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M arx
Estudio introductorio de
JACO B O MUÑOZ
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c ;r e : d o s
ALIE N A CIÓ N
L A D IS O L U C I Ó N D E T O D O S L O S PR O D U C T O S
Y A C T IV I D A D ES E N V A L O R ES D E C A M B I O *
en esta libertad; pero ellos se presentan así sólo para aquel que
abstrae de las condiciones de existencia (y éstas son a su vez in de
pendientes de los individuos, y aunque creadas por la sociedad,
parecen condiciones naturales, es decir, incontrolables por los
individuos), bajo las cuales estos individuos en tran en contacto.
L a determinación, que en el prim er caso aparece como una li m i
tación personal de un in dividuo por otro, aparece en este último
constituida como una lim itación m aterial del in dividuo, por una
relación independiente de él y que descansa en sí m isma. (Puesto
que el in dividuo no puede abandonar su propia personalidad,
pero sí puede dom inar relaciones exteriores y someterlas a sí, su
libertad en el segundo supuesto parece mayor. U n a investigación
más detenida de estas relaciones exteriores, de estas condiciones,
m uestra, sin em bargo, la im posibilidad para los individuos de
una clase, etc., de dom inar colectivam en te esas relaciones, sin su
perarlas. U n in dividuo aislado puede ocasionalmen te acabar con
ellas; las masas de los dom inados por dichas relaciones no pue
den, pues su propia existencia expresa la sumisión y la sumisión
necesaria de los individuos a ella.) Estas relaciones exteriores no
constituyen una elim inación de las «relaciones de dependencia»,
pues ellas no son más que la disolución de las mismas en una
form a gen eral; son más bien la elaboración del fundamento gene
ral de las relaciones de dependencia personales.7 T am bién aquí
entran los individuos en relación en tre sí únicam en te en cuanto
individuos determinados. Estas relaciones de dependencia mate
riales por oposición a las relaciones de dependencia personales, se
presentan de form a tal (la relación de dependencia m aterial no
es más que las relaciones sociales, que se oponen autónom am en
te a los individuos aparentemente independientes, es decir, sus
m utuas relaciones de producción se independizan frente a ellos
mismos) que los individuos aparecen ahora dominados por abs
tracciones, m ien tras que antes dependían los unos de los otros. L a
abstracción, o la idea, no es, sin em bargo, más que la expresión
teórica de estas relaciones materiales que los dominan. L as rela
ciones, naturalm en te, sólo pueden ser expresadas en ideas, y de
ahí que los filósofos hayan concebido como lo característico del
tiempo n uevo el hecho de que éste esté dom inado por las ideas, y
hayan identificado con la liquidación de este im perio de las ideas
L A P A R A D Ó JI C A E X I G E N C I A D E L A S O C I E D A D A C T U A L*
E L T R A B A J O B AJO E L C O N T R O L C A P I T A L IST A *
pero con sen tido final, como elem en tos de form ación de nuevos
valores de uso, de nuevos productos capaces de en trar en el con
sumo in d ivid u al o, como medios de producción, en un nuevo
proceso de trabajo.
Así, pues, si los productos presentes no son sólo resultado del
proceso de trabajo, sino también condiciones de existencia de él,
por otra parte, la única manera de mantener y realizar como valo
res de uso esos productos de trabajo anterior es lanzarlos al proce
so de trabajo, tenerlos en contacto con trabajo vivo.
E l trabajo desgasta sus elementos materiales, su objeto y sus
medios, los devora y es, por lo tanto, también proceso de consumo.
Este consumo productivo se distingue del consumo individual por
el hecho de que el último consume los productos en cuanto medios
de vida del individuo vivo, mientras que el primero los consume
como medios de vida del trabajo, de su fuerza de trabajo en obra.
Por eso el producto del consumo individual es el consumidor m is
mo, mientras que el resultado del consumo productivo es un pro
ducto distinto del consumidor.
E n la medida en que su medio y su objeto son ellos mismos ya
productos, el trabajo consume productos para producir productos,
o bien usa hasta agotarlos productos como medios de producción
de productos. O riginariamente el proceso de trabajo procede sólo
entre el ser humano y la tierra que existe sin intervención suya; y
hoy siguen sirviendo en ese proceso medios de producción presen
tes de modo natural, que no representan ninguna combinación de
material natural y trabajo humano.
E l proceso de trabajo, tal como lo hemos expuesto en sus m o
mentos simples y abstractos, es actividad finalística para la pro
ducción de valores de uso, apropiación de lo natural para necesi
dades humanas, condición general del intercambio material entre
el ser humano y la naturaleza, eterna condición natural de la vida
hum ana y, por lo tanto, independiente de toda form a de esa vida,
com ún por igual a todas sus form as de sociedad. Por eso no nos
ha sido necesario presentar al trabajador en su relación con otros
trabajadores. Bastaba con el ser hum ano y su trabajo por un lado,
y la n aturaleza y sus m aterias por el otro. D el mismo modo que
por el sabor del trigo no se puede saber quién lo ha cultivado, así
tam poco se puede percibir en ese proceso las condiciones en las
cuales discurre, si bajo el látigo brutal del capataz de esclavos o
bajo los ojos temerosos del capitalista, si lo ha ejecutado C inci-
E l funda men to de la crítica 93
C O M PRA Y VE N TA
D E LA F U E R Z A D E T R AB AJO *
95
96 Textos selectos
m u lad a bajo la for m a del peonaje. M e di a n te ant ici pos q u e se han de rest it ui r
en trabajo y q u e pasan de ge n eració n a ge n eraci ó n, no sólo el t ra bajad or i n d i
vi d u al, si no i ncl uso su fa m i l i a se co n vi er te n de hecho en p ro pi e da d de otras
personas y de las fa m i li as de éstas. Ju ár e z abol ió el peonaje. E l l la m a d o e m p e
rad or M ax i m i l i a n o lo rei nstauró por u n decret o q ue fue acer ta da m e n t e d e
n u nciado en la C á m a r a de Represen tan tes de W as h i n gt o n l la m á n do lo decret o
de re i nsta uración de la esclavit ud en M éxico. « D e mis p art iculares habi li dades
corporales e i ntelect ual es y de mis posi bi li dades de act ivi d ad p uedo [...] e n aje
nar a otro u n uso l i m it a do en el ti e m po, p or q ue graci as a esa l i m i tació n cobra n
una relaci ón ext er na con m i t ot ali dad y ge neral i d a d. C o n la e najen ació n de
todo m i ti e m po concreto p or el trabajo y la t ot ali dad de m i p ro d ucci ó n co n ve r
tiría en p ro pi e da d de otro lo sustanci al de ella, m i activid ad y real i da d ge n eral,
mi p erson ali da d» ( H ege l, Philosophie des Rechts [F il osofí a del D erech o], B e r
lí n, 1840, pág. 104, § 67).
