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ESTRUCTURALISMO

Esta corriente recibió su nombre de un artículo publicado


por Edward Titchener en 1898. Titchener, discípulo
de Wundt, llevó a cabo una selección y reinterpretación de
la obra de su maestro.1 Los estructuralistas emplearon el
método experimental, optando por la introspección para
relatar tan objetivamente como fuera posible, la
experiencia consciente durante el proceso de captar y
juzgar los estímulos. Propusieron que los procesos
conscientes consisten fundamentalmente en tres
elementos: sensaciones, imágenes y emociones..
Lejos de entrar en indagaciones acerca de la mente o la
conciencia como entidad substancial, más propias de la
filosofía, el estructuralismo decide centrar el tiro en la
experiencia del sujeto, partiendo de la cual trata de
establecer cuáles son los elementos básicos que la
componen y las relaciones que se dan entre ellos para dar
lugar a elementos más complejos.
Partiendo de las propuestas de los empiristas David
Hume (1711-1776) y el físico y filósofo Ernst
Mach (1838-1916), que a su vez reducen la experiencia,
en último término, a experiencia sensorial,3 el psicólogo
norteamericano de origen británico Edward Titchener –
discípulo de Wundt y uno de los principales exponentes
del estructuralismo– define la psicología como la «ciencia
de la mente», entendiendo esta como «la suma total de la
experiencia humana».4 Esto le lleva a dar por
científicamente válido, considerándolo como un tipo
de observación, el método introspectivo que Wundt había
rechazado.
La psicología así entendida tenía una doble tarea:1
Descripción: partiendo del «análisis» –al
modo cartesiano– de la experiencia para llegar a sus
componentes atómicos, más tarde se remonta, a través de
la «síntesis», hacia la recomposición de esa experiencia en
su supuesta integridad originaria. Gracias a este trabajo, el
psicólogo podría descubrir las distintas maneras en que los
elementos simples se combinan para dar lugar a los más
complejos, y así establecer las leyes generales que harían
de la psicología una ciencia análoga a la ciencia física.
Explicación: se trata de relacionar los procesos mentales
estudiados con las condiciones orgánicas o biológicas en
que se dan.
A través del estudio de las sensaciones, Titchener llegó a
elaborar una clasificación que incluía unas 40.000
sensaciones distintas pertenecientes a los distintos órganos
de los sentidos, principalmente la vista y el oído.5
Funcionalismo

Psicología Funcional o funcionalismo se refiere a una


corriente filosófica y psicológica que considera la vida
mental y el comportamiento en términos de adaptación
activa al ambiente por parte de la persona.1 Como tal,
proporcionó las bases generales para el desarrollo de
teorías psicológicas que sin embargo no facilitan por sí
mismas su verificación mediante experimentos
controlados y psicología aplicada.
El funcionalismo surgió en los Estados Unidos a finales
del siglo XIX como una alternativa al estructuralismo.2
Aunque el funcionalismo nunca se convirtió en una
escuela formal, se construyó sobre la base de las
preocupaciones del estructuralismo por la anatomía de la
mente y condujo a enfocar la atención sobre las funciones
de la mente, y más tarde al conductismo.2

