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Atracción y amor

LUIS GÓMEZ JACINTO


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1.  ATRACCIÓN INICIAL que juega un papel importante el componente
emocional atracción-repulsión (Pastor, 2008). La
Estar con otras personas es uno de las motiva- atracción que experimenta un individuo por otro
ciones fundamentales del ser humano. Esta nece- es el segundo paso de la interacción social. Hay
sidad de afiliación fue definida por Stanley Scha- unas personas que son más queridas que otras;
chter (1959) como la necesidad que impulsa a la unas «nos caen bien», a otras las odiamos y algu-
persona a estar en presencia física de otras perso- nas nos resultan indiferentes. Colocamos a los
nas. Es la motivación para establecer y mantener demás en un continuo que va desde el polo posi-
relaciones interpersonales placenteras. Caer en la tivo de la atracción hasta el negativo de la repul-
soledad, el aislamiento y el anonimato es uno los sión, según que la relación con ellos pueda resul-
peores castigos para el animal social que es el ser tarnos reforzante y placentera y/o según que
humano. Así lo describió William James en sus puedan favorecer la consecución de los objetivos
Principios de psicología (James, 1890): «Si fuera evolutivos de la supervivencia y del éxito repro-
posible físicamente, no se podría concebir castigo ductivo.
más diabólico que soltar a alguien en la sociedad Algunas de las condiciones responsables de la
y que pasara absolutamente desapercibido entre interacción inicial con otra persona se localizan
todos sus miembros. Si nadie volviera la vista en su propio ambiente físico y social. Hay fuerzas
cuando entramos, contestara cuando hablamos o socioambientales que impelen a las personas a
si nadie le importara lo que decimos, si las perso- mantener contacto con los demás, incluso de for-
nas a las que encontramos nos hicieran el vacío y ma involuntaria. La mayoría de los encuentros
actuaran como si no existiéramos, no tardaría en con otras personas pasan de manera desapercibi-
invadirnos una desesperación furiosa e impotente da y no queda ninguna huella, pero hay circuns-
y, en comparación, la tortura física más cruel se- tancias que favorecen la atracción.
ría un alivio». La experiencia de la soledad se
deriva de un sentimiento de estar aislado de rela-
ciones significativas y es contraria a la tendencia 1.1.  Familiaridad
afiliativa de las personas.
La afiliación es el primer paso en la formación Las posibilidades de sentirse atraído por al-
de relaciones sociales. Pero no todas las personas guien a quien se ha visto antes, se conoce, es fa-
con las que se encuentra un individuo desencade- miliar son más altas que hacerlo por un completo
nan el deseo de interacción con ellas. Hay una desconocido. Dos factores hacen posible la fami-
afiliación selectiva entre los seres humanos en la liaridad:

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a) El efecto de la proximidad física. En el misterio: «Seguí mi camino, preocupado con la


mundo en el que vivimos cada vez son más idea de la ventana, o, mejor dicho, de la cortini-
frecuentes las interacciones virtuales a tra- lla, o, más claro todavía, de la mujer que la había
vés de las diferentes tecnologías de la co- levantado, porque, indudablemente, a aquella
municación, pero aún siguen siendo mayo- ventana tan poética, tan blanca, tan verde, tan
ría las interacciones sociales entre llena de flores, sólo una mujer podía asomarse, y
semejantes que se encuentran en el mismo cuando digo una mujer, entiéndase que se supo-
lugar al mismo tiempo. También son las ne joven y bonita».
más importantes. La proximidad física fa-
cilita la interacción social y el intercambio
de estímulos placenteros. El clásico estudio 1.2.  Cercanía interpersonal
de León Festinger (1950) observó que el
aumento de la proximidad física entre las La cercanía física incrementa las posibilidades
casas de un vecindario incrementaba las de conocer a alguien e iniciar una relación. El
relaciones amistosas entre sus vecinos. otro factor desencadenante de la interacción tie-
Más recientemente se ha comprobado que ne que ver con la cercanía interpersonal, con el
los estudiantes que están más próximos en descubrimiento de que se tienen puntos en co-
una residencia universitaria quedan con mún con la otra persona y de que la simpatía es
más frecuencia para salir (Whitbeck y mutua y fluye en los dos sentidos. Varios elemen-
Hoyt, 1994). También en las distancias tos contribuyen a esta cercanía.
cortas se ha observado que dos desconoci-
dos que se sientan juntos en una sala desa-
a)  La similitud
rrollan más atracción que si se sentaran
separados, a condición de que no se pro- Hay una cierta tendencia a que nos agraden
duzcan invasiones del espacio personal. las personas que son parecidas a nosotros y nos
b) El efecto de la mera exposición. La simple desagraden las que son distintas. Las personas
copresencia física no suscita necesaria- similares desencadenan afectos positivos y nega-
mente la atracción, es necesario también tivos las disimilares; la similitud mantiene el equi-
un contacto social repetido. Robert Za- librio y la consistencia cognitivos, pues no sería
jonc (1968) realizó numerosos experimen- «razonable» sentirse atraído por alguien muy di-
tos en los que pudo observar que las per- ferente, o ser muy parecidos y no tenerse simpa-
sonas se sentían más atraídas por tía; y la similitud también es reforzante, porque
estímulos (por ejemplo, una cara) vistos nos confirma en nuestras posiciones que haya
en varias ocasiones. La mera exposición otras personas que estén de acuerdo con nosotros
repetida acrecienta el atractivo entre per- (Moya, 2007).
sonas que comparten lugares y tiempos Hay cuatro fuentes de similitud (Kassin, Fein
comunes, como es el caso de los parientes, y Markus, 2008):
los amigos o las parejas.
a) Demográfica, caracterizada por el hecho
No siempre lo familiar es más atractivo. En el de que personas similares en edad, educa-
ámbito amoroso también podemos sentirnos ción, raza, religión o estatus socioeconó-
atraídos por alguien a quien consideramos mis- mico suelen quedar para salir, son amigos,
terioso, pues este misterio resulta novedoso y amantes o se casan.
produce niveles altos de dopamina, el neuro- b) Actitudinal, pues cuantas más actitudes
transmisor del romance (Fisher, 2004). Nadie semejantes se comparten, mayor es la
mejor que Bécquer para ilustrar el atractivo del atracción que experimentan dos personas.

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c) De atractivo, al menos para las relaciones cia a preferir a personas que son muy selectivas en
románticas, pues la gente tiende a enamo- sus relaciones sociales, y sentirse menos atraído
rarse de personas que tienen un atractivo por quienes son poco restrictivos a la hora de en-
similar al suyo. tablar una relación. La investigación ha puesto de
d) De experiencias subjetivas, que hace que manifiesto que, en realidad, nuestra preferencia se
personas con actitudes muy dispares com- decanta por quienes son moderadamente selecti-
partan, por ejemplo, la misma puesta de vos, y nos gustan menos los mucho o poco exigen-
sol, y, al menos, por un momento sientan tes a la hora establecer condiciones para iniciar
simpatía mutua. una relación (Wright y Contrada, 1986). En el
ámbito de las relaciones amorosas se da un resul-
En el ámbito de las relaciones amorosas la tado similar denominado efecto Romeo y Julieta
atracción se relaciona también con la semejanza que incrementa el atractivo interpersonal mutuo
entre la pareja actual y la pareja ideal. Molero y en parejas que sufren la oposición de los padres a
Cuadrado (2008) han encontrado que en la pre- la relación (Driscoll, Davis y Lipetz, 1972).
dicción de la satisfacción con la relación tiene
más peso el ajuste entre la pareja actual y la ima-
gen ideal de la misma, que el parecido entre am- 1.3.  Atractivo físico
bos miembros de la pareja.
La idea popular de que los opuestos se atraen «La belleza vale más que cualquier carta de
no encajaría en estos planteamientos. Sin embar- recomendación» decía Aristóteles. Por belleza en-
go, se ha mencionado en algunas ocasiones la tendía la de nuestro cuerpo y nuestro rostro. Se
posibilidad de que la complementariedad, espe- ha visto más arriba que el atractivo de una perso-
cialmente en motivaciones, deseos y necesidades, na no sólo reside en su apariencia, pero la belleza
fuera compatible con la semejanza a la hora de corporal es sistemáticamente la variable que me-
predecir la atracción. No es nada descabellado jor explica la atracción que sentimos por otras
considerar que una persona dominante necesite a personas, especialmente cuando se trata de rela-
una sumisa, por ejemplo. Pero la realidad es que ciones amorosas (Yela y Sangrador, 2000).
la evidencia empírica no apoya el vínculo entre Siempre que se habla de la belleza alguien
complementariedad y atracción (O’Leary y Smi- hace notar que es algo relativo y que la belleza
th, 1991). está en quien la contempla. Sin embargo son nu-
merosos los trabajos que han constatado que la
mitad de nuestras valoraciones estéticas es obje-
b)  La reciprocidad
tiva y coincide con la opinión de los demás. Al-
A los seres humanos les disgustan las situacio- gunos rasgos físicos que hacen más atractivas a
nes desequilibradas y pocas cosas molestan más las personas son ejemplificados en la jarcha me-
que tener simpatía o querer a alguien a quien no dieval Razón de amor: «Mas vi venir una doncella
le resultemos simpáticos o atractivos. Siempre se / pues nací no vi tan bella: / blanca era y bermeja,
espera un cierto intercambio mutuo entre lo que / cabellos cortos sobre la oreja, / frente blanca y
se da y lo que se recibe, de tal modo que se quiere lozana, / cara fresca como manzana, / nariz igual
a quien nos quiere. Nos sentimos atraídos por y derecha, / nunca vieses tan bien hecha; / boca a
aquéllos a los que les gustamos, pues así, devol- razón y blancos dientes, / ojos negros y ardientes,
viéndoles su simpatía, nos garantizamos su cari- / labios bermejos no muy delgados, / por verdad
ño. Hay un intercambio equitativo según el cual el bien mesurados; / por la cintura, delgada, / bien
afecto produce respuestas de afecto (Pastor, 2008). proporcionada y mesurada». La investigación
Contrario a la reciprocidad es el denominado científica pone a prueba las afirmaciones que rea-
efecto de lo difícil de conseguir, que es la tenden- liza esta canción popular.

