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Defensoría Penal Adolescente

 De la Responsabilidad Penal en el ámbito del la justicia penal.


 Importancia de los informes del equipo asesor de la justicia penal
juvenil.
 Preeminencia de aplicación de los métodos alternativos de solución
de conflictos.-
 Objetivo de la sanción. Características y distinciones.-
 El sistema de las sanciones previsto en el C.N.A.

DERECHO PENAL DE LA ADOLESCENCIA

1- EL SISTEMA PENAL JUVENIL. Generalidades y particularidades.

¿Qué es la justicia penal adolescente? La justicia penal adolescente


reconoce los derechos y garantías del debido proceso a los adolescentes a
quienes se acuse de haber participado en la comisión de una infracción a la
ley penal.

A fin de dar una mayor protección a los adolescentes, estos derechos y


garantías son reconocidos con mayor intensidad.

La característica distintiva del sistema penal juvenil, es que la sanción


penal debe tener preponderantemente una finalidad educativa y de
inserción social, propiciando que el adolescente repare el daño causado,
realice actividades comunitarias o se capacite profesionalmente y sólo
frente a la comisión de delitos graves se aplique la pena privativa de la
libertad como último recurso y por el tiempo más breve posible.

2- Las garantías del derecho penal juvenil. Principios rectores.

Como es sabido a partir de la ratificación de la Convención de los derechos


del Niño por ley 57/1990 y la promulgación del Código de la Niñez y la
Adolescencia 1680/2001, se produce el cambio de paradigma, con el paso
del modelo de la Situación Irregular al de la Protección Integral, el cual
se halla consagrado en el art. 54 de la Constitución Nacional.-

Características del modelo de la protección integral

- Al menor de edad se le reconocen los derechos y garantías del


derecho penal de adultos.
- Se considera al menor de edad responsable por los actos ilícitos que
realice.
- Se tiene una jurisdicción especializada y autónoma para el
juzgamiento de los delitos cometidos por los menores de edad.
- Se limita al mínimo indispensable la intervención de la justicia
penal.
- Se establece una amplia gama de sanciones (socio-educativas).
- Las sanciones se basan en principios educativos.
- Se reduce al mínimo las penas privativas de libertad.
- Se da atención a la víctima bajo la concepción de la reparación del
daño.
- La sanción tiene una connotación negativa, el menor de edad tiene
que cargar con las consecuencias de sus actos.

En relación con la teoría de la protección integral la doctrina


indica: “Esta nueva concepción considera que el joven adolescente está
sujeto a una regulación especial en todos los ámbitos de su desarrollo, sea
éste social, psíquico o jurídico.

En cuanto al Derecho Penal Juvenil, se ha adoptado una postura


denominada “punitivo-garantista”, debido a que se le atribuye al menor
una mayor responsabilidad, pero, a su vez, le son reconocidas una serie de
garantías sustantivas y procesales que no eran siquiera pensadas dentro de
la concepción tutelar”.

La doctrina de la protección integral recoge un conjunto de


instrumentos jurídicos de carácter internacional que evidencian un salto
cualitativo fundamental en la consideración social de la infancia. Esos
instrumentos jurídicos son:
- La Declaración Universal de los Derechos del Niño de 1959,
- La Convención sobre los Derechos del Niño de 1989,
- Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración
de la Justicia de Menores de 1985 (Reglas de Beijing),
- Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Protección de
los Menores Privados de Libertad de 1990,
- Las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la
Delincuencia Juvenil (Directrices de Riad) 1990.

Es así, como el sistema de Justicia Penal Juvenil, enmarcada dentro


de la doctrina de la protección integral, incluye en su normativa los
principios generales del derecho positivo que en forma explícita incorporan
los instrumentos jurídicos supra citados.
¿Porqué los adolescentes deben tener derecho a una justicia
especializada?

La Convención sobre los Derechos del Niño y las Reglas de Beijing para la
Administración de Justicia de Menores recomiendan la organización de una
justicia especializada para juzgar a las personas menores de 18 años.

Esta Justicia especializada debe contar con recursos institucionales que


permitan una intervención interdisciplinaria para poder determinar medidas
o salidas alternativas a la sanción privativa de la libertad.

La razón de ser está en el reconocimiento de la adolescencia como una


etapa de la vida en la que las personas se encuentran en plena evolución
intelectual, emocional, educativa y moral, sin haber culminado el proceso
de formación para la vida adulta, lo que implica un menor reproche al
joven infractor y la necesidad de buscar alternativa en para la efectiva
inserción social.

Cabe mencionar que la psicología evolutiva entiende que el adolescente


infractor es una persona en desarrollo que no ha tenido tiempo para
interiorizar las normas que rigen la sociedad en que vive.

Esto no significa que sea incapaz de discernir y que, por tanto, resulte
inimputable, sino que, por las razones anteriormente expuestas, la reacción
social frente a sus actos delictivos no debe ser de castigo sin más,
debiéndose procurar su integración social y evitar en todo momento que sea
privado de su derecho fundamental a la educación y la participación en la
vida social.

¿Qué diferencia existe entre el sistema de justicia penal para adultos y


la justicia penal adolescente?

La diferencia radica en que en la justicia penal adolescente prima por


encima de todo la formación y la inserción social del infractor, lo que
obliga a establecer procesos rápidos y a disponer de un amplio abanico de
medidas socio-educativas.

La justicia penal adolescente establece una serie de restricciones, la


detención, la prisión preventiva y la sanción privativa de la libertad de un
adolescente debe ser utilizada como el último recurso para delitos graves y
siempre por el menor tiempo posible.
Otras de las singularidades frente al proceso penal de adultos es una mayor
utilización de salidas alternativas al proceso.

Asimismo, en aras de reducir el efecto de estigmatización del proceso y la


sanción penal el juicio oral no es público y rige la confidencialidad
respecto del nombre del adolescente en conflicto con la ley penal.

¿Por qué la reclusión en un centro de régimen cerrado es una sanción


de carácter excepcional?

La privación de la libertad en un centro de régimen cerrado es una medida


excepcional porque, de conformidad con numerosas investigaciones
llevadas a cabo en población adolescente recluida, el aislamiento de una
persona que está en proceso de formación, lejos de promover cambios
positivos de conducta, contribuye a su desarraigo, a su estigmatización y a
su desocialización.

También se estima que las medidas alternativas facilitan la inserción social


de los adolescentes en un número elevado de casos. El hecho de que se
cuente con su consentimiento y su participación en la elaboración del plan
educativo y con la participación de los padres o representantes y de la
comunidad a lo largo del cumplimiento permiten que el adolescente
infractor reflexione sobre las consecuencias de sus acciones y reciba y se
sienta estimulado ante el reconocimiento que la comunidad le brinda si
cumple con las reglas impuestas.

PRINCIPIOS RECTORES

Con respecto a los principios rectores de la Ley de Justicia Penal


Juvenil, se sostiene que: “Se trata de principios de integración, es decir de
principios que abarcan todos los ámbitos del desarrollo de los jóvenes: el
ámbito social, familiar, psicológico, etc. Estos principios deben prevalecer
y servir de orientación a los operadores jurídicos a la hora de aplicar la
ley”.

Dentro de los principios rectores, el de protección integral del


menor de edad y el del interés superior del niño tienen una mayor
relevancia.
El principio de protección integral del menor de edad viene a
marcar el carácter de sujeto de derecho que tiene la persona menor de edad,
a su vez, le asegura, las garantías penales y procesales, a las que tiene
derecho toda persona que haya sido acusada de un delito, más las que le
corresponden por su especial condición de desarrollo y formación de su
personalidad. De esta manera, el principio de protección integral, busca el
respeto de las garantías del derecho penal juvenil y procesal penal, más allá
de las establecidas para las personas adultas.

Este principio fue establecido dentro del Derecho Internacional de


los Derechos Humanos por la Declaración Universal de los Derechos del
Niño de 1959 de la siguiente manera:

“Principio 2: El niño gozará de una protección especial y dispondrá


de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros
medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y
socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de
libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración
fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.

Principio 7: ….El interés superior del niño debe ser el principio


rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación;
dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres…”

La importancia del principio del interes superior del niño, y su relación con
el principio de protección integral del menor, radica hoy, en que ambos
sitúan al niño como un sujeto de derechos. De tal forma, deberán
respetársele las garantías fundamentales establecidas en la Constitución, en
los instrumentos internacionales ratificados, en la legislación penal y
procesal penal, de la misma forma que a los mayores de edad, pero con
atención esa minoría de edad, que fundamenta el interés superior en su trato
especial.

“…Qué es el interés superior del niño? Es la plena satisfacción de


derechos…es una garantía de la vigencia de los demás derechos
establecidos en la Convención que consagra e identifica el interés superior
con la satisfacción de ellos…”. 23 En el contexto de la definición señalada,
debe existir absoluta equivalencia entre el contenido de interés superior del
niño y la vigencia de sus derechos fundamentales, por ello en materia penal
es muy delicado el tema de su aplicación, no se puede utilizar por ejemplo
para justificar la aplicación de una sanción, porque esta como una pena
tiene una connotación negativa, limita un derecho, el de la libertad y
conforme al modelo de responsabilidad penal, siendo el adolescente sujeto
de derechos y de responsabilidades y es la noción de responsabilidad donde
deben fundamentarse las penas, y no en consideraciones como que le
castigamos por su bien, así no funciona este principio, al menos no es ese
su fin en la Convención. Si puede ser es útil para otras consideraciones
como por ejemplo el fortalecimiento de garantías para limitar el poder
punitivo del Estado, para extender las implicancias y dar matices creativos
para introducir plus de garantías procesales. El citado autor Miguel Cillero
al rechazar la utilización del principio de interés superior para fundar la
aplicación de una sanción es categórico al decir: “…pareciera que la pena
medida (sanción) se impondrá para hacerle un bien al menor y no como
sanción, con lo que reinstala el paradigma tutelar, pero a través de un
fraude de etiquetas…”

Garantías básicas:

Los derechos y garantías básicos y especiales, para el juzgamiento de


las personas menores de edad, han sido reconocidos en varios instrumentos
internacionales, como por ejemplo la Convención sobre los Derechos del
Niño que establece una serie de derechos y garantías procesales que se le
deben respetar a los menores de edad cuando son juzgados, a saber, el
derecho a la inviolabilidad de la defensa, el principio de presunción de
inocencia, el principio de celeridad procesal, el derecho a no declararse
culpable, etc.

También las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la


Administración de la Justicia de Menores, indica la forma en que se debe
llevar el proceso donde este involucrado un menor de edad, a saber, en un
ambiente de compresión que permita que el menor participe en él y se
exprese libremente.

Todas las garantías que conforman el debido proceso deben ser


respetadas, ya que son reconocidas constitucionalmente y por instrumentos
internacionales que han sido ratificados por nuestro y por lo tanto son
obligatorias.

Un proceso con garantías y derechos procesales, le da la seguridad a


cualquier persona acusada de haber cometido una infracción que va a tener
un juicio justo, por lo tanto, va a tener el derecho de ser informado sobre
los hechos que se le imputan; el derecho a la presunción de inocencia; el
derecho a no estar obligado a confesar o a presentar pruebas
incriminatorias; el derecho a una defensa técnica, el derecho a repreguntar
a los testigos, etc.
PRINCIPIO DE JUSTICIA ESPECIALIZADA

Este principio indica es que la justicia penal juvenil es una justicia


especializada dentro de la justicia ordinaria, característica fundamental
dentro del modelo de responsabilidad, por lo tanto, deben de existir
tribunales, fiscales, defensores públicos y policías especializados para que
atiendan de manera exclusiva la materia penal juvenil.

En nuestro país es sabido que este principio no es cumplido


plenamente, puesto que desde la promulgación del C.N.A. hasta la fecha el
avance de la administración de justicia en materia penal juvenil ha sido
exiguo, si bien existen unos pocos juzgados penales de la adolescencia y un
tribunal de apelación especializado, no existen aun tribunales de sentencia
para los correspondientes juzgamientos, ni tampoco juzgados de ejecución
para el control de cumplimiento de las sanciones aplicadas, lo cual
constituye un grave incumplimiento de las directrices internaciones puesto
que es sabido que solo las causas de mayor gravedad son elevadas a juicio
oral y publico y ello implica una eventual aplicación de sanciones mas
gravosas, lo cual efectivamente ocurre sin que los aplicadores de dichas
sanciones tengan la especialización que el fuero requiere, así como también
se tropieza con el mismo obstáculo al momento del control de las sanciones
impuestas, lo cual también riñe con este principio máxime si se considera
que las sanciones impuestas en materia penal juvenil no hacen casa
juzgada, lo cual es una de sus características, pues las mismas pueden ser
modificadas en cualquier estado del procedimiento cuando sus necesidades
y condiciones personales así lo requieran, lo cual debe ser debidamente
analizado por un juez especializado que actualmente no existe.

Amen de la ausencia de una fiscalía especializada en el área, con el


gravamen que ello acarrea al procesado que se ve juzgado las mas de las
veces, como si fuera un sujeto pasivo ordinario dentro del sistema penal, y
cuyas actuaciones violatorias de las garantías del debido proceso son
cargadas a sus espaldas unas veces, por el desconocimiento que existe en
esta materia y otras veces por la nula voluntad de otorgar ese trato
especializado al adolescente en conflicto con la ley que resulta la mayoría
de las veces en un cliente seguro del sistema, que se inicia con una
deficitaria actuación policial que definitivamente desconoce las
limitaciones existentes al momento de efectuar las aprehensiones de
menores.-
En la normativa internacional, la Convención sobre los Derechos del
Niño recoge el principio de justicia especializada en su artículo 40.3 que
dice lo siguiente: “Los Estados Partes tomarán todas las medidas
apropiadas para promover el establecimiento de leyes, procedimientos,
autoridades e instituciones específicas para los niños de quienes se alegue
que han infringido las leyes penales o a quienes se acuse o declare
culpables de haber infringido esas leyes...”. Asimismo, las Reglas
Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de
Menores consagra dicho principio en los artículos 1.6., 2.3. y 221.

La idea de una justicia especializada tiene como objetivo el


cumplimiento de los fines pedagógicos de la ley, ya que las personas
capacitadas en la materia darán una mejor atención a los jóvenes o
adolescentes.

Principio de legalidad

Este principio es una garantía para las personas, ya que es una


manera de poner límites a la potestad punitiva del Estado. A través del
mismo, se garantiza a la persona menor de edad, que las conductas por las
que podría recibir sanción serán sólo aquellas de previo contenidas
expresamente en la ley penal.

Se limita la facultad discrecional del juez de determinar cuáles son


los comportamientos que se pueden considerar delictivos, facultad que
resultaba irrestricta en el antiguo sistema tutelar, superándose de esta
manera las tendencias de un “derecho penal de autor” hacia un “derecho
penal de acción”.

El Estado de esta manera protege a las personas del mismo Derecho


Penal, al establecer, mediante este principio que sólo se considerará delito o
crimen aquellas conductas que la ley penal haya establecido previamente, e
igualmente que sólo podrán imponerse las sanciones de previo instituidas, y
a través de los procedimientos previamente establecidos.

1
“Artículo 1. Orientaciones fundamentales. 1.6. Los servicios de justicia de menores se perfeccionarán y
coordinarán sistemáticamente con miras a elevar y mantener la competencia de sus funcionarios, e incluso
los métodos, enfoques y actitudes adoptados.
Artículo 2. Alcance de las Reglas y definiciones utilizadas. 2.3. En cada jurisdicción nacional se
procurará promulgar un conjunto de leyes, normas y disposiciones aplicables específicamente a los
menores delincuentes, así como a los órganos e instituciones encargados de las funciones de
administración de la justicia de menores...
Artículo 22. Necesidad de personal especializado y capacitado. Para garantizar la adquisición y
mantenimiento de la competencia profesional necesaria a todo el personal que se ocupa de casos de
menores, se impartirá enseñanza profesional, cursos de capacitación durante el servicio y cursos de
repaso, y se emplearán otros sistemas adecuados de instrucción”.
Indica AMADOR BADILLA2 que el principio de legalidad establece
cuatro subprincipios a favor de los menores de edad, que son:

- Garantía criminal o principio de legalidad criminal. Significa que


no es posible castigar como delito una conducta si no ha sido declarada
como tal previamente por una ley (nullum crimen sine previa lege).
- Garantía penal o principio de legalidad penal. Implica que no es
posible imponer una consecuencia jurídica del delito (pena y medida de
seguridad) si esta no se halla prevista previa y expresamente por una ley
(nulla poena sine previa lege).
- Garantía jurisdiccional o principio de legalidad procesal. Esta
afirma que no se puede imponer una pena o medida de seguridad en el
tanto son consecuencias jurídicas del hecho, sino en virtud de una sentencia
firme dictada en proceso penal desarrollado conforme a la ley procesal ante
órgano jurisdiccional competente (nemo damnetur nisi per legale iudicio).
- Garantía en la ejecución o principio de legalidad de la ejecución.
Significa que no puede procederse a la ejecución de una pena o medida de
seguridad sino de acuerdo con las formalidades exigidas por la ley (nulla
poena sine executione).

Con ello se concluye entonces que el principio de legalidad se aplica


en todas las instancias del proceso penal de la adolescencia.-

Tanto la conducta como la sanción deben estar vigentes con


anterioridad a la realización de la conducta. Limita acción punitiva del
Estado. Es importante también la consideración de los criterios de la
medición de la pena, a la luz de este principio. Constitución Nacional: Art.
9:”Nadie será obligado a hacer lo que la ley no ordena ni privado de lo que
ella no prohíbe.” Art. 40.2 Convención: Que no se alegue que ningún niño
ha infringido las leyes penales, ni se le acuse o declare culpable a ningún
niño de haber infringido esas leyes por actos u omisiones que no esté
prohibidos por leyes nacionales o extranjeras. Art. 192 CNA.: Las
disposiciones de este libro se aplicaran cuando un adolescente cometa una
infracción que la legislación ordinaria castigue con una sanción penal.
Derecho al Debido Proceso

Este principio hace una referencia expresa al derecho que tienen las
personas menores de edad a que se les respete el debido proceso desde la
fase de investigación hasta la eventual ejecución de una sanción. El
debido proceso es una garantía fundamental para que se considere un la
2
AMADOR BADILLA, Gary, La Detención Provisional en la Ley de Justicia Penal Juvenil. op. cit.,
pág. 80 y 81.
existencia de un juicio justo. En este sentido se encuentra íntimamente
ligado al Principio de Legalidad.

De esta manera se establece que no puede quedar a la


discrecionalidad del órgano jurisdiccional la determinación del
procedimiento a seguir, previéndose la existencia de un procedimiento
como garantía fundamental a efectos de considerar que se realizó un juicio
justo.

La doctrina ha llegado a reconocer que el debido proceso se


encuentra integrado por una serie de sub- principios y derechos, entre los
que se encuentran: el derecho a justicia, el derecho general a la legalidad, el
derecho a juez especializado, el principio de inocencia, el principio
“indubio pro reo”, el derecho a sentencia justa, el derecho a doble instancia,
entre otros.

El derecho al debido proceso responde a una insalvable garantía


procesal que inspira a la legislación penal juvenil. Que se refiere tanto al
proceso de investigación sobre la culpabilidad y responsabilidad de la
persona menor de edad, como respecto a la imposición de sanciones.

Principio de Inviolabilidad de la defensa

Dentro del sistema penal acusatorio el principio de inviolabilidad de


la defensa es una garantía procesal fundamental. Es indispensable que al
menor de edad se le dote de asistencia letrada (un abogado defensor) en
todos los actos procesales, el cual debe darse desde el momento en que se
inicia la investigación policial. Correlativamente, se crea la obligación del
Estado de proveerle de un defensor público especializado cuando el menor
infractor no tuviere o no pudiere pagar uno particular.

Este principio se encuentra plasmado en el artículo 40.2.b.i.ii de la


Convención sobre los Derechos del Niño, que expresamente indica lo
siguiente: “Que será informado sin demora y directamente o, cuando sea
procedente, por intermedio de sus padres o sus representantes legales, de
los cargos que pesan contra él y que dispondrá de asistencia jurídica u
otra asistencia apropiada en la preparación y presentación de su defensa”.

Sobre el particular TIFFER SOTOMAYOR3 indica que la función


del defensor no puede ser sustituida por sus padres, ni por otros técnicos
3
TIFFER SOTOMAYOR, Carlos, Ley de Justicia Penal Juvenil Comentada y Concordada. op. cit.,
pág. 70.
como, psicólogos o trabajadores sociales; ya que el proceso es legal y la
defensa que se necesita es estrictamente jurídica. Sin perjuicio, de que los
psicólogos y trabajadores sociales sean llamados al proceso, en calidad de
técnicos, cuando el juez considere conveniente.

El principio de inviolabilidad de la defensa también se encuentra


consagrado en la normativa internacional, es así como, la Convención
Internacional de los Derechos del Niño en su artículo 37 inciso d) indica
que: “Todo niño privado de su libertad tendrá derecho a un pronto acceso
a la asistencia jurídica y otra asistencia adecuada…” Asimismo, las
Reglas de Beijing en el artículo 7 inciso 1) prevén el derecho de
asesoramiento, mientras que el artículo 15 inciso 1) expresa que: “el menor
tendrá derecho a hacerse representar por un asesor jurídico durante todo
el proceso y solicitar asistencia jurídica gratuita cuando esté prevista la
prestación de dicha ayuda en el país”.

PRINCIPIOS DE RACIONALIDAD Y PROPORCIONALIDAD

Con el principio de racionalidad y proporcionalidad se procura


mantener un equilibrio entre la sanción impuesta a un menor de edad y el
grado de participación y culpabilidad del mismo, por lo que se deber tomar
en consideración la magnitud del daño causado.

