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TEMA 1.

EL ESPACIO GEOGRÁFICO ESPAÑOL: DIVERSIDAD GEOMORFOLÓGICA.

España es un estado europeo de tamaño medio 506.000 km2, situado en la zona templada del
hemisferio norte. Comprende un territorio peninsular, que ocupa el 97’53% de dicha
superficie; un archipiélago mediterráneo (I.Baleares), un archipiélago atlántico (I.Canarias),
Ceuta y Melilla y algunos peñones e islotes.

La península ibérica alberga los estados de España y Portugal, el principado de Andorra y el


enclave de Gibraltar. Cuenta con unos límites marítimos: Atlántico, Mediterráneo y
Cantábrico y unos límites terrestres: al norte con Francia a través del istmo de los Pirineos y al
oeste con Portugal.

La península ibérica es un inmenso cuadrilátero, de forma maciza, que ya el geógrafo


griego Estrabón comparó con una piel de toro extendida. Es ta península está unida al
continente por un istmo de 440 Km de largo por el que discurren los Pirineos lo que
acentúa su aislamiento del resto del continente europeo.

La península presenta una posición original entre dos continentes, Europa y África, y entre
dos grandes masas de agua, el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Es un país con gran
desarrollo costero (3.904 km) que junto a los territorios insulares hace un total de 6000
km, de ahí su tradición marinera.

Su posición geoestratégica o de encrucijada España está situada en la zona templada del


Hemisferio Norte (Latitud entre 36º y 43º Norte y Longitud entre 4º Este y 9º Oeste) .

Es la península europea más


meridional y occidental y la
más próxima al continente
africano (solo 14 kilómetros la
separan de las costas africanas
a través del estrecho de
Gibraltar). Todo ello la sitúa a
medio camino entre África y
Europa, entre América y Asia, es
decir, en una situación de
encrucijada y de transición lo
que le confiere una gran
diversidad interior que hace
que España sea un país de
contrastes y un lugar de
encuentro.

El territorio español presenta


una gran diversidad natural y
humana. Natural por la gran
variedad del relieve y por los contrastes climáticos, que determinan diferentes tipos de
vegetación, de aguas y suelos, dando lugar a una gran pluralidad de paisajes humanos.
CARACTERÍSTICAS DEL RELIEVE PENINSULAR

El relieve es el conjunto de formas que presenta la superficie terrestre. Son el resultado de una
estructura geológica originada por las fuerzas internas de la Tierra y del modelado realizado
sobre ella por fuerzas y procesos externos (meteoros atmosféricos, aguas, seres vivos, etc.). La
disciplina científica que estudia el relieve es la Geomorfología. Fuerzas internas + tipo de roca +
agentes erosivos: relieve resultante.

En una visión de conjunto del relieve de la Península Ibérica se aprecian tres de sus rasgos
principales: la elevada altitud media, la disposición periférica de los relieves montañosos, y la
forma maciza y compacta de la península.

1/ La elevada altitud media: España presenta una altitud media de 660 metros sobre el nivel
del mar. Esta altitud es resultado de la profusión de montañas de altitud media y, sobre todo,
de la gran extensión que ocupa la Meseta castellana.
2/ La disposición periférica del relieve: la mayoría de los sistemas montañosos de la Península
se disponen en relación a la Meseta. Bien en su interior (Sistema Central y Montes de Toledo),
en torno a ella (Montes de León, Cordillera Cantábrica e Ibérica, Sierra Morena) o
independiente a ella (Sistemas Béticos y Pirineos). Esta disposición es la responsable del
aislamiento del interior peninsular y de la escasa penetración de la influencia del mar.

3/ La forma maciza y compacta: se debe a la gran extensión de la Península Ibérica en latitud y


en longitud con respecto a otras penínsulas mediterráneas. A ello se une un contorno nítido,
con pocos entrantes y salientes, y un litoral muy abrupto.

En cuanto al relieve insular, los archipiélagos ofrecen dos tipos de relieve claramente
diferenciado. Las islas Baleares guardan una estrecha relación con el relieve peninsular,
mientras que en las islas Canarias son completamente independientes, tanto por su situación
geográfica como por su carácter volcánico.

Evolución Geológica del Relieve Peninsular

El relieve de España guarda relación, como toda la superficie terrestre, con la tectónica de
placas, es decir, con el deslizamiento de grandes placas litosféricas que, en sus movimientos
de deriva, se aproximan entre sí, comprimen los sedimentos depositados en las cuencas
geosinclinales y originan las cordilleras. Estos procesos se desarrollan durante millones de años
y se corresponden con fases de actividad orogénica que se denominan plegamientos.