98 Textos selectos
que tiene que ser repuesta. Ese gasto aum en tado ocasiona una ab
sorción aumentada.29 Si el propietario de la fuerza de trabajo ha
trabajado hoy, tiene que poder repetir mañana el mismo proceso
en las mismas condiciones de fuerza y salud. Por lo tanto, la suma
de los medios de vida tiene que bastar para mantener al individuo
trabajador, como individuo trabajador, en su estado vital normal.
L as necesidades naturales mismas — como la alimentación, el
vestido, la calefacción, la vivienda, etc.— son diferentes según las
peculiaridades climáticas y otras características naturales de un
país. Por otra parte, la extensión de las necesidades llamadas im
prescindibles y el modo de su satisfacción son a su vez producto
social y dependen, por lo tanto, en gran parte del estadio cultu
ral de un país, entre otras cosas y esencialmen te también de las
condiciones bajo las cuales y, consiguientemente, las costumbres
y aspiraciones vitales con las cuales se ha constituido la clase de
los trabajadores libres.30 A l con trario de lo que ocurre con las
demás mercancías, la determ inación del valor de la fuerza de
trabajo contiene, pues, un elemento histórico y moral. Pero, de
todos modos, la am plitud media de los medios de vida necesarios
está dada por un país determinado en un período determinado.
E l propietario de la fuerza de trabajo es mortal. Por lo tanto,
si su aparición en el mercado ha de ser continua, como lo pre
supone la continua conversión de dinero en capital, entonces el
vendedor de la fuerza de trabajo se tiene que eternizar «como se
eterniza todo individuo vivo, por procreación».31 Las fuerzas de
trabajo sustraídas al mercado por el desgaste y la muerte tienen
que ser constantemente sustituidas por un número al menos igual
de nuevas fuerzas de trabajo. L a suma de los medios de vida ne
cesarios para la producción de la fuerza de trabajo incluye, pues,
los medios de vida de los hombres sustitutos, esto es, de los hijos
de los trabajadores, de tal modo que se eternice en el mercado de
mercancías esta raza de peculiares poseedores de mercancías.32
panaderos (pág. x x x n del Report del co m isar i o del gob ier n o H . S. T re m e n h ee-
re sobre las Grievances complained o f by the journeymen bakers, etc., Lo n d res,
1862). Est os undersellers ve n d e n, casi sin exce pci ó n, pan falsificado p or a d j u n
ción de al u m b re, jabó n, potasa p u ra, cal, p ie d ra m o l id a del D er b ysh i re y otros
se mejantes i ngredi en tes agrad abl es, n u tr i tivos y sanos. ( Véase el li bro a z u l a n
tes cit ado, así co m o el i n for m e del Committee o f 1 885 on the Adulteration o f
Bread y el li bro del D r. H assa l l ,Adulterations Detected, 2.a ed., Lo n d res, 1861.)
