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1.1

Reestructuración del sistema carcelario en el INPE por exceso de prisión


preventiva

Integrantes

Castillo Tapullima, Tania Marcela

Díaz Burga, Sandy Yamilé

Galán Santisteban, Rebeca Elizabet

Peña Abarca, Luisa Yessenia

Facultad de Derecho y Ciencias Humanas, Universidad Tecnológica del Perú

21213 Curso Integrador I Interdisciplinario

Mg. Yván Pérez Solf

3 de julio de 2021
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ÍNDICE

CAPÍTULO I...............................................................................................................4
1. PLAN DE INVESTIGACIÓN...............................................................................4
I. Planteamiento Metodológico...........................................................................4
1.1. Planteamiento de problema.........................................................................4
1.2. Formulación de las preguntas del problema................................................5
II. Objetivos............................................................................................................5
2.1 Objetivo General...........................................................................................5
2.2 Objetivos Específicos...................................................................................5
CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO.............................................................................6
1 Estadística sobre la capacidad penitenciaria......................................................6
2 Vulneración de derechos a internos...................................................................7
3 Principales problemas del hacinamiento penitenciario.......................................7
3.1 Sobrepoblación.............................................................................................8
3.2 Infraestructura..............................................................................................8
3.3 Escasez de recursos económicos................................................................9
4 El correcto tratamiento penitenciario..................................................................9
5 Desarrollo jurisprudencial en sus resoluciones................................................10
5.1 Impacto en el ámbito penitenciario............................................................11
5.1.1 Pedido por exceso de carcelería.........................................................11
5.1.2 Pedido de cesación de prisión preventiva...........................................12
5.1.3 Apelación sobre cese de prisión preventiva........................................13
5.2 Pronunciamiento del Tribunal Constitucional por situación carcelaria......14
CONCLUSIONES....................................................................................................16
RECOMENDACIONES...........................................................................................19
REFERENCIAS.......................................................................................................21
ANEXOS..................................................................................................................23
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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de investigación posee un análisis crítico en el ámbito


normativo y jurisprudencial, siendo menester aplicar el aspecto doctrinario para
poder gestar nuestras posiciones a mayor amplitud. Siendo de gran sustento las
estadísticas con respecto al hacinamiento en los establecimientos penitenciarios
emitidos por el INPE y así permitir interpretar estos datos para complementar y
determinar cuál es la situación carcelaria en el Perú y cómo actúa el Estado
reflejándose en su política penitenciaria y gestión pública que ofrece en los planes
estratégicos normativos, los cuales han sido objeto de cuestionamiento, debido a
que, la realidad plasmada en nuestro pronunciamiento jurisprudencial contrapone
la normativa presupuestada.

En efecto, la información recabada ha sido producto de fuentes fidedignas


que han coadyuvado a centrar el análisis de nuestra problemática en cuanto a la
reestructuración de la gestión que requiere el INPE en los casos de prisión
preventiva en concatenación con la política criminal.
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CAPÍTULO I

1. PLAN DE INVESTIGACIÓN

I. Planteamiento Metodológico
1.1. Planteamiento de problema
A lo largo de los años, la acción delictiva se ha ido incrementando a pasos
agigantados, razón por la cual, el Estado es el ente mayor y principal, el cual debe
establecer un correcto modelo de gestión pública, pero centrando nuestra
problemática, esta se encuentra situada específicamente en los procesos de
prisión preventiva; por ende, vemos necesario concernir una reestructuración del
sistema carcelario a cargo del Instituto Nacional Penitenciario (en adelante INPE)
por el exceso de esta medida cautelar penal personal. Sin embargo, es
imprescindible no solo ubicar el objeto de cumplir la pena carcelaria y con ello
culminar su gestión penitenciaria; pues también trae a colación a establecer y
cumplir con manuales operativos de seguridad, tratamiento y salud de estos
internos.

Como es de conocimiento, lamentablemente, gran parte de los servicios


que brinda el Estado para los centros penitenciarios no son los más adecuados, e
incluso existe un grado de corrupción por parte de los administrativos al distribuir
equitativamente el material de higiene, para poder emplear las correctas medidas
de bioseguridad; es más, incurriendo en condiciones escasas de agua y una
pésima hábitat; adicionando la infraestructura y saneamiento bajo la cual conviven,
conllevando a una plena exposición de vulnerabilidad para los internos sin
sentencia condenatoria, de esta forma es cómo se comprende la afectación al
derecho a la vida digna y la salud, por sistemas de gestión ineficaces que no
garantizan la protección de estos derechos.

Dicho exceso de carcelería se puede interpretar como si hubiese una


necesidad de satisfacer por parte del Ministerio Público; agregándose el retardo en
la investigación preliminar y preparatoria por el Fiscal y Juez, contribuyendo a un
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hacinamiento carcelario, malinterpretándose la prisión preventiva como una pena


anticipada que no constituye ningún acto de justicia.

