El Peruano
222 CASACIÓN
documentación referente a la adjudicación del lote 4 de la
manzana “F” consistente en un área de ciento treinta y dos punto
sesenta y ocho metros cuadrados (132.68 m2) se realice a
nombre de su padre, el demandado Félix Reynaldo Trinidad
Ochoa, el mismo que se encuentra en condiciones de cumplir
con los requerimientos de la misma y que posteriormente
realizará los trámites necesarios para regularizar la transferencia
del lote de terreno así como para quedar empadronado como
Socio de la Cooperativa, el mismo tenor se advierte de la carta
obrante a fojas doce y que fuera anexada por el propio
demandante. NOVENO.- En virtud a lo precedentemente
mencionado, la Cooperativa extiende el contrato de compraventa
de fecha treinta de junio de mil novecientos ochenta y ocho a
favor del demandado Félix Trinidad Ochoa mediante el cual le
adjudica el lote sub litis, estando a que el recurrente como Socio
de la Cooperativa autorizaba a que los trámites se realizaran en
ese sentido, pues este acto jurídico respondía a la formalización
del acto de adjudicación celebrado con anterioridad y del cual se
había cumplido con pagar el precio conforme a los recibos
obrantes en autos. DÉCIMO.- Resulta válido colegir que se trata
de un único acto jurídico de transferencia de dominio de la
Cooperativa codemandada que adjudicó el inmueble a favor de
Gudberto Efraín Trinidad Castillo formalizado el treinta de junio
de mil novecientos ochenta y ocho, a favor de su padre Félix
Trinidad Ochoa, y a mayor abundamiento tenemos que en el
documento denominado “declaración de verdadero comprador”
que fue celebrado en el año mil novecientos noventa y cinco, el
demandado Félix Trinidad Ochoa -padre del demandante– como
titular del bien le hace entrega del treinta y uno punto ochenta y
dos por ciento (31.82%) de la propiedad a los recurrentes
demandantes, advirtiéndose con ello que al recibir dicho
porcentaje de manera tácita reconocen la titularidad del
demandado el mismo que ostenta dicha condición respecto del
inmueble al haber sido autorizado por el propio demandante
para que los trámites se efectivicen de esa forma; no pudiendo
cuestionar el recurrente la valoración de dicho documento
puesto que contribuye a reforzar la titularidad que ostenta Félix
Trinidad Ochoa respecto del bien, además que fue incorporado
al proceso al haber sido presentado por la Cooperativa de
Vivienda Cajabamba Limitada y que, como bien señala el
Colegiado de Vista, no ha sido objeto de cuestión probatoria
alguna. DÉCIMO PRIMERO.- Con respecto a que no se han
analizado los Estatutos de la Cooperativa en el sentido que no
pueden coexistir copropietarios o coasociados, en ese sentido
es necesario señalar que dichos argumentos están orientados a
cuestionar la validez del acto jurídico de compraventa celebrado
entre Cooperativa y el demandado Félix Trinidad Ochoa, aspecto
que no puede ser materia de dilucidación a través de la presente
controversia puesto que, en un proceso de Mejor Derecho a la
Propiedad lo que se persigue es la declaración judicial del mejor
derecho de dominio en donde se confrontan títulos contradictorios
sobre el mismo bien, que van a determinar el derecho de
propiedad de los justiciables, esto es, la declaración de un
derecho preferente de propiedad sobre otro, el fundamento es la
acción declarativa; sin embargo, resulta necesario precisar que
el demandante en su calidad de socio, autorizó que los tramites
se realicen en ese sentido –entendiéndose con su padre – y en
mérito a ello la Cooperativa efectivizó la compraventa con el
demandado, en ese contexto, no corresponde analizar si se ha
cumplido con los estatutos de la Cooperativa en lo referido al
trámite para la adjudicación, y menos en lo referido a los
coasociados o copropietarios porque la mencionada adjudicación
solo se realizó a favor del demandado y no a favor de
coasociados, y que como señaláramos en este tipo de procesos
solo se discute declaración de un derecho preferente de
propiedad sobre otro, y que el argumento en cuestión constituye
un cuestionamiento que en todo caso debe ser dilucidado en
otro proceso. DÉCIMO SEGUNDO.- Con respecto a la causal
material la cual contiene el mismo cuestionamiento que
desvirtuáramos en el considerando precedente también debe
desestimarse; siendo ello así las causales denunciadas
devienen en infundadas. 6. DECISIÓN: Estando a las
consideraciones expuestas y de conformidad con los artículos
12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y 397 del Código Procesal Civil, declararon:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Gudberto
Efraín Trinidad Castillo y Doris Jonhni Díaz Torres a fojas
veinticuatro del cuadernillo formado en esta Suprema Sala; en
consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fojas mil
setecientos veintiocho, de fecha seis de octubre de dos mil
dieciséis, expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Doris
Jonhni Díaz Torres y otro contra la Cooperativa de Vivienda
Cajabamba Limitada y otros, sobre Mejor Derecho de Propiedad
y otros; y los devolvieron. Integra esta Sala la Señora Jueza
Suprema Arriola Espino por impedimento del Señor Juez
Supremo Calderón Puertas. Ponente Señora Ampudia Herrera,
Lunes 7 de junio de 2021
Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
AMPUDIA HERRERA, ARRIOLA ESPINO, LÉVANO VERGARA
1
Artículo 923.- La propiedad es el poder jurídico que permite usar, disfrutar, disponer
y reivindicar un bien. Debe ejercerse en armonía con el interés social y dentro de
los límites de la ley
2
Artículo 2016.- La prioridad en el tiempo de la inscripción determina la preferencia
de los derechos que otorga el registro.
