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Chichimeca

Los Chichimecas (en náhuatl:


chichimekah  ‘Habitantes de Chichiman’) eran los
pobladores originarios del norte y bajío-occidente de
México, región conocida como La Gran Chichimeca.
Estas naciones originarias eran los Caxcanes,
Tecuexes, Guamares, Zacatecos, Guachichiles, Pames.
Los asentamientos estaban en los actuales estados de
Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, Guanajuato, San
Luis Potosí y Querétaro. Chichimeca era el nombre
genérico que los pueblos mexicas y nahuas del Centro-
Sur de México les habían puesto a estos habitantes del
norte y occidente.
Gran Chichimeca
Chichimeca tenía el mismo sentido que el término
romano "bárbaro" para describir las tribus germánicas.
El nombre, con su sentido peyorativo, fue adoptado
por los españoles. Para los españoles, en palabras de la
erudita Charlotte M. Gradie, "los chichimecas eran un
pueblo salvaje y nómada que vivía al norte del Valle
de México. No tenían viviendas fijas, vivían cazando,
vestían con poca ropa y resistían ferozmente a los
extranjeros la intrusión en su territorio, que contenía
minas de plata que los españoles deseaban explotar".1 ​

Índice Naciones chichimecas, ca. 1550.

Historia
Etimología
Distribución geográfica
Naciones chichimecas
Caxcanes
Guachichiles
Guamares
Pames y Chichimecas-Jonaces
Tecuexes
Los zacatecos
Cocas
Organización social
Milicia
Política
Sociología
Lengua
Educación y distribución de tareas
Cultura
Religión
Arte
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos

Historia
Según una tradición en la fuentes del siglo XVI,2 ​se habla de grupos chichimecas que invadieron la ciudad
de Tollan Xicocotitlan en el siglo  XIII, a partir de este periodo se considera que comenzaron a moverse
hacia el norte y establecerse hasta el valle de México. Los chichimecas que llegaron al valle de México
fueron los que comandó Xólotl, los cuales posteriormente abandonarían su nomadismo para absorberse en
la cultura mesoamericana sedentaria. La interacción inicial entre los chichimecas de Xólotl y dos
sobrevivientes toltecas, Ecitin y su mujer Axochiatl, se dio mediante señas, lo que indicaría que estos
chichimecas no hablaban náhuatl, y es probable que fueran hablantes de una lengua otomiana.3 ​
Gradualmente, el pueblo de Xólotl pasó a ser parte del grupo acolhua.

Ya establecidos, los castellanos designaron como "pueblos chichimecas" a todos los habitantes al norte y
centro de México y por ende a todo el septentrión arriba de la "frontera mesoamericana". A la hora del
contacto español, según Powell, «las cuatro naciones principales de chichimecas eran los pames, guamares,
zacatecos y guachichiles», estos dos últimos a diferencia de los tecuexe, caxcanes, Tezol, cocas, sauzas y
guaxabanes, tenían un grado cultural inferior, porque los demás tenían adoratorios y conocían la agricultura,
aunque cabe resaltar que la mayoría de los chichimecas eran cazadores-recolectores y los que conocían la
agricultura eran los que vivían cerca de ríos o en áreas donde había fuentes de agua, manantiales, ríos, etc.

Etimología
El nombre proviene de las palabras chichitl, que significa "senos" (en la antigüedad significaría "leche") y
el sufijo locativo -man,4 ​ por lo que en sentido metafórico designa "lugar de los que maman". Por su parte
el cronista Ixtlilxóchitl en su libro Historia de la nación chichimeca le atribuye el significado de "los
águilas" aceptando que proviene de otra lengua, aunque también reconoce que en el siglo XVII afirmaban
que sonaba en mexicano como "los que maman".

Distribución geográfica
Los chichimecas se extendían al norte desde Querétaro hasta Saltillo y de Guanajuato hasta San Luis
Potosí; vivían en comunidades sin delimitación fija, por lo que constantemente entraban en conflicto con
otros grupos, principalmente a causa de los alimentos.