Si r Jo h n G o r d o n declaró ante el co m i té de 1885 q ue «a consecue nci a de esas
falsificaciones, el pobre q ue vive de dos li bras de pan al dí a no reci be a hora ni
la cuart a parte de la sustanci a n u t r it iva, d eja n d o de lado los efectos dañ i nos en
su sal u d». T re m e n h eere (loe. cit., pág. x l v i i i ) ad uce, co m o ra z ó n de q ue «u na
gr a n d ísi m a parte de la clase o brera», pese a estar bien i n for m a d a de las falsifi
caciones, carga con el al u m b re, la p ie dra m o l id a, etc., el hecho de q ue p ara
ellos es «u na necesi dad t o m ar del p an ad ero o del chandler’s shop el pan q ue
éstos q u i era n d arl es». C o m o los obreros no cobra n hasta el fi nal de la se mana
de trabajo, ta m p oco p ued en «p aga r hasta el fi n de la se mana el pan consu m i d o
p or sus fa m i l i as»; y añade T re m e n h eere, a d uci en do declaracio nes de testigos:
«E s notori o q ue el pan p rep ara do con esas m e zclas se hace a propósit o p ara ese
tipo de cli ent es» («I t is notori ous t hat bread co m p osed o f those m ix t ures, is
m a de expressly for sale in this m a n n er»). « E n m uch os dist ri tos agrar ios i ngl e
ses» (y au n más en los escoceses) «el salario de los t rabajadores se p aga q u i nce
n al me nte y hasta m e nsual m en t e. C o n esos al ejados plaz os de p ago, el t r a b aja
d or agrícola tiene q ue co m p r ar sus m erca ncías de fi ado... T i e n e q ue p agar
preci os más altos y está de hecho at ado a la ti en da q ue le fí a. Y así, p or eje m p lo,
en H o r n i n gsh a m , en W i l ts, d on d e el p ago del salario es me nsu al, la m ism a
h ari n a q ue en otros l ugares los t rabajadores p aga n a 1 sh. 10 d. el stone les
cuesta 2 sh. 4 d. el stone » (Sixth Report on Public H ealth by The Medical Officer
o f the Privy Council, etc., 1864, pág. 264). «L os est a m p adores de algo dó n a
m a n o de Paisl ey y K i l m a r n oc k » (Escocia occi den t al) «i m p usi ero n en 1853
me di an te u n stri\ e la re ducció n del p laz o de p ago de u n mes a dos se m anas»
(Reports o f the lnspectors o f Faetones fo r j is t Oct. 1 853, pág. 34). O t ro a m abl e
d esar rol lo del créd it o o t orgad o por el o brero al capit al ista p uede considerarse
el mé to do q ue p ractican m uch os propi etar ios i ngleses de m i nas, q u e consiste
en p agar al o brero al fi nal del mes, facil itá n dol e entre p ago y p ago ant ici pos, a
m e n u d o en m erca ncí as q u e el o b rero ti ene q u e p agar p or e nci m a de su p re
cio de m erca d o (Trucksystem) . «L os d u e ñ os de las m i n as de car bó n p ract ica n
cor r i e n te m e n t e el p agar u n a v e z al mes y d a r a sus o breros, al fi nal de cada
se m a na i n ter me d ia, u n adelanto. Est e ade la nto se abona en ti en das» (en el
tommy-shop, o sea, el te n d ucho al p or m e n or p ropi ed ad del d u eño m ism o de la
mi na). «L os h o m bres percibe n el ad elan to en u n lado de la ti e n da y lo gastan
en el o tro» (Childrens Employment Commission, III. Report, Lo n d res, 1864,
pág. 38, n. 192).
E l funda men to de la crítica 10 5
E L H A M B R E V O RAZ D E PL U ST R A B AJO *
60 minutos
»Los sábados
del l ibrecam bi o, tan voceras com o ci en tífica me nte míseros. Por lo de más, si
I ngla t er ra aparece aq u í en p r i m er t ér m i no es sólo p or q ue representa clásica
men te la p rod ucci ó n capit al ista y es el ú n ico país q ue posee u n a estadística
ofici al me nte segu i da de los te mas tratados.
47 «Suggest i o ns etc. by M r. L . H o m e r, I nsp ector o f F a e t o n es», en el F a e
tones Regulation Act. Ordered by the House o f Commons to be printed 9. Aug.
45
i 8 59 > Págs- “ -
48 Reports o f the Insp. o f F a c .fo r the halfyear, Oct. 1856, pág. 35.
49 Reports, etc., joth A pril 1858, pág. 9.
E l funda men to de la crítica
bió den u nci as segú n las cuales los propi etarios de 8 gran des fábricas cercanas a
Ba d ey habí an violado la ley fabri l. U n a parte de esos caballeros fue acusada de
haber agotado en el trabajo a 5 m uchachos de entre 12 y 15 años de edad, sin
per mi ti rles más descanso q ue el de las com i das y u n a h ora de sueño a medi a
noche, desde las 6 de la m a ñan a del vier nes hasta las 4 de la tarde del sábado
siguiente. Y esos ni ños tenían que ejecut ar sus 30 horas de trabajo en la shoddyho-
le, co mo se l lam a la covacha en qu e se rasgan los retales de lana, en medi o de u na
at mósfera de polvo, basuras, etc., que obliga i ncl uso a los adultos a atarse pañ ue
los a la boca para defensa de los pul mones. L os señores acusados aseguraro n en
l ugar de j u rar — pues siendo cuáqueros eran ho m bres de religiosidad d e m asia
do escrupulosa para j u rar— que, en su gra n m isericordia, habí an per m i ti do a
los ni ños d or m i r 4 horas, pero que los cabezotas de los ni ños no q uer ía n de
n i ngu n a m a nera irse a d or m i r. L os señores cuáqueros f uero n con denados a
21 libr. est. de m ul ta. D r yd e n t uvo la p re mo n ició n de esos cuáqueros:
U n z or ro sa n t urró n
m i ente co m o el de mo ni o, pero t eme jurar,
parece u n peni tente, pero la n z a
de reojo m i rad as de codici a,
a u n q u e n u nca se at reve a pecar
sin h aber dich o antes sus oraciones.
54 Rep. etc. 3 rst. Oct. 1856, pág. 34.
55 Loe. ci t., pág. 35.
56 Loe. ci t., pág. 48.
57 Loe. cit.
58 Loe. cit.
E l funda men to de la crítica
L A L U C H A P O R L A JO R N A D A D E T R A B AJO N O R M A L*
63 «E n n uest ros anteri ores i nfor m es he mos re p rod uci d o las afi r m acio nes
de vari os fabrica ntes exp er i me n ta d os segú n las cuales las h oras adicio nales [...]
tienen sin d u d a el p el igr o de ago tar p re m at u ra m e n t e la f u er z a de t rabajo del
h o m bre» (loe. cit., 63, pág. x m ).
n8 Textos selectos
sición de las ad m i nist raci o n es locales de pobres. E l señor A . Re dgr ave, i nspec
tor fab ri l, asegura q ue esta ve z el siste ma por el cual los h uérfan os y los hijos
de los pobres se considera n «por l ey» apprentices (apren dices) «n o fue aco m p a
ñ ad o por los viejos ab usos» (sobre esos «a busos», cf. E nge ls, loe. cit.), a u n q ue
en u n caso, de todos m odos, «se ha ab usado del siste ma respecto de m uch achas
y m ujeres jóvenes ll evadas a La ncash i re y C h esh i re desde los distri tos agr íco
las de Escoc i a».