El Funcionalismo surgió principalmente como una


alternativa filosófica y metodológica al estructuralismo
predominante en la psicología de finales de siglo XIX en
los Estados Unidos. Edward Titchener, un estudiante
de Wilhelm Wundt y el principal estructuralista, dio a
la psicología su primera definición como una ciencia del
estudio de la experiencia mental, de la conciencia, a ser
estudiada por el método de la introspección.
William James es tradicionalmente considerado el
precursor de la Psicología Funcional con la publicación de
su libro Los Principios de la Psicología. Fue luego
promotor del pragmatismo en Filosofía, planteando en
términos muy generales que todo conocimiento si es útil
tiene la característica de ser verdadero. De fundamental
importancia en los orígenes del pensamiento funcionalista
en la obra de James y otros fue el pensamiento Darwinista,
particularmente el concepto de adaptación. La psicología
para los funcionalistas era el estudio de cómo las
facultades mentales (consciencia) favorecen la adaptación
al ambiente y particularmente la supervivencia del
organismo, de manera que la psicología es parte de las
ciencias biológicas. De este modo, el funcionalismo
enfatizó el uso del método experimental, no solo
reduciéndose a la experimentación sino, también, la
introspección, es decir, a la observación sistemática y
detallada. Se considera a John Dewey como el fundador
del funcionalismo con la publicación de su artículo El
concepto de arco reflejo en Psicología, publicado en 1896.
Otros miembros del departamento de filosofía de
la Universidad de Chicago, todos influenciados por James
y Dewey, como George H. Mead, Harvey A. Carr, y
especialmente James Rowland Angell fueron los
principales proponentes del funcionalismo en esta
universidad. Otro grupo en la Universidad de Columbia,
incluidos particularmente James McKeen Cattell, Edward
Thorndike, y Robert S. Woodworth, fue también
considerado funcionalista, y sus miembros compartieron
alguna de las opiniones de los profesores de Chicago.
El Funcionalismo como Escuela Psicológica[editar]
Los Principios de Psicología de James, con su postura
crítica hacia el sistema de Wundt sirvieron de inspiración
a una nueva generación de psicólogos que representaron la
mayor fuente de oposición a la psicología Wundtiana que
Titchener promovía desde la Universidad de Cornell. Si
bien James nunca presentó una psicología estructurada y
coherente, dos de sus ideas principales iban a tener una
tremenda influencia en esta nueva generación de
psicólogos, la mayoría de los cuales había ido a Alemania
a estudiar con Wundt y otros psicólogos. En primer lugar,
James había sido fuertemente influido por el concepto
Darwinista de adaptación. En segundo lugar, el concepto
de hábito era a decir de James indispensable para entender
el comportamiento humano. Estas dos ideas se
encontraban largamente en oposición con la psicología de
Titchener que se preocupaba de forma casi exclusiva por
el estudio de las sensaciones en contextos experimentales
altamente controlados. James Mark Baldwin y James
McKeen Cattell, independientemente, también habían
estado promoviendo una psicología más cercana a la
biología y más interesada en la acción. Fue
particularmente James Rowland Angell, sin embargo,
quien de manera más directa contrastó las dos visiones
experimentales, en particular en relación a algunos de los
experimentos de Titchener que otros laboratorios no
habían podido replicar. En respuesta a estos
ataques,3 Titchener publicó una respuesta en 1898 en la
que acuñó los nombres de estructuralismo y funcionalismo
para referirse a los campos rivales. Angell asumió el
nombre y articuló sus postulados principales en su
discurso inaugural como presidente de la Asociación
Estadounidense de Psicología en 1906, con el título , "The
Province of Functional Psychology."4 En éste, Angell
reconocía que ya existían varios funcionalismos,
notablemente el de Cattell, Woodworth y Thorndike en la
Universidad de Columbia, y daba particular importancia a
tres principios centrales: (i) una psicología de las
operaciones mentales, en contraste con una de los
elementos mentales; (ii) una concepción de la mente como
mediadora entre el ambiente y las necesidades del
organismo; y (iii) una concepción psicofísica de la
relación mente-cuerpo, en la que el cuerpo es fundamental
para la comprensión de la mente. Para Angell, las
operaciones mentales solo pueden ser consideradas en el
contexto de un flujo de fuerzas biológicas que propenden
por el ajuste al ambiente,y en consecuencia ayudan a la
supervivencia de los organismos, en particular en la forma
de hábitos comportamentales. Asumiendo pues un punto
de vista evolutivo, el funcionalismo de Angell enfatizaba
el propósito adaptativo de las funciones mentales
superiores y ubicaba a la psicología claramente en el
campo de las ciencias biológicas. Como consecuencia de
esta orientación biológica, el funcionalismo promovió el
desarrollo de la psicología comparada, la psicología
infantil, el estudio de los hábitos y las diferencias
individuales y la aceptación de la psicología aplicada
como área legítima de estudio, mucha de esta
investigación conducida en la Universidad de Chicago por
Angell y sus estudiantes.3
Funcionalismo y Conductismo[editar]
El funcionalismo puede ser considerado como el antecesor
más directo del pensamiento conductista.3 John B.
Watson, fundador del conductismo, fue estudiante
de Angell en Chicago, y obtuvo bajo la supervisión de éste
su doctorado en psicología. El conductismo fue un paso
más allá que el funcionalismo en su crítica al
estructuralismo. Una completa adopción del método
experimental no sólo tenía utilidad sino que hacía
irrelevante el uso de la introspección. Debido a su énfasis
en los orígenes evolutivos de la consciencia, el
funcionalismo promovió el inicio de la psicología
comparativa, bajo el supuesto de que las supuestas
habilidades mentales del ser humano debían tener
antecedentes evolutivos en otras especies. El uso del
método comparativo convenció a Watson de que todo
fenómeno psicológico era susceptible de ser analizado en
términos de comportamiento y que el método
introspectivo era completamente irrelevante y en la
mayoría de casos, contraproducente. De acuerdo con
Watson, al mantener su énfasis en un concepto tan vago e
inobservable como la consciencia y al mantener a la
introspección como un método válido, el funcionalismo
estaba tan condenado como el estructuralismo a
convertirse en un paradigma estéril, alejado de las ciencias
naturales y del análisis del comportamiento humano en sus
circunstancias cotidianas. Tanto Dewey como Angell
recibieron con entusiasmo la nueva psicología conductista,
si bien criticaron algunos de sus aspectos más radicales.
Descendientes contemporáneos[editar]
La psicología evolucionista está basada sobre la idea de
que es necesario el conocimiento de los fenómenos
humanos que están afectados por la evolución humana, y
el de las funciones realizadas por -o relacionadas con-
estos fenómenos, si se quiere llegar a un entendimiento
completo de la psique humana. Incluso el proyecto del
estudio evolutivo de la Consciencia es ahora un tema
activo de estudio. Algunos psicólogos evolucionistas
fueron inspirados por las teorías de selección natural
de Charles Darwin.5
Psicoanálisis

