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DISPOSITIVOS CARDIACOS IMPLANTABLES, APROXIMACIÓN PARA EL

MÉDICO GENERAL

Edison Muñoz Ortiz


Médico Internista - Cardiólogo Clínico
Hospital Universitario San Vicente Fundación
Profesor Universidad de Antioquia

Introducción
El marcapasos cardiaco es un dispositivo usado desde hace más de 60 años para
el manejo de las bradiarritmias, con avances permanentes que han llevado no solo
a que sean cada vez más pequeños, de larga duración, con programaciones más
amplias y electrodos más finos y duraderos, sino que además, han aparecido
mejoras y aditamentos del dispositivo, que permitieron su evolución al marcapasos
tricameral o resincronizador cardiaco como parte del tratamiento de la falla
cardiaca y al uso del cardiodesfibrilador implantable para el tratamiento de
taquiarritmias malignas.

Si bien todos estos avances han llevado a que estos dispositivos sean muy
complejos, y de hecho a la necesidad de Cardiólogos subespecilialistas en dicho
ramo, diferentes especialistas y el médico general, se ven muchas veces
enfrentados a pacientes en los que se debe definir si necesitan alguno de éstos
dispositivos, o pacientes ya con implante de alguno de ellos en los que se debe
evaluar si su funcionamiento es adecuado. Pues bien, trataré de abordar en estas
líneas algunas claves clínicas y de ayudas diagnósticas, que nos permitan conocer
las indicaciones del implante de alguno de estos dispositivos cardiacos, y el cómo
hacer una correcta evaluación del paciente con marcapasos o desfibrilador
cardiaco.

Aspectos técnicos
Un marcapasos es un dispositivo con 2 funciones fundamentales: monitorea la
actividad intrínseca del corazón (sensado) y además, genera un impulso eléctrico
capaz de despolarizar el miocardio y producir una contracción efectiva si el ritmo
intrínseco no lo hace (captura). En términos generales, el marcapasos está
formado por un generador de impulsos de titanio, donde se encuentra la batería de
litio, y el procesador y circuito electrónico capaz de seguir los algoritmos para el
correcto funcionamiento; su otro componente clave son los cables o electrodos,
que se encargan de detectar las señales intrínsecas y de conducir la energía
desde el generador de impulsos hasta el miocardio. Estos electrodos pueden ser
endocárdicos, cuando se implantan vía venosa hacia las cavidades cardiacas; o
epicárdicos, cuando se implantan a través de cirugía al epicardio. A su vez los
electrodos pueden ser auriculares o ventriculares, dependiendo de la cavidad en la
que se implanten. Por otro lado, dependiendo de cómo realicen el circuito, los
electrodos pueden ser unipolares (cuando el polo positivo o ánodo está en el
generador de impulsos y el cátodo o polo negativo en la punta del electrodo), o
bipolares (cuando en el mismo cable está el cátodo en la punta y el ánodo en el
anillo del electrodo a solo unos milímetros de distancia), lo que produce un circuito
más pequeño y con menos interferencia, además de una espiga más pequeña y
en ocasiones no visible.

Nomenclatura de los marcapasos


Debido a la variedad de dispositivos y especialmente a los múltiples tipos de
programación a los que son susceptibles, se estableció una nomenclatura que
permite de forma sencilla saber de qué modo está funcionando. Dicha
nomenclatura consiste en un código de 5 letras (aunque normalmente se usa solo
hasta la cuarta letra), cuyos significados se mencionan en la Tabla 1.

I II III IV V
Cámara Cámara Respuesta al Modulación de Estimulación
estimulada sensada sensado la frecuencia multisitios
O: Ninguna O: Ninguna O: Ninguna O: Ninguna O: Ninguna
A: Aurícula A: Aurícula T: Disparo R: Modulación A: Aurícula
V: Ventrículo V: Ventrículo I: Inhibido de frecuencia V: Ventrículo
D: Dual (A+V) D: Dual (A+V) D: Dual (T+I) D: Dual (A+V)
Tabla 1. Nomenclatura de los marcapasos con el código de 5 letras

Los modos de programación pueden ser múltiples y serán definidos por el


electrofisiólogo dependiendo de la causa de la bradiarritmia, comorbilidades, edad
del paciente, entre otros, y escapan del objetivo de ésta revisión.

Indicaciones
Las indicaciones de uso de dispositivos cardiacos dependen del tipo de dispositivo
a implantar. A continuación se resumirán las recomendaciones de las diferentes
sociedades internacionales para el implante de marcapasos, resincronizadores y
desfibriladores, sugiriendo al lector la revisión de las guías mencionadas en las
lecturas recomendadas al final de éste artículo, para explicaciones más amplias.
Cada indicación se acompaña en paréntesis de la clase y el nivel de evidencia de
cada recomendación, recordando que la clase I se refiere a que la evidencia o
acuerdo general indica que el tratamiento es benéfico, útil y efectivo; la clase IIa
indica evidencia conflictiva pero donde el peso de la evidencia u opinión de
expertos considera que el tratamiento es útil y eficaz; la clase IIb también indica
evidencia conflictiva, pero en el cual el peso de la evidencia u opinión de expertos
si bien favorece la intervención, es menos claro su beneficio; y finalmente la clase
III indica que hay evidencia u opinión general de que el tratamiento no es
útil/efectivo o incluso puede ser dañino. Por otro lado, el nivel de evidencia A,
indica que la recomendación proviene de múltiples estudios clínicos de asignación
aleatoria o un meta-análisis; el nivel B indica que los datos provienen de un solo
estudio clínico de asignación aleatoria o de estudios no aleatorizados; y el nivel C,
es aquella por opinión de expertos, pequeños estudios o registros.
Indicaciones de marcapasos en disfunción sinusal
• Un marcapasos está indicado cuando los síntomas pueden claramente ser
atribuidos a la bradicardia (Recomendación Clase I, Nivel B)
• Un marcapasos puede estar indicado cuando los síntomas son probablemente
causados por bradicardia, pero la evidencia no es concluyente
(Recomendación Clase IIb, Nivel C)
• Un marcapasos no está indicado en pacientes con hallazgos
electrocardiográficos de disfunción sinusal que son asintomáticos, o por causas
reversibles (Recomendación Clase III, Nivel C)

Indicaciones de marcapasos en bloqueos auriculoventriculares


• Un marcapasos está indicado en pacientes con bloqueo AV de segundo grado
tipo 2 o de tercer grado independiente de los síntomas e incluso si es
intermitente (Recomendación Clase I, Nivel C)
• Un marcapasos debe ser considerado en pacientes con bloqueo AV de
segundo grado tipo I, que causa síntomas o se encuentra que es localizado
intra o infrahisiano en un estudio electrofisiológico (Recomendación Clase IIa,
Nivel C)
• Un marcapasos no está indicado en pacientes con bloqueo AV con causas
reversibles (Recomendación Clase III, Nivel C)

Indicaciones de marcapasos en pacientes con bloqueos de rama


• Un marcapasos está indicado en pacientes con síncope, bloqueo de rama y
estudio electrofisiológico positivo; definido como un intervalo HV ≥ 70 ms o
bloqueo de segundo o tercer grado del His-Purkinje demostrado durante
estimulación atrial incremental o con provocación farmacológica
(Recomendación Clase I, Nivel B)
• Un marcapasos está indicado en pacientes con bloqueo de rama alternante
con o sin síntomas (bloqueo trifascicular verdadero) (Recomendación Clase I,
Nivel C)
• Un marcapasos podría ser considerado en pacientes seleccionados con
síncope inexplicado y bloqueo de rama, sin otros estudios alterados
(Recomendación Clase IIb, Nivel B)
• Un marcapasos no está indicado para bloqueo de rama en pacientes
asintomáticos (Recomendación Clase III, Nivel B)

Indicaciones de marcapasos en bradicardias funcionales con síncope


• Un marcapasos está indicado en pacientes con síndrome de seno carotideo
cardioinhibitorio dominante y síncope recurrente no predecible
(Recomendación Clase I, Nivel B)
• Un marcapasos puede ser considerado en pacientes ≥ 40 años con síncope
reflejo recurrente no predecible y pausas > 3 segundos sintomáticas
documentadas, debido a paro sinusal o bloqueo AV o combinación de ambos,
luego de que la terapia estándar ha fallado (Recomendación Clase IIa, Nivel
B)
• Un marcapasos puede ser considerado en pacientes con historia de síncope y
documentación de pausas asintomáticas > 6 segundos debidas a paro sinusal,
bloqueo sinoatrial o bloqueo AV, luego de que la terapia estándar ha fallado
(Recomendación Clase IIa, Nivel C)
• Un marcapasos puede estar indicado en pacientes con respuesta
cardioinhibitoria inducida por el tilt test con síncope recurrente frecuente no
predecible y edad > 40 años, luego de que la terapia estándar ha fallado
(Recomendación Clase IIb, Nivel B)
• Un marcapasos no está indicado en causas reversibles de bradicardia
(Recomendación Clase III, Nivel C)
• Un marcapasos no está indicado en síncope con ausencia de respuesta
cardioinhibitoria (Recomendación Clase III, Nivel B)
• Un marcapasos no está indicado en pacientes con síncope inexplicado sin
evidencia de bradicardia o alteraciones de la conducción (Recomendación
Clase III, Nivel C)