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A) Simetría. Los seres humanos tienden ele- dad adecuada de grasa en los lugares ade-
gir parejas bien proporcionadas. También cuados y unos niveles altos de estrógeno
manifiestan esa tendencia otras especies. en relación con los de testosterona.
La simetría es bella y con ella los anima- C) Rostro. Algunos de los rasgos que definen
les muestran su capacidad genética para un rostro bello son (Renz, 2007):
vencer a las infecciones, los parásitos o
los depredadores. Thornhill y Gangestad a) Piel inmaculada;
(1999) han constatado que los varones b) Acercarse al término medio;
más simétricos, con manos, pies, muñe- c) No desviarse excesivamente de la si-
cas, tobillos y orejas de igual anchura, metría;
son más atractivos para las mujeres y más d) Rasgos infantiles y femeninos;
valorados sexualmente que los que tienen e) Pómulos marcados y mejillas delga-
un cuerpo menos proporcionado. La si- das;
metría va unida a la belleza porque actúa f ) Pupilas grandes.
como medida de salud general. La atrac-
ción humana hacia los pretendientes si-
métricos es un primitivo mecanismo ani- 2.  ELECCIÓN DE PAREJA
mal diseñado para orientarnos a
seleccionar unos compañeros de aparea- La elección de pareja es uno de los productos
miento genéticamente robustos. El cere- del proceso de atracción. Esta elección es clave
bro responde de forma natural a una cara tanto en el plano individual como en el de la es-
simétrica; se desencadena actividad del pecie, como ya puso de relieve Darwin en El ori-
área ventral tegmental cuando se miran gen del hombre y la selección en relación a sexo
fotos de personas simétricas (Fisher, (1991). En esta obra a las diferencias entre indi-
2004). En esta área abunda la dopamina, viduos en su capacidad para conseguir parejas lo
el neurotransmisor que proporciona la llamó selección sexual.
energía, la euforia, la atención concentra-
da y la motivación para conseguir una
recompensa. 2.1.  Selección sexual e inversión parental
B) Proporción cintura-cadera. Devendra
Singh (2002) ha observado en dieciocho Si hay variación heredable para un carácter que
culturas diferentes la preferencia de los afecte a la capacidad de obtener parejas, entonces
varones por mujeres cuya circunferencia las variantes que conducen al éxito irán haciéndo-
de la cintura equivale aproximadamente se más comunes con el tiempo. La selección sexual
al 70 por 100 de la de sus caderas. La pro- es el proceso que realza las características propias
porción de 0,7 puede observarse en las de un sexo que ayudan a sus miembros a ganar a
esculturas de mujeres pertenecientes a di- sus rivales sexuales. Un rasgo proporciona una
ferentes períodos históricos y diversos lu- ventaja en la atracción de una pareja, incluso aun-
gares geográficos. Es el número que indi- que pueda dificultar la supervivencia individual.
ca la proporción de la exuberante Marilyn Hay dos tipos de selección sexual:
Monroe o de estilizada Audrey Hepburn.
Jessica Alba y Angelina Jolie poseen tam- a) Elección intersexual: Cuando un rasgo
bién esas mágicas proporciones. La atrac- proporciona una ventaja porque es atrac-
ción del hombre por esta proporción se tiva para el sexo opuesto. La cola del pavo
debe a una preferencia natural por pare- real es un rasgo que favorece la elección
jas sanas y fértiles, pues refleja una canti- intersexual.

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b) Competición intrasexual: Cuando un ras- Los emparejamientos a largo plazo se caracteri-


go proporciona una ventaja porque le zan por amplios períodos de cortejo, una fuerte
ayuda a competir con rivales del mismo inversión de tiempo, afectos y recursos, estrechos
sexo. Los cuernos de los ciervos sirven a la lazos afectivos de la pareja, el enamoramiento y
competición intrasexual. la dedicación de grandes recursos personales y
materiales durante mucho tiempo para mantener
Complementaria de la teoría de la selección la relación de pareja y la prole que pueda derivar-
sexual es la teoría de la inversión parental (Tri- se de la misma. Los emparejamientos a corto pla-
vers, 2002) que se refiere a la cantidad de energía zo son encuentros sexuales relativamente fugaces,
y tiempo gastados en producir un descendiente y aventuras breves o historias de una noche.
cuidar de él. El esfuerzo reproductivo total es la Este efecto diferencial hace que los atributos
suma del esfuerzo por emparejarse más el esfuer- buscados en una pareja cambien según se trate de
zo parental. En general, en todas las especies el una relación a corto o a largo plazo. Un trabajo
sexo que más invierte elige pareja entre las dife- de Kenrick, Sadalla, Groth y Trost (1990) lo pone
rentes opciones disponibles y el que menos in- a prueba. Se pregunta a los participantes «¿cuál
vierte compite con otros miembros de su sexo por es el nivel mínimo de inteligencia de su pareja
la mejor pareja posible. Un ejemplo de la diferen- que estaría dispuesto a aceptar para salir por pri-
cia en inversión parental nos la proporciona el mera vez? La pregunta era la misma en todas las
experimento realizado por Clark y Hartfield condiciones, pero variaba el tipo de relación:
(1989). Un entrevistador atractivo (hombre o para tener sexo, para una pareja estable o para
mujer, dependiendo de la condición experimen- un matrimonio. En la figura 9.1 se muestra que
tal) tras realizar una pequeña encuesta a una per- tanto los hombres como las mujeres quieren a al-
sona de otro sexo, le pregunta «¿quieres salir con- guien que esté ligeramente por encima de la me-
migo esta noche?» En otro grupo experimental la dia en inteligencia para una primera cita. El nivel
pregunta del encuestador es «¿quieres venir a mi de inteligencia exigido crece a medida que au-
casa?». Y «¿quieres acostarte conmigo?» es la menta el nivel de compromiso de la relación. Sin
proposición hecha al tercer grupo de encuesta- embargo esta exigencia se desploma en el caso de
dos. A la primera incitación, el 50 por 100 de una relación sexual, pero sólo para los hombres.
hombres y mujeres respondieron afirmativamen- David Buss ha realizado numerosas investiga-
te. A la segunda pregunta dijeron que sí el 70 por ciones sobre lo que varones y mujeres consideran
100 de los varones y un escaso 3 por 100 de mu- deseable y atractivo en la pareja (Buss, 1989). Ha
jeres. La tercera cuestión recibió un total rechazo analizado los datos procedentes de 10.000 perso-
de las entrevistadas (0 por 100) y un entusiasma- nas, pertenecientes a 44 países de todos los conti-
do apoyo masculino (70 por 100). Estas diferen- nentes del mundo, que respondieron a un cuestio-
cias pueden atribuirse al alto coste de una mala nario de 18 ítems sobre preferencias de pareja. La
elección femenina y al bajo coste de la simple re- variabilidad demográfica, étnica, educativa, reli-
plicación genética masculina. giosa, política y cultural quedaba garantizada.
Los atributos que hombres y mujeres valoran en
una persona para una relación estable son, en or-
2.2.  Estrategias de emparejamiento den de importancia, la bondad y la compresión,
la inteligencia, el buen aspecto, una personalidad
Desde los conceptos de selección sexual y de interesante, la buena salud, la adaptabilidad, la
inversión parental se plantea que los hombres y creatividad, la fidelidad sexual, el deseo de tener
las mujeres tienen un repertorio variado de estra- hijos, la buena educación, tener una buena situa-
tegias de emparejamiento, según se pretenda una ción económica y la limpieza. No hay grandes
relación a corto o a largo plazo (Schmitt, 2009). diferencias en lo que hombres y mujeres valoran

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Varones
Mujeres

Nivel medio de inteligencia

Relación Relación Relación Matrimonio


inicial sexual estable

Figura 9.1.—Nivel mínimo de inteligencia deseado por hombres y mujeres para entablar una relación inicial, una rela-
ción sexual, una relación estable o un matrimonio (Kenrick, Sadalla, Groth y Trost, 1990).

Preferencia por una buena perspectiva económica


en un matrimonio Deseo de atractivo físico en una relación estable
3 3
2,5 2,5
Importancia

Importancia

2 2
Hombres Hombres
1,5 1,5
1 Mujeres 1 Mujeres
0,5 0,5
0 0
Yugoslavia

Indonesia
Australia
Japón

Zambia

EE.UU.

Bulgaria

Nigeria

Alemania

EE.UU.

Diferentes países Diferentes países

Figura 9.2.—Diferencias entre hombres y mujeres en la importancia dada a un buen porvenir económico y al atractivo
físico de la pareja (0  =  No importante; 3  =  Indispensable) en diferentes países del mundo (Buss, 1989).

en una pareja potencial. Sólo en la importancia ferencias entre unas y otros. En la figura 9.2 se
que le dan al atractivo físico, a la posesión de re- observan estas diferencias en diferentes contextos
cursos económicos o al deseo de castidad hay di- culturales. Pueden compararse estos resultados