Segú n ese «sist ema el fab rica n t e concluye u n con t rat o con las a ut ori da des
de las Casas de pobres por d e ter m i nados perí odos. A l i m e n t a, viste y al oja a los
ni ños y les d a u nas p eque ñas sobras en di nero. L a o bservació n sigui ente del
señor Re d gra ve resul ta curi osa, sobre todo si se tiene en cuent a que el año 1860
es ú n ico i ncl uso entre los años prósperos de la i n d ust ri a algo do nera i ngl esa y
q ue, ad e m ás, los salarios estaban altos p or q u e la ex t raor d i n ar i a d e m a n d a de
t rabajo tr o pe z ab a con despo bla m i en t o en I r la n d a, e m igraci ó n sin precedent es
a A ust r al i a y N o r t ea m ér ica en los distritos agrícolas i ngleses y escoceses, d is
m i n ució n neta de la poblaci ón en algu n os distri tos agrícolas i ngleses, en parte
p or q ue ya antes se habí a consegu id o fe li z me n te q u e b rar la f u er z a vit al, en
part e p or qu e los com erci an t es en car ne h u m a n a habí an agot a do ya toda la
poblaci ón dispo nible. Pues bi en, pese a ello, el señor Re d gra ve dice: «Est e tipo
de t rabajo» (el que real iza n los ni ños de los hospicios) «n o se busca más que
cu an do no se p uede enco nt rar otro, pues es t rabajo caro (highpriced-labour). E l
salario cor rien te p ara u n joven de 13 años es a pr oxi m a d a m e n t e de 4 sh. se m a
nales; pero no se p ued e al ojar, vestir, al i m en t ar, pr oveer de ayu d a m éd ica y de
vigi la nci a a d ecu ad a a 50 o 100 chicos así, y e nci m a d arl es u na p eq ue ña co m
pensaci ón de d i nero, por 4 sh. se manal es por cab e za» {Rep. o f the Insp. o f F a e
tones fo r ^oth A pril 1860, pág. 27). E l señor Re d gra ve se o lvi d a de deci r có mo
consigue darl es todo eso el t ra baja dor m ism o a sus hijos p or 4 sh. D e salario, si
no p uede hacerl o el fab rica nte p ara 50 o 100 chicos que vive n, se al i m en ta n y
son vigi la d os ju ntos. Para evi t ar falsas i nferencias del texto he de a dver ti r que
la i n d ust ri a algo do nera i ngl esa se tiene q ue considerar co m o la i n d ust ri a eje m
plar de I ngla t er ra desde su so m et i m i en t o al factory act de 1850, con su regu la
ción del t ie m po de trabajo, etc. E l t rab aja dor i ngl és del algo dó n se e ncue ntra
desde todos los p u n tos de vista m ejor que su co m p a ñ er o de desti no co n t i ne n
tal. «E l t rab aja dor fabri l p rusian o t rabaja por lo menos 10 h oras más a la se
m a n a que su rival i ngl és, y si t rabaja con telar propi o en casa, desaparece i n
cl uso ese l í m it e de sus h oras de trabajo a ñ a di das» {Rep. o f Insp. o f Fact. j is t
Oct. 1 855, pág. 103). E l cit ado i nspector fab ri l Re d gra ve viajó p or el con t i nen
te después de la exposició n i n d ust ri al de 1851 sobre todo por F r a n ci a y Prusia,
p ara est udiar las con dici ones del trabajo fab ri l en esos países. D ice del obrero
de fáb rica pr usi ano: «Recib e u n salario sufici ente p ara p rocurarse u n a al i m e n
taci ón sencil la y el escaso con fo r t al que está acost u m b rad o y con el q ue se
contenta... V i v e peor que su rival i ngl és y t rab aja más d u ra m e n te que é l» {Rep.
oflnsp. ofF act. j / s t Oct. 1 853, pág. 85).
E l funda men to de la crítica 121
una a otra, cogidas del árbol aún in m aduras, por así decirlo.70 Es
verdad que, por otro lado, la experiencia m uestra al observador
inteligente lo rápida y profundam ente que la producción capita
lista — la cual, dicho históricamente, data de ayer— ha aferrado la
energía del pueblo por su raíz vital, que la degeneración de la po
blación industrial se hace más lenta sólo por la constante absorción
de elementos vitales espontáneos del campo, y que incluso los
trabajadores rurales, a pesar del aire más lim pio y del principie o f
natural selection , que tan om nipotentemente im pera entre ellos
y sólo deja sobrevivir a los individuos más robustos, em piezan a
agon izar.71 E l capital, que tan «buenas razones» tiene para negar
los sufrim ien tos de la generación de obreros que le rodea, no se
encuen tra, en su m ovim ien to práctico, ni más ni menos deter
m inado por la perspectiva de una fu tura descomposición de la
hu m an idad y una despoblación finalmen te irrefrenable que por
la posible caída de la T ierra sobre el Sol. T am bién en cualquier
especulación con acciones sabe todo el m undo que los vientos
tendrán que cam biar un día u otro, pero cada cual confía en que
se lleve la casa del prójim o después de que él mismo haya re
cogido la lluvia de oro y la haya puesto a buen recaudo. Aprés
moi le déluge es la exclamación favorita de todo capitalista y de
toda nación de capitalistas. Por eso el capital no tiene en cuenta
la salud y la duración de la vida del obrero si la sociedad no le
obliga a tenerla en cuenta.72 E l capital contesta a las quejas sobre
70 «Est as personas agota das por el trabajo m u ere n con ra p i d e z aso mbrosa;
pero los puestos de los q ue sucu m be n se cubre n de n u evo en segu i da, y el fre
cuente ca m b io de personas no p r od uce n i ngu n a al teración del escenari o» (E n -
55
gland and America , Lo n d res, 1 8 3 3 , 1 . 1, pág. ; aut or: E . G . W a k ef i e l d).
