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Obra de Teatro: El malo del cuento

Adaptación: Flor Jesser


(Música de miedo)
Había una vez un lobo feroz, malvado, hambriento, enojón, impaciente…
Exacto! ese lobo que aparece en todos los cuentos infantiles (minuto: 0:48 aparece aullido de lobo)

Lo reconocen aquí?
Escena de Caperucita, hablando al lobo disfrazado de abuela. (UN LOBO Y CAPERUCITA)

Caperucita roja golpeó la puerta : tún tún - ¿ Quién es ? - Soy tu nieta, Caperucita Roja, dijo la niña, te traigo una torta y un tarrito de
miel.
- No me puedo levantar, tira de la aldaba y el cerrojo caerá.
La puerta se abrió y Caperucita roja se acercó a la cama de su abuela.
(con cara de sorpresa)
- Abuelaaaa, estás muy cambiada
¡ qué brazos tan grandes tienes !
- Es para abrazarte mejor, hija mía.
- Abuela, ¡ qué piernas tan grandes tienes !
- Es para correr mejor, hija mía.
- Abuela, ¡ qué orejas tan grandes tienes !
- Es para oír mejor, hija mía.
- Abuela, ¡ qué ojos tan grandes tienes !
- Es para ver mejor, hija mía.
- Abuela, ¡ qué dientes tan grandes tienes ! - ¡ Es para comerte mejor!
Y el lobo se abalanzó sobre Caperucita Roja y se la comió.

Y aquí?:
Escena de dos chanchitos en la casa de paja, y el lobo soplando la misma. (DOS CHANCHITOS Y UN LOBO)

Y en este cuento? Escena del lobo y los 7 cabritos (tal vez si tal vez no)

y por aca? (UN LOBO Y PEDRO)


Escena de pedro gritando que viene el lobo

(Empieza la escena con el pastorcillo cuidando de las ovejas)


Narrador: Había una vez un pastorcillo que tenía a su cargo todas las ovejas del pueblo. A
veces el tiempo se le iba de prisa, pero ciertos días, el chico se aburría de solo ver pastar
a las ovejas. Así que un día decidió divertirse a costa de los vecinos.
Pastorcillo: (gritando) ¡Auxilio!, ¡Socorro!, ¡viene el lobo para devorarse las ovejas!
Gente del pueblo: que pasó? Que pasó? Ah! Pedro que broma mas fome.
Mal Pedrito, muy mal
Pedro seguió riéndose
Se va toda la gente del pueblo, y las ovejas se echan a dormir
Pedro se acuesta, se levanta y vuelve a gritar
Pastorcillo: (gritando) ¡Auxilio!, ¡Socorro!, ¡viene el lobo para devorarse las ovejas!
Gente del pueblo: Esas bromas que hacen son de muy mal gusto, no puedes portarte de
esa manera.
Se va toda la gente del pueblo, y las ovejas se echan a dormir
Pedro se acuesta, se levanta, pero esta vez encuentra con un lobo corriendo a las ovejas,
que poco a poco se van bajando del escenario.

(Se marchan enfadados)

Narrador: Sin aprender la lección, semanas después el muchacho hizo la misma broma,
una y otra vez, en todas ellas la gente acudía a su llamada de auxilio, solo para encontrar
al pastorcillo riendo. Sin embargo, esto había mermado ya la paciencia de los buenos
vecinos, y durante una tarde de invierno, mientras el muchacho reunía las ovejas para
regresar, vino un lobo de verdad. El jovencito estaba aterrado, un enorme lobo se
acercaba saboreándose las ovejas.
(El pastorcillo corre asustado y grita a todo pulmón)
Pastorcillo: ¡Socorro! ¡Que viene el lobo y devora las ovejas!
Narrador: Pero en esa ocasión, nadie en el pueblo salió para ayudar al muchacho, porque
nadie cree a un mentiroso, aunque alguna vez diga la verdad.

