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La 

conceptualización,
 Consiste en definir las ideas base y principales que serán utilizadas para la
estructuración de un propósito, y que a su vez servirán para orientar el lineamiento
de diseño.
según la semántica cognitiva, es un proceso dinámico responsable por la
producción de significado, que, según los teóricos de la lingüística cognitiva,
involucra mucho más que aspectos puramente lingüísticos. Según este principio,
los conceptos tienen que ver con una representación mental realizada por el
hablante.1 Las palabras no se refieren a objetos en el mundo, necesariamente,
como explican enfoques formales, como la teoría referencial2 porque las
conjunciones son palabras y no apuntan a nada de existencia extralingüística. Y
las expresiones lingüísticas no siempre son compositivas, porque la expresión «el
cara dura no apareció» no puede entenderse solo a partir de los significados de
cara y dura. Con base en estos argumentos, la semántica cognitiva concibe el
significado lingüístico como una manifestación de la estructura conceptual.3
Uno de los aspectos relevantes para entender cómo funciona el significado dentro
de la semántica cognitiva es la distinción entre conocimiento lingüístico
(significado lingüístico) y conocimiento enciclopédico (significado enciclopédico),
ya que esta disciplina considera que no es posible establecer una distinción
absoluta entre semántica y pragmática.4 La semántica cognitiva afirma que, cada
vez que usamos una palabra o expresión, invocamos el conocimiento del mundo
de una manera amplia y flexible, sin necesidad de conocer todo el significado
lingüístico del concepto para poder usarlo.4
Para la semántica cognitiva, el significado surge de la interacción de nuestro
conocimiento enciclopédico, almacenado en categorías llamadas dominios, y de la
forma en que manipulamos esta información. Así, toda la información que
tengamos sobre un concepto, y que almacenemos en su dominio, será útil para la
caracterización de ese concepto.

La toma de decisiones es un proceso complejo que consiste en evaluar los pros y


contras de una situación relacionada al dinero, que repercute de forma directa en
todos los sectores de una empresa; en el caso de ser decisiones
financieras personales, estas impactan en la supervivencia y economía del
usuario.

Importancia de las decisiones financieras en el negocio


Una de las principales funciones que tendrás que asumir como gerente de una
empresa, independientemente de su tamaño o sector, será la toma de decisiones,
entre ellas las de tipo financiero.
Este complejo proceso de elección es fundamental para la supervivencia y el
crecimiento de tu organización. De las decisiones efectuadas dependerá conseguir
maximizar el valor empresarial, obtener beneficios y alcanzar los objetivos
corporativos propuestos.
Es por ello que, en muchas organizaciones cuentan con un Director Financiero en
plantilla. Si no sabes cuáles son sus funciones, en este post saldrás de dudas.
La toma de decisiones financieras repercute de manera directa en todos los
sectores de la empresa, de ahí la importancia de este tipo de resoluciones. La
disponibilidad de recursos o las relaciones laborales se pueden ver influenciadas
por este tipo de decisiones.
Tipos de decisiones financieras
Son múltiples las cuestiones que pueden surgir y a las que debes dar respuesta,
tanto a largo como a corto plazo. Desde cómo adquirir el capital necesario, cómo
financiar una inversión o qué estrategia financiera es la mejor para tu empresa.
Todas ellas deberían verse reflejadas en el plan financiero del negocio, que ha de
ser entendido como un documento vivo y que, por lo tanto, conviene revisar con
frecuencia. En este artículo te explicamos cómo y cuándo hacerlo.
Los principales dilemas de carácter financiero a los que tendrás que hacer frente
están relacionados con decisiones sobre la inversión del capital, la política de
dividendos y la financiación empresarial.  Éstas variarán en función de los
objetivos de tu organización.
 Decisiones sobre la inversión.  Para crecer hay que invertir. La finalidad de
toda inversión es percibir futuros beneficios. Sin embargo, hay que saber buscar
las oportunidades y valorar la rentabilidad de los proyectos para destinar el capital
y acertar en tu toma de decisiones.
 Decisiones sobre los dividendos. Deberás encontrar la política de
dividendos que mejor se adapte a las características de tu entidad. Además,
tendrás que determinar qué volumen y de qué forma vas a distribuir los beneficios
o si, por el contrario, vas a reinvertirlos en la empresa.
 Decisiones sobre la financiación. Otra de los dilemas a los que tendrás que
dar respuesta es qué medios se van a utilizar para financiar la inversión, si se van
a utilizar fondos propios o ajenos o el coste de capital que supone la inversión.
 entabilidad Empresarial
Muñoz y Camargo (2015), afirma que la teoría financiera económica, cuyo objetivo final
representa maximizar los beneficios de la empresa, en épocas anteriores la rentabilidad
era medida mediante la utilidad y en la actualidad se mide a través del valor económico
añadido (EVA) por sus siglas en inglés.
En la teoría de la rentabilidad empresarial las pequeñas empresas buscan su desarrollo
mediante la producción y venta directa de sus productos, sin considerar herramientas
necesarias para la diversificación de su cartera ni considerando el riesgo que influya
directamente en la rentabilidad empresarial.
La rentabilidad desempeña un papel central en el análisis de los  estados financieros. Esto
se debe a que es el área de mayor interés para el inversionista y porque los excedentes
generados por las operaciones garantizan el cumplimiento de las obligaciones adquiridas
a costo y largo plazo. Los índices de rentabilidad tienen como finalidad medir el
rendimiento de los recursos invertidos por la empresa (Puente y Andrade. 2016).
Los índices de rentabilidad tienen como finalidad medir el rendimiento de los recursos
invertidos por la empresa.
Margen de Utilidad
 Rendimiento sobre activos (ROA)
 Rendimiento sobre Capital (ROE)
 La rentabilidad presenta una relación proporcional directa con el riesgo, ya que a
mayor riesgo se obtendrá una mayor rentabilidad.
 La versatilidad en el precio de una acción, el riesgo, es de tipo sistemático y no
sistemático. El primero se refiere al riesgo del mercado, asociado a cambios económicos
provocados por factores externos e internos. El segundo, trata sobre factores internos o
propios de la firma sin que se vean afectados por aspectos económicos (Velez, 2003).
De igual forma, otro supuesto en el que se basa el capm, mencionado por Guerrero (2008),
es que las cantidades disponibles de los diferentes activos financieros con riesgo se hallan
fijadas como una variable exógena del modelo; en otras palabras, la oferta de los activos
financieros está dada. Por otro lado, “la utilidad del modelo radica en la posibilidad de
estimar el costo de capital al momento de realizar valoraciones de empresas, por el método
de flujo de caja descontado, o al hacer evaluación de proyectos de inversión nuevos”
(Viloria, 2015, p. 91).
El riesgo sistemático es la variación en el precio de la acción por causas exclusivas de cada
empresa, el cual puede suprimirse diversificando el portafolio de activos financieros.
Además, “la beta del CAPM  tradicional explica el 36% de las variaciones en la rentabilidad
de los mercados emergentes” (Marcelo, Quirós & Quirós, 2007a). Por otro lado, Marcelo,
Quirós y Quirós (2007b) añaden que, de acuerdo con el CAPM , “el exceso de rentabilidad
esperada de un activo es proporcional a su beta de mercado, que es constante a lo largo de
periodos de elevada y reducida rentabilidad de mercado” (p. 795).
La metodología que adoptan algunas empresas son útiles para evaluar o en tal caso
clasificar las opciones de inversión que son viables (Canales, 2015). Por consiguiente,
aparte del modelo expuesto anteriormente se hace un análisis por empresa de la rentabilidad
para lo cual se plantean varios indicadores (Gallardo, 2012).
Tabla 1.
Clasificación de la rentabilidad