Generalmente tenían como jefe a un cacique, quien era el guerrero más valiente de la tribu. No tenían
dioses relacionados con la fertilidad, como en las culturas mesoamericanas; comúnmente adoraban al sol, la
luna y otros astros.

Su desarrollo en las artes fue relativamente escaso, probablemente debido a su “nomadismo”, el cual hacía
que su nivel cultural fuera realmente pobre si lo comparamos con la de los pueblos de Mesoamérica.
No obstante, ciertos pueblos chichimecas lograron edificar templos-fortaleza, canchas de pelota,
desarrollaron la cerámica, la pintura, los petroglifos, etc., todo ello en un medio desfavorable, en una zona
árida donde las precipitaciones pluviales son escasas y donde el clima es cambiante según la altitud.

Naciones chichimecas

Caxcanes

Eran los más numerosos y merodeaban por El Teúl, Tlaltenango, Juchipila, Teocaltiche, Nochistlán,
Aguascalientes y Jalisco dentro de la tribu había un subgrupo llamado “los tezoles”. Se cree que descienden
de las 7 tribus que salieron de Aztlán hacía la tierra prometida por Huitzilopochtli; esto se conoce por la
Crónica miscelánea del padre Antonio Tello (1567-1653), quien dice que los caxcanes tienen cierta
similitud de lenguaje a la de los mexicas; hace referencia a que «los pueblos de caxcanes son gente que casi
habla el lenguaje mexica y se precian de descender de los mexicas, pero no hablan el lenguaje mexica tan
culto y refinadamente como ellos».

También se piensa que a partir del colapso de la cultura de los Chalchihuites hubo un «desplazamiento
hacia el sur de algunos elementos de los grupos que más tarde serían conocidos como caxcanes”»; el
significado de la palabra caxcan traducido al español es “no hay”, y este nombre se les quedó porque
«cuando llegaron los españoles a esta provincia les preguntaban por comida u otras cosa, a lo que
respondían en su lengua '¿de dónde lo he de tomar?'»

Los caxcanes fueron conquistadores, pues a lo largo de su recorrido conquistaron y fundaron pueblos como
Ameca, Tuitlán, Juchipila, El Teul, Nochistlán y Teocaltiche, «un centro de belicosos tecuexes que estaban
aliados con sus vecinos los zacatecos y guachichiles para resistir la invasión». Una de sus últimas guerras
fue la ocasionada «por la comercialización de la sal (condimento) que involucró a una extensa zona y que
se le conoce como la guerra regional de 1513». Después los mismos caxcanes intervendrían en la guerra
contra los españoles, conocida como la guerra del Mixtón (diciembre de 1541).

Los caxcanes contaban con «un sistema de vida político social de nivel aldeano, con una aldea mayor a
manera de cabecera, la cual tenía varios barrios más pequeños dependientes de ella». A diferencia de otros
grupos chichimecas, los caxcanes llegaron a alcanzar el sedentarismo, debido al contacto con otomíes y
tarascos.

Guachichiles

Eran los más belicosos, merodeaban desde Saltillo hasta San Felipe
(Torres Mochas). Su centro de operaciones fue el Tunal Grande, el
cual, aparte de servirles como refugio, era una importante fuente de
alimento. El nombre de guachichil (del náhuatl kwačīčīl-) significa
'cabezas [pintadas] de rojo'. Este nombre se les dio porque se
pintaban la cabeza y el cuerpo de color rojo con el colorante de
yerbas o de la misma tuna y de las minas de colorante encontradas
en San Luis Potosí. También se adornaban el cabello con plumas Extensión de los guachichiles
de color rojo. Hay informes de canibalismo entre los guachichiles;
esto lo dieron a conocer los zacatecos con quienes guerreaban
constantemente; «estos afirman que los otros que son guachichiles comen carne humana y cuando los
prenden en la guerra se los comen...». Sin embargo, a decir de Santamarina (2014) de la Universidad
Complutense de Madrid, en su artículo "Salvajes y chichimecas: mitos de alteridad en las fuentes
novohispanas"5 ​ afirmaciones extremas en torno a los chichimecas hay que tomarlas con reserva ya que,
resultado de sus análisis de las crónicas desde el enfoque de Roger Bartra, encontró que la mayoría de las
crónicas a partir de las cuales se reconstruye la historia durante la conquista, se ven influenciadas por los
mitos de alteridad de la tradición europea, creando un mundo mítico para describir al salvaje. Dentro de la
misma tribu guachichil había subgrupos, unos eran llamados “los de Mazapil”, los de “las Salinas” y los
que eran simplemente llamados “chichimecas”.