En forma práctica el principio de proporcionalidad significa que


dentro de una pluralidad de medidas posibles y todas adecuadas, se deben
escoger aquellas que menos perjudiquen a la persona condenada y a la
generalidad. Es importante que este principio de proporcionalidad, tenga
vigencia no solo al momento de imposición de la sanción, sino durante todo
el proceso.

Sobre el principio de proporcionalidad el autor AMADOR


BADILLA4 manifiesta que la proporcionalidad será el balance o equilibrio
que deberá existir entre la gravedad de la acción delictiva cometida por
el menor, y la medida cautelar o sanción –dentro de varias posibles-
que se pueda llegar a imponer, de acuerdo a la valoración motivada
realizada por el operador jurídico para unir ambos extremos. En ese
centro de valoración deberán tomarse en cuenta la idoneidad y necesidad
–como subprincipios integrantes del principio de proporcionalidad- en
relación con la importancia de la causa y la pena.

4
AMADOR BADILLA, Gary, La Detención Provisional en la Ley de Justicia Penal Juvenil. op. cit.,
pág. 87 y 88.
El principio de necesidad indica que, de acuerdo con la finalidad
perseguida, entre las posibles medidas a imponer, deberá optarse por
aquélla que menos perjudique los derechos fundamentales del menor,
siendo que la detención del menor de edad deberá ser considerada la ultima
ratio.

El principio de idoneidad hace referencia a la obligatoriedad de


todos los poderes públicos de cumplir, en su funcionamiento los fines que
persiguen, es decir, la idoneidad de un acto será considerada en la medida
en que se adecue a los fines propuestos, por lo que el fin vendría a
justificar la medida.

En la normativa internacional tenemos que el principio de


proporcionalidad se encuentra contenido en los artículos 5.1 de las Reglas
de Beijing, “Artículo 5.1. El sistema de justicia de menores…garantizará
que cualquier respuesta a los menores delincuentes será en todo momento
proporcionada a las circunstancias del delincuente y el delito”.

PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD: “Se identifica con la


prohibición de exceso, y tiene tres dimensiones, a) idoneidad: la medida
tomada se debe adecuar al fin propuesto, b) necesidad: escoger la medida
que menos afecte los derechos fundamentales, c) proporcional propiamente
dicha o razonable: debe existir equilibrio entre intereses enfrentados. En el
derecho penal la pena impuesta debe ser proporcional al hecho cometido.
En el Derecho Penal Juvenil, sin embargo, en razón a sus fines, la pena
puede ser menor que la culpabilidad. Está orientada no solo a la elección a
la clase de pena sino en cuanto a la duración. De esta manera el juez se
convierte en el último garante de los principios del Estado de Derecho.” 27
Reglas de Beijing. 5.1 El sistema de justicia de menores hará hincapié en el
bienestar de éstos y garantizará que cualquier respuesta a los menores
delincuentes será en todo momento proporcional a las circunstancias del
delincuente y del delito. Art. 207 CNA: “A los efectos de la medición de la
medida, no serán aplicables los marcos penales previstos en las
disposiciones del Derecho Penal común. La duración de la medida será
fijada en atención a la finalidad de una internación educativa a favor del
condenado”.
PRINCIPIO DE EDUCACION: La finalidad del proceso es eminentemente
educativa, las medidas que se adopten deben tender a dicho fin.

PRINCIPIO DE HUMANIDAD: Es entendida como el derecho a ser


tratado con dignidad, como derecho inherente al ser humano. El
adolescente debe ser tratado como un sujeto de derechos, lo que implica un
absoluto e incondicional respeto de todos y cada uno de sus derechos.
Así lo prescribe el Art. 40.1 CID.

DERECHO DE PROTECCIÓN A LA INTIMIDAD.

Esto regula el derecho que tiene todo menor de edad, a que se le


respete la esfera de su vida privada y la de su familia, y que se respete su
privacidad, que involucra su nombre, su imagen, su domicilio, su lugar
de estudio o trabajo.

El derecho a la privacidad que reconoce el proceso penal juvenil a


los menores infractores, es una muestra del grado de especialidad que
caracteriza la materia, y por ende, es una excepción al principio de
publicidad procesal del derecho penal de adultos.

Es así, como en materia penal juvenil no se permite el acceso de


terceros al proceso, ya que puede traer consecuencias estigmatizantes y
negativas para el menor infractor.

Dicho derecho se encuentra estipulado en el artículo 40.2.vii de la


Convención de los Derechos del Niño que dice: “Que se respetará
plenamente su vida privada en todas las fases del procedimiento”.

Con fundamento en el derecho a la privacidad ningún registro al


que se pretenda someter al menor infractor, es legal en materia penal
juvenil. También es importante tener presente, que dicho derecho no atenta
contra la libertad de información que tienen los distintos medios de
comunicación colectiva, ya que la prensa puede perfectamente informar los
hechos noticiosos, sin que sea necesario identificar públicamente la
identidad de las personas menores de edad. Consideran ustedes que se
cumple en nuestro país a cabalidad este principio constitucionalmente
contemplado??
El principio de confidencialidad esta íntimamente ligado con el
derecho a la privacidad o protección a la intimidad, ya que trata de proteger
ese ámbito de privacidad que tiene la persona menor de edad, asimismo,
procura que el menor infractor no vaya ha ser afectado en el futuro por una
actuación que realizó con anterioridad.

En relación con el principio de confidencialidad TIFFER


SOTOMAYOR5 señala: “Lo que se busca proteger son los datos de la
persona menor de edad investigada o acusada. Es decir su nombre,
calidades e imagen. No son los hechos cometidos o investigados, sobre los
cuales puede haber interés de terceros e incluso de la prensa en conocerlos
y divulgarlos…La confidencialidad no debe afectar el interés de las partes
y su derecho a estar informados sobre el desarrollo del proceso y sobre las
decisiones que se toman”.

En ese mismo sentido AMADOR BADILLA6 indica lo siguiente:


“…el principio de confidencialidad no sólo abarcará la protección del
expediente, sino su protección se extiende al dato mismo. En otras
palabras, la confidencialidad de los datos debe ser guardada por aquellos
funcionarios y oficinas que los generaron; así, serán confidenciales los
informes de la policía, los partes policiales, los informes psicosociales, y
demás datos que se hayan requerido para gestionar la tramitación de la
investigación y relacionen al menor con ésta”.
3.1.6. PROTECCIÓN A LA INTIMIDAD: Respeto a la vida privada y
familiar del adolescente, que no se divulgue su identidad. Se debe evitar la
publicidad indebida y a que no se publique ninguna información que pueda
dar lugar a la individualización del adolescente que ingresa al sistema
penal. El Art. 40.2.b.vii, de la CIN, consagra el derecho del niño a que se
respete plenamente su vida privada en todas las fases del procedimiento.
Este principio es desarrollado en el Art. 235 CNA, al establecer la reserva
de las actuaciones administrativas y judiciales. El juicio oral no es público,
limita participantes, personas que intervengan durante procedimiento o
asistan al juicio guardaran la reserva y discreción. Igualmente el art. 27 del
CNA establece el secreto de las actuaciones, con las excepciones previstas
en el art. 28, y en el art. 29 prohíbe la publicación por cualquier medio de
comunicación, fotografías o datos que posibiliten identificar al niño o
adolescente, sea víctima o supuesto autor de hecho punible. A diario se
observan violaciones de este principio, con exposición grosera ante la
prensa con permisión de autoridades, por ejemplo adolescentes privados de

5
TIFFER SOTOMAYOR, Carlos, Ley de Justicia Penal Juvenil Comentada y Concordada. op. cit.,
pág. 69.
6
AMADOR BADILLA, Gary, La Detención Provisional en la Ley de Justicia Penal Juvenil. op. cit.,
pág. 128.
su libertad en sede policial y publicados por medios de prensa con permiso
de la autoridad policial, incluso algunos Fiscales intentan incorporar como
medios de pruebas dichas publicaciones, lo que a todas luces son
violatorias del debido proceso.
Por su parte el art. 235 C.N.A.
Juicio oral ni la publicación de resoluciones será público.
Personas que intervengan durante procedimiento o asistan al juicio
guardaran la reserva y discreción, son algunas de las normas relacionadas
con este principio.

PRINCIPIO DE INTERVENCION MINIMA:

La actuación del estado solo resulta tolerable cuando sea estrictamente


necesaria e inevitable para la protección del mismo ciudadano y la
conservación del ordenamiento jurídico.

El derecho penal juvenil propugna la despenalización de los hechos


punibles que no generan gran interés en su persecución, por lo que antes de
acudirse al derecho penal el legislador debe utilizar otros mecanismos
desprovistos de sanción.

PRINCIPIO DE EXCEPCIONALIDAD
C.N. Art. 19. La prisión preventiva sólo será dictada cuando fuese
indispensable en las diligencias del juicio.
C.D.N. Art. 37. Los Estados Partes velarán por que… b. Ningún niño sea
privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el
encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad
con la ley y se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante
el período más breve que proceda.
CADH. Art. 7. Derecho a la libertad personal… 3. Nadie puede ser
sometido a detención o encarcelamiento arbitrario… 5. Toda persona
detenida… tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a
ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad
podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el
juicio.

1. Presupuesto Substancial ,
Elementos de convicción suficientes sobre la existencia un hecho punible
grave ; Hechos suficientes para sostener, razonablemente, la autoría o
participación del imputado; y conjuntamente,
2. Presupuesto Procesal ,
Hechos suficientes para suponer peligro de fuga o
Posible obstrucción de un acto concreto de investigación

Si no se dan ambos presupuestos, la prisión preventiva resulta arbitraria.

