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EFIP I

DERECHO
PRIVADO III

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SUB EJE TEMATICO N° 1
CONCEPTO, CLASIFICACIÓN Y FORMACIÓN

1. Contrato. Concepto. Naturaleza jurídica. Ubicación metodológica.


2. Elementos esenciales, naturales y accidentales.
3. Autonomía de la voluntad y fuerza obligatoria del contrato.
4. Contrato entre particulares, celebrado por vía de adhesión y de consumo.
5. Contrato de consumo y relación de consumo.
6. Contratos bilaterales y unilaterales, onerosos y gratuitos, conmutativos y aleatorios.
7. Oferta. Concepto. Requisitos. Retractación.
8. Aceptación. Concepto.
9. Formación del contrato entre ausentes y entre presentes.

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1. CONTRATOS

CONCEPTO Y NATURALEZA

El Contrato es una especie de acto jurídico y regla exclusivamente de un modo


inmediato o directo las relaciones jurídicas patrimoniales que son propias del
derecho creditorio. El Código Civil y Comercial en su art. 957 define al contrato
como:

“el acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su


consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones
jurídicas patrimoniales”.

Supone, entonces, que debe haber, por lo menos, dos centros de intereses, un
acuerdo sobre una declaración de voluntad común (y no una mera coincidencia
de voluntad), que se exteriorice a través de la manifestación del consentimiento.

NATURALEZA JURIDICA

En lo que respecta a su Naturaleza Jurídica podemos decir que es un “ACTO


JURIDICO”.

ELEMENTOS DEL ACTO JURÍDICO

ARTICULO 259.-Acto jurídico. El acto jurídico es el acto voluntario lícito que


tiene por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones
o situaciones jurídicas.

1- ES UN ACTO VOLUNTARIO: auto determinación de los sujetos para


que gobiernen por si mismos sus propios intereses. ES UNA EXPRESION
CONCRETA DE TAL VOLUNTAD. Es necesario que la voluntad sea
exteriorizada pero a su vez debe guardar una relación de correspondencia con
la voluntad interna del sujeto.

2- ES LICITO: no contrario a le ley, orden público o la buenas costumbres.

3- DIRECCION DE LA VOLUNTAD MANIFESTADA: el acto jurídico tiene


como fin inmediato producir consecuencias jurídicas: crear, modificar, transferir
conservar o aniquilar derechos.

UBICACIÓN METODOLOGICA
Nuestro Código regula el contrato en el Libro III (“Derechos personales”), Título
II (“Contratos en general”). Además, establece otros dos títulos: Título III
(“Contratos de consumos”) y Título IV (“Contratos en particular”).

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2. ELEMENTOS ESCENSIALES, NATURALES Y ACCIDENTALES:

- Esenciales: son aquellos sin los cuales el contrato en general o un tipo


específico no puede existir. Si hablamos de los contratos en general son el
SUJETO (capacidad), OBJETO Y CAUSA, algunos autores agregan la FORMA,
PRUEBA. En cuanto a cada figura los elementos varían: en la compraventa será
el precio y la cosa.

- Naturales: son las consecuencias que se derivan de la naturaleza jurídica


de un determinado contrato de modo que se dan de PLENO DERECHO sin
necesidad de una manifestación expresa de las partes. Pero ellas pueden
EXCLUIRLOS O MODIFICARLOS siempre expresamente. X ej: garantía de
evicción.

- Accidentales: son aquellas que existen únicamente si son incorporados en


forma expresa por las partes de común acuerdo x ej: cargo, plazo condición.

3. AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD Y FUERZA OBLIGATORIA DEL


CONTRATO

EL PRINCIPIO DE LA AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD


ARTICULO 2651.-Autonomía de la voluntad. Reglas. Los contratos se rigen por el
derecho elegido por las partes en cuanto a su validez intrínseca, naturaleza,
efectos, derechos y obligaciones. La elección debe ser expresa o resultar de
manera cierta y evidente de los términos del contrato o de las circunstancias del
caso. Dicha elección puede referirse a la totalidad o a partes del contrato.

LIBERTAD DE CONTRATAR
ARTICULO 958.-Libertad de contratación. Las partes son libres para celebrar un
contrato y determinar su contenido, dentro de los límites impuestos por la ley, el
orden público, la moral y las buenas costumbres.

Se sostiene que la autonomía negocial es la facultad de los particulares de regir y


gobernar sus intereses mediante manifestaciones de voluntad adecuadamente
expresadas.

Esta autonomía se manifiesta en el ámbito contractual en su expresión más amplia


pues a las partes no solo se les permite CREAR esos vínculos recíprocos que el
contrato supone sino que también se les RECONOCE la facultad de reglas su
contenido.
Esta potestad de los CONTRATANTES recibe el nombre de AUTONOMIA DE LA
VOLUNTAD.
La autonomía de la voluntad se traduce en una libertad que compete a las partes
para regir sus intereses (las partes son libres para contratar haciéndolo cuando
quieran y con quien quieran)

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FUERZA OBLIGATORIA DEL CONTRATO

ARTICULO 959.-Efecto vinculante. Todo contrato válidamente celebrado es


obligatorio para las partes. Su contenido sólo puede ser modificado o extinguido
por acuerdo de partes o en los supuestos en que la ley lo prevé.

De la fuerza obligatoria de las convenciones o estipulaciones que tienen entre las


partes resulta el denominado efecto vinculante: en virtud de las proyecciones de
orden social y económicas que conlleva, exige que se repare en él y se justiprecie
en toda su dimensión: “todo el mundo sabe que la vida es imposible si los
hombres no cumplen sus promesas”, toda vez que el deber de mantener la propia
palabra es una de las conquistas más lentas y serias de la civilización. Es que el
respeto por la palabra dada no es solo factor de orden en la convivencia social,
sino también pauta de conducta, de continencia moral, y esta, como el orden
jurídico, es recaudo imprescindible para la armonía en sociedad.
El enunciado que formula el Código unificado acerca del efecto vinculante es que
Todo contrato válidamente celebrado es obligatorio para las partes. Su contenido
sólo puede ser modificado o extinguido por acuerdo de partes o en los supuestos
en que la ley lo prevé.

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4. CONTRATOS CELEBRADOS POR ADHESIÓN A CLÁUSULAS
GENERALES PREDISPUESTAS

La sección 2º del Código, dentro del Capítulo 3, “Formación del


consentimiento”, contempla el caso de los contratos celebrados por adhesión a
cláusulas generales predispuestas. Define a estos contratos como aquellos
mediante los cuales “uno de los contratantes adhiere a cláusulas generales
predispuestas unilateralmente, por la otra parte o por un tercero, sin que el
adherente haya participado en su redacción”.

Es decir, nos encontramos ante casos de contratos en que una de las partes no
puede intervenir en la redacción y determinación de las cláusulas que forman el
contenido de la contratación. Constituyen una singular manifestación del
consentimiento. Quien contrata se limita a aceptar los términos contractuales
dispuestos por el predisponente. Los contratos por adhesión son utilizados
ampliamente en las contrataciones de consumo en masa, en tanto facilitan los
procedimientos de la contratación masiva. Inclusive, son utilizados en contratos
entre empresas, en los que no necesariamente existe una situación de
debilidad jurídica de una de las partes.

A los efectos de brindar protección a la parte que no interviene en la redacción


de las cláusulas en este tipo de contratos, el Código establece una serie de
normas de carácter tuitivo. A saber:

a) Las clausulas deben ser comprensibles y autosuficientes, y la redacción


debe ser clara, completa y fácilmente legible.
b) Se tienen por no convenidas las cláusulas que efectúan reenvíos a textos
o documentos que no son facilitados a la otra parte de manera previa o
simultánea a la celebración del contrato.
c) Se brinda preeminencia a las cláusulas particulares, entendidas como
aquellas que son negociadas individualmente, y, por ello, amplían, limitan,
suprimen o interpretan una cláusula general.
d) Establece, como principio, la interpretación contra preferentem. Esto es,
que en caso de que existan cláusulas ambiguas predispuestas por una de las
partes, se deben interpretar en sentido contrario a la parte predisponente, que
fue quien la redactó y debería haberlo hecho de manera clara y sin
ambigüedades.

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5. CONTRATOS DE CONSUMO Y RELACION DE CONSUMO

La incorporación de los contratos de consumo en el Código Civil, que antes sólo


estaban contemplados en la Ley de Defensa del Consumidor (24.240), fue uno
de los temas más discutidos en la sanción de la ley 26.994 que dio nacimiento
al nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.
Se distingue así el tipo general del contrato, de consumo. Podemos hablar,
entonces, de un sistema que queda ordenado de la siguiente manera:
Contratos discrecionales: en ellos hay plena autonomía privada.
Contratos celebrados por adhesión: cuando se demuestra que hay una
adhesión a cláusulas generales redactadas previamente por una de las partes,
hay una tutela basada en la aplicación de este régimen.

Relación de consumo es el vínculo jurídico entre un proveedor y un


consumidor.

Consumidor: entendido como la persona humana o jurídica que adquiere o


utiliza bienes o servicios como destinatario final, en forma gratuita u onerosa, en
beneficio propio o de su grupo familiar o social.

También que, equiparado al consumidor, es quien sin ser parte de una relación
de consumo como consecuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes
o servicios en forma gratuita u onerosa como destinatario final, en beneficio
propio o de su grupo familiar o social, siempre que no tenga vínculo con su
actividad comercial, industrial, artesanal o profesional.
Los consumidores equiparados son sujetos que no tienen un vínculo contractual
o de derecho público con el proveedor, pero como consecuencia o en ocasión
de ello adquieren o utilizan bienes o servicios que fueron adquiridos por un
consumidor efectivo con el que los une un vínculo familiar o social. Se encuadra
en esta categoría, por ejemplo, quien recibe como regalo o presente de estilo
un producto defectuoso o quien es invitado a una comida en la que se sirven
productos contaminados o adulterados, el acompañante en un automóvil que
circula por una ruta con peaje, entre otros. (Garrido Cordobera, 2015, p. 224).

Contrato de consumo. Es el celebrado entre un consumidor o usuario final con


una persona humana o jurídica que actúe profesional u ocasionalmente o con
una empresa productora de bienes o prestadora de servicios, pública o privada,
que tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios por
parte de los consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o social.

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6. CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

UNILATERALES Y BILATERALES

ARTICULO 966.-Contratos unilaterales y bilaterales. Los contratos son


unilaterales cuando una de las partes se obliga hacia la otra sin que ésta quede
obligada. Son bilaterales cuando las partes se obligan recíprocamente la una
hacia la otra.

Por lo tanto, los contratos son siempre negocios bilaterales y no se tienen en


cuenta el número de centros, sino los efectos del contrato.

Son contratos unilaterales los que, en el momento de su celebración, solo generan


obligaciones a cargo de una de las partes intervinientes.
Por ello son unilaterales: la donación (art. 1542 CCyC), el mandato gratuito (arts.
1319 y 1322 CCyC), la fianza (art. 1574 CCyC), el depósito gratuito (art. 1356
CCyC), el mutuo gratuito (art. 1525 CCyC) y el comodato (art. 1533 CCyC).

Contratos bilaterales o con prestaciones recíprocas, los contratos que —desde su


celebración— generan obligaciones recíprocas para todas las partes
intervinientes. se trata de obligaciones que surgen al mismo tiempo y se
encuentran interrelacionadas, de modo que la causa de la obligación de una de las
partes es la consideración de una contraprestación a cargo de la otra. Tal
circunstancia es relevante porque una de las obligaciones no puede válidamente
concebirse sin la otra; cada parte no está obligada a la prestación a su cargo sin
que sea debida la prestación de la otra. No se requiere equivalencia objetiva entre
las prestaciones.
Son contratos bilaterales, por ejemplo: la compraventa (art. 1123 CCyC), la
permuta (art. 1171 CCyC), el suministro (art. 1176 CCyC), la locación (art. 1187
CCyC), el leasing (art. 1227 CCyC), el contrato de obra o de servicios (art. 1251
CCyC), el transporte (art. 1280 CCyC) y el de consignación (art. 1335 CCyC),
entre otros.

ONEROSO Y GRATUITOS

ARTICULO 967.-Contratos a título oneroso y a título gratuito.


Los contratos son a título oneroso cuando las ventajas que procuran a una de
las partes les son concedidas por una prestación que ella ha hecho o se obliga
a hacer a la otra. Son a título gratuito cuando aseguran a uno o a otro de los
contratantes alguna ventaja, independiente de toda prestación a su cargo.

En este caso no se tienen en cuenta el número y reciprocidad de las obligaciones,


sino exclusivamente las ventajas comparadas con los sacrificios. No obstante, es
claro que todo contrato bilateral es oneroso, porque cada una de las partes se
obliga para que el otro dé o haga algo y en esa perspectiva de valor de
intercambio radica la onerosidad, criterio adoptado para la diferenciación.

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Los contratos a título oneroso La mayor parte de los contratos que se celebran a
diario son onerosos. El contrato es oneroso si impone sacrificios y ventajas
recíprocas, y es gratuito cuando establece sacrificio para uno y ventaja para otro.
La noción de onerosidad se integra no solo por el provecho, utilidad o ventaja
proyectado, sino también por cierta relación de equivalencia que no
necesariamente importa igualdad en términos de precio o de valoración
económica del intercambio, porque pueden ser diversos los factores por los que
un determinado negocio sea de interés de una de las partes. Los contratantes
acuerdan un intercambio de obligaciones que satisface el interés de cada uno de
ellos, en una forma de equilibrio de base objetiva, cuyo ajuste fino se hace según
los intereses subjetivos en juego. La valoración de los términos de onerosidad
debe hacerse caso por caso.
Cuando se trata de contratos a título oneroso, las atribuciones patrimoniales se
dan en relación de causalidad, de modo tal que el sacrificio de una parte tiene
como contraprestación un beneficio que no tiene necesariamente que ir dirigido a
la contraparte, pues puede ser concedido a favor de un tercero.
Los contratos a título gratuito En razón de lo establecido en el art. 1543 CCyC, la
regulación de los actos jurídicos a título gratuito se encuentra disciplinada por el
régimen del contrato de donación (arts. 1542 a 1573 CCyC), que es el que tiene la
reglamentación más completa y compleja.
Si bien todo contrato bilateral es oneroso, no todo contrato unilateral es gratuito.
La gratuidad es una liberalidad o beneficio; se da algo sin tener en consideración
una contraprestación.
Lo esperable es que el fundamento del otorgamiento de un acto a título gratuito
esté constituido por un fin altruista; pero ocurre a menudo que la finalidad
perseguida no es tal, sino que puede ocurrir que quienes lo celebran procuren
sustraer bienes de la acción de los acreedores de alguno de ellos, por lo que la ley
establece determinados mecanismos para limitar los alcances de los contratos a
título gratuito con relación a los legítimos intereses de terceros.
Debe tenerse en consideración que quien otorga contratos gratuitos disminuye su
patrimonio sin contraprestación, por lo que puede verse afectado un interés ajeno,
como la legítima correspondiente a herederos forzosos —donaciones inoficiosas
(art. 1565)—, perjudicar a acreedores y aun conducir a la indigencia al propio autor
del negocio, transformándolo en una carga para el Estado. Es por ello que, en los
sistemas de derecho privado, y en este Código, suelen imponerse mayores
recaudos para este tipo de actos jurídicos, forzando una mayor deliberación por
parte de quien lo celebra, al tiempo que se diseñan mecanismos para la protección
de los intereses de quienes podrían verse afectados —como las acciones de
reducción (art. 2451 CCyC) y colación (art. 2385 CCyC), para el heredero; y las de
simulación (art. 333 CCyC) y de declaración de inoponibilidad (art. 338 CCyC)
para los terceros—. Es común encontrar en nuestros repertorios de jurisprudencia
casos en los que bajo el ropaje de un contrato bilateral y oneroso como la
compraventa se encubre un acto unilateral y gratuito como la donación, con
afectación de, por ejemplo, los derechos de acreedores o herederos de quien se
desprende de la cosa.

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CONTRATOS CONMUTATIVOS Y ALEATORIOS
ARTICULO 968.-Contratos conmutativos y aleatorios. Los contratos a título
oneroso son conmutativos cuando las ventajas para todos los contratantes son
ciertas. Son aleatorios, cuando las ventajas o las pérdidas, para uno de ellos o
para todos, dependen de un acontecimiento incierto.
Dentro de la categoría de los contratos a título oneroso, es posible diferenciar los
contratos conmutativos, aquellos en los que las obligaciones a cargo de cada una
de las partes pueden ser determinadas con cierto grado de certeza cualitativa y
cuantitativa al tiempo de la celebración, de los aleatorios, que son aquellos en los
que las pérdidas o las ventajas para una o para todas las partes involucradas,
dependen de un acontecimiento futuro e incierto.
La distinción entre ambas categorías se debe efectuar teniendo en consideración
la incertidumbre acerca de la exigibilidad futura de la obligación asumida por una
de las partes, cuya existencia, determinación y exigibilidad depende de la
verificación de un acontecimiento incierto, de naturaleza básicamente aleatoria. El
contrato podrá ser clasificado como conmutativo cuando el cumplimiento de las
obligaciones a cargo de cada una de las partes se encuentre determinado desde
la celebración y aleatorio cuando ello se encuentre sujeto a un acontecimiento
futuro, ajeno a la voluntad de las partes, como el tiempo de vida de las personas
designadas en el contrato oneroso de renta vitalicia (arts. 1599, 1606 CCyC y cc.)
o que efectivamente ocurra un siniestro ajustado al riesgo previsto en un contrato
de seguro (arts. 70, 105, 114, 152 CCyC de la ley 17.418).
Es posible definir la aleatoriedad como la cualidad del vínculo que se verifica
cuando, al tiempo de la celebración, no es posible establecer con certeza cuál
habrá de ser el contenido prestacional a cargo de los contratantes. No debe ser
confundida con el riesgo propio de cada contrato o con los factores de
incertidumbre que pueden provenir de las circunstancias económicas o sociales en
las que debe desplegar sus efectos el vínculo. Al considerar sus opciones
negociales, las partes pueden identificar los riesgos de cada proyecto y distribuir
su carga según la información de la que disponen y lo que pueden presuponer que
serán las circunstancias futuras, con incidencia en el cumplimiento de las
obligaciones; pero en el contrato aleatorio, la adjudicación definitiva del riesgo
depende de un hecho incierto, ajeno a la voluntad de los contratantes.
Puede establecerse una distinción en materia de aleatoriedad, según ella se de: 1)
por la naturaleza del acto: contrato de seguro (ley 17.418), contrato oneroso de
renta vitalicia (art. 1606 CCyC), juego (arts. 1609 CCyC); o 2) por decisión de las
partes: compraventa a riesgo (art. 1131, párr. 3, CCyC), compraventa con
renuncia de la garantía de evicción y por vicios redhibitorios (art. 1036 CCyC),
cesión de derechos litigiosos o dudosos (arts. 1616 y 1618, inc. b, CCyC), etc.
No debe confundirse el alea con el riesgo, pues mientras aquella aparece como
una probabilidad de ventaja o de pérdida, este se presenta como una probabilidad
de daño. También debe distinguirse el contrato aleatorio del condicional: el
contrato es condicional cuando su existencia misma depende de un
acontecimiento incierto, y es aleatorio cuando el hecho condicionante no supedita
al contrato, sino únicamente a las ventajas que de él resultarán para las partes.

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7. OFERTA

El consentimiento en los contratos está conformado a través de conceptos tales


como la oferta y la aceptación. A continuación analizaremos concretamente a la
oferta.

CONCEPTO

A diferencia del Código Civil reformado, el actual Código Civil y Comercial de la


Nación, define expresamente a la oferta:

Art. 972 “La oferta es la manifestación dirigida a persona determinada o


determinable, con la intención de obligarse y con las precisiones necesarias
para establecer los efectos que debe producir de ser aceptada”.

La oferta es una manifestación unilateral de voluntad, comprendiendo aquellos


casos en que es expresa o tácita, recepticia o no, dirigida a persona
determinada o indeterminada.

Naturaleza jurídica

Según el Código, la oferta es un acto jurídico unilateral. Esto es así porque se


configura con la sola voluntad del oferente. Es recepticio, en tanto tiene un
destinatario, pues no puede pensarse a la oferta sino dirigida a otros, para que
esos terceros la conozcan y, en su caso, la acepten. Y, por último, tiene una
finalidad esencial, que la diferencia de las meras tratativas contractuales, y que
implica la intención de obligarse por parte del oferente.

REQUISITOS

La oferta debe estar dirigida a una persona determinada o determinable, debe


ser completa y contener la intención de obligarse. Según el art. 972 del Código,
son requisitos de la oferta:

1. Direccionalidad. Con respecto al elemento "sujeto", la oferta debe ser


recepticia. Esto implica decir que tenga destinatario, o sea, una o más
personas determinadas o determinables que, en su caso, asumirán la
condición de aceptante. Es determinada cuando va dirigida a una
persona identificada o particularizada, y determinable, cuando la oferta
tenga un procedimiento claro para la determinación de la persona a la
cual se dirige, en cuyo caso es obligatoria para el oferente, tal como
ocurre con la promesa de recompensa a quien encuentre y devuelva un
objeto.

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2. Completitividad. Supone la autosuficiencia o plenitud de la declaración
contractual emitida, que debe contener las precisiones necesarias
vinculadas a los efectos que van a derivarse del contrato, en caso que
ella sea aceptada. El art. 972 sólo exige que contenga las precisiones
necesarias para establecer los efectos que debe producir de ser
aceptada, aunque no contenga todos los elementos constitutivos del
contrato. Esto implica que la oferta es completa aún cuando carezca de
cuestiones accesorias, lo que puede variar, lógicamente, de acuerdo con
las circunstancias particulares del caso.

3. Vinculante. La oferta debe ser hecha por el oferente con la intención de


obligarse, es decir, de quedar obligado cuando el destinatario la acepte.
Esto se relaciona directamente con la finalidad de la oferta. La oferta se
hace con la intención de producir efectos jurídicos, ya sea crear,
modificar o extinguir un contrato. Es evidente que no hay intención de
obligarse en los casos de declaraciones que se formulan como bromas,
o ejemplos, o enseñanzas, o cualquier otro tipo de manifestaciones que,
por no contar con la intención de obligarse, carecen de trascendencia
jurídica.

RETRACTACIÓN DE LA OFERTA.

ARTICULO 975.-Retractación de la oferta. La oferta dirigida a una persona determinada


puede ser retractada si la comunicación de su retiro es recibida por el destinatario antes o
al mismo tiempo que la oferta.

La retractación es una manifestación de voluntad del oferente que tiene por


efecto retirar la oferta. El Código permite que el oferente retire libremente su
oferta, en tanto el destinatario tome conocimiento de la retractación antes de
haber conocido la oferta, o en el mismo momento de conocerla.

Este sistema difiere del seguido por el Código Civil Alemán, en el cual la oferta
es irrevocable (salvo reserva en contrario). Y no pierde vigor en caso de muerte
o incapacidad del oferente. Así, nuestro Código establece que “la oferta dirigida
a una persona determinada puede ser retractada si la comunicación de su retiro
es recibida por el destinatario antes o al mismo tiempo que la oferta”.

Debe entenderse que la retractación no sólo debe haber sido hecha, sino
también remitida en tiempo útil, de manera que sea recibida por el destinatario
por lo menos hasta el mismo momento en que llegue la oferta. En esos casos,
la retractación de la oferta no acarreará ninguna consecuencia jurídica para el
oferente.

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8. ACEPTACIÓN

En la doctrina hay coincidencia en cuanto a considerar a la aceptación como


una manifestación unilateral de la voluntad, recepticia, de contenido coincidente
con el de la oferta, que está dirigida al oferente y destinada a la formación del
contrato.

MODOS DE ACEPTACIÓN

Direccionalidad. Así como la oferta es direccional, la aceptación, lógicamente,


debe estar dirigida al ofertante o proponente de la oferta. Esto marca su
carácter de recepticia: el destinatario no puede ser otro que aquel que le
propuso la oferta en cuestión.

Se evidencia aún más en la actual redacción del Código, en donde es clave el


hecho de la recepción por el proponente de la aceptación, lo que delimita el
momento en que el contrato queda perfeccionado, en los contratos entre
ausentes.

La plena conformidad con la oferta. La oferta supone una declaración unilateral


de voluntad realmente encauzada a concluir el negocio, por lo que debe ser
eficaz a tal fin.

Para que el contrato se concluya, la aceptación debe expresar la plena


conformidad con la oferta.

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9. FORMACIÓN DEL CONTRATO ENTRE PRESENTES Y AUSENTES

CONTRATOS ENTRE PRESENTES

En los contratos celebrados entre presentes, la oferta y la aceptación se


producen en forma inmediata, por lo que la formación del contrato es
instantánea. Se recepta el principio de la tempestividad de la aceptación.

Esto comprende la noción de contratos entre presentes como así también


aquellos en los que la oferta y aceptación se formulan a través de medios de
comunicación instantáneos. El segundo párrafo del art. 974 del Código prevé
que: “la oferta hecha a una persona presente o la formulada por un medio de
comunicación instantáneo, sin fijación de plazo, solo puede ser aceptada
inmediatamente”. Asimismo, el art. 980 del Código dispone que entre presentes
se perfecciona el contrato cuando la aceptación es manifestada.

Al no existir espacio temporal entre la manifestación de la aceptación y la


recepción de la misma (teoría receptada en el Código para la formación del
consentimiento), la primera es suficiente para lograr el perfeccionamiento del
contrato. Se aplica en los casos de contratos entre presentes, o en aquellos en
los que estén involucrados medios de comunicación instantáneos.

CONTRATOS ENTRE AUSENTES

Son contratos entre ausentes aquellos celebrados por sujetos que se


encuentran en distinto lugar geográfico. Los efectos de calificar una convención
como contrato entre ausentes recaen en el momento de perfeccionamiento del
contrato.

No obstante, aunque el contrato sea entre ausentes, deberá ser juzgado en


cuanto al momento de perfeccionamiento por las reglas relativas a los contratos
entre presentes cuando existe inmediatez en la emisión de las respectivas
declaraciones contractuales y, correlativamente, instantaneidad en la formación
del consentimiento.

El Código dispone que, en el caso de contratos entre ausentes, la aceptación


perfecciona el contrato “si es recibida por el proponente durante el plazo de
vigencia de la oferta”.

Es posible que la oferta contenga un plazo de vigencia. Cumplido el plazo, si la


aceptación no fue recibida por el proponente, no hay contrato perfeccionado.
Ahora bien, la mayoría de las ofertas no incluyen un plazo de duración. El
Código resuelve esta situación disponiendo que, en el caso de contratos entre
ausentes (entre presentes la aceptación debe ser inmediata), “el proponente
quede obligado en relación a su oferta hasta el momento en que pueda
razonablemente esperarse la recepción de la respuesta, mediante medios
usuales de comunicación”. La aceptación, entonces, debe ser oportuna.
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En el siguiente punto analizaremos los sistemas existentes en relación al
perfeccionamiento de los contratos entre ausentes, en los cuales no existe
instantaneidad en la formación del consentimiento.

Teorías extremas y teorías intermedias

Veremos, a continuación, los diferentes sistemas de conformidad según el


momento de perfeccionamiento de los contratos celebrados entre ausentes.

1) Sistema de la declaración o de la manifestación: es una teoría extrema


que considera concluido el contrato en el momento en que el aceptante
manifiesta aceptar la oferta de cualquier manera. Es rechazada por ser
altamente riesgosa, al no determinar con precisión el momento de la
formación contractual y presentar graves problemas en cuanto a la
prueba.

2) Sistema de la expedición o del envío: para que haya contrato exige que
la aceptación haya sido enviada al oferente por parte del aceptante. Es
una tesis intermedia; regla aceptada durante la vigencia del Código Civil
reformado.

3) Sistema de la recepción: es otro sistema intermedio, que juzga


perfeccionado el contrato en el momento en que la aceptación es
recibida por el oferente, no requiriendo que llegue a conocimiento
efectivo de éste. Dicho sistema es el que adopta nuestro Código Civil y
Comercial de la Nación.

4) Sistema de la información o del conocimiento: es otra posición extrema y


rigurosa, que requiere para el perfeccionamiento del contrato que la
aceptación haya llegado efectivamente a conocimiento del oferente.

SOLUCIÓN DEL CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL

Nuestro Código Civil y Comercial de la Nación, de conformidad con la regla


establecida en el art. 971 del Código, adopta el sistema de la recepción.

¿Cuándo se considera recibida la manifestación de la voluntad? El art. 983 del


Código se ocupa de aclararlo, despejando dudas al respecto. Así, dispone que
la recepción se produce cuando la parte, a quien iba dirigida, la conoce o debió
conocerla, ya sea por comunicación verbal, por la recepción en su domicilio de
un instrumento pertinente o por cualquier otro modo útil.

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SUB EJE TEMATICO N° 2
CONTENIDO DEL CONTRATO

2.1 Capacidad para contratar. Incapacidad e inhabilidad para contratar. Efectos de la


invalidez.
2.2 Representación. Concepto. Representación legal y convencional. Efectos. Poder:
Concepto. Inexistencia o exceso de representación. Abuso de poder.
2.3 Objeto del contrato. Concepto. Requisitos (análisis pormenorizado).
2.3 Causa. Concepto. Sistema del Código Civil y Comercial. Necesidad de causa.
2.4 Forma. Concepto. Clasificación: Contratos formales y no formales. Otorgamiento
pendiente del instrumento. Prueba. Nociones generales. Prueba de los contratos ormales.
Principio de prueba por escrito.

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2.1 CAPACIDAD PARA CONTRATAR:

El régimen de la capacidad está regulado en el Capítulo 2, Título Primero, del


Libro Primero del Código Civil y Comercial.

El Código reconoce a la capacidad de derecho como la aptitud de la que goza


toda persona humana para ser “titular de derechos y deberes jurídicos”, y
establece que “la ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos,
simples actos, o actos jurídicos determinados”.

ARTICULO 23.-Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí


misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y
en una sentencia judicial.

Incapacidades de Ejercicio:

a) la persona por nacer;

b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con


el alcance dispuesto en la sección 2ª del capítulo 2 [es decir, todas las
reglas establecidas para la persona menor de edad];

c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión


dispuesta en esa decisión [conf. art. 24 Código].

INCAPACIDAD E INHABILIDAD PARA CONTRATAR

INHABILIDADES PARA CONTRATAR. INHABILIDADES ESPECIALES.


CASOS

En términos generales, el Código se refiere a la Inhabilidad para contratar. En


ese sentido, dispone como regla general que “no pueden contratar, en interés
propio o ajeno, las personas que están impedidas de hacerlo de acuerdo a
disposiciones especiales; tampoco podrían hacerlo por interpósita persona”.
Establece casos especiales de inhabilidades para contratar en interés propio a:

a) los funcionarios públicos, respecto de bienes cuya administración o


enajenación estén o hayan estado encargados;

b) los jueces, funcionarios y auxiliares de la justicia, los árbitros y mediadores


y sus auxiliares, respecto de bienes relacionados con procesos en los que
intervienen o han intervenido;

c) los abogados y procuradores, respecto de bienes litigiosos en procesos en


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“Grupo la Docta” 3516315046
los que intervienen o han intervenido;

d) los cónyuges (…) entre sí [en tanto hayan optado por el régimen de
comunidad de bienes];

e) los albaceas, que no son herederos, no pueden celebrar contrato de


compraventa sobre los bienes de las testamentarias a su cargo.

EFECTOS DE LA INVALIDEZ DEL CONTRATO

El Código se refiere expresamente a los actos realizados por persona incapaz o


con capacidad restringida. Así, dispone:

 Actos posteriores a la inscripción de la sentencia: “Son nulos los actos de la


persona incapaz y con capacidad restringida que contrarían lo dispuesto en la
sentencia realizados con posterioridad a su inscripción en el Registro de Estado
Civil y Capacidad de las Personas”.

 Actos anteriores a la inscripción:

Los actos anteriores a la inscripción de la sentencia pueden ser declarados nulos


si perjudican a la persona incapaz o con capacidad restringida, y si se cumple
alguno de los siguientes extremos:

a) la enfermedad mental era ostensible a la época de la celebración del acto;

b) quien contrató con él era de mala fe;

c) el acto es a título gratuito.

Art. 1000 Código Civil y Comercial:

“Declarada la nulidad del contrato celebrado por la persona incapaz o con


capacidad restringida, la parte capaz no tiene derecho para exigir la restitución o
reembolso de lo que ha pagado o gastado”. Esto se realiza a los efectos de no
perjudicar a la parte contraria.

Ahora bien, si el contrato ha enriquecido a la parte incapaz o con capacidad


restringida, entonces la parte capaz (una vez declarada la nulidad del contrato)
tiene derecho a reclamarle a aquella en la medida de ese enriquecimiento.

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“Grupo la Docta” 3516315046
2.2 REPRESENTACIÓN

CONCEPTO

EXISTE REPRESENTACION CUANDO UNA PERSONA –REPRESENTANTE-


DECLARA SU VOLUNTAD EN NOMBRE Y POR CUENTA DE OTRA PERSONA
–REPRESENTADO-, EN VIRTUD DE UNA FACULTAD APROPIADA Y
SUFICIENTE, DE TAL MODO QUE LOS EFECTOS SE PRODUCEN DIRECTA E
INMEDIATAMENTE EN EL REPRESENTADO, COMO SI ÉL MISMO HUBIERA
EJECUTADO EL ACTO.

CLASES

La representación puede ser legal cuando resulta de una regla de derecho, sin
tener en cuenta la voluntad de la persona que resulta representada. Es el caso,
por ejemplo, de la representación de los incapaces.
Es orgánica cuando resulta del estatuto de una persona jurídica. Este es el
caso de la representación que ejerce el órgano de Dirección en una sociedad.
El Presidente de una sociedad tiene su representación y es en virtud de ella que
cuando celebra un negocio sus efectos se producen en cabeza de la sociedad
representada.
Es voluntaria o convencional cuando resulta de un acto jurídico, y hay
voluntad del representado para que otro actúe como representante suyo. Y es
aparente cuando no hay representación expresa, pero una persona actúa de
manera en que induce a otra a celebrar un acto jurídico, haciéndolo creer,
razonablemente, que está tratando con su representante, en cuyo caso la ley
entiende que se le ha otorgado tácticamente poder suficiente.

EFECTOS

Como se mencionó previamente, las consecuencias de la representación son,


fundamentalmente, que los actos celebrados por el representante producen
efectos directamente para el representado, en la medida en que aquellos se
celebren dentro de los límites de las facultades que fueron conferidas por la ley
o por el poder a favor del representante, dependiendo de que se trate de una
representación legal o voluntaria.

En relación a estos límites, si existieran limitaciones al poder o supuestos no


autorizados y los terceros con quienes el representante contrata los conocen, o
bien pudieron conocerlos obrando con la diligencia debida, entonces esas
limitaciones le son oponibles a esos terceros. A modo de ejemplo: Juan,
actuando en representación de María, vendió una casa de propiedad de María a
Pedro. Pero Juan sólo estaba facultado para alquilarla, no para venderla. Esa
limitación a las facultades conferidas le son oponibles al tercero (Pedro), quien
tenía como saber los alcances de la representación conferida.

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“Grupo la Docta” 3516315046
PODER.
PODERES GENERALES Y ESPECIALES

El poder es “la aptitud para celebrar contratos en la medida de las facultades


otorgadas al representante para comprometer directamente al representado”
(Alterini, 2012, p. 283).

Los poderes generales o especiales son aquellos que le permiten al


representante ejercer una serie de actos de representación o sólo alguno
específico. El Código dispone que los poderes conferidos, en términos
generales, sólo incluyan a los actos propios de administración ordinaria y los
necesarios para su ejecución. Luego enumera aquellos casos para los cuales
se requieren facultades expresas.

INEXISTENCIA o EXCESO DE REPRESENTACION.

ARTICULO 376.-Responsabilidad por inexistencia o exceso en la representación.


Si alguien actúa como representante de otro sin serlo, o en exceso de las
facultades conferidas por el representado, es responsable del daño que la otra
parte sufra por haber confiado, sin culpa suya, en la validez del acto; si hace saber
al tercero la falta o deficiencia de su poder, está exento de dicha responsabilidad.

La actuación llevada a cabo por el representante que no es tal o que obró en


exceso de las facultades conferidas en el poder es susceptible de comprometer su
responsabilidad. Ya se ha visto que las limitaciones del poder son oponibles a los
terceros si estos conocían o "pudieron" conocerlas actuando con la debida
diligencia, o "debieron" conocerlas obrando con cuidado y prevención (arts. 361 y
362 CCyC), de modo que si no conocían ni podían o debían conocer que se
trataba de un supuesto no autorizado, o que se estaba obrando en transgresión a
las limitaciones impuestas a la representación, o que el poder se hallaba
extinguido, la actuación del representante es eficaz y resulta obligatoria para el
representado.
El supuesto que aquí se trata exige ponderar que el tercero que contrata con el
representante puede exigir a este último que suscriba y le entregue una copia
firmada del instrumento del que resulta la representación que invoca (art. 374
CCyC), facultad que, apreciada desde la perspectiva que resulta de los arts. 361 y
362 CCyC, y que también ofrece la norma que aquí se comenta, constituye una
verdadera "carga", pues, se insiste, pesa sobre el representante el deber de actuar
con la "debida diligencia" (art. 361 CCyC), "cuidado y prevención" (art. 362 CCyC)
y "sin culpa" (art. 376 CCyC).
Es preciso, además, para que pueda suscitarse la responsabilidad del
representante que refiere la norma, que no se haya verificado la ratificación del
acto cumplido en exceso, pues en tal caso el defecto de representación habría
quedado saneado (art. 369 CCyC).

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ABUSO DE PODER:

Constituye un abuso de representación (poder), que desautoriza la legitimación


derivada del representante, el conflicto de intereses entre éste y el representado,
que puede surgir especialmente en el caso de contrato que el representante
concluya consigo mismo, por sí propio o representando a otra parte, y que acarrea
la anulabilidad del contrato –tras demanda del representado– si es conocido o
pudo serlo a la parte contraria.
El “abuso del poder de representación”, se da cuando el apoderado contraría
sustancialmente la finalidad de la representación, que es la tutela del interés del
representado y que se vulnera cuando surge un conflicto de intereses entre
representante y representado y el representante emplea su poder en sentido
opuesto a los motivos por los que se ha concedido. Es decir: … cuando realiza en
nombre del representado negocios que benefician directamente al representante o
a un tercero, lo que en la estimación del Derecho descalifica y paraliza la
legitimación para el representante, al procurarle a él u otras personas ajenas al
poderdante, ventajas económicas o jurídicas.4 Recuerda que el abuso de
representación se reduce a dos figuras:
a) Negocio celebrado por el representante para regular relaciones entre él mismo
y el representado: contrato consigo mismo o autocontrato.
b) Negocio celebrado por quien ostenta la representación común de dos distintas
personas para regular las relaciones que discurren entre aquellas partes, o bien
realizado en confabulación o inteligencia con otra parte a la cual el conflicto de
intereses era conocido o reconocible.
El abuso de representación desaparece cuando las situaciones de conflictos que
se detallan precedentemente han sido previstas y aceptadas anticipadamente por
el representado, mediante específica autorización. No existe tampoco abuso
cuando el contenido del negocio ha sido predeterminado por el interesado en
forma que evite la posibilidad de un conflicto. Concluye con este axioma: … el
abuso de representación es vicio de la legitimación; no implica ausencia de este
presupuesto de validez, como sucede, en cambio, con el defecto de
representación. De ello es consecuencia que el abuso de representación nunca
puede dar lugar más que a una simple anulabilidad del negocio.

ARTICULO 368.-Acto consigo mismo. Nadie puede, en representación de otro, efectuar


consigo mismo un acto jurídico, sea por cuenta propia o de un tercero, sin la autorización
del representado. Tampoco puede el representante, sin la conformidad del representado,
aplicar fondos o rentas obtenidos en ejercicio de la representación a sus propios
negocios, o a los ajenos confiados a su gestión.

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2.3 OBJETO DE LOS CONTRATOS

El objeto de los contratos es la PRESTACION prometida por las partes, el bien o


el hecho sobre los que recae la obligación comprometida.

Nuestro derecho positivo no define el objeto del contrato, únicamente enumera los
recaudos que este elemento debe reunir.

Se puede concluir que el objeto de los contratos son los hechos —positivos o
negativos— y los bienes (que comprenden los derechos, productos y las cosas)
sobre los que recae el contrato. Es decir, la noción de objeto del negocio jurídico
queda reducida a su materia.

Es uno de los elementos esenciales del contrato.

La obligación tiene por objeto la prestación de dar, hacer o no hacer y la


prestación tiene por objeto las cosas o los servicios debidos. Los artículos
siguientes confunden al objeto de la obligación (prestación) con el objeto del
contrato:

Art.1003- Disposiciones generales. Se aplican al objeto del contrato las


disposiciones de la Sección 1a, Capítulo 5, Título IV del Libro Primero de este
Código. Debe ser lícito, posible, determinado o determinable, susceptible de
valoración económica y corresponder a un interés de las partes, aun cuando éste
no sea patrimonial.

ARTICULO 279.-Objeto. El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible
o prohibido por la ley, contrario a la moral, a las buenas costumbres, al orden
público o lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana. Tampoco puede
ser un bien que por un motivo especial se haya prohibido que lo sea.

REQUISITOS QUE DEBE REUNIR EL OBJETO.


El objeto de los contratos debe reunir cuatro requisitos: posibilidad, licitud,
determinación, patrimonialidad y que constituya un interés de las partes.

Estos requisitos se desprenden del Art.1003 Disposiciones generales. Se aplican


al objeto del contrato las disposiciones de la Sección 1a, Capítulo 5, Título IV del
Libro Primero de este Código. Debe ser lícito, posible, determinado o
determinable, susceptible de valoración económica y corresponder a un interés de
las partes, aun cuando éste no sea patrimonial.

Posibilidad Fáctica y jurídica. Fáctica-> hechos que no sean imposibles.


Jurídica-> que no sean ilícitos.

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“Grupo la Docta” 3516315046
Licitud.
La ilicitud de los negocios puede provenir de la actividad encaminada a disponer
de esos bienes, por lo tanto, del contenido, la intención o la causa. Ahora por
ejemplo si alguien quiere realizar la venta de droga, si es ilícito porque son bienes
que están fuera del comercio.

Las leyes no pueden aceptar contratos u obligaciones cuyo objeto sea ilícito, es
decir, contrario a la ley, a la moral o a las buenas costumbres.

ARTICULO 1004.- Objetos prohibidos. No pueden ser objeto de los contratos los
hechos que son imposibles o están prohibidos por las leyes, son contrarios a la
moral, al orden público, a la dignidad de la persona humana, o lesivos de los
derechos ajenos; ni los bienes que por un motivo especial se prohíbe que lo sean.
Cuando tengan por objeto derechos sobre el cuerpo humano se aplican los
artículos 17 y 56.

Determinación. El objeto debe estar determinado al momento de celebrarse el


contrato o ser susceptible de celebrarse posteriormente. No es posible obligar al
deudor a dar o a hacer algo que no se sabe que es. Cuando se trata de cosas
fungibles, la determinación se logra expresando género, especie y cantidad.

ARTICULO 1005.- Determinación. Cuando el objeto se refiere a bienes, éstos


deben estar determinados en su especie o género según sea el caso, aunque no
lo estén en su cantidad, si ésta puede ser determinada. Es determinable cuando
se establecen los criterios suficientes para su individualización.

ARTICULO 1006.- Determinación por un tercero. Las partes pueden pactar que
la determinación del objeto sea efectuada por un tercero. En caso de que el
tercero no realice la elección, sea imposible o no haya observado los criterios
expresamente establecidos por las partes o por los usos y costumbres, puede
recurrirse a la determinación judicial, petición que debe tramitar por el
procedimiento más breve que prevea la legislación procesal.

VALOR PECUNIARIO: EL PROBLEMA QUE SUSCITA EN LA DOCTRINA Y EL


CÓDIGO CIVIL.

El ART. 1003 establece que el objeto del contrato debe ser, entre otras cosas,
susceptible de valoración económica.

Esta afirmación genera una discusión doctrinaria por lo que hay tres posturas:
a) Teoría clásica (Savigny): la prestación siempre debe tener un valor
pecuniario.
b) Crítica a la teoría clásica (Ihering): sostiene que el derecho no solo protege
los valores patrimoniales, sino que también los extrapatrimoniales, y por lo
tanto, los objetos de las obligaciones pueden ser también valores morales,

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“Grupo la Docta” 3516315046
éticos, culturales, etc. Basta que represente un interés serio y legítimo para
el acreedor.
c) Posición intermedia- doctrina moderna (Borda- Mosset): Distingue entre
prestación e interés del acreedor. La prestación debe tener siempre un
valor patrimonial. El interés del acreedor no siempre debe ser valorado en
dinero y puede tener intereses extrapatrimoniales, como ser un interés
moral, científico, cultural, religioso, etc., y si dicho interés es serio, merece
ser protegido por la ley.

SUPUESTOS PARTICULARES: BIENES AJENOS, FUTUROS, LITIGIOSOS Y


SUJETOS A GRAVAMEN. HERENCIAS FUTURAS.

 Bienes ajenos, 1008. Los bienes ajenos pueden ser objeto de los
contratos. Si el que promete transmitirlos no ha garantizado el éxito de la promesa,
sólo está obligado a emplear los medios necesarios para que la prestación se
realice y, si por su culpa, el bien no se transmite, debe reparar los daños
causados. Debe también indemnizarlos cuando ha garantizado la promesa y ésta
no se cumple.
El que ha contratado sobre bienes ajenos como propios es responsable de los
daños si no hace entrega de ellos.

 Bienes futuros: El principio es que la cosa debe existir al celebrarse el


contrato, pues si ella no existe o dejó de existir, el contrato será nulo.

Distinta es la situación en la cual la cosa no existe pero puede llegar a existir,


dependiendo de un hecho, denominadas cosas futuras. En principio estas pueden
ser objetos de los contratos:

ARTICULO 1007.- Bienes existentes y futuros. Los bienes futuros pueden ser
objeto de los contratos. La promesa de transmitirlos está subordinada a la
condición de que lleguen a existir, excepto que se trate de contratos aleatorios.
El contrato será aleatorio si el acreedor se hace cargo del riesgo de que la cosa no
exista, y conmutativo cuando se condiciona su validez a la existencia parcial o
total del objeto.

En la compraventa sobre cosa futura se distingue la “venta de la esperanza”


(contrato aleatorio) de la “venta de la cosa esperada”. Si la cosa no llega a existir,
el contrato no producirá ningún efecto y las partes quedan desobligadas.

 Bienes litigiosos, gravados, o sujetos a medidas cautelares, 1009. Los


bienes litigiosos, gravados, o sujetos a medidas cautelares, pueden ser objeto de
los contratos, sin perjuicio de los derechos de terceros.

Quien de mala fe contrata sobre esos bienes como si estuviesen libres debe
reparar los daños causados a la otra parte si ésta ha obrado de buena fe.

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Cosas litigiosas: son aquellas cuya titularidad se encuentra discutida judicialmente.
Cosas embargadas: las que han sido objeto de embargo, medida cautelar que
impide su disposición.

Cosas gravadas: las sometidas a un derecho real de garantía.

No hay inconveniente en contratar sobre ellas siempre y cuando se advierta a la


otra parte de esa situación. Lo que no admite a ley es que se contrate “como si
estuviesen libres”.

 Herencia futura. Es la herencia que habrá de dejar una persona (aún viva)
a su fallecimiento.
El código no permite contratar con éstas, ni aún cuando se contara con el
consentimiento de la persona cuya sujeción de trata. Estos contratos son nulos por
tener un objeto prohibido por ley.

ARTICULO 1010.- Herencia futura. La herencia futura no puede ser objeto de los
contratos ni tampoco pueden serlo los derechos hereditarios eventuales sobre
objetos particulares, excepto lo dispuesto en el párrafo siguiente u otra disposición
legal expresa.

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2.3 LA CAUSA

La palabra causa tiene en el Derecho dos acepciones diferentes: a) designa, a


veces, la fuente de las obligaciones, o sea, los presupuestos de hecho de los
cuales derivan las obligaciones legales, contratos, hechos ilícitos, etc; otras veces,
en cambio, es empleada en el sentido de causa final, significa fin que las partes se
propusieron al contratar, ese es el sentido que adopto nuestro código en materia
de contratos.

A lo largo de los años hubieron muchas teorías sobre la causa, entre ellos
podemos nombrar:

 La doctrina Clásica: Cuyo mayor exponente fue DOMAT. Para ésta, la


concepción de causa es definitivamente objetiva: la causa es el fin del acto
jurídico, cuando se habla del fin, no debe creerse que se trata de los móviles
personales y psicológicos de cada contratante sino de los elementos materiales
que existen en todo contrato. Por consiguiente, en los contratos bilaterales, la
causa de la obligación de cada una de las partes es la obligación de la otra. Así,
por ejemplo, en la compraventa, la causa de la obligación asumida por el
vendedor, es el precio que recibirá; mientras que para el comprador, la causa es la
cosa que adquiere.
 La tesis anticausalista: Sostenida por PLANIO. Para ésta, la teoría clásica
era falsa e inútil.
Falsa porque existe una imposibilidad lógica de que en un contrato sinalagmático,
una obligación sea la causa de la obligación de la contraparte. Las dos nacen al
mismo tiempo. Ahora bien: no es posible que un efecto y su causa sea
exactamente contemporáneos; el fenómeno de la causa mutua es incomprensible.
Es inútil, porque esta noción de causa confunde con la de objeto, y
particularmente, la causa ilícita no parece ser otra cosa que el objeto ilícito.

LA CAUSA EN EL CODIGO CIVIL Y COMERCIAL

El art. 1012 establece que para la causa de los contratos se va a aplicar lo


establecido en la causa del acto jurídico:

ARTICULO 281.- Causa. La causa es el fin inmediato autorizado por el


ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También integran
la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido incorporados
al acto en forma expresa, o tácitamente si son esenciales para ambas partes.

Esta norma pone fin a la interminable discusión entre causalistas y anticausalistas


al optar por la primera de las posturas. En primer lugar, ubica metodológicamente
la causa en la teoría general de los hechos y actos. Se refiere a la causa fin como
aquella que ha sido determinante de la voluntad, sin la cual el acto no se hubiera
realizado.
También asigna jerarquía de causa a los motivos —móviles subjetivos— en tanto
sean lícitos y hubieran sido incorporados en forma expresa al acto. También
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pueden serlo en forma tácita, pero en este caso se convertirán en causa si
hubieran sido esenciales para la celebración del negocio.

PRESUNCIÓN DE CAUSA.

ART. 282.- Presunción de causa. Aunque la causa no esté expresada en el acto


se presume que existe mientras no se pruebe lo contrario. El acto es válido
aunque la causa expresada sea falsa si se funda en otra causa verdadera.

FALSA CAUSA:

La última parte del artículo anteriormente mencionado (282), establece que "... El
acto es válido aunque la causa expresada sea falsa si se funda en otra causa
verdadera."

La cuestión que plantea la causa no verdadera que oculta otra se vincula con el
tema de la simulación.

Interesa la causa real y no la aparente, pero los que hubieran simulado un acto
con el fin de violar las leyes o de perjudicar a un tercero, no pueden ejercer acción
alguna el uno contra el otro, salvo que la acción tenga por efecto dejar sin efecto el
acto.

FALTA DE CAUSA Y CAUSA ILÍCITA.

Art. 1013: La falta de causa da lugar, según los casos, a la nulidad, adecuación o
extinción del contrato.

Art. 1014: Causa ilícita. El contrato es nulo cuando:


a) su causa es contraria a la moral, al orden público o a las buenas costumbres;
b) ambas partes lo han concluido por un motivo ilícito o inmoral común. Si sólo una
de ellas ha obrado por un motivo ilícito o inmoral, no tiene derecho a invocar el
contrato frente a la otra, pero ésta puede reclamar lo que ha dado, sin obligación
de cumplir lo que ha ofrecido.

El requisito de la licitud de causa es esencial. Su obligatoriedad permite realizar un


control eficaz sobre la moralidad de los contratantes.

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La distinción entre objeto ilícito y causa ilícita no es fácil de realizar. La causa es
ilícita cuando tiende a defraudar la ley. Por ejemplo, la donación de la casa a la ex
concubina es válida si la hace por afecto hacia ella, y no si tiende al
mantenimiento de relaciones sexuales con ella. No se puede realizar locación de
inmuebles para explotación del juego, para casas de tolerancia, etc.
Cuando la causa es ilícita, está en el medio el interés público, por lo que la nulidad
que lo acarrea es absoluta, no es pasible de confirmación. La prueba de la ilicitud
debe suministrarla quien la invoca. Lo mismo ocurre cuando se invoca el error
sobre la existencia de la causa o su falsedad. La acción de nulidad prescribe a los
10 años.

LA CAUSA EN LA CELEBRACIÓN DEL CONTRATO Y EN SU


CUMPLIMIENTO.

ARTICULO 1013.- Necesidad. La causa debe existir en la formación del contrato y


durante su celebración y subsistir durante su ejecución. La falta de causa da lugar,
según los casos, a la nulidad, adecuación o extinción del contrato.

En el art. 1013 CCyC se establece el principio de necesidad de causa de los


contratos, pautándose que ella debe existir en el momento de la formación y
durante la celebración, y subsistir durante la ejecución.

La existencia de causa lícita en la formación del vínculo contractual es


imprescindible, por tratarse de un elemento necesario para la existencia misma del
contrato. Su afectación o desaparición en la etapa funcional puede dar lugar a la
ineficacia contractual, por frustración de la finalidad, cuestión prevista y regulada
en el art. 1090 CCyC.

Causa celebración del contrato-> es causa motivo, es subjetiva, depende del


interés de las partes.

Causa en su cumplimiento-> es causa fin, objetiva, común en todos los contratos,


finalidad inmediata. Ej: entrega de la cosa.

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2.4 FORMAS DE LOS CONTRATOS

La forma de los actos jurídicos es el conjunto de prescripciones de la ley, respecto


de las solemnidades que deben observarse al tiempo de la formación del acto
jurídico, por ejemplo, la escritura pública que se exige en ciertos contratos.

CONTRATOS FORMALES Y NO FORMALES

Los contratos, éstos pueden ser formales o no formales.

ARTICULO 969.-Contratos formales. Los contratos para los cuales la ley exige una forma
para su validez, son nulos si la solemnidad no ha sido satisfecha. Cuando la forma
requerida para los contratos, lo es sólo para que éstos produzcan sus efectos propios, sin
sanción de nulidad, no quedan concluidos como tales mientras no se ha otorgado el
instrumento previsto, pero valen como contratos en los que las partes se obligaron a
cumplir con la expresada formalidad. Cuando la ley o las partes no imponen una forma
determinada, ésta debe constituir sólo un medio de prueba de la celebración del contrato.

Los contratos son formales cuando la ley exige una determinada forma, ya sea
para la validez del acto, o para que produzca sus efectos propios o para su
comprobación.
El Código establece la categoría de los contratos formales, como excepción al
régimen general de libertad de formas enunciado en el art. 1015 CCyC, y la
enuncia estableciendo una división tripartita entre: a) los sujetos a formas
absolutas, cuya inobservancia priva de efectos al acto; b) aquellos para los que se
exigen formas relativas; y c) los que tienen pautadas formalidades con fines
probatorios.
La formalidad exigida para la celebración del contrato rige también básicamente
para las modificaciones que luego le sean introducidas, salvo disposición legal en
contrario o que se trate de una modificación referida a un aspecto claramente
accesorio (art. 1016 CCyC).
según la finalidad perseguida por la exigencia formal, los contratos pueden ser
clasificados como sujetos a:
a) Formas absolutas. Son las que acarrean la ineficacia absoluta del acto en caso
de inobservancia (art. 285, última parte CCyC).
Si no se cumple la forma impuesta, el acto se ve privado de todo efecto,
resultando absolutamente ineficaz.
En el Código son contratos sujetos a formas absolutas las donaciones de
inmuebles, de muebles registrables y de prestaciones periódicas o vitalicias (art.
1552 CCyC).
b) Formas relativas. Decimos que los contratos están sujetos a una formalidad
relativa cuando el cumplimiento de la formalidad no es exigido bajo sanción de
nulidad; si bien no quedan concluidos hasta que no se de cumplimiento a la
solemnidad prevista, valen como contratos en los que las partes se obligan a
cumplir la formalidad pendiente (art. 285 CCyC). Esta categoría comprende los
contratos mencionados en el art. 1017 CCyC, que abarca:

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i) los que tienen por objeto la adquisición, modificación o extinción de derechos
reales sobre inmuebles cuando la transmisión no se opera por subasta judicial o
administrativa; ii) los que tienen por objeto derechos dudosos o litigiosos sobre
inmuebles; iii) los actos accesorios de contratos otorgados en escritura pública; y
iv) los demás contratos que, por acuerdo de partes o disposición de la ley, deben
ser otorgados en escritura pública y no correspondan a la categoría formal
absoluta.
En tales supuestos, aun cuando el acto no se hubiera celebrado con la forma
legalmente exigida, el otorgamiento del instrumento previsto constituye una
obligación de hacer, que puede ser suplida por el juez en representación de quien
evidencia una actitud remisa al cumplimiento de la obligación; ello, en tanto se
encuentren cumplidas las contraprestaciones o asegurado su cumplimiento (art.
1018 CCyC), lo que posibilita la conversión formal del acto, permitiendo que
alcance plenitud en sus efectos. Pueden ser encuadrados en la categoría de
contratos formales relativos: el leasing, sobre inmuebles, buques o aeronaves (art.
1234 CCyC); el contrato de agrupación de colaboración (art. 1455 CCyC); el de
unión transitoria (art. 1464 CCyC); el de consorcio de cooperación (art. 1473
CCyC); el de cesión de derechos hereditarios (arts. 1618, inc. a CCyC); el de
cesión de derechos litigiosos referidos a derechos reales sobre inmuebles (art.
1618, inc. b CCyC); el de cesión de derechos derivados de actos instrumentados
en escritura pública (art. 1618, inc. c CCyC);y el contrato de fideicomiso, cuando
se refiere a bienes cuya transferencia debe ser instrumentada en escritura pública
(art. 1669 CCyC).
c) Formas dispuestas con fines probatorios. El legislador también establece
formas en previsión de necesidades probatorias; en cuyo caso, la inobservancia
del recaudo formal no afecta al contrato ni a su existencia, que podrá ser
acreditada por otros medios, de acuerdo a lo establecido en el art. 1020 CCyC;
pues cuando una determinada formalidad es requerida a los fines meramente
probatorios, los contratos pueden ser probados por otros medios, inclusive por
testigos, si hay imposibilidad de obtener la prueba de que se cumplió con la
formalidad o si existe principio de prueba instrumental —considerándose tal
cualquier instrumento que emane de la otra parte, de su causante o de parte
interesada en el asunto, que haga verosímil la existencia del contrato—, o
comienzo de ejecución.
Pueden considerarse contratos en los que un determinado recaudo formal es
impuesto con miras a la prueba: el de locación de cosa inmueble o mueble
registrable o de una universalidad que incluya inmuebles o muebles registrables o
de parte material de un inmueble (art. 1188 CCyC); los contratos bancarios (art.
1380 CCyC); el de agencia (art. 1479, último párrafo, CCyC); el de fianza (art.
1579 CCyC); el de cesión de derechos cuando no se refiere a actos que deban
otorgarse por escritura pública (art. 1618 CCyC); el de transacción (art. 1643
CCyC); el de arbitraje (art. 1650 CCyC) y el de fideicomiso, cuando no se refiere a
bienes cuya transmisión requiera del otorgamiento de escritura pública (art. 1669
CCyC).

