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Juicio Oral

SENTENCIA No.: 266/2019


JUICIO No.: 003645-ORM6-2018-LB
VOTO No.: 266/2019
TRIBUNAL NACIONAL LABORAL DE APELACIÓN. Managua, cuatro de abril del dos
mil diecinueve. Las once y veinte minutos de la mañana.
VISTOS RESULTAS:
Ante el Juzgado Tercero de Distrito del Trabajo y de la Seguridad Social de Managua,
compareció el Licenciado MARIO RAFAEL MALESPIN MARTINEZ en su calidad de
Apoderado General Judicial de los señores: 1) EDUARDO JOSÉ LÓPEZ MOYA, 2)
EDGAR ANTONIO AGUILERA FLORES, 3) ROSA EMILIA ROCHA DÁVILA, 4)
FRANK JAVIER MERCADO REYES, 5) MARÍA CONCEPCIÓN CHAVARRÍA
MARTÍNEZ, 6) CARLOS ANTONIO ESPINOZA GUERRERO, 7) JASSON
ALEXANDER CASTRO CRUZ, 8) CÉSAR ANTONIO MURILLO GUZMÁN, 9)
ELEAZAR JOSÉ TINOCO VELÁSQUEZ, 10) JAIRO RAFAEL NÚÑEZ ALEMÁN, 11)
ARMANDO JOSÉ MENDIETA, 12) GALVIN ALEXANDER PERALTA MANZANARES,
13) MARÍA LUISA MOJICA, 14) ALEJANDRO JOSÉ CUBILLO AGUILAR, 15)
MARTHA CELIA MERCADO, 16) FRANCISCO ELISEO MAIRENA CASTILLO, 17)
JAVIER ALEXANDER RODRÍGUEZ, 18) JORGE ANTONIO MARTÍNEZ HERNÁNDEZ,
19) OSWALDO ENRIQUE SÁNCHEZ MORALES, 20) MELBA ISABEL SÁNCHEZ
SOLÍS, 21) MARLON EUSEBIO NAVARRETE MENDOZA, 22) ELIO CÉSAR RIVAS
LÓPEZ, 23) ARMENGOL ANTONIO SÁNCHEZ y 24) TANIA ARACELLY MORALES
CRUZ, interponiendo demanda laboral con acción de Nulidad de las suspensiones de
los contratos de trabajo por tres meses sin goce de salario, pagos de salarios y
beneficios contemplados en la convención colectiva, en contra de la COMPAÑÍA
HOTELERA DE NICARAGUA S. A., conocida como “HOTEL CROWNE PLAZA,
MANAGUA” Representada por el señor Leandro Bertolotto Villalon. Transcurridas las
distintas fases procesales el Juzgado A-quo dictó sentencia de las cinco y veintiséis
minutos de la tarde del veintiuno de septiembre del año dos mil dieciocho, en la que
declara sin lugar la acción incoada. Por no estar de acuerdo con dicha resolución
apeló la parte actora, recurso que fue admitido y tramitado, por lo que fueron
remitidas las presentes diligencias a este Tribunal Nacional; y siendo el caso de
resolver;
SE CONSIDERA:
I.
DE LOS AGRAVIOS EXPRESADOS: Este Tribunal Nacional procederá en virtud del
recurso de apelación interpuesto a revisar el proceso en los puntos de la resolución
que causen agravio a la parte apelante. Los agravios esgrimidos por el Licenciado
MARIO RAFAEL MALESPIN MARTINEZ en su calidad de Apoderado General Judicial
de los demandantes, pueden sintetizarse de la manera siguiente: a) Le agravia que
en ninguna de las partes del fallo recurrido se estableció la situación legal de la
trabajadora TANIA ARACELLY MORALES CRUZ, quien también figura como parte
actora. b) Le agravia que el Judicial de primera instancia haya declarado inadmisible
la modificación de la demanda planteada, misma que fue propuesta en base al arto.
90 numeral 1 de la Ley 815, la que no venía a ocasionar una modificación sustancial
del objeto de la demanda. c) Que le perjudican los hechos probados 1 y 2 del fallo
apelado, pues no fue demostrada la concurrencia del caso fortuito o bien fuerza
mayor en el caso de autos, pues las causales alegadas no propiciaron la inmediata
suspensión de los contratos de trabajo. d) Que le agravia que el A Quo haya cometido
un error de derecho al confundir la comprobación que debe realizar la autoridad
administrativa laboral del caso fortuito o la fuerza mayor, de conformidad con lo
establecido en el literal d) del art. 38 C.T., con los hechos objeto de prueba que
establece el numeral 1 del art. 52 de la Ley 815, al no haberse sometido para su
debida comprobación ante la autoridad laboral las suspensiones de los contratos
respectivos. e) Le agravia que el A Quo no efectuó una diferenciación entre el caso
fortuito y la fuerza mayor, ni determinó cual de las dos figuras operó en la presente
causa. Señala que en lo concreto no estamos en presencia de ninguna de las dos
causales apuntadas, pues las suspensiones de los contratos de sus representados no
acaeció de forma inmediata a los sucesos del mes de abril del año dos mil dieciocho,
además que la empresa demandada no ha suspendido de forma total sus
operaciones. f) Le agravia que las causales de caso fortuito y fuerza mayor no fueron
debidamente comprobadas ante el MITRAB a través del Procedimiento Administrativo
Laboral Oral. Amparado en tales consideraciones, pretende que el fallo de primera
instancia sea revocado.-
II.-
DE LA ANÓMALA AMPLIACIÓN O MODIFICACIÓN A LA DEMANDA PRETENDIDA
POR LA PARTE ACTORA. Iniciando el estudio del caso de autos, antes que nada
este Tribunal debe subsanar una cometida por él A Quo, esto en relación a la
demandante TANIA ARACELLY MORALES CRUZ, quien efectivamente no asoma en el
fallo recurrido como tal, cuando fue plenamente aceptada por la demandada la
relación laboral que existió entre ella y entidad emplazada, por lo tanto, deberá
establecerse sin mayores proemios, que el fallo que emita este Tribunal le será
vinculante, enmendándose así la imprevisión antedicha. Ahora bien, en un segundo
escenario, encontramos que la representación legal de los demandantes al momento
de ratificar su demanda en la audiencia de juicio (Minuto 19:43 en adelante),
pretendió ampliar o modificar la misma, procurando incorporar al proceso 11
suspensiones adicionales de los contratos de trabajo sin goce de salario por otros
tres meses, notificadas a once de los demandantes; sin más que decir, considera este
Tribunal que la ampliación de demanda propiamente dicha, debe realizarse dentro del
plazo no superior a cinco días después de la interposición de la demanda, de
conformidad con el Arto. 78 de la Ley N° 815, lo cual así fue explicado por este
Tribunal en un caso similar, a través de la SENTENCIA N° 800/2016, de las nueve y
cincuenta y cinco minutos de la mañana, del treinta de junio del año dos mil dieciséis,
en donde se expuso en lo pertinente, lo siguiente: “…Aclara además este Tribunal,
que la rectificación de demanda visible a folio 6 es extemporánea, al haberse
entablado fuera del término a que alude el Art. 78 de la Ley N° 815; disposición
que reza: “…Ampliación, corrección o reforma El demandante, en el término no
superior a cinco días posteriores a la interposición de la demanda, podrá
ampliar, corregir, aclarar o reformar la demanda. Igualmente la ampliación se
podrá realizar en la oportunidad procesal de la subsanación…”, no siendo
posible acoger los agravios aquí esgrimidos al respecto…” (Fin de la inserción).
