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Pero, también ha habido –y lo siguen habiendo hoy día- los llamados ‗‗Cipayos‘, sin
los cuales nuestra patria no estaría sojuzgada, colonizada cultural, económica y
financieramente como lo está.
Y lo hacía con cifras, con resoluciones y leyes hacia tales fines, volviendo la
invisibilidad visible para todos a aquellos que quisieran.
Estos ‗Cipayos‘, como agentes de esas naciones fueron el puente, los empleados,
los voceros quienes instrumentaron cultural y materialmente a cambio de sobornos a
los que estaban acostumbrados a hacer los ingleses, franceses y brasileños, tanto
en este lado del Plata como en la Banda Oriental.
En este trabajo pretendemos ahondar en el exacto estudio hecho por los dos autores
del título con abundantes pruebas, respecto a la intervención, absolutamente
necesaria, de los traidores vernáculos (‗Cipayos‘) que sirvieron a los intereses
foráneos. Sin los cuales, éstos últimos difícilmente hubieran podido colonizarnos,
navegar libremente nuestros ríos, llenarnos de manufacturas que no nos eran
necesarias a precios exorbitantes a la par de llevarse nuestras materias primas por
centavos: todo con el manejo de la Banca y crédito. La extorsión, el soborno fueron
instrumentos continuos de estos imperios y que llevaron a un ‗deterioro en los
términos del intercambio comercial‘. Volveremos sobre esto mas adelante.
Dice Scalabrini Ortiz ―...la habilidad británica trata de reconstruir la estructura colonial
con que ha mantenido encadenada a la República Argentina durante más de un
siglo, merced a la técnica de utilizar como personeros de sus intereses a ciudadanos
argentinos secretamente comprometidos a sus servicios."
García Mellid dice que ―Todos nuestros males tienen su origen en esta extraña
alianza del puerto sustraído a su destino natural, de la ciudad que abdicó de su
misión unificadora y de una ―clase dirigente‖ que debiendo ser aristocracia prefirió
ser oligarquía. […] El localismo porteño fue siempre un sucio juego de minorías
aprovechadas; el pueblo de la propia Buenos Aires no entró en ese juego v fue
víctima de sus interesados mentores tanto o más que los provincianos‖.
Todo comenzó en el año 1806 y 1807 con las invasiones inglesas y luego, más
acentuadamente, en el año 1810, hasta nuestros días, salvo en el período en que el
soberano gobierno del Brig.Gral. Juan Manuel de Rosas comandó los destinos
gloriosos de la Confederación Argentina.
El escritor e historiador Antonio Calabrese nos refiere que, primeramente, el
expansionismo imperial intentó –sin éxito- la colonización física de nuestro territorio.
Ante el hecho visible que iba a ser imposible, cambiaron de táctica y apelaron a la
conquista cultural y económica como vector de conquista, a través de los ‗Cipayos‘
vernáculos que servían de puente para el logro de sus fines. Inventando héroes que
no lo fueron y vituperando, denostando a aquellos que dieron hasta su vida por una
patria soberana.
La primera fue a sangre y fuego, por eso en el largo plazo, con el incremento de la
resistencia, pudo ser vencida.
Para lograrlo cambió los paradigmas, inventó nuevas consignas y creo héroes, que
sirvieron corno modelo de conducta, todos ellos afines a sus intereses. […]
Es evidente que las luchas entre naciones antes que militar es una lucha de
inteligencias de la clase dirigente. En la confrontación entre las dirigencias de las
naciones surge la victoria. Sabemos –en nuestro caso- lo que ha representado
nuestra clase dirigente en el concierto de las naciones y en el tema de defensa de
nuestros derechos, salvo en el período de gobierno de Juan Manuel de Rosas.
Los ingleses han advertido en un momento dado que el futuro de conquista se daba
no militarmente (con la consabida pérdida de vidas humanas propias, dinero, etc)
sino a través del comercio y el manejo del mismo en la interacción con otras
naciones, sumado al contrabando, tráfico de armas, prestamos usuarios a las
naciones sudamericanas, manejo del crédito interno, de las exportaciones, de las
importaciones, de su industria y comercio, de la aduana, del logro de la libertad de
navegación por los ríos interiores para llevar sus manufacturas excedentes por su
revolución industrial, sin pagar tributo aduanero, de la introducción de espías en
estas tierra con el subterfugio de ser ellos ‗naturalistas‘, ‗viajeros‘, ‗investigadores‘,
‗médicos‘ de personalidades políticas, etc..
Decía, y con criterio Raul Scalabrini Ortiz, que como cirujano previó y vio las causas
de nuestro sometimiento y las funestas consecuencias económicas y financieras que
derivaron y derivan de tal sometimiento: ―…existe, al mismo tiempo, un lazo común
entre el obrero argentino y el patrono argentino. Es la necesidad de que la fábrica
exista y subsista. Si la fábrica argentina es destruida porque molesta con su
competencia a la fábrica extranjera, el patrono se queda sin su propiedad y el obrero
argentino sin su trabajo. Esa coincidencia es el lazo nacional que une al patrono y al
obrero por arriba de sus antagónicos puntos de vista sociales. La suma de todos los
lazos nacionales es el fundamento de la idea nacional que el Estado argentino debe
recoger e interpretar y a la que debe darle fuerza ejecutiva‖.
En la vida de una nación la misma puede sufrir ataques externos, sean militares pero
también ataques civiles a través de acciones diplomáticas o económicas.
Los ataques militares externos por parte de naciones extranjeras han tenido poco
éxito en nuestras tierras. Recordemos las agresiones inglesas y francesas que tanto
en 1806, 1807, 1835, 1845 se han visto rechazadas por nuestro país, salvo la de
1982 en Las Malvinas.
Saturnino Rodríguez Peña sugirió la entrega pacífica de Buenos Aires a cambio del
reconocimiento de la independencia. Fracasada la tentativa tendió un ‗puente de
plata‘ para que Beresford huyera a Inglaterra con el dinero robado.
En efecto, Rodríguez Pena rescató a los oficiales ingleses cuando se los llevaban
detenidos a Catamarca, invocando inexistentes órdenes de Liniers para que se los
liberaran. De allí éstos se dirigieron a Montevideo y luego a a Inglaterra. Por tal
motivo, el gobierno inglés le concedió a Saturnino una pensión vitalicia de 300 libras
anuales que se pagaba en Río de Janeiro a través del propio Lord Beresford.
Recordemos que también Nicolás, su hermano también masón, fue el causante del
fusilamiento de Santiago de Liniers.
Dice García Mellid que el ‗porteñismo‘ no implicaba que quienes estuvieran inmersos
en él hubieran nacido necesariamente en Buenos Aires; es más, muchos de ellos
eran provincianos (Sarmiento era sanjuanino; Vélez Sarsfield, cordobés, Urquiza,
entrerriano; Paz era tucumano más todos los militares Unitarios que venían de la
Banda Oriental como Venancio Flores, Sandes, Arredondo, Paunero, etc).
Evidentemente esos resabios de soberanía económica que venían de los años que
gobernaba Juan Manuel de Rosas era algo que molestaba al ‗porteñismo‘ del
cordobés. Aunque no le molestaba a Don Dalmacio que un hombre casado como
Sarmiento (44 años) tuviera de amante a su hija Aurelia de 19 años (también
casada), algo que un secreto a voces por toda la ciudad.
Los ‗Cipayos‘ Unitarios lograban el control de la riqueza al controlar las rentas del
puerto y la aduana que servían como llave de todo intercambio y comunicación del
Virreinato del Rio de la Plata, que se abría y cerraba a voluntad pudiendo destruir asi
las industrias del interior y entregar la riqueza que estas podían producir, por unos
centavos, con un mero mero decreto a tal fin. Poseer el control del puerto y aduana
era controlar la riqueza de una enorme región puesto que el puerto de Buenos Aires
era el único que servía para la recepción de las importaciones y el envío de las
exportaciones.
Y así, Buenos Aires mandaba y el resto del Virreinato obedecía. Y eso que este
último era el que producía pero el comercio lo manejaba solo el núcleo mercantil de
Buenos Aires, -unas pocas docenas de hombres-, ya desde los tiempos de
Rivadavia.
Decía García Mellid: ―Las más graves perturbaciones de nuestra historia han sido
ocasionadas por la soberbia y contumacia del ―partido porteño-‘. Cada vez que se
quiera encontrar el factor invisible de nuestras desinteligencias y convulsiones,
búsquesele en Buenos Aires. Aquí la metrópoli no fue centro unificador sino
elemento de discordia. No se constituyó al servicio de la Nación; quiso que la Nación
se le subordinara. Buenos Aires se invistió a sí misma del derecho a mandar v exigió
a las provincias que se lo reconocieran.
―Si la doctrina unitaria fue propicia a los liberales como instrumento de oposición a
las espontáneas tendencias del pueblo, el ‗porteñismo‘ lo fue como eje de autoridad
v centro de imposición de métodos adversos al interés conjunto de la Nación. La
concertación de porteños, unitarios y liberales configuró así un fenómeno único de
desconocimiento del pueblo y de destrucción de las bases fundamentales de la
nacionalidad. […].
―De aquí la fatalidad intelectual que arrastra el unitarismo; está condenado a ser
pura teoría sin arraigo. Cáscara vacía en un mundo lleno de posibilidades, vacua
estructura ideológica frente a un auténtico ideal humano y territorial‖
Como bien dijo Manuel Belgrano en su autobiografía, ―en los porteños comerciantes
no había más razón, ni justicia, ni más utilidad, ni más necesidades que su interés
mercantil‖ En una proclama a las milicias de Tucumán en 1816 decía ―no hemos
conocido más que el despotismo bajo las Juntas, Triunviratos y Directorios‖ que
obviamente eran instituciones manejadas por los ‗Cipayos‘ porteños, hombres de las
‗luces‘, títeres de sus amos ingleses y franceses y de la Banca de estos imperios.
Clara visión de nuestro prócer, así como también lo vio San Martin que en su
correspondencia a lo largo de su vida no dejaba de observar el pensamiento y
acción disolvente del centralismo portuario del liberalismo. Y no dejaba de señalarlo
en carta a Tomás Guido, su amigo, desde París el 1º de Febrero de 1834 ―.El foco
de todas las revoluciones ha sido Buenos Aires: allí se halla la crema de la anarquía,
de los hombres inquietos y viciosos, de los que viven de trastornos, porque no
teniendo nada que perder todo lo esperan ganar en el desorden...".
Así se les brindó armas modernas para someter los levantamientos provinciales
federales, así como créditos que no eran necesarios y que eran –a su vez-
impagables lo que implicaba una sujeción eterna a dichas potencias, como ocurre
hasta el dia de hoy..
Luego de la Primera Junta vino el Primer Triunvirato en el que descolló con sus
persecuciones, fusilamientos y degüellos sin solución de continuidad, Bernardino
Rivadavia fusilando decenas de personas –entre ellas Martín de Álzaga-.
El Segundo Triunvirato con Paso, Rodríguez Peña, Álvarez Jonte con el ideólogo de
tantas muertes, Bernardo de Monteagudo, que ordenó como método político el terror
a través de centenares de fusilamientos indiscriminados para mantenerse en el
poder. Un poder de los liberales ilustrados, jacobinos, fieles émulos de Robespierre
anegando el país con sangre criolla.
El Gobernador de Mendoza, Tomas Godoy Cruz era otro de los ejecutores de tales
matanzas haciendo cumplir las órdenes de Rivadavia y demás porteños.
Estos ‗Cipayos‘ no lo hacían solo por ideologías sacadas de sus sueños de una
patria europea en suelo americano; no, había dinero de por medio y abundante que
los ingleses y franceses entregaban a dos manos para lograr sus fines imperiales.
Hubo un divorcio manifiesto entre las supuestas clases dirigentes con las ideas y
costumbres naturales de nuestro territorio heredadas del sistema orgánico español.
La forma de sostener lo insostenible por los liberales fue a través de la violencia y las
leyes que derivaron de ella.
Estos ‗proto-Unitarios‘ del puerto de Buenos Aires constituían toda la nación. No
había más nación que Buenos Aires y por supuesto, el manejo exclusivo de la renta
que la aduana producía.
La falacia Unitaria expresada por los ‗cipayos‘ proclamando una ‗civilización‘ que no
lo era contra una ‗barbarie‘ inexistente fue la historia oficial; y sus esbirros, los
próceres. Una ‗novela de la historia‘ que se enseñó durante décadas en nuestras
escuelas para los menores y se fogoneó para los mayores, a través de periódicos y
libros.
Los Unitarios –y bien lo describía Scalabrini Ortiz- eran academias digitadas para
sostener una historia ficticia que sin los sofismas inculcados se caería prontamente a
pedazos. Para ello se necesitaban regalos de las embajadas extranjeras y
conformación de directorios de Sociedades supuestamente anónimas pero cuyos
directivos y socios mayoritarios eran ingleses o franceses.
Dice Raúl Iturria: ―un proverbio ruso dice que ‗lo que ha sido producido por la pluma
no puede ser destruido ni por el hacha‘ Y así ocurrió en el Rio de La Plata, donde los
Unitarios escribieron lo que se les ocurrió y les vino en gana, sin importar para nada
la verdad histórica. Entre tales escritores destacan Sarmiento, Mitre, Rivera Indarte y
sus famosas ‗Tablas de Sangre‘, que tejen novelas deformando los hechos y así
como el hacha no puedo destruir lo creado por la pluma quien mucho escribe corre
el riesgo de ofrecer las pruebas de sus errores en sus propios escritos, máxime
cuando son alegato y no descripción histórica‖.
