Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Os damos la bienvenida al podcast ‘Aquí, la vida’ que nos permite conocer la vida
de personas adultas a través de su relato en primera persona. Cuando eres
joven, crees que encontrar trabajo será algo rutinario; lo que no se esperaba
Ricardo es que, a los 50 años, le costaría tanto encontrar un trabajo teniendo en
cuenta su trayectoria profesional.
Como he dicho, tengo 51 años, y para mí, hacerse mayor significa percibir que
las cosas cambian. No me refiero a madurar, no me refiero a evolucionar, a
pensar de otro modo, a tener responsabilidades… No, no, no me refiero a eso.
Me refiero, sobre todo, a que cambian las percepciones de cómo nos ven los
otros. Por ejemplo, aquel niño que te trata de usted por primera vez al salir de
casa: “¿Cierra usted la puerta?”. O cuando te encuentras con compañeros,
amigos que hace tiempo que no ves, aquel compañero del colegio, de la
universidad, que te lo encuentras y dices: “Uy, ¡cómo ha envejecido Joan!,
¡Carme ha engordado!, ¡si yo estoy fenomenal, ¡qué bien estoy!”. Pues no, la
percepción que tú tienes de ellos ¡es la misma que tienen ellos de ti! Pero tú no
eres consciente de ese cambio, tú no te das cuenta de que te has hecho mayor,
quizá. Bueno, te puedes dar cuenta con pequeños hechos. Cuando, por ejemplo,
vienen tus hijas y te llevan una fotografía, un escrito, las notas del colegio, y tú
no tienes suficiente brazo para alejarlas y leerlas bien, porque ya has llegado a
los 40 y pico. La presbicia, que es muy mala, ha hecho su efecto, y a ti te falta
brazo.
Bueno, con este último ejemplo, sí que puedes ser consciente de que has ido
cambiando. Pero muchas veces, los cambios, hacerse mayor, es más fácil que
lo vean los otros o que tú lo veas en los otros que tú contigo mismo. Nosotros
nos vemos igual de jóvenes e igual de atractivos, capaces de hacer lo que hemos
hecho siempre. Bueno, pues no, no es así. Me imagino que el siguiente paso
para darme cuenta de que todavía me he hecho más mayor de lo que me he ido
haciendo hasta ahora es que, no lo sé, al subir a un autobús, me cederán el
asiento: “Siéntese usted, siéntese usted”. O cuando, por desgracia, que aquí sí
que te das cuenta de que, en muchos casos, ya te has hecho mayor de verdad,
cuando fallecen tus padres y tú eres el siguiente en la línea. Ya estás en primera
línea y sabes que, dentro de unos años, te tocará a ti y serás tú el siguiente.
Quizá, en aquel momento, sí que te das cuenta de que te has hecho mayor, o te
pasa de golpe. Bueno, no lo sé, así es como lo veo.
¿Qué pasa si, de repente, te quedas sin trabajo? Si la empresa donde trabajas,
por unas decisiones políticas, decide irse y tú te quedas sin trabajo, como fue mi
caso. En un momento dado, me quedé sin trabajo, y coincidió con un divorcio.
Como tenías unos ahorros, pensabas que eso era temporal, que no tienes un
problema…, no ves un problema relativamente grave y urgente. Te centras más
en el tema de la separación. Incluso me digo: “Pues cojo… como tengo derecho
al paro, cojo un período de seis meses, de un año o un poco más de tranquilidad,
voy solucionando las otras cosas y no tendré problemas para volver a ponerme
a trabajar porque soy una persona válida y seguro que encuentro algo”. Pues,
bueno, debido a una crisis, los trabajos disminuyen, los sueldos bajan y cuesta
más encontrar trabajo. Lo que pensabas que sería rápido, te das cuenta de que
no lo es. Tú sigues teniendo unos gastos y ves que tus ahorros van
disminuyendo. Empiezas a preocuparte de otra forma, empiezas a pensar que lo
que preveías que podría ser rápido o no muy problemático quizá no lo es. Por
tanto, cambian tus percepciones, tus estados de ánimo. Tienes que ser fuerte
para darte cuenta de que sigues siendo válido y que eres una persona efectiva,
aunque no tengas trabajo. Eso no es fácil, porque, muchas veces, valoramos, y
nosotros los primeros, a los otros en función de lo que se prevé, su éxito, su
estatus o lo que tienen.
Mis proyectos no los tengo nada claros si hablamos desde el aspecto material,
ya que lo que espero es poder tener un trabajo mejor que me permita tener unos
mínimos vitales cubiertos, tener los mínimos vitales cubiertos, los mínimos de
alimentación, de vivienda, de estudios para mis hijas. Esos mínimos, pero no
necesariamente materiales. Eso no significa que no quiera tener una casa mejor,
un coche mejor o poder ir a mejores restaurantes. Sí, pero, para poder disfrutar
de esa casa, para poder disfrutar del coche o ir más seguro, más cómodo, pero
no por el hecho de tener un coche mejor. Por todo eso, actualmente, y digo
actualmente porque quizá, de aquí a un tiempo, la cosa sea diferente,
actualmente, para mí, la felicidad significa tener esos mínimos cubiertos y estar
tranquilo y conforme conmigo mismo, con uno mismo. Disfrutar del momento y
disfrutar de lo que estás haciendo en cada momento. Me imagino que, de aquí a
un tiempo, cuando sea más mayor, para mí, la felicidad será lo mismo que pienso
ahora, actualmente, y añadiremos tener salud. No es que ahora, para mí, tener
salud no sea importante o no me haga feliz, claro que me hace feliz. Pero, como
tenemos salud y es una cosa que se espera que tengamos, es posible que no le
des el valor que quizá, cuando eres más mayor, le das.