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En esta lista sólo se mencionan los caracteres de estudio mas corrientes tratando
de dar una explicación sencilla del significado del término o del porqué de la
importancia de algunos de ellos.
Fertilidad:
Producción de leche
Son los kilos de leche producidos en una lactancia, generalmente de 305 días.
Existe una fuerte correlación genética entre este carácter y la producción de grasa con
un valor medio de 0,81. La medida standard del rendimiento lechero se efectúa
mediante el control lechero, registrando el peso de la leche ordeñada durante un día,
mañana y tarde, y una vez cada mes, mezclando muestras de la leche obtenida en
ordeños para efectuar su análisis químico de grasa y en algunos casos de los sólidos no
grasos y proteínas.
Porcentaje de grasa
Rendimiento en grasa
REFERENCIAS:
1 Ganado Holstein. Producción de Leche en Praderas . Holmes y Wilson 1969 de Ed. Acribia.
2 Idem
3 Ídem
56
Persistencia de la lactancia
Longevidad:
Tipo:
Es una idea o patrón de perfección donde se combinan todos los caracteres que
contribuyen a la utilidad del animal para un fin específico. La mayoría de los estudios
entre tipo y producción muestran una correlación fenotípica baja, pero positiva entre
estos caracteres. Las correlaciones genéticas también son muy bajas. El tipo se mide a
través de la calificación lineal del tipo y la evaluación.
Susceptibilidad a la mastitis:
Eficiencia alimenticia:
Eficiencia reproductiva:
CARÁCTER h2 R
Fertilidad:
Peso al nacimiento:
Peso al destete:
Peso postdestete:
Conformación:
Valor de la canal:
Área del ojo del músculo: superficie expresada en cm2 del músculo central del
bife (longíssimus dorsi) sobre la 11º costilla. Se determina por planimetría, ecosonda o
ultrasonido.
GANADO PORCINO
59
Fertilidad:
Conversión alimenticia:
Es la relación que hay entre la cantidad de ración necesaria para producir un kilo
de cerdo vivo. Debe ser inferior a 3,5:1 desde el nacimiento hasta la edad de sacrificio.
Número de pezones:
Debe ser par y mayor a 12, de lo contrario la cerda solo podrá amamantar un
número escaso de lechones. En los machos se considera adecuado 6 o más pares sin
atrofia.
Firmeza de la grasa:
Se refiere a la grasa blanda o dura. Son más duras cuando mayor es el porcentaje
de ácidos grasos saturados.
60
CARÁCTER h2
GANADO OVINO
Fertilidad:
Producción de mellizos
Peso al destete
Está fuertemente influenciado por el sexo, el número de corderos que cría una
oveja y su producción de leche.
Peso postdestete
Vellón:
61
Las ovejas con lana en la cara no pastan bien, requieren atención especial en la
esquila, o una esquila extemporánea.
Pliegues en la piel
CARÁCTER h2 R
Fecundidad 0,20
Número de tetas funcionales 0,20
Producción de mellizos 0,10 65 %
Peso al nacimiento 0,20 32 %
Peso al destete 0,25 43 %
CARACTERES DE LA CANAL
Peso 0,40
Grado de calidad 0,15
Área de lomo 0,25
Rendimiento de la carne magra 0,30
CARACTERES DE LA LANA
VALOR GENETICO
ANTECESORES
DESCENDIENTES
Este método de selección es el más directo de ser aplicado y, tal como dijimos,
el criterio de selección es el propio fenotipo del individuo. Hemos dicho que en el
mejoramiento animal aplicado se utiliza el término Prueba de Comportamiento o Prueba
de Performance.
Está claro que para usar este método de selección debe ser posible medir
directamente en el individuo la característica por la cual se selecciona.
Para conocer el progreso genético o la respuesta
a la selección obtenida a través de este tipo de selección debemos hallar la
correlación entre el valor de cría del individuo y su propio fenotipo. Recordamos que
esta correlación es la raíz cuadrada de la heredabilidad:
rAP = h2 = h
h . i . A
Ga =
I
A S
Como h= y i= obtenemos
P P
h2 . S
Ga =
I
h2 = bAP
65
Por lo tanto, la estimación del valor de cría individual estará dada por:
VCX = h2 (PX - P) + P
Por ejemplo, si un toro tiene una ganancia de peso de 1000 g/día y sus
contemporáneos un promedio de 700 g/día, su valor de cría esperado, si se determinó
una heredabilidad de 0,30 para ese carácter, será:
n . h2
h2n =
1 + (n - 1) r
donde r = repetibilidad
h2n = es la heredabilidad promedio de n medidas
n . h2
VCX = . (PX - P) + P
1 + (n - 1) r
n . h2
rAPn =
1 + (n - 1) r
rAC . i . A
G =
I
n
* h * i * A
1 (n 1)r
G
I
se piensa que un animal con buen pedigree es genéticamente superior a otro sin
ascendencia conocida. Desde hace tiempo existen los registros de ascendencia y
descendencia que proporcionan únicamente datos sobre parentesco.
Para que el pedigree pueda servir como herramienta en la selección, es necesario
que, además, haya registros de producción de los antepasados y que estos registros no
sean absolutos (por ejemplo, tal toro que producía 5000 kg de leche) sino que
representen las diferencias de producción o comportamiento de esos antepasados en
comparaciones con sus contemporáneos. En general, la importancia del pedigree se ha
sobreestimado.
El peso de una información proveniente de un pariente del individuo depende de
varios factores: a) de la posición relativa de ese pariente en el pedigree del individuo, b)
del grado de parentesco con el individuo, que es una medida del porcentaje de genes que
tienen en común, c) de la exactitud con que ese pariente fue evaluado en su producción,
o sea qué grado de seguridad se tiene sobre su valor de cría.
En la práctica, la selección por pedigree es útil cuando el individuo es aún muy
joven para expresar el carácter por el que se quiere seleccionar o cuando el carácter está
limitado a un sexo y, en general, para caracteres de baja heredabilidad pero siempre que
haya información suficiente y exacta de la performance de antepasados relativamente
cercanos.
Debe usarse con cuidado la información de pedigree porque es común que exista
similitud ambiental entre generaciones, lo que reduce en gran medida la exactitud de la
selección por antepasados (ejemplo: en ganado lechero madre e hija producen en el
mismo rodeo, con igual manejo, alimentación, etc.).
Un uso importante de la selección por pedigree es en el mejoramiento genético
del ganado lechero, como preselección de toros jóvenes para ser probados luego por su
progenie. Toritos hijos de toros probados superiores y de vacas de alta producción
tienen un alto valor de cría esperado, según la evaluación por pedigree efectuada a esa
corta edad. A medida que otra información va estando disponible (producción de leche
de las hijas, hermanas, etc.) la información preliminar por pedigree va teniendo
proporcionalmente menos valor.
Tanto este método como los métodos de selección por colaterales y selección
por progenie se basan en la similitud (medida por el coeficiente de parentesco) entre el
individuo a evaluar y el/los parientes, a través de cuyos valores fenotípicos es posible
hacer la determinación del valor genético.
La estimación del valor de cría del individuo toma la forma de un índice
familiar:
VC = b1 (P1 - P) + b2 (P2 - P) + ..... + bm (Pm - P)
0,5 . h2 . n 0,5 . h2 . n
b= VCX = . (P1 - P) + P (varios registros)
1 + (n - 1) r 1 + (n - 1) r
b = coef. parentesco. h2
VC = 0,25 h2 (Pabuelo - P) + P
0,5 . h2 . n
rAProg =
1 + (n - 1) t
Toro Toro
superovulación
0,5
PH PH PH PH PH PH PH PH PH PH
0.25 0.5
0,5 . h2 . n
VCX = . (PH - P) + P
2
1 + (n - 1) 0,25 h
0,5 . 0,2 . 50 5
Toro A: VCA = (220-200) + 200 = (20) + 200 = 229 kg
1 + (50-1) 0,25 . 0,2 3,45
general, se requieren como mínimo de 30 a 50 hijos o hijas por padre para obtener una
estimación razonablemente exacta de su valor de cría.
0,25 . h2 . n
VCX = (PMH - P) + P
1 + (n - 1) 0,25 . h2
0,5 . h2 . n
VCX = (PHC - P) + P
1 + (n - 1) 0,5 . h2
porque medio hermanos están un paso más distante en parentesco que padre e hijo.
La ventaja de este método es que no aumenta el intervalo entre generaciones ya
que los individuos medidos son contemporáneos con el individuo evaluado. En la
práctica, tiene muchas aplicaciones, sobre todo cuando el individuo no puede medirse o
no ha sido medido. Por ejemplo, las características de la res donde varios medio
hermanos pueden ser faenados y medidos, haciéndose la selección con estos datos.
En el caso de la producción lechera, no todos los rodeos son controlados por lo
que, entonces, es posible seleccionar animales por el comportamiento de sus hermanos
en rodeos controlados, lo que se hace más factible con el uso generalizado de la
inseminación artificial.