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OTORGAMIENTO PENDIENTE DEL INSTRUMENTO

El art. 1.018 del Código regula el caso del otorgamiento pendiente del instrumento:

ARTICULO 1018.-Otorgamiento pendiente del instrumento. El otorgamiento pendiente de


un instrumento previsto constituye una obligación de hacer si el futuro contrato no
requiere una forma bajo sanción de nulidad. Si la parte condenada a otorgarlo es remisa,
el juez lo hace en su representación, siempre que las contraprestaciones estén cumplidas,
o sea asegurado su cumplimiento.

 La conversión instrumental El artículo, en línea con lo establecido en el art.


285 CCyC, regula un supuesto de conversión del acto jurídico por el que se
considera que el contrato concluido sin sujeción a la forma debida vale como
establecimiento de una obligación de hacer: la de concretar las partes la conducta
que resulte necesaria para que se satisfaga la forma exigida. Ello exige de la
colaboración de las distintas partes contratantes, quienes deberán aportar la
información y documentación que se les requiera para poder lograr esa finalidad
prevista por el legislador.
Según se establece en la norma, dicha conversión es posible en los casos en los
que la ley no imponga para el contrato una forma determinada bajo sanción de
nulidad, como ocurre, por ejemplo, con las donaciones de inmuebles, de muebles
registrables y de prestaciones periódicas o vitalicias (art. 1552 CCyC).
 Conversión instrumental coactiva En el tramo final del artículo se establece
una norma en la que la ley común proyecta efectos en materia de procedimientos
judiciales, no delegada por las provincias en el gobierno federal; pero lo hace a fin
de lograr uniformidad en la solución en todas las jurisdicciones del territorio
nacional en una cuestión que hace directamente al cumplimiento y satisfacción de
los derechos sustantivos a los que se refiere este Código.
Así se prevé que, si la parte condenada a otorgar el instrumento es remisa en el
desarrollo de las conductas necesarias para concretar el acto debido, el juez
puede sustituirla en su representación, siempre que las contraprestaciones estén
cumplidas o se asegure su cumplimiento.
No se trata de una consecuencia que se vaya a dar automáticamente ante
cualquier caso en el que una de las partes no otorgue el acto. Lo establecido por
la norma requiere de un proceso judicial en el que se dé oportunidad al obligado a
ser oído y de ejercer plenamente su derecho de defensa, de dar las razones por
las que entiende que no están dadas las condiciones para el otorgamiento del
acto, o de dejar expuesta su reticencia, en caso de no mediar ellas. En este último
supuesto, el juez deberá intimarlo a cumplir dentro de un plazo razonable y solo en
caso de no hacerlo el obligado, actuará en su representación.
Se trata de un supuesto en el que la ley impone una representación a cargo de un
órgano del Estado, ante determinadas circunstancias y para asegurar la
satisfacción de un derecho.
Tal procedimiento podrá ser seguido siempre que se encuentren cumplidas las
contraprestaciones debidas entre las partes o que se asegure su cumplimiento al
tiempo del otorgamiento del acto. De no verificarse tal situación, el contrato deberá
darse por resuelto, con las consecuencias que de ello derivan.

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PRUEBA DE LOS CONTRATOS

El Código Civil y Comercial de la Nación regula la prueba de los contratos en el


Capítulo 8, del Título II, del Libro III (arts. 1.019 y 1.020).

Medios de prueba

ARTICULO 1019.-Medios de prueba. Los contratos pueden ser probados por todos los
medios aptos para llegar a una razonable convicción según las reglas de la sana crítica, y
con arreglo a lo que disponen las leyes procesales, excepto disposición legal que
establezca un medio especial. Los contratos que sea de uso instrumentar no pueden ser
probados exclusivamente por testigos.

La producción de efectos jurídicos se encuentra condicionada a la existencia de


hechos aptos para provocarlos; si el presupuesto fáctico se encuentra
controvertido, la prueba resulta necesaria, esencial. De lo que se trata en este
capítulo es de la prueba relativa a la existencia y alcances de un contrato; no del
cumplimiento o incumplimiento de sus prestaciones, sino de la cuestión relativa a
su existencia y efectos.
La ley, con un enunciado menos casuístico que el de su antecesora, abre aquí
amplias posibilidades probatorias, no limitadas a los medios de los que
actualmente se dispone sino a cualquier otro que en el futuro puedan generarse
por los avances científicos y tecnológicos; al tiempo que establece un límite
razonable a la posibilidad de acreditar un vínculo contractual por medio de
testigos.
Naturalmente, la regulación contenida en este capítulo debe considerarse
directamente vinculada con lo establecido en materia de prueba de los actos
jurídicos, en especial en todo lo relativo a la forma instrumental, sus requisitos y
efectos.
Es claro que la prueba del contrato será necesaria solo en caso de darse
controversia con relación a su existencia.
El régimen general impone que las pruebas sean suministradas por la parte que
invoca la existencia de un determinado hecho; pero en materia contractual debe
tenerse en consideración quién se encuentra en mejores condiciones de aportar
elementos que permitan al juez evaluar el conjunto de circunstancias en las que se
pudo haber celebrado o no un contrato; para lo que puede aplicarse una
distribución de pruebas como la prevista en el art. 1735 CCyC para los supuestos
de daño, teniendo en consideración la situación de cada parte contratante y el
razonable balance de la relación.

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PRUEBA DE LOS CONTRATOS FORMALES

En el caso de los contratos formales en los que se exige una determinada forma
para su validez, es claro que la forma es esencial y debe respetarse. Si una
donación de un inmueble se hace por instrumento privado, poco importará que se
pruebe esta circunstancia, ya que la escritura pública es exigida bajo pena de
nulidad.

Sin embargo, en otros casos, cuando la forma se aconseja a los efectos de la


prueba del contrato, entonces también se puede lograr ese cometido (probar el
contrato) por otros medios.

El art. 1.020 del Código dispone:

Prueba de los contratos formales. Los contratos en los cuales la formalidad es


requerida a los fines probatorios pueden ser probados por otros medios, inclusive
por testigos, si hay imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida la
formalidad o si existe principio de prueba instrumental, o comienzo de
ejecución.

Se considera principio de prueba instrumental cualquier instrumento que emane


de la otra parte, de su causante o de parte interesada en el asunto, que haga
verosímil la existencia del contrato. De conformidad con ese artículo, los contratos
a los que la ley les asigna una formalidad específica (a los efectos de su prueba)
pueden ser probados por otros medios de prueba. El artículo se refiere a la
imposibilidad de obtener la prueba designada por ley justamente por no haber
cumplido con la forma requerida o por la imposibilidad de presentarla a los efectos
requeridos.

Cobra, en estos casos, especial relevancia la noción de principio de prueba por


escrito, entendida como la existencia de cualquier instrumento que emane de la
otra parte, de su causante o de parte interesada en el asunto, que haga verosímil
la existencia del contrato. Como señala Alterini (2012), “el principio de prueba por
escrito constituye un indicio, resultante de un instrumento no firmado por la otra
parte que, teniendo relación directa con el contrato, resulta elemento de juicio útil
para tenerlo por probado” (2012, p. 449).

El artículo se refiere a un supuesto específico de prueba sobre la existencia y


alcances de un contrato, el referido a aquellos en los que la formalidad es
requerida a los fines probatorios. La prueba principal y básica será, en estos
casos, siempre el propio instrumento; pero la norma admite que la existencia del
acto jurídico se pruebe por otros medios, incluido el de la prueba testimonial, en
tres supuestos distintos, que pueden coincidir o no en un mismo caso —lo que se
desprende del uso de la conjunción disyuntiva "o"— y que dan lugar a indicios
probatorios que pueden ser complementados por otros medios, posibilitando al
juzgador formar convicción sobre la existencia del contrato, según las reglas de la
sana crítica. Esos supuestos son:
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a) Cuando existe imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida la
formalidad: lo que puede darse en caso de mediar destrucción, sustracción o
extravío del instrumento, o también, de darse algún supuesto invencible de acceso
al documento.
b) Si existe principio de prueba instrumental: lo que ocurre, por ejemplo, si quien
sostiene la existencia del contrato presenta facturas, recibos, remitos, cartas de
porte, constancias de transferencias bancarias o cualquier otro tipo de instrumento
que tendría su origen en la existencia del vínculo contractual invocado, sin
perjuicio de que ellos permitan tener por corroborado también el comienzo de
ejecución. Puede tratarse de instrumentos públicos, privados o particulares no
firmados y constar en soporte papel o tratarse de documentos electrónicos (art.
287 CCyC).
c) Si existe comienzo de ejecución: se verifica cuando se corrobora la realización
de determinadas prestaciones que pueden considerarse comprendidas en las
obligaciones generadas por el vínculo contractual invocado y no en otro existente
entre las partes; de modo tal que no habrían tenido lugar de no haber mediado la
celebración del contrato que se quiere probar.
Es importante que, aun cuando las partes cuenten con el instrumento en el que
consta la existencia del contrato, el que puede ser sometido a reconocimiento por
aquel a quien se atribuye su autoría, en caso de no haber sido este celebrado por
medio de escritura pública o de no contar con firmas certificadas por escribano,
prevean el ofrecimiento de prueba de respaldo (por ejemplo, pericia caligráfica)
para el caso que este sea negado por la contraria en el juicio.

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SUB EJE TEMATICO N° 3
VICISITUDES

3.1 Suspensión (excepción) de incumplimiento. Concepto.


3.2 Tutela preventiva. Concepto.
3.3 Obligación de saneamiento. Concepto. Ámbito de aplicación. Sujetos responsables.
Régimen legal.
3.4 Responsabilidad por saneamiento.
3.5 Responsabilidad por daños.
3.6 Responsabilidad por evicción. Concepto. Régimen legal.
3.7 Responsabilidad por vicios ocultos. Concepto. Régimen legal. Caducidad.

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3.1 SUSPENSION (EXCEPCIÓN) DE INCUMPLIMIENTO
CONCEPTO:

La excepción de incumplimiento contractual (también llamada exceptio non


addimpleti contractus) es la facultad que tiene un contratante de diferir
legítimamente el cumplimiento de su propia obligación, hasta tanto la otra no
cumpla la suya u ofrezca cumplirla simultáneamente, a menos que esta ultima sea
a plazo.

ARTÍCULO 1031: “Suspensión del cumplimiento. En los contratos bilaterales,


cuando las partes deben cumplir simultáneamente, una de ellas puede suspender
el cumplimiento de la prestación, hasta que la otra cumpla u ofrezca cumplir. La
suspensión puede ser deducida judicialmente como acción o como excepción. Si
la prestación es a favor de varios interesados, puede suspenderse la parte debida
a cada uno hasta la ejecución completa de la contraprestación.”

Para que proceda la suspensión del cumplimiento se requiere:


1) que se trate de un contrato bilateral (art. 966 CCyC); y 2) que el cumplimiento
de las prestaciones a cargo de cada una de las partes deba producirse en forma
simultánea; por lo que la previsión no resulta de aplicación en los casos de
contraprestaciones sucesivas
El planteo de la suspensión puede hacerse en forma extrajudicial o judicial —lo
que se deriva del empleo del "puede" en su redacción—, supuesto en el que podrá
articularse por vía de acción o de excepción dilatoria, con efectividad hasta que la
parte eventualmente remisa dé cumplimiento u ofrezca seriamente cumplir.
En el supuesto de existir una pluralidad de interesados en el cumplimiento de una
prestación, puede suspenderse el cumplimiento de la parte debida a cada uno
hasta tanto se haya ejecutado completamente la contraprestación; ello, claro está,
en caso de tratarse de obligaciones de prestación divisible. En caso de ser la
prestación indivisible (art. 815 CCyC), la suspensión operará por entero contra
cualquiera de los acreedores, en razón de la naturaleza de la obligación.

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3.2 TUTELA PREVENTIVA:

ARTÍCULO 1032: “Tutela preventiva. Una parte puede suspender su propio


cumplimiento si sus derechos sufriesen una grave amenaza de daño porque la
otra parte ha sufrido un menoscabo significativo en su aptitud para cumplir, o en
su solvencia. La suspensión queda sin efecto cuando la otra parte cumple o da
seguridades suficientes de que el cumplimiento será realizado.”

La norma, siguiendo la línea de la función preventiva del daño de la que dan


cuenta los arts. 1710 a 1715 CCyC, incorpora una regulación novedosa para
nuestro derecho privado, por la que se prevé un supuesto de autoprotección de
una de las partes contratantes ante situaciones objetivamente verificables que
hacen peligrar la posibilidad de cumplimiento de la contraria y que podrían
determinar que, en caso de cumplir con la prestación a su cargo, quien invoca la
tutela podría sufrir un perjuicio patrimonial.

A diferencia de lo establecido en el art. 1031 CCyC, en esta norma no se requiere


simultaneidad en las contraprestaciones; basta que una parte declare su intención
de no cumplir; que actúe de modo tal que una persona razonable pueda
establecer que no cumplirá su obligación; que se vea afectada su aptitud para
cumplir —lo que puede ocurrir, por ejemplo, por la pérdida de derechos para la
explotación de determinados recursos naturales— o que evidencie una situación
de insolvencia, para que la otra pueda considerarse habilitada para efectuar el
planteo de una tutela preventiva.
La suspensión es tal y no una resolución del vínculo contractual, por lo que
perdurará en tanto subsista la situación de riesgo por déficit de aptitud patrimonial
de la contraria o su actitud reticente al cumplimiento, la que cesará cuando se
produzca el cumplimiento o la destinataria de la medida dé seguridades suficientes
de su concreción.
Obviamente, de no alcanzarse tales seguridades en un tiempo razonable según el
tipo de prestación de la que se trate, la situación podrá devenir en ineficacia
definitiva, dando lugar a las acciones propias de la función resarcitoria, por
agotamiento de la preventiva.

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3.3 OBLIGACION DE SANEAMIENTO.

CONCEPTO:

El saneamiento es la obligación que tiene el vendedor de responder ante el


comprador cuando se le prive total o parcialmente de la posesión legal, pacífica y
útil de la cosa objeto del contrato.

Tiene como fin amparar al adquirente de los defectos que tenga la cosa o la
turbación que sufra por terceros.

SUJETOS RESPONSABLES:

1033: Están obligados al saneamiento:


a. el transmitente de bienes a título oneroso;
b. quien ha dividido bienes con otros;
c. sus respectivos antecesores, si han efectuado la correspondiente transferencia
a título oneroso.”

REGIMEN LEGAL:

1034: “Garantías comprendidas en la obligación de saneamiento. El obligado al


saneamiento garantiza por evicción y por vicios ocultos conforme a lo
dispuesto en esta Sección, sin perjuicio de las normas especiales.”

1035: “Adquisición a título gratuito. El adquirente a título gratuito puede ejercer en


su provecho las acciones de responsabilidad por saneamiento correspondientes a
sus antecesores.

1036: Disponibilidad. La resp. por saneamiento existe aunque no haya sido


estipulada por las partes. Éstas pueden aumentarla, disminuirla o suprimirla, sin
perjuicio de lo dispuesto en el art. siguiente.

1037: “Interpretación de la supresión y de la disminución de la responsabilidad por


saneamiento. Las cláusulas de supresión y disminución de la responsabilidad por
saneamiento son de interpretación restrictiva. “

1038.- Casos en los que se las tiene por no convenidas. La supresión y la


disminución de la responsabilidad por saneamiento se tienen por no convenidas
en los siguientes casos:
a. si el enajenante conoció, o debió conocer el peligro de evicción, o la existencia
de vicios;
b. si el enajenante actúa profesionalmente en la actividad a la que corresponde la
enajenación, a menos que el adquirente también se desempeñe profesionalmente
en esa actividad

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1039: “Responsabilidad por saneamiento. El acreedor de la obligación de
saneamiento tiene derecho a optar entre:
a. reclamar el saneamiento del título o la subsanación de los vicios;
b. reclamar un bien equivalente, si es fungible;
c. declarar la resolución del contrato, excepto en los casos previstos por los
artículos 1050 y 1057.

1040: “Responsabilidad por daños. El acreedor de la obligación de saneamiento


también tiene derecho a la reparación de los daños en los casos previstos en el
artículo 1039, excepto:
a. si el adquirente conoció, o pudo conocer el peligro de la evicción o la existencia
de vicios;
b. si el enajenante no conoció, ni pudo conocer el peligro de la evicción o la
existencia de vicios;
c. si la transmisión fue hecha a riesgo del adquirente; d. si la adquisición resulta de
una subasta judicial o administrativa.
La exención de responsabilidad por daños prevista en los incisos a) y b) no puede
invocarse por el enajenante que actúa profesionalmente en la actividad a la que
corresponde la enajenación, a menos que el adquirente también se desempeñe
profesionalmente en esa actividad.

3.4 Y 3.5 RESPONSABILIDAD POR SANEAMIENTO Y RESPONSABILIDAD


POR DAÑOS

La fuente de la obligación de sanear los vicios jurídicos o materiales ocultos,


existentes en la cosa al tiempo de la entrega, es la transmisión. Es, a partir de ella,
que nace la obligación de sanear.
Evicción y vicios ocultos son especies de la garantía general de saneamiento. Este
Código regula los aspectos comunes de ambas, considerando su ámbito de
aplicación, naturaleza jurídica y efectos. En la evicción se regulan los requisitos de
admisibilidad de la acción, el régimen de defensa en juicio, la cesación de la
responsabilidad y la prescripción. En el parágrafo tercero, dedicado a los vicios
ocultos o redhibitorios, se ocupa del ámbito de aplicación, la modificación de la
garantía, su caducidad y las acciones por responsabilidad.

La ley le da la posibilidad, a quien sea acreedor de la obligación de saneamiento,


de optar por
a) reclamar el saneamiento del título o la subsanación de los vicios, es decir,
una acción por cumplimiento del contrato;
b) reclamar un bien equivalente, si este es fungible;
c) c) declarar la resolución del contrato. Ello excepto en los casos de extinción
de la responsabilidad por evicción por prescripción, o cuando el defecto
sea subsanable y el garante ofrezca subsanarlo.

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“Grupo la Docta” 3516315046
La ley, entonces, ante un caso de responsabilidad por saneamiento, le da derecho
al adquirente a elegir entre aquellas opciones.

Asimismo, independientemente del ejercicio de esas posibilidades, la ley permite


el reclamo por la reparación de los daños y perjuicios ocasionados en los casos
de responsabilidad por saneamiento. Es decir, que la reparación por daños y
perjuicios puede ejercitarse conjuntamente con cualquiera de las opciones
mencionadas en los puntos a), b) o c).

También se prevén ciertas excepciones para solicitar la reparación de los daños.


A saber:

a) que el adquirente haya conocido o podido conocer el peligro de la evicción


o la existencia de los vicios;

b) si el enajenante no conoció ni pudo conocer el peligro de la evicción o la


existencia de los vicios (ya que en ese caso no hubo mala fe de su parte). En
estos dos casos a) y b), la exención de la responsabilidad por daños y perjuicios
no funciona cuando el enajenante actúa profesionalmente en la actividad
vinculada con la enajenación, pues justamente por eso no puede desconocer la
existencia de los vicios o evicción. Excepto que al adquirente también sea
profesional.

c) Que la transmisión fuere hecha a riesgo del adquirente (en cuyo caso esto
debería estar estipulado en el contrato)

d) que la adquisición se haya efectuado por subasta judicial o administrativa.

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3.6 CONCEPTO DE EVICCION.

Es una situación jurídica que se caracteriza por la privación total o parcial de una
cosa, sufrida por su adquirente, en virtud de una sentencia judicial o administrativa

Cuando adquirimos algo a titulo onerosos, el transmitente ej. Vendedor, locador,


debe garantizarnos que no sufriremos evicción, es decir, que ningún tercero nos
hará reclamos juridiciales que nos priven de lo que hemos adquirido y que si ello
ocurriera se nos indemnizaran los daños y perjuicios. Esta garantía implícita en los
contratos onerosos, se llama garantía de evicción. Consiste en una turbación,
privación o pérdida que sufra el adquirente en el derecho que se le ha transmitido.
Que no haya turbación ni de un tercero, ni de quien la transmitió.

Ej. Compro un departamento y aparece un tercero que me reclama judicialmente


la restitución del inmueble alegando que él es propietario. Si me quitan el
departamento hare valer la garantía de evicción contra el vendedor para que me
indemnice los daños y perjuicios ocasionados.

En el código vigente esta en el art 1044. Los requisitos son:

1 Que se trate de una turbación de derecho (discusión de la titularidad del


derecho): debe fundarse en una causa jurídica ej. Que le entablen una
demanda, etc. El vendedor no garantiza contra turbaciones de hecho
(turbaciones materiales de terceros que no invocan derechos sobre la cosa)
ej. Si compre una casa y un tercero me rompe un vidrio o se me mete como
intruso no puedo invocar la garantía de evicción contra el vendedor, debo
defenderse yo mismo haciendo la denuncia o iniciando un juicio contra el
tercero por daños, desalojo, etc.
2 Que la turbación tenga una causa anterior o contemporánea a la
adquisición: ej. compre un inmueble y se presenta a ejecutar el bien un
acreedor hipotecario anterior que yo desconocía, la causa es anterior y
puedo invocar la garantía de evicción.

Si la causa es posterior a la venta no se puede invocar la garantía ej. Adquiero un


inmueble y meses después me lo expropian total o parcialmente

Alcance de la garantía: la acciones por evicción la ejerce el adquirente (o


herederos o sucesores universales, también los sucesores particulares si es a
titulo oneroso) contra el enajenante. La garantía funciona de pleno derecho, en
todos los contratos traslativos a titulo oneroso.

La garantía procede por hechos de tercero y también por hechos del enajenante
pues este debe abstenerse de realizar cualquier acto que puede significar una
turbación para el adquirente.

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EFECTOS DE LA GARANTÍA:

- DEFENSA EN JUICIO: si el adquirente fuese turbado por algún reclamo judicial


de terceros, debe hacer citar al juicio al enajenante, pues este tiene la obligación
de defenderlo en el juicio o mas concretamente de defender judicialmente la
legitimidad del título y de la transmisión. En caso de enajenaciones sucesivas se
puede citar al enajenante o a cualquiera de los enajenantes anteriores. La citación
al enajenante se rige por las normas procesales. Puede pedirla el adquirente o el
tercero que inicio el juicio. La falta de citación al enajenante hace cesar su
responsabilidad. Concurra o no el enajenante, el adquirente debe continuar el
juicio y defender sus derechos, porque si el pleito se pierde por omisiones o
negligencias de su parte, no podrá hacer reclamos al enajenante.

- INDEMINZACION DE LOS PERJUICIOS: si el tercero vence en el juicio, el


enajenante debe indemnizar al adquirente los daños y perjuicios, quedando
comprendido el daño emergente y el lucro cesante, asi se devuelve el precio que
se ha pagado por la cosa, gastos efectuados, reparaciones y mejoras que se
hayan hecho. Etc.

REGIMEN LEGAL:

HECHOS QUE HABILITAN LA APLICACIÓN DEL INSTITUTO.

ARTÍCULO 1044: Contenido de la responsabilidad por evicción. La


responsabilidad por evicción asegura la existencia y la legitimidad del derecho
transmitido, y se extiende a:
a. toda turbación de derecho, total o parcial, que recae sobre el bien, por
causa anterior o contemporánea a la adquisición;
b. los reclamos de terceros fundados en derechos resultantes de la propiedad
intelectual o industrial, excepto si el enajenante se ajustó a especificaciones
suministradas por el adquirente;
c. las turbaciones de hecho causadas por el transmitente.

HECHOS QUE NO HABILITAN LA APLICACIÓN DEL INSTITUTO.

ARTÍCULO 1045: Exclusiones. La responsabilidad por evicción no comprende:


a. las turbaciones de hecho causadas por terceros ajenos al transmitente;
b. las turbaciones de derecho provenientes de una disposición legal;
c. la evicción resultante de un derecho de origen anterior a la transferencia, y
consolidado posteriormente. Sin embargo, el tribunal puede apartarse de esta
disposición si hay un desequilibrio económico desproporcionado.

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ARTÍCULO 1046: Citación por evicción. Si un tercero demanda al adquirente en
un proceso del que pueda resultar la evicción de la cosa, el garante citado a juicio
debe comparecer en los términos de la ley de procedimientos. El adquirente puede
seguir actuando en el proceso.

ARTÍCULO 1047: Gastos de defensa, causídicos. El garante debe pagar al


adquirente los gastos que éste ha afrontado para la defensa de sus derechos. Sin
embargo, el adquirente no puede cobrarlos, ni efectuar ningún otro reclamo si: a.
no citó al garante al proceso; b. citó al garante, y aunque éste se allanó, continuó
con la defensa y fue vencido.

ARTÍCULO 1048: Cesación de la responsabilidad. En los casos en que se


promueve el proceso judicial, la responsabilidad por evicción cesa: a. si el
adquirente no cita al garante, o lo hace después de vencido el plazo que establece
la ley procesal; b. si el garante no comparece al proceso judicial, y el adquirente,
actuando de mala fe, no opone las defensas pertinentes, no las sostiene, o no
interpone o no prosigue los recursos ordinarios de que dispone contra el fallo
desfavorable; c. si el adquirente se allana a la demanda sin la conformidad del
garante; o somete la cuestión a arbitraje y el laudo le es desfavorable. Sin
embargo, la responsabilidad subsiste si el adquirente prueba que, por no haber
existido oposición justa que hacer al derecho del vencedor, la citación oportuna del
garante por evicción, o la interposición o sustanciación de los recursos, eran
inútiles; o que el allanamiento o el laudo desfavorable son ajustados a derecho.

ARTÍCULO 1049: Régimen de las acciones. El acreedor de la responsabilidad


dispone del derecho a declarar la resolución: a. si los defectos en el título afectan
el valor del bien a tal extremo que, de haberlos conocido, el adquirente no lo
habría adquirido, o su contraprestación habría sido significativamente menor; b. si
una sentencia o un laudo produce la evicción.

ARTÍCULO 1050: Prescripción adquisitiva. Cuando el derecho del adquirente se


sanea por el transcurso del plazo de prescripción adquisitiva, se extingue la
responsabilidad por evicción.

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3.7 RESPONSABILIDAD POR VICIOS OCULTOS

La responsabilidad por vicios ocultos es otra de las garantías comprendidas en


la obligación de saneamiento. Desarrollaremos, a continuación, el contenido de
esa responsabilidad.

CONCEPTO DE VICIOS REDHIBITORIOS.

Son los defectos ocultos de la cosa (adquirida a titulo oneroso), existentes al


tiempo de la adquisición, que la hacen impropia para su destino y que de haberlos
conocido el adquirente no habría adquirido la cosa o hubiera dado menos por ella.
Se dan en el origen de acto. La garantía por vicios redhibitorios se debe solo en
los contratos onerosos. Funciona entre las partes del contrato y sus herederos, se
extiende también a los sucesores particulares del adquirente, siendo materia
discutible si la pueden o no ejercen los sub adquirentes.

Ej. Compro televisor y a los seis meses se rompe, funciona la garantía (buscar
asegurar el funcionamiento en un periodo). En los contratos de consumo y en los
que tienen clausulas predispuestas, no podría darse porque seria abusivo, ya que
se da una situación de superioridad para la parte que adquiere el contrato y
provocaría un desiquilibrio.