1.2. Formulación de las preguntas del problema


 ¿Cuáles serían los planes estratégicos y las normas que modifiquen
una correcta administración penitenciaria?
 ¿Cómo puede combatirse el hacinamiento carcelario que vulneran
los derechos de los internos como producto de las prisiones preventivas
emitidas por el Poder Judicial?
 ¿Existe la posibilidad de implementar un órgano de coordinación
entre el INPE y el Poder Judicial que coadyuve en la independencia de hábitat
entre internos con sentencia y sin sentencia condenatoria para la disminución
de sobrepoblación en los centros penitenciarios?

II. Objetivos
II.1 Objetivo General
Discriminar el funcionamiento, condiciones y sistema carcelario del INPE
que aplica en su administración penitenciaria con respecto a los casos de prisión
preventiva que dicta el Poder Judicial.

II.2 Objetivos Específicos


 Determinar si las políticas penitenciarias y/o propuestas del Estado
son cumplidas a través de su normativa para evitar el hacinamiento carcelario
por prisión preventiva.
 Identificar si la situación de los internos no sentenciados se agrava
con relación con aquellos que tienen sentencia condenatoria.
 Analizar el desarrollo e impacto jurisprudencial con respecto al
pedido de excarcelación y cesación de prisión preventiva por vulneración de
derechos y/o medidas sanitarias que ofrece el INPE.
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CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO

2 Estadística sobre la capacidad penitenciaria


Nuestro país no es indiferente ante la situación que sufren los internos
respecto a la capacidad limitada que se tiene en los Centros Penitenciarios,
siguiendo la postura de (Bello, 2019) en su libro “Excepcionalidad de la Prisión
Preventiva ¿Realidad o Quimera?”; menciona que la medida prisión preventiva,
por su naturaleza jurídica tiene un carácter temporal, no definitivo, por lo que, no
es eximido, dado a que tiene la obligación de cumplir con los fines determinados,
como; poder prevenir los diferentes casos de riesgo de fuga y obstaculización de
la actividad probatoria desempeñada por el Ministerio Público, en la persecución
del delito como titular de la acción penal. Esta situación, sumada a la limitada
capacidad de albergue, ocasiona una sobrepoblación penal.

Según las estadísticas del INPE podemos identificar que, en Lambayeque


en el mes de diciembre de 2018 existía un total de 4285 reclusos en las cuales
2518 personas se encontraban en situación jurídica de procesado lo cual
representa a un 58.76% del total, comparando con las cifras del mes de marzo de
2021 notamos que existe 36.56% procesados dentro del centro penitenciario,
configurándose una cantidad elevada de personas privadas de su libertad bajo la
medida cautelar de prisión preventiva. Esta condición se encontraría afectando los
servicios destinados a su rehabilitación a la salud, educación y trabajo y la
seguridad dentro de las cárceles peruanas.

Para ningún ciudadano es novedad que un problema vigente es el


hacinamiento carcelario, conviviendo sentenciados y procesados, incurriendo en
un incumplimiento de reglas mínimas y estándares internacionales, que ordenan
que estos deban estar separados en ambientes destinados para cada quién (por
situación jurídica sean diferenciados). Vale decir, no es igual estar sentenciado
que procesado, por lo que los resultados de los avances en la rehabilitación de los
privados de libertad se minimizan ante la estigmatización que la población civil
tiene contra las personas que estuvieron en la cárcel, el estado, el delincuente y la
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sociedad no están preparados para asumir responsabilidades de aceptación a ex


– reos.

3 Vulneración de derechos a internos


Respecto a la garantía del ordenamiento jurídico, los procesados frente a
tutela de los servicios que presentan estos dentro de un centro penitenciario, ya
que, el Código Procesal Penal, no obstante haber reconocido la legitimidad
excepcional de la prisión preventiva, ha omitido regular plazos procesales
diferenciados para el trámite de procesos penales otorgándoseles igual
tratamiento, de esta forma no existe norma alguna que obligue a brindar un
tratamiento preferente y célere, más que el reconocimiento del derecho al plazo
razonable, de esta forma vulnerándose el derecho a la igualdad, incidiendo está
en la prolongación de prisión preventiva, constituyendo un límite a la existencia de
la excepcionalidad, ya que esta debe mantenerse vigente, en tanto y en cuanto
resulte absolutamente indispensable. El régimen penitenciario refiere a los criterios
de separación de internos, tales criterios se encuentran estipuladas en el artículo
11 del Código de Ejecución Penal, en el cual se especifica e indican los criterios
personales e individuales en el que se pueda dar el hecho de dar la separación a
los internos para que se puedan ubicar en el pabellón correspondiente.

Compartiendo la postura de (Curi, 2018) señala que los criterios de


separación de los internos señalados anteriormente no se cumplen en lo que
respecta a los internos procesados y sentenciados, del mismo modo, a los
menores de veintiún años de los de mayores de edad, características que no
cooperan a poder tener un administración en la vida cotidiana de los internos,
generando de esta manera la vulneración de los derechos que tienen los
procesados, como es el trato igualitario en comparación a otros internos.

