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"Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional"

UNIVERSIDAD NACIONAL ENRIQUE GUZMAN Y VALLE


“LA CANTUTA”

TEMA: PERSONALIDAD Y APRENDIZAJE


FACULTAD: TECNOLOGÍA
ESPECIALIDAD: TEXTIL
CURSO: PSICOLOGÍA GENERAL
PROFESORA: TANIA MARLENE AGUILAR TAYPE
CICLO: IV
SECCION: K2
INTEGRANTES: YAJHAYRA CASAS MAMANI
FIORELLA VILLALVA CAJACHAGUA
VIRGINIA ESPINOZA SANTIAGO
PROMOCION: 2020
1. Bases teóricas de los rasgos de personalidad

La personalidad ha sido y continúa siendo una variable importante de estudio para la


psicología. Sin embargo, el término personalidad es coloquial y la gran mayoría de personas
entiende este término como la forma de apreciar, expresar, pensar y actuar.

(Gonzales & Besteiro, 2015) mencionan al constructo personalidad como un ligado de


tipologías físicas y psíquicas. Estas se manifiestan y se expresan a lo largo de la época para
determinar la conducta de un individuo haciéndolo único. Este ligado de tipologías está
relacionado con el aprendizaje significativo que se evidencia a lo largo del tiempo. El
constructo personalidad es progresivo en las primeras etapas del desarrollo, llegando a
formarse en la etapa del descubrimiento y exploración como la adolescencia.

(Cardenal, Sánchez, & Ortiz,2007) mencionan “la estructura dinámica de la personalidad es


conocer como está conformada la persona; son necesarios para entender su trabajo”. La
investigación de este constructo sigue siendo de gran importancia para su estudio con la
ciencia, siendo así que surge una explicación o teoría. Cada teoría que existe menciona una
aproximación en cómo se ha venido desarrollando la personalidad y como es que está
formada.

Un dato importante, (Izquierdo, 2002, p. 617) manifiesta la personalidad está configurada


por los siguientes procesos o sistemas relacionados con la persona: percepción, cognición,
emoción, motivación y acción. Por lo que se manifiesta o caracteriza a las personas en las
primeras etapas del desarrollo humano y que son constantes y desiguales en contextos
diferentes. Cada uno de estos procesos están configurado con la persona y guardan relación
directa para el desarrollo de diferentes aspectos de su vida. Por ejemplo, la percepción y la
cognición guarda relación con el aprendizaje y los procesos cognitivos que esto implica para
aprender.

(Esbec, 2014, p.256) menciona la personalidad y su progresión anómala son los elementos de
suma importancia para la evaluación psiquiátrica. Por otro lado, se omite las apreciaciones
clínicas, que rara vez la evalúan formalmente. Teniendo en cuenta su funcionamiento de
la personalidad, rasgos y trastornos, ya que es una información determinante para el
tratamiento psicológico. Por otra parte, los factores que conforman la personalidad pueden
manifestarse de forma notoriamente disfuncional, resultando con alteraciones o problemas
relacionado a los trastornos de personalidad.

2. Personalidad eficaz y estilos de aprendizaje

En este estudio se realizó un tipo de investigación básico de diseño descriptivo correlacional de


la personalidad eficaz y estilos de aprendizaje en estudiantes de la Institución Educativa
“Columna Pasco”-Yanacancha, 2019. Para lograrlo se investigaron los antecedentes
psicosociales de los estudiantes en una realidad socio económico de un pueblo minero con
múltiples problemas a raíz del cierre de la Mina. Del mismo modo, se recopilaron las diferentes
definiciones o marco conceptual personalidad eficaz y estilos de aprendizaje de muchos
autores, pero el que orientó la investigación fue de los autores: Martín del Buey (2000), que
sustenta de manera coherente y lógica sobre la personalidad eficaz y señala cuatro áreas:
fortaleza del yo, demandas del yo, retos del yo y relaciones del yo; por otro lado según Honey
y Mumford y Alonso (1994), considera a los estilos de aprendizaje como vías para percibir la
información y según las formas de procesar la información, de ahí considera categorías: activo,
reflexivo, teórico y pragmático.

Para lograr esta correlación entre personalidad eficaz y estilos de aprendizaje, se utilizó una
muestra de 35 estudiantes a los cuales se les aplicó el cuestionario de personalidad eficaz y el
Cuestionario de estilos de aprendizaje. A partir de los resultados obtenidos con estos
instrumentos, se caracterizó las dos variables de acuerdo a los baremos establecidos en cada
uno de ellos. En base a estos resultados se pudo concluir acerca de la correlación de las dos
variables mediante la Prueba de Pearson a un nivel de significación de 5 % existe una
correlación positiva perfecta entre PERSONALIDAD EFICAZ Y ESTILOS DE APRENDIZAJE en los
estudiantes de la Institución Educativa “Columna Pasco”- Yanacancha, 2019”, esto indica una
dependencia total entre las dos variables denominada relación directa, por lo tanto, se
demuestra la hipótesis alterna.

3. Autogestión del aprendizaje del universitario

Se concibe el aprendizaje como un proceso a través del cual se consiguen o modifican no solo
conocimientos, sino también habilidades, conductas y valores. Todo este logro y avance es un
efecto del estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación que se vive
en el aula en el proceso de enseñanza y aprendizaje (García, Del Toro, Cisneros, Querts, &
Cascaret, 2017).

Tomando en cuenta la independencia y autonomía que muestra el estudiante universitario, se


puede pensar que el aprendizaje a este nivel trasciende esta definición, ya que cada estudiante
tendrá factores tanto internos como externos que influirán en el éxito académico obtenido
durante su recorrido en la universidad (Torrano, Fuentes, & Soria, 2017).

Entonces, aparece el término “aprendizaje autorregulado” definido por Daura (2015) como
“un proceso de construcción activo por el cual los estudiantes, sobre la base de las metas de
aprendizaje que seleccionan y de la influencia ejercida por el contexto, intentan monitorear,
regular y controlar su cognición, su motivación y su conducta” (p. 29). Es relevante que se
investigue acerca de este concepto, puesto que es una variable central al momento de
predecir el posible rendimiento académico de los estudiantes (Hernández & Camargo, 2017a).

Las características que identifican a los estudiantes de alto rendimiento y capacidad coinciden
con aquellas que se atribuyen a los denominados como “autorreguladores” (Torrano et al.,
2017). Según los principios del aprendizaje autorregulado, se describe a este tipo de
estudiantes como aquellos que cumplen un rol activo al construir su propio proceso al
aprender, controlan y regulan variables cognitivas, su motivación, afecto, conducta e incluso
algunos aspectos del contexto que les rodea.

Estos sujetos consideran sus propios criterios razón por la cual, sabrán si su proceso de
regulación debe continuar o si es necesario realizar algún cambio; es decir, son capaces de
generar un importante proceso de autorreflexión y autoconciencia que los vuelve más capaces
de supervisar su comportamiento y hacer los esfuerzos necesarios para regularlo (Bogantes &
Palma, 2016). Es importante plantear que estos procesos autorreguladores actúan como
mediadores entre las características personales y contextuales de los individuos en relación
con su aprendizaje y rendimiento académico.

Si bien el ideal universitario es el aprendizaje autónomo y autorregulado, no siempre se


presenta así y el estudiante puede presentar diversas dificultades al cursar su formación
profesional, como por ejemplo, Pérez, Valenzuela, Díaz, Gonzáles y Núñez (2013) refieren que
los primeros años son los más difíciles, ya que, a diferencia de la educación secundaria, en la
universidad los padres no pueden controlar la totalidad de la asistencia a clases de sus hijos,
por lo cual, la distracción por actividades sociales y de ocio se tornan en factores
contraproducentes del óptimo desempeño del estudiante universitario.