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con los obtenidos en la actividad académica co- ver con preferir a alguien sociable o a al-
rrespondiente a este capítulo y ver si el patrón de guien compatible religiosamente.
preferencias se mantiene en el contexto español.
A través del análisis factorial de las respuestas Estos autores encontraron diferencias de sexo
dadas a los 18 ítems en cuestión, reducen a cua- en las tres primeras dimensiones. Las mujeres en
tro las dimensiones humanas sobre preferencias mayor medida que los hombres valoran el estatus
de pareja (Schakelford, Schmitt y Buss, 2005). social y los recursos económicos de una posible
Estas dimensiones hay que entenderlas en térmi- pareja. También las mujeres de los distintos luga-
nos de una transacción o compensación entre la res del mundo valoran más que los hombres la
importancia que se da a dos series de preferen- estabilidad emocional, la educación y la inteli-
cias. Las cuatro dimensiones son: gencia. Por su parte, los hombres prefieren en
mayor medida que las mujeres parejas con buena
a) Amor-Estatus/Recursos: Este factor bipo- apariencia, salud, hogareñas y con deseos de te-
lar agrupa por un lado las características ner hijos.
relacionadas con tener una buena situa- Los resultados indican que los seres humanos
ción económica, ser ambicioso/a y tienen un valor de emparejamiento determinado
trabajador/a y tener una buena posición por su capacidad para ser considerados como
social, y, por otro, sentir una atracción una pareja sexual atractiva. El valor como pareja
amorosa mutua. Esta dimensión significa de una persona, o el atractivo para el sexo opues-
que las personas realizan una transacción to se relaciona directamente con su capacidad
psicológica entre la búsqueda del amor y para contribuir al éxito reproductivo de la otra
la búsqueda del estatus y los recursos. persona (Hampton, 2010). Los tres factores que
b) Estable/formal-Buena apariencia/Buena se consideran claves en esta valoración del atrac-
salud: Esta segunda dimensión abarca la tivo son, la salud, la edad y el estatus.
preferencias de que la pareja sea refinado/a Estos tres elementos se vinculan estrechamen-
y elegante, maduro/a y estable emocional- te con el estudio de las preferencias de edad en la
mente, buen cocinero/a y amo/a de casa, elección de la pareja. En general, los hombres de
guapo/a, tenga una buena salud y sea for- diferentes culturas están más interesados en las
mal y fiable. Aquí la transacción psicoló- mujeres durante los años de la fertilidad máxima.
gica se mueve entre la apariencia física y Para los hombres mayores las mujeres jóvenes re-
la personalidad estable. sultan más atractivas, y para los adolescentes las
c) Educación/inteligencia-Deseo de un ho- mujeres mayores. Por otro lado, las mujeres bus-
gar/ Deseo de hijos: En torno al tercer can hombres con recursos; como los recursos
factor se agrupan los rasgos de que la pa- tienden a incrementar con la edad, el resultado es
reja tenga un nivel educativo similar, que un interés en hombres mayores (Gómez-Jacinto y
no haya tenido experiencia sexual previa, Hombrados-Mendieta, 2011; Kenrick, Gabrie-
que sea hogareño/a y le gusten los niños, lids, Keefe y Cornelius, 1996). En las diferentes
que tenga una ideología política similar y partes del mundo estudiadas las preferencias de
que sea inteligente. La transacción tiene pareja de las mujeres apuntan al estatus y a los
lugar entre los factores educativos y las recursos económicos, características que se rela-
cuestiones familiares. cionan positivamente con la edad de los hombres.
d) Sociabilidad-similitud religiosa: Las ca- Sobre todo en las sociedades ancestrales, las mu-
racterísticas que se recogen aquí son: ser jeres que obtenían más recursos podían invertir-
simpá­tico/a, sociable, una persona religio- los en su descendencia, contribuyendo a la super-
sa y una persona de trato fácil. Y la apa- vivencia y al éxito reproductivo de su prole. Por
rente transacción psicológica tendría que su parte, los hombres de diferentes zonas del pla-

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neta ponen mayor interés en parejas físicamente ted. Debo admitir que también le he mentido.
atractivas, con un alto potencial reproductivo. El AJ: Usted es igual al de la foto.
atractivo correlaciona estrechamente con la edad, AB: Sí, lo soy. Pero le escribí contándole que
lo que la convierte en un buen predictor de la era empleado de una empresa exportadora de
capacidad reproductiva y en una medida indirec- café. No lo soy. Soy el dueño. La empresa es mía.
ta de la fertilidad femenina. (Swami y Furnham, AJ: No quería que me interesara en usted sólo
2008). porque usted tenía una bonita cuenta bancaria.
La película Pecado Original, protagonizada AB: Sí.
por Angelina Jolie y Antonio Banderas, contiene AJ. Entonces tenemos algo en común. Ningu-
un diálogo en el que se ponen de manifiesto lo no de los dos es de fiar.
dicho hasta ahora sobre las preferencias de em- AB: Claro que si debido a mi engaño sus in-
parejamiento a largo plazo. Luis Vargas es el tenciones han cambiado; si ya no está interesada
dueño de una empresa cafetera de La Habana de en casarse con un hombre rico...
finales del siglo xix, que decide casarse por pode- AJ: No, creo que podré arreglármelas. Si usted
res con una mujer norteamericana a la que sólo puede arreglárselas con una esposa algo más her-
conoce por fotografía. Pero cuando Julia Russel mosa.
llega a Cuba, Luis no encuentra el rostro discreto AB: Haré el esfuerzo.
de la fotografía, sino a una muchacha de gran
belleza. La escena que sigue narra el primer en-
cuentro entre los protagonis­tas. 2.3.  Marketing amoroso

Angelina Jolie: ¿Señor Vargas? ¿Luis Vargas? Los dos protagonistas de la escena ocultan las
No me reconoce, ¿verdad? características que supuestamente más atractivos
Antonio Banderas: ¿Señorita Russell? podrían hacerles. Tratan de evitar una relación
AJ: Sí. interesada y basada exclusivamente en la belleza
AB: ¿Julia Russell? Pero esta, esta foto... o la riqueza. No es lo habitual; en el mercado
AJ: Lo engañé. Lo siento. No debí hacerlo. Es- amoroso cada uno exhibe aquellos atributos que
taba insegura. Verá... no quería que se interesara más ventajas le puedan proporcionar. Así, en
por mí sólo porque tenía una cara bonita. Así nuestro contexto cultural, Gil Burmann, Peláez y
que envié la foto de otra mujer y no la mía. Sánchez (2002) analizan, a través de 7.415 anun-
AB: Ya veo. cios de la sección de «relaciones estables/matri-
AJ: Espero que me perdone. Intenté escribirle monios» de periódicos españoles, los rasgos ofre-
muchas veces para contárselo. Pero no tuve el va- cidos y buscados por varones y mujeres de
lor. Así que... distintas edades. Los anuncios se examinan me-
AB: Y... diante el análisis de contenido, a través de las si-
AJ: Ahora ve cómo soy en realidad, así que ya guientes categorías:
sabe la mala noticia.
AB: No es mala en absoluto. Sólo que usted a) Atractivo físico: Indicadores de belleza,
no es como esperaba. salud y vitalidad, como deportista,
AJ: Si debido a mi engaño sus intenciones han atlético/a, guapo/a, saludable, joven, vital,
cambiado...si no está satisfecho... etc.
AB: No, no es eso. b) Estatus socioeconómico: Términos referi-
AJ: ...estoy dispuesta a volver a mi hogar en dos a los recursos económicos, estatus so-
Delaware. Si usted lo dice, lo haré. ciocultural, como alto nivel económico,
AB: Srta. Russell... Srta. Russell...ha sido muy bien situado/a, trabajo estable, culto/a, ne-
sincera conmigo. Yo también seré sincero con us- gocio propio, universitario/a, etc.

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c) Dedicación familiar: Referencia al buen españolas son más selectivas que los hombres,
carácter y estabilidad en la vida familiar; buscan parejas con recursos/estatus y ofrecen ju-
comprensivo/a, responsable, estable emo- ventud y belleza. Los hombres buscan mujeres
cionalmente, cariñoso/a, hogareño/a, le con atractivo físico y ofrecen recursos y estatus.
gustan los niños, familiar, buen cocinero/a, Las mujeres buscan significativamente más que
etc. los hombres tanto el estatus socioeconómico
d) Fidelidad sexual: Voluntad de monoga- como el atractivo físico de su potencial pareja.
mia, fiel, leal, valores morales.

Requerimiento de edad: Diferencia entre la 2.4.  ¿Nos conocemos?


media del rango de edad buscada en la pareja y
la edad del anunciante. La competencia para atraer a una pareja su-
Los resultados referidos a la edad son simila- pone superar a los rivales en las características
res a los encontrados en trabajos anteriores; los que el sexo opuesto busca con más ahínco. Se
hombres solicitan mujeres 5,7 años más jóvenes han desarrollado mecanismos psicológicos en
que ellos; las mujeres prefieren hombres 4 años uno de los sexos para solucionar los problemas
mayores que ellas. Cuanta más edad tienen los adaptativos planteados por el otro. Las caracte-
hombres, más preferencia manifiestan por muje- rísticas que valoran hombres y mujeres son deci-
res más jóvenes. El aumento de la edad en las sivas para comprender los medios de atraer a un
mujeres se corresponde con una reducción de la compañero. Los compañeros deseables desenca-
diferencia de edad, hasta los dos, tres años en el denan una intensa competencia social por lograr
caso de las mujeres mayores de cincuenta años. sus favores y en muchas ocasiones la atracción de
En la figura 9.3 se muestran los porcentajes de un compañero suele llevar aparejada la descalifi-
rasgos buscados y ofrecidos en los anuncios. Los cación verbal de los posibles rivales. Las técnicas
autores de este trabajo concluyen que las mujeres de atracción y las de descalificación dependen de

Mujeres Mujeres

Varones Varones

100
Porcentaje de los anuncios

100
Porcentaje de los anuncios

80 80
60 60
40 40
20 20
0 0
D. familiar

D. familiar
Físico

Estatus

Fidelidad

Total

Físico

Estatus

Fidelidad

Total

Rasgos buscados Rasgos buscados

Figura 9.3.—Diferencias entre hombres y mujeres en las características ofrecidas y demandadas en los anuncios por pa-
labras de la sección de «relaciones estables/matrimonios» de periódicos españoles (Gil Burmann, Peláez y Sánchez 2002).