Por otra parte, todas las tierras emergidas están sometidas a los efectos de la erosión, que se
manifiesta como una fuerza destructora y niveladora del relieve, que, al mismo tiempo que se
crea, se transforma y se destruye, de manera que las formas que apreciamos hoy no coinciden
con las originarias, sino que son resultantes de la interacción de las fuerzas de la naturaleza.
En la formación del relieve peninsular, las placas eran la eurosiberiana o de Laurasia y la
africana o de Gondwana, que estaban separadas por el amplísimo mar de Thetis, antecedente
del actual mar Mediterráneo y gran geosinclinal a expensas de cuyos sedimentos se formaron
las primeras tierras ibéricas.

Las fases orogénicas principales se corresponden con las Eras Primaria y Terciaria, en las que la
Península se vio afectada por los plegamientos herciniano y alpino, respectivamente. Por el
contrario, las Eras Secundaria y Cuaternaria se corresponden con épocas de erosión y
sedimentación.

La evolución del relieve español comienza en la Era Primaria, con la sedimentación en el mar
de Thetis de los materiales arrancados por la erosión de las placas Laurasia y Gondwana. Estos
sedimentos fueron comprimidos por el plegamiento herciniano que hizo emerger el Macizo
Hespérico.
La Era Secundaria, se corresponde con una era de calma orogénica, siendo la erosión la
principal protagonista de la evolución. Las tierras emergidas fueron atacadas por agentes
erosivos, perdiendo altura y quedaron reducidas a penillanuras, depositándose los materiales
que la erosión había extraído de ellas en el mar de Thetis, un gran geosinclinal en los que a lo
largo de la Era Secundaria se acumulan los sedimentos.

En la Era Terciaria, el plegamiento alpino afectó a las tierras emergidas desde antiguo y a los
depósitos sedimentarios recientes. Unos y otros eran de naturaleza distinta, de ahí que, ante el
empuje alpino, los efectos fueran diversos: los viejos materiales, duros, rígidos y frágiles
debido a su antigüedad, se fragmentaron, unos bloques quedaron elevados (Sistema Central,
Montes de Toledo) y otros hundidos; en cambio, los sedimentos del los fondo geosinclinar,
flexibles, elásticos y deformables, se comprimieron plegándose ante el empuje orogénico y
emergieron para dar lugar a las grandes cordilleras: cordilleras Béticas y los Pirineos.

Consecuencia última del plegamiento alpino sobre el viejo zócalo herciniano fue el
basculamiento de todo el conjunto hacia el oeste, lo que obligó a la nueva red hidrográfica a
encauzarse hacia el océano Atlántico.

En la Era Cuaternaria se alternaron en España y en Europa periodos glaciares e interglaciares.


Tras el plegamiento alpino, la Península adquirió su conformación definitiva y su evolución
posterior quedó reducida a la colmatación de las depresiones interiores y de los brazos de mar
que se ubicaban en las actuales depresiones del Ebro y del Guadalquivir.

En los periodos glaciares, las altas montañas están ocupadas por extensos glaciares, cuyas
lenguas labran valles y arrastran todo tipo de materiales. Las zonas montañosas medias
soportan un clima muy frío, el suelo permanece helado algunos meses; el frío origina el
cuarteamiento de las rocas y su acumulación al pie de las pendientes y fondo de los valles. Las
zonas bajas, por su parte se ven afectadas por la intensa erosión de los ríos.

El glaciarismo afectó a las cordilleras más altas, dando lugar a glaciares de circo y de valle.

Los glaciares de circo se reducen a la cabecera del valle. En la Península por su altitud, la
mayor parte de los glaciares fueron de circo y cuando se fundieron los hielos originaron
pequeños lagos.
Los glaciares de valle, se forman cuando el espesor de hielo acumulado en el circo es grande.
Entonces el hielo de las capas inferiores se desplaza fuera del circo y se desparrama valle
abajo.

En las fases interglaciares, que se corresponden con un tiempo más cálido, se funden los
hielos acumulados durante las glaciaciones. En consecuencia, aumenta el caudal y la fuerza
erosiva de los ríos, que ahondan sus cauces y forman amplias terrazas de cantos rodados, o
aluviones, arenas y limos.

