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Área Psicológica, Orientación Fundamentos de la constitución del sujeto, Materia

Psicología Política en articulación con la materia Psicoanálisis.

Teórico correspondiente al día 14/4/2021

Modelos de aparato psíquico

Durante sus teorizaciones, Freud desarrollo distintos modelos de aparato

psíquico. En cada uno de ellos, se plantea algún interrogante e intenta

responderlo. No hay un modelo que sustituya al otro pese a la distancia

cronológica en el tiempo entre uno y otro, sino que se trata de distintas

conceptuaciones pasibles de ser articuladas entre sí.

La primera cuestión que no debemos perder de vista, es que se trata de

modelos que se proponen para dar cuenta del funcionamiento psíquico y no de

objetos materiales. Estamos ante propuestas de conceptualización de un real, esto

es de un existente que no tiene correlato material sino efectos. Cabe destacar que

los efectos del funcionamiento psíquico sí tienen materialidad, tanto en el cuerpo

como en las sociedades.

Hay elementos que Freud plantea en 1896, en la carta 52 1, a los que va a

dar lugar en su teorización recién luego de 1920.

Van a observar por ejemplo que entre lo desarrollado en la carta 52 (con

cuatro años de diferencia con el denominado esquema óptico o esquema del

1
Carta dirigida a W. Fliess. Incluida en las obras completas. Tomo III. Edición Biblioteca Nueva.

1
peine que Freud presenta en el capítulo VII de su libro “La Interpretación de los

sueños” de 1900), existen puntos donde recién en el Block Maravilloso (1924) con

28 años de diferencia, Freud incluye francamente en su teorización.

El movimiento de teorización freudiano implica una permanente reedición

en función de cuestionamientos relativos a la práctica con los que el maestro

vienés se va encontrando. Pensemos que no sólo su clínica se ve conmovida a lo

largo del tiempo, sino que de 1920 en adelante aparecen una serie de prolíficos

textos en los que se encuentra pensando acerca de los malestares propios de

nuestra humanidad. En esa franja encontramos los denominados “escritos

culturales”: Psicología de las masas y análisis del yo (1921), el malestar en la

cultura (1930), El Por qué de la guerra (1932), que refleja en intercambio con

Albert Einstein, entre otros.

Freud, se planteaba hipótesis e interrogantes respecto al funcionamiento

del aparato psíquico y se explayaba en profundidad sobre los mismos. De esta

manera, mientras en el Block maravilloso se pregunta acerca de la posibilidad

del aparato psíquico para albergar huellas permanentes y de forma ilimitada, en el

Esquema del Peine se interroga acerca de dónde provienen las imágenes en los

sueños (imágenes oníricas), planteándonos el modelo de estratificación en

términos de huellas mnémicas y en la Carta 52 plantea que nuestro aparato

psíquico se estructura a partir de inscripciones que van experimentando

modificaciones a partir de las sucesivas reinscripciones, no estando en cualquiera

de los modelos propuestos siempre disponibles a la consciencia. Los avatares de

reinscripción o de pasaje de un sistema a otro, según corresponde a cada modelo

2
propuesto, implican no sólo el acceso o no a la consciencia, sino la producción

que dará lugar a la operatoria del inconsciente, objeto de estudio del psicoanálisis.

El recorrido por estas teorizaciones va a permitirles acercarse a los

mecanismos de funcionamiento del aparato psíquico, así como también pensar en

la constitución subjetiva: humano no se nace, sino que se adviene en función de

una serie de operatorias subjetivas. Esto es, somos primero en el campo del Otro 2

en tanto nos nombran, alojan (en el mejor de los casos). Somos hablados por

Otro. Nacemos en un estado de prematuración e indefensión que nos impide

satisfacer nuestras necesidades sin auxilio de otro humano, no hay instinto en el

humano. Además, ese auxilio cuando opera despojado del baño de palabras que

implica un lugar en el deseo del Otro, no alcanza para que la vida continúe.3

Volviendo a los modelos de aparato propuestos por Freud, las huellas

mnémicas de las que vamos a ir hablando a lo largo de los tres modelos de

aparato psíquico, son marcas que se tornan significantes, a pesar que pudieron

iniciarse en una inscripción como un elemento insignificante, si vale el juego de

palabras. No serán cualquier marca, sino aquellas que constituirán una red de

soporte al sujeto humano y que darán lugar (o no) al advenimiento subjetivo o con

más rigor al advenimiento del sujeto que va más allá de lo que denominamos

vulgarmente “subjetividad”. Ellas serán soporte estructural.

