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De: Jose, con cariño

Para: Luisa y su tarea.

Para entender la crucifixión vayamos por partes, primero ¿Qué es la crucifixión?


La crucifixión es un método de ejecución en el que la persona condenada a muerte es atada
o clavada a un madero, normalmente desnudo. Su origen comenzó en Persia y Alejandro
Magno fue quien la introdujo al mundo egipcio y cartago, por su parte los romanos
perfeccionaron la crucifixión. La persona crucificada es dejada en el madero hasta su
muerte por el agotamiento físico y la asfixia. He aquí una palabra clave y centrales en este
estudio de la fisiología de la crucifixión, “la asfixia”. A continuación, nos centraremos a
exponer los tipos de crucifixión, en qué consiste y cómo afecta la crucifixión al organismo,
así como los casos más famosos del mundo y las posibles causas de muerte por asfixia
según la interpretación médica de fuentes confiables como la Asociación Médica
estadounidense o la Revisa de Medicina y Salud Pública de puerto rico.

TIPOS DE CRUCIFIXIÓN
Los personajes que sufrieron crucifixiones de varios tipos son:

 San Andrés en una Crux decusata


 Jesucristo de Nazareth crucificado posiblemente en una Crux Commisa o Immisa.
 El apóstol Pedro crucificado en una Crux Sancti Petri.
 6000 seguidores de Espartaco
 Los 26 mártires de Japón, un grupo de clérigos y laicos, tanto japoneses como
extranjeros en 1597 en Nagasaki
 Eulalia de Barcelona, no se ha verificado del todo, pero cuenta la leyenda de una
niña de 13 años que durante la persecución de los cristianos fue torturada trece
veces.
 En 1860 un sirviente japonés de 25 años llamado Sokichi fue condenado a la
crucifixión en la era Meiji por un asesinato que cometió.

Las partes de la Crux Commisa son el patíbulo y el estipe


CASO DE CRISTO Y CÓMO AFECTÓ LA CRUCIFIXIÓN AL ORGANISMO

La vulnerabilidad de Jesús previa a la crucifixión por la hematidrosis y su fisiología

Un día antes de la crucifixión se describe un evento en el capítulo de Lucas 22:43


donde dice "Y le sobrevino un sudor como de gotas de sangre que caían hasta el suelo", lo
que según esta referencia podemos identificar como hematidrosis. Fisiológicamente se
debe a la congestión vascular capilar debido a la presión arterial lo que causa hemorragias
en los capilares de la membrana basal de la piel llegando hasta las glándulas sudoríparas,
luego la sangre se mezcla con el sudor y brota por la piel. Se produce por un debilitamiento
físico y un estado de estrés muy alto por lo que la glándula suprarrenal aumenta los niveles
de cortisol. La piel se vuelve frágil y tierna lo que lo pondría en un estado susceptible para
el siguiente evento: La flagelación.

Poca energía

Después de esta primera situación de angustia es sometido a un ayuno que se estima


fue desde las 9 de la noche hasta las 9 de la mañana, aunque no se tiene precisión de estos
datos, desde ese momento hasta la crucifixión Jesús caminó largas distancias mientras se
trasladaba a los diferentes sitios donde se realizaban los juicios. Todo lo anterior como la
angustia, la hematidrosis va a provocar un aumento del metabolismo en su fase
metabólica, es decir un consumo de energía, principalmente glucógeno y en lo que se
acabara se iba a comenzar a consumir las proteínas del cuerpo. En condiciones normales
este mismo puede estimar la redistribución del líquido intracelular al espacio extracelular,
es decir la piel de paciente se vuelve frágil a cualquier trauma. Es importante considerar la
pérdida calórica de todo este proceso en días previos por las fiestas de la pascua que en
ocasiones se consumía un pan sin levadura.

Flagelación y las lesiones


anatómicas

Posteriormente a la sentencia
se envía a Jesús a ser flagelado antes
de la crucifixión. Las flagelaciones
eran azotes y golpes con un látigo de cuero estaba trenzado con bolas de metal y
fragmentos de hueso de oveja.

La persona era desnudada y atada a un palo de madera. Las bolas de hierro causaban
contusiones, hematomas, y los
fragmentos de hueso de ovejas
desgarraban la piel y el tejido
celular subcutáneo.