El psicoanálisis (del griego ψυχή [psykhé], 'alma' o


'mente', y ἀνάλυσις [análysis], 'análisis', en el sentido de
examen o estudio) es una práctica terapéutica y técnica de
investigación12 fundada por el neurólogo
austríaco Sigmund Freud alrededor de 1896.3 A partir del
psicoanálisis se han desarrollado posteriormente diversas
escuelas de psicología profunda o de orientación dinámica
y analítica. Asimismo, la teoría ha influido sobre muchas
otras escuelas psicológicas y de terapias no
necesariamente psicoanalíticas.4
El psicoanálisis tiene como objetivo la investigación y el
tratamiento de los problemas emocionales desde el punto
de vista de la infancia de la persona, la interpretación de
los sueños, los actos fallidos y la técnica de asociación
libre, entre otras.5
El interés de Freud recayó en el tratamiento de individuos
que manifestaban un comportamiento anormal extrayendo
sus conclusiones de la observación clínica, técnica que
reivindica frente a la de la experimentación. Freud creía
que poderosos impulsos biológicos, principalmente de
naturaleza sexual, influían en el comportamiento humano.
Opinaba que estas tendencias eran inconscientes y que
creaban conflictos entre el individuo y las normas
sociales.6
El concepto de «psicoanálisis» designa, por una parte,
aquel modelo teórico descriptivo y explicativo de los
mecanismos, procesos y fenómenos implicados en la vida
anímica humana. Este modelo se basó inicialmente en la
experiencia de Sigmund Freud en el tratamiento clínico de
pacientes que presentan histerias, fobias y diversos
padecimientos psíquicos y ha tenido un amplio desarrollo
teórico posterior con el aporte de muchos teóricos del
psicoanálisis. Por otra parte, «psicoanálisis» se refiere
también a la terapia psicoanalítica misma, es decir, a un
conjunto de procedimientos y técnicas terapéuticas que se
desarrollan a partir de esta teoría para el tratamiento de
patologías mentales. Finalmente, «psicoanálisis» puede
referirse además al método psicoanalítico: un método de
investigación que ha sido aplicado, más allá de la
psicología clínica individual, al análisis de fenómenos
culturales, por ejemplo en etnología y antropología (entre
otras disciplinas).7 El desarrollo del psicoanálisis es
permanente en estos tres aspectos por parte de
investigadores y clínicos, si bien cabe remarcar que tal
segmentación del campo psicoanalítico no puede ser otra
cosa que una esquematización descriptiva, y que en
ningún caso da cuenta de la estructura propia del
psicoanálisis donde teoría y práctica se encuentran ligadas
sin que pueda darse la una sin la otra. Freud sostuvo que
una de las glorias del psicoanálisis era la coincidencia de
investigación y tratamiento,8 si bien aclara que la técnica
de ambas difiere. El psicoanálisis moderno se caracteriza
por el pluralismo teórico, metódico y terapéutico. Si el
psicoanálisis puede ser considerado una teoría científica es
un asunto que en círculos académicos y profesionales
continúa siendo controvertido.
La definición clásica de Freud nota 1incluye, según
resumen Jean Laplanche y Jean-Bertrand Pontalis, los
siguientes tres aspectos:
El psicoanálisis es una teoría sobre los procesos psíquicos
inconscientes, que presenta una concepción ampliada de
la sexualidad, de sus relaciones con el acontecer psíquico
y su reflejo en lo sociocultural. El supuesto de que existen
los procesos, fenómenos y mecanismos psíquicos
inconscientes junto al papel de la sexualidad y del
llamado complejo de Edipo, que resulta en una
diferenciación entre instinto y pulsión; así como la
aceptación de la teoría de la represión y el papel de
la resistencia en el análisis constituyen para Freud los
pilares fundamentales de su edificio teórico, al punto que
sostiene que «quien no pueda admitirlos todos no debería
contarse entre los psicoanalistas».10
Esta definición de Freud ha tenido amplia aceptación entre
los psicoanalistas, así como también la necesidad de la
transmisión del saber a través del análisis didáctico y los
análisis de control o supervisados. Esta aceptación o
identificación con los pilares centrales de la teoría y el
método, se dio en medio de controversias. Refiriéndose a
la definición de Freud de 1922, la historiadora Élisabeth
Roudinesco comenta:
«Freud proporcionó la definición más precisa del marco
psicoanalítico, al subrayar que sus "pilares" teóricos eran
el inconsciente, el complejo de Edipo, la resistencia, la
represión y la sexualidad (...) Si bien los freudianos de
todas las tendencias siempre aceptaron reconocerse en esta
definición de psicoanálisis, no han cesado de combatir
entre ellos a dividirse acerca de la cuestión de la técnica
psicoanalítica y el psicoanálisis didáctico».11
En efecto, los psicoanalistas de las generaciones que
siguieron a Freud desarrollaron la teoría en diversas
direcciones, en parte reforzando y complementando sus
ideas, en parte distanciándose de ellas o criticando algunos
puntos más o menos centrales. Estos movimientos de
diferenciación e integración, han dado lugar a la existencia
de varias escuelas, con diversas concepciones u
orientaciones. Por ejemplo, la Psicología del yo, la teoría
de las relaciones objetales (de Melanie Klein, Donald
Winnicott), el psicoanálisis relacional, el
psicoanálisis lacaniano. Asimismo, escisiones tempranas y
divergencias en aspectos decisivos dieron lugar a escuelas
completamente independientes, como la psicología
analítica de Carl Gustav Jung.
El psicoanálisis como método de investigación

Sigmund Freud.
El psicoanálisis incluye también una serie de métodos para
la investigación de la experiencia, el pensamiento y
la conducta humana, tanto de sujetos individuales como de
grupos y culturas. Esta última aplicación se ha llamado
también etnopsicoanálisis.1213
La idea central de esta aplicación del psicoanálisis consiste
en que tras la superficie en la que se representan las
formas de comportamiento perceptibles (en la conducta
individual y en la de los grupos y culturas) así como
también tras las normas sociales y valores de
una comunidad cultural, con frecuencia se esconden
contenidos y motivaciones inconscientes que no son de
acceso fácil al Yo y que pueden develarse y hacerse
comprensibles con la ayuda de los conceptos y métodos
del psicoanálisis.[cita requerida]
En las décadas siguientes a Freud, diversos psicoanalistas
desarrollaron otras técnicas para la exploración e
interpretación psicoanalítica de diversas manifestaciones
culturales: desde los cuentos de hadas y mitos hasta el
análisis de obras literarias mayores, del cine o de las artes
plásticas.
El psicoanálisis como terapia
En el sentido estricto, el psicoanálisis puede ser definido
como un método y técnica de
tratamiento psicoterapéutico basada en la exploración del
inconsciente a través de la asociación libre. A diferencia
de los métodos que se basan en ejercicios, entrenamiento o
aprendizaje (como las técnicas conductuales) o de las
explicaciones en el plano cognitivo, el psicoanálisis se
cuenta entre las técnicas de descubrimiento o develación
que intentan que el paciente logre

La psicología conductista

La psicología conductista es una corriente de


la psicología con tres niveles de organización científica
que se complementan y realimentan recíprocamente:
el conductismo, el análisis experimental del
comportamiento y la ingeniería del comportamiento. Esta
última comprende a su vez toda una gama de aplicaciones
tecnológicas, tanto en el campo de la terapia como de la
modificación de conducta. Es la filosofía especial de la
psicología como ciencia del comportamiento, entendiendo
este como la interacción históricamente construida entre el
individuo y su ambiente físico, biológico y social. Cubre,
así, rasgos cognitivos, emotivos, sensorios y motores.
La filosofía especial es una filosofía de la praxis. Como
tal, surge de las labores mismas del quehacer psicológico y
se encarga de discutir sobre los supuestos, extensiones y
posibilidades de su dominio teórico y aplicado, así como
de fijar posición y fomentar una actitud no reduccionista
(ni biologicista ni mentalista) para buscar soluciones a los
problemas de la disciplina es decir el lenguaje
(conductismo radical).
El conductismo depende de una filosofía general de la
ciencia en psicología, un asunto que aún no está
totalmente dilucidado. Ontológicamente lo definitorio es
el materialismo monista y el determinismo.
Epistemológicamente para los conductistas post-
skinnerianos la filosofía es el "contextualismo", que
considera la conducta como "acto en contexto". O sea que
ocurre en el marco de una determinada circunstancia cuyo
análisis no se puede obviar. Desde este punto de vista el
contextualismo es una forma de pragmatismo
seleccionista. Para los interconductistas es importante la
filosofía analítica. Principalmente la seminal en los
trabajos de Gilbert Ryle y del segundo Ludwig
Wittgenstein. También se puede reconocer aquí algo de
materialismo dialéctico en los trabajos de Emilio Ribes.
En cuanto a concepciones sobre evolución científica,
algunos citan a Laudan (evoluciones graduales) por
oposición a Kuhn (revoluciones). De otro lado, Arthur W.
Staats habla de "positivismo unificado" (post-positivismo).
En cualquiera de los casos todas las vertientes filosóficas
señaladas tienen claras diferencias con el positivismo
lógico, en tanto reconocen un papel destacado a la
conformación social del ambiente y del individuo. Así
mismo, se diferencian del mecanicismo, considerando en
el análisis interrelaciones complejas de variables
interactuantes.
Es la psicología-conductual, donde se formulan las
categorías, las unidades analíticas, los parámetros, los
paradigmas de investigación, y las leyes y principios
implicados en el manejo de los datos. Cabe destacar aquí
las ecuaciones que cubren todo el espectro organísmico y
situacional que está implícito o explícito en un episodio de
conducta. La más conocida de dichas ecuaciones es la
comprendida en la fórmula: K = f [E,O,R,C], que significa
que un segmento de conducta en un momento determinado
(K) es función (f) de las interrelaciones establecidas entre
los factores estimulares (E), organísmico-disposicionales
(O), de respuesta o clases de respuesta respondientes y
operantes (R), y las consecuencias que fortalecen a estas
últimas (C).
Los paradigmas de investigación centrales desplegados
son los del condicionamiento clásico y condicionamiento
operante, así como sus diversas combinaciones y formas
de presentación. Estos paradigmas son equivalentes a los
"ejemplares" de Kuhn, pues desde sus modos básicos de
ocurrencia empírica se desprenden leyes, teorías,
aplicaciones e instrumentación juntas. Gracias a la
investigación en estos rubros se han obtenido una gran
cantidad de regularidades que desembocan en la
formulación de principios aplicativos (como por ejemplo
el reforzamiento, la extinción, el castigo y el
contracondicionamiento). Algunos enfoques conductistas
no radicales son puramente metodológicos (vertientes E-
R), y otros además de ello solo son parcialmente
conductuales (vertientes E-O-R).
La ingeniería del comportamiento[editar]
Artículo principal: Ingeniería del comportamiento
Involucra lo tecnológico: todas aquellas elaboraciones
procedimentales que, ligadas de alguna manera a los
paradigmas de investigación básica y sus combinaciones,
se han desarrollado como aplicaciones efectivas. Puede
definirse como "la aplicación de conocimientos científicos
para la elaboración, perfeccionamiento y manejo de
técnicas de establecimiento, mantenimiento o eliminación
de conductas".
Ello supone que el comportamiento humano (sea de tipo
cognitivo-lingüístico, emotivo-motivacional o motor-
sensorial) es susceptible de describirse legalmente, y que
sus operaciones de evaluación, diagnóstico y tratamiento
de problemas acuden al manejo tentativo de dichas
regularidades.
A menudo se identifica la ingeniería conductual con el
rótulo de Análisis de Conducta Aplicado, conjunto de
acciones mediante las cuales el psicólogo aplica en
diferentes contextos, y para solucionar problemas
socialmente relevantes desde los conocimientos aportados
por el análisis experimental del comportamiento.
Historia[editar]
Los estudios darwinianos sobre la evolución de las
especies y los de la fisiología experimental de fines del
siglo XIX, auspiciaron, junto con la filosofía materialista,
la aparición de formas de pensamiento más avanzado con
respecto a las ciencias humanas.
En 1879, Wundt creó el primer laboratorio de psicología
científica. Mediante la introspección, y un estudio
