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Lo primero, ante todo, es la definición del proyecto que llevarás adelante como
emprendimiento ambiental. Claro que este punto no es fácil ni demora poco
tiempo. Por el contrario, se trata de uno de los más complejos. Pero los esfuerzos
valen la pena.
Una vez que ya has puesto en marcha todo lo que atañe al emprendimiento
ambiental, es importante tener un desarrollo adecuado para el seguimiento del
mismo. Esto es en cuanto al logro de objetivos y metas, la implementación
correcta de las acciones que has contemplado en el plan de acción, junto a la
elaboración de informes de resultados que te permitan tomar mejores decisiones
y encontrar oportunidades de crecimiento y desarrollo de manera oportuna.
Además de estos pasos, debes incluir tu misión y visión sobre cómo reducir el
impacto ambiental. Por ejemplo, tu emprendimiento ambiental podría tener una
política de “Zero Waste”, que según el portal web El bien social es “una forma
de vivir que nos lleva a evitar al máximo posible la generación de residuos”.
De esta manera, podrías basar tu emprendimiento ambiental en fabricar bolsas de
papel kraft, ya que son baratas a la hora de producirlas y podrías ofrecerlas, por
ejemplo, a locales de comida con algún decorado especial para reforzar su
estrategia de packaging. Así, puedes ganar dinero y, a la vez, ayudar al medio
ambiente reduciendo la cantidad de residuos.
En caso de que estés pensando en algo más grande, como en el diseño de una
oficina, puedes utilizar los materiales de acuerdo a los fundamentos de la
arquitectura sostenible. Por ejemplo, puedes comprar materiales que una empresa
deseche para fabricar ladrillos o materiales de construcción.
https://twenergy.com/ecologia-y-reciclaje/medio-ambiente/como-hacer-huerto-urbano/