3
Artículo 2022.- Para oponer derechos reales sobre inmuebles a quienes también
tienen derechos reales sobre los mismos, es preciso que el derecho que se opone
esté inscrito con anterioridad al de aquél a quien se opone.
Si se trata de derechos de diferente naturaleza se aplican las disposiciones del
derecho común.
C-1956780-174
CASACIÓN Nº 1472-2017 LIMA
MATERIA: NULIDAD DE ACTO JURÍDICO
SUMILLA.- No es posible señalar si un acto jurídico es nulo, si
antes no se ha precisado en qué consiste el negocio jurídico
cuya nulidad se deduce. Cuando se transmite un derecho por
cesión, debe determinarse a qué derecho se refiere a fin de que
el cesionario sepa qué prestación es la que ha sido cedida.
Lima, tres de mayo de dos mil diecinueve.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la causa número mil
cuatrocientos setenta y dos - dos mil diecisiete, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha, y producida la votación con
arreglo a Ley; emite la siguiente sentencia: I. ASUNTO En el
presente proceso de nulidad de acto jurídico, el demandante
Julián Benigno Pachas Pastor (página cuatrocientos treinta y
uno) ha interpuesto recurso de casación contra la sentencia de
vista de fecha veinte de octubre de dos mil dieciséis, dictada por
la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
(página cuatrocientos dieciocho), que confirmó la sentencia de
primera instancia de fecha veintinueve de setiembre de dos mil
quince (página trescientos cuarenta y dos), que declaró
infundada la demanda e improcedente la reconvención. II.
ANTECEDENTES 1. Demanda El dos de agosto de dos mil
diez, mediante escrito obrante en la página veintitrés, Julián
Benigno Pachas Pastor, al amparo de lo previsto en el inciso 4
del artículo 219 del Código Civil, demanda la nulidad de acto
jurídico contra la Compañía Promotora de Vivienda Progreso
Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada, respecto del
Contrato de Cesión de Derechos y del documento que lo
contiene, de fecha doce de mayo de dos mil tres, sobre el Lote
12 de la Manzana “C” del Programa de Vivienda Residencial
Santa Catalina de Oquendo, Callao: - Sustentan su petición
señalando que son posesionarios del Lote 12 de la Manzana “C”
del Asentamiento Humano Santa Catalina del Ex Fundo
Oquendo, Callao, de un área de ciento noventa y uno punto
veintiocho metros cuadrados (191.28 m2), siendo dicho terreno
del Estado. - En el año dos mil tres se presentó la demandada,
arguyendo ser propietaria del terreno, ante tal noticia y sin exigir
mayores documentos, en su humilde condición de carpintero y
escasa formación educativa, creyeron y pensaron que les iban a
desalojar del inmueble, por lo que el doce de mayo de dos mil
tres firmaron con la demandada el documento que esta redactara
denominado “Contrato de Cesión de Derechos”, sobre la
propiedad presuntamente de la demandada. Dicho contrato lo
suscribieron persuadidos por la demandada quien indicó que
inmediatamente les expediría el documento que acredita la
propiedad y les hizo suscribir el Contrato de Cesión de Derechos,
a cambio de que proceda a cancelar en cuotas el precio que ella
también fijó. En su ingenuidad y buena fe pensaron que el
referido contrato era el título de propiedad del terreno que venían
poseyendo. - Al constituirse a la Municipalidad Provincial del
Callao a registrar la compraventa de su terreno le indicaron que
no podían registrarlo, ya que el terreno estaba a nombre del
Estado. - La demandada le indicó que no había ningún problema
y para mayor veracidad les indicó que expediría un documento
que acreditaba tal propiedad, lo que no ha efectuado; por el
contrario, pretende hacer cobros por dicho contrato. - La
demandada refiere que la persona de Catalina Navarro
Barrientos es la cedente de este terreno, pero descubrieron que
esta persona tampoco fue propietaria, en tanto dicha persona
había iniciado un proceso de prescripción adquisitiva de dominio
ante el Tercer Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, proceso en el que se declaró infundada la demanda, es
decir, la demandada de mala fe efectuó el Contrato de Cesión de
Derechos en el año dos mil tres con los recurrentes, sobre un
bien que no es de su propiedad, ni del tercero cedente,
configurándose de este modo un fin ilícito, por lo que deviene en
nulo dicho contrato. 2. Contestación de la demanda Mediante
escrito de página noventa y cuatro, la demandada Compañía
Promotora de Vivienda Progreso Sociedad Comercial de
Responsabilidad Limitada, contesta la demanda, manifestando:
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Lunes 7 de junio de 2021 CASACIÓN
- Que el inmueble que transfirieron se encuentra dentro de un
área de mayor extensión, el cual fue adquirido por Catalina
Navarro Barrientos conforme a las dos escrituras públicas que
adjunta, ya que el derecho real de propiedad ha sido adquirido
por cesión de derechos encontrándose dentro de la esfera de
propiedad de la recurrente, pues Catalina Navarro Barrientos,
conviviente del fallecido Juan Auqui Ñacahuari tuvo derecho real
de posesión sobre el bien por ser beneficiario de la reforma
agraria, derecho que fue transmitido a la primera de las
