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ESTRUCTURALISMO
Los estructuralistas definieron la Psicología como “el estudio analítico de la mente humana,
adulta, normal, generalizada, que se lleva a cabo mediante la introspección”. Afirmaban que la
psicología debía ser estructural, subrayando la importancia de descubrir las unidades
fundamentales de la experiencia consciente y sus relaciones mutuas. El físico estudiaría la
experiencia como algo independiente de la persona que la experimenta, mientras el psicólogo la
estudiaría en tanto depende de la persona
Los estructuralistas suponían que la mente contenía un número fijo de sensaciones básicas
similares a los elementos químicos (química mental) y que la conducta estaría determinada por
tales elementos, reduciendo el hombre a leyes físico/químicas y considerando mente y cuerpo
como dos sistemas paralelos (paralelismo psicofísico).
Entre los postulados del Estructuralismo figuran: a) El control y el análisis son los métodos
básicos de la ciencia, b) todo conocimiento es empírico, c) la introspección es el único método
válido para el estudio de la mente, d) a la conciencia la rigen la congruencia y la ley. Como
principio fundamental destacó la química mental, buscando desligar la percepción inmediata de
sus asociaciones producto de la experiencia pasada, para llegar a descubrir “los átomos mismos”
del pensamiento.
El principal aporte del Estructuralismo fue marcar el nacimiento de la Psicología como ciencia, al
proveerla de un cuidadoso método experimental, generar datos experimentales y darle un núcleo
en torno al cual organizarse. Fue criticado por el carácter estrecho de su definición de Psicología,
su extrema artificialidad y acento en el análisis (elementalismo estático), su escaso pragmatismo o
utilidad y el método mismo de la introspección, el cual no era aplicable a todos los sujetos o datos
y con el cual podía incurrirse en errores, olvidos o interferencia que conllevaron a encontrar
resultados diferentes en distintos laboratorios.
FUNCIONALISMO
Este sistema surge en Estados Unidos como respuesta y crítica a la posición estructuralista,
basado en la tradición pragmática y realista norteamericana. Su fundador fue William James,
considerado el primer psicólogo nacido en EEUU. James comenzó a impartir clases de Psicología
en 1875 en Harvard y en 1890 publicó el libro que marca el inicio del Sistema: “The Principles of
Psychology”, donde llegaba a la conclusión de que los “átomos de la experiencia” o sensaciones
puras sin asociaciones no existían y que la conciencia -a diferencia de la opinión de los
estructuralistas- es un fluir continuo, donde las percepciones y asociaciones, las sensaciones y
emociones, no pueden separarse. El Funcionalismo continuó como sistema teniendo como otros
representantes a Harvey Carr, John Dewey, James Angell (Escuela de Chicago) y Robert
Woodworth (Escuela de Columbia).
Para los Funcionalistas la Psicología era una parte de la ciencia biológica y debía definirse como
el estudio de la actividad mental, por tanto la Psicología debía estudiar funciones. El conocimiento
útil de la Psicología provendría de estudiar por igual la conciencia, las diferencias individuales y los
principios generalizados, la emoción, los impulsos irracionales y las capacidades intelectuales.
Los funcionalistas concebían al hombre como conformado por dos realidades diferentes –
mente y cuerpo-, que interactuaban entre sí con una finalidad adaptativa. Su conducta estaría
regida tanto por leyes físicas como por leyes biológicas y debía estudiarse en función del medio
ambiente. No eran tan reduccionistas como los estructuralistas pero mantenían un determinismo
pragmático.
El Funcionalismo destacó el “acto adaptativo” como concepto clave en la Psicología, el cual
implicaría tres fases esenciales: 1) un estímulo motivador, 2) una situación sensorial y 3) una
respuesta que altera la situación paran satisfacer las condiciones motivantes. El motivo sería un
estímulo que domina la conducta del organismo hasta que el organismo reacciona, resolviendo el
motivo de tres posibles maneras distintas: el acto puede eliminar el estímulo, apartarlo mediante
la introducción de un estímulo más fuerte o resolverlo mediante una adaptación sensorial al
estímulo. Aunque no fueron formulados explícitamente, entre los postulados más destacados
figuran: a) La conducta es intrínsecamente adaptativa e intencional, b) todos los estímulos
sensoriales afectan la conducta, c) ninguna respuesta ocurre sin un estímulo, d) cada respuesta
modifica la situación estimulante, e) la conducta es un proceso continuo y coordinado. Como
principio fundamental sostenían que toda actividad es funcional, “desde el latido cardíaco hasta la
percepción de un objeto”.
Entre los aportes del Funcionalismo destacan el auge que le proporcionó a la Psicología
norteamericana, el énfasis en estudiar procesos empíricos y su interdependencia y el haber
constituido una base para el avance científico y la construcción de consecuencias teóricas en
Psicología. Sus principales críticas fueron la vaguedad del término “función” (empleándolo
indistintamente como actividad/uso o como relación funcional de dependencia de una variable
respecto de otra), el eclecticismo (por su aceptación de distintos tipos de problemas y técnicas de
investigación) y la visión teleológica (al emplear las consecuencias de la conducta y no las causas
para explicarla).
ASOCIACIONISMO
Este sistema tuvo como antecedente principal el principio de asociación propuesto por los
filósofos del empirismo inglés del siglo XVIII: “las ideas complejas provienen de la asociación de
otras más simples” y fue establecido sobre la base de los estudios de fisiólogos como el ruso Iván
Pavlov, cuyas investigaciones fueron publicadas en 1897 en el libro “The Work of the Digestive
Glands” y condujeron al descubrimiento del llamado «reflejo condicionado», concepto que
desarrolló en 1901.
Los asociacionistas concebían al hombre como un ser mecánico, cuya conducta estaría regida
por asociaciones simples, aprendidas gracias a la repetición y el efecto. Eran reduccionistas,
deterministas y ambientalistas. Al no ocuparse de la filosofía, no asumieron posición en torno al
problema mente-cuerpo; su empleo de los términos “mente” y “mental” indicó meramente su
aceptación de la terminología funcionalista. No obstante, al asumir que para explicar el
pensamiento solo se requerían las leyes de disposición, ejercicio y efecto y al afirmar que la
atribución de facultades como la abstracción o razonamiento no ayuda a comprender o controlar
el aprendizaje, se evidencia una posición de monismo físico.
GESTALT
Este sistema surge en Alemania en 1912 como otra forma de ataque al Estructuralismo. El
término Gestalt significa “forma, conjunto, configuración” y denota la creencia de que la
experiencia y la conducta del hombre deben ser vistas como globalidades, donde percepción y
pensamiento no pueden dividirse en elementos por cuanto “el todo no es igual, es algo más que la
suma de las partes”. Sus principales representantes fueron Max Wertheimer (autor del artículo
sobre el movimiento aparente publicado en 1912 que marca el nacimiento del sistema), Wolfgang
Köhler y Kurt Koffka.
Los gestaltistas definían la psicología como “el estudio de la experiencia inmediata del
organismo total”, estableciendo como objeto de estudio la experiencia consciente en sentido
fenomenológico, es decir, no analizada, que se obtiene mediante la introspección ingenua; aunque
también se sirvieron de la observación y la experimentación de laboratorio. Interesado por el
estudio de la percepción, Wertheimer abordó el fenómeno phi o movimiento aparente que se
lograba al exponer en sucesión rápida líneas o imágenes estáticas; en sus experimentos concluyó
que a pesar de tratarse de fotos fijas con cortos intervalos vacíos entre ellas, la percepción
obtenida era la de un movimiento suave, lo cual constituía un efecto psíquico para el cual los
estructuralistas no tenían una explicación apropiada. Las áreas de aplicación del sistema no se
limitaron al estudio de los procesos perceptuales visuales sino que se extendieron al abordaje de
ilusiones de carácter psíquico, los procesos de memoria y de aprendizaje por invisión o insight y
discontinuo y el proceso de solución de problemas.
Los postulados de la Gestalt pueden integrarse en el gran Principio Parte-Todo: el todo es algo
más que la suma de las partes, ya que este principio engloba el Isomorfismo (las formas son
representaciones del mundo físico, pero no copias fotográficas) y la Organización Perceptual (todo
ser humano experimenta de manera innata campos perceptivos significantes). El principio de
organización perceptual incluye, entre otros, los sub-principios de figura/fondo, inclusión o cierre,
proximidad, semejanza, continuidad, etc. Con respecto al aprendizaje, la Gestalt propuso el
principio de contemporaneidad (el pasado y el futuro son importantes pero es el presente el que
determina la conducta del hombre), y el principio de invisión o insight (podemos aprender
súbitamente gracias a una reestructuración en el campo perceptual), que implica la discontinuidad
del aprendizaje: el aprendizaje no es casi nunca gradual sino que hay incrementos discontinuos y
súbitos de la respuesta.
El sistema Gestalt no solo tuvo grandes aportes al área de la percepción; Wertheimer introdujo
las técnicas gestálticas en el campo de la educación, donde demostró que la manera en que el
profesor dispone los elementos de los problemas afecta el aprendizaje y discernimiento por parte
de los alumnos, siendo más fáciles las tareas cuando la organización de los elementos se ubica en
conjuntos significantes. Logró demostrar que una vez que se capta el principio correcto ante un
problema, éste puede transferirse a otras situaciones. Si bien el Sistema Gestalt fue criticado por
mantener la introspección como método y por no tomar la conducta como objeto de estudio, sus
contribuciones permitieron hacer aplicaciones a la personalidad, la motivación, la psicología
infantil, la psicología social y la psicoterapia.
La Gestalt como Sistema Psicológico interesado en el estudio de la percepción no existe en la
actualidad, pero su legado es palpable en el cognitivismo (en cuanto a sus principios teóricos) y en
el humanismo, en lo que respecta a la aplicación clínica y grupal de la denominada Terapia Gestalt.