Guamares

Se concentraban en la región de Guanajuato y hacían incursiones


hasta Aguascalientes y Lagos. «Eran los más valientes, más
aguerridos, más traidores y más destructores, así como los más
astutos». Tenían subgrupos, unos eran los de la “Comanja de Jaso”,
los llamados “chichimecas blancos” (por la blancura de su piel o
por la blancura alcalina de las tierras donde habitaban), y los
“copuces”.

Pames y Chichimecas-Jonaces Área de los guamares

«Eran los menos belicosos de todas la naciones chichimecas», esto


se entiende porque se encontraban cerca de la ciudad de México y Querétaro; estaban influenciados por los
otomíes en cuestiones religiosas y sociales. Algunas de las características de los pames son: «culto de
ídolos; ofrendas de papel; ceremonias de plantación y cosecha, en que un jefe religioso rociaba las milpas
con sangre de sus piernas (pantorrilla); templos (cues) en los cerros...». Gonzalo de las Casas dice que la
palabra “pame” significa “no” en su idioma, y se les dio dicho nombre porque lo decían muy
frecuentemente. Los pames hablarían presuntamente una lengua otomangueana del grupo oto-pame.

Tecuexes

Se encontraban al este de la actual Guadalajara, se cree que provienen por la dispersión de grupos de
Zacatecas probablemente de La Quemada; esto se supone porque en la zona que habitaban junto con los
caxcanes se han encontrado vestigios arquitectónicos: en el cerro de Támara, en el Bolón, en Teocaltitán,
en Corona, Cerrito y en algunos otros lugares que están al suroeste de Aguascalientes. Al igual que el
grupo caxcán, los tecuexes alcanzaron el sedentarismo, sobre todo los que vivían en la parte sur de los
estados de Aguascalientes y Jalisco; estos se establecían en los márgenes de los ríos, los cuales
aprovechaban para cultivar frijol, calabaza, maíz, semilla de chía etc. Además, eran artesanos, carpinteros,
canteros y petateros, pues Motolinía escribió:

en cualquier lugar... todos saben labrar una piedra, hacer una casa simple, torcer un cordel en
una soga, y los otros oficios que no demanda sotiles instrumentos o mucho arte.

Los zacatecos

Se extendían desde Zacatecas hasta Durango, «eran guerreros valientes y denodados, y célebres
tiradores».6 ​ Se distinguían de las demás naciones porque llevaban «medias calzas y vendas en la frente».
Los primeros conquistadores de Zacatecas hacen referencia a que andaban desnudos, pero «con medias
calzas de perro», de la rodilla al tobillo para defenderse de la aspereza de la vegetación. Cabe hacer
mención que una de las características de los chichimecas fue la desnudez, aunque algunos se cubrían con
pieles. También se clasifica a los zacatecos como «los mayores flecheros del mundo», eran excelentes
tiradores, «si apuntan al ojo y dan en la ceja, lo tienen por mal tiro».
Los cronistas españoles decían –aunque exageradamente–: «en una
ocasión vi tirar a lo alto una naranja, y le tiraron tantas flechas, que
habiéndola tenido en el aire mucho tiempo, cayó al cabo hecha
minutísimos pedazos». Algunos los consideran más civilizados que
los guachichiles. Aunque no se sabe de cierto, se cree que su
lenguaje perteneció a la familia lingüística uto-azteca.

