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“Ezequiel Zamora”
UNELLEZ- BARINAS
Todas las personas, desde el mismo momento del nacimiento comienzan a formar
su personalidad. Esto contribuye a integrar al sujeto y a establecer sus primeros
esquemas conceptuales. El modo de percibir, procesar, codificar, almacenar y recuperar
la información se va a ver influenciado por las características diferenciales del sujeto más
los influjos de agentes sociales: familia, escuela y ambiente. La interacción de todos estos
contribuirá a configurar una personalidad estable a lo largo de años, facilitando la relación
y entendimiento con los demás.
Es importante examinar la personalidad y el rendimiento académico durante la
niñez con el propósito de entender mejor las variables que pueden potenciar o no el éxito
académico durante la juventud y adolescencia. Con el objetivo de determinar si existe
asociación entre los factores de personalidad y el rendimiento académico y comparar si
existen diferencias en los factores de personalidad entre aquellos que tienen un
rendimiento académico alto y quienes tienen un rendimiento académico bajo,
Otros autores, como es el caso de Benítez et al., (2000), buscan describir este
fenómeno multidimensional desde diferentes ángulos como podrían ser considerar los
aspectos socioeconómicos, culturales, curriculares, la dificultad de emplear una
determinada enseñanza y el desarrollo intelectual. Es decir, se buscara nombrar alguno
de los factores que inciden en él independientemente de las características cognitivas del
estudiante. Pero, además de estas posturas existen otras en las que el rendimiento
académico se vincula con el nivel intelectual, generalmente medido con un numero como
hemos visto, con variables de personalidad bien definidas como lo pueden ser la
extroversión, la introversión, la ansiedad y las actitudes motivacionales
(De Feyter, Caers, Vigna, & Berings, 2012). En varios entornos educativos, se ha
demostrado que los rasgos de personalidad contribuyen a la explicación de las diferencias
individuales en el rendimiento académico (Chamorro-Premuzic & Furnham, 2008;
Furnham & Monsen, 2009; Nguyen, Allen, & Fraccastoro, 2005; O'Connor & Paunonen,
2007). Los antecedentes empíricos documentan las relaciones entre los rasgos de
personalidad y el rendimiento académico, así como algunos de los mecanismos
subyacentes a estos vínculos (Perera, McIlveen, & Oliver, 2015). Por ejemplo, las
investigaciones sugieren que los rasgos de personalidad afectan el rendimiento y el logro
(Chamorro-Premuzic & Furnham, 2003, 2008; Crozier, 1997; Komarraju & Karau, 2005)
Bibliografía
Plaza.A. (2013). Influencia de la variable de personalidad en el rendimiento
académico.116.
https://docplayer.es/66947409-Personalidad-y-rendimiento-academico.html
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PersonalidadYRendimientoAcademicoEnEstudiantesUniv-993935.pdf
https://repositori.uji.es/xmlui/bitstream/handle/10234/80531/forum_1996_19.pdf?
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