógico del currículo, son los objetivos.


Importante por cuanto se convierten en el eje de toda estructura curricular, son el
norte, la guía para los demás elementos del currículo, en el proceso de enseñanza-
aprendizaje.

a) Importancia de los objetivos en general

Los objetivos no sólo son importantes para el trabajo educativo sino incluso para todas
nuestras actividades diarias, es consustancial podríamos decir al hombre sapiens.

Comenzaremos por analizar la siguiente fábula:

Había una vez un caballo de Mar que juntó todo su dinero y salió a buscar fortuna.
Después de haber caminado un trecho se encontró con un Anguila, que le dijo !Ey
amigo! ¿Adónde vas? "Voy a buscar fortuna", le replicó la Anguila, "por cuatro
monedas, puedes disponer de estas veloces aletas y así llegarás mucho más rápido"
"Magnífico" dijo el caballo de Mar, pagó y se puso sus aletas y partió al doble de
velocidad anterior. Al poco rato se encontró con una Esponja, que le dijo: "Psst Amigo"
¿Adónde vas?, "Voy a buscar fortuna", replicó el Caballo de Mar, "Tienes suerte",
replicó la Esponja. "Por poco dinero te puedo entregar esta motocicleta para que
vayas mucho más rápido. De manera que el Caballo de Mar con el dinero que le
quedaba compró la motocicleta y se fue por el mar cinco veces más rápido. Muy
pronto se encontró con el Tiburón, quien le dijo: "Ey amigo, ¿Adónde vas?, "Voy a
buscar fortuna", le replicó el Caballo de Mar. "Tienes mucha suerte, si tomas este
atajo" le indicó el Tiburón apuntando a su boca abierta". "Te ahorrarás mucho tiempo".

"Ah muchas gracias" dijo el Caballo de Mar y se metió a toda velocidad en la boca del
Tiburón, para ser devorado.

La moraleja de esta fábula es que si no se está seguro adonde se va, lo más probable
es que se llegue a un destino equivocado sin siquiera saberlo.

Analicemos los siguientes ejemplos de cartas:


Existe este lejano colegio y deseo asistir al mismo para liberarme del servicio militar y
obtener un buen empleo en la IBM.

Me podrías enviar de una vez mi cheque de Navidad.

Señores padres de familia: nos hemos reunido esta noche, en este lugar, para decidir
qué vamos hacer con las minifaldas de la señorita Gonzáles.

Sin embargo, hijo tienes que ir a visitar a tu abuelita para demostrarle lo mucho que
deseas verla.

Los ejemplos, nos muestran de un lado su importancia y de otro, el hecho de que


probablemente la mayor parte de nuestra vida hemos utilizado toda clase de objetivos.
No hay nada nuevo en eso, todo "el mundo" escribe o enuncia y utiliza objetivos en
todo momento, y lo puede hacer sin saber nada de la taxonomía o de los principios del
aprendizaje.

La importancia de los objetivos en cualquiera de las actividades humanas, radica en


que se convierten en las metas que guían y orientan las acciones que tenemos que
realizar para alcanzar el éxito. La ausencia de objetivos, implica la realización de un
trabajo anárquico, espontáneo, empírico y que nos conduce al fracaso.

b) Los objetivos educacionales a través de la historia y la lucha de clases

La determinación de los objetivos de la educación cuenta en la historia de la


pedagogía con una larga y muy diversa ejecutoria. Las diferentes formaciones
económicas que se han desarrollado: Comunismo Primitivo, Esclavismo, Feudalismo,
Capitalismo, Socialismo han engendrado cada una de ellas sus respectivos sistemas
educacionales con sus respectivos fines y objetivos que se formularon basándose en
los intereses y aspiraciones de los grupos sociales o clases sociales dominantes.

Este hecho nos explica el porqué los fines y objetivos educacionales no pueden ser
estáticos ni eternos, sino que estos tienen que aparecer, surgir y desaparecer de
acuerdo con los cambios que se operan en el sistema social, con el triunfo y la derrota
de las distintas clases sociales, con los cambios acontecidos en la ideología
dominante y en las concepciones filosóficas del mundo.