La piel del dorso de Jesús


debió acabar triturada quedado
al descubierto los músculos del
dorso como el trapecio, el dorsal
ancho, incluso se ha descrito que
los latigazos ocasionaban
exposición de la espina dorsal además que la flagelación era continua y se llegaban a
desgarran los tendones. En algunas ocasiones las víctimas eran golpeadas tan severamente
con el látigo que sus intestinos y vasos sanguíneos quedaban al descubierto. Esa flagelación
tuvo que dejar a Jesús en estado crítico por masiva pérdida de sangre que vislumbraba un
escenario de shock circulatorio. Según la pérdida de sangre durante la flagelación
determinaba cuánto tiempo podría sobrevivir la persona en la cruz. Recordemos los
aspectos fisiológicos de la pérdida de sangre, supongamos que Jesús era de corpulencia
media, es decir, pesaba 70 kg y medía 1.75 m de estatura, su volumen circulante debía ser
entre 4.5 y 5.5 litros, y hasta ahora habría perdido del 10 a 12% del total de su sangre,
añadido al ayuno, su angustia, estrés y falta de sueño. En este momento podríamos decir
que se encuentra en la fase 1 del shock hipovolémico.
Para continuar con el
castigo se relata que los romanos
le incrustaron una corona
entretejida con espinas en la
cabeza. Pese a la apariencia fuerte
del cuero cabelludo presenta una
sensibilidad de dolor altísima,
tenemos 140 puntos de
sensibilidad al dolor por cm2, también la zona posee alto número de vasos sanguíneos de tal
forma que un gran número de nervios puede verse afectado. La corona de espinas debe
haber causado un dolor altísimo y sangrado.

Acto siguiente lo obligan a caminar 600 a 650 metros cargando el patíbulo que
aproximadamente pesaba entre 34 a 57 kg, aunado a su pérdida de sangre se explica por
qué en el trayecto se desmayó bajo el peso de la cruz que los romanos le obligaron a cargar,
debido a la hipovolemia, deshidratación y falta de alimentación, aunque es importante
destacar que la ley establecía que en el sitio de la ejecución a la persona se daba vino
mezclado con mirra como un analgésico y Jesús lo rechazó pudiendo así aliviar su
sufrimiento. También hay que considerar el hecho que los riñones dejan de producir orina
para mantener el volumen restante y las personas empiezan a sentir una sed intensa.

Crucifixión: una lenta y agónica muerte por asfixia


La persona era clavada (aunque se cree que
en ocasiones también los amarraban) con los
brazos extendidos, pero no tensos de tal forma que
pudiera flexionarlos. Las muñecas eran clavadas
en el patíbulo (un tronco de madera colocado
horizontalmente en relación al estipe). De esta
forma los clavos de un centímetro eran puestos
aproximadamente entre el radio y los
metacarpianos o entre las dos filas de los carpianos
en un espacio conocido en la anatomía antigua
como el Espacio de Destot, ocasionando lesiones contusivas. En este espacio habría unas
graves lesiones por parte del nervio cubital y mediano. El pulgar comúnmente se flexiona
por la falta de inervación parte de la rama motora del nervio mediano, por ende, tendríamos
una mano en garra.

Contrario a las teorías


de que se clavaban en los
metacarpianos por la forma en
que se ha representado en
pinturas, se ha demostrado que
los ligamentos en los huesos de
la muñeca pueden soportar el
peso del cuerpo, pero las
palmas de las manos no. Otra
teoría establece tenían que
añadir cuerdas para que no se
fueran hacia adelante y por
ende murieran rápidamente, sin embargo también se refuta esta teoría con la idea de que se
enterraran los clavos por el dorso y no por la cara anterior de la muñeca, colocando las
manos por detrás de que los clavos y apoyándose sobre la cara posterior del patíbulo. Ya
sea atravesando el retináculo flexor de la mano y los ligamentos intercarpianos, esto
ocasionaba que se asegurara el cuerpo, pero hacía que las manos se desgarraran fácilmente
porque no eran puntos de soporte totalmente fuertes y la tracción ocasionaría irritación.
Esto sin contar que podría haber lesiones de la arteria cubital o radial, el nervio radial,
mediano o cubital produciendo enormes descargas de dolor y sangrado importante.

Si como suponemos, Jesucristo fue clavado en el suelo al momento de levantarlo


todo su organismo sufrió una tremenda trepidación, al levantar la cruz y entrar en el agujero
cavado en la tierra. El dolor de las heridas provocadas por el clavo abarcaría toda la gama y
muchos de los tipos de dolores descritos:

 Fulgurantes: que es muy intenso.


