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Añade o quita algún personaje según tus necesidades. Aquí te ofrecemos un guion que puede ser orientativo,
para que organices a tu gusto una obra de teatro de la fábula de Pedro y el lobo o El pastor mentiroso.
Descripción: Pedro es un pastorcito que sale cada mañana a pasear a sus ovejas, pero el día es largo y se
aburre mucho. Se le ocurre una genial idea para entretenerse. ¡Gastará una broma a sus vecinos!
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La obra de teatro es muy divertida e incluye un claro mensaje para todos: no te dejes influir por las
opiniones de los demás y haz lo que tú de verdad creas conveniente.
Primer acto de ‘El señor, el niño y el burro’ en obra de teatro para niños
Descripción: Un hombre vuelve del trabajo junto a su hijo. Llevan con ellos además un burro que el hombre
suele utilizar para cargar leña.
Personajes: El señor, el hijo y un burro (el burro puede hacerse con el palo de una escoba). Un grupo de
aldeanos (pueden ser dos o más dependiendo de los niños que participen).
SEÑOR: Ay, hijo, ¡qué cansado estoy de tanto cortar leña! Creo que me subiré al burro para volver a casa, y
ya volveremos mañana a por la leña.
NIÑO: Claro, papá. Sube, que yo te ayudo.
(El señor se sube en el burro-escoba y comienzan a caminar)
SEÑOR: Vamos por este camino, que seguro que encontramos gente y será más entretenido.
(Aparece un grupo de niños que hacen de personas que esperan en el camino).
ALDEANO 1: Uy, fijaros bien… ¿No va el señor todo cómodo en el burro y el pobre niño andando a su
lado? ¡Con el calor que hace!
ALDEANO 2: ¡Menudo caradura! Seguro que el pobre niño llega reventado a casa… ¡Si le habrá obligado
a trabajar y todo!
(El señor y el niño llegan hasta donde está el grupo de aldeanos)
SEÑOR: ¡Buen día!
ALDEANO 1: Sí, buen día tiene usted, porque al muchacho le lleva con la lengua afuera.
ALDEANO 2: Pobre criatura…
SEÑOR: Bueno, tampoco creo que esté tan cansado, pero… Anda, ya me bajo yo del burro. Sube, hijo.
NIÑO: No hace falta, pero gracias, papá, subiré.
(El niño hace como que sube al burro y comienzan a andar de nuevo. El padre junto a él, andando)
SEÑOR: ¡Ay qué ver qué vergüenza he pasado! Y todo por subir un rato al borrico…
Tercer acto de ‘El señor, el niño y el burro’ en obra de teatro para niños
Descripción: El señor y el niño caminan detrás del burro y se encuentran con unos aldeanos que les
recriminan esa actitud.
Personajes: El señor, el niño, el burro y unos aldeanos.
(Aparecen un grupo de niños que harán de nuevo de aldeanos)
ALDEANO 5: ¿Será posible? ¿No van ese par de tontos andando y el borrico más fresco que una lechuga?
ALDEANO 6: ¡Si es que en este mundo tiene que haber de todo…!
(El señor y el niño llegan arrastrando al borrico junto a los aldeanos)
SEÑOR: ¡Buenos días, buena gente!
ALDEANO 5 (riendo): ¡Quien parece que tiene buen día es el borrico! Míralo qué bien va mientras
vosotros os cansáis de andar por el camino.
ALDEANO 6: Vamos, que si fuera mío el burro, le iba dejar yo tan desaprovechado…
(El señor mira a su hijo y se encoge de hombros)
SEÑOR: Bueno, pues no se hable más, nos subimos al burro los dos.
(El padre y el niño se suben al burro y se alejan)
Ya sabes que aunque en la obra aparezcan solo cuatro personajes, puedes añadir alguno más. Por ejemplo,
en lugar de dos brujas, pueden ser cuatro. O algún niño puede hacer de árbol o matorral e inventar una frase
para él.
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El zapatero y Andrés van de un lado a otro del escenario, sin decir nada. Y de pronto en una de sus vueltas,
se quedan en medio del escenario.
Zapatero: Y dime, Andrés… ¿qué hacemos aquí? ¡¡Está a punto de caer una buena tormenta!!
Andrés: Ya te lo he dicho: aquí las verás.
Zapatero: ¿A las brujas?
Andrés: A esas mismas. Las que te roban los zapatos, por cierto.
Zapatero: Ay, ¡qué bribonas! ¿Y para qué querrán mis zapatos?
Andrés: Vete tú a saber. Igual los transforman en dragones o en ogros.
Zapatero: ¡Oh, no! ¡pobres zapatos! … ¿Y dices que vienen ahora?
Andrés: Ahora mismo, verdad verdadera. Pero yo me voy.
Zapatero: ¿Y por qué te vas?
Andrés: Porque a mí las brujas me dan miedo.
Zapatero: Pues me dejas solo. ¡Menudo pastel!