nombradas. - Es falso que su parte en el año dos mil tres se
haya acercado al domicilio de los demandantes, pues son ellos
quienes se acercaron a sus oficinas solicitando la compra del
inmueble y luego de verificar la documentación suscribieron el
Contrato de Cesión de Derechos; aclarando que antes de esa
fecha los actores no vivían en el predio. - En el Contrato de
Cesión de Derechos se expresó que el lote de terreno que se
transfiere se encontraba en vías de regularización y su parte se
comprometía al saneamiento por evicción. - Cuenta con derecho
sobre la Parcela UC-10680, de un área de veinticinco mil metros
cuadrados (25,000.00  m2) pues mediante escritura pública de
compraventa del uno de diciembre de dos mil y ratificaciones del
dieciséis de agosto de dos mil uno y tres de mayo de dos mil
dos, adquirieron en compraventa dicha parcela de Catalina
Navarro Barrientos. - Si la actora considera que el inmueble que
le vendieron es ajeno entonces nos encontramos a la figura de
rescisión de venta de bien ajeno y no ante una acción de nulidad,
por lo que no existe objeto jurídicamente imposible. Asimismo, la
demandada formula reconvención solicitando como pretensión
principal la reivindicación del predio y como pretensión
subordinada la resolución del Contrato de Cesión de Derechos
de fecha doce de mayo de dos mil tres y restitución del inmueble
sito en Manzana “C” Lote 12, del Programa de Vivienda
Residencial Santa Catalina de Oquendo, Callao. - Sustenta sus
pretensiones refiriendo que con el demandante celebró Contrato
de Cesión de Derechos el doce de mayo de dos mil tres, cuyo
precio se pactó en la suma de trece mil novecientos dólares
americanos (US$  13,900.00) a pagarse en sesenta (60) letras
de cambio de: cincuenta y nueve (59) letras de doscientos diez
dólares americanos (US$ 210.00) cada una, y una (1) letra de
trescientos diez dólares americanos (US$  310.00). En la
cláusula quinta los demandantes se obligaron a que el
incumplimiento del pago de tres (3) letras de cambio consecutivas
o alternativas causaría la resolución del contrato, por lo que
habiendo los reconvenidos dejado de abonar treinta y cinco (35)
cuotas y/o letras de cambio desde el mes de julio de dos mil
cinco hasta la fecha, mediante carta notarial de fecha diecisiete
de mayo de dos mil siete les requirieron que cumplan con abonar
las cuotas adeudadas, bajo apercibimiento de dar por resuelto el
contrato. - Ante su negativa, mediante segunda carta notarial de
fecha veintiuno de enero de dos mil ocho, les hicieron conocer
que habían dado por resuelto el Contrato de Cesión de Derechos
celebrado entre las partes; de forma que habiéndose resuelto el
contrato de pleno derecho, se les debe restituir vía reivindicación
el inmueble en litigio. 3. Puntos controvertidos Mediante
resolución número trece, se fijan los siguientes puntos
controvertidos: - Determinar si el acto jurídico de cesión de
derechos de fecha doce de mayo de dos mil tres adolece de
nulidad por causal de fin ilícito. - Determinar si en el proceso de
nulidad de acto jurídico procede fijar los costos y costas
procesales. 4. Sentencia de primera instancia Mediante
sentencia de fecha veintinueve de setiembre de dos mil quince
(página trescientos cuarenta y dos), el Trigésimo Primer Juzgado
Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, declara infundada la demanda e improcedente la
reconvención, por considerar que: - Del contrato materia de
nulidad se aprecia que las partes acordaron la cesión de un lote
de terreno, que forma parte de otro lote de un área de mayor
extensión, inscrita en la Partida Registral número P01265663
del Registro de Propiedad Inmueble de Lima, conforme se
verifica a página ocho. Igualmente, las partes dejaron constancia
que la empresa demandada no tenía inscrito su dominio sobre el
predio que vendía; ello se desprende de lo expuesto en la
cláusula sétima del contrato; en ese sentido, este juzgado no
puede asumir que los demandantes fueron “engañados o
sorprendidos” respecto a la situación dominial del predio. - Los
demandantes podían conocer la situación dominial del predio
por el hecho que en el contrato se indicó que la demandada ha
adquirido derechos de un tercero, precisándose la Partida
Registral donde corre inscrito el predio matriz; además, en la
cláusula sétima la demandada se obliga a regularizar la
propiedad a su favor, obviamente para después transferirles a
los demandantes. - El hecho que las partes celebraron el
Contrato de Cesión de Derechos sobre un bien que ambas
partes saben que aún no aparecía como propiedad de la
demandada, no puede significar que su objeto es jurídicamente
imposible; por cuanto la demandada está en la obligación de
perfeccionar la transferencia de la compraventa a favor de los
demandantes, lo cual jurídicamente es posible. - Aún en el
negado caso que los demandantes desconocieran que el
223
inmueble era de propiedad de la demandada, tampoco el
contrato resultaría nulo, por cuanto encajaría en la figura de
venta de bien ajeno, que en nuestro Código Civil está regulada
en el artículo 1539, y no sanciona con nulidad dicha circunstancia.
