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3. ASPECTOS CONCEPTUALES
3.1. DIARREA
Diarrea deriva del griego “diarrhoia” que significa fluir a través de. Se define como la
aparición de tres o más deposiciones líquidas al día o como deposiciones mal formadas con un
volumen superior a 250 g al día. Se debe generalmente a un trastorno del transporte de agua en el
intestino que lleva a un exceso acuoso en las heces. Es un signo que revela una alteración
fisiopatológica de una o varias funciones del intestino (secreción, digestión, absorción o motilidad).
En la práctica clínica, la diarrea se clasifica según su duración en: aguda (< 14 días), persistente (14-
(OMS/OPS) definen la diarrea aguda como tres o más evacuaciones liquidas o semilíquidas en 24
horas o de al menos una con presencia de elementos anormales (moco, sangre o pus), durante un
La mayoría de las diarreas agudas son autolimitadas, de corta evolución y generalmente presentan
un comienzo brusco. Este tipo de diarreas puede ser provocado por distintas etiologías. Así, cabe
Fuente: Farreras
La causa más frecuente de diarrea aguda es infecciosa, en su mayoría de etiología viral. La diarrea
acuosa es la forma clínica más frecuente, siendo su presentación no exclusiva ni característica para
microorganismos causantes de diarrea aguda varíen de acuerdo a la edad del paciente, la región
Un caso muy típico de diarrea infecciosa es la diarrea del viajero. Se trata de un proceso infeccioso,
de carácter leve en la mayor parte de los casos, que se presenta en viajeros que se desplazan desde
países desarrollados a otros con menor grado de desarrollo. Suele ser causada por bacterias
Es la diarrea de más de treinta días de evolución, las causas son muy variadas y dependen
de la edad del paciente. Es recurrente, observada en casos de sensibilidad al gluten, fibrosis quística
o desordenes metabólicos hereditarios. Así mismo, su pronóstico es muy variable, por lo que
Fuente: Farreras
4. EPIDEMIOLOGÍA
La diarrea aguda constituye la octava causa de muerte en todas las edades a nivel mundial, y la
tercera causa de pérdida de calidad de vida. Constituye además una causa importante de absentismo
En EUA los microorganismos aislados más frecuentes en adultos son Norovirus (58%), seguido
por Salmonella spp. no tifoidea (11%), Clostridium perfringens (10%) y Campylobacter spp. (9%).
Además, se la considera como la segunda causa de muerte en niños menores de cinco años muy
a pesar de ser enfermedades prevenibles y tratables. Los niños malnutridos o inmunodeprimidos son
los que presentan mayor riesgo de enfermedad diarreica potencialmente mortal. La falta de lactancia
materna exclusiva, aumenta la probabilidad de diarrea 4,62 veces. La ausencia total de lactancia
materna durante los primeros seis meses aumenta la frecuencia de diarreas hasta 10 veces en los
menores de 6 meses, y esta falla posterior a los 6 hasta los 23 meses aumenta el riesgo de padecer de
diarrea hasta 2,18 veces más que los niños que reciben leche materna.
La principal causa de diarrea aguda son las infecciones entéricas. En nuestro medio la principal
etiología en la edad infantil es la vírica, pudiendo ser los agentes bacterianos los predominantes en
determinadas épocas del año y en niños mayores. Se han definido cuatro grandes categorías de estos
virus: rotavirus, astrovirus, adenovirus entéricos y calicivirus humanos. Los dos agentes etiológicos
más comunes de diarrea en la infancia en los países en desarrollo son el Rotavirus y la Echerichia
coli, según los informes de la OMS. Se estima que el Rotavirus causa 28% de la diarrea severa, y
resultan en casi 10 millones de episodios severos y más de 193.000 muertes a escala global. El 72%
de las muertes asociadas a diarrea ocurren antes de los 2 años de edad. Desde la incorporación de la
vacuna contra Rotavirus en los programas nacionales con cobertura universal, se ha observado una
reducción significativa de la mortalidad y las hospitalizaciones por diarreas; hay evidencia que
sugiere protección de rebaño. Los adenovirus entéricos, calicivirus y astrovirus producen un cuadro
En este escenario, la diarrea aguda por rotavirus trae graves consecuencias como trastornos en el
desarrollo de talla y peso, pero además afecta la maduración del SNC que tiene lugar los primeros 5
años de edad, por lo tanto, se crea un círculo vicioso en aquellos infantes con estado nutricional por
debajo de los percentiles establecidos, que a su vez estarán propensos a infecciones de distintas
etiologías ya que poseen una respuesta inmune carente de los mecanismos propios para defenderse de
estos microorganismos. En Europa es la patología más frecuente en el niño sano, estimándose una
Mientras que la diarrea del viajero afecta al 20-50% de las personas que viajan a zonas tropicales
prevalencia de 22%.