Scalabrini Ortiz, al igual que otros historiadores del Plata han probado hasta el más
mínimo detalle de la influencia –como mínimo- de Gran Bretaña en nuestra
independencia de España.
Y en el peor de los casos y ante una visualización que pudieran hacer nuestro
pueblo achacando a esos nativos la causa de sus desgracias, se cambiarían a los
empleados-esclavos siguiendo el control sin sobresaltos.
Claro, ―Unos ministros que actúan como aves de paso y ejercen sus funciones en un
paréntesis de los cargos permanentes que desempeñan en las empresas, de los que
salen para retorna una vez cumplida su función pública‖ son el estereotipo del
‗cipayo‘ nacional. Volveremos sobre el tema.
En tal sentido, pues, ante tales derrotas, tales naciones como también el imperio del
Brasil utilizaron personas nativas como correas de trasmisión que por dinero o poder
traicionaron a su país sirviendo a sus patrones como esclavos o súbditos clavando
una daga en la soberanía de su patria, sea como diplomáticos, como juristas, como
empresarios, como economistas o políticos, abriendo las compuertas para el acceso
de los intrusos vía el manejo del crédito, de la banca, de la producción, de la
industria, el comercio y la tecnología.
No solo Rivadavia conspiraba. Dice Pacho O‘Donnell: ―Salvador María del Carril
escribe con preocupación a Florencio Varela (ambos habían hecho de su odio al
Restaurador el ―leit motif‖ de sus vidas) el 19 de diciembre de 1845: ―Rosas va a un
objeto: la reconstrucción del virreinato del río de la Plata o la inauguración de un
imperio argentino‖.
―He aquí una diferencia sustancial entre federales y unitarios: los primeros tenderán
a defender el territorio y habrá en don Juan Manuel una imposible resignación a
aceptar la pérdida de la Banda Oriental, por ello el apoyo a su fiel Oribe, y del
Paraguay, cuya independencia jamás reconoció. Los unitarios, en cambio, urdirán
incesantes operaciones que no le hacen asco a la cesión de importantes territorios
de nuestro país. ―Los males del Plata arrancan de la dislocación por manos foráneas
del antiguo virreinato. Su unión como la de los estados norteamericanos o su
concentración en un solo imperio como el Brasil, tal es el fin del Presidente Rosas‖,
editorializará con acierto el ―Courrier de L‘Havre‖ a mediados de 1845‖.
Es que todo el Unitarismo nunca podría haber triunfado sino hubiera sido sostenido
militar y económicamente por Francia e Inglaterra asi como por el Brasil antes de
Caseros, como bien lo reconocían Lavalle, Florencio Varela, Valentin Alsina, el cura
Agüero, los hermanos Rodriguez Peña, Salvador María del Carril, Rivera Indarte,
José Marmol, en todas su cartas.
Que con la calumnia sin sostén fáctico alguno más el dinero aportado en cantidades
inimaginables pero perfectamente documentadas y reconocido todo ello por los
arriba nombrados produjo la fantasía de los ‗Próceres del Liberalismo‘ agiotistas
mercantilistas con pies de barro.
Cavila García Mellid: ―La verdad es que el calificativo estaba ampliamente justificado.
Un inventario de los crímenes v depredaciones cometidas por los unitarios, por
somero que sea, abruma y espanta. El 5 de agosto de 1823, por ejemplo, el general
unitario Javier López derrotó al gobernador de Tucumán, don Bernabé Aráoz, y se
apoderó del gobierno. En el mismo día hizo fusilar al general Martín Bustos,
comandante Femando Gordillo, coronel Pedro J. Araoz y otros jefes leales,
otorgándoles un plazo brevísimo de dos horas. El gobernador depuesto, general
Aráoz, huyó a Salta y pidió asilo al gobernador unitario general Juan Antonio Álvarez
de Arenales. ―El derecho de asilo —escribe doña Juana Manuela Gorriti- ha sido
respetado en los tiempos más atrasados y entre las naciones más bárbaras.
Arenales no lo reconoció. Entregó a su enemigo el huésped que se había refugiado
en su hogar.‖ ―El general Aráoz fue fusilado en Las Trancas (provincia de Tucumán),
el 23 de mayo de 1824, por orden del unitario general López, de quien dice Zinny:
―Raro fue el ciudadano de Tucumán que no hubiera sido vejado v oprimido... más de
cuarenta víctimas se inmolaron al deseo obstinado de sostenerse en el mando
contra la voluntad general‖..
Sigue diciendo el autor porteño que todo esto está totalmente reconocido –sin
ambages- por los propios actores que se vanagloriaban de sus acciones y por los
funcionarios franceses e ingleses que documentaban todo y enviaban sus reportes a
sus capitales. El autor cita profusa documentación al respecto. Por supuesto que el
principal ‗Cipayo‘ lo fue –por su doblez y por su peso específico en el resultado de la
lucha- Justo José de Urquiza, como veremos.
Dice García Mellid: ―El gobierno unitario de Montevideo los secundaba con todas las
armas propias de que disponía y prestaba sus puertos y bases para que desde allí
actuaran las escuadras bloqueadoras de Francia e Inglaterra. Para que ningún
federal se atreviera a penetrar en su territorio, introduciendo los método s terroristas
― propios de Rosas‖, el gobierno dictaba precisas normas civilizadoras: ‗- Serán
irremisiblemente pasados por las armas, todos los individuos del Ejército de Rosas
que sean aprehendidos y pertenezcan a la clase de Jefes u Oficiales-‗
―Y para que no hubiera duda sobre la impasible justicia de que eran capaces los
unitarios, el panegirista de Rivadavia, doctor Andrés Lamas, afirmaba: ‗-Nosotros no
necesitamos en ese caso, más juicio que probar la identidad del traidor y probada, la
severa impasibilidad que se necesita para hacer ejecutar la ley que los condena a
recibir la muerte p o r la espalda, como villanos. Dios tenga en ellos misericordia si
caen en nuestras m anos‖ […]
Pero no se crea que solo eran traidores a su patria solamente por sus acciones
intelectuales, periodísticas, culturales. No; tras esas invectivas violentas también se
encontraban –al mismo tiempo- directivas sobre las acciones a realizar. De tal modo
nos lo dice García Mellid el cual nos hace ver las palabras de los miembros de la
autollamada ‗Comisión Argentina‘ en Chile: ―También los emigrados en Chile, entre
los cuales destacaba su recia figura de educador don Domingo Faustino Sarmiento,
daban testimonio público de las profundas convicciones que los movían a combatir a
Rosas, por odio a la violencia v a la sangre. La Comisión Argentina de Santiago de
Chile, en apoyo de las columnas subversivas que actuaban en el interior del país,
emitió saludables consejos para la más rápida imposición de sus métodos
civilizadores. ‗-Es menester emplear el terror para triunfar en la guerra —decía—.
Debe darse muerte a todos los prisioneros y a todos los enemigos. Debe
manifestarse un brazo de fierro v no tenerse consideración con nadie. Es preciso
desplegar un rigor formidable. Todos los medios de obrar son buenos v deben
emplearse sin vacilación-‗. El documento, fechado en 1844, llevaba las firmas de los
pacíficos v civilizados ciudadanos, general Juan Gregorio de I.as Heras, y señores
Domingo de Oro, Domingo Faustino Sarmiento y J. Luis Calle‖.
Puede verse, y leerse, de la boca de estos ‗civilizados‘ iluministas que sus acciones
distaban lejos de su pretendida ‗civilización‘ y búsqueda de la paz.
Lavalle, lo que tenía de poca inteligencia lo tenía de cruel hasta el paroxismo, como
se comprobó a lo largo de los años.
Dice García Mellid sobre éste: ―Mientras tanto. Lavalle lanzaba al pueblo de
Corrientes una proclama que abundaba en enérgicas y brutales promesas: '-
Correntinos —les decía—la hora de la vengan ha sonado... vamos a humillar el
orgullo de esos cobardes asesinos... Se engañarán los barbaros si en su
desesperación imploran nuestra clemencia. Es preciso degollados a todos...
Purguemos a la sociedad de estos monstruos. ¡!Muerte, muerte sin piedad!!•. Poco
después. Lavalle le explicaba a su mujer: ‗-La proclama que di a los correntinos... la
escribió Frías. Yo estaba muy ocupado y le dije que escribiese una proclama de
sangre y que dijese expresamente que habíamos de degollar todo el ejército
enemigo-‗‖
Ellos, los Unitarios, eran los ‗bárbaros‘, los que acicateaban a sus generales a
cometer asesinatos indiscriminados con los prisioneros, mujeres, niños. Tierra
arrasada de muerte y espanto como nunca se había visto.
Lavalle, Felix Frias, Sarmiento, Lamadrid, Marcos Avellaneda, Acha, Paz, Mitre con
sus esbirros Orientales que eran los que se manchaban de sangre las manos (en
general los de nuestro territorio eran reacios en su mayoría a practicar las
carnicerías con sus compatriotas por eso se buscaban a los Orientales ‗colorados‘
para las tareas sucias) y tantos otros tenían el sueño absolutista de someter al país
un despotismo sangriento hasta que vieran los beneficios de ser un ‗liberal‘ y
acogerse a los designios ordenados por los imperios de ultramar.
Organizaban en los territorios que conquistaban –aunque fuera por pocos días- un
régimen de saqueo y terror como nunca se había visto en nuestras tierras.
Fusilando, degollando, sin pausa y a quienes se resistían a cumplir las ordenes,
también se los pasaba por armas junto a toda su familia.
En fin, esos ‗Cipayos‘ fieles siervos de sus amos, apostaron a una desintegración de
nuestro territorio para el logro de sus fines como sustentó desde Chile Domingo F.
Sarmiento, que junto a Bartolomé Mitre fueron los principales propulsores de una
‗Republica del Rio de la Plata‘, escindida de su patria y coronando el centralismo
porteño como amo y señor de estas tierras.
Lo que no se conseguiría por seducción o soborno, se conseguiría bajo el salvajismo
desenfrenado de las armas Unitarias, con los esbirros Orientales como los ‗cipayos‘
Orientales ‗colorados‘:Venancio Flores, Wenceslao Paunero, José Miguel Arredondo,
Ignacio Rivas, Ambrosio Sandes, Ignacio Rivas, etc. y los ‗iluminados‘ afrancesados
como Herrera y Obes, Andrés Lamas, dirigiendo los hilos desde las sombras,
comandados todos por Mitre.
El sistema de exterminio a lo largo y a lo ancho del país por las tropas Unitarias no
implicaban previo juicio justo –o injusto, si se quiere- sino lisa y llana ejecución en el
momento sea por fusilamiento –si tenían suerte- o por degüello múltiple de muchos
prisioneros, o muerte con tortura consistente en obligar a los prisioneros a cavar su
propia fosa, introducirlos y luego fusilarlos dentro.
Así durante la década del ‘30 y ‘40 fueron muertos, asesinados muchos próceres de
la independencia, gobernadores, a manos de Lamadrid, Paz, Acha, Estomba,
Deheza, Flores, Lavalle, Godoy Cruz, como brazos ejecutores (pero detrás estaban
los civiles que no se ensuciaban las manos como Del Carril, Rivadavia, Sarmiento,
Andrés Lamas, Herrera y Obes azuzando a los militares, ‗espadas sin cabeza‘, como
se dijo de Lavalle) etc.
Los números de muertos por asesinato o ejecución sin juicio en manos de los
‗civilizados Unitarios‘ suman hasta 1830, aproximadamente 1.300 personas (sin
contar las que se producían en batallas). Luego en la campaña de las sierras del
noroeste, posterior a la derrota de Quiroga por Paz, en 1829, los asesinatos se
calculaban en 2.500 almas.
Muchos se preguntan ¿cómo hicieron los Unitarios para vencer, si el pueblo era todo
Federal y odiaba y temía a las huestes porteñas? Es que el armamento de los
Unitarios y las vituallas, mas la preparación era superior había cuenta del dinero que
poseían para adquirir modernos equipamientos, a diferencia de las tropas federales.
El dinero que manejaban los porteños por la aduana y las ingentes sumas
entregadas por los franceses e ingleses para la consecución de sus fines, era lo que
inclinaba la balanza.
De tal modo todo comienza con Rivadavia, se anegó la nación en sangre por los
Unitarios ‗civilizados‘ que representaban al liberalismo, al ‗porteñísimo‘ portuario
centralizado y sostenido por la banca inglesa y francesa, como bien prueba
Scalabrini Ortiz- .
Dice García Mellid que el país, después de Caseros, quedó aherrojado entre los
duros barrotes de las teorías y las fórmulas, de las libertades teóricas v del más
efectivo despotismo. La tiranía no cayó sino que se implantó a partir de Caseros.
Los supuestos ‗educadores‘ Unitarios, los hombres de ‗las luces‘, con su terrorismo
jacobino y pletóricos de odio contenido, ya en el poder pasaron por armas a
centenares de prisioneros, soldados o no.
