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La ética cívica (Yasumy)

La ética no es un asunto estrictamente individual, sino que se desarrolla en un determinado


contexto social y cultural. Por ello, los problemas de la convivencia social deben ser abordados
dentro de un marco ético.
Pero para que sea posible la convivencia dentro de una sociedad pluralista es preciso que existan
puntos de coincidencia. Si no fuera así, las diferencias entre los distintos proyectos de vida
producirían conflictos de intereses sin solución.
Estos elementos comunes constituyen exigencias mínimas
necesarias para la convivencia. Estos mínimos forman lo que
se denomina ética cívica.
Contenidos de la ética cívica (Yasumy)
En las sociedades pluralistas, los ciudadanos han asumido
algunos valores, derechos y actitudes que se dan por
supuestos a la hora de tomar decisiones que afecten a todos.
Esto quiere decir que no es necesario inventarlos, sino más bien tomar conciencia de ellos y
potenciarlos a través de las siguientes actitudes:
✓ El respeto a los derechos humanos de la primera, segunda y tercera generación.
✓ La defensa de los valores de libertad, igualdad y solidaridad como expresión de respeto a
los derechos humanos.
✓ El diálogo y la tolerancia activa, propia de quienes quieren entenderse con los demás y no
imponerse a ellos.
En estas tres actitudes hay un presupuesto común. Las tres apuntan en la dirección de
considerar a la persona como valor absoluto. Del reconocimiento de ese carácter se deriva que
las personas no pueden ser tratadas como instrumentos y que poseen una dignidad que las
hace sujetos de derechos.
Los valores de la ética cívica (Ariana Jara)
Para hacer posible el pluralismo moral, es necesario mantener y fomentar diversos valores que
pueden servir como marco de convivencia pacífica y justa entre seres humanos. Entre estos
valores se encuentran la libertad, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia y la actitud dialógica.
La libertad.
La libertad. Puede entenderse de dos maneras:
Como autonomía moral, supone que cada persona es libe de querer algo determinado, siempre
que no dañe a los demás. La sociedad está obligada a ayudarle a descubrir qué es realmente lo
que quiere y a no impedirle llevarlo a cabo o no conseguirlo.
Como autonomía política. Reconoce que cada ciudadano está legítimamente para participar
activamente en su comunidad política.
La igualdad
La igualdad implica lo siguiente:
Que cada persona pueda disfrutar de una cantidad razonable de bienes, y no exista ningún
individuo ni grupo de individuos que se apodere de todos los bienes en grado máximo.
Que cada persona acceda a mínimo material social y cultural para
desarrollar una vida digna:
Un ingreso suficiente, educación, vivienda asistencia médica, ayuda en la
enfermedad y la vejez, etc.
Igualdad de oportunidades para ocupar cargos y empleos, lo cual
disminuye las desigualdades naturales y sociales en que nacemos.
Que la sociedad procure que todas las personas alcancen un nivel
razonable de autoestima. Que tengan una valoración positiva de sí
misma como personas que pueden llevar adelante con éxito sus proyectos de vida.
La solidaridad
Se entiende por solidaridad la actitud social dirigida a apoyar a los más débiles para que alcancen
mayor autonomía y desarrollo. La solidaridad se basa en acciones que se realizan en beneficio de
otros.
Al vivir en un mundo con muchas desigualdades, nuestras
acciones solidarias deben estar orientadas a buscar el
bien común y a lograr la libertad e igualdad.
La solidaridad exige dos tipos de acción:
✓ Apoyar al débil para que alcance la mayor
autonomía y autoestima posible.
✓ Explotar al máximo los propios talentos en
provecho del grupo y de la sociedad.
La tolerancia
La tolerancia debe ser entendida desde la perspectiva del respeto activo, ya que por sí sola tiene el
inconveniente de convertirse fácilmente en indiferencia, y entonces más que interesarnos por lo
que los otros puedan vivir según sus convicciones y sus criterios, caemos en el desinterés y la
apatía. Por eso, la tolerancia, así entendida, es todavía un valor bastante inferior a la tolerancia
como respeto activo.
El respeto activo consistes en el interés por comprender a otros y por ayudarlos a llevar adelante
sus planes de vida. En un mundo de desigualdades, sin un respeto activo es imposible que todos
puedan desarrollar sus proyectos de vida, porque lo más débiles rara vez estarán en condiciones
de hacerlo.
La actitud dialógica
A lo largo de la historia, hemos comprobado que la manera más humana de resolver los problemas
es el diálogo. Porque la violencia no solo no resuelve los problemas, sino que la mayoría de las
veces inicia una imparable espiral de violencia: pero el diálogo solo puede ser considerado un valor
si se toma realmente en serio, siguiendo las reglas básicas de equidad y respeto mutuo que lo
diferencian de un simple intercambio de ideas o un monólogo.