2
Concepto acuñado por el psicoanalista Jacques Lacan, que atravesará diferentes redefiniciones en su obra.
Para tomar provisionalmente una referencia común, diremos que guarda el tesoro de los significantes de
una lengua.
3
La experiencia del marasmo infantil da cuenta de ello.

3
Vamos entonces a realizar una aproximación a estos modelos de aparato

psíquico.

Carta 52 (1896)

En la carta 52 Freud comienza planteando la hipótesis de que el

mecanismo psíquico se establece por un proceso de estratificación sucesiva. “El

material existente en la forma de rastros mnemónicos experimentaría de tanto en

tanto un reordenamiento de acuerdo con nuevas relaciones, en cierto modo una

transcripción”(pág. 3551) En este sentido, la memoria no está disponible de

manera simple, sino más precisamente en diferentes clases de signos. Cada una

de estos signos contiene huellas mnémicas (escrituraciones) que experimentan

reescrituras en función de nuevas circunstancias.

Esquema propuesto por Freud:

I II III

PcpcS pcpc Ics PcsConsc

x x -------- x x ------------- x x ----------- x x ---------------- x x

x x x xx x x

Percepciones Signos de Inconsciente Preconsciente

Percepción

4
Las percepciones son el soporte material (neuronas), donde aparecen las

percepciones, a las que se vincula la conciencia., dirá Freud, sin embargo estas

no conservan en sí huella de lo que sucede. Lo que hará que el maestro vienés

afirme: “La consciencia y la memoria se excluyen mutuamente” (pág.3552)

Los signos de percepción implican el primer registro o transcripción por

escrito de aquellas percepciones. En este estrato tampoco esta escritura llega a

ser consciente.

Posteriormente, en el signo inconsciente hay una segunda escritura,

reescritura, que se ordena según las relaciones (asociaciones) con los estratos

anteriores. Freud piensa que quizás, las huellas de esta instancia corresponden a

recuerdos de conceptos. Estas marcas tampoco son accesibles a la consciencia.

El signo preconsciente implica una tercera escritura. Esta instancia está

ligada a la representación de la palabra, las investiduras se vuelven conscientes

en función de ciertas reglas. Es una consciencia ligada a lo cognitivo y es

retroactiva en el tiempo. Es muy interesante lo que Freud plantea respecto de este

registro, “Esta consciencia cogitativa secundaria es también cronológicamente

secundaria y probablemente dependa de la activación alucinatoria de las

imágenes verbales, de modo que las neuronas de la consciencia vendrían a ser

neuronas perceptivas, desprovistas de memoria” (pág. 3552) .

Es de suma importancia tener en claro este vacío de memoria de la

consciencia, sobre todo para ponderarel alcance y efecto de tantos abordajes que

intentan hacer de la consciencia su fuerte.

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En el modelo propuesto en la carta, “las sucesivas transcripciones,

representan la obra psíquica de sucesivas épocas de la vida” (p.3552). Es entre

dos de estas épocas que, según Freud, debería producirse la transcripción del

material psíquico. Cada reescritura posterior, inhibe o desvía en parte lo anterior.

La falta de reescritura de una época a la otra, es lo que se traduce en “represión”.

Esto quiere decir que aquello que ingresa por el polo de las percepciones, sufre

modificaciones en función de nuevos sucesos. Si se observa el esquema, se ve

como inicialmente las huellas mnémicas se disponen de una manera y luego van

experimentando modificaciones en los distintos estratos, no sólo de ubicación sino

de contenido.

Freud plantea que en estas reescrituras de un estrato o época al otro, se

levantan defensas. Puntualmente plantea dos: Defensa normal y Defensa

patológica. Para esta época de la conceptualización, en el caso de la primera, se

trata de aquella defensa que se levanta contra el displacer. La segunda (defensa

patológica) se produce contra una huella no traducida en la fase anterior.

En este sentido, si un suceso generó displacer al producirse (cuando era

actual), la escritura/recuerdo que deja como huella, contiene una “barrera” de

defensa que inhibe el desprendimiento de displacer si se “despierta” el recuerdo

de lo acontecido. En algunas oportunidades, la inhibición no es suficiente: Si el

suceso, cuando se produjo provocó displacer, al resurgir nuevamente provoca

displacer, entonces no se inhibe y el suceso reaparece como si fuese actual.Esto

suele darse en “recuerdos” de orden sexual.

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Vamos a tomar como ejemplo el recorte de una situación: una mujer joven

(la llamaremos Mirta) asiste a una serie de entrevistas en el marco de una

denuncia por violencia familiar. Previo a intercambiar con ella, la persona que la

atiende lee el oficio judicial. En este último se refería que Mirta tenía 4 hijos (dos

varones y dos mujeres). Sin embargo, al momento de la entrevista, la mujer

únicamente hablaba de dos niñas pequeñas. Al avanzar la conversación, quien la

escuchaba decide preguntarle por sus dos hijos varones en función de que no los

mencionaba. Mirta responde que sólo tenía dos niñas. Se apela al oficio judicial,

diciéndole que allí se refería que tenía (además de las dos niñas), dos hijos

varones. Ante esta expresión, la mujer cuenta que esos dos hijos habían fallecido

en distintas circunstancias traumáticas, no por enfermedades, sino por accidentes

domésticos de gravedad. La mujer narra esas muertes sin un solo indicio de

angustia, no había relato. Trae los fallecimientos y los cuenta como si se tratara de

un evento de la vida cotidiana y de hecho, no nombra a esos niños como hijos,

sino que directamente los eliminó de su discurso.

En este recorte que traemos, hay inhibición al desprendimiento de

displacer. El suceso generó tal conmoción al momento de producirse que la huella

quedo registrada allí con un monto de angustia intolerable. Al ser traído

nuevamente este recuerdo, la operatoria psíquica de la mujer produjo una defensa

que la preservó.

En otro ejemplo, varias mujeres jóvenes deciden denunciar a quien abusó

de ellas sexualmente. La denuncia la realizan muchos años después de ocurridos

los abusos (que desarrollaron cuando ellas eran niñas pequeñas, durante años).

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Una de las mujeres cuenta que a lo largo de toda su adolescencia y adultez

desarrolló un miedo excesivo a los ladridos de los perros, aunque no sabía a qué

se debía. Luego, durante el proceso judicial, recordó que mientras los abusos

sexuales tenían lugar, el abusador silbaba para que los perros del barrio ladraran y

así los vecinos no escucharan nada.

En este último ejemplo podemos ver como toma cuerpo la insuficiencia de

la inhibición en algunas ocasiones. En este caso el suceso (abuso sexual infantil)

cuando se produjo provocó tal displacer que al surgir nuevamente continúa

provocando displacer. No se inhibe y reaparece como si fuese actual (en este

caso, reaparece como miedo excesivo a los ladridos de perros, cuyo origen en

principio, resultaba desconocido). Cuando abordemos el modelo de aparato

psíquico propuesto en la interpretación de los sueños, haremos alusión a los

mecanismos de funcionamiento del mismo, desarrollados por Freud en el capítulo

VI, condensación y desplazamiento, que permitirán mayor luz aún respecto de

esta viñeta.

Esquema del Peine

En “La interpretación de los sueños” (1900) tiene lugar el desarrollo de la

primera tópica freudiana, la teorización respecto al inconsciente, preconsciente y

consciente. Este modelo de aparato psíquico se denomina comúnmente Esquema

óptico o del peine, y es aquí donde es explicado el mecanismo regresivo del

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sueño, que permite dar cuenta también de otros momentos y circunstancias del

funcionamiento del aparato.