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que el objeto de deseo se busque una pareja a lora el nivel de atractivo de la otra perso-
corto o largo plazo. Atraer a una pareja ocasio- na y compruebe si se adecua a sus expec-
nal o estable requiere que uno se exhiba. Los tativas. El desajuste entre atributos y
hombres y las mujeres deben anunciar sus méri- expectativas corta la iniciativa de un acer-
tos en el mercado amoroso. Y puesto que los de- camiento. La consideración de que la otra
seos de unas y otros son distintos las cualidades persona entra en nuestro campo de acción
que hay que exhibir son las que más puedan permite que se siga el proceso.
atraer a la hipotética pareja. Normalmente atraer b) Fase 2.a. Durante la segunda fase se hace
a una pareja implica: exhibición de recursos ma- un balance de las posibilidades de que la
teriales, afectivos y sociales; manifestaciones de otra persona se sienta también atraída por
compromiso; exhibición de habilidades físicas; los atributos propios y de que sea recepti-
alardes y demostraciones de habilidad social; va a los intentos de acercamiento. La de-
muestras de seguridad en sí mismo; cuidado de la cisión de iniciar los primeros escarceos no
apariencia física; fidelidad, etc. Para las posible depende exclusivamente de la atracción
parejas estas características han de ser visibles y que se sienta por la otra persona, por muy
ello implica lanzar señales que capten su aten- fuerte que ésta sea. Está en función tam-
ción. Acercarse a la otra persona es la mejor for- bién de la reciprocidad percibida; de que
ma de capturar su atención. se crea que la otra persona es receptiva al
¿Nos conocemos? es una expresión con la que atractivo y a la decisión de acercamiento
han comenzado numerosas relaciones amorosas. del iniciador. El miedo al rechazo puede
Refleja el punto crítico en el que alguien toma la paralizar cualquier intento de aproxima-
iniciativa y se abre un amplio abanico de posibi- ción.
lidades: una relación ocasional, un amor durade- c) Fase 3.a. Un moderado optimismo en
ro o un «ya te llamaré». Casi todas las personas cuanto a las posibilidades de éxito hará
recuerdan con agrado y satisfacción el momento que se pase a la tercera fase, a la autopre-
en el que comenzaron una relación íntima. Ese sentación. Ésta será expresiva o estratégi-
momento se ilustra en el diagrama de flujo de la ca dependiendo de la confianza que se
figura 9.4, con cuatro fases (Bredow, Cate y Hus- tenga en el éxito del acercamiento. En ge-
ton, 2008). neral, la mayoría de las personas prefieren
ganarse el cariño de los demás mostrando
a) Fase 1.a. El desencadenante de todo el su verdadera personalidad, que conseguir-
proceso hay que buscarlo en los motivos lo tras haber presentado una imagen dise-
que una persona tiene para iniciar una re- ñada al efecto; incluso cuando se pretende
lación con determinadas parejas potencia- exclusivamente una relación de corta du-
les que entrarían en la órbita de sus prefe- ración. Pero cuando no se confía demasia-
rencias. La relevancia de los atributos que do en las posibilidades de ser aceptados,
resultan atractivos en la otra persona de- las personas tienden a una presentación
pende mucho de si se busca una relación a más estratégica. En ella el objetivo princi-
corto plazo o una más duradera. El radar pal es asegurarse la aprobación de la otra
de la atracción se activará más fácilmente persona, despertar su interés sin parecer
si aparece alguien atractivo físicamente y falso. En ese equilibrio se han de mante-
se está buscando una relación de corta ner las tres formas habituales de conseguir
duración. La madurez, la capacidad amo- el efecto: a) Parecer simpático, agradable,
rosa o la inteligencia alertarán el sistema a veces, halagando a la otra persona; b)
si se pretende una relación más estable. parecer competente y capaz, y c) parecer
Durante esta primera etapa la persona va- ético, moral, sincero y honesto.

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Atracción y amor  /  227

FASE 1.a Motivo(s) salientes I = Iniciador


Valoraci n de la O = La otra persona
atracci n inicial

Atracción
(ajuste entre los
motivos de I y los
atributos de O)

Atracción Atracción
baja baja

FASE 2.a No de inició Apertura percibida


el acercamiento Atracción percibida
Decisi n de intento de O hacia los + de O hacia I
de acercamiento motivos de I

De moderada
Poca confianza
a alta confianza
en la aceptación
de aceptación

No de inició
el acercamiento
I decide
acercarse

FASE 3.a Confianza Confianza


Autopresentaci n alta alta
estrat gica

Autopresentación
Autoexpresión
estratégica

FASE 4.a
Desarrollo
de la relaci n La relación La relación La relación La relación
no se desarrolla se desarrolla no se desarrolla se desarrolla

Termina Encuentro Termina Encuentro


el encuentro con éxito el encuentro con éxito

Figura 9.4.—Diagrama de flujo cuatro fases de los primeros encuentros románticos (Bredow, Cate y Huston, 2008).

d) Fase 4.a. Utilizada una u otra estrategia, un amigo, una pareja sexual ocasional o
la cuarta y última fase consiste en el desa- una pareja estable, el encuentro tiene éxito
rrollo de las relaciones. Tanto si se busca cuando se desarrolla la relación. Quien

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228  /  Fundamentos de psicología social

inicia el acercamiento, quien abre la con- por un intenso deseo de mantener una relación
versación ha de procurar que la otra per- íntima y romántica con una persona determinada
sona continúe con la interacción. Las per- (Aron, Fisher, Strong, Acevedo, Riela y Tspelas,
sonas más habilidosas socialmente 2008). Suele pensarse que esta transición entre un
tendrán más posibilidades de seguir un estado de no amor a otro de enamoramiento es
curso de acción positivo y eso las anima a muy rápido. No siempre es así; muchas personas,
iniciar el acercamiento. Las más tímidas, cuando describen la experiencia de enamorarse,
inseguras y con miedo al rechazo tende- refieren una transición gradual y lenta, incluso de
rán a evitar dar ellas el primer paso. En años, en la que se pasa de una relación de simples
todo caso, quien toma la iniciativa, nor- conocidos o de amistad a una gran pasión. La
malmente, habrá ensayado mentalmente clave está más en el hecho de pasar de un estado
distintas melodías para la obertura antes de baja intensidad a uno de muy alto voltaje, en
de lanzarse. El éxito de esta fase depende el que la persona redirige toda su atención y ener-
de las acciones encaminadas a conseguir gía hacia la persona amada. Se va desde una sim-
la afinidad mutua de las dos personas. Y ple atracción pasajera por otra persona, a colo-
una de las más eficaces es el autodescubri- carla en el centro de nuestras vidas y considerarla
miento, especialmente el emocional. muy valiosa. Muy probablemente este estado se
Cuando alguien está muy interesado en corresponde con las primeras fases del amor apa-
otra persona la manera más rápida de sionado.
acelerar el desarrollo de la relación es des- Ayala Malach-Pines (2002) ha comprobado a
velarle información íntima de sí mismo través del análisis de contenido de entrevistas so-
(Delerga, Winstead y Greene, 2008). Ser bre la atracción amorosa que en un 30 por 100 de
atentos e interesarse por la otra persona, lo casos el enamoramiento es un proceso gradual
compartir experiencias divertidas son ac- y sólo un 10 por 100 de las personas se enamoran
ciones que contribuyen también al desa- a primera vista. El comienzo de una relación
rrollo de la relación y al éxito de este pri- amorosa puede ser un flechazo, puede surgir des-
mer encuentro. Luego puede venir una pués de años de amistad, puede comenzar con un
simple amistad, una «noche loca», o una encuentro significativo, o puede evolucionar con
historia de amor. el tiempo. Se pasa desde una fase de conocimiento
de la otra persona, de amistad o de atracción físi-
ca hasta un momento de amor romántico apasio-
3.  AMOR nado, compartido por los dos miembros de la
pareja. En ese momento juega un papel muy espe-
Del amor, como del ser aristotélico, se puede cial la mirada; una mirada mutua profunda y muy
decir que es uno, pero se dice de muchas mane- especial, descrita por Victor Hugo en Los misera-
ras. Se aproxima mucho a un fenómeno universal bles: «Pocas personas se atreven a afirmar que
o casi universal, presente en todas las culturas, en dos personas se han enamorado porque se han
todas las épocas históricas y en todas las etapas mirado, pero así es como se empieza el amor, solo
del ciclo vital humano. Pero también que hay una de esta manera. El resto sobra y viene después.
gran variabilidad social, cultural y personal. Nada es más real que ese gran impacto que sufren
dos almas cuando intercambian esa chispa». Una
mirada similar a la que los etólogos han identifi-
3.1.  Enamorarse cado como mirada copulatoria (Fisher, 1994).
El enamoramiento es el resultado de un proce-
El proceso de enamorarse es la transición en- so de filtrado selectivo en el que se van producien-
tre no estar enamorado y estarlo. Se caracteriza do elecciones sentimentales (Malach-Pines, 2002):