Por eso mismo, la concreta determinación de los fines y de los objetivos de la


educación es un elemento poco duradero en la práctica educacional y de la teoría
pedagógica, pues estos objetivos educacionales suelen desaparecer en gran medida y
a veces totalmente según la época y las condiciones creadas por ésta.

Lo señalado, nos lleva a relacionar los objetivos con las clases sociales y la lucha de
clases. La práctica a lo largo de la historia de la educación, nos demuestra que en los
objetivos se encuentran manifestados con claridad los intereses de la clase social que
detenta el poder. Un análisis de los objetivos de cualquier sistema educativo, no puede
hacerse al margen de la lucha de clases, para determinar qué intereses se buscan
implementar a través del sistema educativo y de su respectiva estructura curricular.
Así tenemos que los intereses de la clase esclavista se encuentran expresados en las
finalidades o ideales de la educación ateniense o espartana por ejemplo en la época
del esclavismo. En el feudalismo, el predominio de la iglesia católica y la de los
señores feudales se encuentran expresados en las finalidades y los objetivos del
sistema educativo de esta época así como en estructura curricular. Lo mismo sucede
en la época del capitalismo y el socialismo.
c) Fines y objetivos

Suelen confundirse estas dos categorías y que en realidad no son la misma cosa,
aunque sí están estrechamente interrelacionadas.

Los fines son metas a largo plazo que pueden o no realizarse en cambio los objetivos
son metas alcanzables realizables, nos tienen que mostrar el aprendizaje alcanzado
por el alumno en un momento dado. Los objetivos expresados en los currículos deben,
por lo tanto, definir claramente lo que se espera en relación con la formación de los
alumnos.

d) Importancia de los objetivos curriculares

En las últimas décadas los profesores y los especialistas en currículo han venido
señalando con mayor precisión la importancia de los objetivos en el campo educativo y
curricular.

La importancia de un objetivo curricular, radica en que es una meta que se comunica


por medio de un enunciado que describe un cambio propuesto en el estudiante o
enunciado de lo que el estudiante debe hacer después de completar con éxito una
experiencia de aprendizaje. Es la descripción de un patrón de comportamiento que
deseamos en el estudiante sea capaz de demostrar. En suma, un objetivo es una mea
que señala, lo que el estudiante será capaz de realizar el final del curso, de una unidad
de aprendizaje, tema y/o lección.

Los objetivos de un currículo integral, deberán señalar el comportamiento terminal de


alumno. Se entiende por comportamiento terminal, el comportamiento que el profesor
desearía que el estudiante desplegara al finalizar un curso o asignatura.

Al disponer de objetivos claramente enunciados el estudiante es capaz de saber qué


tipo de actividades son apropiadas para alcanzar con éxito los objetivos ya que no es
necesario adivinar las intenciones del docente. Aquí radica la importancia de los
objetivos.

e) Fuentes de objetivos

La fuente natural de los objetivos debe ser el diagnóstico, por cuanto le permite
examinar en forma general la situación en la que se encuentra. De la apreciación de
los resultados del diagnóstico, extraerá sugerencias acerca de lo que debe intentar
alcanzar y tal vez, también una indicación sobre los factores que pueden ampliar o
limitar sus tentativas. En este sentido el análisis y características de los alumnos son
de suma importancia.

Los resultados del diagnóstico en las variables antes señaladas, del estudio de los
alumnos en sus puntos fuertes y débiles, de sus habilidades e intereses, señalaran al
profesor qué necesidades tienen sus discípulos, y éstas a su vez le indicará objetivos
adecuados para ellos.

Los factores sociales, como la procedencia de clase social, el hogar de los alumnos,
las condiciones materiales en las que se desarrolla la labor pedagógica e incluso el
clima de la escuela son elementos que deben tenerse en cuenta al formular los
objetivos educacionales.

f) Tecnología para formular objetivos curriculares


Existe toda una tecnología para formular y redactar los objetivos curriculares. Pero
obviamente, es necesario que aclaremos los niveles de objetivos curriculares que
utilizamos y que son: Objetivos generales son los objetivos que señalan metas
globales integrales, por ejemplo los objetivos curriculares de la Facultad de Ciencias
de la Educación que son válidas para todas las especialidades que ofrecemos y que
señala el rumbo común que debemos tener a pesar de la diversidad y especificidad de
cada especialidad.

Objetivos particulares que esta a nivel de los planes de estudio de cada especialidad
señala las metas que deben lograrse a través de cada especialidad. Los objetivos
particulares se derivan de los objetivos generales.

Objetivos específicos, son las metas de los procesos concretos de enseñanza-


aprendizaje a través de los cursos o asignaturas. Es decir, los objetivos específicos
son los que norman el trabajo en los sílabos de cada asignatura.

En todos estos niveles existe una interrelación dialéctica de dependencia de arriba


hacia abajo y viceversa. Por lo señalado, consideramos que los objetivos curriculares
deben ser concebidos y formulados como una descripción de los resultados generales
que deben obtenerse en un proceso educativo, considerados valiosos por una
institución porque con ellos se contribuye a satisfacer una necesidad o un conjunto de
necesidades sociales.

Si una institución educativa se compromete con determinados objetivos curriculares,


debe ser porque los considera la mejor respuesta posible que puede dar, como
institución, a una o varias de las necesidades sociales que requieren, para su mejor
satisfacción de productos de la educación.

La formulación de objetivos curriculares, es una operación que implica los siguientes


pasos:

g) Precisar las necesidades que se atenderán

Este primer paso permite vincular el trabajo de diagnóstico con la formulación de


objetivos curriculares. Aquí se entroncan las necesidades y problemas que surgen de
una determinada realidad local o regional con la educación y las respuestas que se
puedan dar a partir de ésta.

Para precisar las necesidades que se atenderán se deben dar cuatro pasos o tareas
principales:

1) Identificar los propósitos de las instituciones educativas y sociales

Los propósitos de una institución educativa están determinados por sus principios
políticos, filosóficos y científicos que prevalecen en ella, y que constituyen un marco de
referencia a partir del cual se juzga, de cierta manera, a la propia institución y sus
circunstancias concretas, al entorno social y a las relaciones entre una y otro. En
dichos principios encontramos explicaciones cuyo origen se encuentra en la actividad
política, en la reflexión y en estudio sobre esa actividad, en los sistemas filosóficos y
en los productos de la investigación científicas.

Los principios que prevalecen en una institución educativa llevan a su comunidad a


juzgar como suyos ciertos propósitos y no otros, tanto a nivel institucional, como de la
sociedad y en ausencia de factores adversos internos o externos (sobre todo éstos)
las comunidades se comprometen con los propósitos que reconocen como propios,
nunca con los que consideran ajenos o contrarios a sus principios. Por ejemplo el
propósito de la Universidad de San Agustín a través de la Facultad de Educación de
dar respuesta a una necesidad social y educativa, la profesionalización docente de los
profesores intitulados.

Podemos tener el ejemplo, del papel que debe jugar la Universidad como institución
educativa y que nos permitirá distinguir ciertos principios de carácter políticos y
filosófico, principalmente, que determinan el reconocimiento de algunos propósitos
consecuentes: "nosotros, por el contrario, permitimos de que hoy la Universidad -la
educación superior- en este país, dado el momento histórico que se vive, debe estar
instrumentada para asimilar la realidad, para interpretarla. Consideramos, pues, que la
Universidad no puede seguir siendo el ente pasivo encargado de producir y reproducir
un conocimiento destinado, en esencia, a enajenar la conciencia de los desposeídos a
perfeccionar las técnicas de la explotación y a incrementar la dependencia de nuestro
país al imperialismo.

Pugnamos, por el contrario, por la producción y reproducción del conocimiento


científico por un incremento de las tareas de investigación tecnológica, por la difusión
de una cultura efectivamente popular y por generar en la Universidad una actividad
política consciente y racional. Esos son, creemos los objetivos que hoy debe
plantearse la educación superior del país y los que deben de concretar las
universidades.