histórico, logró crear una base a partir de la cual abordar la
psicología desde un punto de vista conductual. Hay que
destacar que Wundt no pertenece a la escuela conductista,
por ser anterior a esta.
Comenzando el siglo XX, Watson proclamó la conducta
observable como el objeto de estudio de la psicología, más
específicamente las conexiones entre los estímulos y
respuestas que dan lugar al comportamiento. Sus
acercamientos estaban influenciados principalmente por el
trabajo del fisiólogo ruso Iván Pávlov.
Con el tiempo, surgieron dos grandes tipos de variantes
conductuales que complejizaron el enfoque: una radical y
una metodológica o mediacional. La primera de ellas
(desarrollada por B. F. Skinner1) se centró en las
relaciones funcionales que establecen los organismos con
su ambiente en relación con la ley del efecto, es decir, en
la manera como las consecuencias de lo que hacemos
regula la emisión de la conducta futura (conducta
operante). La segunda (desarrollada por Hull y Tolman
entre otros), sobre la base de los reflejos condicionados
introdujo un factor (o variable) interviniente que podía ser
neurofisiológica o mental, según el caso.
A mediados de los años cincuenta, las deserciones y
reacomodaciones de influyentes conductistas como G. A.
Miller, J. Bruner y C. Pribram, y, entre otras cosas, la
apertura de Ch. Osgood a la psicolingüística, produjeron
una grave escisión que culminó en el desgaje de la
llamada psicología cognitiva, lo que se agudizó con la
crítica del lingüista Noam Chomsky al libro Conducta
verbal de Skinner (una réplica de K. MacCorquodale a
Chomsky desvirtúa dicha crítica).
A partir de allí adversarios y neófitos comenzaron a hablar
de una "crisis" del conductismo y su supuesto reemplazo
como "paradigma dominante" dentro de la psicología. Sin
embargo, paradójicamente, es en las décadas de los 60s y
los 70' en que eclosionan gran cantidad de técnicas y
trabajos aplicativos en los rubros de terapia y modificación
de conducta, ambos agrupables dentro de la categoría de
"ingeniería conductual" debido al entroncamiento entre las
tecnologías de control por el estímulo (de base
respondiente) y de administración de contingencias (de
base operante). Ya en los 80's hay una eclosión aún más
impresionante de técnicas que, bajo el membrete de
conductuales, conductual-cognitivas, cognitivo-
conductuales y contextuales, se hacen indispensables para
trabajar problemas diversos.
Paralelamente, han emergido gran cantidad de variantes
teóricas conductuales que hasta el presente siguen en
vigencia abordando el comportamiento complejo, el
lenguaje y la personalidad de diversas maneras, ciñéndose
a coordenadas científicas.
Resumiendo, sobre la base de los estudios de Ivan Pavlov
(reflejo condicional) y Thorndike (ley del efecto), John B.
Watson es el fundador del conductismo, continuando en la
siguiente generación B.F. Skinner (conductismo
operante), J. R. Kantor (interconductismo), Clark
Hull y Edward C. Tolman (conductismo mediacional),
actualmente se destacan E. Ribes y Josep Roca i
Balasch (conductismo de campo), A. W.
Staats (conductismo psicológico), S. C. Hayes (teoría de
marcos relacionales), H. Rachlin (conductismo
teleológico) y J. Staddon (conductismo teórico) dentro del
conductismo radical; H. J. Eysenck y J. Wolpe (enfoques
E-R) dentro del conductismo metodológico; así como A.
Ellis, Aaron T. Beck (enfoque cognitivo
conductual), Arnold A. Lazarus (enfoque multimodal)
y A. Bandura (enfoque sociocognitivo) dentro del
conductismo E-O-R.
Aplicaciones[editar]
Los trabajos de investigación sobre los principios del
aprendizaje son el marco de referencia sobre el cual se han
desarrollado múltiples tecnologías de ingeniería del
comportamiento, como la Terapia de Conducta,
la Modificación de conducta, el Análisis Conductual
Aplicado, e inclusive algunas formas heterodoxas que
incorporan otras nociones teóricas y filosóficas (las
terapias conductual-cognitivas y las cognitivo-
conductuales).
Gracias a ellas resulta posible el tratamiento de una
inmensa variedad de problemas en los
campos clínico, educativo, comunitario y organizacional,
la salud, el deporte, las emergencias, la gerontología y la
psicopatología, entre otros, con unos índices de eficacia
razonablemente altos. Cabe destacar que los sujetos de
intervención pueden ser tanto individuos y parejas, como
grupos sociales y familiares.
Entre las numerosas técnicas disponibles se encuentran las
de manejo contingencial y exposición en vivo (p. ej.,
reforzamiento positivo, moldeamiento, extinción, castigo
positivo y negativo, desbordamiento, economía de fichas,
etc.), las de exposición en fantasía (reforzamiento
encubierto, inoculación del estrés, desensibilización
sistemática y otras), las de entrenamiento en
autorregulación de competencias (autocontrol, manejo de
la ansiedad, habilidades sociales, etc.), y de
reestructuración racional (p. ej. solución de conflictos,
aceptación y compromiso, entrenamiento
autoinstruccional, etc.). Es de notar que las técnicas más
complejas —en las que suelen intervenir el lenguaje y los
llamados repertorios "cognitivos"— incluyen los
procedimientos empleados por las más simples.
Desde hace tiempo la División de Psicología Clínica de la
APA (Asociación Psicológica Americana) ha evaluado la
eficacia de los tratamientos psicológicos. En estos estudios
se ve una gran predominancia de las técnicas conductuales
en las guías de tratamientos empíricamente validados.

