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¿Qué fue la civilización minoica?

La civilización minoica es considerada como la primera civilización europea de la historia,


teniendo presencia durante la Edad de Cobre y la Edad de Bronce. Esta civilización fue durante
siglos un gran potencia, siendo el centro político del Mar Egeo.

Esta cultura no recibe solo el nombre de minoica, sino que dependiendo de la fuente que
consultemos podemos hablar de otras denominaciones, como por ejemplo cretense o egea,
mientras que sus ciudadanos eran llamados keftiu, siendo su traducción algo parecido a
“hombres de las islas”.

Debemos situar a la civilización minoica en la isla de Creta, al sur de mar Egeo, y al sureste de
Grecia. Por ello se encuentra en una zona privilegiada, situada entre tres continentes, lo cual
era un gran valor para el comercio, poseyendo una situación inmejorable para negociar con los
estados de los tres continentes.

Algunas de sus características son las siguientes:

Los cretenses eran grandes navegantes y comerciantes. Comerciaban con los egipcios y con los
habitantes de otras islas del mar Egeo. Su gran variedad de socios comerciales se debía a su
genial posición geográfica, que les permitía unas buenas comunicaciones con otros muchos
estados.

Comerciaban principalmente con cerámica, siendo esto uno de los elementos que ha llegado
hasta nuestro días. Otros elementos con los que comerciaban eran joyas de oro y bronce.

Su escritura comenzó siendo jeroglífica, pero con el paso del tiempo fue evolucionando hasta
convertirse en la Lineal A, una lengua silábica. Esta lengua más tarde sería modificada por los
micénicos, creando la Lineal B, la cual evolucionaría en los primeros dialectos del griego.

Tuvieron un gran desarrollo cultural, evolucionando la música de la época, y creando la lira.

La religión minoica era muy especial, estando muy basada en dioses de la vegetación, los
cuales tenían ciclos de muerte y renacimiento. Sus principales dioses eran de género
femenino, por lo que se le reconoce como un panteón matriarcal.

Su panteón fue influyente para los griegos posteriores, existiendo en la religión minoica dioses
que luego fueron griegos, como por ejemplo Zeus y Deméter.

Uno de los elementos más famosos de la cultura minoica eran los palacios, siendo algunos de
ellos únicos para la época. Algunos importantes palacios fueron el de Festos y el Malia, aunque
el más famoso es el de Cnosos.
IDIOMA

El idioma eteocretense o minoico es una lengua aislada, preindoeuropea no descifrada,


hablado por los minoicos sin guarda ninguna relación con el griego.

Su escritura fue, en un principio, de forma jeroglífica, empleada según los descubrimientos


actuales entre los años 1900 a. C. - 1700 a. C. Posteriormente este sistema de escritura
evoluciona hacia una escritura fonética, denominada silábica Lineal A (1700 a. C. - 1450 a. C.)
para notar su lengua (aún no descifrada, pero denominada minoica o eteocretense), que será
tomada y adaptada por los griegos micénicos para escribir el dialecto griego micénico, del
grupo pre-dorio.

RELIGION

Los minoicos parecen haber dado siempre un papel preponderante a las diosas, por lo que a
veces se ha descrito su religión como «matriarcal». Aunque existen pruebas de la existencia de
dioses masculinos, las representaciones de diosas son con mucho las más frecuentes. Mientras
se especula que algunas de estas representaciones de mujeres corresponden a fieles y
sacerdotisas oficiando ceremonias religiosas, otras veces parece que la imagen representa a la
misma deidad en diferentes formas: como Diosa madre de la fertilidad, Señora de los
Animales, protectora de las ciudades, del hogar, de la cosecha, del inframundo etc. Algunos
han afirmado que estos eran aspectos diferentes de una sola Gran Diosa. Destacan en este
sentido las distintas figurillas de mujeres con los pechos descubiertos y con vestidos
acampanados que suelen aparecer agarrando serpientes, lo que se ha interpretado junto con
los pechos descubiertos como símbolo de fertilidad. Muchos expertos apuntan que estas
diosas podrían ser la evolución de las primitivas diosas-madres neolíticas e incluso los
ancestros de las diosas griegas Deméter y Perséfone. Suelen aparecer todas ellas
representadas acompañadas de serpientes, pájaros, amapolas y algún tipo de animal poco
reconocible sobre la cabeza.