En esta instancia Freud se pregunta: ¿De dónde provienen las imágenes de

los sueños? El esquema realizado por Freud (Cap. VII) explica cómo se

construyen las imágenes oníricas aunque con un trayecto/recorrido distinto al que

habitualmente se tiene en el estado de vigilia o diferente a lo que vimos páginas

más arriba en la Carta 52.

En el capítulo VI de la Interpretación de los sueños, Freud comienza

planteando que inicialmente los intentos por solucionar los problemas oníricos se

enlazaban a su contenido manifiesto y a interpretar aquello que parecía no tener

sentido. Freud aporta a esto algo distinto: no sólo se debe abordar lo propio del

contenido onírico manifiesto, sino que también debe tomarse el contenido latente

del sueño. De hecho, estas últimas (ideas latentes) son las más prioritarias en un

sueño. Freud va a decir que las ideas latentes son transformadas en un jeroglífico

que hay que descifrar y ese jeroglífico del que habla, es el contenido manifiesto. El

contenido latente está en el relato. El sueño para el psicoanálisis es el sueño

relatado. Es allí donde la escucha vía la atención libremente flotante torna el

contenido manifiesto (las imágenes que el soñante relata) en latente: lo que queda

dicho en el relato.

Así, Freud se propone una nueva tarea: investigar las relaciones existentes

entre el contenido manifiesto y las ideas latentes. Dirá que ambos aspectos se nos

presentan como dos versiones del mismo contenido, en idiomas distintos y les

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plantea a sus predecesores que los sueños sí tenían sentido pero que su error

había sido no descifrar esos jeroglíficos.

Incluso plantea, que no hay seguridad de agotar nunca la interpretación de

un sueño y que se puede de forma permanente continuar hallando nuevas ideas

en el contenido onírico.

Al haber tal desproporción entre el contenido manifiesto y las ideas latentes

de un sueño, Freud piensa que hay ciertos mecanismos que actúan sobre el

contenido onírico. Dos de estos mecanismos, son la condensación y el

desplazamiento.

En relación al efecto de condensación del material onírico, el autor dirá que

al despertar, se recuerda solo una parte de la elaboración onírica y que de hecho,

el contenido manifiesto es pobre en comparación con las ideas latentes, tal así

que en el contenido manifiesto se condensan múltiples ideas latentes. Dirá que la

elaboración onírica reposa sobre una condensación permanente inquebrantable.

Los ladridos de los perros condensan en la viñeta el abuso, ladridos sobre

los cuales se ha desplazado la importancia del evento de carácter traumático.

Los ladridos aparecen como representando esa otra cosa.

¿Cómo se lleva a cabo esta condensación del material onírico? Es decir

¿De qué manera o bajo qué condiciones llegan determinados elementos de las

ideas latentes al contenido manifiesto y no otras?

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Freud plantea que hay algunos elementos dentro del contenido manifiesto

que presentan un mayor número de conexiones con las ideas latentes, es decir,

auspician como conectores (esta sería entonces una de las condiciones que se

mencionan con anterioridad).

Señala además, que según su observación, los elementos que se nos

revelan como componentes esenciales del contenido manifiesto están muy lejos

de desempeñar igual papel en las ideas latentes e inversamente.Es decir, hay un

desplazamiento y aquellas ideas latentes (de gran valor psíquico) son

representadas como contenidos manifiestos que aparentemente no tienen

relación. De esta manera, dirá Freud:

Habremos de pensar, por tanto, que en la elaboración onírica se

exterioriza un poder psíquico que despoja de su intensidad a los

elementos de elevado valor psíquico, y crea, además, por la

superdeterminación de otros elementos menos valiosos, nuevos

valores, que pasan entonces al contenido manifiesto (1900, pág. 534)

Entonces, lo interpretable de un sueño no es sólo el contenido manifiesto del

mismo, es decir, aquello que se dice de él, sino también aquello que se pueda

decir sobre el material onírico: lo que se dice en el relato, no únicamente

sensaciones, pareceres, sino lo que queda dicho.