Cocas

Habitaban en la antigüedad los alrededores del lago de Chapala,


son citados por Powell como un pueblo menor ya que no
representaron problema para los españoles. Fundaron Chapala,
Mezcala, Cocula, entre otros pueblos.
Actualmente sobreviven
únicamente en Mezcala. Eran grandes pintores. Extensión de los zacatecos

Organización social
Los grupos chichimecas, zacatecos y guachichiles no tenían un modo de vida agrícola y eran
principalmente nómadas o seminómadas. Los que tenían asentamientos agrícolas e implantaron técnicas
para desarrollarla fueron los tecuexes, caxcanes, pames y guamares. No se sabe con precisión cuando
introdujeron la agricultura, aunque esta pudo deberse a los cambios acaecidos por la influencia de sus
vecinos los otomíes y tarascos.

Para cultivar hacían primero corte de árboles, roza, siembra y desyerbe. Utilizaban utensilios como las
hachas de garganta y las coas, tanto de metal como de pedernal, para cultivar chile, fríjol y maíz. Antes que
introdujeran la agricultura subsistían de frutas silvestres y vegetales, comían tunas (de la cual hacían una
especie de licor), semillas, raíces, el dátil y del mezquite «hacen de aquella fruta ciertos panes que guardan
para entre año».

La caza también constituyó parte de su base alimenticia, pues comían conejos, ranas, peces, etc. El
comercio se realizaba por medio de trueque, en el que se daba el intercambio de excedentes agrícolas,
utensilios domésticos, caza, artesanías y alfarería. «Las operaciones las hacían en días de plaza en un lugar
llamado tianquistli o plaza pública». El fraile Bernardino de Sahagún en Historia general de las cosas de
la Nueva España menciona que los grupos del sur (caxcanes y tecuexes) hacían trueque con los otomíes,
con quienes intercambiaban armas por excedentes agrícolas.

Milicia

Los chichimecas se preparaban para la guerra con oraciones y danzas y bailes; en la danza de guerra (el
mitote), trababan los brazos con los de sus compañeros, y todos giraban vigorosamente en un círculo
alrededor de una hoguera; es probable que a la hora del mitote incluyeran música con un tambor o con el
golpeo del arco y la flecha. Por lo general el mitote se hacía de noche, y consumían peyote (péyotl) u
hongos malos (nanácatl). Sobre las danzas y alucinógenos Sahagún nos dice: y se juntaban en un llano
después de haberlo bebido y comido, donde bailaban y cantaban de noche y de día, a su placer, y esto el
primer día, porque el día siguiente lloraban todos mucho, y decían que se limpiaban y lavaban los ojos y
caras con sus lágrimas.
El arma principal del chichimeca fue el arco y la flecha, en cuyo manejo tenían
gran habilidad. El arco chichimeca era de unos dos tercios de largo de un
cuerpo mediano y llegaba, aproximadamente, de la cabeza a la rodilla [...] la
flecha, de unos dos tercios de largo del arco era sumamente fina. La punta de
la flecha por lo general era de obsidiana o eran tostadas en la punta
agudizada. Para protegerse del golpe de la cuerda del arco, el guerrero llevaba
un brazalete de piel. También tenían otras armas: hachas, cuchillos de
pedernal, jabalinas y macanas, que son unos palos con sus porras en la punta
y cuchillas de pedernal. Respecto a la manera de combatir, fray Juan de
Guachichiles atacando al Torquemada nos dice: pelean desnudos, untados con matrices de diferentes
ganado de los colores, y con arcos y flechas con puntas de pedernales, armas que por ser de
españoles. Detalle de caña parecen débiles, pero es increíble el estrago que, puestas en sus manos,
mapa del siglo XVI. hacen en los hombres armados y en sus caballos, aunque vengan cubiertos.
[cita requerida]

Política

La política de este gobierno de los chichimecas fue el cacicazgo, dirigido por el tlatoani, quien tenía el
cargo de jefe civil máximo y supremo sacerdote; dictaba leyes muy sencillas. “En el caligüe (callihuey, casa
grande) era donde habitaba la autoridad máxima”.