4 Principales problemas del hacinamiento penitenciario


Referente a los problemas que tienen los procesados dentro de un centro
penitenciario, (Sánchez 2002) Considera que la situación penitenciaria peruana se
caracteriza, fundamentalmente, por tres factores, que vienen a constituir sus
problemas principales, la sobrepoblación, la deficiente infraestructura y el escaso
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recurso económico, que inciden en las acciones de tratamiento que tienen por
objeto la resocialización del interno.

La política criminal como ente fiscalizador frente al alto índice de delitos, ha


permitido que aumenten sus estrategias de control, los cuales han tenido las
mismas características de los que se aplicaban en la erradicación de los grupos
del terrorismo, en los cuales están ambos internos sumergidos, es decir; los
procesados y sentenciados, permitiendo que el trato que se les da a los que
cometieron delitos de terrorismo (Vásquez, 2020).

4.1 Sobrepoblación
El sistema Penitenciario, en los últimos 10 años ha sufrido uno de sus más
grandes y graves problemas, esto se debe al alto índice de delitos cometidos en
nuestro país, ello se refiere a la sobrepoblación que existen dentro de los Centros
Penitenciarios, en tal sentido, este grave problema permite que no se pueda tener
las condiciones adecuadas para el correcto tratamiento de los internos, teniendo
en consideración que los internos ha teniendo un crecimiento mucho mayor como
anteriormente se mencionó, conllevando al exceso de capacidad de alojamiento
de los establecimientos, permitiendo que estos centros se conviertan en graves y
peligrosos, ya que los sujetos a los cuales se les han privado su libertad muchas
han sido puestos y sometidos a condiciones de detención que en muchas
ocasiones son situaciones que van en contra de su dignidad vulnerando los
derechos que por ser sujetos con dignidad de vida, se encuentren tutelados de los
reclusos los que están previstos en el artículo 139 inciso 21 y 22 del ordenamiento
jurídico.

4.2 Infraestructura
Por un lado, el INPE a través de la Oficina de Infraestructura Penitenciaria
ha establecido que el sistema penitenciario presenta dos tipos de
establecimientos:

a. Establecimiento penitenciario (intramuros), que está dirigido a los individuos


privados de su libertad.
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b. Establecimientos de penas limitativas de derecho (extramuros), este tiene


como fin liberar controlar y liberar a la población de penas limitativas de
derecho.

Conforme al Reglamento de Organización y Funciones del Instituto


Nacional Penitenciario, que sostiene en sus articulados 65° y 66° la división de los
centros penales y/o establecimientos penitenciarios. Sobre el segundo artículo se
clasifican de la siguiente manera:

Tipo A, B, C, D según la sobrepoblación de cada “pabellón”

Asimismo, el Código de Ejecución Penal, en el articulado 105° establece


que: los centros penitenciarios deben contar con los servicios necesarios
incluyendo todos los ambientes relaciones a cada área para un mejor estilo de
vida de los internos. Además, es necesario mencionar que como mínimo dentro de
una celda deberá de ser ocupado por un recluso y en casos especiales como la
sobrepoblación penal podrá hacer excepciones. Sin embargo, no es posible
colocar dos reclusos en una celda individual, esto se encuentra estipulado por
regla número doce de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el
Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela), resolución aprobada por la
Asamblea General el 17 de diciembre de 2015.

4.3 Escasez de recursos económicos


Las cárceles en la actualidad se encuentran en un estado crítico donde se
necesita de urgencia recursos financieros, más ahora por la gran enfermedad que
nos aqueja a nivel mundial, y estos centros no cooperan por la falta de higiene y
sobrepoblación existente. Además, de ello se necesita mejores condiciones de
vida y más personal adecuadamente preparado y que este comprometido con su
trabajo, sabiendo el riesgo que se está teniendo ante esta crisis que se vive en los
centros penitenciarios.

5 El correcto tratamiento penitenciario


El tratamiento penitenciario, está destinado a corregir o modificar el
comportamiento de los internos, en principio de sus propias conductas y
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características personales que cada individuo posee. De acuerdo con lo planteado


a las medidas que se adoptan van a correlación o varían dependiendo de los
regímenes penitenciarios. Sin embargo, el tratamiento de los internos debería
tener como objetivo la duración de la condena según la sentencia y la aceptación
de este por parte de los acusados, y esto traerá consigo la responsabilidad de
cada uno, en el momento de sus actos, esperando un cambio para el bienestar de
ellos y de la misma sociedad.