REQUISITOS:
a) Que el vicio sea grave o de importancia: de forma tal, que haga a la ,
cosa impropia para su destino o que de haberlo conocido, el comprador no
la habría adquirido o habría pagado menos por ella. Ej. Compro un auto
nuevo y la potencia del motor no supera los 50km p/hora. Si es defecto es
insignificante, no funciona esta garantía ej. No funcionamiento de un
calefón en la compra de un chalet de mucho valor.

b) Que el vicio sea oculto: es oculto, cuando no se puede advertir a pesar de


revisarse la cosa con prudencia y diligencia. En algunos casos la prudencia
impone hacerse asesorar o hacer revisar la cosa por un experto. Ej.
Cuando la cosa es de mucho valor o es técnicamente muy compleja.
Cuando el vicio no es oculto, el enajenante no esta obligado a responder.
La jurisprudencia ha sostenido que no son vicios redhibitorios: habitaciones
con poca ventilación, humedad en las paredes de una casa antigua, etc.

c) Que el vicio sea anterior a la venta: el vicio debe ser anterior, ya debe
existir al momento de la adquisición de la cosa. Si el vicio es posterior a la
enajenación, deberá soportarlo el adquirente, sea que provenga de la
acción del tiempo, de caso fortuito, de culpa de terceros o del mismo
adquirente. El adquirente deberá probar que el vicio existía al tiempo de la
adquisición, si no lo prueba, se juzga que el vicio sobrevino después.

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RESPONSABILIDAD POR VICIOS OCULTOS
-ARTÍCULO 1051: Contenido de la responsabilidad por vicios ocultos. La
responsabilidad por defectos ocultos se extiende a:
a- los defectos no comprendidos en las exclusiones del artículo 1053;

b- los vicios redhibitorios, considerándose tales los defectos que hacen a la


cosa impropia para su destino por razones estructurales o funcionales, o
disminuyen su utilidad a tal extremo que, de haberlos conocido, el
adquirente no la habría adquirido, o su contraprestación hubiese sido
significativamente menor.

ARTÍCULO 1052: Ampliación convencional de la garantía. Se considera que un


defecto es vicio redhibitorio:
a- si lo estipulan las partes con referencia a ciertos defectos específicos,
aunque el adquirente debiera haberlos conocido;

b- si el enajenante garantiza la inexistencia de defectos, o cierta calidad de la


cosa transmitida, aunque el adquirente debiera haber conocido el defecto o
la falta de calidad;

c- si el que interviene en la fabricación o en la comercialización de la cosa


otorga garantías especiales. Sin embargo, excepto estipulación en
contrario, el adquirente puede optar por ejercer los derechos resultantes de
la garantía conforme a los términos en que fue otorgada.

HECHOS QUE NO HABILITAN LA APLICACIÓN DEL INSTITUTO,

ART 1053: Exclusiones. La responsabilidad por defectos ocultos no comprende:

a- los defectos del bien que el adquirente conoció, o debió haber conocido
mediante un examen adecuado a las circunstancias del caso al momento
de la adquisición, excepto que haya hecho reserva expresa respecto de
aquéllos. Si reviste características especiales de complejidad, y la
posibilidad de conocer el defecto requiere cierta preparación científica o
técnica, para determinar esa posibilidad se aplican los usos del lugar de
entrega;

b- los defectos del bien que no existían al tiempo de la adquisición. La prueba


de su existencia incumbe al adquirente, excepto si el transmitente actúa
profesionalmente en la actividad a la que corresponde la transmisión.

ARTÍCULO 1054: Ejercicio de la responsabilidad por defectos ocultos. El


adquirente tiene la carga de denunciar expresamente la existencia del defecto
oculto al garante dentro de los sesenta días de haberse manifestado. Si el defecto
se manifiesta gradualmente, el plazo se cuenta desde que el adquirente pudo
advertirlo. El incumplimiento de esta carga extingue la responsabilidad por

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defectos ocultos, excepto que el enajenante haya conocido o debido conocer, la
existencia de los defectos.

ARTÍCULO 1055: Caducidad de la garantía por defectos ocultos. La


responsabilidad por defectos ocultos caduca:
a. si la cosa es inmueble, cuando transcurren tres años desde que la recibió;
b. si la cosa es mueble, cuando transcurren seis meses desde que la recibió o
puso en funcionamiento. Estos plazos pueden ser aumentados
convencionalmente. La prescripción de la acción está sujeta a lo dispuesto en el
Libro Sexto.

ARTÍCULO 1056: Régimen de las acciones. El acreedor de la garantía dispone


del derecho a declarar la resolución del contrato:
a. si se trata de un vicio redhibitorio;
b. si medió una ampliación convencional de la garantía.

ARTÍCULO 1057: Defecto subsanable. El adquirente no tiene derecho a resolver


el contrato si el defecto es subsanable, el garante ofrece subsanarlo y él no lo
acepta. Queda a salvo la reparación de daños.

ARTÍCULO 1058.- Pérdida o deterioro de la cosa. Si la cosa perece total o


parcialmente a causa de sus defectos, el garante soporta su pérdida.

CADUCIDAD DE LA GARANTÍA POR DEFECTOS OCULTOS

Asimismo, la caducidad de esta garantía caduca de pleno derecho por el


transcurso del tiempo, dependiendo si se trata de cosas inmuebles (tres años
desde la recepción de la cosa), o mueble (seis meses desde la recepción o
puesta en funcionamiento, lo que sea posterior).

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SUB EJE TEMATICO N° 4
EXTINCION

4.1 Frustración del contrato. Concepto. Régimen legal.


4.2 Teoría de la imprevisión. Concepto. Régimen legal.
4.3 Lesión en materia contractual. Concepto. Régimen legal.
4.4 Rescisión bilateral y rescisión unilateral. Concepto. Régimen legal. Revocación.
Concepto. Resolución. Concepto. Efectos. Régimen extrajudicial y judicial.
4.5 Cláusula resolutoria expresa y cláusula resolutoria implícita. Presupuestos.
Funcionamiento.

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4.1 FRUSTRACION DEL CONTRATO

FRUSTRACIÓN DE LA FINALIDAD

La ley contempla un caso particular de resolución del contrato, entendida como


la extinción por la frustración definitiva de la finalidad del contrato.
…la frustración del fin del contrato tiene lugar cuando de un contrato bilateral
válido, de ejecución diferida o continuada, la finalidad relevante —razón de ser— y
conocida por las partes no puede lograrse —se ve frustrada— por razones
sobrevinientes ajenas —externas— a su voluntad y sin que medie culpa.

Art. 1090 "La frustración definitiva de la finalidad del contrato autoriza a la parte
perjudicada a declarar su resolución, si tiene su causa en una alteración de
carácter extraordinario de las circunstancias existentes al tiempo de su
celebración, ajena a las partes y que supera el riesgo asumido por la que es
afectada. La resolución es operativa cuando está parte comunica su declaración
extintiva a la otra. Si la frustración de la finalidad es temporaria, hay derecho a
resolución sólo si se impide el cumplimiento oportuno de una obligación cuyo
tiempo de ejecución es esencial".

Esta teoría no había tenido recepción legislativa antes de la reforma introducida


por ley 26.994.Sin embargo, su uso se había extendido jurisprudencialmente y
ha tenido mucho desarrollo doctrinario.

ORIGEN DE LA TEORÍA DE LA FRUSTRACIÓN DEL FIN DEL CONTRATO

En cuanto a su origen es casi unánime la doctrina en señalar al derecho


anglosajón. El instituto de la frustración del fin del contrato vino a morigerar el
principio fundamental en el derecho contractual inglés que establecía que quien
había asumido contractualmente una determinada obligación debía
estrictamente cumplirla y, salvo que se hubiese previsto expresamente una
exoneración o limitación de su responsabilidad contractual, este debía hacer
frente a las consecuencias de la imposibilidad de cumplimiento frente al cambio
de las circunstancias que pudiera haber sobrevenido con posterioridad al
contrato. Este principio había sido consagrado en el clásico precedente
Paradine V. Jane del año 1647, en el que a un locatario se le hizo responder
por el pago del alquiler a pesar de que había sido privado del uso y goce del
bien por un enemigo del rey.

Dicho precedente fue modificado en 1863 con el caso Taylor V. Caldwell, que
determinó que habiéndose destruído materialmente el objeto de la prestación se
frustraba el contrato y el obligado no era responsable del incumplimiento,
consagrándose en el derecho inglés lo que en el derecho continental podría
asimilarse al caso fortuito o fuerza mayor.

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“Grupo la Docta” 3516315046
Tradicionalmente, para referirnos a la teoría de la frustración de la finalidad del
contrato, se invocan los casos de la coronación, ya que es allí donde la teoría
se perfeccionó:

A la muerte de la Reina Victoria en 1901 hubo gran interés en presenciar el


desfile de la coronación de Eduardo VII ya que hacía 64 años que no se
presenciaba una ceremonia de coronación. Con tal motivo, un Sr. Henry
arrendó a un Sr. Krell una casa situada en una calle donde pasaría el desfile de
la coronación. A su vez, éste había subarrendado balcones y ventanas. El
futuro rey enfermó y el desfile no se realizó. Los arrendatarios reclamaron la
devolución de lo pagado por no haberse cumplido con la finalidad del contrato.
La Corte entendió que había una frustración del fin del contrato y correspondía
acoger los reclamos. Para ello se fundó en que si las partes habían partido de
la base de la existencia de un determinado estado de cosas que después
desaparece sin su responsabilidad, había lugar a excepcionarse de cumplir.
(Guarnieri, 2012, Apartado II).

A través del art. 1.090 del Código se autoriza a la parte perjudicada por la
frustración de la finalidad del contrato a declarar su resolución. Ello en tanto se
den ciertas condiciones. A saber:

a) que la frustración de la finalidad tenga causa en una alteración de


carácter extraordinario de las circunstancias existentes al tiempo de su
celebración,

b) que esa situación sea ajena a las partes;

c) que la alteración de las circunstancias supere el riesgo asumido por la


perjudicada.

Como en los casos analizados anteriormente, para que la resolución surta


efectos, quien la solicita debe comunicar su declaración extintiva a la otra parte.
Por último, si la frustración de la finalidad es temporaria, hay derecho a
resolución sólo si se impide el cumplimiento oportuno de una obligación cuyo
tiempo de ejecución es esencial.

1) Circunstancias sobrevinientes, ajenas a las partes, extraordinarias e


imprevisibles. La calificación de extraordinarias e imprevisibles que deben revestir
las circunstancias sobrevinientes no son dos requisitos separados sino que
constituyen una sola fórmula integrada. Los acontecimientos no sólo no deben
haber sido previsibles al tiempo de la celebración del negocio, sino que también
deben ser excepcionales y de proyección general, entendiendo por tal, que deben
haber podido afectar a cualquier persona que se hubiere encontrado en la misma
situación de las partes del negocio.

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2) Tales acontecimientos deben de haber modificado el estado general de cosas
cuya existencia o subsistencia era objetivamente necesaria para que la finalidad
común del negocio pudiera cumplirse (base objetiva del negocio).

3) Como consecuencia de tal transformación, la finalidad común debe resultar


inalcanzable, aun cuando la prestación sea posible, determinando la desaparición
de la causa del acto jurídico.

4) Procede en los contratos onerosos de ejecución diferida o continuada.

Efectos:

Prestaciones cumplidas y pendientes: La frustración del fin del contrato en tanto


importa la desaparición de la causa, sirve de presupuesto para el ejercicio de la
acción resolutoria. La resolución importará: a) que las prestaciones cumplidas por
una de las partes, antes de producido el acontecimiento frustrante, serán
repetibles, con excepción de los gastos realizados por la otra, en la medida de su
relación causal con la prestación a su cargo; b) que las prestaciones cumplidas y
equivalentes en los contratos de ejecución continuada o periódica, de carácter
divisible, se tendrán por firmes.

Ausencia del resarcimiento: si existió una frustración del fin del contrato, ésta
circunstancia por su misma naturaleza no es imputable a ninguna de las partes,
por eso es improcedente el resarcimiento de los daños, del lucro cesante etc.

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4.2 TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN

Este instituto se encuentra regulado en el art. 1.091 del Código, el cual establece:
Si en un contrato conmutativo de ejecución diferida o permanente, la prestación a
cargo de una de las partes se torna excesivamente onerosa, por una alteración
extraordinaria de las circunstancias existentes al tiempo de su celebración,
sobrevenida por causas ajenas a las partes y al riesgo asumido por la que es
afectada, ésta tiene derecho a plantear extrajudicialmente, o pedir ante un juez,
por acción o como excepción, la resolución total o parcial del contrato, o su
adecuación. Igual regla se aplica al tercero a quien le han sido conferidos
derechos, o asignadas obligaciones, resultantes del contrato; y al contrato
aleatorio si la prestación se torna excesivamente onerosa por causas extrañas a
su álea propia.

Las condiciones de aplicación son: contratos bilaterales conmutativos de


ejecución diferida o permanente, y los aleatorios en la medida en que la
excesiva onerosidad exceda dicha álea.

A diferencia de la frustración de la finalidad del contrato, en la que existe un


quiebre en la causa del mismo, en la imprevisión lo que se afecta es la cuantía
de las prestaciones comprometidas. No se trata de casos que necesariamente
impidan el cumplimiento de las prestaciones comprometidas, pero las tornan
excesivamente onerosas para el deudor.

ACONTECIMIENTOS QUE HABILITAN SU APLICACIÓN.

Coincidimos con Alterini (2012) en cuanto a que “la posibilidad de desligarse de


un contrato que por causas sobrevinientes a su constitución resulta ruinosa o
bien a adecuar los términos del contrato, tiene fundamento en las bases del
negocio jurídico”

La teoría de las bases del negocio jurídico estima que, para la celebración de
un contrato, las partes tienen en cuenta ciertas circunstancias básicas que son
propias del negocio jurídco en cuestión, por ejemplo, la equivalencia en las
contraprestaciones. De tal manera, si esas circunstancias básicas no se dan
(como si se arrienda un balcón para presenciar un desfile que no se lleva a
cabo, hipótesis contemplada por la jurisprudencia inglesa en los denominados
Casos de la Coronación de Eduardo VII) o si ulteriormente resultan modificadas
(como cuando se encarece súbitamente el valor de mercaderías vendidas a un
precio fijo), el acto deviene ineficaz por insubsistencia de las bases que lo
sustentaron. (Alterini, 2012).

Uno de los supuestos que frecuentemente nos lleva a considerar la teoría de la


imprevisión, es la inflación, la que no siempre puede tornar aplicable esta teoría,
en tanto en épocas de inflación, al celebrar contratos, las partes deben
contemplar las consecuencias que tendrá la inflación sobre sus obligaciones.

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La Desindexación Nº 23.928 y con una autoridad económica que había
descartado de plano la alteración de la paridad cambiara de un peso
equivalente a un dólar, es un hecho indudablemente imprevisible. En
conclusión, la mayoría de la doctrina sostiene que la devaluación monetaria
brusca y no prevista abre el camino para invocar imprevisión.

El campo de acción de la doctrina de la imprevisión se encuentra delimitado por


varios supuestos contemplados por el art. 1.091, tales como el grado de
onerosidad, características de los acontecimientos, ausencia de mora o culpa.

Como requisitos de aplicación, enumeramos:


1) que existan acontecimientos extraordinarios e imprevisibles con
posterioridad a la celebración del contrato, entendidos como aquellos
que están fuera del curso normal y estadístico, no habiendo sido
posible su previsión por las partes,

2) que esos acontecimientos ajenos a los celebrantes conviertan en


excesivamente onerosa la prestación de alguna de ellas;

3) quien invoque la aplicación de la teoría no se encuentre en mora ni


haya obrado con culpa.

Luego, tanto la "onerosidad excesiva" como el hecho desencadenante que


debe ser "extraordinario en atención a las circunstancias existentes al tiempo de
la celebración", quedan librados al arbitrio judicial.

Por último, se debe hacer referencia a los efectos dados por los extremos del
instituto, es decir, a requerir (extrajudicialmente o judicialmente) ya sea la vía de
la resolución total o parcial del contrato o la de su adecuación.

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4.3 LESION EN MATERIA CONTRACTUAL

LESIÓN:

“El vicio de lesión queda configurado cuando una de las partes, explotando la
necesidad, debilidad síquica o inexperiencia de la otra, obtuviere por medio de un
acto jurídico una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin
justificación”.

PRESUPUESTOS DE PROCEDENCIA.

Para que se configure la figura de la “lesión subjetiva-objetiva”, es necesario que


concurran:
a) la grave desproporción en las prestaciones que debe existir al momento
de la celebración del negocio jurídico –elemento objetivo–y

b) el elemento subjetivo, que es la explotación por parte del beneficiario de


la “necesidad”, “debilidad síquica” o “inexperiencia” del lesionado.

ACCIONES DEL LESIONADO. EFECTOS.

El vicio de lesión subjetiva origina en cabeza del lesionado o sus herederos dos
acciones. Ninguna otra persona puede ejercer esta acción; Es decir que los
sucesores singulares no pueden accionar por acto entre vivos, porque la acción es
de carácter personalísima. La intransmisibilidad se funda en que la parte lesionada
es la única que puede saber si se dan las circunstancias subjetivas necesarias
para la configuración del vicio de lesión.

Así, los legitimados activos tendrán la posibilidad de entablar, tanto por vía de
acción como de excepción, la nulidad, como la modificación del acto lesivo, es
decir, un reajuste equitativo del convenio. Si el lesionado opta por esta segunda
opción, el litigio queda “trabado” en ese aspecto y el demandado no puede
reconvenir por nulidad.

Ahora bien, en el caso de que el lesionante demande por nulidad, el demandado


puede, al contestar la demanda, modificar dicho reclamo en acción de reajuste, si
ofrece suprimir la desproporción de las prestaciones.

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4.4 RESICION BILATERAL Y UNILATERAL

ACTOS BILATERALES: RESCISIÓN BILATERAL: (distracto=común acuerdo)

ARTICULO 1076.- Rescisión bilateral. El contrato puede ser extinguido por rescisión
bilateral. Esta extinción, excepto estipulación en contrario, sólo produce efectos para el
futuro y no afecta derechos de terceros.

La rescisión bilateral es un contrato sujeto a las reglas de los actos jurídicos


bilaterales, aun cuando se lo emplee para dejar sin efecto contratos unilaterales,
pues la bilateralidad alude aquí a las voluntades que concurren a la formación del
consentimiento para el acto extintivo y no a la existencia o no de
contraprestaciones.
La voluntad por la que se expresa la rescisión bilateral debe exteriorizarse por los
medios previstos para la celebración del contrato que las partes procuran
extinguir, ajustándose a los recaudos formales necesarios para ello. En caso de no
requerirse, o haberse válidamente estipulado por las partes una forma
determinada para la celebración del contrato que se intenta rescindir, habrá
libertad de formas para la formulación de la rescisión
Se aplica para la extinción de todo tipo de contratos, aun de los que tienen eficacia
real, por lo que si por la rescisión bilateral se deja sin efecto el título por el que se
constituyó un derecho real, se extinguirá también este.
Si la naturaleza de las prestaciones debidas en un determinado contrato lo
amerita, nada obsta a que la rescisión pueda ser parcial.
La rescisión produce efectos desde el momento en que es convenida por los
contratantes (ex nunc) y por lo que las partes estipulen en ella, en tanto no afecte
a terceros. Siempre que no se incurra en tal afectación, establecida en lógica
vinculación con lo pautado en el art. 1021 CCyC, se extinguen las obligaciones y
los derechos reales a los que se hubiera dado lugar en la relación entre las partes,
sin modificación de lo ya ejecutado. Ella no tiene efecto respecto de terceros que
hayan adquirido derechos en virtud de la existencia del contrato de que se trate. Si
la naturaleza de las obligaciones lo autoriza, las partes pueden acordar conceder a
la rescisión efectos retroactivos con relación a algunos aspectos del vínculo,
efectuando intercambios de prestaciones ya cumplidas
La carga de la prueba sobre la existencia de la rescisión recae sobre quien la
invoca.

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EXTINCION POR VOLUNTAD DE SOLO UNA DE LAS PARTES::
Son casos en que si bien no existe acuerdo de voluntades la ley autoriza a
rescindir el contrato a una de las partes, por su sola voluntad y sin expresar causa.
Ej. El contrato de trabajo puede ser rescindido por la sola voluntad del patrón o del
trabajador.

ART 1077.- Extinción por declaración de una de las partes. El contrato puede ser
extinguido total o parcialmente por la declaración de una de las partes, mediante rescisión
unilateral, revocación o resolución, en los casos en que el mismo contrato, o la ley, le
atribuyen esa facultad.” (efecto obligatorio).

La extinción de un vínculo contractual puede darse por consentimiento de las


distintas partes contratantes, quienes por vía de una rescisión bilateral alcanzan
un mutuo disenso o distracto por el que, en ejercicio de la misma libertad por la
que contrataron, dejan sin efecto el vínculo jurídico que, en su momento
establecieron, en cuyo caso hablamos de rescisión bilateral; pero puede
producirse también a partir de la voluntad de una parte, por vía de la rescisión
unilateral, la revocación o la resolución —según los casos—, puertas de salida
para un ámbito contractual que ya no habrá de cumplir su finalidad.

RESCISIÓN UNILATERAL:
La rescisión unilateral es un medio de extinción de un contrato que depende de la
exteriorización de voluntad de una de las partes contratantes y puede ser ejercida
cuando ello se encuentra habilitado por una norma legal o convencional,
incorporada por las partes en previsión de tal posibilidad.
A diferencia de lo que ocurre con la resolución, no hay en este caso una alteración
del equilibrio contractual derivado de la conducta de la contraria, como en la
resolución por incumplimiento, o de la alteración de las circunstancias tenidas en
mira al tiempo de contratar, como en la imprevisión; sino que lo que se produce
por lo general es un cambio en el interés de la parte que la formula o un
agotamiento por desgaste de la relación entre las partes, aun cuando no medie
incumplimiento alguno.
Como el agotamiento de las relaciones de larga duración es una posibilidad que
no debe ser descartada desde el inicio, es de buena práctica en el diseño de
contratos paritarios de obligaciones fluyentes el incorporar una cláusula que
permita la rescisión unilateral, la que no podrá ser ejercida en forma abusiva en
aquellos vínculos en los que el transcurso del tiempo es esencial para el
cumplimiento del objeto, en los que la parte que decide la rescisión debe dar a la
otra la oportunidad razonable de renegociar de buena fe, sin incurrir en ejercicio
abusivo de los derechos (art. 1011, último párrafo, CCyC).
Cabe señalar que la cláusula resolutoria unilateral puede ser considerada abusiva
cuando favorece al predisponente, en los contratos de adhesión, o al proveedor en
los de consumo, y que se encuentra especialmente vedada para el empresario en
el contrato de medicina prepaga (art. 9° de la ley 26.682, que emplea
erróneamente el término "rescisión" para referirse a un supuesto de resolución por
falta de pago).

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Salvo disposición en contrario, la rescisión unilateral opera para el futuro (art. 1079
CCyC), pero debe tenerse presente lo establecido en los arts. 1080 y 1081 CCyC.
Entre otros supuestos de aplicación posible, este Código prevé la rescisión de la
locación, por frustración del uso o goce de la cosa (art. 1203 CCyC); la de los
contratos bancarios (art. 1383 CCyC); la del contrato de cuenta corriente (arts.
1432, inc. b y 1441, inc. b, CCyC) y la del contrato de concesión por tiempo
indeterminado (art. 1508 CCyC).

Efecto en relación al tiempo de los actos extintivos,


1079: Operatividad de los efectos de la extinción por declaración de una de las
partes. Excepto disposición legal en contrario: a) la rescisión unilateral y la
revocación producen efectos solo para el futuro; b) la resolución produce efectos
retroactivos entre las partes, y no afecta el derecho adquirido a título oneroso por
terceros de buena fe.”

Efecto en orden a la restitución de lo entregado,


1080.- Restitución en los casos de extinción por declaración de una de las partes.
Si el contrato es extinguido total o parcialmente por rescisión unilateral, por
revocación o por resolu-ción, las partes deben restituirse, en la medida que
corresponda, lo que han recibido en razón del contrato, o su valor, conforme a las
reglas de las obligaciones de dar para restituir, y a lo previsto en el artículo
siguiente.”

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REVOCACION:

Revocación La revocación como instituto extintivo de los actos jurídicos tuvo su


origen en los actos unilaterales v .gr. testamento (art. 2512), otorgamiento de
poder (art. 380), etc.. Se aplica al contrato de mandato como extensión de la
revocación del poder que viabiliza el mandato (art. 1329). También a la donación,
arts. 218 a una fundación, y 1569.

Es, en definitiva, un acto jurídico unilateral e incausado (Spota- Leiva Fernández),


que a partir de la previsión legal o contractual que lo autoriza, produce efectos
extintivos ex nunc sobre actos jurídicos unilaterales o bilaterales gratuitos.

Eso explica que en el art. 1110 el Código se refiera a la revocación de la


aceptación (acto unilateral y recepticio) en los contratos de consumo.

También son casos de revocación la del retiro de la autorización para funcionar a


una persona jurídica (art. 164), la de la adopción simple (art. 629) o integrativa (art.
633), de la promesa de recompensa (art. 1805) y del dominio revocable (art.
1967).

La revocación no es aplicable a la emancipación (art. 27), a la donación


constitutiva de una fundación (art. 197), al reconocimiento de filiación (art. 573), a
la adopción plena (art. 624), a los títulos valores (art. 1815). Pero el poder (art.
380) y el mandato (art. 1330) irrevocables pueden revocarse si media justa causa.

Conforme a lo dispuesto en el art. 1079 inc. a) el efecto sólo se produce hacia el


futuro (ex nunc ). Sin embargo, el art. 1967 dispone que " la revocación del
dominio de cosa registrable tiene efecto retroactivo, excepto que lo contrario surja
del título de adquisición o de la ley"

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RESOLUCIÓN:

No es el resultado de un nuevo contrato como ocurre con la rescisión bilateral,


sino que supone la extinción del contrato por virtud de un hecho posterior a la
celebración, hecho que a veces es imputable a la otra parte (ej.incumplimiento) o
que puede ser extraño a la voluntad de ambos (como ocurre en ciertos supuestos
de condiciones resolutorias). La resolución del contrato puede operar ipso iure
(como sucede en la condición resolutoria) o bien puede requerir la manifestación
de voluntad de la parte interesada en ella (como ocurre en la que se funda en el
arrepentimiento o en el incumplimiento de la contraria). La resolución deja sin
efecto el contrato retroactivamente, sus consecuencias es volver las cosas al
estado en que se encontraban antes de la celebración del contrato. En este punto,
sus efectos son semejantes a los de la nulidad, pero se diferencia de esta en que
el hecho que provoca la resolución es siempre es posterior al contrato, en tanto
que el que da lugar a la nulidad, debe ser anterior o concomitante con la
celebración. Tiene importancia como causa de resolución el pacto comisorio, la
seña y la teoría de la imprevisión.

Resolución La resolución es un acto jurídico unilateral que genera la extinción del


vínculo contractual en etapa de cumplimiento, por causas sobrevinientes. Opera
retroactivamente, aunque con excepciones, y puede ser total o parcial (art. 1083
CCyC).
El hecho resolutorio pudo ser previsto por las partes o por la ley (art. 1089 CCyC);
ser expreso (art. 1086 CCyC); o surgir tácitamente (arts. 1087 y 1088 CCyC).
La resolución depende de la previsión legal o del acuerdo de las partes, formulado
en el momento de su celebración; ellas pueden estipular la cláusula resolutoria
que consideren conveniente. Ella puede darse por cumplimiento de una condición
resolutoria (arts. 343 y 348 CCyC, supuesto en el que no actúa retroactivamente,
conf. art. 346 CCyC); por cumplimiento de un plazo resolutorio (art. 350 CCyC) o
por alguno de los supuestos de ineficacia previstos como resolutorios en este
Capítulo del Código, en los que opera con efecto retroactivo (ex tunc, art. 1079,
inc. b, CCyC), quedando a salvo los derechos constituidos a favor de terceros de
buena fe a título oneroso. Para las restituciones a realizar y la determinación de
daños y perjuicios debe estarse a lo regulado en los artículos 1080, 1081 y 1082
CCyC.
Se encuentran aplicaciones de la resolución en materia de compraventa (arts.
1163, 1164, 1165, 1168 y 1169 CCyC); en el contrato de suministro (art. 1184
CCyC); en el contrato de agencia (arts. 1492 y 1494 CCyC); en el de concesión
(art. 1509 CCyC) y en el oneroso de renta vitalicia (arts. 1607 y 1608 CCyC).

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RESOLUCIÓN TOTAL Y PARCIAL. JUS VARIANDI

ART 1083.- Resolución total o parcial. Una parte tiene la facultad de resolver total
o parcialmente el contrato si la otra parte lo incumple. Pero los derechos de
declarar la resolución total o la resolución parcial son excluyentes, por lo cual,
habiendo optado por uno de ellos, no puede ejercer luego el otro. Si el deudor ha
ejecutado una prestación parcial, el acreedor sólo puede resolver íntegramente el
contrato si no tiene ningún interés en la prestación parcial.”