Por otra parte, Powell menciona que entre los chichimecas había caudillos quienes dirigían a un gran
número de hombres y que la sucesión de éstos se realizaba mediante “el asesinato, el desafío o la elección”.
Sin embargo, Torquemada dice que “no tienen reyes ni señores, mas, entre sí mismos eligen jefes grandes
salteadores con quien andan en manadas movedizas, partidas en cuadrillas; no tienen ley ni religión
concertada”.

Sociología
Su vestimenta era muy sencilla, pero generalmente andaban desnudos (principalmente cuando entraban en
guerra); a veces los hombres cubrían sus genitales con ramas, las mujeres con pieles –ardilla, venado,
coyote– de la cintura a la rodilla; utilizaban huaraches con suela de cuero. “Los caciques tenían sobre la
espalda una manta de pellejo de gato montes u otros animales, también traían adornos de plumaje. Su mujer
traía naguas y camisa de los mismos pellejos, también las demás mujeres traían faldellín y huipil de
pellejos”.

En cuanto a su aspecto físico, hombres y mujeres usaban cabello largo hasta la cintura, algunos
acostumbraban a pintarse el cabello de color rojo, así como otras partes del cuerpo, siempre que hacían esto
era cuando entraban en guerra; se pintaban víboras, sapos, coyotes y otros animales que los protegían
durante el combate; también usaban adornos como collares, aretes u orejeras de hueso. Por fuentes de
cronistas se sabe que eran fuertes, robustos y lampiños, “que apenas tienen pelos en la barba y en todo el
cuerpo”, otros cronistas los describen como “de mediana estatura, morenos a manera de gitanos y muy
lampiños”; algunos “eran muy ligeros, parecía que volaban por su gran ligereza”.

Lengua

Debido a que el término chichimeca se refiere a un conjunto de pueblos, que si bien tenían rasgos culturales
similares, no mantenían una unidad étnica ni lingüística propiamente. Presumiblemente los chichimecas
hablan lenguas utoaztecas (probablemente: Caxcanes, Tecuexes, Zacatecos y Guachichiles) y
otomangueanas (con seguridad: Pames) principalmente aunque es difícil debido a la escasez de testimonios
lingüísticos de los diferentes grupos. Entre los grupos con lenguas no clasificadas estarían los Guamares.
Además dentro de cada grupo habría existido diversidad de dialectos.

La fragmentación lingüística ocasionó serios problemas a los frailes en su “conquista espiritual”, porque
había una gran cantidad de lenguas que a veces los frailes se les oía decir: “¡a quien no admirará ver que en
estas provincias hay en cada pueblo o poco menos un lenguaje diferente, tanto que los vecinos no lo
entienden! Y cierto que hay por aquí pueblos de quince vecinos que hablan en ellos dos o tres diferentes
lenguas”.[cita requerida]

Educación y distribución de tareas

Las prácticas matrimoniales eran de dos tipos: la poligamia caracterizaba a los chichimecas del norte, y la
monogamia a los del sur; en ocasiones había matrimonios intertribales para hacer la paz entre dos pueblos.
En los grupos del sur, el que cometía adulterio lo flechaban junto con la mujer. En la vida matrimonial,
cuando la mujer estaba preñada el marido le daba calores con fuego por las espaldas, le echaba agua y,
después que había parido, dábale el marido dos o tres coces en las espaldas para que acabase luego de salir
la sangre [retoño, hijo], hecho esto tomaban a la criatura y metían en un huacalejo.

Se acostumbraba que el hombre se dedicara a la caza, guerra, agricultura y artesanías; la mujer se ocupaba
de la recolección de frutos y semillas, así como del acarreo del agua en nopales huecos y guajes.

