¿Qué es la cultura de paz?

COLUMNISTA INVITADO

DAVID PÉREZ
22.07.2021/19:17
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Toda forma de ser, estar y expresarse puede considerarse como una forma de cultura. 
Después de vivir por varios años un ciclo de violencia extrema como el que se vivió
en La Laguna, con picos muy altos a partir de 2008, es necesario poner atención sobre
los efectos que ese periodo dejó en muchos ámbitos de nuestra vida colectiva y
personal.
Pareciera que en muchas de nuestras interacciones cotidianas la violencia se hace
presente en múltiples formas. 
Hasta en los festejos colectivos por los recientes éxitos del Club Santos Laguna se
constataron actos de violencia. 
Lo mismo al compartir el tránsito en las calles, en las convivencia vecinal, etc. 
Pareciera que ya no podemos hacer nada sin expresiones violentas. Hicimos de la
violencia una parte de nuestra cultura.
Analizar las violencias. 
Lo primero que exige una opción por construir una cultura de paz es analizar las
formas de violencia que hemos interiorizado, ¿cómo llegaron a nuestro entorno?,
¿cómo impactan nuestra vida cotidiana, nuestras emociones, nuestra percepción?,
¿qué estructuras sociales permiten que las formas de violencia continúen en nuestro
presente?
Concepto de paz. Al análisis de las violencias le sigue construir el paradigma de paz
en el que queremos vivir como sociedad. 
Nadie puede ser excluido de aportar la idea o experiencia de paz que desea para sí
mismo y para los demás. 
Esta diversidad de conceptos ha llevado a que desde la teoría se hable más de “paces”.
El desafío es armonizar las diferentes propuestas de paz.
¿Qué hacer después de violencias prolongadas? “La construcción de la paz debe estar
arraigada en las realidades subjetivas y empíricas que determinan las necesidades y
expectativas de las personas y responder a esas realidades”, afirma John Paul
Lederach. 
No existe una guía planificada que contenga mecánicas específicas para la
construcción de paz en cualquier contexto. 
No hay un manual. 
Si el objetivo es atender las necesidades de las personas y grupos en materia de paz es
necesario que nos concentremos en la restauración de nuestras fracturas, la
reconstrucción de nuestras relaciones.
Con lo cual, la ruta debe pasar por los aspectos relacionales de nuestra vida. 
Después de un ciclo de violencia como el que vivimos, ¿Cómo nos relacionamos con
nosotros mismos?, ¿con los demás?, ¿con los cercanos?, ¿con los lejanos?, ¿con las
instituciones?, ¿con la naturaleza?
Construir una cultura de paz exige de la participación de todas personas que
componen una sociedad. 
Transformar las distintas capas de relaciones que existen en nuestras vidas. 
Y sobre todo, tomar la decisión de querer construir una cultura diferente, una que
reduzca al mínimo la violencia en nuestras relaciones cotidianas.
* Coordinador del centro de derechos humanos Juan Gerardi.