Está en la página 1de 7

Huelga y daños

Autor:
Raffaghelli, Luis A.

Cita: RC D 252/2023

Subtítulo:

Análisis judicial del piquete como medida directa de acción sindical - Estado de la cuestión

Encabezado:

No hay demasiados precedentes jurisprudenciales -en comparación con otros casos- vinculados con la huelga,
sus posibles consecuencias, los límites a su ejercicio, la intervención del fuero penal en los hechos y la posible
colisión entre la jerarquía axiológica de las normas constitucionales en juego. Sin embargo, en los últimos
tiempos la justicia civil se ha pronunciado con criterios no siempre concordantes, a lo que se suma el surgimiento
de algunas voces empresarias que pueden implicar, si progresan, un cercenamiento del derecho tutelado por la
Constitución Nacional y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

Sumario:

1. Las circunstancias del caso. 2. La decisión. 3. Consideraciones sobre el pronunciamiento. 4. Otros fallos
judiciales. 5. Debate sin clausura.

Huelga y daños

1. Las circunstancias del caso

Una importante batalla judicial vinculada con aspectos de las relaciones colectivas del trabajo se dio en la causa
"Terminal 6 S.A. y otros c/ Federación de Trabajadores y otros s/ Ordinario", 21-25344128-0, de trámite por ante
el Juzgado de 1ra. Instancia Civil y Comercial de 1ra. Nominación de San Lorenzo, Provincia de Santa Fe, que
dictó sentencia el día 01/12/2021, confirmada por la Sala IV de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial de
Rosario en la sentencia del día 29/06/2023.

Las empresas actoras T6 Industrial S.A. y Terminal 6 S.A. realizan molienda, producción de biodiesel, glicerina
refinada y actividad portuaria en la Provincia de Santa Fe.

La integración mayoritaria de las actoras se compone con Aceitera General Deheza S.A. y Bunge S.A.

El personal de T6 Industrial S.A. se encuentra nucleado en el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del
Departamento San Lorenzo (SOEA).

Reclaman las empresas actoras contra el sindicato de 2° grado demandado la suma de $ 8.083.601,10 en
concepto de indemnización por daños y perjuicios, basada en el ejercicio ilegal del derecho de huelga, con
fundamento en los arts. 1716, 1717 y 1740 Código Civil y Comercial y otras de orden penal.

Afirman que, sin representación alguna sobre su personal, la demandada Federación de Trabajadores del
Complejo Industrial Oleaginoso, Desmontadores de Algodón y Afines de la República Argentina, instaló un
piquete el 25/05/2015 que mantuvo por cuatro días, al que consideraron ilegítimo.

Señalan que las consecuencias de dicho obrar sindical fue impedir la labor de las plantas, paralizando el ingreso
y egreso del ferrocarril, desproveyendo a las plantas de guardias mínimas e imposibilitando carga y descarga de

1/7
buques, camiones y afines, con amenazas a los empleados que intentaran entrar a la planta o flanquear el
piquete.

Agregan que fracasó el pedido de intervención de la gendarmería nacional y fuerzas policiales provinciales.

La demandada contesta la acción negando la pretensión actora, manifestando que ante el vencimiento del
acuerdo salarial en marzo de 2015 se iniciaron gestiones para la renovación sin respuestas de las empresas aquí
actoras, lo que determinó el inicio del reclamo ante el Ministerio de Trabajo, siguiendo el procedimiento legal
reglado.

Ante su fracaso se inició una huelga que concluyó en un acuerdo con las cámaras a las que pertenecen las
actoras, con aumento salarial, obteniendo homologación del MTEySS n° 1518 que contribuyó a la paz social.

Agregan que el impedimento de circular por el Río Paraná de buques vinculados con la operatoria de las actoras
se debió a un varamiento de tres buques de gran porte en San Pedro por responsabilidad de una naviera.