- Tampoco podría declararse la nulidad del acto jurídico que se
cuestiona, por cuanto el engaño es propiamente una forma de
dolo (inducir a error), lo cual no es causal de nulidad del acto
jurídico, sino de anulabilidad. - Respecto a la reconvención, se
tiene que de la Copia Literal de la Partida Registral número
P01265663 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima, está
inscrito el predio rural terreno rústico parte del Fundo Oquendo,
Código Catastral 05754, Proyecto Oquendo, Callao U.C. 05754.
Este predio aparece inscrito a favor de la Dirección General de
Reforma Agraria y Asentamiento Rural. No se evidencia derecho
inscrito a favor de la demandada, por ende, no se encuentra
acreditado este primer requisito para que prospere la pretensión
mencionada. - El hecho de que cuente con escrituras públicas
mediante las cuales se le transfiere el predio matriz, no resultan
suficientes para acreditar su propiedad, pues quien le transfiere
el predio -Catalina Navarro Barrientos- tampoco aparece como
titular registral del predio; más bien dicha persona aparece
haber iniciado un proceso de prescripción adquisitiva de dominio
sin que hasta la fecha tenga sentencia judicial firme que la
reconozca como propietaria del bien (ver página trece).
Entonces, la demandada no puede solicitar la reivindicación del
bien en litigio, ya que no existe un tracto sucesivo en la cadena
de transmisiones del predio, pues quien le transfiere el predio no
aparece como titular registral del mismo, ni mucho menos
cuenta con sentencia que la reconozca como tal. - En cuanto a
la pretensión subordinada de resolución de contrato y restitución
del inmueble, del Contrato de Cesión de Derechos se advierte
que la demandada cede el predio en litigio a favor de los
demandantes, igualmente se obliga al saneamiento y la
regularización de la propiedad (cláusula sétima); por tanto, nos
encontramos ante un contrato con prestaciones recíprocas,
adicionalmente a ello existe una situación que hace del referido
contrato uno de tipo singular: es el hecho que la demandada
vendedora aún no es propietaria registral del bien, por lo que la
adquisición de los demandantes no podría consolidarse o tener
seguridad jurídica si es que la demandada no regulariza la
situación dominial del bien. 5. Apelación Mediante escrito de la
página trescientos sesenta y dos, el demandante Julián Benigno
Pachas Pastor interpone recurso de apelación contra la
sentencia de primera instancia, alegando que: - No se ha tomado
en cuenta que el bien materia de transferencia del Contrato de
Cesión de Derechos no era de propiedad de la Compañía
Promotora de Vivienda Progreso Sociedad Comercial de
Responsabilidad Limitada ni de Catalina Navarro Barrientos,
sino del Estado Peruano, verificándose así la finalidad ilícita del
aludido contrato al haberse cedido el derecho de un tercero
ajeno al contrato. Por su parte, la demandada Compañía
Promotora de Vivienda Progreso Sociedad Comercial de
Responsabilidad Limitada, mediante escrito obrante en la página
trescientos cincuenta y cinco, apela la sentencia de primera
instancia indicando: - No se ha tomado en cuenta que las cartas
notariales y letras de cambio impagas no han sido cuestionadas
por la parte actora, quienes sin justificación alguna dejaron de
pagar las cuotas a las que se obligaron mediante el Contrato de
Cesión de Derechos materia de nulidad. - No resulta exigible al
caso de autos la excepción de incumplimiento contractual a la
que se refiere el artículo 1426 del Código Civil. - El Juez no ha
tomado en cuenta que el saneamiento de la propiedad es un
argumento irrelevante jurídicamente para resolver la presente
controversia, en la que solo debe decidirse si el Contrato de
Cesión de Derechos sigue vigente o si corresponde su resolución
contractual. 6. Sentencia de vista El veinte de octubre de dos mil
dieciséis, la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima expide la sentencia de vista obrante en la página
cuatrocientos dieciocho, confirmando la sentencia de primera
instancia que declaró infundada la demanda e improcedente la
reconvención. La Sala Superior señala: - El objeto materia de
venta resulta ser un bien que existe en la realidad fáctica que se
encuentra plenamente determinado por las partes contratantes,
no habiendo los demandantes acreditado que los actos de
disposición que se celebren respecto a dicho bien se encuentren
prohibidos por ley, cumpliéndose así los requisitos establecidos
por el artículo 1532 del Código Civil. - Ahora bien, en el caso que
el inmueble materia de cesión resultare ser ajeno, es decir, de
propiedad de una tercera persona ajena a la relación contractual
entablada entre los contratantes, es preciso señalar que, en
concordancia con lo establecido en el inciso 2 del artículo 1409
y el artículo 1532 del Código Civil, nuestro ordenamiento jurídico
permite que se efectúen contrataciones respecto de bienes
ajenos, de esa manera, la falta de titularidad del cedente
respecto al inmueble que fuera objeto del contrato submateria
no es una circunstancia que haga incurrir a dicho negocio
jurídico en la causal de nulidad por objeto jurídicamente
imposible, habiéndose establecido que los actos de disposición,
cuya validez ahora se cuestiona, no se encuentran prohibidos

224 CASACIÓN
por ley, por lo que tampoco se verifica la causal de fin ilícito. En
consecuencia, no nos encontramos ante un defecto de estructura
del negocio jurídico sino, más bien, de eficacia del mismo,
pudiendo los recurrentes hacer ejercicio del remedio previsto en
el artículo 1539 del Código Civil, correspondiendo así desestimar
la demanda, en aplicación del artículo 200 del Código Procesal
Civil. - Se tiene que en la Partida Registral P01265663 del
Registro de la Propiedad Inmueble de Lima (página ocho) se
encuentra inscrito el predio rural terreno rústico parte del Fundo
Oquendo, Código Catastral 05754, Proyecto Oquendo, Callao
U.C. 05754; el mismo cuyo titular registral es la Dirección
General de Reforma Agraria y Asentamiento Rural, no habiendo
la empresa reconviniente acreditado que la adquisición del
predio en litigio haya provenido de transferentes que,
efectivamente, cuenten con el derecho de propiedad del citado
bien, advirtiéndose que su transferente directa (Catalina Navarro
Barrientos) tampoco cuenta con un título de propiedad
efectivamente perfeccionado al haber tenido que iniciar un
proceso de prescripción adquisitiva de dominio (página trece). -
En cuanto a la pretensión subordinada sobre resolución de
contrato por incumplimiento, se tiene que esta se sustenta en la
falta de pago incurrida por Julián Benigno Pachas Pastor y Doris
Mabell Sánchez Meris de Pachas respecto de treinta y cinco (35)
de sesenta (60) cuotas y/o letras de cambio, a razón de
doscientos dólares (US$  210.00) cada una, desde el mes de
julio de dos mil cinco. Sin embargo, por propia declaración de la
reconviniente, esta parte ha manifestado que requirió el pago
pendiente a sus deudores mediante carta notarial de fecha
diecisiete de mayo de dos mil siete, bajo apercibimiento de dar
por resuelto el contrato, cursándoseles luego la carta notarial de
fecha veintiuno de enero de dos mil ocho, por la cual hicieron
efectivo el referido apercibimiento. En ese sentido, la demandada
carece de interés para obrar con relación a esta pretensión
reconvencional, si se tiene en cuenta que en virtud a la aludida
carta notarial, el denominado “Contrato de Cesión de Derechos”
submateria ya habría sido resuelto por esta parte; por tal razón,
la reconvención en este extremo es improcedente y como
consecuencia de ello las pretensiones accesorias que de esta se
derivan. III. RECURSO DE CASACIÓN El veinte de febrero de
dos mil diecisiete, el demandante Julián Benigno Pachas Pastor
ha interpuesto recurso de casación, siendo declarado procedente
por este Supremo Tribunal mediante la resolución de fecha diez
de enero de dos mil dieciocho por la infracción normativa
material del artículo 219 incisos 3 y 4 del Código Civil y de
manera excepcional por infracción normativa procesal del
artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Estado. IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE En el presente
caso, la cuestión jurídica en debate consiste en determinar si
existen infracciones procesales que ocasionen la nulidad de la
sentencia y, en su caso, si debe declararse nulo el acto jurídico
cuestionado por las causales de objeto jurídicamente imposible
y fin ilícito. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA
PRIMERO. Motivación de las resoluciones judiciales El
recurso de casación materia de análisis solo ataca el extremo de
la sentencia de vista que declara infundada la demanda, eso es,
la desestimación de la pretensión de nulidad de acto jurídico, por
lo tanto, nos remitimos a emitir pronunciamiento a este respecto.
En múltiples sentencias1 este Tribunal ha señalado que la
constitucionalización del deber de motivar implica que se está
ante una obligatoriedad universalizada e indisponible tanto para
la esfera privada como para la pública, permitiendo a las partes
controlar el significado de la decisión (función endoprocesal) y
posibilitando el control democrático de los Jueces, que obliga,
entre otros hechos, a la publicación de la sentencia, a la
inteligibilidad de la decisión y a la autosuficiencia de la misma2
(función extraprocesal). En las mismas resoluciones judiciales,
ha reparado que la motivación no significa la exteriorización del
camino mental seguido por el Juez, sino que exista una
justificación racional de lo que se decide. Se trata de una
justificación racional que es, a la vez, interna y externa. La
primera consiste en verificar que: “el paso de las premisas a la
conclusión es lógicamente -deductivamente- válido” sin que
interese la validez de las propias premisas. Por su parte, la
justificación externa consiste en controlar la adecuación o
solidez de las premisas3, lo que supone que la(s) norma(s)
contenida(s) en la premisa normativa sea(n) norma(s)
aplicable(s) en el ordenamiento jurídico y que la premisa fáctica
sea la expresión de una proposición verdadera4. En esa
perspectiva, la justificación externa exige5: (i) que toda
motivación debe ser congruente, de lo que sigue que no cabe
que sea contradictoria; (ii) que toda motivación debe ser
completa, por lo que deben motivarse todas las opciones; y, (iii)
que toda motivación debe ser suficiente, por lo que es necesario
ofrecer las razones jurídicas que avalen la decisión. SEGUNDO.
Justificación interna En cuanto a la justificación interna (que
consiste en verificar que “el paso de las premisas a la conclusión
es lógicamente -deductivamente- válido” sin que interese la
validez de las propias premisas), se advierte que el orden lógico
propuesto por la Sala Superior ha sido el siguiente: 1. Como
El Peruano
Lunes 7 de junio de 2021
premisa normativa la sentencia ha considerado los artículos
1409 inciso 2, 1532 y 1539 del Código Civil, referentes a la
materia de la obligación creada por el contrato, a los bienes
susceptibles de compraventa y a la venta de bien ajeno. 2.
