Está en la página 1de 13

El proceso lectoescritor: Estudio de casos.

Moreno, J., Suárez, A., y Rabazo, M.J.


2008. Madrid. EOS.

Procesos cognitivos que


intervienen en la escritura:
implicaciones educativas
María José Rabazo Méndez /Ángel Suárez Muñoz

1. INTRODUCCIÓN
El concepto de escritura ha seguido el curso marcado por
las influencias arrojadas desde el seno de la Psicología
Cognitiva, la Pedagogía y la Lingüística; aspectos tales como
considerar la escritura con un carácter marcadamente estáti­
co, reflejo de una trascripción del lenguaje oral, considerar el
acto de escribir como un "arte" de la reproducción y considerar
el escrito como un producto han dejado paso a otros aspectos
más dinámicos como el considerar la escritura como un proce­
so de construcción del conocimiento, como una actividad moti­
vacional dirigida hacia la consecución de unos objetivos, el
considerarla, en definitiva, como una herramienta de pensa­
miento, lo que supone aprender a utilizar las palabras para que
signifiquen lo que el escritor pretende en cada contexto ade­
más de considerarla como un medio de comunicación e inte­
racción que tiene sentido gracias a un contexto socio­cultural
compartido entre el que produce el texto y el supuesto recep­
tor del mismo.
Por lo que se refiere al estudio y la investigación aplicada
sobre la escritura, se ha pasado de abordar los temas desde
paradigmas formales a paradigmas más funcionales, que tie­
nen en cuenta la conducta humana en la interacción social.
Esta transformación en el concepto de escritura ha tenido su
fiel reflejo en la trayectoria seguida para su enseñanza, de forma
que, los enfoques basados en la gramática han dejado paso a
enfoques pedagógicos comunicativos, basados en la función de
la lengua escrita, en los procesos y en los contenidos.
Al ser la escritura una representación gráfica de la lengua
oral, para comunicarnos a través de este medio necesitamos
aprender el código, dominarlo y, a diferencia del lenguaje oral
no se efectúa de forma implícita mediante las interacciones lin­
güísticas del niño o adulto con otras personas más competen­
tes, requiere de una enseñanza explícita y formal, de ahí que
todas las sociedades evolucionadas hayan institucionalizado
su enseñanza.

© Editorial EOS
36
--~ __ -
EL PROCESO LECTOESCRITOR. ESTUDIO DE CASOS
~..,,.....__._...

La escritura puede analizarse desde dos puntos de vista:

1. Desde el punto de vista de la expresión del pensamiento.


Consideramos la escritura como el sistema de expresar los pensamientos, sentimien­
tos o ideas por medio de la representación grafemática de los sonidos combinados de
manera que formen palabras, frases y/o textos.
2. Desde el punto de vista técnico.
Escribir es dibujar signos que deben reproducirse de acuerdo a modelos arbitraria­
mente establecidos y con arreglo a ciertas características formales de dirección,
orientación, orden, tamaño, forma y proporción.

Escribir una redacción, un artículo periodístico, una carta a un amigo son tareas de escri­
tura productiva extremadamente complejas en la que intervienen distintos procesos psico­
lógicos, culturales y educativos; tenemos que pensar que le vamos a decir, tenemos que
conocer el código de la lengua en la que vamos a escribir (ortografía y morfosintaxis), tene­
mos que conocer la estructura textual de la carta (el formalismo) y además, si la vamos a
escribir a mano, tenemos que dibujar unos signos gráficos con unas determinadas propor­
ciones que requieren un dominio óculo manual muy preciso.
No obstante, otros tipos de escritura, la llamada reproductiva como una copia o la escritu­
ra de un mensaje que alguien nos dicta, no requieren la concurrencia de todas las operacio­
nes anteriormente señaladas, solamente necesitamos conocimientos léxicos y motores.
Como se desprende de lo anterior, la escritura es grafismo y lenguaje. Está, pues, con­
dicionada por las posibilidades psicomotrices que le permiten abordar su aspecto técnico y
por el conocimiento cognitivo­lingüístico, que le da significado o sentido como medio de
comunicación e interacción en un contexto socio­cultural compartido entre el que produce
el texto y el supuesto receptor del mismo.
En comparación con la gran cantidad de investigaciones que se han llevado a cabo
sobre la lectura, la investigación sobre los procesos cognitivos implicados en la escritura
ha recibido una atención escasa (Ellis, 1984; citado en Vidal y Manjón, 2000, pp. 94).
Desde los primeros trabajos de Bereiter y Scardamalia, 1987; Frith, 1980; Flower y Hayes,
1980, en lengua inglesa, han ido proliferando en nuestro país otros tantos, Camps, 1990;
Camps y Dolz, 1996; Guetos y Ramos, 1991; Cassany, 1993; García Sánchez, 2001;
Vieira, 2006; Viñals y cols., 2003, que ponen al descubierto la importancia del tema
La mayoría de los investigadores coinciden en señalar que existen cuatro procesos cog­
nitivos que nos permiten transformar una idea o pensamiento en un discurso escrito. A
saber, planificación del mensaje, construcción de las estructuras sintácticas, selección de
palabras y procesos motores; estos procesos están modulados por el entorno de la tarea:
temática, audiencia, intención y tipo de texto. Tanto la serialidad en su funcionamiento
como la relación que existe entre ellos no está del todo aclarada y para su justificación se
han propuesto dos tipos de explicaciones: serial e interactiva. Cada proceso a su vez está
compuesto por distintos subprocesos (Guetos, 1991 ). El conocimiento de estos procesos y
subprocesos va a sernos útil tanto para la comprensión de las dificultades específicas en
escritura como para la realización de una evaluación y la confección de un programa psi­
coeducativo ajustado a las necesidades, pues el problema del niño o adulto que no es
capaz de redactar una carta, o de aquellos otros que cometen abundantes faltas de orto­
grafía o de los otros que hacen una letra tan "farragosa" que no se entienden sus escritos,
no es el mismo y requieren por tanto intervenciones diferentes.

© Editorial EOS
PROCESOS COGNITIVOS QUE INTERVIENEN EN IA EsCRJTURA: IMPLICACIONES EDUCATIVAS
------ 37
Es frecuente escuchar quejas del profesorado que lamenta lo «rnat que escriben»
muchos alumnos, y también es frecuente escuchar o leer críticas acerca de lo degradado
de la lengua escrita en general y en los medios de comunicación en particular.
Sin embargo, cuando se pide a quienes lamentan el actual estado de las cosas que mati­
cen su crítica y que expliquen lo que para ellos significa «escribir bien», es fácil encontrar
serias discrepancias. Para algunos, es escandalosa la pobreza de vocabulario; para otros,
la ortografía deficiente; para otros, en fin, la mala presentación. Pero lo cierto es que pode­
mos estar ante un texto perfectamente presentado, con una ortografía impecable y un léxi­
co correcto, y, sin embargo, muy poco afortunado en su conjunto (Jimeno, 2004).
Oiremos que un texto es aceptable cuando, además de estar correctamente escrito, está
bien cohesionado, es coherente y responde adecuadamente a las reglas sociocomunicativas.
Como en el caso de la lectura, existe acuerdo entre los estudiosos sobre el tema de la
concurrencia de los procesos anteriormente indicados pero, volvemos a reiterar, falta con­
senso en el orden ­ serial o en paralelo­ en que se suceden así como en la comunicación
entre ellos ­ autónomos o interactivos. En la figura 2.1 aparecen representados los proce­
sos implicados en el procesamiento de la escritura así como la comunicación entre ellos.

Figura 2.1. Procesos implicadosen la escritura

PLANIFICACIÓN

E
•Generación ideas
•Ordenar Ideas
­­­­¡
N •Revisar ideas ­­·­­1! 1
l 1
T + t! 11
o
R CONTRUCCIÓN ESTRUCTURA 11, 1
N
SINTÁCTICA
•Construir estructura
¡, l1
o •Palabras funcionales
•Signos puntuación
ilI ¡
o ­Terna I¡
E
•Audiencia
•Intenciones
t I¡
11
l1
11
L
A
SELECCIÓN PALABRAS
•Ruta léxica u
1
_______ .J_¡
!