El ejemplo por excelencia de gran celebración festiva es la famosa competición atlética del
salto del toro, representada multitud de veces en los frescos de Cnosos
Los símbolos sagrados de los minoicos incluyen el toro y sus cuernos, las labrys (hachas de
doble filo), las columnas, la serpiente, el disco solar y el árbol. Sin embargo, estudios recientes
proponen una interpretación radicalmente diferente a la religiosa para estos símbolos,
sugiriendo que se refieren a la apicultura.

SOCIEDAD

La sociedad micénica parece estar dividida en dos grupos de hombres libres: el entorno del
rey, que se ocupa de la administración del palacio y el pueblo, el da-mo (demos), que vive a
nivel local. Este último está gobernado por agentes reales; debe cumplir con trabajos
comunales y pagar impuestos al palacio.

En cuanto a aquellos que evolucionan en el palacio, nos encontramos con altos funcionarios
acomodados, aquellos que probablemente habitan en las grandes casas que se encuentran en
las proximidades de los palacios micénicos, pero también con otras personas ligadas por su
trabajo al palacio, aunque no necesariamente más adinerados que los miembros del da-mo:
artesanos, agricultores, quizás mercaderes.

En lo más bajo de la escala social se encuentran los esclavos. Solo existen testimonios sobre
aquellos que trabajaban para el palacio.

INDUSTRIA

La organización del trabajo artesanal es conocida sobre todo en relación a los palacios. Los
archivos de Pilos muestran un trabajo especializado: cada obrero pertenece a una categoría
precisa y dispone de un lugar específico en las etapas de producción, especialmente en la
textil.
La industria textil es uno de los principales sectores de la economía micénica. Las tablillas de
Cnosos permiten seguir toda la cadena de producción, desde los rebaños de ovejas al
almacenaje de los productos finalizados en los almacenes del palacio, pasando por el teñido, el
reparto de la lana por los diferentes talleres y las condiciones de trabajo en dichos talleres. El
palacio de Pilos cuenta así con unos 550 obreros textiles. En Cnosos llegaban a los 900. Se ha
podido identificar quince especialidades textiles. Además de la lana, el lino es la fibra más
usada.

La industria metalúrgica está bien atestiguada en Pilos, donde se empleaba a 400 obreros en
estos menesteres. Se sabe por las fuentes escritas, que se les distribuía el metal para que
realizaran sus trabajos: como media 3,5 kg de bronce por forjador. Sin embargo, no se sabe
cuál era la remuneración: está misteriosamente ausente de las listas de distribución de
raciones. En Cnosos algunas tablillas atestiguan la fabricación de espadas, pero sin evocar una
auténtica industria.

La industria de la perfumería también está atestiguada. Las tablillas describen la fabricación de


aceites perfumados: con olor a rosa, a salvia, etc. También se sabe por la arqueología que los
talleres dependientes del palacio comprendían otro tipo de artesanos: orfebres, trabajadores
del marfil, talladores, alfareros. También se hacía aceite de oliva. Algunos de estos productos
se dedicaban a la exportación.

Actividad Comercial

Los cretenses fueron extraordinarios comerciantes gracias a la navegación que alcanzo un gran
desarrollo. Comercializaron activamente con los pueblos de las islas vecinas del Mar Egeo. Sus
barcos, favorecidos por el viento, podían llegar en tres días hasta el delta del Rio Nilo. Así se
estableció un intercambio cultural con el Egipto.

Debido a su actividad comercial surgieron ciudades importantes en la Isla de Creta, tales como
Cnossos y Faistos. Los comerciantes de Cnossos navegaban el mas en todas las direcciones,
llevando los productos de la industria insular, especialmente objetos de bronce y cerámica de
brillantes colores.

ARQUITECTURA
Las fortalezas

Las principales villas micénicas están todas fortificadas. Pueden estar situadas sobre una
acrópolis, como Atenas o Tirinto, adosadas a una gran colina como Micenas o frente al mar,
como Gla o Pilos. Además de las ciudadelas, se han encontrado también fortalezas aisladas
que servían sin duda para el control militar del territorio.

Las murallas micénicas son a menudo están construidas de grandes bloques que pueden llegar
a tener hasta ocho metros de espesor, apilados unos sobre otros sin argamasa para unirlas, o
bien, cuando no se dispone de grandes bloques, de grandes piedras encastradas unas en otras.
Diferentes tipos de entradas y salidas fueron empleadas: puerta monumental, rampa de
acceso, puertas secretas o galerías abovedadas para salir en caso de asedio.