En los esquemas de pruebas de progenie en Europa, los toros jóvenes que serán
probados se seleccionan sobre la base de producción de sus medio hermanas, sirviendo
entonces este método como una primera selección, ya que las pruebas de progenie son
muy costosas e implican utilizar vacas de los rodeos generales y que se benefician si se
usan toros que tienen cierta seguridad de poseer buenos genotipos.
En el mejoramiento avícola la eficiencia de la prueba de hermanos es mayor que
en ganado pues hay una gran reducción del intervalo entre generaciones.
73
CONSANGUINIDAD
a) Apareamiento al azar
b) Apareamiento por relaciones familiares o de consanguinidad
c) Apareamiento por relaciones fenotípicas o asociativo
a) Apareamiento al azar
Cuando no exista ninguna razón especial para no seguirlo, el sistema más común
es el de apareamiento al azar. Consiste en atribuir las hembras a los machos de una
forma auténticamente al azar, por medios que garanticen el que no incida en el
emparejamiento de los animales ninguna predisposición o intencionalidad definida (se
hace por sistemas de sorteo o métodos aleatorios en computadora).
c) Apareamiento asociativo
En el apareamiento por relaciones fenotípicas se dan también dos situaciones.
Puede ser positivo cuando se aparean machos fenotípicamente superiores con la
75
GENERALIDADES
A H
B C D
K E F G
Y X
77
DD Dd dd
P 1600
F1 400 800 400
F2 600 400 600
F3 700 200 700
F4 750 100 750
F5 775 50 775
F6 787,5 25 787,5
0 0 0,5 0
1 50 0,5 0,25
2 75 0,5 0,375
3 87,5 0,5 0,437
4 93,8 0,5 0,468
5 96,9 0,5 0,484
79
Si, por ejemplo, se hubiesen descartado los genotipos "dd", la frecuencia del gen
"d" habría disminuido pero ésto se debería a la selección practicada y no a la
consanguinidad como tal. Aunque en este ejemplo se ha utilizado un sólo par génico,
todos los otros pares que segregan independientemente se vuelven homocigotas al
mismo ritmo, cualquiera sean sus efectos sobre el fenotipo.
Si bien el incremento de la homocigosis es bastante más lento en animales que
en plantas, los efectos genéticos son los mismos dependiendo este ritmo de aumento del
grado de parentesco entre los animales apareados. Debe quedar claro que la
consanguinidad no aumenta el número de alelos recesivos en la población sino que los
hace evidentes, permite que ellos se manifiesten. Como un gran número de ellos tiene
efectos negativos sobre los caracteres cuantitativos, el resultado es una disminución en
la media de la característica.
También es importante aclarar que no hay que confundir la tasa o el nivel de
consanguinidad con el de homocigosis. Es cierto que la consanguinidad incrementa el
nivel de homocigosis pero no de una manera totalmente al azar a través de todos los
genes, sino con un cierto sesgo o dirección. Ello se debe a que hay loci que resisten la
homocigosis e incluso en los que ésta es favorable al individuo, pero hay otros que no la
resisten y entonces los animales que la padecen pueden desaparecer o dejar menos
descendencia.
Por eso, al practicar apareamiento entre parientes cercanos el coeficiente de
consanguinidad (concepto que se verá más adelante) que se deduce por dicho parentesco
no va en paralelo con el nivel medio de homocigosis, pudiendo decirse que va más
rápido (adquiere mayores valores) el primero que el segundo.
Los loci que no resisten la homocigosis pueden ser de muchos tipos, pero hay
dos más importantes: a) los que incluyen alelos letales o semiletales recesivos que con
el parentesco cercano incrementa sus frecuencias y, por lo tanto, la proporción de
homocigosis lo que produce la muerte del individuo o hace que no sea capaz de
reproducirse. b) los que sin tener alelos letales, la homocigosis hace disminuir el vigor
del animal o su resistencia a condiciones adversas produciendo ésto un deterioro de su
productividad y reproducción.
Hay casos de homocigosis favorable donde son deseables alelos de efecto
aditivo responsables de una mayor productividad y adaptación, pero como el incremento
de la homocigosis aditiva favorable responde a la selección, no la buscaremos por
consanguinidad sino por selección ya que con la primera se arrastran también efectos
perjudiciales. En general, la consanguinidad disminuye el rendimiento de muchos
caracteres, no de todos, porque algunos no varían (por ejemplo, la prolificidad en cerdos
de razas chinas).
a) Cría en línea
5 1
1
6
S S
5 2
2 7
X X
5
3
8 3
D D
5
4 9 4
5
1
b) Hibridación endogámica
Tiene como base el apareamiento en línea. Una vez obtenidas las distintas líneas, de la
misma o distinta raza (proceso endogámico), se prueban diferentes combinaciones entre ellas
para obtener individuos que reflejen la mejor habilidad combinatoria entre las líneas (proceso
de hibridación). Fue utilizado para la producción de pollos y cerdos híbridos de altos
rendimientos.
CONCEPTOS
Por lo tanto, la probabilidad de que A y B reciban genes iguales será de 2/4 = 1/2 =
0,5. Si ½ de los genes de A y B son iguales, lo expresamos diciendo que el grado de
parentesco entre ellos es del 50%. Siendo A y B hermanos completos sólo son parientes en un
50%, aunque son de la misma sangre en un 100%. Esto coincide con el hecho de que cada
padre transmite a sus hijos la mitad de su material cromosómico.
Wright desarrolló una fórmula para obtener el parentesco entre dos individuos:
1 n n
RAB
2
El máximo grado de parentesco que se puede lograr sin consanguinidad es del 50%
entre padre e hijo o entre hermanos completos, pero cuando hay consanguinidad en los padres
el grado de parentesco puede ser mayor al 50%.
Existe un medio para expresar la consanguinidad de un individuo a partir de la
fórmula de grado de parentesco. Con ello, se obtiene el coeficiente de consanguinidad FX que
expresa la proporción de genes de un individuo que han pasado a ser homocigotas debido al
parentesco entre sus padres.
1 n n 1 1 1
n n
Fx * 1 FA Fx * 1 FA
2 2 2
porque las gametas se forman de una muestra de genes tomados al azar de dos individuos
padres.
Podemos definir entonces, como dijimos antes, que el coeficiente de consanguinidad
del individuo X (simbolizado FX) es la probabilidad de que un individuo para un determinado
locus, sea homocigota idéntico. En otras palabras, el coeficiente de consanguinidad es la
probabilidad de que los genes, en las gametas que se unen para formar el individuo X, sean
idénticas por descendencia. El coeficiente de consanguinidad mide la fracción en que la
heterocigosis ha sido reducida; varía entre 0 (los padres no tienen ningún grado de parentesco)
y 1 (autofecundación o padres gemelos idénticos). En los hechos ocurre que en las
poblaciones totalmente cerradas, la consanguinidad aumenta en el orden de 0,5 a 1% por
generación.
Hay que aclarar que el coeficiente de consanguinidad de una población cerrada es una
medida relativa (nunca absoluta), porque se refiere a lo que ha aumentado dicha
consanguinidad respecto a la situación existente en la generación anterior desde donde se
tenga información de parentesco y en la que se supone un valor cero. No se puede medir la
consanguinidad en una dada generación; lo que se puede decir es que tal generación tiene x %
de consanguinidad relativa a la generación G que la consideramos como cero. O sea, que
siempre hay que considerar una población base respecto a la que vamos a referir la
consanguinidad.
Para obtener Fx de la descendencia de dos individuos que son parientes por poseer uno
de sus padres en común (medio hermanos), se debe encontrar la probabilidad de que el hijo
sea homocigoto, con ambos alelos idénticos por provenir de un mismo gen del abuelo.
Suponiendo que los abuelos no son parientes:
Abuelo (A)
par génico Aa
Padre Madre
Hijo (X)
- El padre recibe uno de los genes del abuelo, que al azar puede ser "A" o "a". Por lo tanto, la
probabilidad de que en el padre esté presente el gen "A" es de ½. Si "A" está presente en el
padre, la probabilidad de que el hijo reciba "A" desde su abuelo, a través de su padre, es de ½
.½=¼
- Lo mismo sucede con la probabilidad de que X reciba "A" a través de su madre: ½ . ½ = ¼
- La probabilidad de que X reciba dos genes "A" (a través del padre y de la madre) es de ¼ .
¼ = 1/16
- También X puede ser consanguíneo por recibir de su abuelo el gen "a", a través de ambos
padres (probabilidad de 1/16)
- La probabilidad de que ambos genes alelos, para un locus en el hijo, sean idénticos por
descendencia será 1/16+ 1/16 = 1/8
El coeficiente de consanguinidad de un individuo cuyos padres son hermanos
completos es de 1/4 = 0,25, y si sus padres son medios hermanos el coeficiente será de 1/8 =
0,125.
4
EJEMPLO:
M
S
N
X
M
D
N
M N
O sea, que S y D son parientes en un 50%, lo que significa que tienen el 50% de sus
genes duplicados idénticos.