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Atracción y amor  /  229

a) La pareja se encuentra y se conoce. La amor. No es fácil cambiar un texto poético por la
proximidad geográfica contribuye a este nada romántica investigación científica entrando
primer momento. a saco en la matriz de sentimientos, pensamientos
b) La alteración emocional agradable del en- y conductas que constituyen el amor. Y no es
cuentro aumenta la posibilidad de que se nada fácil con un fenómeno natural complejo,
convierta en una relación amorosa. multifacético y paradójico, que dificulta clara-
c) Este encuentro propicia la valoración del mente la posibilidad de ofrecer una visión única
excitante atractivo físico de la pareja, así y una definición simple. De nuevo podría recu-
como la valoración de su personalidad rrirse a los poetas para mostrar esta capacidad
agradable. multidimensional y paradójica del amor; a los
d) Tras la atención recíproca y el examen versos de Lope de Vega, que tras enumerar los
mutuo llegan a la conclusión de que pue- sentimientos, pensamientos y conductas en caóti-
de haber una relación sentimental. ca armonía («Desmayarse, atreverse, estar furio-
e) Proceso de autodescubrimiento, con el so, / áspero, tierno, liberal, esquivo, / alentado,
objeto de conocerse, encontrar similitu- mortal, difunto, vivo, / leal, traidor, cobarde y
des, valores e intereses comunes. animoso») que le suscita el amor, concluye: «creer
f) El incremento de la intimidad permite re- que el cielo en un infierno cabe; / dar la vida y el
velar las necesidades más personales y alma a un desengaño, / ¡esto es amor! quien lo
profundas y la capacidad mutua para su probó lo sabe».
satisfacción. Es seguro que también el lector lo probó y lo
g) Aumento de la atracción que sienten el sabe, por lo que podría tomarse unos cinco minu-
uno por el otro. tos para escribir todas aquellas características del
amor que se le vengan a la cabeza. No es una
Las fases aquí descritas no capturan toda la tarea compleja y tras ella podrá comparar sus
complejidad del momento crucial del enamora- respuestas con las proporcionadas con los parti-
miento, vivido por las personas como una expe- cipantes de un estudio realizado por Fehr (1988).
riencia única y exclusiva. Hay un punto de la re- En el cuadro 9.1 puede ver las características que
lación amorosa en el que se pasa, en el decir de esas personas citaron con mayor frecuencia. Muy
Francesco Alberoni, de «enamorarse» a «amar»; probablemente el lector habrá coincidido con
enamorarse es como despegar y amar es como muchas de las características listadas en la tabla
aterrizar. Ese punto, ese momento queda refleja- y observará la amplia gama de estados emocio-
do en los versos de Almudena Guzmán: «Y hoy / nales, pensamientos y comportamientos que im-
–mientras los dos nos mirábamos de reojo, cada plica el amor. Pero ese amplio abanico multicolor
uno / en un extremo de la barra –, / mi guedeja puede reducirse a unas pocas dimensiones (Aron
más anarquista / ha optado definitivamente por y Westbay, 1996). Una primera dimensión inclu-
afiliarse a sus ojos». ye cuestiones como la confianza, el cuidado de la
otra persona, o el apoyo. En un segundo grupo se
encuentran la lealtad, la devoción o el sacrificio.
La tercera dimensión agrupa aspectos relaciona-
3.2.  Taxonomía del amor dos con la pasión sexual, la excitación, o la ace-
leración cardiaca.
¿Qué es el amor? Durante mucho tiempo se ha Ellen Bercheid (2010) propone una taxono-
pensado que la mejor respuesta a esta pregunta mía de cuatro tipos de amor, en los que distingue
se encuentra leyendo a los novelistas, a los auto- sus causalidades remotas e inmediatas, las con-
res teatrales o a los poetas. No en vano la mayo- ductas implicadas y el objeto interpersonal de
ría de los grandes textos literarios tratan del referencia:

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230  /  Fundamentos de psicología social

CUADRO 9.1
Características del amor más citadas (Fehr, 1988)

Característica Porcentaje Característica Porcentaje

Cuidado de la otra persona 44 Satisfacción 10


Felicidad 29 Euforia 10
Deseo de estar con el otro 28 Poner al otro en primer lugar  9
Amistad 23 Pasión sexual  9
Sentirse libre para hablar sobre cualquier Apoyo  9
cosa 20 Apego  8
Sentimientos cariñosos 17 Intimidad  8
Aceptar la forma de ser del otro 16 Preocupación por el bienestar de la otra
Confianza 15 persona  8
Compromiso 14 Empatía  8
Compartir 14 Aceleración del corazón  8
Pensar en la otra persona continuamente 14 Ayuda  8
Sacrificio 14 Sentirse bien consigo mismo  7
Comprensión 13 Perdón  7
Honestidad 12 Tener muchas cosas en común  7
Respeto 12 Echar de menos a la otra persona cuando
no está  7

a) Amor-apego.  El apego es un sistema albores de la historia evolutiva humana,


emocional de vinculación entre crías y aunque sus desencadenantes más inmedia-
adultos, innato y producto de la selección tos se encuentran en el apoyo social, el cui-
natural (Bowlby, 1980). Su causa histórica dado de los demás, la conducta prosocial y
hunde sus raíces en el pasado evolutivo la percepción de que la otra persona está
humano y responde a la necesidad de los sufriendo. Las conductas implicadas de-
niños de mantener la cercanía y la comu- penden de la naturaleza del problema de la
nicación íntima con un adulto para favo- otra persona, pero, en todo caso, tienen el
recer su propia supervivencia. El factor propósito de aliviarle el sufrimiento. El ob-
desencadenante inmediato de los compor- jetivo es, obviamente, la persona que sufre.
tamientos relacionados con este tipo de Este tipo de amor no se rige por un sistema
amor es una situación amenazante. Las de castigos y recompensas.
conductas son las encaminadas a estimu- c) Amor compañero o cariño, también deno-
lar la proximidad a una persona protecto- minado amor basado en la amistad, amor
ra. El objetivo interpersonal suele ser una conyugal o filia. Para Grote y Frieze
persona familiar mayor, más fuerte y sa- (1994) es un amor confortable, cariñoso y
bia que el individuo. confiado por una pareja agradable, basa-
b) Amor compasivo, altruista.  En este tipo do en un sentido profundo de la amistad
de amor predomina la preocupación por el y que implica la compañía, la participa-
bienestar de la otra persona y el comporta- ción y el disfrute de actividades comunes,
miento encaminado a su salvaguarda, sin intereses mutuos y alegrías compartidas.
que haya una expectativa de reciprocidad Este tipo de amor es un buen predictor de
en el futuro. Como en el caso del amor- la satisfacción marital y del progreso de
apego sus orígenes se encuentran en los las relaciones durante el cortejo; incluso

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Atracción y amor  /  231

mejor que el amor romántico. Al contra- nentes: la pasión, la intimidad y el compromiso.


rio de lo que sucedía con los dos tipos de Su teoría triangular del amor se completa con un
amor anteriores, éste se fundamente en los cuestionario de 45 ítems para valorar cada uno
principios de castigo-recompensa; senti- de los tres factores:
mos cariño por los que nos refuerzan y
desafección por los que nos castigan. La a) La pasión es un estado de deseo intenso,
causalidad histórica del amor compañero activación fisiológica y excitación sexual
se remonta al principio del dolor-placer. provocados por la pareja. Este componen-
Las causas actuales, sus características te es una mezcla de pasión romántica y de
conductuales y sus objetivos interpersona- pasión sexual. Dos ítems de la escala de
les son las que se han expuesto al hablar Sternberg que ilustran esta dimensión
de la atracción interpersonal: familiari- son: «El solo hecho de ver a (mi pareja)
dad, similitud y atractivo físico. Nos re- me excita»; «No puedo imaginarme que
sulta más placentera la interacción con otra persona pueda hacerme tan feliz
personas que poseen estos atributos que como (mi pareja)».
con las que no los poseen. Tratamos de b) La intimidad es un estado de sentimientos
conseguir y de mantener la cercanía de las que se dan en la relación amorosa y que
personas queridas y ajustamos nuestro fomentan la proximidad, el vínculo y la
comportamiento para que les resulte re- conexión. Implica dar y recibir apoyo
forzante y atractivo y, así, deseen seguir emocional de la persona amada, comuni-
interactuando con nosotros. cación íntima, comprensión mutua y valo-
d) El amor romántico, también denominado ración personal recíproca. Dos ítems de la
amor apasionado, amor adictivo y amor escala son: «Recibo considerable apoyo
erótico, es el tipo que no puede faltar en emocional por parte de (mi pareja)»;
ninguna taxonomía amorosa. En muchas «Comparto información profundamente
sociedades es el fundamento sobre el que personal acerca de mí mismo con (mi pa-
se constituyen las parejas estables y los reja)».
matrimonios. Un ingrediente imprescindi- c) La decisión/compromiso significa a corto
ble del amor romántico es el deseo sexual, plazo la decisión de amar a la persona ele-
que se convierte en condición causal im- gida, y a largo plazo constituye el com-
portante e incluso imprescindible. Este promiso de mantener ese amor. Normal-
componente sexual contribuye a la distin- mente la decisión precede al compromiso.
ción del amor romántico de los otros tipos. Ítems ejemplos: «Considero mi relación
Podría decirse que el amor romántico es con (mi pareja) una buena decisión»;
una mezcla de cariño y de deseo sexual, «Debido al compromiso con (mi pareja)
mientras que en el amor compañero hay no dejaría que otras personas se interpu-
cariño sin deseo sexual. Cuando hay deseo sieran entre nosotros.
sexual sin cariño se hablaría de lujuria.
La combinatoria de estas tres dimensiones
produce los siete tipos de amor que se muestran
3.3.  Componentes del amor en la figura 9.5. La ausencia de los tres compo-
nentes da lugar a una octava variante, el no-
Uno de los planteamientos más aceptados en amor. Estos ocho tipos son casos idealizados
la comunidad científica es el enfoque tridimensio- basados en la teoría triangular. En el agrado o
nal Robert Sternberg (2000), quien sostiene que simpatía hay amistad verdadera sin pasión ni
el amor puede describirse mediante tres compo- compromiso a largo plazo. El amor de compañía

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232  /  Fundamentos de psicología social

Intimidad

Agrado
(sólo intimidad)

Amor romántico Amor consumado Amor de compañía


(intimidad + pasión) (intimidad + pasión + (intimidad + compromiso)
compromiso)

Encaprichamiento Amor vacío


(sólo pasión) (sólo compromiso)

Pasión Amor necio Compromiso


(pasión + compromiso)

Figura 9.5.—Triángulo del amor de Robert Sternberg (2000). El amor puede describirse mediante tres componentes: la
pasión, la intimidad y el compromiso. La combinación de estas tres dimensiones produce siete tipos de amor.

hay amistad con un compromiso a largo plazo, 3.4.  Evolución del amor
como en un matrimonio donde la pasión ha des-
Esta mezcla de los diferentes ingredientes del
aparecido. En el amor romántico los miembros
amor produce diferentes tipos amorosos, que
de la pareja se atraen y excitan física y emocio-
además irán cambiando con el paso del tiempo.
nalmente, como sucede en un romance de vera-
Se suelen identificar cuatro etapas en la relación
no. En el amor necio hay un compromiso basado
amorosa (Yela, 2000):
en la pasión, sin tiempo para que se desarrolle la
intimidad y con unas dosis altas de superficiali- a) Durante el enamoramiento inicial, perío-
dad. El amor vacío no tiene pasión, ni intimi- do breve, de unos cuantos meses, predo-
dad; sólo la decisión y el compromiso de mante- minan componentes pasionales y eróticos;
ner la relación. El ideal del amor consumado es así como un gran deseo de intimidad.
una equilibrada relación con presencia de los Si la relación se mantiene, los niveles de
tres componentes. En la actividad académica de pasión y de intimidad alcanzan su nivel
este capítulo se proporciona el cuestionario para máximo, con el predominio del amor ro-
que cada alumno valore las tres dimensiones mántico; dando paso paulatinamente a la
amorosas de su relación de pareja y puede esta- aparición del compromiso.
blecer el tipo de amor con el que la misma se b) En torno al cuarto o quinto año de convi-
corresponde. vencia en pareja declina la pasión amoro-

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Atracción y amor  /  233

sa, la intimidad se convierte en un elemen- desamor, en el que el compromiso es inca-


to central de la relación y el compromiso paz de mantener una relación en la que ya
fortalece la vinculación afectiva de la pa- no hay intimidad y, mucho menos, pasión.
reja, dando aparición al amor compañero. En otras ocasiones, las presiones externas,
d) Muchas relaciones se mantienen en este es- los hijos, la hipoteca, mantienen la relación
tado para siempre. Si no es así, aparecería el indefinidamente en un estado de desamor.