Introducción de narrador para decir que el lobo esta:


Cansado de ser siempre el malo de los cuentos, el lobo se levantó aquella mañana dispuesto a renunciar a su cargo. Se puso el traje de
los domingos, se afeitó con esmero y se fue a la oficina de trabajo de personajes infantiles.
En la oficina había un gran follón. [Sonido de ruido]
El Gato con botas (PERSONAJE C, aparece dps que fue ratón) había intentado colarse y pasar antes que la Abuela de Caperucita
(personaje A) y la Bruja de Blancanieves (Personaje B) se había enfadado tanto que le había convertido en un ratón (DE MUÑECO):
– ¡Qué poco respeto por los mayores! – había gritado encolerizada.
Los funcionarios de la oficina tardaron más de media hora en convencer a la Bruja de que devolviera al Gato a su forma original y
por eso todo iba con mucho retraso aquella mañana. Cuando por fin gritaron su nombre, el Lobo, arrastrando sus pies, se sentó frente
al oficinista.
– ¿Qué desea, señor Lobo? ¿Ha tenido algún retraso con su sueldo este mes?
– No, no, todo eso está perfecto. Lo que no está bien es el trabajo. Estoy cansado de ser el malo de los cuentos. De que los niños me
tengan miedo. De que los demás personajes se rían siempre de mi cuando acaban quemándome, llenándome de piedras la barriga, o
disparándome con una escopeta de cazador. ¡O me convierten en héroe o me marcho para siempre!
– Pero eso no podemos hacerlo. Para héroes ya tenemos a los príncipes.
– Pero eso es muy aburrido. ¿No ha oído las quejas de las princesas? Ellas también están hartas de ser unas melindres que siempre
necesitan ser salvadas: los tiempos están cambiando, señor funcionario. A ver si se enteran en esta oficina de una vez…
Pero por más que el señor Lobo intentó convencer al operario, no lo consiguió, así que se marchó enfadado dispuesto a no trabajar
nunca más.
Fue así como los cuentos se quedaron sin villano. El cerdito de la casa de ladrillos miraba con nostalgia la chimenea, Caperucita se
enfadaba con la abuela porque no tenía los ojos, ni la nariz, ni la boca muy grande, la mamá Gallina contaba con la gran comida que
el lobo le aportaba, Pedro no asustaba a nadie con su grito de ¡qué viene el lobo! porque todos sabían que este se había ido para
siempre.
Pero lo peor fue que, sin el señor Lobo, los cuentos dejaron de ser divertidos y los niños se aburrían tanto, que dejaron de leer.
(Niñes con libros en las manos muy aburridos, y los personajes intentando convencerlos de que lean)
Muy preocupados, todos los personajes infantiles se reunieron en la oficina de trabajo para intentar buscar una solución.
– Si los niños dejan de leer, pronto desapareceremos todos.
– Hay que convencer al señor Lobo de que vuelva a ser el malo de nuestros cuentos.
– Tenemos que prometerle que no volveremos a reírnos de él. ¡Le necesitamos!
Así que todos juntos fueron a visitarle. Cuando el Lobo vio que todos los personajes querían que volviera, se sintió conmovido.
– Está bien, veo que no me queda más remedio que aceptar que mi papel en los cuentos es ser el malo. Pero para regresar a la
literatura necesito que me hagáis un favor: quiero que todos los niños sepan que en mi tiempo libre no voy por ahí comiéndome
abuelas, ni cabritillos, ni cerditos.
– Pero, ¿cómo haremos eso? – preguntaron todos sorprendidos.
- Ya se! Podemos llamar a los medios de comunicación para que sepan la verdad, y que lo puedan entrevistar. Exclamó Cenicienta
- Y también podemos hacerle un facebook para que todos y todas lo conozcan de verdad.

De esta manera fue, que cada uno de los personajes se puso manos a la obra.
armaron el face del LOBO NO MALO

Aparece el armazón de la página de facebook


Y distintas “fotos” de la vida del lobo
con su respectivo comentario:

Foto el lobo jugando al tenis con superman


Foto del lobo andando en bicicleta
Foto en el cumpleaños del pato donalds
Foto de cuando era joven y rockero
Foto de yo despertando un feriado y con mi juguito de naranja
Foto con mi mascota Anastacio (una lombriz)
Foto con sus 100 sobrinxs pollitos
Foto comiendo un completo
Foto subiendo un cerro con su amigo gato con botas
Foto de cena de fin de año con pulgarcito, el sapo pepe, cenicienta, blancanieves, etc.
Foto de lobo intelectual.

Llamaron a la televisión, a la radio y a los diarios, a cada uno de ellos les encanto la historia, así que publicaron muchas notas
respecto al tema Boom de la temporada.
Tanto fue el éxito del mismo: que hasta se hizo cantante:

https://www.youtube.com/watch?v=T7FGP_9Dvec

Y fue así como la historia del Lobo que no quería ser el malo del cuento llegó hasta nosotros…

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