4. Factores positivos en el aprendizaje

La entrada al mundo universitario implica un cambio social y personal en todo sentido, esto se
debe a que la adaptación a un nuevo entorno lleva consigo la necesidad de que el estudiante
desarrolle nuevas habilidades, tanto cognitivas como emocionales, destacando así los factores
y las aptitudes positivas de cada uno.

De esta manera, existen ciertas claves de aprendizaje positivas, las cuales, si no se manejan
correctamente, pueden provocar escasa motivación y desinterés al realizar actividades y el
resultado puede llegar a ser un fracaso (Raya-Ramos, 2010).

De primera mano, es importante mencionar que el principal factor positivo que influye en el
aprendizaje de los estudiantes universitarios es la motivación, así como también, el
conocimiento previo que tienen al elegir una carrera. Es así que, Raya-Ramos (2010) afirma
que, para tener los mejores resultados académicos, lo que influye en el estudiante e incide en
su puntaje, directa e indirectamente, son los conocimientos previos, las técnicas de estudio, las
aptitudes intelectuales y la motivación social; sin embargo, este último ítem posee baja
credibilidad en cuanto a su relación con el rendimiento académico.

Es imprescindible que la persona estudie lo que le gusta, mantenga un bienestar emocional


constante a lo largo de su carrera; en este sentido, Gómez y Londoño (2015) afirman que, el
bienestar personal es la satisfacción subjetiva que posee la persona, donde supone el
predominio de las vivencias positivas y negativas en el entorno afectivo que tiene cada
estudiante, siendo la interpretación y el valor que le da cada persona a su vida. Es decir,
significa que el individuo se siente bien, no porque las personas lo digan o lo consideren, sino
porque lo siente y lo percibe como tal.

De este modo, interesados por conocer la influencia del bienestar emocional en el aprendizaje
universitario, se han realizado algunos trabajos para entender la relación que existe entre
estos dos factores. Rodríguez et al. (2018), realizaron un estudio en el cual obtuvieron como
resultado que las expectativas de éxito en el ámbito universitario corresponden al
sostenimiento de altas expectativas por la carrera elegida, es decir, la relación entre la calidad
de la educación que brinda la universidad influye directamente en un estado emocional
positivo del estudiante.
De esta manera, la educación superior crea departamentos de bienestar estudiantil que, según
Salcedo et al. (2017), son lugares que buscan mejorar la calidad de vida del estudiante, siendo
un plus que la universidad brinda y promueve para garantizar la permanencia y el bienestar
emocional, a través de cierta inversión focalizada en temas deportivos, becas, salud e
integridad de los estudiantes.

La calidad de educación y enseñanza es uno de los factores principales del aprendizaje


universitario; es así que, el modo de servicio que prestan las personas que trabajan en la
educación en general, tal como la calidad del trato humano, las estrategias y técnicas que
utiliza el educador para mantener el interés del estudiantado hacia la investigación,
participación y motivación, son recursos positivos que el estudiante posee para su desarrollo
de aprendizaje. Monroy et al. (2014) refieren que, “la percepción de enseñanza caracterizada
por apoyo al estudiante, feedback, libertad para aprender, objetivos claros y con relevancia
para la práctica profesional, está asociada al enfoque profundo” (pág. 114).

Cabe mencionar un estudio que muestra la influencia de la calidad de educación como factor
positivo en el estudiante universitario, García et al. (2018) describieron la existencia de cuatro
pilares fundamentales para fomentar el acercamiento del profesor hacia el estudiante,
manteniendo correctamente los niveles de desarrollo educacional y motivacional en el
alumnado.
Referencias:

http://repositorio.undac.edu.pe/bitstream/undac/1766/1/T026_71719429_T.pdf

https://www.revistaespacios.com/a20v41n18/20411816.html

https://www.researchgate.net/publication/
343228070_BASES_TEORICAS_DE_LOS_RASGOS_DE_PERSONALIDAD_TESIS_PARA_OPTAR_EL_
GRADO_DE_BACHILLER_EN_PSICOLOGIA

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