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DERECHOS HUMANOS
FACILITADOR: ALUMNO:
PROF. LEONARDO MAESTRE ABELARDO MEDRANO
C.I.V-27.015.728
A inicios de los años ochenta del siglo XX, se abrió un debate en el mundo
académico e intelectual en torno a las minorías étnicas, nacionales, grupos
culturales, lingüísticos y religiosos, así como sobre toda clase de entes colectivos
que reclamaban extensas reivindicaciones sociales y la titularidad de derechos
como sujetos. En Europa y América del Norte, especialmente en este, las minorías
étnicas y nacionales en algunos Estados plantearon una fuerte critica a estas
sociedades liberales occidentales. Amparados, estos grupos sociales (“culturales”)
por políticas del multiculturalismo y propuestas teóricas del comunitarismo, el valor
“identidad” se ha sumado a los valores “libertad” e “igualdad” como la tríada que
da sostén a los derechos humanos.
Asimismo, se afirma que los últimos escollos sociales que le quedan por
vencer al modelo de la democracia liberal occidental son los movimientos
religiosos y las reivindicaciones de las naciones que aún no se han constituido en
Estados . Entonces, podemos afirmar a priori que la democracia liberal occidental
no es aún un modelo universal, y menos un pre requisito de la post modernidad.
Ciertamente, los derechos humanos, la democracia, y la noción de Estado de
Derecho se encuentran vinculadas en el mundo occidental, mas no de igual forma
en todos los países y en todas las culturas. Asimismo, las libertades políticas que
sustentan las nuevas exigencias políticas de las naciones, minorías étnicas y de
las religiones que no pertenecen a la cultura societaria imperante, son conocidas
como libertades de “no-dominación”, o el valor “identidad”, las nuevas nociones de
la filosófica política en la cual se sustentan los derechos comunitarios, y la
fundamentación jusfilosófica de los derechos humanos de tercera generación.
Los derechos humanos son aquellos que gozamos, por el sólo hecho de ser
personas, sin distinción social, económica, política, jurídica e ideológica. El
desarrollo del concepto de derechos humanos en Occidente, se remonta a los
pensadores griegos y romanos, pero fue santo Tomás de Aquino quien desarrolló
la teoría religiosa del "derecho natural", al cual deben subordinarse todas las otras
leyes del Estado.
En este siglo, además, apareció la idea de que estos derechos deberían ser
consagrados como artículos del derecho internacional.
Los derechos humanos no son un invento del derecho positivo, los cuales
anuncian los valores que las antiguas culturas nos dieron; la mayoría de los
pueblos civilizados han guardado como patrimonio moral e históricos las
experiencias que obtuvieron a través de su vida comunitaria, pero es indudable
que los derechos han sido reconocidos través de convenciones y protocolos, en el
ámbito internacional y de constituciones políticas en el ámbito de cada estado.
‘’Todos le deben obediencia porque, entre otras razones toda ley es una
invención y un don de los dioses al mismo tiempo que una descripción del
hombre sabio, el contrato de una sociedad al que todos sus habitantes deben
adaptar su manera de vivir’’.
Roma
En la antigua roma se crea el derecho romano, Los conflictos generados por las
guerras llevan a una nueva era de la organización del poder, con base en lazos de
dependencia personal de los campesinos o los siervos hacia los señores Barones
y Reyes, esta situación fue conformando un nuevo centro de decisión de poder en
la corte, encabezada por el Rey, conformada por Barones y campesinos súbditos
donde en ultima quien defendía los conflictos entre las personas era el Rey.
Con esta concentración del poder junto con la situación de conflictos que
vivió Inglaterra hacia los siglos XI, XII y XIII llevo a plantear una nueva relación
entre las personas pues con ello se creó la CARTA MAGNA, Otorgada por Juan
Sin Tierra e 17 de Julio de 1215 la cual dice:
Juan, Rey de Inglaterra por la gracia de Dios, Sor de Irlanda,... todos sus
funcionarios y leal súbditos salud. Sabed que ante Dios, por el bien de nuestra
alma y la de nuestros antepasados y sucesores, para honor de Dios y saltación de
la iglesia y para mejor organización de nuestro reino.
A la Iglesia: el Rey concede que la iglesia Anglicana sea libre, tenga todos los
derechos enteros y la libertad de ser inviolables.
A los Condes y Barones: Obtienen que el derecho antiguo sea respetado en
cuanto servicio militar se refieren, así como a sucesión feudal, guarda,
matrimonio, deudas, patronato, etc.