Fuente: Gallardo (2012).


En términos generales la rentabilidad trata de medir el modo en que la empresa es capaz de
generar un superávit para repartirlo a los accionistas, que se puede comparar con los
recursos totales invertidos en la actividad, como medida de la eficiencia lograda. De
acuerdo con Izquierdo (2016), “las empresas más rentables son las que más crecen, debido
a su capacidad para generar beneficios” (p. 281). La rentabilidad mide el rendimiento de los
activos de la empresa como el de los recursos aportados por los accionistas y proporciona
alguna indicación del grado de éxito en el logro de crear riqueza para sus propietarios
(Puerta,Vergara & Huertas, 2018). Desde el punto de vista contable, el estudio y análisis de
la rentabilidad se realiza en dos niveles.
1.1.2. R ENTABILIDAD ECONÓMICA
La rentabilidad económica o de la inversión es una medida del rendimiento de los activos
de una empresa con independencia de su financiación, dado en un determinado periodo.
Así, esta se constituye como un indicador básico para juzgar la eficiencia empresarial, pues
al no considerar las implicancias de financiamiento es posible ver qué tan eficiente o viable
ha resultado en el ámbito del desarrollo de su actividad económica o gestión productiva
(Ccaccya, 2015, p. 2). Asimismo, si se permite que agentes económicos tengan una
consideración dinámica del riesgo conectada al momento económico, se admitiría la
posibilidad de que la rentabilidad que se espera varíe a lo largo del tiempo (Marcelo, Quirós
& Quirós, 2013).
1.1.3. R ENTABILIDAD FINANCIERA
Es una medida referida a un determinado periodo del rendimiento obtenido por los capitales
propios, generalmente con independencia de la distribución del resultado. La rentabilidad
financiera puede considerarse así una medida de rentabilidad más cercana a los accionistas
o propietarios que la rentabilidad económica, y de ahí que teóricamente, y según la opinión
más extendida, sea el indicador de rentabilidad que los directivos buscan maximizar en
interés de los propietarios (Ccaccya, 2015, p. 2).
Por ello, las decisiones estratégicas de inversión son actividades cruciales para el desarrollo
de una organización. Los proyectos de inversión se encuentran expuestos a diversos tipos
de riesgo: financiero, político y de mercado, entre otros.Aunque se pueden mencionar
varios tipos de metodologías de medición que intentan incluir el riesgo en la valoración de
proyectos, la mayoría de ellas tiene falencias, que pueden ser abordadas para dar lugar a
mejores indicadores de bondad económica y financiera (Manotas & Toro, 2009, p. 199). La
toma de decisiones es la selección de un curso de acción entre varias opciones; un aspecto
fundamental en la toma de decisiones es la percepción de la situación por parte de la
empresa implicada (Herrera, 2014). Existen dos tipos de decisiones fundamentales, las
decisiones programadas y las decisiones no programadas.