Los cobardes que firmaban las órdenes eran –entre otros- el Doctor Valentín Alsina,
Pastor Obligado, Bartolomé Mitre.
El Unitario Gral. Conesa era uno de los ejecutores de las órdenes dadas para tales
fines. Junto a los Orientales militares ‗colorados‘ que mencionamos arriba.
También corrió igual suerte el Gobernador de San Juan José Antonio Virasoro que
una partida de los Unitarios que participaba del festín de las purgas por todo el
interior, lo ve con un niño en brazos en su domicilio y ahí nomás lo asesinaron a
lanzazos.
De todos estos múltiples asesinatos a sangre fría, con los métodos mas
inimaginables que pueda saberse, estaban en primera fila (como verdugos con sus
ejércitos perfectamente equipados, con modernas armas producto de la riqueza que
poseía Buenos Aires, además de los militares argentinos Unitarios como Conesa) los
sanguinarios e impiadosos Orientales mencionados como Venancio Flores (que fue
durante años el ladero de Bartolomé Mitre y el verdugo que cumplía sus órdenes de
exterminio de tantos inocentes), Wenceslao Paunero, José Miguel Arredondo,
Ignacio Rivas, Ambrosio Sandes, Ignacio Rivas, que producían espanto, angustia y
miedo atroz a su paso por los pueblos del interior.
Sarmiento ordenaba sin límites que se los mate a todos. Este supuesto ‗educador‘
decía de nuestros hombres del interior que eran ‗animales bípedos de tan perversa
condición que no se qué se obtenga con tratarlos mejor‘. (Como se lo decía a Mitre y
que consta en ‗Sarmiento-Mitre, correspondencia‘. Museo Mitre. Buenos Aires, 1911)
Cumpliendo tales órdenes se mataba sin asco a decenas de oficiales que estaban
detenidos, encarcelados y se los fusilaba en un ‗raid‘ sin solución de continuidad,
como informaba el Coronel Unitario Tristán Dávila.
Ante todo esto, el pueblo del interior estaba inerme y sin posibilidad material y
armamentística de reacción. El armamento de los Unitarios en el gobierno con la
disponibilidad de toda la riqueza porteña, era moderna y eficaz frente a la sola
voluntad de los soldados federales del interior que no poseían un armamento capaz
de hacer frente a las armas Unitarias.
García Mellid cita al riojano Felipe Varela y su juicioso análisis de la realidad del país
en 1866 con Mitre a la cabeza, en un manifiesto a la Republica que era una síntesis
perfecta de lo que sucedía con los Unitarios en el poder: ―Desde que aquél usurpó el
gobierno de la Nación, el monopolio de los tesoros públicos y la absorción de las
rentas provinciales vinieron a ser patrimonio de los porteños, condenando al
provinciano a cederles hasta el pan que reservara para sus hijos. Ser ‗porteño‘, es
ser ciudadano exclusivista; y ser provinciano, es ser mendigo sin patria, sin libertad,
sin derechos. Esta es la política del gobierno de Mitre. Tal es el odio que aquellos
fratricidas tienen a las provincias, que muchos de nuestros pueblos han sido
desolados, saqueados y guillotinados por los aleves puñales de los degolladores de
oficio: Sarmiento, Sandes, Paunero, Campos, Irrazábal y otros varios oficiales dignos
de Mitre".
La descripción del panorama que se vivía en el país era exacta. Ponía en el tapete la
política de destrucción política, económica y física del interior hasta ahogarlos en
una pobreza y miseria por parte de los señores de levita y moño supuestamente
‗civilizados‘ que escondían una horrorosa y sangrienta carnicería para domesticar al
a los pueblos del interior empobrecidos por la política absolutista de los Unitarios.
José Hernández escribió al respecto como un ruego al cielo implorando que acabe la
barbarie asesina de los ‗ilustrados‘ hombres Unitarios: ―Los salvajes unitarios están
de fiesta. Celebran en estos momentos la muerte de uno de los caudillos más
prestigiado, más generoso y saliente que ha tenido la República Argentina [se refiere
al ‗Chacho‘ Peñaloza]. El partido Federal tiene un nuevo mártir. El partido Unitario
tiene un crimen más que escribir en la página de sus horrendos crímenes... El
partido que invoca la ilustración, la decencia, el progreso, acaba con sus enemigos
cosiéndolos a puñaladas. El partido unitario es lógico con sus antecedentes de
sangre. Mata por su índole perversa, mata porque una sed de sangre lo mortifica, lo
sofoca, lo embrutece... Maldito, mil veces maldita sea el partido envenenado con
crímenes, que hace de la República Argentina el teatro de sus sangrientos horrores".
Sigue diciendo García Mellid: ―Los métodos enérgicos del general Mitre impusieron
el régimen de ‗paz liberal‘, que consiste en el sometimiento incondicional de los
pueblos. Ovidio Lagos escribía en el diario La Capital, de Rosario el 4 de julio de
1869: ‗‘-Sin necesidad de nombrar una víctima más, bien podemos asegurar que
durante la administración constitucional de D. Bartolomé Mitre se han sacrificado
más vidas que en toda la época de Rosas y aun antes de ella‘-―:
Es mas, Guillermo Rawson, Unitario que luchó para derrocar a Rosas fue, amigo de
Mitre y luego, siendo su Ministro del Interior, fue el que comenzó a hacer uso de las
intervenciones federales a las provincias que tantos asesinatos de hombres, mujeres
y niños, produjo. Luego de caído Rosas en el Senado de la Nación, el 8 de Julio de
1875 debió reconocer ante la evidencia incontrastable de los hechos que ―Rosas era
un gobierno de origen legal y, aunque no había constitución escrita, había una serie
de leyes orgánicas que constituían un gobierno, tal vez, más perfecto que el de
muchas Repúblicas Sud Americanas, a pesar de que la mayor parte de ellas tenían
constituciones escritas.".
Detrás, los intereses franceses e ingleses preparaban sus cubiertos para iniciar lo
tan ansiado por ellos: destrozar en cuantas partes se pudiera la soberana
Confederación Argentina y reducirla a guiñapos.
Los Unitarios –ahora sí, sin freno alguno- disparaban una ola irrefrenable de sangre
y terror. Sin piedad y sin detenerse durante las próximas décadas, adulterando la
historia, acomodándola a sus intereses, inventando como ‗próceres‘ a lo más rancio
de los entreguista de nuestras riquezas y territorios. El ‗Cipayismo‘ en todo su
esplendor.
Dice García Mellid con certeza y según hemos descripto arriba las matanzas y
ejecuciones sin juicio que hubo, que ―El país, después de Caseros, quedó
aherrojado entre los duros barrotes de las teorías y las fórmulas, de las libertades
teóricas v del más efectivo despotismo. La tiranía no cayó sino que se implantó a
partir de Caseros […] El país no fue otra cosa que un ‗mostrador‘ abierto al mejor
postor del negociante extranjero‖.
Claramente el Unitarismo intentó, a como diera lugar, y rueden las cabezas que
deban rodar, a lograr la ‗cuadratura del círculo‘.
La idea era eliminar todo vestigio hispánico y tradicional aunque ello llevara años y
aunque ello significara arrasar con poblaciones enteras. Como bien dice García
Mellid el Unitarismo se proponía adaptar nuestras necesidades, nuestra
idiosincrasia, a un sistema de gobierno ideal, importado, ajeno a todo tipo de esencia
y adoptar no solo criterios anglosajones de gobierno sino despoblar nuestro país y
llenarlo de puros ingleses o franceses.
―Se dieron a la tarea de plasmar sobre el país real una caricatura de burdos remedos
extranjeros. El liberalismo fue su instrumento más valioso para quebrar una unidad
de destino que se había forjado en la lucha contra sus campañas disgregadoras. El
sistema liberal desarticula las estructuras espirituales de una Nación, rompe la
continuidad moral de las generaciones y destruye la vocación de eternidad que
anima y sostiene la vida de los pueblos; la oligarquía sabía muy bien por qué se
pronunciaba por la doctrina del liberalismo.
―Para nuestra oligarquía liberal, no ya el país, sino los propios seres humanos que lo
pueblan, carecen de realidad y objeto; la deportación en masa y aun el
aniquilamiento de grandes porciones de su conjunto, se justifican en la medida en
que este hombre nativo, este paria de las pampas, este producto natural de la tierra,
no se adapta a las modalidades de la doctrina importada.
―En su obra alusiva, sostiene: "-Si hemos de componer nuestra población para
nuestro sistema de gobierno, si ha de sernos más posible hacer la población para el
sistema proclamado, que el sistema para la población es necesario fomentar en
nuestro suelo la población anglosajona-"
―Al diablo, pues con la sufrida población criolla, de origen español, que no sirve para
tan principistas y avanzadas instituciones; la democracia. el progreso, la civilización
ilustrada, el espíritu de Caseros, exigían esta dolorosa amputación de cuanto nos es
propio y entrañable. Que quede la base territorial, pero que se eliminen los seres,
para que la Nación Argentina pueda constituirse como una entidad de vida ajena y
prestada. Este, ni más ni menos fue el generoso programa civilizador de que Alberdi
dotó a la oligarquía.
De este modo y para evitar cualquier tipo de documentación que contradijera esta
historia novelada y fraudulenta, los Unitarios firmemente en el poder rápidamente
incineraron muchísima documentación de Rosas en su propio patio.
Y más allá que –perspicazmente- Rosas ser llevó documentación valiosa para su
exilio previendo su destrucción miles de documentos de su biblioteca y archivo
fueron destruidos ahí mismo, no vaya a haberse sabido las traiciones de estos
‗cipayos‘ a su patria, y la decencia del gobierno del Restaurador.
Con las décadas, las matanzas y asesinatos se volvieron selectivos, junto con
intervenciones federales cuando los gobernantes puestos por Unitarios vencedores
tuvieron algún rasgo de autonomía para poder, así, asegurar la dependencia
económica del interior respecto a Buenos Aires, como sucede hasta hoy dia,
Estos dos últimos fueron los ‗Cipayos‘ encargados de hacer tabla rasa con los
deseos y necesidades de las poblaciones del interior. El ‗porteñismo‘ centralista y
portuario, con armas modernas adquiridas a los franceses e ingleses que gustosos
se las entregaban para hacer la tarea sucia, a lo largo de las décadas fueron
desmontando las autonomías provinciales enviando como autoridades al interior
para lograr sus cometidos y sus planes de conquista, fusilando a diestra y siniestra a
héroes de nuestra independencia como Jerónimo Costa, teniendo el privilegio tanto
Mitre como Sarmiento, a lo largo de su vida, de solo derramar sangre argentina.
Aun así, Mitre fue un general ‗invicto‘: siendo el único general en nuestra historia que
nunca ganó una guerra o batalla; cuestión que se cuidan bien en recordar nuestras
luminarias liberales.
Comentaba este último autor por el año 1890 efectuando un análisis de las décadas
que van desde 1860 a 1890, con palabras que fueron una anticipación de lo que aún
estaba por venir siendo ya la entrega de nuestro país harto evidente desde 1852:
"Dominada esta crisis otra vez serán deslumbrados por las riquezas excepcionales
de esta tierra privilegiada y volverán a las andadas, y cada cinco años tendrán una
crisis cuyos peligros irán creciendo en proporción geométrica, hasta que llegue un
día en que deban a los judíos de Londres y Frankfort todo el valor de sus tierras; en
que los usureros del otro lado del mar sean dueños de todos sus ferrocarriles, de
todos sus telégrafos, de todas sus grandes empresas, de todas sus cédulas, y de las
cincuenta mil leguas que les hayan vendido a vil precio. Cuando no tengan más
bienes que entregar en pago empezarán por entregar las rentas de las aduanas.
Seguirán con entregar la administración de todas sus rentas; permitirán, para
garantir esa administración, h ocupación de su territorio, v concluirán por ver flotar
sobre sus ciudades, en sus vastas llanuras, sus caudalosos ríos, en su altísima
montaña, la bandera del imperio que protege la libertad de Inglaterra, pero que ha
esclavizado al mundo con la libra esterlina, cadena unís fuerte y más segura que el
grillo de acero más pesado que han usado jamás ningún tirano"
Pero no solo eran Sarmiento y Mitre los puntales de la entrega de nuestra riqueza.
También el nefasto Nicolás Avellaneda que dijo en 1874 al jurar cumplir con nuestra
ominosa servidumbre económica que ―ahorraría dinero sobre el hambre y la sed de
los argentinos‖. Parecía más un funcionario y acreedor inglés que un presidente
recién electo de un país soberano como supuestamente era la Argentina.
Fieles siervos todos de los intereses franceses o ingleses. Intereses que no eran
solo de conquista militar sino económica y para ello la férrea intención de
desmembrar las Provincias Unidas del Rio de la Plata en cuantas partes pudieran
(conformado nuevos Estados con Paraguay, Corrientes, Misiones, Entre Ríos y la
Banda Oriental, al este; desmembrando el Alto Perú todo, al norte; desmembrando
Cuyo para incorporarlo a Chile; desmembrando la Patagonia para anexarla también
a Chile.
