Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
autoayuda?
Como estarás intuyendo, hay algo que hace saltar mis alarmas cuando me
encuentro con esta actitud. Me pregunto… ¿En serio sirve de algo leer libros de
autoayuda o escuchar cada día una charla TED? ¿Nos hace esto mejores
personas, más conscientes, más en contacto con nuestro verdadero ser?
¿Nuestras vidas cambian realmente (es decir, objetivamente) si dedicamos años a
ciertas lecturas, eventos y a seguir a líderes “de la felicidad” en Internet?
Se puede contestar a esa pregunta con un ejemplo. Imaginemos a una persona
que tiene afición por la cocina y desea convertirse en cocinero profesional. Lee
libros de chefs famosos, investiga sobre técnicas culinarias, se pasa las tardes
viendo el canal cocina, embobado, receta tras receta… Un día, en un evento
de networking con chefs profesionales y aficionados, nuestro amigo hace gala
orgulloso de todos los libros que ha leído sobre recetas culinarias de los cinco
continentes y lo entendido que es en las propiedades de los alimentos. Los demás
le mirarían con cierta extrañeza y quizás algún atrevido sería capaz de preguntar:
“Eso está muy bien, sin duda, pero a todo esto… ¿has cocinado alguna vez?”
Porque una cosa es leer libros, asistir a seminarios, ver vídeos de cocina y
codearse con la crème de la crème de la alta cocina y otra muy distinta es saber
cocinar. Empaparse de la realidad del asunto y aprender a base de práctica, reflexión,
prueba y error.
Por ello, he querido resumir aquí cuatro cosas que se podrían hacer para pasar de
la teoría a la práctica en el tema del desarrollo personal y estas son:
Para mí hay una regla de oro para diferenciar una lectura de autoayuda útil de una
inútil (llena de palabras bonitas que no dicen nada): tiene que ayudarte a conocer
más de ti mism@ o a ver de forma ligeramente distinta un problema específico de tu
realidad. Los consejos, recomendaciones o frases bonitas que no te tocan, que no
vibran contigo, que no te hacen cuestionarte ni cuestionar tu relación con otras
personas, con el trabajo, con el tiempo, con el dinero o con lo que sea, no sirven.
Bueno, sirven para pasar un buen rato (como la persona que ve el canal cocina
por placer) pero no para creerte una persona mejor y más consciente por ello.
Es decir, que en primer lugar elige bien tus lecturas, porque no todo vale si
realmente deseas hacer autoterapia.
Cuatro. No basta con observar, hay que cambiar la forma de hacer las
cosas
Por ejemplo, si quieres mejorar la relación con una persona, tienes que revisar
mucho de ti mismo y de tu comportamiento antes de que se produzca “el milagro”
de que esa relación sea saludable. Hay mucho trabajo profundo, que no se ve,
hasta que una relación mejora visiblemente.
Lo mismo pasa en el caso de que quieras cambiar un trabajo que no te dice nada
por dedicarte a algo que es tu pasión. Primero tienes que pensar mucho sobre qué
quieres hacer, qué cosas te gustan y cómo podrías hacer de eso un proyecto
laboral. Tendrás que enfrentarte a tus miedos y tus ideas preconcebidas sobre el
mundo. Posiblemente empieces con un emprendimiento a tiempo parcial de esa
pasión. Y si todo va bien, llegará el momento en que te lances a dejar tu trabajo y
empezar con otra cosa, pero este proceso no habrá sido cosa de un día (eso lo ve la
gente desde fuera, pero nunca es así), sino de muchos meses profundizando en ti
y tomando la decisión.
Aunque este proceso de pasar de la teoría a un cambio tangible no es inmediato,
como digo, todos sabemos que debería ser el objetivo final de cualquier proceso
de desarrollo personal. Porque ¿de qué sirve leer cientos y cientos de consejos si
luego no vas a hacer nada?
¿Qué te aporta leer artículos como “50 cosas para ser feliz” o
“El secreto para que tu relación funcione” si no cambias
nada dentro de ti?
No basta con leer, reflexionar y tener muy buenas intenciones, en algún momento
hay que trasladar todo eso que está en la mente (y quizás también en el corazón)
a la vida real. La única que nos hace felices de verdad, por cierto.
Conclusiones finales
Para todos aquellos apasionados de la cocina o del mundo del motor los libros son
un excelente material de partida, pero ambos tienen claro que no se pueden
quedar sólo en la fase de lectura. Que tienen que mancharse las manos en la
realidad, observar, anotar resultados y así ir aprendiendo a través de
la experiencia.
Este proceso es el mismo para todas aquéllas personas interesadas en su
desarrollo personal. Está muy bien leer blogs y libros de autoayuda pero no podemos
quedarnos ahí… Ese es un nivel de aficionados. El siguiente paso ha de
ser ampliar el pensamiento, escribir, observar lo que sucede y finalmente cambiar
poquito a poco ciertas rutinas de nuestra vida.
Resumiendo: