Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La canción forma parte del día a día de las personas y pertenece a las ceremonias más
viejas de la raza humana. Aunque no queda claro su origen, los antropólogos piensan
que poseía una intencionalidad relacionada con la religión en varias comunidades
prehistóricas. Melodías y canciones que unían al conjunto cerca de una hoguera y
transmitían emociones, sentimientos y alianza entre las personas. Milenios luego, la
melodía todavía es uno de los puntos culturales más incluidos en el día a día de las
comunidades modernas: suena en las radios, de fondo en los centros comerciales,
asistimos a conciertos, etcétera.
Aprender el entorno social, los símbolos y la interacción del sujeto con la magnitud
cultural de la melodía es labor de la sociología de la melodía. Esta representación
artística constituye un hecho social, arraigado en la colectividad humana y que forma
parte del engranaje de la sociedad.
En el planeta occidental la canción tiene sus raíces en la Grecia vieja donde la canción
surge como un fenómeno ligado a la necesidad de las personas de comunicar
sentimientos y experiencias. La canción coral era el componente insustituible en la
enseñanza de los adolescentes espartanos y era un componente importante en las
tragedias griegas.
Era un tiempo en la que predominan los recursos rítmicos sobre los melódicos y la voz
humana poseía una clara primacía sobre las herramientas. Éstos eran pocos y no
bastante distintos; no obstante, se conocían ya artefactos de aire, como la flauta de Pan,
y de cuerda como las cítaras o arpas. El arte de la melodía es el que más cercano se
encuentra de las lágrimas y los recuerdos. Los griegos además fueron los primeros en
imaginar, durante el siglo VI a.C., un sistema de notación subjetivamente conciso, que
empleaba como signos las letras y números de un ABC arcaico, rectos, invertidos o
inclinados, según respondieran al ruido natural, a un semitono o a la altura de un cuarto
de tono.
La canción griega estaba realizada para perezosos debido a que no se apartó de un jefe
estrófico simplista, o sea: una estrofa que se repetía infinitamente sobre un ritmo y una
música idénticas.