De manera que esa particular ampliación pretendida es improcedente por
extemporánea, no solo por la disposición jurisprudencial antes citada, sino por
la preclusión procesal a que alude el Arto. 21 de la Ley N° 815 que instaura: “…
Los plazos son preclusivos e improrrogables, pudiendo no obstante
interrumpirse y también suspenderse los términos en casos de fuerza mayor que
impida cumplirlos…”; de tal manera que los agravios formulados en lo concreto
resultan notoriamente improcedentes, y así se declaran.-
III.-
EN LO QUE HACE A LA SUSPENSIÓN COLECTIVA DE TRABAJO: CASO FORTUITO
Y FUERZA MAYOR. Mientras dure el contrato de trabajo no es raro que una de las
partes se vea circunstancialmente impedida de ejecutar sus obligaciones. Ello se
explica teniendo en cuenta que las tareas deben ser cumplidas en forma personal y
de forma sucesiva. Tal exigencia determina que por razones de orden biológico social
o patológicas, en algún momento el trabajador se vea impedido de cumplir la función
fundamental emergente del contrato. Paralelamente pueden presentarse
impedimentos también transitorios de lado patronal o por eventualidades que
determinan otras causas de interrupción. La suspensión del contrato del trabajo es
una institución muy particular del Derecho del Trabajo, creado para garantizar el
mantenimiento de la relación laboral ante situaciones que de forma temporal impiden
su ejecución. Esta figura tiene su fundamento en el carácter tutelar del Derecho del
Trabajo y pretende evitar que ante la imposibilidad del cumplimiento de la obligación
principal por el trabajador y en algunos casos del empleador, el contrato se extinga
como ocurriría de aplicarse las reglas generales en materia de contratos. Así para
Guillermo Cabanellas “La suspensión de la relación de trabajo constituye una
situación de excepción en virtud de la cual ésta deja de ejecutarse durante
cierto tiempo.” (El contrato de trabajo T.III. P. 27/ Cabanellas). En ese mismo
sentido el tratadista Mario de la Cueva asegura que la suspensión “es el conjunto de
normas que señalan las causas justificadas de incumplimiento temporal de las
obligaciones de los trabajadores y de los patronos y los efectos que se
producen.”; otros autores opinan que la suspensión de la relación laboral no es más
que una medida preventiva de que dispone el empleador y que le permite la ley, para
que cesen temporalmente las labores en la empresa, con el fin de evitar el
desequilibrio financiero de la empresa, provocados fundamentalmente por razones
ajenas a su voluntad y la estabilidad laboral. La suspensión entonces, salvaguarda la
continuidad de la relación contractual, evitar una ruptura definitiva cuando sobreviene
una causa suficiente y justificada que impide transitoriamente su cumplimiento, esto
es, permitir que el contrato sufra una interrupción pasajera e incumplimiento de las
obligaciones contractuales o convencionales sin afectar su subsistencia esencial, es
decir que no afecta a la existencia, sino a la ejecución del contrato. En nuestro
ordenamiento jurídico el arto. 35 del C.T., define la suspensión como “La
interrupción temporal de la ejecución del Contrato de trabajo. La suspensión
puede provenir de cualquiera de las partes y no extingue la relación jurídica
establecida”; es decir, a como ya lo establecen los conceptos doctrinales citados, la
suspensión no extingue la relación laboral, pero por regla general, cesa
temporalmente el cumplimiento de las obligaciones principales de las partes, y en tal
sentido la de prestar el servicio por el trabajador y la de pagar el salario por el
empleador, porque las prestaciones sociales se siguen acumulando mientras pende la
suspensión. El arto. 36 C.T., establece que la suspensión puede ser parcial o total
en lo que se refiere a las obligaciones fundamentales del contrato o relación de
trabajo, y puede ser individual o colectiva en lo que se refiere a la cantidad de
trabajadores involucrados. El artículo anterior, nos expone una clasificación de la