En la formación del relieve insular, las islas Baleares son la prolongación geográfica de la
Península en el mar Mediterráneo a través del cabo de la Nao, ya que, excepto en la isla de
Menorca, el archipiélago presenta la continuidad de las cordilleras Béticas; así lo acredita su
estructura geológica, la naturaleza de los materiales y la edad de formación. Es en Mallorca
donde se hallan mejor representados los caracteres originales del relieve, en la existencia de
dos cadenas montañosas y una depresión interior. La isla de Menorca se vincula a la cordillera
Costero-Catalana, perceptible en el roquedo y en su orientación.

Las islas Canarias, situadas en el océano Atlántico, tienen un carácter volcánico. Su origen hay
que relacionarlo con las emisiones volcánicas que tuvieron lugar a mediados de la Era
Terciaria, a través de las fracturas existentes en la zona de fricción entre la placa africana y la
corteza oceánica. Las islas se elevan desde las profundidades marinas hasta una altura
considerable. Su punto culminante es el Teide con 3718 metros en la isla de Tenerife.
ANEXO - RELIEVE ESPAÑOL. HISTORIA DE LA EVOLUCIÓN GEOLÓGICA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
ERA GEOLÓGICA
ACTIVIDAD PRINCIPAL RESULTADO LITOLOGÍA PRINCIPAL

Arcaico o Precámbrico
4000-600 mill años Aparecen algunas bandas montañosas que son arrasadas por la Todo cubierto casi en su totalidad por los mares
erosión paleozoicos

Primaria o Paleozoico
Movimientos orogénicos Hercinianos Emergió el macizo Hespérico, formando parte de una España silícea: ocupa el macizo
600-225 millones de cordillera surgida por las mismas circunstancias en el herciniano de la Meseta, perteneciente
años suroeste de Europa. a la era Primaria (Galicia, Extremadura,
Sierra Morena…). Está consituida por
materiales rocosos antiguos ricos en
sílice: granito, cuarcita y pizarra. Al ser
antiguas han sufrido mucha erosión,
presentando actualmente peculiares
formas en el paisaje (completar con
imágenes)

Secu ndaria o
Mesozoico Es una época de calma orogénica, predominando procesos de El macizo Hespérico sufre un desgaste España caliza: ocupa la zona oriental de
erosión/sedimentación a la vez que se producen regresiones y transformándose en un terreno donde predominan los la peninsula, formando una Z invertida
225-68 mill. de años transgresiones marinas que provocaron que en los bordes del llanos, es decir, penillanuras. que engloba las cordilleras de origen
macizo Hespérico se acumularan materiales sedimentarios alpino: Pirineos, Cordillera Cantábrica,
tanto del Mesozoico como del Paleozoico. Sistema Ibérico y Béticos. Su origen es
sedimentario: caliza, margas, areniscas y
Terciaria o Meseta Central, dividida por el Sistema Central y los conglomerados. Sus procesos de
Cenozoico Movimientos orogénicos Alpinos Montes de Toledo. erosión también provocan formas
Cinturón de Sistemas montañosos en los bordes del peculiares del paisaje (completar con
68-1,7 millones de macizo Hespérico. imágenes).
años Depresiones del Ebro y Guadalquivir
Pirineos, Cordillera costero-catalana y sistemas Béticos

Cuaternaria Época de calma orogénica. Se suceden periodos de glaciaciones El modelado actual del paisaje responde a los procesos
con otros interglaciares. de erosión y sedimentación de esta Era. España arcillosa: se encuentra en las
1,7 mill de años- El modelado de la Península Ibérica continua mediante: relleno depresiones interiores de la Meseta, del
de depresiones con materiales sedimentarios; basculación de la
actualidad Meseta Central (antiguo macizo Hespérico) hacia el Atlántico, Glaciarismo y terrazas fluviales Ebro y del Guadalquivir. Son materiales
con la consecuente configuración de la red hidrográfica actual; recientes y flexibles no afectados por
dibujo de la línea de costa (más recortada al norte, cabos, ninguna orogenia: arcilla, yeso, arena,...
golfos,...); procesos glaciares de erosión, principalmente en las Sus formas del relieve suelen ser planas,
cumbres de las cadenas montañosas. aunque si se asientan sobre materiales
duros se produce un relieve en forma de
mesa.
Para entender mejor la tabla anterior, adjunto a imagen sobre evolución geomorfológica de la Península Ibérica ampliada:
El Roquedo y los tipos de relieve

Si consideramos la península Ibérica desde el punto de los materiales que la constituyen,


podemos distinguir tres ámbitos:

La Iberia silícea

Esta zona está constituida por aquellas áreas en las que afloran en abundancia materiales
como la sílice y el cuarzo, y en las que predominan las rocas cristalinas y duras (granito, gneis,
cuarcitas, pizarras, mármoles). La Iberia Silícea ocupa el tercio occidental de la Península: el
zócalo de la Meseta, el Macizo Galaico, el Sistema Central, los Montes de Toledo y Sierra
Morena. No obstante, las rocas silíceas también están presentes en la zona axial del Pirineo,
las altas cumbres de Sierra Nevada y núcleos
aislados del Sistema Ibérico.

Estructuralmente esta zona se corresponde con la


Iberia de los macizos antiguos; materiales
paleozoicos, muy desgastados por la erosión.

Los granitos son rocas plutónicas reconocibles por


su textura cristalina, definida por la presencia de
cristales perfectamente observables a simple vista,
que están compuestas por un agregado de cuarzo,
feldespato y mica como elementos fundamentales.
El modelado granítico es muy típico, dando lugar a relieves fácilmente identificables. Se origina
fundamentalmente debido a dos características inherentes a la propia roca:

1. Su gran resistencia a la erosión física, que contrasta con su gran vulnerabilidad ante la
meteorización química.
2. La abundante presencia de diaclasas o grietas, presentes en la estructura de sus
bloques, dispuestas en planos horizontales y verticales. Es por esta razón por la que, como
veremos, el granito se presenta dividido en bloques independientes.

El proceso de alteración química y de erosión, que define el modelado granítico, ocurre de la


siguiente forma: el agua de lluvia penetra en los bloques de granito a través de las diaclasas y
reacciona con los feldespatos y las micas produciendo su alteración incompleta. Los materiales
sueltos, producto de la reacción, son lavados y arrastrados por el agua depositándose en la
base del bloque granítico, donde se acumularán en forma de restos arenosos constituidos por
los granos de mica y de feldespato inalterados y por granos de cuarzo que han sido
desprendidos durante el proceso. Este es un proceso de arenización.

Como resultado del proceso se producirá la fragmentación de la masa granítica primitiva en


bloques redondeados. Estos bloques dispuestos unos sobre otros forman las conocidas
piedras caballeras, tan características de los paisajes graníticos, que cuando llegan a conformar
estructuras inestables caen, originando un típico relieve de bolos redondeados, el caos
granítico.
La Iberia Caliza

Esta Iberia está integrada por formaciones sedimentarias, la mayoría de origen marino,
depositadas durante la Era Secundaria. La Iberia caliza dibuja una zeta invertida que,
arrancando en los Pirineos, se prolonga por los Montes Vascos y la parte oriental de las
cordilleras Cantábricas, Ibérica y Béticas.

Estructuralmente se corresponde
con cordilleras modernas, formadas
cuando la orogenia alpina plegó las
áreas que en la Era Secundaria
habían recibido una sedimentación
de origen marino. Son, por tanto,
relieves estructurales propios de
cordilleras jóvenes.

La roca caliza, de ahí que los ríos


formen gargantas profundas; pero
también es una roca permeable, lo
que origina un típico paisaje
Kárstico cuyas formas más típicas
son las dolinas, los lapiaces, las
cuevas, simas...

La Iberia arcillosa

Esta zona está formada por materiales sedimentarios de origen continental o marino, como
margas, yesos y arcillas. La juventud de los materiales (finales del Terciario y Cuaternario) hace
que no hayan sido afectados por el plegamiento alpino.

Estructuralmente se corresponde con las grandes depresiones de las submesetas norte y sur, y
con las depresiones del Ebro y del Guadalquivir.

La topografía se caracteriza por un paisaje de suaves ondulaciones. Es el paisaje de la campiña,


que tiene su modelo más representativo en las provincias de Córdoba y Sevilla.
En los lugares que alternan largos periodos secos con lluvias torrenciales se produce sobre las
arcillas un abarrancamiento (cárcavas, bad lands)

Erosión diferencial. En todas las áreas de roquedo es frecuente que aparezcan rocas de
distinto origen y resistencia.