71 V . Public H ealth Sixth Repon o f the M edical O jficer o f the Privy Coun-
cil, 1863. P u b l ica d o en L o n d res en 1864. Est e repon tra ta p r i nci p a l m e n t e de
los t ra b aja d ores agr íco las. «Se ha p rese n t ad o el co n d a d o de Su t h e r la n d
co m o m uy m ej ora d o, p ero u n a i n vest igaci ó n reci e n t e ha d escub i ert o q u e en
dist ri tos a n t ig u a m e n t e m u y cél eb res p or sus h er m osos h o m b res y val ie n tes
sol dados los h ab it a n t es h an d ege n e ra d o en u n a ra z a d é bi l y a t rofi a d a. E n
l ugares de lo m ás sano, la d eras de col i nas fre n t e al m a r, los rost ros de sus
ni ños son d e lga d os y p ál i dos co m o p u e d a n serl o en la vici a d a a t m ósfera de
un cal l ejó n l o n d i n e nse» (T h o r n t o n , loe. cit., p ágs. 74, 75). Se p arece n, en
efecto, a los 30.000 «gal la n t h ig h la n d e rs» q u e G l asg o w e m b u t e, j u n t o con
p rost it utas y ra t er os, en sus wynds y closes.
72 «A u n q u e la salud de la población es u n ele mento tan i mportant e del ca
pital nacional, t eme mos que haya que confesar q ue los capitalistas no están d is
puestos a conservar ese tesoro y consi derarlo en su valor... H a habi do que i m p o
ner a los fabricantes el respeto a la salud de los obreros» {Times, 5 nov. 1861).
122 Textos selectos
76 [J. B. Byles], Sophims o fF re e Trade, 7.a ed., Lo n d res, 1850, pág. 205. Por
lo d e m ás, este m ism o tory reconoce que «p or u n largo perí od o de 464 años
est u vi er o n vige n t es d isp osicio nes del Pa r la m e n t o q u e regu la b a n los salarios
co n t ra los o breros, a favo r de los q u e e m p l ea b a n el t ra bajo. L a p ob laci ó n
a u m en t ó. Esas leyes se h ici ero n e nto nces su p erfl uas y m o lestas» {loe. cit.,
pág. 206).
77 J. W a d e observa con ra z ó n sobre este estatuto: «Se despre nde del esta
tuto de 1496 q ue la al i m en t ación se considera ba equ ival en te de 1/3 de los i n
gresos de u n art esano y 1/2 del i ngreso de u n t rab aja dor agrícola, y eso i n dica
m ayor i n dep en d encia de los t rabajadores que la que p red o m i n a ah ora q ue la
al i m en tació n de los t rabajadores de la agr icu l t u ra y la m a n u fact u ra consti tuye
u na p roporci ón m uch o m ayor de sus salarios» (J. W a d e, loe. cit., págs. 24, 25 y
577). U n vist a zo de lo más su perfici al al Chronicon Preciosum, etc., del obispo
F l ee t w o o d , i . a ed., Lo n d res, 1707; 2.a ed., Lo n d res, 1745, basta para refu tar la
opi ni ó n de que la d ifere nci a se debe, acaso, a la d ifere nci a en la relaci ón de
preci os entre al i men t os y ropa de ah ora y de entonces.
E l funda men to de la crítica I25
L o s t r a b a ja d o r es (l a b ou r i ng m en , q u e p r o p i a m e n t e q u e r í a d eci r
e n t o n ces t r a b a ja d o r es agr íco l as) t r a b a j a n 10 h o ras d i a r i as y t o m a n
20 c o m i d as se m a n al es, a sa ber, tres d i a r i as los d í as d e t r a b a jo y d os
los d o m i n g os; p o r l o q u e se ve c l a r a m e n t e q u e si q u isi e r a n a y u n a r el
v i e r n es p o r la n och e y t o m a r la c o m i d a d e m e d i o d í a e n h o r a y m e d i a,
p a r a la c u a l n ecesi t a n a h o r a d os h or as, d e las 11 a la i d e la m a ñ a n a , si,
p u es, t r a b a j a r a n 1/20 m ás y co m i e r a n 1/20 m e n os, se p o d r í a a p o r t a r la
d é c i m a p ar t e d e l i m p u est o a r r i b a c i t a d o .78
S i se c o n si d e r a i n st i t u ci ó n d i v i n a sa n t i f i ca r el sé p t i m o d í a d e la se
m a n a , eso i m p l i c a q u e l os d e m ás d í as d e la se m a n a p e r t e n e ce n al
t r a b a j o [q u i e r e d e c i r al c a p i t a l , c o m o se v e r á e n se g u i d a], y n o se
p u e d e a c u sa r d e c r u e l d a d e l q u e se i m p o n g a ese m a n d a m i e n t o d i v i
n o ... L a h u m a n i d a d e n g e n e r a l se i n c l i n a p o r n a t u r a l e z a a la c o m o
d i d a d y la p e r e z a , d e l o q u e t e n e m os fa t a l e x p e r i e n c i a e n la c o n d u c t a
