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Todo empieza en un día que maese Antonio, también llamado maese Ciruela por
su reluciente y morada nariz, encuentra un trozo de madera, no era ni raro ni fino,
simplemente era un trozo de madera común y corriente. Lleva dicho trozo a su casa,
ya que únicamente lo usaría para tener un poco de fuego en la chimenea de su
casa.
Al llegar a casa, escucha una vocecita que le dice “No me des muy fuerte”, maese
Ciruela se queda helado después de escuchar eso ya que no hay NADIE en casa,
minutos después piensa que lo que escucha es porque lleva una vida muy agitada
y tal vez el exceso de trabajo hizo que empezara a imaginar cosas…
Después vuelve a escuchar la misma voz una y otra vez, hasta que quiere golpear
tan fuerte el trozo de madera que este sale volando junto con él, al volver con dicho
trozo lo sostiene fuerte para cortarlo y echarlo al fuego, la misma voz le dice “para
que me haces cosquillas”, maese Ciruela cayó tendido al piso.
Varios minutos después escucha que llaman a la puerta y era su entrañable amigo
Geppetto, no tardó ni dos segundos en pensarlo cuando ya le estaba regalando el
trozo de madera y Geppetto encantado porque se iba a hacer una hermosa
marioneta, que sepa bailar, hacer esgrima y pegar saltos mortales.
Se llevan arrestado a Geppetto por las mentiras de Pinocho y se queda ahí varios
días, Pinocho regresa a su casa y se encuentra con un Grillo parlante, que vio todo
lo que pasó entre Pinocho y Geppetto, le dice que eso no le va a llevar a nada
bueno, que mejor sea bueno con su padre y que entre a la escuela porque si no a
los niños malos mal les va en la vida, Pinocho se enoja tanto de que el Grillo le esté
diciendo sus verdades que coge un martillo y se lo avienta, dando como resultado
la muerte del mismo.
Pasando las horas Pinocho muere de hambre, pero no tiene nada que comer en su
casa, pasa una noche muy dura con hambre y frío, pone un poco de fuego en la
chimenea pero sin querer duerme con los pies pegados al fuego y al día siguiente
que liberan a Geppetto y este llama a la puerta de su casa Pinocho no puede ir a
abrirle ya que sus pies están todos quemados. Geppetto salta por la ventana al ver
que Pinocho no le abre la puerta y se da cuenta lo que le ha pasado a su hijo.
Geppetto como buen padre rehace los pies de Pinocho.
Geppettto vende su zamarra para comprarle un abecedario a Pinocho para que
pueda ir a la escuela, pero Pinocho vende el abecedario para ir al teatro de
marionetas, las marionetas reconocen a su hermano Pinocho y le hacen un gran
homenaje, una marioneta llamada Comefuego le regala 5 monedas de oro a
Pinocho para que se las entregue a su papá, y Pinocho en su lugar, se deja enredar
por la Zorra y el Gato y se va con ellos.
Pinocho por no haber hecho caso al Grillo parlante, se topa con los asesinos, ellos
lo persiguen y cuando lo alcanzan lo cuelan de una rama de un roble grande. Una
hermosa niña de cabello turquesa baja a Pinocho del árbol.
Regresa a casa del Hada y le promete que al día siguiente dejará de ser una
marioneta para convertirse en un niño. Pinocho en lugar de convertirse en niño, se
va a escondidas con su amigo Larguirucho hacia el país de Jauja, después de 5
meses en el paraíso, siente que le sale un bonito par de orejas de burro y se
convierte en uno, con cola y todo.
Pinocho, arrojado al mar es comido por los peces y vuelve a ser una marioneta
como antes, pero mientras nada para salvarse del terrible Escualo pero no lo logra.
El Grillo le dice a Pinocho que a unos metros de ahí hay un campesino con varias
vacas, que si el quiere puede ir a ver si le da un vaso de leche para su padre.
Pinocho empieza a hacer su trabajo todos los días y todos los días le lleva un vaso
de leche a su padre, después empieza a prosperar y le va mejor en otros trabajos,
un día que había juntado lo suficiente para comprarse un traje nuevo se encuentra
con el Caracol que era asistente del Hada y este le dice que el Hada está muy mal
en la cama de un Hospital, entonces Pinocho le da todo su dinero para poder
ayudarla.
A la noche siguiente Pinocho sueña con el Hada, que le dice que los niños que son
buenos con sus padres y con las demás personas reciben muchas recompensas,
entonces le entregó a Pinocho 40 monedas de oro, ropa nueva, salud a su padre,
la cabaña en donde vivían con todos los muebles que necesitan y lo más
importante… dejó de ser una marioneta para convertirse ¡en un niño de verdad!, no
lo podía creer hasta que vio a su padre , su cuerpo de marioneta en una silla al
fondo de la cabaña y se miró al espejo para ver su nuevo aspecto.
FIN.