 Lancinantes: sensación de dolor agudo de gran intensidad, limitado a una
zona o punto concreto. Dolor profundo, sensación de opresión.
 Terebrantes: Dícese del dolor que produce sensación semejante a la que
resultaría de taladrar la parte dolorida.
 Contusivos: dolor constante en un tejido orgánico sin herida exterior
 Gravativos: experiencia con sensación de pesadez.
 Tensivos: experiencia con sensación de distensión.
 Constrictivos: que tiene la capacidad o posibilidad de constreñir
(inmovilizante)
 Pulsátiles: como pulsos o golpes

En cuanto a los pies, los clavos se clavaban aproximadamente entre los


metatarsianos de cada pie o en ocasiones en pies juntos, con posible lesión del nervio
peroneo profundo y ramificaciones de los nervios medianos y laterales de la planta del pie.

Una vez levantada la cruz el peso corporal que atrae hacia abajo los pulmones hace
que sea más difícil levantar las costillas para respirar, en otras palabras según la Revista de
Medicina y Salud Pública de Puerto rico dice "el peso del cuerpo jalado hacia abajo, con
los brazos y hombros extendidos, tendían a fijar los músculos intercostales a un estado de
inhalación y por consiguiente afectando la exhalación pasiva, De esta manera la
exhalación era primeramente diafragmática y la respiración muy leve. Esta forma de
respiración no era suficiente y pronto produciría, retención de CO2 (hipercapnia)".
Conforme se iba disminuyendo la frecuencia respiratoria entra en un estado llamado
acidosis respiratoria, es decir cuando el dióxido de carbono de la sangre se disuelve con el
ácido carbónico lo que produce un aumento notable en la acidez de la sangre llevando a que
el pulso sea irregular. Todo el estrés de los músculos del pecho bloquea los pulmones
impidiendo la respiración, así que para poder exhalar tenía que hacer muchos esfuerzos
para apoyarse en sus pies, flexionar sus brazos, levantarse con las muñecas y los pies
clavados mientras la espalda destrozada rozaba contra la madera de la cruz, después se
dejaría caer de nuevo para que la exhalación se produjera y poder volver a inhalar.

La duración de una persona en la cruz oscilaba entre las 3 horas como mínimo hasta
3 días que ha sido los casos con más tiempo descritos según Josefo y también teniendo en
cuenta el nivel de flagelación de cada persona, pero aún si no había flagelación en el
condenado los soldados podían acelerar la muerte rompiendo las piernas impidiendo que la
persona se soportara con ellos para respirar.

Complementando
lo anteriormente expuesto,
la Revista puertorriqueña
describe:

"El desarrollo de
calambres musculares o
contracturas tetánicas
debido a la fatiga y la
hipercapnia afectaron aún
más la respiración. Una
exhalación adecuada
requería que se
incorporara el cuerpo
empujándolo hacia arriba
con los pies y flexionando
los codos, aduciendo los
hombros. Esta maniobra
colocaría el peso total del
cuerpo en los tarsales y causaría tremendo dolor. Más aún, la flexión de los codos
causaría rotación en las muñecas en torno a los clavos de hierro y provocaría enorme
dolor a través de los nervios lacerados. El levantar el cuerpo rasparía dolorosamente la
espalda contra el estipe."

A esto se le suma el dolor emocional que ocasionaba ver que una muchedumbre que
se regocijaba con ver aquel sufrimiento y el dolor en la mirada de su madre y amigos. Se
trata de un tremendo impacto psicológico que habría puesto su sistema nervioso al máximo
nivel de actividad en conjunto con el sistema nervioso autónomo y el sistema nervioso
simpático.

Todo este arduo proceso tenía que hacerlo una y otra vez "hasta que se volvería
agonizante" y finalmente le sería imposible debido al agotamiento físico. "Eventualmente
llevaría a la asfixia y finalmente a su fallecimiento".