81 Post l et h wayt, loe. ci t., «F i rst Pre l i m i n a ry D isco u rse», p ág. 14.
128 Textos selectos
d e n u est r o p o p u l a c h o m a n u f a c t u r e r o , q u e p o r t é r m i n o m e d i o n o
t r a b a j a m ás d e 4 d í as a la se m a n a, sa lv o e n caso d e e n c a r e c i m i e n t o
d e los v í v e r es... S u p o n g a m o s q u e u n bushel d e t r ig o r e p r ese n t e t o d os
l os a l i m e n t os d e l t r a b a j a d o r , q u e c u est e 5 sh. y q u e el t r a b a j a d o r
g a n e 1 sh. al d í a co n su t r a b a jo . E n t o n c e s n o n ecesi t a t r a b a j a r m ás
q u e 5 d í as p o r se m a n a; y só l o 4 si e l bushel cu est a 4 sh... P e r o c o m o el
sa la r i o d e l t r a b a j o es e n est e r e i n o m u c h o m ás e l e v a d o q u e eso si se
c o m p a r a co n e l p r ec i o d e l os a l i m e n t os, el t r a b a j a d o r m a n u f a c t u r e r o
q u e t r a b a j a 4 d í as p ose e u n e xceso d e d i n e r o c o n el q u e v i v e oci oso
d u r a n t e e l rest o d e la se m a n a... C r e o q u e h e d i c h o l o su fi c i e n t e p a r a
d e j a r e n c l a r o q u e u n t r a b a j o m o d e r a d o d u r a n t e 6 d í as a la se m a n a
n o es n i n g u n a esc l a v i t u d . N u e s t r o s t r a b a j a d o r es a g r í c o l as l o h ac e n ,
y seg ú n t o d a a p a r i e n c i a so n l os t r a b a j a d o r es ( labou ring poor ) m ás
fe l i ces,82 p e r o l os h o l a n d eses l o h ac e n e n las m a n u f a c t u r a s y p a r e ce n
u n p u e b l o m u y f e l i z . L o s fr a n ceses l o h ace n e n la m e d i d a e n q u e
n o se i n t e r p o n e n sus m u c h os d í as d e fi est a [...]83 P e r o n u est r o p o
p u l a c h o se h a m e t i d o e n la c a b e z a la i d e a fi j a d e q u e si e n d o i n gl eses
t i e n e n p o r n a c i m i e n t o el p r i v i l e g i o d e ser m ás l i b r es y m ás i n d e
p e n d i e n t es q u e [l os t r a b a j a d o r es] e n c u a l q u i e r o t r o p a ís d e E u r o p a .
A h o r a b i e n , esa i d e a p u e d e ser d e a l g u n a u t i l i d a d c u a n d o i n f l u y e e n
la v a l e n t í a d e n u est r os so l d a d os; p e r o c u a n t o m e n os la t e n g a n los
t r a b a j a d o r es d e las m a n u f a c t u r a s, t a n t o m e j o r p a r a e l l os m is m os y
p a r a el E s t a d o . L o s t r a b a j a d o r es n o d e b e r í a n n u n c a co n si d e r a rse i n
d e p e n d i e n t es d e sus su p e r i o r es (independent o f their superiors) [...] E s
su m a m e n t e p e l ig r oso a n i m a r al p o p u l a c h o e n u n E s t a d o c o m e r c i a l
c o m o e l n u est r o , e n el q u e 7 d e c a d a 8 p a r t es d e la p o b l a c i ó n t o t al
t i e n e n p o c a p r o p i e d a d o n i n g u n a ...84 L a c u r a n o se rá c o m p l e t a h ast a
q u e n u est r os p o b r es i n d ust r i osos se d i g n e n t r a b a j a r 6 d í as p o r la
m is m a su m a q u e a h o r a g a n a n e n 4 d í as.85
86 An Essay, etc., págs. 242, 243: «Such ideal workhouse must be made a
“House o f Terror” y no u n asilo en el que los pobres reci ben co m i d a ab u n dan t e,
son vesti dos decente y a b r iga d a m e n te y t rab aja n p oco».
87 «I n this ideal wor k h o use the poor shall w o r k 14 h ours i n a d ay, a l l o w i n g
p roper ti eme for meáis, in such m a n n er t hat t here shall re m a i n 12 h ours o f
neat la b our» (loe. cit., pág. 260). «L os franceses — dice— se ríen de n uestras
entusiastas ideas de l i bert ad» (loe. cit., pág. 78).
88 «Se resisten a un t rabajo de más de 12 horas d iar i as p ar t icular me n t e
p or que la ley q ue i m p la nt ó ese n ú m er o de horas es el ú n ico bien q ue les q ue da
de la legislaci ón de la Re p ú b l ica (Rep. oflnsp. ofF act. j ist Octob. 1 855, pág. 80).
L a ley fra ncesa de las doce horas, del 5 de septi embre de 1850, es u n a edici ón
a b u rgu esa da del decret o del gob ier n o p rovisio nal del 2 de m ar z o de 1848; se
aplica a todos los talleres sin dist inci ón. A n t es de esa ley la jor n a d a de trabajo
era en F r a n ci a i li mi ta da. E n las fábricas d u ra b a 14, 15 y más horas. V e r Des
classes ouvriéres en Franee,pendant l ’année 1848, p or M . B la n q u i. E l señor B l a n-
q ui — el eco no m ist a, no el revo l ucio nari o— tenía co nfi ad a p or el go bi er n o la
i nvest igació n sobre la si tuación de los obreros.»