El correcto tratamiento tiene un enfoque, a las acciones, de trabajo y


educación de acuerdo con el desenvolvimiento de cada interno. De igual forma,
estos tienen el derecho de recibir por parte del Estado los servicios asistenciales
como son la bioseguridad, social, legal y la psicológica, todo ello para expresar a
cada uno el mejor trato y la calidad a una vida digna, porque son derechos
tutelados y respaldados por nuestro ordenamiento jurídico. Tienen como objetivo
modificar las conductas de cada uno de ellos, y consideramos que es se suma
importancia ya que ello ayudara a asimilar los cambios, teniendo en ello la
aceptación y la conducta de por sí. Dichos tratamientos requieren de un arduo
trabajo, debido a que, establecen un rol que comprenden el incremento de
programas de resocialización del interno ya sea de manera individual o conjunta.
Cada profesional encargado cumple su función para el buen funcionamiento y
éxito de los señalado y lo que se desea alcanzar. Siendo su objetivo la
transformación en el proceso de comunicación entre el interno delincuente y su
medio.

6 Desarrollo jurisprudencial en sus resoluciones


Sin lugar a duda, la figura jurisprudencial, comprende una gran doctrina
legal en nuestro país, como una de las fuentes del derecho es imprescindible su
aplicación, porque a través de esta trasluce el criterio y razonamiento de los
jueces que llevan a cabo, así como si se vulneran o no los derechos del interno,
porque antes de ser interno es una persona. Como ya ha sido razón de
explicación anteriormente, Small (2012) Los derechos en su generalidad son
inherentes a la persona y se contemplan en el artículo 2 de la Constitución
11

Política; para la situación de los internos se tipifica en el artículo 139.21,


garantizándose así un principio humanista, que desarrollará más adelante.

6.1 Impacto en el ámbito penitenciario


6.1.1 Pedido por exceso de carcelería
En el expediente N° 160-2014-316, tomando como imputado a Luis
Humberto Arroyo Rojas, en el delito de asociación ilícita para delinquir. La defensa
de este alega que se otorgue libertad procesal por exceso de carcelería en
conformidad con los artículos 273 y 274 NCPP; debido a que, el plazo de prisión
preventiva ya había vencido, el cual fue de 36 meses. Conociéndose que, el plazo
a prolongarse no procede a que sea sumado al original. Dido a que, este tiene sus
propios presupuestos, actúa de forma independiente, pero debe cumplirse o
regirse hasta antes de que venza el plazo ordinario. Teniendo en cuenta que al
imputado primero se le otorgó 18 meses de prisión preventiva (donde el mandato
fue dictado el 30 de mayo de 2014 y operó desde el 2 de junio de 2014)
procediendo con su captura, posterior a ello se le dictó 18 meses más (el 19 de
noviembre de 2015), y finalmente se adecuó por 12 meses adicionales donde el
vencimiento era el 30 de mayo de 2018.

Entendiéndose que, la prisión preventiva dictada con anterioridad y su


prolongación debía cumplirse hasta el 31 de mayo de 2017 y que por 12 meses
más debería concederse hasta el 30 de mayo de 2018; en consecuencia, se ha
cumplido con el plazo máximo que determina la norma en cuanto a esta medida
cautelar y no debe de continuar ejecutándose, por ello, se le debe conceder la
libertad procesal al imputado; vale precisar que, se logró transcurrir más de 4 años
y no se contaba con un pronunciamiento sobre el fondo y mucho menos con el
requerimiento fiscal para poder dar inicio a la etapa intermedia. E incluso esto
también es objeto de responsabilidad por parte de la coordinación de las fiscalías
supra provinciales especializadas en delitos de corrupción de funcionarios,
quienes deberán determinar qué tipo de responsabilidad tiene ante el órgano de
control por las acciones que se tomaron y vulneración de derechos al imputado.
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Finalmente, como objeto de cumplimiento se logró otorgar la libertad al


imputado, pero por el peligro procesal por haber integrado una organización
criminal, se le impuso restricciones y una caución económica cumpliendo con el
artículo 289.1 NCPP.

6.1.2 Pedido de cesación de prisión preventiva


En el expediente 09199-2018-34-1706-JR-PE-08, teniendo como imputado
a Oviedo Picchotito Edwin, por el delito de apropiación ilícita en agravio al Estado.
Veinte.

Como se sabe el derecho a la vida y a la salud del interno debe ser


amparado por el Estado. Del presente caso resaltó con relación al nuestro tema el
hacinamiento del establecimiento penitenciario de Chiclayo-Picsi, tratando ciertos
temas como lo es la emergencia sanitaria por COVID-19 (lo cual no es motivo
general de la problemática); se manifiesta que, el imputado se encuentra en un
estado de riesgo por padecer hipertensión arterial y obesidad, por ende la defensa
alega la total imposibilidad del INPE para que garantice totalmente las medidas
que recomienda el Ministerio de salud, preponderando los derechos sanitarios de
este, el INPE no cumple con las normas ante la necesidad de reducir el
hacinamiento y el centro penitenciario tiende a convertirse en un foco de contagio,
esta problemática está claramente evidenciada y ya no se puede albergar más
reos porque sobrepasa la capacidad del establecimiento penitenciario, lo cual fue
admitido por el mismo INPE e incluso se ha realizado gran cantidad de motines
conllevando a muertos y heridos.

