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Secuencia didáctica virtual

Denominación: Escuchamos Leyendas

Área: Lengua

Eje: Literatura

Contenidos:

 Cuento:
-Recuperación del bagaje cultural: Leyendas
Contenidos del NAP:
 La escucha y disfrute de las narraciones orales o lecturas (leyendas)
realizados por el docente.

Objetivos:

 Disfrute escuchando leyendas populares de la zona.


 Interprete distintas leyendas y sus orígenes.

Actividades:
 1° Propuesta: El docente a través de un video o audio les
comentará a los niños qué son las leyendas. Luego les enviará a
los niños un video contándole la “Leyenda del Mate”.
 Se les pedirá a los niños que comenten a través de un audio
que tipos de mates conocen(mate dulce, mate amargo, tereré,
mate con leche)
 2°Propuesta: Otro día, la docente compartirá el video de la
“Leyenda de la Flor y el Picaflor”.
 3°Propuesta: El docente a través de imágenes contará la
leyenda del Hornero.
 4°-Propuesta: Se los invitará a los niños que dibujen la parte
de la leyenda que más le gusto y manden fotos de sus dibujos.
 5°-Propuestas: el docente compartirá un video con todas las
imágenes enviadas por los niños.

Recursos:

 Materiales: Videos de las Leyendas: La Yerba Mate, La Flor y El


Picaflor y el Hornero.
 Humanos: Docente y Alumnos del JIN N°10

Duración: 4 días discontinuos.


Evaluación:

Participación de la actividad propuesta.

Bibliografía:

 Diseño Curricular de Corrientes. Educación Inicial. Gobierno de


Corrientes. Ministerio de Educación.1997.
 Núcleos de Aprendizajes Prioritarios. Nivel Inicial. Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología. Buenos Aires. Diciembre 2004.
 https://salaceleste.wordpress.com/2013/06/12/la-leyenda-de-la-
yerba-mate/
 http://www.identidad-cultural.com.ar/leernota.php?cn=1100
 http://www.portaldesalta.gov.ar/hornero.html

Observaciones:
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Anexo

Leyendas ¿Qué son?

Una leyenda es un relato de tradición popular con una base histórica más
o menos reconocible que refiere hechos naturales o maravillosos. La
leyenda ha pasado de generación en generación mediante la trasmisión
oral o escrita.

La leyenda, a diferencia del mito, que habla de dioses, semidioses y


criaturas fantásticas, refiere acciones y hechos de personajes
arquetípicos.

Leyendas son, por ejemplo, la leyenda del algodón, del algarrobo, del
tero, de la yerba mate, de la flor y el picaflor, etc.

Fecha de actualización: 17/05/2019. Cómo citar: Coelho, Fabián (17/05/2019). "Mito". En:
Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/mito/

LA LEYENDA DE LA YERBA MATE
Este es la leyenda que escuchamos en la sala de cómo los indios guaraníes creían que
había aparecido la yerba mate 

1-      Un día YACÍ la luna, quiso conocer de cerca la tierra. Le pidió  a su amiga
ARAÍ,  la nube rosada del atardecer que la acompañara y juntas convertidas en dos
hermosas muchachas bajaron y comenzaron su paseo por la selva.
Por primera vez podían caminar por la hierba fresca, escuchar el canto de los pájaros,
sentir el perfume de las flores y verse reflejadas en las aguas cristalinas del río. ¡Todo

era maravilloso!  
2-       De pronto de entre la espesura de los árboles apareció un
YAGUARETÉ dispuesto a atacarlas.
YACÍ Y ARAÍ  quedaron inmóviles frente al feroz animal.
En ese mismo momento, un viejo cazador GUARANÍ se paró entre las muchachas y el
YAGUARETÉ  y apuntó con su arco y su flecha al animal.
El YAGUARETÉ al ver al anciano, escapó velozmente ocultándose nuevamente entre
los árboles.
 