Los presupuestos de la prisión preventiva del adolescente


La necesidad de educación
Proteger al adolescente frente a influencias nocivas para su desarrollo
Garantizar las prestaciones necesarias para el sustento del procesado
Peligro presente de la realización de nuevos hechos punibles

PRINCIPIO DE CELERIDAD: Este principio también contempla el


proceso penal ordinario, sin embargo en el proceso penal adolescente, este
principio recobra importancia mayor, atendiendo justamente a la condición
de adolescente. 21En efecto si lo que se quiere es enfrentar al adolescente
sobre las consecuencias de sus hechos, y hacerlo consiente de esto, es
necesario actuar rápido caso contrario se diluye el fin que se quiere lograr.
Asimismo por las características propias de esta franja etaria, requiere
rápida actuación en consonancia a ello la Convención exige: “…que la
causa sea dirimida sin demora…”, Art. 40 .2.b.III, CIN).
En base a la citada disposición, el Juzgado de Garantías Penal de la
Adolescencia, puede hacer una valoración cuando va fijar el tiempo de
investigación, así como cuando analiza los pedidos de prórrogas, conforme
se mostrará en la parte de análisis de casos. También el tema del
procedimiento abreviado, puede ser útil en este sentido, como ampliación
de derechos no como restricción, es decir cuando la defensa lo plantea
luego de una decisión entre representante de la defensa e imputado, con
todas las garantías que conlleva esta decisión y partiendo del principio de
responsabilidad penal ( sujeto de derecho con capacidad suficiente, no un
incapaz, tema sobre el que se ahondará en el punto de análisis de las
estadísticas de casos), puede ser operativo de principios en cuanto a,
primero evitar que el adolescente se someta a un tribunal no especializado,
lo que implica en muchos casos exponerse a recibir sanciones
desproporcionadas y además considerando la saturación de casos en etapa
de juicio oral, que generalmente son celebrados después de un año o más
de elevarse a dicha etapa, este tiempo transcurrido diluye el efecto de
responsabilizar al adolescente de sus actos. Sin embargo repito, debe
considerarse desde la perspectiva de enfoque de derechos, y no sacrificar
un debido juicio oral con todas las garantías en perjuicio del adolescente
basado en simple agilidad procesal, siempre que se va aplicar debe
considerarse que va resultar más beneficiosa su aplicación, teniendo en
cuenta por ejemplo, pruebas abrumadoras de reprochabiliad y baja
expectativa de pena previo acuerdo entre fiscal y defensa.
C.N. Art. 19. ...En ningún caso la misma se prolongará por un tiempo
mayor al de la pena mínima establecida para igual delito, de acuerdo con
la calificación del hecho efectuada en el auto respectivo. C.P.P. Art. 236.
Proporcionalidad de la privación de libertad. La privación de libertad
durante el procedimiento deberá ser proporcional a la pena que se espera.
En ningún caso podrá sobrepasar la pena mínima prevista para cada hecho
en la ley... Art. 252. Revocación de la prisión preventiva. La prisión
preventiva será revocada: ...2. Cuando su duración supere o equivalga al
mínimo de la pena prevista... y, 4. Cuando la restricción de la libertad del
imputado ha adquirido las características de una pena anticipada...

Estadística

Evolución de la utilización del instituto de la prisión preventiva del


adolescente en Paraguay
Año Prisión Preventiva
1995 94%
2004 86%
2009 94%
2014 91.2%

CASO Nº 6. PRINCIPIO DE CELERIDAD. PLAZO RAZONABLE.


“…nos encontramos en el contexto penal adolescente donde las garantías
tienen mayor grado de exigencia, el principio de celeridad…intervención
mínima, lo que implica que los operadores jurídicos, están obligados a
imprimir la máxima diligencia en los casos que involucran a los
adolescentes, a fin de que se pueda lograr en el menor tiempo posible la
conclusión del caso, para así evitar intensificar daños que el proceso penal
de por si importa a toda persona y máxime aun a un adolescente como
sujeto en desarrollo…el art. 40.2) Inc.b) Nral. III)”…Los Estados partes
reconocen el derecho de todo niño de quien se alegue ha infringido las
leyes penales..que la causa sea dirimida sin demora por una autoridad u
órgano judicial competente…”. Asimismo el Art. 16 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público Nº 1562/2000 establece, bajo el titulo de Menores
infractores, que “el Ministerio Público velará porque el desarrollo del
proceso penal no cause mayores daños al adolescente…debemos analizar si
el plazo de prórroga solicitado es razonable… “. Atendiendo a todas las
consideraciones anteriores y a la justificación dada por la representante
fiscal del motivo por el cual no le fue posible concluir la investigación…se
le otorga por única vez la prórroga pero no por el tiempo de cuatro meses
que ha solicitado, sino por el término de un mes, tiempo razonable en el
cual podrá realizar la diligencia que menciona le ha quedado pendiente…”.
A.I.Nº 258/10 Causa Nº 3078/10. MP C/ K.C.N.S/SUP. HP C/ LA LEY
1340. JPA CDE. COMENTARIO: Normalmente en el Juzgado Penal de la
Adolescencia CDE, se otorgan plazos muy cortos de investigación dos
meses, y ante un pedido de prorroga se analiza si el plazo solicitado
conforme a la fundamentación de la solicitud, operativizando así el
principio de máxima celeridad que exige la Convención, al principio les
costó a los Fiscales entender esta lógica luego de varias reposiciones
adversas, y sobreseimientos provisionales que no prosperaron entendieron
la importancia del principio.

PRINCIPIO DE INTERVENCIÓN MÍNIMA Y DE SUBSIDIARIEDAD:


El derecho penal debe tener la característica de ser el último recurso, con
mayor razón aún tratándose de adolescentes. En base a este principio desde
el ámbito legislativo debe aspirarse a la despenalización de hechos punibles
que no generen gran interés de persecución. Además este principio debe ser
la base para acceder a la mayor cantidad de medios alternativos de
conclusión del procesamiento, como la remisión o el criterio de
oportunidad. El Art. 40.3b de la CDN, requiere que siempre que sea
conveniente, se tomen medidas fuera del ámbito judicial, respetando los
derechos humanos y garantías penales. Además conectado a este principio
se encuentra el de subsidiariedad, en el sentido de que la privación de
libertad es el último recurso como sanción, existe un proceso lógico que
debe seguir el Juez, que tiene la finalidad de evitar que la primera respuesta
sea el encierro del adolescente.

PRINCIPIO DE EDUCACIÓN: Este principio es muy sensible en cuanto a


su aplicación al igual que el principio de interés superior del niño. Tiene la
misma lógica, en cuanto a que debería servir para estimular derechos, para
limitar abusos del poder punitivo, es decir tiene que tener una
consideración positiva, no es posible por ejemplo aplicar medidas
privativas de libertad, sin consideración previo a la reprochabilidad y
proporcionalidad, es decir “te encierro no por lo que hiciste, sino porque
necesitas ser (re) educado, (re)socializado”. Art. 206 del CNA. La medida
privativa de libertad consiste en la internación de un adolescente en un
establecimiento especial, destinado a fomentar su educación y su
adaptación a una vida sin delinquir. El autor chileno Jaime Couso, fundado
en este principio, rechaza que el principio educativo pueda fundar la pena,
porque la educación en este contexto no es la educación formal, y se
impone de forma coactiva, por ello no puede fundar la sanción, solo puede
utilizarse legítimamente para limitar la pena, caso contrario se estaría
afectando la dignidad del adolescente.
PRINCIPIO DE ÚLTIMA RATIO DE LA PRISIÓN PREVENTIVA Y
POR EL TIEMPO MÁS BREVE POSIBLE: Si bien este derecho procesal
tiene base constitucional y esta reconocido en todo el proceso penal, sin
embargo, tratándose de adolescentes la excepcionalidad sube de decibel. Es
un tema muy espinoso, de muy difícil abordaje, encontrándose
inconvenientes en la propia norma del CNA, en cuanto a su verdadera
finalidad comparado con todo el ordenamiento positivo, entiéndase
Constitución Nacional, normas de origen internacional como los Tratados
de Derechos Humanos ratificados, y la norma infraconstitucional. Algunas
consideraciones sobre este punto para garantizar su excepcionalidad ya
fueron abordadas en el punto de presunción de inocencia. Sin embargo es
necesario enfatizar que, para su implementación debe partirse siempre del
principio de legalidad en el sentido de que su primer presupuesto debe ser
la existencia de un hecho punible grave, y los elementos suficientes que
indiquen participación, la necesidad de asegurar la presencia por peligro de
fuga o de obstrucción de investigación, estos presupuestos contemplados en
el Art. 242 del CPP, lo que en doctrina se conoce como; Fumus boni iuris
(apariencia de buen derecho), en los dos primeros requisitos mencionados y
que constituyen los presupuestos sustanciales, y el perliculum in mora, el
ultimo presupuesto peligro en la demora, que podría ocasionar la
sustracción del imputado a las resultas del proceso, que es el presupuesto
formal. En cuanto al arraigo y el peligro de fuga, el Código de la Niñez y la
Adolescencia mal o bien tiene un desarrollo sobre el punto, sin embargo
nada dice en cuanto a los dos primeros presupuestos la existencia del hecho
punible grave y la razonable atribución de participación. Sin embargo es
totalmente inadmisible, en el contexto constitucional, sostener la prisión
preventiva como una necesidad educativa, por medidas de protección, o
para evitar comisión de futuros hechos punibles, o bajo el análisis de un
estudio que señala una situación familiar desestructurada, o como
consideración que lo mejor para el adolescente es el encierro en prisión
preventiva. Estos argumentos son violatorios del debido proceso, a no
dudarlo. El tiempo además debe ser el más breve, en cuanto a este punto la
Corte ha establecido que la pena mínima para adolescentes, aún en crimen
es de seis meses, por ello conforme al art. 19 de la CN, el tiempo en prisión
preventiva en ningún caso puede sobrepasarse dicho tiempo. (Acuerdo y
Sentencia Nº 919 del 17 octubre del 2005. “Habeas Corpus reparador
presentado por el Abog. Alipio Reinaldo Ortiz a favor de C.R.H.) Es una
medida cautelar, pues no tiene fin, en si mismo sirve para algo y solo puede
responder a razones cautelares del proceso, y no utilizarse para criminalizar
la pobreza, o como pena anticipada cuando se aplica con fines educativos.
Las finalidades de los arts. 232 y 233 del CNA riñen con los fines
constitucionales previstos en el Art. 19 y 37 inc b) de la CIN. Cafferata
Nores dice: “…Constitucionalmente se admite la posibilidad excepcional
de privar al imputado de su libertad durante el proceso, sólo cuando sea
absolutamente indispensable para asegurar la investigación y la actuación
de la ley legitimándole únicamente como medida cautelar de estos fines del
proceso…”. Si esto funciona como una garantía para los adultos con mayor
razón debe aplicarse en los procesos penales de adolescentes. 22
SENTENCIA MODIFICABLE
Una peculiaridad de este proceso es el hecho de que las medidas adoptadas
pueden ser modificadas en cualquier etapa aun habiéndose dictado
sentencia, la misma hace cosa juzgada formal pero no material, ella puede
ser modificadaza, sustituida o revocada en caso de ser necesario!! Art. 218
CNA.

Establecimiento de la edad: el juzgado debe en caso de desconocerse la


edad del adolescente disponer los mecanismos de verificación y
comprobación de la edad. El CNA dispone además que en caso de duda se
estará por la minoridad. Art. 2°.

RESPONSABILIDAD PENAL requisitos para el procesamiento penal.


Art. 21 C.P. exenta de responsabilidad que no haya cumplido 14 años.

Art. 194 CNA, establece que la responsabilidad penal se adquiere solo si el


adolescente que ha cometido un hecho punible tiene la MADUREZ
PSICOSOCIAL suficiente para conocer la antijuridicidad del hecho
realizado y para determinarse conforme a ese conocimiento, es decir para el
derecho penal de la adolescencia no es suficiente que el autor cuente con la
edad cronológica de 14 años establecida como requisito en el art. 21 del
C.P., sino que además requiere como condición determinante el grado de
desarrollo de su entendimiento que le permita comprender el injusto
material de su actuar, sin ello el mismo no puede penalmente responsable.