2. La decisión

En los considerandos de la resolución el Juez de grado Dr. Alejandro M. ANDINO, para subsumir los hechos en
las normas, analiza el reclamo de la indemnización por responsabilidad civil, basada en el abuso o exceso de los
límites del derecho de huelga, partiendo del reconocimiento de la huelga que basó el reclamo actor.

Memora que resulta coincidente en la doctrina nacional y comparada que el daño del uso normal del derecho de
huelga no genera responsabilidad. Tiene por probado que luego de la huelga se acordó un aumento de salarios
aplicable al universo laboral representado por la accionada.

Señala que "... La declaración de ilegalidad de una medida de fuerza, huelga, por parte de la autoridad
administrativa importa una apreciación del poder administrador que no es vinculante para el poder judicial..."
aclarando que resulta inaplicable la doctrina del Plenario 93 de la CNT en "Navarro, Ángel c/ Cervecería Quilmes"
con sólidos fundamentos que detalla:

a) El citado fallo plenario es anterior a la Ley de Contrato de Trabajo to. L. 20744, que excluía como justa causa
de despido la participación de los trabajadores en la huelga (art. 243 derogado por la regla estatal 21297 del
poder de facto);

b) Los arts. 17 y 81 de la Ley de Contrato de Trabajo excluyen toda discriminación por razones gremiales;

c) La aplicación de sanciones discriminatorias con motivo de medidas de fuerza deben considerarse excluidas,
atento a lo normado por los arts. 1 de la Ley 23592 y 53, inc. j) de la Ley sindical 23551.

Reafirma que el ejercicio del derecho de huelga adquiere crecientemente mayor amplitud, con una evolución
legal que elimina restricciones, que no hubo declaración de ilegalidad, elementos todos que tiene en cuenta para
evaluar si existió abuso del derecho de huelga en el caso, por lo que adelanta que no existe responsabilidad civil
y no se alegó por la parte actora la existencia de supuestos de limitación al ejercicio del derecho en cuestión, ni
tampoco un caso de servicios esenciales, por lo que los recaudos de índole sustancial no se vieron incumplidos
en autos.

Tampoco se vieron inobservados los de índole formal, provenientes de lo que el magistrado llama el
sometimiento del ejercicio de la huelga al procedimiento conciliatorio con cita de doctrina especializada.

Por ello concluye que no se entienden violados los límites de razonabilidad del ejercicio del derecho de
huelga, "no existiendo abuso, pues se trata de un caso que conforme la sana crítica se desarrolló, además, de
forma habitual conforme una serie que en forma simplificada, reseñamos como: reclamo, conciliación, huelga,
acuerdo. La modalidad de piquete y demás desarrollado, son descriptos en el corpus de la huelga por la doctrina
y las consecuencias económicas, no escapan a la idea de daño justificado por el ejercicio del derecho de

2/7
huelga...".

En cuanto al aspecto penal señala que al momento de la sentencia no había decisión final de la justicia de ese
fuero ni se ven configuradas las directrices trazadas en la materia por el Superior Tribunal de Santa Fe en cuanto
a que la huelga no "obstaculiza" la sanción legal de conductas extralimitadas al ejercicio de tal derecho.

Deja en claro que las alegaciones de violencia física son difusas, insuficientes ya que consisten en calificaciones
jurídicas o adjetivaciones, que no concuerdan con el relato de los hechos y la prueba, siendo asimismo
incumplidoras de la carga de alegación, y además, adolecen de prueba que las respalde.

Descarta la violación de límites o fuente de antijuridicidad como presupuesto de responsabilidad civil por lo cual
no prospera la pretensión.

La sentencia de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial Sala IV de Rosario rechaza los recursos de
nulidad y apelación interpuestos por la parte actora, quedando firme por tanto la sentencia de grado.