Psicología humanista

Se denomina Psicología humanista a un movimiento de la


Psicología que surge en el siglo XX y se desarrolla
fundamentalmente en las décadas de los años 50 y 60.1
Nace en Estados Unidos con el lanzamiento del manifiesto
Bugental,2 como reacción al psicoanálisis y conductismo
más ortodoxo que imperaban en la práctica
psicoterapeútica en aquel entonces.3 Sin embargo, esta
corriente no se ha considerado nunca a sí misma como
competitiva con las otras dos sino con vocación de
complementarlas, e incluso integrarlas en un contexto
teórico más amplio.4
El conductismo (Watson, Hull, Skinner) se basaba en la
idea de que la conciencia humana, en el caso de existir, era
una dimensión de la persona que no se puede medir, y por
consiguiente quedaba fuera del campo de su interés, ya
que la psicología sólo debía analizar la conducta mediante
el estímulo y la respuesta. El psicoanálisis, desde un punto
de vista radicalmente contrario, defendía que la conducta
observable (es decir, cuantificable) del ser humano tiene
sus raíces en un nivel no cuantificable al que se denomina
inconsciente. Lo que podemos medir no es, por
consiguiente, lo que mejor nos puede explicar esa
conducta.
Ambos coincidían, no obstante, en el determinismo de
dicha conducta.
La psicología humanista nace como reacción a esta
simplificación del ser humano, proveniente de ambas
teorías, y busca comprenderlo a través de los estudios
integrales de los mismos.5 Tal y como expresó Maslow,
pionero de la psicología humanista, frente a la concepción
aséptica de los experimentos y la invisibilidad del
experimentador, defendida desde el conductismo, defiende
que al hombre sólo se lo puede conocer en su humanidad a
través de la humanidad del hombre que lo estudia; dicho
de otra manera, el individuo que se siente respetado y
querido durante un experimento, actúa con más
naturalidad que el que se siente manipulado.
La Psicología humanista se caracterizó por apoyarse en
concepciones del ser humano de profundas raíces
filosóficas (con antecedentes que van de Sócrates a
la fenomenología y la filosofía de la
existencia y existencialismo6), con raíces
en Kierkegaard, Nietzsche, Heidegger, Merleau-Ponty y S
artre.789
Pretende la consideración global de la persona y la
acentuación en sus aspectos existenciales (la libertad, el
conocimiento, la responsabilidad, la historicidad),10
cuestionando una concepción de la psicología que, desde
la vocación de reconocerse como una ciencia natural,
reducía al ser humano a variables cuantificables
(conductismo), o centrada tan solo en aspectos negativos y
patológicos del ser humano (psicoanálisis). Es decir: tanto
el psicoanálisis como el conductismo, se basaban,
principalmente, en tratar al ser humano como animal, cosa
que es, pero no solamente (el psicoanálisis se centraba en
los instintos y el conductismo en los mecanismos de
acción, reacción y refuerzo.)
Por ello, uno de los teóricos humanistas más importantes
de la época, el psicólogo estadounidense Abraham
Maslow (1908-1970), quien había incursionado en el
conductismo, denominó a este movimiento la Tercera
Fuerza, para mostrar lo que se proponía con esta corriente:
integrar las formas (aparentemente opuestas) en que se
expresaba el quehacer psicológico de la época
(conductismo y psicoanálisis) y dar un paso más allá de las
mismas.

El pensamiento que influyó en el surgimiento de esta


corriente es muy amplio y podría resumirse como el que
generaron todos aquellos que se han resistido a reducir la
Psicología y el estudio de los seres humanos a una mera
ciencia natural. Sin embargo, se pueden sistematizar sus
influencias en varios grupos principales:
En cuanto a la crítica al mecanicismo y reduccionismo de
la Psicología en tanto ciencia natural y su propuesta de
poner énfasis en la intencionalidad del ser humano como
individuo total, se puede citar a Franz Brentano y su
concepto de intencionalidad; a Oswald Külpe, con su
antielementarismo; a Wilhelm Dilthey y a William James,
con su estudio sobre la conciencia y la introspección.14
En el aporte de figuras disidentes de la ortodoxia
freudiana, se pueden contar como influencias a Erich
Fromm, con su foco en la búsqueda existencial de los
seres humanos; a Karen Horney; a Erik Erikson, con su
concepción sociocultural del desarrollo humano; a Fritz
Perls y el desarrollo de la Terapia Gestalt;15 a Carl Gustav
Jung, con su estudio de la espiritualidad humana y su
lucha por autodesarrollarse; a Alfred Adler, con el
complejo de inferioridad y su ulterior voluntad de poderío;
a Wilhelm Reich, con su reivindicación del cuerpo en la
Psicoterapia; a Eric Berne, padre del Análisis
Transaccional, con su contribución sobre los juegos
psicológicos y el guion psicológico161718 y a Viktor
Frankl, con la creación de la Logoterapia y la búsqueda
del sentido de la existencia que esta propone.19 No
obstante, este último realizó una importante crítica a la
Psicología humanista.
Las teorías de la personalidad que emergieron en esos
momentos y que intentaron mostrar al ser humano más en
función de sus motivaciones y necesidades que en función
de sus patologías o determinaciones, como las de Gordon
Allport y Henry Murray.
El método fenomenológico redefinido por Edmund
Husserl, la ontología de Martin Heidegger, la teoría
existencial de Søren Kierkegaard, quien influyó a autores
como Karl Jaspers, Medard Boss y Ludwig
Binswanger (en Europa) y Rollo May.2021