Ante el estado de alto riesgo del imputado por las enfermedades ya


mencionadas, la defensa técnica alega que debe aplicarse o adoptarse medidas
alternativas a la prisión preventiva como una detención domiciliaria o
comparecencia por restricciones.

Pese a ello, debe tener claro cuándo y cómo la actúa el cese de esta
medida cautelar personal. En conformidad Sentencia Casatoria N° 391-2011 –
Piura Fundamento Jurídico 2.9; se debe recabar nuevos elementos de convicción
que emitirán las partes, esto permitirá modificar la situación jurídica del imputado,
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esto se complementa con las características que dan existencia a una prisión
preventiva.

Resulta siendo explícita la casación al precisar los nuevos elementos de


convicción, lo cual la defensa ha llegado a demostrar lo siguiente como son, los
documentos que acreditan el estado de salud del interno que padece de
hipertensión arterial y obesidad conforme al informe emitido por el servicio de
emergencia del hospital Dos de mayo en 2018 y corroborado también con el
Dictamen Médico Clínico del Estado de Salud, que es una enfermedad crónica e
incurable (hipertensión). No habiendo sido calificado como un elemento de
convicción en aquella oportunidad. Y en conformidad al primer párrafo del artículo
283 NCPP: EI imputado podrá solicitar la cesación de la prisión preventiva y su
sustitución por una medida de comparecencia las veces que lo considere
pertinente.

Por ello, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha expedido la


resolución N° 01-2020 sobre “Pandemia y Derechos Humanos en las Américas”;
es clara al manifestar que, los Estados absolutamente deben cumplir con medidas
de gestión gubernamental (publicas) altas para poder afrontar un hacinamiento y
tener una mayor concientización, al emitir una prisión preventiva, porque al ser
excepcional pueden considerarse otras medidas a favor del imputado, pudiendo
sobreponer el derecho a la salud, en ese sentido tendremos un constante análisis
de los beneficios premiales carcelarios en aspectos genéricos considerando el
estado de emergencia actual por el COVID-19.

Por lo descrito en el caso anterior, resultó siendo declarado infundado el


pedido de cese de prisión preventiva, pero por razones humanitarias, alegando a
un bien mayor, situándolo como vulnerable y en riesgo a su integridad, se
sustituyó por la medida de detención domiciliaria.

6.1.3 Apelación sobre cese de prisión preventiva


En el expediente N° 00036-2017-48-5002-JR-PE-03, teniendo como
imputada a Susana Villarán de la Puente, por el delito de asociación ilícita para
delinquir y otros, en agravio al Estado. Donde la defensa de esta solicitó el cese
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de prisión preventiva (la cual fue declarada infundada, razón por la que
posteriormente apeló. Se sustenta que, la imputada padece de la enfermedad de
lupus e hipertensión, sumándose el ámbito de la pandemia. El motivo de análisis
es que, se proteja el derecho a la salud, aunque esta no es una enfermedad grave
según la OMS; además, se debe tomar en cuenta la garantía y protección de
derecho a las personas mayores, en conjunto con el artículo 4 de la Constitución.

“Asimismo, el poder Ejecutivo pretende emitir normativas para reducir la


población de internos en los establecimientos penitenciarios y modificación de
normas de prisión preventiva y convertirla en una medida menos gravosa como la
comparecencia con restricciones” (Ministerio de Justicia, 2020). Con respecto a la
apelación y a la gestión que trasluce el INPE, esta institución no cuenta con las
medidas necesarias en las cuales se garantice la salud de la imputada,
sumándose el posible contagio COVID de esta, que es inobjetable; en conjunto a
los motines realizados por los internos debido a la mala administración
penitenciaria por no emitir una atención médica correspondiente. Ante ello, se
procede a sustituir la medida de prisión preventiva por medida de detención
domiciliaria, a la luz del artículo 290 NCPP, evaluando también el peligro de fuga
por pertenecer a una organización criminal.

6.2 Pronunciamiento del Tribunal Constitucional por situación


carcelaria
El Tribunal Constitucional como el ente máximo de interpretación de las
normas, y considerando la problemática de estado de emergencia actual, se
pronuncia declarando “un estado de cosas inconstitucional” respecto al
hacinamiento de los establecimientos penitenciarios y las deficiencias de estos por
los servicios que brindan; plasmado en el expediente N.° 05436-2014-PHC/TC, el
cual es empleado como fuente accesoria y complementaria en el presente
análisis; el Tribunal se preocupa totalmente por dicha situación debido a los
grandes contagios y los derechos de los internos se ven vulnerados, por ende, ha
aplicado la técnica antes mencionada y así esquivar actos o efectos lesivos en la
población carcelaria.
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El hacinamiento es una gran brecha negativa que ataca al país en la


