Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DE SELECCIÓN
El tema de la presente columna sería plasmar nuestra opinión sobre la decisión que dio el
máximo órgano de lo contencioso administrativo sobre la cuestión de si la falta de capacidad,
como requisito habilitante a la hora de hacer parte de un proceso de selección de contratación
pública, debería ser susceptible de ser subsanada.
Para definir esto último, nos permitimos entonces remitirnos a la brillantez del Profesor
Arturo Valencia Zea (1957), quien dice que el negocio jurídico es “Aquel hecho jurídico que
contiene una o varias declaraciones de voluntad de los particulares que, por si o unidos con otros
requisitos, persiguen un determinado efecto jurídico.”
El demandante expone que si hay dicha posibilidad e incluso manifiesta que se puede
hacer hasta antes de la adjudicación, en virtud del artículo 10 del decreto reglamentario 2474 de
2008 y al numeral 1º del Artículo 5º de la ley 1150 de 2007, esto en cuanto se establece en primer
lugar:
“(…) PARÁGRAFO 1o. <Parágrafo modificado por el artículo 5 de la Ley 1882 de 2018. El
nuevo texto es el siguiente:> La ausencia de requisitos o la falta de documentos referentes a la
futura contratación o al proponente, no necesarios para la comparación de las propuestas no
servirán de título suficiente para el rechazo de los ofrecimientos hechos. En consecuencia,
todos aquellos requisitos de la propuesta que no afecten la asignación de puntaje, deberán ser
solicitados por las entidades estatales y deberán ser entregados por los proponentes hasta el
término de traslado del informe de evaluación que corresponda a cada modalidad de selección,
salvo lo dispuesto para el proceso de Mínima cuantía y para el proceso de selección a través del
sistema de subasta. Serán rechazadas las ofertas de aquellos proponentes que no suministren la
información y la documentación solicitada por la entidad estatal hasta el plazo anteriormente
señalado.” (Negrilla y subrayado fuera del texto original)
En este caso se echa mano del Registro Único de Proponentes (en adelante RUP),
requisito básico que recae sobre todas aquellas personas que aspiren a contratar con el Estado.
Con el RUP entre otras cosas, se acredita la capacidad jurídica de la entidad (hasta este momento,
entendámoslo como la combinación de capacidad jurídica y capacidad legal), sin embargo, a
través de decretos como el 1510 de 2013 en donde se hace hincapié en la inclusión de un registro
de inhabilidades, incompatibilidades y multas, donde el RUP se convierte en el documento
acreditador de la capacidad (ahora si, en un sentido completo) en el contexto de la contratación
estatal.
Como critica podemos señalar que quizá, previa a la expedición de dicho decreto no era
tan clara la posibilidad de acreditar plenamente la capacidad a través del RUP, pero se podría
inferir que sí, ya que la sentencia es del año 2011, sin embargo, si se observa que se reforzó esto,
algo que a todas luces consideramos necesario teniendo en cuenta la importancia del contenido de
dicho documento.
Resulta entonces hasta este punto prudente concluir que no parece procedente subsanar la
falta de capacidad en un estado posterior a la presentación de la propuesta, toda vez que, como ya
se expuso, esto es un requisito habilitante que se acredita ante la Cámara de Comercio y que
dicho RUP acompaña a la oferta, constituyéndose de esta forma un impedimento formal o
procesal.
La sentencia también dirime dudas respecto a que sucede en casos donde el RUP no es
requerido, es decir, en aquellas excepciones consagradas por la misma ley 1150 ¿es posible en
estos casos subsanar de manera posterior a la presentación la falta de capacidad? La corporación
igualmente da su no rotundo, en primer lugar, puesto que los requisitos habilitantes si bien ya no
se acreditan ante la Cámara de Comercio, si se acreditan ante la entidad que realiza el proceso de
selección, y la razón es eminente, se trata de un requisito habilitante para participar en el proceso
de selección, es decir, algo que se acredita a más tardar al momento de presentar la oferta.
En concepto del año 2010, la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado ya
se había referido sobre la imposibilidad de subsanar requisitos habilitantes dentro del proceso de
selección, sin embargo, si hizo aclaraciones importantes, señalando que quien se presenta al
proceso de selección debe cumplir con los requisitos habilitantes al momento de presentar su
oferta y señalaba que lo que es susceptible de “subsanarse” es la prueba y no el requisito
habilitante del mismo.
Nos resulta relevante especificar que traemos este concepto solamente como
complemento del concepto de requisitos habilitantes ya que no se refiere al eje central de la
discusión, el cual es el concepto de la capacidad, el cual está claro que no puede subsanarse en
ningún momento.
Por otro lado los argumentos son claros y precisos, sin embargo no deja de ser necesario
remitirse a otros pronunciamientos y fuentes para obtener un panorama completo del tema,
igualmente permite hacer una trazabilidad a la evolución de nuestro sistema de contratación
pública y ver de forma satisfactoria como se le da prioridad a principios como la planeación y la
transparencia, el cual, si bien esta lejos de ser perfecto, se encuentra en constante cambio y
mejora a fin de que se de cumplimiento a los fines del Estado consagrados en nuestra
Constitución Política.
Bibliografía:
Carnelutti, F. (1948) Sistema de derecho procesal civil.,. T° II. Buenos Aires. Ed. Unión
tipográfica editorial hispano americana.
Colombia Compra Eficiente. “Manual para determinar y verificar los requisitos habilitantes en
los Procesos de Contratación.”
https://colombiacompra.gov.co/sites/cce_public/files/cce_documents/
cce_manual_requisitos_habilitantes.pdf