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LA EFICIENCIA ORGANIZACIONAL

mide básicamente el éxito de una organización para alcanzar sus objetivos.


Una organización eficaz funciona como una máquina bien diseñada y
engrasada. Cada parte de ella se mueve para producir con éxito los
resultados que la empresa se propone alcanzar, desperdiciando el menor
tiempo y recursos posibles.

La eficiencia organizacional se define como un concepto para medir la eficiencia


de una organización en el cumplimiento de sus objetivos con la ayuda de los
recursos dados sin poner una tensión innecesaria en tus empleados. Se trata de la
forma en que la empresa puede producir la cuota objetivo de productos y/o
servicios, la eficiencia de sus procesos y la cantidad de residuos que se producen.

 Los líderes que fijan objetivos bien definidos para los empleados y esbozan
formas de ejecutar eficazmente esos objetivos.
 La gestión de los procesos de toma de decisiones y los canales de
comunicación son claros.
 Empleados comprometidos - que son seleccionados cuidadosamente y
remunerados de forma justa - que producen un trabajo que da prioridad a
los resultados.

 ¿Por Qué es Importante la Eficiencia Organizacional?

Cuando pensamos en eficacia probablemente pensemos en ejemplos de personas


de éxito como Mark Zuckerberg o Steve Jobs; pero en un contexto organizacional,
la eficacia puede ser más difícil de definir. Una cosa es tener una empresa de
éxito, pero que sea eficaz o no es diferente.

Puedes tener mucho éxito, pero si además fueras eficaz, tu éxito aumentaría
considerablemente. Cuanto más eficaz sea una organización, más posibilidades
tendrá de sobrevivir y prosperar a lo largo de los años. Hay que saber que la
implementación de procesos organizacionales para ser más eficaces es algo que
hay que aprender y practicar a diario, es un compromiso que hay que revisar y
evaluar cada cierto tiempo para ver cómo está funcionando y ajustar las áreas que
necesitan mejorar.

Un estudio de Bain & Company hace una interesante comparación entre un


compromiso continuo con la eficacia de la organización y una serie de iniciativas
puntuales que sólo ayuden a reducir los costes. La primera es comparable a una
rutina saludable de comer bien y hacer ejercicio con regularidad, mientras que la
segunda es similar a una dieta extrema. Aunque esta última puede funcionar a
corto plazo y obtener resultados inmediatos, no "construye los músculos para
mantener el cambio a largo plazo".
EFICACIA DE LOS ORGANIZACIONES

Hoy en día las organizaciones deben ser más "Eficaces" ya que la competencia es
fuerte entre ellas. Organizar implica desarrollar una estructura intencional de
papeles para lograr el desempeño eficaz.

Toda organización debe considerar lo que implica la eficiencia y eficacia dentro de


ella a fin de lograr sus objetivos.

En el ámbito de las ciencias sociales se suele definir la eficacia como el grado en


el que un individuo, grupo u organización ha alcanzado los objetivos establecidos.
Es habitual presentar la eficacia con relación a conceptos relacionados,
especialmente la eficiencia. Es por tanto importante aclarar sus diferencias.

En economía, la eficiencia (al contrario que en el lenguaje popular) ha tenido un


significado diferente al de eficacia: se dice que determinada asignación de
recursos posee eficiencia si no es posible producir mayor cantidad de un bien sin
renunciar a la producción de otro bien. Es por ello que en el ámbito empresarial se
ha impuesto el concepto de eficiencia entendida como la relación existente entre
los resultados obtenidos y los medios empleados para conseguirlos, y el concepto
de eficacia como la consecución de los objetivos empresariales.

Implicaciones estratégicas

Según estas definiciones, se puede ser eficiente sin ser eficaz, y eficaz sin ser
eficiente, dado que el hecho de que los bienes se produzcan en una situación de
eficiencia no garantiza que la combinación de bienes obtenida sea de utilidad para
el cumplimiento de los objetivos.

La aplicación al ámbito estratégico y organizativo de estos dos conceptos es


inmediata. La búsqueda de las ventajas competitivas no puede obviar ninguna de
las dos variables, ni la eficacia ni la eficiencia. Con un ejemplo tal vez se clarifique
la idea. Piénsese en la empresa Olivetti, durante muchos años líder mundial en la
producción de máquinas de escribir. Sus sistemas organizativos (tanto de
producción, comercialización, administrativos...) llegaron a ser extremadamente
eficientes, de tal modo que la relación entre los resultados obtenidos y los medios
empleados para alcanzarlos fue excelente. Pero, con la llegada de los
procesadores de texto, si Olivetti hubiese seguido produciendo máquinas de
escribir exactamente del mismo modo, su eficiencia no se habría visto afectada,
pero sí su eficacia: ya no había demanda para máquinas de escribir, que aunque
se hiciesen de una manera extremadamente eficiente, ya no contribuían a
alcanzar los objetivos empresariales. Es por ello que algún autor ha asimilado la
eficiencia a “hacer las cosas correctamente”, y la eficacia a “hacer las cosas
correctas”. Ambas capacidades son fundamentales en la búsqueda de la ventaja
competitiva.

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