De todo lo anterior, consideramos que se desprende una premisa fundamental: todo


proceso educativo, hoy en el país, debe de estar encaminada a propiciar un cambio
radical de las injustas condiciones sociales que en él prevalecen.

De lo que se trata en esencia en éste paso es precisar con claridad los propósitos de
una institución educativa en función a las características y necesidades de una
realidad social, regional o local, para dar respuestas educativas efectivas y no
subjetivas ni fuera del contexto y requerimiento social. Una vez definidos los
propósitos de la institución educativa y las del entorno social, se procede a dar el
siguiente paso.

2) Seleccionar las necesidades que se atenderán

Lo que se tiene que realizar en este paso, es la de distinguir, de entre todas las
posibles necesidades sociales, al conjunto de las que específicamente puede
contribuirse a satisfacer mediante un proceso concreto de enseñanza-aprendizaje, de
acuerdo con los propósitos de determinada institución educativa.

Esto es así, porque en última instancia todo sistema educativo creado por el hombre,
está destinado o debe estar destinado, justamente a satisfacer necesidades concretas
y definidas de su entorno social.

3) Jerarquizar las necesidades seleccionadas

Operación que consiste en ordenar las necesidades según su importancia, ello, implica
valorarlos, es decir asignarles un valor, un peso relativo determinado de acuerdo con
los propósitos institucionales educativos.

De nuevo aquí es evidente la importancia de conocer la legislación aplicable y los


principios políticos, filosóficos y científicos vigentes en la institución, toda vez que a
partir de tales elementos se juzga la importancia de las necesidades seleccionadas y
se eligen las estratégicas para su solución; por ejemplo la formación de profesores
para la Región.

4) Cuantificar las necesidades seleccionadas

Es la operación destinada a precisar la magnitud con arreglo a alguna escala, de cada


una de las necesidades seleccionadas previamente. Conviene destacar que la
cuantificación tiene un supuesto: la selección y jerarquización de las necesidades:
consideramos que debe hacerse con base en criterios cualitativos, aunque las
decisiones que se tomen al respecto tendrán que ser afirmadas o corregidos, mediante
retroalimentación, a partir de la cuantificación de necesidades.

Por otra parte, no parece conveniente hacer la cuantificación ni de cualquier posible


necesidad, susceptible de ser atendida, por una institución educativa, ni siquiera de
todas las necesidades seleccionadas, pues se trata de una tarea que implica un gran
gasto en recursos humanos y financieros, sobre todo si se considera que la
cuantificación de las necesidades se debe hacer tanto de las presentes (diagnóstico)
como de las futuras (pronóstico); lo cual implica una laboriosa investigación acerca de
las condiciones sociales existentes y de las tendencias de su desarrollo.

En suma, de lo que se trata, es de precisar, cuantificando si las instituciones


educativas cuentan con los recursos humanos, financieros y la infraestructura para
atender la necesidad social de la profesionalización docente o no.

5. Caracterizar al alumno

Otro paso sumamente importante en la formulación de los objetivos curriculares es la


de caracterizar al alumno, vale decir, conocer al estudiante con el que vamos a
estudiar.

Caracterizar al alumno es la operación que nos permite prever, dentro de ciertos


límites, las posibilidades de transformación del alumno que ingresará en determinado
sistema de enseñanza-aprendizaje, así como las estrategias y los medios que mejor
se adaptan a las características del educando.

Algunos tratadistas, suelen hacer una analogía entre los profesores y los escultores en
los siguientes términos: diremos que a los elaboradores de un currículo les es
necesario conocer las características del alumno con el que va a trabajar un sistema
concreto, al igual que el escultor requiere de saber cómo es el material con el que va a
producir una obra. Extendiendo la analogía: el escultor puede proponerse muchas
cosas y lograrlas con el material de que dispone en un momento dado, pero no puede
lograr cualquier propósito con un mismo material, ya que éste tiene límites en las
posibilidades que hay de transformarlo. Con los alumnos ocurre algo parecido, pero en
un nivel cualitativamente superior, pues no se puede lograr cualquier objetivo
curricular, sino solamente los que son adecuados a sus características, incluyendo
entre éstas sus intereses y motivaciones.