1/ Cuando los estratos son horizontales y alternativamente duros y blandos:

2/ Cuando los estratos están suavemente inclinados


3/ Cuando los estratos están plegados

RELIEVE JURÁSICO

Los materiales que constituyen los archipiélagos son muy distintos. La naturaleza de los
materiales de las islas Baleares son los mismos que en la Península, ya que, como hemos
señalado son una prolongación geográfica.

En las islas Canarias, la naturaleza volcánica del roquedo, la abundancia de basalto ha


originado formas de relieve como las calderas, cráteres, roques, malpaíses, resultado de la
solidificación de la lava.
LAS GRANDES UNIDADES DEL RELIEVE PENINSULAR.

El relieve de España se agrupa en cuatro conjuntos morfoestructurales y se agrupa alrededor


de la Meseta. Antes de comenzar definimos a estas unidades morfoestructurales para
seguidamente comenzar a narrar la organización del relieve en nuestro país.

1. Zócalos o Escudos, formados en la era primaria, presenta actualmente un relieve llano


debido a sus continuas erosiones. Suelen ser de granito y se localizan en la mitad
occidental peninsular.

2. Macizos antiguos, integrados por las montañas de altitud media de cumbres


aplanadas debido a la gran acción erosiva que han experimentado en el transcurso de
los tiempos geológicos. El material que predomina sigue siendo el granito,
localizándose actualmente en Macizo Galaico, sistema Central, Montes de Toledo…

3. Cordilleras alpinas, surgidas tras el último gran plegamiento y formadas por materiales
jóvenes, fundamentalmente calizos. (Pirineos y cordilleras Béticas)

4. Depresiones. Hay dos tipos:


 Interiores: Fragmentos hundidos del viejo zócalo paleozoico, que han sido
rellenadas por los aportes sedimentarios, cuyos mejores ejemplos son la cuenca
del Duero, Tajo, Guadiana.
 Exteriores. Las situadas entre los bordes de los macizos antiguos y las cordilleras
alpinas, que ocupan antiguos golfos marinos o brazos de mar, igualmente
colmatados por los aportes sedimentarios. Son las depresiones del Ebro y del
Guadalquivir.

Todo gira alrededor de la Meseta, por lo que comenzaremos hablando de ella y de sus
unidades interiores, para seguidamente bordearla y finalmente situarnos en su exterior.

Meseta y unidades interiores.

La Meseta, es nuestra principal unidad de relieve, siendo una llanura elevada que procede el
antiguo macizo hespérico. Se encuentra basculada hacia el Oeste. Dentro de ella se diferencian
el antiguo zócalo paleozoico, sierras interiores y depresiones interiores.

Dos unidades interiores llanas: submesetas (norte y sur).

Submeseta Norte

Altitud media elevada (cercana a los 800 m.). Ocupada por la cuenca del río Duero.

Estructura: como base tiene un zócalo duro y antiguo (paleozoico), cubierto por
materiales sedimentarios, más blandos y flexibles (de las eras 2ª y 3ª).

El paisaje resultante se resume en el Páramo (extensión de terreno compuesta por


materiales resistentes a la erosión y, por tanto, con una mayor elevación que el
terreno circundante) y la campiña (terreno de ondulación suave, compuesto por los
materiales blandos). La campiña es un terreno apto para el cultivo.

Submeseta Sur

De altitud media más baja que la norte. Está dividida por los Montes de Toledo, lo que
ha generado dos cuencas, la del río Tajo y la del río Guadiana.

La submeseta sur tiene también, estructuralmente (=geomorfológicamente) hablando,


una base de materiales duros y antiguos (paleozoico), cubierta por una capa de
materiales sedimentarios más delgada que en la submeseta norte. Esto dificulta la
actividad agraria al no ser suelos profundos; de hecho, en la parte occidental de la
submeseta sur, la que ocupa Extremadura, el material paleozoico aflora a la superficie
y, casi, desaparece la cobertera sedimentaria, lo que explica el paisaje de dehesa y el
uso del suelo para actividades ganaderas de extensión más que a la agricultura.

En lo que respecta a las sierras interiores destacan el Sistema Central y los Montes de Toledo,
ambas formadas en la era terciaria como consecuencia de los múltiples pliegues sucedidos en
ésta etapa.

Sistema Central

Divide a la Meseta en dos partes.