(Andrés se va y el Zapatero se queda solo en el escenario).
Zapatero: Se escuchan ruidos. ¡Van a ser ellas! Mejor será que me esconda antes de que me vean.
(El zapatero se esconde tras un matorral o un árbol)
Una obra de teatro que repasa los momentos más icónicos de las aventuras de Pinocho vistas en
la película de Disney de 1940, como sus escapadas del colegio, la visita al circo y cuando son
tragados junto a su padre por la enorme ballena.
Titulo de la obra: Pinocho
Autor: Carlo Lorenzini
Obra de 6 personajes
Pinocho
Personajes:
Narrador
Geppetto
Pinocho
Pepe grillo
Hada azul
Zorro
Geppetto: Oh, qué feliz me siento entre todos estos muñecos, pero qué feliz sería si uno de ellos
fuera un hijo mío.
Narrador: Continuó trabajando en este hermoso muñeco, dibujando la carita de un niño, con ojos
grandes y alegres y una tierna sonrisa, mientras trabajaba se quedó dormido, imaginando el
rostro de aquel niño de madera, “Un niño, un hijo mío, qué feliz sería con un niño de verdad”
soñaba Geppetto.
Narrador: unos segundos más tarde se dio lugar en la escena el Hada Azul, el hada de los
deseos apareció con centellantes brillos azules deslumbrando al pobre grillito Pepe. Entonces
conmovida por los deseos de Geppetto y habiendo sido este un buen hombre durante toda su
vida, merecedor de un deseo, el hada se acercó a Pinocho y le cantó esta mágica canción:
Muñequito, muñequito
Muñequito de madera
Muñequito, muñequito
Muñequito de mi alma
Serás un niño de veras
Cuando llegue la mañana
Pepe grillo, Pepe grillo
Cuidará siempre tus pasos
Pepe grillo, Pepe grillo
El amigo verdadero
Te dará siempre la mano
Con cariño y con esmero
Soy el hada azul y te daré
El mejor de tus deseos
La mayor felicidad
El más bello de tus sueños
Narrador: Y terminando la canción con una hondeada de su varita mágica, el hada Azul dio vida
al cuerpo de madera de Pinocho. Al día siguiente Geppetto despertó y se llevó una enorme
sorpresa que lo llenó de alegría, encontró a su hermoso Pinocho de madera pero lleno de vida.
Seguía siendo de madera pero era ahora un niño con vida.
Pinocho: Hola, papá.
Geppetto: ¿Quién habla?
Geppetto: ¿Eres tu Pinocho? Parece que estoy soñando, ¡Qué feliz soy, al fin tengo un hijo de
verdad!
Narrador: Es así que se oyeron risas y cantos en la casita de Geppetto el carpintero, Pepe grillo,
Pinocho y Geppetto rieron largo rato, de pronto:
Geppetto: Oh pero Pinocho, ahora que eres un niño, deberás aprender cosas, tener amiguitos,
conocer de la vida, tendrás que ir a la escuela.
Narrador: Es así que Geppetto decidió llevarlo a la escuela para que Pinocho creciera como un
niño normal, estudiara y aprendiera a leer, escribir y conociera nuevos amigos.
Geppetto: Anda, Pinocho. Corre hijo mío que tienes que entrar a la escuela.
Zorro: Hola Pinocho, soy un zorro amigable ¿A qué vas a la escuela, a perder el tiempo? i No
vayas! Mejor ven al circo de marionetas a divertirte, ganarás mucho dinero, jojojo.
Pinocho: ¡Cállate Pepe grillo! Con un día que falte a la escuela no pasará nada.
Narrador: Al llegar Pinocho al circo de inmediato el dueño, que ya tenía planeado secuestrarlo,
vio en Pinocho su mejor oportunidad, por lo que decidió encerrarlo para tenerlo como
espectáculo, pensando de manera interesada en el dinero que la marioneta parlante podría
dejarle al circo. Pinocho al verse encerrado lloró desconsoladamente y sin parar. Sin que ninguno
de sus llantos conmoviera un poco al malvado dueño del lugar.
Pinocho: ¡Snif! No volveré a ver a papá Geppetto.
Pepe grillo: ¿Ya ves lo que pasa cuando faltas a tus promesas?
Narrador: En tanto lloriqueo apareció el Hada Azul, viendo llorar a Pinocho dulcemente le
preguntó:
Hada Azul: ¿Qué pasa Pinocho? ¿Por qué lloras tan desconsoladamente?
Pinocho: – Oh hermosa Hada, caminando por el bosque un horrible monstruo me atrapó y me
encerró en esta jaula sin razón.
Narrador: Tras la mentira de pinocho la nariz comenzó a crecer y crecer sin pinocho comprender.
Hada azul: Estás mintiendo Pinocho, y tu nariz así quedará para que siempre recuerdes que no
deberás decir mentiras. Pero te daré una oportunidad para que demuestres que eres un buen
niño, y te dejaré salir.
Y el hada comenzó a cantar: