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LARRAÍN, AUGUSTO, CON EMPRESA CONSTRUCTORA DESCO LIMITADA.

Corte Suprema, Recurso


de casación en el fondo, 18 de agosto de 1955. Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo 58,
segunda parte, sección 1ª, pág. 243.

El demandante don Augusto Larraín Luengo y la demandada Empresa Constructora Desco Limitada
han formalizado recursos de casación en el fondo contra la sentencia de la Corte de Apelaciones
de Santiago, dictada con fecha 16 de diciembre de 1954, por la cual revoca la de primera instancia
que había desechado en todas sus partes la demanda entablada contra dicha empresa por el señor
Larraín Luengo y acoge la petición primera en la forma que más adelante se expresará.

En esa demanda el actor sostuvo que celebró con la Empresa Desco un contrato en virtud del cual
ésta se obligó a depositar los materiales de excavación que sacara o extrajera del predio ubicado
en la calle de Bandera esquina Huérfanos, de esta ciudad, en la propiedad denominada Población
El Buen Consejo, que el señor Larraín posee en calle José Joaquín Pérez Nº 5720; que para realizar
este contrato puso a disposición de Desco Limitada una casa que está contigua al galpón que
existe en su propiedad, con un arranque para el alumbrado de ella, pues debería trabajarse de día
y de noche, y además le pagó por intermedio de su mandatario, el Banco de Chile, veinticinco mil
pesos, que se entregaron a don Luis Rivera Reyes, como bonificación por su intervención en este
contrato, realizado en beneficio de Desco Limitada; que el contrato era bilateral y de beneficio
recíproco para las partes y no pudo cumplirse en su integridad, porque la demandada dejó de
mandar los materiales de excavación al sitio indicado para remitirlos a otro lugar, donde obtenía
mayor beneficio.

Termina formulando las siguientes peticiones:

1º. Que la Empresa Constructora Desco Limitada está obligada a cumplirme íntegramente el
contrato analizado, depositando hasta veinte mil metros cúbicos por lo menos de materiales de
excavación, tierra, escombros y ripio en la depresión de mi población El Buen Consejo, o la
cantidad de tales materiales que US. determine en su fallo con arreglo al mérito de autos;

2º. Que debe pagarme los daños y perjuicios que resultaren o hayan resultado del incumplimiento
del contrato por su parte.

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En su contestación, la demandada pide el rechazo total de la demanda, en virtud de las razones


que, según expresa, oportunamente expondrá.

La sentencia de primera instancia, de don Wenceslao Olate, desechó íntegramente la demanda y


la de segunda la revocó en cuanto rechaza la petición sólo por la cantidad de nueve mil once
metros cúbicos de escombros, que deberá entregar la firma Desco en la Población El Buen
Consejo. Suscriben este fallo los Ministros señores Eduardo Varas V. y Alberto Matte B., y el
abogado integrante don Alberto Echavarría L.
LA CORTE

Teniendo presente:

1º. Que la demanda se basa en el convenio que existió entre el demandante señor Larraín y la
demandada Empresa Constructora Desco Limitada, según el cual esta última botaría los materiales
resultantes de la excavación que efectuaba en el inmueble ubicado en calle Huérfanos esquina de
Bandera de esta ciudad, en los terrenos denominados Población El Buen Consejo;

2º. Que se sostiene por el actor que este convenio obligaba a la demandada a cumplirlo en su
integridad por tratarse de un contrato debidamente celebrado en que hubo consentimiento de
ambas partes para llevarlo a término en la forma estipulada;

3º. Que las sentencias dictadas en ambas instancias establecen que se celebró un contrato
específico por el cual la sociedad demandada prestó su consentimiento para el traslado de los
materiales al punto indicado, imponiéndose así la obligación correspondiente, consentimiento que
dio como deferencia al Banco de Chile, que era la institución que tenía a su cargo la venta de los
terrenos de El Buen Consejo y que actuaba como mandatario del señor Larraín;

4º. Que esta conclusión la deducen los sentenciadores de los siguientes antecedentes:

a) La sociedad ha reconocido que convino con los dueños o conductores de camiones que indican
en el documento de fojas 12 el transporte de los materiales de excavación al sitio donde está
ubicada la Población antes aludida.