Se debe aclarar además, que en todos los casos de implante de marcapasos por
bradicardias funcionales con síncope, se le debe advertir al paciente, que los
episodios sincopales pueden recurrir, pues en muchos casos el componente
cardioihnibitorio puede coexistir con un componente vasodepresor.

Indicaciones de resincronizador cardiaco


• Pacientes con falla cardiaca crónica con bloqueo de rama izquierda del haz de
His (BRIHH) con QRS > 150 ms y fracción de expulsión (FE) ≤ 35% que
permanecen en clase funcional NYHA II, III y IV ambulatorios luego de
adecuado tratamiento médico (Recomendación Clase I, Nivel A)
• Pacientes con falla cardiaca crónica con BRIHH con QRS entre 120 y 150 ms y
FE ≤ 35% que permanecen en clase funcional NYHA II, III y IV ambulatorios
luego de adecuado tratamiento médico (Recomendación Clase I, Nivel B)
• Pacientes con falla cardiaca crónica sin BRIHH con QRS > 150 ms y FE ≤ 35%
que permanecen en clase funcional NYHA II, III y IV ambulatorios luego de
adecuado tratamiento médico (Recomendación Clase IIa, Nivel B)
• Pacientes con falla cardiaca crónica sin BRIHH con QRS entre 120 y 150 ms y
FE ≤ 35% que permanecen en clase funcional NYHA II, III y IV ambulatorios
luego de adecuado tratamiento médico (Recomendación Clase IIb, Nivel B)
• El resincronizador en pacientes con falla cardiaca crónica con QRS < 120 ms
no se recomienda (Recomendación Clase III, Nivel B)
• Pacientes con fibrilación auricular y falla cardiaca crónica con QRS ≥ 120 ms y
FE ≤ 35% que permanecen en NYHA III y IV ambulatorios luego de adecuado
tratamiento médico, siempre que se mantenga estimulación biventricular
cercana al 100%. Si la estimulación biventricular es < 99% debe considerarse
realizar ablación del nodo AV (Recomendación Clase IIa, Nivel B)
• Pacientes con un marcapasos convencional con falla cardiaca crónica y FE ≤
35% y alto porcentaje de estimulación ventricular (>40%) que permanecen en
NYHA III y IV ambulatorios luego de adecuado tratamiento médico
(Recomendación Clase I, Nivel B)
• Pacientes con falla cardiaca crónica, FE reducida con bradiarritmia que
requiere marcapasos y donde se prevé alto porcentaje de estimulación
ventricular, con el fin de disminuir el riesgo de empeorar la falla cardiaca
(Recomendación Clase IIa, Nivel B)

Indicaciones de cardiodesfibrilador implantable


• Prevención primaria de muerte súbita en pacientes 40 días posinfarto con FE
≤35% y NYHA II-III con terapia médica óptima y esperanza de vida > 1 año
(Recomendación Clase I, Nivel A)
• Prevención primaria de muerte súbita en pacientes 40 días posinfarto con FE
≤30% y NYHA I con terapia médica óptima y esperanza de vida > 1 año
(Recomendación Clase I, Nivel B)
• Prevención primaria de muerte súbita en pacientes con falla cardiaca
sintomática (NYHA II-III) y FE ≤35%, luego de ≥ 3 meses de terapia médica
óptima, con supervivencia esperada > 1 año con buen estado funcional
(Recomendación Clase I, Nivel B)
• Prevención secundaria de muerte súbita en pacientes con una arritmia
ventricular causando inestabilidad hemodinámica, con supervivencia esperada
> 1 año con buen estado funcional (Recomendación Clase I, Nivel A)

Evaluación del paciente


Al enfrentarnos al reto de evaluar un paciente portador de un dispositivo
implantable cardiaco, el uso de una historia clínica completa, el examen físico, y la
realización de estudios básicos como la radiografía de tórax y el
electrocardiograma, además del uso apropiado del imán, nos permitirán hacer una
evaluación tan completa del paciente, que incluso podremos saber no solo si el
dispositivo está normofuncionante, sino que además nos permitirá establecer de
forma aproximada el estado de la batería, la marca del dispositivo, y en pacientes
con desfibrilador, podremos inhibir las terapias cuando lo necesitemos de acuerdo
a la condición clínica del paciente.

