Está en la página 1de 72

Facultad de Derecho y Ciencias Humanas

Carrera de Derecho

Programa Especial de Titulación:

“La vigilancia electrónica personal como


medida cautelar de coerción personal que
reemplaza a la prisión preventiva en las
investigaciones de reos primarios”

Jener Aníbal Cáriga Cavalié

para optar el Título Profesional


de Abogado

Asesor: Alcides Mario Chinchay Castillo

Lima – Perú

2022
RESUMEN

En el presente trabajo de investigación, se tiene como objetivo principal reducir el

hacinamiento carcelario peruano reemplazando la medida de coerción personal como es

la prisión preventiva por la vigilancia electrónica personal. Esto se realizará a través de un

entendimiento teórico y práctica del por qué la prisión preventiva tiene que ser examinada

minuciosamente, debido a que es una medida de coerción personal que se utiliza no solo

cuando se cumplen con los requisitos del artículo 268 del Código Procesal Penal, sino

además cuando existan altas probabilidades de que el proceso principal termine en una

sentencia condenatoria, sin embargo, es la principal medida de coerción adoptada por los

operadores de justicia, como si no existieran alternativas distintas a ella. Por otro lado, se

realizará un análisis de la Ley 29499, el Decreto Legislativo 1322 y el Decreto Legislativo

1514, quienes en su conjunto conforman el marco normativo de la Vigilancia Electrónica

Personal en el Perú, a fin de poder determinar la inocua aplicabilidad de dicha medida a

los casos reales, así como también poder realizar recomendaciones a fin de poder mejorar

el planteamiento jurídico de dicha medida.

La investigación ha sido abordada desde una perspectiva teórica con la finalidad de poder

aterrizar los conceptos jurídicos al problema del hacinamiento de los centros carcelarios y

de esa manera poder vincular una posible solución mediante la aplicabilidad masiva de la

medida de coerción personal más acertada, la cual es la vigilancia electrónica personal.

I
INDICE

RESÚMEN…………………………………………………………………………………………I

ÍNDICE……………………………………………………………………………………………II

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………...V

CAPÍTULO 1…………………………………………………………………………………….08

1. Planteamiento del problema…………………………………………………………….....08

1.1 Pregunta de investigación…………………………………………………………….08

1.2 Preguntas específicas…………………………………………………………………08

2. Justificación del Problema………………………………………………………………….08

3. Objetivos de Investigación………………………………………………………………….09

3.1 Objetivo General……………………………………………………………………….09

3.2 Objetivo Específico……………………………………………………………………10

4. Formulación de la Hipótesis……………………………………………………………….10

4.1 Hipótesis General……………………………………………………………………...10

4.2 Hipótesis Específico…………………………………………………………………...10

5. Marco Metodológico………………………………………………………………………….13

5.1. Generalidades…………………………………………………………………………13

5.2. Alcance de la investigación……………………………………………………….13

5.3. Tipo de investigación………………………………………………………………….14

5.4. Diseño de la investigación…………………………………………………………….14

5.5. Instrumentos de la investigación……………………………………………………..14

CAPÍTULO 2……………………………………………………………………………………16

6. ESTADO DEL ARTE O ANTECEDENTES………………………………………………..16

7. MARCO TEÓRICO…………………………………………………………………………...23

7.1. Bases Teóricas………………………………………………………………………..23

7.1.1. Teorías sobre la pena………………………………………………………....23

7.1.1.1. Teoría Absoluta………………………………… ……………..…….23

II
7.1.1.2. Teoría Relativa o Preventiva.…… …………………………….…...24

7.1.1.3. Teoría Mixto o Unificadora.…………………………………….……28

7.1.2. Vigilancia Electrónica………………………………………………….……...29

7.1.3. Prisión Preventiva…………………………………………………………….30

7.1.3.1. Como medida cautelar……………………………………………….31

7.1.3.2. Como pena……………………………………………………………32

7.2. Marco Conceptual…………………………………………………………………….33

7.2.1. Hacinamiento carcelario………………………………………………...........34

7.2.2. Vigilancia Electrónica Personal………………………………......................35

7.2.3. Imputado que carezca de antecedentes penales …………………………37

7.2.4. Reo Primario …………………………………………………………………..37

7.3. Marco Jurídico…………………………………………………………………………38

7.3.1. Prisión Preventiva……………………………………………………………..38

7.3.2. Vigilancia Electrónica Personal………………………………………………39

7.3.2.1. Antecedentes Normativos…………………………………………...39

7.3.2.1.1. Ley 29499………………………………...........................39

7.3.2.1.2. Decreto Legislativo N° 1322……………………..………39

7.3.2.1.3. Decreto Supremo N° 004-2017-JUS……...…………….40

7.3.2.1.4. Decreto Legislativo N° 1514………………...…..............40

7.3.2.1.5. Decreto Supremo N° 012-2020-JUS………...………….41

7.3.2.2. Normativa Actual……………………………………………………..41

7.3.2.3. XI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente,

Transitoria y Especial – Acuerdo Plenario N° 02-2019/CJ-116….43

7.4. Marco Contextual………......................................................................................44

CONCLUSIONES……………………………………………………………………………….49

III
ANEXOS……………………………………………………………………………………........52

GLOSARIO………………………………………………………………………………...........66

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………….........68

IV
INTRODUCCIÓN

La presente investigación “La vigilancia electrónica personal como medida cautelar de

coerción-personal que reemplaza a la prisión preventiva en las investigaciones de

personas sin antecedentes penales como respuesta al hacinamiento carcelario”, surge con

la finalidad de darle una solución fáctica, más allá de los debates jurídicos e incidencias

políticas, al hacinamiento carcelario peruano. Actualmente contamos con 143% de

sobrepoblación en los centros penitenciarios a nivel nacional, es un número que desde

1998 sigue en aumento, estando que, cada gobierno que llega a liderar el poder ejecutivo

del Perú, no cuenta con una política pública penitenciaria clara para poder disminuir el

hacinamiento que se ve reflejada en los centros penitenciarios, a raíz de la pandemia por

el Covid19, se pudo observar de una manera significativa el grave centro infeccioso en el

que se podrían convertir estos reclusorios, y además se evidenció la magnitud del

hacinamiento, por lo que se trataron de implementar ciertas políticas penitenciarias al

respecto, las cuales las veremos en el desarrollo de la presente investigación.

Por otro lado, la Vigilancia Electrónica Personal es un mecanismo de control penal que

puede ser utilizada como pena, medida de coerción personal o beneficio penitenciario.

Siendo el caso que, para la presente investigación nos abocaremos exclusivamente a

determinar la pertinencia como medida de coerción personal.

Debemos tener en cuenta que, tanto los mecanismos como las medidas de coerción

V
personal son utilizados dentro de un proceso penal para garantizar que las evidencias,

testigos, y demás herramientas para poder clarificar la verdad de los hechos, no sean

vulnerados, adulterados o perturbados por el imputado. Es en ese sentido que, los

operadores de justicia conciben a la prisión preventiva como la mejor forma de garantizar

el normal desarrollo del proceso, sin embargo, estos no tienen en cuenta los graves índices

de hacinamiento en las prisiones. Con lo último señalado, no pretendemos eliminar los

centros penitenciarios, todo lo contrario, planteamos que el sistema penitenciario debe

modernizarse y adoptar políticas públicas penitenciarias que vayan de la mano con la

tecnología, con un sistema de monitoreo y vigilancia adecuado.

La aplicación de la vigilancia electrónica personal hará prevalecer la prevención especial

de la pena, que básicamente es darle un trato diferenciado y particular a cada uno de los

imputados, de tal manera que se pueda alcanzar su resocialización y la pronta reinserción

a la sociedad. Es en ese sentido que, al estar el imputado en un medio extramuros, es

decir, fuera de la prisión con comparecencia con restricciones, este tiene la posibilidad de

resocializarse con la familia que, según varios estudios realizados, es la mejor manera en

la que una persona puede cambiar de parecer, pensamientos y acciones.

Por último, el grupo poblacional al cual va dirigida la presente investigación, son aquellas

personas que están siendo procesadas y no cuentan con antecedentes penales, esto

significa que, no se les haya impuesto una condena firme y definitiva, es decir, que no es

apelable debido a que ya se acreditó a nivel judicial, que la persona cometió el hecho

delictivo y como consecuencia se le impuso una sanción penal. De este modo, se estaría

realizando una descarga al hacinamiento poblacional de los centros penitenciarios, debido

a que la mayor cantidad de ingresos a los penales son los internos primarios, aquellos que

VI
por primera vez están ingresando a un centro de reclusión, como se muestras en el

siguiente cuadro (mayo, 2021):

Asimismo, la cantidad de procesados en los centros penitenciarios es considerable, siendo

36% del total de los reos a nivel nacional, tal como se muestras en el siguiente cuadro

(mayo, 2021)

VII
CAPITULO 1

1. Planteamiento del problema

1.1. Pregunta de investigación

¿Por qué se debe reemplazar la prisión preventiva por la medida cautelar

coercitiva-personal de vigilancia electrónica personal (VEP) a las investigaciones

de personas sin antecedentes penales como respuesta al hacinamiento

carcelario?

1.2. Preguntas específicas

1.2.1. ¿Cuáles fueron los resultados tras la implementación de la vigilancia

electrónica personal hasta el 2021?

1.2.2. ¿En qué medida la prisión preventiva puede afectar el hacinamiento

poblacional de los centros penitenciarios peruanos?

1.2.3. ¿Cuál sería la fórmula legislativa que se pueda implementar para reemplazar

la prisión preventiva por la medida cautelar coercitiva-personal de la vigilancia

electrónica personal en las investigaciones de personas sin antecedentes

penales?

2. Justificación del Problema

La vigilancia electrónica personal entró en vigencia en el Perú en el año 2010 y hasta

el año 2019, únicamente se contaban con 25 personas que fueron dictaminadas bajo

esta medida. Teniendo en cuenta el hacinamiento poblacional de las cárceles en el

Perú, que hoy, en el 2021, se tiene 143% de sobrepoblación, y la tendencia es que

este número continúe en ascenso debido a los ineficientes programas sociales y

educativos con los que cuenta el Perú y la nula o poca concentración de cada gobierno

de turno por planificar una correcta estrategia para prevenir y erradicar la delincuencia;

8
la razón de ser de la presente investigación es relevante y actual, ya que los problemas

a resolver o los que se plantea resolver son frutíferos en todo ámbito, ya sea social,

económico, jurídico y vela por los derechos constitucionales que tiene toda persona al

ser investigada penalmente.

Por otro lado, debido a la pandemia por el Covid-19 durante el 2020 y 2021, el gobierno

del expresidente Martín Vizcarra, promulgó el Decreto Legislativo N° 1514, que

“optimiza la aplicación de la medida de vigilancia electrónica personal como medida

coercitiva personal y sanción penal a fin de reducir el hacinamiento”, el cual tiene una

estrecha relación con la presente investigación, sin embargo, la aplicabilidad por parte

de los administradores de justicia es nula.

Por último, en el artículo 2, numeral 24, literal e, de la Carta Magna del Perú, señala

expresamente que “Toda persona es considerada inocente mientras no se haya

declarado judicialmente su responsabilidad”, sin embargo, en la praxis fiscal

normalmente ocurre lo contrario. Primero se solicita la detención de la persona,

mediante la medida coercitiva personal de prisión preventiva, la más utilizada, y

después se investiga, y si el caso tiene relevancia mediática durante la investigación

preliminar, la evidencia de lo narrado anteriormente es mucho más notoria. Por lo que,

con la presente investigación, también se busca evitar que la presión mediática sea

determinante al momento de la decisión tanto fiscal como judicial, debido a que se

tendrá un criterio mucho más adecuado y certero al momento decidir acerca de la

libertad de una persona durante el proceso penal. En ese sentido, a efectos de que se

cumpla lo estipulado en la Constitución Política y se respete el debido proceso, es

necesario una investigación teórico-práctico como la presente y que brinde soluciones

al respecto.

3. Objetivos de Investigación

3.1. Objetivo General

Analizar la vigilancia electrónica personal, como medida de coerción, a fin de que

9
reemplace a la prisión preventiva en las investigaciones de personas sin antecedentes

penales como respuesta al hacinamiento carcelario.

3.2. Objetivos Específicos

3.2.1. Determinar la eficiencia y eficacia de la implementación de la vigilancia

electrónica personal en el Perú hasta el año 2021.

3.2.2. Determinar la afectación de la prisión preventiva con respecto al

hacinamiento poblacional de los centros penitenciarios.

3.2.3. Elaborar una fórmula legislativa con la que se pueda reemplazar la prisión

preventiva por la medida cautelar coercitiva-personal de la vigilancia electrónica

personal en las investigaciones de personas sin antecedentes penales.

4. Formulación de la Hipótesis

4.1 Hipótesis General

Se debe reemplazar la prisión preventiva por la medida cautelar coercitiva-personal de

vigilancia electrónica personal (VEP) a las investigaciones de personas sin

antecedentes penales como respuesta al hacinamiento carcelario porque sería una

propuesta factible para revertir la gran concentración de población carcelaria,

asimismo, se blindaría el derecho constitucional de presunción de inocencia, evitando

que personas sin antecedentes penales ingresen a un contexto donde el pensamiento

criminal y el abuso hacia el más débil o menos experiencia criminal es de todos los

días; por último, urge una modernización en las medidas de coerción-personal,

siempre priorizando que las mismas sean las menos lesivas para el imputado, y

aseguren su permanencia durante el periodo de tiempo de duración del proceso penal.

4.2 Hipótesis Específicas

4.2.1. Para brindar los resultados tras la implementación de la vigilancia electrónica

personal, donde se pueda verificar la eficacia y eficiencia de la misma, se tiene

como dato estadístico reciente, el año 2019, cuando únicamente se contaban con

10
que 25 personas fueron dictaminadas bajo la medida de coerción personal de

vigilancia electrónica personal desde su implementación en la legislación nacional.

Por lo que se puede inferir que, durante 10 años (el periodo de tiempo en el que

estuvo vigente la medida hasta el 2019) hubo poca o nula atención hacia esta

novedosa y tan importante medida alternativa, por lo que no podríamos determinar

el nivel de la eficiencia ni la eficacia de la misma, por no tener relevancia procesal

durante los procesos penales. Es por ese motivo, que se debe impulsar con

propuestas jurídico-técnicas para que dicha medida tenga una relevancia

considerativa dentro de la praxis judicial.

4.2.2. La principal medida de coerción a ejecutar a un imputado por parte de los

operadores de justicia es la prisión preventiva, por lo que, la afectación de dicha

medida frente al hacinamiento poblacional de los centros penitenciarios es

considerable, teniendo en cuenta el número de procesados y sentenciados. Si bien

es cierto, con la implementación del Código Procesal Penal del 2004, la brecha

entre procesados y sentenciados se vienen reduciendo, sin embargo, al mes de

mayo del 2021, la cantidad de procesados es de 36%, mientras que de

sentenciados es de 64% respecto a la población total. Este porcentaje debería

seguir disminuyendo no solo gracias a las novedosas y céleres medidas procesales

impuestas durante un proceso penal, sino también debería ser gracias a las

medidas alternativas a la prisión preventiva como es la vigilancia electrónica

personal.

4.2.3. La fórmula legislativa con la que se pueda reemplazar la prisión preventiva

por la medida cautelar coercitiva-personal de la vigilancia electrónica personal en

las investigaciones de personas sin antecedentes penales la tendremos de manera

completa en los anexos de la presente investigación, cuyas idea son las siguientes:

4.2.3.1. Incorporándose al artículo 268 del Código Procesal Penal, el inciso

d) Que el imputado tenga antecedentes penales y que el delito

11
presuntamente perpetrado sea considerado grave. De cumplir con los

requisitos precedentes a excepción del presente, se le impondrá

necesariamente comparecencia con restricciones de vigilancia

electrónica personal.

4.2.3.2. Incorporándose el numeral 4 al artículo 287-A del Código Procesal

Penal “Para el caso de personas sin antecedentes penales, que hayan

cometido delitos no graves, y que estén siendo procesados, la

vigilancia electrónica reemplaza de manera obligatoria a la prisión

preventiva.”

4.2.3.3 La vigilancia electrónica personal reemplaza a la prisión preventiva

A) El fiscal, siempre y cuando haya identificado y tomado en cuenta los

antecedentes penales del imputado y la gravedad del delito, solicitará la

medida de coerción pertinente, de no cumplirse con el requisito d) del

artículo 268 (AÑADIDO) tiene como medida más drástica para seguir con la

investigación del hecho delictivo, la vigilancia electrónica personal.

Salvaguardando los derechos fundamentales de los procesados.

B) El juez, no puede dictaminar como medida de coerción-personal, la

prisión preventiva, para imputados que no tengan antecedentes penales ni

hayan cometido delitos graves.

C) La vigilancia electrónica personal no procede para procesados que, se

encuentren bajo las siguientes modalidades delictivas tipificadas en los

artículos: 107, 108, 108- A, 108-B, 108-C, 108-D, 121-B, 152, 153, 153-A al

153-J, 170 al 174, 175, 176, 176- A, 177, 179, 179-A, 180, 181, 181-A, 181-

B, 182-A, 183, 183-A, 183-B, 189, 200, 297, 317, 317-A, 317-B, 319 al 321,

325 al 332, 346, 347, 349, 382, 383, 384, 386, 387, 389, 393 al 398-A, 399,

400, 401 del Código Penal; condenados por delitos tipificados en el Decreto

Ley Nº 25475; condenados por delitos cometidos como miembros o

12
integrantes de una organización criminal o como persona vinculada o que

actúa por encargo de ella, conforme a los alcances de la Ley Nº 30077.

Como podremos evidenciar a lo largo de la presente investigación, a pesar de haber

criterios diferentes por parte de los autores, la vigilancia electrónica personal es la

medida más acertada para poder atenuar el gran hacinamiento poblacional de las

cárceles en el Perú que actualmente bordea el 143% sobre su capacidad. Es por ello

que, proponemos plantear medidas más acordes a la realidad carcelaria peruana y

reducir el hacinamiento teniendo en cuenta que actualmente hay 31,000 personas

privadas de su libertad que aún no cuentan con una sentencia condenatoria, siendo,

aproximadamente, 28,000 de ellos reos primarios, a quienes, según la propuesta de la

presente investigación, se les podría variar la medida de coerción personal.

5. Marco Metodológico

5.1. Generalidades

Según Tamayo y Tamayo (2012), el marco metodológico es “un proceso que,

mediante el método científico, busca obtener información relevante para

comprender, comprobar, corregir o aplicar el conocimiento” (p. 37). Por otro lado,

para Arias (2012) el marco metodológico es el “conjunto de pasos, técnicas y

métodos que se utilizan para formular y dar una respuesta a los problemas” (p.16).

Por lo que podemos inferir que en el marco metodológico se explica de qué manera

se va a llegar a un resultado preciso, utilizando la lógica y sistematizando los

conceptos que se van recopilando a lo largo del marco teórico.

5.2. Alcance de la investigación

El presente trabajo tiene un alcance explicativo, que de acuerdo a Hernández,

Fernández y Baptista (2010) la investigación que está direccionada a tener un

alcance explicativo, no trata únicamente de describir y unir los conceptos con el

fenómeno a desarrollar, sino que está orientado a dar respuesta por el origen de

los sucesos y fenómenos. De esa manera, el interés de la investigación debe estar

13
centrado en la explicación como tal. (p.83-84) En ese sentido, al encontrarse

estudios y artículos que definen la vigilancia electrónica personal, esta se relacionó

con el fenómeno propuesto, el hacinamiento poblacional de los establecimientos

penales en el Perú, a fin de poder explicar la transcendencia y utilidad que tendrá

medida.

5.3. Tipo de investigación

El tipo de investigación que se empleará para el presente trabajo de investigación,

es de tipo cualitativo. Hernández, Fernández y Baptista (2010) manifiestan que este

tipo de investigación cualitativa es de manera dinámica, esto quiere decir que

conforme se vaya recopilando mayor información y consecuentemente se realice el

análisis de las mismas, la hipótesis planteada preliminarmente se torna cambiante.

Es por ello que la acción indagatoria es muy dinámica. (p. 7) En ese sentido, se

consideró utilizar este tipo de investigación, debido a que buscamos comprender

por qué la aplicabilidad de la vigilancia electrónica personal se tornó muy lenta,

teniendo un alto grado de inferencia con respecto al deshacinamiento poblacional

de las cárceles peruanas. Por lo que, la información para el análisis del

hacinamiento se torna cambiante, en el sentido que varía de acuerdo a las medidas

adoptadas por el gobierno.

5.4. Diseño de la investigación

El diseño de investigación que utilizaremos para la investigación es de carácter no

experimental, toda vez que las variables identificadas para realizar nuestra

investigación no serán sometidas a un agente externo que pueda afectar

directamente en ellos. Sino que estas variables serán analizadas en el mismo plano

determinado desde que comenzó la investigación a fin de poder solucionar el

problema hallado.

5.5. Instrumentos de la investigación

A fin de poder lograr los objetivos trazados, la recolección de información se realizó

14
aplicando la técnica documental, ya que, nos permite obtener diferentes fuentes

bibliográficas tanto de alcance nacional como internacional. Para poder estudiar la

institución de la vigilancia electrónica personal se tuvo que recurrir a bibliografía

digital, donde se encontró legislaciones extranjeras que implementaron la medida

con años de antelación. También se requirió atención en fuentes de la literatura

primaria como artículos periodísticos, libros, tesis, entre otros.

15
CAPÍTULO 2

6. Estado del arte o Antecedentes

El hacinamiento o sobre población de los centros penitenciarios peruanos es un

problema que arrastra muchos años atrás sin ninguna respuesta sólida para reducir

este problema. Es tal la gravedad que, antes de la pandemia por el Covid19 (marzo del

2020) el albergue penitenciario a nivel nacional era de 40, 827, y siendo que la

población existente era de 97,493, evidenciando una sobrepoblación del 143% (Fuente:

INPE). Sin embargo, las autoridades peruanas focalizaron su atención al problema

latente establecido anteriormente y emitieron una serie de medidas a fin de evitar que

los centros penitenciarios se conviertan en focos o calderos de cultivo de dicho virus.

Es por ello que, como resultado de dichas medidas, dentro de las cuales tenemos la

modificación de la pena para sujetos condenados por el delito de omisión a la asistencia

familiar, gracias presidenciales y la optimización de la aplicación de la vigilancia

electrónica personal; se obtuvo como resultado la salida de 9,453 internos de los

centros penitenciarios peruanos. Es en este contexto que se realiza la presente

investigación, con respecto a poder evidenciar las falencias y trabas en la aplicación

de la medida de la vigilancia electrónica personal de tal manera que sea una real

respuesta al dilema que todos los años se vive al tener todos los centros penitenciarios

peruanos aglomerados de individuos que vienen cumpliendo una condena.

16
Hay que mencionar, además que, en el 2011 se instauró el Consejo Nacional de

Política Criminal, donde entre sus prioridades estaba la lucha contra la corrupción y el

aplicar diferentes políticas basadas en la experiencia, teniendo como objetico la mejora

de la información criminal y la sobrepoblación de las cárceles. Para lo cual, en esto

último, adoptaron diversas medidas y mecanismos, tales como la vigilancia electrónica

con el fin de poder obtener una solución al problema en mención. De acuerdo con

Uscamayta (2016), la reglamentación y la aplicación de la vigilancia electrónica

personal en el Perú conllevaría al deshacinamiento significativo de los centros

penitenciarios, siendo que se estaría adicionando una alternativa más a las

modalidades de penas ya existentes, particularmente, a la pena restrictiva de la libertad

y, por otro lado, también se constituiría como una medida de coerción personal dado

que, también podría sustituir a la prisión preventiva (págs. 174, 183).

Sin embargo, otra es la opinión de Nunovero (2017), quien señala que el hacinamiento

poblacional de las cárceles peruanas, en su mayoría, se deben a procesados o

condenados por delitos violentos o de drogas, por lo que las penas alternativas no

serían factibles para estos (pág. 379). Lo establece debido a que en un análisis

estadístico penitenciario en el periodo del 2012 – 2016, se observa que existe una

variante constante de admisión a las instituciones penales, pese a que se ha dado un

mayor uso a las penas alternativas y el uso de vigilancia electrónica. Evidenciando,

según la misma autora que dichas medidas alternativas no contribuyen a reducir la

población penitenciaria. Cabe destacar que, en ese periodo de tiempo, dicha medida

no estaba siendo aplicada de la mejor manera, debido a problemas netamente

normativos, que actualmente se vienen actualizando para una eficaz aplicabilidad de

la norma.

Por otro lado, en la presente investigación se estará analizando la medida cautelar

personal más usada en el Perú: la prisión preventiva. Para Valenzuela (2018), dicha

medida cautelar-coercitiva personal es la que afecta directamente los derechos

17
fundamentales del imputado, debido a que el Estado habilita la posibilidad de encerrar

a una persona en la cárcel, sin antes haber sido juzgado y sentenciado. Así como

también, dicha medida tiene importancia con respecto a la “determinación del sentido

exacto de la presunción de inocencia como regla de trato”, porque uno encontrándose

dentro de la etapa de juicio, el mencionado principio deja su carácter de regla de trato

por el de regla de juicio. Por otro lado, la autora señala que, para que se conceda el

pedido de prisión preventiva de un imputado, es necesario establecer como hecho

probatorio la ocurrencia de un evento futuro como es una sentencia condenatoria

(págs. 838, 855). Lo que nos señala Seminario (2015) con respecto a la prisión

preventiva es diferente a lo que nos señala el autor anterior, él estipula que estando

uno dentro del marco del nuevo sistema procesal penal, la medida de prisión preventiva

ya no es considerado una norma, dado que pasa a ser una excepción de la misma,

siendo que de esta manera el juez puede tomar la decisión de ordenar la reclusión

preventiva del sujeto, asegurando su presencia a la etapa de juicio. De igual forma, con

respecto a la presunción de inocencia, señala que la misma se encuentra protegida por

los señores magistrados, en vista que de la investigación realizada se evidenció que la

gran mayoría de juzgados de investigación preparatoria, que fueron seleccionados para

formar parte del estudio, los cuales manejaron casos donde se solicitaba las prisiones

preventivas resultaron con un fallo condenatorio, lo que conllevaría, señala el autor,

que sin omitir las diferentes circunstancias particulares de cada proceso, los jueces han

considerado con diligencia y acierto los motivos que justifiquen el dictar una medida de

prisión preventiva, lo cual es, suficiencia probatoria, como factor sine qua non y el

peligro de fuga en todos sus factores, que se ve garantizada en una sentencia

condenatoria al final del proceso, evidenciando que dicha decisión fue dictaminada con

el único fin de asegurar para la etapa de juicio oral, la presencia del acusado. Sin

embargo, el autor culmina señalando que no todas las sentencias fueron

condenatorias, sino que hay un mínimo de sentencias absolutorias, por lo que hay

18
jueces a los cuales les falta actuar con diligencia, además se los debe dotar de material

auxiliar que no se relacione a las partes procesales, por ejemplo, los servicios de

antelación a juicio que conlleven a que el pequeño margen de errores al momento de

decir pueda ser eliminado (págs. 99-100).

Siguiendo la línea de la prisión preventiva, Piedra-Correa y Trelles-Vicuña (2020) se

plantearon una pregunta sumamente interesante “¿frente a la actual crisis sanitaria que

se vive a nivel mundial, el aplicar la prisión preventiva se estaría vulnerando algún

derecho Constitucional?” (pág. 213). Debemos de tener claro, que toda persona tiene

derechos constitucionales sin importar su condición. En ese sentido, los autores

mencionados anteriormente, establecen que se deben adoptar medidas diferentes a la

prisión preventiva, de tal manera que se proteja la vida y la salud de los sujetos que se

encuentras privados de su libertad, pudiéndose lograr disminuir el flujo de intrusión de

las personas encarceladas, con el único fin de poder prevenir que exista un riesgo por

contagio masivo, no solo a los internos, sino de todo el personal que trabaja en los

centros penitenciarios (pág. 212). En ese sentido, lo que se tiene que valorar ante una

situación como la pandemia del Covid-19, es la vida e integridad de las personas

recluidas, de tal manera que se pueda cumplir con el fin verdadero de una pena de

prisión.

Al respecto Arévalo (2018) nos señala que entre los principios que se estipulan en la

Constitución Política del Perú sobre la administración de justicia se tipifica que el

régimen penitenciario tiene como objetivo la reeducación, rehabilitación y

reincorporación del penado a la sociedad, por lo que las medidas que se vienen

tomando tendrían que ser las más pertinentes e idóneas en ese sentido, adoptando las

medidas de desprisionización mediante el uso del grillete electrónico (págs. 110-111).

Claramente, el autor brinda ese conjunto de ideas con respecto al objetivo, connotativo,

que tienen las penas, según la Constitución, porque en la realidad es totalmente

diferente, como lo señala Hernández (2018), que 1 de cada 4 internos en una prisión,

19
ha estado previamente en un centro penitenciario, evidenciando el alto nivel de

reincidencia delictiva en el Perú. Dicho patrón de comportamiento delictuoso se debe,

continúa el autor, a 3 elementos importantes. El primer elemento es que haya estado

internado en un Centro Juvenil de Rehabilitación, esto aumenta en 2,5 más las

probabilidades de delinquir de alguien que no ha sido internado en un Centro Juvenil.

El segundo elemento se debe a que antes de ingresar al penal haya probado o sea

consumir de drogas, ello aumenta un 89% de probabilidad de reincidencia. El tercer

elemento es que su grupo social sea recurrente el delinquir siendo menores de edad.

Un individuo con este tipo de relaciones sociales tiene un 85% de probabilidad de ser

reincidente ante otros que no han tenido o no han sido expuestos a este tipo de entorno

social (pág. 2). En ese sentido, podemos inferir que los centros penitenciarios están

muy lejos de alcanzar el objetivo constitucional de brindar reeducación, rehabilitación

y reinserción de la persona a la sociedad. Por el contrario, los centros penitenciarios

se convierten en una especie de universidad delictiva, donde cada interno nuevo

aprende y expande su manera o forma de delinquir de los reos más antiguos o

avezados, de esa manera se instaura una institución delictiva que deviene gracias al

hacinamiento poblacional existente.

Respecto al tema de la reincidencia, que para nuestra investigación tiene fundamental

importancia, Salinero, Morales y Castro (2017) señalan que las penas privativas de la

libertad vinieron a reemplazar las penas físicas y particularmente aquellas inhumanas

y degradantes del medioevo (siglo XIX), y después de dos siglos se viene repensando

el sistema de penas para concluir en un sistema diferente al de prisión, cuya luz es dar

una solución penal alternativa al delito y permitir la reinserción social del condenado.

Para esto se realizó una investigación en Inglaterra arrojando como resultados dos

palabras. La primera fue “nada funciona o nothing work”, al referirse a una “elevada

tasa de encarcelamiento, prisiones con ambientes en mal estado y presupuestos

escasos para los gastos elevados que se hacen”. La otra palabra fue “qué funciona o

20
what work”, al referirse a las medidas alternativas a la prisión como el mejor medio para

poder cumplir la reinserción del condenado a la sociedad, así como también señala que

el penado con alternativas tiene igual o menor reincidencia ante aquellos que han

estado cumpliendo una condena dentro de un penal , y por último que las penas

alternativas tienen un mejor costo-efectividad, ya que desde la perspectiva de la

eficiencia económica acarrearían más beneficios o que, teniendo iguales beneficios en

el penal, serían menos costosas (págs. 851-852). Queda claro que las penas

alternativas a la prisión, tiene un relativo beneficio o al menos debemos de brindarles

la atención debida para poder cumplir objetivos trazados.

Al respecto Prudencio (2016) señala que la vigilancia electrónica personal ataca con

los objetivos tradicionales que se le atribuyen a la sanción. Como primer punto, esta

compagina a la teoría de la retribución, en el sentido que, al ser un tipo de sanción,

conlleva a tener un tipo de castigo, el mismo que tendría una sanción punitiva. Como

segundo punto, se adapta a la teoría de la prevención especial positiva, toda vez que,

ayuda a que el individuo pueda reinsertarse a la sociedad, por lo que sigue los

lineamientos constitucionales planteados del régimen penitenciario y que a su vez

están relacionados con los principios del derecho penal. Finalmente, se relaciona con

la teoría de la unión, siendo que permite la interacción entre la prevención especial y la

general. Teniendo como resultado que un recluso pueda obtener su libertar

momentánea sin perjudicar la seguridad ciudadana, ya que hay una supervisión

constante sobre el actuar del imputado (pág. 120).

Siendo consecuente con lo estipulado anteriormente, Salazar (2020) señala que el

hacinamiento poblacional de la prisión de Lambayeque se debe a las excesivas

prisiones preventivas que requiere la Fiscalía, siendo el caso que, de la totalidad de

internos en dicho departamento, el 45% de internos corresponden a procesados.

Siendo de este modo que la implementación de la vigilancia electrónica sería lo más

pertinente, estando que dicha medida tiene como base que se establecen

21
procedimientos penales para proteger la libertad humana, más aún si el individuo, en

el transcurso del proceso lo declaran inocente al no contar con las pruebas suficientes

para poder probar su presunta responsabilidad penal, es por ello que el autor señala

que se debería de realizar una revisión de los expedientes de los procesados que estén

con prisión preventiva para que el magistrado pueda disponer de la variación

automática, de la medida cautelar-coercitiva personal, por la vigilancia electrónica

personal, garantizando de esta manera los derechos del procesado, ya que es una

medida de menor lesividad, ya que permitiría facilitar la ubicación del investigado. Por

otro lado, al variarse automáticamente por la vigilancia electrónica, se estaría

contribuyendo con la reducción del número poblacional en la prisión de Lambayeque

(págs. 12-13).

Para efectos de realizar una investigación exhaustiva con respecto al tema de la

vigilancia electrónica personal como medida sustitoria a la prisión preventiva en

respuesta a la sobrepoblación que se da en los centros penitenciarios en el contexto

de la pandemia covid 19, se investigó y estudió investigaciones desde el hacinamiento

carcelario hasta la prisión preventiva, dando como resultado que la problemática de la

sobrepoblación carcelaria en el Perú radica en que no existe una voluntad multisectorial

para poder emitir políticas públicas que traten de solucionar este grave problema, que

en circunstancias como la pandemia del covid19 salió a relucir eminentemente, tanto

así que recién las autoridades comenzaron a revisar y actualizar las normativas

planteadas para la implementación de la vigilancia electrónica personal.

Teniendo en cuenta que, en la literatura estudiada, no hay uniformidad de pensamiento

con respecto a la prisión preventiva, mientras que una teoría explica que dicha medida

cautelar-coercitiva personal vulnera a la presunción de inocencia, otros señalan que

dicho principio constitucional es bien protegido por los jueces garantistas del nuevo

sistema procesal penal. Por otro lado, un autor señala que la solución al problema

latente del hacinamiento de los centros penitenciarios y la resocialización del interno

22
vendría a ser la vigilancia electrónica personal, otro establece que no tendría ningún

efecto dicha medida.

Sin embargo, en la presente investigación se buscará dar respuestas de solución

verdaderas a tan grave problema del hacinamiento carcelario mediante la vigilancia

electrónica personal.

7. MARCO TEÓRICO

7.1. Bases Teóricas

Teniendo en consideración que, la vigilancia electrónica personal funciona como

pena, conversión de la sanción o medida coercitiva-personal, debemos de

delimitar las teorías que existen alrededor de las penas, a fin poder ubicar,

doctrinariamente, a dicha medida. En ese sentido el profesor Villavicencio (2017),

señala que existen tres tipos de teorías alrededor de la pena, la teoría absoluta,

relativa y mixta, las cuales explicaré a continuación, a fin de tener un panorama

más amplio respecto de la finalidad de las penas.

7.1.1. Teorías sobre la pena

7.1.1.1. Teoría Absoluta

En cuanto a la teoría absoluta, Villavicencio establece que la pena es una

reacción inmediata o como se le conoce en la doctrina jurídica, retributiva

por el delito cometido (pág. 25). Así mismo, Durán (2011) establece que las

teorías absolutistas nacen como respuesta a los atropellos que sufrían los

hombres que eran apresados, donde la dignidad humana era no solo

pisoteada, sino mancillada por los penalistas de la burguesía en la era de la

ilustración. Es por ello que Kant y Hegel, los máximos exponentes del

idealismo alemán, en sus obras señalaban que al condenado se lo trataba

como a un perro, vulnerando notablemente su honor y libertad, y debido a

la utilidad que tenían las penas en aquel entonces, se podría decir que su

23
condición de condenado lo estaba digiriendo claramente a mezclarlo dentro

del Derecho Patrimonial (págs. 93-94).

Por otro lado, el mismo autor señala que la teoría absolutista defiende la

concepción de que, si un individuo cometió un hecho delictivo, este debe

ser juzgado bajo los principios del derecho penal, pero teniendo como base

la proporcionalidad y la culpabilidad, en ese sentido si cometió un solo delito,

se le debe retribuir una sola pena. De ahí es que los exponentes señalan la

postura de que la pena es retribución de mal causado. En consecuencia, la

justificación de la sanción penal para la teoría bajo análisis, es

exclusivamente la realización de la justicia como valor ideal. También el

autor señala que esta teoría defiende y enaltece la dignidad humana, ya

que, al tratarse de un ser dotado de libre albedrío y libertad de

discernimiento, las leyes no pueden tratarlo como un animal al cual hay que

prevenir su conducta, por ello que el principio de culpabilidad es

intrínsicamente fundamental para poder justificar dicha teoría, en el sentido

que únicamente el hombre tiene la libertad de decidir entre lo bueno y lo

malo, y depende de su actuar puede ser sancionado (pág. 95).

7.1.1.2. Teoría Relativa o Preventiva

En cuanto a las teorías relativas o de prevención, Villavicencio (2017) señala

que se le asigna una utilidad social a la pena, en ese sentido, lo que se

busca es que la pena sea un medio para prevenir que se cometan delitos,

de tal manera que se pueda proteger ciertos intereses sociales. Bacigalupo

(1996) al respecto señala que, esta teoría nace en mediados del siglo XIX,

cuando los exponentes de la corriente del positivismo, cuestionan el punto

de partida del idealismo alemán: la libertad de voluntad. Por ello, proponen

que las penas tengan una función finalista o utilitaria. Por lo que se explicaba

que las medidas a imponerse a un delincuente no solo estén estrechamente

24
relacionadas con la gravedad del delito, sino a la peligrosidad de autor. Con

esta innovadora propuesta, se crean tres instituciones que hasta el siglo XIX

eran impensadas. Por una parte, tenemos a la condena condicional (para

delincuentes primarios), la libertad condicional, que básicamente es la

suspensión de la pena, luego de que el autor cumpliera dos tercios de la

pena, después de su ejecución, siempre y cuando este haya cumplido con

el fin perseguido por la ejecución; y por último la reclusión indeterminada

para los multireincidentes y el aumento de la pena para los reincidentes. La

teoría relativa, nos señala Villavicencio (2017, p.25), se divide en dos

vertientes, prevención general y especial. En cuanto a la teoría de la

prevención general, la sanción tiene un alcance general o de masas,

previniendo que los individuos no cometan delitos, intimidándolos. La teoría

general, afirma Villavicencio (2017), cuenta con tres estadios: “1) amenaza

generalizada de la pena. 2) dictado de sentencia, a través de lo cual se

generaría una intimidación generalizada. 3) dictado de sentencias, en la cual

el sufrimiento del delincuente produce un sufrimiento generalizado.” (pág.

26). A su vez, la prevención general se subdivide en dos postulados, la

negativa y la positiva.

Lo que respecta a la prevención negativa o teoría de la coacción psicológica,

según Gómez (2016) lo que busca es amedrentar la mente del delincuente

mediante las normas que señala el legislador, de tal manera que se genere

una especie de coacción mental, y este frene su conducta delincuencial

debido a las amenazas, advertencias y graves consecuencias que se señala

en el derecho positivo (pág. 162). También, como señala el profesor Meini

(2013), la prevención general negativa tuvo como impulsor a Feuerbach,

quien alegó que la pena tiene efectos únicamente después de la comisión

del delito, percatándose que la coacción psicológica se puede anticipar a la

25
perpetración del delito. De esta manera, cada uno tendría la posibilidad de

medir sus conductas previas a la comisión de un hecho delictivo, debido a

que la perpetración del mismo recaería en consecuencias ineludiblemente

mayores al impulso de cometerlo (págs.151-152). Por otro lado, señala el

autor, otros autores utilizando el psicoloanálisis freudiano para sustentar

que el amedrentamiento de una pena pueda conseguir que las personas en

general respeten las normas fundamentales de convivencia. En este caso

se apoyan de razonamiento sustentados y aceptados por otras ciencias

para ser utilizadas en la teoría, de esta manera se explica que los estímulos

que reciben las personas mediante las normas tipificadas puedan influir al

momento de la valoración de los actos que se van a realizar.

La teoría de la prevención general positiva, afirma el mismo autor, es la

previsión de delitos mediante el afianzamiento del derecho. Lo señalado

anteriormente es la justificación sobre la cual nacen dos corrientes al

respecto de la prevención general positiva, la integradora y estabilizadora.

La primera, busca que se confirme la confianza social ante un hecho

delictivo, apelando a la acción inmediata de la imposición de una pena por

parte del Estado al autor del hecho. De esta manera la pena estaría

integrando a la sociedad, en razón de que se toma acción frente a los

injustos sociales, en ese sentido se logra que la sociedad confié en el

sistema y a la par se fortalezca el respeto hacia el derecho. La segunda, la

sanción cumple la función de estabilizar la validez de la norma penal que ha

sido pasada por alto con la comisión del delito. Por ello, la teoría

estabilizadora explica que la pena será una consecuencia de todo

comportamiento que contravenga a lo fijado en las normas penales.

Por otra parte, Villavicencio (2017) sobre la teoría de la prevención especial,

manifiesta que la pena guarda una vinculación directa con la conducta

26
delincuencial del sujeto, por ello que se recrimina de manera singular la

conducta, impidiéndole que vuelva a cometer la acción delictiva en el futuro

o bien se le priva una actividad delictiva. En esta teoría, al enfocarse en el

individuo, se trata de persuadir en la conducta de este, de tal manera que

se busque la reeducación, resocialización y la reinserción a la sociedad –

prevención especial positiva–; o salvaguardando a la sociedad,

neutralizando al individuo –prevención especial negativa–. Meini (2013)

señala que Franz Von Liszt fue el promotor de la teoría de la prevención

especial, obteniendo de esta forma, tres diferentes lineamientos de la

prevención especial, según la conducta o tipo de facineroso al que se dirija

la pena. En primer lugar, están los delincuentes incorruptibles los cuales a

pesar de las penas que se les impusieron anteriormente por su conducta,

estos siguen realizando actos delictivo por lo que Liszt dispuso que el

sociedad debe protegerse de estos individuos incorregibles, ya que son

delincuentes por convicción que no renuncian a su intento por delinquir, en

ese sentido se les debe aplicar penas indeterminadas; en segundo lugar,

están los delincuentes habituales, para ellos se pretendió aplicar la

corrección, y en tercer lugar, la coacción o intimidación para los delincuentes

eventuales. Meini señala que la prevención especial adopta la idea de

resocialización del delincuente, sin embargo, en los estudios criminológicos

se determinó que el encierro en las cárceles no ayuda a lograr la finalidad

resocializadora. En ese sentido, permitió que la doctrina adoptara medidas

mucho menos gravosas que puedan contribuir con la resocialización del

penado. En esas circunstancias se tomó mucha importancia a medidas

menos gravosas que pueda sustituir a la pena de prisión. Por lo que

comenzó a aparecer la posibilidad de la conversión de la pena privativa de

la libertad, la suspensión de la ejecución de la pena, la reserva de fallo

27
condenatorio, la exención de la pena, como la mayoría de los beneficios

penitenciarios. El profesor López (2021) señala que Liszt define al delito

como un acto que va de la mano con el delincuente con la influencia del

contexto en el que se encuentra. Además, señala que la pena es el arma

del derecho penal para luchar contra el delito, pero que dicha pena no debe

incidir sobre la colectividad sino en el delincuente mediante la coacción

mental y la motivación, lo cual se logra si neutralizamos o sacamos de la

vida social a los delincuentes más desadaptados y se trata de resocializar a

los demás. Por otro lado, señala el mismo autor, en la teoría de la

prevención especial de la pena, el término prevención no va dirigido hacia

la sociedad, es decir no se busca que los individuos de un determinado lugar

tengan el temor de cometer un delito, sino que va más allá el termino

prevención y se sitúa en el individuo como fin principal. En ese sentido la

finalidad u objetivo de la prevención especial de la pena es evitar que el

delincuente vuelva a recaer volviendo a delinquir, para ello, se debe de

aplicar diversos medios o instrumentos de la ejecución de la sanción

imputada que tiene que estar dirigida a buscar la resocialización, y para

lograr ello resulta de vital importancia la colaboración de médicos,

psicólogos y sociólogos.

7.1.1.3. Teoría Mixto o Unificadora

Por último, según Villavicencio (2017) la teoría mixta o unificadora, justifica

que la pena sea tanto justa como útil. En ese sentido, la utilidad se ve

reflejada en que la pena, debe orientarse a prevenir la comisión de nuevos

delitos. Mientras que la pena será justa siempre y cuando reprima la

conducta del autor de los hechos, teniendo en cuenta la culpabilidad y la

proporcionalidad de la situación delictiva. (p.27). Al respecto, Meini (2014,

p.154) señala que las teorías de la unión justifican la pena mezclando

28
diversan teorías ya estudiadas anteriormente, superponiendo

características para lograr un término medio entre todas, de tal manera que

se pueda rescatar las bondades más interesantes de las teoría absolutas y

preventivas. Sin embargo, en la doctrina se debate sobre si es posible la

convivencia de dos posturas que se contraponen, y llegar a determinar que

la retribución, resocialización, expiación, la prevención general y la

compensación de la culpabilidad puedan coexistir simultáneamente. Una de

las teorías más consolidadas y que tiene mucha repercusión doctrinal y

normativa es la teoría dialéctica de la unión, formulada por Roxín, que

señala la sanción cumple funciones de prevención especial y prevención

general, siendo disminuido por la culpabilidad del individuo, lo que sería

proporcional frente a su responsabilidad. Sin embargo, los beneficios de la

prevención especial, como evitar la prolongación holgada de una pena, se

harían efectivos, siempre y cuando a pesar de los hechos delictivos

realizados, se evidencie cierto grado de socialización favorable para el

autor. Esto puede darse, siempre que no afecten las exigencias preventivas

generales, es decir, que los beneficios o atenuaciones de pena no alteren

la confianza del derecho.

7.1.2. Vigilancia Electrónica

Cuando hablamos de vigilancia electrónica, podemos hacer referencia al

derecho comparado, toda vez que, en esta línea es cuando se conceptualiza

más el tema, bajo diferentes criterios. Como ejemplo de ello, tenemos que

Poza (2002) maneja el siguiente concepto: la vigilancia electrónica se refiere

a diversos métodos los cuales van a permitir tener un control de los

movimientos ya sean cerca, lejanos o aproximados de un lugar en específico

respecto a una persona o un objeto, con el fin de obtener una información

adicional. (pag. 3). De esta idea se pueden deducir diferentes

29
interpretaciones. Es decir, se puede hacer uso de la tecnología, por ejemplo,

haciendo uso de cámaras de vigilancias, las mismas que se instalarían es

los centros comerciales, es las entidades públicas, en las vías de transito

público, en las unidades de transporte público, entre otro, buscando un fin

en específico, que es lograr la ubicación del sujeto. Sin embargo, una

definición más amplia es la manejada por Morales. La autora define a la

vigilancia electrónica como el elemento que hace uso de las técnicas de

telecomunicación e informáticas de larga distancia, con el fin de poder ubicar

a los individuos que se encuentran en libertad, en un espacio y tiempo

determinado. (pag. 415). A lo que debemos de mencionar a nuestro parecer

es una definición que se aplica de manera directa en el derecho penal. En

ese sentido, Peña (2013) refiere que la vigilancia electrónica es el

mecanismo electrónico el cual se coloca en alguna parte del cuerpo del

individuo, con el objeto de tener la ubicación en tiempo real del sujeto. Por

ello, el autor explica que si es posible dar cumplimiento a las diferentes

medidas interpuestas, como las medidas cautelares o las penas

sancionadas, de igual forma, la pena de prisión, ya que si se podría controlar

la ubicación del sujeto. (pag. 170). Como se puede observar cada autor

maneja diferente punto de vista, pero coinciden en dos aspectos en

específico. En el primer aspecto, refieren todos que la tecnología seria

aplicada como un servicio de control para poder ejecutar una medida o una

pena interpuesta y el segundo aspecto, se tiene que, mediante la vigilancia

electrónica con ayuda de la tecnología, se puede tener la ubicación del

sujeto implicado en y un proceso penal.

7.1.3. Prisión Preventiva

La prisión preventiva dentro de la doctrina jurídica tiene múltiples teorías

para poder ser interpretada de una u otra manera, sin embargo, la

30
dividiremos en dos: como medida cautelar y como pena.

7.1.3.1. Como medida cautelar

Ciertamente, dentro de la doctrina jurídica hay autores que sí consideran la

prisión preventiva como una medida de coerción personal pertinente, ya que

su funcionalidad es vital para poder continuar con las investigaciones de

ciertos hechos delictivos; es por eso que, para Badeni (2006) la prisión

preventiva solo estaría justificado cuando los hechos delictivos que se le

atribuyen al imputado sean de tal magnitud que pongan en peligro la

seguridad de las personas. Caso contrario, si el delito que se le imputa al

sujeto, el juez evalúa y considera que el libre tránsito no configuraría un

riesgo para la sociedad, lo que corresponde es su inmediata libertad. (págs.

11-12)

Dicho autor le da un mayor énfasis a la seguridad pública sobre el propio

hecho ilícito que haya cometido el imputado, de manera que realiza una

jerarquía de prioridades para poder determinar una prisión preventiva. De

modo muy disparejo, Rodríguez (1998) señala que:

La prisión preventiva es una medida cautelar, basándose en una

presunta peligrosidad ante la sospecha de que el sujeto cometió un

delito. Teniendo en cuenta que los fines de la medida cautelar son

preservar el desarrollo adecuado del proceso y asegurar la ejecución

de la pena, además de evitar un grave e irreparable daño al ofendido

y a la sociedad. (pág. 24)

El autor dentro de su teoría exalta la presunta peligrosidad ante la sospecha

que se le tiene al imputado respecto del hecho ilícito cometido, y fundamente

la prisión preventiva a fin de poder garantizar el debido proceso, sin

menguar la seguridad procesal.

En esa misma línea, Sánchez (2006) afirma que la prisión preventiva busca

31
“Asegurar la presencia del imputado a sede judicial y la efectividad de la

sentencia, tanto en el ámbito punitivo como resarcitorio” (pág. 201)

7.1.3.2. Como pena

Difieren, respecto de las teorías anteriores, una gama de autores que

consideran a la prisión preventiva como un hecho doloso de contravención

del principio de presunción de inocencia, a la cual todo ser humano tiene

derecho. Es por eso que, para Barreiro (2004) establece lo siguiente:

(…) Operar realmente en la práctica como el cumplimiento

anticipado de una pena privativa de libertad de efectos irreversibles,

sin que haya sido sometido a juicio el imputado ni declarada su

culpabilidad, dificultándose sobremanera la legitimación de esta

medida cautelar (pág. 37).

El autor considera que la prisión preventiva tiene falta de legitimidad ya que

no respeta el carácter formal para poder privarle de la libertad a una

persona, que es el sometimiento a juicio y verse establecido su culpabilidad.

Por su parte, Manzini (1952) señala que:

Nada es más burdamente paradójico e irracional que en proceso

penal valga a favor del imputado una presunción de inocencia

mientras no media sentencia condenatoria. Es de sentido común que

mientras no quede definitivamente declarada la certeza de las

condiciones que hacen realizable la pretensión punitiva del Estado,

no se puede considerar al imputado como penalmente responsable,

y por lo tanto se lo debe tratar como juzgable, o sea, como persona

indiciada sin duda, pero cuya responsabilidad no ha sido aún

declarada cierta (…) El no estar ciertos de la culpabilidad de una

persona indiciada significa necesariamente dudar de su inocencia

32
(pág. 250).

De lo señalado por el autor anterior, podemos inferir que es una teoría aún

más proteccionista con respecto al juzgable ya que este al no ser declarado

culpable de los cargos imputados y es privado de su libertad, se estaría

vulnerando un derecho fundamental como el de la presunción de inocencia.

En esa misma línea de argumentos Silva (2007) señala que

Cualquier proceso, aun antes de la determinación de la culpabilidad,

tiene un efecto punitivo precisamente porque la presunción de

inocencia es graduable. No se puede decir desde un punto de vista

realista que el sujeto imputado mantiene la presunción de inocencia

incólume hasta la condena (…) La imputación y la posterior

acusación ya pone en tela de juicio parcialmente la presunción de

inocencia (pág. 79-80).

De esta manera, de lo señalado anteriormente, se desprende que la prisión

preventiva como pena, se consideraría una sanción anticipada para un

justiciable, aún antes de haber sido enjuiciado y condenado, se evidencia

que se vulnera el derecho constitucional de presunción de inocencia.

7.2. Marco Conceptual

Si hacemos mención de la literatura comparada, tenemos que mencionar las

diversas alternativas que se cuentan al hablar sobre los sistemas de control. Por

ello, Morales (2013) refiere, que los diferentes métodos de control son populares

bajo los siguientes nombres: monitoreo electrónico, etiquetado o también son

conocidos como control telemático (pág. 414). Lo que respecta al presente trabajo

y considerando las diferentes maneras de emplear o referirse al objeto de estudio,

utilizaremos la expresión de vigilancia electrónica personal.

De acuerdo a la Real Academia Española define la palabra vigilancia como

sinónimo de control y electrónica, es decir, que se relaciona o tiene un vínculo

33
cercano a la electrónica.

Bajo ese contexto, lo que nos lleva a distinguir a los dispositivos de control con los

diversos dispositivos electrónicos, es lo siguiente: La vigilancia electrónica será

aquella que mediante la tecnología hace uso de los diversos dispositivos

electrónicos con el fin de poder tener un control y a su vez dar un seguimiento en

tiempo real de alguna persona que esté dentro de proceso penal o esté cumpliendo

una sanción.

Por otro lado, en cuanto a la teoría de la pena, consideramos que la teoría que se

orienta más con los fines de nuestra investigación es la preventiva especial

positiva, debido a que la pena tiene que ser individualizable para cada sujeto

pasible de una condena o medida coercitiva-personal, en ese sentido, como

medida alternativa a la prisión preventiva se tiene a la vigilancia electrónica que

tiene un sentido más adaptable en cuanto a los fines preventivos como son la

reeducación, resocialización, rehabilitación y la reinserción. Debido a que, en la

realidad es muy poco probable que podamos orientar los fines preventivos de la

pena a los centros penitenciarios del Perú, en el sentido que dichos centros de

reclusión están catalogados como centros de afianzamiento del delito, por lo que

es totalmente lo contrario a lo que se busca en la teoría dentro de un centro

penitenciario. Es por ello, que elegimos como principal teoría la prevención

especial positiva, sin dejar de lado la realidad peruana.

7.2.1. Hacinamiento carcelario

La problemática de la presente investigación radica principalmente en el

hacinamiento de los centros penitenciarios peruanos, lamentablemente no es

un problema nuevo sino uno latente que viene de muchos años atrás. En ese

sentido, para tener un concepto respecto de lo que es hacinamiento,

estableceremos la definición de “hacinar” según la Real Academia Española,

la cual la defina como sinónimos de amontonar, acumular, juntar sin orden. Lo

34
cual resultaría común para cualquier persona estar hacinada dentro de un

espacio pequeño, como por ejemplo una oficina de ocho metros cuadrados,

conviviendo con 3 o 4 personas, sin embargo, el nivel de hacinamiento de las

cárceles es muy diferente, ya que dentro de los centros penitenciarios en un

espacio de ocho metros cuadrados deben de convivir entre 10 a 12 personas.

El hacinamiento dentro de los centros penitenciarios peruanos se ha tornado

tan frecuente que se ha convertido en algo usual, ordinario. Simplemente,

dichos centros penitenciarios, reflejan que no están siendo adecuados para

poder brindar una calidad de vida que respete en lo más mínimo la dignidad

humana. En esa línea de ideas, con la finalidad de poder evidenciar y

contextualizar la problemática de la presente investigación, estableceremos lo

siguiente. El albergue o capacidad ideal de la totalidad de los centros

penitenciarios peruanos es de 40,827 internos (capacidad al año 2020-2021).

Sin embargo, cuando se inició la pandemia o confinamiento en el Perú en mes

de marzo del año 2020, la capacidad total de internos era de 97,207; teniendo

una sobre población del 143%; y en el mes de octubre se redujo a 87,754

internos, ocupando un egreso o deshacinamiento de 9,453 internos; esto fue

posible debido a que el Gobierno de turno focalizó sus esfuerzos en emitir

decretos legislativos que estén acorde a la coyuntura por la pandemia,

evidentemente el tener los centros penitenciarios tan hacinados podría

ocasionar que la propagación del virus se agrave.

7.2.2. Vigilancia Electrónica Personal

En el Perú el año 2010, entro en vigencia una nueva medida cautelar que se

sumaría a las ya existente mediada de coerción personal, implementándose

la vigilancia electrónica personal, la cual fue promulgada mediante la Ley N°

29499, acompañada de su reglamento. Dicha medida, consistía en que la

ejecución de la pena sea realizada en el domicilio real consignado por el

35
procesado, el cual debía de ser amparado con la aceptación del magistrado.

De ello se tiene que, los dos países pioneros en utilizar los mecanismos de

control electrónico fueron Estados Unidos e Inglaterra. En cuanto al primero,

nos refiere Uscamayta (2016) que la vigilancia electrónica se utiliza como

complemento de las medidas de detención domiciliario y alejamiento, donde

prácticamente el apoyo electrónico es para verificar que el condenado o

procesado cumpla con lo sentenciado y se ejecute su detención domiciliaria,

lo mismo sucede con el alejamiento. Mientras que, en Inglaterra, la vigilancia

electrónica personal se aplica de diferente manera, bien puede ser una

medida cautelar propia, una alternativa a la pena privativa de la libertad o

como una semilibertad o también como libertad condicional.

Para los efectos de nuestra presente investigación, teniendo en cuenta que

únicamente nos avocamos a la vigilancia electrónica personal como

alternativa de coerción personal, la definiremos como una medida alternativa

a la ya conocida prisión preventiva, que tiene como objetivo de garantizar un

debido proceso donde se garantice los derechos fundamentales del imputado

imputado pudiendo, este último, llevar su proceso penal en libertad, bajo un

control de vigilancia y cumpliendo las normas de conductas establecida en el

artículo N° 58 del Código Penal, aunadas a las que el juez considere

necesarias. En ese sentido, ubicamos como punto estratégico para nuestra

definición de prisión preventiva, toda vez que hacemos referencia a una de las

principales medidas de coerción, por lo cual, nuestro problema, el

hacinamiento carcelario, cada vez se viene agravando. Esto debido a la

aplicación excesiva por parte de los operadores de justicia (fiscales y jueces)

de dicha medida, la misma que debe ser utilizada en supuestos muy

excepcionales.

Por otro lado, cuando señalamos “vigilancia” en nuestra definición, nos

36
referimos a monitorear el tránsito que realiza el sujeto dentro de su radio

urbano o el desplazamiento que realice el mismo, iniciando el monitoreo desde

su domicilio o el que fuera estipulado por el juez.

7.2.3. Imputado que carezca de antecedentes penales

Los antecedentes penales se registran cuando el Poder Judicial otorga una

condena firma y definitiva hacia una persona, por lo que la posibilidad de una

apelación queda imposibilitado por haberse corroborado, mediante un

proceso judicial, la comisión verídica de un delito, por lo que se le impuso una

sanción penal, la misma que no necesariamente debe recaer en una pena

privativa de la libertad, en ese sentido, el hecho de tener una sanción

impuesta por el Poder Judicial, no implica que consecuentemente se vaya a

registrar un ingreso en algún centro penitenciario. Cabalmente, esta es la

distinción entre los antecedentes penales y los antecedentes judiciales.

7.2.4. Reo primario

Por otro lado, el artículo N° 46, inciso b, del Código Penal, tipifica que son

considerados reincidentes todo aquel que posterior a haber cumplido en su

totalidad o en parte una sanción penal, vuelve a cometer un delito doloso en

el lapso de cinco años de haber salido de un centro penitenciario, cuando se

configura esta figura estamos hablando de un reincidente. En ese sentido,

podemos inferir que un reo primario es toda persona que por primera vez ha

cometido un hecho delictivo y está siendo procesado, sin embargo, puede que

haya cometido otros delitos pero que no fueron considerados por las

autoridades. Por lo que, al ser un delincuente primario, este tiene mayor

posibilidad de poder ser resocializado y reinsertado a la sociedad, a fin de

cumplir con la finalidad de la pena.

37
7.3. Marco Jurídico

7.3.1. Prisión Preventiva

Dentro del ordenamiento jurídico peruano, la prisión preventiva está

estipulada en el artículo 268° del Código Procesal Penal, el cual señala lo

siguiente:

Art. 268.- El juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar

mandato de prisión preventiva, si atendiendo a los primeros

recaudos sea posible determinarla concurrencia de los siguientes

presupuestos:

a) Que existen fundados y graves elementos de convicción para

estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al

imputado como autor o partícipe del mismo.

b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena

privativa de libertad; y

c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes, permita colegir

razonablemente que tratará de eludir la acción de la justicia

(peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad

(peligro de obstaculización).

De acuerdo a lo antes expuesto, podemos deducir que el juez penal puede

determinar la prisión preventiva, cuando se copulen todos tres requisitos antes

mencionados, más aún, si la medida está dirigida a que una persona pierda

su libertad, considerando que no estamos frente una condena, sino frente a

una medida cautelar que busca que dentro del proceso penal se cumpla con

todas las garantías constitucionales, sin que se presente trabas,

obstaculizaciones o dilaciones por parte del imputado.

38
7.3.2. Vigilancia Electrónica Personal

7.3.2.1. Antecedentes Normativos

7.3.2.1.1. Ley 29499

El 16 de enero del año 2010, mediante la Ley N° 29499, fue

instaurada por primera vez en el Perú, la figura de la vigilancia

electrónica personal, la misma que establecía un nuevo mecanismo

de control, con el fin de poder monitorear el actuar, entiéndase

también como el desplazamiento de los procesados y condenados,

dentro del radio urbano en el que domicilian o el determinado por el

juez. Teniendo que su Reglamento fue promulgado mediante

Decreto Supremo N° 013-2010-JUS, de fecha 13 de agosto del

2010. Siendo así que, tiene una modificatoria e incorporación de

artículos mediante Decreto Supremo N° 002-2015-JUS. Por último,

es declarado como interés público y considerado como uan de als

prioridades a atender por el Estado, buscar el fortalecimiento de las

infraestructuras de los centros penitenciarios y de los servicios

brindados por los mismos, el cual implementado mediante el Decreto

Legislativo N° 1229, de fecha 24 de setiembre del 2015. Sumado a

ello, la mencionada ley, sufre una modificatoria al incorporar

supuestos de procedencia e improcedencia del mismo, pero pese a

todas las modificatorias normativas, la citada Ley no fue

implementada ni ejecutada como una medida de coerción

alternativa.

7.3.2.1.2. Decreto Legislativo N° 1322

El 6 de enero del 2017, es publicado en el Diario Oficial “El

Peruano”, el Decreto Legislativo N° 1322, el cual regula la vigilancia

39
electrónica como una nueva medida de coerción personal,

definiéndola como una medida alternativa a la pena impuesta o

tomada también como un beneficio penitenciario. Estipulando como

finalidad, el monitoreo electrónico del desplazamiento de las

personas procesadas o condenas, logrando de esta manera

disminuir la sobrepoblación que se evidencia en las instituciones

penitenciarias. Además, busca de alguna forma que los

monitoreados no vuelvan a reincidir en cometer un ilícito penal.

7.3.2.1.3. Decreto Supremo N° 004-2017-JUS

El 9 de marzo del 2017, en el Diario Oficial “El Peruano”, es

publicado el Decreto Supremo N° 004-2017-JUS, el cual aprueba el

reglamento del Decreto Legislativo N° 1322, el cual regula y

establece los lineamientos para la implementación del plan piloto

para poner en marcha la vigilancia electrónica personal.

7.3.2.1.4. Decreto Legislativo N° 1514

El 4 de junio del 2020, en el Diario Oficial “El Peruano”, dentro del

marco de la crisis sanitaria que se venía viviendo por la pandemia

del Covid-19, se publica el Decreto Legislativo N° 1514, con la

finalidad de disminuir la sobrepoblación de los centros

penitenciarios mediante la aplicación de la vigilancia electrónica,

siendo así que se realizan cambios sustanciales. Entre ello se

estableció que el INPE se haría el nuevo responsable por los costos

generados que impliquen la implementación, la ejecución y

supervisión de la nueva alternativa de sanción o medida coercitiva

interpuesta a los procesados y condenados.

40
7.3.2.1.5. Decreto Supremo N° 012-2020-JUS

El 22 de octubre del 2020, en el Diario Oficial “El Peruano”, se

publica el Decreto Supremo N° 012-2020-JUS, que deroga el

Decreto Supremo N° 004-2017-JUS, y promulga el nuevo

Reglamento de Aplicación de la Medida de Vigilancia Electrónica

Personal, buscando que la media se aplique de manera adecuada,

orientando a que los operadores judiciales y a los investigados o

imputados. Así mismo lo más resaltante y novedoso del citado

reglamente es el principio de gratuidad, que señala que tanto

procesados como condenados acceden a la medida de manera

gratuita.

7.3.2.2. Normativa Actual

En la normativa actual, tenemos que La Ley N° 29499, en su artículo

1°, señala lo siguiente:

Artículo 1.- la vigilancia electrónica personal es un mecanismo de

control que tiene por finalidad monitorear el tránsito tanto de

procesados como de condenados, dentro de un radio de acción y

desplazamiento, teniendo como punto de referencia el domicilio o

lugar que señalen estos.

Definiendo y delimitando claramente la finalidad por la cual se instauró la

vigilancia electrónica personal en el territorio del Perú. Asimismo,

concerniente a los procesados, el Decreto Legislativo N° 1514 señala lo

siguiente:

Artículo 3.- Definición y modalidades de la vigilancia electrónica

41
personal

(…)

3.2. Para el caso de personas procesadas, la vigilancia electrónica

es una alternativa a la prisión preventiva o la variación de la misma,

que se impone con la medida de comparecencia restrictiva, de

acuerdo a lo previsto en el artículo 287-A del Código Procesal Penal,

Decreto Legislativo Nº 957. Es dispuesta por el juez, de oficio, a

pedido de parte o del Ministerio Público, a fin de garantizar su

presencia y los fines del proceso.

Artículo 5.- Procedencia de la vigilancia electrónica personal

5.1. La vigilancia electrónica personal procede para las personas

procesadas por delitos cuyas penas sean superiores a los cuatro (4)

años, salvo que la imputación en su contra sea por uno de los delitos

a los que se refiere el inciso 5.5.

Cuando se imponga la medida de detención domiciliaria, el Juez

puede reemplazar la custodia de la autoridad policial o de una

institución pública o privada, o de tercera persona designada para tal

efecto, por la de vigilancia electrónica personal.

(…)

5.5. Para los alcances de los supuestos 5.1. y 5.2. Se excluye a las

personas procesadas y condenadas por los delitos tipificados en los

artículos 107, 108, 108-A, 108-B, 108-C, 108-D, 121-B, 152, 153,

153-A al 153-J, 170 al 174, 175, 176, 176-A, 177, 179, 179-A, 180,

181, 181-A, 181-B, 182, 183, 183-A, 183-B, 189, 200, 297, 317, 317-

A, 317-B, 319 al 321, 325 al 332, 346, 347, 349, 382, 383, 384, 386,

42
387, 389, 393 al 398-A, 399, 400, 401 del Código Penal; por los

delitos cometidos como miembro o integrante de una organización

criminal o como persona vinculada o que actúa por encargo de ella,

conforme a los alcances de la Ley Nº 30077; por los delitos

tipificados en el Decreto Ley Nº 25475 y sus modificatorias; y, los

previstos en los artículos 1 al 6 del Decreto Legislativo Nº 1106.

7.3.2.3. XI Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanente,

Transitoria y Especial – Acuerdo Plenario N° 02-2019/CJ-116

1) La vigilancia electrónica personal coadyuva a reducir el

encarcelamiento preventivo del imputado, por lo que, resultado

compatible con la tutela del proceso. En ese sentido, su finalidad es

estrictamente la de garantizar la permanencia del imputado en el

proceso. Sin embargo, para imponerse, es necesario un trámite especial:

pedido de parte expreso y ratificación en la audiencia de vigilancia

electrónica personal, medios de prueba documentales específicos y

preceptiva audiencia de debate contradictorio con la Fiscalía.

2) Para que se dé la vigilancia electrónica personal por cesación de la

prisión preventiva no es necesario el encarcelamiento del imputado, solo

es necesario que el juzgado haya dictado un manato firme de prisión

preventiva. De otro lado, la comparecencia con restricción con la

restricción de vigilancia electrónica personal puede ser solicitada hasta

antes de las 48 horas de la audiencia de prisión preventiva, por la defensa

del imputado, siempre y cuando se cumplan con los presupuestos del

artículo 7 del Reglamento (Supremo N° 012-2020-JUS).

3) La vigilancia electrónica personal está sujeta a los siguientes

presupuestos:

a) Presupuestos técnicos: Disponibilidad de los dispositivos

43
electrónicos por parte del Estado. Informe positivo de verificación

técnica domicilio o lugar donde se va a cumplir la medida.

b) Presupuesto jurídico: Mínima lesividad del hecho. Exclusión según

el delito imputado. Pauta de priorización según especiales

condiciones del imputado.

c) Presupuesto económico: El beneficiario debe asumir, según sus

condiciones socioeconómicas.

d) Que el imputado no tenga condición de reincidente o habitual, así

como también que tenga los arraigos señalados por Ley.

7.4. Marco Contextual

1) El contexto en cual se viene desarrollando el presente estudio es particular, puesto

que estamos atravesando la pandemia por el Covid-19. En ese sentido, priorizaremos

las estadísticas brindadas por el INPE justo antes de que comience el confinamiento o

cuarentena en el Perú (marzo de 2020) y los meses subsiguientes con la finalidad de

notar el cambio respecto del hacinamiento carcelario. Es por ello que en la Tabla 01,

podremos observar cómo se venían comportando las estadísticas del hacinamiento

hasta el mes de marzo, mes en el cual se dio inicio a la crisis sanitaria por el Covid-19

en el Perú. Según el Tabla 01, la capacidad de alojamiento total de los centros penales

en el Perú es de 40,137 personas; la población penal total hasta esa fecha fue de

97,493 personas; por lo que existiría una sobrepoblación de 57,356 personas, y eso

equivale al 143% de sobrepoblación en general. Dichos datos no son novedad, debido

a que el hacinamiento en los centros penitenciarios en Perú deviene de muchos años

atrás. Sin embargo, debemos de tener en cuenta como fue nuestra realidad carcelaria

al momento de afrontar la pandemia por el Covid-19.

44
Tabla 01. Contexto actual de la capacidad de alojamiento, sobrepoblación y hacinamiento según la oficina regional

INPE (marzo 2020)

Fuente: INPE

Para efectos de la presente investigación, señalaremos, mediante la tabla 02, el

impacto estadístico que se generó a partir de la promulgación de la emergencia

sanitaria hasta el mes de octubre del 2020, con respecto al hacinamiento carcelario

peruano. En ese sentido, se evidencia que la capacidad de albergue no varía, continúa

en 40,827 personas en total, por otro lado, la población actual de aquel entonces era

de 87,754 personas en total, por lo que notamos una reducción de la población

carcelaria de 9,739 personas, respecto del mes de marzo. Dicha reducción se debe a

que el gobierno del expresidente peruano, Martín Alberto Vizcarra Cornejo, estableció

diversas medidas al respecto a efectos de impedir la propagación del virus Covid-19

dentro de los Centros Penitenciarios. Una de esas medidas fue promulgar el Decreto

Legislativo N° 1459, donde se busca la correcta aplicación de la modificación

automática de la sanción para individuos condenados por el delito de omisión a la

asistencia familiar. Otra medida fue la promulgación del Decreto Supremo N°004-2020-

JUS, el cual establece lineamientos especiales para la evaluación, propuesta y el

procedimiento para la Gracia Presidencial. En esa misma línea de idea, el gobierno

adoptó el Decreto Legislativo N° 1513, que plantea medidas excepcionales para lograr

45
disminuir el hacinamiento de establecimientos penales y los centros juveniles, al tener

el riesgo inminente del contagio por el Covid-19, por lo que se dispusieron una serie de

pautas excepcionales a cumplirse, con la finalidad de ayudar al deshacinamiento

mediante cesaciones de prisiones preventivas, beneficios penitenciarios

extraordinarios, etc. De este modo, también se promulgaron leyes con respecto a la

vigilancia electrónica personal, mediante el Decreto Legislativo N° 1514, que garantiza

a la vigilancia electrónica como una medida alternativa de coerción y sanción penal,

con el fin de disminuir el hacinamiento carcelario, dicha ley se promulgo en el mes de

junio del 2020. Al poco tiempo después, en el mes de octubre se promulga el Decreto

Supremo N° 012-2020-JUS, aprobando el reglamento para la aplicación de la vigilancia

electrónica personal.

Tabla 02. Situación actual de la capacidad de albergue, sobrepoblación y hacinamiento según oficina regional INPE

(octubre 2020)

Fuente: INPE

Se puede inferir que actualmente se vienen tomando medidas con el propósito de

disminuir el hacinamiento carcelario peruano, sin embargo, aún es un verdadero reto

poder hacerle frente a la gran cantidad de sujetos privados de su libertad que siguen

esperando algún día poder tener una condena. En la tabla 03, se puede apreciar que,

en el mes de marzo del 2020, la cantidad total de sentenciados era de 61,562 personas,

46
frente a la cantidad total de procesados que asciende a 35, 931 personas.

Tabla 03. Población penal intramuros por situación jurídica y género según oficina regional (marzo 2020)

Fuente: INPE

La cantidad de procesados sigue en aumento, es por esta razón que nace la idea de

darle un marco jurídico más protagónico a la vigilancia electrónica personal

presentándola como la medida que reemplace a la prisión preventiva, con el propósito

de disminuir el hacinamiento poblacional penitenciario peruano.

2) El veintiséis de mayo del 2020, en pleno confinamiento por el Covid-19 en el Perú,

el Tribunal Constitucional, el órgano supremo de interpretación y control de la

Constitución, en el expediente N° 05436-2014-phc/TC, declaró la existencia de un

estado de cosas inconstitucional con respecto al hacinamiento en los centro

penitenciarios en el país, por lo que dispuso que si al año 2025 no se consigue superar

dicho estado de cosas inconstitucional, se deberán cerrar seis establecimientos

penitenciarios que han logrado alcanzar los máximos niveles de hacinamiento; por lo

que se plantea elaborar un Plan Nacional de Política Penitenciaria 2021-2025, con

47
características de políticas de estado, a fin de elaborar la estrategia de

deshacinamiento de los centros penitenciarios. Por lo que, evidenciando un contexto

donde se requieren de ideas innovadoras a fin de coadyuvar y sobrepasar este latente

problema carcelario, deberíamos enfocarnos en impulsar y modernizar aquellas

medidas que llevan años vigentes pero que no tienen impulso procesal dentro de los

procesos penales.

48
CONCLUSIONES

1. Promover como política pública penitenciaria la aplicación eficaz de la medida de

coerción personal de vigilancia electrónica personal sería una propuesta factible

para revertir la gran concentración de población carcelaria, asimismo, se blindaría

el derecho constitucional de presunción de inocencia, evitando que personas sin

antecedentes penales ingresen a un contexto donde el pensamiento criminal y el

abuso hacia el más débil o menos experiencia criminal es de todos los días; por

último, urge una modernización en las medidas de coerción-personal, siempre

priorizando que las mismas sean las menos lesivas para el imputado, y aseguren

su permanencia durante el periodo de tiempo de duración del proceso penal.

2. Queda en evidencia el poco o nulo interés por parte de los gobiernos de turno en

el Perú con respecto al hacinamiento carcelario, teniendo como referencia que

hasta el 2019 únicamente se contaban con que 25 personas fueron dictaminadas

bajo vigilancia electrónica personal. Por lo que se puede inferir que, durante 10

años (el periodo de tiempo de la actual vigencia de la Ley 29499) la aplicabilidad

de esta novedosa y tan importante medida alternativa fue ínfima. Sin embargo, el

26 de mayo del 2020, el Tribunal Constitucional declaró en el Exp. N° 05436-2014-

PHC/TC, el estado de cosas inconstitucionales respecto del crítico y permanente

hacinamiento de los establecimientos penitenciarios, por lo que el TC brinda 5 años

49
para que se implementen medidas acordes a fin de superar el estado de cosas

inconstitucionales. Por lo que, brindando una aplicación eficaz a la medida de

coerción personal de vigilancia electrónica personal se podría garantizar una

reducción significativa al hacinamiento carcelario de los centros penitenciarios.

3. La aplicación draconiana de la prisión preventiva por parte de los jueces, fiscales y

medios de comunicación, tiene una gran incidencia en el problema del por qué

existen cárceles magnamente hacinadas en el Perú (115% superior respecto de su

capacidad natural). En razón a ello, es que se debe plantear la aplicación eficaz de

medidas alternativas vigentes en aras de un futuro donde el estado de derecho, la

seguridad jurídica, y los derechos fundamentales prevalezcan.

4. Las teorías de las penas, ayudan a tener una visión amplia respecto de cuál es el

sentido principal y funcional de las mismas. Siendo de esta manera, podemos

extrapolar dicho sentido y relacionarlo jurídicamente con las dos medidas de

coerción personal que se vienen analizando en la presente investigación: prisión

preventiva y vigilancia electrónica personal. En ese sentido, la prisión preventiva se

relacionaría con la teoría absoluta de la pena, en el sentido que, funcionalmente se

viene utilizando dicha medida como consecuencia de haber perpetrado un hecho

ilícito (castigo), o como diversos autores lo señalan, un “adelanto de pena” sin

menguar que aún no se tiene una condena firme, sin embargo, a pesar de ser la

medida de coerción utilizada para supuesto excepcionales, la cantidad de

procesados hasta mayo del 2021 es de 30,984, frente a 31,531, que es la cantidad

de reos extramuros. Por otro lado, la vigilancia electrónica personal se relacionaría

con la teoría de la prevención especial de la pena, en razón a que esta señala que

toda pena debe buscar la resocialización del imputado, finalidad

determinantemente humanista. Siguiendo con nuestra extrapolación, se vincularían

en razón a que, dicha finalidad se lograría con la medida de coerción personal de

vigilancia electrónica personal, debido a que es la medida menos lesiva para el

50
imputado, en razón a que evita el ingreso del mismo a un contexto donde impera

el adoctrinamiento delincuencial, y a la vez, se busca resguardar y garantizar la

continuidad del proceso penal y disminuir el peligro procesal latente.

5. El hacinamiento poblacional que existen en los centros penitenciarios en el Perú es

desbordante, con un 115% de sobrepoblación. Por lo que se deben realizar

políticas públicas penitenciarias que puedan verse reflejadas en la realidad, es por

eso que planteamos un proyecto legislativo (adjuntado en los anexos) para poder

modernizar la logística dentro del INPE sobre la vigilancia electrónica e implantar

de manera masiva la medida a nivel nacional.

6. La medida de coerción personal de vigilancia electrónica personal no podría

reemplazar a la prisión preventiva en las investigaciones de imputados que

carezcan de antecedentes penales como respuesta al hacinamiento carcelario, si

no se tiene una reforma legislativa con sustento jurídico y social para llevarlo a

cabo, por ello, en la presente investigación se adjunta el proyecto legislativo

correspondiente.

51
ANEXOS

PROYECTO LEGISLATIVO

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

I) Problema hallado

A) Hacinamiento de los Centros Penitenciarios del Perú

1) Antes de pandemia (marzo):

(i) Albergue: 40,827

(ii) Sobrepoblación (143%): 57,356

(iii) Total: 97,207

(a) Procesados: 35,931

(b) Sentenciados: 61, 562

2) Octubre del 2020:

(i) Albergue: 40,827

52
(ii) Sobrepoblación (115%): 46,927

(iii) Total: 87,754

(a) Procesados: 29,615

(b) Sentenciados: 58,139

3) Según estadísticas del INPE más del 25% de los internos, reingresa de nuevo a

los Centros Penitenciarios. Evidenciando claramente que no se cumple con la

finalidad de los Centros Penitenciarios que son

(i) Reeducación

(ii) Rehabilitación

(iii) Reincorporación

4) Cada persona internada en un penal peruano le cuesta al Estado

aproximadamente 10 000 soles al año, teniendo aproximadamente 100,000

internos, eso estima 1 billón de soles anuales.

II) Estado de Cosas Inconstitucionales (Exp. 05436-2014-phc/TC):

A) La característica esencial de la declaración de una determinada situación como un

estado de cosas inconstitucional consiste en extender los efectos de una decisión,

en este caso del TC en el Exp. 05436-2014-phc/TC, a personas que no fueron

demandantes ni participaron en el proceso que dio origen a la declaratoria

respectiva, pero que se encuentran en la misma situación que fue identificada como

inconstitucional

1) Elaborar un Plan Nacional de Política Penitenciaria 2021-2025, con

características de políticas de estado, a fin de elaborar la estrategia de

deshacinamiento de los centros penitenciarios

53
2) Si al 2025 no se adoptan las medidas necesarias para superar el estado de cosas

inconstitucional, podría implicar el cierre temporal del establecimiento

penitenciario para el ingreso de nuevos internos

III) Medidas de Solución

A) Privatización de los Centros Penitenciarios

1) En 2010 se trató de incorporar a medida de plan piloto, sin embargo, se truncó

2) Tenemos experiencias exitosas a nivel regional como Chile o Brasil como

ejemplos

B) Despenalización de delitos poco graves para la intromisión de la fuerza coercitiva

del Estado:

1) Asociados a la venta de drogas (micro comercialización), esto podría reducir el

15% de la población

2) Omisión a la asistencia familiar que representa el 3% de la población (i) Decreto

Legislativo N° 1459 (13-04-20): Conversión automática de la pena para

personas condenadas por el delito de OAF

C) Gracias Presidenciales

1) Decreto Supremo N°004-2020-JUS (22-04-20): Dirigido a personas con

enfermedades crónicas avanzadas, madres gestantes, internos con penas por

cumplirse en los próximos seis meses con penas menores a cuatro años, y

adultos mayores a 60 años

D) Respetar la presunción de inocencia

1) Prisión Preventiva (Requisitos)

(i) Fundados y graves elementos de convicción

(ii) Prognosis de la pena mayor a 4 años de pena privativa de

54
libertad (iii) Peligro Procesal

(a) Peligro de fuga

(b) Obstaculización de la Justicia

(iv) Proporcionalidad

(v) Durabilidad

E) Aplicabilidad de la vigilancia electrónica personal como medida sustitutoria a la

Prisión Preventiva

1) Antecedentes normativos de la V.E.P.

(i) Ley 29499: Se instaura por primera vez

(ii) Decreto Supremo 013-2010-JUS: Reglamento

(iii) Decreto Legislativo N° 1229: Declara interés público los servicios

penitenciarios (2015)

(iv) Decreto Legislativo N° 1322: Define a la vigilancia electrónica personal

como medida alternativa de restricción de coerción personal.

(a) Aplicación

(I) Conversión de pena

(II) Beneficio penitenciario

(b) Procedencia

(I) Procesados: Es una medida de restricción con comparecencia y

procede si la imputación de la presunta comisión de delitos

sancionados tiene una pena no mayor a 8 años

55
(II) Condenados: Es un tipo de pena aplicable por conversión y procede

si la sentencia condenatoria efectiva no es mayor a 8 años

(III) Se excluye

A. Delitos graves

B. Reincidentes

C. Habituales

(c) Costo del dispositivo y servicio es sufragado íntegramente por el

procesado o condenado

(v) Decreto Supremo N° 012-2020-JUS (22/10/20): Reglamento de aplicación

de la medida de V.E.P.

(a) Gratuidad

(b) Supuestos de aplicación

IV) Propuestas de la investigación

A) Analizar de manera detallada el impacto que viene teniendo las medidas tomadas

por el Estado en referencia a la V.E.P., para afrontar el hacinamiento poblacional

de las entidades penitenciarias

B) Investigar legislaciones y medidas adoptadas por países de la región donde se

hayan adoptado medidas rígidas con respecto a la V.E.P. para hacerle frente al

hacinamiento penitenciario nacional

ANÁLISIS COSTO BENEFICIO

Costos

1) Actualmente el gasto penitenciario es el siguiente

56
a) Persona privada de su libertad, recluido en un Centro Penitenciario (gasto por 01

interno)

i) Diario: S/. 42.00

ii) Mensual: S/. 1,176.00

iii) Anual: S/. 14,112.00

b) Desde la perspectiva macro tenemos que, el estado gastó en diciembre del 2020 lo

siguiente

i) Población total de internos: 86,955

ii) Gasto total diario: S/. 3,652,110.00

iii) Gasto total mensual: S/. 102,259,080.00

iv) Gasto total anual: S/. 1,227,108,960.00

2) Personas que en diciembre del 2020 estuvieron siendo procesadas

a) Total, entre varones y mujeres: 29,254

3) Del total de internos en el año 2018, los siguientes fueron reos primarios (promedio)

a) 63,820

b) Aproximadamente, en cada mes el 76% son reos primarios, siendo el 24%

reincidente

4) Del cruce de información entre procesados y reos primarios, tenemos que

aproximadamente 11,634 personas serían reos primarios que están siendo

investigados, a quienes la fiscalía podría solicitar Prisión Preventiva, sin embargo,

estos serán dictaminados con la medida cautelar de la VEP.

5) El gasto del Estado en los reos primarios (11,634) que están siendo procesados es de

a) Diario: S/. 488,628.00

57
b) Mensual: S/. 13,681,584.00

c) 9 meses: S/. 123,134,256.00

6) Gasto único por el mejoramiento de la infraestructura y mobiliario del centro de vigilancia

electrónica personal (INPE)

a) S/. 120,000,000,00

b) Sueldos promedios de los integrantes adicionales del Centro de Vigilancia

Electrónica Personal

i) 40 Ingenieros

(1) Unidad: S/. 4,500.00

(2) Mensual: S/. 180,000.00

(3) Anual: S/. 2,160,000.00

ii) 150 Seguridad del INPE

(1) Unidad: S/. 2,000.00

(2) Mensual: S/. 300,000.00

(3) Anual: S/. 3,600,000.00

iii) 20 Asistencia Legal

(1) Unidad: S/. 3,500.00

(2) Mensual: S/. 70,000.00

(3) Anual: S/. 840,000.00

58
iv) 90 Asistentes Sociales en general (psicólogos, enfermeras, coachs, asistente

social)

(1) Unidad: S/. 4,000.00

(2) Mensual: S/. 360,000.00

(3) Anual: S/. 4,320,000.00

v) Gasto anual por servidores en total: S/. 10,920,000.00

Beneficios

1) Propuesta: Con una eficaz aplicabilidad de la vigilancia electrónica personal a los

imputados que carezcan de antecedentes penales, que hayan cometido delitos no graves,

que estén siendo procesados y se requiera de una medida de coerción personal, se

priorizará la comparecencia con restricciones mencionada anteriormente:

a) Costo del Grillete electrónico por persona, que según el Decreto Supremo N° 012-2020-

JUS (22/10/20): Reglamento de aplicación de la medida de V.E.P., a partir de la fecha se

garantiza la gratuidad de la medida

i) Diario: S/. 26.00

ii) Mensual: S/. 728.00

iii) Anual: S/. 8,736.00

b) Desde la perspectiva macro, tenemos los siguientes gastos

i) Población aproximada de internos primarios que están siendo procesados:

11,634

ii) Gasto total diario: S/. 302,484.00

59
iii) Gasto total mensual: S/. 8,469,552.00

iv) Gasto total por 9 meses: S/. 76,225,968.00

c) Ahorro al erario (internos primarios que están siendo procesados)

i) Gasto por prisión preventiva en 9 meses: S/. 123,134,256.00

ii) Gasto por VEP en 9 meses: S/. 76,225,968.00

iii) Ahora al erario: S/. 46,908,288.00

2) Se cumplirá con la teoría relativa de la pena aplicada a una medida de coerción personal,

al poder resocializar, reeducar y reinsertar a la sociedad de manera más eficiente al

imputado sin antecedentes penales que se encuentre en calidad de procesado durante un

proceso penal.

3) Se respetará el principio de la presunción de inocencia

4) Se tendrá una coordinación más inmediata debido a la creación del módulo supremo

interinstitucional entre el Ministerio Público, Poder Judicial y el Ministerio del Interior

IMPACTO EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL

1) La fórmula normativa añade un literal al art. 268 del Código Procesal Penal, por lo

siguiente

a) En la actualidad el art.268 del Código Procesal Penal, establece para poder

dictaminar Prisión Preventiva, se tendrán que cumplir con los siguientes requisitos

i) Que existen fundados y graves elementos de convicción para estimar

razonablemente la comisión de un delito que vincula al imputado como autor o

partícipe del mismo.

ii) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de

libertad.

60
iii) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso

particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la

justicia (peligro de fuga) y obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de

obstaculización).

iv) Que el imputado tenga antecedentes penales y que el delito presuntamente

perpetrado sea considerado grave. De cumplir con los requisitos

precedentes a excepción del presente, se le impondrá necesariamente

comparecencia con restricciones de vigilancia electrónica personal.

2) La fórmula normativa añade un cambio al art. 3 – 3.2 – del Decreto Legislativo 1514, por

lo siguiente

a) El artículo 3.2 del decreto legislativo 1514 señala lo siguiente

i) Para el caso de personas procesadas, la vigilancia electrónica es una alternativa

a la prisión preventiva o la variación de la misma, que se impone con la medida

de comparecencia restrictiva, de acuerdo a lo previsto en el artículo 287-A del

Código Procesal Penal, Decreto Legislativo Nº 957. Es dispuesta por el juez, de

oficio, a pedido de parte o del Ministerio Público, a fin de garantizar su presencia

y los fines del proceso.

b) Siendo que se deberá modificar lo siguiente

i) Para el caso de personas procesadas, la vigilancia electrónica personal es una

alternativa a la prisión preventiva o la variación de la misma, que se impone con

la medida de comparecencia restrictiva, de acuerdo a lo previsto en el artículo

287-A del Código Procesal Penal, Decreto Legislativo Nº 957. Es dispuesta por

el juez, de oficio, a pedido de parte o del Ministerio Público, a fin de garantizar

su presencia y los fines del proceso. Para el caso de personas sin

antecedentes penales, que hayan cometido delitos no graves, y que estén

siendo procesados, la vigilancia electrónica reemplaza de manera

61
obligatoria a la prisión preventiva.

FÓRMULA LEGAL

Artículo Primero. – Objeto de la ley

La presente ley tiene por objeto, fijar normas que van a coadyuvar al deshacinamiento

carcelario peruano, en razón de brindar una óptima y eficaz utilidad a la vigilancia

electrónica personal a aquellos imputados que carezcan de antecedentes penales, que

estén siendo procesados y se requiera de una medida de coerción personal.

Artículo Segundo. – Imputado que carezca de antecedentes penales

A) Para la presente norma, utilizaremos el concepto de “imputado que carezca de

antecedentes penales” a toda persona que por primera vez se encuentre dentro de

un proceso penal, que no tenga sentencia firme anterior ni medida de coerción-

personal anterior

Artículo Tercero. – Creación del Módulo Supremo Interinstitucional para el

Deshacinamiento Penitenciario

A) Créase el Módulo Supremo Interinstitucional para la elaboración y estrategias en pro

del Deshacinamiento Penitenciario, que tendrá lugar en el INPE, y a su vez, estará

equipada con 25 computadoras

B) Cada computadora de módulo contará con:

1. Monitor

2. Teclado

3. Mouse

4. Cámara

62
5. Auriculares con output e input

6. Conexión a LAN y en consecuencia a internet

C) El objeto de creación del Módulo Supremo Interinstitucional es brindar una atención

y respuesta al hacinamiento carcelario entre las entidades que velan el sistema

judicial y penitenciario, de tal modo que se puedan arribar a soluciones fácticas en

el corte y largo plazo.

Artículo Cuarto. – Impleméntese el mejoramiento del Centro de Vigilancia Electrónica

Personal

A) Equípese con 150 computadoras (abogados, ingenieros y especialistas en

asistencia social) al Centro de Vigilancia Electrónica Personal ubicado en el INPE

B) Cada computadora contará con:

a. Monitor

b. Teclado

c. Mouse

d. Cámara

e. Auriculares con output e input

f. Conexión a LAN y en consecuencia a internet

Artículo Quinto. – Incorporándose al artículo 268 del Código Procesal Penal

Se incorporará el inciso d) Que el imputado tenga antecedentes penales y que el delito

presuntamente perpetrado sea considerado grave. De cumplir con los requisitos

precedentes a excepción del presente, se le impondrá necesariamente

63
comparecencia con restricciones de vigilancia electrónica personal.

Artículo Sexto. – Incorporándose el numeral 4 al artículo 287-A del Código Procesal Penal

Se incorporará el numeral 4) “Para el caso de personas sin antecedentes penales, que

hayan cometido delitos no graves, y que estén siendo procesados, la vigilancia

electrónica reemplaza de manera obligatoria a la prisión preventiva.”

Artículo Séptimo. – La vigilancia electrónica personal reemplaza a la prisión preventiva

A) El fiscal, siempre y cuando haya identificado y tomado en cuenta los antecedentes

penales del imputado y la gravedad del delito, solicitará la medida de coerción

pertinente, de no cumplirse con el requisito d) del artículo 268 (AÑADIDO) tiene

como medida más drástica para seguir con la investigación del hecho delictivo, la

vigilancia electrónica personal. Salvaguardando los derechos fundamentales de los

procesados.

B) El juez, no puede dictaminar como medida de coerción-personal, la prisión

preventiva, para imputados que no tengan antecedentes penales ni hayan cometido

delitos graves.

C) La vigilancia electrónica personal no procede para procesados que, se encuentren

bajo las siguientes modalidades delictivas tipificadas en los artículos: 107, 108, 108-

A, 108-B, 108-C, 108-D, 121-B, 152, 153, 153-A al 153-J, 170 al 174, 175, 176,

176- A, 177, 179, 179-A, 180, 181, 181-A, 181-B, 182-A, 183, 183-A, 183-B, 189,

200, 297, 317, 317-A, 317-B, 319 al 321, 325 al 332, 346, 347, 349, 382, 383, 384,

386, 387, 389, 393 al 398-A, 399, 400, 401 del Código Penal; condenados por

delitos tipificados en el Decreto Ley Nº 25475; condenados por delitos cometidos

como miembros o integrantes de una organización criminal o como persona

vinculada o que actúa por encargo de ella, conforme a los alcances de la Ley Nº

30077.

Artículo Octavo. – Finalidad de la norma

64
A) Coadyuvar a reducir el hacinamiento penitenciario y dar cumplimiento a la sentencia

del Exp. 05436-2014-phc/TC, en la cual establece el mencionado problema como

estado de cosas inconstitucionales.

B) Evitar la propagación de la Covid19 dentro de los centros penitenciarios

C) Que los Centros Penitenciarios cumplan con el principal objeto que tienen, el cual

es resocializar, reeducar y reinsertar a la sociedad a los delincuentes. Viéndose,

dichos objetivos mermados durante muchos años debido a la gran cantidad de

sobrepoblación carcelaria.

Artículo Noveno. – Aplicación Progresiva

Se aplicará de manera progresiva en todo el territorio nacional a los 30 días después de

haberse instaurado el Módulo Supremo Interinstitucional para el Deshacinamiento

Penitenciario, la progresividad será determinada por dicho Módulo Supremo.

65
GLOSARIO

Centro de monitoreo

Espacio donde se realiza el seguimiento y monitoreo de la vigilancia electrónica personal,

registrándose los eventos que ésta genere en su ejecución.

Dispositivo electrónico

Aparato o artefacto electrónico que porta el beneficiario de la vigilancia electrónica

personal, el cual recolecta una base de datos y los transfiere al centro de monitoreo a cargo

del INPE.

Pena

Borja MAPELLICAFFARENA lo define de la siguiente manera: “La sanción es un

organismo de derecho público que limita un derecho a una persona imputable como

consecuencia de una infracción criminal impuesta en una sentencia firme por un órgano

judicial” (pag. 21)

Resocialización

Francisco Heydegger lo define de la siguiente manera: “Tiene como base la prevención

especial, esto quiere decir que el sistema carcelario esta direccionado para que los sujetos

que infringieran la ley penal, sean rehabilitados y reinsertados a la sociedad” (pag. 360)

Sistema de vigilancia electrónica personal

66
Es una combinación de procesos donde se utiliza herramientas de software, hardware,

medios de comunicación, soporte técnico y equipos responsables.

67
BIBLIOGRAFÍA

GÓMEZ HORTA, Rafael (2016). “La prevención general y especial en el sistema penal y
penitenciario colombiano”. Summa Iuris. 4(1): 162

DE ARAUJO ALVES, Jaiza (2017). “La evolución de los fundamentos de las penas y el
surgimiento de políticas actuariales basadas en la sociedad de riesgo”. Revista de
Derecho, Escuela de Post Grado de la Universidad de Chile: 72

ALFONSO DE BARRETO, Inocencia (2013). “Tema: La teoría de la pena”. Universidad de


Salamanca, XXXIII Curso de especialización en Derecho: 31-32.

Badeni, Gregorio. (2006). “Presunción de inocencia, excarcelación y caución”. Publicado


en Revista La Ley, pág. 11 y 12.

Rodríguez Manzanera, Luis. (1998). Crisis Penal y Sustitutivos penales. Editorial Porrúa:
México.

Sánchez Velarde, Pablo. (2006). Introducción al nuevo proceso penal. Idemsa: Lima

Barreira, Alberto Jorge. (2004). La reforma de la prisión provisional (Leyes orgánicas 13 y


15 de 2003) y la doctrina del Tribunal Constitucional. En Jueces para la
Democracia, información y Debate, Número 51, Madrid.

Silva Sánchez, Jesús. (2007). Función de la pena, prevención y reducción de la violencia


en la sociedad. En Segunda clase magistral, Congreso Internacional: Violencia,
Delincuencia y Política Criminal. Ed. Unidad de comunicaciones del Ministerio de
Justicia: Santiago de Chile.

Manzini, Vicenzo. (1952). Tratado de Derecho Procesal Penal. Ed. E.J.E.A.: Buenos Aires.
MAPELLICAFFARENA, Borja. Las consecuencias jurídicas del delito. Quinta
Edición. Pamplona: Editorial Aranzadi S.A., 2011, p. 21.
HEYDEGGER, Francisco R., GIRALDO ISIDRO Miguel Ángel y Juan Sergio BAYONA
HUERTA (Coordinadores). Actualidad penal. N° 08, Lima: Pacífico Editores S.A.C.,
2015, p. 360.

CARBALLO BARCOS, M., & GUELMES VALDÉS, E. L. (2016). Algunas consideraciones


acerca de las variables en las investigaciones que se desarrollan en educación.

68
Revista Universidad y Sociedad. Recuperado de
(http://scielo.sld.cu/pdf/rus/v8n1/rus20116.pdf).
DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo (2008). La prisión preventiva en la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional. Temas Penales en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional Anuario de Derecho Penal 2008. Recuperado el 03 de enero del
2021, de Unifr: https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/anuario/an_2008_04.pdf

HERNANDEZ, FERNANDEZ Y BAPTISTA (2010). Metodología de la Investigación. (5°


ed.) Mexico: interamericana editores.

SALAS, Héctor (2011) “Investigación Cuantitativa (Monismo Metodológico) y Cualitativa


(Dualismo Metodológico): El Status Epistémico de los Resultados de la
Investigación en las Disciplinas Sociales”. Recuperado el 03 de enero del 2021, de
Scielo: https://scielo.conicyt.cl/pdf/cmoebio/n40/art01.pdf

USCAMAYTA CARRASCO, W. (2016). La vigilancia electrónica personal: su aplicación y


consecuencias. Lex No. 17, Año XIV. Recuperado de:
http://dx.doi.org/10.21503/lex.v14i17.939

NUNOVERO, LUCY B. (2017) Factores de Aumento de la Población Penitenciaria en el


Perú, Medidas Alternativas y Vigilancia Electrónica. Estudios Penales y
Criminológicos. Vol. XXXVII.

VALENZUELA SALDIAS, Jonatan. (2018) Hacia un estándar de prueba en materia penal:


algunos apuntes para el caso de la prisión preventiva. Política Criminal. Vol. 13, N°
26. Recuperado de: http://dx.doi.org/10.4067/S0718-33992018000200836

PIEDRA-CORREA Y TRELLES-VICUÑA (2020) Ponderación de derechos, al momento de


disponer medidas cautelares como la prisión preventiva, frente a la emergencia
sanitaria por SARS-COV-2. Ciencias Técnicas y Aplicadas, 2550-682X.

MORALES PEILLARD, Ana María. “Vigilancia en la modernidad tardía: El monitoreo


telemático de infractores”. Revista de política criminal, Vol. 8, 130 N° 16, 2013.
Disponible en http://www.politicacriminal.cl/Vol_08/n_16/Vol18N16A3.pdf.
Consultado el 28.01.2021.

PEÑA CAROCA, Ignacio. “Monitoreo telemático: análisis desde la sociología del control y
la economía política del castigo”. Revista de estudios de justicia, N° 18, 2013.
Disponible en
http://www.rej.uchile.cl/index.php/RECEJ/article/viewFile/29922/31700.
Consultado el 29-01-21

GÓMEZ HORTA, Rafael (2016). “La prevención general y especial en el sistema penal y
penitenciario colombiano”. Summa Iuris. 4(1): 162

DE ARAUJO ALVES, Jaiza (2017). “La evolución de los fundamentos de las penas y el
surgimiento de políticas actuariales basadas en la sociedad de riesgo”. Revista de
Derecho, Escuela de Post Grado de la Universidad de Chile: 72

ALFONSO DE BARRETO, Inocencia (2013). “Tema: La teoría de la pena”. Universidad de


Salamanca, XXXIII Curso de especialización en Derecho: 31-32

BADENI, Gregorio. (2006). “Presunción de inocencia, excarcelación y caución”. Publicado

69
en Revista La Ley, pág. 11 y 12.

RODRÍGUEZ MANZANERA, Luis. (1998). Crisis Penal y Sustitutivos penales. Editorial


Porrúa: México.

SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. (2006). Introducción al nuevo proceso penal. Idemsa: Lima

BARREIRA, Alberto Jorge. (2004). La reforma de la prisión provisional (Leyes orgánicas


13 y 15 de 2003) y la doctrina del Tribunal Constitucional. En Jueces para la
Democracia, información y Debate, Número 51, Madrid.

SILVA SÁNCHEZ, Jesús. (2007). Función de la pena, prevención y reducción de la


violencia en la sociedad. En Segunda clase magistral, Congreso Internacional:
Violencia, Delincuencia y Política Criminal. Ed. Unidad de comunicaciones del
Ministerio de Justicia: Santiago de Chile.

MANZINI, Vicenzo. (1952). Tratado de Derecho Procesal Penal. Ed. E.J.E.A.: Buenos
Aires.

MAPELLICAFFARENA, Borja. Las consecuencias jurídicas del delito. Quinta Edición.


Pamplona: Editorial Aranzadi S.A., 2011, p. 21.

HEYDEGGER, Francisco R., GIRALDO ISIDRO Miguel Ángel y Juan Sergio BAYONA
HUERTA (Coordinadores). Actualidad penal. N° 08, Lima: Pacífico Editores S.A.C.,
2015, p. 360.

VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe (2017). Derecho Penal Básico. Colección “Lo


Esencial del Derecho” N° 3. Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo
Editorial, 2019, p. 25-26.

70

También podría gustarte