•Ruta fonológica 1
­­··­1
T
A
R
l l
E PROCESOS MOTORES
A •Recuperación alógrafos
•Patrones motores

ESCRITURA

___ Procesamiento serial


............. Procesamiento interactivo

© Editorial EOS
r
------
38 EL PROCESO LECTOESCRITOR. ESTUDIO DE CASOS

2. PROCESOS DE PLANIFICACIÓN DEL MENSAJE


El proceso de planificación se considera el proceso de mayor demanda cognitiva, de ahí
que Flower y Hayes (1980) y Flower (1981) (cit. en Rabazo y Moreno, 2005, p. 61) conci­
bieran la escritura como un problemas retórico, "autodefinido", ya que es el propio escritor
quien, dentro de unos determinados parámetros, decide la tarea que debe resolver. La
escritura, pues, puede analizarse desde un punto de vista psicológico en términos de pro­
cesos de resolución de problemas. Los autores argumentan que el punto esencial del pro­
ceso se sitúa, precisamente, en la definición del problema retórico que el escritor se plan­
tea e intenta resolver mediante la producción del texto. Cuando uno se enfrenta a escribir
un texto tiene que tomar un buen número de decisiones para que sea aceptable, además
de estar correctamente escrito, debe estar bien cohesionado, ser coherente y responder
adecuadamente a las reglas sociocomunicativas.
Antes de ponerse a escribir, el escritor tiene que decidir qué va a escribir y con qué fina­
lidad (divertir, convencer, explicar), qué aspectos desea destacar, a quién se lo va a escri­
bir (niño, adulto, a una persona experta en el tema que esté tratando, a una persona nova­
ta). Esto es, tiene que seleccionar de su memoria lo que va a transmitir y la forma en cómo
lo va a hacer de acuerdo con el objetivo propuesto.
Según Hayes y Flower (1980, 1996) el proceso de planificación implica la puesta en mar­
cha de tres mecanismos que van a guiar el escrito explicitándolos a través de la lengua
oral. Estos son:

1. Generación de información sobre el tema que se va escribir.


Generar ideas significa activar los conocimientos previos y rescatarlos de la memoria
a largo plazo (semántica, episódica y procedimental).
La primera búsqueda en la memoria se hace tomando como guía el tema sobre el que
se va a escribir. Después, la misma información que se va extrayendo sirve a su vez
como clave de activación de nueva información con la que el tema original mantiene
algún tipo de relación, sea ésta de tipo causal, de contigüidad espacial y/o temporal,
relación de analogía, etc.4 (Guetos, 2000).
2. Organización de las ideas.
Una vez generada la información, se seleccionan los contenidos más relevantes de
entre los recuperados de la memoria y se organizan en un plan coherente utilizando
la estructura textual que mejor se ajuste a la intención comunicativa del escritor.
3. Por último, se establecen los criterios o preguntas que serán utilizados en el proceso
posterior de revisión para juzgar si el texto se ajusta o no a los objetivos planteados.
Algunos de estos criterios pueden ser: ¿logra el texto transmitir el mensaje que se
pretendía?, ¿es convincente?, ¿es ameno?, ¿está adaptado a los lectores a los que
va dirigido?, etc.
El proceso de planificación ocupa, según los expertos, dos tercios del tiempo dedicado
a la tarea. En el contexto escolar, el profesor ejercitará al alumnado a través de activi­
dades facilitadoras de producción de textos que harán posible la elaboración exitosa de
los mismos (sobre el tema, léxico, morfosintaxis o propiedades textuales). Estas activi­

4 Uno de los mejores modelos que se han propuesto sobre la forma en que extraemos la información de la memoria a
largo plazo es el de Van Dijk (1980).

© Editorial EOS
PROCESOS COGNITIVOS QUE lNTERVTENEN EN LA EsCRITURA: IMPLICACIONES EDUCATIVAS 39
dades han de se estar contextualizadas, partir de las necesidades del alumno y ser fun­
cionales. Son indispensables las estrategias que promuevan la creatividad (torbellino de
ideas, búsqueda interrogatorio), los mapas conceptuales, los gráficos con matrices, "las
hojas de pensamiento" como recursos para facilitar todo el proceso.

3. CONSTRUCCIÓN DE LA ESTRUCTURA SINTÁCTICA


Una vez que el escritor sabe lo que va a escribir debe construir las estructuras gramati­
cales que le permitirán expresar el mensaje. Esas estructuras son, todavía en este estadio,
armazones vacíos de contenido ya que, las reglas sintácticas, nos indican cómo decir el
mensaje pero no qué palabras concretas vamos a utilizar. Se trataría de generar plantillas
de acuerdo a una serie de reglas: qué tipo de oración voy a utilizar (activa, interrogativa,
etc.), cómo coloco las palabras funcionales que servirán de nexo de unión de las palabras
de contenido, cómo ordeno las palabras de contenido. También hay que tener conocimien­
tos sobre algunos factores culturales o pragmáticos ya que de entre las muchas formas
posibles de expresar un mismo mensaje, cada una cumple un papel determinado y hay que
elegir la adecuada para cada situación.

