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Impuesto a las Ganancias: Sociedades de Capital (unidad 29)

Las sociedades de capital quedan determinadas por el artículo 73. El mismo establece que dichas sociedades (SA,
sociedades en comandita por acciones) quedan sujetas por sus ganancias netas imponibles al 25%, siempre que se
hayan constituido en el país. Por lo tanto son sujetos directos del impuesto a las ganancias.

En cambio, las sociedades de personas (SRL, sociedades en comandita simple, SC, SH) son sujetos indirectos del
impuesto a las ganancias; ya que no pagan el impuesto. La ganancia se divide entre sus socios.

A los fines impositivos, las SRL tienen igual tratamiento que las SA; es decir, se las considera sociedades de capital.

Artículo 73: Sociedades de Capital. Tasas. Otros sujetos comprendidos

a) al 25 %

1) sociedades anónimas –incluidas las SA unipersonales, las sociedades en comandita por acciones, en la parte que
corresponda a los socios comanditarios y las sociedades por acciones simplificadas del Título III de la ley 27349,
constituidas en el país.

2) las sociedades de responsabilidad limitada, las sociedades encomandita simple y la parte correspondiente a los
socios comanditados de las sociedades en comandita por acciones, en todos los casos cuando se trate de
sociedades constituidas en el país.
3) las asociaciones, fundaciones cooperativas y entidades civiles y mutualistas constituidas en el país en cuanto no
corresponda por esta ley otro tratamiento impositivo.
4) las sociedades de economía mixta, por la parte de las utilidades no exentas del impuesto.
5) Las entidades y organismos a que se refiere el artículo 1º de la ley 22016, no comprendidos en los apartados
precedentes, en cuanto no corresponda otro tratamiento impositivo en virtud de lo establecido por el artículo
6º de dicha ley.
6) Los fideicomisos constituidos en el país conforme a las disposiciones del código civil y comercial de la Nación,
excepto aquellos en los que el fiduciante posea la calidad de beneficiario. La excepción dispuesta en el presente
párrafo no será de aplicación en los casos de fideicomisos financieros o cuando el fiduciante-beneficiario sea
sujeto comprendido en el Título V.
7) Los fondos comunes de inversión constituidos en el país, no comprendidos en el primer párrafo del artículo 1º
de la ley 24083 y sus modificaciones

8) Las sociedades incluidas en el inciso b) y en el último párrafo del artículo 53, y los fideicomisos comprendidos en
el inciso c) del mismo artículo que opten por tributar conforme a las disposiciones del presente artículo. Dicha
opción podrá ejercerse en tanto los referidos sujetos lleven registraciones contables que les permitan
confeccionar balances comerciales y deberá mantenerse por el lapso de cinco (5) periodos fiscales contados a
partir de la opción.

Los sujetos mencionados en los apartados 1 a 7 precedentes quedan comprendidos en este inciso desde la
fecha del acta fundacional o de celebración del respectivo contrato, según corresponda, y para los sujetos
mencionados en el apartado 8, desde el primer día del ejercicio fiscal siguiente al del ejercicio de la opción.

b) Al 25 %
Las derivadas de establecimientos permanentes definidos en el artículo 22.
Dichos establecimientos deberán ingresar la tasa del trece por ciento (13%) al momento de remesar las utilidades a
su casa matriz.
Sin embargo, las rentas derivadas de la explotación de juegos de azar en casinos (ruleta, punto y banca, blackjack,
póker y/o cualquier otro juego autorizado) y de la realización de apuestas a través de máquinas electrónicas de
juegos de azar y/o apuestas automatizadas (de resolución inmediata o no) y/o a través de plataformas digitales
tributarán al cuarenta y uno coma cincuenta por ciento (41.50%). La alícuota mencionada será aplicable tanto para
las personas humanas como para las jurídicas.
La Afip establecerá las condiciones operativas de aplicación de esta alícuota y para la apropiación de gastos
efectuados con el objeto de obtener, mantener y conservar ganancias gravadas a que hace mención el párrafo
anterior, en concordancia con lo dispuesto en el primer párrafo del artículo 83.

Artículo 74 -cuando los sujetos comprendidos en los apartados 1, 2, 3, 6 y 7 del inciso a) del artículo 73, así como
también los indicados en el inciso b) del mismo artículo, efectúen pagos de dividendos o, en su caso, distribuyan
utilidades, en dinero o en especie, que superen las ganancias determinadas en base a la aplicación de normas
generales de esta ley, acumuladas al cierre del ejercicio inmediato anterior a la fecha de dicho pago o distribución,
deberán retener con carácter de pago único y definitivo, el treinta y cinco (35%) sobre el referido excedente.
A efectos de lo expuesto en el párrafo anterior, la ganancia a considerar en cada ejercicio será la que resulte de
detraer a la ganancia determinada en base a la aplicación de las normas generales de esta ley, el impuesto pagado
por el o los periodos fiscales de origen de la ganancia que se distribuye o la parte proporcional correspondiente y
sumarle los dividendos o utilidades provenientes de otras sociedades de capital no computados en la determinación
de dicha ganancia en el o los mismos periodos fiscales.
Si se trata de dividendos o utilidades en especie, el ingreso de la retención indicada será efectuado por el sujeto que
realiza la distribución o al agente pagador, sin perjuicio de su derecho a exigir el reintegro por parte de los
beneficiarios y de deferir la entrega de los bienes hasta que se haga efectivo el régimen.
Las disposiciones de este artículo no serán de aplicación a los fideicomisos financieros cuyos certificados de
participación sean colocados por oferta publica en los casos y condiciones que el respecto establezca la
reglamentación.
Se establece que las disposiciones previstas en el primer artículo sin número agregado a continuación del artículo
de la ley de IG, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, no resultaran de aplicación para los dividendos o
utilidades atribuibles a ganancias devengadas en los ejercicios fiscales que se inicien a partir del 1 de enero de
2018.

Son personas, nacen, tiene personalidad tributaria desde la fecha del acta funcional o celebración del respectivo
contrato según corresponda.

No hay distinción entre si están en formación o han conseguido ya la conformidad administrativa, si ha cumplido el
paso que la ley exige para dejar de estar en formación y ser una sociedad regular. Las sociedades viven, perduran,
hasta que se liquidan.

Los sujetos alcanzados deben llevar un sistema contable que le permita confeccionar balances y también
comprende a aquella personas humanas que confecciones balances comerciales sobre la base de libros de
contabilidad que cumplan con los demás requisitos por él exigidos.

I. Régimen de Imposición, evolución desde la vigencia de la ley.

1) Imposición a las ganancias de capital


Se consideran ganancias de capital todos los incrementos en el valor de venta del patrimonio excepto el valor de
venta del patrimonio de las utilidades provenientes de la compra-venta de bienes como actividades lucrativas.

La mayor parte de las ganancias de capital provienen de;

Acciones de sociedades anónimas


Bienes raíces
Otros bienes de importancia secundaria: acciones, bonos, títulos, cedulas, etc.
Una fuente esencial es la reinversión de los dividendos declarados por las S.A., como así también la urbanización.

La ganancia de capital cae dentro de la categoría de rédito, ya sea que este se defina como incremento del
patrimonio más consumo, o como flujo de riqueza.

El incremento de valor en el patrimonio poseído incrementa el bienestar económico de la persona de la misma


manera que lo hace el redito corriente; por lo tanto si no se gravan las ganancias de capital, se favorecería a las
personas de réditos que no sea el corriente.

Gran parte de las dificultades en el campo de las imposiciones de las ganancias de capital, se originan en la
necesidad de gravarla en la época en que se realizan, cuando se perciben en lugar de gravar cuando se producen,
cuando se perfecciona la operación que las origina

Problemas de delimitación

Dentro de los problemas de delimitación que podemos encontrar contamos con:

 La periodicidad con que se obtienen las ganancias de capital. La condición del contribuyente depende entonces
en gran medida de la intención o propósito de obtener un beneficio del aumento de valor que produce una
utilidad gravable.
 Cuando la persona está desarrollando una actividad comercial, la utilidad proveniente de la venta de un bien no
comprado ni vendido habitualmente por la empresa, debe, considerarse ganancia de capital.
 Existe por parte de la SA un fuerte incentivo para tratar de distribuir superávit en la forma de pago de
liquidación con miras a la reducción de la obligación tributaria
 El criterio de la realización (gravar cuando se perciban las ganancias de capital) lleva a las personas a retener
bienes que de otra manera se hubiesen vendido; vender bienes más rápidamente de lo que lo hubieran hecho
normalmente.

2) Criterios sobre el tratamiento impositivo de las sociedades de capital

Aunque se reconocen universalmente que el impuesto personal a los réditos no puede ser aplicado
directamente a los réditos de sociedades de capital, existen dos criterios opuestos respecto al tratamiento
adecuado de los réditos de las mismas:
Gran parte de a las dificultades actuales se originan en la falta de coordinación de los impuestos a la renta
personal y societaria.
Cada uno es un gravamen separado (aunque con muchas normas en común), el impuesto a la renta de la
sociedad de capital se aplica a la suma total de sus utilidades netas, sean retenidas o distribuidas como
dividendos igual que otros ingresos.
La sociedad por acciones se trata esencialmente como entidad separada con personalidad fiscal por si misma
bien distinto de la de sus propietarios, los accionistas.
Esto refleja en esencia la filosofía de que una sociedad de capital posee capacidad contributiva propia, medida
por sus utilidades netas, dejando de lado los efectos redistributivos que el impuesto pueda ejercer sobre las
personas físicas, sean los accionistas, consumidores o trabajadores.

a) Criterio de integración: deja de considerar, mientras fuese posible, la existencia de la sociedad e intenta dar a
los réditos de sociedades de capital el mismo tratamiento que les correspondería si fuesen obtenidos por
empresas de otro tipo. Due dice que la integración total requiere de un tratamiento de la sociedad de capital
como si fuera sociedad de personas. Basándose en el concepto de equidad, se argumenta que la existencia de la
forma societaria anónima o similar no podrá evitar el hecho de que la carga impositiva descanse finalmente
sobre los individuos y que es el principio de la capacidad productiva, debe interpretarse exclusivamente en
términos de cargas personales. Si se les otorga un trato preferencial se violaría la regla del trato igual para los
que se hallan en igual posición, y la progresión sería diferente del grado esperado. En segundo lugar, se sostiene
que el impuesto solo puede ser completamente neutral y evitar los efectos económicos adversos si la carga
impositiva es independiente de la forma de organización de la empresa. Todo intento de gravar más
severamente a las SA desalentara el uso de esta forma de organización, dificultando el desarrollo económico y
afectara los programas de las empresas en muchos aspectos. Este enfoque requiere una estrecha integración de
los impuestos personales y societarios.

b) Criterio del ente separado: se considera el redito neto de la SA como criterio adecuado para la imposición,
independientemente del impuesto sobre los dividendos, abonados por los accionistas. De esta forma la SA es
considerada como un ente separado para propósitos impositivos, independiente de los individuos que son sus
propietarios con una entidad propia.
En la Argentina se aplica el criterio del ente separado, para evitar la doble imposición, por cuanto la sociedad de
capital ya cobra el impuesto.

3) Traslación e incidencia del impuesto


Se adopta la presunción que el impuesto a los réditos de las sociedades de capital se trasladan en un 50 % sobre
los precios (hacia adelante) y sobre los suministros de factores, salvo el aporte del capital accionario –hacia
atrás- en el restante 50% sobre los accionistas.

Doble imposición: Hay doble imposición sobre las utilidades repartidas como dividendos, una vez con el impuesto a
cargo de la sociedad y otra a cargo del accionista.

Dentro de las formas de evitar la doble imposición tenemos:


 No gravar los dividendos obtenidos por las personas físicas que es lo que se aplica en nuestra legislación
 Gravar los dividendos en las personas físicas pero permitir el computo de un pago a cuenta teniendo presente el
impuesto ya ingresado por la sociedad
 Gravar los dividendos en las personas físicas pero con tasas progresivas especiales, menor que otras ganancias

El impuesto a las ganancias abarca:

 Impuesto a las ganancias de sociedades de capital


 Impuesto a las ganancias de capitales de las sociedades de capital
 Asimismo excluye el impuesto a las ganancias de capital de las personas físicas.

Evolución desde la vigencia de la ley


El origen del impuesto en la República Argentina: en la República Argentina el impuesto a la renta es denominado
impuesto a las ganancias y hasta 1973 se los denominó impuesto a los réditos.

Es característica saliente y netamente diferencial del tributo, la de gravar los beneficios o fuentes de rentas que los
generen, considerando que con ellos se obtiene una medida ideal de la capacidad contributiva de los beneficiarios
que los perciben, lo que permite una óptima aplicación del principio de equidad en la imposición.

Como característica saliente podemos decir que es un impuesto directo, que recae de manera definitiva en el
contribuyente obligado al pago.

Al presente, sin embargo, esta tesis es objeto de ciertas controversias, y cabe distinguir el caso del impuesto
personal, ya sea progresivo global sobre el conjunto de los beneficios del individuo, o ya sea el que afecta algunos
tipos de ingresos que éste posea, del impuesto sobre las sociedades de capital, y en particular, sobre las sociedades
anónimas.

El impuesto a la renta de los individuos es caracterizado como un gravamen personal típico por excelencia.

Esto se asienta en la consideración de las condiciones personales del individuo, tales como estado civil y familia,
cuanto que tratándose del impuesto global, se calcule sobre el conjunto de las rentas, su peso resulte en definitiva
de la cifra total que el individuo acumula, y se admitan ciertas deducciones inherentes a la persona, como las de
gastos de sepelio, las de seguro de vida y otras.

En la República Argentina se aplica el criterio del ente separado, para evitar la doble imposición, por cuanto la
sociedad de Capital ya cobra el impuesto.

La reforma tributaria de la Ley 27430 a través del artículo 90 modifico las histórica tasa proporcional del 35% para
aquellos sujetos denominados sociedades de capital, para establecer progresivamente su disminución de la
siguiente manera:
a) aplicación de la alícuota proporcional del 30% para los ejercicios fiscales que se inicien a partir del 1 de enero de
2018 y hasta el 31 de diciembre de 2019.
b) imponiendo una alícuota proporcional del 25% para los ejercicios fiscales que se inicien a partir del 1 de enero
de 2020.
Las transición de tasas establecida por la ley se evidenciará a través de contar dos ejercicios fiscales con una tasa
proporcional de imposición del 30 % para luego arribar a la del 25% prevista por el legislador
Esta disminución de alícuotas tiene un impacto profundo y taxativamente en el ámbito fiscal en varios planos, sobre
los cuales podemos destacar:
1. su vinculación con el régimen de imposición sobre los dividendos
2. impacto en el costo fiscal plurianual de las empresas por la utilización de ciertos de diferimiento de ciertas
ganancias impositivas prevista en la ley –método de devengado exigible, diferimiento para aquellas empresas de
construcción de los resultados por obras que afecten a dos períodos fiscales pero cuya duración no exceda de un
año, mecanismo de venta y reemplazo, entre otros-.
3. dependiendo de la tasa de tributación establecida por la renta empresarial, inclusión o no dentro de la nómina de
jurisdicciones de baja o nula tributación a las distintas Naciones del Exterior, según definición del actual artículo
15.1.2 de la ley de IG.
4. caso particular de los anticipos de ganancias sociedades vinculado a la modificación de la tasa que consiste en
evaluar qué impacto tendrá en el cálculo de aquellos ejercicios que inicien el camino de su primer período fiscal con
la disminución de la alícuota referida.
En los casos concretos las sociedades que liquidaron su IG calculando su gravamen con la alícuota del 35%,
presentando su información fiscal durante el mes de mayo. Sin embargo ya iniciaron su primer ejercicio –desde el
01/01/2018- cuyas rentas fiscales tributarán una alícuota proporcional del 30%, con la inminencia del pago del
primer anticipo, previsto a partir del 13 de junio próximo.
En materia de anticipos está vigente la resolución de Afip 4034-E que en su artículo 3º establece que el importe de
cada uno de los anticipos se determinará estableciendo primeramente el monto base sobre el cual luego se
calcularán los respectivos anticipos. Este monto base surge partiendo del impuesto determinado por el periodo
inmediato anterior a aquel que corresponda imputar los anticipos, para luego deducirle los diversos conceptos –
retenciones, percepciones, pagos a cuenta sustitutivos de retenciones, el importe computable del impuesto sobre
los combustibles líquidos contenidos en las compras de gasoil para ciertos casos en particular, impuestos análogos,
entre otros-.
La Afip debería emitir una normativa de transición que contemple un recalculo para que cuando el contribuyente
deba ingresar los anticipos calculados con un impuesto base determinado que no se la tasa del 35%.

II. Dividendos y Utilidades: otras operaciones asimilables a dividendos

Los dividendos de acciones o utilidades distribuidas por los sujetos del artículo 73 y los intereses o rendimientos de
Títulos, bonos, cuotapartes de fondos comunes de inversión y demás valores se imputaran en el ejercicio en que
hayan sido:

(i) puestos a disposición o pagados, lo que ocurra primero; o

(ii) capitalizados, siempre que los valores prevean pagos de intereses o rendimientos en plazos de hasta un año.
Respecto de valores que prevean plazos de pago superiores a un año, la imputación se realizara de acuerdo con su
devengamiento en función del tiempo.

Impuesto de Igualación: Retención y distribución de Dividendos y otras utilidades que superen las ganancias
impositivas. Impuesto de Igualación Artículo 74 de la ley fue derogado para ganancias de ejercicios iniciados desde
el 01/01/2018.

El artículo 74 establece para los sujetos comprendidos en los apartados 1, 2, 3, 6 y 7 del inciso a) y en el inciso b),
que paguen dividendos o efectúen distribución de utilidades, en dinero o en especie, provenientes del balance
comercial que superen las ganancias impositivas, acumuladas al cierre del ejercicio inmediato anterior a la fecha de
dicho pago, la obligación de retener con carácter de pago único y definitivo el 35 % sobre dichos excedentes en
concepto del denominado impuesto de igualación.

Se trata de una retención a efectuar a los accionistas, cuando se paguen dividendos que excedan las utilidades
impositivas de la sociedad, lo que significa que se estarían distribuyeron utilidades contables que no han tributado
el correspondiente impuesto a las ganancias, por efecto de exenciones u otros ajustes en la declaración jurada.

Esta retención trae aparejada, en la práctica, la pérdida de determinada exenciones tributarias cuando esas
ganancias exentas son distribuidas por la sociedad a sus accionistas.

Esta disposición tiene vigencia para los ejercicios que cierren a partir del 31/12/1998, y a tal efecto debe hacerse un
cálculo de las utilidades impositivas acumuladas desde esa fecha, comparadas con los dividendos distribuidos en
ese período.

La ganancia a considerar en cada ejercicio será la que resulte de detraer a la ganancia determinada en base a
aplicación de las normas generales de la ley de IG, el impuesto determinado por los periodos fiscales de origen de la
ganancia que se distribuye o la parte proporcional correspondiente y sumarle a los dividendos o utilidades
provenientes de otras sociedades de capital no computados en la determinación de dicha ganancia (por ser un
concepto no computable).

De esta forma, se logra hacer comparables la ganancia contable que se va a distribuir en concepto de dividendos
con la utilidad impositiva, neta del propio impuesto e incrementada por resultados derivados de participaciones en
otras sociedades no computables a efectos de la liquidación del gravamen.

Si se tratara de dividendos o utilidades en especie, el ingreso de la retención indicada será efectuado por el sujeto
que realiza la distribución o el agente pagador, sin perjuicio de su derecho a exigir el reintegro por parte de los
beneficiarios y de diferir la entrega de los bienes hasta que se haga efectivo el régimen.

Las disposiciones de este artículo no serán de aplicación a los fideicomisos financieros cuyos certificados de
participación sean colocados por oferta pública, en los casos y condiciones que al respecto establezca la
reglamentación.

Artículo 75: cuando la puesta a disposición de dividendos o la distribución de utilidades, en especie, origine una
diferencia entre el valor corriente en plaza a esa fecha y su costo impositivo, relativo a todos los bienes distribuidos
en esas condiciones, la misma se considerará resultado alcanzado por este impuesto y deberá incluirse en el
balance impositivo de la entidad correspondiente al ejercicio en que la puesta a disposición o distribución tenga
lugar.

Artículo 49: los dividendos, en dinero o en especie, serán considerados como ganancia gravada por sus
beneficiarios, cualesquiera sean los fondos empresarios con que se efectúe su pago, incluyendo las reservas
anteriores con independencia de la fecha de su constitución y las ganancias exentas de acuerdo con lo establecido
por esta ley y provenientes de prima de emisión. Igual tratamiento tendrán las utilidades que los sujetos
comprendidos en los apartados 2,3, 6, 7 y 8 del inciso a) del artículo 73, distribuyan a sus socios o integrantes.

Los dividendos en especie se computaran a su valor corriente en plaza a la fecha de su puesta a disposición.

“cabe destacar que la distribución de dividendos en especie implica para la sociedad que los distribuye la venta
de bienes que se entregan y la consecuente disminución patrimonial, es por ello, que la ley considera renta
gravada en cabeza de la sociedad a la diferencia entre el costo impositivo de la especie y su valor corriente en
plaza”.

Las distribuciones en acciones liberadas provenientes de revaluós o ajustes contables y de la capitalización de


utilidades liquidas y realizadas, no serán computables por los beneficiarios a los fines de la determinación de su
ganancia ni para el cálculo a que hace referencia el artículo 83 de la ley.

En el caso de rescate total o parcial de acciones, se considerara dividendo de distribución a la diferencia entre el
importe del rescate y el costo computable de las acciones. Tratándose de acciones liberadas, se considera que su
costo computable es igual a cero (0) y que el importe total del rescate constituye un dividendo gravado.

El costo computable de cada, acción se obtendrá considerando como numerador el importe atribuido al rubro
patrimonio neto en el balance comercial del último ejercicio cerrado por la entidad emisora, inmediato anterior al
del rescate, deducidas las utilidades liquidas y realizadas que lo integren y las reservas que tengan origen en
utilidades que cumplan la misma condición, y como denominador las acciones en circulación.

Cuando las acciones que se rescatan hubieran sido adquiridas a otros accionistas, se entenderá que el rescate
implica una enajenación de esas acciones. Para determinar el resultado de esa operación se considerará como
precio de venta el costo computable que corresponda de acuerdo con lo dispuesto en el párrafo precedente y como
costo de adquisición al que se obtenga de la aplicación del artículo 65 de la ley.

Artículo 50: se presumirá que se ha configurado la puesta a disposición de los dividendos o utilidades asimilables,
en los términos del artículo 24 de esta ley, conforme lo dispuesto en el quinto párrafo de su inciso a), cuando se
verifique alguna de las situaciones que se enumeran a continuación, en la magnitud que se prevé para cada una de
ellas:

a) los titulares, propietarios, socios, accionistas, cuotapartistas, fiduciantes o beneficiarios de los sujetos
comprendidos en el artículo 73 realicen retiros de fondos por cualquier causa, por el importe de tales retiros.

b) los titulares, propietarios, socios, accionistas, cuotapartistas, fiduciantes o beneficiarios de los sujetos
comprendidos en el artículo 73 tengan el uso o goce, por cualquier Titulo, de bienes del activo de la entidad, fondo
o fideicomiso. En este caso se presumirá, admitiendo prueba en contrario, que el valor de los dividendos o
utilidades puestos a disposición es el ocho por ciento (8%) anual del valor corriente en plaza de los bienes
inmuebles y del veinte por ciento (20%) anual del valor corriente en plaza respecto del resto de los bienes . Si se
realizaran pagos en el mismo periodo fiscal por el uso o goce de dichos bienes, los importes pagados podrán ser
descontados a los efectos del cálculo del dividendo o utilidad.

c) cualquier bien de la entidad, fondo o fideicomiso, este afectado a la garantía de obligaciones directas o indirectas
de los titulares, propietarios, socios, accionistas, cuotapartistas, fiduciantes o beneficiarios de los sujetos
comprendidos en el artículo 73 y se ejecute dicha garantía. De verificarse esta situación, el dividendo o utilidad se
calculara respecto del valor corriente en plaza de los bienes ejecutados, hasta el límite del importe garantizado.

d) Cualquier bien que los sujetos comprendidos en el artículo 73 vendan o compren a sus titulares, propietarios,
socios, accionistas, cuotapartistas, fiduciantes o beneficiarios de los sujetos, por debajo o por encima, según
corresponda, del valor de plaza. En tal caso, el dividendo o utilidad se calculara por la diferencia entre el valor
declarado y dicho valor de plaza.

e) cualquier gasto que los –sujetos comprendidos en artículo 73 realicen a favor de sus titulares, propietarios,
socios, accionistas, cuotapartistas, fiduciantes o beneficiarios, que no respondan a operaciones realizadas en
interés de la empresa, por el importe de tales erogaciones, excepto que los importes fueran integrados, en cuyo
caso resultara de aplicación el artículo 76 de la ley.

f) los titulares, propietarios, socios, accionistas, cuotapartistas, fiduciantes o beneficiarios de los sujetos
comprendidos en el artículo 73 perciban sueldos, honorarios u otras remuneración, en tanto no pueda probarse la
efectiva prestación del servicio o que la retribución pactadas resulte adecuada a la naturaleza de los servicios
prestados o no superior a la que se pagaría a terceros por servicios prestados.

En todos los casos, con relación a los importes que se determinen por aplicación de las situaciones previstas en los
incisos del primer párrafo de este artículo, la presunción establecida en él tendrá como limite el importe de las
utilidades acumuladas al cierre del último ejercicio anterior a la fecha en que se verifique alguna de las
situaciones previstas en los apartados anteriores por la proporción que posea cada titular, propietario, socio,
accionista, cuotapartista, fiduciante o beneficiario. Sobre los importes excedentes resultara aplicable la presunción
contenida en las disposiciones del artículo 76.

También se considerara que existe la puesta a disposición de dividendos o utilidades asimilables cuando se
verifiquen los supuestos referidos respecto del conyugue o conviviente de los titulares, propietarios, socios,
accionistas, cuotapartistas, fiduciantes o beneficiarios de los sujetos comprendidos en el artículo 73 o sus
ascendientes o descendientes en primer o segundo grado de consanguinidad o afinidad.
Las mismas previsiones serán de aplicación cuando las sociedades y fideicomisos comprendidos en los incisos b) y c)
del artículo 53 opten por tributar como sociedades de capital conforme las disposiciones del cuarto párrafo de
artículo 54, así como también respecto de los establecimientos permanentes a los que se hace referencia en el
segundo párrafo del inciso b) del artículo 73.

Metodología de ingreso del impuesto: Deberá ser retenido por parte de las entidades pagadoras de los referidos
dividendos y utilidades. Dicha retención tendrá el carácter de pago único y definitivo para las personas humanas y
sucesiones indivisas residentes en la República Argentina que no estuvieran inscriptos en el presente impuesto.

Cuando se tratara de fondos comunes de inversión comprendidos en el primer párrafo del artículo 1º de la ley
24083 (valores mobiliarios con oferta pública, metales preciosos, divisas, derechos y obligaciones derivados de
operaciones de futuro y opciones), la reglamentación podrá establecer regímenes de retención de la alícuota a que
se refiere el primer párrafo, sobre los dividendos y utilidades allí mencionados, que distribuyan a sus inversores en
caso de rescate y/o pago o distribución de dividendos.

Residentes fiscales extranjeros: cuando los dividendos y utilidades a que se refiere el primer párrafo de este
artículo se paguen a beneficiarios del exterior, corresponderá que quien los pague efectué la pertinente retención e
ingrese a la Afip dicho porcentaje, con carácter de pago único y definitivo.

III. Honorarios de Directores, Síndicos y Consejo de Vigilancia

Es admisible la deducción en el balance impositivo de las sumas abonadas por estos conceptos siempre que se
cumpla con dos requisitos:

(i) la asignación de los honorarios por la Asamblea de Accionistas, el Directorio, o el órgano societario con facultades
para votar y aprobar dichos pagos, deberá ser individual. Es decir, indicar en cada caso personal cuales son los
honorarios a pagar

(ii) la asignación individual deberá producirse antes del vencimiento general para la presentación de la DDJJ del
impuesto del ejercicio fiscal por el cual se efectúen los pagos.

Una vez establecida la asignación individual de acuerdo a lo estipulado por el inciso j) del artículo 91 en el segundo
párrafo se calculan los topes y se selecciona el mayor, se compara con la suma total asignada y se computa en el
balance impositivo el menor de ambos importes, en caso de resultar un excedente no deducible, el importe será no
computable en sus declaraciones impositivas personales, en tanto el balance impositivo del sujeto arroje impuesto
determinado en el ejercicio fiscal por el cual se pagan las retribuciones.

Los destinados a pagos de honorarios a favor del síndico son deducibles al 100% y los honorarios a directores que
se desempeñen en los comités de auditoría, ya que ejercen funciones distintas de las que ejercen como miembros
del directorio, las cuales también serán deducibles al 100%.

La utilidad contable es la obtenida después de detraer el IG del ejercicio determinado.

Deducciones especiales de la 3º categoría

Honorarios De Directores

Los importes que se destinen al pago de honorarios a:

 Directores
 Síndicos

 Miembros del Consejo de Vigilancia

 Socios Administradores

Asignación Individual:

 Antes del vencimiento DDJJ: Ejercicio por el cual se paga

 Después del vencimiento DDJJ: Ejercicio de asignación

$ 12.500 por cada uno de los


perceptores o el monto del
Límite honorario asignado, el menor.

(No aplicable a síndico y  25 % de las utilidades


miembros del consejo de contables del ejercicio luego
vigilancia) de detraer el impuesto a las
ganancias determinado del
ejercicio que se liquida

Deducciones especiales de la 3º categoría

Honorarios De Directores

H= 0,25 UC – 0,0875 UI

0.9125

Dónde:

H: es el importe máximo a deducir en concepto de honorarios al Directorio (aplicando el tope variable del 25%)

UC: es la utilidad contable antes de la deducción del impuesto a las ganancias y de honorarios al Directorio (para el
caso que estén contabilizados)

UI: es la utilidad impositiva antes de la deducción de honorarios al Directorio

Honorarios De Directores

Tratamiento del excedente en cabeza del Director

No Computables No Origina Prorrateo


El impuesto
Honorarios
determinado por la
Condición excedentes
sociedad en el ejercicio
por el cual se pagan los > X 35 %
honorarios
=
Honorarios De Directores

Tratamiento del excedente en cabeza del Director

Asignación a cada director del excedente no deducido

Cuando la sociedad distribuye honorarios por encima del límite del 25 %, se debe determinar cuál es el monto de
honorario excedente asignado a cada uno.

 Si todos reciben el mismo no hay inconvenientes puesto que será en igual proporción.

 Si a cada director le asignaron un monto distinto (no existen normas)

 Disposición de Fondos o bienes efectuados a favor de Terceros:

Disposición de Fondos o Bienes a Favor de Terceros Artículo 76 ley

Efectuados por sujetos comprendidos en el artículo 73 de la LIG

Excepto entregas a los socios por parte de:

 S.R.L.

 En comandita simple

 En comandita por acciones en la parte de los socios comanditados

Que no responda a operaciones realizadas en interés de la empresa

 Entregados en calidad de préstamo

 No sean consideradas propias del giro de la empresa

 No deban considerarse generadoras de beneficios gravados

 Presunción legal. Sin admitir prueba en contrario

 Ganancia gravada equivalente a:

 Interés c/capitalización anual para descuentos

Comerciales fijado por B.N.A.; o El Mayor De ambos

 Actualización IPC + Intereses del 8 % anual

Exclusiones

Sumas anticipadas a:

 Directores

 Síndicos

 Miembros de consejos de vigilancia


En concepto de honorarios

En la medida que:

 No excedan los importes fijados por la asamblea correspondiente al ejercicio por el cual se adelanten; y

 Se encuentren individualizados y registrados contablemente

Preguntas del foro


LIG. Disposición de fondos o de bienes a favor de terceros

Las siguientes sociedades ¨ Black and White SA¨, ¨Red and White SA¨ y ¨Blue and White SRL¨ quienes conforman
un grupo económico, piden vuestro asesoramiento respecto de ciertas operaciones que han venido realizando
entre ellas, y cuya continuidad tienen proyectada en el contexto de la pandemia, aseverando que es para lograr
su permanencia ante la crisis sanitaria, económica y financiera mundial.

Ante este escenario actual, de público y notorio conocimiento, se le pregunta a Ud. qué asesoramiento daría al
respecto, y si desecharía la aplicación de la figura de disposición de fondos por la mera existencia del grupo
económico.

¨ no debe desecharse la aplicación de la disposición de fondos por la mera existencia del grupo económico; sino que
es necesario verificar la existencia de la totalidad de las causas fácticas descriptas por el TFN".

Les presentaría a las empresas que conforman dicho grupo económico la posibilidad de que el fisco determine de
oficio que las operaciones realizadas entre ellas revistan el carácter de "Disposición de fondos o bienes a favor de
terceros"; figura presente en el artículo 76 de la LIG, t.o. 12/2019. De manera tal, que el ente fiscalizador considere
la existencia de intereses presuntos por las transacciones efectuadas, como ha ocurrido en diversos casos de
similares características. No obstante, teniendo en cuenta la jurisprudencia disponible del tema (Ejemplo *FALLO
TFN - Sala D- "FIAT CONCORD"- 16/12/2002 *), y sumado a las circunstancias económicas actuales, que son de
público conocimiento y revisten un carácter único y excepcional; recomiendo desechar la aplicación de la figura de
disposición de fondos a favor de terceros. Pero esto último no debe entenderse como una acción llevada a cabo por
la mera existencia del grupo económico, sino que es necesario verificar la existencia de circunstancias que lo
avalen, tales como:

*Para que se concrete la figura de disposición de fondos o bienes, y por ende la generación de intereses presuntos,
es condición indispensable que se haya efectuado a favor de un TERCERO, condición que no se cumple en este caso,
ya que ninguno de los sujetos reviste carácter de tercero respecto de los otros dos. La realidad demuestra una
vinculación económica entre las empresas.

*El fin de las operaciones efectuadas entre los entes, no es otro más que la subsistencia y continuidad de las
actividades de éstos, por ende, responden a operaciones realizadas en interés de las empresas y del grupo
económico; entonces la figura de disposición de fondos resulta inaplicable.

En resumen, tal como dicta el decisorio citado anteriormente, (*) "no debe desecharse la aplicación de la
disposición de fondos por la mera existencia del grupo económico; sino que es necesario verificar la existencia de la
totalidad
Doctrina Lorenzo

IMPUESTO DE IGUALACIÓN: HACIA SU DEROGACIÓN (O PERFECCIONAMIENTO...)

Desde su inserción en el régimen del impuesto a la renta, el impuesto de igualación ha sido objeto de no pocas
controversias, doctrinarias y jurisprudenciales, producto de diversos vacíos normativos que presenta. Convencidos
de la necesidad de su derogación, pero a la vez conscientes de la improbabilidad de que la Administración adopte
lisa y llanamente esta medida, los autores proponen aquí algunos cambios que sería preciso efectuar sobre la
figura, a fin de lograr, al menos, una mayor equidad en ciertos aspectos de su alcance.

I. - PORQUÉ OTRA VEZ EL TEMA

La introducción del denominado "impuesto de igualación" en el texto normativo del impuesto a las ganancias se
produjo hacia finales del año 1998, con el dictado de la ley 25063.
A pesar de que para la mayoría de los lectores se trata, seguramente, de una figura ampliamente conocida, es
necesario recordar que tal denominación es la que se ha dado al régimen de retención del mencionado tributo
sobre ciertos dividendos, regulado por el artículo incorporado a continuación del 69 (en adelante 69.1) de la ley del
gravamen (1) (en adelante LG).
Desde su inserción en el régimen del impuesto a la renta, esta figura ha sido fuente de cotidiana reflexión para los
asesores tributarios, dando lugar a numerosas controversias doctrinarias y administrativas, resultando aún
incipiente su índice de conflictividad judicial. Avizoramos, no obstante, que esta última crecerá exponencialmente,
a partir de los numerosos vacíos normativos que presentan la figura y, lo que no es menos importante, la
"agresividad"(2) con que las autoridades fiscales pretenden interpretar sus disposiciones.
Esta conflictividad y recurrente motivo de análisis en nuestra trinchera profesional, nos mueve una vez más a
reflexionar sobre esta figura. Y decidimos hacerlo de un modo más básico, esto es, yendo a las raíces del instituto y
cuestionándonos la justificación de su existencia.
Adelantándonos en la estructura de este trabajo -que no tiene por objeto desarrollar en forma integral el
procedimiento de cálculo del impuesto de igualación, para lo cual remitimos al lector interesado a anteriores
colaboraciones y libros de nuestra autoría- señalaremos que, con independencia de que la conclusión acerca de
dicho planteo marque la necesidad de derogar la figura, la realidad parece indicarnos que es escasa la probabilidad
de que ello ocurra. Por consiguiente, creemos necesario proponer algunos cambios en su estructura (desde luego,
no necesariamente serán todos los que cabría introducir), que le otorguen mayor equidad y racionabilidad (3). Todo
ello sin renunciar a nuestro postulado básico de derogación.

II. - EXAMEN CRÍTICO DEL IMPUESTO DE IGUALACIÓN

El impuesto de igualación fue insertado en el marco de un impuesto a la renta signado por las siguientes
características salientes:
 Vigencia de una tasa proporcional para la renta empresaria, equivalente a la tasa máxima vigente para las
personas físicas y sucesiones indivisas.
 Liberación de la imposición para los dividendos, tanto en cabeza de sujetos empresa como de personas
físicas y sucesiones indivisas.
 Subsistencia de limitadas exenciones en el marco legal propio del impuesto, y numerosas exenciones o
liberaciones en otros regímenes legales, con alcances sobre el propio impuesto a las ganancias.
Imposibilidad de compensar quebrantos "hacia atrás", es decir, de obtener la repetición del impuesto ingresado si, a
posteriori, se sufre una pérdida.

En tal esquema de imposición y bajo las premisas reguladas por el artículo 69.1, la introducción del impuesto de
igualación produjo un único efecto deseado (más adelante abordaremos los "no deseados"): el de dejar sin efectos
las exenciones emanadas de la LG, en la medida en que tales resultados sean distribuidos entre los socios o
accionistas.

Es decir que no se buscó, ni mucho menos podría producirse, un efecto de complementación de alícuotas del
impuesto, atendiendo a si las utilidades son retenidas por el ente o distribuidas a los inversores, como existe en
numerosas legislaciones del mundo y existiera, en ciertas épocas, también en nuestro país.

Nótese que no estamos proponiendo (ni rechazando) la adopción de un esquema de integración de la imposición
sobre las sociedades con los socios o accionistas, propuesta que requeriría de un más pormenorizado análisis.
Simplemente, señalamos una característica de nuestra legislación positiva, que es central desde el punto de vista
del impuesto de igualación y su eventual justificación.

Bajo las pautas que rigen actualmente el impuesto a las ganancias y asumiendo que la voluntad legislativa siga
siendo la de preservar la validez de las exenciones contenidas en regímenes especiales, resultaría más simple la
derogación de las exenciones existentes en la propia ley del tributo que la aplicación del impuesto de igualación,
teniendo en cuenta los múltiples problemas de aplicación práctica que el mismo acarrea, con el consiguiente
dispendio procesal para los contribuyentes y la Administración Tributaria (y próximamente, reiteramos, la Justicia).

Por otro lado, el impuesto de igualación es fuente de inequidades injustificadas.

Algunas de ellas surgen de la expresa voluntad del legislador: nos referimos a la discriminación entre las rentas de
los entes que la ley denomina "sociedades de capital", enumeradas en el artículo 69 de la LG y a las cuales se aplica
el impuesto de igualación, y el resto de las rentas empresarias (por ejemplo, una empresa unipersonal), a las cuales
este último no es aplicable. Por consiguiente, para los entes mencionados en último término subsistirán
plenamente las exenciones vigentes en la LG, independientemente de que las utilidades respectivas se distribuyan
o no.

Otras inequidades cobran vuelo a partir de la "omisión" del legislador (4) de considerar ciertos aspectos en la
regulación de la figura. Nos referimos, concretamente, a lo que la ciencia contable denomina "diferencias
temporarias" entre la determinación de la renta sujeta a impuesto y la contable, que sirve de base para la toma de
decisiones societarias, entre ellas la distribución de dividendos.

Como podrá observar el lector en el apartado específico que, más adelante, dedicamos al tema, la falta de
consideración de tales diferencias en la determinación del impuesto de igualación produce o bien efectos
tributarios no deseados (aplicación "atropellada"(5) del impuesto que luego no puede recuperarse, aunque se
pague el impuesto a las ganancias "normal") o bien distorsiones empresarias, como ocurre cuando se posterga la
decisión de distribuir utilidades, aguardando el pago del impuesto a las ganancias "normal" y evitando la aparición
del impuesto de igualación.

Lo hasta aquí expuesto nos lleva a concluir que no se justifica la subsistencia, en la economía de nuestro actual
impuesto a las ganancias, de la figura del impuesto de igualación.

Propugnamos, pues, su derogación y, en todo caso y si ello resultara ventajoso como política fiscal, que se deroguen
igualmente las exenciones que hoy subsisten en la LG.
III - HACIA UN IMPUESTO DE IGUALACIÓN MÁS RAZONABLE

Sin desdecirnos de nuestra primera conclusión, pero conscientes de que políticamente es hoy quizás más viable
modificar su estructura que la derogación -lisa y llana- de la figura, nos parece oportuno efectuar algunas
reflexiones sobre aspectos conflictivos del régimen de retención sobre dividendos.

No necesariamente se tratará de aspectos que requieran el dictado de normas legales. Por el contrario, en algunos
casos se trata de la forma de interpretar adecuadamente las disposiciones vigentes.

Reiteramos que no pretendemos agotar, ni mucho menos, el listado de aspectos conflictivos o criticables que podría
presentar el régimen.

III - 1. Quebrantos impositivos pendientes de compensación con ganancias

Como el lector conocerá, la ley del impuesto a las ganancias sólo admite la compensación de quebrantos con
ganancias de hasta cinco períodos fiscales posteriores, pero no admite su compensación con ganancias de años
anteriores, lo que implicaría la repetición del impuesto ingresado en tales períodos.

Ello implica que, mientras los quebrantos impositivos acumulados se encuentren pendientes de utilización (esto es,
de compensación con ganancias impositivas ulteriores), no inciden en la situación impositiva del ente que los
generara.

Es decir, que las ganancias impositivas anteriores y el impuesto ingresado como consecuencia de ellas, en nada se
ven menoscabados por la aparición de quebrantos posteriores.

Esto significa que la utilidad impositiva acumulada por el ente, en su caso ajustada de conformidad con lo previsto
por el artículo 69.1 de la LG, susceptible de distribución sin generar impuesto de igualación, en nada se ve alterada
por la generación posterior de quebrantos impositivos.

Por cierto que, cuando esos quebrantos son absorbidos con ganancias impositivas de ejercicios posteriores, la suma
a adicionar a la acumulación mencionada en el párrafo anterior será el neto sujeto a impuesto.

En el caso práctico 1 que se incluye en el apartado final de este trabajo, ejemplificaremos la metodología que
consideramos correcta para la determinación del impuesto de igualación en cada período fiscal, bajo una situación
como la antes descripta.

La conclusión apuntada surge de una razonable interpretación (y única posible, agregamos) de las normas de la ley,
por lo que su aplicación no requiere del dictado de disposición alguna, sino que basta para su adopción con atender
al espíritu de la ley.

III - 2. Ganancias exentas por otras normas, frente a quebrantos impositivos

Una de las características esenciales del régimen de impuesto de igualación es que el importe de las ganancias
impositivas que constituirán el tope de utilidades contables distribuibles, sin que proceda retenerlo, debe
establecerse en base a las normas de la propia ley del gravamen. Es decir, que aquellas normas que estén
contenidas en otras leyes o regímenes legales y que afectan la determinación del impuesto a las ganancias deben
ser ignoradas a los fines del impuesto de igualación.
Recordemos que el objetivo inicial de incorporar el impuesto de igualación era eliminar las exenciones emergentes
de regímenes especiales y que, contrariando tal finalidad, el párrafo del que emana la regulación mencionada en el
párrafo anterior -que no estaba incluido en el proyecto de artículo 69.1 enviado por el PE- fue incorporado en el
curso del trámite parlamentario de la ley, con la finalidad esencial -reiteramos- de no invalidar ciertos beneficios
tributarios otorgados por regímenes de promoción industrial y de otras naturalezas.

Tomemos, por ejemplo, el caso de una empresa con actividad en el territorio continental y en la Tierra del Fuego.
De acuerdo con las disposiciones de la ley 19640, este contribuyente considerará exenta del impuesto a las
ganancias la renta proveniente de su actividad en la citada Provincia.

Por el contrario, a los fines de establecer si procede retener el impuesto de igualación frente a distribuciones de
utilidades, a la utilidad impositiva deberá adicionarse la ganancia proveniente de Tierra del Fuego (exenta), por
cuanto ello permitirá establecer la ganancia conforme las disposiciones de la LG (habida cuenta de que, conforme
esta última, la ganancia proveniente de actividades en Tierra del Fuego está también gravada).

Hasta aquí el planteo general. Pero veamos qué ocurriría si: i) se verifica renta (exenta) por la actividad en Tierra del
Fuego, y ii) paralelamente, se produjera un quebranto (trasladable a ejercicios posteriores) por la actividad
continental.

A nuestro entender, los resultados "excluidos" (6) de la órbita del impuesto por leyes que no sean la del impuesto a
las ganancias permiten distribuir utilidades libres de la aplicación del impuesto de igualación, sin que los mismos
deban "compensarse" o "netearse" de las pérdidas impositivas trasladables a períodos siguientes.
Justifican nuestra conclusión las siguientes razones:
1. Las rentas exentas por otras leyes conservan su "indemnidad fiscal" incluso frente al impuesto de
igualación, porque así lo dispuso expresamente el legislador. En consecuencia, las utilidades contables que
se distribuyan hasta la concurrencia con el monto de aquéllas, no deben bajo ningún precepto resultar
incididas por el impuesto de igualación.
2. Se trata de rentas de naturaleza diferente (unas excluidas del impuesto y las otras alcanzadas por el mismo),
que, más allá de su complementación para establecer la capacidad de distribuir dividendos no sujetos al
impuesto de igualación, no pueden compensarse unas con otras. Por ende, su cómputo a los fines de dicha
acumulación debe efectuarse separadamente.
3. Reiteradamente, hemos sostenido que los quebrantos impositivos pendientes de utilización no deben
detraerse de la acumulación de los beneficios impositivos computables para el impuesto de igualación, ya que
"la capacidad contributiva"(7) del sujeto no se ha visto afectada por la aparición ulterior de un quebranto.

Como puntualizamos en III - 1, otro gallo cantaría si la aparición de quebrantos permitiera la repetición del
impuesto ingresado en períodos fiscales anteriores.

En rigor, se trata de una situación similar a la que se presentaría cuando coexistan pérdidas impositivas y dividendos
o utilidades obtenidos de otras sociedades de capital.

La conclusión expuesta no empecé a la siguiente: si los conceptos excluidos del impuesto a las ganancias presentan,
alternativamente, signos contrarios, deberían compensarse entre sí a los fines de su acumulación temporal.
Aquí el problema a dilucidar sería si tal neteo resulta procedente exclusivamente entre importes correspondientes
al mismo régimen legal (por ejemplo, exención L. 19640), o debería extenderse a cualquier otro concepto que
tenga el mismo tratamiento en ganancias, aunque provenga de una fuente legal distinta (por ejemplo, exención L.
19640 con intereses de préstamos garantizados).

Nos inclinamos por la segunda de las soluciones.


Si bien las conclusiones expuestas en este parágrafo surgen, en nuestra opinión, de una razonable interpretación de
las normas y el espíritu de la ley, sería conveniente el dictado de normas interpretativas de la Autoridad Fiscal en
este sentido, a fin de otorgar certeza jurídica al accionar de los contribuyentes.

III - 3. Tratamiento de las "diferencias temporarias"

Se trata de una de las consecuencias o efectos no deseados del régimen de impuesto de igualación. Veamos
porqué.
Hasta donde los autores conocen, el concepto de "diferencias temporarias" debe su "popularidad" en la profesión a
la invención del método de registración contable del cargo por impuesto a las ganancias denominado "impuesto
diferido", que persigue como objetivo esencial medir la incidencia de aquél en forma más acorde con el principio
de "devengado".
Como es sabido, las pautas que rigen la determinación del resultado contable difieren, en diversos aspectos
(aunque éstos no siempre se presenten en la práctica), de las que regulan la determinación del impuesto a las
ganancias en nuestro país.
Las diferencias que surgen de la conciliación de unas con otras pueden ser clasificadas en dos grandes grupos, a
saber:
a) Diferencias definitivas: son aquellas que no se reversarán nunca (por ejemplo, gastos no deducibles
impositivamente, o rentas exentas de impuesto).
b) Diferencias temporarias: son aquellas que, por responder a meras asincronías, se reversan en el tiempo, al
cabo del cual las ganancias impositivas y contables resultarán coincidentes. Es decir, que se trata de partidas
que reflejan ganancias gravadas o gastos deducibles, desde el punto de vista impositivo, aunque el período
fiscal en que procede su imputación no es coincidente con el de su reflejo contable. Ejemplos de este tipo
de partidas serían:
 Ganancias que se declaran por el método de "devengado exigible".
 Ganancias que se declaran por la puesta a disposición.
 Gastos de organización imputados al balance fiscal en hasta cinco años.
 Diferencias en la valuación de inventarios.
 Utilidades afectadas al reemplazo de bienes amortizables.
 Previsiones para contingencias que serán deducibles cuando se concreten (incobrables, juicios, etc.).
 Gastos cuya deducción fiscal requiere del efectivo pago en determinadas fechas (vgr. gratificaciones al
personal, o aquellos que constituyan renta de fuente argentina para beneficiarios del exterior vinculados o
situados en paraísos fiscales).

Como habrá notado el lector, a esta altura, las normas legales atinentes al impuesto de igualación no entraron al
detalle de estas cuestiones.

Ello trajo aparejado la siguiente situación:

i) En términos generales podría decirse que las diferencias definitivas reciben un tratamiento específico, a
saber:
1) Si se trata de rentas exentas del impuesto a las ganancias por la propia ley del mismo, quedan sujetas
al impuesto de igualación en oportunidad de su distribución. Éste es, por otra parte, el objetivo
principal de dicho régimen.
2) De tratarse de rentas exentas por otras disposiciones legales, su conciliación con la contabilidad ha
sido expresamente contemplada, a través de su adición al tope distribuible sin retención de
impuesto de igualación.
ii) En lo que respecta a las diferencias temporarias, éstas han sido supinamente ignoradas por el legislador. Esto
produce consecuencias sin lugar a dudas no deseadas, en la aplicación del impuesto de igualación. Consideremos
algunas situaciones en tal sentido, extraídas de la lista enumerada más arriba:
 Un contribuyente que emplea el método de "devengado exigible", para imputar sus ganancias por venta de
bienes a plazos superiores a diez meses, debería posponer la oportunidad en que distribuye sus utilidades
contables hasta después del cierre del período fiscal en que imputará la utilidad, ya que de lo contrario
deberá retener a sus accionistas el impuesto de igualación. De esta manera de neutraliza el beneficio
otorgado por la ley, consistente en posponer el ingreso del impuesto (por más que la utilidad esté
devengada desde cualquier punto de vista).
 Si una empresa activa contablemente (difiere) gastos de organización, que deduce íntegramente en el año
de generación a los fines del balance fiscal, estará en similar situación que en el caso expuesto más arriba.
 De manera inversa, si se pospone la deducción fiscal de ciertos gastos, se podrá por esa razón distribuir
mayores resultados contables que podrían estar sujetos al impuesto de igualación.

El escenario se agrava si consideramos que, en la teoría, el impuesto de igualación retenido e ingresado con motivo
de la existencia de diferencias temporarias, no podría ser repetido ni computado como pago a cuenta (en
definitiva, no puede ser recuperado) del impuesto a las ganancias del ente correspondiente al período fiscal en que
imputen aquéllas.
En virtud de lo expuesto, entendemos que de decidirse la subsistencia del impuesto de igualación en el régimen de
impuesto a la renta, debería modificarse la norma legal respectiva a fin de contemplar el efecto de las diferencias
temporarias entre la determinación del resultado impositivo y el contable.

III - 4. La reorganización de empresas

En los casos de "reorganizaciones empresarias", en los que se verifican los requisitos y condiciones para su
encuadre en el régimen del artículo 80 de la LG (conocidos, comúnmente, como "reorganizaciones libres de
impuestos"), se verifica -entre otras implicancias en el plano tributario- una traslación de los derechos y
obligaciones correspondientes a las empresas reorganizadas, hacia la o las continuadoras.

El artículo 81 de la LG enuncia esos derechos y obligaciones. Sin embargo, entre ellos no se incluye (al menos
expresamente) el derecho constituido por la capacidad de distribuir utilidades sin practicar retención del impuesto
de igualación, derivado de la acumulación de utilidades impositivas ajustadas de conformidad con lo establecido
por el artículo 69.1 de la LG, en cabeza de las entidades reorganizadas.

¿Significa esto que ese derecho no es trasladable a las entidades continuadoras? Como lo señaláramos en cuanta
oportunidad tuvimos, de ninguna manera puede entenderse esa omisión como una negación del derecho, entre
otras razones por cuanto:

i) La universalidad en la traslación de derechos y obligaciones pertenecientes a los entes reorganizados,


responde a un principio jurídico de orden general y superior al del propio impuesto a las ganancias. Por
consiguiente, el contenido del artículo 81 debe entenderse como enunciativo y no taxativo.
ii) No existe razón, de ninguna índole, para invalidar el traslado del atributo fiscal relacionado con la capacidad
de distribuir dividendos sin retener impuesto de igualación, en los casos de reorganizaciones empresarias.
iii) Se trata de una enunciación legal muy antigua, respecto de la cual por las razones antes expresadas, en
ningún caso el legislador consideró necesario "actualizarla" incorporando los nuevos atributos fiscales que
han ido introduciéndose en la legislación (por ejemplo, el crédito por impuesto a la ganancia mínima
presunta excedente del impuesto a las ganancias, trasladable por diez ejercicios fiscales).

Entendemos que las autoridades fiscales compartirán esta conclusión y no cuestionarán el empleo del atributo en
cabeza de las entidades continuadoras en una reorganización comprendida en el artículo 80 de la LG.
Dejamos planteado, para otra ocasión, el interrogante respecto de los casos no encuadrados en el citado artículo.

IV - CASOS PRÁCTICOS
En todos los casos se solicita determinar el monto de utilidades susceptibles de distribución sin generar impuesto de
igualación, al cabo del último período fiscal del cual se dispone de información.
Las cifras entre paréntesis indican quebrantos o importes negativos.
IV - 1. Quebrantos impositivos pendientes de compensación con ganancias

Se trata de una sociedad anónima cuyo ejercicio comercial y fiscal finaliza el 30 de junio, contándose con la
siguiente información:

Concepto/ Período 2006 2007 2008


Fiscal

Resultado impositivo 100.0 (80.000) 60.000


00

Impuesto 35.00 0 0
determinado 0

Dividendos no 50.00 30.000 40.000


computables 0

Solución propuesta:

Utilidad impositiva PF 2006 100.000

Impuesto determinado PF 2006 (35.000)

Dividendos no computables PF 2006 50.000

Dividendos no computables PF 2007 30.000

Dividendos no computables PF 2008 40.000

Tope distribuible 185.000


El quebranto impositivo acumulado al 30/6/2008, pendiente de utilización, que asciende a $ 20.000, no debe ser
detraído a los fines de la acumulación que antecede. Procederá su detracción en oportunidad de su compensación
con ganancias impositivas de años posteriores, dentro del plazo establecido por el artículo 25 de la LG.

IV - 2. Ganancias exentas por otras normas, frente a quebrantos impositivos

Industrias Fueguinas SA desarrolla actividades tanto en el territorio continental como en el de la Tierra del Fuego.
Sus declaraciones juradas de impuesto a las ganancias exponen la siguiente información:

Concepto/ 2006 2007 2008


Período Fiscal

Resultado (70.000) (90.000 60.000


impositivo )

Impuesto 0 0 0
determinado

Resultado 100.000 50.000 (55.000)


exento ley
19640

Intereses 45.000 30.000 40.000


préstamos
garantizados -
D.
1387/2001

Solución propuesta:

Resultado exento ley 19640 PF 2006 100.000

Intereses prést. garantizados PF 2006 45.000

Resultado exento ley 19640 PF 2007 50.000

Intereses prést. garantizados PF 2007 30.000

Resultado exento ley 19640 PF 2008 (55.000)

Intereses prést. garantizados PF 2008 40.000

Tope distribuible 210.000

Procede la detracción del resultado exento negativo (quebranto) proveniente de la ley 19640, correspondiente al
período fiscal 2008, en virtud de resultar inferior a los montos positivos correspondientes a años anteriores.
Con relación al quebranto impositivo acumulado, véase lo expresado en el caso anterior.

Notas:
[1:] El texto del aludido artículo es el siguiente:
"Art. ... - Cuando los sujetos comprendidos en los apartados 1, 2, 3, 6 y 7 del inciso a) del artículo 69, así como
también los indicados en el inciso b) del mismo artículo, efectúen pagos de dividendos o, en su caso, distribuyan
utilidades, en dinero o en especie, que superen las ganancias determinadas en base a la aplicación de las normas
generales de esta ley, acumuladas al cierre del ejercicio inmediato anterior a la fecha de dicho pago o distribución,
deberán retener con carácter de pago único y definitivo, el treinta y cinco por ciento (35%) sobre el referido
excedente.

"A efectos de lo dispuesto en el párrafo anterior, la ganancia a considerar en cada ejercicio será la que resulte de
detraer a la ganancia determinada en base a la aplicación de las normas generales de esta ley, el impuesto pagado
por el o los períodos fiscales de origen de la ganancia que se distribuye o la parte proporcional correspondiente y
sumarle los dividendos o utilidades provenientes de otras sociedades de capital no computados en la
determinación de dicha ganancia en el o los mismos períodos fiscales.

