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Pedro y el lobo, una obra de teatro para niños

Añade o quita algún personaje según tus necesidades. Aquí te ofrecemos un guion que puede ser orientativo,
para que organices a tu gusto una obra de teatro de la fábula de Pedro y el lobo o El pastor mentiroso.

Primer acto de Pedro y el lobo: el aburrimiento de Pedro


Personajes: Pedro, ovejas (serán niños disfrazados) y un árbol (que puede ser interpretado por un niño o
bien decorativo)

Descripción: Pedro es un pastorcito que sale cada mañana a pasear a sus ovejas, pero el día es largo y se
aburre mucho. Se le ocurre una genial idea para entretenerse. ¡Gastará una broma a sus vecinos!

……………………..

Pedro (entra en el escenario seguido de sus ovejas): Venga, ovejitas, que ya llegamos.


Ovejas: Beee… ¡No vayas tan deprisa!
Pedro: Todos los días lo mismo, ¡menudo aburrimiento! Vamos hasta el árbol, el mismo árbol de siempre. Un día y otro día…
¡siempre igual!
(Pedro y las ovejas llegan al árbol. El pastor se sienta y las ovejas se ponen a comer en el prado).
Pedro (mirando al cielo): Una nube… dos nubes… tres nubes… ¡Me aburrooooo!
Oveja 1: No sé por qué Pedro está siempre tan aburrido, con lo bien que se está aquí.
Oveja 2: Ni que lo digas… no sabe valorar las cosas buenas. Pero cuidado, amiga, que el aburrimiento es peligroso y lo mismo se
le ocurre algo que no nos traiga buena fortuna…
Pedro: ¡Ya lo tengo! ¡Menuda buena idea! ¡Qué bien me lo voy a pasar! Ey, ovejitas, se me ocurrió algo para divertirme.
Escuchad (las ovejas se vuelven hacia él): hace días que un lobo anda cerca. Bajaré al pueblo gritando para que todos vengan
hasta aquí. ¡Ja,jaja! ¡Ya veréis la cara que se les queda cuando vean que es mentira, que todo es una broma!
Oveja 1 a oveja 2: Pues no me gusta nada esa gran idea…
Oveja 2: A mí tampoco…
Segundo acto de la obra de teatro Pedro y el lobo: Pedro engaña a sus vecinos
Personajes: Pedro, las ovejas y aldeanos del pueblo.
Descripción: Pedro pone en marcha su broma. Baja al grito de ‘¡Que viene el lobo!’ y sus vecinos acuden a ayudarle. Pero luego
se dan cuenta de que les han engañado.
……………..
Pedro: Allá voyyyy… (Pedro se pone a correr de un lado a otro del escenario)… ¡Que viene el lobooooo! ¡Que viene el loboooo!
Entran en escenario unos cuantos aldeanos con palos:
Aldeanos: ¿Pero qué pasa? ¿Quién grita así?
Pedro: ¡El lobo! ¡Que viene el lobooo!
Aldeano 1: ¿Y dónde está? ¡Nosotros te ayudaremos!
Aldeano 2: ¡Dejádmelo a mí! ¡Este lobo no se comerá ni una oveja!
Pedro (riéndose): ¡Ja, ja, ja! ¡Que era una broma! ¡No ha venido el lobo! ¡Ja, ja, ja! 
Aldeano 1: ¿Cómo dices?
Aldeano 2: ¿Una broma? ¡Será posible! ¡Menudo susto nos has dado!
Aldeano 3: ¡Ya ves! ¡Yo estaba durmiendo y me despertó!
(Los aldeanos se van enfadados)
Pedro (a sus ovejas): ¿Habéis visto qué fácil era? Pues esperamos un poco y volvemos a la carga… ¡Ya veréis sus caras!