Tiene una prevalencia de 3-5% en la población adulta, y es una de las entidades con el
diagnóstico diferencial más amplio, ya que puede ser secundaria a causas tan heterogéneas como
efecto secundario de medicamentos, enfermedades estructurales del intestino delgado y/o colon,
neoplásicos, o bien como parte de un trastorno funcional intestinal como diarrea funcional o
5. DIAGNÓSTICO
complementaria.
(acuosa), forma clínica más frecuente y su cuadro suele durar alrededor de siete días e
Medios de diagnostico
diarrea aguda Imagen 5.
2. Examen físico
El objetivo primario del examen físico en pacientes que se presentan con diarrea aguda es la evalua
realizar un examen físico, tomandose en cuenta que esta enfermedad puede ser un signo o síntoma
que se relaciona con trastornos extraintestinales como otitis media, neumonía, infección urinaria,
Hay afectación del estado general, particularmente por la deshidratación y por la conocida acción
de las toxinas sobre el sistema nervioso central y sobre distintos órganos. Pueden existir diferencias
• Coproanálisis
• Coprocultivo
microscópico.
En el análisis químico se determina el pH, cuyo nivel normal está alrededor de 6,5. En la
mayoría de los estados secretores, una cantidad sustancial de bicarbonato permanece en
el agua fecal, lo cual mantiene el pH cercano a la neutralidad 7.0. Los pacientes que
ingieren carbonato de calcio, óxido de magnesio o durante la antibioticoterapia, pueden
presentar heces ligeramente alcalinas. Un pH fecal bajo sugiere malabsorción de hidratos
de carbono, y se pueden detectar pH iguales o inferiores a 5.5. La determinación de
electrólitos en heces (sodio y potasio) es muy valiosa en pacientes con diarrea acuosa. Si
las concentraciones de estos electrolitos son elevadas, el agua en heces aumenta, debido a
un defecto en la absorción neta de electrólitos (diarrea secretora). Si las concentraciones
de electrólitos son bajas, se retiene un exceso de agua en heces intraluminal debido a la
presencia de alguna otra sustancia osmótica activa (diarrea osmótica). Esta relación
puede cuantificarse calculando el gradiente osmótico (GAP fecal) de las heces por medio
de la siguiente ecuación:
Un valor igual o inferior a 50 mOsm/kg indica que la mayor parte de la osmolalidad del
agua fecal se debe a electrólitos y, por tanto, se trata de una diarrea secretora con sodio
fecal > 60-70 mEq/L. Un gradiente osmótico fecal superior a 100 mOsm/kg es
compatible con bajas concentraciones de electrólitos en agua fecal, y es la conformación
de una diarrea osmótica con sodio fecal bajo, por lo general muy inferior a 60 mEq/L.
Pueden observarse valores intermedios en los procesos mixtos, como ejemplo: síndrome
de intestino corto y enfermedad celíaca.
rápido de los pacientes infectados para limitar la extensión de un brote, disminuir el número
de diarreas de origen desconocido y de pruebas complementarias como el coprocultivo. Las
pruebas de diagnóstico rápido se basan en tres técnicas inmunológicas: aglutinación con látex,
ELISA e inmunocromatografía.
mucosa intestinal y puedan llevar a diarrea con sangre. Es una indicación formal en algunos
grupos que, por edad, patología o inmunocompromiso, se consideran de alto riesgo, tales
entre otros.
La diarrea crónica (que persiste >6 semanas) es con más frecuencia consecutiva a un trastorno
En la mayoría de los pacientes con diarrea crónica, la exploración física suele ser anodina.
Ocasionalmente puede aportar datos que sugieren una enfermedad sistémica asociada. El
examen de la piel puede mostrar palidez importante secundaria a anemia, hiperqueratosis por
observa en pacientes con hepatopatía y en procesos que afectan de forma extensa al intestino
delgado (p. ej., enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn). La glositis es una manifestación
hierro.
Debido a una larga lista de diagnósticos diferenciales de la diarrea crónica, la evaluación de e
stos pacientes es más compleja, teniendo en cuenta su tipo como lo muestra en la Imagen 8.
pruebas diagnósticas dirigidas al sitio de origen y mecanismo (s) fisiopatológico (s). Existen por
histológicos que nos pueden orientar, y en la mayoría de los casos diagnosticar la causa de la
misma
2. Análisis de las heces
Las muestras de materia fecal recolectadas de forma aleatoria pueden someterse a la detecci
ón de sangre, pus, grasa, microorganismos, pH, concentración de electrólitos y minerales, y
laxantes.
3. Sangre oculta en heces
La utilidad del guayaco en la evaluación de la diarrea crónica no se halla bien establecida ya
El método estándar para detectar los leucocitos en heces es la tinción de Wright, cuya precis
ión depende en primera instancia de la experiencia del observador.
5. Coprocultivo
Debido a que las infecciones bacterianas rara vez son la causa de la diarrea crónica en pacient
es inmunocompetentes, los coprocultivos de rutina nosuelen obtenerse de pacientes con diarre
a crónica; sin embargo, al menos un coprocultivo debe realizarse en algún punto de la evaluac
ión de estos pacientes.
6. Análisis y recolección de heces de manera cuantitativa
Recolección de heces:
La recolección de heces en 48 a 72 h es útil en la evaluación del paciente con diarrea cr
ónica.
Peso de la materia fecal
Electrólitos fecales
Osmolaridad del líquido fecal
pH fecal
Grasa fecal
Pruebas cualitativas para carbohidratos
Identificación de laxantes
7. Análisis de sangre y orina
Beta carotenos
Polipéptido intestinal vasoactivo y otras hormonas peptídicas
Otras pruebas serológicas:
En laImagen9 se describen las pruebas serológicas útiles
en pacientes con diarrea crónica.
Las pruebas de absorción de monosacáridos se utilizan para distinguir defectos absortivos
en la mucosa intestinal de los defectos digestivospancreáticos en los pacientes con malabsor
ción.
Dxilosa:
Prueba de Schilling:
Sales biliares
Imagen 10. Pruebas de aliento que pueden ser aplicadas a pacientes con diarrea crónica
Pruebas para demostrar malabsorción de carbohidratos
Pruebas para demostrar sobrecrecimiento bacteriano
9. Exámenes endoscópicos
Colonoscopia/ileoscopia
Endoscopia
Videocápsula endoscópica
Enteroscopia
10. Histológico
Biopsia±inmunohistoquímica
11. Radiológico
Los estudios radiográficos baritados pueden ser útiles en algunas circunstancias en la evalua
ción diagnóstica del paciente con diarrea crónica.Permiten visualizar los cambios anatómico
s.
12. Angiografía mesentérica
6. TRATAMIENTO
La diarrea aguda es un proceso que no requiere ninguna actuación diagnóstica, y que tampoco
suficiente de líquido para no deshidratarse. Si los vómitos o las diarreas son tan intensos que el
paciente no puede mantener una ingesta adecuada de líquidos, es importante acudir a su médico
para que se valore la posibilidad de ingreso que permita la hidratación por vía intravenosa.
Otros motivos por los que los pacientes con diarrea aguda deben consultar con su médico son
la fiebre elevada, la presencia de sangre en las heces, el dolor abdominal muy intenso o
Rehidratación oral
Una vez diagnosticada la diarrea, la primera medida que debe adoptarse es la rehidratación por
vía oral. La deshidratación es frecuente en niños y ancianos. Para rehidratar se recomiendan las
soluciones de rehidratación oral, cuya utilización esta basada en el hecho de que los
mecanismos de absorción activa del sodio permanecen indemnes, o al menos muy eficaces, en
todos los tipos de diarrea aguda.
Estos mecanismos pueden ser estimulados por numerosos nutrientes (glucosa, galactosa, glicina
y péptidos), de tal manera que la absorción de sodio y glucosa se ve facilitada por la presencia
conjunta de ambos elementos en la luz intestinal.
La alimentación del paciente con diarrea ha de seguir unas normas dietéticas bastante precisas,
con el objetivo de reducir la duración y las molestias del episodio. Requiere la prohibición de
determinados alimentos Imagen 13. y la reintroducción progresiva de otros. Se pueden
establecer las siguientes fases en la dieta antidiarreica:
Se irá añadiendo progresivamente arroz hervido, pollo, manzana sin piel, pescados hervidos,
jamón York y pan blanco tostado.