Dice al respecto García Mellid: ―Vencedor en todos los frentes el partido unitario
porteño v aplastadas hasta las últimas resistencias federales, pudo el liberalismo
aplicar su ambicionada política civilizadora. Su aspiración era harto simple: quería
una inteligencia directa, sin intermediarios y sin controles, con los mercaderes
ingleses que actuaban en el Río de la Plata el ministro argentino en Londres, doctor
Alberdi, lo había prevenido al general Urquiza·. ‗-Los acreedores v comerciantes
ingleses de Buenos Aires pueden hacemos y nos hacen mucho mal por el influjo de
la Casa de Baring, que es la que capitanea sus movimientos...‖. Ahí estaba el
secreto de tantas iniquidades y traiciones. La Casa Baring capitaneaba las tortuosas
maniobras de la oligarquía portuaria. Cuando fueron superados los obstáculos que
se oponían a la ejecución desembozada de los planes porteños, la oligarquía se
aseguró un cómodo v largo predominio; entonces la Casa de Baring apareció
revestida de cándidos perfiles y ensalzada como benefactora del país. Y esta política
de malversación de la riqueza argentina v de entrega ignominiosa de resortes vitales
de nuestra soberanía (de todo lo cual hablamos en el capítulo respectivo) fue la
mayor de todas las traiciones consumadas por nuestro liberalismo.‖
Luego Juarez Celman acentuó más aún la entrega de nuestras riquezas, con una
voracidad de acopio de riqueza acelerada aún más. La historia oficial se encargó de
ocultar todo esto, falseando los hechos, adulterando la historia, elevando a próceres
a lo peor de nuestros ‗Cipayos‘ entreguistas de todo lo que huela a soberanía
política, económica, social, financiera.
Siguieron en la entrega, nuevos ‗Cipayos‘, empleados del imperio ingles que seguía
sujetando las riendas de nuestro comercio e industria: Manuel Quintana, Figueroa
Alcorta cuyas presidencias continuaron con un centralismo mayor sometiendo a las
provincias a sus designios e interviniendo a aquellas que se les oponían liquidando
cualquier atisbo de Federalismo.
La idea era enriquecerse ellos y sus familias obteniendo las sobras que el Imperio
ingles les obsequiaban por su sometimiento, mientras usufructuaban el poder. Desde
el punto de vista cultural, ellos parecían una imitación vulgar y triste de la sociedad
francesa a la cual admiraban copiando sus modismos, su forma de hablar, una
frivolidad decadente. Nada crearon. Nada les importaba de las cuestiones
nacionales. Les era totalmente ajena su patria.
Decía sobre el tema Raúl Scalabrini Ortiz que de la Constitución de 1853 ―emana el
origen de la mayor parte de nuestros males, pues su articulado no se opone a nada
de cuanto se pueda decretar o legislar en demérito del país […] El internacionalismo
de la Constitución de 1853 crea una nación para todo el mundo, no para los
argentinos‖.
Todo quedó en manos del poder extranjero sirviendo como intermediarios estos
argentinos: los ‗Cipayos‘, que actuando subrepticiamente servían y sirven como
correo de transmisión a la política de conquista de los imperios de ultramar, armando
una ‗literatura de la historia‘, deformando nuestra cultura y estructurando
jurídicamente el bien llamado ‗Estatuto del Coloniaje‘.
Sigue diciendo el historiador argentino que ―estos empleados nacidos aquí parecen
ciudadanos argentinos con intereses argentinos pero son agentes de los intereses
extranjeros. Ellos van ocupando lentamente los puestos claves de los comandos de
la vida económica nacional, y su obra lenta y paulatina comienza a desarticular la
organización vital y a exterminar poco a poco las actividades que contrarían los
designios extranjeros. Pero la guerra psicológica y la propaganda son también
factores primordiales en el incruento combate de predominio por los mercados y los
precios, en que la resistencia de los espíritus es doblegada, y aun paralizada, por la
di-fusión de frases insustanciales que alcanzan, con su repetición‖.
Muchos han sido los ‗Cipayos‘ que fueron los hacedores de lo que hoy es una
factoría extranjera llamada ‗Argentina‘, que ni es ‗República‘ ni es ‗Representativa‘ ni,
menos, es ‗Federal‘.
Logró esta diplomacia la segregación del Alto Perú, la Banda Oriental, el Paraguay a
sangre y fuego. Ahora vienen por la Patagonia. ¿Tendremos la ‗Republica de la
Patagonia‘ en algunas décadas con el beneplácito inglés?
Bartolomé Mitre en 1861 expresaba que el progreso solo lo daba el capital inglés.
Luego de la batalla de Caseros y hasta el dia de hoy todo se cumplió a través de los
distintos gobiernos liberales
Estos son los primeros ‗Cipayos‘ en nuestra historia nacional. Todos estos hoy son
considerados los adalides de la patria y sus nombres adornan calles, plazas,
monumentos, municipios, y son los supuestos patriotas que nos enseñan en las
escuelas desde la más tierna infancia atiborrando nuestros cerebros con supuestos
paradigmas de la argentinidad cuando, por ejemplo, el más grande historiador
nacional pasa desapercibido, en forma adrede y con la política del silencio, en
escuelas y colegios: don Julio Irazusta.
Como decía Alfredo Tarruela: ――La pasión sectaria ciega de tal manera a los
falsificadores de la historia que una de las épocas más gloriosas del siglo XX queda
obscurecida por la voluntad de un partido y de una ideología que no es la que
corresponde a nuestra tradición‖
Esto lo vieron claramente las mentes inglesas que acicatearon a esos ‗cipayos‘ en su
beneficio.
Es así fue como se hizo: por un lado la sujeción mediante el terror, los degüellos, el
exterminio físico a lo largo y ancho de nuestro interior y por otro lado la penetración
en las conciencias mediante la repetición hasta el hartazgo de frases altisonantes
que ensalzaban a los supuestos ‗próceres‘ liberales que en realidad eran
sanguinarios homicidas enamorados de sus ‗principios‘ -al decir de García Mellid- de
poblaciones enteras incluidos ancianos y niños que no aceptaban sus ‗liberales‘
órdenes y despreciando al ser histórico concreto y representativo de los pueblos del
interior con una absorción de todas las riquezas del interior por el centralismo
usurero y centrípeto porteño .
Entonces desde Lord Ponsonby, George Canning desde el exterior y con el tiempo a
través de los ‗Cipayos‘ nativos como los Bunge, José María Menéndez, María
Behety, los Braun Menéndez, Raúl Prebisch, Federico Pinedo, Carlos Sánchez
Viamonte, Alfredo Hirsch, Manuel Quintana, Roberto M. Ortiz, el ex Gobernador de
Santa Cruz Pedro Luis Priani, Alvaro Alsogaray, Krieger Vasena, José A. Martínez
de Hoz, Domingo Cavallo, y un largo ‗etc‘; todos funcionarios de gobierno,
abogados, financistas, intermediarios, empleados de bancos o entes financieros
británicos, que han sido como iceberg nativos reconocibles en la superficie de
quienes desde las profundidades silenciosas, anónimas desde Gran Bretaña o los
EEUU o a través de la Banca Internacional europea, dirigen la explotación comercial
e industrial de nuestro país succionando todas sus riquezas.
Esa banca internacional ha obrado desde siempre en nuestra patria: Kuhn, Loeb &
Co. de New York, Bank Max Warburg & Co. de Hamburgo y sus ramificaciones en
los EE.UU, la Banca Rothschild que ejerció influencia decisiva en la lucha
emprendida contra Juan Manuel de Rosas y que se extiende hasta la fecha, etc
En la Argentina, a través del control del Banco Central, nudo principal instrumental y
jurídico de nuestro sometimiento con nuestros ‗Cipayos‘ figurando a la cabeza, la
alta finanza británica logra el control de la moneda, del crédito, de las importaciones
y exportaciones, como una llave de compuerta que se abre y se cierra a voluntad..
Dice el autor citado que la libertad política conseguida con nuestra independencia es
consecuencia directa de una decisión estratégica política de Gran Bretaña acuciada
por sus necesidades de expandir su economía a costa de la nuestra, para abrir
mercados a su comercio exterior de manufacturas e importar a bajo precio materias
primas.
La idea de los británicos ha sido siempre que para evitar nuestro crecimiento debían
diversificar las actividades de sus colonias o seudo-colonias. En nuestro país fue que
nosotros nos dedicáramos solo a la actividad agropecuaria abortando cualquier
intención de industrializarnos.
―Todos los ambiciosos lugares sabían a pie juntillas que para hacer carrera, para
progresar más allá de cierta y muy limitada jerarquía, era condición indispensable
adscribirse a la masonería, es decir, prestar juramento de acatamiento incondicional
a las directivas de John Bull, a quien verdaderamente pertenece el ojo inscrito en el
triángulo que los masones veneran. El otro ojo está ocupado en contar las monedas
que recauda con ese invento maravilloso‖
―"En el terreno de la alta finanza, salvo excepciones, los naturales del país estaban
excluidos. Son admitidos en algunos directorios y proporcionan la masa mayor del
personal subalterno, pero la dirección efectiva está fuera de sus alcances, porque no
son ellos los que aportaron el capital. Subrayemos que los hombres distinguidos --o
más precisamente los hombres influyentes— son admitidos como consejeros
políticos o jurídicos en las grandes empresas, actividad que les acuerda una posición
estratégica de intermediarios indispensables entre el capital extranjero y las
autoridades políticas nacionales. Tales consejeros jurídicos darán posiblemente
pocos consejos verdaderamente jurídicos, pero actuarán decisivamente cuando se
trate de defender el negocio que representan contra alguna medida fiscal que pueda
perjudicarlo. A medida que las viejas fortunas tradicionales se desvanecen, es cada
vez más indispensable para los miembros de la antigua aristocracia encontrar
empleos semejantes en las grandes empresas extranjeras […] Junto con los
capitales, llegan del extranjero los cuadros directivos de las empresas, los
animadores financieros, el personal técnico. Es así que en su conjunto, los
ferrocarriles son ingleses, las minas inglesas o americanas, los servicios públicos —
aguas, gas, electricidad, tranvías— ingleses y de más en más, americanos. De aquí
se deduce y su repercusión sobrepasa en mucho el dominio de las finanzas que
toda una parte fundamental de la actividad económica es extranjera, por sus
capitales, su personal, su espíritu y sus intereses. La mayor parte de los extranjeros
que dirigen las empresas no se naturalizan, sobre todo si son ingleses o americanos:
permanecen en el país como una clase superior de colonizadores en una factoría".
Así Argentina se volvía una factoría inglesa ayer y estadounidense, hoy a la que solo
le está permitido ser proveedora de alimentos y materia prima (‗primitivismo
agropecuario‘ en palabras de Scalabrini Ortiz), todo realizado por los nativos que por
una suculenta suma y beneficios intervienen en persona, como funcionarios, para
llevar el agua al molino británico.
Téngase presente que esto fue escrito por Scalabrini Ortiz en el año 1957, sin
embargo parece que fue escrito hoy a la mañana, lo que significa que nada ha
cambiado: ‗Nihil Novum Sub Sole‘ .-
Ese liberalismo diluyente que forjó una ‗novela de la historia‘ inventando héroes
ficticios y ocultando los verdaderos que dieron su vida por su patria, queda
demostrado por el hecho de que se veneran próceres imponiendo sus nombres a
plazas, calles, monumentos y que en cualquier otro país del mundo sería
inconcebible. No de otro modo se entiende que personales como José Garibaldi que
impuso la bandera inglesa en la Isla Martín García en 1845 y que hizo matanzas
inenarrables por su salvajismo de centenares de civiles en Gualeguaychú y otras
localidades de nuestra Mesopotamia, saqueando como viles piratas –que lo eran-
tiene una estatua en uno de los lugares mas emblemáticos de la ciudad de Buenos
Aires. ¿Qué se venera, qué honores se le brindan?. Los Unitarios ‗cipayos‘ a
contrapelo de su propia patria lo saben bien….
De paso, sepamos que los EEUU, en la ciudad de Boston, está la única estatua de
un argentino al cual se le brindan honores. Ninguna de San Martin, Belgrano, etc.
Solo la de Domingo F. Sarmiento. Los anglo saben bien a quienes agradecer…..
Todo lleva a una gigantesca falsificación de nuestra historia por parte de los liberales
de ayer y de hoy; enseñando desde los primeros años de nuestra escuela primaria
ocultando documentos, desfigurando a los actores cuando les convenía, fabricando
supuestos adalides de nuestra patria cuando los hechos y los documentos enrostran
en la cara a cualquiera que quiera verlo la real catadura moral de estos ‗cipayos‘. El
Unitarismo liberal va falsificando los hechos y la historia toda según las
conveniencias del momento.
Como bien dice Atilio García Mellid contemporáneo de Scalabrini Ortiz con la misma
visión y sagacidad para desmenuzar el fraude armado en el relato de los hechos y
personales de nuestra historia por los Unitarios liberales:
―De acuerdo a la historia ―oficial‖ el país se salvó gracias a las minorías selectas y a
los doctores liberales,[…] Ninguna falsedad más irritante que la de esta historia
fabricada para el uso externo de los manuales escolares. La verdad pasa por la
vereda de enfrente y es necesario que vayamos a buscarla para que no se siga
envenenando el alma de los niños y suscitando un complejo de culpa en la mente de
los pueblos […] ―Los ideólogos amasan sus imponentes construcciones retóricas v
quieren aplicarlas, como un sinapismo, sobre la piel caliente de ¡os pueblos. Las
ideologías sistemáticas, como el liberalismo. Son chalecos de fuerza para lo
espontáneo v vital de las colectividades humanas. Por tratarse de construcciones
racionales, sometidas a la pura omnipotencia de la razón, desdeñan el espíritu y las
cosas espirituales v los valores abstractos. Lo autóctono no tiene cabida en sus
cuadros; se trata de un imponderable que no puede destilarse en los alambiques ni
corporizarse en los tubos de ensayo. […]Porque las minorías dirigentes
metropolitanas, al no provenir de una autentica aristocracia tradicional sino de un
núcleo más o menos habilidoso de mercaderes, no se consideraron depositarías de
un conjunto de ideales unificadores y más bien se adaptaron a las conveniencias
comerciales del tráfico internacional. Y puesto que su trato y negocios se contraían a
los ingleses protestantes, impulsores de las doctrinas liberales, consideraron natural
v provechoso adscribirse a sus tendenciosas inclinaciones, asumiendo al propio
tiempo un tinte de progresistas que satisfacía sus improvisadas vanidades
intelectuales‖..
El propio Mitre reconoció –muy a su pesar- que los centralistas porteños ‗se
enajenaron la voluntad de la opinión, que conscientemente contrariaban‘.
Este reconocimiento de Mitre significa que los Unitarios sabían que contrariaban los
intereses de la nación, del pueblo argentino todo, eran conscientes de su traición, de
su obrar de mala fé. Esta confesión no tuvo consecuencias sobre Mitre. En otro país
alguien que dijera eso sería condenado al pozo del desprecio por sus
conciudadanos. Aquí eso no sucedió. El lavado de cerebro durante tantas décadas
le dio y les dá hoy dia total impunidad.
De tal modo y ese criterio, por ejemplo, el Dr. Julio Cesar Cueto Rúa hoy día sigue
con la cantinela de antaño repetida hasta al hartazgo al mencionar la necesidad de
crédito no nos dice que solo puede ser dado por la Banca internacional ya que
nuestro país carece de la posibilidad de otorgar créditos genuinos propios. Por lo
que, decir ‗crédito‘ o ‗inversión extranjera‘ es sinónimo. Nunca estos ‗Cipayos‘
proponen la industrialización del país, con inversión productiva, todo se soluciona
con créditos que generan deudas y servicios de interés en una espiral impagable
que nos van ahorcando despacio pero sin pausa como una especie de ‗garrote vil‘
financiero y económico que trae aparejado todo ello en un sometimiento político
cada vez más acendrado.
Está claro que sin el control de la Banca, del crédito, de la moneda, de la Industria y
del Comercio exterior, del desarrollo nacional de la tecnología de punta, de las vías
de comunicación terrestre, aérea y marítima, de las comunicaciones tecnológicas,
sea a través del Estado o de particulares con capitales nacionales que posibiliten la
reinversión de lo producido en nuestro propio país, la soberanía de la nación será
solo una palabra sin sustento real.
En una síntesis perfecto del primero dijo el diario ‗La Prensa‘ (diario liberal que
estaba en las antípodas de lo que podría tenerse como Federal y patriota) y que nos
lo trae García Mellid: ―La Prensa, paladín esforzado del liberalismo el coraje repetir
sus juicios definitivamente entregados a la historia. Sarmiento no fue un educador, ni
un civilizador, ni un pacificador; lo que realmente fue lo dijo ‗La Prensa‘ de Paz. La
Prensa de 1880: ‗-Dondequiera que ha puesto la mano —escribía—, ha dejado los
rastros de su carácter procaz, irascible, sanguinario... Él ha ordenado a sus
subalternos el degüello de sus prisioneros. Él ha mandado clavar en picas las
cabezas de los que combatían contra su autoridad y colocarlas en el trayecto de las
vías públicas. Él dictaba la sentencia de muerte de un centenar de soldados
amotinados en Loncogue. Él mandaba tomar a un jefe sublevado en Mendoza y por
toda instrucción sobre su captura decía al general encargado de esa comisión que lo
fusilara sobre un tambor". Lo dicho por el mismo diario La Prensa: "No se explica
uno que semejante fiera ande por las calles libremente... "'.
El sistema que aplican estos ‗Cipayos‘ como Sarmiento, Mitre, etc, es el siguiente:
comienzan siendo empleados muy bien pagos de los consorcios o empresas
multinacionales. Luego, son llevados a ser funcionarios del Estado para digitar,
desde allí, los intereses de las empresas en las cuales estaban antes. Cuando
finalizan su actividad pública, vuelven a ser ‗asesores‘ o directores de las empresas
o conglomerados internacionales.
También, el proceso puede ser inverso: comienzan como funcionarios públicos. Son
‗captados‘ por estos holdings internacionales que operan en el país con sueldos
muy superiores al que percibían como funcionarios públicos y con el hándicap de
conocer –desde adentro- el funcionamiento y los vericuetos existentes dentro del
Estado para favorecer a sus nuevos patrones.
Ya allá y mas acá en el tiempo, los Alsogaray, Cavallo, Rivadavia, Manuel J. García,
Andres Lamas, Krieger Vasena, José Martínez de Hoz, los Bunge, Bartolomé Mitre y
varios etcéteras más, son vívidos ejemplos de lo mencionado.
Uno de sus sistemas consiste en alentar a que el Estado argentino pida préstamos a
la banca inglesa, por ejemplo, que se sabe imposible de devolver con la renta
publica que se obtenga acentuando la dependencia del capital extranjero que es
presentado por estos funcionarios ‗funcionales‘ como la panacea y que nos seguirá
hundiendo en una espiral sin fin de sometimiento económico y por ende, político, en
la toma de decisiones por parte de los gobiernos.
Dice Scalabrini Ortiz que el marino (de una marina históricamente anglófila) ―no pudo
hacer una declaración más contraria a la ética de su profesión. El hombre de armas
no ha sido educado en la República Argentina para luchar por la libertad universal
(sic), sino por la libertad de su patria, por la libertad de sus conciudadanos‖.
Scalabrini Ortiz los definió a estos súbditos sin patria con justeza y sus modos de
proceder:
Esos intermediarios ‗Cipayos‘ son los que, por ejemplo, interpretaron según el
dictado de sus amos, el principio ‗América para los Americanos‘, haciéndonos creer
que las naciones americanas –incluidos los EE.UU- en caso de una agresión extra
continental iban a reaccionar en bloque en defensa del país americano agredido.
Craso error y lo hemos vivido en la Guerra de las Malvinas en el año 1982.
Eso nos hicieron creer, como se dijo, pero en realidad debemos tener en cuenta que
para los EE.UU ellos son ‗América‘ y así se autodenominan: ‗americanos‘,
excluyendo de tal término a todos los hispanoamericanos.
Viejo concepto colonial que los empleados vernáculos de todas las naciones
sudamericanas con la mente colonizada –y los bolsillos, también- repiten una y otra
vez. En realidad, y lo hemos visto, el principio sería: ‗América para los Norte-
Americanos‘. Bueno en rigor, sería para los EE: UU pues tanto México y Canadá
están en el norte de América: son también norteamericanos.
Ahora bien, ¿cómo se aplica este torniquete que nos ahoga día a día y lentamente?.
Bien lo describe Scalabrini Ortiz con perspicacia no exenta de ironía pero exacta en
su descripción:
―Los historiadores no eran historiadores, eran novelistas. Habían urdido una tramoya
que llamaban historia nacional en que los próceres eran todos los que sirvieron
incondicionalmente a los intereses británicos y los truhanes los que de alguna
manera se opusieron a sus maniobras. La vida intelectual se había resumido a las
columnas de ‗La Nación‘ y ‗La Prensa‘ [hoy podríamos agregar a ‗Clarín‘ y ‗Pagina
12‘]. Figurar en ellas equivalía a triunfar en la universidad es y en el prestigio público,
por eso se adulaba a sus propietarios qua distribuían el prestigio con el
desprendimiento con que el payaso distribuye caramelos en el entreacto de la
función de circo‖.
Brillante análisis del historiador correntino que como un cirujano hace un estudio de
lo que nosotros en otros trabajos hemos llamado ‗la novela de la historia‘ que ha sido
el modo en que los Unitarios de ayer, liberales de hoy pintaron poéticamente una
imagen de realidad social totalmente inexistente.
Scalabrini Ortiz decía que ―En torno de la inteligencia argentina existe una verdadera
aduana intelectual que confisca e impide la difusión de todo conocimiento de la
realidad argentina y no se detiene ni ante la mutilación injustificada de las obras‖ […]
―El periodismo es quizás la más eficaz de las armas modernas que las naciones
eventualmente poderosas han utilizado para dominar pacíficamente a los países
más débiles. Es un arma insidiosa que penetra hasta la intimidad del cuerpo
nacional y sofoca casi en germen los balbuceos de todo conato de oposición. Su
acción es casi indenunciable porque fundamentalmente opera, no a través de sus
opiniones, sino mediante el diestro empleo de la información que por su misma
índole no puede proporcionar una visión integral y sólo transfiere aquella parte de la
realidad que conviene a los intereses que representa‖ .
Consciente de ello fueron los Unitarios y con una astucia solo comparable a su mala
fe, es señalado tal engaño por Arturo Jauretche:
―. El problema está en esas amplias capas medias, que están educadas y son
lectoras de diarios como La Prensa, La Nación o Critica; que han leído
minuciosamente la historia de Mitre. De esas falsedades que, de tanto repetirse, se
instalan como premisas. Se han educado en el mito ‗sarmientino‘ de que la opción
está entre la civilización o la barbarie. Por supuesto, todo lo extranjero es civilización,
y lo de acá, lo criollo, es barbarie. Y mire qué curioso, porque la palabra ―bárbaro‖
viene del griego, y así llamaban los griegos a los extranjeros, a los que no hablaban
su lengua. Sarmiento invirtió esa lógica que fundó Occidente y, con sus buenas
intenciones de educar a todo el mundo, los civilizó bárbaramente, es decir,
extranjerizando nuestra cultura. […]. La oligarquía es una minoría ínfima en nuestra
sociedad; son dueños de la tierra, sí, pero su mayor poder es el de ser dueños de la
cabeza de miles de argentinos de clase media, que, sin tener más tierra que la de
los canteros del patio, se comportan como fieles defensores de un modelo que no
les pertenece. Esos son muchos, miles, tal vez millones movidos no por la
necesidad, sino por esa distorsión cultural, forjada en décadas de educación
‗sarmientina‘ y académica, y por la cotidiana lectura de los diarios ―serios‖.
Para Mitre –‗el‘ Cipayo‘ entre los ‗Cipayos‘, - los soldados que ofrendaron su vida en
la guerra del Paraguay –sin saberlo- ofrendaron su vida…¡por el libre cambio! O sea,
por los intereses de la banca inglesa. Queda al descubierto que por algo se forzó a
nuestro pueblo a una guerra del lado equivocado que solo benefició a los Unitarios y
a Brasil.
Esos son los ‗Próceres‘ que nos han enseñado en la escuela, como hemos
comentado arriba, que hicieron grande a la nación, con frases rimbombantes,
huecas, huérfanas de todo documento que lo avale y cuyos nombres inundan las
calles, las plazas, las municipalidades del país como símbolo de unas gestas que
solo avergüenzan a nuestra tierra con sus ejecuciones y matanzas y con la entrega
económica y financiera del país, regalando sus riquezas, sus minerales, y
entregando la educación de su gente a educadores foráneos que implementaban
sus programas educativos en beneficio de los intereses expoliadores anglo-
franceses y de la banca en general.
A su vez existe un organismo organizador y centralizador de la información que se
desea dar a conocer u ocultar o manipular su interpretación según los intereses que
se manejen.
Todo se une en un organismo que aglutina a todas las agencias noticiosas en una:
TELAM (Agencia Nacional de Noticias), organismo oficial que digita desde hace 75
años, como titiritero, monopolizando las noticias y su impronta en beneficio de los
poderes internacionales.. La empresa funciona como una Sociedad del Estado, el
cual pertenece a la Secretaría de Medios y Comunicación Pública, encargada de
designar el directorio. El cómputo de gastos de Télam forma parte del presupuesto
global del Estado argentino.
A los 500 despachos diarios que genera Télam, hay que sumar el servicio
audiovisual y de radio para todos los abonados, que convierten a la agencia en una
que trasmite en los tres formatos: escrito, radial y televisivo. La agencia posee
también el portal digital web telam.com.ar, que funciona en tiempo real.
De tal modo, dice Scalabrini Ortiz ―Si una persona cree que por su arroz no se
obtiene más precio que el que él logra, no discutirá. Si cree que progresar necesita
recurrir al capital extranjero, nadie podrá válidamente oponerse a que recurra. En
una palabra, desposeído de sus medios colectivos de información, el pueblo queda
a merced de sus informantes extranjeros que poco a poco, insensiblemente, influirán
hasta en sus sentimientos nacionales, en la jerarquía de sus apreciaciones y en la
calidad intensidad de sus gustos y apetencias‖. […] .
―Si una persona cree que por su arroz no se obtiene más precio que el que él logra,
no discutirá. Si cree que progresar necesita recurrir al capital extranjero, nadie podrá
válidamente oponerse a que recurra. En una palabra, desposeído de sus medios
colectivos de información, el pueblo queda a merced de sus informantes extranjeros
que poco poco, insensiblemente, influirán hasta en sus sentimientos nacionales, en
la jerarquía de sus apreciaciones y en la calidad intensidad de sus gustos y
apetencias‖. […] .
