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II TAREA N°3.

“Analizar los alcances de la legislación penal nacional e


internacional en su lucha por combatir la criminalidad organizada”
I

Dra. Yasmina Riega Virú

2021
INTRODUCCION
A lo largo del tiempo, a nivel mundial un gran número de acontecimientos de índole
violento han venido desarrollándose por generaciones, y es así que el legislador penal ha
tratado de alguna manera de poner freno a estos actos ilícitos mediante la dación de leyes
especiales, y en donde en la mayoría de países, se viene observando que muchas de las
leyes dadas no se dan vasto para dar solución al incremento de acciones delincuenciales
desarrolladas por la criminalidad organizada, que en su afán de obtener lucro cada día
perjudica más a la sociedad y el Estado.
DEFINICION
La adopción de las convenciones y normas internacionales de las Naciones
Unidas ha suministrado el marco de referencia acerca de cómo enfrentar el
problema. En éstas se describen una serie de importantes medidas para controlar
y reducir las actividades delictivas, entre ellas: medidas legislativas para tipificar
los crímenes, fortalecimiento de las autoridades policiales para responder mejor a
los grupos criminales organizados, y la colaboración internacional y regional. Otras
medidas tienen que ver con las disposiciones legales para las victimas reales o
potenciales de las actividades delictivas organizadas: campañas de
concientización, asistencia y protección a las víctimas, y recopilación de datos.

La atención se centra en la cooperación internacional, el fortalecimiento de los


organismos de aplicación de la ley, el aumento del intercambio de información y el
desarrollo de estrategias nacionales contra la criminalidad organizada.

A finales del año 2000, en la ciudad siciliana de Palermo, en Italia, 124 países de
los 189 miembros de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) firmaron la
Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional (en adelante la
Convención). El tratado tiene dos objetivos principales. Uno es eliminar las
diferencias entre los sistemas jurídicos nacionales que en el pasado hubiesen
podido bloquear la asistencia mutua. El segundo es establecer normas para las
leyes domésticas de manera que se pueda combatir con mayor eficacia la
delincuencia organizada. Así, el acuerdo está básicamente orientado a promover
la cooperación en la lucha contra la criminalidad organizada, y en él se
contemplan medidas que los países firmantes pueden adoptar en áreas como la
asistencia legal mutua, el control de la corrupción o el blanqueo de activos.

CONCLUSION
La “lucha contra la criminalidad organizada” se ha convertido en objetivo prioritario
de los sistemas penales de los países desarrollados, que por medio de muy
diversos mecanismos la han ido extendiendo a los países de su área de influencia.
Luego, con demasiada frecuencia se escuchan voces desde lugares muy diversos,
y especialmente del mundo de la política y los medios masivos de comunicación
social, que alertan sobre los peligros del “crimen organizado” y la necesidad de
una respuesta penal “adecuada” a la gravedad del fenómeno.
a nivel internacional es superar las discrepancias legislativas y la cooperación ineficiente
mediante el intercambio de información, las investigaciones conjuntas, y la prestación de
asistencia en procedimientos judiciales.

BIBLIOGRAFIA

Abanto Vásquez, Manuel (2010). «Hacia un nuevo derecho penal de las empresas. Más
allá de la solución penal y meramente administrativa del delito económico». Gaceta Penal
& Procesal Penal, 8, 155-185.

BLAKESLEY, Christopher. (1997). El sistema penal frente al reto del crimen organizado.
Paris: Revue Internationale de Droit Penal.

https://www.marcialpons.es/media/pdf/9789872494193.pdf

http://www.rdpucv.cl/index.php/rderecho/article/viewFile/538/506

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