Psicología cognitiva
La psicología cognitiva o cognitivismo o psicología
cognoscitivista o cognoscitivismo es el área de
la psicología que se encarga del estudio de la cognición, es
decir, de los procesos mentales implicados en
el conocimiento. Tiene como objeto de estudio los
mecanismos básicos y profundos por los que se elabora el
conocimiento, desde la percepción, la memoria y
el aprendizaje, hasta la formación de conceptos y
el razonamiento lógico. El término cognitivo significa el
acto de conocimiento, en sus acciones de almacenar,
recuperar, reconocer, comprender, organizar y usar la
información recibida a través de los sentidos. 1
Está situada dentro de lo que se denomina el hexágono
cognitivo, formado por la interrelación entre
la neurociencia, la inteligencia artificial, la psicología,
la lingüística, la antropología y la filosofía.2
Recibe influencias de disciplinas y teorías afines, como
la epistemología genética, la ciencia computacional,
la inteligencia artificial, la lingüística, la psicología de la
gestalt, la antropología cognitiva y la psicología del
pensamiento.
El interés de la psicología cognitiva es doble. El primer
interés es estudiar cómo las personas entienden el mundo
en el que viven y también se abordan las cuestiones de
cómo los seres humanos toman la información sensorial
entrante y la transforman, sintetizan, elaboran, almacenan,
recuperan y finalmente hacen uso de ella. El resultado de
todo este procesamiento activo de la información es el
conocimiento funcional en el sentido de que la segunda
vez que la persona se encuentra con un acontecimiento del
entorno igual o similar está más segura de lo que puede
ocurrir comparado con la primera vez.
Cuando las personas hacen uso de su conocimiento
construyen planes, metas para aumentar la probabilidad de
que tendrán consecuencias positivas y minimizar la
probabilidad de consecuencias negativas. Una vez que la
persona tiene una expectativa de la consecuencia que
tendrá un acontecimiento, su actuación conductual se
ajustará a sus cogniciones.
El segundo interés de la psicología cognitiva es cómo la
cognición lleva a la conducta. Desde un enfoque
motivacional, la cognición es un "trampolín a la acción".
Para los teóricos cognitivistas, la acción está
principalmente en función de los pensamientos de la
persona y no de algún instinto, necesidad, pulsión o estado
de activación (arousal).
Surgió como corriente psicológica en los años
1950 y 60 como reacción a las falencias del conductismo,
al que reemplazó como paradigma dominante en la
psicología científica durante la revolución cognitiva. La
principal discrepancia con este es el acercamiento a la
llamada cuestión de la caja negra.
La psicología cognitiva surge como alternativa a la
concepción conductista de la mente como caja negra
inaccesible. En Estados Unidos, el auge de la psicología
cognitiva coincidió con la aparición y desarrollo de los
ordenadores en los años 1950s. El funcionamiento de estas
máquinas sirvió a los autores pioneros como metáfora para
entender el procesamiento de símbolos y representaciones
en la mente humana.
Es decir, la proposición conductista de la mente que no
puede ser estudiada debido a la imposibilidad de un
acercamiento a través del método científico. En contraste,
la psicología cognitiva hace uso de procesos mentales para
explicar la conducta (a diferencia de tan
solo asociaciones entre estímulos y respuestas). Los
psicólogos cognitivos ponen énfasis en la influencia que el
procesamiento de la información tiene sobre la conducta,
afirmando que el individuo compara la información nueva
con su "esquema" o estructura cognitiva preexistente. Los
acontecimientos y las situaciones nuevas se interpretan a
la luz de lo que ya se ha aprendido. En ocasiones, es
preciso adaptar el esquema a esta información.
En ese momento de desarrollo de la psicología, esta se
encontraba en un intento por validarse como ciencia, por
lo que esta nueva psicología cognitiva despreció su
tradición fenomenológica propiciada por Wilhelm Wundt,
negando la validez de la introspección como método para
alcanzar un conocimiento objetivo. Así, la psicología
cognitiva es distinta de otras perspectivas psicológicas
previas en dos aspectos principales. Primero, acepta el uso
del método científico, y rechaza la
excesiva interpretación como método válido de
investigación, contrario a psicologías más interpretativas y
literarias tales como la de Sigmund Freud (psicoanálisis).
Segundo, plantea la existencia de estados
mentales internos (tales
como creencias, deseos y motivaciones); lo contrario que
la psicología conductista de esa época.
Psicología cognitiva[editar]

Experimentos de psicología cognitiva: Tareas de selección


de Wason
La psicología cognitiva es una de las adiciones más
recientes a la investigación psicológica y estudia diversos
procesos cognitivos, tales como la resolución de
problemas, el razonamiento (inductivo, deductivo,
abductivo, analógico), la percepción, la toma de decisiones
y la adquisición lingüística. Se desarrolló como un área
separada de la disciplina desde los primeros años de la
década de 1950 y 1960. El término comenzó a usarse con
la publicación del libro Cognitive Psychology, por Ulric
Neisser, en 1967. Pero la aproximación cognitiva había
sido traída a un primer plano tras la publicación del libro
de Donald Broadbent Percepción y
Comunicación, en 1958. Desde ese momento, la metáfora
dominante en el área ha sido el modelo de procesamiento
de información de Broadbent.
Los principales exponentes de la psicología cognitiva
son Alan Baddeley, Frederic Bartlett, Donald
Broadbent, Jerome Bruner, Vittorio Guidano, Hermann
Ebbinghaus, George A. Miller, Ulric Neisser, David
Rumelhart, Herbert Simon, Endel Tulving, Robert L.
Solso, Lev Vygotski, David Ausubel, Jean Piaget, Ángel
Rivière y George Kelly.
Etapas en el desarrollo de la psicología cognitiva[editar]
La siguiente descripción histórica está basada en parte en
el libro de Francisco Varela, De cuerpo presente: Las
ciencias cognitivas y la experiencia humana, en que se
realiza una síntesis del pensamiento cognitivo desde sus
años de formación, distinguiendo etapas de desarrollo en
que han primado diferentes metáforas o modelos
explicativos de la mente humana.
La última de estas etapas, el llamado enfoque enactivo, es
la postura que defienden Francisco Varela y sus
colaboradores.
Paradigma computacional cognitivista
proposicional[editar]
Desde esta hipótesis, la cognición está conceptualizada
como la manipulación de símbolos a través de
determinadas reglas. El sistema (mente) interactúa con los
símbolos, pero no con su significado, y el sistema (mente)
funcionaría correctamente cuando los símbolos
representasen en forma adecuada la realidad externa o
algún aspecto de esta y el procesamiento de la información
dentro del sistema (computación simbólica) llevaría a una
solución adecuada del problema que se ha presentado.
Esta, es la hipótesis considerada todavía por muchos como
el principal exponente del planteamiento cognitivista, y el
paradigma del procesamiento de información y
la metáfora del ordenador es aún con el que más se
identifica a la psicología cognitiva.
Paradigma de redes neuronales artificiales o
conexionista[editar]
La hipótesis cognitivista proposicional implicaba una
forma de cognición secuencial y localizada. Sin embargo,
estos planteamientos no concuerdan con la investigación
en neurociencia, en que son más aceptados modelos
cerebrales en que las operaciones son distribuidas y se
generan a partir de interconexiones masivas que cambian
producto de la experiencia.
Debido a esto surgió la hipótesis de las redes neuronales
artificiales, que realiza simulaciones por ordenador de
procesos cerebrales distribuidos en los que conjunto
amplios de neuronas cambian sus patrones de activación y
de interconexión mutua.
Sin embargo, aunque las redes neurales artificiales imiten
los procesos neuronales biológicos reales, no
necesariamente se corresponden con un estricto nivel
empírico adecuado. Debido a esto algunos autores como el
neurocientífico Gerald Edelman han criticado a tales
modelos de redes neuronales artificiales por su
implausibilidad biológica (aunque Edelman critica aún
más severamente, si cabe, al paradigma anterior, el
computacional simbólico).
Debido a estas discrepancias y al rescate de ideas sobre
sistemas autoorganizados que estuvieron presentes en la
etapa fundacional de esta rama de la psicología, pero que
fueron ocultados por la hipótesis cognitivista, surge la
necesidad de una nueva conceptualización de la mente
humana.
Paradigma de la cognición corporeizada[editar]
En los años 1990s cobró fuerza un nuevo paradigma
conocido como cognición corporizada o encarnada, o
cognición 4E. Se trata en realidad de un conjunto de
paradigmas que buscan superar las falencias de los
anteriores paradigmas cognitivista simbólico proposicional
y conexionista. Los paradigmas de la cognición
corporizada aparecieron con la publicación de libros como
"De cuerpo presente" de Francisco Varela , Evan
Thompson y Eleanor Rosch y "Metáforas por las que
vivimos" de George Lakoff y Mark Johnson.
Estas obras sostienen que la cognición está
intrínsecamente determinada por las propiedades
del cuerpo del agente cognitivo. Un animal que camina en
cuatro patas conoce el mundo de manera diferente a uno
que camina erguido. Un animal que ve en blanco y negro
conoce el mundo de forma distinta que uno con visión
cromática. Distintas especies tienen distintas visiones del
espectro del color. Además, en esta perspectiva el mundo
emerge de la acción corporal del agente cognitivo, el
mundo es un mundo vivido.
La psicología y ciencia cognitiva corporeizada ha sido
influenciada por la teoría de la autopoiesis de Humberto
Maturana y Francisco Varela, que forma parte de la teoría
de sistemas, así como por filosofía fenomenológica
de Edmund Husserl y Maurice Merleau Ponty, por la
epistemología genética de Jean Piaget y sobre todo por la
crítica del filósofo fenomenológico Hubert Dreyfus a la
inteligencia artificial clásica.
La psicología cognitiva corporizada rechaza la idea del
paradigma cognitivista clásico proposicional simbólico de
que hay una secuencia donde el organismo primero
procesa sensaciones por los órganos de los sentidos,
después piensa y procesa símbolos proposicionales
lingüísticos y finalmente ejecuta una respuesta. En lugar
de eso, la psicología cognitiva corporizada sostiene que
percepción, acción y cognición se solapan, utilizan las
mismas áreas del cerebro y se ejecutan de manera holista y
simultánea. Así, es el organismo total el que reacciona a su
ambiente de manera global, creando su percepción del
entorno mediante su actividad motora.3
Además, la psicología cognitiva corporizada busca
retomar el estudio de la experiencia subjetiva y la
consciencia, sin reducirla a supuestos procesos lógico-
sintácticos inconscientes. Para esto Francisco Varela
desarrolló el método de la neurofenomenología, que
establece un diálogo entre los estudios de
la neurociencia y la experiencia subjetiva, e incluso
estudia los cambios en el cerebro durante
la meditación budista.
El enfoque enactivo es uno de los enfoques de la
cognición corporizada.
En la psicología clínica y la terapia cognitiva, la
perspectiva corporizada ha sido adoptada por
los terapeutas cognitivos post-racionalistas como Vittorio
Guidano y Giampiero Arciero. Como señala Guidano en
su crítica al asociacionismo:4
e

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