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EL LIDERAZGO IGNACIANO Una senda de transformacién y sostenibilidad | José Maria Guibert PRIA K mer eh Asi como en el lo los Ejercicios es- pirituales han sido renovados, adaptados y revividos de les maneras y contextos, no ha ocurrido eso con las Co . Se ha profundizado en los Bjercicios y se han formulado intuiciones para ayudar a muchas perso nas en su experiencia personal de vida, de encuentro con de la fe. Creo, en cambio, que las nes tienen ain un potencial amplio de adapta- \ciones y a un trabajo apostélico corporativo que quieran ser ignacianos, més alla de la estricta expe- riencia de los jesuitas vinculados con unos votos. Las tuiciones de las Constituciones estan todavia demasiado escondidas en las estanterias de las habitaciones de los jes Las personas lideradas al estilo ignaciano El otro polo de una relacién de liderazgo es la persona liderada 0, mejor dicho, el conjunto de las mismas, El lider ha de plantearse algunos objetivos con dicho grupo: {que se sientan un cuerpo para la misién y asuman las res- ponsabilidades que les corresponden; que estén unidos y cuiden el trato en comin; que se sientan en servicio; que un mismo espiritu y hacerlo con coheren- len el discernimiento y asuman su rol como sujeto en misién; que vivan de manera incipiente unos valores que recuerden al reino de Dios y su justicia, que buscamos fomentar. El lider promovera el cuidado de dichas personas (cura personalis) y las atenderé como seres queridos por Dios, promoviendo su desarrollo personal ~que en cla- ve cristiana se extiende hasta el encuentro con otra cara de dicho cuidado es que el $0 PRIMIERAPARTE.LIDERAZGOYESPIRTUALIDAD no solo el bienestar del liderado, encerrado en su propia n la puesta en prictica de su compromiso con la misién, sea personal o corporativa (cura apostolica). establecidas con un caricter propio ignaciano. Unido alo sefialado en el parrafo anterior, ademas de atender indivi dualmente a las personas, esto implicara cuidar el cli de trabajo; fomentar relaciones humanas de calidad que incluyan el apoyo mutuo o el interés de unos por otros, buscando llegar al amor cristiano; manejar adecuadamen- te los conflictos, enfrentindose de manera constructiva a la discrepancia; generar espacios gratuitos de conviven- cia, descanso y celebracién; organizar las reuniones de equipos y jomadas de trabajo con adecuadas dinémicas de deliberacién comunitaria, para avanzar en grupo hacia Ja utopia compartida; delegar tareas y responsabilidades, empoderando a las personas implicadas; proponer modos ; consultar y escuchar, promoviendo el jento orante en comin y tomando decisiones segiin esté estipulado o reglamentado; generar espacios. de formacién, ya sea con cardcter més racional o mas para que todos se familiaricen con el sentido de de ki in se plantea el hecho de que las personas ideradas puedan ser de distintos credos, pues «liderar ignacianamente» no quiere decir «liderar a personas ig- ‘Como se ha dicho en el apartado anterior, se buscar que cada uno respete la misién comiin y contri- buya a ella desde su situacién vital y personal. E] lider se abriré empaticamente a los distintos credos. Otra vez aqui nos enfrentamos a la pregunta de si la tradicién de la Compaiiia (lo que comenzé con la Fé) Ja, siguid con las Constituciones y se ha complementado = 2) ELLIDERAZGO IGNACIAN,OCASION DE RENOWACION 5 ccon los decretos de muchas congregaciones generales) y su modo de proceder generan procesos validos para las personas lideradas no jesuitas. Lo indicado en los pirrafos anteriores puede detectarse en la tradicién y prictica de la ‘Compafiia y puede también proponerse a las personas con quienes trabajamos, porque creemos que es un modo de proceder adecuado a nuestro carisma. Por eso, puede ser parte de lo que denominemos «liderazgo ignaciano». Una misién ignaciana que orienta y vineul liderados lider y El objeto de la tarea de liderazgo es lograr que las perso- por la influencia de la persona lider, orienten una n hacia in requiere de tantos recur- 0s, es tan compleja y abarca tantos aspectos y tareas, que uno solo no puede hacerlo todo. Por tanto, se requiere trabajo de muchos y alguien ha de asumir la tarea de liderarlos hacia dicha misién, Lo que est claro es que la persona lider ha de co- nocer y vivir con pasién la misién que se establece. En cl caso jesuitico, se trata de una misién con unos rasgos icos: una fe que promueve la justicia; un didlogo con otras tradiciones; una proclamacién «inculturaday del cevangelio; una tarea que se realiza en espiritu de colabo- racién y dentro de la Iglesia; una visién que es global y se fija en las fronteras y en el mayor servicio; unas lineas, de actuacién que suponen la coordinacién de esfuerzos para causas justas, defensa de los més desfavorecidos; unos planteamientos que estén intelectualmente fundados, que buscan la re iacién entre las personas, la creacién y Dios; unas 52 PRVERAPARTE LIDERAZGO VESPIITUALIDAD ‘opciones que incluyen el fomento de Ia espiritualidad ig- naciana, que se fundamenta en la experiencia vivida de los Ejercicios espirituales, etc. Todo esto se encarma en vas, universitarias, sociales, cultural La Congregacién General 35 definié qué podemos entender por institucién ignaciana: «El corazén de una ‘obra ignaciana son los Ejercicios Espirituales de san Ig- nacio. De hecho, una obra puede ser llamada ignaciana siempre que actiie de una manera que sea la caracteristica del carisma ignaciano: cuando intencionalmente busque en todas las cosas; cuando practique el discerni- ; cuando se acerque a la realidad a tra- is del contexto, en didlogo con iencia, evaluado a través de reflexién, orientado tics; cual no es necesario para ser «ignaciana». El lider es el responsable de que esta misién se Heve a cabo gracias a las personas que lidera. Para ello son convenientes ciertas competencias estratégi mitan tanto interpretar el contexto tural como establecer diagnésticos adecuados para abor- complejos que requieren distintos acercamientos que se fezcan entre sis por eso se promueve que distintos icos colaboren entre ellos y se generen Otras competencias de gestién pueden hacer referencia a Jos recursos humanos, materiales y financieros, a las eva- luaciones apostélicas para verificar eémo se avanza hacia {2 ELLIDERAZGO IGNACIANO,OCASION DE RENOVACON, 3

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