El concepto de amor en España

Desde una perspectiva multidimensional del amor, Ferrer Pérez, Bosch Fiol, Navarro Guzmán, Ramis Palmer y
García Buades (2008) han realizado un estudio sobre el concepto de amor en España. Encuestaron telefónicamente a
una muestra representativa de 1.351 personas y evaluaron sus actitudes hacia el amor. Para ello emplearon la «Escala
de actitudes sobre el amor» de Hendrick, Hendrick y Dicke (1998). Esta escala de 18 ítems valora seis estilos de amor:
•  Eros: Amor pasional o romántico, caracterizado por una pasión irresistible, con sentimientos intensos, intimi-
dad, fuerte atracción física y actividad sexual.
•  Ludus: Amor lúdico, caracterizado por interacciones casuales, con poca implicación emocional, ausencia de
expectativas futuras y evitación de la intimidad y la intensidad.
•  Storge: Amor amistoso, caracterizado por un compromiso duradero que se desarrolla lenta y prudentemente y
por compartir actitudes y valores; se basa en intimidad, amistad, compañerismo y cariño y busca más un com-
promiso a largo plazo que un apasionamiento a corto plazo.
•  Pragma: Amor pragmático, compuesto de Ludus y Storge, se basa en la búsqueda racional de la pareja ideal.
•  Manía: Amor posesivo y obsesivo, compuesto de Eros y Ludus, se caracteriza por la intensidad y la intimidad,
pero también por los celos, la incomunicación y los «síntomas» físicos y psicológicos.
•  Ágape: Amor altruista, compuesto de Eros y Storge, se caracteriza por dar antes que recibir y por el autosa-
crificio por el bienestar de la pareja.
Las personas entrevistadas debían mostrar su grado de acuerdo con cada una de las cuestiones que reflejaban
alguno de los seis tipos de amor. En la figura 9.6 puede observarse que hay niveles de acuerdo alto con los estilos

Varones Mujeres

100
Porcentaje de acuerdo

80

60

40

20

0
Eros Ludus Storge Pragma Manía Ágape
Tipos de amor

Figura 9.6

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234  /  Fundamentos de psicología social

Eros, Ágape, Pragma y Storge. No así con Manía, y mucho menos con Ludus. Puede apreciarse también en el grá-
fico que, aunque hombres y mujeres aceptan y rechazan los mismos estilos amorosos, hay algunas diferencias en la
valoración que unas y otros hacen. Así, ellos tienen niveles de acuerdo significativamente más altos con el amor
pasional, el lúdico y el altruista; y ellas le dan más importancia al amor pragmático. Concluyen las autoras del es-
tudio que, como en otros países, los estilos de amor que más aceptación tienen entre los españoles son, en este orden,
Eros, Ágape, Pragma y Storge. Hay desacuerdo con el estilo Ludus e indiferencia con el estilo Manía. Ello avala la
vigencia del amor romántico en la población española.

4.  RELACIÓN DE PAREJA características se mencionaron de forma espontá-


nea. El deseo sexual ocupó el segundo puesto en
4.1.  Relaciones de pareja y sexualidad el raking de frecuencias (65,8 por 100). Cuando
los participantes pensaron en el amor romántico,
¿A qué objetivos sirve el enamoramiento y el dos tercios de los mismos, también pensaron en
mantenimiento de una relación romántica? ¿Por el deseo sexual. Otras características relacionadas
qué es importante para nosotros la pasión, el ca- directamente con el deseo fueron la actividad
riño o el compromiso? Una de las respuestas se sexual (25 por 100), tocarse y acariciarse (17,5
encuentra en la satisfacción sexual. A lo largo de por 100), besarse (10 por 100).
este capítulo se ha dejado clara la relación entre El deseo sexual es un estado psicológico expe-
el amor y el sexo. Hasta tal punto que el amor rimentado por la persona como la conciencia de
pasional encuentra sus mejores sinónimos en el que quiere o desea alcanzar un objetivo sexual,
deseo y la atracción sexual. La motivación sexual supuestamente placentero, e inalcanzable en el
diferencia claramente las relaciones amorosas de momento presente (Regan y Berscheid, 1999). El
las amistosas. Amor y sexo van de la mano, ha- deseo sexual es diferente de la activación sexual,
ciendo la vida de los seres humanos muy intere- usada habitualmente como sinónimo. Ésta se
sante, pero también muy complicada, como nos compone no sólo de un estado subjetivo o psico-
recuerda Philip Roth, en El animal moribundo: lógico, sino que implica la activación fisiológica,
«No importa cuánto sepas, no importa cuánto genital y sexual. También la actividad sexual es
pienses, no importa cuánto maquines, finjas y diferente al deseo. No siempre la realización de la
planees, no estás por encima del sexo. Es un jue- actividad sexual implica que haya deseo. Beck,
go muy arriesgado. Uno no tendría dos tercios de Bozman y Qualtrough (1991) preguntaron a un
los problemas que tiene si no corriera el albur de grupo de personas si habían tenido alguna vez
la jodienda. El sexo es lo que desordena nuestras sexo sin que existiera deseo sexual. Un 60 por 100
vidas normalmente ordenadas. Lo sé tan bien de varones y un 82 por 100 de mujeres contesta-
como cualquiera». Estas palabras son confirma- ron afirmativamente.
das por las encuestas que se realizan sobre la La satisfacción sexual es una de las consecuen-
sexualidad. En ellas, algo más de dos tercios de cias más directas de una relación amorosa. Ubi-
hombres dicen pensar en el sexo cada día, por un llos, Mayordomo, Páez y Barrientos (2008) iden-
tercio de las mujeres. tifican dos componentes en la satisfacción sexual:
Esta relación se pone de manifiesto en un es- uno físico y otro emocional. El físico se refiere a
tudio de Regan y Berscheid (1999) en el que se la satisfacción con la última relación sexual; el
preguntaba a los participantes, en un formato de emocional tiene que ver con la felicidad que pro-
respuesta libre, que dijeran todas las característi- porciona la persona con la que se mantiene la
cas que consideraban prototípicas del amor ro- relación sexual. A través de una encuesta que
mántico («estar enamorado»). Un total de 119 contestaron casi 3.000 personas representativas

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Atracción y amor  /  235

de la población española encontraron que las apoyo social emocional el que está más vincula-
personas casadas y las parejas de hecho están do con el bienestar. De forma muy especial, el
más satisfechas que las solteras, separadas, divor- apoyo social se relaciona con la felicidad, sobre
ciadas y/o viudas. Las personas con relaciones todo cuando las fuentes proveedoras de apoyo
estables manifiestan mayor satisfacción sexual son la pareja y la familia. En un estudio sobre la
que quienes refieren relaciones ocasionales. Tam- calidad de vida Campbell, Converse y Rodgers,
bién observaron que el grado de enamoramiento (1976) encontraron que los mejores predictores
se relaciona positivamente con la satisfacción de la satisfacción vital fueron la vida familiar
sexual. Sin embargo, el nivel de enamoramiento (coeficiente  =  0,41), seguida del matrimonio
no se relaciona con la mayor frecuencia de las (0,36) y las amistades (0,26). Otro estudio reali-
relaciones sexuales, que incluso llegan a decrecer zado por Argyle y Furnham (1983) sobre la sa-
en el caso de parejas casadas. tisfacción con diferentes fuentes de apoyo, en-
contraron que en las tres dimensiones de
satisfacción, ayuda material y tangible, intereses
4.2.  Relaciones de pareja y apoyo social compartidos y apoyo emocional, la principal
fuente de satisfacción es el cónyuge, seguida de
Junto con el sexo, los seres humanos esperan los amigos íntimos y los familiares y después los
que una relación de pareja les proporcionen afec- compañeros de trabajo.
to, cuidado, atención, etc. (Cunningham y Bar- El más claro ejemplo de una relación que pro-
bee, 2000). La necesidad de amar y de ser ama- duce felicidad es sin duda el enamoramiento y la
dos encuentra su satisfacción en el contexto del principal fuente de apoyo emocional por tanto es
denominado apoyo social informal, que es el apo- la pareja (Argyle, 1992). Los estudios muestran
yo que se deriva de las relaciones más íntimas, que las personas casadas son por término medio
como la pareja o la familia, y su existencia tiene más felices que las solteras, divorciadas o viudas,
una influencia definitiva sobre la salud y el bien- siendo mayor el efecto en los hombres casados
estar de las personas. Para que estos efectos be- que en las mujeres. En cambio los hombres solte-
néfico se produzcan el apoyo social ha de ser per- ros son menos felices que las mujeres solteras,
cibido por quien lo recibe. Los tres tipos de apoyo por lo que parece que los hombres casados obtie-
social que pueden estar presentes en una relación nen más beneficios del matrimonio que las muje-
de pareja pueden ser: res. La mujer proporciona más apoyo al marido
y es mejor confidente; en cambio las mujeres pre-
a) Apoyo emocional. Este tipo de apoyo fieren recurrir a sus amigas o familiares femeni-
hace que las personas se sientan amadas nos en busca de dicho apoyo.
o queridas y con sentimientos de ser va- El impacto protector de las relaciones de pare-
lorados. ja sobre la salud depende del sexo. Así los varo-
b) Apoyo material o instrumental. Este tipo nes recurren al apoyo social de su pareja para
de apoyo se puede concretar en ayuda afrontar el estrés. Este apoyo social amortigua los
económica, ayuda doméstica, etc. efectos del estrés sobre las respuestas biológicas y
c) Apoyo informativo. Con este tipo de apo- sobre su nivel de salud. Además los conflictos
yo las personas pueden resolver sus du- maritales tienen menor efecto en los hombres que
das o los problemas que tienen a través en las mujeres. Por el contrario las mujeres empa-
de consejos o información que reciben de rejadas experimentan elevadas respuestas de es-
sus parejas. trés durante buena parte del día y buscan más
apoyo social de su familia y amigas que de sus
Los tres tipos de apoyo tienen efectos positi- parejas. Sus respuestas al conflicto marital son
vos sobre la salud, aunque generalmente es el más intensas y con mayores alteraciones fisiológi-