Concepto de incumplimiento
1084.- Configuración del incumplimiento. A los fines de la resolución, el
incumplimiento debe ser esencial en atención a la finalidad del contrato. Se
considera que es esencial cuando:
a) el cumplimiento estricto de la prestación es fundamental dentro del contexto del
contrato;
b) el cumplimiento tempestivo de la prestación es condición del mantenimiento del
interés del acreedor;
c) el incumplimiento priva a la parte perjudicada de lo que sustancialmente tiene
derecho a esperar;
d) el incumplimiento es intencional;
e) el incumplimiento ha sido anunciado por una manifestación seria y definitiva del
deudor al acreedor.”

INCUMPLIMIENTO ESPECÍFICO ACORDADO POR LAS PARTES:


1086.- Cláusula resolutoria expresa. Las partes pueden pactar expresamente que
la resolución se produzca en caso de incumplimientos genéricos o específicos
debidamente identificados. En este supuesto, la resolución surte efectos a partir
que la parte interesada comunica a la incumplidora en forma fehaciente su
voluntad de resolver.

1087.- Cláusula resolutoria implícita. En los contratos bilaterales la cláusula


resolutoria es implícita y queda sujeta a lo dispuesto en los artículos 1088 y 1089.

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4.5 CLAUSULA RESOLUTORIA.

CONCEPTO- FUNCIÓN: se llama clausula resolutoria a aquella que permite a los


contratantes reclamar la resolución del contrato cuando una de ellas no ha
cumplido con las obligaciones a su cargo.

La utilidad de este recurso resulta en nuestros días evidente. La agilidad de los


negocios, la fluidez del tráfico, exigen un procedimiento rápido expeditivo. La
legislación moderna se inclina a admitir que todo contrato, salvo estipulación
contraria, contiene un pacto comisorio tácito que autoriza en caso de
incumplimiento a solicitar la resolución del contrato. La clausula resolutoria acarrea
la ineficacia de la relación contractual, y constituye una medida de autodefensa
dirigida a tutelar la condición de respectiva igualdad o paridad entre las partes,
salvaguardando el equilibrio contractual. No se trata de una sanción, no requiere la
imputabilidad moral o subjetiva y procede incluso ante el incumplimiento no
culposo. La inejecución de la obligación por caso fortuito o fuerza, sin culpa del
deudor, resuelve el contrato. La resolución se produce de pleno derecho.

Clausula resolutoria implícita: (bilaterales.)Ocurrido el incumplimiento la otra parte


debe requerir el cumplimiento en un plazo no inferior a 15 días, salvo que los usos
o un pacto expreso establecieran uno menos, con los daños y perjuicios derivados
de la demora, transcurrido el plazo sin que la prestación haya sido cumplida
quedaran resueltas sin más las obligaciones emergentes del contrato con derecho
para el acreedor al resarcimiento de los daños y perjuicios. Es necesario el
requerimiento, es decir, se brinda al deudor una ocasión de cumplir vencido el
plazo fijado en el requerimiento, la obligación se resuelve sin más, o sea por el
mero cumplimiento del plazo y sin necesidad de otra actividad ulterior del
acreedor. La ley no establece ningún requisito, por lo tanto podrá hacerse incluso
verbalmente. Pero se recomienda que sea por un medio fehaciente.

CLAUSULA RESOLUTORIA EXPRESA:


Puede ocurrir que las partes hayan previsto expresamente en el contrato la
clausula resolutoria. La resolución se produciría de pleno derecho y surtirá efectos
desde que la parte interesada comunique a la incumplidora, en forma fehaciente
(no ofrece dudas) su voluntad de resolver. La diferencia con el tacito es
importante. Si el pacto no hubiere sido previsto, el contrato igualmente puede
resolverse pero la parte interesada en la resolución debe darle al deudor una
última oportunidad de cumplir. En cambio si es expreso, el cumplidor se limita a
comunicar al incumplidor su voluntad de resolver.

ARTICULO 1086.- Cláusula resolutoria expresa. Las partes pueden pactar


expresamente que la resolución se produzca en caso de incumplimientos
genéricos o específicos debidamente identificados. En este supuesto, la resolución
surte efectos a partir que la parte interesada comunica a la incumplidora en forma
fehaciente su voluntad de resolver.” (la clausula debe ser importante para que

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“Grupo la Docta” 3516315046
habilite, no son valores o hechos particulares, sino el valor que las partes le
otorguen.)

REQUISITOS: Son dos: 1- que quien la invoqué haya cumplido u ofrezca cumplir
la prestación a su cargo. 2- que el incumplimiento de la contraria sea importante.
El contrato sólo podrá resolverse por la parte no culpada. Ese cumplimiento o al
menos el ofrecimiento pertinente, es requisito indispensable para el
funcionamiento del pacto comisorio. Doctrina y jurisprudencia coinciden en
sostener que tanto el incumplimiento, total o parcial, como el cumplimiento
inexacto, permiten el ejercicio del de la facultad resolutoria a condición de revestir
gravedad o importancia. El cumplimiento parcial aceptado por el acreedor no
impide el funcionamiento del pacto comisorio. La dificultad estriba frente al
incumplimiento parcial o inexacto, cuya determinación de gravedad o importancia
queda a la apreciación judicial. Se han propuesto criterios para juzgar:
1- Subjetivo: que acuerda el derecho a la resolución cuando de haber previsto el
incumplimiento la parte contraria (acreedor) no habría celebrado el contrato.
2- Objetivo: consiste en tomar como base el tipo de contrato en cuestión y juzgar
si la interdependencia funcional entre las prestaciones correlativas se ha visto
perturbada por el incumplimiento hasta el extremo de disminuir el interés del
acreedor. Mosset se inclina por el criterio objetivo que valora el contenido del
contrato en concreto, prescindiendo de la voluntad inexpresada de las partes y de
toda imputabilidad moral: dolosa o culposa.

EFECTOS: la clausula resolutoria tiene respecto de las partes, los efectos de la


condición resolutoria, es decir, el contrato queda sin efectos retroactivamente y las
partes deben devolverme recíprocamente lo que hubieran recibido como
consecuencia de el. En el supuesto que el acreedor que pidió la resolución
demorase en devolver la cosa deberá daños y perjuicios, pero su actitud no
perjudica la resolución ya operada. En cuanto a los terceros, la resolución es mas
compleja. La aplicación de los principios de la condición resolutoria conduciría a
dejar sin efectos los derechos que los terceros pudieran haber adquirido sobre la
cosa que debe devolverse. Pero esta solución seria excesiva y afectaría la
confianza en los negocios. En la practica el tercero de buena fe no se ve afectado
por la clausula resolutoria.
Ius variandi: La parte que ha cumplido puede optar entre: pedir la resolución del
contrato o pedir el cumplimiento del mismo. Si pide el cumplimiento: luego puede
variar y pedir la resolución (ius variandi). Si la pidió ya no podrá pedir el
cumplimiento.

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“Grupo la Docta” 3516315046
CLAUSULA RESOLUTORIA IMPLÍCITA.

ARTICULO 1087.- Cláusula resolutoria implícita. En los contratos bilaterales la


cláusula resolutoria es implícita y queda sujeta a lo dispuesto en los artículos 1088

No cualquier incumplimiento habilita a plantear la resolución, el incumplimiento


debe ser esencial, quien exige no debe estar en mora y se debe intimidar al
deudor para que cumpla con la obligación.

ARTICULO 1088.
PRESUPUESTOS DE LA RESOLUCIÓN POR CLÁUSULA RESOLUTORIA
IMPLÍCITA.
La resolución por cláusula resolutoria implícita exige:
a) un incumplimiento en los términos del artículo 1084. Si es parcial, debe
privar sustancialmente de lo que razonablemente la parte tenía derecho a
esperar en razón del contrato;
b) que el deudor esté en mora;
c) que el acreedor emplace al deudor, bajo apercibimiento expreso de la
resolución total o parcial del contrato, a que cumpla en un plazo no menor
de quince días, excepto que de los usos, o de la índole de la prestación,
resulte la procedencia de uno menor.

CONTRATOS REQUISITOS EFECTOS


RESCISIO BILATERALES COMUN ACUERDO DE LAS HACIA EL
N PARTES FUTURO
BILATERA
L
RESCI BILATERALES  LA VOLUNTAD DE UNA DE HACIA EL
SION LAS PARTES FUTURO
UNILA  PREVISION LEGAL O
TERA CONTRACTUAL
L
REVOCACI CONTRATOS  LA VOLUNTAD DE UNA DE HACIA EL
ON UNILATERALES LAS PARTES FUTURO
 PREVISION LEGAL O
CONTRACTUAL
RESOLUCI CONTRATOS  HECHO O RETROACTIV
ON BILATERALES ACONTECIMIENTO OS
 PREVISION LEGAL O
CONTRACTUAL

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“Grupo la Docta” 3516315046
SUB EJE TEMATICO N° 5
CONTRATOS QUE POR SU IMPORTANCIA
SE APLICAN ANALÓGICAMENTE A OTROS
5.1 Compraventa. Concepto. Caracteres. Diferencias con otros contratos.
5.2 La cosa y el precio. Modalidades especiales.
5.3 Boleto de compraventa.
5.4 Cesión de Derechos. Concepto. Caracteres. Cesión de créditos. Concepto. Efectos.
Cesión de deudas. Concepto. Cesión de posición contractual. Concepto. Efectos.
5.5 Locación de cosas. Concepto. Caracteres. Plazos máximos y mínimos. Derechos y
obligaciones de las partes. Régimen de mejoras y reparaciones. Conclusión de la locación
y entrega de la cosa.
5.6 Contrato de obra. Diferencia entre obra y servicio. Sistemas de contratación de obras.
Obligaciones de las partes. Responsabilidad del contratista.

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“Grupo la Docta” 3516315046
5.1 COMPRAVENTA

CONCEPTO

El art. 1.123 del Código Civil y Comercial establece que hay compraventa:

"cuando una de las partes contratantes (llamada vendedor) se obliga a transferir


la propiedad de una cosa, y la otra parte (llamada comprador) se obliga a pagar
por ella un precio en dinero.”.

Este contrato no supone transferencia de la propiedad, ni la entrega específica del


precio pactado, sino la obligación de hacerlo. La obligación es válida aún en la
llamada compraventa manual o al contado, que se consuma y concluye en forma
instantánea con la entrega simultánea de la cosa y el precio.

La compraventa tiene una inmensa importancia en las relaciones económicas y


jurídicas de los hombres; con frecuencia traspasa las fronteras y adquiere un
interés internacional.

Respecto a sus CARACTERES, se encuentran los siguientes:

a) Es BILATERAL, porque implica obligaciones para ambas partes.

b) Es CONSENSUAL, porque produce todos sus efectos por el sólo hecho del
consentimiento y sin necesidad de la entrega de la cosa o del precio.

c) NO ES FORMAL. Aún en el caso de que tenga por objeto la transmisión de


inmuebles, la escritura pública exigida por el art. 1.107, inc. 1, es un requisito de
la transferencia del dominio, pero no del contrato en sí, que puede ser
válidamente celebrado en instrumento privado.

d) Es ONEROSO.

e) Es CONMUTATIVO, porque es de su naturaleza que los valores


intercambiados (cosa y precio) sean aproximadamente equivalentes, y puede
llegar a ser aleatorio cuando se compra una cosa que puede o no existir.

En virtud de la sanción de la ley 26.994, que originó el Código Civil y Comercial de


la Nación, y derogó el Código Civil, ya no existe una distinción entre compraventa
civil y comercial, quedando todos los contratos regulados por el nuevo Código.

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“Grupo la Docta” 3516315046
RELACIONES CON OTRAS FIGURAS JURÍDICAS AFINES

Con el objetivo de definir el campo de aplicación de la compraventa, se


incluyen artículos en el Código que permiten distinguirla de otros contratos. En
primer lugar, y como pauta básica, es muy importante tener en cuenta la regla
que prevé el art. 1.127 a los efectos de establecer la naturaleza del contrato:
“el contrato no debe ser juzgado como de compraventa, aunque estuviese así
estipulado por las partes, si le faltase algún requisito esencial”.

Luego, el Código distingue expresamente a la compraventa de otros contratos.


Sus normas se aplican supletoriamente a los contratos por los cuales una
parte se obliga a:

(…) transferir a la otra derechos reales de condominio, propiedad horizontal,


superficie, usufructo o uso, o a constituir los derechos reales de condominio,
superficie, usufructo, uso, habitación, o servidumbre, y dicha parte, a pagar un
precio en dinero o transferir la titularidad de títulos valores por un precio en
dinero.

LA COMPRAVENTA Y EL CONTRATO DE OBRA


Se aplican las reglas de la compraventa a casos en que hay un compromiso
de entrega de cosas por un precio (aunque éstas hayan de ser
manufacturadas o producidas) excepto que, de las circunstancias, resulte que
la principal de las obligaciones consista en suministrar mano de obra o prestar
otros servicios.

Ahora bien, sí se aplican las reglas del contrato de obra, que más adelante
estudiaremos, si quien encarga la manufactura o producción de las cosas tiene
también la obligación de proporcionar una porción substancial de los
materiales necesarios.
Asimismo, se delimita la compraventa de la permuta, señalando que si el
precio consiste parte en dinero y parte en otra cosa, el contrato es de permuta
si es mayor el valor de la cosa, y de compraventa en los demás casos.

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“Grupo la Docta” 3516315046
5.2 LA COSA Y EL PRECIO

Existen elementos comunes a todos los contratos (la capacidad y el


consentimiento, por ejemplo), y otros elementos que le son propios a cada uno de
ellos. En el caso del contrato de compraventa, los elementos propios son: la cosa
y el precio, tal como surge de la definición establecida por el art. 1.123 del que
resultan claramente identificables estos elementos.

LA COSA
En cuanto a la cosa pasible de ser vendida, el Código establece en su art. 1.129
que:

“pueden venderse todas las cosas que pueden ser objeto de los contratos”. Por lo
tanto, serán aplicables las normas vinculadas al objeto de los contratos reguladas
en el capítulo 5”.

Condiciones que debe revestir la cosa para ser objeto del contrato de
compraventa:
a) Debe ser una cosa en sentido propio, es decir debe tratarse de un objeto
material susceptible de apreciación económica.
b) Debe tratarse de una cosa cuya venta no esté prohibida por la ley o que
sea contraria a la moral o las buenas costumbres.
c) La cosa debe ser determinada o determinable
d) Debe tener existencia real o posible.

En el Título II “Contratos en general” del Libro III, así como las disposiciones de la
sección 1, Capítulo 5, Título IV del Libro I referidas al objeto de los actos jurídicos.
El Código regula los casos de cosa cierta que dejó de existir, cosa futura y cosa
ajena en los artículos 1.130, 1.131 y 1.132, respectivamente:

a) La cosa cierta deja de existir: como la cosa es un elemento propio del


contrato, si se trata de la venta de una cosa cierta que deja de existir al tiempo de
perfeccionarse el contrato, entonces éste no produce efecto alguno. En cambio, si
deja de existir pero parcialmente, el comprador interesado en la cosa, aun cuando
exista en parte, podría requerir la entrega de esa parte con la correspondiente
reducción del precio en forma proporcional. Asimismo, las partes pueden asumir
expresamente el riesgo de que la cosa deje de existir, ya sea porque haya
perecido o esté dañada, en cuyo caso el comprador no puede exigir el
cumplimiento del contrato.

b) Cosa futura: se pacta la venta de una cosa que, al momento de la


celebración del contrato, todavía no existe. Por ello es que el contrato queda
supeditado a la condición de que la cosa llegue a existir. Es éste un contrato
sujeto al régimen de las obligaciones condicionales. De igual manera que en el
caso del punto “a”, el comprador puede asumir expresamente el riesgo de que la
cosa no llegue a existir, sin poder reclamar esto al vendedor cuando la no
existencia de la cosa no haya obedecido a su culpa.
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“Grupo la Docta” 3516315046
c) Cosa ajena: la venta de la cosa total o parcialmente ajena es válida. El
Código remite a los casos en que se permite que los bienes ajenos constituyan el
objeto de los contratos, de conformidad con el art. 1.008 del Código. En ese
sentido, debe tenerse en cuenta la extensión de la promesa del vendedor para
poder conocer sus efectos; así:

Si el vendedor promete transmitirlos y no ha garantizado el éxito de la


promesa, solo está obligado a emplear los medios necesarios para que la
prestación se realice. Si, por su culpa, el bien no se transmite, debe reparar los
daños causados.

Si, por el contrario, el vendedor ha garantizado el éxito de la promesa,


deberá también indemnizar los daños causados si ésta no se cumple, sin importar
que haya empleado los medios necesarios o no para lograrlo.
El Código no lo aclara específicamente al regular la venta de cosa ajena, pero se
entiende que el art. 1.132 trata la venta de cosa ajena en el caso de que ambas
partes conocieran esa circunstancia, ya que la venta de cosa ajena como propia
constituye un supuesto no permitido por la última parte del art. 1.008, si el
vendedor no hace entrega de la cosa, y aun podría considerarse una hipótesis de
dolo que tacha de nulidad al acto (Esper, 2015).

EL PRECIO
El precio es otro de los elementos del contrato de compraventa. Para que éste
último quede legalmente configurado, es preciso que el precio reúna las
siguientes características:

a) Debe ser en dinero: de lo contrario, no hay compraventa.

b) Debe ser determinado o determinable: Es determinado cuando: i) las


partes lo fijan en una suma que el comprador debe pagar; ii) cuando se deja su
indicación al arbitrio de un tercero designado; o iii) cuando su determinación
se hace con referencia a otra cosa cierta; iv) cuando las partes prevén el
procedimiento para determinarlo.

Determinación del precio por un tercero: se prevé la posibilidad de que sea un


tercero el que determine el precio, ya sea que a éste se lo designe en el contrato
o con posterioridad. En caso de que no hubiere acuerdo sobre el tercero, o que
por cualquier motivo éste no quiera o no pueda determinar el precio, entonces
será el juez quien fije el precio.

c) Debe ser serio.

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“Grupo la Docta” 3516315046
DETERMINACIÓN DEL PRECIO (modalidades especiales)

ARTICULO 1134.- Precio determinado por un tercero. El precio puede ser


determinado por un tercero designado en el contrato o después de su celebración.
Si las partes no llegan a un acuerdo sobre su designación o sustitución, o si el
tercero no quiere o no puede realizar la determinación, el precio lo fija el juez por
el procedimiento más breve que prevea la ley local.

ARTICULO 1135.- Precio no convenido por unidad de medida de superficie.


Si el objeto principal de la venta es una fracción de tierra, aunque esté edificada,
no habiendo sido convenido el precio por unidad de medida de superficie y la
superficie de terreno tiene una diferencia mayor del cinco por ciento con la
acordada, el vendedor o el comprador, según los casos, tiene derecho de pedir el
ajuste de la diferencia. El comprador que por aplicación de esta regla debe pagar
un mayor precio puede resolver la compra.

ARTICULO 1136.- Precio convenido por unidad de medida de superficie. Si el


precio es convenido por unidad de medida de superficie, el precio total es el que
resulta en función de la superficie real del inmueble. Si lo vendido es una
extensión determinada, y la superficie total excede en más de un cinco por ciento
a la expresada en el contrato, el comprador tiene derecho a resolver.

ARTICULO 1144.- Precio fijado por peso, número o medida. Si el precio se fija
con relación al peso, número o medida, es debido el precio proporcional al
número, peso o medida real de las cosas vendidas. Si el precio se determina en
función del peso de las cosas, en caso de duda, se lo calcula por el peso neto.

CLÁUSULAS ESPECIALES:

El Código define ciertas cláusulas que pueden ser incorporadas al contrato de


compraventa.

 El pacto de retroventa: entendido como aquel por el cual el vendedor se


reserva el derecho de recuperar la cosa vendida y entregada al comprador
contra restitución del precio, con el exceso o disminución convenidos. El
contrato sujeto a este pacto se rige por las reglas de la compraventa
sometida a condición resolutoria. (Art. 1163)
 El pacto de reventa es aquel por el cual el comprador se reserva el
derecho de devolver la cosa comprada. Ejercido el derecho, el vendedor
debe restituir el precio, con el exceso o disminución convenidos. Se aplican
las reglas de la compraventa bajo condición resolutoria. (Art. 1164)
 Con relación al pacto de preferencia, se establece que es aquel por el
cual el vendedor tiene derecho a recuperar la cosa con prelación a
cualquier otro adquirente si el comprador decide enajenarla. El derecho
que otorga es personal y no puede cederse ni pasa a los herederos. Estas
normas se complementan con lo dispuesto en la parte general. (Art. 1165)

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“Grupo la Docta” 3516315046
Como regla general, se establecen plazos para dar certeza jurídica y para no
impedir o dificultar el tráfico de modo permanente. Se dispone que puedan
establecerse por un plazo que no supere los 5 años para las cosas inmuebles y
los 2 años para las cosas muebles. En caso de que las partes opten por fijar un
plazo mayor, este se reduce al máximo legal de 5 o 2 años de acuerdo con el
caso. Se trata de un plazo perentorio y que no puede ser prorrogado.

5.3 BOLETO DE COMPRAVENTA

Este es un punto sumamente importante. Citamos al respecto:

La figura del boleto de compraventa fue incorporada al Código Civil por medio de
la ley 17.711 a través del artículo 1185 bis y del agregado de una parte final al
artículo 2355. La mención en esos dos artículos, sumada a las disposiciones de
los arts. 1184 y 1185, ha provocado ríos de tinta sobre la naturaleza jurídica de
esta figura jurídica. Hay quienes caracterizan a este acuerdo como un
precontrato. Desde esta perspectiva, el boleto de compraventa inmobiliaria,
celebrado mediante instrumento privado no puede ser entendido como un
contrato definitivo que permite la transmisión o constitución de un derecho real. Es
pues un “antecontrato” o acuerdo previo, o “contrato preparatorio”, o “precontrato”
que genera los efectos propios de esos actos, pero de ninguna manera reúne los
requisitos sustanciales que la ley privada exige. (…) La posición que se ha
logrado imponer en doctrina es la que indica que el boleto de compraventa
importa un contrato en que las partes se obligan válidamente a celebrar un
contrato de compraventa de inmuebles. Este contrato del artículo 1185 es sin
duda alguna un contrato verdadero, firme, serio, definitivo y perfecto, pero no
como contrato de compraventa sino como contrato que obliga a concluir el de
compraventa (…). Ello en alusión al régimen del Código Civil derogado. En cuanto
a la ley 26.994, no ha “esclarecido la cuestión de la naturaleza jurídica del boleto
de compraventa, pues no lo define ni determina sus alcances. En cuanto a las
consecuencias para las partes, podrá recurrirse a lo establecido en la parte
general, especialmente lo previsto por el art. 1018” (otorgamiento pendiente del
instrumento). (Crovi, 2014, pp. 35- 36).

En la Sección 8ª del Código Civil y Comercial se regula la figura del boleto de


compraventa de inmuebles. La normativa lo contempla en los artículos 1.170 y
1.171.

En relación a esto, en los “Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y


Comercial de la Nación” (2012) se dispone:

Se reitera la solución, hoy tradicional, según la cual los boletos de compraventa


de inmuebles de fecha cierta otorgados a favor de adquirentes de buena fe son
oponibles al concurso o quiebra del vendedor si se hubiera abonado el veinticinco
70
“Grupo la Docta” 3516315046
por ciento del precio. El juez debe disponer que se otorgue la respectiva escritura.
El comprador puede cumplir sus obligaciones en el plazo convenido. En caso de
que la prestación a cargo del comprador fuera a plazo, deberá constituirse
hipoteca en primer grado sobre el bien, en garantía del saldo de precio. Aunque
se trata de una norma de tipo concursal, y el Anteproyecto considera que este tipo
de relaciones se rige por lo dispuesto en el ordenamiento específico, hemos
entendido conveniente mantener la norma en el Código Civil por el valor histórico
que ella tiene.

El art. 1.170 se refiere a la prioridad que tiene el adquirente de buena fe sobre


terceros que trabaron medidas cautelares sobre el inmueble, enumerando una
serie de supuestos:

a) Cuando el comprador contrató con quien es el titular registral del inmueble o


puede colocarse en la posición de quien contrató con el titular mediante un
eslabonamiento perfecto con esos adquirentes sucesivos.

b) Cuando el comprador pagó un mínimo del 25% del precio antes de que la
cautelar fuera trabada.

c) Cuando el boleto tiene fecha cierta (al respecto, nos remitimos a lo explicado
en relación a la fecha cierta de los instrumentos privados, de conformidad con el
art. 317 del Código).

d) Cuando la compraventa y la adquisición del inmueble tienen publicidad


suficiente. En relación a esta publicidad suficiente, el Código alude a la dada
registralmente, o bien como consecuencia de la posesión del inmueble.

OBLIGACIONES DE LAS PARTES:

Las principales obligaciones del vendedor son:

a) Conservar la cosa:
b) Transferir la propiedad de la cosa:
c) Responder por saneamiento:

Respecto al COMPRADOR, el Código regula sus obligaciones en el art. 1.141.


Ellas son:

1) El pago del precio:


2) La recepción de la cosa:
3) El pago de los gastos necesarios para hacerse cargo de la cosa:

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“Grupo la Docta” 3516315046
5.4 CESIÓN DE DERECHOS

El Capítulo 26 del Título IV del Libro Tercero del Código Civil y Comercial de la
Nación regula la cesión de derechos y la cesión de deudas.

CESIÓN DE DERECHOS

La cesión de derechos desempeña un papel importante en la vida de los


negocios. Algunas veces el titular de un crédito sujeto a plazo tiene necesidad
de dinero, negocia entonces su crédito con lo cual resuelve su problema. El
cesionario, por su parte, también hace un negocio, puesto que recibirá una
compensación por haber adquirido un crédito que está sometido a plazo y que
corre con el riesgo de la insolvencia del deudor y de las eventuales molestias
de tener que perseguir el cobro judicialmente.

La cesión de derechos hereditarios permite al heredero entrar de inmediato en


posesión de un patrimonio aproximadamente equivalente al que le
corresponde en la herencia y del que sólo podría disponer una vez concluidos
los largos trámites del sucesorio. Otras veces, la cesión permite consolidar
derechos confusos o litigiosos. Es también una manera rápida de llevar a la
práctica ciertos negocios, cuya formalización de otra manera exigiría el
cumplimiento de solemnidades complejas y lentas.

CONCEPTO

Art. 1614:
Definición. Hay contrato de cesión cuando una de las partes transfiere a la otra un
derecho. Se aplican a la cesión de derechos las reglas de la compraventa, de la
permuta o de la donación, según que se haya realizado con la contraprestación de
un precio en dinero, de la transmisión de la propiedad de un bien, o sin
contraprestación, respectivamente, en tanto no estén modificadas por las de este
Capítulo.

Se establece que hay contrato de cesión cuando una de las partes transfiere a
la otra un derecho. Se aplican a la cesión de derechos, siempre que no haya
reglas específicas establecidas en el capítulo 26 del Código, las reglas de:

a) La compraventa, cuando la cesión se hizo con la contraprestación de un


precio en dinero.

b) La permuta, cuando la cesión se hizo mediante la transmisión de la


propiedad de un bien.

c) La donación, cuando se realizó sin contraprestación.

72
“Grupo la Docta” 3516315046
CARACTERES

 Es un contrato consensual, ya que se perfecciona con el simple acuerdo de


voluntades y no requiere como condición ineludible la entrega del título, pese a
que el art. 1.619 del Código establece como obligación del cedente la entrega
de los documentos probatorios del derecho.

 Es formal, ya que la cesión debe hacerse por escrito, sin perjuicio de los casos
en que se admite la transmisión del título por endoso o por entrega manual.
Deben otorgarse por escritura pública: la cesión de derechos derivados de un
acto instrumentado por escritura pública; la cesión de derechos hereditarios; la
cesión de derechos litigiosos. Si la cesión no involucra derechos reales sobre
inmuebles, también puede hacerse por acta judicial.

 Puede ser onerosa o gratuita. En el primer caso (venta, permuta), será bilateral
y conmutativa porque las prestaciones son recíprocas y se presumen
equivalentes; en el segundo (donación), será unilateral.

REGIMEN LEGAL:

ARTICULO 1616.-Derechos que pueden ser cedidos. Todo derecho puede ser
cedido, excepto que lo contrario resulte de la ley, de la convención que lo origina,
o de la naturaleza del derecho.

ARTICULO 1617.-Prohibición. No pueden cederse los derechos inherentes a la


persona humana.

ARTICULO 1618.-Forma. La cesión debe hacerse por escrito, sin perjuicio de los
casos en que se admite la transmisión del título por endoso o por entrega manual.
Deben otorgarse por escritura pública:

a. la cesión de derechos hereditarios;

b. la cesión de derechos litigiosos. Si no involucran derechos reales sobre


inmuebles, también puede hacerse por acta judicial, siempre que el sistema
informático asegure la inalterabilidad del instrumento;

c. la cesión de derechos derivados de un acto instrumentado por escritura


pública.

ARTICULO 1619.-Obligaciones del cedente. El cedente debe entregar al


cesionario los documentos probatorios del derecho cedido que se encuentren en
su poder. Si la cesión es parcial, el cedente debe entregar al cesionario una copia
certificada de dichos documentos.