4. BÚSQUEDA DE LOS ELEMENTOS LÉXICOS


Una vez construida la estructura sintáctica con la que expresar el mensaje, el siguiente
paso está destinado a encontrar las palabras más adecuadas a las intenciones comunicati­
vas. En los sistemas alfabéticos, cuando se escriben palabras aisladas se trata de convertir
una cadena fonológica en los grafemas que la representan. La búsqueda de las palabras se
inicia a partir del significado o concepto que todavía se encuentra en forma abstracta, ya que
parece claramente comprobado que significado y forma lingüística (bien sea fonológica u
ortográfica) se encuentran en almacenes distintos. Prueba de ello es el conocido fenómeno
de "la punta de la lengua", cuando tenemos muy claro lo que queremos decir (está activado
el significado) pero no encontramos la palabra para decirlo (Guetos, 2000).
En condiciones normales, la elección de la palabra se realiza de una manera casi auto­
mática buscando en el almacén de palabras aquella que mejor se ajusta al concepto que
queremos expresar. Y puesto que normalmente disponemos de diferentes palabras para
expresar el mismo concepto, seleccionamos la más adecuada en función de los objetivos
de la escritura y en función de la audiencia.
Una vez tomada la decisión, la palabra elegida ya tendrá una forma lingüística determi­
nada: ciertos sonidos si se trata del lenguaje oral y ciertos grafemas si se trata del lengua­
je escrito.
Vamos a ver ahora cuáles son los mecanismos que nos permiten obtener la forma orto­
gráfica o grafemas de la palabra que finalmente hemos decidido utilizar para representar el
concepto que queremos expresar.
Se han descrito dos vías para llegar a la forma ortográfica de la palabra: una la llamada
vía fonológica en la que a partir de las reglas propias del idioma se convierten las repre­
sentaciones de los fonemas en grafemas y otra vía /exica o directa en la que la escritura
depende de la activación de las representaciones de las palabras familiares en el léxico
ortográfico. Como vemos, un proceso de escritura de palabras tendrá un carácter eminen­
temente ortográfico y otro se apoyará en la fonología, fundamentalmente.

© Editorial EOS
­
40 EL PROCESO LECTOESCRlTOR. ESTUDIO DE CASOS

Vía fonológica
La vía fonológica la utilizan los sujetos cuando, para escribir una palabra, se basan en
su representación sonora contenida en el léxico fonológico.
El funcionamiento es el siguiente: a partir del mensaje que se quiere transmitir, se acti­
va el significado o concepto que se encuentra en un almacén de conceptos denominado
sistema semántico. A continuación, búsqueda de la forma fonológica correspondiente a ese
significado en otro almacén, éste ya específico para las palabras, al que se le denomina
léxico fonológico. Por último, conversión de los sonidos que componen la palabra en sig­
nos gráficos mediante un mecanismo de conversión fonema a grafema. Los grafemas
resultantes, correspondientes a la palabra que se quiere escribir, se depositarían en una
memoria operativa denominada almacén grafémico dispuestos a ser emitidos.
¿Qué tipo de palabras pueden escribirse en castellano a través de esta vía y que sean
ortográficamente correctas?
Se pueden escribir aquellas palabras que se ajusten a las reglas de conversión fonema
a grafema de forma biunívoca, por ejemplo al fonema la/ le corresponde el grafema "a", al
fonema /f/ le corresponde el grafema" f" y aquellas palabras cuya conversión fonema a gra­
fema depende del contexto (RCFG de tipo "contextual"); por ejemplo, escribimos "g" cuan­
do va seguido de /a/, Jo/ y /u/, "gu" cuando va seguido de /e/ y de /i/ y "gü" cuando va segui­
do de /ue/ y de /ui/. Pero, qué ocurre cuando queremos escribir una palabra que contenga
el fonema /b/, qué grafema recuperamos "v" o "b", o si queremos escribir una palabra con
el fonema /ji, qué grafemas recuperamos "g" o "j", y si queremos escribir la palabra "renault"
que se pronuncia /renal/, por poner sólo algunos ejemplos. Para escribir correctamente las
palabras que no se ajustan a las reglas de conversión fonema a grafema (de ortografía
arbitraria) tenemos que utilizar la denominada vía léxica o directa, que pasamos a conti­
nuación a describirla.

Vía léxica
La vía léxica es una ruta directa que no requiere de las reglas de conversión fonema a
grafema y el significado se relaciona directamente con el léxico ortográfico. Nos permite
escribir correctamente todas las palabras con las que estamos familiarizados y se encuen­
tran almacenadas en el léxico ortográfico, gracias a que el sujeto se ha enfrentado a ellas
en ciertas ocasiones, y cuanto más frecuentemente lo haya hecho, más fuerte será la
misma en el léxico ortográfico.
El funcionamiento es el siguiente: En esta segunda ruta se comenzaría como en la pri­
mera por una activación del significado en el sistema semántico. Pero desde el sistema
semántico, en vez de activar la representación fonológica de la palabra se activaría su
representación ortográfica almacenada en otro léxico denominado léxico ortográfico que,
como el fonológico, contiene unidades de producción individuales, en este caso represen­
taciones ortográficas, una para cada palabra que el sujeto puede escribir. Esta representa­
ción ortográfica se depositaría, al igual que en la ruta anterior, en una memoria operativa
desde donde se ejecutarían los movimientos destinados a formar los signos gráficos.
En el siguiente gráfico se exponen los procesos que intervienen en cada una de las
rutas. En línea continua se señala el recorrido cuando se hace uso de la ruta ortográfica y
en línea discontinua cuando se utiliza la fonológica.

© Editorial EOS
PROCESOS COGNJTNOS QUE INTERVIENEN EN LA EsCRITURA: IMPLICACIONES EDUCATIVAS 41

Figura 2.2. Escriturade palabras


Tomado de Guetos, F., 2000, p. 34

......... ----- ---


Léxico fonológico Léxico ortográfico

1
1
1
1

t
Almacén de Mecanismo de
Almacén
pronunciación ­­­­­­.­ conversión
grafémico
fonema­grafema

HABLA ESCRITURA

La interacción entre las rutas fonológica y léxica es un proceso que no está aún del todo
claro (Tainturier y Rapp, 2001). Ambas rutas parece que podrían estar trabajando simultá­
neamente, confluyendo el producto de tales procesos en lo que se conoce como almacén
grafémico. El problema surge cuando los resultados de ambas rutas no coinciden, por
ejemplo, cuando el sujeto se enfrenta a la escritura de una palabra irregular que conoce
("renault", por ejemplo). En este caso parece que suele imponerse la representación orto­
gráfica, pero esto va a depender de la fortaleza de ésta y de la tarea que se esté realizan­
do. Así, por ejemplo, en la escritura de oraciones parece que hacemos una escritura más
fonológica (Guetos, 1998; cit. en Viñals y cols., 2003, p. 237).

Componentes del modelo


Vamos a hacer una breve descripción de cada uno de los procesos componentes del
modelo (Guetos, 2000):

• Sistema semántico. En el sistema semántico se encuentran representados los signifi­


cados de las palabras, los conceptos. En el tema anterior ya indicábamos que se trata
de un almacén común para el habla y la escritura y en el que se inician las operacio­
nes de escritura, ya que cada vez que queremos expresar una idea o mensaje comen­
zamos por el significado de lo que vamos a decir. Después, a partir del significado, bus­
camos la forma lingüística adecuada a cada concepto: fonológica si lo vamos a expre­
sar en el lenguaje oral y ortográfica si lo vamos a expresar en el escrito.
• Léxico fonológico. Es un almacén en el que se encuentran representadas las formas
fonológicas de las palabras. Se supone que existe una representación para cada