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236  /  Fundamentos de psicología social

cas. En su caso las ventajas sobre la salud del hombre y una mujer, sin genes comunes, manten-
apoyo social marital son modestas (Taylor y gan una unión solidaria durante años, décadas o
Gonzaga, 2006). la vida entera. Seguir juntos es una frágil empre-
Parece que la aparición de niños pequeños en sa que plantea un conjunto único de problemas
la pareja disminuye la satisfacción matrimonial, adaptativos, en cuya acertada solución intervie-
aunque los autores que han estudiado el tema nen diversos elementos (Buss, 2003).
vienen a mostrar que aunque suponen un coste Todas las sociedades humanas tienen alguna
físico importante cuando son pequeños y emo- forma de emparejamiento estable. Esta forma de
cional cuando son adolescentes, al mismo tiem- emparejamiento es bastante rara entre los mamí-
po proporcionan una gran satisfacción y un feros. Es más frecuente en muchas especies de
apoyo emocional exclusivo de esa relación y de aves, en las que la descendencia requiere un cui-
la que carecen las personas sin hijos. Los niños dado intenso de la madre y el padre. La unión
pequeños fundamentalmente proporcionan un asegura la cooperación en el cuidado de unos
apoyo emocional muy importante que tiene ver descendientes bastante desvalidos. Como se dijo
con el amor y la compañía. Cuando los hijos más arriba, la vinculación amorosa es una carac-
crecen constituyen una fuente importante de terística universal de nuestra especie. El animal
apoyo no sólo emocional sino también instru- humano parece estar psicológicamente condicio-
mental. Especialmente las hijas se convierten en nado para formar pareja con una sola persona,
las principales dispensadoras de cuidados (Ar- cada vez. La monogamia sucesiva es la regla ge-
gyle, 1992). neral. Pero la universalidad del amor no requiere
de relaciones exclusivamente monógamas. Al-
guien definió alguna vez la monogamia como
4.3.  Relaciones estables y matrimonio «tener un/a esposo/a y casi ningún amante». Lo
cual viene a significar que, junto esta primaria
Sexo, vínculos afectivos, apoyo social, son al- estrategia de emparejamiento basada en los vín-
gunos de los beneficios que proporciona una re- culos amorosos estables durante un largo período
lación de pareja. Así que las parejas que perma- de tiempo, existe una estrategia secundaria, opor-
necen unidas maximizan esas ganancias. Esta tunista, que hace que hombres y mujeres tengan
unión favorece la complementariedad de habili- relaciones ocasionales o continuadas fuera de su
dades, la división del trabajo, el hecho de com- relación principal (Fisher, 1994). Esta dualidad es
partir recursos, un frente unificado contra los fuente de algunos conflictos de pareja, como se
enemigos comunes, un entorno hogareño estable verá más adelante.
para criar a los hijos y una red familiar más am- La prevalencia de los vínculos de pareja basa-
plia. No ser capaz de conservar a la pareja signi- dos en el amor no requiere de un sistema necesa-
fica desperdiciar todo el esfuerzo empleado en la riamente monógamo. Daly y Wilson (1983) tras
selección, atracción, cortejo y compromiso. El analizar 849 culturas observaron que sólo 137
varón que no evita que su pareja le abandone se eran estrictamente monógamas. La mayoría (708)
arriesga a perder el acceso a valiosas facultades practicaban la poliginia (un hombre con varias
para criar a los hijos y a la inversión maternal. La esposas). La poliandria (una mujer con varios es-
mujer que no conserva a su compañero se arries- posos) sólo era practicada por cuatro de las so-
ga a perder los recursos, la protección y la inver- ciedades analizadas. Sin embargo la gran mayo-
sión paternal que le proporciona. Teniendo en ría de las sociedades en las que la poliginia está
cuenta la elevada tasa de separaciones (aproxi- permitida, sólo del 5 por 100 al 10 por 100 de los
madamente un 50 por 100) es obvio que seguir hombres tiene más de una esposa; lo que indica
juntos no es automático ni inevitable. Es un he- que en las diferentes culturas los hombres tienden
cho sorprendente de la especie humana que un a casarse con una sola mujer a la vez.

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Atracción y amor  /  237

4.4.  Conservación de la pareja b) Los incentivos intersexuales negativos,


que son actos conducentes a manipular o
Seguir juntos puede ser una empresa compli- amenazar a la pareja para que sea fiel.
cada, a no ser que la pareja adopte determinadas c) Incentivos intrasexuales negativos: Ac-
estrategias para asegurar el éxito de la unión. En ciones de manipulación o amenaza a los
todas las especies los machos y las hembras si- rivales potenciales.
guen pautas que le garanticen el éxito en la con- d) Los incentivos positivos, como los favo-
servación de la pareja, al menos, hasta que se res sexuales o los regalos.
produzca la fecundación. Las tácticas de los hu- e) Las señales públicas de posesión, que
manos para conservar la pareja adoptan intrinca- suelen consistir en conductas posesivas
das formas únicas de manipulación psicológica de la pareja.
que las distingue de las del resto del mundo ani- En el cuadro 9.2 se muestra un cuestionario de
mal. Entre ellas se encuentra el suministro de re- 38 ítems que se agrupan en 19 tácticas de conser-
cursos para que la pareja no se vaya, la manipu- vación de la pareja (Buss, Shackelford y McKib-
lación emocional, el mantener a raya a los rivales, bin, 2008). Permiten valorar la frecuencia con la
e, incluso, la violencia. Las tácticas de conserva- que una persona las utiliza en una relación amo-
ción de la pareja en los seres humanos pueden rosa estable. Muchas de las conductas que se re-
resumirse en (Buss, 2002): cogen en este inventario tienen como objetivo el
evitar que la pareja se implique en una relación
a) Las tácticas de vigilancia directa, consis- extramarital y se relacionan estrechamente con la
tente en acciones físicas encaminadas a emoción negativa más presente en una relación
mantener a la pareja bajo su vigilancia. de pareja, los celos, que se verá más abajo.

CUADRO 9.2
Tácticas de conservación de la pareja, valoradas mediante un cuestionario de 38 ítems
que se agrupan en 19 dimensiones (Buss, Shackelford y McKibbin, 2008)

Adornos de posesión Le he pedido a mi pareja que lleve un anillo, símbolo de nuestra relación.
Le he regalado alguna joya que indicase a los demás que estaba comprometida.

Amenazar con castigar la infidelidad Me he enfadado cuando mi pareja ha «tonteado» demasiado con otro hombre/
de la pareja mujer.
He amenazado con la ruptura si ella/él me engaña alguna vez.

Amenazas intrasexuales He clavado la vista fríamente en un hombre/mujer que estaba mirando a mi


pareja.
He lanzado una mirada asesina a otro hombre/mujer cuando él/ella ha mirado a
mi pareja.

Amor y atenciones He felicitado a mi pareja por su apariencia.


He mostrado mucho afecto por mi pareja.

Devaluación de la pareja Les he dicho a otros hombres/mujeres que mi pareja era muy pesada y aburrida.
Les he dicho a otros hombres/mujeres que mi pareja no era una buena persona.

Devaluación de los competidores He señalado a mi pareja los defectos y fallos de otro hombre/mujer.
Le he dicho que otro hombre/mujer era un imbécil.

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238  /  Fundamentos de psicología social

CUADRO 9.2.  (continuación)

Exhibición de recursos Le he comprado a mi pareja un regalo muy caro.


He llevado a mi pareja a un buen restaurante.

Incentivos sexuales He sido muy complaciente sexualmente con mi pareja para mantenerla cerca de
mí.
He tenido una relación física muy estrecha con mi pareja para fortalecer nuestros
lazos sentimentales.

Manipulación del compromiso Le he dicho a mi pareja que necesitamos un compromiso mutuo absoluto.
Le he pedido a mi pareja que se case conmigo.

Manipulación emocional He dicho que no podría vivir sin mi pareja.


Le he dicho que soy totalmente dependiente de ella/él.

Mejora de la apariencia física Me he puesto más atractivo/a para mi pareja.


He procurado estar agradable y guapo/a para mi pareja.

Monopolización del tiempo He tratado que mi pareja pasase todo su tiempo libre conmigo.
He pasado todo mi tiempo libre con mi pareja para que no pudiera estar con
otras personas.

Ocultación de la pareja No he ido con mi pareja a una fiesta en la que hubiera otros hombres/mujeres.
He mantenido a mi pareja fuera de lugares en los que hubiera otros hombres/
mujeres.

Provocación de celos He hablado con otra mujer/hombre en una fiesta para poner celosa a mi pareja.
He mostrado interés por otra mujer/hombre para enfadar a mi pareja.

Señales de posesión física He pasado el brazo alrededor de mi pareja cuando estamos con otras personas.
He cogido de la mano a mi pareja cuando hay otros hombres/mujeres delante.

Señales de posesión verbal He hablado con mis amigos de lo muy enamorados que estamos mi pareja y yo.
He presumido de mi pareja ante otros hombres/mujeres.

Sumisión y degradación He cedido a todos los deseos de mi pareja.


He estado de acuerdo con todo lo que dice mi pareja.

Vigilancia He llamado para asegurarme de que mi pareja estaba donde me dijo que iba a
estar.
He curioseado entre las pertenencias personales de mi pareja.