Los palacios micénicos

Los palacios micénicos tienen sus más bellos ejemplos en los excavados en Micenas, Tirinto y
Pilos. Son los centros de la administración de los estados micénicos, como lo han demostrado
los archivos encontrados. Desde el punto de vista arquitectónico, son los herederos de los
palacios minoicos, pero también de otras grandes residencias de la Grecia continental del
período Heládico medio.

Están organizados alrededor de un conjunto de patios a las que se abren diversas salas de
diferentes dimensiones, entre las que se encuentran almacenes y talleres, además de zonas de
residencia y representación. El corazón del palacio es el megaron, la sala del trono, organizada
alrededor de un hogar circular rodeado de cuatro columnas, El trono se encontraba
generalmente sobre el lado izquierdo según se entra en la sala. Parece que los edificios solo
tenían una planta.

ARTE
Cerámica

La arqueología ha encontrado gran cantidad de cerámica de época micénica, de estilos muy


diversos: jarras, cántaros, cráteras, jarrones llamados de «copa de cava» por su forma, etc. La
talla de las jarras es muy variable. La producción destinada a la exportación era en general más
lujosa y disponía de decoración pintada muy trabajada, utilizando motivos mitológicos,
guerreros o animales.

Otro tipo de vajilla, de metal (principalmente de bronce) se ha encontrado en cantidades


importantes en los yacimientos micénicos. Las formas en este caso son más bien los trípodes,
barreños o lámparas.

Se han encontrado algunos ejemplos de jarras de loza o de marfil.

Escultura

El periodo micénico no produjo estatuas de gran tamaño. La mayor parte de la escultura del
periodo consiste en estatuillas finas de tierra cocida, encontradas sobre todo en el yacimiento
de Filacopi, pero también en Micenas, Tirinto o Ásine. La mayoría de las estatuillas representa
figuras antropomórficas (aunque también las hay zoomorfas), masculinas o femeninas. Las
figuras están en diferentes posturas: brazos extendidos, elevados hacia el cielo; brazos
plegados sobre las caderas; sentados. Están pintadas, monocromas o polícromas. Su sentido
no está claro, pero parece probable que se trate de objetos votivos, encontrados en contextos
que parecen ser de lugares de culto.

La figura más representativa es la llamada Tríada Divina, que representa a dos diosas y a un
niño, quizás precedentes de Deméter, Perséfone y Triptólemo, divinidades vinculadas a la
fertilidad de los campos. También destaca una imagen de la diosa madre con su hijo en el
regazo.

También son corrientes los ídolos en psi, en fi o en tau, así llamados por su semejanza a estas
letras del alfabeto griego. Se encuentra principalmente en tumbas y en santuarios.
Pintura

La pintura micénica está muy influenciada por la minoica. Se han encontrado algunos frescos
murales en los palacios micénicos. Los temas representados son varios: caza (incluyendo
tauromaquias), combates, procesiones, relatos mitológicos. Otros frescos están formados por
motivos geométricos. Una parte de la cerámica estaba pintada con temas idénticos (véase más
arriba)

INDUMENTARIA

El clima de Creta, templado y húmedo, ha hecho que, a diferencia del caso de Egipto, no se
hayan conservado muestras de ropa, pues el paso del tiempo las ha destruido. Los
conocimientos que tenemos proceden de las estatuillas, de las pinturas en las vasijas y de los
frescos, que aportan pistas, pero no revelan con exactitud la forma de vestir. Las imágenes de
la diosa serpiente proporcionan cierta idea de la indumentaria femenina, y una muestra del
modo de vestir masculino de esa época se puede apreciar en un dibujo del minoico tardío, en
el que se ve a un rey sacerdote de Cnosos con una corona de lirios con tres plumas de color
rosa, púrpura y azul, un cinturón rojo y blanco muy ceñido a la cintura y una falda corta de piel.
La forma de vestir de los minoicos se ajusta a estas proporciones.

PRENDAS FEMENINAS

En las fases iniciales de la civilización cretense, las mujeres utilizaban una prenda corta, que
llegaba hasta los muslos, similar a una falda. Con el tiempo, esta prenda evolucionó hasta
convertirse en un delantal redondeado que se llevaba encima de la falda.