Como premisa fáctica la Sala Superior ha señalado: del
documento denominado “Contrato de Cesión de Derechos” de
fecha doce de mayo de dos mil tres (página cinco), se aprecia
que la demandada Compañía Promotora de Vivienda Progreso
Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada cedió a favor
de los demandantes, Juan Benigno Pachas Pastor y Doris
Mabell Sánchez Meris de Pachas, el terreno de la Manzana “C”,
Lote 12, con un área de ciento noventa y un punto veintiocho
metros cuadrados (191.28  m²) del Programa de Vivienda
Residencial Santa Catalina de Oquendo, Provincia Constitucional
del Callao, por la suma de trece mil novecientos dólares
americanos (US$  13,900.00), suma que sería pagada de la
siguiente manera: mil doscientos dólares americanos
(US$  1,200.00) como cuota inicial y el saldo de doce mil
setecientos dólares americanos (US$  12,700.00) en sesenta
(60) letras: cincuenta y nueve (59) de doscientos diez dólares
americanos (US$  210.00) y una (1) letra de trescientos diez
dólares americanos (US$ 310.00). Asimismo, se observa que en
la sétima cláusula contractual, el cedente se obligó al
saneamiento y regularización de su documento de propiedad
hasta su correspondiente inscripción, comprometiéndose a
regularizar la cesión en caso de evicción. 3. Como conclusión
la sentencia considera que el objeto materia de venta resulta ser
un bien que existe en la realidad fáctica que se encuentra
plenamente determinado por las partes contratantes, no
habiendo los demandantes acreditado que los actos de
disposición que se celebren respecto a dicho bien se encuentren
prohibidos por ley; nuestro ordenamiento jurídico permite que se
efectúen contrataciones respecto de bienes ajenos, de esa
manera, la falta de titularidad del cedente respecto al inmueble
que fuera objeto del contrato sub materia no es una circunstancia
que haga incurrir a dicho negocio jurídico en la causal de nulidad
por objeto jurídicamente imposible. En ese sentido se advierte
que la conclusión a la que arriba es congruente formalmente con
las premisas establecidas, por lo que existe adecuada
justificación interna en la sentencia impugnada. TERCERO.
Justificación externa En lo que concierne a la justificación
externa corresponde analizar las premisas de las sentencias. 1.
La demanda fue una de nulidad del acto jurídico denominado
Contrato de Cesión de Derechos, celebrado el doce de mayo de
dos mil tres; así como en vía reconvencional se solicitó la
reivindicación del bien cedido por el referido contrato y la
resolución de dicho negocio jurídico. 2. La sentencia impugnada
desestima la nulidad del acto jurídico, señalando6: (i) “que el
objeto materia de venta resulta ser un bien que existe en la
realidad fáctica que se encuentra determinado por las partes
contratantes”; (ii) “no se ha acreditado que los actos de
disposición que se celebren respecto a dicho bien se encuentren
prohibidos”; (iii) si el “inmueble materia de cesión resultare ser
ajeno, es decir, de propiedad de una tercera persona ajena a la
relación contractual entablada entre los contratantes (…) nuestro
ordenamiento jurídico permite que se efectúen contrataciones
respecto de bienes ajenos (por lo que) (…) no nos encontramos
ante un defecto de estructura del negocio jurídico sino, más
bien, de eficacia del mismo”. 3. Este Tribunal Supremo considera
que se ha obviado analizar las características de la cesión de
derechos celebrada por las partes, cuya nulidad se deduce. En
efecto: a) En una cesión de derechos hay una parte denominada
cedente, otra cesionaria y un tercero llamado cedido. b) De la
lectura del contrato de página cinco se aprecia que el cedente
sería Compañía Promotora de Vivienda Progreso Sociedad
Comercial de Responsabilidad Limitada y los cesionarios los
señores Julián Benigno Pachas Pastor y Doris Mabell Sánchez
Meris de Pachas; se ignora, en cambio, quién es el cedido, es
decir, la parte a quien debería exigírsele el cumplimiento de la
prestación que esta tenía con el cedente7. c) Es posible que la
parte a la que se alude sea la señora Catalina Navarro
Barrientos, conforme parece enunciarlo el considerando primero
del referido contrato; pero nada se ha dicho de manera específica
qué derechos “adquirió” la empresa cedente de esta, en el
contexto que la propia parte demandante indica que aquella
carecía de derechos y que se hace necesario saber de manera
específica qué prestación debía cumplir la referida señora
(aparentemente la cedida) a favor de Compañía Promotora de
Vivienda Progreso Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada (el cedente), a efectos que el cesionario pueda exigir el
cumplimiento de la obligación. d) Por otra parte, en el
denominado Contrato de Cesión de Derechos existen cláusulas
contractuales que indican que ya se transfirió la propiedad
(cláusula tercera), que el lote ha sido objeto de venta