Esto fue escrito por Scalabrini Ortiz en 1957, pero casi con las mismas palabras se
preconizaba durante la gestión del ‗Cipayo‘ Martínez de Hoz en 1976-1983 o por
Domingo Cavallo durante la gestión de Carlos Menen y De la Rúa en la década de
los ‘90 por lo cual desde los medios de difusión nos bombardeaban continuamente
con dicha panacea que encubría nuestra defección como nación soberana. Es más,
parece que fue escrito hoy a la tarde. Nada ha cambiado y el final ha sido y es
conocido por todos.
Como ya adelantamos arriba, no está de más insistir en que las facultades que se
arroga el Banco Central –léase Poder Ejecutivo- salta por encima de las
prescripciones de la tan afamada Constitución Nacional para los adoradores del
‗librito-, puesto que le corresponden dichas facultades al Congreso de la Nación. ¿Y
la división de poderes?, bien gracias….Y termina Scalabrini Ortiz ―…en una palabra,
la estructura jurídico-legal denominada Banco Central posee atributos que contrarían
abiertamente la Constitución de una nación democrática y le permiten el manejo
integral de toda su vida económica […]. La extraordinaria expansión de la
preponderancia británica que en conjunto caracterizaron ese período, tuvieron su
origen en el Banco Central, en el que era factótum indiscutido por su capacidad
técnica y su brillante inteligencia del Dr. Raúl Prebisch‖‖…
Este empleado del imperio británico en nuestras tierras fue colocando como un
rompecabezas sus discípulos y allegados en puntos estratégicos de la política, y
economía del país. Sirviendo como fuelle todo el arco del periodismo que
acompañaba sus decisiones sin análisis alguno. Cambiando los personajes, como
figuritas, nada ha cambiado en el fondo
Observa con criterio el autor que el tema no es alegar por una libertad abstracta en
lo que estamos todos de acuerdo, sino en la ‗libertad disponible‘: libertad para quien;
¿para el pueblo argentino, para los consorcios internacionales?. Es un tema de
distribución.
Dice Scalabrini Ortiz que ya no son necesarios para dominarnos actividad militar que
implican gastos para los británicos, basta ―una banca bien organizada, un sistema de
créditos bien dirigido por la secretaría de asuntos exteriores‖ y se nos irá dominado
lentamente, en silencio en nombre de la ‗libertad‘ y el ‗derecho‘.
Pero ello no será directo sino en forma indirecta a través de los siempre dispuestos
‗cipayos‘ que obran como finos intermediarios entre la banca internacional y los
gobiernos sudamericanos. Siempre a través –primero- de suculentas prebendas y si
eso no da resultados, entonces viene las advertencias mafiosas.
Ya en los antiguos 1890 el ‗The Weekly Bulletin‘, de Londres, decía que ―en la
República Argentina para hacer un negocio hay que comprar desde el presidente la
Republica hasta el último portero‖. Bueno, entendemos exagerado la necesidad de
soborno de tantos argentinos; basta con aquellos dirigentes que están en puestos
claves del gobierno o de las finanzas públicas. Entiéndase la ironía.
Y del mismo modo nuestro nacionalismo debe hacerles frente y abortar sus intentos.
Entendiendo al nacionalismo como un ‗patriotismo inteligente‘ aunque para otro
‗Cipayo‘, como Juan E. Alemann en la revista ‗Argentina Financiera‘ dijese el 6 de
septiembre de 1957 lanzando un grito destemplado llamándolo al nacionalismo
‗criminal‘ por el solo hecho de oponerse a créditos o préstamos de capital extranjero
con tasas usuarias.
No es necesario describir qué intereses defiende como empleado obediente el Dr.
Alemann, (fiel discípulo de Raul Presbich), que durante el proceso militar fue
premiado como Secretario de Hacienda (1976-1981) del Ministro de Economía José
Alfredo Martínez de Hoz, luego director del diario ‗La Razón‘ (la prensa es necesaria
para debilitar y esconder los intereses argentinos en favor de sus amos británicos o
de la Banca suiza) y asesor en las privatizaciones del ex presidente de la nación el
tristemente recordado Carlos Menen, que sumió en mayor pobreza a nuestra patria
destruyendo, desarmando nuestra industria aún en pie, sobre todo acabando con
nuestros ferrocarriles, levantando vías férreas, ramales, sin pausa una tras otra.
Triturando su desarrollo, como bien lo supo describir ya Scalabrini Ortiz ya desde
antaño.
Decía éste algo que sigue vigente al día de hoy definiendo el nacionalismo británico;
nacionalismo que no permite en los países que sojuzga aplicándoles un liberalismo
que en su patria no ejercen ni permiten, logrando disgregarlos para mejor
someterlos: ―no hay en el mundo nacionalistas más extremos que los británicos.
Cada británico actúa como si de exclusivamente dependiera la existencia, la
fortaleza, la seguridad o la grandeza de todo el Imperio Británico. La riqueza el
Imperio es la suma de las riquezas individuales de los británicos desparramados por
el mundo. La definición pertenece a la Enciclopedia Británica. Al acumular bienes los
británicos se enriquecen a sí mismos y enriquecen al Imperio.7.ára un británico nada
hay mejor que otro británico. No comprará una tenaza que no sea inglesa, aunque le
cueste tres veces más. Desdeña por igual a franceses, alemanes, italianos, rusos y
españoles. A los norteamericanos los desprecian, porque su desdén se mezcla con
el despecho que siente al sentirse económicamente subordinados. Son tan
irritantemente nacionalistas que arrastran consigo por el mundo sus costumbres, sus
usos, sus hábitos y sus tradiciones‖
Como ya dijimos arriba los ingleses logran la separación del Alto Perú, Paraguay a
través de la Guerra del Paraguay, la Banda Oriental a través de la traición de
Rivadavia, Manuel J. García, Pueyrredón, de J.J. de Urquiza,
Hemos dicho en otro trabajo que ―Manuel J. García, Bernardino Rivadavia, fueron los
primeros ‗ganapanes‘ al servicio de los proyectos políticos anglo-franceses,
continuando con los miembros del Salón Literario, Asociación de Mayo y todos los
Unitarios serviles.
―No debemos olvidar que mucho –por no decir todo- lo referido a nuestra
independencia es producto de las maniobras sutiles y sibilinas de Inglaterra y de
Francia que luchaban por la hegemonía en estas tierras frente a su eterno rival,
España, y así, conseguían la libertad de comercio en el nuevo mundo donde, sobre
todo Inglaterra, se volvería ama y señora desplazando a España, atiborrando a las
nacientes repúblicas independientes de empréstitos impagables, todo operado aquí
por empleados nativos bien pagados, que manejaban la creación de normas
jurídicas ‗ad-hoc‘, sostenidas por el periodismo y cultura que les servía de sostén‖.
―El germen del separatismo había sido sembrado. Un simple decreto de Rivadavia —
del que Bolívar y Sucre se enteraron estupefactos— perfeccionó la escisión del Alto
Perú. Sus economías ya estaban divorciadas desde diez años antes. El Paraguay se
encerró en si mismo. Tenía una larga tradición de aislamiento. La amenaza
destructora del liberalismo extranjerizante de los porteños no hizo más que
acentuarlo. Pero continuó con una expectativa amistosa, como si esperara que
dieran frutos tardíos las "uniones federales" propuestas por el doctor Francia en
1811 y 1812. Bajo el impulso progresista de los López, la economía paraguaya
adquirió un desarrollo, extraordinario que contrastaba con el primitivismo que
continuaba reinando en las márgenes del Río de la Plata. Pero tampoco los López
desecharon la esperanza de reintegrarse a una verdadera confederación, tan fuerte
era la mutua atracción de los pueblos y de los gobernantes que los interpretaban. La
inicua guerra de la Triple Alianza que la diplomacia inglesa desencadenó para
exterminar hasta la semilla de ese régimen de progreso realizado al margen de su
predominio financiero puso un sangriento punto final a la relación fraternal de ambos
pueblos.[…]
―La vida es un relámpago de luz entre dos eternidades de sombra, escribió Poincaré
en uno de sus ensayos. No podría encontrarse una frase que sintetice mejor la
fugacidad de la vida administrativa de los ministros de Hacienda de esta revolución.
Llegan de la oscuridad indiscernible en que actúan los doctores en ciencias
económicas en la trastienda de las grandes empresas --en que son asesores de
réditos, contadores, síndicos—, brillan un momento en el firmamento de la
administración pública, refulgen con el resplandor de la propaganda periodística,
cumplen con la función para la que fueron nombrados y vuelven a desaparecer en la
noche insondable de los negocios privados. Mientras ejercen el ministerio parecen
seres excepcionales. Opinan sobre los más engorrosos problemas con una
desenvoltura que pasma e imponen soluciones que contrarían la rutina burocrática
con una seguridad dogmática. Al llegar al cargo, eran ideológica, política y
administrativamente irresponsables. Continúan siéndolo después de irse. Los males
que causan sus errores los sufre el país. Ellos están más allá del bien y del mal,
ubicados en el bote salvavidas de las empresas extranjeras‖.
Los británicos, ahora los estadounidenses y la banca sin patria se apropian a través
de sus intermediarios personeros bien pagos, del control del crédito y de los medios
internos de cambio, que les permitirán ir formando capitales a nuestra costa y, con la
mediación de los más desconceptuados técnicos, procuran intervenir y, más tarde,
apoderarse de nuestras industrias, comercio, etc por el inverosímil atajo de los
fideicomisarios, para dejar, al fin, tan sólo la cáscara de una nación, cuya jugosa
pulpa terminará perteneciéndoles, como le pertenecía en el pasado, a consecuencia
de no menos tortuosas y dolosas maniobras.
Dice Scalabrini Ortiz: ―Desde su iniciación el crédito bancario fue en nuestro país un
instrumento puesto al servicio de los poderosos. Los ahorros del pueblo contribuían
al acrecimiento de la riqueza de los pudientes porque el crédito que los bancos
acordaban estaba en relación directa con el patrimonio del solicitante. En realidad el
verdadero crédito no existía: el crédito era un simple adelanto líquido de parte de la
fortuna del que lo solicitaba.‖ Y no, a quien quería trabajar en una actividad
productiva, con antecedentes y experiencia en el rubro de que se tratara ya que se
requieren créditos a largo plazo confiando en la permanencia de las condiciones en
que fue otorgado.
Por ejemplo, Argentina es un país ganadero y agricultor por excelencia que requiere
prontamente su mecanización para abaratar costos y acelerar la producción.
¿Conoce el lector que nuestro país fabrique tractores y maquinarias para tal
desarrollo, o nos es impuesto la importación de toda la maquinaria?.
Nuestro país tiene una enorme costa marítima que es la base de un desarrollo
pesquero que la realidad nos impele a acometer. ¿Conoce el lector si tenemos un
gran desarrollo de buques mercantes para la producción pesquera o debemos
importar maquinaria para tales funciones o directamente importar productos
derivados de la pesca por no extraerlos nosotros?.
De tal manera nuestra nación solo importa bienes de consumo, manufacturados que
nos permiten las grandes potencias y bancas mundiales, pero no bienes de
producción. Y las exportaciones se hacen a vil precio facilitando la economía de las
grandes potencias mundiales que compran barato y que permiten la baja de los
costos de dichos país. Para otro ‗cipayo‘ como Juan José Blaquier Argentina tiene
como destino manifiesto ser siempre ‗un pueblo pastoril y agrícola abastecedor de
otros pueblos‘. Cuando dice ‗otros pueblos‘ léase Gran Bretaña, Francia, etc.
Recordemos que para destruir la industria de una nación, Scalabrini Ortiz decía que
podía ser con el manejo del comercio exterior y el manejo interno del crédito. Esto
es, el manejo de la economía argentina a modo de ‗grifo‘ les asegura nuestra
dependencia.
La exportación a precio vil que logran los británicos, EEUU, etc, se hace bajando el
nivel de consumo de nuestra población (es decir, comer menos), eliminado la
industria, así esos excedentes no consumidos aquí se exportan allá…y también se
utilizan para pagar los intereses de los préstamos de la banca internacional,
intereses y capital que jamás podremos pagar con el beneplácito de la propia banca
que así nos tiene sujetados, como se estableció con el ‗Plan Presbich‘, todo, pues a
través de nuestros personeros ‗lamebotas‘ que vuelven invisibles para el gran
público los planes de conquista británicos, estadounidenses y de todo el poder
sinárquico.
Esta succión de nuestras riquezas como una gran aspiradora practicada por los
imperios de ultramar es señalada por el economista Raúl Prebisch, que da
correctamente en la tecla acerca de las maniobras a tales fines y nos dice cuál sería
la solución para estas pérdidas.
Prebisch comenzó su carrera política en 1930 y fue el asesor del Gobierno de Roca
en el pacto espurio ‗Roca-Runciman‘, fue el impulsor de nuestra entrada como
miembro del Fondo Monetario Internacional. Su última actuación política fue cuando
lo designó Raúl Alfonsín en 1983 como asesor económico: todos sabemos cómo
funcionó la economía bajo su gobierno.