Controversias diagnósticas de la etiología de la asfixia de Jesús

Como mencioné anteriormente, poco antes de la muerte, según era costumbre romana a los
condenados se les hacía el latín crurifragium, un maltrato adicional para acelerar la muerte
que consistía en quebrar las piernas a golpes, sin embargo, el caso de Jesús fue una
excepción a la regla, ya que los soldados al verlo muerto no lo vieron necesario y
decidieron entonces por costumbre para asegurarse de su muerte traspasarle con una lanza
hacia el corazón a través del costado derecho del pecho, y de cuyo acto se narra un dato
interesante Juan 19:34: "pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, luego
salió sangre y agua", Según Stefano Sacá, Médico forense en Turín, Italia, se le conoce
comúnmente como sangre aireada, es decir la sangre se divide en un componente más
graso y uno que no. Esto nos indica que es una lesión post morten, por lo tanto, el impacto
recibido en el costado fue posterior a su muerte. La interpretación médica debido a la
evidencia histórica y el conocimiento de la anatomía ha traído ciertas controversias, por un
lado, quizás en el estado de hipovolemia e insuficiencia cardíaca se habrían empezado a
desarrollar derrames pleurales y pericárdicos y el líquido que describen como “sangre y
agua” sea nada más que sangre y líquido pleural, sin embargo, el líquido pleural es
amarillo claro lo que haría poco probable esta hipótesis. Se cree también que la sangre
pudiera haber provenido de la aurícula o ventrículo derecho, pero mencionar cuatro
interesantes proposiciones diagnósticas según este hecho:

1. El Pericardio debió haber sido perforado por la lanza

2. Quizás se perforó el ventrículo o aurícula derecha.


3. Se había producido un hemo pericardio postraumático o por una ruptura del
miocardio

4. La sangre y agua representaba fluido de pleura y pericardio.

En algunas ocasiones los infartos o fallos renales también son causas de muerte en
las crucifixiones, algunos teóricos sostienen que Jesús muriera de un infarto, diciendo que
tras el martirio de los azotes y la crucifixión asociado a la hipovolemia y un estado de
coagulación alterada se pudieran haber formado unas vegetaciones friables de fibrina y
plaquetas en la válvula aortica o mitras, que se pudieran haber desprendido impactando en
la circulación coronaria causando un infarto agudo de miocardio, sin embargo en mi
opinión es la explicación menos probable, ya que en el relato histórico los testigos afirman
que Jesús gritó unas últimas palabras y luego exhaló, pudiendo concordar más con muerte
por asfixia.

Todos los casos más fiables concluyen en el diagnóstico de muerte por asfixia
causado debido a la poli contusión, politraumatismo, hemorragias internas y agotamiento
físico que impidió finalmente la respiración.

Cristo pronunció sólo 7 frases en la cruz, cortas y lacónicas las cuales debieron haber sido
difíciles de pronunciar y dolorosas. Horas de dolor sin límites, ciclos de calambres que le
retuercen las coyunturas y asfixia parcial intermitente mientras el tejido fino de su espalda
se desgarra contra la cruz áspera. Empieza entonces otra agonía, un dolor profundo e
intenso en el pecho cuando el pericardio se llena lentamente de líquido y comprime al
corazón que como recordaremos el pericardio está altamente inervado. El fluido de los
tejidos finos ha alcanzado un nivel crítico y el corazón comprimido está luchando por
bombear sangre espesa dentro del tejido fino. Los pulmones torturados están haciendo un
esfuerzo frenético para obtener dosis pequeñas de aire. El tejido fino deshidratado manda
otra tormenta de estímulos al cerebro.

PERSONAS QUE SOBREVIVIERON A UNA CRUCIFIXIÓN

Flavio Josefo, historiado judío-romano que nació en Jerusalén, narró que tres de sus
amigos que fueron crucificados. No dice cuánto tiempo estuvieron en la cruz, pero él
intervino, hablando con el comandante romano, que ordenó que los tres fueran quitados de
allí inmediatamente y les proporcionó la mejor atención médica que Roma podía ofrecer.
Sin embargo, dos murieron. Así que aún bajo las mejores condiciones, era muy improbable
que una víctima sobreviviera a una crucifixión.

En el año 63 a.C. Josefo también describió una crónica en la que una persona
sobrevivió 3 días en una cruz. Las autoridades romanas se quedaron sorprendidas y
ordenaron que lo bajaran.

Referencias

https://medicinaysaludpublica.com/noticias/general/la-fisiologia-de-la-muerte-de-jesus/
1929 Revista Medicina y Salud Pública. Puertorico

William D. Edwards, et Al. On the Physical Death of Jesus Christ. Article of the American
Medical Association. March 21, 1986.
History Channel. Fisiología de la Crucifixión. https://www.youtube.com/watch?
v=qVzWIQ7guOU

https://www.youtube.com/watch?v=nXMynldIvvU

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