Entre las características de los educandos, que más comúnmente se reconocen como
significativos en los procesos de enseñanza-aprendizaje, están: situación económica,
clase social a la que pertenece, la edad, la escolaridad, los antecedentes culturales, el
estado de salud, el coeficiente intelectual, etc. Debemos tener en cuenta que todas
estas características están interrelacionadas y que unas dependen de otras.

Es necesario determinar las características que, en promedio, tienen los alumnos, para
lograr la adecuación del proceso de enseñanza-aprendizaje con los educandos. Esto
obliga a adoptar entonces un punto de vista sobre el asunto, que deberá ser
congruente con la legislación y los principios de la institución, pues éstos ofrecen el
marco de referencia desde el cual se juzga si existe o no alguna relación y de qué tipo,
entre determinada característica y el proceso de enseñanza-aprendizaje.

El conocimiento del alumno y su caracterización, ofrece sus particularidades, en la


modalidad de educación a distancia, por ejemplo, el Programa de Profesionalización
docente, donde la relación profesor-alumno no es directa como con los alumnos
regulares, en estos casos si tiene que elaborar un "modelo de alumno usuario" al cual
hipotéticamente nos dirigimos en el aprendizaje.
Por eso en las instituciones educativas: "que ofrecen la enseñanza abierta a distancia,
en las que la elaboración de los materiales didácticos, se encuentra determinada, en
todo momento, por un "modelo del alumno usuario", que incluye: situación económica,
extracción de clase, edad mínima o promedio, cultura, hábitos, disponibilidad horaria,
intereses, etc. Más ilustrativos que estos casos es la multiplicidad de contra ejemplos
en el mismo sentido: instituciones en las que la planeación curricular se hace a
espaldas del alumno que será usuario del mismo, bien en sistema abierto o bien en el
escolar" (José Arnaz. La planeación curricular).

En nuestro país, como ya lo hemos señalado, tenemos un gran problema, hasta cierto
punto, el desconocimiento de nuestros alumnos ya sean niños o jóvenes, por ausencia
de investigaciones de carácter psicológico educativo y social. En realidad, conocemos
muy poco científicamente a nuestros niños y adolescentes, es un reto y una tarea que
tenemos los profesores y los psicólogos.

En la Universidad, el problema es de la misma o mayor gravedad, no se conocen las


características biopsico-sociales del estudiante universitario, partimos por ello del
supuesto de que todos tendrían las mismas condiciones y oportunidades de
aprendizaje, cuando en la realidad esto no es así, el problema es sumamente
complejo o no lo tomamos en cuenta.

En la perspectiva de la reestructuración curricular, debe proyectarse una oficina


destinada al conocimiento y servicio del estudiante de nuestra facultad, que debe tener
como uno de sus objetivos la de conocer en todos sus aspectos a nuestros alumnos,
orientarlos y prestarle el servicio social necesario y oportuno y no cuando los hechos
están consumados.

6. Elaborar el perfil profesional o del egresado

Otro de los pasos importantísimos, para poder formular los objetivos curriculares, es la
de elaborar el perfil profesional (Universidad) o del egresado (para el caso de
educación inicial, primaria o secundaria).

Al elaborar el perfil profesional o del egresado, nos ocupamos en describir cómo será
el alumno producto del sistema para el cual estamos elaborando un currículo. Como
ocurrió en la operación anterior, tendremos ahora también una caracterización, aunque
no como serán probablemente los alumnos, sino de cómo deberán ser los alumnos al
egresar para poder atender las necesidades previamente precisadas.