Para calcular el coeficiente de consanguinidad de X, aplicamos la fórmula:
Es decir, que X tiene el 25% de sus pares génicos en estado homocigota. También
puede obtenerse como:
RSD 0,50
FX = = = 25%
2 2
EJEMPLO:
5
T
M
V
S
T
N
K
y
S
D
P
o sea, que S tiene una consanguinidad de 12,5% por ser sus padres medios hermanos y el
factor de corrección será (1+0,125). Para obtener el coeficiente de consanguinidad de Y será:
Según los ejemplos anteriores, vemos que para un individuo cuyos padres son
hermanos enteros el grado de parentesco entre los padres es del 50% (½) y el coeficiente de
consanguinidad del hijo es del 25% (¼), mientras que si los padres del individuo son medio
hermanos el grado de parentesco entre los padres será del 25% (¼) y el coeficiente de
consanguinidad del hijo del 12,5% (1/8). Ejemplo (interpretación de este último): hay una
probabilidad de 1/8 de que los genes alelos del hijo, para cualquier locus, sean idénticos por
descendencia, y una probabilidad de 7/8 que no lo sean.
METODO DE LA COVARIANZA
P D
7
C E
La covarianza entre dos individuos (M-D) es el promedio de las covarianzas del más viejo de
ellos con los padres del otro. En este caso:
La covarianza entre dos individuos que, aparentemente, no poseen antecesor común, o sea que
no están relacionados, es cero.
cov MI = 0
FE = 0,5 cov DI
cov AE
RAE
cov AA cov EE
A
I
M
X
A
H
P Z
A
Y
T
8
Se simplifica el pedigree, ésto es que cada individuo debe aparecer una sola vez. Los
más viejos deben estar a la izquierda o a la derecha; ésto es arbitrario pero debe mantenerse el
criterio. Entonces:
M
I
A
X
H Z
P
Y
T
M A P I H T X Y Z
M 1 0 0 0,5 0 0 0,25 0 0,125
A 1 0 0,5 0,5 0 0,5 0,5 0,5
P 1 0 0,5 0 0,25 0 0,125
I 1 0,25 0 0,625 0,25 0,437
H 1 0 0,625 0,25 0,437
T 1 0 0,5 0,25
X 1,125* 0,25 0,687
Y 1 0,625
Z 1,125
cov MM = 1 + 0 = 1
9
cov MH = 0
cov MT = 0
cov MX = (cov MI + cov MH) (0,5) = (0,5 + 0) (0,5) = 0,25
cov MY = 0
cov MZ = (cov MX + cov MY) (0,5) = (0,25 + 0) (0,5) = 0,125
cov AA = 1 + FA = 1 + 0,5 cov ? = 1 + 0 = 1
cov AP = 0
cov AI = (cov AM + cov AA) (0,5) = (0 + 1) (0,5) = 0,5
cov AH = (cov AP + cov AA) (0,5) = (0 + 1) (0,5) = 0,5
cov AT = 0
cov AX = (cov AI + cov AH) (0,5) = (0,5 + 0,5) (0,5) = 0,5
cov AY = (cov AT + cov AA) (0,5) = (0 + 1) (0,5) = 0,5
cov AZ = (cov AX + cov AY) (0,5) = (0,5 + 0,5) (0,5) = 0,5
cov PP = 1 + FP = 1 + cov ? = 1
cov PI = 0
cov PH = (cov PA + cov PP) (0,5) = (0 + 1) (0,5) = 0,5
cov PT = 0
cov PX = (cov PH + cov PI) (0,5) = (0,5 + 0) (0,5) = 0,25
cov PY = 0
cov PZ = (cov PX + cov PY) (0,5) = (0,25 + 0) (0,5) = 0,125
cov II = 1 + FI = 1 + 0,5 cov MA = 1 + 0,5 x 0 = 1
cov IH = (cov IA + cov IP) (0,5) = (0,5 + 0) (0,5) = 0,25
cov IT = 0
cov IX = (cov IH + cov II) (0,5) = (0,25 + 1) (0,5) = 0,625
cov IY = (cov IA + cov IT) (0,5) = (0,5 + 0) (0,5) = 0,25
cov IZ = (cov IX + cov IY) (0,5) =(0,625 + 0,25) (0,5) = 0,4375
cov HH = 1 + FH = 1 + 0,5 cov AP = 1 + 0 = 1
cov HT = 0
cov HX = (cov HH + cov HI) (0,5) = (1 + 0,25) (0,5) = 0,625
cov HY = (cov HA + cov HT) (0,5) = (0,5 + 0) (0,5) = 0,25
cov HZ = (cov HX + cov HY) (0,5) = (0,625 + 0,25) (0,5) = 0,4375
cov TX = 0
cov TY = (cov TT + cov TA) (0,5) = (1 + 0) (0,5) = 0,5
cov TZ = (cov TY + cov TX) (0,5) = (0,5 + 0) (0,5) = 0,25
cov XX = 1 + FX = 1 + 0,5 (cov IH) = 1 + 0,5 (0,25) = 1,125
cov XY = (cov XA + cov XT) (0,5) = (0,5 + 0) (0,5) = 0,25
cov XZ = (cov XX + cov XY) (0,5) = (1,125 + 0,25) (0,5) = 0,6885
cov YY = 1 + FY = 1 + 0,5 cov AT = 1 + 0 = 1
cov YZ = (cov YY + cov YX) (0,5) = (1 + 0,25) (0,5) = 0,625
cov ZZ = 1 + FZ = 1 + 0,5 cov XY = 1 + 0,125 = 1,125
10
cov XY 0,25
Rxy 0,236
cov XX cov yy 1125
, 1
cov XZ 0,6875
Rxy 0,6111
cov XX cov ZZ 1125
, 1125
,
= ¼. Con "n" hijos, (½)n será la probabilidad de que ningún hijo muestre el defecto siendo el
individuo portador. Ejemplo:
Si no aparece ninguna progenie con defecto hay un 97% de seguridad de que el padre
no es portador. Esta prueba no puede usarse con genes letales y subletales y, además, es
específica para un sólo defecto (por ejemplo, puede usarse para el caso del gen mocho
apareando un toro mocho con 7-8 vacas astadas).
c) Apareamiento consanguíneo
Es el caso, por ejemplo, de un reproductor que se aparea con un grupo de sus hijas.
Estas deben provenir del apareamiento del reproductor con animales no portadores (A? x
AA). Si el animal es portador sus hijas serán: ½ AA y ½ Aa (todas normales pero la mitad
portadoras).
Al cruzar el padre con las hijas AA se obtendrá: ½ AA y ½ Aa (todas normales). Si se
cruza el padre (A?) con las hijas Aa se obtendrá: ¾ A_ y ¼ aa. Por lo tanto, la probabilidad de
n hijos normales siendo el padre portador será (7/8) n.
A pesar de que esta prueba necesita un mayor número de apareamientos para tener una
elevada seguridad, tiene la ventaja que no es específica para un gen sino que permite que
aparezcan varios recesivos indeseables.
CONSECUENCIAS DE LA CONSANGUINIDAD
Unidades Porcentaje
BOVINOS PARA
CARNE -
Peso al destete 5,2 kg Burghess et al (1954)
OVINOS
Peso de vellón 0,288 kg 5,5 Morley (1954)
Largo de mecha 12 cm 1,3 Morley (1954)
Peso corporal al año 1,31 kg 3,7 Morley (1954)
CERDOS
Tamaño de camada 0,38 lechones 4,6 Dickerson et al (1954)
Dickerson et al (1954)
Peso a 154 días 1,64 kg 2,7 Bradford et al (1958)
Peso a 5 meses 3,10 kg -
AVES
Producción de huevos 9,26 huevos 6,2 Shoffner (1948)
Porcentaje de nacim. 4,36 6,4 Shoffner (1948)
Peso corporal 9g 0,8 Shoffner (1948)
13
UTILIZACION DE LA CONSANGUINIDAD
CRUZAMIENTO
14
CONCEPTO Y GENERALIDADES
raciales (las características de las razas puras expresadas en forma combinada en animales
cruza) y la complementariedad (la ventaja en eficiencia de producción que resulta del uso de
líneas maternas especializadas cruzadas con líneas paternas especializadas).
Los cruzamientos que se hacen en diferentes partes del mundo no pueden dar los
mismos resultados porque no dependen tanto de la raza en sí (cuyos individuos son
medianamente parecidos) sino de las poblaciones que se usen de esas razas, o sea del grupo de
animales que se crucen.
Si bien en un principio se contaba con que el efecto favorable del cruzamiento estaba
basado en la utilización de razas diferentes, según fue desarrollándose esta metodología de
mejora, pudo comprobarse que no era condición necesaria, llegándose a la conclusión de que
poblaciones (estirpes, líneas, etc.) de una misma raza pueden ofrecer una gran aptitud
combinatoria. Con lo cual, la importancia o valor de una población para el cruce se basa ahora
mucho más en la población cerrada de una determinada raza que en la raza en sí. Mayor será
la cantidad de vigor híbrido obtenible cuanto mayor sea la diversidad genética de las razas o
poblaciones cruzadas. En el caso del vacuno, cuando se cruzan el Bos taurus con el Bos
indicus, se obtiene aproximadamente el doble de vigor híbrido que cuando se cruzan Bos
taurus o Bos indicus entre sí.