Tercer acto de Pedro y el lobo: Pedro vuelve a engañar a los aldeanos
Personajes: Pedro, sus ovejas y los aldeanos.
Descripción: Pedro repite su broma otra vez, y sus vecinos se hartan y deciden no hacerle caso más. (A la hora de representar la
obra, siempre se puede añadir en la broma alguna vez más, si se necesita más larga).
……………..
Pedro: Mirad, mirad, ovejitas, ¡ya veréis!
Ovejas: ¡La que se viene encima!
Pedro (corriendo por todo el escenario): ¡Que viene el lobo! ¡Que viene! ¡Que viene el loboooo!
Aldeanos (entran de nuevo con palos): ¿Dónde?, ¿dónde?
Pedro: ¡El lobo! ¡El lobo!
Aldeano 1: ¡Dejádmelo a mí! ¿Pero dónde está?
Pedro: ¡Ja, ja, ja! ¡Qué inocentes! ¡Habéis caído otra vez en la broma! 
Aldeano 2: ¡Ya está bien, muchacho! ¡Ni una más! ¡Otra vez nos engañaste!
Aldeano 3: ¡Menudo mentirosos! ¡A mí ya no me engañas más!
Aldeano 1: ¡Ni a mí!
Pedro: Hay que ver cómo os ponéis por una bromita de nada…
(Los aldeanos se retiran y Pedro se sienta de nuevo junto al árbol)
Pedro (a sus ovejas): Bueno, ya me divertí un rato. Ahora me echaré una buena siesta…
Ovejas: ¡La que se viene encima!
Última escena: viene el lobo
Personajes: Pedro, las ovejas y el lobo
Descripción: El lobo al ver que Pedro duerme, se acerca y comienza a perseguir a las ovejas. Pedro pide ayuda, pero nadie sale a
su encuentro. Entonces se da cuenta del mal que hizo.
…………….
Oveja 1: No me gusta nada este silencio…
La oveja 2: Ni a mí…
(Entra en escena el lobo muy despacito)
Lobo: ¡Estoy de suerte! El pastor durmiendo y las ovejas bien gorditas… ¡Es mi día!
Oveja 1: ¡Corre, amiga, que viene el lobo!
(Las ovejas comienzan a correr por el escenario y el lobo se pone a correr detrás de ellas)
Lobo: ¡No corráis tanto! ¡Venid, ovejitas, que no os quiero hacer daño!
Ovejas: ¡Sí, sí, seguro! Beeeeeee
(Pedro se despierta)
Pedro: Pero, ¿qué ocurre? ¿Qué escándalo es este? ¡Ahí va! ¡El lobo! ¡Vecinos, el loboooo! ¡Que ha venido el lobooo!
(Pedro comienza a correr también por el escenario gritando)
Pedro: Pero, ¿por qué no viene nadie? ¡Que ha venido el lobooo!
(Pedro se para en mitad del escenario mientras las ovejas salen corriendo perseguidas por el lobo)
Pedro: ¡Nadie me cree ya! ¡Qué desgracia más grande! Por mis mentiras me quedé solo y sin ovejas… Si ya lo dijo Esopo hace
años: ‘Nadie creerá a un mentiroso aunque diga la verdad’.
(Pedro sale del escenario cabizbajo)
Fin
‘El señor, el niño y el burro’ en obra de teatro para niños
Aquí tienes una adaptación del famoso cuento que habla de la necesidad de labrarnos una buena
autoestima para hacer frente a las opiniones ajenas. Ya sabes que puedes adaptar la obra dependiendo de los
participantes con los que cuentes. Siempre puedes incluir algún niño más si lo necesitas.

La obra de teatro es muy divertida e incluye un claro mensaje para todos: no te dejes influir por las
opiniones de los demás y haz lo que tú de verdad creas conveniente.