 
3-       El viejo cazador invitó a YACÍ Y ARAÍ   a su pobre choza. Al llegar fueron
recibidos por su mujer y su hermosa hija.
La familia ofreció a las dos muchachas lo único  que le s quedaba para comer: unos
panes de maíz y luego las invitaron a descansar.  
A la mañana siguiente YACÍ Y ARAÍ  se despidieron agradecidas y se marcharon.
Cuando se habían alejado lo suficiente, volvieron a transformarse en luna y en nube
rosada del atardecer y subieron al cielo.    
Desde ahí YACÍ    siguió mirando al cazador, a su esposa y a su hija que con tanto
cariño les habían dado de comer lo único que tenían en su humilde casa.
 
4-      Luego de varios días YACÍ llamó a ARAÍ  y le dijo:
Tenemos que premiar a esa familia que nos ofreció su casa y su comida.
Lo mismo he pensado yo, respondió ARAÍ.
La luna y la nube rosada, buscaron juntas un regalo, debía ser algo muy original… por
fin tuvieron una gran idea.
Una noche volvieron a la selva y mientras la familia dormía plantaron en la puerta de la
choza unas semillas celestes, luego subieron nuevamente al cielo. Desde ahí YACÍ
iluminó fuertemente el lugar y ARAÍ dejó caer una suave lluvia.

 
5-      A la mañana siguiente frente a la choza, habían crecido unos pequeños árboles,
sus hojas eran de color verde oscuro y tenían flores blancas. Cuando el anciano despertó
y salió, quedó maravillado al ver esas plantas desconocidas y llamó a su mujer y as u
hija. Los tres miraban asombrados cuando de pronto el cielo se oscureció y
apareció  ante ellos una luz blanca, brillante que fue tomando forma de muchacha… era
YACÍ que dulcemente les dijo:- no tengan miedo, yo soy YACÍ la luna y vengo a
premiarlos por su bondad. Esta nueva planta es la yerba mate y desde ahora será para
todos los hombres de esta región, símbolo de amistad y alimento para beber.
  Luego YACÍ  le enseñó al anciano cómo debían tostar y moler las hojas del árbol para
preparar la bebida y sonriendo volvió al cielo.
 
6-      El cazador siguió las instrucciones, tostó las hojas y las molió, las colocó dentro
de una calabaza, vertió agua caliente y con una pequeña y fina caña bebió.
Después pasó el recipiente a su mujer, para que probara… y a  su hija… una y otra vez
la calabaza pasó de mano en mano…. Había nacido el mate.
LA FLOR Y EL COLIBRÍ
por Susana C. Otero (adaptaciones e ilustración)