A dicho fin resultan fundamentales los estudios psicológicos y


socioambiental que el juzgado de la adolescencia debe ordenar al inicio
mismo del procedimiento, puesto que ellos arrojaran la información
necesaria acerca de las condiciones personales del adolescente al momento
de la comisión del hecho.

Ello es llevado adelante por un equipo técnico multidisciplinarlo,


denominado equipo asesor de la justicia penal juvenil, cuyos informes son
vinculantes en el sentido de que sus recomendaciones son tenidas en cuenta
a lo largo del proceso a fin de ir adoptando las medidas adecuadas a las
necesidades del adolescente procesado.
EL PROCESO PENAL EN ADOLESCENTES INFRACTORES. LA
ESPECIALIDAD COMO FACTOR TRANSVERSAL. El código procesal
penal ordinario ya bajo la influencia de los principios de la Convención de
las NN.UU sobre los Derechos del niño, tiene un capitulo especial para el
procesamiento penal de los adolescentes infractores, que establece
limitaciones a la intervención coercitiva tanto del fiscal como de la Policía
Nacional durante el proceso de investigación, estas medidas fueron
complementadas con las disposiciones y principios establecidos en el libro
V del Código de la Niñez y Adolescencia promulgada por la Ley 1680/01.
2.1 INICIO DE LAS INVESTIGACIONES: Entre las diferencias
sustanciales con el proceso penal en adultos y de adolescentes infractores,
tenemos que el fiscal solo puede decretar la detención de un adolescente en
caso de flagrancia, y de no existir flagrancia la orden de detención debe
emanar del Juez Penal de la Adolescencia, la cual debe ser por escrito.
ETAPA PREPARATORIA: 2.2.1. LA DECLARACIÓN INDAGATORIA.
El adolescente infractor no puede ser indagado por el Agente Fiscal como
si lo hace en lo procesos penal que involucran a adultos, la declaración
indagatoria en materia de adolescentes es solo facultad del Juez Penal de la
Adolescencia; sin embargo esta disposición no obsta que puede ser oído
por el fiscal en virtud del Art. 12 de la Convención de las Naciones Unidas
sobre los derechos del niño, a fin de gerenciar las medidas necesarias para
que éste pueda ejercer todos sus derechos. 2.2.2. LA OBLIGATORIEDAD
DEL ESTUDIO PSICOSOCIAL. ¿QUE SIGNIFICA MADUREZ
PSICOSOCIAL? Según la expresión del Dr. Fresco, este es un termino
inventado por los abogados, imposible de definir, para señalar la situación
integral del adolescente, pues la madurez puede ser analizada en el aspecto
biológico y psicológico. La idea de la protección integral incorpora
diversas dimensiones de la persona: física, psicológica, espiritual. La
madurez psicosocial es una construcción para analizar la situación del
adolescente como sujeto en proceso de desarrollo en forma integral, tanto
su desarrollo biológico como psicológico pero dentro de su contexto social.
Si por la definición de sujeto entendemos estas múltiples dimensiones
integradas en un todo que es la persona, es necesario que la atención
brindada al sujeto contemple la misma integridad. ¿COMO SE
DETERMINA LA MADUREZ PSICOSOCIAL? La madurez psicosocial
se determina a través de estudios realizados por un equipo técnico
multidisciplinario, compuesto por psicólogos, psiquiatras, trabajadores
sociales, quienes dan la información necesaria al Juez para que este evalúe
si el adolescente tenía la condición para conocer a antijuridicidad del hecho
y para comportarse conforme a ese conocimiento. Los técnicos no deciden,
solo dan la información sobre la condición del adolescente y el Juez una
vez reunida toda la información, decide. Sin embargo, la determinación de
la madurez psico social es necesaria desde el inicio mismo de la
investigación para la comisión de un hecho punible cuando es sindicado un
adolescente como autor, pues para realizar cualquier imputación es
necesario establecer que el adolescente tenia condición para conocer la
antijuridicidad del hecho y para comportarse conforme a ese conocimiento,
por ello el Ministerio Publico necesariamente debe contar con un equipo
técnico a quien recurrir en estos casos, debido que la determinación de la
madurez psicosocial es obligatoria, no pudiendo dictarse sentencia valida
sin la realización de este estudio. La obligatoriedad citada se encuentra
identificada en el Artículo 194.- del Código de la Niñez y de la
Adolescencia al disponer: “…DE LA RESPONSABILIDAD PENAL. La
responsabilidad penal se adquiere con la adolescencia, sin perjuicio de la
irreprochabilidad sobre un hecho, emergente del desarrollo psíquico
incompleto y demás causas de irreprochabilidad, prevista en el Artículo 23
y concordante del Código Penal. Un adolescente es penalmente responsable
solo cuando al realizar el hecho tenga madurez sicosocial suficiente para
conocer la antijuridicidad del hecho realizado y para determinarse
conforme a ese conocimiento. Con el fin de prestar la protección y el apoyo
necesarios a un adolescente que en atención al párrafo anterior no sea
penalmente responsable, el Juez podrá ordenar las medidas previstas en el
Artículo 34 de este Código. Este elemento técnico es determinante a fin de
establecer la responsabilidad penal, debido que entre los instrumentos de
desjudicializaciòn del sistema penal adolescente se encuentra el enunciado
por el artículo citado antecedentemente, debido a que un adolescente lo es
al poseer la edad entre 14 años hasta los 18 años, pero en caso de que el
mismo se encuentre en esta franja de edad y el mismo posea desarrollo
psíquico de un niño de 12 años edad el mismo es inimputable, por tanto, es
preponderante y necesaria la realización de este estudio. 2.2.3. EL
ESTUDIO SOCIO AMBIENTAL. Entre las novedades que hacen a la
especialidad del proceso en adolescentes infractores identificamos la
obligatoriedad de la realización del estudio socio ambiental del menor
infractor. Esta obligación del enunciado prescriptivo identificado por el
artículo 427 inc. 8 del Código Procesal Penal es un elemento necesario para
el Juez Penal de la Adolescencia, debido a que este estudio proveerá de
elementos importantes para la decisión de las Medidas alternativas a ser
aplicadas. Con la realización del estudio socio ambiental se busca
identificar las características del grupo familiar en que se desenvuelve así
como también el grupo social que concurre, sin descuidar sus condiciones
de vida en general y de esta manera velar por excluirlo de lugares de riesgo
que generen su distorsión evolutiva. ¿COMO SE DETERMINA LA
RESPONSABILIDAD PENAL DEL ADOLESCENTE? Hemos visto que
el adolescente es penalmente responsable solo si al momento de cometer el
hecho antijurídico tiene la madurez sicosocial suficiente para conocer la
antijuridicidad del hecho realizado y para determinarse conforme a ese
conocimiento. Esto nos lleva a afirmar que para responsabilizarlo
penalmente a un adolescente se debe determinar su madurez sicosocial al
momento de realizar el hecho. Esto se realiza durante el proceso de
investigación por medio del Equipo Técnico que integra la Jurisdicción
Penal Adolescente; también se puede determinar a través de otros peritos
que no sean técnicos, cuando la defensa del adolescente o Juez penal de la
adolescencia así lo requieran. 2.2.4. LAS MEDIDAS PROVISORIAS En el
proceso penal de adultos u ordinario, los imputados en casos de delitos
pueden ser beneficiados con las medidas alternativas a la prisión preventiva
establecida en el artículo 245 del Código Procesal Penal, en contrapartida a
los adolescentes infractores a la ley penal se les debe aplicar las
disposiciones establecidas por el artículo 232 del Código de la Niñez y
Adolescencia, el cual dispone “…LAS MEDIDAS PROVISORIAS. Hasta
que la sentencia quede firme, el Juzgado Penal de la Adolescencia podrá
decretar medidas provisorias con el fin de promover la educación y de
garantizar las prestaciones necesarias para el sustento del procesado. El
Juzgado Penal de la Adolescencia podrá ordenar la internación transitoria
del adolescente en un hogar adecuado, en espera de las medidas definitivas
resultantes del proceso, si ello fuera recomendable para proteger al
adolescente frente a influencias nocivas para su desarrollo y el peligro
presente de la realización de nuevos hechos punibles…”. Si uno se
pregunta cuál es la diferencia de esta innovación en el ámbito especializado
de los adolescentes infractores, lo es la naturaleza de las medidas debido
que en todo momento se busca la protección del sujeto vulnerable
identificado como adolescente, por lo cual, autoriza al Juez Penal de la
Adolescencia hasta la posibilidad de ordenar la internación del Adolescente
en un hogar adecuado. En contra partida se redefine la figura de la prisión
preventiva que esta contemplada en el artículo 242 del Código Procesal
Penal en lo que respecta adulto, estableciendo como significado al
enunciado prescriptivo en las disposiciones del Artículo 233 del Código de
la Niñez y Adolescencia al determinar: - “… La prisión privativa de un
adolescente podrá ser decretada solo cuando con las medidas provisorias
previstas en el Artículo 232, primer párrafo, de este Código no sea posible
lograr su finalidad. Al considerar la proporcionalidad de la medida, se
tendrá en cuenta la carga emocional que la ejecución de la misma implica
para el adolescente. En caso de decretar la prisión preventiva, la orden debe
manifestar expresamente las razones por las cuales otras medidas, en
especial la internación transitoria en un hogar, no son suficientes y la
prisión preventiva no es desproporcionada. En caso de que el adolescente
no haya cumplido diez y seis años, la prisión preventiva podrá ser
decretada por peligro de fuga, solo cuando éste: a) en el mismo
procedimiento ya se haya fugado con anterioridad o cuando realice
preparativos concretos para fugarse; o, b) no tenga arraigo…” Si en el
proceso penal ordinario se considera a la prisión como última ratio, en el
proceso de adolescentes infractores, la misma constituye la última de la
última ratio por su condicionamiento de excepcionalidad, previo a la
imposición de las medidas provisorias citadas antecedentemente. 2.3.
JUICIO ORAL: 2.3.1. DIVISIÓN DEL JUICIO: Sin descuidar que la etapa
intermedia es aplicada en el proceso donde se encuentra imputado un
adolescente, en el análisis de la transversalidad de los Principios de la
Doctrina del Interés Superior, analizamos el juicio oral como otra etapa
procesal donde se identifican disposiciones especiales que diferencian al
proceso penal de adolescentes y el proceso ordinario o de adultos. Entre las
diferencia marcada del proceso ordinario se individualiza a la división
formal obligatoria del juicio oral y público, esta división se produce a los
efectos de imponer la cesura del debate al momento de discutir sobre la
medición de la sanción penal a ser aplicable. 2.3.2. INTERROGATORIO
A MENORES EN LA ETAPA DE JUICIO ORAL: Como se puede
apreciar durante todo el desarrollo de la presente monografía, se ha
destacado la transversalidad de los principios que hacen la doctrina de la
Protección Integral, la cual posee un sustento dinámico en la protección del
Interés Superior, en este aspecto hay que ser tenaces al momento respetar la
protección de los derechos y obligaciones del sujeto en formación
denominado adolescente, quien es protegido por el Código Procesal Penal
al establecer el interrogatorio de menores durante el Juicio Oral y Público
conforme lo dispone el artículo 391 del Código Procesal Penal al establecer
que el “…El interrogatorio de un menor será dirigido por el presidente,
cuando lo estime necesario, en base a las preguntas presentadas por las
partes. El presidente podrá valerse del auxilio de un pariente del menor o
de un experto en psicología u otra ciencia de la conducta…” Esta
obligación en el Tribunal de Sentencia, se establece a fin de no traumatizar
al menor o estigmatizarlo, teniendo presente su evolución personal y como
ser humano. 2.3.3. LAS MEDIDAS DEFINITIVAS. En el proceso penal la
consecuencia de una condena es la aplicación de sanciones, ahora bien, en
relación a los adolescentes infractores se aplican medidas definitivas, las
mismas deben ser aplicadas en una escala de medidas menores a las de
mayor dureza las cuales detallamos a continuación A. MEDIDAS DE
VIGILANCIA, MEJORAMIENTO Y SEGURIDAD Estas medidas se
encuentran normadas por el artículo 198 del C.N.A., las medidas de
mejoramiento, son las de internación en un Hospital Psiquiátrico y el de
Internación en un establecimiento para la desintoxicación. Ahora bien, al
determinar la aplicación de una medida de seguridad la norma establece a
la cancelación de la licencia de conducir. B. PROTECCION Y APOYO La
medida de protección y apoyo podemos identificar dentro de las
disposiciones del articulo 34 del C.N.A., en el cual establece: “…la
advertencia al padre, a la madre, al tutor o responsable; b) la orientación al
niño o adolescente y a su grupo familiar; c) el acompañamiento temporario
al niño o adolescente y a su grupo familiar; d) la incorporación del niño en
un establecimiento de educación escolar básica y la obligación de
asistencia; e) el tratamiento médico y psicológico; f) en caso de
emergencia, la provisión material para el sostenimiento del niño o
adolescente; g) el abrigo; h) la ubicación del niño o adolescente en una
familia sustituta; e,i) la ubicación del niño o adolescente en un hogar. Las
medidas de protección y apoyo señaladas en este artículo pueden ser
ordenadas separada o conjuntamente. Además, pueden ser cambiadas o
sustituidas, si el bien del niño o adolescente lo requiere. Las medidas de
protección y apoyo serán ordenadas por la Consejería Municipal por los
Derechos del Niño, Niña y Adolescente (CODENI). En caso de una medida
señalada en los incisos g) al i) de este artículo, la orden requerirá
autorización judicial...”. Debemos puntualizar que las medidas deben ser
aplicadas en escala. Esta medida, debe ser aplicada primero, dentro del
ámbito familiar, y en segundo lugar, en un hogar sustituto.- C. MEDIDAS
SOCIOEDUCATIVAS Las medidas socioeducativas, se encuentran
normadas en el artículo 200 del C.N.A. las cuales en la medida de la
necesidad el juez puede combinar las aplicaciones, las medidas
socioeducativas, solo pueden ser establecidas por un plazo no mayor de dos
años. D. MEDIDAS CORRECCIONALES Estas medidas son casi las más
severas y se aplican mediante a: La amonestación de conformidad al
articulo 204 del C.N.A, b: resarcir el daño causado, pedir personalmente
disculpas, realizar determinados trabajos, prestar servicios a la comunidad,
pagar dinero a una entidad de beneficencia. (Art. 205 C.N.A.) E.
MEDIDAS PRIVATIVAS DE LIBERTAD Entre las sanciones, más
severas dentro del C.N.A. se encuentra la privación de libertad Art. 206
C.N.A, la cual puede ser aplicada al no dar resultado ninguna de las
anteriormente citadas, ya que la aplicación de las medidas debe ser
obligatoriamente en escala, pudiendo ser en un régimen cerrado Art. 215
del C.N.A y el régimen semi abierto Art. 215 del C.N.A. 2.3.4. EL HECHO
PUNIBLE Antes de adentrarnos al proceso penal en adolescentes
infractores es importante identificar qué es denominado hecho punible, en
este sentido el código penal trae un articulo de definiciones, el Art. 14 que
en su Inc. 1 numeral 6 define el hecho punible del siguiente modo: “…un
hecho antijurídico que sea reprochable y reúna, en su caso, los demás
presupuestos de punibilidad…”. Para comprender la estructura del hecho
punible debemos analizar los elementos de su definición: el primer
elemento es la TIPICIDAD, el hecho debe estar escrito en la norma, es
decir legalmente descrito y conminado con una sanción. HECHO
ANTIJURIDICO: el hecho violatorio de la norma no esta amparado por
una causa de justificación como por ejemplo legitima defensa o estado de
necesidad. REPROCHABLE: es reprochable cuando el autor a) era
consiente o podía serlo, de la antijuridicidad de su conducta; y b) podía
actuar de acuerdo a este conocimiento. Para llegar a la punibilidad se debe
pasar por una serie de filtros sucesivos. El análisis debe seguir pasos
determinados. Recién una vez completado un paso, se puede pasar al
siguiente. Si la conducta no es típica, ya no se puede estudiar si es o no es
antijurídica, Si la conducta típica no es antijurídica, ya no se puede estudiar
su reprochabilidad. Si la conducta típica y antijurídica no es reprochable ya
no se puede estudiar su punibilidad. Para llegar al resultado punibilidad es
preciso haber constatado la existencia de todos los elementos constitutivos
del hecho punible. El hecho es punible cuando el Estado decide aplicar una
sanción a las conductas reprochables. En este orden de ideas es importante
determinar que no todos los hechos punibles son distintos a su calificación
y estos se encuentran reglados por su especie divididos en delitos y
crímenes. A. EL DELITO El código penal hace una calificación de los
hechos punibles en delitos y crímenes. Define el delito como los hechos
punibles cuya sanción legal sea una pena privativa de libertad de hasta
cinco años o multa. B. EL CRIMEN Según esta clasificación del código
penal, crimen son los hechos punibles cuya sanción legal sea una pena
privativa de liberadas mayor de cinco años. Esta clasificación a más de
establecer las diferencias por el grado de reproche también sirve para
determinar las vías de salida del sistema penal, pues conforme al reproche
se establecen también distintos medios conclusivos. Ahora bien, estos
poseen una aplicación diferenciada en el ámbito que hace referencia a los
adolescentes infractores ya que el artículo 207 del Código de la Niñez de la
Adolescencia establece que: “…LA DURACION DE LA MEDIDA
PRIVATIVA DE LIBERTAD. La medida privativa de libertad tendrá una
duración mínima de seis meses y máxima de cuatro años. En caso de un
hecho calificado como crimen por el Derecho Penal común, la duración
máxima de la medida será de ocho años. A los efectos de la medición de la
medida, no serán aplicables los marcos penales previstos en las
disposiciones del Derecho Penal común. La duración de la medida será
fijada en atención a la finalidad de una internación educativa en favor del
condenado…” Estas son solo algunas de las reglas especiales, en realidad
el Código procesal penal establece que para el procesamiento del menor
rigen las regulaciones sobre la materia del Derecho Internacional vigente
en el país, es decir se incorpora como norma procesal, La Convención de
las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. 3.
DESJUDICIALIZACIÓN Pues bien, en este orden de ideas, ya que nos
encontramos situados en el análisis de una Legislación especial, nos
abocamos a desarrollar las “Reflexiones acerca de la desjudicializaciòn del
proceso en adolescentes infractores”; en primer lugar, desarrollaremos las
directrices establecidas en la Ley 1680/01 con el objeto de determinar la
naturaleza de la desjudicializaciòn, y lo que primero nos viene a la mente al
realizar una lectura de la citada ley, la relación que existe con
responsabilidad penal del Adolescente, y en este sentido, nos remitimos
directamente a los contenidos del Art. 194 del C.N.A. “La responsabilidad
penal se adquiere con la adolescencia, sin perjuicio de la irreprochabilidad
sobre un hecho, emergente del desarrollo psíquico incompleto y demás
causas de irreprochabilidad, previstas en el Artículo 23 y concordantes del
Código Penal.” que determina con precisión que la responsabilidad penal se
adquiere con la adolescencia, remitiéndonos esta norma a la Ley 2169/03
que establece en su artículo 1° inc. b que es considerado Adolescente: toda
persona humana desde los catorce hasta los diecisiete años de edad, con lo
cual excluye del proceso penal, sin condiciones a toda persona menor a 14
años, por ser considerado niño. Esta interpretación normativa consideramos
que es el mejor concepto o definición de la palabra desjudicializaciòn en el
sistema de la Niñez y la Adolescencia en Paraguay, el cual obliga por
imperio legal que todo ser humano con la edad menor de catorce años no
sea sometido a un proceso penal. También, es considerada esta
interpretación como la situación de inimputabilidad de los niños.
Asimismo, en este análisis el artículo 194 del C.N.A. establece que un
adolescente no será reprochable cuando al realizarse el hecho no posea
madurez psicosocial, siendo esta otra forma de desjudicializaciòn pero esta
vez de los Adolescentes, estableciendo en el artículo 34 del C.N.A. las
medidas de protección y apoyo.- En lo que respecta al tema en desarrollo
con especificidad a la desjudicializaciòn el Código de la Niñez y la
Adolescencia en el art.249 cuanto sigue: “…Al entrar en vigencia la
presente ley, los Tribunales y la Corte Suprema de Justicia, según el caso,
deberán revisar de oficio la totalidad de los procesos a su cargo, de acuerdo
a las reglas siguientes: a) Los procesos instruidos o resueltos, de menores
en estado de abandono material o moral, peligro o riesgo y demás
actuaciones relacionados con dichos estados o cualquier otro hecho no
regulado como delito o crimen, deberán ser remitidos dentro de un plazo
que no exceda de treinta días a la Secretaría Nacional de la Niñez y la
Adolescencia;.........” . Con lo cual determinar la ley que expresamente
protege con la desjudicializaciòn, a los menores como también es el caso de
comisión de hechos punibles por menores de catorce años a las
CODENIS.- Ahora, bien el sistema establecido por la Ley especial “Código
de la Niñez y la Adolescencia” ha establecido dos etapas de
desjudicializaciòn, la primera, relacionada a los inimputables como lo
hemos desarrollado antecedentemente; la segunda, por su parte hace
referencia a las formas en que los adolescentes de catorce a dieciocho años
que han cometido un hecho punible y han sido procesados o imputados, no
continuen en el proceso hasta una sanción penal, lo cual para su mayor
comprensión la desarrollamos a continuación esquematizando las formas
de desjudicializaciòn en las distintas etapas del proceso penal.- 3.1 ETAPA
PREPARATORIA: La etapa preparatoria se inicia en el Proceso Penal para
Adolescente cuando un menor de entre catorce y diez y siete años, ha sido
imputado por un Agente Fiscal por la supuesta comisión de un hecho
punible.- Durante el plazo de duración de la etapa preparatoria, el Agente
Fiscal podrá solicitar la desjudicializaciòn del procesado adolescente,
utilizando el instituto denominado de remisión, establecido por el articulo
234 del C.N.A. el cual dispone: “… DE LA REMISION: En la etapa
preparatoria, y con consentimiento del Tribunal, el Fiscal podrá prescindir
de la persecución penal, cuando se den los presupuestos señalados en el
Artículo 19 del Código Procesal Penal o cuando hayan sido ordenadas y
ejecutadas las medidas educativas pertinentes. En las condiciones señaladas
en el párrafo anterior, el Juzgado Penal de la Adolescencia podrá prescindir
de la persecución penal en cualquier etapa del procedimiento…”. Esta
salida alternativa al proceso constituye una verdadera innovación, y la
misma posibilita que el adolescente procesado sea excluido de la
persecución penal y no ser parte del traumatizante proceso de punición.
Asimismo, el artículo 242 del C.N.A. otorga las facultades discrecionales a
favor del imputado o procesado adolescente, por parte del Juez Penal del
Adolescente que podrá utilizar a la remisión para la desjudicializaciòn
penal. 3.2. ETAPA INTERMEDIA En la etapa intermedia nos encontramos
con una serie de salidas alternativas al proceso de la niñez y la adolescencia
establecido por el Código Procesal Penal, en los artículos 19 Criterio de
Oportunidad, Articulo 21 Suspensión Condicional del Procedimiento,
Articulo 420 Procedimiento Abreviado y Articulo 311 Conciliación. Y en
el Código de la Niñez y Adolescencia la Remisión establecida en el
Artículo 242.- En este sentido debemos dejar en claro que alentar el
desarrollo de procedimientos de desjudicializaciòn, es importante para
evitar la estigmatización procesal de los adolescentes y estos parámetros
son de vital desarrollo de conformidad a los compromisos asumidos por
medio de los tratados y convenios de rango cuasi Constitucional, los cuales
forman parte activa de nuestro sistema positivo nacional. III.
CONCLUSION En la actualidad se sostienen diferentes posturas o
planteamientos en torno a las características que debe detentar la respuesta
que el estado disponga para asumir el tratamiento de comportamientos
infraccionales o delictivos ejecutados por adolescentes, desde los aspectos
educativos hasta las reglas establecidas para el proceso penal para estos.
Como se ha señalado toda esta tendencia ha sido generada con la
incorporación de los instrumentos internacionales de protección a los
menores y adolescentes. El Código de la Niñez y de la Adolescencia en
función a los parámetros de la Constitución Nacional y estos instrumentos
internacionales ha diseñado un proceso penal, dentro de los limites
garantistas y con sumo respeto y cuidado al Interés Superior del Niño, el
cual, con directivas claras y especiales demuestran un proceso
marcadamente diferente al proceso ordinario de adultos, operando la
intención de garantizar el bienestar y tratando de contrarrestar los aspectos
perjudiciales de la detención fomentando su integración a la sociedad. Con
el presente ensayo no se pretende demostrar innovaciones ya que solo se
desarrolla el proceso penal en los adolescentes, pero lo que si nos permite
el apunte realizado es identificar y discernir que nuestra legislación y la
aplicación no en general pero si en la mayor parte del proceso penal
adolescente, es especial y diferente al proceso ordinario en estricta
protección a los derechos y garantías de los adolescentes
MEDIDAS DE PROTECCION Y APOYO
Y cuando del análisis realizado surge que el adolescente no es penalmente
responsable por la falta de desarrollo completo, se aplica lo dispuesto en el
último párrafo del art. 194 el juez podrá ordenar medidas de protección y
apoyo de conformidad a lo previsto en el art. 34 del CNA.