Primer acto de ‘El señor, el niño y el burro’ en obra de teatro para niños
Descripción: Un hombre vuelve del trabajo junto a su hijo. Llevan con ellos además un burro que el hombre
suele utilizar para cargar leña.
Personajes: El señor, el hijo y un burro (el burro puede hacerse con el palo de una escoba). Un grupo de
aldeanos (pueden ser dos o más dependiendo de los niños que participen).
SEÑOR: Ay, hijo, ¡qué cansado estoy de tanto cortar leña! Creo que me subiré al burro para volver a casa, y
ya volveremos mañana a por la leña.
NIÑO: Claro, papá. Sube, que yo te ayudo.
(El señor se sube en el burro-escoba y comienzan a caminar)
SEÑOR: Vamos por este camino, que seguro que encontramos gente y será más entretenido.
(Aparece un grupo de niños que hacen de personas que esperan en el camino).
ALDEANO 1: Uy, fijaros bien… ¿No va el señor todo cómodo en el burro y el pobre niño andando a su
lado? ¡Con el calor que hace!
ALDEANO 2: ¡Menudo caradura! Seguro que el pobre niño llega reventado a casa… ¡Si le habrá obligado
a trabajar y todo!
(El señor y el niño llegan hasta donde está el grupo de aldeanos)
SEÑOR: ¡Buen día!
ALDEANO 1: Sí, buen día tiene usted, porque al muchacho le lleva con la lengua afuera.
ALDEANO 2: Pobre criatura…
SEÑOR: Bueno, tampoco creo que esté tan cansado, pero… Anda, ya me bajo yo del burro. Sube, hijo.
NIÑO: No hace falta, pero gracias, papá, subiré.
(El niño hace como que sube al burro y comienzan a andar de nuevo. El padre junto a él, andando)
SEÑOR: ¡Ay qué ver qué vergüenza he pasado! Y todo por subir un rato al borrico…

Segundo acto de la obra de teatro ‘El señor, el niño y el burro’


Descripción: El niño va subido en el burro y su padre andando junto a él, pero pasan cerca de otro grupo de
personas que increpan la actitud del niño.
Personajes: El señor, el niño y el burro y otro grupo de aldeanos.
(Aparece en escenario otro grupo de niños que hacen de nuevo de aldeanos)
ALDEANO 3: ¡Pero bueno! ¿Veis lo mismo que yo!
ALDEANO 4: Vaya que si lo vemos… ¡Menudo niño malcriado! Él tan pancho encima del borrico y su
pobre padre andando, con lo cansado que debe de estar después de trabajar tanto…
(El niño y su padre llegan hasta donde está el grupo de aldeanos)
NIÑO: ¡Buenos días!
ALDEANO 3: Anda, que te quedarás a gusto… Que tienes a tu padre al pobre andando en medio de la
solana y tú descansadito.
ALDEANO 4: Esta juventud ya ha perdido el respeto…
SEÑOR: Bueno, no es para tanto, pero sí, mejor baja del burro, hijo.
(El niño hace como que baja del borrico. Los dos caminan tras el animal y se alejan)

Tercer acto de ‘El señor, el niño y el burro’ en obra de teatro para niños
Descripción: El señor y el niño caminan detrás del burro y se encuentran con unos aldeanos que les
recriminan esa actitud.
Personajes: El señor, el niño, el burro y unos aldeanos.
(Aparecen un grupo de niños que harán de nuevo de aldeanos)
ALDEANO 5: ¿Será posible? ¿No van ese par de tontos andando y el borrico más fresco que una lechuga?
ALDEANO 6: ¡Si es que en este mundo tiene que haber de todo…!
(El señor y el niño llegan arrastrando al borrico junto a los aldeanos)
SEÑOR: ¡Buenos días, buena gente!
ALDEANO 5 (riendo): ¡Quien parece que tiene buen día es el borrico! Míralo qué bien va mientras
vosotros os cansáis de andar por el camino.
ALDEANO 6: Vamos, que si fuera mío el burro, le iba dejar yo tan desaprovechado…
(El señor mira a su hijo y se encoge de hombros)
SEÑOR: Bueno, pues no se hable más, nos subimos al burro los dos.
(El padre y el niño se suben al burro y se alejan)