(considerando sexto) y que los “cesionarios” ya ostentan el
“dominio de la propiedad”. Si ello es así, debe examinarse si el
contrato es en efecto uno de cesión o si, por el contrario,
estamos ante un contrato de compraventa. Tal análisis no se ha
efectuado en la sentencia impugnada. 4. Debe indicarse que tal
El Peruano
Lunes 7 de junio de 2021 CASACIÓN
hecho resulta trascendente para emitir pronunciamiento válido,
pues de ello se desprenden algunas interrogantes que deben
ser respondidas, por ejemplo, si se asumiera que es una cesión,
si lo que se transfería era un bien ajeno o la promesa de venta
de bien ajeno; si dada la naturaleza de la cesión era posible
ceder este derecho; si esta promesa de venta efectivamente
existía y, si en caso no existiera, si estamos ante un supuesto de
rescisión o de nulidad del contrato. 5. Un último punto a señalar
consiste, siempre y cuando se considere que hay cesión de
derechos, si es posible resolver un contrato en el que se podrían
afectar los derechos del cedido, sin que este intervenga, dado
que si bien el artículo 1206 del Código Civil prescribe que se
pueden ceder derechos sin asentimiento del deudor, no es
menos verdad que el artículo 1215 del referido Código indica
que puesto en conocimiento de este la cesión, el contrato surte
efecto para el deudor. Tampoco ello ha merecido
pronunciamiento. 6. Como tales hechos no han sido esclarecidos
en el considerando décimo sexto de la impugnada, existe
ausencia de motivación que impele a declarar nula la sentencia
impugnada. VI. DECISIÓN Por las consideraciones glosadas,
esta Sala Suprema, de conformidad con lo que establece el
tercer párrafo del artículo 396 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364; declara: FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por el demandante Julián
Benigno Pachas Pastor (página cuatrocientos treinta y uno);
en consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha veinte de
octubre de dos mil dieciséis (página cuatrocientos dieciocho),
ORDENARON que la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima emita nuevo fallo con arreglo a lo precisado en
la presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON la publicación
de esta resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Julián Benigno Pachas
Pastor y otra contra Compañía Promotora de Vivienda Progreso
Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada, sobre
Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Interviene la Señora
Jueza Suprema Arriola Espino por impedimento de la Señora
Jueza Suprema Ampudia Herrera. Ponente Señor Calderón
Puertas, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, CALDERÓN PUERTAS, ARRIOLA ESPINO,
LÉVANO VERGARA
1
CAS. N° 2490-2015 Cajamarca, CAS. N° 3909-2015 Lima Norte, CAS. N° 780-
2016 Arequipa, CAS. N°115-2016 San Martín, CAS. N° 3931-2015 Arequipa, CAS.
N° 248-2017 Lima, CAS. N° 295-2017 Moquegua.
2
IGARTUA SALAVERRÍA, Juan. El razonamiento en las resoluciones judiciales.
Palestra-Temis, Lima-Bogotá, 2014, pág. 15. ALISTE SANTOS, Tomás Javier. La
motivación de las resoluciones judiciales. Marcial Pons. Madrid-Barcelona-Buenos
Aires, págs 158-159. De lo que sigue que la actividad del juez también se vincula
a los fenómenos políticos, sociales y culturales del país y que la sentencia es,
también, un acto de gobierno y plantea un programa de comportamiento social.
GUZMÁN, Leandro. Derecho a una sentencia motivada. Editorial Astrea, Buenos
Aires - Bogotá, 2013, pág. 195.
3
ATIENZA, Manuel. Las razones del derecho. Sobre la justificación de las decisiones
judiciales. En http://razonamientojurídico.blogspot.com.
4
MORESO, Juan José y VILAJOSANA, Josep María. Introducción a la Teoría del
Derecho. Madrid, Marcial Pons Editores, pág. 184.
5
IGARTUA SALAVERRÍA, Juan. Ob. cit., pág. 26.
6
Considerando décimo sexto.
7
Eso es lo que señala el artículo 1206 del Código Civil. Allí se prescribe: “La cesión
es el acto de disposición en virtud del cual el cedente transmite al cesionario el
derecho a exigir la prestación a cargo de su deudor, que se ha obligado a transferir
por un título distinto“.
C-1956780-175
CASACIÓN Nº 3197-2017 LIMA
MATERIA: ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL
SUMILLA: No se advierte vulneración al principio de motivación
de resoluciones judiciales consagrado en el inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, por ausencia
de pronunciamiento sobre el extremo de la nulidad del laudo
contenido en la resolución número seis, en tanto el demandante
no ha encuadrado su pretensión en alguna de las causales
contenidas en el artículo 63 de la Ley de Arbitraje (Decreto
Legislativo número 1071), y porque además, los fundamentos
que sustentan la pretendida nulidad tienen como objeto calificar
el criterio del árbitro y el contenido sustancial de la decisión, lo
que se encuentra proscrito por ley.