Los niños tenían como diversión entrenarse en el uso del arco y la flecha; sobre sus diversiones, fray
Bartolomé de las Casas nos dice: “tenían un juego de pelota que acá [en México] llaman “batey”, que es
una pelota, tamaño como las de viento, sino que es pesada y echa de una resina de árbol muy correosa, que
parece nervio, y salta mucho y juegan con las caderas y arrastrando las nalgas por el suelo, hasta que
venció el uno al otro. También tiene otro juego de frijoles y canillas, que todos son sabidos entre los indios
de estas partes...”. Se han encontrado canchas similares a la de La Quemada, una en San Luis Potosí –Río
Verde–, y la otra en el norte de Guanajuato. “En la región caxcan entre el estado de Jalisco –de acuerdo con
Beals– hay terrenos para el juego en Teocaltiche, Teuchitlán (abiertas con altares terminales) y Teocaltitlán
[...] la cancha más grandiosa es de 90  m de largo y se sitúa al principio de una plataforma en Rancho
Nuevo Jalisco”.

Cultura

Estos grupos del desierto no desarrollaron construcciones magníficas como los pueblos mesoamericanos.
Comúnmente vivían en cuevas naturales o artificiales, a veces hacían sus chozas de zacate o de hojas de
palma, algunas otras “eran pequeñas y de un solo piso, con muros de tepetate, o de adobe con zoquete y
techos de terrado; también usaron otros materiales como basalto, fibras de maguey y tepetatl”.

Los chichimecas tampoco desarrollaron ningún tipo de escultura debido a su nomadismo. Las pocas
pinturas –petroglifos y pictogramas– que hay, se encuentran en cuevas, barrancos, riscos, peñas, etc. Los
signos pueden bien representar a sus dioses, animales o escenas de la vida cotidiana, pero muchas de ellas
son abstractas e incomprensibles. Algunas de las pinturas se encuentran al “oriente de Aguascalientes hasta
Rinos, Ciénega de Mata y Loreto”, muchas de estas pinturas fueron tapadas o borradas por los evangelistas,
quienes taparon las pinturas con cal y en ellas pusieron símbolos cristianos, “tal como sucedió en las cuevas
de Villa García, Zacatecas”.

Religión
La religión de esta sociedad fue practicada en centros cívico-religiosos por medio de sacerdotes, brujos o
hechiceros “que llaman madai cojoo, que quiere decir hechicero grande”; por lo general estos centros
ceremoniales o adoratorios (cues) se encontraban en las laderas de las montañas o en lugares altos. Los
Caxcanes y tecuexes usaban los templos como fortalezas en tiempo de guerra, y aún quedan algunas ruinas
“en el cerro de la Corona, en el Bolón, en Teocaltitán, en Támara y en algunos otros lugares... El centro
ceremonial más importante de los tecuexes y caxcanes fue Teocaltitán, “distante 12  km al oriente de
Jalostotitlán: Teocaltitán: lugar donde abundan los templos o teocallis”.

Según Powell, rendían culto a cuerpos celestiales como el sol y la luna, también tenían cierta adoración por
algunos animales. Sin embargo, los cronistas opinaban así de sus dioses: “creen como descreen y no adoran
ni aun [han] adorado a Dios conocido, sino hoy una piedra que hallan o hacen, y mañana otra diferente
figura y ordinariamente de animales, sin permanecer en ninguna”.

Acostumbraban a quemar a sus muertos y guardar sus cenizas. También realizaban entierros, que por lo
regular eran en los montes donde se ponían ofrendas con alimentos y figurillas.

Las danzas que realizaban alrededor de sus enemigos tenían un concepto religioso. Asociada con la religión
estaba la cosecha, porque “después de bailar muchas danzas, se sienta [el jefe de la tribu] en un banquillo y
con una espina se pica en una pantorrilla, y con aquella sangre que sale rocía la milpa, a modo de
bendición”. En sus ritos religiosos utilizaban mucho la bebida (alcohol de tuna o maguey) y alucinógenos
(peyote).