MEDIDAS CAUTELARES
El C.N.A. no regula el procedimiento de las medidas cautelares de los
adolescentes, por lo que las normas aplicables son las contenidas en la
primera parte del C.P.P., Libro IV “ Medidas Cautelares”, con las
especialidades establecidas en el Titulo IV “ Procedimiento para menores”
del Libro II “ procedimientos especiales”, del mismo cuerpo legal.

Audiencia 427 indagatoria y aplicaron de medidas 242 penal ordinario.

MEDIDAS PROVISORIAS. En el marco de un proceso iniciado a un


adolescente infractor, el juzgado de la adolescencia dispone la aplicación
de las medidas provisorias establecidas en el art. 232 del CNA, que
realizando un paralelismo con el proceso ordinario seria similar a la
aplicación de las medidas previstas en el art. 245 del CPP, pero
destacándose que la naturaleza de las medidas provisorias es distinta pues
la mismas tienen por fin la protección y educación del sujeto vulnerable
identificado como adolescente.
Ej.: a) Supervisión estricta; b) Asignación a una familia; c)
Internación en un Hogar o Institución Educativa; d) Realización de un
tratamiento de desintoxicación, entre otros.
Existe aun mucha confusión entre los operadores del sistema, en cuando a
las medidas a ser aplicadas en este proceso pues en la práctica vemos a
diario los requerimientos fiscales con un escaso manejo de las legislación
especial, fundan enteramente sus pretensiones en la legislación supletoria, y
cuando realizan una interpretación de las medidas lo hacen de modo
erróneo; situación esta que deja al descubierto la necesidad de
especialización de todos los intervinientes en materia de adolescentes; tal
como establece la CDN, jueces (garantías, sentencia, ejecución), fiscales,
policías.

IMPOSIBILIDAD DE APREHENCION SIN ORDEN JUDICIAL

Si bien el código C.P.P., otorga a la policía la facultad a aprehender a una


persona. Art. 239. …3., sin embargo esta facultad no rige cuando se trata
de adolescentes, puesto que el propio C.P.P. establece una clara prohibición
al respecto: Art. 427. …4. Régimen de libertad.

Ambas normas se encuentran en el mismo ordenamiento, tienen la misma


aplicación material, temporal y espacial, pero no afectan al mismo ámbito
de validez personal; ya que los sujetos destinatarios del Art. 427 del C.P.P.,
son específicamente las personas entre 14 a 20 años, inclusive.

En este sentido se ha pronunciado el Tribunal de la Adolescencia:


“ El imputado fue aprendido sin orden judicial, constituyendo este el
primer acto ilegal, dado que en los casos de adolescentes solo podrá ser
privado preventivamente de su libertad cuando fuere sorprendido en
flagrancia o por orden judicial escrita” (A.I. Nº 5, “M.M. S/ Homicidio
doloso”, Tribunal Penal de la Adolescencia de la capital 2004)

ART. 230 CNA establece claramente que a los efectos de la aplicación de


las disposiciones relativas a las infracciones a la ley penal cometidas por
adolescentes, contenidas en la presente ley, la Policía Nacional deberá
disponer de cuadros de personal especializado para desarrollar
efectivamente los objetivos establecidos en ella, mandato legislativo éste al
cual no se ha dado aun cumplimiento en detrimento de los adolescentes
quienes a diario enfrentan el hostigamiento de funcionarios policiales no
capacitados, que permanentemente vulneran sus derechos, existen
situaciones de publico conocimiento que dan cuenta de ello, por lo que se
impone el cumplimiento de prescripto en este art.
LA PRISION PREVENTIVA DEL ADOLESCENTE Y SUS
FUNDAMENTOS

La privación de libertad es EXCEPCIONAL para adultos, con mas razón


en el proceso juvenil, en el que debe limitarse al máximo. (Art. 19 C.N.)

Así también rige en su aplicación el PRINCIPIO DE SUBSIDIARIDAD


en virtud al cual ella ha de ser impuesta solo cuando no existan otras
medidas a través de las cuales se logren los objetivos del proceso o las
mismas no sean suficientes para garantizarlo.

En este fuero se exige para la aplicación de dicha medida, se justifique las


razones por las que se considera que las demás medidas previstas no serian
suficientes para garantizar el proceso.

La privación de libertad como último recurso


Las Reglas de N.U. para la protección de los menores privados de libertad
señalan: Artículo 1: El sistema de justicia de menores deberá respetar los
derechos y la seguridad de los menores y fomentar su bienestar físico y
mental. El encarcelamiento debería usarse como último recurso.
Artículo 17. En la medida de lo posible deberá evitarse y limitarse a
circunstancias excepcionales, la detención antes de la celebración del
juicio. En consecuencia, deberá hacerse todo lo posible para aplicar
medidas sustitutorias... Las Reglas mínimas de N.U. para la administración
de justicia de Menores (Reglas de Beijing) disponen: "Artículo 13.1: Sólo
se aplicará la prisión preventiva como último recurso durante el plazo más
breve posible" "Artículo 13.2: Siempre que sea posible, se adoptarán
medidas sustitutorias de prisión preventiva, como la supervisión estricta, la
custodia permanente, la asignación a una familia o el traslado a un hogar o
institución educativa" "Artículo 17.1.b: Las restricciones a la libertad
personal del menor se impondrán sólo tras cuidadoso estudio y se reducirán
al mínimo posible." "Artículo 17.1.c: Sólo se impondrá la privación de
libertad personal en el caso de que el menor sea condenado por un acto
grave en el que concurra violencia contra otra persona..." Y también la
Convención de los Derechos del Niño establece: "Artículo 37.b) Ningún
niño será privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el
encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad
con la ley y se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante
el período más breve que proceda"

PROPORCIONALIDAD. La medida debe ser estrictamente necesaria e


idónea para contrarrestar el peligro que se trata de evitar.
La proporcionalidad consiste en la prohibición de exceso que obliga a
determinar si la restricción de los intereses individuales guarda relación
adecuada con la importancia del interés estatal que se trata de salvaguardar.

FUNDAMENTACION. El juzgador debe pronunciarse sobre las razones


por las cuales considera proporcionada la medida cautelar y no suficiente
las demás medidas menos lesivas, a través de razones objetivas amparadas
legalmente y debidamente respaldadas en la causa. Es el deber natural de
fundamentación de los jueces con la amplitud y particularidades del
proceso penal juvenil.

CELERIDAD. La duración de la medida cautelar no puede superar la


duración minima de la medida privativa de libertad a la cual puede ser
condenado un adolescente que según lo dispone imperativamente el art.
207 del CNA es seis meses.
Ello se funda en la idea de evitar que el encarcelamiento se convierta en
una pena anticipada.

C.N.A. Art. 233. De la prisión preventiva.


La prisión privativa de un adolescente podrá ser decretada sólo cuando con
las medidas provisorias previstas en el Artículo 232, primer párrafo, de este
Código no sea posible lograr su finalidad. Al considerar la
proporcionalidad de la medida, se tendrá en cuenta la carga emocional que
la ejecución de la misma implica para el adolescente. En caso de decretar la
prisión preventiva, la orden debe manifestar expresamente las razones por
las cuales otras medidas, en especial la internación transitoria en un hogar,
no son suficientes y la prisión preventiva no es desproporcionada.

C.P.P. Art. 242. Prisión preventiva.


