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En este aspecto la CIDH ha acuñado el criterio de que el derecho a juicio previo implica la
posibilidad de que el procesado pueda ejercer de forma adecuada el derecho a defenderse
conociendo de ante mano todas las implicaciones del proceso al cual se encuentra sometido,
señalando además la CIDH en este aspecto que:
(JUEZ NATURAL)
Sobre la importancia que para la legalidad del proceso guarda este principio, la CIDH ha
manifestado que el Juez Natural es una parte fundamental del debido proceso y por consiguiente
sólo cuando este ha sido garantizado, entonces podría hablarse de la aplicación del debido
proceso, en efecto la CIHD ha múltiples ocasiones ha explicado que:
“El artículo 8.1 de la Convención garantiza el derecho a ser juzgado por “un
tribunal competente […] establecido con anterioridad a la ley”, disposición que
se relaciona con el concepto de juez natural, una de las garantías del debido
proceso, a las que inclusive se ha reconocido, por cierto sector de la doctrina,
como un presupuesto de aquél. Esto implica que las personas tienen derecho a
ser juzgadas, en general, por tribunales ordinarios, con arreglo a
procedimientos legalmente establecidos.” CORTE IDH. CASO APITZ
BARBERA Y OTROS (“CORTE PRIMERA DE LO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO”) VS. VENEZUELA. EXCEPCIÓN PRELIMINAR,
FONDO, REPARACIONES Y COSTAS. SENTENCIA DE 5 DE AGOSTO
DE 2008. SERIE C NO. 182.
“El artículo 8.1 de la Convención garantiza el derecho a ser juzgado por “un
tribunal competente […] establecido con anterioridad a la ley”. Esto implica
que las personas “tienen derecho a ser juzgadas por tribunales de justicia
ordinarios con arreglo a procedimientos legalmente establecidos”, razón por la
cual el Estado no debe crear tribunales que no apliquen normas procesales
debidamente establecidas para sustituir la jurisdicción que corresponda
normalmente a los tribunales ordinarios. Con esto se busca evitar que las
personas sean juzgadas por tribunales especiales, creados para el caso, o ad
hoc” CORTE IDH. CASO BARRETO LEIVA VS. VENEZUELA. FONDO,
REPARACIONES Y COSTAS. SENTENCIA DE 17 DE NOVIEMBRE DE
2009. SERIE C NO. 206129 129.
En lo que respecta al alcance que debe tener este principio la CIDH ha señalado que el mismo
tiene aplicación y vigencia no sólo en los procesos penales sino que su validez y eficacia ha de
extenderse a todo tipo de proceso jurisdiccional y administrativo donde se pretenda hacer valer la
facultad punitiva del estado, criterio que se evidencia en las siguientes decisiones:
Asimismo en torno a las manera en que este principio influye en el proceso penal la CIDH ha
manifestado que ello solo ocurre cuando las tantos los ilícitos por los que se persigue a un
justiciable, como el juez que dirimirá y las penas que pudieran serle impuestas deben estar
previamente establecida al momento de ocurrir el hecho que genera el proceso, postura que se
evidencia en la siguiente decisión:
“…, en aras de la seguridad jurídica es indispensable que la norma punitiva,
sea penal o administrativa, exista y resulte conocida, o pueda serlo, antes de
que ocurran la acción o la omisión que la contravienen y que se pretende
sancionar. La calificación de un hecho como ilícito y la fijación de sus efectos
jurídicos deben ser preexistentes a la conducta del sujeto al que se considera
infractor. De lo contrario, los particulares no podrían orientar su
comportamiento conforme a un orden jurídico vigente y cierto, en el que se
expresan el reproche social y las consecuencias de éste. Estos son los
fundamentos de los principios de legalidad y de irretroactividad desfavorable de
una norma punitiva. CORTE IDH. CASO BAENA RICARDO Y OTROS
VS. PANAMÁ. FONDO, REPARACIONES Y COSTAS. SENTENCIA DE
2 DE FEBRERO DE 2001. SERIE C NO. 72
(IMPARCIALIDAD E INDEPENDENCIA)
IMPARCIALIDAD
En este principio la CIDH ha decidido y explicado que el juez debe dar garantías claras a los
justiciables de que las decisiones serán adoptadas de forma imparcial y en los términos y bajo los
criterios concebidos por los procedimientos previamente establecidos, postura que se manifiesta
de forma inequívoca en la siguiente decisión:
INDEPENDENCIA:
(PLAZO RAZONABLE)
Que tratar de explicar el propósito de este principio la CIDH advierte que el mismo persiguiente
evitar que las personas sean sometidas a procesos interminables y se mantengan bajo la
incertidumbre y afectaciones propias de un proceso penal, el cual en la mayoría de los casos
produce la restricción de los derechos del justiciable, advirtiendo al mismo tiempo que para
garantizar este principio se debe considerar tres criterios importantes, tales como son: a) la
complejidad del asunto, b) la actividad procesal del interesado y c) la conducta de las autoridades
judiciales. En este sentido ha expresado la Corte que:
“El principio de “plazo razonable” al que hacen referencia los artículos 7.5 y 8.1
de la Convención Americana tiene como finalidad impedir que los acusados
permanezcan largo tiempo bajo acusación y asegurar que ésta se decida
prontamente. Considera la Corte que el proceso termina cuando se dicta
sentencia definitiva y firme en el asunto, con lo cual se agota la jurisdicción (cf.