Último acto de la obra de teatro para niños


Descripción: El señor y el niño ahora van subidos al borrico. Se cruzan con otros aldeanos que les
reprochan esta actitud porque piensan que el animal estará sufriendo.
Personajes: El señor, el niño, el burro y otros aldeanos.
(Aparece otro grupo de niños que hacen de nuevos aldeanos)
ALDEANO 7: ¿Qué es eso que se ve a lo lejos? Anda, Filemón, ponte las gafas y me dices qué ves…
ALDEANO 8: Pues parece un borrico, Gertrudis.. pero espera… va alguien muy grande encima… uy, no, si
son dos personas.
ALDEANO 9: Un señor y un niño encima del pobre borrico. ¡Menudos desalmados! ¡Pobre animal!
(El señor y el niño llegan hasta donde están los aldeanos)
SEÑOR: Buen día.
ALDEANO 7: No, si para vosotros el día va a ser fantástico, pero para el pobre borrico…
ALDEANO 8: Lo mismo le rompéis un par de costillas. Pobre animal…
ALDEANO 9: Qué poca sensibilidad, oye…
SEÑOR: No. si nosotros no queríamos hacer daño al burro…
(Los dos se alejan un poco. El grupo de aldeanos sale del escenario. Y una vez que están padre e hijo en el
centro del escenario, el hombre se encoge de hombros y dice):
SEÑOR: ¿Ves como nunca hay que hacer caso a lo que digan otros, hijo?
(El señor y el hijo se alejan con el borrico y salen del escenario)
(Guión teatral escrito por Estefanía Esteban)

La obra de teatro ‘El zapatero y las brujas’


Esta obra de teatro, ‘El zapatero y las brujas’, está pensada en principio para cuatro personajes, pero
recuerda que siempre se puede añadir alguno más. La obra narra las peripecias de un zapatero que insiste en
desenmascarar a unas astutas brujas y recuperar sus zapatos robados. Es una obra que puede ser usada como
cuento, con un marcado toque humorístico.

Ya sabes que aunque en la obra aparezcan solo cuatro personajes, puedes añadir alguno más. Por ejemplo,
en lugar de dos brujas, pueden ser cuatro. O algún niño puede hacer de árbol o matorral e inventar una frase
para él.

Primer acto de la obra de teatro infantil ‘El zapatero y las


brujas’
Descripción del comienzo del Zapatero y las brujas: Se abre el telón y aparece un bosque oscuro y
tenebroso, con una música de misterio de fondo o sonido de una tormenta.

Personajes: El zapatero y su amigo Andrés.

……………………..

El zapatero y Andrés van de un lado a otro del escenario, sin decir nada. Y de pronto en una de sus vueltas,
se quedan en medio del escenario.

Zapatero: Y dime, Andrés… ¿qué hacemos aquí? ¡¡Está a punto de caer una buena tormenta!!
Andrés: Ya te lo he dicho: aquí las verás.
Zapatero: ¿A las brujas?
Andrés: A esas mismas. Las que te roban los zapatos, por cierto.
Zapatero: Ay, ¡qué bribonas! ¿Y para qué querrán mis zapatos?
Andrés: Vete tú a saber. Igual los transforman en dragones o en ogros.
Zapatero: ¡Oh, no! ¡pobres zapatos! … ¿Y dices que vienen ahora?
Andrés: Ahora mismo, verdad verdadera. Pero yo me voy.
Zapatero: ¿Y por qué te vas?
Andrés: Porque a mí las brujas me dan miedo.
Zapatero: Pues me dejas solo. ¡Menudo pastel!
(Andrés se va y el Zapatero se queda solo en el escenario).
Zapatero: Se escuchan ruidos. ¡Van a ser ellas! Mejor será que me esconda antes de que me vean.
(El zapatero se esconde tras un matorral o un árbol)