Tratamiento Farmacológico
Antidiarreicos
dosis de 4 mg iniciales, seguida de 2 mg después de cada evacuación (máximo 16 m
g/24 h), que frena los movimientos del intestino y permite que el paciente pueda
El subsalicilato de bismuto es seguro y eficaz en el tratamiento de la diarrea infeccio
sa bacteriana; estimula la reabsorción de sodio y agua en elintestino y tiene un efecto
directo antibacteriano. Dos tabletas o 30 ml cuatro veces al día reducen los síntomas
en estos pacientes, así como el vómito.
Antibioticoterapia
El tratamiento con antibióticos es empírico. Casi todas las diarreas se resuelven en fo
rma espontánea en pocos días, por lo que el tratamiento con
antibióticos no está indicado en todos los pacientes. Solamente se recomienda en dia
rrea moderada a avanzada, con fiebre, tenesmo, heces con
sangre y la presencia de leucocitos en moco fecal, mientras se obtiene el resultado de
l cultivo.
Los medicamentos de elección son las fluoroquinolonas (ciprofloxacina 500 mg, ofloxacina
400 mg, norfloxacina 400 mg dos veces al día) durante 5 a 7 días.
Medicamentos alternativos pueden ser trimetoprimasulfametoxazol 160/800 mg dos veces a
l día, eritromicina 250500 mg cuatro veces al día,
metronidazol 250 mg tres veces al día en un lapso de siete días.
Los últimos fármacos autorizados para el tratamiento sintomático complementario de las di
arreas agudas son los inhibidores selectivos de la
encefalinasa, la enzima que degrada a las encefalinas, por lo que reduce la secreción de agua
y electrólitos a la luz intestinal.
El tratamiento debe ser etiológico si es posible e incluir terapia nutricional para evitar o corregir la
malnutrición. Se deben evitar dietas incorrectas (hipocalóricas, desequilibradas o que favorezcan la
persistencia de la diarrea).
Es importante observar las siguientes pautas de actuación, en las que también incidirá el pediatra:
Retirar los zumos de frutas, especialmente los comerciales, por el elevado contenido de azúcares,
que pueden ser mal tolerados en la diarrea crónica. Se aconsejará otro tipo de alimentos más
nutritivos.
Intentar que la dieta sea equilibrada y proporcione las calorías adecuadas. No emplear dietas
restrictivas.
Otras recomendaciones
De cara al abordaje terapéutico, el pediatra decidirá qué medidas adoptar, a sabiendas de que:
En los casos de diarrea de comienzo en la época neonatal o con importante repercusión, se puede
necesitar nutrición parenteral o enteral.
En lactantes menores de 12 meses, si las características de la diarrea sugieren una intolerancia a
hidratos de carbono (deposiciones ácidas, liquidas, ruidosas, irritación perianal) pueden emplearse
fórmulas sin lactosa.
Si hay sospecha de sobredesarrollo bacteriano o de parasitosis intestinales, puede ser útil el empleo
de metronidazol por vía oral.
Si el cuadro es compatible con una diarrea crónica inespecífica, convendrá instaurar una dieta
variada y equilibrada. Restringir el consumo de zumos e incrementar la grasa de la dieta.
MEDICACIÓN
Probioticos : Hay evidencia limitada de que los probióticos sean efectivos en el tratamiento
de la diarrea crónica
Antidiarreicos: No se recomiendan su uso de rutina, sin embargo pueden tener utilidad en
casos de diarrea crónica con diagnóstico etiológico establecido (Ej. Síndrome del intestino
irritable) y administrandose siempre bajo supervisión cuidadosa. Loperamida : 0.4–0.8
mg/kg/day (VO) dividido en 4 dosis (máx.: 8 mg/ día)
Somatostatina: La somatostatina u octreotide (análogo sintético) se puede administrar en
enfermedades con diarreas secretoras severas al ser un medicamento que produce efectos
antidiarreicos y antisecretores al actuar sobre receptores específicos de somatostatina.
- En adultos se recomienda el inicio de octreotida a 100–150 mcg / dosis tres veces al día
por vía subcutánea, o a 25–50 mcg / h, por vía intravenosa en infusión continua.
- Sin embargo, en pediatria una relación dosis respuesta no se ha establecido.
La dosis 1– 2 μg/kg/h (EV) por 2–5 dias es segura
BIBLIOGRAFÍA
Básica:
1. Kasper, Dennis L. Harrison Principios de medicina interna. 19th. ed. México D.F. -
México: McGraw-Hill; 2016
Complementaria:
CONSTANCIA