"Si se tratara de dividendos o utilidades en especie, el ingreso de la retención indicada será efectuado por el sujeto
que realiza la distribución o el agente pagador, sin perjuicio de su derecho a exigir el reintegro por parte de los beneficiarios y
de diferir la entrega de los bienes hasta que se haga efectivo el régimen.
"Las disposiciones de este artículo no serán de aplicación a los fideicomisos financieros cuyos certificados de
participación sean colocados por oferta pública, en los casos y condiciones que al respecto establezca la
reglamentación"
[2:] Término que podría entenderse aquí como sinónimo de "fiscalismo"
[3:] Para sorpresa de los autores, esta palabra es la que debe emplearse, según el Diccionario de la RAE, en el cual
no aparece la palabra "razonabilidad" que comúnmente utilizaríamos
[4:] Los autores son conscientes de que ello no puede emplearse como regla de interpretación de la ley, pero creen
sinceramente que no otro es el origen de la falta de tratamiento expreso en el texto legal
[5:] Cuando éramos chicos, nuestros padres nos tildaban de "atropellados" cuando hacíamos algo apresuradamente
y mal...
[6:] Empleamos la expresión "excluidos" con un sentido distinto del tradicional -referido al objeto del impuesto- y
más abarcativo, comprendiendo los resultados exentos, no alcanzados, no computables y cualquier otra categoría
posible
[7:] Resultaría aquí más precisa la expresión "esfuerzo contributivo efectuado"

Los préstamos intercompany y su impacto en el impuesto a las ganancias

I. Preliminar.

Conforme surge de los art. 73 de la Ley del Impuesto a las Ganancias ("LIG") y 103 de su Decreto Reglamentario
("DR"), se presume sin admitir prueba en contrario que la disposición de fondos o bienes a favor de terceros es un
negocio oneroso y por lo tanto generador de renta gravada (1).

Para la procedencia de la presunción iure et de jure prevista en la normativa citada es condición fundamental que
se acredite de manera suficiente la presencia de los tres elementos que el esquema presuntivo demanda como
condicionantes: i) la existencia de una disposición de fondos o bienes; ii) realizada a favor de terceros y; iii) que no
responda al interés de la empresa. La ausencia de alguno de los citados elementos impide calcular intereses
presuntos sobre los mutuos realizados.

Los pronunciamientos administrativos, jurisdiccionales y judiciales han centrado su análisis, principalmente, en la


delimitación del término "tercero", colocando en un plano subsidiario el estudio de otro requisito esencial para que
los intereses presuntos puedan aplicarse: la inexistencia de "interés del disponente". Por supuesto que para que la
disposición de fondos o bienes a favor de terceros genere una renta gravada, se requiere que la misma no sea
efectuada en interés de la empresa mutuante.

Luego de diez años de los primeros fallos al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) tuvo la
posibilidad de intervenir, y con sus pronunciamientos reabrió la polémica en torno a la disposición de fondos o
bienes a favor de terceros. Así podemos afirmar que la caracterización del instituto previsto en los art. 73 de la LIG y
103 de su DR se escribe antes y después de los fallos in re "Fiat Concord S.A." (2) y "BJ Services SRL" (3).

En efecto, con anterioridad a la intervención del Máximo Tribunal, la jurisprudencia había logrado cierto consenso
sobre sus elementos tipificantes, especialmente respecto de los préstamos entre compañías vinculadas o
intercompany (4). Salvo algunos precedentes aislados (5), los mutuos entre empresas fuertemente vinculadas no
disparaban la presunción iuris et de jure regulada en el artículo 73 de la LIG, toda vez que faltaba la concurrencia de
un elemento esencial: la presencia de un "tercero".

La jurisprudencia mayoritaria, con estricto apego al principio de la realidad económica, sostuvo que los sujetos
vinculados no pueden calificar como "terceros" frente a la LIG. Así pues, las relaciones negociales intercompany no
generan intereses presuntos porque las compañías vinculadas, más allá de ser sujetos independientes, no son
"terceros" entre sí desde un enfoque realista de la normativa fiscal.

El criterio formalista adoptado por la Corte Suprema en las sentencias citadas vino a modificar sustancialmente una
posición consolidada tanto por la doctrina como por la jurisprudencia. En el precedente "Fiat Concord" sostuvo que
los mutuos intercompany sin retribución alguna imponen la necesidad de calcular intereses presuntos, toda vez que
la vinculación social o el intenso nexo comercial no implica entender que no son terceros según el art. 73 de la LIG.
Por su parte, en relación con el "interés de la empresa", entendió que debe corresponderse con aquél
perteneciente al sujeto disponente, más no identificarse con el interés del grupo empresario.

Con posterioridad a "Fiat Concord" y "BJ Services", la Corte Suprema dictó múltiples fallos en idéntico sentido. Sin
hesitación, mantuvo su postura respecto de la delimitación formal del término "terceros" y la imposibilidad de
identificar al "interés de la empresa" con el interés del grupo empresario.

Recientemente, la Corte Suprema de la Nación abordó este último elemento desde una óptica al menos novedosa.
In re "Transener S.A." consideró que las operaciones de mutuo por las que la prestamista obtuvo una tasa de
interés igual o superior a la que hubiera conseguido en una entidad bancaria fueron realizadas en interés de aquella
y, en consecuencia, no corresponde aplicar la presunción en análisis (6).

II. El precedente en análisis. Las instancias previas.

El caso objeto de análisis tiene su origen en diversos préstamos que una empresa controlante efectuó a favor de su
controlada durante los períodos fiscales 1998, 1999 y 2000. Según surge de los antecedentes, el mutuo se pactó en
dólares estadounidenses, recibiendo como retribución por el dinero prestado una tasa equivalente a aquella
vigente en el mercado.
Detectada la operación descripta, el Fisco entendió que los mutuos no eran propios del giro social -por cuanto su
actividad declarada no se correspondía con los préstamos dinerarios-, y que las tasas de interés cobradas a su
vinculada eran inferiores a las determinadas por el Banco de la Nación Argentina para las operaciones de descuento
comercial.

Sin perjuicio de la postura fiscal que identifica al "giro comercial" con la "actividad declarada" y/o con el "objeto
social" (7), el ajuste estuvo determinado por la contraprestación percibida por el mutuante. Según la AFIP-DGI, si la
retribución percibida por el mutuante es menor a la prevista por el LIG y por el DR, dicha operación no puede ser en
"interés de la empresa".

En oportunidad de resolver, el Tribunal Fiscal de la Nación (TFN) hizo lugar al planteo del contribuyente y revocó el
acto determinativo. El Tribunal ponderó que la pericia contable y el informe emitido por el BCRA llevaban a una sola
conclusión: las tasas de interés pagadas por el mutuario eran similares a las de mercado, e incluso, en algunos casos
mayores que la retribución obtenida por la colocación de los dólares en plazo fijo.

Apelada la sentencia, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal (CNACAF)


confirmó el criterio del a quo en el entendimiento que el Fisco no logró acreditar que los préstamos no hayan sido
realizados en "interés de la empresa", más aún cuando quedó demostrada la similitud con las tasas corrientes de
mercado.

Fundamentando su postura en la conjunción literal de los art. 73 de la LIG y 103 del DR, la AFIP-DGI interpuso
recurso ordinario por ante la Corte Suprema, pues considera que aun cuando la tasa de interés percibida por el
prestamista es acorde a la habitual, no respeta los parámetros legales.

En cuanto aquí importa, con adhesión a los argumentos opuestos por la CNACAF, el Máximo Tribunal rechazó el
recurso del Fisco con costas. A continuación se analizan los fundamentos que resultan de aplicación al presente
caso.

III. El "interés de la empresa" como "beneficio gravado".

El primer párrafo del art. 103 del DR entiende que para la aplicación de los intereses presuntos, el préstamo no
debe tener como antecedente un "beneficio gravado". Así pues, si el mutuo genera un "beneficio gravado", no
corresponde aplicar la presunción en análisis.

Por su parte, el art. 73 de la LIG establece que la tasa aplicable será la "...equivalente a un interés con capitalización
anual no menor al fijado por el Banco de la Nación Argentina para descuentos comerciales o una actualización igual
a la variación del índice de precios al por mayor, nivel general, con más el interés del ocho por ciento (8 %) anual, el
importe que resulte mayor...".

Atento a que la variación del índice de precios al por mayor publicado por el Instituto Nacional de Estadística y
Censos (INDEC) -aún adicionando el 8% fijado por ley- es menor a la tasa de interés que percibe el Banco de la
Nación Argentina para descuentos comerciales, siempre será de aplicación éste último vector.

Asimismo, el DR precisa que "...La imputación de intereses y actualización previstos por el citado artículo de la ley,
también procederá cuando la disposición de fondos o bienes devengue una renta inferior en más del veinte por
ciento (20%) a la que debe imputarse de acuerdo con dicha norma, en cuyo caso se considerará que el interés y
actualización presuntos imputables resultan iguales a la diferencia que se registre entre ambas...".

Conforme surge de la normativa en análisis, pueden acontecer cuatro situaciones diversas: i) mutuo sin que se
hayan pactado intereses; ii) préstamo con intereses por debajo de la tasa fijada por la LIG y el DR; iii) mutuo con
intereses por debajo de la LIG, pero dentro de los límites fijados por el DR y; iv) préstamo con tasa de interés igual o
superior a la establecida por la LIG. En las últimas dos hipótesis, no se dispara la presunción del art. 73 para el
mutuante y los intereses abonados por el mutuario serán deducibles de su declaración jurada.

El caso que comentamos puede encuadrarse en la hipótesis ii), pues no se encuentra en discusión que la empresa
controlante realizó un préstamo en dólares a su controlada por el cual obtuvo una retribución económica.

El quid de la disputa se centra en el monto percibido por la prestamista, ya que según el Fisco, los intereses
recibidos son menores a los que corresponde legalmente por aplicación de los artículos 73 de la LIG y 103 del DR. Si
la diferencia entre las tasas de interés percibidas es mayor al 20% fijado por esas normas (e.g., Banco Nación para
descuentos comerciales), la presunción debe hacerse efectiva.

Sin perjuicio que la posición fiscal tiene estricto apego a la normativa y tuvo alguna recepción jurisprudencial (8), su
aplicación rigurosa puede llevar al entendimiento de que todo préstamo que no genere retribución económica -
conforme los parámetros fijados por la LIG y el DR- dispara la presunción iuris et de jure en análisis, lo que no se
corresponde con el espíritu de la norma.

a) Tratamiento de los mutuos cuya retribución es inferior a la fijada por la Ley del Impuesto a las Ganancias y el
Decreto Reglamentario. La impugnación de la tasa por el fisco. La tasa de interés de mercado.

Pese a que la normativa establece con claridad los límites en relación a la tasa de interés aplicable para que la
presunción iure et de jure no se dispare, se entiende que el instituto previsto en el artículo 73 de la LIG tampoco se
aplicará cuando la retribución percibida por el mutuante sea igual o superior a aquélla que fija el mercado.

Como sucedió en el precedente objeto de esta colaboración, puede acontecer que el préstamo pactado con una
tasa de interés -pese a no respetar los parámetros fijados por la LIG y el DR- no genere intereses presuntos, siempre
y cuando dicha retribución esté de acuerdo con las prácticas del mercado.

Teniendo en cuenta que la tasa de interés se compone de múltiples elementos (i.e., el riesgo de crédito, los gastos
administrativos, entre muchos otros), resulta indudable que los valores que se manejan en plaza suelen ser
ostensiblemente inferiores a los percibidos por el Banco de la Nación Argentina para descuentos comerciales. La
brecha puede ser aún mayor en el caso de los préstamos intercompany, donde el riesgo crediticio y los expendios
administrativos -fruto del principio contable de la "caja única" y de la atomización operacional- son ínfimos.

En el dictamen 29/1998 DAT, la AFIP-DGI combinó el parámetro de mercado con el límite fijado por el DR (i.e.,
menos del 20% de la tasa fijada por la ley del impuesto), concluyendo que la tasa de interés mínima -distante de la
fijada en plaza- cobrada por la empresa controlante a sus controladas por la disposición de fondos propios, no se
corresponde con el interés de la disponente previsto por el artículo 73 de la LIG, toda vez que la aludida erogación
"...no genera a cambio contraprestación alguna por parte de esos terceros..." que se corresponda con el parámetro
reglamentario (9).