Historia clínica y examen físico


En caso de evaluar un paciente portador de un marcapasos, resincronizador o
cardiodesfibrilador implantable, se debe realizar una historia clínica completa que
incluya interrogar síntomas que aparezcan luego del implante, tales como dolor,
dificultad respiratoria, sangrado o secreción en el sitio del implante o formación de
hematomas o colecciones, además de fiebre, síntomas generales o extrusión de
partes del dispositivo; pero también indagar por la persistencia o reaparición de los
síntomas que se tenían previo al implante del dispositivo, que hagan sospechar
disfunción del mismo.

En el examen físico se deberá incluir una evaluación al sitio donde se encuentra


implantado (usualmente en región infraclavicular), buscando signos inflamatorios,
secreciones, erosiones, extrusiones (Figura 1) o contracciones, según el caso;
además con la simple palpación podemos hacernos una idea del tipo de
dispositivo que tiene el paciente, pues aquellos que son más pequeños y planos
tienen solo la función de marcapasos, mientras que los pacientes con
resincronizador o cardiodesfibrilador implantable tendrán un dispositivo más
grande y grueso.

Siempre que por historia clínica o examen físico se encuentren alteraciones


sugestivas de algún tipo de problema con el dispositivo, se deberá solicitar
evaluación por el especialista, y remisión a un sitio con disponibilidad de
electrofisiología cardiaca en casos con alteraciones graves.

Figura 1. Extrusión de electrodo de un cardiodesfibrilador implantable

Radiografía simple de tórax


Además del examen físico, la placa simple de tórax es una herramienta
diagnóstica fundamental para determinar el tipo exacto de dispositivo y además,
para identificar complicaciones en el periodo posimplante inmediato o en el
seguimiento a largo plazo del paciente, tales como hemo o neumotórax,
desplazamiento de los electrodos, sospechar derrame pericárdico o identificar
alteraciones en tejidos blandos que sugieran un proceso infeccioso en el bolsillo
donde se implantó uno de estos dispositivos. Para definir con claridad con la placa
de tórax el tipo de dispositivo, debemos primero tener claridad, de cuáles son los
sistemas de estimulación cardiaca y terapia antiarritmia. En primera instancia
tenemos el marcapasos propiamente dicho, que es un dispositivo usado en
bradiarritmias, y que se encarga de mantener una frecuencia cardiaca estable que
permita suplir las necesidades metabólicas del paciente; esto obviamente, a través
de las funciones descritas de sensado y captura según el ritmo intrínseco del
paciente. El marcapasos puede ser unicameral (Figura 2), si solo tiene un
electrodo en una de las cavidades cardiacas derechas (aurícula o ventrículo), o
bicameral, si tiene un electrodo para cada una de las cavidades cardiacas
derechas (Figura 3).

Generalmente el electrodo ubicado en la aurícula derecha se inserta en la


auriculilla por lo que en la radiografía se verá con forma de J, y por tanto cuando
no tenga está forma, podría indicarnos que se desalojó del sitio de implantación,
sin embargo, en algunos casos (generalmente en implantaciones muy difíciles), el
electrofisiólogo podría dejarlo en un sitio diferente a la auriculilla y por tanto, el no
observar el electrodo con su forma de J típica, no es criterio suficiente para
considerar disfunción del dispositivo.

Figura 2. Marcapasos unicameral auricular. Nótese la presencia de solo un electrodo que llega a la
aurícula derecha en éste caso. Se puede ver además la forma de J al estar implantado en la
auriculilla derecha.

Figura 3. Marcapasos bicameral. Se observan 2 electrodos, uno llegando a la aurícula derecha y


otro al ventrículo derecho

Por otro lado el resincronizador cardiaco, es un marcapasos tricameral o


biventricular, ya que tiene electrodos en la aurícula derecha y ventrículo derecho
como el bicameral, pero además tiene un tercer electrodo insertado por el seno
coronario y dirigido a la pared lateral del ventrículo izquierdo. La diferencia con un
marcapasos convencional, no está dada solamente por la presencia de un
electrodo adicional, sino además por su objetivo; ya que su implante no es en
principio para el tratamiento de bradiarritmias (aunque puede suplir también esa
función), sino con el objetivo de resincronizar la contracción de ambos ventrículos
en pacientes con falla cardiaca y disincronía eléctrica, evidenciada por la
presencia de un QRS ancho (Figura 4).

