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Trabajo Didáctica IV

Entrevista a Héctor Ruiz

Javier Santos de Maeztu


2º curso de Pedagogía

Introducción

“Decimos que para aprender hay que hacer, pero no es verdad. Para aprender hay que
pensar”

Héctor Ruiz es neurobiólogo y director de la International Science Teaching Foundation,


y ha escrito varios libros para acercar las evidencias sobre el aprendizaje y las prácticas
educativas, todo ello relacionado con la biología del aprendizaje.
Resulta pues muy interesante conocer la opinión de una persona con esta formación.
Entender como funciona nuestro cerebro, y ver en qué nos puede servir y cómo podemos
hacer que su funcionamiento sea más eficiente.

Análisis de la entrevista y reflexión personal

Han empezado hablando sobre los avances de la ciencia en el terreno del aprendizaje y
de cómo funciona nuestro cerebro al respecto. Se trata en efecto de una ciencia muy
nueva, de menos de 100 años de existencia, pero que ya ha sufrido una evolución
exponencial. Y lo más interesante es que todo ese avance, no alcanza al sector que más
le deberá afectar, que es al sector educativo. Un ejemplo podría ser ayudarnos a
desmitificar mitos y poder usar más eficientemente nuestro cerebro o mejorar en
nuestra forma de enseñar (todo esto directamente relacionado con el libro de “10 ideas
clave”. Por ejemplo, la idea de que hay buenos o malos estudiantes. Héctor Ruiz piensa
que se para clasificar los alumnos, podríamos usar los conceptos de “habilidad” y
“dedicación”. En la parte de habilidad entra la carga genética, pero también todo el
contexto que ha vivido un alumno. Y el esfuerzo es lo que nos va a permitir realmente
aprender, sin esfuerzo no habrá aprendizaje. Pero para poder hacer el aprendizaje de
forma más adecuada, es muy importante la estrategia a seguir, y ahí es dónde el papel
de los maestros es tan importante. Necesitamos que toda esa estrategia esté bien
preparada y además que se adecúe a las habilidades del alumno.
Héctor pone una analogía sobre dos niños que les pones a nadar en la piscina, con
diferentes habilidades. Lo importante es que ambos necesitan un aprendizaje correcto,
un guía que les adelante el camino y que les ayude a incorporar nueva información de
forma que les sea relevante.
Las metáforas que usa Héctor durante toda la entrevista, me han parecido muy
adecuadas, ya que te ayuda a entender de forma mucho más cercana, todo lo que se
está hablando. De hecho, las propias metáforas son un ejemplo de todo lo que va
explicando en la entrevista sobre la forma en qué aprendemos. Es decir, necesitamos
hacer conexiones de lo nuevo con algo que ya tenemos asentado, y estas metáforas
hacen precisamente esto.
A continuación, pasan a hablar de la memoria. Normalmente, tenemos asociada la
memoria a un armario dónde guardamos cosas, información. Pero la memoria no
funciona exactamente así. Se trata de una red neuronal en la que se conectan todos los
datos. Y además estos datos no son información en si a secas solamente, realmente la
memoria son las conexiones que se crean, es decir toda la red. Así podemos almacenar
conceptos más grandes, o más abstractos, o formas de hacer las cosas. Al final todo lo
que aprendemos crea conexiones, y éstas forman conexiones, así que realmente la
memoria y el aprendizaje son lo mismo.
Por tanto, al pensar en la memoria de esta forma, es clave que nos fijemos en cómo
vamos a hacer para memorizar algo. De nuevo tenemos la metáfora del billete de diez
euros. Lo hemos visto muchísimas veces en nuestras manos, pero seríamos incapaces de
decirnos o describirnos cómo es realmente. Necesitamos crear conexiones o relaciones
en nuestra mente para darle sentido al billete, y esto a su vez nos hará recordar de una
forma mucho más sencilla cómo es, qué elementos lo componen, como están situados,
etc.
También le da mucha importancia al tiempo a la hora de estudiar. Es decir, es muy
importante estudiar algo, y luego volver ha hacerlo en algún momento más tarde. El
aprendizaje seguido y repetitivo no nos garantiza que las conexiones que se creen sean
estables, hace falta que el alumno más tarde, vuelva sobre ellas, las vuelva a reactivar, y
quizás reconectar de otra forma. Todo esto le ayudará a conseguir un aprendizaje mucho
más significativo. Y he aquí dónde realmente está el problema de dejar las cosas para el
último momento, a parte claro de la falta de tiempo o la gestión del estrés generado.
Esto justo conecta con algo que hablaba ayer en mis clases, en las que decía que a veces
los profesores cuando hacen las programaciones, dicen, bueno, esto ya lo han visto, así
que hacemos otra cosa, u otra cosa más avanzada. Pero no hay que tener miedo a repetir
enseñando, lo que si que podemos es abarcar el mismo concepto, pero desde otro
ángulo, que no signifique aumentar su dificultad.
Estudiar con música de fondo es otro tema que se ha abordado y que me ha resultado
muy interesante. Ha hablado de la memoria de trabajo (realmente un proceso, no un
espacio físico en sí), que es pequeña, y que por tanto si la llenamos con varios estímulos,
trabajará peor. Pero sí que puede ayudar en algunas circunstancias, por ejemplo, si la
persona en cuestión está acostumbrada a ella, y de repente la elimina, quizás se distraiga
precisamente por necesitarla y buscarla. También nos puede ayudar para aislarnos de un
entorno ruidoso, pero siempre procurando que sea tranquila y que no tenga letra, cosa
con la que concuerdo personalmente.
Emociones y aprendizaje: realmente interesante la separación entre memoria episódica,
la que se refiere a vivencias, y memoria semántica, relacionada con los aprendizajes de
conceptos, ideas, conocimientos. Esta última no va asociada a sentimientos, todo lo
contrario que la memoria episódica. Quizás si durante el aprendizaje de cierta cosa, pasó
algo relevante, te puedas acordar de ese momento, pero el mecanismo en sí, cómo se
registró en tu cerebro, no lo recordamos como memoria semántica. Por tanto, los
aprendizajes no van directamente asociados a emociones. Lo que pasa es que esas
emociones si que van a afectar a las estrategias y a tu motivación hacia el aprendizaje.
De hecho, si son muy intensas, para bien o para mal, pueden hacer que el proceso de
aprendizaje se interrumpa o se dificulte. E incluso recalca (algo que se me ha quedado
grabado), que la motivación no hace directamente que el alumno aprenda mejor, si no
que la motivación te predispone a escoger mejores estrategias, y ver las cosas más claras
para disponerte a aprender.
Y, ¿cómo conseguir una buena motivación? Por un lado, hace falta interés, ya sea por el
contenido en sí, o por que el maestro sepa hacer un contenido interesante. Pero,
además, y más relevante aún, es la idea del alumno de que va a poder tener éxito en la
tarea. Cualquier tipo de éxito. Pero que entienda que va a poder avanzar, y que pueda
notar esos avances. Y esa labor es fundamental por parte del profesor. Como profesores
tenemos que mantenernos alejados de la tentación de ver a un alumno progresar y
entonces hacerle ver el siguiente punto en el que mejorar. Es decir, le enfrentamos a una
montaña enorme, sin fin, y ni siquiera le hacemos ver, ni mucho menos disfrutar, con lo
que él ha mejorado y conseguido. Esto me ha recordad a lo que hablamos con Zaragozà,
sobre el círculo vicioso entre aprendizaje y motivación, en el que vimos que una cosa
alimentaba a la otra, pero nos habló que se habían hecho pruebas en algunos centros y
se vio que una buena preparación o alumnado muy bueno, no provoca tanto que estén
motivados, y que por tanto puedan aprender mejor, si no que afecta más aprender bien,
a estar más motivados, y ahí es dónde entra la labor del profesor.
Finalmente han hablado de la enseñanza desde infantil, o de la forma de aprender o
enseñar desde infantil. Es muy importante, desde el principio, lo que el individuo
aprenda. Todo lo que está a su alrededor, lo va a absorber, vocabulario, actitudes, formas
de relacionarse, y esto, inconscientemente va a generar su capacidad de aprender. Es
decir, aunque no sea consciente de todo lo que se ha hablado en este texto, desde el
principio, en función de todo lo que le rodea, y aquí entra el profesor, el niño va empezar
a realizar ciertas conexiones en el cerebro, que le harán tener una forma de enfrentarse
al aprendizaje u otra. Debemos ser capaces de promover un cerebro flexible, que pueda
regenerar conexiones, que tenga curiosidad por hacerlas.
Me gustaría decir finalmente que esta entrevista me ha encantado. Ha sido por un lado
muy científica, con explicaciones muy detalladas y concisas, a la vez que, para mí,
novedosas (como las diferentes memorias), pero además ha sido muy didáctico, con
muchos ejemplos muy tangibles, y llevando a cabo razonamientos muy hilados, y muy
bien construidos.

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