En el mejoramiento por cruzamiento se trabaja con poblaciones cerradas mejorando
cada una de ellas y cruzándolas para obtener el producto comercial. Es evidente que la mejora
por cruzamiento no consiste únicamente en el hecho de producir un animal comercial cruce,
después de haber seleccionado las poblaciones a cruzar. Si no se practica algún tipo de
selección en las poblaciones cerradas a cruzar a través de las distintas generaciones, puede
perderse algo del mérito genético que se encontró en el primitivo cruce; es decir, que para
mantener esa calidad e intentar incrementarla, hay que practicar algún tipo de selección para
mejorar las poblaciones parentales a través de las generaciones. La selección en estas
poblaciones puede hacerse en base a sus propios méritos, a los méritos del cruce o tanto al
comportamiento del cruce como de las poblaciones parentales.
Es necesario aclarar que cruzamiento no es lo mismo que apareamiento. El cruce se
refiere al cruzamiento de dos poblaciones distintas que se van a reproducir mientras que
apareamiento se refiere a la forma de cruzar al macho y la hembra.
¿Qué se busca realmente en esta metodología de apareamiento? Se busca la heterosis
es decir, una productividad superior en el cruce que en las poblaciones puras.
HETEROSIS
Heterosis no es lo mismo que vigor híbrido; puede decirse que el primero es la causa y
el segundo la consecuencia. Aunque el concepto de heterosis está bien claro, suelen
producirse confusiones en su uso o aplicación. El hecho en sí es que con una frecuencia muy
alta, cuando se cruzan dos poblaciones distintas, se suele producir en el animal cruzado un
incremento en la expresión de los caracteres cuantitativos sobre lo expresado en las
poblaciones parentales.
En la práctica se busca que el cruce supere a la mejor de las dos poblaciones
parentales que lo producen; sin embargo, conceptualmente basta decir que hay heterosis
cuando el valor del cruce supera la media de los padres: AB > ½ (A+B). No obstante, dado
que en la producción práctica de híbridos en avicultura, por ejemplo, las dos estirpes usadas
suelen ser de por sí de gran calidad, lo lógico es que siempre se de el caso deseable de ser el
cruce mejor que cualquiera de los padres.
Aunque no puede afirmarse con total seguridad, cuánto más diferentes sean las
poblaciones a cruzar más heterosis puede esperarse de su cruce. Hablamos de diferentes
refiriéndonos a su lejanía en tiempo o localidad respecto a alguna población originaria común.
Dicho de otra forma, nos interesa que las poblaciones a cruzar estén genéticamente muy
diferenciadas.
Puede decirse que la heterosis o vigor híbrido está altamente relacionada, o es
proporcional, a la cantidad de loci heterocigotas. Como la máxima heterocigosis se logra en el
primer cruzamiento, es de esperar, entonces, que el máximo vigor híbrido se obtenga en la F1,
o sea en ese primer cruzamiento.
La heterosis es un fenómeno que se produce al cruzar dos poblaciones distintas y que
se observa en el cruce; es decir, en la que suele denominarse la F1. Por eso, muchos autores no
aceptan las ideas elaboradas sobre la heterosis cuando se refieren a cruzamientos de esa F 1
consigo misma produciendo una F2, o a su retrocruzamiento con una de las parentales. A
veces, se dice que en la F2 hay la mitad de la heterosis que en la F1, lo mismo que en los
retrocruzamientos, teniéndose el valor de hablar de 25% de heterosis con otros tipos de
cruces, etc.
Se entienden las razones por las que se hacen estas afirmaciones. Sin embargo, hay
que aclarar que si en la F1 hay un cierto grado de heterosis (productividad relativa a la medida
de las parentales), en la F2 puede conservarse el 50% de aquella superioridad, pero al no ser
esa F2 mejor que la media de los parentales que eran F1, no puede hablarse en absoluto de que
haya heterosis. Y más aún, si la heterosis es el fenómeno que se produce al cruzar dos
poblaciones distintas, en el caso descrito anteriormente los parentales son exactamente los
mismos, ya que es una sóla población (F1) que se cruza consigo misma, por lo que no
corresponde hablar de heterosis. Algo similar podría decirse en el caso de los
retrocruzamientos con uno de los padres, porque las poblaciones que se cruzan tienen ya
cierta similitud genética.
Además, no tiene sentido decir que una población "tiene heterosis", sino que su
productividad, relativa a la de sus padres, puede "ofrecer heterosis": no es un fenómeno
absoluto sino relativo.
Desde el punto de vista práctico pueden distinguirse dos casos de heterosis: a) cuando
el promedio de las cruzas no supera el promedio de uno de los padres (sea raza, variedad,
17
estirpe, línea, etc.); b) cuando el promedio de las cruzas supera la performance media del
padre más productivo.
Aunque en ambos casos hay heterosis, solamente en el segundo hay una heterosis
económicamente interesante, para el caso que las opciones sean criar alguna de las razas
parentales o realizar el cruzamiento.
a) b)
nivel de
producción
100
A AB B A AB B
fuertes y resistentes que los animales de poblaciones puras. Por tener esta cualidad de vigor,
podrán expresar en grado superior su capacidad productiva o el valor de cualquier carácter
métrico en general; sea esa capacidad genética buena, mala o regular. La hibridación no
garantiza una alta productividad si los animales puros no tienen su adecuada constitución
genética para el carácter o caracteres en cuestión; sólo garantiza una alta probabilidad de
vigor.
Parece obvio que en medios cercanos al óptimo no se necesite tanto esa cualidad de
vigor, mientras que sí sea necesaria en medios adversos o de estrés. Es por ello que, en la
práctica, la heterosis se observa con mucha más frecuencia en medios adversos que en
óptimos.
Es sabido que existe un efecto de interacción genotipo-medio cuando varias
poblaciones animales pertenecientes a grupos genéticos definidos (razas, estirpes, familias) se
comportan de modo distinto al ser sometidas a medios diversos pero concretos. El medio
ambiental que es mejor para una no lo es para otra; o expresado de una forma general, el
orden de mérito de esas poblaciones varía al someterlas a unos u otros medios. Un ejemplo
muy conocido es el de animales adaptados a un medio específico y que, lógicamente, no se
comportan bien en ambientes distintos. A éstos, por el contrario, pueden estar adaptados otros
grupos de individuos.
Por ello, una de las incógnitas de los genetistas y mejoradores durante mucho tiempo,
en base a que los animales mejorados deben ser explotados en diferentes medios ambientales,
fue si convenía desarrollar poblaciones diferentes para cada medio ambiente o seleccionarlas
para que se comporten bien en varios medios distintos.
Se llama "adaptación" al ajuste del comportamiento de una población a un medio
ambiental específico. Ello se logra por selección (natural o artificial), a base de acumular los
correspondientes alelos favorables a aquel. Es un fenómeno genético regido por aditividad.
Toda la evolución de las especies ha sido conseguida así, y lo mismo la adaptación de ciertas
razas de animales domésticos a sus ambientes regionales o locales.
En un sentido distinto al anterior, se denomina "adaptabilidad" al hecho de que un
animal se comporte igual de bien en distintos medios; es decir, no varía su comportamiento al
variar el medio. En este caso se trata de un fenómeno no aditivo, que depende de estados de
heterocigosis en ciertos genes y es, precisamente, el que se explota en la mejora por
cruzamiento.
Por eso, en la actualidad es más importante buscar una alta proporción de
heterocigosis por medio del cruce, que el lograr adaptaciones concretas en las poblaciones
puras. Además, la adaptabilidad y resistencia de los cruces favorece también, indirectamente,
el comportamiento productivo en situaciones de medio muy cambiantes; todo ello
independientemente de los alelos favorables a la productividad que se puedan acumular por
aditividad al seleccionar las poblaciones cerradas.
TIPOS DE HETEROSIS
progenie. Esto podría deberse a una mayor fertilidad, calidad de semen, líbido, etc., que
implicaría una mejor eficiencia reproductiva del sistema de cría que utiliza padres cruza, o
también a cualquier otro efecto paterno como comportamiento (mejor defensa de la cría, etc.).
SISTEMAS DE CRUZAMIENTO
Generalizando, podemos decir que los programas de mejora pueden dividirse en dos
grandes grupos: 1) la mejora en población cerrada, cuando se utiliza sólo una población; 2) la
mejora por cruzamiento, cuando se usa más de una población.
En la mejora en población cerrada se trata de utilizar una única población que,
lógicamente, estará constituida por una población de una raza concreta. La mejora en cada
generación consistirá en evaluar el mérito genético de todos los animales, machos y hembras,
para hacer la pretendida selección. El conjunto de criterios por los que decidimos qué
animales serán los reproductores y cuáles no, constituye el método de selección. Luego
vendrá el apareamiento en la forma que hayamos determinado, y así se reconstituye la nueva
generación descendiente, que se espera esté algo mejorada respecto a la anterior.
La mejora por cruzamiento puede realizarse según dos criterios: 1) su constitución
genética; 2) el número de poblaciones que intervienen en el cruce.