Segundo acto de la obra El zapatero y las brujas: llegan


las brujas
Descripción: Dos brujas llegarán con una botella misteriosa. Beben de ella y les pasa cosas asombrosas, así
que el Zapatero también quiere probar… se transformará… ¡en bruja Zapata!
Personajes: Dos brujas y el zapatero (El personaje de Zapata lo puede interpretar otro niño o niña si
necesitas añadir más personajes).
………………..
(Entra una bruja con una botella en la mano, perseguida por otra. El zapatero continúa escondido y
observando todo).
Bruja 2 (que persigue a Bruja 1): ¡Dame la botella! ¡Es mía! Ni se te ocurra beber de mi brebaje mágico…
Bruja 1: Pues mira si bebo: glub, glub, glub (La bruja hace el ruido de beber de la botella. En cuanto
termina, empieza a correr por todo el escenario muy rápido). Eh… ¡soy tan rápida como el viento!
Bruja 2: Te dije que no bebieras. Y da gracias, que podía haberte convertido en una lagartija o peor… ¡en
un moco con patas!
Bruja 1: ¿En un moco? Pues verás tú cuando te transforme en una vaca con antenas…
Bruja 2: Pues devuélveme la botella y las dos en paz.
Pinocho – Adaptación del cuento a Obra de teatro corta

Una obra de teatro que repasa los momentos más icónicos de las aventuras de Pinocho vistas en
la película de Disney de 1940, como sus escapadas del colegio, la visita al circo y cuando son
tragados junto a su padre por la enorme ballena.

Titulo de la obra: Pinocho
Autor:  Carlo Lorenzini
 Obra de 6 personajes

 Pinocho
 Personajes:

 Narrador
 Geppetto
 Pinocho
 Pepe grillo
 Hada azul
 Zorro

 ACTO I – El nacimiento de Pinocho


Narrador: Había una vez, un dulce viejecillo carpintero llamado Geppetto, que gustaba de
elaborar juguetes y muñecos de madera, con dulce amor y soñando que eran juguetes para un
hijo suyo, hijo que nunca tuvo. En una ocasión, mientras dibujaba el rostro de uno de sus
muñecos exclamó.

Geppetto: Oh, qué feliz me siento entre todos estos muñecos, pero qué feliz sería si uno de ellos
fuera un hijo mío.

Narrador: Continuó trabajando en este hermoso muñeco, dibujando la carita de un niño, con ojos
grandes y alegres y una tierna sonrisa, mientras trabajaba se quedó dormido, imaginando el
rostro de aquel niño de madera, “Un niño, un hijo mío, qué feliz sería con un niño de verdad”
soñaba Geppetto.

Pepe grillo: ¡Ah! Pobre Geppetto. Si tan sólo su deseo se cumpliera.

Narrador: unos segundos más tarde se dio lugar en la escena el Hada Azul, el hada de los
deseos apareció con centellantes brillos azules deslumbrando al pobre grillito Pepe. Entonces
conmovida por los deseos de Geppetto y habiendo sido este un buen hombre durante toda su
vida, merecedor de un deseo, el hada se acercó a Pinocho y le cantó esta mágica canción:

Muñequito, muñequito
Muñequito de madera
Muñequito, muñequito
Muñequito de mi alma
Serás un niño de veras
Cuando llegue la mañana
Pepe grillo, Pepe grillo
Cuidará siempre tus pasos
Pepe grillo, Pepe grillo
El amigo verdadero
Te dará siempre la mano
Con cariño y con esmero
Soy el hada azul y te daré
El mejor de tus deseos
La mayor felicidad
El más bello de tus sueños

Narrador: Y terminando la canción con una hondeada de su varita mágica, el hada Azul dio vida
al cuerpo de madera de Pinocho. Al día siguiente Geppetto despertó y se llevó una enorme
sorpresa que lo llenó de alegría, encontró a su hermoso Pinocho de madera pero lleno de vida.
Seguía siendo de madera pero era ahora un niño con vida.

Pinocho: Hola, papá.

Geppetto: ¿Quién habla?

Pinocho: Soy yo, Pinocho papá, ¿Acaso no me reconoces?

Geppetto: ¿Eres tu Pinocho? Parece que estoy soñando, ¡Qué feliz soy, al fin tengo un hijo de
verdad!