“con lo que Freud ya se encuentra es que en el análisis lo notable es

lo insignificante (“las verdades son princesas disfrazadas de

mendigas”) y que lo más íntimo y secreto, esos pensamientos

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inconscientes, es “algo” del orden de lo no reconocido, y que no

tiene existencia previa al análisis”. (Glasman, 1993)4

En el Esquema del Peine se describe cómo se construyen éstas imágenes

de los sueños; de donde provienen las imágenes oníricas y el proceso de

elaboración del mismo. No obstante, este proceso de las imágenes oníricas es,

dirá Freud, mediante la regresión. Esto es: mientras que en el estado de vigilia

queremos o necesitamos algo y lo tomamos (tenemos sed, buscamos agua y

bebemos), en el estado de somnolencia el proceso es contrario. En el sueño

entonces, pasa lo inverso a cuando estamos despiertos. Hay, como dijimos, una

regresión a la huella mnémica.

La regresión que se menciona implica una vía diferente: recorre desde el

polo motor a la huella mnémica. Es decir, en lugar de avanzar hacia el extremo

motor del aparato, sigue hasta el extremo sensible y finalmente llega a las

percepciones. El trayecto es desde el inconsciente al polo perceptivo (por eso es

en regresión y en sentido contrario a lo que ya vimos durante el esquema de la

carta 52). La pregunta es ¿De dónde provienen esas imágenes del inconsciente?

4
GLASMAN, C & Co (1993) Leer a Freud. La construcción del límite. Cap Límites de la
rememoración. La práctica del límite. (1993) Edit, Lugar

12
El Esquema del Peine es representado por Freud (de manera gráfica)

como una serie de barreras dispuestas de forma vertical (de ahí la apariencia de

peine) y cada una de estas barreras contienen impresiones de memoria, marcas,

huellas mnémicas. Originalmente denominado esquema óptico, muestra como lo

hacen lentes dispuestas una delante de otra, cobrando otra dimensión cada

elemento.

Cuando Freud habla de regresión en las manifestaciones oníricas, se

refiere a que durante el sueño las imágenes únicamente provienen del

inconsciente, o del preconsciente (restos diurnos), dado que el polo perceptivo y

motor están inhabilitados (a diferencia del estado de vigilia). Entonces: el

funcionamiento onírico toma un camino contrario al del funcionamiento diurno.Si el

trayecto es inverso ¿Qué sucede? Si vamos del inconsciente al polo perceptivo:

alucinamos imágenes en el sueño. Estas imágenes no proceden del exterior

(como en el estado de vigilia) sino del inconsciente.

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Cabe destacar que el funcionamiento diurno también está gobernado por el

inconsciente, pero el funcionamiento del aparato tiende a la consciencia. De ello

dan prueba los actos de término erróneo, los actos fallidos, olvidos y también los

síntomas.

Block Maravilloso (1924)

Aquí Freud plantea una comparación entre un objeto, un juguete, el

denominado block maravilloso o pizarra mágica, y nuestro aparato psíquico

encontrando similitudes entre los mismos.

Nuevamente en el intento de proponer un “modelo” para pensar un

concepto. En este caso se trata de un modelo con la virtud de romper con la

linealidad del gráfico realizado sobre el papel.

Inicia planteando que solemos necesitar apoyatura para que nuestra

memoria sea efectiva y que en este sentido, las anotaciones gráficas son

complementarias de nuestra memoria. En efecto, las superficies como por ejemplo

el papel o una pizarra, conservan nuestras anotaciones y constituyen una parte

materializada de nuestro aparato.

A los fines de lograr esta apoyatura mediante aparatos auxiliares, Freud

expresa que hay dos procedimientos posibles:

1. Se puede elegir una superficie (como papel y tinta) que conserve durante

mucho tiempo la anotación, obteniendo una huella mnémica permanente.

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No obstante este mecanismo tiene una desventaja: cuando la hoja ya no

tiene lugar para nuevas anotaciones, hay que utilizar otra hoja nueva.

Además, quizás lo escrito deje de tener importancia luego de algún tiempo.

2. Si escribimos en una pizarra, la superficie de capacidad receptora es

ilimitada. Podemos borrar las anotaciones cuando no nos interesen más.

Pero el inconveniente aquí, es que no podemos conservar huellas

permanentes. Cuando la pizarra se llena hay que borrar el contenido.