Según su constitución genética, sólo se han utilizado en la práctica comercial
básicamente dos esquemas: a) el cruzamiento de líneas consanguíneas, y b) el cruce de
estirpes o poblaciones cerradas; ambos muy usados en avicultura. El cruzamiento de líneas
consanguíneas, cuyo producto se denominaba "híbrido", se dejó de utilizar hace muchos años.
El cruzamiento de estirpes cerradas se usa en la actualidad mucho en avicultura,
denominándose al producto final como "cruce de estirpes", aunque al desaparecer el híbrido
de líneas consanguíneas también se usa el término "híbrido" para el producto del cruce de
estirpes. En el artículo anterior sobre "consanguinidad" se explicó el porqué de la
desaparición del cruzamiento de líneas consanguíneas y la imposición del cruce de estirpes en
avicultura.
Según el número de poblaciones en que se basa el cruce, podemos citar tres variantes:
a) el cruce simple, producto de dos poblaciones; b) el cruce doble, donde el producto
comercial es un cruce de dos simples, interviniendo, por ello, cuatro poblaciones; c) el cruce
de tres vías, que proviene al cruzar uno simple (generalmente utilizado como hembra) con una
tercera raza, línea o estirpe, interviniendo, por ello, tres poblaciones.
A B A B C D
AB AxB CxD
(AxB) x (CxD)
20
A B
(AxB)xC
Hay dos formas de enfocar la elección de las poblaciones que han de constituir un
cruce: a) elegir varias entre las existentes o disponibles, haciendo pruebas de aptitud
combinatoria para quedarnos con las que prometan más en el cruzamiento; b) elegir sólo las
necesarias -dos, tres o cuatro, según el tipo de cruce- en base a su calidad y a su origen
genético y, sin hacer comparaciones previas, seleccionarlas para mejorar la productividad del
cruce. Es evidente que con el sistema a) se requiere de más tiempo y espacio para hacer las
pruebas, mientras que b) es más rápido pero pueden perderse más generaciones de selección
si la combinación elegida no es favorable desde un principio. Para comprender ésto es
necesario pensar no sólo en la especie vacuna sino también en las aves, cerdos y otras
especies menores que son de gran interés comercial.
Aunque en muchas ocasiones se han intentado o sugerido cruces muy complicados, en
los que intervienen más de cuatro poblaciones distintas (razas, líneas o estirpes), ni son
recomendables ni tiene ningún sentido hacerlos, tanto por razones genéticas como por su
complicación y costo.
Muchos autores en la actualidad se niegan a reconocer como parte de un programa de
mejora a cualquier tipo de cruce que no sea el denominado "terminal", en el que el producto
final o comercial, procedente de cruces de poblaciones cerradas y bien definidas, se elimina
después de su explotación y, por tanto, ya no se reproduce.
Por eso, no encuentran razón genética para admitir una serie de cruzamientos que se
denominan rotativos o alternantes (usados en vacuno y porcino) en los que el cruce comercial
se usa de nuevo como hembra cruzándolo con otra población, y así sucesiva y rotativamente
hasta llegar a la primera, con lo que se sigue repitiendo el ciclo. Estos cruzamientos se
realizan con tres, cuatro o más poblaciones. Argumentan que estos métodos no tienen ninguna
ventaja, porque no se ve ni su mérito genético ni se produce con él un animal uniforme a
través de esos ciclos. Además, tarde o temprano se termina con animales con genes de todas
las poblaciones de una manera anárquica e incontrolada. Sólo los justifican, en términos
socio-económicos, para países muy deprimidos, de climatología difícil, con recursos escasos y
con algún tipo de ganado autóctono.
Estos mismos autores admiten todavía en menor medida ciertos cruzamientos,
sugeridos para el vacuno de carne, en los que el resultado final es un verdadero "conjunto de
sangres" (ejemplo, 1/4 de sangre de A, 1/8 de B, 3/8 de C, 1/16 de D, etc.), ya que afirman
21
que todo cruce que incluya algún retrocruzamiento con una población ya incluida en él, rompe
la heterosis producida en la primera fase. Estas formas de cruzamientos que no son para
ofrecer un cruce terminal como escalón final, manteniendo siempre puras las poblaciones
cerradas, no son consideradas por estos autores como verdaderos cruces componentes de un
programa definido de mejora, aunque el término cruce se haya utilizado en todos ellos.
Analizaremos ahora las ventajas e inconvenientes de los distintos sistemas de
cruzamiento según el número de poblaciones implicadas.
Desde un punto de vista puramente genético, y dado el concepto de que en el
cruzamiento lo que se busca principalmente es la heterosis, hay que reconocer que lo extra
que se obtenga en un cruce simple no puede ser mejorado en uno doble o de tres vías. Sin
embargo, la ventaja de utilizar esos cruces más complejos es la siguiente. Cuando el producto
comercial es un cruce simple, al ser los padres de poblaciones puras pueden ser algo débiles,
más sensibles al medio ambiente y menos productivos en general, con lo que su descendencia
comercial tendrá un alto costo de producción. Pero si el producto comercial es hijo de padres
y madres cruza, que son más vigorosos, fértiles y productivos, su costo de producción puede
ser disminuido (tómese, como ejemplo, lo que acontece en la producción de maíz híbrido,
donde hay que recurrir al híbrido doble para abaratar el costo de la semilla). El caso del cruce
de tres vías es intermedio, pero dado que el costo del producto comercial depende mucho más
de la productividad de la hembra, la influencia de una población pura actuando como padre no
lo es tanto como para necesitar que esa aportación sea también de un cruce.
A veces se cita una segunda razón, puramente comercial, para justificar la explotación
de cruces más complejos que el simple, tal como sucede en avicultura. Como la producción y
extensa distribución del ave híbrida se tiene que apoyar en avicultores multiplicadores en
contrato con la empresa matriz del mejoramiento, al suministrar el híbrido simple a aquéllos
no se corre el riesgo de que le "roben" a ésta última las poblaciones puras. Es por ello también
que las grandes empresas suelen tener instalaciones propias en muchos países.
La utilización de una u otra población (raza, estirpe, etc.) para padre o madre en los
cruces simple, doble o de tres vías tiene importancia en algunas especies (vacuno, cerdo,
conejo y avicultura de carne) pero no en otras (avicultura de puesta), ya que se intentan
aprovechar los caracteres ligados al sexo como son los efectos maternales. En el caso del
vacuno, generalmente se usan líneas maternas caracterizadas por adaptación ambiental,
habilidad materna y bajos requerimientos de mantenimiento; en cambio la línea paterna
transmite características como alto crecimiento, calidad de res, facilidad de parto, adaptación
ambiental y requerimientos del mercado.
Por ejemplo, para el pollo de consumo se busca el producto del cruzamiento entre
machos Cornish y hembras White Rock, y no al revés, para aprovechar la mejor conformación
y pechuga del Cornish con características de precocidad y crecimiento de White Rock.
Resulta evidente, por tanto, que la elección de las poblaciones a cruzar estará
condicionada, fundamentalmente, por los objetivos de producción perseguidos.
HABILIDAD COMBINATORIA
Se trabaja con líneas consanguíneas estudiando el comportamiento de cada una con las
restantes, obteniéndose un total de n(n-1) combinaciones.
En los animales no es común el apareamiento de líneas altamente consanguíneas pero
sí el de líneas especializadas, seleccionadas específicamente para un determinado carácter.
Por ejemplo, para producción de carne se buscaría un apareamiento entre dos líneas que
combinen una buena fertilidad en las madres con una alta tasa de crecimiento en la progenie.
22
CONSIDERACIONES GENERALES
Según Dikeman (1991) el crecimiento de los animales de carne puede ser definido
como el crecimiento en la cantidad de músculo y tejidos estructurales asociados, concomitante
con algún incremento del tejido adiposo. Por otra parte, el engorde o cebo lo define cuando la
deposición de tejido adiposo ocurre a una tasa más rápida que la deposición del tejido
muscular.
El proceso de crecimiento puede definirse en dos formas: el crecimiento cuantitativo o
ponderal, correspondiendo a un aumento de la masa corporal con la edad, y el crecimiento
cualitativo o desarrollo (Fowler, 1968) que corresponde a las alteraciones que ocurren a nivel
de la forma y de la composición corporal en relación al crecimiento diferencial de los tejidos.
Cuando los animales tienen acceso libre a una dieta equilibrada, la evolución de su
peso vivo con la edad origina una curva de crecimiento de forma sigmoide, pudiendo dividirse
en dos segmentos: 1) la fase de crecimiento rápido y 2) una fase inhibidora en el que los
valores de crecimiento son decrecientes.
El peso a la madurez es definido como el peso medio del animal adulto cuando la
masa muscular alcanza su valor máximo (Owens et al.,1993). Las fases antes mencionadas
24
están separadas por el punto de inflexión de la curva, donde la velocidad del crecimiento es
máxima y está relacionada con el momento de la pubertad. Esta ocurre cuando el animal
alcanza el 30% del peso adulto (Brody, 1945) y en los bovinos se logra entre los 10 y 18
meses de edad.