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“Grupo la Docta” 3516315046
ARTICULO 1620.-Efectos respecto de terceros. La cesión tiene efectos respecto
de terceros desde su notificación al cedido por instrumento público o privado de
fecha cierta, sin perjuicio de las reglas especiales relativas a los bienes
registrables.

ARTICULO 1621.-Actos anteriores a la notificación de la cesión. Los pagos


hechos por el cedido al cedente antes de serle notificada la cesión, así como las
demás causas de extinción de la obligación, tienen efecto liberatorio para él.

La cesión tiene efectos frente a terceros desde la notificación al cedido mediante


instrumento público o instrumento privado con fecha cierta.

Los pagos del crédito que efectuare el deudor cedido, antes de la notificación de
la cesión, lo liberan (así como cualquier otra causa de extinción de la obligación).
Esto es así, ya que de conformidad con el art. 1.620, la cesión sólo tiene efectos
una vez notificada por los medios previstos expresamente, por lo que, antes de
ello, no puede ser oponible al cedido.

Acciones Conservatorias: si bien la cesión no tiene efectos respecto de terceros


sino desde el momento de la notificación, esta regla no es absoluta. La ley
concede prudentemente al cesionario y al cedente el derecho a realizar todos los
actos conservatorios del derecho antes de la notificación de la cesión. Es que el
cesionario ostenta cuanto menos la calidad de acreedor condicional y es lógico
que se le reconozca ese derecho, pudiendo, por ende, embargar el crédito,
ejercer la acción subrogatoria, interrumpir la prescripción, etcétera.

Garantías: cuando la cesión es onerosa, el cedente garantiza la existencia y


legitimidad del derecho al momento de la cesión. Ello, excepto que se trate de la
cesión de un derecho litigioso o que se lo transmita como dudoso. Si el derecho
no existe, en función de esta garantía es que el cedente debe restituir al
cesionario el precio recibido más los intereses correspondientes. Si el cedente
fuere de mala fe, es decir, si conocía la inexistencia del derecho al momento de
perfeccionar la cesión, la ley dispone que, además, debe la diferencia entre el
valor real del derecho cedido y el precio de la cesión efectuada.

Límite de la garantía: el cedente garantiza que el crédito exista y sea legítimo,


pero no garantiza la solvencia del deudor cedido o de los fiadores involucrados
(excepto mala fe del cedente, es decir, que éste último conozca al momento de la
cesión el estado de insolvencia del deudor). Esta es la regla para la cesión
onerosa. Sin embargo, las partes en virtud de la autonomía de la voluntad pueden
pactar expresamente que se garantice también por la solvencia.
Cuando, pese a la regla fijada por el art. 1.628, el cedente garantiza la solvencia
del deudor cedido, son aplicables las disposiciones de la fianza. En ese caso, el
cesionario sólo podrá reclamar al cedente que garantizó la solvencia del deudor
cedido luego de haber excutido los bienes de éste último (salvo que esté
concursado o quebrado).
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ARTICULO 1625.-Cesión de crédito prendario. La cesión de un crédito
garantizado con una prenda no autoriza al cedente o a quien tenga la cosa
prendada en su poder a entregarla al cesionario.

ARTICULO 1626.-Cesiones realizadas el mismo día. Si se notifican varias


cesiones en un mismo día y sin indicación de la hora, los cesionarios quedan en
igual rango.

ARTICULO 1627.-Cesión parcial. El cesionario parcial de un crédito no goza de


ninguna preferencia sobre el cedente, a no ser que éste se la haya otorgado
expresamente.

ARTICULO 1628.-Garantía por evicción. Si la cesión es onerosa, el cedente


garantiza la existencia y legitimidad del derecho al tiempo de la cesión,
excepto que se trate de un derecho litigioso o que se lo ceda como dudoso; pero
no garantiza la solvencia del deudor cedido ni de sus fiadores, excepto pacto en
contrario o mala fe.

ARTICULO 1629.-Cesión de derecho inexistente. Si el derecho no existe al


tiempo de la cesión, el cedente debe restituir al cesionario el precio recibido, con
sus intereses. Si es de mala fe, debe además la diferencia entre el valor real del
derecho cedido y el precio de la cesión.

ARTICULO 1630.-Garantía de la solvencia del deudor. Si el cedente garantiza la


solvencia del deudor cedido, se aplican las reglas de la fianza, con sujeción a lo
que las partes hayan convenido.

El cesionario sólo puede recurrir contra el cedente después de haber excutido los
bienes del deudor, excepto que éste se halle concursado o quebrado.

CESIÓN DE DEUDAS

En la Sección 2a del Capítulo 26, Título IV, del Libro Tercero, el Código Civil y
Comercial de la Nación regula la cesión de deuda, la asunción de deuda y la
promesa de liberación.
CONCEPTO:
Hay cesión de deudas cuando acreedor, deudor y un tercero convienen que éste
último debe pagar la deuda, sin que exista novación de la obligación. Esto exige
conformidad de los tres: del acreedor, del deudor original y del tercero que se
hace cargo de la deuda. Si, en cambio, el acreedor no prestara conformidad para
la cesión de la deuda de la cual es acreedor con la consecuente liberación del
deudor, el tercero será un deudor subsidiario.

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CESIÓN DE POSICIÓN CONTRACTUAL

CONCEPTO Y EFECTOS

A partir de la cesión de la posición contractual (o de la notificación de la cesión


para el caso de que la conformidad fuera previa), el cesionario asume los
derechos y obligaciones derivados del negocio, quedando desvinculado el
cedente. Es que la transmisión de la posición contractual coloca al cesionario en
la situación jurídica del cedente en el contrato básico, con asunción de sus
derechos y facultades, sus deberes y obligaciones (Alterini, 2012).
Ahora bien, si los co-contratantes cedidos habían pactado con el cedente una
garantía para el caso de incumplimiento del cesionario, conservan sus acciones
contra el cedente. Para ello deben notificar al cedente el incumplimiento
mencionado dentro de los 30 días de acaecido; de lo contrario, queda liberado.
Garantía: el cedente garantiza al cesionario la existencia y validez del contrato
que cede. Queda asimilado a un fiador, cuando garantiza el cumplimiento de las
obligaciones de los otros contratantes.
Defensas: a raíz de la cesión de la posición contractual, los contratantes pueden
oponerle al cesionario todas las defensas o excepciones que se deriven del
contrato, pero no aquellas que se vinculen con otras relaciones con el cedente.
Excepto que así lo hayan pactado.

REGIMEN LEGAL

ARTICULO 1636.-Transmisión. En los contratos con prestaciones pendientes


cualquiera de las partes puede transmitir a un tercero su posición contractual, si
las demás partes lo consienten antes, simultáneamente o después de la cesión.

Si la conformidad es previa a la cesión, ésta sólo tiene efectos una vez notificada
a las otras partes, en la forma establecida para la notificación al deudor cedido.

ARTICULO 1637.-Efectos. Desde la cesión o, en su caso, desde la notificación a


las otras partes, el cedente se aparta de sus derechos y obligaciones, los que son
asumidos por el cesionario.

Sin embargo, los cocontratantes cedidos conservan sus acciones contra el


cedente si han pactado con éste el mantenimiento de sus derechos para el caso
de incumplimiento del cesionario. En tal caso, el cedido o los cedidos deben
notificar el incumplimiento al cedente dentro de los treinta días de producido; de
no hacerlo, el cedente queda libre de responsabilidad.

ARTICULO 1638.-Defensas. Los contratantes pueden oponer al cesionario todas


las excepciones derivadas del contrato, pero no las fundadas en otras relaciones
con el cedente, excepto que hayan hecho expresa reserva al consentir la cesión.

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“Grupo la Docta” 3516315046
ARTICULO 1639.-Garantía. El cedente garantiza al cesionario la existencia y
validez del contrato. El pacto por el cual el cedente no garantiza la existencia y
validez se tiene por no escrito si la nulidad o la inexistencia se debe a un hecho
imputable al cedente.

Si el cedente garantiza el cumplimiento de las obligaciones de los otros


contratantes, responde como fiador

Se aplican las normas sobre evicción en la cesión de derechos en general.

ARTICULO 1640.-Garantías de terceros. Las garantías constituidas por terceras


personas no pasan al cesionario sin autorización expresa de aquéllas.

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5.5 LOCACIÓN DE COSAS:

CONCEPTO

ART. 1187: Hay contrato de locación si una parte se obliga a otorgar a otra el uso
y goce temporario de una cosa, a cambio del pago de un precio en dinero. Se
aplica en subsidio lo dispuesto con respecto al consentimiento, precio y objeto del
contrato de compraventas.

El contrato se configura con:


a) La obligación del locador de conceder el uso y goce de una cosa. En
ese sentido, coincidimos con Leiva Fernández (2014) en cuanto a que “se
delimita el concepto de uso como el referido a la utilización de la cosa misma
dada en locación, y el de goce como el aprovechamiento o disfrute de los frutos
o productos ordinarios de esa cosa” (2014, p. 49). Es sumamente relevante
entender el alcance de la concesión del uso y goce en la locación, y no
confundirlo con la transmisión de un derecho real de dominio o de la posesión
sobre la cosa. En el contrato de locación el locatario reconoce la posesión en
cabeza del locador.

b) La temporalidad en la concesión del uso y goce de la cosa dada en


locación. En ese sentido, veremos las reglas del tiempo en la locación
establecidas en la sección 3a (artículos 1.197 a 1.199).

c) La existencia de un precio en dinero. El pago del precio de la locación


es una obligación esencial a cargo del locatario. Se aplican en subsidio las
reglas de la compraventa en materia de precio (así como en cuanto al objeto y
al consentimiento).

CARACTERES:

La locación es un contrato:
 bilateral (en tanto genera obligaciones recíprocas para ambas partes, la
entrega del uso y goce de la cosa, y el pago de un precio);
 consensual (queda perfeccionado con el consentimiento de las partes);
oneroso (porque se comprometen prestaciones recíprocas);
 conmutativo (las ventajas para los contratantes son ciertas, no dependen
de un acontecimiento incierto);
 de tracto sucesivo (porque es un contrato que tiene una duración y cuyos
efectos se cumple en el transcurso del tiempo).
 En cuanto a la forma, sólo se requiere por escrito con carácter ad
probationem, “sin registración alguna ni más requisito para su oponibilidad
que la fecha cierta” (Leiva Fernandez, 2014, p. 51). Al respecto, el art.
1.188 prevé:

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El contrato de locación de cosa inmueble o mueble registrable, de una
universalidad que incluya a alguna de ellas, o de parte material de un inmueble,
debe ser hecho por escrito. Esta regla se aplica también a sus prórrogas y
modificaciones.

PLAZOS

ARTICULO 1197.-Plazo máximo. El tiempo de la locación, cualquiera sea su objeto, no


puede exceder de veinte años para el destino habitacional y cincuenta años para los otros
destinos.
El contrato es renovable expresamente por un lapso que no exceda de los máximos
previstos contados desde su inicio.

Plazo máximo: en el caso de contratos de locación, cualquiera sea su objeto, se


pactan plazos máximos de duración del contrato. Los contratos son renovables si
las partes lo pactan expresamente, por períodos que no pueden exceder los
plazos máximo establecidos.

Locación con destino habitacional: plazo máximo de 20 años.

Locación con otros destinos: plazo máximo de 50 años.

Plazos mínimos: el Código, en el art. 1.198,

ARTICULO 1198.-Plazo mínimo de la locación de inmueble. El contrato de


locación de inmueble, cualquiera sea su destino, si carece de plazo expreso y
determinado mayor, se considera celebrado por el plazo mínimo legal de dos
años, excepto los casos del artículo 1199.

Locaciones excluidas del plazo mínimo legal. Conforme el art. 1.199 del Código,
no se aplica el plazo mínimo legal a los contratos de locación de inmuebles o
parte de ellos destinados a:

a) sede de embajada, consulado u organismo internacional, y el destinado a


habitación de su personal extranjero diplomático o consular;
b) habitación con muebles que se arrienden con fines de turismo, descanso o
similares. Si el plazo del contrato supera los tres meses, se presume que no fue
hecho con esos fines;
c) guarda de cosas (Ello abarca en cuanto a cosas, animales, vehículos,
muebles, etcétera)
d) exposición u oferta de cosas o servicios en un predio ferial.

Tampoco se aplica el plazo mínimo legal a los contratos que tengan por objeto el
cumplimiento de una finalidad determinada expresada en el contrato y que debe
normalmente cumplirse en el plazo menor pactado.

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DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES

OBLIGACIONES DEL LOCADOR

El parágrafo 1, de la Sección 4a del Código, establece las obligaciones del


locador (arts. 1.200 a 1.204).

1) La entrega de la cosa: “El locador debe entregar la cosa conforme a lo


acordado. A falta de previsión contractual debe entregarla en estado apropiado
para su destino, excepto los defectos que el locatario conoció o pudo haber
conocido”.
2) Conservación de la cosa:
El locador debe conservar la cosa locada en estado de servir al uso y goce
convenido y efectuar a su cargo la reparación que exija el deterioro originado en
su calidad o defecto, en su propia culpa, o en la de sus dependientes o en
hechos de terceros o caso fortuito.
Si al efectuar la reparación o innovación se interrumpe o turba el uso y goce
convenido, el locatario tiene derecho a que se reduzca el canon
temporariamente en proporción a la gravedad de la turbación o, según las
circunstancias, a resolver el contrato.
3) Pago de las mejoras: “El locador debe pagar las mejoras necesarias hechas
por el locatario a la cosa locada, aunque no lo haya convenido, si el contrato se
resuelve sin culpa del locatario, excepto que sea por destrucción de la cosa”.

OBLIGACIONES DEL LOCATARIO

Están contempladas en el parágrafo 2 de la Sección 4 a del Código (arts. 1.205 a


1.210).

1) Prohibición de variar el destino: “El locatario puede usar y gozar de la cosa


conforme a derecho y exclusivamente para el destino correspondiente”. No puede
variarlo aunque ello no cause perjuicio al locador.
2) Conservación de la cosa en buen estado:
El locatario debe mantener la cosa y conservarla en el estado en que la recibió.
No cumple con esta obligación si la abandona sin dejar quien haga sus veces.
[Consecuentemente], responde por cualquier deterioro causado a la cosa, incluso
por visitantes ocasionales, pero no por acción del locador o sus dependientes
(…).
3) Pago del canon convenido:
4) Pago de las cargas y contribuciones por la actividad:
El locatario tiene a su cargo el pago de las cargas y contribuciones que se
originen en el destino que le otorgue a la cosa locada.
No tiene a su cargo el pago de las que graven la cosa, excepto pacto en contrario.
5) Obligaciones de restituir la cosa

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El locatario, al concluir el contrato, debe restituir al locador la cosa en el estado en
que la recibió, excepto los deterioros provenientes del mero transcurso del tiempo
y el uso regular. También debe entregarle las constancias de los pagos que
efectuó en razón de la relación locativa y que resulten atinentes a la cosa o a los
servicios que tenga.

REGIMEN DE MEJORAS

ARTICULO 1211.-Regla. El locatario puede realizar mejoras en la cosa locada,


excepto que esté prohibido en el contrato, alteren la substancia o forma de la
cosa, o haya sido interpelado a restituirla.

No tiene derecho a reclamar el pago de mejoras útiles y de mero lujo o suntuarias,


pero, si son mejoras necesarias, puede reclamar su valor al locador.

ARTICULO 1212.-Violación al régimen de mejoras. La realización de mejoras


prohibidas en el artículo 1211 viola la obligación de conservar la cosa en el estado
en que se recibió.

CONCLUSIÓN DE LA LOCACIÓN

Enumeramos los modos en que se extingue la locación:

a) El cumplimiento del plazo convenido, o requerimiento previsto para el


caso de la continuación en la locación concluida.
Continuación de la locación concluida:
El nuevo art. 1218 recibe la regla del derogado art. 1622, en cuanto prohíbe la
tácita reconducción y autoriza la continuación del contrato bajo sus mismos
términos aun vencido el plazo contractual.
Sin embargo existe una diferencia entre la regla derogada y la del art. 1218.
Consiste en dilucidar quién es el legitimado para dar por concluida la locación
luego de vencido el plazo contractual, pues el artículo derogado solo legitima al
locador, y el actual 1218 (…) pone en pie de igualdad a locador y locatario,
autorizando que sea cualquiera de ambas partes quien comunique a la otra su
voluntad de concluir el vínculo locativo prolongado en el tiempo pese a estar
vencido el plazo contractual. (…) la recepción de pagos durante la continuación
de la locación no altera lo dispuesto sobre la no existencia de tácita
reconducción. Es un principio admitido sin fisuras con anterioridad, aunque
quizás innecesario, puesto que la continuación de la locación bajo sus mismos
términos implica necesariamente el pago, cobro y otorgamiento de recibo de
alquileres. Y quien paga, cobra exige u otorga recibo lo hace en virtud de los
deberes seguidos de la continuación de la locación que está en sus manos
utilizar o no, y no porque exista tácita reconducción. Si el monto del alquiler
pagado luego de vencido el plazo contractual excede al anteriormente pagado
no corresponde asumir que hay un nuevo contrato.
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“Grupo la Docta” 3516315046
b) La resolución anticipada.
Aún cuando el contrato tiene un plazo mínimo de duración, la ley le acuerda
(sólo al locatario) la posibilidad de concluir anticipadamente el contrato. Esto es
coherente con la disposición del art. 1.198, en tanto está estipulada en beneficio
del locatario.
El Código prevé en el art. 1.221 las reglas para la resolución anticipada. A saber:
“a) si la cosa locada es un inmueble y han transcurrido seis meses de contrato,
el locatario debe notificar en forma fehaciente su decisión al locador”. Si bien
establece este deber, no fija un tiempo de antelación con el que debe
efectuarse la notificación. Asimismo, prevé:
Si hace uso de la opción resolutoria en el primer año de vigencia de la relación
locativa, debe abonar al locador, en concepto de indemnización, la suma
equivalente a un mes y medio de alquiler al momento de desocupar el inmueble
y la de un mes si la opción se ejercita transcurrido dicho lapso.
“b. en los casos del artículo 1199 [excepciones al plazo mínimo legal], debiendo
[el locatario] abonar al locador el equivalente a dos meses de alquiler”.

Casos de resolución del contrato imputables al locador o al locatario:


Resolución imputable al locatario: el locador puede resolver el contrato: por
cambio de destino o uso irregular en los términos del artículo 1205;
a) por falta de conservación de la cosa locada, o su abandono sin dejar
quien haga sus veces;
b) por falta de pago de la prestación dineraria convenida, durante dos
períodos consecutivos.

Resolución imputable al locador:


El locatario puede resolver el contrato si el locador incumple:
a) la obligación de conservar la cosa con aptitud para el uso y goce convenido;
b) la garantía de evicción o la de vicios redhibitorios.

ENTREGA DE LA COSA:
Al extinguirse la locación debe restituirse la tenencia de la cosa locada. Por lo tano
no existe palazo alguno para hacer la restitución, sino que ella debe hacerse de
manera inmediata.
ARTICULO 1223.-Desalojo. Al extinguirse la locación debe restituirse la tenencia de la
cosa locada.
El procedimiento previsto en este Código para la cláusula resolutoria implícita no se aplica
a la demanda de desalojo por las causas de los artículos 1217 y 1219, inciso c).
El plazo de ejecución de la sentencia de desalojo no puede ser menor a diez días.

ARTICULO 1210.-Restituir la cosa. El locatario, al concluir el contrato, debe restituir al


locador la cosa en el estado en que la recibió, excepto los deterioros provenientes del
mero transcurso del tiempo y el uso regular.
También debe entregarle las constancias de los pagos que efectuó en razón de la relación
locativa y que resulten atinentes a la cosa o a los servicios que tenga.

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5.6 CONTRATO DE OBRA
CONCEPTO

ARTICULO 1251.-Definición. Hay contrato de obra o de servicios cuando una


persona, según el caso el contratista o el prestador de servicios, actuando
independientemente, se obliga a favor de otra, llamada comitente, a realizar una
obra material o intelectual o a proveer un servicio mediante una retribución.

El contrato es gratuito si las partes así lo pactan o cuando por las circunstancias
del caso puede presumirse la intención de beneficiar.

CARACTERES

a) Consensual
b) Conmutativo
c) Bilateral
d) De tracto sucesivo
e) Oneroso o gratuito

DIFERENCIAS ENTRE LOCACIÓN DE OBRA Y DE SERVICIO

La locación de obra es por tiempo determinado, y la locación de servicio se da en


el tiempo.

En la locación de servicio hay un vínculo de dependencia, el prestador se


encuentra subordinado a las órdenes del comitente. Ej: obrero, servicio doméstico,
etc. En la locación de obra no existe ese vínculo de subordinación, y el contratista
es quien tiene la dirección de su trabajo.

En la locación de servicio el fin es el trabajo del prestador del servicio,


independientemente de su resultado. En la locación de obra el fin es el resultado
del trabajo del contratista.

La locación de servicio corresponde a una obligación de medios, y la de obra a


una obligación de resultado.

ARTICULO 1252.-Calificación del contrato. Si hay duda sobre la calificación del contrato,
se entiende que hay contrato de servicios cuando la obligación de hacer consiste en
realizar cierta actividad independiente de su eficacia. Se considera que el contrato es de
obra cuando se promete un resultado eficaz, reproducible o susceptible de entrega.

Podemos concluir pues que la línea divisoria entre ambos contratos radica en las
obligaciones asumidas por el prestador; las que será de “hacer, mientras que las
del contratista será un “hacer para dar una cosa”.

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“Grupo la Docta” 3516315046
SISTEMAS DE CONTRATACION DE OBRAS

ARTICULO 1262.-Sistemas de contratación. La obra puede ser contratada por


ajuste alzado, también denominado “retribución global”, por unidad de medida, por
coste y costas o por cualquier otro sistema convenido por las partes. La
contratación puede hacerse con o sin provisión de materiales por el comitente. Si
se trata de inmuebles, la obra puede realizarse en terreno del comitente o de un
tercero. Si nada se convino ni surge de los usos, se presume, excepto prueba en
contrario, que la obra fue contratada por ajuste alzado y que es el contratista
quien provee los materiales.

En el sistema por ajuste alzado , descripta la obra, se proyecta y acuerda un


precio que será invariable (con la salvedad del art. 1091). Este principio obedece
al sentido común y la experiencia ordinaria, pues se supone que el empresario al
calcular el precio, ha considerado con su formación y experiencia, las posibles
fluctuaciones en el valor de los materiales y mano de obra. Por ello, el acuerdo es
válido en tanto permanezcan las circunstancias que le dieron su razón de ser
(Lorenzetti). Es posible, también, que se pacte reconocer ciertas alteraciones de
precio, dentro de límites tope, lo que se denomina ajuste alzado relativo, por
oposición al absoluto (Borda); por tanto, "habrá un precio básico y un tope
máximo" (López de Zavalía).

La contratación por unidad de medida presupone la divisibilidad de la obra (conf.


art. 805). En efecto, se fracciona la obra en etapas o unidades terminadas, a las
que se le asigna un valor; pudiendo luego estimarse el precio a pagar por la simple
multiplicación del valor acordado a cada unidad (v.gr. tantos pesos por km; aunque
también podríamos imaginar un precio por función teatral), por el número de
unidades efectivamente elaboradas. Permite al comitente poner fin a la relación
contractual abonando el número de unidades trabajadas y caracteriza a la misma
por una cierta imprevisibilidad en relación al número de piezas o unidades que se
necesitarán.

Finalmente, el sistema por coste o costas implica acordar un valor sujeto a la


condición de variabilidad del valor de los materiales y salarios (Borda) pudiendo el
contratista reajustarlos de acuerdo a sus fluctuaciones, toda vez que "el precio
surge a posteriori de la ejecución" (Lorenzetti). Por coste se entiende el gasto de
construcción y por costas la utilidad del empresario (López de Zavalía).
Entendemos que al contratarse por coste y costas se asume una auténtica
obligación de valor a la que le es aplicable el art. 772 del Código Unificado.
Obviamente, las partes podrían diseñar contractualmente otros sistemas.

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OBLIGACIONES DEL CONTRATISTA Y EL PRESTADOR

El art. 1.256 establece las obligaciones comunes al contratista y prestador de


servicios. Ambos están obligados a:
a) ejecutar el contrato conforme a las previsiones contractuales y a los
conocimientos razonablemente requeridos al tiempo de su realización por el arte,
la ciencia y la técnica correspondientes a la actividad desarrollada;
b) informar al comitente sobre los aspectos esenciales del cumplimiento de la
obligación comprometida;
c) proveer los materiales adecuados que son necesarios para la ejecución de
la obra o del servicio, excepto que algo distinto se haya pactado o resulte de los
usos;
d) usar diligentemente los materiales provistos por el comitente e informarle
inmediatamente en caso de que esos materiales sean impropios o tengan vicios
que el contratista o prestador debiese conocer;
e) ejecutar la obra o el servicio en el tiempo convenido o, en su defecto, en el
que razonablemente corresponda según su índole.

OBLIGACIONES DEL COMITENTE


El art. 1.257, por su parte, establece las obligaciones del comitente:
a) pagar la retribución;
b) proporcionar al contratista o al prestador la colaboración necesaria, conforme a
las características de la obra o del servicio;
c) recibir la obra si fue ejecutada conforme a lo dispuesto en el artículo 1256”.

REGIMEN DE RESPONSABILIDAD

ARTICULO 1267.-Imposibilidad de ejecución de la prestación sin culpa. Si la


ejecución de una obra o su continuación se hace imposible por causa no
imputable a ninguna de las partes, el contrato se extingue. El contratista tiene
derecho a obtener una compensación equitativa por la tarea efectuada.

ARTICULO 1268.-Destrucción o deterioro de la obra por caso fortuito antes de la


entrega. La destrucción o el deterioro de una parte importante de la obra por caso
fortuito antes de haber sido recibida autoriza a cualquiera de las partes a dar por
extinguido el contrato, con los siguientes efectos:
a) si el contratista provee los materiales y la obra se realiza en inmueble del
comitente, el contratista tiene derecho a su valor y a una compensación equitativa
por la tarea efectuada;
b) si la causa de la destrucción o del deterioro importante es la mala calidad o
inadecuación de los materiales, no se debe la remuneración pactada aunque el
contratista haya advertido oportunamente esa circunstancia al comitente;

c) si el comitente está en mora en la recepción al momento de la destrucción o del


deterioro de parte importante de la obra, debe la remuneración pactada.

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ARTICULO 1269.-Derecho a verificar. En todo momento, y siempre que no
perjudique el desarrollo de los trabajos, el comitente de una obra tiene derecho a
verificar a su costa el estado de avance, la calidad de los materiales utilizados y
los trabajos efectuados.

ARTICULO 1272.-Plazos de garantía. Si se conviene o es de uso un plazo de


garantía para que el comitente verifique la obra o compruebe su funcionamiento,
la recepción se considera provisional y no hace presumir la aceptación.
Si se trata de vicios que no afectan la solidez ni hacen la obra impropia para su
destino, no se pactó un plazo de garantía ni es de uso otorgarlo, aceptada la obra,
el contratista:
a) queda libre de responsabilidad por los vicios aparentes;
b) responde de los vicios o defectos no ostensibles al momento de la recepción,
con la extensión y en los plazos previstos para la garantía por vicios ocultos
prevista en los artículos 1054 y concordantes.

ARTICULO 1273.-Obra en ruina o impropia para su destino. El constructor de una


obra realizada en inmueble destinada por su naturaleza a tener larga duración
responde al comitente y al adquirente de la obra por los daños que comprometen
su solidez y por los que la hacen impropia para su destino. El constructor sólo se
libera si prueba la incidencia de una causa ajena. No es causa ajena el vicio del
suelo, aunque el terreno pertenezca al comitente o a un tercero, ni el vicio de los
materiales, aunque no sean provistos por el contratista.

ARTICULO 1274.-Extensión de la responsabilidad por obra en ruina o impropia


para su destino. La responsabilidad prevista en el artículo 1273 se extiende
concurrentemente:
a) a toda persona que vende una obra que ella ha construido o ha hecho construir
si hace de esa actividad su profesión habitual;

b) a toda persona que, aunque actuando en calidad de mandatario del dueño de


la obra, cumple una misión semejante a la de un contratista;

c) según la causa del daño, al subcontratista, al proyectista, al director de la obra


y a cualquier otro profesional ligado al comitente por un contrato de obra de
construcción referido a la obra dañada o a cualquiera de sus partes.

ARTICULO 1275.-Plazo de caducidad. Para que sea aplicable la responsabilidad


prevista en los artículos 1273 y 1274, el daño debe producirse dentro de los DIEZ
AÑOS de aceptada la obra.