En la primera cuestión, el Tribunal de Apelación, integrado por los Dres. Juan J. Bentolila, Iván D. Kvasina y la
Dra. Jessica M. Cinalli, establece que no se verifican irregularidades u omisiones en el procedimiento seguido
que autoricen la declaración oficiosa de nulidad por lo que se rechaza el planteo. Luego analiza la queja
articulada por la apelante actora, que cuestiona el fallo de grado en tanto concluyó que los hechos ocurridos
configuraron una huelga regular (descartando así el ejercicio abusivo de tal derecho constitucional),
desconsiderando que se trataba de un conflicto en el que intervenían terceros ajenos a la reclamante y
desconociendo la existencia de un daño indemnizable.

Luego advierte que no surge de la prueba rendida la aludida ilegitimidad en el reclamo de los trabajadores, no
surgiendo de las constancias producidas en la causa la existencia de actos que hubiesen excedido el ejercicio
regular de la huelga, para lo cual relevan la prueba documental y testimonial obrante en la causa. Arriba a la
convicción de que los hechos de violencia denunciados no lucen avalados por las probanzas rendidas por lo que
no puede concluirse sin más el carácter ilegítimo de la huelga... Y que la medida fue temporalmente acotada y se
verificó la posibilidad de ingreso a la guardia mínima a la que el notario actuante alude.

Por tanto el tribunal por unanimidad rechaza también el segundo recurso planteado por la actora, con costas.

3. Consideraciones sobre el pronunciamiento

Tanto el Juzgado Civil de 1ra. instancia de San Lorenzo como la Cámara de Apelaciones de Rosario rechazan la
demanda de daños y perjuicios incoada por la empresa demandante, fundados en cuestiones de hecho y prueba,
cabe aclararlo.

Sin embargo, es necesario también destacar que ambos organismos judiciales transitan consideraciones
doctrinarias y jurisprudenciales vinculadas con el ejercicio del derecho de huelga, sus límites, excesos y abusos
que, en mi criterio son relevantes para casos análogos.

Transcriben criterios excelentes[1] sobre el derecho de huelga, sus limitaciones sustanciales y formales que
consideran no acreditadas en la causa.

La primera referida a supuestos en que el ejercicio del derecho de huelga compromete actividades consideradas
servicios esenciales y la segunda, a los trámites conciliatorios instrumentados por el Ministerio de Trabajo, el
procedimiento conciliatorio, conforme a la L. 14786, considerando que no se verificó en la causa que los límites
apuntados fueran transgredidos.

Luego cita un aporte[2] importante de lo que se considera daño "razonable" en esta cuestión, definido como
aquel "que resulta ocasionado por los trabajadores con su no hacer, es decir, con su abstención de trabajar",
situación que ilustra con el siguiente ejemplo: "si a un empleador que debe efectuar una importante entrega de
bombas hidráulicas a un comprador del exterior se le declara, en el preciso momento de la entrega, una huelga

3/7
por incumplimiento de las condiciones de trabajo, la imposibilidad del empleador de realizar la entrega
comprometida en tiempo y forma, debe considerarse una consecuencia razonable de la falta de trabajo, y el
perjuicio que pueda sufrir debe considerarse que forma parte de la dinámica del conflicto. Si por el contrario, el
daño provocado consiste en la destrucción de máquinas, mercaderías o materias primas, allí juega la
responsabilidad individual de los trabajadores que llevaron a cabo la conducta que originó ese daño, que carece
de justificación..."[3].

Aplicando las reglas de la sana crítica consideró el juez de grado, en criterio confirmado por el tribunal de
apelación interviniente que no existió abuso, cumpliéndose el conflicto dentro de los cánones normales del
conflicto, agregando que "...l a modalidad de piquete y demás desarrollada, son descriptos en el corpus de la
huelga por la doctrina, y las consecuencias económicas no escapan a la idea de daño justificado por ejercicio de
derecho de huelga...".