La medida más común para evaluar el crecimiento es la ganancia media absoluta por
unidad de tiempo, la cual es adecuada para periodos cortos de tiempo. Sin embargo, existen,
según Dikeman (1991), dos errores potenciales cuando se mide la ganancia de peso vivo que
son las variaciones en la composición de la ganancia y el contenido del tracto-intestinal.
Los pesos adultos de las razas de la especie Bos taurus varían entre 440 kg (valor
registrado para hembras de la raza Jersey) y 1280 kg (valor registrado para machos de la raza
Chianina) (Robelin y Tulloh, 1992).
En general, las razas de madurez tardía y de mayor peso adulto tienen valores
superiores para peso al nacimiento, peso a la pubertad y para velocidad de crecimiento
(Dickerson 1978; Southgate et al., 1982).
La eficacia económica al momento del engorde depende esencialmente del potencial
de crecimiento y de la eficacia alimentaria al momento de la terminación, características que
dependen fuertemente del potencial de crecimiento muscular (Renand, 1995).
La capacidad de crecimiento para un peso dado, es la máxima ganancia media diaria
(GMD) que puede ser alcanzada cuando las condiciones sanitarias y de alojamiento son
satisfactorias y los animales reciben dietas ad libitum con alto contenido energético y alta
ingestibilidad.
Geay y Robelin (1979) concluyen que las razas de mayor tamaño tienen una mayor
ganancia de peso que las razas de menor tamaño adulto, más precoces (británicas) o de leche
(Frisona y Normanda). Cuando las razas se mantienen en condiciones semejantes sin
limitación en la ingestión de alimento los distintos genotipos tienden a seguir su propio patrón
de crecimiento.
Así, cuando se comparan genotipos a una misma edad, las razas de madurez tardía
serán más pesadas, diferencia que se acentúa con el aumento de edad (More O’Ferral y
Keane, 1990).
Considerando la composición de la ganancia de peso, la ganancia máxima en músculo
ocurre en el mismo intervalo de peso en que ocurre la mayor velocidad de crecimiento, la
ganancia máxima en grasa ocurre a un peso superior y la ganancia máxima en hueso se da
más cerca del nacimiento (Andersen e Ygvarstsen, 1987).
Analizando la deposición de grasa vemos que a medida que aumenta la edad del
animal, con una ingestión calórica adecuada, el orden y secuencia de deposición es: grasa
visceral, renal, intermuscular, subcutánea, intramuscular (Andrews, 1958).
Cuando se realizan comparaciones en el ganado vacuno, el patrón relativo de los
depósitos de grasa parece depender de la raza y el estado de madurez (Berg y Walters, 1983).
Aquellas razas de engorde precoz como Hereford y Aberdeen Angus, usualmente muestran
una relación grasa subcutánea/intermuscular más elevada que las razas de leche y
continentales de carne (Lister, 1976).
El tejido graso desciende un 9 % del peso canal al nacimiento al 6 % a los 120 kg peso
vivo, para luego incrementarse a valores del 27 % en animales maduros. En cambio el
porcentaje de músculo se incrementa del 61 % del peso canal al nacimiento al 71 % al destete,
para descender luego a un 68 % en animales adultos. Finalmente, el hueso desciende del 29 %
del peso canal al nacer, a un 14 % en la madurez (Robelin, 1986).
Durante la segunda fase del crecimiento (120 kg a la madurez) se aumenta la grasa
omental (7 a 13 % de la grasa total), la grasa renal (4 a 9 %) y la subcutánea (6 a 17 %),
mientas que la grasa intermuscular desciende de 59 a 41 %.
Shanin et al. (1993) verificaron diferentes coeficientes de crecimiento de la grasa entre
razas, lo que indica que para una misma edad o peso las características de engorde entre
genotipos son distintos. A su vez, Robelin et al. (1978) indicaron diferencias entre razas en los
coeficientes de crecimiento de la grasa con valores de 1,57 y 1,80 para machos de la raza
Charolais y Frisona, respectivamente.
Así cuando las comparaciones se realizan a igual grado de madurez, los coeficientes
de crecimiento de la grasan reflejan eventuales diferencias reales entre los patrones de
engorde de cada genotipo.
Kean et al. (1990) y Robelin (1986) postulan que las razas continentales de carne de
peso adulto parecen tener una partición de grasa semejante a las razas lecheras en relación a la
grasa total. En cambio, para una misma cantidad de grasa las razas Brahman, Hereford y
Aberdeen Angus tienen una mayor proporción de grasa en la canal (inter, intramuscular y
subcutánea) en relación a las razas Frisona y Jersey que tienen más grasa interna (Talamantes
et al., 1986).
En relación al coeficiente de crecimiento del hueso, este aumenta de los miembros de
la región posterior a la anterior, siendo mas elevado en los miembros anteriores, en cambio los
miembros de la cintura escapular y pélvica y vértebras cervicales tienen coeficientes
alométricos próximos a 1, indicando que su crecimiento no se ve alterado apreciablemente
durante el desarrollo.
La raza influye sobre el rendimiento canal (relación expresada en % entre el peso
canal y el peso vivo) en función de su mayor o menor precocidad y desarrollo muscular. De
una forma global se puede decir que las razas rústicas tienen de un 53 a 54 % de rendimiento
canal, las lecheras del 55 al 57 %, las cárnicas de 58 a 62 % y los animales de doble
musculatura de un 65 a 70 % (Sañudo, 1998).
En todo caso, gran parte de las variaciones de la calidad de la canal que pueden
observarse en la comparación de razas van a depender del criterio que se quiera considerar:
sacrificar los animales a una determinada edad, cuando llegan a un peso dado o cuando
alcanzan un cierto grado de deposición de grasa o grado de madurez.
Así, cuando se sacrifica a igual peso canal o peso vivo se observan variaciones
importantes en la composición tisular, presentando las razas más tardías y de mayor peso vivo
adulto (que suele implicar una mayor velocidad de crecimiento) un mayor % de músculo y
menor % de grasa teniendo, por tanto, las razas cárnicas continentales más músculo, seguidas
de las británicas y lecheras.
27
Efecto de la raza en el pH
La influencia que ejerce la raza sobre la evolución del pH post mortem está poco
estudiada, aunque, en general está considerado un factor de variación poco importante.
Cameron (1990) sugiere que la selección, para incrementar la carne magra en las canales de
cerdo, puede resultar un descenso de pH en el músculo y del contenido de la grasa
intramuscular. En el ganado ovino Sañudo et al. (1986) indican esa débil influencia del factor
raza sobre el pH, especialmente sobre el pH último.
En ganado vacuno, Duffey (1988), estudiando la calidad de carne de diferentes razas
bovinas en toros jóvenes, observó diferencias significativas entre 5 tipos raciales en el pH de
los músculos semimembranosus y longissimus dorsi 90 minutos después del sacrificio (ambos
más bajos en Aberdeen Angus x Brown Swiss y más altos en Simmental) y en el músculo
longissimus dorsi 48 horas después del sacrificio (5,49 para Aberdeen Angus x Simmental;
5,58 para Simmental).
En un estudio de Wythes et al. (1989) sobre la calidad de la canal y la carne de
vacunos Bos indicus x Bos taurus, el genotipo no tuvo efectos significativos sobre los valores
de pH últimos. Guhe et al. (1990) indican diferencias entre razas de 0,12 puntos variando
entre 5,62 en la Angler y 5,74 en la Frisona, estando entre ambas la Berrenda de colorado,
Charolais y cruces de Charolais x Frisón.
Grosse et al. (1991), estudiando la calidad de carne magra en toros de cebo en relación
al genotipo, peso de la canal y músculo, observaron valores más bajos del pH de la carne de
los toros de la raza German Black Pied en comparación con los toros cruzados. Sin embargo,
en los estudios de Schneijdenberg (1991), Pratchet et al. (1992), Purchas et al. (1992) y
Agustín et al. (1992) no hubo diferencias significativas en los valores del pH últimos de la
carne entre diferentes tipos raciales.
la capacidad de deposición de grasa intramuscular según las razas. Estas diferencias llevan a
una capacidad de retención de agua distinta. Shackelford (1994) y Monin (1991) señalan,
además, una menor CRA de las razas con hipertrofia muscular.
En diversos estudios se han indicado diferencias de jugosidad entre razas. Así, Ziegler
et al. (1971) y Winer et al. (1981) encontraron diferencias entre razas en la jugosidad de la
carne, siendo más jugosa la carne de las razas británicas, pero tales diferencias estuvieron
motivadas más por la variación de la grasa que por la jugosidad en sí. More O’ Ferral et al.
(1989) observaron que la progenie del cruce con Hereford presentó una mayor jugosidad que
la procedente de la raza Simmental o Charolais.
La capacidad de retención de agua, como la aptitud de la carne para mantener ligada
su propia agua, disminuye con el desarrollo muscular. Pero Szücs et al. (1987) observaron que
la disminución fue distinta en diferentes razas del ganado bovino. Se ha observado entre
diferentes tipos genéticos la tendencia a disminuir la CRA cuando se aumenta el desarrollo
muscular (Monin, 1991).