El juez podrá decretar la prisión preventiva, después de ser oído el
imputado, solo cuando sea indispensable y siempre que medien
conjuntamente los siguientes requisitos: 1) que existan elementos de
convicción suficientes sobre la existencia de un hecho punible grave; 2) sea
necesaria la presencia del imputado y existan hechos suficientes para
sostener, razonablemente, que es autor o partícipe de un hecho punible; y,
3) cuando por la apreciación de las circunstancias del caso particular,
existan hechos suficientes para suponer la existencia de peligro de fuga o la
posible obstrucción por parte del imputado de un acto concreto de
investigación.

C.N.A. Art. 232. De las medidas provisorias.


Hasta que la sentencia quede firme, el Juzgado Penal de la Adolescencia
podrá decretar medidas provisorias con el fin de promover la educación y
de garantizar las prestaciones necesarias para el sustento del procesado. El
Juzgado Penal de la Adolescencia podrá ordenar la internación transitoria
del adolescente en un hogar adecuado, en espera de las medidas definitivas
resultantes del proceso, si ello fuera recomendable para proteger al
adolescente frente a influencias nocivas para su desarrollo y el peligro
presente de la realización de nuevos hechos punibles.

Jurisprudencia.
“Las particularidades del fuero penal de la adolescencia están determinadas
por el principio educativo y de protección.
Este carácter, impone que la prisión preventiva no sea estrictamente
procesal como lo es en el fuero penal común. Los presupuestos para dictar
la prisión preventiva en espera de las medidas definitivas son distintos y
están orientados exclusivamente a promover la educación del adolescente
infractor y protegerlo para asumir plenamente sus responsabilidades dentro
de la sociedad.

T. de Apel. Penal de la Adolescencia. As., enero 06-004, A.I. Nº1, “C.Q. s/


Robo”

“El Derecho Penal de la adolescencia es especial, diferenciado del derecho


de adultos por lo que en todas las etapas del proceso en que sea involucrado
el adolescente deben ser respetados sus derechos y garantías con un plus de
protección por su condición de persona en desarrollo. Esta particular
característica, impone que la prisión preventiva no sea estrictamente
procesal como lo es en el fuero ordinario ”

T. de Apel. Penal de la Adolescencia. As., abril 01-004, A.I. Nº10, “C.F. s/


Tenencia sin Autorización de Estupefacientes”

“La libertad es una garantía consagrada por la ley suprema de la nación y


sólo podrá ser restringida con carácter excepcional en los límites
absolutamente indispensables para asegurar su educación, protección y
asistencia ” T. de Apel. Penal de la Adolescencia. As., marzo 10-004, A.I.
Nº5, “M.M. s/ Homicidio Doloso”

MODOS DE TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO


El proceso terminará en forma anticipada:

a) por las formas establecidas en el C.P.P.; y

b) por la Remisión
MODOS ALTERNATIVOS DE CONCLUSIÓN DEL
PROCESO/COMUNES AL PROCESO ORDINARIO
APLICACIÓN DE:
a) Criterio de oportunidad o prescindencia de la persecución penal (Art. 19
CPP)
b) Suspensión Condicional del procedimiento (Art.21 CPP)
c) Procedimiento Abreviado (Art. 420 CPP)
d) La Conciliación (Art. 311 CPP)
Art. 25 inc. 10.

INSTITUTOS ESPECIALES DEL PROCEDIMIENTO

LA REMISION: Es un mecanismo procesal de desjudicialización en el


tratamiento, jurídico del adolescente, incluso ante una conducta delictiva.
Es una innovación en nuestro sistema, y el mismo cumple con los
estándares y recomendaciones de los instrumentos internacionales que
sugieren la minima intervención estatal y máxima oferta de ayuda y
protección. (Reglas de BEIJIN)

Por ello debe ser implementada esta alternativa de salida a los conflictos
procesales como medio de desjudicialización ideado para satisfacer las
finalidades de prevención especial y general.

Art. 234 DE LA REMISIÓN. REQUISITOS

Consentimiento del Tribunal


Fiscal podrá prescindir de la persecución penal
Cuando se den los presupuestos del Art. 19 CPP (oportunidad)
O cuando hayan sido ordenadas y ejecutadas las medidas educativas
pertinentes
En las condiciones señaladas, el Juzgado podrá prescindir de la
persecución penal en cualquier etapa del procedimiento.

El Art. 242 del C.N.A. por su parte establece la posibilidad de que el Juez
Penal de la adolescencia pueda disponer la no continuación del
procedimiento y, la remisión del mismo a Programas Comunitarios, con el
apoyo de su familia y bajo control de una Institución.
CONDICIONES Y REQUISITOS:
En todas las etapas procesales
Posibilidad de no continuar el proceso
Cuando la sanción penal no supere dos años
Basado en la responsabilidad del adolescente, el daño causado y la
reparación del mismo (daño)
PROCEDIMIENTO:
a) Citación a las partes a una audiencia
b) Acuerdo común de las partes y el Juzgado
c) Resolución remitiendo al adolescente a programas comunitarios
d) Apoyo de la familia
e) Bajo control de la institución especializada

EFECTOS DE LA REMISION
CON LA APLICACIÓN DEL 234 CNA, TANTO EL FISCAL COMO EL
JUEZ, PRESCINDEN O RENUNCIAN A LA ACCIÓN PENAL PÚBLICA,
LO CUAL CONLLEVA LA EXTINCIÓN DE LA MISMA.

EN TANTO QUE LA REMISIÓN ESTABLECIDA EN EL ARTICULO


242 CNA, TIENE EL EFECTO DE SUSPENDER LA CONTINUACIÓN
DEL PROCEDIMIENTO, REMITIENDO AL ADOLESCENTE A
PROGRAMAS COMUNITARIOS, FUERA DEL SISTEMA PANAL, SI
EXISTE ACUERDO.

El Instituto de la Remisión tiende a evitar recurrir a los Tribunales y por


consiguiente evadir los efectos estigmatizadores que significan someter a
proceso a las personas en plena etapa de formación de su personalidad.

Su aplicación promueve la participación de las ONGs y la comunidad en


los programas de apoyo, educación y protección del adolescente facilitando
su reinserción social y hacer efectivo los fines de la prevención especial.

Por último la Remisión, que entraña la desjudicialización, favorece la


reducción de los costos de la administración de la justicia que siempre
serán insuficientes y deficientes para la prestación de un servicio público de
calidad.

LAS SANCIONES APLICABLES EN EL PROCESO PENAL


ADOLESCENTE

Hemos dicho que la especialidad de este proceso, encuentra su fundamento


principal en la importancia que las consecuencias jurídicas tienen para el
adolescente.

Ellas tienen una significación negativa, pues comportan una restricción a


determinados derechos, aunque su finalidad sea la de reeducar. Deben
responder al principio de necesidad y proporcionalidad.
SISTEMA DE MEDIDAS
Las dos primeras medidas no privativas de libertad, son las principales y de
prioritaria aplicación, deben ser impuestas en escala gradativa, separadas o
combinadas.
Medidas socio-educativas (son Prohibiciones y mandatos, dirigidos a
regular la conducta de vida del adolescente) no excederá de 2 años,
modificable, ampliable hasta 3 en caso de necesidad art. 201.

Medidas correccionales (amonestación y obligaciones) tienen por fin


fundamental lograr la comprensión por parte del adolescente del injusto del
hecho.

Medidas Privativas de Libertad (6 meses a 4 años en caso de delitos, y


hasta 8 años en caso de crímenes) carácter excepcional y solo cuando no
exista otra respuesta adecuada, debiendo el juez justificar su imposición y
porque no considera viable otra medida.

FINALIDAD DE LAS SANCIONES


Conforme hemos visto la sanción en este ámbito tiene fin de prevención
especial positiva. Estos fines obligan a evitar reacciones punitivas
contrarias a la resocialización, es decir a las consecuencias de la medida en
la vida futura del adolescente.
CN, Art. 20 “Tendrán por objeto la readaptación de los condenados y la
protección de la sociedad”
CP, Art. 3° “Tendrán por objeto la protección de los bienes jurídicos y la
readaptación del autor a una vida sin delinquir”.
Ley 3.440/08 “Artículo 3º.- Principio de prevención. Las sanciones penales
tendrán por objeto la readaptación de los condenados y la protección de la
sociedad.”
CNA, Art. 206: “Fomentar su educación y adaptación a una vida sin
delinquir”.

MARCO PENAL RECTOR. ART. 207 CNA


Al respecto se puede mencionar que dicha regulación resulta insuficiente,
pues no proporciona criterios definidos que fundamenten la determinación
de la medida por parte de los aplicadores de la ley, deben establecerse
reglas precisas para la aplicación de los marcos penales a adolescentes,
pues en este ámbito no pueden aplicarse a la hora de establecer la sanción
adecuada los parámetros o circunstancias establecidas en el atr. 65 del
C.P.
Así lo sostiene el Tribunal de Apelaciones de la Adolescencia.. “el tribunal
de sentencia debió seguir el iter lógico establecido en los instrumentos
jurídicos mencionados y no a las pautas del art. 65 del C.P.”

EJECUCIÓN DE MEDIDAS DIFERENTE La garantía del debido proceso


debe ser respetada en los procesos en que se hallan involucrados
adolescentes, aun en la etapa de ejecución de las sanciones.

ART. 215 CNA. LAS MEDIDAS PRIVATIVAS DE LIBERTAD SE


EJECUTARÁN DE ACUERDO A NECESIDADES Y POSIBILIDADES
PEDAGÓGICAS, REGÍMENES CERRADOS O SEMI-ABIERTOS,
PROGRAMAS EDUCATIVOS Y DE ENTRENAMIENTO SOCIAL.

ART. 218 CNA. EJECUCIÓN, CONTROL Y VIGILANCIA


DIFERENTE.
CUANDO SEA NECESARIA, PODRÁ, PREVIO INFORME DE
EXPERTOS MODIFICAR, SUSTITUIR O REVOCAR LAS MEDIDAS
ORDENADAS. COSA JUZGADA FORMAL NO MATERIAL.
VIGILANCIA DE OFICIO CADA 3 MESES. ART. 167 ÚLTIMO
PÁRRAFO CNA.

Se requiere también la designación de jueces de ejecución especializados


en materia de la adolescencia para el correcto cumplimiento de los
postulados mencionados.

Conforme hemos podido apreciar contamos con herramientas legislativas


que evocan al derecho penal mínimo el nuevo paradigma de la justicia
penal juvenil, como respetuoso de los derechos fundamentales del
adolescente.
Si bien el problema principal radica entre otros, en los operadores del
sistema, resulta fundamental nuestro aporte como Defensores Públicos en
la tramitación de los casos en que representemos los derechos de ese sector
tan desvalido de la sociedad, para que vayamos internalizando el uso de las
instituciones propias del proceso, limitando en lo posible la utilización de
sanciones, a través de las soluciones alternativas especialmente establecidas
y velando por el cumplimiento de todas las garantías penales y procesales;
con lo que se proporcionara al sistema penal juvenil su verdadera
justificación.
MUCHAS GRACIAS.

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