Dicen que dicen... que cuentan los antiguos, que hace mucho, pero mucho
tiempo, vivía en una comunidad guaranítica una jovencita, tan pero tan bella,
que cuantos la veían quedaban prendados de su hermosura.
   La jovencita, que con el tiempo se había convertido en una bella mujercita,
tenía la piel terrosa y suave como la arcilla recién modelada y sus cabellos
negros le caían en una cascada brillante sobre sus espaldas, siempre
adornadas por flores coloridas, su nariz era perfecta y sus labios carnosos y
suaves parecían pétalos de flores.
   Al nacer, como no podía ser de otra manera, sus padres la llamaron Flor.
A Flor le encantaba internarse en el monte en busca de flores y frutos
silvestres.
  En una de esas incursiones, una tarde de primavera, Flor se topó con un
joven fuerte, de atlética figura y hermosas facciones que trepado a un árbol,
buscaba la tan preciada miel, sustancia muy estimable para éstos pueblos.
   Este apuesto muchacho se llamaba Ágil, Flor al verlo quedó sorprendida y
por un momento sintió miedo, pero el muchacho con un raudo salto, bajó del
árbol y al ver la exótica belleza de la muchacha, le pidió que no se asustara.
   De pronto, los dos conversaban como viejos amigos, así Flor se enteró que
Ágil pertenecía a otra comunidad, y eso aterrorizó a la muchacha ya que el
joven y su gente habían sido eternos rivales de su pueblo.
   Si bien ya ni se acordaban cual había sido la causa de la contienda, nadie
osaba trabar amistad entre sí.
   Mucho entristeció la novedad a ambos jóvenes. Pero como todos sabemos,
los jóvenes son rebeldes y les encanta romper las reglas preestablecidas, ellos
decidieron seguir cultivando esa amistad a espalda de sus mayores. 
   Y así fue, casi sin querer, entre un encuentro furtivo y otro, que los dos
cayeron en amores.      
   Con el transcurrir de los meses Flor y Ágil se amaban tanto, que poco se
preocupaban por esconderse y los padres de la joven se enteraron del idilio
que llevaba con el enemigo.
   Ellos no fueron capaces de entender del amor que ambos jóvenes se
profesaban, ni tampoco entendieron que el amor vence al odio, y así fue que
tomaron la peor decisión, separar a los jóvenes y que Flor se uniera a otro
joven, también fuerte , bueno y fuerte, pero que Flor no amaba. 
   Por más que ella pidió, rogó y suplicó, los padres estaban firmes en su
determinación e hicieron caso omiso a las súplicas de la mujercita.
   La muchacha no hacía otra cosa que llorar y rogar, rogar y llorar, ya ni comía,
pedía cualquier cosa menos tenerse que entregar a alguien a quien ella no
amaba.
   Sus súplicas eran tan genuinas que Tupá, el Dios bueno y bondadoso de los
pueblos guaraníes, sintió piedad de la muchacha y de sus plantas le nacieron
raíces, de sus brazos, ramas delicadas, de su cabeza una bellísima copa de
árbol y de sus finos dedos le brotaron finos y aromáticos pimpollos, ahora Flor
le hacía honor a su nombre.
   Ágil que nada sabía de Flor y mucho menos del destino de su amada, estaba
enloquecido, en su exasperada búsqueda, vagaba por el monte de noche y de
día, ya no comía ni dormía, en su alocada y desesperada búsqueda, rogaba y
suplicaba para que algo o alguien lo llevara con quien jamás podría olvidar
porque la sentía impresa en su joven corazón, y nada ni nadie, podría extraerle
semejante sentimiento. Ágil no quería condenar a su amada al olvido, y la
sentía tan cerca de él, que sólo Tupá podría entender ese amor dulce, eterno y
desesperado. Y él le rogó con vehemencia: - Lo único que no puedo hacer es
olvidarla, ayúdame a encontrarla -, le confesó a su buen Dios.
   Este pudo entender el ruego de Ágil, pero le confesó la verdad, que él le
había dado el don de ser flor, pero ella con su profundo amor había dejado
esparcir sus semillas por todo el monte y éstas habían florecido, eran tantas,
que ya no era capaz de ubicarla. Entonces le dijo:- si tanto la amas te daré el
don para buscarla y tal vez libando de ella la reconozcas.
   Entonces lo hizo pequeño y ágil, le puso plumas de vistosos colores, alas y
un largo pico para que pudiese libar de ella, convirtiéndolo en un bellísimo
colibrí.
   Al instante, Ágil aleteó y raudamente fue a poner su pico para libar del néctar
de todas las flores, es así como sigue hasta hoy en día, buscando a su amada,
porque el prometió no olvidarla jamás.

LA FLOR Y EL PICAFLOR
LA LEYENDA DEL HORNERO

Hace mucho tiempo un indio transformaba el barro en hermosas


vasijas y pulidos platos. No en vano era el mejor alfarero de su
pueblo.
Su alegría era grande, al día siguiente debía casarse con la joven
más hermosa de la tribu, también alfarera.

Pero esa noche el hechicero presagió grandes desgracias


derivadas de aquel matrimonio. Bajo tal influencia el cacique
prohibió su realización. Los enamorados convinieron fugarse a la
selva donde establecerían su hogar.
A la noche siguiente huyeron, pero los indios los persiguieron
lanzando sus flechas cuyas agudas puntas envenenadas mataron a
los jóvenes enamorados.

Cuenta la vieja leyenda que la pareja no desapareció de la tierra


de sus mayores; ambos se transformaron en esas hermosas y
simpáticas avecillas que
empleando su habilidad
para modelar hacen,
cantando, su nido de
barro. Y así nació el
hornero, pájaro
laborioso de los campos
argentinos.

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