Está formado por un conjunto de sierras: Somosierra, Guadarrama, Gredos, Peña de
Francia, Gata y la Estrella.
Estas sierras están fracturadas por fallas que forman valles.
El material litológico tiene origen intrusivo y metamórfico (granito, gneis, pizarras,...)
La erosión de estas rocas ha creado cumbres de formas suaves y redondeadas
tendiendo a planas, aunque donde ha habido erosión glaciar las cumbres son rocosas,
como en Gredos.

Montes de Toledo

Se encuentra en la Submeseta Sur, y es de menor altitud y longitud que el Sistema


Central. Están formados por: Sierra de Altamira, Villuercas, Montánchez y San Pedro.

El material litológico es muy antiguo y de desigual dureza. Por un lado están las
cuarcitas, muy duras, que encontramos actualmente en las cumbres y por otro las
pizarras, erosionadas al ser más blandas, y que actualmente encontramos en los valles
de las distintas sierras. Este tipo de paisaje se llama “apalachense”.

Esta presencia conjunta de cuarcitas y pizarras, al erosionarse, forman acumulaciones


pedregosas (procedentes de cuarcitas) empastadas por arcilla (originadas por la arcilla)
en las laderas suaves y exteriores de las sierras.

Rebordes montañosos de la Meseta.

La Meseta está rodeada por cadenas montañosas que la envuelven y la aíslan de la influencia
oceánica, confiriendo a las tierras un acusado carácter continental. Los rebordes que lo
integran son:

 El Macizo Galaico y los Montes de León.

Primitivo zócalo formado por rocas graníticas que presentan unos perfiles muy suaves.
Estructura: materiales muy antiguos y duros, que respondieron a los movimientos
alpinos fracturándose en bloques escalonados, disminuyendo la altura conforme se
acercan al mar.

El paisaje resultante es la alternancia de montañas, mesetas y depresiones. De hecho,


las rías son valles inundados por el mar. No obstante, el paisaje final ha sido perfilado
por la erosión glaciar: lago de Sanabria.
Destacan por su mayor altura la Sierra Segundera y la Sierra de los Ancares.
 Cordillera Cantábrica y Montes Vascos

Ubicación: largo y complejo sistema montañoso que recorre el borde norte de la


Meseta, paralelo a la costa, desde el macizo Galaico-Leonés hasta los Pirineos.

Estructura:

Macizo Astur-
Cantábrico:

Corresponde con el
extremo norte del
antiguo macizo
Herciniano. Sus
materiales son, por
tanto, muy duros y
rígidos (cuarcitas y
pizarras
principalmente).
Respondieron a la
orogenia alpina
fracturándose,
aunque su
resultado final se
vio afectado por la erosión glaciar.

Destacan los Picos de Europa, que con sus estrechos y profundos valles suponen un
obstáculo a la comunicación con la Meseta.

Macizo Vasco-Cantábrico:

A diferencia de la parte occidental, ésta está compuesta por materiales sedimentarios


(calizas secundarias y areniscas) plegados por los movimientos Alpinos.
El paisaje resultante es de tipo jurásico, llamando la atención los relieves de tipo
“kárstico”, con abundantes grutas que fueron utilizadas por el hombre ya en la
Prehistoria.

 El Sistema Ibérico.

Destaca su extensión desde el sur de la cordillera cantábrica hasta el mar Mediterráneo.


Sus materiales son secundarios dividiéndose claramente en dos partes:

La parte septentrional cuenta con importantes sierras (Demanda, Urbión, Moncayo)


encontrándose en estos lugares las partes más altas del sistema.

El sector meridional de la cordillera es más ancho y de contorno y alineación menos precisos;


en él se pueden distinguir dos ramas separadas:

1. una interior o meseteña, con sierras como Albarracín o Serranía de Cuenca.


2. y otra exterior o aragonesa, con sierras como la de Gúdar
3. en medio la Depresión Ibérica , fosa tectónica rellena.

 Sierra Morena:

Más que un sistema montañoso, Sierra Morena es un abombamiento resultado de la


fractura del borde meridional de la Meseta durante la orogenia Alpina. La parte que se
hundió forma actualmente la depresión del Guadalquivir. Por eso si se observa desde
el norte, no aparenta gran altura, mientras que desde el sur es todo lo contrario,
dificultando las comunicaciones entre el sur de la Península Ibérica y la Meseta, que se
tiene que hacer aprovechando los escasos valles y desfiladeros como el de
Despeñaperros.
Sus materiales son duros, claro, de origen paleozoico (de la Meseta: granitos, cuarcitas,
pizarras y también calizas). Es una zona rica en minerales de interés para el hombre,
que los ha explotado de épocas históricas muy antiguas (minas de Riotinto, Almadén,
Peñarroya-Pueblonuevo,...)

Unidades exteriores a la Meseta.

Fuera de la Meseta se sitúan las unidades de relieve a las que, en razón de su posición
geográfica, denominamos sistemas exteriores. Son cordilleras y depresiones cuya formación se
inició a comienzos de la Era Terciaria. Las cordilleras surgieron por efecto de la orogenia alpina,
que plegó e hizo emerger los sedimentos depositados durante la Era Secundaria al Norte y Sur
de viejos macizos. Las depresiones corresponden a las fosas alpinas establecidas entre los
sistemas en curso de formación y el borde del zócalo paleozoico.

Se integran en dos grandes conjuntos:

1. uno septentrional, formado por los Pirineos, Montes Vascos, la Cordillera Costero-
Catalana y la depresión del Ebro;
2. y otro meridional, integrado por las Cordilleras Béticas y la depresión del Guadalquivir.

 Los Pirineos.

Forman una barrera montañosa robusta y compacta que constituye una frontera natural con
Francia. Podemos distinguir varias zonas:

1. El Pirineo axial. Es la zona central y más abrupta de la cordillera. Se extiende


longitudinalmente por una banda de materiales paleozoicos . Destacan las cumbres del
Aneto, Monte perdido y Monte maldito.
2. El Prepirineo, Está formado por rocas calizas con cumbres menos elevadas y se
descompone en dos alineaciones montañosas separadas, a su vez, por una depresión
longitudinal: la depresión prepirenaica

 La Cordillera Costero-Catalana.
Separada de los Pirineos por fallas que han dado lugar a una importante región volcánica
peninsular: Campos de Olot. La cordillera está partida en dos unidades: una parte norte
formada por materiales primarios y una sur por materiales secundarios. Además en cuanto a la
altura también podemos ver como la parte que bordea la costa presenta suavidad en sus
perfiles destacando los Altos del Garraf, mientras que en el interior se encuentran las zonas
más elevadas destacando las sierras de Montserrat y del Montseny. Ambas zonas se
encuentran divididas por una depresión muy fértil.

 La Depresión del Ebro.

Cuenta con una forma similar a la de un triángulo encontrándose entre los Pirineos, el sistema
Ibérico y la cordillera Costero-Catalana. La depresión estuvo ocupada por el mar, pero luego se
cerró, transformándose en un gran lago donde se fueron depositando variedad de materiales
sedimentarios. Entre ésta tipología, cuando los materiales son duros han dado lugar a relieves
de páramos, mesas… y si son blandos han dado lugar a la formación de cárcavas.

 Los Sistemas Béticos.

Constituyen el mayor sistema montañoso de la Península, el de menor edad , más largo y el de


mayor complejidad geológica. Presenta dos unidades diferenciadas:
o Cordillera Penibética, litoral, cordillera externa que se levanta bruscamente
ante el litoral y contiene las sierras de mayores alturas: Sierra Nevada, entre
otras. En esta última están las mayores alturas del sistema: el Mulhacén
(3478m). Predominan los materiales primarios.
o Cordillera Subbética, interior que se extiende de Cádiz a Alicante por las
sierras de Grazalema,Mágina, Cazorla, Segura…Predominan las calizas de las
cuales se han formado relieves kársticos, de los que el más representativo es
el Torcal de Antequera.
o Entre ambos conjuntos se sitúa la depresión Intrabética, una serie de
depresiones interiores que se extiende desde Antequera hasta Baza, pasando
por Loja, Granada y Guadix.

 La Depresión del Guadalquivir.

Ocupa el espacio que se extiende entre las Cordilleras Béticas y Sierra Morena. Es una amplia
depresión en forma triangular abierta al océano Atlántico, del que recibe la influencia
marítima.

Inicialmente, la depresión estuvo cubierta por mar siendo un gran lago de agua salada
(albufera) para después convertirse en marisma. En la actualidad el relieve es suavemente
ondulado siendo característico las campiñas, mesas…, tierras llanas suavemente onduladas
que han sido objeto de explotación agraria desde la antigüedad.
EL RELIEVE BALEAR Y CANARIO.

Los archipiélagos ofrecen dos tipos de relieve claramente diferenciados. Las islas Baleares
guardan una estrecha relación con el relieve peninsular, mientras que las Canarias son
completamente independientes, tanto por su situación geográfica como por su carácter
volcánico.