Uno de los primeros casos jurisprudenciales donde se analizó fue el impacto tributario de los préstamos efectuados
con una tasa de interés de plaza o mercado fue "Akapol". Conforme surge de los antecedentes del caso, la
disponente había pactado una retribución equivalente al 9,5% anual, mientras que el Banco de la Nación Argentina
percibía por los préstamos que realizaba el 13,92%, 16,85% y 16,52% durante los períodos objeto de ajuste (i.e.,
1997, 1998, 1999 y 2000).
En oportunidad de sentenciar, el TFN fue restrictivo y confirmó la resolución determinativa por cuanto el mutuo -
más allá de los valores de plaza- no respetó el parámetro fijado por el DR. Atento que la tasa de interés percibida
por la disponente excedía el 20% con relación a la tasa fijada por la LIG, correspondía determinar intereses
presuntos (10). En similar sentido falló ese Tribunal en "Rondo Difussión" ante un préstamo cuya tasa de interés fue
equivalente al 8% anual cuando la aplicable para el período en cuestión era del 13,92% (11).

Las excepciones a la restringida jurisprudencia del TFN se corresponden con aquéllos precedentes dónde los
préstamos fueron realizados en dólares estadounidenses. En el precedente "Kasdorf", el TFN revocó la resolución
del Fisco al quedar demostrado que la tasa de interés percibida era acorde a la realidad económica de los períodos
ajustados, a los registros e informes bancarios, así como también a las circunstancias concretas negociales
existentes entre mutuante y mutuario (12).

Por su parte, en el caso "Mobil" la retribución pactada para el préstamo en dólares norteamericanos era
equivalente a la tasa Libor de tres meses más el 4% (13). Atento que el Banco de la Nación Argentina no publica
parámetros aplicables a los mutuos pactados en divisas, el Tribunal utilizó como medida la retribución por los
depósitos en plazo fijo y caja de ahorro en dicha moneda, concluyendo que los intereses devengados eran similares
e incluso superiores a los fijados por la LIG. Así pues, fue revocada la resolución de la AFIP-DGI.

La postura del TFN que vincula el interés de la empresa con la presencia de una contraprestación equivalente o
superior a la fijada por la LIG y el DR fue revertida en múltiples oportunidades por la CNACAF. El ad quem revocó las
resoluciones del Fisco en el entendimiento que la tasa de interés similar o idéntica a aquélla que percibe el mercado
no gatilla la presunción del art. 73, aun cuando la diferencia entre la retribución percibida por el mutuo y los
parámetros normativos era ampliamente superior al 20% prevista por el art. 103 del DR.

Paradigma de lo manifestado es el precedente "Akapol" dónde se sostuvo que "...no puede soslayarse que también
reportaba un beneficio para la actora para quien los préstamos otorgados representaban un negocio obteniendo
una tasa de interés igual o superior (9,5%) a la que hubiere obtenido (de) una entidad bancaria..." (14). En dicha
tónica, resultan ilustrativos los fallos "Fiat Concord" (15), "Empresas de Combustible Zona Común S.A." (16),
"Roemmers S.A." (17) y "Mobil Argentina S.A." (18), dónde se privilegió la contraprestación que recibió el mutuario
por encima de los vectores fijados por la LIG y el DR.

Los préstamos pactados con intereses iguales o por debajo de las tasas fijadas por la LIG y el DR nunca debieran
disparar la presunción del art. 73 de la LIG. Si se entiende como operación realizada en interés de la empresa
cualquier mutuo que genere "beneficios gravados" (cfr. con art. 103 del DR), resulta indudable que toda retribución
cobrada al mutuario enerva la presunción en análisis. Así lo entendió la CNACAF en los precedentes citados.

Sin embargo, como sucedió en el caso "Transener S.A.", la posibilidad de que el Fisco ajuste el préstamo realizado
con una tasa de interés alineada con las prácticas del mercado pero ciertamente distante de los parámetros fijados
por la LIG y el DR es cierta y concreta.

En ese ámbito, el ajuste puede implicar una determinación de oficio (19) o la impugnación de la tasa de interés
percibida por el mutuante, cuya confirmación por parte del TFN es casi una certeza, al menos hasta el
pronunciamiento en análisis.

b) El interés de la empresa como beneficio económico mediato o indirecto.

La visión analizada en los párrafos anteriores relaciona el interés de la empresa con la presencia de una retribución
por el préstamo. Esa contraprestación es una tasa de interés que según la postura adoptada, puede ser equivalente
o superior a la fijada por la LIG y el DR o aquélla que habitualmente se percibe en el mercado por mutuos de
similares características.

Una variante de dicha posición es el beneficio económico mediato o indirecto. Atento que el art. 103 del DR refiere
a "beneficio gravado", no existe obstáculo alguno para entender que el préstamo realizado sin intereses o con una
tasa diversa a la instaurada por la LIG puede generar futuros "beneficios gravados" para la disponente.

En el precedente "Kasdorf S.A.", el TFN sostuvo que el préstamo en dólares efectuado con intereses -por debajo de
la tasa fijada por la LIG (20)- a favor de Milkaut S.A. con la finalidad que ésta última desarrolle una planta de última
tecnología no dispara la presunción en análisis. Para así decidir, el Tribunal Jurisdiccional tuvo en consideración que
la beneficiaria del préstamo invertiría su crédito en la refacción de la planta, lo que a la postre la convertiría en el
proveedor de la disponente. Así pues, "...se evidencia una repercusión directa sobre 'Kasdorf', ya que le permitió un
incremento en la calidad de la elaboración de sus productos lácteos, confirmándose la existencia del alegado
beneficio económico y el efectivo desarrollo de las actividades en interés directo y exclusivo de la recurrente..."
(21).

Conforme podrá apreciarse, el TFN analiza el beneficio económico exigido por el DR desde un punto de vista
indirecto o mediato. La ventaja que obtiene la disponente no se relaciona de manera unívoca con el interés cobrado
-que bien puede estar ausente-, sino más bien con los beneficios económicos que Kasdorf S.A. obtendrá a partir de
la actualización de la planta de Milkaut S.A., su principal proveedor. El precedente supone -se entiende, con buen
criterio- que el mutuo mejorará las utilidades de la mutuante y, en consecuencia, existirá un beneficio gravado en
los términos del artículo 103 del DR.

En similar sentido, el Fisco entendió que la cesión gratuita de módulos inmobiliarios no genera intereses presuntos
en tanto dicho beneficio sólo fue concedido a aquéllos sujetos que previamente habían celebrado un contrato de
locación generador de beneficios imponibles. Al existir una relación inescindible entre el comodato gratuito y la
locación, dicha cesión gratuita fue realizada en interés de la empresa porque generó "beneficios gravados" con la
locación (22).

Por su parte, el TFN entendió que el mutuo sin retribución alguna efectuado a favor de una empresa cuya actividad
es el engorde del ganado, cumple con el "...fin económico inherente al giro del negocio...", toda vez que la
disponente se dedica a la cría de ganado. Atento a que ambas empresas realizan una explotación ganadera de ciclo
completo, el préstamo tendrá repercusión en las ganancias de la disponente (23).

IV. Conclusiones.

Según sostuvimos hace un tiempo, la intervención de la Corte Suprema de Justicia de la Nación" in re "Fiat Concord
S.A." y "BJ Services S.R.L." cambió el eje de la discusión en el marco de los intereses presuntos (24). Antes la
discusión se circunscribía al análisis del elemento "tercero"; ahora, como lo reconoce la propia Corte (25),
corresponde abocarse al estudio del condicionante "interés de la empresa".

El fallo objeto de la presente colaboración es evidencia de ello. Pese a tratarse de empresas fuertemente
relacionadas, el debate transitó por la ruta de la vinculación entre el "interés de la empresa" y diversos préstamos
realizados con una gratificación, pero por debajo de la tasa fijada por la LIG y el DR.

Las tres instancias que intervinieron, incluida, por supuesto, la Corte Suprema, identificaron al "interés de la
empresa" con las tasas equivalentes o sustancialmente similares a aquellas vigentes en el mercado. Si la
gratificación económica que percibe la empresa mutuante es similar a ese parámetro, aun cuando sea por debajo
de la tasa impuesta por la LIG y el DR, no se dispara la presunción del artículo 73 de la LIG.

La discusión queda abierta respecto de aquellos casos donde no se pactó una tasa de interés, y la propuesta de la
presente colaboración -cuidadosa de la pauta interpretativa fijada por la reglamentación- radica en considerar que
el "beneficio gravado" no debe limitarse al beneficio económico directo e inmediato (i.e., retribución por el
préstamo), sino tener en consideración el beneficio económico indirecto o mediato (26).

Atento a que el artículo 103 del DR sólo refiere al "beneficio gravado", no corresponde interpretar que en el caso
del mutuo deba pactarse una retribución económica para que dicho acto sea considerado como realizado en
"interés de la empresa". Las ventajas para el mutuante pueden ser múltiples, circunstancia que ha llevado a la
doctrina especializada a equiparar el interés al provecho (27), tal como surge del precedente " Litográfica San Luis
S.A." (28).

Resulta evidente que, acreditar que un determinado mutuo genera para el disponente un beneficio económico
indirecto o mediato dependerá de las circunstancias de hecho y de prueba. A modo de ejemplo, debe admitirse que
la disposición de fondos o bienes a favor de los proveedores para mejorar la calidad del producto o servicio que
comercializa la disponente, así como los anticipos para que éstos adquieran los insumos necesarios para seguir
operando o mejorar los estándares aplicables, no disparan la presunción iuris et de jure prevista en el artículo 73 de
la LIG, toda vez que dicho préstamo reportará mayores "beneficios gravados" en cabeza del mutuante.

No cabe ninguna duda que la teoría del "beneficio económico indirecto o mediato" tiende a confundirse con la tesis
amplia de interés empresario (i.e., el interés del disponente como beneficio operativo u organizativo (29)). Sin
embargo, se tiene presente que la aplicación indiscriminada podría llevar a la abrogación del instituto previsto por
el art. 73 de la LIG, especialmente en relación con los préstamos intercompany. En otras palabras, ¿cuándo no
existiría beneficio económico indirecto o mediato? ¿Hasta dónde vincular el mutuo con los beneficios que la
disponente puede obtener? Según surge de los precedentes señalados, salvo situaciones excepcionales, la
disposición de fondos o bienes se vinculará con la obtención de ganancias / beneficios por parte de la empresa
mutuante. Sin embargo, así como resulta inapropiado circunscribir el término interés de la empresa al
devengamiento de una tasa de interés, tampoco se corresponde con la intención del legislador extender los límites
de manera tal que su aplicación in concreto importe desnaturalizar el instituto previsto por el art. 73 de la LIG.

Tal como podrá apreciarse, existen más interrogantes que certezas. Así pues, se propone esbozar ciertos
parámetros a fin de conciliar los citados extremos. En dicho propósito, resulta orientadora la sentencia del TFN en
"Athuel Electrónica S.A." (30), dónde se analizó el impacto tributario de diversos préstamos efectuados por la
recurrente a sus vinculadas cuya imputación -conforme surge de los antecedentes- se relaciona con su
capitalización y participación accionaria. Es indudable que más allá de la vinculación existente (31), el mutuo
benefició exclusivamente a los accionistas de la sociedad mutuaria, más no a la empresa disponente.

Distinta sería la situación si el préstamo es realizado a favor de un distribuidor exclusivo o un franquiciado para
ampliar la capacidad de manufactura o de comercialización de productos de la fabricante o franquiciada (32). En
este caso, dicha operación está destinada a la generación o al incremento de ganancias de la mutuante, más allá del
crecimiento en la capacidad operativa de la mutuaria.

Más allá de que la vinculación jurídica entre dos o más sujetos de derecho no acredita ni permite por sí misma
presumir el beneficio de la operación, se entiende que cuando la operación se concreta en el marco de un grupo, el
elemento "interés de la empresa" pierde sus contornos. En dichas organizaciones sociales, los beneficios del
prestamista se confunden con aquéllos del grupo económico, toda vez que los sujetos de derecho individualmente
considerados pierden sentido jurídico y económico fuera del grupo (33). Sostener lo contario resultaría dogmático y
alejado de la realidad económica que debe guiar la recta interpretación de las normas tributarias.

La afirmación que antecede de manera alguna se contrapone a la doctrina de la Corte Suprema en "Fiat Concord",
toda vez que en dicho precedente la totalidad de la prueba estuvo dirigida a acreditar que el mutuo había sido
ejecutado en "interés del grupo económico", más no de la disponente. Probado de manera suficiente que el
préstamo se realizó en interés de la empresa que dispone de los fondos o bienes, poco importa -a los fines del art.
73 de la LIG- si se corresponde con el "interés del grupo económico" y/o del mutuario.

A modo de conclusión, se entiende que la aplicación de la teoría del "beneficio gravado indirecto o mediato"
permitirá al mutuante disponer de bienes o fondos a favor de terceros sin que se generen intereses presuntos. En
consecuencia, dicha operación no debería ser objetable por el fisco.

Asimismo, la aplicación de dicho principio servirá para conciliar la oscilante jurisprudencia con la finalidad del
legislador, aun en el entendimiento de que el art. 103 del DR actúa como método de interpretación del "interés de
la empresa". Incluso, podrá ser utilizada cuando se equipare el elemento del art. 73 de la LIG con el "interés social",
relacionado por la doctrina societaria con el artículo 1° de la LSC y la participación en los beneficios y en las
pérdidas.

Notas al pie.

(1) Cfr. DI CHIAZZA, Iván G., VAN THIENEN, Pablo A., "Intereses presuntos, grupo económico y la controvertida
noción de 'Tercero'", LA LEY 2010-B, 62, p. 5. Al respecto, la doctrina entiende que con la asignación de fondos o
bienes a favor de terceros "...la sociedad deja de percibir la renta que naturalmente derivaría del capital -en sentido
amplio- que es usufructuado por el tercer beneficiario. De allí que resulta una menor renta que la que la
naturalmente obtendría la sociedad del caso. Pero, por otra parte, la disposición de dichos fondos, implica el 'goce'
de tal recurso, equivalente a una renta, siendo que la realidad de los hechos indica que el ente social, nunca
reclamará efectivamente ni la compensación por el no goce de dichos recursos, ni la devolución consiguiente de lo
retirado...". CHALUPOWICZ, Israel "Algunos aspectos vinculados con los dividendos de sociedades anónimas, los
honorarios y las disposiciones de fondos o bienes a favor de terceros", L.I., t. LIV, diciembre de 1986, p. 1135.

(2) Fallos: 335:131.

(3) CSJN, "BJ Services SRL (TF 22.638-I) c/ DGI", Expte. Nº B. 824. XLIII. R.O del 6 de marzo de 2012. En cuanto aquí
interesa, la Corte remite a expresamente a "Fiat Concord" (Fallos: 335:131).

(4) TFN, sala D, "Fiat Concord S.A.", sentencia del 16 de octubre de 2002; sala B, "Dragados y Obras Portuarias S.A.",
sentencia del 23 de noviembre de 2004, entre otros. CNACAF, sala V, "Akapol S.A.", sentencia del 9 de marzo de
2005; "Dragados y Obras Portuarias S.A.", sala IV, sentencia del 5 de agosto de 2008; "Whirpool Argentina S.A.", sala
III, sentencia del 9 de octubre de 2009, entre otros.

(5) TFN, sala A, "Akapol S.A.", sentencia del 8 de julio de 2008; sala C, "Tensioactivos del Litoral S.A.", sentencia del
27 de septiembre de 2005. CNACAF, sala III, "Mirror Holding S.A.", sentencia del 30 de marzo de 2010.

(6) CSJN, "Compañía de Transporte de Energía Eléctrica en Alta Tensión Transener S.A. c/ Dirección General
Impositiva s/ Recurso directo de organismo externo", CSJ 884/2014 (50-C) / CS1, R.O.

(7) Para el análisis de la delimitación del "interés de la empresa" por parte del Fisco, el TFN y la CNACAF, puede
verse PERETTI, Andrés E., "¿Mutación en la visión del Alto Tribunal sobre los préstamos intercompany sin
consecuencias tributarias? La disposición de fondos o bienes a favor de terceros: su análisis a partir del interés de la
empresa", PET, 16/09/2013. También, PERETTI, Andrés E., "Consecuencias tributarias de los préstamos
intercompany. La disposición de fondos o bienes a favor de terceros a partir del 'interés de la empresa'", Revista de
Derecho Comercial, del Consumidor y de la Empresa (DCCyE), Año IV, N° 4, Agosto 2013, p. 133-137.

(8) CNACAF, sala IV, "Supercanal Internacional S.A.", sentencia del 23 de febrero de 2010. En similar sentido, sala IV,
"Supercanal Holding S.A.", sentencia del 23 de febrero de 2010.

(9) Fecha de firma: 29 de mayo de 1998.

(10) Cfr. TFN, sala A, "Akapol S.A.", sentencia del 8 de julio de 2003.

(11) Cfr. TFN, sala D, "Rondo Difussión S.A.", sentencia del 24 de mayo de 2005. En similar sentido, TFN, sala C,
"Tensioactivos del Litoral S.A.", sentencia del 27 de septiembre de 2005; sala B, "Roemmers S.A.", sentencia del 29
de noviembre de 2006.

(12) TFN, sala C, "Kasdorf S.A.", sentencia del 17 de septiembre de 2005. Conforme surge de los antecedentes, la
tasa de interés percibida era del 7,5% anual para los períodos 1996 y 1997, mientras que ascendía al 8,5% para el
período fiscal 1999. La tasa fijada por el Banco Nación para esos años duplicaba la cobrada por la disponente.

(13) La tasa de interés Libor (London InterBank Offered Rate) a tres meses para el período 2002 -objeto de ajuste-
era 1,86375 % anual.

(14) CNACAF, sala V, "Akapol S.A.", sentencia del 9 de marzo de 2005. En similar sentido, sala II, "Mirror Holding
S.R.L.", sentencia del 30 de marzo de 2010; sala IV, "Roemmers S.A.", sentencia del 31 de agosto de 2010.

(15) CNACAF, sala IV, "Fiat Concord S.A.", sentencia del 21 de marzo de 2005. Se sostuvo que "...no puede
entenderse que la realización de esas operaciones -sin la percepción de un interés equivalente al de mercado- le
hubiera podido redundar un beneficio patrimonial...".

(16) CNACAF, sala IV, "Empresas de Combustible Zona Común S.A.", sentencia del 17 de marzo de 2009.

(17) CNACAF, sala IV, "Roemmers S.A.", sentencia del 31 de agosto de 2010.

(18) CNACAF, sala II, "Mobil Argentina S.A.", sentencia del 19 de junio de 2012.

(19) Existen múltiples casos donde la AFIP-DGI desconoció la retribución cobrada por la disponente y aplicó el
artículo 73 de la LIG como si no se hubieran pactado intereses. Dicha tendencia fue dejada sin efecto
progresivamente por el Fisco y actualmente sólo existe impugnación de tasa de interés.

(20) Conforme surge de la sentencia, los intereses devengados oscilaban entre el 7,5% y el 8,25% anual.

(21) TFN, sala C, "Kasdorf S.A.", sentencia del 17 de septiembre de 2005.

(22) Dictamen 4/2005 DAL. Fecha de firma: 20 de octubre de 2005.

(23) Cfr. TFN, sala C, "Don Cesáreo S.C.A.", sentencia del 19 de octubre de 2007.

(24) Cfr. PERETTI, Andrés E., "¿Mutación en la visión del Alto Tribunal sobre los préstamos intercompany sin
consecuencias tributarias? La disposición de fondos o bienes a favor de terceros: su análisis a partir del interés de la
empresa", PET, 16/09/2013. También, PERETTI, Andrés E., "Consecuencias tributarias de los préstamos
intercompany. La disposición de fondos o bienes a favor de terceros a partir del 'interés de la empresa'", Revista de
Derecho Comercial, del Consumidor y de la Empresa (DCCyE), Año IV, N° 4, Agosto 2013, p. 133-137.

(25) Cfr. CSJN, "Fiat Concord S.A. TF (16.778-I) c/ DGI", Expte. Nº F. 260 XLIII., 6 de marzo de 2012, considerando IX.

(26) Cfr. TFN, sala D, "Trainmet Seguros S.A.", sentencia del 6 de febrero de 2007.

(27) Cfr. SCHINDEL, Ángel, "¿Presunción, ficción o sanción encubierta?", DTE XXVII-317, 727.

(28) CNACAF, sala III, "Litográfica San Luis S.A.", sentencia del 13 de noviembre de 2012.

(29) Cfr. DI CHIAZZA, Iván G., "Los intereses presuntos en las relaciones de grupo. La discusión (inagotable) en torno
al concepto de tercero: el caso 'Mirror Holding'", PET, 23 de diciembre de 2010, p. 1.

(30) TFN, sala A, "Athuel Electrónica S.A.", sentencia del 3 de octubre de 2010.

(31) Se entiende que la lógica seguida por TFN -más allá de la doctrina fijada por la Corte in re "Fiat Concord"-
resulta objetable. Luego de concluir sobre la inexistencia de "terceros", no debiera analizarse el alcance del término
"interés de empresa".

(32) Cfr. GARCÍA COZZI, José M., "Disposición de fondos o bienes a favor de terceros. Fallos contradictorios", DTE
XXV-257.

Tribunal Fiscal de la Nación, sala D

Servando Pedrido S.A.I.C. s. recurso de apelación - Impuesto a las Ganancias 28/12/2000


SUMARIOS:

1. Los anticipos de honorarios cuyo importe no supere el acordado para todo ejercicio por la asamblea general
respectiva, se los tendrá por efectuados "en interés de la sociedad" y por lo tanto no alcanzados por la
presunción prevista por el art. 76 de la ley de Impuesto a las Ganancias, la que será aplicable solamente en
la hipótesis de existir excedentes que superen los valores acordados y únicamente con relación a estos
últimos.
2. Las consideraciones vertidas por la recurrente en cuanto a la conformación familiar de la sociedad y el hecho
de que los directores perceptores de los anticipos, son al mismo tiempo los únicos accionistas de la
sociedad, lo que caracterizaría como dividendos a las sumas anticipadas, ceden ante la contundencia de las
disposiciones legales y reglamentarias, que no prevén ninguna excepción basada en esa calidad.
3. La aplicación de la presunción contenida en el art. 76 de la ley de Impuesto a las Ganancias no importa una
determinación sobre base presunta -art. 25, ley 11.683, t.o. en 1978-, sino una determinación sobre base
cierta, en la que se ha aplicado una presunción legal, razón por la cual los agravios vertidos respecto de que
no corresponde el encuadramiento de la conducta dentro del tipo del art. 46 de la ley 11.683 -t.o. en 1978-
y "su régimen de presunciones" no pueden prosperar.
4. Si bien existe error excusable, toda vez que la vinculación de los accionistas directores con la sociedad que
integran pudo hacerlos incurrir en la equivocación de no considerarse "terceros" con relación a la misma,
corresponde la revocación de la multa -aplicada con sustento en el art. 46 de la ley 11.683- en razón de que
por elementales principios vigentes en materia penal, no corresponde encuadrar la conducta, por analogía,
en el art. 45 de la ley citada. (del voto en disidencia del Dr. Brodsky).
5 - Resulta razonable, ante la ausencia de normas concretas, aplicar la presunción prevista por el art. 76 de la ley
de Impuesto a las Ganancias desde el momento en que los importes superan el monto fijado por la asamblea,
dado que es recién entonces cuando se produce la no utilización de los fondos o bienes "en interés de la
sociedad" y por todo el tiempo que ella se mantenga.

Infraccional. Aplicación de multa por defraudación impositiva. Improcedencia de la reducción de la base


sancionatoria por aspectos meramente formales.

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