suspensión del contrato de trabajo desde dos aspectos principales. Que
posteriormente en los artos. 37 y 38 C.T. aborda de forma separada; en lo concreto
nos compete analizar de forma exclusiva la suspensión colectiva de trabajo y
determinar la procedencia de las quejas esgrimidas por la parte apelante, ya
especificadas en el Considerando I de la presente sentencia; comprobar si las
suspensiones acontecidas el quince de mayo del año dos mil dieciocho en la
COMPAÑÍA HOTELERA DE NICARAGUA S.A, deben ser revocadas o bien, si estas se
llevaron conforme a ley expresa. Entonces entremos en materia, cuando la
suspensión obedece a razones económicas estamos frente a una suspensión
colectiva de trabajo propiamente dicho. Nuestra legislación laboral solo contempla la
suspensión colectiva por razones no imputables al empleador; se acepta
generalizadamente que el empleador pueda cesar las labores y eximirse del pago de
remuneraciones cuando existe una causa económica que lo justifica. En tales casos,
se suelen exigir como requisitos el que se trate de una interrupción por periodo corto
y preciso, la previa demostración de la causa y, sobre todo, la no responsabilidad o
inimputabilidad del empleador. El arto. 38. C.T., funda: “Se considera suspensión
colectiva la que afecta a una parte o a la totalidad de los trabajadores de una
empresa o lugar de trabajo por una de las siguientes causas no imputables al
empleador: a) La falta de materia prima; b) El cierre de la empresa o centro de
trabajo ordenado por autoridad competente de acuerdo a razones preventivas o
correctivas de higiene y seguridad; c) El cierre temporal de la empresa o centro
de trabajo por razones técnicas o económicas; d) La fuerza mayor o caso
fortuito, cuando traigan como consecuencia necesaria, inmediata y directa la
suspensión del trabajo. Para toda suspensión colectiva se procurará el mutuo
consentimiento del empleador y los trabajadores a través de una comisión
bipartita. Salvo el caso fortuito o la fuerza mayor no imputables al empleador y
debidamente comprobado, toda suspensión colectiva deberá ser autorizada de
previo por el Ministerio del Trabajo por intermedio de las Inspectorías
Departamentales del Trabajo, las que darán audiencia a los trabajadores y al
empleador, o sus representantes legales, debiendo pronunciarse sobre la
suspensión dentro de los siguientes seis días de solicitada, si existe o no causa
justificada para la misma. Autorizada la suspensión, el empleador pagará seis
días de salario a los trabajadores.”. En el caso del in. d) son conceptos del derecho
común (fuerza mayor o caso fortuito), que en el derecho laboral son tomados sin
alteración. Antiguamente se hacía mayor distinción entre estos términos, pero
actualmente solo se atiende a sus efectos que, para el caso, son los mismos: El
impedimento a la ejecución del contrato derivado de un hecho imprevisible e
inevitable. En el caso de autos, penetrar de forma insondable en los conceptos del
caso fortuito y fuerza mayor lo consideramos innecesario; de forma somera diremos
que un caso fortuito existe cuando el suceso que impide el cumplimiento de la
obligación, no era previsible usando de una diligencia normal, pero, de haberse
podido evitar, se habría evitado. Doctrinalmente, en Derecho, el caso fortuito es el
escalón posterior a la fuerza mayor, que es aquel evento que no pudo ser previsto ni
que, de haberlo sido, podría haberse evitado. La ley habitualmente les da un
tratamiento similar, e incluso a veces confunde ambos casos; por lo tanto, sabemos
que a partir del dieciocho de abril del año dos mil dieciocho se vivió en todo el
territorio nacional un evento de fuerza mayor, de amplio conocimiento por todos;
teniendo en cuenta esta circunstancia, debemos definir el debate principal formulando
la siguiente interrogante ¿Es necesario que el empleador acuda previamente ante la
autoridad administrativa a pedir la suspensión colectiva del contrato de trabajo en
causas donde haya operado la fuerza mayor? Es criterio de este órgano colegiado