Si bien pueden existir diferencias en terneza por causas genéticas, resulta complejo
determinarlas debido a la relación de dependencia respecto a otros factores como
engrasamiento, crecimiento, etc. de los que resulta imposible separar. En cuanto al efecto que
la raza tiene sobre la textura-dureza de la carne, los resultados son contradictorios.
Las diferencias raciales derivan de mayor a menor tamaño adulto y de mayor a menor
precocidad, que conllevan a diferencias en el engrasamiento cuantitativo (Huerta Leidenz,
1993).
Esto incide en el sabor y en la madurez de la carne, teniendo las carnes con mayor
engrasamiento, mayor terneza e intensidad de sabor.
Shackelford et al. (1992), comparando distintas razas, encontraron que el contenido
total de colágeno muscular era significativamente diferente, aunque no así los porcentajes de
solubilidad, encontrándose asimismo diferencias importantes en la dureza.
Wheeler et al (1990) sostienen que las diferencias inter raciales en la terneza de la
carne parecen explicarse principalmente por la actividad proteolítica dependiente del calcio.
Los resultados de Shackelford et al. (1994) y de Wuld et al. (1996), indican que la
actividad de la calpastatina tiene una alta correlación genética con la fuerza de corte, dentro
de cada raza, pero no explica las variaciones de terneza entre las distintas razas Bos taurus.
Esto, probablemente, explique los resultados contradictorios encontrados en la bibliografía,
cuando se utiliza el veteado para estimar la terneza de la carne.
Si bien entre las distintas razas existen resultados contradictorios en relación a la
dureza, algunos autores como Ramsey et al. (1964), Lucket (1975), Sitefller et al. (1983),
Riley et al. (1986), Crouse et al. (1989) y Shackelford et al. (1991,1995), han demostrado que
las razas índicas muestran valores de dureza superior en relación a las demás.
Wipple (1990) y Shackelford et al. (1990, 1994) explican estos mayores valores en
base a una mayor actividad inhibidora de la proteasa calcio-dependiente, así como un menor
índice de fragmentación miofibrilar.
Resultados contradictorios aparecen en la terneza de los animales con hipertrofia
muscular. Autores como Monin (1991) y Shackelford (1994) encontraron una mayor terneza
en animales doble musculados como consecuencia de un menor contenido en colágeno, del
orden del 20 al 30%, así como un mayor porcentaje de fibras blancas. Sin embargo,
Uytterhaegen et al. (1994) a pesar de encontrar una menor cantidad de colágeno en la grasa
intramuscular de la raza Blanco Azul Belga en relación a los animales normales, evidenciaron
29
una mayor fuerza de corte y mayores pérdidas de cocinado a los 8 días post mortem en los
animales doble musculados. Esta mayor dureza se explicaba por valores inferiores de
calpaína, así como por relaciones más bajas de calpaína/calpastatina a 1 y 24 hs post mortem.
Estos autores manejaban hipótesis de que el alto grado de muscularidad estaría asociado a un
menor “turn-over” proteico, como consecuencia de una menor actividad de las proteinasas.
Ramsey et al. (1963) habían notado diferencias entre las razas Holstein y Hereford.
Diferencias entre distintas razas o tipos genéticos fueron encontradas también por otros
autores (López et al., 1986; Vandervert et al., 1986; Johnson et al., 1988; Wythes et al., 1989;
Wheeler et al., 1990).
Por el contrario, García de Siles (1973), al comparar estas dos razas, no observó
diferencias en terneza o jugosidad. También Hankey y Kay (1988), en su estudio sobre la
eficiencia alimentaria y calidad de la carne de novillas Aberdeen Angus y Charolais, no
encontraron diferencias en textura o jugosidad entre las dos razas, mientras que Destefanis y
Barge (1988) observaron que la carne de las razas de producción de carne era más tierna.
Aunque hay diferencias de terneza en la carne por causas genéticas, resulta complejo
establecer su relación respecto a los factores como crecimiento, engrasamiento, etc., de los
que resulta imposible separarla.
Por lo que hace referencia a la importancia de la raza sobre estas dos características de
la carne, diversos estudios demuestran que no existe un efecto muy marcado, siempre que
existan condiciones idénticas de producción (Herz et al., 1970; Touraille, 1982).
En el ganado bovino Touraille (1982) no encontró diferencias entre animales de las
razas Normanda y Limousin. Sin embargo, se pueden encontrar diferencias notables entre
razas en otros parámetros estrechamente relacionados con la génesis del olor y sabor. Según
Hankey et al. (1988) las razas que tienden a tener un mayor porcentaje de grasa a una
determinada edad, presentaran mayor flavor.
Factores como la raza, el sexo y la alimentación pueden causar diferencias en el sabor
y olor de la carne; no obstante, resulta muy probable que muchas de ellas pudieran tener
realmente su origen en los distintos niveles de engrasamiento.
Si bien los resultados del efecto del tipo de dieta sobre la composición de ácidos
grasos han sido coincidentes, esto no es tan claro cuando se analiza el efecto de tipo racial.
Eichhorn et al. (1986) encontraron un mayor porcentaje de ácidos grasos saturados y
menores de mono y poliinsaturados para las razas británicas en relación a las continentales
como Maine Anjou y Chianina, ocupando las razas de doble propósito un lugar intermedio.
En cambio Sumida et al. (1972) no encontraron efectos significativos cuando se
analizaron razas como Hereford, Aberdeen Angus y Charolais con dietas a base de
concentrado.
Ha sido puesto en evidencia una predisposición genética de la raza negra Japonesa a
depositar ácidos grasos monoinsaturados en la grasa intramuscular y subcutánea (Zembayashi
et al., 1995). May et al. (1993), encontraron que la raza Wagyu depositó una mayor
proporción de ácidos grasos insaturados en relación a la raza Aberdeen Angus. Leat (1977)
sostiene que la raza afecta la composición y la calidad del tejido graso, principalmente a
través del contenido total de grasa.
Por su parte Clarek et al. (1996) mencionan que una mayor tasa de crecimiento
muscular aparenta estar favorablemente asociada con una mejora en el sabor, color y
jugosidad y muchas veces con la terneza.
Wulf et al. (1996) encontraron que los animales que presentaron un color de músculo
más oscuro, tuvieron valores superiores en fuerza de corte y menor en terneza en relación a
los animales que presentaron colores normales y pálidos.
Este color más oscuro estuvo asociado a niveles mas altos en actividad de calpastatina,
lo que sugiere que las variaciones de terneza se encuentran relacionadas al grado de
proteólisis post-mortem.
Renand (1988) analiza la variedad genética entre e intra razas para las características
de calidad de la carne de las tres experiencias de evaluación racial que se comentan a
continuación.
En el trabajo realizado en Nebraska, sintetizado por Gregory et al. (1982), el análisis
de componentes principales muestra que una parte importante de la variabilidad entre razas es
explicada por la primer componente (75%), en el cual se componen los tres criterios de
degustación a la fuerza de corte. La 2ª componente discrimina las razas según la nota de
veteado, correlacionada (+0,7) con la 1ª componente. Es decir que las razas en que la carne es
satisfactoriamente tierna y jugosa son las que poseen una nota de marmoreado relativamente
elevada. Por otro lado, la cantidad de marmoreado está fuertemente ligada con el tenor de
grasa en la canal y en la forma opuesta al crecimiento muscular.
En Dinamarca, el trabajo de Liboriussen et al. (1977) muestra que la 1ª componente
explicó un 44% de las diferencias raciales de terneza y aceptabilidad de la carne. La 2ª
componente explicó un 22%, esencialmente las variaciones en tenor de lípidos
intramusculares los que fueron independientes del 1ª criterio de calidad. En la medida que el
tenor en lípidos intramusculares es independiente de la 1ª componente, el tenor de grasa de la
canal presentó una ligera composición con terneza y aceptabilidad. En este trabajo la relación
entre crecimiento muscular y relación de carne fue positiva y favorable entre las razas
estudiadas (+0,4).
En Francia, la evaluación llevada a cabo por Bonaiti (1980) y Menissier et al. (1982),
muestra que entre las razas estudiadas se refleja una variabilidad conjunta del contenido entre
grasa intramuscular y terneza (40%). La 2ª componente hace intervenir la variabilidad entre
pH y CRA. Las diferencias raciales entre contenido de colágeno y de fuerza de corte están
fuertemente ligadas.
El tenor en lípidos intramusculares se encuentra fuertemente ligado al estado de
engrasamiento de la canal apareciendo una relación netamente favorable entre crecimiento
muscular y terneza (+0,7). Las razas de fuerte crecimiento muscular aparecen con carnes más
claras y una menor CRA.
De estos trabajos surge que las diferencias entre razas no son significativas
generalmente debido a la fuerza de la variabilidad individual existente, habiendo una clara
asociación del veteado con la terneza final de la carne.
En un experimento con diversas razas Kline (1967) observó que las razas de aptitud
lechera alcanzan el peso de sacrificio a edades más tempranas que las de aptitud cárnica.
Berg y Butterfield (1968), estudiando datos de ganado Hereford y Frisón, llegaron a la
conclusión de que las dos razas tienen el mismo modelo de crecimiento y desarrollo para el
músculo y la grasa, pero el engrasamiento se produce primero en el Hereford. Esto podría ser
aplicado a las diferencias encontradas entre las razas llamadas de madurez precoz y tardía;
para un mismo grado de engrasamiento las razas más tardías presentarán canales más pesadas.
Koch et al. (1983), estudiando los efectos genéticos maternales e individuales sobre las
características de la canal, señalan que los Charolais y Simmental presentan unos pesos de
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canal mayores a los Limousin, los cuales tuvieron pesos similares a los de los Aberdeen
Angus y los Hereford
Evaluando los canales de los toros jóvenes Charolais y Limousin, Rioni et al. (1985)
encontraron diferencias significativas entre las dos razas. Los pesos medios al sacrificio
fueron respectivamente 640 y 637 kg, mientras que las canales fueron 409,2 en los toros
Charolais y 388,5 kg en los toros Limousin. Diferencias en el peso de la canal debido a la raza
habían sido encontradas también por Russo et al. (1983), en su estudio con toros jóvenes de
líneas Frisonas Europeas y Americanas sometidas a diversos niveles nutricionales. Los
autores observaron que las medias canales de los Frisones Europeos pesaban 123,52 kg y las
medias canales de los toros Holstein-Frisón 135,27 kg.
García et al. (1986), en 28 canales de novillos Aberdeen Angus y 34 canales de cruces
Aberdeen Angus x Nelore, observaron diferencias significativas en los pesos de las medias
canales izquierdas (123 kg en Aberdeen Angus vs. 130 kg en los cruces Aberdeen Angus x
Nelore.
En 219 toros de razas Europeas continentales y sus cruces sacrificados a 15 o 18
meses de edad y comparados con 24 toros Hereford, Bonaiti et al. (1988) encontraron
diferencias en los pesos de las canales de los toros sacrificados a los 15 meses: los pesos de
las canales variaron de 282 kg en los Limousin a 321 kg en los toros Maine-Anjou, siendo de
228 kg en los Hereford. Los resultados fueron similares a los toros sacrificados a 28 meses de
edad. Los valores en los cruces fueron, en general, intermedios.
En dos experimentos con 72 terneros, Nour et al. (1994) observaron que los
Simmental tuvieron pesos al sacrificio y pesos de la canal caliente más altos que los Angus,
no encontrándose diferencias raciales en la palatabilidad de la carne entre ambas razas.
Según Branaman et al. (1962) las razas de aptitud cárnica de origen británico, debido a
que depositan mayor cantidad de grasa, dan rendimientos a la canal mayores que los de las
razas de aptitud lechera. A ésta conclusión llegó también Pearson (1966).
Bonaiti et al. (1988) encontraron en su experiencia que los toros Hereford tuvieron un rendimiento de la canal
menor que otras razas: Maine-Anjou y Limousin, respectivamente: 51,8%, 54,0% y 57,8 %.
En un estudio con 85 canales de novillos Holstein x Frisón y 84 canales de novillos
Frisones, que fueron producidos en tres sistemas productivos, Baber et al. (1984) observaron
que el efecto más significativo, en toda la comparación, fue la diferencia en la conformación
de las canales, siendo mas alto en la Frisona.
Baker et al. (1984) analizando los datos de las canales de los toros Aberdeen Angus,
Brahman, Hereford, Holstein-Frisón, y sus cruces, encontraron que los toros Hereford y
Aberdeen Angus ocupaban las posiciones mas altas en la puntuación de la conformación,
mientras que los Holstein-Frisón y Jersey ocupaban los más bajos. Estos últimos tuvieron
menos grasa externa que las otras razas. Similares resultados fueron obtenidos por O’Ferral y
Keane (1990) y Kempster et al. (1988). Estos últimos autores concluyeron que la importancia
de la conformación, como un parámetro de la valorización de la calidad de carne de la canal,
queda en la identificación de las diferencias en el contenido de carne magra (músculo) entre
las canales de igual peso y grado de engrasamiento.
Otros autores han encontrado también diferencias debidas a la grasa en la superficie
del músculo longissimus dorsi, como medida de conformación de la canal (De Rouen et al.,
1992; Hopper et al., 1993).
Koch et al. (1983) no observaron diferencias entre los Charolais y Simmental en las
características de las canales. A su vez, estas razas presentaron porcentajes de hueso mas alto
y menos cantidad de grasa intramuscular y de cobertura que los Limousin.
Roini et al. (1985), en toros jóvenes Charolais y Limousin, encontraron diferencias
significativas en porcentajes de músculo (76,93 vs. 72,57 %). También Wythes et al. (1989)
han encontrado diferencias significativas en el contenido de carne magra de la canal debidas a
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la raza y Bonanno et al. (1989) en el porcentaje del músculo de la canal entre 5 tipos genéticos
diferentes.
El resultado del estudio de Biley y Lawson (1989), sobre la composición corporal y de
la canal de toros Hereford y Angus, fue la superioridad de los Angus en relación a los
Hereford en el rendimiento del músculo de la canal (642 vs. 616 g/kg peso vivo vacío) y en la
relación músculo/hueso en la canal (4,96 vs. 4,64).
Estudiando los efectos genéticos directos y maternales sobre las características de la
canal en ganado vacuno, utilizando Angus Americano, Charolais y Hereford, De Rouen et al.
(1992) observaron que, en general, los efectos directos raciales en los Angus y Hereford,
fueron negativos para el peso de la canal caliente, rendimiento de corte de carne en la canal,
superficie del músculo LD (Longissimus dorsi) y la dureza de la carne y positivos para el
espesor de la grasa y estado de engrasamiento. Mientras que en Brahman los efectos directos
raciales fueron grandes y no deseables en los parámetros mencionados.
En otro estudio, De Rouen et al. (1992) encontraron diferencias raciales entre las razas
puras en los parámetros de calidad de la canal. Así, los autores observaron que, entre razas,
novillas Charolais tuvieron el mayor peso de la canal caliente y superficie del músculo
longissimus dorsi, mientras que las canales procedentes de los novillos Angus y Hereford
tuvieron el mayor espesor de grasa y presentaron un nivel de engrasamiento más alto y los
novillos Brahman tuvieron los niveles más bajos en el estado de engrasamiento de la canal y
la dureza de la carne.
Zinn et al. (1963) afirmaban que la relación músculo/hueso se incrementa con el peso
de la canal. Pero Zea (1978), en su estudio con ganado gallego, observó que la relación
músculo/hueso se mantenía prácticamente constante al aumentar el peso al sacrificio.
Tampoco encontraron diferencias en la relación músculo/hueso Zea y Gálvez (1980) en raza
Rubia Gallega. Sin embargo, Cabrero (1991), a partir de un estudio sobre la evolución de los
pesos y porcentajes de músculo, grasa y hueso en canales de 110 a 420 kg, afirmaba que la
relación músculo/hueso aumentaba con el incremento del peso.
Patterson et al. (1994), estudiando los efectos del plano de nutrición y el peso del
sacrificio sobre la composición de la canal, en toros continentales de carne alimentados con
dietas de alto contenido en forraje, comprobaron que a medida que se aumentaba el peso al
sacrificio, se mejoraba la conformación de la canal, mientras que los depósitos de grasa se
aumentaban y las proporciones de la carne magra y hueso disminuían.
Geay y Beranger (1969) opinan que la respuesta al aumentar el nivel energético de la dieta
resulta variable dependiendo del tipo genético del animal. Para una misma edad, en las canales de
razas más precoces, el aumento de energía aumenta considerablemente los depósitos grasos y
disminuye el músculo y el hueso. En animales de razas más tardías, los tejidos evolucionan todos en
Guenter et al. (1965) habían encontrado que en los novillos Hereford, sometidos a niveles
mas altos de energía, la proporción de hueso era menor que los que recibieron menos energía en la
dieta. Martín et al. (1966) obtuvieron una reducción del 20,6 al 17,6 % del hueso, contenido en el
corte de la 9ª, 10ª y 11ª costilla, con los incrementos del nivel de energía. Similares resultados fueron
energía disponible, hasta alcanzar un máximo. Posiblemente, cuando se ha alcanzado dicho máximo,
Aahus et al. (1992) estudiando los efectos del tiempo en alimentación sobre la calidad de
carne, observaron que a medida que se incrementa ese tiempo (time on feeding), se aumentaba
INDICE
Tema Página
Ubicación de la asignatura………………………………….. 1
Objetivos……………………………………………………….. 2
Programa Analítico…………………………………………… 3
Programa Combinado……………………………………….. 5
Bibliografía…………………………………………………….. 7
Genética de poblaciones………………....………………… 9
Componentes de variancia..……………………………….. 21
Heredabilidad………………………………………………….. 27
Correlación genética…..……………………………………. 39
Repetibilidad…………………………………………..……… 45
Adaptación…………………………………………………….. 55
Caracteres de importancia económica…………………… 61
Valor genético………………………………………………… 69
Consanguinidad……………..………………………………. 81
Cruzamiento……………………….…………………………. 103
Influencia de la raza o tipo genético en la calidad de la canal y 113
carne…………………………………………………
Anexo…………………………………………………………. 127