El perfil profesional o del egresado, es como dicen algunos autores mexicanos, un


"retrato hablado", un dibujo a grandes rasgos con las características principales que ha
adquirido como resultado de haber transitado por un determinado sistema de
enseñanza-aprendizaje.
Es importante enfatizar esto: en el perfil no se describen todas las características que
tendrá el egresado o profesional, sino sólo aquellas que sean el producto de una
transformación intencional que se espera lograr en una institución educativa, para
satisfacer determinadas necesidades, no tiene utilidad, ni sentido, describir
características del egresado o profesional que sean simple consecuencia de un
proceso natural de desarrollo, como sucede con la edad o los cambios físicos de la
adolescencia.

De las características del egresado debe hacerse una descripción general, pero no
ambigua. En el perfil no se entra en detalles, en lo particular, pero se tiene que ser
claro y lo más preciso posible, de suerte que todos podamos entender cómo deberá
ser el egresado. Entre las características más importantes que de él pueden incluirse
en un perfil, están las siguientes:

 Las áreas de conocimiento científico en las que debe tener un dominio, más o
menos completo. Por ejemplo, Didáctica General, Currículo, etc., en el caso
nuestro.
 Lo que será capaz de hacer con ellas, como aplicar la didáctica general o el
currículo en el proceso de enseñanza-aprendizaje y vincularlas con la
investigación y la proyección social.
 Los valores y actitudes que debe asimilar en el aprendizaje y formación
profesional, por ejemplo, forjarles una conciencia crítica, social o de clase para
que coadyuven con la transformación social y/o la de pugnar por el desarrollo de
las comunidades marginales.
 Las destrezas que habrá desarrollado, por ejemplo: habilidad para organizar el
proceso de enseñanza-aprendizaje en grupo de trabajo, habilidad para encontrar
aplicaciones prácticas de conocimientos abstractos.

En suma podemos decir, que un buen perfil profesional o del egresado facilita la tarea,
pero no la sustituye, de definir los objetivos curriculares.

7. Definir los objetivos curriculares

Este último paso, implica una de las decisiones más importantes en el proceso de
elaborar un currículo: la que se refiere a los logros o metas que se van a tratar de
alcanzar, teniendo en cuenta las necesidades existentes, las características del
alumno y el modelo de egresado.

La función de los objetivos curriculares, principalmente, la de orientar, guiar y normar


todas las actividades que conforman un proceso concreto de enseñanza-aprendizaje.
Como la finalidad de éste fundamentalmente, es que se produzcan determinados
aprendizajes, conviene entonces que los objetivos curriculares describan lo que
deberán aprender los educandos el término del proceso y no lo que para ello va a
hacer la institución y/o profesorado.

Los objetivos curriculares, pues, deben ser formulados como objetivos de aprendizaje,
o para decirlo más precisamente, como los objetivos más generales del aprendizaje
que deberá producirse mediante un proceso concreto de enseñanza-aprendizaje.

La claridad y precisión son fundamentalmente en los objetivos curriculares, pero


además deberán ser, en lo posible, evaluables (si bien en forma mediata, indirecta,
dada su generalidad) esto es, ha de preocuparse fijar objetivos de los que sea posible
decidir si se han alcanzado o no.
ORGANIZACIÓN Y SELECCIÓN DE CONTENIDOS CURRICULARES

En la elaboración del currículo intervienen diferentes elementos, contando entre los


principales:

 Diagnóstico.
 Formular los objetivos curriculares.
 Seleccionar y organizar los contenidos.
 Metodología.
 Evaluación.

En nuestro curso, nos vamos a centrar en el estudio, análisis e investigación de uno de


los elementos señalados, que es el correspondiente a los contenidos curriculares y en
uno de sus aspectos, el de su organización; porque a partir del criterio que adoptemos,
se formularán los planes de estudio y se determinará la naturaleza de los cursos o
asignaturas que la formarán.

Este tema muy poca atención ha merecido en nuestro medio y la información


bibliográfica y los estudios sobre el mismo son escasos. Consideramos que la
información teórica mejor sistematizada y actualizada, es la que encontramos en el
libro editado por la UNESCO, titulado PROGRAMAS DE ESTUDIO Y EDUCACIÓN
PERMANENTE, en la tercera parte, referida a los Problemas de Organización de los
contenidos.