que dicha autorización no es necesaria. Nuestra legislación laboral, a la que ya
hemos hecho alusión (arto. 38 inciso d) C.T) establece una enunciación fundamental
cuando se habla de “caso fortuito o fuerza mayor”, como es que el hecho que causa o
motiva la suspensión es imprevisible, irresistible, ocurre de manera inesperada sin
que medie la voluntad del empleador, y por ello el legislador optó por liberar o relevar
al empleador de acudir al Ministerio del Trabajo, previo a suspender los contratos de
Trabajo, estableciendo claramente la excepción, prescribiendo en el párrafo final del
arto. 38 CT precitado que dice: “Salvo el caso fortuito o la fuerza mayor no
imputables al empleador y “debidamente comprobado”, toda suspensión colectiva
deberá ser autorizada de previo por el Ministerio del Trabajo. En este mandato legal
encontramos dos circunstancias especialísimas: a) que para que esta causal opere,
no es necesaria la autorización del Ministerio del trabajo y b) que el caso fortuito o la
fuerza mayor deben ser situaciones debidamente comprobadas. Al respecto, es
evidente que frente al caso fortuito y la fuera mayor, el legislador reconoce que las
causa y su gravedad son evidentes e inmediatas, por lo que libera al empleador de
solicitar autorización previa. En cuanto al inciso b), el legislador deja a salvo el
derecho del o los afectados de esclarecer o demandar en caso que consideren que el
empleador no tenía fundamento para alegar el caso fortuito o fuerza mayor, por lo
que de conformidad con los arts. 15 Al 160 Cn, tienen el derecho de acudir a la
justicia ordinaria, instancia en la que se podrían requerir las pruebas cuando el caso
fortuito o fuerza mayor se circunscriben al ámbito de la empresa y no son del dominio
público o aplicarse el Art. 52 de la ley 815 que releva a las partes de demostrar los
hechos notorios. Y debemos destacar, que las suspensiones ejecutadas no fueron
unilaterales, de previo a establecer tal medida la patronal se reunió con la estructura
sindical respectiva en dos ocasiones, los días once y quince de mayo del año dos mil
dieciocho (folios 402-407) para valorar las medidas a considerar; por tal razón,
consideramos que es atinada la resolución del Judicial de primera instancia, siendo
improcedentes los agravios formulados en lo particular por la representación de los
demandante; no quedando más que declarar sin lugar el presente recurso de
apelación.-
POR TANTO.
En base a lo considerado, disposiciones legales citadas y Artos. 129, 158, 159 Cn.,
Ley No. 815, Artos. 120, 128, 134, Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad
Social, 1 y 2 LOPJ, este Tribunal, RESUELVE. 1.- No Ha Lugar al Recurso de
Apelación interpuesto por el Licenciado MARIO RAFAEL MALESPIN MARTINEZ en su
calidad de Apoderado General Judicial de los señores: 1) EDUARDO JOSÉ LÓPEZ
MOYA, 2) EDGAR ANTONIO AGUILERA FLORES, 3) ROSA EMILIA ROCHA DÁVILA,
4) FRANK JAVIER MERCADO REYES, 5) MARÍA CONCEPCIÓN CHAVARRÍA
MARTÍNEZ, 6) CARLOS ANTONIO ESPINOZA GUERRERO, 7) JASSON ALEXANDER
CASTRO CRUZ, 8) CÉSAR ANTONIO MURILLO GUZMÁN, 9) ELEAZAR JOSÉ
TINOCO VELÁSQUEZ, 10) JAIRO RAFAEL NÚÑEZ ALEMÁN, 11) ARMANDO JOSÉ
MENDIETA, 12) GALVIN ALEXANDER PERALTA MANZANARES, 13) MARÍA LUISA
MOJICA, 14) ALEJANDRO JOSÉ CUBILLO AGUILAR, 15) MARTHA CELIA MERCADO,
16) FRANCISCO ELISEO MAIRENA CASTILLO, 17) JAVIER ALEXANDER
RODRÍGUEZ, 18) JORGE ANTONIO MARTÍNEZ HERNÁNDEZ, 19) OSWALDO
ENRIQUE SÁNCHEZ MORALES, 20) MELBA ISABEL SÁNCHEZ SOLÍS, 21) MARLON
EUSEBIO NAVARRETE MENDOZA, 22) ELIO CÉSAR RIVAS LÓPEZ, 23) ARMENGOL
ANTONIO SÁNCHEZ y 24) TANIA ARACELLY MORALES CRUZ, en contra de la
Sentencia de las cinco y veintiséis minutos de la tarde del veintiuno de septiembre
del año dos mil dieciocho, dictada por el Juzgado Tercero de Distrito del Trabajo y de
la Seguridad Social de Managua, la que se confirma íntegramente.- 2.- No hay
costas. Cópiese, notifíquese y con testimonio concertado de lo resuelto, vuelvan las
diligencias a su lugar de origen.-

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