Lima, veinte de mayo de dos mil diecinueve.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número tres mil
ciento noventa y siete - dos mil diecisiete; y producida la votación
con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL
RECURSO DE CASACIÓN: Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema el recurso de casación interpuesto por la Municipalidad
Distrital de Jesús María a fojas ciento veinticuatro, contra la
sentencia de vista de fecha once de abril de dos mil diecisiete,
225
emitida por la Segunda Sala Civil Subespecializada en Materia
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró
fundada la demanda de Anulación de Laudo Arbitral; en
consecuencia, nula la Resolución número ocho, que declaró
infundada la solicitud de rectificación y fundada la solicitud de
integración del laudo arbitral, sin reenvío, precisando que este
pronunciamiento no afecta lo resuelto en el laudo arbitral
contenido en la Resolución número seis. 2. FUNDAMENTOS
DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por resolución de fecha ocho
de setiembre de dos mil diecisiete, corriente a fojas veintiuno del
cuaderno de casación, se ha declarado procedente el recurso
por: i) Inaplicación del artículo 139 inciso 5 de la Constitución
Política del Perú.- Alegando que, la Sala no ha tenido en cuenta
la norma cuya infracción denuncia, al no haberse pronunciado
sobre la pretensión contenida en la demanda, referida a la
anulación de la Resolución número seis que contiene el laudo
arbitral, lo cual denota una evidente ausencia de motivación; y,
ii) Inaplicación del artículo 42 de la Ley de Contrataciones
del Estado aprobado por el Decreto Supremo número 083-
2004-PCM e infracción del artículo 233 del Decreto Supremo
número 084-2004-PCM.- sostiene que, en los contratos de
bienes y servicios a diferencia de las contrataciones de ejecución
o consultoría de obras, la normativa de contrataciones del
Estado no ha previsto una aprobación automática, en caso la
entidad no cumpla con pronunciarse con otorgar la conformidad,
lo que denota que a la Municipalidad no le correspondería
cancelar a la empresa contratista por la entrega de suministros
de cómputo, lo que muestra una decisión arbitraria y carente de
motivación del laudo, que denota lo endeble del laudo, la
resolución que hoy cuestionan y la inaplicación de la norma cuya
infracción denuncian, por lo que solicita se case la sentencia
cuestionada por carecer de sustento fáctico y jurídico que lo
ampare. Precisa que, conforme al artículo 233 del Decreto
Supremo número 084-2004-PCM, la conformidad de la obra
requiere del informe del funcionario responsable del área
usuaria, quien deberá verificar, dependiendo de la naturaleza de
la prestación, la calidad, cantidad y cumplimiento de las
condiciones contractuales. En consecuencia, la Sala a sabiendas
de lo antes indicado y en aplicación de las normas cuya
infracción denuncia, debió pronunciarse sobre la pretensión de
anulación de laudo arbitral, declarar fundado el recurso de
anulación del laudo y nulo el mismo, al haberse acreditado la
vulneración de las normas líneas arriba detalladas. 3.
ANTECEDENTES: Previo a la absolución de las denuncias
formuladas por la recurrente, conviene hacer las siguientes
precisiones respecto de lo acontecido en el proceso: 3.1.
Demanda: Mediante escrito de fojas cuarenta y tres y siguientes,
la demandante, Municipalidad Distrital de Jesús María, interpone
demanda de Anulación de Laudo Arbitral (Resolución número
seis, de fecha catorce de octubre de dos mil catorce) y de la
Resolución número ocho, de fecha uno de julio de dos mil
quince, sobre rectificación e integración de laudo arbitral, contra
Deivi Comp. Sociedad Anónima Cerrada. Como antecedentes
alega que otorgó la Buena Pro a favor de la demandada, en la
adjudicación de menor cuantía número 380-2008/MDJM/SGL
por “adquisición de suministros de cómputo”. Que, con fecha
cuatro de setiembre de dos mil ocho, se emitió la Orden de
Compra número 000644 a fin de que la empresa Deivi Comp.
Sociedad Anónima Cerrada entregue el material de cómputo, no
obstante la entidad nunca emitió la conformidad en cuanto a la
contraprestación brindada por el proveedor, dado que la misma
no satisfacía los requerimientos mínimos establecidos para la
contratación. Alega que por tal motivo, la empresa Deivi Comp.
Sociedad Anónima Cerrada, demandó arbitraje solicitando la
suma de nueve mil cuatrocientos noventa y nueve soles con
veinte céntimos (S/9,499.20) por concepto de contraprestación
de la “adquisición de suministros de computo”, la suma de S/
1,516.68 soles por concepto de daño emergente derivado de la
emisión de la Factura número 001-0000935, más intereses
legales, y la suma de seis mil setecientos veintinueve soles con
veinticinco céntimos (S/6,729.25) por gastos administrativos.
Sostiene que mediante Resolución número seis, de fecha
catorce de octubre de dos mil catorce, el árbitro único emitió
laudo, declarando fundada la pretensión de reconocimiento y
pago de nueve mil cuatrocientos noventa y nueve soles con
veinte céntimos (S/9,499.20). Que, con fecha veintiocho de
octubre de dos mil catorce fue solicitada la rectificación,
interpretación, integración o exclusión respecto al laudo arbitral,
lo cual recién fue resuelto con la Resolución número ocho, de
fecha uno de julio de dos mil quince, siendo notificado el trece de
julio de dos mil dieciséis, declarando la integración del laudo.
Sostiene como fundamentos de su demanda básicamente que
el árbitro señala que la entidad cae en responsabilidad al no
haber acreditado la emisión de la constancia de conformidad o
en caso contrario, el acta de observación de los bienes
entregados, por lo que debía reconocer y pagar a favor del
contratista el monto total de la contraprestación que asciende a
nueve mil cuatrocientos noventa y nueve soles con veinte
céntimos (S/9,499.20) así como los intereses que se hayan