5. LAS ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS

5.1. Algunos criterios sobre los métodos


Los métodos reciben, quizá, más atención que cualquier otro elemento del currículo,
tal como lo demuestran los siguientes hechos:

En el periodo de la formación profesional de los futuros docentes, algunos


especialistas y estudiantes consideran que lo único que deben aprender es la
metodología adecuada para desempeñarse eficazmente. Lo mismo sucede en los
cursos de perfeccionamiento, donde los profesores reclaman sólo asignaturas de
metodología.

A pesar de lo señalado, parece haber algunos mal entendidos acerca de los métodos,
su lugar y función en el currículo total.

Tal vez a causa de la atención que se otorga a éstos durante la formación docente,
muchos profesores, lo consideran como el principal elemento curricular. Esta actitud
es alentada por algunas personas que entran en la clase y hacer observaciones sobre
los métodos utilizados. Es verdad que los métodos son probablemente la parte más
obvia del currículo cuando se entra en una escuela, pero no deben juzgarse en forma
aislada su mérito reside en la medida en que faciliten el logro de los objetivos.

Otra creencia común con respecto a los métodos es que uno en particular es el mejor
o correcto. Algunos profesores pueden alegar que "creen en métodos de actividad, de
descubrimiento, formales, informales, etc., cualquiera que sea el significado de éstos
términos, y defender con entusiasmo alguno de ellos.

Nuevamente, el método se toma aquí en forma aislada y se considera como algo que
tiene valor en sí mismo y no con relación a un conjunto de objetivos deseados.
Es posible que ciertas clases de objetivos puedan alcanzarse mejor mediante el uso
de determinados métodos, pero aún debe experimentarse y estudiarse bastante en
este campo en particular. Es probable también que cierta clase de objetivos, como los
que se relacionan con el desarrollo de valores, actitudes, apreciaciones y
sensibilidades, dependan más de los métodos utilizados que el contenido.

Los objetivos influyen en los métodos, el contenido ejerce influencia en éstos, y en la


elección influyen a su vez el profesor, los alumnos, las instalaciones y el ambiente de
la escuela así como el medio social en el cual está inserta.

a) Métodos e hipótesis

Todo método mientras no sea comprobada su eficacia en la práctica debe ser


considerado como una hipótesis. Como todavía no sabemos con exactitud qué
métodos son adecuados para cada objetivo en particular, lo que hacemos al
seleccionar uno o varios es proponer una hipótesis para someterla a la prueba de la
práctica, y sólo en la etapa de evaluación sabremos si tal hipótesis es correcta o no.
En algunos casos, los hallazgos de la investigación pueden señalar métodos
potencialmente fructíferos.

Este aspecto, no es lo suficientemente comprendido por los profesores y se convierte


en uno de los canales de penetración ideológica y de reforzamiento de nuestra
dependencia cultural, por cuanto somos proclives a importar métodos e
implementarlos en forma mecánica a nuestra realidad y en contra de las
características de nuestros alumnos. No creamos métodos propios o los adaptamos a
nuestra realidad previo trabajo de investigación, simplemente nos limitamos a importar
los métodos de moda, eficaces posiblemente a otras realidades pero no para la
nuestra.

b) Variedad, flexibilidad y selección de métodos

Así como una serie de objetivos pueden alcanzarse a través de un contenido diferente,
así también métodos diversos sirven para los mismos objetivos. Esto, proporciona
tanto al profesor como a los alumnos la oportunidad de obtener variedad, flexibilidad y
selección. Esto significa también, que el profesor debe tener la oportunidad de contar
con una diversidad de métodos para que pueda seleccionarlos o utilizarlos con
flexibilidad.

Además debemos tener en cuenta que no todos los alumnos aprenden con la
aplicación de un sólo método. Debe tenerse en cuenta que por las características que
ofrecen los niños de un centro urbano por ejemplo y los de un medio rural, exigen la
necesidad de aplicar métodos adecuados a su realidad y personalidad.

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