También valora la falta de una decisión en la causa penal y que no hay colisión con la preeminencia de la
eventual sentencia penal, apoyada en doctrina del Superior Tribunal de Santa Fe.

Por su parte, el tribunal de apelaciones interviniente dijo que el único extremo acreditado en las actuaciones fue
el bloqueo parcial de ingresos -sin violencia-, con lo cual no puede concluirse, sin más, el carácter ilegítimo de la
huelga, como podría ser "... impedir de modo permanente al empleador el ejercicio de su actividad productiva o
comercial, puesto que la mera dificultad de lograrlo o la imposibilidad temporaria, con motivo de la adopción de
vías de acción directa es, precisamente, el fin propio de la medida de fuerza ya que se verificó la posibilidad de
ingreso a la guardia mínima a la que el notario actuante alude...".

Reconoce el concepto de huelga como "todo tipo de perturbación concertada colectivamente del proceso de
producción, de las que la cesación del trabajo con abandono del centro laboral sería seguramente paradigmática,
pero no excluyente...", mencionando que en la actualidad la protesta social consiste en bloqueos como el
denunciado en autos y que podrían ser considerados ilegales sólo cuando dejaren de ser pacíficas con
fundamento en calificadas opiniones de la doctrina laboral especializada[4].

4. Otros fallos judiciales

El tema en análisis llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación por una cuestión de competencia, a
comienzos de la década de los sesenta. En la causa "Ducilo SAIC c/ AOT - Asociación Obrera Textil" (1/06/1962)
estableció que era la justicia del trabajo de la capital el tribunal competente para entender en la causa en que se
reclama el resarcimiento de los perjuicios ocasionados por una huelga, en un momento histórico muy particular
de notable alza del movimiento huelguístico nacional, con distintas tipologías de acción directa de los
sindicatos[5].

Aída Kemelmajer señala con claridad y precisión que "... el difícil equilibrio entre todos los intereses en juego
puede encontrarse en una fórmula, similar a la de la ley francesa de octubre de 1982, pero que, además de
declarar la procedibilidad de las acciones tendientes a reparar los daños causados por una infracción penal o por
hechos manifiestamente separables del ejercicio del derecho de huelga, agregue los provenientes del ejercicio
irregular del referido derecho", en el trabajo antes citado, apoyada en calificada doctrina laboral[6].

Otro aporte importante efectúa en el tema Jorge Elizondo[7], quien refiere sentencias y resoluciones de una
buena parte de la justicia federal y tribunales provinciales, que encuadran las luchas obreras y populares en
figuras del Código Penal (artículo 181: "Usurpación", artículo 158: "Violencia sobre otro para compelerlo a tomar
parte en una huelga", artículo 194: "Obstrucción de las vías de comunicación", etc. ); y en muchos casos el
artículo 149 bis, 2° párrafo del Código Penal: Amenazas coactivas.

En una reciente causa in re "Crown Casino S.A. c/ Sindicato de Empleados de Casinos de Neuquén y Río Negro
y otros s/ Daños y perjuicios" tramitada por ante el Juzgado n° 1 Civil, Comercial, Minería y Sucesiones de
Cipolletti, Provincia de Río Negro, de fecha 05/04/2021, el sindicato demandado fue condenado a pagarle a la
empresa actora la suma de $ 15,5 millones en concepto de daños y perjuicios, al considerar que los
representantes sindicales y un grupo de trabajadores impidieron el acceso al trabajo de los empleados que no

4/7
adherían a la medida y al público.

La empresa había despedido a un empleado con causa por haber publicado en su perfil de Facebook noticias
que ella consideraba falsas y calumniosas, lo que motivó el reclamo de su reinstalación por parte del sindicato.

La demandante radicó una denuncia penal, en la que se consideró probado que las autoridades sindicales y los
trabajadores huelguistas impidieron la entrada al casino de otros empleados y de terceros "valiéndose de
diferentes medios de coacción y amenazas".