Como se pudo apreciar, algunos grupos chichimecas no eran tan incivilizados como normalmente se
supone, pues si bien es cierto que su condición cultural fue baja, tampoco carecían de una cultura, lo que
los hace aún más destacables, pues a pesar de tener condiciones adversas lograron sobrevivir, incluso ellos
fueron quienes pusieron mayor resistencia a la conquista tanto espiritual como material.

Arte

La cerámica que desarrollaron fue poca; lo que se conoce es por las excavaciones de tumbas, donde se han
encontrado figurillas –a modo de ofrendas– cuando mucho de 30 y hasta de 50  cm de largo, las hay
pertenecientes a mujeres que muestran marcas en el cuerpo –escarificación o pintura–, y ojos rasgados.
Estas figurillas fueron localizadas en San Luis Potosí (zona guachichil); también se encontraron vasijas de
barro cocido que tienen como decoración curvas muy simples que tal vez pudieron estar pintadas de color
rojo o de cualquier tipo de color que parezca rojo.

Las artesanías que produjeron fueron escasas, pues se redujeron a simples carpinteros, tejedores y
lapidarios, porque conocían y labraban los pedernales y navajas para las puntas de las flechas.

Referencias
1. Gradie, Charlotte M. "Discovering the Chichimecas" Academy of American Franciscan
History, Vol 51, No. 1 (July 1994), p. 68
2. Principalmente narrado en la obra de Ixtlilxóchitl
3. Navarrete Linares, Federico (2011). «Toltecas y chichimecas en el valle de México: los
colhuas y la fundación de Cuauhtitlan y Tetzcoco». En Navarrete Linares, Federico, ed. Los
orígenes de los pueblos indígenas del valle de México: Los altépetl y sus historias
(Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas): 314.
4. IDIEZ (2016). «Chichiman» (http://www.revitalization.al.uw.edu.pl/Content/Uploaded/Docum
ents/06072016-578bcfcf-5d70-4db1-a2ac-7c7509d30072.pdf). Tlahtolxitlauhcayotl.
Varsovia: Totlahtol. Consultado el 17 de junio de 2022.
5. Santamarina, Carlos (2014). «Salvajes y chichimecas: mitos de alteridad en las fuentes
novohispanas» (https://core.ac.uk/download/pdf/38845508.pdf).
6. Wayne Powell, Philiph. La Guerra Chichimeca (1550-1600). Fondo de Cultura Económica.
ISBN 968-16-1981-1.

Bibliografía
(Anónimo) Historia Tolteca-Chichimeca (1878), edición y traducción de Paul Kirchhoff, Lina
Odena Güemes, Luis Reyes García, CISINAH e INAH-SEP.
Ixtlilxóchitl, Fernando de Alva (2002), Historia de la Nación Chichimeca edición de Germán
Vázquez Chamorro, España, Editorial Dastin.
Karttunen, Frances (1983) An Analitycal Dictioanary of Nahuatl University of Texas Press.
Launey, Michel (1992), Introducción a la lengua y cultura nahuatl UNAM.
Navarrete Linares, Federico (2011), "Chichimecas y toltecas en el Valle de México" en
Estudios de Cultura Nahuatl vol. 42. UNAM. pp. 19-50
Powell, Philiph Wayne (1996) La Guerra Chichimeca (1550-1600) FCE. ISBN 968-16-1981-
1
Simeón, Remi (1989) Diccionario de la lengua nahuatl o mexicana' Ed. Siglo XXI.
Torquemada, Juan de (1975-1983), Monarquía indiana, 7 vols., edición de Miguel León-
Portilla, UNAM.

Enlaces externos
Chichimecas (https://web.archive.org/web/20160306012604/http://www.historia-mexico.info/
2011/10/los-chichimecas.html)
Los Chichimecas. Israel Cavazos Garza. Historiador. Nuevo León, Montes Jóvenes sobre la
Antigua Llanura. (http://www.sabinashidalgo.net/historia/2560-los-chichimecas)

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