Violencia contra los rivales He conseguido que mis amigos le den una paliza a alguien que estaba interesado
en mi pareja.
He pegado a otro hombre/mujer cuando ha tratado de ligar con mi pareja.

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Atracción y amor  /  239

4.5.  Conflicto marital que se arrojan mutuas quejas en un intercambio


defensivo y con una escalada progresiva de los
Las relaciones interpersonales son un lugar problemas. Alberts (1989) mediante entrevistas a
idóneo para el conflicto entre las personas. Éste las parejas identificó cinco tipos de quejas: a) de
acompaña a todos los grupos sociales y familia- la conducta, por ejemplo, echarse en cara las de-
res. La convivencia, que habitualmente se da en ficiencias en las tareas del hogar; b) de las carac-
las relaciones amorosas, incrementa drásticamen- terísticas personales, «eres un/a pedante»; c) de
te las oportunidades para las interacciones con- ejecución, «conduces muy rápido/a» o «aparcas
flictivas. Es un contexto propicio para las viola- fatal»; d) protestas, «siempre te estás quejando; e)
ciones de las fronteras interpersonales, con apariencia personal, «estás gordo/a».
consecuencias casi siempre negativas (Canary,
Messman, 2000). C)  Una de las fuentes principales de conflicto
marital es la que tiene su origen en la violación de
A)  La frecuencia del conflicto. Los conflic- normas relacionales, como tener una relación ex-
tos de pareja se producen con una cierta periodi- tramarital o engañar a la pareja. También las pare-
cidad. Así, Lloyd (1987) encontró en parejas de jas señalan otras transgresiones normativas: vulne-
novios que tenían una media de 4,8 desacuerdos ración de la confianza o de la privacidad de la
cada dos semanas. Las parejas casadas señalan relación, olvido de planes o de fechas especiales,
que tienen entre uno y dos desacuerdos desagra- falta de reciprocidad en los sentimientos y la comu-
dables cada mes (McGonagle, Kessler y Schilling, nicación, celos y desconfianza, ruptura de prome-
1992). Estas frecuencias son moduladas en fun- sas, etc. Jones y Burdette (1994) establecen un ran-
ción de la satisfacción con la pareja. Las más in- king de traiciones en las relaciones de pareja:
satisfechas tienen un incidente conflictivo diario. aventuras extramaritales, mentiras, traición de la
La frecuencia baja a uno cada cinco días en las confianza, engaño, dejar plantado, carencia de
parejas satisfechas. apoyo, ignorar y evitar a la pareja, crítica y cotilleo.

B)  Asuntos conflictivos. Casi todo el mundo


sabe que los asuntos potencialmente conflictivos 4.6.  Infidelidad y celos
en una relación de pareja son infinitos: proble-
mas de comunicación, sexuales, de celos, de re- Una de las paradojas de las relaciones de pa-
parto de las tareas domésticas, económicos y un reja es que siendo la infidelidad la principal causa
largo etcétera. Algunas categorías en las que se de conflicto, las relaciones extramaritales hayan
pueden agrupar los conflictos de pareja son (Ca- acompañado históricamente a las diferentes for-
nary, Cupach y Messman, 1995): mas de matrimonio que ha habido. El adulterio,
el engaño, la infidelidad son términos estrecha-
1. Comportamientos específicos y concretos, mente relacionados con el concepto de pareja es-
como no poner el tapón del champú, o las table. Las estadísticas son contundentes: desde el
interrupciones de la conversación. primer y escandaloso informe Kinsey sobre la
2. Vulneración de normas de la relación, conducta sexual de los norteamericanos, hasta
como no llamar si se va a llegar tarde a las más recientes encuestas sobre el comporta-
casa, o ser irrespetuoso con la pareja. miento sexual de los españoles, reflejan que la
3. Rasgos de personalidad, como la pereza o infidelidad declarada se da en un tercio de las pa-
el alcoholismo. rejas. En ninguna de ellas baja de un tercio el nú-
mero de hombres y mujeres con incidentes extra-
Una forma de conocer los conflictos es a tra- maritales. Y esto es, seguramente, sólo la punta
vés de las conversaciones de las parejas, en las del iceberg; la vida secreta de las personas siem-

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240  /  Fundamentos de psicología social

pre está por debajo del punto de flotación. Me- nos prefieran «ser sapo y vivir de los miasmas de
nos contaminados por la deseabilidad social, los un calabozo que dejar un rincón de mi ser más
datos de las pruebas de paternidad indican que querido para uso de otros». ¿No? Hagamos la
no hay coincidencia biológica entre el padre y su prueba: «Imagine lector que un día descubre que
descendiente en cerca de un treinta por ciento de su pareja ha conocido y se ha enamorado de otra
las mismas (Platek y Shackelford, 2006). A pesar persona mientras está comprometida con usted.
de ser un comportamiento tan habitual, un estu- Imagínesela diciéndole a esa otra persona «te
dio transcultural sobre las causas de divorcio en quiero» y comportándose con ella de forma muy
160 sociedades diferentes (Betzig, 1989), indican íntima y cariñosa. Piense que se ha unido a ella
que la infidelidad se sitúa entre las primeras ra- de tal manera que todos y cada uno de sus pen-
zones para una ruptura de la pareja. La realidad samientos giran en torno a esa otra persona y
de una pareja infiel o la simple evocación de que cada vez necesita y desea estar más tiempo en su
pudiera serlo, desencadena en la mayoría de los agradable compañía. ¿Cómo se sentiría usted?
seres humanos lo que se considera la experiencia ¿Y con este otro supuesto?: Un día descubre que
más prevalente y potencialmente destructiva de su pareja está manteniendo relaciones sexuales
las relaciones amorosas, los celos. Pocas cosas al- con otra persona. Imagínesela probando y dis-
teran tanto la vida de una pareja como una infi- frutando diferentes y variadas posturas; hasta
delidad; así que no es de extrañar que desde tiem- ver cómo su pareja practica sexo oral, el coito y
pos ancestrales los seres humanos se las hayan tiene un orgasmo con la otra persona. Piense
ingeniado para detectarla. El mecanismo de de- que todas sus fantasías sexuales giran en torno
tección que la naturaleza ha puesto en sus manos a esa persona y a la relación que mantiene con
es el de los celos, «el monstruo de los ojos ver- ella. ¿Qué tal? Pocos son inmunes a imaginar es-
des» shakesperiano. tas dos situaciones; menos a vivirlas realmente.
Los celos sirven de contrapunto la infidelidad. En el estudio clásico de Buss, Larsen, Westen, y
Los celos son una emoción universal diseñada Semmelroth, (1992) se les pregunta a un grupo
para alertar a un individuo de las amenazas a de personas cuál de las dos situaciones anterio-
una relación sentimental importante y valiosa. res le disgusta más: la infidelidad emocional o la
Los celos hacen que, como Otelo, los seres huma- sexual. En la figura 9.7 puede apreciarse en el

80 60

50
60
40
Hombre
40 30
Mujer
20
20
10

0 0
EE.UU. Alemania Holanda Corea Japón Infidelidad sexual

Figura 9.7.—Porcentaje de sujetos que eligieron la infidelidad sexual como más estresante, en distintos lugares del mundo
(Buss, Larsen, Westen y Semmelroth, 1992) y en España (Gómez-Jacinto, Canto y Leiva, 2001).

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Atracción y amor  /  241

gráfico de la izquierda que los varones de dife- mujeres. Los celos son un mecanismo de mante-
rentes lugares del mundo se sienten más altera- nimiento de la pareja y las diferencias entre mu-
dos que las mujeres por una infidelidad sexual. jeres y hombres son debidas a los diferentes pro-
Mientras que ellas sienten más que ellos los blemas adaptativos que han tenido que afrontar
efectos de una infidelidad emocional. A la dere- unas y otros durante el curso de la evolución
cha se muestra un patrón similar en nuestro para garantizar el éxito en la supervivencia y la
país; la infidelidad sexual altera más a los varo- transmisión de los propios genes. Las mujeres
nes que a las mujeres (Gómez-Jacinto, Canto y evolucionaron hacia los celos emocionales por-
Leiva, 2001). que la infidelidad más amenazante para su prole
Tanto la infidelidad amorosa como la sexual consistía en que el hombre dirigiera sus recursos
mezclan en nuestra mente un cóctel emocional de a otra mujer y a otros hijos. La evolución de los
cólera, miedo, vergüenza y tristeza. Ambos tipos hombres hacia los celos sexuales tiene que ver
de infidelidad son estresantes y proporcionan se- con el intento de garantizar la paternidad y tener
ñales de la pérdida de recursos afectivos y sexua- certeza de que las inversiones en la prole lo son
les valiosos. Hemos heredado esta respuesta emo- en los propios genes.
cional de nuestros ancestros más remotos. Desde Los celos se encuentran en el origen de mu-
la edad de piedra, quienes se afectaban ante los chas de las situaciones límite de una relación de
signos de un posible abandono del compañero y pareja. Unas veces son la razón para la reacti-
actuaban para evitarlo tenían una ventaja selecti- vación de una relación amorosa dormida. Otras
va sobre los que no lo hacían. Quienes no impe- veces se convierten en el origen de la violencia
dían la infidelidad de la pareja tenían menos éxi- y el maltrato de las mujeres a manos de sus pa-
to reproductor. Nuestros antepasados de las rejas sentimentales. En otras muchas son el
cavernas se valían de diferentes estrategias para principio del fin, la antesala de la ruptura y la
conseguir la fidelidad, siendo la vigilancia una de disolución de la relación de pareja. En la acti-
las más habituales. Lo mismo hacen esos millo- vidad académica del capítulo se presentan di-
nes de cavernícolas con móvil del presente post- versas situaciones de infidelidad hipotética que
moderno: vigilar, espiar, escudriñar en el confi- permiten valorar si se es más vulnerable a los
dente que más secretos escucha y, quizá, guarda, celos sexuales o a los emocionales. Una vez res-
gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías. pondidas, se puede comprobar si los resultados
Buss (2000) recurre a la predisposición genéti- se ajustan al patrón de los encontrados previa-
ca para explicar las diferencias entre hombres y mente.

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