Cour eur. D.H., arrêt Guincho du 10 juillet 1984, série A nº 81, párr. 29) y que,
particularmente en materia penal, dicho plazo debe comprender todo el
procedimiento, incluyendo los recursos de instancia que pudieran eventualmente
presentarse. Esta Corte comparte el criterio de la Corte Europea de Derechos
Humanos, la cual ha analizado en varios fallos el concepto de plazo razonable y
ha dicho que se debe tomar en cuenta tres elementos para determinar la
razonabilidad del plazo en el cual se desarrolla el proceso: a) la complejidad del
asunto, b) la actividad procesal del interesado y c) la conducta de las autoridades
judiciales (cf. Caso Genie Lacayo, Sentencia de 29 de enero de 1997. Serie C No.
30, párr 77; y Eur. Court H.R., Motta judgment of 19 February 1991, Series A
No. 195-A, párr. 30; Eur. Court H.R., Ruiz Mateos v. Spain Judgment of 23 June
1993, Series A No. 262, párr. 30). CORTE IDH. CASO SUÁREZ ROSERO
VS. ECUADOR, SENTENCIA DE 12 DE NOVIEMBRE DE 1997
(PARTICIPACION CIUDADANA)
Sentencia T-123/09 DE LA CORTE SUPREMA DE COLOMBIA
DERECHO DE PARTICIPACION CIUDADANA-Fundamental
CONSULTA POPULAR COMO EXPRESION DE LA PARTICIPACION CIUDADANA-
Alcance y límites En palabras de la Corte, ella hace referencia a la “posibilidad que tiene el
gobernante de acudir ante el pueblo para conocer y percibir sus expectativas, y luego tomar una
decisión. En otros términos, es la opinión que una determinada autoridad solicita a la ciudadanía
sobre un aspecto específico de interés nacional, regional o local, que la obliga a traducirla en
acciones concretas”. La importancia de la consulta popular como derecho fundamental se refleja
en su obligatoriedad. Entre los principales límites de la consulta popular se destacan, entre otras,
los siguientes: 1.Competencia. Al respecto, el artículo 104 de la Constitución permite al
Presidente de la República, con la firma de todos los ministros y previo concepto favorable del
Senado, consultar al pueblo decisiones de trascendencia nacional. Por su parte, el artículo 105 de
la Carta autoriza a gobernadores y alcaldes a realizar consultas, previo cumplimiento de las
exigencias legales, “para decidir sobre asuntos de competencia del respectivo departamento o
municipio”.2. Prohibición de modificar la Constitución. Está consagrada en el artículo 50 de la
Ley Estatutaria referida, según la cual, “no se podrán realizar consultas sobre temas que
impliquen modificación a la Constitución Política”. 3. Prohibición de consultar normas o
convocatoria a Asamblea Nacional Constituyente. A juicio de la Sala, el alcance de la consulta
popular y su carácter imperativo están supeditados al respeto de los preceptos constitucionales y
a la observancia de las exigencias previstas en la ley que la regula. De esta manera, la fuerza
vinculante de una consulta popular debe ser interpretada en consonancia con la vigencia de los
demás derechos y principios reconocidos en la Constitución, por lo que no todo llamado a la
comunidad para pronunciarse sobre asuntos de interés local puede concebirse en términos
imperativos absolutos.