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La ética, la pobreza y los derechos humanos. (Gerardo Gonzales) La gran meta de la reflexión
ética es propiciar el logro de un mejor nivel de vida para el individuo y para la comunidad. No
obstante, existen problemas sociales que obstaculizan este objetivo, como la pobreza.
En nuestro país, los sectores más vulnerables a esta problemática social son:
➢ Los niños y adolescentes. Este sector afronta problemas que atentan contra sus derechos
y afectan su desarrollo: la mortalidad infantil y materna, la desnutrición, el trabajo infantil, la
deserción escolar, el abandono de los padres, las enfermedades, etc.
➢ Las mujeres. Si bien han alcanzado una progresiva autonomía en sus actividades y una
mayor participación en la vida pública, el mercado laboral sigue siendo inequitativo para
ellas. Además, en las zonas rurales tienen menor acceso a la educación que los varones.
➢ Los jóvenes. Más de la mitad de ellos trabaja en empleos poco estables y sin beneficios
sociales. Debido a la falta de oportunidades y al poco control del Estado, muchos jóvenes se
ven expuestos a condiciones de trabajo que ponen en riesgo su salud y su integridad física.
➢ Las comunidades indígenas. Aun cuando este grupo ha obtenido logros en la defensa de
sus derechos, las situaciones de desigualdad que subsisten y los afectan amenazan su
cultura, sus tierras y sus recursos.
La ética y la paz (Ederson Reyes)
El concepto de paz se entiende hoy como la situación en que los seres humanos tienen la
posibilidad de alcanzar su realización plena. En este sentido, una cultura de paz implica una forma
de convivencia y un sistema democrático que se caractericen por la búsqueda de justicia, el
respeto a la diferencia, el compromiso con la democracia, la superación de la pobreza y la
solidaridad entre los individuos de una sociedad.
Debido a la importancia que tiene para la convivencia democrática, la paz se ha convertido en una
exigencia ética para todas las personas y países del mundo.
La ética y la conciencia social. (Fabrizio Piundo)
El ser humano tiene una dimensión social que lo lleva a
interesarse por el bienestar de la comunidad en la que vive. A esa
preocupación se le llama conciencia social. Esta actitud no
nace con las personas, sino que se afianza a medida que esta se
va dando cuenta de que pertenecen a una sociedad y que los
problemas sociales afectan sus vidas y las de los demás.
Sin embargo, muchas personas carecen de conciencia social,
es decir se muestran indiferentes frente a lo que ocurre a su
alrededor o ante las necesidades ajenas. Quienes tienen esta actitud de pasividad social dejan que
otros asumen la iniciativa y tomen decisiones en su lugar. La pasividad o indiferencia social
constituye un serio obstáculo para el progreso de una sociedad, pues este objetivo solo se puede
lograr con la participación de todos sus integrantes.
La conciencia social es una actitud que no debe quedarse solo en buenas intenciones, sino que
tiene que llegar a manifestarse en acciones concretas, como un proyecto de asistencia social, el
compromiso con alguna causa de interés público, etc.
El compromiso social
La mejor manera de desarrollar la conciencia social es mediante el compromiso con el otro y con el
bienestar de la humanidad en general. Una persona que pone en práctica esta actitud es capaz de
superar la indiferencia y el individualismo para invertir su tiempo y sus capacidades en el bienestar
de sus semejantes y en el mejoramiento de su entorno. Las personas no tienen el mismo grado de
compromiso social. Existen las siguientes diferencias:
Bajo compromiso social Alto compromiso social
- Tienen poca esperanza en la superación de los
- Creen que los problemas sociales pueden ser
problemas sociales. superados
- Creen que el mundo empieza y termina en ellos
- Son capaces de ponerse en el lugar de los demás
mismos y entender
- Rechazan todo lo que sea diferente a ellos. su situación.
- Están abiertos a entender y valorar lo que es
distinto a ellos.

Proyectos éticos y movimientos sociales (Cesia Quesquen)


Algunas personas ponen en práctica su conciencia social participando en proyectos ético-sociales
que tienen como objetivo la defensa y la promoción de valores éticos y humanos universales; por
ejemplo, el pacifismo, el ecologismo o el voluntariado. Otras también desde una base ética, buscan
reivindicar o promover el desarrollo de un grupo social específico; por ejemplo, el feminismo o los
movimientos indígenas.

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