Finalmente el cardiodesfibrilador implantable, si bien también tiene función de


marcapasos, su objetivo fundamental es la detección de arritmias potencialmente
fatales (arritmias ventriculares), para aplicar terapia eléctrica con el fin de terminar
la arritmia. Dicha terapia puede ser de bajo voltaje, llamada terapia anti
taquicardia, que consiste en producir sobre-estimulación cardiaca (generar
impulsos a frecuencias mayores a la arritmia), con el fin de romper circuitos de
reentrada implicados tanto en desencadenar como mantener la arritmia, o en
casos de no respuesta a la terapia anti taquicardia, o en arritmias con frecuencias
muy altas que el dispositivo considera probablemente una fibrilación ventricular,
realizar terapia de alto voltaje, que consiste en una descarga de desfibrilación
interna, la cual puede repetirse en caso que el dispositivo determine que terapias
iniciales no han sido efectivas.

Desde el punto de vista morfológico, el cardiodesfibrilador puede ser unicameral,


bicameral o estar incluso asociado a un resincronizador, por lo que sería
tricameral, y se puede diferenciar de un marcapasos o resincronizador
convencional, gracias a la presencia de una bobina (o dos bobinas) en el cable del
ventrículo derecho, para formar el circuito de descarga de desfibrilación (Figura 4).

Figura 4. Cardioresincronizador-desfibrilador. Se ven tres electrodos; uno en la aurícula derecha,


otro en ventrículo derecho y un tercero en ventrículo izquierdo a través del seno coronario. En el
electrodo del ventrículo derecho se puede observar además la presencia de una bobina para la
función de desfibrilador.
Electrocardiograma
El electrocardiograma, con y sin imán, es una de las ayudas diagnósticas
fundamentales a la hora de evaluar un paciente con marcapasos, pues nos puede
ayudar a determinar si hay alteraciones en su funcionamiento, bien sea en el
sensado, captura o ambos. El imán lo que hace es que deja el marcapasos, bien
sea unicameral, bicameral o tricameral (resincronizador) en un modo asincrónico,
es decir, estimulando las cavidades donde están implantadas independiente de si
hay o no actividad propia al eliminar el sensado, de manera que permite evaluar
cómo está la captura del dispositivo. Además, el modo asincrónico generado por el
imán genera una estimulación a una frecuencia establecida por la casa fabricante
del dispositivo, conocida como frecuencia magnética, de modo que nos permite
establecer de forma burda el estado de la batería, pues cuando el dispositivo está
llegando al momento de reemplazo de la batería, no logra aumentar la frecuencia
hasta lo esperado. Considerando las principales empresas proveedoras de
marcapasos en nuestro medio, debemos tener entonces presente que los
marcapasos Boston tienen una frecuencia magnética de 100 latidos por minuto, al
igual que los marcapasos St Jude (éstos últimos realmente tiene una frecuencia
magnética de 99 a 99,5 latidos por minuto), mientras los Medtronic tienen una
frecuencia magnética de 85 latidos por minuto y los Biotronik de 90 latidos por
minuto.

Para evaluar la captura en el electrocardiograma, se mira si el estímulo eléctrico


(identificado por la aparición de una espiga) causa una despolarización, la cual se
determina al observar un QRS luego de cada espiga del marcapasos (Figura 4);
aunque se debe recordar que los marcapasos bipolares pueden tener espigas muy
pequeñas que en algunos casos pueden ser difíciles de determinar, por tanto el
electrocardiograma con imán toma gran importancia, pues si no se definen
claramente las espigas, se identificará que la frecuencia de estimulación aumenta
a la frecuencia magnética del dispositivo (según la marca del marcapasos) , lo cual
nos indicará que efectivamente se tiene una captura adecuada.

Pero además del electrocardiograma con imán para evaluar la captura, se debe
tomar un electrocardiograma sin imán que nos permita evaluar el sensado y que
en casos con espiga identificable nos puede también permitir ver la captura
nuevamente. El sensado lo evaluamos, simplemente al identificar si el marcapasos
se inhibe al detectar el ritmo propio del paciente, es decir, si se ve un QRS por
ritmo intrínseco, no debe presentarse un estímulo del marcapasos hasta pasado el
tiempo suficiente (de acuerdo a lo programado) en que se deba presentar una
nueva despolarización ventricular, que permita la contracción cardiaca (Figura 5)
El resincronizador o marcapasos tricameral, también responde a las mismas
frecuencias magnéticas expuestas (siempre y cuando no esté asociado a un
cardiodesfibrilador implantable), pero además de establecer si captura o no al
aumentar su frecuencia en el modo asincrónico, es más difícil establecer si su
función de resincronización es adecuada o no, pues aunque se espera que el QRS
se estreche al mejorar la sincronía ventricular, esto a veces no es completo, y el
patrón de bloqueo de rama si bien en la mayoría de las veces es de morfología de
bloqueo de rama derecha, debido a que la estimulación suele iniciar en el
electrodo del ventrículo izquierdo, esto no siempre es así, por lo que se pueden
encontrar también diferentes morfologías en el electrocardiograma. El aspecto
clave entonces para definir respuesta o no a la resincronización, está dado por la
mejoría de los síntomas de falla cardiaca y ante deterioro clínico, se deberá
evaluar el adecuado funcionamiento del dispositivo.

Figura 5. Electrocardiograma con alteraciones en el sensado y captura. Se puede ver que las
espigas del marcapasos no son seguidas por un QRS, y además que dichas espigas se
encuentran incluso luego de QRS intrínseco indicando que no fueron identificados (sensados)

Por otro lado, en los cardiodesfibriladores implantables (esto incluye los


resincronizadores asociados a cardiodesfibrilador implantable), el imán se encarga
de inhibir las terapias eléctricas, pero no deja la función de marcapasos que
también tienen esos dispositivos en asincrónico, y por tanto, el tomar un
electrocardiograma con imán no generará ningún cambio respecto al
electrocardiograma sin imán. Esto debe tenerse muy presente, pues es un error
muy frecuente, considerar que hay problemas de captura de un dispositivo al no
encontrar cambios entre el electrocardiograma con y sin imán, olvidando que al
tener función de desfibrilador, el imán está es inhibiendo las terapias eléctricas
solamente. La inhibición de las terapias del cardiodesfibrilador implantable es de
gran utilidad en cirugía (por interferencia del electrobisturí por ejemplo), o en casos
de querer suspender descargas inadecuadas. En cuanto al cardiodesfibrilador
implantable, se debe tener presente que la presencia de una descarga debe
alertar al paciente y a su médico a que consulte, y siempre requerirá una
reprogramación para definir si la descarga fue apropiada o no y según esto, definir
necesidad de cambios en la terapia o en la programación.
Complicaciones
Si bien el implante de marcapasos y dispositivos anti taquicardia es un
procedimiento relativamente sencillo en manos expertas, no está libre de
complicaciones, las cuales en su mayoría son de fácil resolución, pero que en
algunos casos pueden llegar a ser fatales. Entre las complicaciones del implante
de éstos dispositivos se incluyen:
• Relacionados con el acceso venoso: Hemotórax y neumotórax
• Relacionados con los cables: Ruptura cardiaca, derrame pericárdico hasta el
taponamiento cardiaco, bradiarritmias y taquiarritmias, desalojo de los
electrodos, estimulación diafragmática, trombosis venosa.
• Relacionados con el bolsillo donde se aloja el dispositivo: Hematoma y dolor en
la herida
• Infecciosos: Infección del bolsillo y dispositivo con y sin bacteriemia,
endocarditis infecciosa

Lecturas recomendadas
• Brignole M, Auricchio A, Baron-Esquivas G et al. 2013 ESC guidelines on
cardiac pacing and cardiac resynchronization therapy. Eur Heart J
2013;34:2281-2329
• McMurray JJ, Adamopoulos S, Anker SD et al. ESC guidelines for the
diagnosis and treatment of acute and chronic heart failure 2012. Eur Heart J
2012;33:1787-1847
• Swerdlow CD, Hayes DL, Zipes DP et al. Pacemakers and implantable
cardioverter-desfibrillators. En Braunwald’s Heart disease. A textbook of
cardiovascular medicine 2012; 9 edition:745-770
• Vardas PE, Auricchio A, Blanc JJ et al. Guías europeas de práctica clínica
sobre marcapasos y terapia de resincronización cardiaca. Rev Esp Cardiol
2007;60:e1-e51
• Yancy CW, Jessup M, Bozkurt B et al. 2013 ACCF/AHA guideline for the
management of heart failure: a report of the American College of Cardiology
Foundation/ American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. J
Am Coll Cardiol 2013;62:e147-e239

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