Condenó personalmente al secretario general del sindicato accionado, por su hecho propio probado en la causa
penal como ejecutor material de los ilícitos según lo previsto en el art. 1071, 1109 y ccds. del Código Civil, Ley
340 y en los términos del art. 902 del mismo código por su mayor responsabilidad en el hecho y sus
consecuencias, por lo que debió extremar su obrar diligente.

Extendió la responsabilidad a la asociación gremial, por los ilícitos que causaron daños al patrimonio del
empleador, pues el movimiento, en las condiciones en que se llevó a cabo, tuvo lugar con la manifiesta
intervención del sindicato en el conflicto suscitado.

En otra causa también reciente caratulada "Lactocrem S.A. c/ ATILRA (Asociación de Trabajadores de la
Industria Lechera de la República Argentina s/ Daños y perjuicios", la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Civil, Sala I, con fecha 09/11/2021 dictó sentencia firmada por el Dr. Juan Pablo Rodríguez y la Dra. Paola
Mariana Guisado.

El caso -anterior a la vigencia del nuevo Código Civil y Comercial- confirmó la sentencia de primera instancia que
se sustentó en la condena penal por amenaza coactiva de personas pertenecientes al sindicato en medio de un
conflicto laboral, acaecido como consecuencia del reclamo de encuadramiento del conjunto de los trabajadores
de la empresa en el Convenio Colectivo N° 2/88 de la Industria Lechera.

Señaló que "el art. 43 del Código Civil (Vélez Sarsfield) establece "... la responsabilidad extracontractual de las
personas jurídicas por los daños causados por quienes las dirijan o administren, sea o no un delito de derecho
criminal, siempre que lo hayan causado en ejercicio o en ocasión de las funciones".

En mi criterio, esta norma que podría ser aplicada a una entidad civil, en modo alguno es compatible con la
facultad de un sindicato de decretar medidas de acción directa, de presión negocial, que en ese marco puedan
provocar daños al sector empresario al que se dirige la medida.

Dijo también la Cámara Nacional Civil que "... el ejercicio del derecho de huelga utilizable analógicamente, no es
absoluto sino que está sujeto a limitaciones, de suerte tal que no implica una libertad plena y absoluta...".

Tuvo por acreditado la existencia de daño a partir de la "afectación del prestigio que la sociedad se había ganado
entre sus clientes, debido al incumplimiento de la entrega", considerando que "el incumplimiento de las
operaciones comerciales ya concertadas, resquebrajara la confianza de algunos clientes y que, esa exclusividad
que en los hechos el prestigio adquirido por la empresa había concitado, cediera a favor de nuevos proveedores,
con quienes se vio involuntariamente obligada a compartir la provisión o comercialización de la misma
mercadería con la que ella opera...".

Como se advierte, el razonamiento de este tribunal civil es diferente a los tribunales de Rosario, con una distinta
valoración de la facultad de ejercicio de la huelga y del perjuicio que provoca y que resulta ínsita en su propia
naturaleza jurídica.

5. Debate sin clausura

El derecho de huelga es una herramienta fáctica, un derecho adjetivo, para obtener, mantener o recuperar
derechos. Es un derecho de la realidad, más que ningún otro de los derechos que puedan enarbolar los
trabajadores. Y la huelga es, en la historia del movimiento obrero, la herramienta por excelencia, con la cual

5/7
obtuvo sus más caras conquistas a través de los convenios colectivos y su propia organización sindical[8].

Conforme a la evolución de los tiempos, la lucha obrera ha utilizado distintas formas de huelgas legitimadas por
acuerdos laborales posteriores o normas legales, a las que entre otras puede citarse el piquete, también
aceptado por la doctrina y la jurisprudencia laboral, como lo memora el reciente fallo que motiva este comentario.

El Comité de Libertad Sindical de la OIT ha destacado desde antiguo que el derecho de huelga es "... uno de los
elementos esenciales del derecho sindical...", al igual que la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y
Recomendaciones que, a partir de 1959, ha sostenido que la prohibición de la huelga constituye una restricción
considerable a los sindicatos para defender los intereses de sus miembros.

La cuestión no es ajena a la norma del art. 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que
incorpora el principio de progresividad y el art. 45 de la Carta de la OEA, que reconoce el derecho de huelga "por
parte de los trabajadores"; la Carta Internacional Americana de Garantías Sociales (Bogotá, 1948) sobre
"Declaración de los derechos sociales del trabajador" que expresa: "los trabajadores tienen derecho a la
huelga" (arts. 26 y 27).

El reconocimiento del derecho de huelga, en su más amplia concepción, surge con claridad de los principios de
libertad sindical consagrados en el Convenio 87 de la OIT (1948) pese a las resistencias del Grupo de
Empleadores de la OIT desde 2012 a la fecha, para incorporarlo en un convenio específico, a lo que no son
ajenos sectores empresarios de nuestro país, como la Unión Industrial Argentina.

Por tanto, una interpretación judicial restrictiva del ejercicio de este derecho garantizado por el art. 14 bis de la
Constitución Nacional y los Tratados Internacionales a ella incorporados por su art. 75, inc. 22 implica enervarle
su energía societal, como también no entender que no existe huelga eficaz si no ocasiona perjuicios materiales al
empleador para provocar la negociación en condiciones más favorables, lo que no implica habilitar conductas
tipificadas como ilícitos penales.

Un claro ejemplo lo constituye la huelga actual de los guionistas de la multimedia a la que se adhirieron actores y
actrices en Los Ángeles, EE.UU. por los residuales del streaming y el uso de la Inteligencia Artificial que las
grandes cadenas del espectáculo no reconocen a este colectivo laboral, por lo que la paralización desde hace
más de cuarenta días les está causando cuatro mil millones de dólares de pérdidas, o la de los trabajadores
de Disney en Francia, o la huelga del mayor grupo periodístico (GANNET). Finalmente tendrán que reconocer
esos reclamos.

Lo cierto es que desde los albores del capitalismo sonaba una famosa canción anónima de los obreros alemanes
que concluía: todas las ruedas se detienen si así lo quiere tu brazo vigoroso, y la detención de la rueda causa
perjuicio, es de la propia naturaleza del derecho ejercido.

El surgimiento de voces como las que expresa el denominado Movimiento Empresarial Anti Bloqueos (MEAB)
lleva directamente a la criminalización de la protesta social, propicia además un embate contra la justicia del
trabajo, que no puede ser aceptado en modo alguno, ya que conduce al directo cercenamiento del derecho de
huelga y la libertad sindical.

Recientemente, con elegante prosa ha dicho Mario Ackerman[9] que "... en un Estado de derecho democrático la
reducción de la litigiosidad no puede lograrse de manera permanente prohibiendo los juicios, cerrando los
tribunales o matando a los abogados, sino identificando y actuando sobre sus causas..." advirtiendo que "... de
cara a las reformas proyectadas y que aparecen hoy en las promesas de las campañas políticas, en las que
ocupa un lugar protagónico la eliminación de los recargos indemnizatorios por irregularidades registrales, solo un
observador extraviado o mal intencionado puede sostener que son aquéllos y no éstas la causa de los reclamos
judiciales...".

Frente a diversas interpretaciones de la justicia civil respecto a un tema tan delicado como la relación entre
huelga y daño que en algunos casos exceden la garantía constitucional de derechos, la justicia laboral tendrá la
oportunidad de reafirmar su postura tutelar histórica.

6/7
Empero al mismo tiempo el actor sindical deberá tomar nota de que el ejercicio de distintas formas de la huelga
sin perder su fuerza y eficacia transformadora no debería implicar hechos que perjudiquen a la organización
sindical y al colectivo laboral.

Recuerdo aquí a modo de cierre algunas de las enseñanzas de R. Capón Filas[10]: "... si bien la huelga y las
medidas de acción directa son reconocidas como derechos constitucionales, muchos doctrinarios y jueces exigen
tantos recaudos que las dificultan o limitan a grado tal que los trabajadores suelen abstenerse de utilizarlas, so
pena de ser sancionados por su causa. Si a esto se añade el temor al despido por huelga con el consiguiente
desempleo, puede suceder que estas manifestaciones de solidaridad activa sean cada vez de menor intensidad
o por el contrario, a causa de la desesperación subyacente, más explosivas...".

[1] García, Héctor Omar, "El Derecho de Huelga", Tratado de Derecho Colectivo del Trabajo, dirección de
Julio C. Simón y coordinación de Leonardo Ambesi, Editorial L.L., Buenos Aires, 2012, T. II; del mismo
autor "La huelga en los servicios esenciales", Obra dirigida por J. Rodríguez Mancini, Editorial Astrea,
Buenos Aires, 2010, T. III.

[2] Rial, Noemí, "El ejercicio del derecho de huelga. La regulación actual", en DT, 2002-B, p. 1698 y ss.

[3] Rial, Noemí, obra citada nota anterior.

[4] Mansueti, Hugo R., Los límites de la huelga, El Dial, 31/08/2016, DC1574. Maza, Miguel A., El derecho
de huelga, su concepto, límites y su improcedente invocación, en Revista de Derecho Laboral, Santa
Fe, Rubinzal Culzoni, 2011-2, pág. 99. Ferreyra, Raúl G., Tensión entre principios constitucionales. A
propósito de los "piquetes" en la vía pública: ¿Abuso o ejercicio regular de los derechos constitucionales
que parecen antagonizar?, El Dial, 19/06/2007, DCB86, punto 2.i. La libertad sindical, Recopilación de
decisiones y principios del CLS del Consejo de Administración de la OIT, 4a. ed., OIT, Ginebra, 1996,
sumarios 496/497. Arese, César, Derecho de los conflictos colectivos de trabajo. La huelga, sus
modalidades, efectos y procesos, Santa Fe, Rubinzal Culzoni, 2011, pág. 132.

[5] Kemelmajer de Carlucci, Aída, "Los Daños producidos por las huelgas en la jurisprudencia posterior a
1990".

[6] López, Justo, Huelga y daño, Doctrina Laboral, Octubre de 1991, Bs. As., ed. Errepar, T. V pág. 781; del
mismo autor. Significado de la constitucionalidad del derecho de huelga, DT 1991-A-535; Martorell,
Ernesto Eduardo, Responsabilidad civil de los sindicatos por las huelgas abusivas, L.L. 1991-A-1021;
Ramírez Bosco, Luis, Derecho de huelga, Bs. As., ed. Hammurabi, 1991, pág. 175; Rodríguez Mancini,
Jorge, Responsabilidad de las asociaciones gremiales de trabajadores, TTS 1991-97.

[7] Elizondo, Jorge, "Criminalización de la huelga y la protesta social", Revista "La Causa Laboral", AAAL
Bs. As. Argentina, Año XIII.

[8] Raffaghelli, Luis, "La huelga. Hecho y Derecho. El caso 'Orellano' de la CSJN. Un pronunciamiento a-
histórico", Bs. As. 26/07/2016, Anexo Libro "Precarización y Juicios Laborales", Editora Platense, junio
2023.

[9] Ackerman, Mario E., "Propuesta novedosa, imaginativa y audaz, para terminar con la diabólica industria
del juicio", Rubinzal Online, www.rubinzalonline.com.ar, RCD 235/2023.

[10] Capón Filas, Rodolfo E., "Protección Constitucional del Trabajo" Ed. Utopía, Bs. As., abril de 2003.

7/7

Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)

También podría gustarte