Ambos procedimientos son “soportes” y auxiliares de la memoria pero

parecen excluir entre sí: la capacidad ilimitada de recepción y la conservación de

huellas permanentes. Es decir, ninguno de estos dos mecanismos tiene la

capacidad de albergar ambos aspectos: huellas permanentes y capacidad

ilimitada. Es por esto que Freud va a plantear que los aparatos auxiliares son

defectuosos y nuestro aparato psíquico realiza justamente lo que ellos no pueden.

Dirá que el aparato psíquico tiene una capacidad receptora de percepciones

ilimitada y a partir de ellas crea huellas mnémicas permanentes.

El autor encuentra coincidencias entre el Block Maravilloso (o pizarra

mágica) y nuestro Aparato Psíquico ya que ambos nos ofrecen dos cosas: Una

superficie receptora ilimitada y la posibilidad de albergar huellas permanentes.

Durante el desarrollo del texto, Freud se explaya sobre el mecanismo de

utilización del block maravilloso: el Block tiene una lámina de resina o cera de

color oscuro, un marco de papel y una fina hoja transparente que va prendida en

la parte superior y desprendida en la inferior. A su vez, esta hoja transparente se

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separa en dos capas: la capa superior de celuloide y la inferior que consta de un

papel traslúcido encerado. En primer lugar, se escribe sobre la hoja de celuloide

que está sobre la lámina de cera; se escribe con punzón (lo que permite que no se

grabe directamente sobre la lámina de cera, ya que hay otra hoja mediando). En el

caso de que se desee borrar lo escrito, basta con separar las dos hojas primeras.

Luego del procedimiento, el papel encerado guarda huellas de lo escrito/dibujado,

aunque se separen las hojas. Pero el papel celuloide queda intacto para volver a

escribir.

El papel de celuloide tiene una función importante: protege al papel

encerado de las acciones nocivas del exterior.Es decir, el papel de celuloide en el

Block maravilloso, cumple la misma función que las defensas en nuestro aparato

psíquico.

El Block no sólo ofrece una superficie receptora utilizable siempre de nuevo,

sino que además conserva una huella permanente de lo escrito. Es decir, no pasa

como con los procedimientos anteriores (papel y tinta o pizarra) donde la

superficie receptora debía ser “vaciada” para que se pudiera continuar

escribiendo.

Una lectura clarificadora de integración entre estos diferentes modelos

presentados por Freud, es realizada por J. Lacan en su seminario número 11, “los

cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis” de 1964, en el capítulo 4, “la

red de significantes”

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Pues bien, si nos atenemos a la carta a Fiess, ¿cómo funciona eso

de los Wahrnehmungszeichen, las huellas de la percepción? Freud

deduce de su experiencia la necesidad de separar absolutamente

percepción y consciencia, para que algo pase a la memoria primero

debe borrarse en la percepción y viceversa. Freud nos designa

entonces un momento en que esos Wahrnehmungszeichen deben

estar unidos en la simultaneidad. ¿Y qué es eso? Pues no otra cosa

que la sincronía significante. Y por supuesto, tanto es así que Freud

lo dice sin saber que lo dice 50 años antes que los lingüistas. Pero

nosotros podemos darle de inmediato a esos

Wahrnehmungszeichen su verdadero nombre: significantes (p. 54)

BIBLIOGRAFÍA:

Freud, S (1896) Correspondencia. Carta nro. 52. Obras completas. Editorial

Biblioteca Nueva. España.

Freud, S (1900) La interpretación de los sueños. Capítulos VI y VII. Obras

completas. Editorial Biblioteca Nueva. España.

Freud, S (1924) El block maravilloso. Obras completas. Editorial Biblioteca Nueva.

España.

Glasman, C & Co (1993) Leer a Freud. La construcción del límite. Cap. Límites de

la rememoración. La práctica del límite. (1993) Edit, Lugar. Buenos Aires.

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Lacan, J (1964) El seminario. Libro 11. Los cuatro conceptos fundamentales del

psicoanálisis. Capítulo 4. De la red de significantes. Paidós. Buenos Aires.

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