Estos tuvieron como único objetivo que la Argentina volviese a ser solo un pueblo
pastoril, y se convierta en ‗el granero del mundo‘ y exportador de carne sin
manufacturar, resaltando con orgullo esta condición, renunciando al proceso de
industrialización y con ello a su independencia económica.
Los servidores de los intereses británicos o extranjeros en general son los que
conocemos como ‗Cipayos‘ y que hemos estando señalando en este trabajo.
Son eficientes, son silenciosos en su actuar, son pulcros y elegantes pero son el
nexo que sirve entre quienes realmente gobiernan y el poder meramente formal
Son descastados, sin lazos con su tierra, ideólogos de ayer y de siempre viven en un
laboratorio sin contacto con realidad.
Uno de ellos actual y que sigue los lineamientos históricos del Unitarismo es el
escritor y sociológo Juan José Sebreli que dijo en el diario CLARIN en la Revista de
Cultura (sic) ‗Ñ‘ el 3 de Enero de 2021, mas vigente que nunca el Unitarismo
encarnado en el liberalismo de siempre se expresa cabalmente en Sebrelli: ― yo me
considero porteño y no argentino. No puedo sentirme compatriota de un formoseño,
por lo tanto, estoy más cercano de un montevideano. Ni digamos del norte o el sur,
para mí no existen‖.
Esta declaración pone al descubierto lo que ya se sabía de este sujeto sin patria: su
centralismo, su concepción eurocéntrica, su desprecio a sus compatriotas. Se asume
porteño; no argentino. Un cabal y auténtico Unitario de pura cepa que desprecia sin
eufemismos a los coterráneos nacidos fuera de la ciudad puerto.
―El desmantelamiento argentino se proyectaba en todos órdenes. Allí está el plan del
doctor Prebisch para enterarse del alcance nefasto que se proyectaba. El Estado
ideal del liberalismo, se decía, no debe ser propietario. Conviene, por lo tanto, pasar
al interés privado todas las organizaciones que el Estado posee. Pero como en una
sociedad tan prolijamente descapitalizada como la argentina, el único capitalista
posible en la actualidad es el Estado, desposeer al Estado es descapitalizar a la
Nación Argentina. Eso lo sabía Prebisch. Pero es bien sabido que el interés británico
es el alimento nutricio de las ideas del doctor Prebisch. Estaba proyectada la entrega
los ferrocarriles a una sociedad mixta que recibiría como subsidio un valor
equivalente al déficit, con lo cual el Estado cargaría con las perdidas, Pero los
ingleses manejarían la política ferroviaria. A los ingenieros Dante Ardigó, Manuel
Castello y Eduardo Huergo les placía esta solución, y eran los hombres de ‗consejo‘..
También la Flota Mercante iba a ser trasferida ‗al interés privado‘. Se formaron
rápidamente algunas sociedades destinadas a heredar ese patrimonio. Una de esas
sociedades la fundó el naviero y aventurero extranjero Alejandro Vlasoff. La política
de empobrecimiento se extendió a todos campos..‖,
Continúa –con otros nombres- durante el siglo XX hasta el día de hoy. Hemos
hablado de los gobiernos militares con la impronta civil liberal, con los gobiernos bajo
regímenes democráticos como el Alfonsín, de Menen, y los que siguieron al
presente. Cambian los nombres de los ‗cipayos‘, pero el sistema de expoliación es el
mismo.
Decía García Mellid al respecto que ―sus refinados procedimientos y sus prédicas
desmoralizadoras, tienden siempre a suscitar complejos que actúen sobre los
resortes psicológicos del hombre argentino. La machacona propaganda adversa al
Estado como administrador consagra como réplica el mejor derecho de la empresa
extranjera a apoderarse de nuestros recursos y a explotar empresas que —como en
el caso de las ferrocarriles— constituyen la llave maestra de toda la economía
nacional. El liberalismo viene cumpliendo, a remolque del hábil piloso inglés, su plan
de destrucción de la nacionalidad con este tipo de frases que a fuer de repetidas,
terminan por hacerse rutinarias y por actuar a manera de reflejos mecánicos sobre la
conciencia del ciudadano desprevenido. Se dice así, por ejemplo que el nuestro es
un país de economía agraria utilizando la va gastada frasecita de que somos el
‗granero del mundo‘. Esa otra mentira escandalosa; nuestras salden exportables de
cereales representan una ínfima parte del consumo mundial y nuestra producción en
toneladas es ridícula al lado de la que ofrecen Estados Unidos, Canadá o China.
Países de mucha menos extensión rial, como Francia o Turquía. superan nuestra
producción‖ […]
Por el año de 1810 recorrió nuestro país un escritor francés M. Jules Huret que
explicaba lo que hemos estado acentuando en estas páginas, respecto al fracaso
militar de las invasiones inglesas: "Después, habiendo renunciado a hacer
políticamente, del Rio de la Plata una colonia inglesa, se organizaron para
convertirla en una colonia financiera. Esto era más prudente y mis practico"..
Allí está todo el secreto. Claro que para ello ya no necesita soldados con uniforme
militar sino ‗soldados‘ de traje y corbata que por ‗principios‘ o por dinero cumplan sus
órdenes de entrega patrimonial de nuestra nación, debidamente instruidos muchos
de ellos en ‗cursos‘ en el exterior adoctrinados para envilecer su patria a la vuelta en
calidad de funcionarios o empresarios con ideas ‗exitosas‘ (sic) para seguir
succionando la riqueza industrial, agrícola-ganadera, mineral, etc enviándola al
exterior..
Debemos decir, que la penetración francesa también ha sido muy fuerte en las
capas dirigentes y familias de estos ‗Cipayos‘ que nos gobiernan. Con su tilinguería,
que viene desde los primeros años de nuestra independencia, erradican nuestra
natural cultura hispánica que tienen nuestros pueblos del interior intentando un
sometimiento, en este caso, cultural y educativa.
Esto es reconocido por los propios Unitarios sin ponerse colorados, como Sarmiento
que en carta al anglófilo y empleado de los intereses británicos, Manuel J. García, le
dice desde Nueva York el 16 de Enero de 1866 ―El partido que componían los
hombres ilustrados, franceses de educación, no tenían ideas de gobierno, porque
seguían malos modelos y no supo gobernar ni fundar nada‖.
A tal reconocimiento, sobran las palabras. Cuesta entender como al dia de hoy
todavía se siguen haciendo altares a estos inútiles y traidores a su propia patria.
García Mellid nos dice y cita al otro ‗Fiscal‘ de nuestra patria subyugada, Scalabrini
Ortiz: ―La historia adulterada que escribieron los propios autores de esta farsa inicua
mantiene su condenación ilevantable sobre las tumbas en que reposan, en el país o
en el extranjero, esos altos varones que no se prestaron a servir en la comparsa del
imperialismo británico en el Rio de la Plata. ¡Caso único en la vida de los pueblos!
Ninguna otra nación ha visto consumarse, ante sus ojos asombrados o en lágrimas,
una empresa igual en su temeridad y en sus malditas consecuencias. Con toda
lógica dice Scalabrini Ortiz: "-La historia oficial argentina es una obra de imaginación
en que los hechos tun sido consciente y deliberadamente deformados, falseados y
concatenados de acuerdo a un plan preconcebido que tiende a disimular la obra de
intriga cumplida por la diplomacia inglesa, propincuo subterránea de los principales
acontecimientos ocurridos en este continente-―
―Pero entonces si no se admite el libre juego de opiniones políticas, morales hay que
establecer definitivamente los fundamentos de aquellas opiniones que son
verdaderas (y esto no es liberal).
―El Estado neutro y el maestro neutro son dos formas de irracionalidad pues el
hombre normal afirma, niega o duda pero no declara en huelga su entendimiento
ante la realidad que lo interroga porque PIENSA. El Estado que se declara ‗neutral‘
en todas aquellas cuestiones que más interesan al hombre, diciendo que ignora la
verdad en política social, educación, ética política, etc, y por lo tanto en los
fundamentos del derecho, es un estado que se jubila a sí mismo, declarándose
inepto para gobernar.‖
A eso nos quiere llevar el liberalismo vernáculo extensión de los intereses
financieros mundiales: a una inexistencia sustancial del Estado, quedando solo la
cascara hueca del mismo como barco a la deriva, manejado por los hilos británicos,
norteamericanos, chinos, etc…
García Mellid refiere a esa conexión entre los mandantes extranjeros ingleses y
franceses y los Unitarios de siempre –Liberales, hoy – como utilizan los primeros con
sus empleados de acá tanto armas psicológicas, como económicas, sobornos de
todo tipo, etc: ―Los equipos liberales que responden incondicionalmente a las
órdenes británicas, manejas con gran sutileza los mecanismos ideológicos y de
propaganda. Un político o un intelectual se juegan su destino a la elección de sus
ideas que constituirán su ideario de combate. Si aspira a obtener influencia o
popularidad debe abrazar el sistema de idea liberales que beneficia a la causa de la
Gran Bretaña. Cualquier desviación se paga con el silencio o con la condenación
más ilevantable. Inglaterra no puede permitir que se proclamen doctrinas de
independencia y, mucho menos, aquellos principios en que se afirma y robustece la
conciencia nacional. Lo hispánico, lo católico y lo tradicional son, en la América
española, los valores sustanciales en que radica la Nación; conviene a los planes
británicos que, en lugar naciones, haya sociedades sin cohesión, sumergidas en una
ínfima economía pastoril y dependientes del aprovisionamiento inglés manufacturas‖.
En síntesis:
García junto a Rivadavia amañan el préstamo solicitado a la Baring Bros. por la cual
el país dio sus tierras en garantía. De la suma dada en préstamo casi nada llegó a
nuestras manos; es mas, quedamos en deuda con Inglaterra cuando era Inglaterra
que estaba en deuda con nosotros –y aún lo está- porque los ingleses en 18056 se
llevaron a Inglaterra todo el oro que teníamos. Luego de finalizada la guerra se
comprometieron a devolverlo. Todavía estamos esperando. Esto significa que
pasamos por un arte de magia de ser acreedores del imperio inglés a ser deudores
y, encima, teniendo embargadas nuestras tierras como garantía. Una estafa
típicamente británica que no podría haberse consumado sin los ‗Cipayos‘ de Manuel
J. García, Rivadavia y otros hubieran intervenido en la negociación.
Encima, al estar sin un peso Dorrego por causa de las acciones financieras de
Rivadavia y García, se vio obligado en 1828 cuando accedió al poder a tener que
ceder respecto a la soberanía de la Banda Oriental porque la Banca y el Crédito era
manejado desde el Banco Nacional por los ingleses, lo que llevó a tener que hocicar
y ver como se segregaba parte de nuestro territorio por las maniobras inglesas, tal
cual lo refiere el propio Lord Ponsonby..
Ese ‗Estado-Tapón‘ cumplía las expectativas del imperio ingles de poder, así, evitar
que la Confederación Argentina no tuviera el control exclusivo de sus ríos interiores.
Ya desde los albores de nuestra independencia la libertad de los ríos interiores era
un objetivo primario en los intereses anglo-franceses, tal como comenta Scalabrini
Ortiz sobre palabras de Lord Liverpool que en 1824 decía sobre la América hispana
―...la habilidad británica trata de reconstruir la estructura colonial con que ha
mantenido encadenada a la República Argentina durante más de un siglo, merced a
la técnica de utilizar como personeros de sus intereses a ciudadanos argentinos
secretamente comprometidos a sus servicios."
Hoy día mucho tiene que ver en la continuidad en todo a nuestro ahogo soberano, la
punta de lanza de esta invasión a nuestras soberanías, la presencia de las Naciones
Unidas y todos sus organismos de allí salidos que no son otra cosa que máscaras
que utilizan las grandes finanzas sinárquicas para el control de las naciones
soberanas.
Decía sobre el tema este último autor por el año 1957, contemporáneamente a lo
escrito por Scalabrini Ortiz: ―Una de las formas de ocultamiento de la verdad
histórica de que abusan nuestros liberales, es la de escribir historia. Tenemos
cientos de textos, de manuales y de tratados de historia, todos cortados sobre tos
mismos moldes académicos, que son escarnio y prevaricación de ¡a Academia,
Historias de pueblo ausente, de falsas oposiciones y de escamoteo de los conflictos
profundos; así se adormece la conciencia de los argentinos en la certeza de que
carecen de un propio e inconfundible destino universal‖.
Porque después de todo, una nación lo es porque tiene una unión de destino
universal, como decía José Antonio Primo de Rivera. Así, no nos pertenece.
