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Terapia física

En primer lugar, la terapia que involucra el ejercicio manual y los métodos físicos
de tratamiento están orientados a aliviar los síntomas de la patología y retrasar la
progresión de esta misma. De ninguna manera vamos a curar la zona afectada,
debido a que se trata de una enfermedad crónica.
 Antecedentes anatómicos: Es muy importante saber que en el
entrenamiento físico la idea es cargar lo menos posible la articulación
implicada. Es por estos que los ejercicios están orientados a fortalecer
estructuras importantes y estrechamente relacionadas con la articulación
femoropatelar, siendo la más importante el fortalecimiento del cuádriceps,
debido a que este es el principal estabilizador activo de la rodilla. El
cuádriceps medializa la patela para evitar roces en la articulación.
(Especificar el ejercicio de extensión de rodilla (isométrico))

https://www.reumatologiaclinica.org/es-ejercicio-fisico-como-terapia-no-articulo-
S1699258X09001272
 Aplicación de compresas frías o calientes para aliviar el dolor en la zona.

 Uso del TENS: es un aparato de electroestimulación transcutánea que se


usa para controlar el dolor, en este caso de la zona involucrada. (explicar
con foto el uso del TENS)

 Uso de bastones: El propósito de usar bastones es para descargar la rodilla


afectada, por lo que utilizamos el bastón en el lado no afectado, para así
distribuir la carga de la rodilla. El bastón tipo canadiense es el más
recomendado.
 Otros ejercicios: También es muy recomendable andar en bicicleta, pero
con el sillín elevado para no doblar mucho las rodillas. Caminatas suaves
todos los días mantienen a la articulación en condiciones.

 Tips generales:
- Mantenerse activo físicamente.
- Evitar estar en reposo durante períodos de tiempo muy prolongados.
- NO sobrecargar la rodilla enferma.
- Evitar movimientos de alto impacto en la rodilla, como agacharse flectando
mucho, saltar, trotar, subirse a diferentes estructuras como sillas, escalones
muy altos.

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