Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los líderes escolares tienen que estar calificados para entender tanto la complejidad
del sistema como los diferentes individuos y grupos implicados, así como también las
relaciones interactivas y colaborativas entre ellos. Adicionalmente, los líderes escolares
necesitan ser capaces de desarrollar relaciones influyentes para “liderar”
proactivamente. Más allá aún, necesitan estar familiarizados con las potenciales
“piedras de tope” con las que puedan encontrarse, y como esos obstáculos pueden
convertirse en desafíos que pueden ser superados. Los líderes escolares tienen que
estar calificados para intervenir apropiadamente cuando situaciones como esas
ocurran. El liderazgo escolar debe dar forma a la escuela de una forma en que los
líderes que trabajan en ella puedan ser más efectivos al apoyar a sus estudiantes a
alcanzar mejores resultados de aprendizaje. Por lo tanto, el líder escolar se convierte
en un facilitar del cambio y en alguien que apoya de manera efectiva a los profesores
en su trabajo con los estudiantes. Esto requiere reflexionar sobre el rol, la función y los
objetivos de la escuela, y consecuentemente, en el rol, la función y los objetivos de una
apropiada dirección y liderazgo.
El liderazgo siempre implica influir en otros. Es esencial hacer que los participantes de
programas de desarrollo sean sensibles a esta consideración. Deberían cultivar la
conciencia sobre la importancia de lidiar responsable y cuidadosamente con el poder.
Su objetivo educacional es que los estudiantes desarrollen un pensamiento
independiente y responsable tanto individual como socialmente. Los principios como la
autonomía, el respeto por uno mismo y por otros y la cooperación también juegan un
rol importante, tanto como en los procesos de aprendizaje adulto y de liderazgo en
general.
Un líder debería ser capaz de reflexionar sobre sus propios valores en general y sobre
sus valores educativos en particular. Al final, debería ser capaz de “desarrollarse” en
lugar de simplemente “amoldarse” para cumplir exitosamente con un determinado rol.
Además, tiene que legitimar su liderazgo en la sociedad y sobre todo con aquellos que
están siendo "liderados". El poder debe ser manejado con cuidado, y es importante
mantener el equilibrio entre la influencia y la confianza. Los principios fundamentales de
la educación en las escuelas tienen que ser respetados: alentar la madurez cuando se
trata de los estudiantes, profesores y padres de familia; practicar la aceptación de uno
mismo y de los demás, apoyar la autonomía y la cooperación. Un programa de
desarrollo del liderazgo tendría que estar alineado a estas creencias.
Los líderes escolares tienen que estar calificados para intervenir apropiadamente
cuando situaciones como esas ocurran. El liderazgo escolar debe dar forma a la
escuela de una forma en que los líderes que trabajan en ella puedan ser más efectivos
al apoyar a sus estudiantes a alcanzar mejores resultados de aprendizaje.