b) Carta del Banco de Chile, de fecha 9 de junio de 1950, dirigida a Desco Limitada, en que
manifiesta: “Tenemos el agrado de referirnos a nuestras conversaciones referentes a la excavación
de la propiedad de Bandera esquina Huérfanos que hará esa estimada firma y cuyos materiales
serán botados en los terrenos de nuestro representado señor Augusto Larraín, denominados
Población El Buen Consejo”, carta que fue contestada por la demandada en los siguientes
términos: “En nuestro poder su atenta de fecha 9 del presente. Tenemos el agrado de acusar
recibo de dicha comunicación y de manifestarnos conformes con el contenido de ella”.

c) Carta de 19 de junio de 1950, dirigida por el Banco de Chile a la firma Desco en la cual le
manifiesta: “Nos referimos al convenio existente con esa estimada firma respecto de los
escombros que saldrán de la construcción que Uds. efectúan en Huérfanos esquina de Bandera,
los cuales serán botados en su totalidad en los terrenos del Buen Consejo”, a la que la empresa
demandada dio respuesta por la de 14 de agosto de 1950, en la que expresa: “Al respecto, nos es
grato manifestarles que estamos de acuerdo en los términos de la carta que contestamos”.

d) Por este convenio ambas partes contraían obligaciones recíprocas: la firma Desco se obligaba a
botar la totalidad de los materiales indicados en el sitio ya aludido, y el señor Larraín debía recibir
esos materiales, pagar veinticinco mil pesos de comisión a don Luis Rivera, establecer un sistema
de recepción de los escombros, entregando una casa con arranque de alumbrado eléctrico a su
costa y abonar cinco pesos por cada camionada de escombros.

5º. Que en su recurso expone la demandada que el consentimiento necesario para que una
persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad debe ser manifestado
exteriormente con “la intención jurídica por parte del declarante de asumir una obligación de
derecho, eficaz ante la ley, que dé al acreedor una acción para compeler al deudor a su
cumplimiento”, pues “hay muchos compromisos que no constituyen obligaciones jurídicas, porque
no hay en quien los consiente la intención de obligarse en derecho, ni la de dar al beneficiario de
la oferta o promesa un derecho exigible mediante una acción”.

En el presente caso, agrega, el Banco de Chile pidió a Desco Limitada el servicio o favor de que los
aludidos escombros, en vez de ser llevados a otro “botadero”, fueran transportados al terreno del
demandante, a lo que la firma accedió dadas las antiguas relaciones que mantiene con el Banco
por deferencia a él, por amistad o por cortesía comercial. La empresa demandada nunca tuvo la
intención de obligarse jurídicamente, de ligarse por un contrato que engendrara obligaciones de
derecho, que diera al demandante una acción formal para compeler a esa empresa a transportar
los escombros y depositarlos en los terrenos de El Buen Consejo. Desco Limitada accedió a un
servicio, favor o compromiso no obligatorio y así también lo entendieron los personeros y
empleados del Banco de Chile que intervinieron en el negocio. Lo que ahora entienda el señor
Larraín carece de importancia, porque él no intervino personalmente en el asunto, pues todo se
hizo con su mandatario, el Banco de Chile, representado a su vez por sus empleados.

Y como en los actos entre representantes es la voluntad o consentimiento del mandatario la que
puede engendrar contratos con las consiguientes obligaciones y derechos, debe estarse a lo que
los empleados o representantes del Banco convinieron con la persona que actuaba a nombre de la
firma demandada, para determinar si hubo voluntad o consentimiento serio que obligara a esta
última en la forma que el actor lo pretende;

6º. Que en relación con estas alegaciones y defensas que formula la parte demandada, la
sentencia proporciona los siguientes antecedentes:

a) En el fundamento primero da por establecido que la firma Desco Limitada prestó su


consentimiento para que los materiales fueran botados en la propiedad del demandante, como
una deferencia al Banco de Chile, que era la institución que tenía a su cargo la venta de dichos
terrenos y actuaba como mandataria del señor Larraín;

b) El contrato que las partes celebraron es bilateral, por imponer obligaciones recíprocas a ambas
partes, pero es indudable que redundaba en provecho exclusivo del señor Larraín, al que Desco
accedió sólo como una deferencia para con el Banco de Chile, por lo cual constituye un contrato
gratuito que sólo tiene por objeto la utilidad de una de las partes, pues las obligaciones contraídas
por Larraín sólo servían para hacer menos gravoso el servicio a que se obligaba la firma
constructora, y