ARTICULO 1276.-Nulidad de la cláusula de exclusión o limitación de la


responsabilidad. Toda cláusula que dispensa o limita la responsabilidad prevista
para los daños que comprometen la solidez de una obra realizada en inmueble
destinada a larga duración o que la hacen impropia para su destino, se tiene por
no escrita.
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SUB EJE TEMATICO N° 6
CONTRATOS COLABORATIVOS
GRATUITOS Y DE PRESTAMO
6.1 Mandato. Concepto. Mandato con representación y sin representación. Diferencias
entre mandato, representación y poder. Derechos y obligaciones de las partes. Mandato
irrevocable. Extinción del mandato.
6.2 Fianza. Concepto. Fianza simple y solidaria. Beneficio de excusión. Beneficio de
división. Efectos entre acreedor y fiador y entre fiador y deudor.
6.3 Donación. Concepto. Forma. Donación remuneratoria. Donación con cargo.
Revocación de la donación.
6.4 Comodato. Concepto. Diferencia con otros contratos.
6.5 Mutuo. Concepto. Régimen legal.
6.6 Depósito. Concepto. Caracteres. Obligaciones de las partes. Depósito irregular.
Depósito necesario.

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6.1 MANDATO

CONCEPTO:

Definición. Hay contrato de mandato cuando una parte se obliga a realizar uno o
más actos jurídicos en interés de otra.
El mandato puede ser conferido y aceptado expresa o tácitamente. Si una
persona sabe que alguien está haciendo algo en su interés, y no lo impide,
pudiendo hacerlo, se entiende que ha conferido tácitamente mandato. La
ejecución del mandato implica su aceptación aun sin mediar declaración expresa
sobre ella.

El mandato, como contrato, tiene lugar cuando una parte (mandante) da a otra
(mandatario) el poder, que ésta acepta, para representarla, al efecto de ejecutar
en su nombre y de su cuenta un acto jurídico, o una serie de actos de esta
naturaleza.

Partes del mandato:


 -Mandante: le pide al mandatario que realice actos jurídicos.
 -Mandatario: realiza los actos que le exige el mandante que haga. Los actos
que realiza exigen la formalidad que llevan esos actos. ART. 1017--> actos
que exigen escritura pública.

CARACTERES

 Consensual (se perfecciona con la aceptación).


 Bilateral.
 Antes se presumía gratuito, hoy se presume oneroso.
 En principio es no formal.

CAPACIDAD EN EL CONTRATO DE MANDATO. PRESUNCIÓN DE


ONEROSIDAD.

1323.- “Capacidad. El mandato puede ser conferido a una persona incapaz, pero
ésta puede oponer la nulidad del contrato si es demandado por inejecución de las
obligaciones o por rendición de cuentas, excepto la acción de restitución de lo que
se ha convertido en provecho suyo.”

1322.- “Onerosidad. El mandato se presume oneroso. A falta de acuerdo sobre la


retribución, la remuneración es la que establecen las disposiciones legales o
reglamentarias aplicables, o el uso. A falta de ambos, debe ser determinada por el
juez.”

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MANDATO CON Y SIN REPRESENTACIÓN

1320.- “Representación. Si el mandante confiere poder para ser representado, le


son aplicables las disposiciones de los artículos 362 y siguientes. Aun cuando el
mandato no confiera poder de representación, se aplican las disposiciones citadas
a las relaciones entre mandante y mandatario, en todo lo que no resulten
modificadas en este Capítulo.”

El Código Civil y Comercial, en su artículo 358 contempla a la representación


como el acto que permite imputar efectos directos a una persona por la actuación
de otra, el cual puede tener como fuente un origen legal o bien voluntario o
convencional. Así, el art. 1320 CCyC bajo análisis es un supuesto especial de
representación voluntaria al cual alude el art. 358 citado.
En el mandato con representación las relaciones activas y pasivas nacen
directamente entre el tercero y el mandante. Se trata de dos negocios jurídicos
que confluyen y dos son las relaciones que coexisten: una es la interna entre
mandante y mandatario, caracterizada por el deber de cumplir el encargo
conferido y aceptado y regulada por el contrato de mandato; la otra es la externa
entre mandante y tercero, caracterizada por el poder que permite la actuación en
nombre ajeno, regulada por el negocio unilateral de apoderamiento. Como se
indicó, la representación permite imputar efectos directos a una persona por la
actuación de otra, sea que exista un acto voluntario o un comportamiento
objetivado que autorice a hacerlo. Los actos o hechos que el mandatario ejecuta
dentro de los límites de su poder y a nombre del mandante, así como las
obligaciones que en consecuencia hubiere contraído, "son considerados como
hechos por éste personalmente". El art. 1320 CCyC contiene dos párrafos, el
primero refiere a la aplicabilidad al mandato representativo de las normas
contenidas en los arts. 362 a 381 CCyC, que regulan la representación voluntaria
y a cuyo análisis se remite. Por su parte, el segundo párrafo contempla el
supuesto en el cual no se otorgue la representación, e indica aplicables las
disposiciones generales aludidas (arts. 362 a 381 CC), en tanto no haya
disposiciones específicas en este Capítulo que las modifiquen.
En lo referente a los actos jurídicos que pueden ser objeto de representación, la
regla es que puede actuarse por representante en todos los actos jurídicos
patrimoniales y entre vivos. Sin embargo, no es posible encomendar al
representante la realización de actos que el representado no puede celebrar por
sí, así como tampoco encomendar la ejecución de obligaciones intuitu personae.
La segunda parte de la norma constituye una aplicación concreta, en materia de
representación voluntaria, de la regla general prevista en el art. 361 CCyC.

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1321.- “Mandato sin representación. Si el mandante no otorga poder de
representación, el mandatario actúa en nombre propio pero en interés del
mandante, quien no queda obligado directamente respecto del tercero, ni éste
respecto del mandante. El mandante puede subrogarse en las acciones que tiene
el mandatario contra el tercero, e igualmente el tercero en las acciones que pueda
ejercer el mandatario contra el mandante.”

El 1321 CCyC define el mandato sin representación como el supuesto en el cual


existe un encargo, pero el mandatario debe cumplir la realización de o los actos
jurídicos en su propio nombre aunque en interés ajeno.
Las relaciones activas y pasivas nacen entre mandatario y tercero, a diferencia de
lo que sucede en el mandato con representación en el cual las relaciones se dan
de modo directo entre mandante y tercero, siendo el mandatario un tercero en el
negocio gestorio. Aquí son dos las relaciones que coexisten: una interna entre
mandante y mandatario (contrato de mandato) y otra externa entre el mandatario y
el tercero con el cual contrata.
El mandatario es, en principio, el único responsable frente al tercero por las
obligaciones asumidas en el contrato desde que actúa en nombre propio pero en
interés del mandante (cfr. Fontanarrosa), quien no queda obligado directamente
respecto del tercero, ni éste respecto de aquél. Ahora bien, esta relación interna
mandante-mandatario (contrato de mandato) que legitima la actuación de éste
último y determina que no actúe en su propio interés sino en interés del mandante,
determina que el acto celebrado con los terceros no resulte totalmente indiferente
a aquél, encontrando su base jurídica en el 1321 in fine CCyC, que lo autoriza a
ejercer la acción subrogatoria (arts 739 a 742 CCyC) respecto de las acciones que
tenga el mandatario contra el tercero y a éste en las acciones que el mandatario
posea contra el mandante.

DIFERENCIA ENTRE MANDATO, REPRESENTACION Y PODER

Diferencias entre Representación y mandato:


 -Representación es el género, mandato es la especie.

 Naturaleza jurídica de la representación: acto jurídico. Del mandato: contrato.

 Representación puede ser voluntaria o legal. Mandato siempre es voluntario.

 En la representación se hace mención de la forma. En el mandato no.

 En la representación se menciona la capacidad que deben tener las partes.


En el mandato no, ya que no importa que sea capaz o no, porque el
mandato funciona como un medio para un fin. Ejemplo claro de que no
importa la capacidad: papá manda a su hijo menor a comprar pan

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OBLIGACIONES DEL MANDATARIO
1324.- “Obligaciones del mandatario. El mandatario está obligado a:
a) cumplir los actos comprendidos en el mandato, conforme a las instrucciones
dadas por el mandante y a la naturaleza del negocio que constituye su objeto, con
el cuidado que pondría en los asuntos propios o, en su caso, el exigido por las
reglas de su profesión, o por los usos del lugar de ejecución;
b) dar aviso inmediato al mandante de cualquier circunstancia sobreviniente que
razonablemente aconseje apartarse de las instrucciones recibidas, requiriendo
nuevas instrucciones o ratificación de las anteriores, y adoptar las medidas
indispensables y urgentes;
c) informar sin demora al mandante de todo conflicto de intereses y de toda otra
circunstancia que pueda motivar la modificación o la revocación del mandato;
d) mantener en reserva toda información que adquiera con motivo del mandato
que, por su naturaleza o circunstancias, no está destinada a ser divulgada;
e) dar aviso al mandante de todo valor que haya recibido en razón del mandato, y
ponerlo a disposición de aquél;
f) rendir cuenta de su gestión en las oportunidades convenidas o a la extinción del
mandato;
g) entregar al mandante las ganancias derivadas del negocio, con los intereses
moratorios, de las sumas de dinero que haya utilizado en provecho propio;
h) informar en cualquier momento, a requerimiento del mandante, sobre la
ejecución del mandato;
i) exhibir al mandante toda la documentación relacionada con la gestión
encomendada, y entregarle la que corresponde según las circunstancias.
Si el negocio encargado al mandatario fuese de los que, por su oficio o su modo
de vivir, acepta él regularmente, aun cuando se excuse del encargo, debe tomar
las providencias conservatorias urgentes que requiera el negocio que se le
encomienda.”

1325.- “Conflicto de intereses. Si media conflicto de intereses entre el mandante y


el mandatario, éste debe posponer los suyos en la ejecución del mandato, o
renunciar. La obtención, en el desempeño del cargo, de un beneficio no autorizado
por el mandante, hace perder al mandatario su derecho a la retribución.”

OBLIGACIONES DE MANDATE.
1328.- “Obligaciones del mandante. El mandante está obligado a:
a) suministrar al mandatario los medios necesarios para la ejecución del mandato
y compensarle, en cualquier momento que le sea requerido, todo gasto razonable
en que haya incurrido para ese fin;
b) indemnizar al mandatario los daños que sufra como consecuencia de la
ejecución del mandato, no imputables al propio mandatario;
c) liberar al mandatario de las obligaciones asumidas con terceros, proveyéndole
de los medios necesarios para ello;
d) abonar al mandatario la retribución convenida. Si el mandato se extingue sin
culpa del mandatario, debe la parte de la retribución proporcionada al servicio
cumplido; pero si el mandatario ha recibido un adelanto mayor de lo que le
corresponde, el mandante no puede exigir su restitución.”
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MANDATO IRREVOCABLE.
1330.- “Mandato irrevocable. El mandato puede convenirse expresamente como
irrevocable en los casos de los incisos b) y c) del artículo 380. El mandato
destinado a ejecutarse después de la muerte del mandante es nulo si no puede
valer como disposición de última voluntad.”

Mandato irrevocable: el interés ya no es del mandante, sino que es del mandatario


o de un tercero.
Ejemplo: vendo mi casa. Me voy de viaje, y no estoy para escriturar. Le dejo un
poder al comprador por un plazo de 6 meses exclusivamente para que realice la
escritura. El interés no es mio, porque yo ya tengo la plata, el interés es del
comprador (mandatario a la vez) que quiere tener la escritura de la casa. En estos
casos, no se puede revocar sin justa causa. Si comprador dejó pasar ese plazo de
6 meses y no escrituro, esa es una justa causa para poder revocar el mandato.

380.- “Extinción. El poder se extingue: b) por la muerte del representante o del


representado; sin embargo subsiste en caso de muerte del representado siempre
que haya sido conferido para actos especialmente determinados y en razón de un
interés legítimo que puede ser solamente del representante, de un tercero o
común a representante y representado, o a representante y un tercero, o a
representado y tercero; c) por la revocación efectuada por el representado; sin
embargo, un poder puede ser conferido de modo irrevocable, siempre que lo sea
para actos especialmente determinados, limitado por un plazo cierto, y en razón
de un interés legítimo que puede ser solamente del representante, o de un tercero,
o común a representante y representado, o a representante y un tercero, o a
representado y tercero; se extingue llegado el transcurso del plazo fijado y puede
revocarse si media justa causa;”

Conforme con este texto, se exigen las siguientes condiciones para que el
mandato pueda ser considerado irrevocable:

a) Que sea otorgado para negocios especiales. Un mandato general no puede


nunca tener carácter irrevocable, pues es obvio que dentro de dicha generalidad
pueden caer negocios en los que sólo el mandante tiene interés en cuyo caso no
se concibe la irrevocabilidad.
b) Que sea limitado en el tiempo. La limitación puede resultar de un plazo expreso
o tácito, como sería el supuesto de que la limitación temporal resulte de la
naturaleza misma del negocio.
c) Que se otorgue en razón de un interés legítimo de los contratantes o un tercero.

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EXTINCIÓN DEL MANDATO:

1329.- “Extinción del mandato. El mandato se extingue:


a) por el transcurso del plazo por el que fue otorgado, o por el cumplimiento de la
condición resolutoria pactada;
b) por la ejecución del negocio para el cual fue dado;
c) por la revocación del mandante;
d) por la renuncia del mandatario;
e) por la muerte o incapacidad del mandante o del mandatario.
El mandatario puede renunciar al mandato cuando le parezca oportuno y sin
necesidad de invocar una justa causa para desligarse de las obligaciones
contractuales.
La renuncia produce sus efectos desde que se ha exteriorizado y sin necesidad de
que sea aceptada por el mandante; por lo tanto, el mandatario no puede reasumir
los poderes que ha renunciado.”

Extinción por causas normales: El mandato al igual que todos los contratos se
extingue por consecuencia natural del cumplimiento o agotamiento de su objeto
(inc. b), cumplimiento de la condición resolutoria (343 y sgtes. CCyC) o del plazo
por el cual fue previsto (inc. a).
 Revocación: Son aplicables las normas generales a todos los contratos
contenidas en los arts. 1077 a 1080 CCyC, relativas a la extinción, efectos y
eventual obligación de restitución de los bienes por parte del mandatario al
mandante. En cuanto a la forma, no determina un modo específico, por lo que rige
la libertad de formas; de modo que esta manifestación unilateral de la voluntad
podrá darse de modo expreso o tácito y surtirá efectos a futuro.
 Renuncia: Es la contrapartida de la revocación y se rige fundamentalmente
por los arts. 944 y 946 CCyC que regulan en el Libro III, Título I de las
obligaciones en general —otros modos de extinción—y contemplan expresamente
los supuestos de renuncia. La renuncia es una manifestación de la voluntad
unilateral y recepticia que produce efectos que se proyectan hacia futuro.
En cuanto al tiempo en que puede darse la renuncia, si se trata de una renuncia
con causa suficiente podrá darse en cualquier momento. Por otra parte, si se trata
de una situación incausada, deberá tener en cuenta la posible aplicación del art.
1332 CCyC, que dispone las consecuencias que acarrea la renuncia intempestiva.
Independientemente de que se trate de una renuncia con causa o no, el
mandatario tiene el deber de no abandonar la gestión sin dar un plazo razonable al
mandante para su reemplazo.
 Muerte o incapacidad del mandante o del mandatario: Esta causal de
extinción refuerza su naturaleza intuitu personae

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6.2 FIANZA

CONCEPTO:

1574.- Hay contrato de fianza cuando una persona se obliga accesoriamente por
otra a satisfacer una prestación para el caso de incumplimiento. Si la deuda
afianzada es de entregar cosa cierta, de hacer que sólo puede ser cumplida
personalmente por el deudor, o de no hacer, el fiador sólo queda obligado a
satisfacer los daños que resulten de la inejecución.

CARACTERES DEL CONTRATO:


• Unilateral: solo queda obligado el fiador.
• Consensual: se perfecciona por el acuerdo de las partes (fiador y acreedor).
• Gratuito: porque por la prestación que eventualmente debe cumplir el fiador,
la otra parte del contrato (acreedor) no debe ninguna contraprestación. El
hecho de que el deudor ppal retribuya o pague algo al fiador no influye en el
carácter de gratuito del contrato.
• Formal: debe ser hecha por escrito
• Aleatorio: el fiador no sabe a ciencia cierta si tendrá o no que afrontar o no
la perdida.

FIANZA SIMPLE Y SOLIDARIA. BENEFICIO DE EXCUSION Y DIVISION.

El fiador simple goza de los beneficios de excusión y de división.


• • Beneficio de Excusión: es el derecho del fiador a oponerse a que se
haga efectiva la fianza y se le reclame el pago, mientras el acreedor no haya
intentado primero ejecutar los bienes del deudor ppal.
• • Beneficio de división: procede en caso de haber varios fiadores y
consiste en el derecho del fiador a que la deuda se divida por partes iguales entre
todos los fiadores.

ARTICULO 1583.- Beneficio de excusión. El acreedor sólo puede dirigirse contra


el fiador una vez que haya excutido los bienes del deudor. Si los bienes excutidos
sólo alcanzan para un pago parcial, el acreedor sólo puede demandar al fiador por
el saldo.
ARTICULO 1584.- Excepciones al beneficio de excusión. El fiador no puede
invocar el beneficio de excusión si: a) el deudor principal se ha presentado en
concurso preventivo o ha sido declarada su quiebra; b) el deudor principal no
puede ser demandado judicialmente en el territorio nacional o carece de bienes en
la República; c) la fianza es judicial; d) el fiador ha renunciado al beneficio.

ARTICULO 1587.- Defensas. El fiador puede oponer todas las excepciones y


defensas propias y las que correspondan al deudor principal, aun cuando éste las
haya renunciado.

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ARTICULO 1589.- Beneficio de división. Si hay más de un fiador, cada uno
responde por la cuota a que se ha obligado. Si nada se ha estipulado, responden
por partes iguales. El beneficio de división es renunciable.

El Fiador Solidario no goza de los beneficios de excusión ni de división. En


consecuencia, al faltar estos beneficios, el acreedor no tendrá necesidad de
excutir previamente los bienes del deudor ppal, y además, si los fiadores son
varios puede demandar a cualquiera de ellos por el total de la deuda-.
Cabe tener en cuenta que, a pesar de la solidaridad, la fianza continúa con sus
caracteres de accesoria y subsidiaria. Por lo tanto, el acreedor, aunque la fianza
sea solidaria, no puede demandar el pago directamente al fiador, debe
previamente intimar al pago al deudor ppal, y si este no paga, entonces sí el
acreedor puede exigir el pago al fiador sin necesidad de excutir previamente los
bienes del deudor ppal.
La fianza es solidaria: a) cuando las partes así lo hubiesen estipulado en el
contrato; b) cuando el fiador hubiese renunciado al beneficio de excusión

ARTICULO 1590.- Fianza solidaria. La responsabilidad del fiador es solidaria con


la del deudor cuando así se convenga expresamente o cuando el fiador renuncia
al beneficio de excusión.

EFECTOS: ENTRE FIADOR Y ACREEDOR.

EXCEPCIONES QUE PUEDE OPONER EL FIADOR.


ARTICULO 1587.- Defensas. El fiador puede oponer todas las excepciones y
defensas propias y las que correspondan al deudor principal, aun cuando éste las
haya renunciado
Aunque el fiador sea solidario con el deudor podrá oponer al acreedor todas las
excepciones propias y las que podría oponerle al deudor principal en la fianza
simple, excepto solamente las que se funden en su incapacidad. El fiador puede
oponer al acreedor todas las excepciones propias ej. su incapacidad apra obligase
como fiador. Y también las excepciones que podría oponer el deudor principal al
acreedor ej. prescripción, nulidad de la oblig principal, salvo las excepciones que
se funden en la incapacidad de hecho del deudor. Ej. nulidad de la obligación por
ser menor de edad.
El fiador puede oponer las excepciones que competen al deudor, aun contra la
voluntad de este o aun cuando el deudor hubiere renunciado a oponerlas. El fiador
puede intervenir en el pleito entre el acreedor y el deudor, a los efectos de poner
las excepciones que correspondan.

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EFECTOS ENTRE FIADOR Y DEUDOR.
El código considera los efectos de la fianza entre fiador y el deudor distinguiendo
entre los que se producen antes de haberse efectuado el pago de la deuda por el
fiador y los que se producen después de dicho pago.

Antes del pago: la ley le concede al fiador el dcho a tomar medidas precautorias
en salvaguarda de sus dchos. Dichas medidas eran en el código de velez: el
pedido de exoneración de la fianza y el pedido de embargo de los bienes del
deudor. Hoy en el nuevo código vigente se mantiene solo la de embargo de los
bienes art 1594.

Después del pago: el fiador tiene dcho a subrogarse en los dchos del acreedor, a
efectos de que el deudor le reembolse lo pagado.

ARTICULO 1592.- Subrogación. El fiador que cumple con su prestación queda


subrogado en los derechos del acreedor y puede exigir el reembolso de lo que ha
pagado, con sus intereses desde el día del pago y los daños que haya sufrido
como consecuencia de la fianza.

ARTICULO 1594.- Derechos del fiador. El fiador tiene derecho a obtener el


embargo de los bienes del deudor u otras garantías suficientes si: a) le es
demandado judicialmente el pago; b) vencida la obligación, el deudor no la
cumple; c) el deudor se ha obligado a liberarlo en un tiempo determinado y no lo
hace; d) han transcurrido cinco años desde el otorgamiento de la fianza, excepto
que la obligación afianzada tenga un plazo más extenso; e) el deudor asume
riesgos distintos a los propios del giro de sus negocios, disipa sus bienes o los da
en seguridad de otras operaciones; f) el deudor pretende ausentarse del país sin
dejar bienes suficientes para el pago de la deuda afianzada.

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6.3 DONACIÓN

CONCEPTO Y ELEMENTOS ESENCIALES DEL CONTRATO

De acuerdo con el art. 1.542, hay donación cuando una parte se obliga a
transferir gratuitamente una cosa a otra, y ésta lo acepta.

De esta definición se desprenden los siguientes elementos:

 Es un acto entre vivos. Los actos de última voluntad, llamados


testamentos, tienen un régimen legal distinto.

 Obliga a transferir la propiedad de una cosa. Es necesario destacar que


el objeto de este contrato sólo pueden ser las cosas en nuestro régimen
legal. Si se trata de la transmisión gratuita de un derecho, hay cesión y
no donación, aunque el régimen legal es parecido, pues el art. 1.614 del
Código remite a las reglas de la donación, en cuanto no sean
modificadas por las de la cesión. No obstante, hay algunas diferencias,
sobre todo en relación a la forma de este contrato.

 La transferencia debe ser a título gratuito; esto es, una de las partes hace
un sacrificio, se desprende de bienes, sin contraprestación por la otra
parte. Sin embargo, es posible que el contrato de donación obligue al
donatario a hacer o pagar algo, ya sea en beneficio del donante o de un
tercero, y esto no desnaturaliza la esencia gratuita del acto.

 Se requiere la aceptación del donatario. De acuerdo con el art. 1.545,


esa aceptación puede ser expresa o tácita. Nos remitimos a las formas
de aceptación estudiadas en la Lectura 1. En cuanto a la forma, está
sujeta a las reglas que se aplican a las donaciones. Es importante tener
en cuenta que la aceptación debe producirse en vida de ambas partes,
donante y donatario.

CARACTERES:
 Consensual
 Gratuito
 Unilateral
 Formal

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FORMA Y PRUEBA
ARTICULO 1552.-Forma. Deben ser hechas en escritura pública, bajo pena de nulidad,
las donaciones de cosas inmuebles, las de cosas muebles registrables y las de
prestaciones periódicas o vitalicias.

Respecto de la forma de las donaciones, podemos distinguir:


a) Donaciones de cosas inmuebles, cosas muebles registrables
y de prestaciones periódicas o vitalicias: deben ser hechas en escritura
pública bajo pena de nulidad.
b) Donaciones al Estado: pueden acreditarse con las
correspondientes actuaciones administrativas.
c) Donaciones de cosas muebles no registrables y de títulos al
portador: deben hacerse mediante la entrega (tradición) de la cosa donada.

CLASES DE DONACIONES

Donaciones remuneratorias:
ARTICULO 1561.-Donaciones remuneratorias. Son donaciones remuneratorias las
realizadas en recompensa de servicios prestados al donante por el donatario, apreciables
en dinero y por los cuales el segundo podría exigir judicialmente el pago. La donación se
juzga gratuita si no consta en el instrumento lo que se tiene en mira remunerar.
Son aquellas realizadas en recompensa de servicios prestados al donante por el
donatario, que resultan estimables en dinero y por los cuales podía éste exigir
judicialmente el pago al donante. En el instrumento por el que se concreta la
donación debe constar qué es lo que se pretende remunerar. De lo contrario, se
entiende que es gratuita. Se considera que la donación remuneratoria es un acto
a título oneroso si se limita a una equitativa retribución de los servicios recibidos
(en ese caso, está sujeta a la garantía por evicción y vicios ocultos). En el
excedente se aplican las normas de las donaciones.
Donación con cargo:
ARTICULO 1562.-Donaciones con cargos. En las donaciones se pueden imponer cargos
a favor del donante o de un tercero, sean ellos relativos al empleo o al destino de la cosa
donada, o que consistan en una o más prestaciones.
Si el cargo se ha estipulado en favor de un tercero, éste, el donante y sus herederos
pueden demandar su ejecución; pero sólo el donante y sus herederos pueden revocar la
donación por inejecución del cargo.
Si el tercero ha aceptado el beneficio representado por el cargo, en caso de revocarse el
contrato tiene derecho para reclamar del donante o, en su caso, de sus herederos, el
cumplimiento del cargo, sin perjuicio de sus derechos contra el donatario.
Se denomina cargo a la obligación accesoria impuesta al que recibe una
liberalidad. La imposición de un cargo influye sobre el régimen de las donaciones,
porque ellas dejan, entonces, de ser un acto puramente gratuito y en la medida en
que el valor del cargo se corresponda con el de la cosa donada, es un acto a título
oneroso. En el excedente se aplican las normas de las donaciones.
En el caso de incumplimiento de los cargos por parte del donatario, éste sólo
responde con la cosa donada y hasta el valor de la cosa, si ésta ya no existiere
por su culpa o si la hubiese enajenado. Ahora bien, es liberado cuando la cosa
deja de existir sin su culpa.

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Revocación de las donaciones. Causales

ARTICULO 1569.-Revocación. La donación aceptada sólo puede ser revocada por


inejecución de los cargos, por ingratitud del donatario, y, en caso de habérselo estipulado
expresamente, por supernacencia de hijos del donante.
Si la donación es onerosa, el donante debe reembolsar el valor de los cargos satisfechos
o de los servicios prestados por el donatario.

En principio, la donación es irrevocable por voluntad del donante. La ley sólo


admite la revocación en estos supuestos:
a) Inejecución de los cargos (cuando el donatario ha incurrido en
incumplimiento de las cargas impuestas en el acto de la donación).
b) Ingratitud del donatario. Se la puede dejar sin efecto sólo por
causas graves, que el Código enumera taxativamente: 1) atentado contra la vida
del donante, sus ascendientes o descendientes; 2) injurias graves en su persona
o en su honor al donante, sus ascendientes o descendientes; 3) si priva al
donante injustamente de bienes que integran su patrimonio; 4) negativa a
prestarle alimentos al donante (sólo si el donante no puede obtener alimentos de
las obligaciones que resultan de los lazos familiares).
c) Supernacencia de Hijos

En ninguno de estos casos es necesaria la condena penal para que se considera


válida la ingratitud como causal de revocación, bastando la prueba de que al
donatario le es imputable el hecho lesivo.
Sólo el donante es legitimado activo para solicitar la revocación de la donación
por esta causal (ingratitud) al donatario, no pudiendo hacerlo sus herederos ni
pudiendo requerirse a los herederos del donatario. Ahora bien, si la acción es
promovida por el donante y éste luego fallece, puede ser continuada por sus
herederos, mas no iniciada por ellos.
Extinción de la revocación de la donación por ingratitud: en los casos en que el
donante, conociendo la causa de la ingratitud, perdona al donatario. También en
los casos en que no promueve la revocación dentro del plazo de un año (plazo de
caducidad) desde el momento en que conoció el hecho que configuró la ingratitud.

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6.4 COMODATO

CONCEPTO

ARTICULO 1533.-Concepto. Hay comodato si una parte se obliga a entregar a otra una
cosa no fungible, mueble o inmueble, para que se sirva gratuitamente de ella y restituya
la misma cosa recibida.

Elementos esenciales particulares De la definición legal del contrato de comodato


surgen que sus elementos esenciales particulares son:
a. obligación de entregar una cosa mueble o inmueble para su uso;
b. gratuidad. El uso de la cosa recibido en comodato no tiene contraprestación por
parte del comodatario (art. 967 CCyC); y
C. obligación de restituir el mismo bien recibido.

CARACTERES:
a) Consensual
b) Bilateral
c) Gratuito
d) Intuitu personae
e) Conmutativo
f) No formal

DIFERENCIA CON OTROS CONTRATOS:


Locación: Es onerosa, el comodato es gratuito.
Mutuo: se transfiere la propiedad de la cosa, en el comodato solo el uso; en el
mutuo se transfieren cosas fungibles en el comodato no fungibles.
Deposito: se transfiere la guarda de la cosa para su custodia en el comodato solo
el uso de la cosa.