89 Bé lgica m u est ra ser el país mo de lo b u rgu és ta m b ié n respecto de la re
gulaci ó n de la jor n a d a de t rabajo. L o r d H o w a r d de W a l d e n , pl en i pote nciari o
r3 ° Textos selectos
e dad d ura nt e el ti empo q ue sea y las h oras q ue sea. D e cada 1.000 personas
ocu p a d as en e llas 733 son var o n es, 88 m u j e res, 135 m u c h ac h os y 44 m u
c h ach as de m e n os de 16 a ñ os; en los al tos h or n os, e tc., de ca d a 1.000 son
varo n es 668, 149 m u j eres, 98 m u ch ac h os y 85 m uc h ach as de m e n os de
16 años. A eso se aña de un salario bajo p or u n a expl otació n e nor m e de fu erz as
de trabajo m a d u r as y j u v e n i l es, p or t é r m i n o m e d i o 2 sh. 8 d. al d í a p a ra
los h o m b res, 1 sh. 8 d. p ara las m ujeres, 1 sh. 2 1/2 d. p ara los m uch achos.
A ca m b io de eso, n a t u r al m e n t e , en 1863 B é lg ica ha d u p l i ca d o a p r o x i m a d a
m e n t e, en co m p araci ó n con 1850, la ca n t i da d y el val or de su expo rt ació n de
carbó n, h ierro, etc.
95 C u a n d o , p oco después de la p r i m er a d éca da de este siglo, Ro ber t
O w e n no sólo d efe n d i ó t eór ica me n t e la necesi dad de u na re d ucci ó n de la
jor n a d a de t rab ajo, si no q u e, a d e m ás, i m p la n t ó real m e nt e en su fá b r ica de
N e w -L a n a r k la jor n a d a de d i e z h oras, se b u r laro n de su p r oyecto cal ificá n
dolo de ut op ía co m u n ist a, exacta m e n t e igu al q u e de su «co m b i n aci ó n del
t rab ajo p r o d uct ivo con la e d ucaci ó n de los n i ñ os», exacta m e n t e igu al q u e de
las ti en das coo p era tivas de los o breros, a las q ue él di o vi d a. H o y d ía, la p r i
m era ut op ía es l ey fab r i l, la segu n da fig u ra co m o p ala b rer ía ofici al en todos
los «F ac t o r y A c ts», y la t ercera sirve ya i ncl uso de t a p a d era de est afas reac
cio nar ias.
96 U r e , Ph ilosoph ie des M a n uf act ures (t ra d. fr a n c.), P a r ís, 1836 , t. 11,
págs. 39, 40, 67, 77, etc.
97 E n el Co mp t e Ren du d el C o n g r eso Est a d íst i co I n t e r n ac i o n a l de P a
rís de 1855 se lee e n tre o t ras cosas: « L a l ey fra n cesa q u e l i m i t a a 12 h oras
la d u raci ó n del t rabajo d iari o en fábricas y talleres no li m i ta ese trabajo dentro
de de ter m i na das h oras fi jas» (perí odos), «p ues sólo p ara el trabajo de los ni ños
p rescr i b e el p er í o d o q u e va de las 5 de la m a ñ a n a a las 9 de la n och e. Po r eso
u n a p art e de los fa b r ica n t es a p ro vech a el d erech o q u e les d a ese si l encio
ca rga d o de co nsecu e n ci as p a ra h acer t r a b a ja r si n i n t e r r u p ci ó n u n d í a tras
o t r o, tal ve z con la exce pci ó n de los d o m i ngos. U t i l i z a n p ara ello dos equi pos
d ifere n t es de t r a b a ja d o res, n i n g u n o de los cu al es p asa en el t al l er m ás de
12 h or as, y así el est a b l eci m i e n t o f u n c i o n a d í a y n och e. L a l ey q u e d a sa
t isfec h a, pero ¿lo está ta mbi én la vi r t u d de h u m a n i d a d?». A d e m ás de la «des
t r uctora i n fl ue nci a del t ra bajo n oct u r n o en el o rga n ism o h u m a n o» se su b ra
ya t a m b ié n «la fat al i nfl ue nci a de la asoci aci ón n oct u rn a de am bos sexos en
unos m ismos talleres p ál i da me nt e al u m bra dos».
E l funda men to de la crítica 133
L a p r i m e r a y g r a n d e e x ig e n c i a d e l p rese n t e p a r a l i b e r a r el t r a b a jo d e
est e p aís d e la esc la v i t u d ca p i t al ist a es la p r o m u lg a c i ó n d e u n a l e y p o r
la c u a l 8 h o ras co n st i t u ya n la jo r n a d a d e t r a b a jo n o r m a l e n t o d os los
Est a d os d e la U n i ó n n o r t e a m e r ic a n a. E st a m o s d e c i d i d os a co n t r i b u i r
co n t o d a n u est ra f u e r z a a la co nsec u c i ó n d e ese resu l t a d o g l o r i oso .100
98 «Po r eje m p lo, en m i distri to, u n m ism o fabrica nte es, en los m ismos
e d ifici os fa b r i l es, b l a n q u e a d o r y t i n t ore r o so m e t i d o a la L e y sobre b l a n
q u eo y t i n t orer í a, est a m p a d or so m e ti do al Printworks’ Act y finisher de
acu er d o con la “ ley fa b r i l” [...]» (Report ofM r. Baker en Reports etc.for 3 ist Oct.
1 8 6 1 , pág. 20). E l señor B a k e r d ice, tras e n u m e rar las d ifere n t es d isp osici o
nes de esas leyes y la consigui e n te co m p licaci ó n: «Se ve lo d ifícil que tiene que
ser asegu rar la ej ec uc i ó n de esas tres l eyes de l P a r la m e n t o si al p ro p i e t ar i o
de la fá b r i ca le apetece e l u d ir la l ey» (loe. cit., pág. 211) . L o q ue sí está seguro
con eso para los señores juristas son pleitos.
99 Así, fi nal m e nt e, los i nspectores fabri les se at reve n a deci r: «Est as o b je
ci ones» (del ca pi tal co n t ra la l i m i t aci ó n l egal del t i e m p o de tra bajo) «t ie ne n
que i ncl inarse ante el gra n p ri ncip io de los derech os del t rabajo [...] h ay u n
mo men t o en el cual cesa el d erecho del e m p resari o al trabajo de su o brero y
este m is m o p u e d e d isp o n e r d e su t i e m p o , a u n q u e n o se h a y a ago t a d o
t o d a v í a» (Reports etc. fo r 3 1 st Oct. 1862, pág. 54).
100 «N osot ros, obreros de D u n k i r k , declara mos que la d uraci ón del tiempo
de trabajo exigi da bajo el actual sistema es de masiado larga y no deja tie mpo al
t r a b a ja d o r p a ra recu p e ra rse y d esa r ro l la rse, si no q u e lo re b a ja m ás b ie n a
un estado de servi d u m b re que es poco m ejor q ue la esclavit ud (a condition o f
134 Textos selectos
Ja m ás se p o d r á n r e a l i z a r co n p e rsp ec t i v a d e é xi t o m ás p asos e n la
r e f o r m a d e la so ci e d a d si n o se l i m i t a a n t es la j o r n a d a d e t r a b a jo y se
i m p o n e est r i c t a m e n t e el l í m i t e p r esc r i t o .101
servitude but little better than slavery). Por eso resolve mos q u e 8 h oras bastan
p ara u na jor n ad a de t rabajo y tienen q ue ser legal me nte reco nocidas p or sufi
cientes; q u e l la m a m os en n uest ro ap oyo a la prensa, pod erosa palanca [...] y
consi dera mos e ne m igos de la refor m a del t rabajo y de los derech os de los t ra
b aja d or es a t od os los q u e n i eg u e n ese a p oyo» (Reso l uci o n es de los t r a b a ja
dores de D u n k i r k , Est a d o de N u e v a Y o r k , 1866).
101 Reports e tc.for j is t Oct. 1 848 , pág. 112.
102 «Est as i ntrigas» (las man iobras del capital, en 1848-1850 , por ejemplo,
«h an aportado ade más la prueba i rrefutable de lo falsa que es la afi r mació n, tan
a m e n u do presentada, de q ue los t rabajadores no necesitan n i ngu n a protección,
si no que se tienen que est i mar com o poseedores con libre disposición de la ú nica
propi edad que tienen, el trabajo de sus ma nos y el su dor de su frente» (Reports
etc.for ^oth A pril 1850, pág. 45). «E l trabajo libre, si es q ue se le puede l lamar así,
necesita para su protecci ón, i ncl uso en u n país libre, el fuerte brazo de la l ey»
(Reports etc.for j is t Oct. 1864, pág. 34). «Per m i t i r — u obligarl es, que es en rea
li dad lo m ism o— [...] trabajar 14 horas di ari as con co m i da o sin ella, etc.» (Re
ports etc.for *¡oth A pril 1863, pág. 40).
E l funda men to de la crítica 135
103 F r i e d r ich E nge ls, «D i e englische Zeh n tst u n d en bi ll», loe. cit., pág. 5
( O M E 12).
104 E n las ra m as i n d ust r i al es q u e le est án so m et i d as, la l ey de las d i e z
h oras «ha salvad o a los obreros de u na dege neraci ón co m p le ta y ha p ro tegi do
su estado físico» (.Reports etc. fo r ¿ist Oct. 1859, pág. 47). «E l capi tal» (en las
fábricas) «no p uede n u nca m a n t e n er en m ovi m i e n t o la m a q u i n ar i a más allá
de u n p e r í o d o l i m i t a d o si n d a ñ a r a los t r a b a ja d o r es ocu p a d os en su sa l u d
v en su moral; y no se encue n t ra n éstos en posici ón de defen derse ellos m is
mos» (loe. cit., pág. 8).
105 «Sig n if ica u na ven taja t od avía m ayor el que se d ist i nga por fi n clara
m e n t e e n tre el t i e m p o q u e p er t e n ece al t r a b a ja d o r m is m o y el q u e p e r t e
nece a su e m p resar i o . E l t r a b a ja d o r sabe a h o ra cu á n d o t e r m i n a el t i e m p o
q ue ve n d e y e m p i e z a el suyo p r o p i o, y, co m o lo sabe co n ex ac t i t u d an t es,
p u ed e d isp o n er p or a n t ici p a d o de sus pro pi os m i n u t os p ara sus p ro pi os f i
nes» (loe. cit., p ág. 52). « A l co n v e r t i r l os» (las leyes fab r i l es) «e n d u e ñ os de
su p ro pi o t i e m p o, les h a n d a d o u n a e n e rgí a m o ra l q u e les l l ev a p osi b l e
m e n t e a a p o d er arse d el p od er p o l í t ico» (loe. cit., p ág. 47). L os i nspect ores
fab r i l es a p u n t a n con co n t e n i d a i r o n í a y usa n d o ex p r esi o n es m u y p r e c a v i
das q u e la act u al l ey de las d i e z horas li bera ta mbién algo al capit al ista de su
espontánea b ru t al i d a d de m era e n car n ac i ó n del ca pi t al y le h a d a d o t i e m p o
para algo de «f o r m ac i ó n ». A n t es «e l e m p resar i o no t e n í a t i e m p o m ás q u e
p ara el d i n er o, n i el o b rero m ás q u e p ara el t rabajo» (loe. cit., pág. 48).
106 «¡C u á n t o cambiado por e ll o!» (Vi rgil io, Eneida, libro 11, v. 274). (N. de
J acobo Muñoz.)
EL VÍNCULO DE TO D OS LOS VÍNCULOS
E L T IE M P O D E L A V E N A LI D A D U N IV E RSA L*