© Editorial EOS
42 EL PROCESO LECTOESCRITOR. ESTUDIO DE CASOS

palabra que utilizamos en el lenguaje oral con un nivel propio de activación que
depende de su frecuencia de uso.
• Léxico ortográfico. Es el almacén en el que se encuentran representadas las formas
ortográficas de las palabras. Y como en el fonológico, también en este léxico se supo­
ne que existe una representación para cada palabra o raíz de palabra que utilizamos
al escribir. Y del mismo modo que sucede en el léxico fonológico cada representación
tiene un umbral de activación que varía en función de la frecuencia de uso (en este
caso, de escritura) de la palabra.
• Mecanismo de conversión fonema a grafema. Es aquel por el cual a un sonido se le
asigna un grafema consultando las reglas de transformación fonema a grafema.
• Almacén de pronunciación. Es la memoria a corto plazo en la cual se depositan los
fonemas de las palabras que vamos a pronunciar (o escribir) mientras se realizan las
operaciones destinadas a convertir esas formas fonológicas todavía abstractas en
sonidos (o en grafemas mediante el mecanismo de conversión fonema a grafema).
En el almacén de pronunciación, al tratarse de un almacén con capacidad limitada, a
veces se producen alteraciones en el orden en que se deben secuenciar los sonidos
e incluso a veces se pierden algunos sonidos o palabras, especialmente cuando se
trata de oraciones largas que puedan rebasar la limitada capacidad de este almacén.
• Almacén grafémico. Es otro sistema de memoria a corto plazo en el que se mantiene
temporalmente la forma gráfica de las palabras que vamos a escribir. También en este
almacén se pueden producir errores de sustitución de un grafema por otro, intercam­
bio de grafemas, etc. (Hotopf, 1980; cit. en Guetos, 2000).

5. PROCESOS MOTORES
El resultado del proceso léxico indica la forma ortográfica de las palabras pero no los
movimientos que se tienen que ejecutar para representar sobre un papel o pizarra esas
palabras, pues de hecho cualquier persona que sepa cómo escribir una palabra puede
escribirla en letras mayúsculas, en letra script, a máquina, etc. Esto quiere decir que una
codificación grafémica debe ser una descripción abstracta de la secuencia de letras que
constituyen la palabra. En consecuencia, a partir del almacén grafémico se pondrían en
marcha lo que Ellis y Young (1988) han denominado procesos periféricos; entre las opera­
ciones que hay que poner en marcha están:

• Selección de a/ágrafos. La primera de estas operaciones es la de selección del tipo


de letra que se va a utilizar. Puesto que cada letra se puede escribir de formas muy
variadas en función de reglas ortográficas (mayúscula al comenzar a escribir, des­
pués de punto y con los nombres propios y minúsculas en las otras condiciones), o
de estilos propios (cursiva en ciertas ocasiones, script en otras) es preciso decidir en
cada momento qué letra concreta de las diferentes formas de que disponemos en
nuestra memoria vamos a usar. Las distintas formas en que se puede representar
cada letra se denominan a/ágrafos y a la zona de memoria en que se encuentran los
alógrafos se la conoce con el nombre de almacén alográfico a largo plazo.
• Recuperación de los patrones motores. Una vez seleccionado el alógrafo, el siguien­
te proceso es traducir ese alógrafo en movimientos musculares que permitan las dis­
tintas representaciones gráficas. Para llevar a cabo esta tarea lo primero que hace­

© Editorial EOS
PROCESOS COGNITNOS QUE INTERVIENEN EN IA EsCRITURA: IMPLICACIONES EDUCATNAS 43

mas es recuperar el patrón motor correspondiente al alógrafo que pretendemos escri­


bir en otra zona de la memoria denominada almacén de patrones motores gráficos.
En estos patrones motores ya están especificadas la secuencia, dirección y tamaño
proporcional de los rasgos, aunque no el tamaño absoluto puesto que un mismo ató-
grafo se puede escribir en tamaños muy diferentes dependiendo de la superficie
sobre la que vamos a escribir y los componentes neuromusculares encargados de
ejecutar ese patrón motor serán distintos en función del tipo de escritura que final­
mente realicemos: movimientos de dedos y muñecas cuando escribimos a lápiz,
movimientos de mano, brazo y espalda cuando escribimos sobre la pizarra. Al alógra­
fo que percibimos en el papel, como resultado de una realización concreta es lo que
denominamos grafo.

En el Figura 2.3 aparecen todos los procesos que a partir del almacén grafémico inter­
vienen en la escritura, tanto si se escribe a mano como si se escribe a máquina, y en el
deletreo oral de las palabras.

Figura 2.3. Procesos posterioresal almacén grafémico


Adaptadode Cuetos, F., 2000, p. 42

Almacén
grafémico
Almacén nombre Almacén
de las letras alográfico

Almacén de patrones
escritura a máquina

Almacén de patrones Almacén de patrones


del habla motores­gráficos

HABLA ESCRITURA A MÁQUINA ESCRITURA A MANO

Si queremos deletrear una palabra tendremos que buscar en el almacén del nombre de
las letras la denominación de cada uno de los grafemas de los que está compuesta la pala­
bra. Esos nombres de letras se retienen en un almacén temporal desde donde se recupe­
ran los patrones motores del habla en los que aparecen indicados los movimientos mus­
culares necesarios para la articulación de cada uno de los grafemas.