RÉGIMEN LEGAL

El contrato de comodato está regulado en el Capítulo 21 (Título IV, Libro Tercero)


del Código, en los arts. 1.533 a 1.541. Seguidamente, analizaremos sus efectos.

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EFECTOS

Las obligaciones del comodatario no son otra cosa que limitaciones al derecho
que se le concede, ya sea en cuanto a su extensión y alcance (obligación de
cuidar la cosa y usarla conforme con lo pactado o su naturaleza), ya sea en
cuanto a su duración (obligación de restitución). Se considera que:

a) El comodatario debe usar la cosa conforme con el destino


convenido. A falta de convención, puede darle el destino que tenía al tiempo del
contrato, el que se da a cosas análogas en el lugar donde la cosa se encuentra, o
el que corresponde a su naturaleza;

b) debe pagar los gastos ordinarios de la cosa y los realizados para


servirse de ella, tales como los gastos de la nafta, aceite, cambios de gomas de
un automóvil prestado; los de reparación de una casilla y alambrados de un
inmueble realizados por el comodatario a fin de entrar a usarlo; los gastos
comunes (calefacción, agua caliente, servicio de portería, etc.) de una propiedad
horizontal. No puede solicitar al comodante el reembolso de los gastos ordinarios,
conforme lo dispone el art. 1538 del Código;32
c) debe conservar la cosa con prudencia y diligencia;
d) debe responder por la pérdida o deterioro de la cosa, incluso
causados por caso fortuito, excepto que pruebe que habrían ocurrido igualmente
si la cosa hubiera estado en poder del comodante. Los deterioros sufridos por la
cosa por culpa del comodatario obligan a éste a resarcir al dueño todos los daños
y perjuicios sufridos. Ordinariamente el comodatario cumplirá devolviendo la cosa
y pagando, además, la indemnización correspondiente;
e) restituir la misma cosa con sus frutos y accesorios en el tiempo y
lugar convenidos. El comodatario no tiene derecho a apropiarse de los frutos y
menos de los aumentos sobrevenidos a la cosa. Nada se opone a que las partes
dispongan lo contrario y en tal caso habrá, además de comodato, una donación
de frutos. La autorización al comodatario para conservar para sí los frutos, puede
resultar inclusive tácitamente de la circunstancia de que la cosa dada en
comodato no pueda usarse, conforme con su naturaleza, sino aprovechando de
sus frutos. A modo de ejemplo, el comodato de una vaca lechera supone la
autorización para aprovechar la leche. En concordancia con ese criterio, se ha
declarado que el comodato de cosas que, como los animales, son de producción
natural y continua, supone el reconocimiento tácito del derecho del comodatario a
apropiarse de sus frutos.
La restitución debe efectuarse cuando se cumple la finalidad para la cual se
prestó la cosa; por ejemplo, un automóvil prestado para realizar un viaje, un
tractor para arar un potrero, cuando éstos se cumplen.
Pero si la duración del contrato no está pactada ni surge de su finalidad, el
comodante puede reclamar la restitución en cualquier momento. Ni siquiera tiene
que pedir la fijación por el juez, sino que se limita a reclamar directamente la cosa.
Una sola limitación tiene este derecho: que la demanda no sea intempestiva o
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maliciosa, porque el derecho no puede amparar la mala fe ni siquiera cuando se
trata de una relación nacida de un acto de complacencia como es el comodato.
Ahora bien, el Código contempla la posibilidad del comodante de exigir la
restitución anticipada de la cosa, cuando haya un plazo fijado en el contrato. En
ese sentido, la ley permite que el comodante la requiera por dos motivos que
dependerán, en un caso, del comodante y, en otro, del comodatario: en primer
lugar, que la necesite por una circunstancia urgente e imprevista; y en segundo,
cuando el comodatario la use para un destino distinto del pactado, aun cuando no
la deteriore.
Derecho de restitución del comodatario: tenga o no plazo el contrato, el
comodatario tiene derecho a restituir la cosa cuando le plazca, porque el término
se supone pactado en su beneficio, a menos que expresamente se hubiera
acordado que el comodatario no podría restituirla antes del plazo fijado. Pero la
restitución no debe ser intempestiva ni maliciosa, ni en el momento en que
ocasione perjuicio al comodante. Así ocurriría si el comodatario pretende devolver
la cosa cuando el comodante está ausente y no se encuentra en condiciones de
proveer a su cuidado.

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6.5 MUTUO

CONCEPTO
ARTICULO 1525.-Concepto. Hay contrato de mutuo cuando el mutuante se compromete
a entregar al mutuario en propiedad, una determinada cantidad de cosas fungibles, y éste
se obliga a devolver igual cantidad de cosas de la misma calidad y especie.

Las partes del contrato son el mutuante, que es quien compromete la entrega de
las cosas, y el mutuario, quien recibe las cosas y se obliga a restituirlas.
CARACTERES:

 Consensual

 Bilateral

 Se presume Oneroso

 Nominado

PRÉSTAMO DE CONSUMO

Lo esencial del mutuo es que se trata de un préstamo de uso y que, por las
características de las cosas fungibles, el mutuario puede cumplir con su
obligación de restitución o, si no, devolviendo otras cosas de la misma especie y
calidad.
De acuerdo con el artículo 232 del Código, son “cosas fungibles aquellas en que
todo individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma especie, y
pueden sustituirse por otras de la misma calidad y en igual cantidad”. Como
derivación de la calidad de las cosas, se produce la transmisión de la propiedad al
mutuario y la obligación de restituir otras de la misma calidad y especie. Al tratar
la categoría de cosas fungibles y su relación con las cosas consumibles, en los
Fundamentos al Anteproyecto se ha dicho:

(…) En general en el derecho se consideran los bienes fungibles en dos sentidos:


como aquellos que no se pueden usar conforme a su naturaleza si no se acaban
o consumen, y como aquellos que tienen el mismo poder liberatorio, es decir, que
se miran como equivalentes para extinguir obligaciones. En oposición a esto, las
cosas no fungibles son aquellas que no tienen poder liberatorio equivalente
porque poseen características propias y por consiguiente, no pueden ser
intercambiables por otras. En definitiva, se quita una de las acepciones de cosas
fungibles y se las deja solamente como aquéllas que tienen poder liberatorio
equivalente, por lo cual pueden sustituirse por otras de la misma calidad y en igual
cantidad. La fungibilidad, entonces, involucra poder de sustitución.

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Ello es relevante pues tanto en las normas del contrato de mutuo como del
contrato de depósito siempre se utiliza la categoría de cosas fungibles.
Cuando seguidamente analicemos el contrato de depósito, veremos que se
contempla la figura del depósito irregular. El art. 1.367 del Código, especifica que
cuando, en el marco de un contrato de depósito, el depositante entrega al
depositario cantidad de cosas fungibles y asimismo le concede la facultad de
servirse de ellas, se las sujeta a las reglas del mutuo.
Es importante tener en cuenta que se aplican al mutuo, en forma supletoria, las
disposiciones relativas a las obligaciones de dar sumas de dinero o de género,
según el caso que corresponda en función de la naturaleza de las cosas
entregadas por el contrato.

ONEROSIDAD

El mutuo es un contrato oneroso, tal como lo dispone el art. 1.527, excepto pacto
en contrario.

Mutuo en dinero: se regulan los intereses, siguiendo la tesis adoptada en materia


de obligaciones. Si el mutuo es en dinero, el mutuario debe los intereses
compensatorios que se deben pagar en la misma moneda prestada.

Mutuo de otras cosas fungibles: si el mutuo es de otro tipo de cosas fungibles, los
intereses son liquidados en dinero, tomando en cuenta el precio de la cantidad de
cosas prestadas en el lugar en que debe efectuarse el pago de los accesorios, el
día del comienzo del período, excepto pacto en contrario.
“Los intereses se deben por trimestre vencido, o con cada amortización total o
parcial de lo prestado que ocurra antes de un trimestre, excepto estipulación
distinta”. El recibo dado por los intereses de un período, sin reserva, hace
presumir que se han pagado los anteriores. Asimismo, en caso de mutuo gratuito,
después del incumplimiento del mutuario, y no habiendo convención sobre los
intereses moratorios, “rige lo dispuesto para las obligaciones de dar sumas de
dinero”.

Como dijimos, si bien el mutuo es oneroso por regla, las partes pueden pactar que
éste sea gratuito. En ese caso, si se ha pactado la gratuidad del mutuo, los
intereses que haya pagado el mutuario voluntariamente son irrepetibles

Asimismo, en caso de incumplimiento del mutuario, después de que éste se


produzca, el mutuario debe intereses moratorios.

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RÉGIMEN LEGAL
SON OBLIGACIONES DEL MUTUANTE:
Entrega de las cosas: la obligación primordial del mutuante es la entrega de las
cosas comprometidas. Si no lo hace en el término pactado (y si no hubiere plazo
pactado, ante el simple requerimiento), el mutuario tiene derecho a exigir el
cumplimiento, o bien la resolución del contrato.

Sin embargo, la ley autoriza al mutuante a no hacer esa entrega en los casos en
que, luego del contrato, hayan cambiado la situación del mutuario de que hagan
incierta la posibilidad de la restitución. Por ejemplo, en el caso de que haya
sospechas ciertas del cambio de fortuna del mutuario.

Responsabilidad por mala calidad o vicios de la cosa: según el art. 1.530 del
Código, el mutuante es responsable de los perjuicios que sufra el mutuario por la
mala calidad o vicios de la cosa prestada; por ejemplo, si el vino estaba agriado o
los granos en malas condiciones (ello cuando la cosa prestada no se tratare de
dinero).

En el préstamo gratuito, el mutuante sólo es responsable cuando ha habido mala


fe, esto es, cuando, conociendo los defectos o vicios de la cosa, se los ocultó al
mutuario. Pero si es oneroso, responde también por los vicios cuya existencia
ignoraba.
Son obligaciones del mutuario:
La restitución de las cosas: la obligación principal del mutuario es la restitución de
igual cantidad de cosas de la misma calidad y especie que las entregadas. Debe
restituirlas dentro del plazo convenido en el contrato. Si no existiera plazo, debe
restituirlo dentro de los 10 días de ser requerido por el mutuante.

También debe cumplir con el pago de los intereses convenidos. De lo contrario,


esa falta de pago le permite al mutuante resolver el contrato con la consecuencia
derivada de ello, es decir, requerir la devolución de lo prestado más los intereses
hasta que se concrete la restitución.

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6.6 DEPÓSITO
CONCEPTO
ARTICULO 1356.-Definición. Hay contrato de depósito cuando una parte se obliga a
recibir de otra una cosa con la obligación de custodiarla y restituirla con sus frutos. La
onerosidad pasa a configurar el régimen general del contrato de depósito.

CARACTERES:

 En principio oneroso
 Bilateral
 Consensual
 Es un acto de confianza
OBLIGACIONES DEL DEPOSITARIO:

La guarda de la cosa como obligación primordial: el depositario debe “poner en la


guardar de la cosa la diligencia que usa para sus cosas”. Asimismo, se agrega
otro estándar de valoración, que corresponde a la profesión del depositario.

La prohibición del uso de la cosa, ya que el depositario tiene sólo la guarda: esto
significa que no puede usar las cosas (sin el permiso del depositante) y debe
restituirlas, con sus frutos, cuando le sea requerido. Esta prohibición de uso de la
cosa es lo que diferencia en mayor medida al contrato de depósito del comodato.
La restitución de la cosa hecha por el depositario al depositante: la misma debe
restituirse, en el lugar en el que debía ser custodiada, al depositante o a la
persona que éste indique.
¿Cuándo? Puede convenirse un plazo, en cuyo caso el depositario debe hacerlo a
su vencimiento. El plazo se entiende en beneficio del depositante, ya que en el
contrato de depósito es preeminente el interés del depositante, lo que le permite a
éste reclamar la restitución en cualquier momento. Tal como señala Pita, “se le
confiere al depositante una facultad de restitución ad nutum, no querida de
invocación de justa causa, ni susceptible de generar, como regla, responsabilidad
para quien la ejercita” (2014, p. 294).
Ahora bien, cuando el depósito es gratuito, se entiende que el depositario puede
exigirle al depositante, en todo tiempo, que reciba la cosa depositada. Esto es
lógico, porque, siendo el contrato gratuito, el depósito se hace como una suerte
de cortesía.
SERÁN OBLIGACIONES DEL DEPOSITANTE:
El pago de la remuneración: cuando el depósito es oneroso, lo que constituye la
regla, pactada para todo el plazo del contrato.
El pago de los gastos: cuando, para conservar la cosa, deban hacerse gastos
extraordinarios, éstos son a cargo del depositante. El depositario debe avisarle al
depositante sobre la situación que generan estos gastos y afrontar aquellos
gastos que no puedan demorarse. Luego, el depositante debe restituirlos.
La pérdida de la cosa: si la cosa depositada perece, y no hay culpa del depositario
en dicha situación, entonces la pérdida es soportada por el depositante.

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DEPÓSITO IRREGULAR:
ARTICULO 1367.-Efectos. Si se entrega una cantidad de cosas fungibles, que
no se encuentra en saco cerrado, se transmite el dominio de las cosas aunque
el depositante no haya autorizado su uso o lo haya prohibido. El depositario
debe restituir la misma calidad y cantidad.
Si se entrega una cantidad de cosas fungibles, y el depositario tiene la facultad
de servirse de ellas, se aplican las reglas del mutuo.

Es importante remarcar que es el carácter de cosas fungibles (entendida esta


peculiaridad como la capacidad de sustitución) lo que le da al contrato el rasgo de
irregular.
Cuando se trata de la entrega de cantidad de cosas fungibles teniendo el
depositario la facultad de servirse de ellas, se las sujeta a las reglas del mutuo.
Conforme lo señala Pita (2014), “la referencia a cosas fungibles incluye al dinero y
a todas aquellas que equivalen a otras de la misma especie, con el consecuente
poder de sustitución conferido al accipiens al momento de cumplir con su deber
de restitución” (2014, p. 303). Por ejemplo, productos agrícola- ganaderos, bienes
producidos en serie, etc.
Al respecto, comenta, además, el citado autor que en la norma,

(…) el depósito irregular constituye la modalidad en la que su objeto consiste en


cosas fungibles, no individualizadas. Como necesaria derivación de esa calidad
de la cosa, se produce la transmisión del dominio al depositario y la obligación de
restituir no será ya sobre la misma cosa-como en el depósito regular- sino de
cosas de la misma cantidad y calidad. (Pita, 2014, p. 301).

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EL DEPÓSITO NECESARIO
ARTICULO 1368.-Definición. Es depósito necesario aquel en que el depositante no
puede elegir la persona del depositario por un acontecimiento que lo somete a una
necesidad imperiosa, y el de los efectos introducidos en los hoteles por los viajeros.

Este contrato supone, por una parte, que el depositante no puede elegir a la
persona del depositario, y, por otra, que esta falta de elección se debe a un
acontecimiento que lo somete a una necesidad imperiosa. Es importante no
confundir esto con la falta de consentimiento para la contratación, que debe estar
presente, pues se trata de un contrato.
Solo media una restricción a la libertad contractual-en su acepción primaria, como
decisión de contratar o no y de elegir con quien hacerlo- tal como puede
verificarse en otras modalidades de la contratación moderna (así en los contratos
celebrados por adhesión a cláusulas generales predispuestas). (Pita, 2014. p.
306).

Nos referimos a casos de gravedad que le impidan al contratante elegir al


depositario (ejemplos: incendio, desastre natural, ruina, saqueo etc.) El problema
de si ha existido o no necesidad imperiosa de hacer el depósito es cuestión que
queda librada a la prudente apreciación judicial.
Por otra parte, el Código se refiere al depósito necesario para caracterizar el caso
de la introducción de efectos y equipajes hecha por el viajero en un hotel o
posada. Las normas se aplican a los hospitales, sanatorios, casas de salud y
deporte, restaurantes, garajes, lugares y playas de estacionamiento y otros
establecimientos similares, que presten sus servicios a título oneroso. Ello es
relevante, pues la ley ha agravado considerablemente la situación del depositario.
A saber, se regula expresamente la responsabilidad del hotelero por los daños y
pérdidas sufridos en los efectos introducidos en el hotel; el vehículo guardado en
el establecimiento, en garajes u otros lugares adecuados puestos a disposición
del viajero por el hotelero. Es importante tener en cuenta que estas normas sólo
dan respuesta a los casos de responsabilidad por daños sufridos en los efectos
introducidos por el viajero, pero deben integrarse con el resto del ordenamiento y
especialmente con las normas de la Ley de defensa del consumidor.

Algunas eximentes y limitaciones de responsabilidad:


a) El hotelero no responde si los daños o pérdidas son causados por
caso fortuito o fuerza mayor ajena a la actividad hotelera. Tampoco responde por
las cosas dejadas en los vehículos de los viajeros.
b) Los viajeros que lleven consigo efectos de valor superior al que
ordinariamente llevan los pasajeros, deben hacerlo saber al hotelero, y guardarlos
en las cajas de seguridad que se encuentren a su disposición en el
establecimiento. En este caso, la responsabilidad del hotelero se limita al valor
declarado de los efectos depositados. Si los efectos de los pasajeros son
excesivamente valiosos en relación con la importancia del establecimiento, o su
guarda causa molestias extraordinarias, los hoteleros pueden negarse a recibirlos.
Excepto en esos casos, toda cláusula que excluya o limite la responsabilidad del
hotelero se tiene por no escrita.

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Preguntas DERECHO PRIVADO III

Sub Eje Nº 1

1. Definir Contrato según nuestro Ordenamiento Jurídico. ¿Cuál es su naturaleza Jurídica?


2. ¿Cuáles son los elementos Esenciales del Contrato? ¿Los naturales? ¿Y los accidentales?
3. ¿Cuál es el principio rector en materia contractual?
4. ¿Qué es el principio de la Autonomía de la Voluntad? ¿Qué limites tiene?
5. ¿Qué es la Fuerza Obligatoria del Contrato?
6. ¿Cuáles son los contratos celebrados por adhesión? ¿Cómo es el régimen protector que
establece el código?
7. ¿Qué es una relación de consumo? ¿Quién es consumidor según nuestro Código? ¿Cuándo
hay contrato de consumo?
8. ¿Cuáles son los contratos Bilaterales? ¿Y los unilaterales?
9. Distinguir entre contratos Onerosos y Gratuitos y Conmutativos y Aleatorios
10. ¿Qué es la Oferta? ¿Qué requisitos tiene? ¿Se puede retractar de la oferta? ¿Puede
caducar?
11. ¿Qué es la Aceptación?
12. ¿Cuándo hay contratos entre Presentes y cuando entre Ausentes?

Sub Eje Nº 2

1. ¿Qué es la capacidad para contratar? ¿Quiénes son los Incapaces para contratar según
nuestro ordenamiento jurídico?
2. ¿Qué inhabilidades para contratar enumera el Código? ¿Qué efectos produce el acto dictado
por una persona incapaz?
3. ¿Qué es la Representación? ¿Qué clases de representación hay? ¿Qué efectos produce?
4. ¿Qué es el Poder? Diferenciar entre exceso y abuso de poder. Ejemplifique.
5. ¿Qué es el Objeto del Contrato? ¿Qué requisitos tiene que tener? ¿Qué puede ser objeto de
los contratos y que no? ¿Las cosas futuras pueden serlo? ¿y las cosas ajenas?
6. ¿Qué es la Causas del Contrato? ¿Cuál es la Causa que reconoce nuestro Código Civil y
Comercial?
7. ¿Qué es la Forma del Contrato? ¿Cómo podemos clasificar las formas? ¿Cuáles son los
contratos formales y los no formales?
8. ¿Qué es la Prueba contractual? ¿Cómo se prueban los contratos formales? ¿Qué es el
principio de prueba por escrito?

Sub Eje Nº 3

1. ¿Qué se entiende por Suspensión de Incumplimiento? ¿En qué contratos procede? ¿Qué
efectos produce?
2. ¿Qué es la Tutela Preventiva?
3. ¿Qué es la Obligación de Saneamiento? ¿Qué obligaciones se encuentran incluidas?
¿Quiénes son los sujetos responsables? ¿Puede ser ampliada esta garantía?
4. ¿Qué es la Responsabilidad por Daños? ¿En qué casos procede?
5. ¿Qué es la evicción? ¿Qué obligaciones quedan incluidas? ¿En qué casos se excluye esta
obligación?

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6. ¿Qué son los Vicios Redhibiditorios? ¿Qué requisitos tiene? ¿Qué son los vicios ocultos?
¿Cómo está regulado en nuestro código Civil y Comercial? ¿Cuál es el pazo de caducidad
para poder solicitarlo?

Sub Eje Nº 4

1. ¿Qué es la Frustración del Contrato? ¿Qué elemento esencial del contrato se vería
afectado? ¿Qué requisitos tiene para su procedencia?
2. ¿Qué es la teoría de la imprevisión? ¿En qué contratos procede? ¿Cuál es el motivo por el
cual puede solicitarse? ¿Qué puede hacer el perjudicado? ¿Qué requisitos requiere?
3. ¿Qué es la lesión contractual? ¿Cuáles son los requisitos? ¿Qué acciones tiene el
lesionado?
4. ¿Qué es la Rescisión Bilateral? ¿Qué es la Rescisión Unilateral? ¿Qué es la Revocación?
¿y la Resolución? Explique brevemente la diferencia entre cada una de estas.
5. ¿Qué es la clausula resolutoria? ¿Cómo puede ser? Diferenciar la expresa de la implícita.

Sub Eje Nº 5

1. ¿Cuándo hay compra venta? ¿Qué caracteres tiene? ¿Con que contrato se lo puede
asemejar?
2. ¿Cuáles son los requisitos esenciales del contrato de compraventa? ¿Qué puede ser
objeto del contrato de compraventa? ¿Qué establece el código sobre el Precio? ¿Cuáles
son las modalidades especiales establecidas en el código?
3. ¿Qué es le Retroventa? ¿Y la reventa? ¿y el pacto de preferencia? ¿Cuál es el plazo
máximo establecido para estas?
4. Enumerar las obligaciones de las partes.
5. ¿Qué es el Boleto de Compra venta?
6. ¿Cuándo hay Cesión de Derechos? ¿Qué clases de Cesión existen? ¿Qué caracteres
tiene este contrato? ¿Cuáles son las partes del contrato?
7. ¿Qué derechos pueden ser cedidos?
8. ¿Qué Efectos produce respecto de terceros? ¿Qué acciones tienen las partes? ¿Cuál es la
garantía y el límite de la cesión?
9. ¿Cuándo hay cesión de Deudas? ¿Cuáles son las partes? ¿Qué requisito tiene? ¿Qué
efectos produce?
10. ¿Qué es la cesión de posición contractual? ¿Qué efectos produce?
11. ¿Cuándo hay Locación de cosas? ¿Qué caracteres tiene este contrato?
12. ¿Cuáles son los plazos máximos establecidos por la ley? ¿y los mínimos? ¿Existe alguna
excepción a este mínimo?
13. ¿Cuáles son las principales obligaciones del Locador? ¿y del locatario?
14. ¿Cómo es el régimen de mejoras que prevé nuestro código?
15. ¿Cuáles son los modos de conclusión de la locación?
16. ¿Puede el locatario extinguir unilateralmente el contrato de locación? ¿en qué casos?
¿Qué requisitos debe cumplir? ¿Cuáles son los efectos?
17. ¿Cuándo hay contrato de Obra y de Servicio? ¿Cuáles son las partes del contrato?
¿Qué caracteres tiene este contrato?
18. ¿Qué diferencia hay entre el contrato de Locación de Obra y el de Servicio?
19. ¿Cuáles son los sistemas de contratación existentes?
20. ¿Cuál es el Régimen de responsabilidad del contratista?

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Sub Eje Nº 6

1. ¿Qué es el Mandato? ¿Cuáles son las partes? ¿Qué dice el Código en lo referido a la
capacidad de las partes? ¿Qué caracteres tiene este contrato?
2. Diferenciar entre Mandato con representación y sin representación
3. ¿Cuáles son los derechos y obligaciones de las partes?
4. El mandato ¿Puede ser irrevocable? ¿Qué requisitos deben darse?
5. ¿Cuáles son las causales de extinción del contrato?
6. ¿Cuándo hay contrato de Fianza? ¿Cuáles son las partes del contrato? ¿Cuáles son los
caracteres del contrato?
7. Diferencia entre fianza simple y fianza solidaria
8. ¿Qué es el Beneficio de Excusión? ¿y el de División?
9. ¿Qué efectos produce entre Acreedor y Fiador? ¿Y entre Fiador y Deudor?
10. ¿Qué es la Donación? ¿Cuáles son las partes del contrato? ¿Qué caracteres tiene?
11. ¿Cuáles son las formalidades de la Donación?
12. ¿Cuáles son las obligaciones de las partes?
13. ¿Cuáles son las Donaciones Remuneratorias? ¿Y las con cargo?
14. ¿Puede revocarse una donación? ¿Por qué? ¿Cuáles son las causales?
15. ¿Cuándo hay Comodato? ¿Cuáles son las partes del contrato? ¿Cuáles son los
caracteres del contrato?
16. ¿Qué obligaciones tienen las partes?
17. ¿Qué diferencia encuentra con el contrato de Locación? ¿Y con el Mutuo? ¿Y el depósito?
18. ¿Cuándo hay contrato de Mutuo? ¿Cuáles son las partes del contrato? ¿Cuáles son los
caracteres del contrato?
19. ¿Cuáles son las obligaciones de las partes?
20. ¿Cuándo hay contrato de Depósito? ¿Cuáles son las partes del contrato? ¿Cuáles son los
caracteres del contrato?
21. ¿Cuáles son las obligaciones de las partes?
22. ¿Cuál es el Deposito Irregular? ¿Y el depósito Necesario?

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Juan González de 21 años de edad, oriundo de la Provincia de Salta, decide venir
a Córdoba a estudiar la carrera de contador público. A los fines de instalarse en la
provincia, el día 23 de Febrero de 2013 celebra contrato de locación, sobre el
inmueble situado en Avenida Gral. Paz al 1500, con su propietaria la Sra. Irma
Rodríguez de 57 años de edad. Comenzando con la ejecución del mismo en el
mes siguiente. Se estipula en el contrato un plazo de vigencia de 14 meses,
contados a partir del mes de Marzo de 2013. Así también en relación al pago de la
renta mensual se acuerda que los pagos serán del 1 al 10 de cada mes y en una
oficina situada en calle Colón al 700 B° Centro de la ciudad de Córdoba, también
de propiedad de la Sra. Rodríguez.
El Sr. González, cumplimentando con lo dispuesto por el contrato de locación,
pagó todos los meses en tiempo y forma en dicho lugar, teniendo en su poder
todos los recibos que así lo acreditan.
En Octubre de 2013, al regresar de una licencia de 2 meses, la Sra. Rodríguez
decide hacer un control de todas las rentas que tiene activas y advierte, en su
sistema de gestión, que le están faltando los dos meses de la propiedad rentada
por el Sr. González, más precisamente los meses de Agosto y Septiembre.
Ante dicho suceso la Sra. Rodríguez, luego de llamar por teléfono al locatario y no
ubicarlo, inicia el juicio de desalojo por falta de pago.

Consignas a resolver:
1) En relación al plazo de vigencia de dicho contrato de locación, ¿pueden
convenir una locación urbana por un plazo de 14 meses? Fundamente su
respuesta. ¿Qué relación establecería usted entre el principio de la autonomía de
la voluntad de las partes y lo establecido por la norma que regula específicamente
estos contratos? Fundamente su respuesta.
2) Ante la falta de ese dinero en su sistema de gestión. ¿Puede la Sra. Rodríguez
iniciar dicha acción judicial? ¿Debe cumplimentar algún requisito previo?
Fundamente su respuesta.
3) Teniendo en cuenta que tiene todos los recibos de pago en su poder, ¿qué vía
procesal tendría el Sr. González en caso que se inicie una acción de PVE
(Preparación de la Vía Ejecutiva) en su contra por adeudar dichos meses? ¿Cuál
es el momento procesal apto para plantear este instituto? Fundamente su
respuesta.

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Manuel Sánchez, de 25 años de edad, quiere comprar su primer vehículo. Por ello,
este fin de semana ha comprado el diario, y en los clasificados una mujer publica
un aviso de venta de su vehículo Volkswagen gol modelo 2012 a un precio de
$60.000,00. Manuel se reúne con la dueña para ver el vehículo, y al observar que
el mismo se encuentra en muy buen estado, decide comprarlo. A los tres días,
Manuel decide llevar a lavar el vehículo y una vez que retira el automotor, los
empleados del lavadero le comentan que en la parte inferior del asiento de atrás
se encuentra roto el tapizado.

Consignas a resolver:

1) ¿Qué tipo de contrato observa en el caso descripto? Especifique y explique


los caracteres del mismo.
2) ¿Considera que el defecto en el tapizado del vehículo constituye un vicio
redhibitorio? Explique y fundamente jurídicamente.
3) La inscripción del vehículo en el registro del automotor pertinente ¿es
declarativa o constitutiva? Explique y fundamente jurídicamente.
4) ¿Existe alguna diferencia entre el tratamiento de los vicios en el Código
Civil y Comercial y la Ley de Defensa del Consumidor?

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