infraestructura de sus pabellones, la calidad ineficaz de servicios y medidas
sanitarias, con pocas posibilidades de atención especial; clarificando un total
menoscabo frente a los derechos de las personas internadas, ignorando un trato
igualitario y aplicando un trato que no es digno. Con relación al ámbito
internacional, respecto a las Reglas Mandela, “Principios y Buenas Prácticas
Sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas”, bajo
una comparativa y con la realidad del sistema peruano, seguir a concluir que en
ninguna circunstancia se ajusta a estas reglas y mucho menos instrumentos
jurídicos; por ende, el Tribunal vs necesario reparar esta problemática. Dejando en
claro que, el problema de raíz que se debe extirpar y así combatirlo es, “El
aumento indiscriminado de las penas, el uso excesivo de la prisión preventiva y,
en suma, el populismo punitivo [negritas y cursivas agregadas] al que se
recurre como pretendida solución a corto plazo de muchos de los problemas
existentes en nuestra sociedad” (Exp. N.° 05436-2014-PHC/TC, 2020).
16

CONCLUSIONES
1. En consecuencia, con lo tipificado por la Ley 29709°, Ley de la
carrera especial pública penitenciaria, consideramos que el artículo 2° debe
ser modificado u observado con medidas más severas, debido a el INPE
por ser un organismo autónomo que debe aplicar una administración
razonable, la cual no es cumplida por las deficiencias que los centros
presentan en la realidad; es muy clara la tentativa de que haya una posible
corrupción, donde la Contraloría General de la Republica necesita llevar
implementar una supervisión mucho más exigente para así poder evitar los
problemas coexistentes, que como efecto de su ineficiencia conlleva a un
hacinamiento carcelario. Si bien es cierto, el Estado deriva los recursos
necesarios para que puedan ser administrados u organizados en los
distintos centros penitenciarios a nivel nacional, pero carecen de mejoras,
teniendo normativas con el objetivo de ser cumplidas y evitar el
hacinamiento, pero estas no se encuentran en ejercicio. A su vez, la política
futura que presenta el Decreto Supremo N° 011-2020-INPE ha planteado
normativas que deben ser cumplidas hasta el 2030. Ello entró en vigor
desde el año pasado; el artículo 6° del mismo Decreto Supremo, refiere el
financiamiento e implementación de todos los centros penitenciarios, el cual
debe darse de manera progresiva y con la integración de todas las
entidades encargadas. Pero si estas no son cumplidas y no se trabajan
desde la base, sería en vano seguir teniendo textos legales que no se
ponen en práctica. Asimismo, cuestionamos el artículo 17° D.S N° 011-
2020-INPE, donde la administración penitenciaria brindará una alimentación
saludable establecido con todos los cuidados de higiene, siendo objeto de
ineficacia reflejado en la escasez de agua y limpieza.

2. La situación de los internos procesados frente a los


sentenciados, como se ha podido observar en el estudio realizado los
graves problemas que se desarrollan dentro de un Centro Penitenciario, se
presenta por un lado; la sobrepoblación, dado a que en los últimos diez
años se ha ido en aumento presentando condiciones inadecuadas puesto
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que, el exceso de capacidad de alojamiento de los establecimientos, ha


permitido que estos se conviertan en pabellones peligrosos, porque
diversos internos han sido puestos y sometidos a condiciones en contra de
su dignidad, por otro lado; la deficiente infraestructura y el escaso recurso
económico que en ausencia del mecanismo y administración del Estado
permite que a pesar de que existe una norma en que se debe dar la
separación de los internos tanto de los procesados y los sentenciados
estipulados en el artículo 11 del Código de Ejecución Penal no se cumple,
generando así la vulneración de sus derechos como la dignidad, la salud y
lo más importante la vida de los internos sin sentencia que si bien es cierto
el proceso que llevan se encuentra en investigación, más no es una
decisión adoptada de manera definida por el Poder Judicial, permitiendo
que ante ello no se pueda un trato igualitario por el cual no se lo merece, y
de esta manera se agrava la situación dentro de un centro penitenciario.

3. Conforme hemos ido desarrollando los diversos puntos que


competen a nuestro trabajo, hemos concluido con un análisis
jurisprudencial, la cual es una gran prueba práctica de cómo opera el juez al
declarar fundado, infundado y/o sustitución de medida al resolver los
pedidos de excarcelación, cesación; ello muestra la importancia y equilibrio
a los derechos de los internos. Con relación al tema del hacinamiento
carcelario muy aparte del ámbito del estado de emergencia que hasta ahora
somos partícipes por la pandemia COVID-19, recalco, muy aparte de ello;
se toma en gran ponderación el derecho a la vida, a la salud y a la dignidad,
derechos que son puestos en signos de interrogación cuando una persona
ingresa a un centro penitenciario en calidad de interno, ya sea con o sin
sentencia condenatoria. Evaluando dicha situación, resalto que, el Poder
Ejecutivo, pretendiendo el deshacimiento a modo de comentario, se emitió
el Decreto Legislativo 1513, donde justo establece medidas legales que se
caracterizan por excepcionalidad con respecto a esta problemática;
precisando el cese de prisión preventiva, donde se dispone a esta para
todos los internos que cumplan con los presupuestos establecidos de
18

manera concurrente o no, ello justifica el análisis que se dio en el caso del
Sr. Oviedo, sobreponiendo su estado de riesgo de salud y la nefasta gestión
en medidas sanitarias por el INPE. De igual forma, como se concurre en el
caso de la ex alcaldesa Susana Villarán, donde en primera instancia se le
denegó el cesar esta medida, ello fue motivo de recurrir a su derecho de
apelar; siendo en ambos casos sustituida la prisión preventiva por la
detención domiciliaria, tomando en consideración los grandes lazos a
organizaciones criminales y daño a la sociedad causado; siendo también
objeto de análisis el pedido de excarcelación donde al no tenerse una
sentencia y transcurrido el plazo, la situación jurídica del imputado a cumplir
una pena privativa de libertad o no se ve incierta, por ende se declaró
fundado.
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RECOMENDACIONES
1. Los planes estratégicos del INPE se encuentran debidamente
elaborados. Sin embargo, en su aplicación no es tan efectiva y esto se debe a
la corrupción existente en nuestro país, ante ello consideramos que, debe
existir mayor supervisión por parte de la Contraloría General de la República
del Perú y del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado esto
quiere decir que los servicios de la CGR tales como el control previo y posterior
se apliquen de manera efectiva y ello se refiere a la intervención antes y
después de la ejecución de una obra y distribuciones económicas esto va de la
mano con la OSCE ya que la contratación pública deberá ser eficaz de modo
que, las concesiones con el sector privado permitan que las construcciones y/o
mejoras de los centros penitenciarios sean de calidad y así se evitaría las
diversas falencias relacionadas con la infraestructura de las cárceles en
nuestro país, esto permitiría que las personas privadas de su libertad puedan
desenvolverse adecuadamente dentro de este ambiente.
2. Respecto a los graves problemas que presentan los Centros
Penitenciarios, determinando que, la sobrepoblación ha ido en aumento en los
últimos diez años, vulnerando los derechos de los internos, por ende, es
recomendable que el Poder Judicial sea mucho más objetivo sobre la
imposición de la medida de prisión preventiva guardándose relación de los
hechos subsumidos con la medida, generando que los centros penitenciarios
tengan un exceso de capacidad por el solo hecho de tener que realizar una
exhaustiva investigación resultando finalmente innecesaria e inocente al sujeto
de todo cargo de los cuales se le ha estado imputando, por lo que, se tiende a
generar un hacinamiento en los centros penitenciarios, conviviendo en pésimas
condiciones de vida, en paralelo a ello, el Estado a través de sus diferentes
organismos autónomos puedan velar por la correcta distribución de los recursos
económicos, permitiendo que los internos sin sentencia de alguna u otra
manera puedan gozar de una vida digna en su etapa de reclusión; así como en
los que se encuentran en trámite su proceso por el Poder Judicial para
20

determinar su culpabilidad o inocencia respecto a los hechos que se les está


imputando al investigado.
3. El pronunciamiento del Tribunal Constitucional es unánime con
respecto al hacinamiento y el desequilibrio de protección humanitaria que existe
en estos centros penales. Por ende, consideramos como posible solución a
dicha problemática; primero, separar a los internos que tengan sentencia
condenatoria y a los procesados o internos sin sentencia condenatoria (de
acuerdo con su situación jurídica), para así despejar o disminuir la población
carcelaria; segundo, la intervención estatal es imprescindible, se materializará
en la organización que deba tener tanto el INPE-este debe de cumplir con una
correcta gestión y medidas-, como el Poder Judicial-ser razonables y
meticulosos en el análisis para dictar una prisión preventiva, combatir el uso
indiscriminado de estas-.

Lo ideal sería que haya un órgano que pueda denominarse: Institución


Nacional de Procesados por Prisión Preventiva (INPPPre) por cada
departamento del país y también pueda intervenir la Defensoría del Pueblo en
el ejercicio de las supervisiones que sean más especializadas en detectar las
carencias en los centros penitenciarios para trasladarlos a los entes pertinentes,
así como las situaciones de vulnerabilidad de ciertos reos. Además, la
resocialización a la que refiere nuestro Código y/o medidas que se logran con la
pena cumplida, sea más fácil de alcanzarla, producto de los programas de
tratamientos que reciben, sin afectar los derechos no restringidos de cada
recluso. Siendo necesario, la intervención del Ministerio de Economía y
Finanzas (MEF) contribuyendo con un plan económico a este nuevo órgano de
acuerdo con su política fiscal y funcionamiento. Con la creación de este órgano
propuesto estaríamos muy próximos a un desahogamiento penitenciario.
Ambos tendrían una mejora en la salud, cumpliéndose con lo contemplado en el
artículo 76° del Código de Ejecución Penal, donde el interno debe tener un
bienestar físico que deba ser proveído por la administración penitenciaria en
concordancia con las normativas del MINSA. Solo así, con un trabajo de forma
21