Narrador: Es así que se oyeron risas y cantos en la casita de Geppetto el carpintero, Pepe grillo,
Pinocho y Geppetto rieron largo rato, de pronto:

Geppetto: Oh pero Pinocho, ahora que eres un niño, deberás aprender cosas, tener amiguitos,
conocer de la vida, tendrás que ir a la escuela.

Narrador: Es así que Geppetto decidió llevarlo a la escuela para que Pinocho creciera como un
niño normal, estudiara y aprendiera a leer, escribir y conociera nuevos amigos.

Geppetto: Anda, Pinocho. Corre hijo mío que tienes que entrar a la escuela.

Pinocho: Adiós papá Geppetto. Prometo portarme bien.

Pepe grillo:  Yo me encargaré de cuidarte, Pinocho.

 ACTO II – Pinocho en el Circo


Narrador: Y así se fue Pinocho camino a la escuela junto con su nuevo amigo Pepe grillo, quien
cuidaría de él durante el trayecto. Pasaron varios días y Pinocho demostraba ser un buen niño,
anhelando ser un niño de verdad. Pinocho pasaba sus días al lado de Geppetto y al cuidado de
Pepe grillo, iba y venía de la escuela. Como todo niño Pinocho no siempre gustaba por completo
de ir a la escuela, así que una que otra vez se escapaba de clases, en una ocasión fue al circo a
ver una función de títeres, y el dueño del circo asombrado al verlo pensó en que Pinocho seria sin
duda la mejor atracción de su circo.

Un buen día camino a la escuela un extraño y tétrico personaje se cruzó frente a Pinocho y Pepe


el grillo.

Zorro: Hola Pinocho, soy un zorro amigable ¿A qué vas a la escuela, a perder el tiempo? i No
vayas! Mejor ven al circo de marionetas a divertirte, ganarás mucho dinero, jojojo.

Pepe grillo:  iPinocho, no Pinocho no vayas, prometiste portarte bien!

Narrador: Le recordó Pepe grillo

Pinocho:  ¡Cállate Pepe grillo! Con un día que falte a la escuela no pasará nada. 
Narrador: Al llegar Pinocho al circo de inmediato el dueño, que ya tenía planeado secuestrarlo,
vio en Pinocho su mejor oportunidad, por lo que decidió encerrarlo para tenerlo como
espectáculo, pensando de manera interesada en el dinero que la marioneta parlante podría
dejarle al circo. Pinocho al verse encerrado lloró desconsoladamente y sin parar. Sin que ninguno
de sus llantos conmoviera un poco al malvado dueño del lugar.
Pinocho: ¡Snif! No volveré a ver a papá Geppetto.
Pepe grillo: ¿Ya ves lo que pasa cuando faltas a tus promesas?
Narrador: En tanto lloriqueo apareció el Hada Azul, viendo llorar a Pinocho dulcemente le
preguntó:
Hada Azul: ¿Qué pasa Pinocho? ¿Por qué lloras tan desconsoladamente?
Pinocho: – Oh hermosa Hada, caminando por el bosque un horrible monstruo me atrapó y me
encerró en esta jaula sin razón.
Narrador: Tras la mentira de pinocho la nariz comenzó a crecer y crecer sin pinocho comprender.
Hada azul: Estás mintiendo Pinocho, y tu nariz así quedará para que siempre recuerdes que no
deberás decir mentiras. Pero te daré una oportunidad para que demuestres que eres un buen
niño, y te dejaré salir.
Y el hada comenzó a cantar:

Con cada mentira


Tu nariz se estira
Los sueños se acaban
Que triste mirada
y tú, y tú
No puedes vivir así
¡No señor!
Las hadas se ocultan
Las risas se asustan
El sol se oscurece
La luna se pierde
y tú, y tú
No puedes vivir así
¡No señor!
¡Ay Pinocho! Mentiroso
¡Ay Pinocho! Mentiroso
Ay Pinocho, se te olvida:
Las mentiras, tu nariz estiran más
¡Si señor!

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