Recomendaciones imprescindibles para la toma de decisiones financieras


Conocer los datos contables
Para que una empresa pueda tomar una decisión financiera adecuada o, al
menos, contar con las herramientas necesarias para la toma de decisiones, es
imprescindible conocer los datos contables de la empresa, y que estos datos
contables sean fiables, es decir, que exista una total transparencia en las
cuentas de la empresa.
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Establecer objetivos claros
Las decisiones financieras siempre deben ir encaminadas a la consecución de los
objetivos y metas de la empresa. Estos objetivos deben ser delimitados antes de
la toma de decisiones y deben ser realistas, esto es, deben estar dentro de las
posibilidades financieras de la empresa. Para ello, ya se ha realizado un análisis
de los datos contables.
Hacer acopio de información
Para poder tomar una decisión y establecer unos objetivos, es básico tener la
máxima información acerca de las diferentes alternativas existentes. Por ejemplo
¿qué ventajas e inconvenientes tiene invertir en este o aquel sector de negocio?
Cuanto más completa y veraz sea la información que poseemos sobre las
alternativas, más eficaces seremos en la toma de decisiones.
Evitar la precipitación
La toma de decisiones financieras es muy importante en la empresa ya que
determina en gran medida el camino que toma la compañía y la forma en la que
pretende alcanzar sus objetivos. Asimismo, una decisión financiera equivocada
puede tener graves repercusiones sobre las cuentas de la empresa. Por ello, es
imprescindible evitar la precipitación y analizar todos los datos contables, valorar
las diferentes opciones y establecer los pros y contras de invertir en uno u otro
campo.
En este post descubrirás cuáles son las diferencias entre el análisis económico y
financiero de una empresa. Te recomendamos su lectura para que puedas
averiguar n qué momento conviene utilizar cada enfoque.
Ser racional
A veces al tomar una decisión en la vida nos dejamos llevar por la emoción del
momento, por la ilusión o, simplemente, por la intuición o nuestro estado de ánimo.
A la hora de tomar una decisión financiera hay que evitar dejarse llevar por estas
emociones y tratar de ser racional. Eso sí, un punto de riesgo nunca viene mal,
pero siempre con un apoyo racional.
Con este objetivo, puede ser buena idea anticiparse a las circunstancias y recurrir
a la planificación financiera. En este artículo te revelamos cuáles son sus factores
clave y dónde radica la importancia de este proceso.
Olvidar lo que hacen otros
Nuestras decisiones financieras y empresariales no deben estar marcadas ni
influenciadas por lo que haga la competencia. Ellos habrán hecho su propio
análisis de situación y habrán actuado en consecuencia, pero cada empresa tiene
sus propias características, posibilidades y objetivos. Por tanto, nuestras
inversiones financieras solo deben tener en cuenta las características,
posibilidades y objetivos de nuestra empresa.
Aprender de los errores
Todo lo anterior serviría de poco si no aceptamos nuestra responsabilidad ante las
repercusiones negativas de nuestras decisiones y no hacemos nada
para aprender de los errores. El fracaso es necesario para el éxito, pero solo si
analizamos las razones del fracaso y trabajamos para mejorar nuestras decisiones
de futuro.
Cómo acertar en la toma de decisiones financieras
En un mercado globalizado y cambiante como el nuestro, es necesario estar
preparado para dar respuesta a las nuevas necesidades y demandas de manera
creativa, eficaz y rápidamente.
En la toma de decisiones empresariales intervienen una serie de elementos que
deberás considerar para acertar en tu elección.
La información y el conocimiento son los principales elementos que intervienen en
la toma acertada de decisiones. La información es poder, y saber cómo manejarla
puede suponer la diferencia entre tomar decisiones beneficiosas para tu negocio o
no.
Dominar las matemáticas financieras, conocer el mercado y hacia dónde se dirige,
o conocer y controlar determinadas estrategias y métodos, te ayudará a elegir las
mejores opciones para tu empresa.
Rodéate de un buen equipo multidisciplinar que pueda asesorarte y ayudarte en la
toma de decisiones financieras.
También deberás tener presente todas las variables que intervengan en el proceso
y valorar sus repercusiones para la empresa. Debes evitar tomar decisiones
precipitadas y poco meditadas, especialmente si son de carácter financiero y
pueden repercutir en la supervivencia de la empresa.
Analiza todas las alternativas que tengas antes de tomar una decisión y estudia
todas las opciones. Valora los pros y contras y evalúa el riesgo que conlleva
cada decisión que puedas tomar.

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