Las Islas Baleares.

Son la prolongación geográfica de la Península en el mar Mediterráneo a través del cabo de La


Nao, ya que, excepto en la isla de Menorca, el archipiélago representa la continuidad de las
Cordilleras Béticas.

En Mallorca, destaca la sierra de Tramontana, que contiene la mayor elevación del


archipiélago. En su relieve litoral predominan playas y calas.
La isla de Menorca se diferencia del resto del archipiélago por su vinculación con la cordillera
Costero-Catalana, hecho perceptible en la naturaleza del roquedo e, incluso, en su particular
forma y orientación. Ofrece un norte muy escarpado y un sur caracterizado por sus estrechas y
largas playas y calas.

Las Islas Canarias.

Situadas en el Océano Atlántico, tienen un carácter volcánico que ofrece un relieve muy
característico compuesto por calderas, roques de lavas que la erosión ha puesto al descubierto
o los malpaíses resultantes de la solidificación de las lavas.

Su punto culminante es el Teide, que con 3710 metros de altitud es la montaña más alta de
España. En sus costas predominan los acantilados frente a una escasez de playas.

LAS COSTAS ESPAÑOLAS

Las costas guardan una estrecha relación con el relieve interior, pues son el lugar de contacto
entre éste y el mar.
El litoral peninsular presenta como primera característica la rigidez de contorno y la ausencia
de sinuosidades y entalladuras, lo que contribuye a definir el carácter macizo de la Península
Ibérica. Se articula en tres tramos bien diferenciados y bañados, respectivamente, por el mar
Cantábrico, el océano Atlántico y el mar Mediterráneo.

Las costas cantábricas tienen un trazado muy rectilíneo. Sobresalen los cabos de Machichaco,
Ajo y Peñas y las pequeñas rías. Dominan las formas acantiladas, escasean las playas y destaca
la existencia de rasas, terrazas elevadas de escasa anchura labradas por la abrasión marina.

Las costas gallegas se inscriben en su mayor parte en el litoral atlántico, que, a excepción del
tramo comprendido entre los cabos de Ortegal y Finisterre, presenta una trayectoria rectilínea
de orientación norte sur. Su principal elemento definidor es la existencia de rías o valles
fluviales que han sido ocupados por las aguas marinas a medida que se ha hundido la
superficie continental. Las rías originan una costa articulada en la que la tierra y mar son
complementarios a efectos geográficos y fundamento de la vocación marinera de laGalicia
litoral.

En el extremo suroeste de la Península, el litoral atlántico, desde la desembocadura del


Guadiana hasta el cabo Trafalgar se abre un óvalo que corresponde a la depresión del
Guadalquivir. La costa es baja y arenosa y conserva la marisma como vestigio de una
colmatación que aún no ha concluido y cuyo antecedente fue el lago Ligustinus de los
romanos.

Las costas mediterráneas se extienden desde la punta de Tarifa hasta la frontera francesa y se
descompone en varios sectores:

El primero de ellos es el denominado sector bético, cuyo tramo andaluz es rectilíneo y


corresponde a la alineación penibética, que se eleva a gran altura y a escasa distancia de la
costa, a partir del cabo de Gata toma dirección noreste hasta el cabo de La Nao, que
representa la proa de las cordilleras béticas en su avance hacia el archipiélago balear.

Al norte del cabo de La Nao el litoral mediterráneo se descompone en dos tramos: el golfo de
Valencia y el litoral catalán. El golfo de Valencia coincide con la terminación meridional del
Sistema Ibérico, cuyo gradual descenso hasta hundirse en el mar Mediterráneo ha permitido la
aparición de la amplia llanura litoral sobre la que se asienta la huerta valenciana y cuya costa,
baja y arenosa, cuenta con accidentes tan importantes como la albufera de Valencia.

El litoral catalán acoge el delta del Ebro, el mayor delta peninsular, forma do gracias a los
aportes sedimentarios del río Ebro y a la quietud de las aguas mediterráneas, que no los ha
alejado de su lugar de depósito. Desde Tarragona hacia el norte el litoral acusa la trayectoria
de la cordillera litoral y adquiere las formas abruptas y bellas de la Costa Brava.

Algunas formas características del relieve costero: cabos, acantilados, playas, rías, marismas,
flechas litorales, albuferas, tómbolos, deltas, dunas…

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