El Artículo 6, que dice: "Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al
reconocimiento de su personalidad jurídica" nos lleva directamente al problema de
la nacionalidad. No es lo mismo reconocer un derecho que otorgarlo. El Artículo 6
está redactado de tal forma que ni las instituciones internacionales ni los gobiernos
nacionales se ven obligados a otorgar personalidad jurídica, sino a reconocerla
cuando ya ha sido otorgada. Esto deja a millones de personas en la indefensión,
pues viven en países cuyos gobiernos carecen de los recursos necesarios (o la
voluntad) para identificar y tener el historial de cada uno de sus habitantes.
En este contexto queda evidente el cinismo del segundo inciso del Artículo
15, que dice: "A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho
a cambiar de nacionalidad". La palabra "arbitrariamente" permite que el mundo
sea un sistema de explotación basado en la imposibilidad de miles de millones de
personas de cambiar de nacionalidad, a pesar de que en sus países no tienen
garantizado ningún derecho.
Más allá del Artículo 27, creo que el tema de la investigación científica
(como la de otra índole) y la socialización de sus beneficios, merece tratarse en un
artículo aparte, al igual que el derecho a la información, cuya naturaleza y
oportunidad deberían especificarse.
Los derechos expresados en los Artículos 22, 23, 24 y 25, son los que
menos se respetan, y esto es grave, pues no tener alimentación, vestido, vivienda,
trabajo o asistencia médica, pone en peligro la vida, que es sin duda el derecho
universal más importante.
El mundo ha cambiado mucho desde 1948. Ahora tenemos los
conocimientos y los medios de producción suficientes para garantizar la
supervivencia de todos, y sin embargo privilegiamos el derecho a la propiedad.
Nos parece justo que naciones ricas tengan gastos superfluos, mientras obligan a
las naciones pobres a cumplir compromisos y pagar deudas que ponen en riesgo
los derechos fundamentales de sus habitantes. Nos parece loable que unas
cuantas personas ganen millones de veces más de lo que necesitan, mientras las
mayorías desesperan en la miseria.
Primera generación
Estos derechos surgieron como respuesta a los reclamos que motivaron los
principales movimientos revolucionarios de finales del siglo xviii (18) en occidente.
Estas exigencias fueron consagradas como auténticos derechos y como tales
difundidos internacionalmente.
Segunda generación
Tercera generación
El movimiento de mujeres
El movimiento indígena
El movimiento estudiantil
Otros movimientos
Pero por otra parte, hay que reconocer el avance de los medios alternativos
de comunicación o medios comunitarios, decenas de iniciativas de radio, TV y
prensa popular, los cuales han germinado y se han reproducido por todo el país,
luego de jugar un papel estelar en la época del golpe de estado de 2002. Como a
otros sectores se les acusa de ser amplificadores de la vocería gubernamental.
Pero también es cierto, que mantienen la lucha por el reconocimiento oficial, la
emisión de permisos y el acceso al financiamiento mediante fondos públicos de
estos medios comunitarios.
Por qué esto es así, es decir: por qué el tribalismo ha adquirido de pronto
legitimidad y ha hecho en cierto modo vulnerable la concepción teórica de los
derechos humanos, es algo sobre lo que volveré más adelante. Por el momento
quisiera sólo recordar que este proceso está estrechamente emparentado con el
cuestionamiento (también el autocuestionamiento) al que ha sido sometida la
propia cultura occidental, y que en fecha reciente ha dado lugar a movimientos
filosóficos como el de la postmodernidad o el comunitarismo. Estamos pues ante
las dos caras de una misma moneda: la obtención de legitimidad de las
reivindicaciones culturalistas es el anverso, o el reverso, de la pérdida de
legitimación de las pretensiones universalistas de la cultura occidental. Se dice por
eso justamente que las tribus están “regresando”, no que están apareciendo;
siempre estuvieron allí, pero fueron en apariencia sojuzgadas por sistemas
políticos universalistas y uniformizantes que minimizaron su relevancia. Su retorno
coincide pues con la crisis de aquellos sistemas. Y que no se crea tampoco que
esto es sólo pertinente respecto de las tribus del Este o del Oriente. También en el
interior de la sociedad capitalista liberal están emergiendo voces tribales que
hacen pensar en las limitaciones de este sistema para procesar adecuadamente
las diferencias culturales.