Nosotros pertenecemos a ella., como pertenecemos a una familia, a unos padres, a
un Dios. La Nación es anterior, superior y ulterior a nosotros mismos; nos trasciende
en el tiempo, en el sentido, en la misión.- El conocimiento de la realidad no se ‗elige‘,
no interviene aquí la voluntad y el número, la realidad no se aprehende: ‗la verdad es
una categoría permanente de la razón y no una decisión de la voluntad‘
Atilio García Mellid respecto al Liberalismo reflexionaba con suma certeza: ―Pues es
lo cierto que una larga prédica liberal ha suscitado agudo escepticismo sobre la
riqueza étnica, religiosa y cultural que atesora nuestro pueblo. En la persecución de
esa finalidad se ha apelado a los recursos más innobles, falseando los hechos y
desfigurando las personas, hasta hacer Je los defensores Je! pueblo la encarnación
sombría de los sentimientos más bárbaros y primitivos. Como contrapartida, se
ensalzó a los exponentes del privilegio mercantil, el abuso político y la injusticia
social, atribuyéndoles ser depositarios de la civilización ilustrada, del orden y la
libertad. Esto es una tremenda mentira y una defraudación escandalosa; la verdad
es justamente la contraria. Pero es necesario decirla, a la luz de los documentos y a
través de una exposición objetiva, porque de no hacerlo todos seremos cómplices en
un proceso cuya meta es la destrucción de las bases fundamentales cu que
descansa la nacionalidad. Sin pueblo auténtico y sin tradiciones normativas no nos
será posible constituir una Nación. El liberalismo lo ha venido impidiendo, acaso sin
proponérselo, empujado por la fatalidad de su propia limitación. Porque el liberalismo
no posee ritmos vitales sino formulaciones teóricas; no es una doctrina nacional sino
una ideología frustránea; no le interesan los pueblos sino las ideas. Extraño a
nuestro medio y adverso a los imperativos que nos vienen por la historia, se empeña
en cegar las fuentes católicas e hispánicas en que ha abrevado nuestra vida. La
despersonalización étnica y la desfiguración espiritual por medio de leyes laicas, de
teorías materialistas y de campañas insidiosas es —en un país católico e hispano—
una forma artera de socavar las defensas de la Nación para que prospere la
factoría‖.
―Es un liberalismo que retrasa y destruye porque en él "los principios son pura
herencia verbal, caparazón hueco y sonoro, creencia muerta. Son, agregamos,
campanas de palo para el corazón afligido de los pobres. Es por esta insensibilidad
que nuestro liberalismo ha anarquizado la vida argentina y amenaza sumirnos en la
confusión. Para contrarrestar su acción disolvente me propongo describir su
trayectoria histórica, utilizando documentos sistemáticamente ocultados, de los que
surge con claridad meridiana una conducta siempre adversa al interés del pueblo v a
los fines de la Nación. Entre nosotros, el Partido Liberal, como tal partido, no
aparece sino después de Caseros; es la seña de los proscriptos que regresan con
las luces de la civilización a un país retrógrado que quiere mantenerse fiel a las
esencias fundacionales. El nuevo cauce es el reencuentro de viejos ríos; confluyen
en él los que formaron en los cuadros de la Sociedad Patriótica, del ―carlotismo‖ y el
partido ‗DirectoriaI‘, de las huestes rivadavianas y los ejércitos unitarios, de los
centros de la aristocracia cerril y los cenáculos de la Asociación de Mayo, de los
sectores que gestionaban la desmembración del territorio o apoyaban el bloqueo
impuesto por potencias extranjeras. Es la concertación de los intereses de los
mercaderes con el ideologismo de los intelectuales‖ […]
El Unitarismo, de este modo citado, falsea la historia desde dos ángulos bien
marcados: uno, describiendo personajes con unas virtudes de las que ellos
carecieron y, dos, describiendo otros personajes con defectos y vicios inexistentes.
Esto fue escrito por el historiador en 1857 y como puede inferirse, nada ha cambiado
al dia de hoy pleno siglo XXI.
La falsificación de la historia por sus vencedores, pues, en que han sumido a nuestra
nación, deformándola y vaciándola de su ser, puede verse en la intención aviesa de
borrar cualquier rastro de Rosas y sus casi 23 años de gobierno, silenciándole sus
virtudes y agigantando sus defectos, al igual que con los hombres probos que lo
rodeaban. Utilizando, a sabiendas, símbolos y acciones para tales fines.
Ezra Poud, un brillante poeta y escritor norteamericano (1885 – 1972) dijo que ―la
técnica de la infamia consiste en inventar dos mentiras y conseguir que el pueblo
discuta acaloradamente sobre cuál de ellas es verdad‖.
Esto es lo que hacen las supuestas democracias hoy dia acicateado todo esto por
los medios de difusión masiva de derecha e izquierda; y el pueblo, ingenuo, cree,
discute y se pelea mientras los titiriteros del mundo ríen ante esto y continúan con su
sojuzgamiento
Dice Calabrese en tal sentido: ―Si no tenemos en claro qué hemos sido, dónde
estamos detenidos, es imposible determinar hacia dónde vamos, y si no lo logramos
no sobreviviremos como nación. Nos quedaremos en un grupo de habitantes, en una
población des-amalgamada, muy fácil de dominar a través de la imposición de las
modas pasajeras. Por eso hoy son tan importantes los medios de comunicación
masiva, en especial aquellos de mayor penetración, como la televisión.
―Por eso sostenemos que la mayor colonización cultural que hemos padecido
proviene de esta historia oficial, de la retórica, que creo desde la escuela primaria,
modelos para el consumo de un argentino típico que cuando llega a adulto no puede
responder a sus dudas, al pensar sobre la veracidad de lo que le han ensenado.
―Se siente solo, sigue esperando, es parte de una comunidad a la que encuentra
lejana, que no lo representa, con la que le cuesta identificarse, más allá de su círculo
más cercano, porque está construida sobre la hipocresía‖.
Todo lo que se opusiera a sus ‗principios‘ era considerado ‗bárbaro‘ y en aras de una
supuesta la ‗libertad‘ abstracta, ‗democracia‘, y otras palabras huecas de sentido,
iniciaron, provocaron y concluyeron con todo tipo de atisbo de reacción soberana
pero Uds. saben que como decía Louis Veuillot que ―pensar de manera distinta a
aquellos que se dicen ―tolerantes‖ es algo que el ―partido de la tolerancia‖ no puede
tolerar‖. De esto saben y mucho los liberales, ‗gente de principios‘.
El Unitarismo dibujaba una patria según su conveniencia y la vida ofrendada por los
verdaderos patriotas, hoy dia, está devaluada en la enseñanza escolar y en los
medios de difusión masiva.
Se suma a todo esto el empleo del terror según confiesa Sarmiento a Domingo de
Oro el 17 de Junio de 1857 ―Nuestra base de operaciones ha consistido en la
audacia y el terror que empleamos hábilmente, han dado este resultado admirable e
inesperado... pusimos en cada parroquia cantones con gente armada encarcelamos
como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiración... bandas
de soldados armados recorrían de noche las calles de la ciudad, acuchillando y
persiguiendo a los mazorqueros... fue tal el terror que sembramos entre toda esta
gente con estos y otros medios, que el día 29 triunfamos sin oposición‖.. Sarmiento
dixit.
Esto no era nuevo. Desde la época del asesinato vil de Manuel Dorrego, los
Unitarios se comportaban asi. El Presbítero Santiago Figueredo en sus palabras en
las exequias de Dorrego decía ―ellos [los Unitarios] han fundado su gobierno sobre
un cadalso y procurarán conservarlo a la sombra del terror‖. No se equivocaba con
su futurología el citado. Asi fue siempre el comportamiento de los Unitarios como
Lavalle, Paz, Lamadrid, hasta Mitre y Sarmiento.
Para García Mellid ―el porteñismo abatió las más puras reservas del alma
provinciana y desbarató los sueños de grandeza común que acariciaba el rústico
poblador de la campaña‖.
―El puerto que debió ser la vía de comunicación con todas las rutas del mundo, fue la
muralla que confinó en un claustro de soledad el alma de los pueblos interiores; la
ciudad que debió constituirse en salvaguardia y protectora de la Nación, se volvió
contra ella; el grupo social que sé decía ―dirigente‖ y debió, en tal sentido, amparar y
estimular la prosperidad de todas las regiones, se enquistó en sí mismo y trabajó
para su propio enriquecimiento, precipitando el desamparo v la miseria de cuantos
no pertenecían a su círculo privilegiado.
"¡Que Dios iluminé la marcha política de los primeros hombres de esa República y
tenga piedad de nosotros, son mis votos constantes y que siempre debernos todos
invocar, implorando su misericordia!" Comentaba luego el establecimiento en
Buenos Aires de un "titulado Banco Nacional", de acuerdo a un "proyecto fabricado
en Londres por Mr. Laing y otros", y agregaba: "Estos y tantos otros procederes
inauditos contra Buenos gires hacen rebosar la amargura; tanto más cuando los
cometen con pleno conocimiento del mal que hacen. Sí, ¡pobre Buenos Aires!. Aún
mis más desgraciada y triste su situación cuando sus propios hijos son parte de los
autores y cómplices de la decadencia de sus glorias de la amenaza de un porvenir
funesto. Por mi parte peno, me aflijo, lloro y ni aún el llanto continuado es un
calmante a mis dolores".
Esos son nuestros ‗Cipayos‘ y nuestra vergüenza como nación: grupos nativos
dóciles al boato, al ideologismo francés o al dinero por sobornos.
Sobre esto reflexionaba García Mellid, el cual nos hacía ver que el socialismo era y
es el hijo directo del liberalismo:
Hoy que el juicio de la historia está formado sobre esa presidencia, los pueblos han
hecho la apoteosis de Rivadavia. Nosotros recogemos los bienes que no recogieron
sus contemporáneos. La Presidencia de Rivadavia fié como la primer copa que se
derramaba en los festines antiguos. Nadie la bebía y se hacía con ella una libación a
los dioses desconocidos. Nuestros dioses desconocidos, han recogido esa libación y
la han derramado sobre nuestras cabezas como una agua de bendición.
Los otros cuatro presidentes, hermanos, se han encontrado una vez juntos y
arrodillados al pie de estos altares: el general Urquiza, que acababa de serlo; el
doctor Derqui, que lo era entonces; yo, que debía ser honrado más tarde con el voto
de mis conciudadanos, y el hermano Sarmiento, que va á dirigir bien pronto los
destinos de la nación. Qué sentimiento animaba á aquellos cuatro hombres en ese
momento solemne? Debemos creer que el sentimiento de la fraternidad dominaba
sus almas, y que sus aspiraciones se dirigían al bien de todos.Es cierto, que cuando
nos alejamos de las puertas del templo, nuestras espadas salieron de la vaina para
cruzarse en los campos de batalla; pero aún sobre esa desgracia y esa matanza, el
genio invisible batió de nuevo sus alas, y los pueblos, en nombre de la fraternidad y
del bien, se unieron para concurrir á los fines que encerraban la felicidad de todos.
Hoy que uno de esos presidentes va á entregar á otro el depósito que le fué
confiado, nos habla de los astros que suben á su apogeo y de los que declinan hacia
su ocaso. Error astronómico, como es error político y social. El mundo entero creía
que el sol daba vuelta alrededor de la tierra y que resplandecía sobre nuestras
cabezas para hundirse luego en las sombras. No: el sol está fijo en el centro de su
sistema para irradiar eterna luz sobre sus mundos. N o hay más sol que el
principio eterno bien que nos ilumina. ¿Qué es Sarmiento? Un pobre hombre como
yo, un instrumento como éste (tomando el compás) que la Providencia toma en sus
manos para producir el bien a que concurre en mayor ó menor escala‖.
Como sintetiza García Mellid respecto al Unitarismo liberal y sus ‗Cipayos‘ como
instrumento de sus ansias de poder y muerte: ―El liberalismo carga con este pecado
doctrinario del que no podrá liberarse jamás, porque está en la raíz misma de su
enfoque intelectualista de la naturaleza, del hombre y de la vida. Todas sus
aberraciones advienen de esta falsa cosmovisión de una concepción del mundo que
prescinde de la idea de Dios y perderte la noción de la justicia y del derecho
emergente de la ley natural y divina. No extrañe, pues, que el liberalismo haya
cubierto entre nosotros tan larga etapa de crímenes y perversiones, y que esté
dispuesto a recorrerla de nuevo si las circunstancias fueran propicias a su
restablecimiento en el poder. Pero aún más grave que el delito mismo es la tentativa
de aligero el peso de sus crímenes arrojando sobre los hombros de los opositores cl
pesado bulto de sus iniquidades.[…] ¿Con que derecho, por lo tanto, pueden seguir
exhibiéndose como probos y justos, o como puros y civilizados, si sus
procedimientos brutales, sus asesinatos en masa, sus administraciones
deshonestas, sus negociados escandalosos y sus trámites contra la seguridad del
pueblo y la integridad de la Nación, los sindican como la negación absoluta de
aquello que pretenden representar?
Ellos escribieron la historia, tan alejada de la verdad de los hechos repugnantes que
ellos condujeron y que es una llana falsificación que degrada a los reales patriotas
que dieron su sangre. Diagramada tal ‗concepción literaria de la historia‘ en forma
pensante y minuciosa en el laboratorio de sus mentes divagantes.
Mitre, quien dice que a Artigas lo ―hemos enterrado históricamente‖ (carta a Vicente
F. López);
FUENTES:
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Aires 1952)
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ITURRIA, Raúl (‗El Contexto Regional e Internacional‘- en ‗Manuel Oribe, Fundador de la República‘,
de la Colección ‗Los Blancos‘-Vol.1, Cap.3.- Ediciones De La Plaza-Montevideo 2014).
MONTORO GIL, Gonzalo Vicente (‗De Artigas a Rosas: El Sueño Trunco de la Patria Grande‘-2020) -
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SCALABRINI ORTIZ, Raúl (‗Bases para la Reconstrucción Nacional‘ – Vol. 1 y 2- Ed. Plus Ultra –
1973)
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Ed. Plus Ultra – 1973