c) Ha quedado establecido con las declaraciones de Tristán Molina, Raúl Arteaga e Ignacio Cousiño
que para Desco existían otros botaderos de escombros más cercanos, en que se compraba el
material de escombros, y que la suma de veinticinco mil pesos pagada a un tercero a título de
comisión no aprovechó a la firma Desco y los cinco pesos por cada camionada cedían en beneficio
de los conductores de camiones, por lo cual la firma demandada en nada se beneficiaba y, por el
contrario, el señor Larraín obtenía la gran utilidad de que casi sin costo podía rellenar y vender
unos terrenos en que existían grandes hoyos (considerando 4º).

7º. Que con el mérito de estos antecedentes, la parte recurrente sostiene, como se ha dicho, que
en el compromiso que medió entre Desco Limitada y el Banco de Chile, que representaba al señor
Larraín, no hubo consentimiento de las partes que fuera jurídicamente válido para imponer a
Desco una obligación.

Faltó, por lo tanto, el consentimiento de las partes –agrega la demandada en su recurso– para la
existencia de un contrato con la consiguiente obligación por parte de la empresa constructora, y al
resolver lo contrario la sentencia ha vulnerado los artículos 1445, 1437, 1438 y 1698 del Código
Civil.

...................................

12. Que la declaración de voluntad que importa el consentimiento debe ser manifestada con el
propósito de crear un vínculo jurídico y para que pueda obligar a la persona que la emite, debe
haber una relación jurídica formal, una intención en tal sentido manifestada ostensiblemente, y no
sólo el propósito de servir, complacer o ayudar sin ánimo de obligarse seriamente.

Si por complacencia o por el deseo de ayudar una de las partes se allana a prestar un servicio, sin
que de los antecedentes resulte que lo ha hecho con la intención de obligarse, no queda
jurídicamente sujeta a las prestaciones que un contrato válidamente pactado pudiera imponerle,
sino que solamente contrae el deber moral de cumplir lo prometido, si las circunstancias se lo
permiten;

...................................

15. Que fluye de lo dicho que la firma Desco, al aceptar su intervención en este asunto, tuvo el
propósito de acceder a una petición que le fue formulada por intermedio del Banco de Chile,
desde que se encontraba en condiciones de hacer llevar los materiales de que se trata a otro sitio
donde eran comprados; todo lo cual indica con claridad que no tuvo dicha empresa la intención de
obligarse formalmente para con el demandante, sino el ánimo de servir o dispensar una atención
al expresado Banco;

16. Que para realizar este servicio dio las órdenes correspondientes a los conductores de
camiones, los que no las cumplieron en su integridad, pues botaron parte de los materiales en
otros sitios, con desconocimiento y a espaldas de la firma demandada, por ser para ellos menos
oneroso este procedimiento, según se deja establecido en el considerando 14 de la sentencia de
primera instancia, que ha sido reproducido por la de alzada;

17. Que faltando la voluntad de obligarse seriamente, no ha habido consentimiento de parte de la


Empresa Desco Limitada para contraer la obligación que se demanda, derivada del convenio a que
se ha hecho referencia y, por lo tanto, al disponer la sentencia que este convenio constituye un
contrato que la demandada debe cumplir, ha vulnerado con influencia sustancial en lo dispositivo
los artículos 1437 y 1445 del Código Civil, desde que admite la existencia de una obligación sin que
la parte contra la cual se acciona haya jurídicamente consentido en ella.

...................................

Visto, además, lo prescrito en los artículos 764, 765, 767, 785, 787 y 809 del Código de
Procedimiento Civil, se declara sin lugar el recurso de casación en el fondo formalizado a fojas 124
contra la sentencia de 16 de diciembre del año último, escrita a fojas 116, con costas en que se
condena solidariamente a la parte que lo interpuso y a su abogado patrocinante.
Se declara, asimismo, que ha lugar al recurso de casación en el fondo, formalizado por la parte
demandada a fojas 128 contra la expresada sentencia, la que se invalida y reemplaza por la que se
dicta a continuación.

Redacción del ministro señor Del Real.

Rafael Fontecilla R., Octavio del Real D.,

Osvaldo Illanes B., Julio Espinoza A., Ramiro

Méndez B., Marco A. Vargas S., Rafael

Raveau S.

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