conjunta entre el INPE, PJ, DEFENSORÍA DEL PUEBLO, MINSA y MEF;


podemos llegar a exterminar dicha problemática de raíz en el Perú.
22

REFERENCIAS

Doctrina
Curi, I. (2018). Hacinamiento en el establecimiento penitenciario Miguel Castro
Castro durante el año 2016 [Tesis de maestría, Universidad Nacional
Federico Villareal] Repositorio UNFV

Small, G. (2012). El impacto de las resoluciones del Tribunal Constitucional


peruano en la ejecución penal [Tesis de postgrado, Universidad Nacional
Mayor de San Marcos] Repositorio UNMSM

Vásquez, L. (2020). Uso excesivo de la aplicación de prisión preventiva y el


hacinamiento en el centro penitenciario de Pucallpa, en el año 2017 [Tesis
de pregrado, Universidad Nacional de Ucayali] Repositorio UNU

Normativa
D.S. Nº 009-2007-JUS. Aprueban Reglamento de Organización y Funciones del
Instituto Nacional Penitenciario. Diario Oficial El Peruano (2007).

D.S. N° 011-2020-JUS. Política nacional penitenciaria al 2030. Diario Oficial El


Peruano (2020).

Ley Marco de Modernización de la Gestión del Estado. Ley N° 27658. Diario


Oficial El Peruano (2002).

Jurisprudencia
Expediente N° 00036-2017-48-5002-JR-PE-03. Apelación de auto sobre cese de
prisión preventiva. (2020, 30 de abril). Primera Sala Penal de Apelaciones
Nacional Permanente Especializada en Delitos de Corrupción de
Funcionarios.

Expediente N° 09199-2018-34-1706-JR-PE-08. Resolución número cuatro, pedido


de cese de prisión preventiva. (2020, 2 de mayo). Primera Sala Penal de
Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque.
23

Expediente N° 160-2014-316. Auto que resuelve libertad procesal. (2018, 11 de


enero). Primer Juzgado Nacional de Investigación Preparatoria del Sistema
Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios.
24

ANEXOS
Figura 1
Infraestructura de asistencia penitenciaria

Nota: En la misma política penitenciaria por el INPE, de manera muy específica grafica las estadísticas sobre
la infraestructura en el área de asistencia penitenciaria contiene un alto porcentaje de 93% de una manera
exorbitante que exterioriza las pésimas condiciones de los establecimientos penitenciarios; seguida en nivel
regular con un 6%; y, tan solo 1% en condiciones buenas. Dicha área engloba: oficinas (ambientes para OTI-
Órgano técnico de tratamiento, ambientes donde el personal administrativo lleva a cabo gestiones de
coordinación fijadas en el establecimiento penitenciario); ambientes para consultorios (los profesionales
brindan asesoría legal, psicológica y de trabajo hacia los internos-es un servicio para estos); y, ambientes
dinámicos o talleres. Fuente: (D.S. N° 011-2020-JUS, 2020)
25

Figura 2
Programas de tratamiento

Nota: Programas de gestión que propone el INPE que produzcan efectividad y desarrollo en los internos,
centrándonos en Chiclayo con un gran número de profesionales. Fuente: Tratamiento penitenciario. Informe
tercer trimestre 2019. INPE. (D.S. N° 011-2020-JUS, 2020).
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Figura 3
Situación de capacidad de albergue penitenciario

Nota: Se evidencia la existencia de hacinamiento y ello asciende a una sobrepoblación del 227% dentro del centro penitenciario Distrito de Picsi, Provincia de Chiclayo –
Lambayeque, lo cual se contradice al planteamiento estratégico 2019-2022 INPE, el cual manifiesta que la sobrepoblación se reduciría a un 74% en el año 2021. Fuente:
Sistema de Información de Estadísticas Penitenciarias.
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Figura 4
Datos estadísticos sobre hacinamiento en Lambayeque

Datos estadísticos sobre el hacinamiento carcelario en Lambayeque - Marzo


2021
4,000

3,500

3,000

2,500

2,000

1,500

1,000

500

0
Total Procesado Sentenciado

Hombres Mujeres

Nota: En el centro penitenciario Distrito de Picsi, Provincia de Chiclayo – Lambayeque, en el mes de marzo se observó la existencia de 3,747 personas privadas de su libertad
en la cual, el 36.56% corresponde a procesados y el 63.43% son sentenciados. Fuente: Sistema de Información de Estadísticas Penitenciarias.

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