La parte baja de esta prenda primitiva caía a modo de falda con volantes o a capas. Es posible
que llevara debajo aros huecos con junco, madera o metal, razón por la cual quizá pueda
considerarse el primer tipo de miriñaque (estructura para dar vuelo).
El corpiño evolucionó con la colaboración de un chal rígido en torno al cuerpo y ceñido a la
cintura, de modo que se obtenía un cuello que enmarcaba la cabeza y una forma pronunciada
que alzaba el pecho. Este vestido se llevaba a menudo con un tocado acabado en pico.

La falda fue evolucionando haciéndose más elaborada: a menudo presentaba bordados o


motivos decorativos de colores, así como pliegues y volantes.

A finales del minoico medio aparece otra versión del vestido en las figuras de la diosa
serpiente y en frescos de mujeres. El corpiño se ataba con cordones debajo del pecho. Las
mangas llegaban hasta el codo y podían ser ajustadas o abombadas.

El cinturón se ceñía a la cintura y quedaba enrollado y retorcido por encima y por debajo. La
falda era cónica y rígida, y a veces constaba de una serie de capas superpuestas. En esta época
también se llevaba una falda ajustada, estampada y de colores vistosos, que se acompañaba
de un delantal rígido que rodeaba la parte inferior del cuerpo.

Entre las prendas más comunes se encontraban el vestido largo, los delantales, los corpiños,
las faldas tipo culotte. Lujo y elegancia son las dos plabras que mejor resumen la actitud
minoica hacia el vestir en esa época.

PRENDAS MASCULINAS

Los minoicos llevaban faldas cortas, parecidas a las utilizadas en el Egipto predinástico y
cinturones que sujetaban pequeños delantales.

Otra prenda era el taparrabos. Lino, lana, cuero y su forma dependía del tejido.

Algunos se ataban por detrás con una lazada larga y oblicua, y creaba una forma hacia arriba
que parecía la cola de un animal.
La falda corta evolucionó en el período minoico tardío hasta cubrir la mitad del muslo. Estaba
adornada con pesados abalorios y borlas. Al igual que las faldas de las mujeres, las de los
hombres podían estar confeccionada con telas brillantes, decoradas con motivos geométricos.

En las ceremonias, los príncipes, los nobles, los sacerdotes y las sacerdotisas (y a veces las
mujeres de alto rango), utilizaban un vestido largo, o chiton, confeccionado con telas de
colores brillantes. Tenía forma de túnica, y caía desde el cuello hasta la pantorrilla o el tobillo,
los sacerdotes y sacerdotisas llevaban vestidos largos y rígidos, en ocasiones de cuerpo entero
y de tela moteada para imitar la piel de los animales. Para protegerse del frío, se ponían
encima una capa corta o un capote hecho con piel de animal o con lana.

Tras la invasión micénica, los hombres empezaron a utilizar pantalones cortos ajustados, con
borlas decorativas. Este fue el estilo predominante hasta que los dorios invadieron Creta en el
1100 Ac.

CALZADO

Los nobles llevaban zapatos o sandalias en el exterior, pero algunos arqueólogos piensas que
en el interior de las casas iban descalzos. Los hombres llevaban botas de gamuza, o de cuero
blanco o rojo. Las mujeres llevaban botas altas y zapatos de tacón.

TEJIDOS Y COLORES

Los minoicos llevaban pieles de animales, pero hacia el 3000 aC, ya dominaban el arte de tejer
el lino y, un poco más tarde, el de la lana.

El teñido de la tela corría a cargo de profesionales especializados. El bordado constituía una


parte esencial de la indumentaria minoica. Los estampados sencillos, las flores, las hileras de
azafrán, los pájaros y los peces eran motivos comunes, especialmente durante el período
tardío.
JOYERÍA Y ORNAMENTOS

Se descubrieron pocas joyas. La mayoría de los ejemplares proceden de las tumbas, donde
habían sido enterradas junto a sus dueños.

Se representaba a las mujeres minoicas con collares finos y largos, que podían dar hasta tres
vueltas al cuello. Llevaban también anillos, largos pendientes de oro y colgantes. Muchas joyas
del minoico tardío presentan motivos de animales o escenas con personas.

En el minoico medio se utilizaban collares de piedras. Las horquillas se confeccionaban con oro
y cobre. Otros adornos femeninos eran los botones de oro, con formas de hojas y figuras de
animales

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