© Editorial EOS
44 EL PROCESO LECTOESCRITOR. ESTUDIO DE CASOS

Si lo que queremos es escribir una palabra tendremos que recuperar del almacén de los
alógrafos los que contenga dicha palabra, retenerlos en un almacén temporal hasta recupe­
rar los patones motores específicos para una escritura a mano o una escritura a máquina.
Hasta aquí hemos estado comentando los procesos que intervienen en un tipo de escri­
tura a la que hemos denominado escritura productiva, la cual, a través de un gran esfuer­
zo cognitivo, nos permite transformar una idea o pensamiento en un texto escrito, sirvién­
donos para ello de los conocimientos lingüísticos, pragmáticos y gráficos. Pero copiar un
texto ya escrito, escribir al dictado una nota que alguien nos dicta o rellenar un impreso son
también formas de escritura, las llamadas escrituras reproductivas. Para este tipo de escri­
turas no se demandan procesos psicológicos tan complejos como los descritos anterior­
mente, sólo intervienen los llamados procesos léxicos y motores. A este tipo de escritura
dedicaremos los siguientes apartados de este capítulo.

6. PROCESOS QUE INTERVIENEN EN EL DICTADO


Escribir al dictado es una actividad que consiste en transformar unos sonidos (palabras
que otras persona pronuncia) a unos signos gráficos (letras sobre un papel).
Podemos escribir palabras al dictado a través de las dos rutas descritas anteriormente:
ruta fonológica y ruta visual.

• Ruta visual.
La ruta visual es la más utilizada, generalmente. Los procesos que intervienen en esta
ruta son los siguientes:
1 . Análisis acústico de los sonidos para identificar los fonemas de que está compues­
ta la palabra.
2. Reconocimiento de las palabras representadas en el léxico auditivo. En el léxico
auditivo se activa la palabra correspondiente a esos sonidos, con lo cual en este
estadio ya sabemos de qué palabra se trata o si se trata de una palabra conocida
o no, pero todavía no hemos alcanzado su significado.
3. Recuperación del significado de la palabra en el sistema semántico.
4. Activación de la forma ortográfica almacenada en el léxico ortográfico.
5. La forma ortográfica se deposita en el almacén grafémico.
6. Puesta en marcha de los procesos motores descritos en el apartado anterior: aló­
grafos y patrones.
La ruta visual es necesaria para escribir de una forma ortográficamente correcta todas
las palabras que no se ajustan a las reglas de conversión fonema grafema.
• Ruta fonológica.
Podemos escribir al dictado palabras poco frecuentes que no hemos oído anteriormen­
te, e incluso pseudopalabras para las cuáles no tenemos representación ortográfica.
En este caso no participaría el sistema semántico, ya que no tenemos un significa­
do asociado a estos sonidos, ni tampoco los almacenes léxicos, puesto que no los
tenemos catalogados como palabras. Los procesos que intervienen en esta ruta
son los siguientes:
1. Se comienza por realizar un análisis acústico del estímulo.
2. A continuación, mediante el mecanismo de conversión acústico en fonológico se
recupera la pronunciación de esos sonidos (una cosa es identificar los sonidos y
otra el pronunciarlos) que se deposita en el almacén de pronunciación.

© Editorial EOS
PROCESOS COGNITNOS QUE INTERVIENEN EN LA EsCRITURA: IMPLICACIONES EDUCATNAS 45

3. Desde el almacén de pronunciación se podrían emitir esos fonemas (habla) si la


tarea fuese repetir oralmente lo que escuchamos, pero puesto que lo que tratamos
de hacer es escribirlos, el mecanismo de conversión fonema a grafema se encar­
ga de transformar cada sonido en la letra (o letras) que le corresponde. Esas letras
se depositan en el almacén grafémico dispuestas para ser escritas.
Cuando se utiliza esta ruta la escritura se ajusta a los sonidos pero aparecen las típi­
cas faltas de ortografía de sustitución de un grafema por otro que tiene la misma pro­
nunciación ("b" por ''v'', "g" por "j", "11" por "y", etc.).
• Tercera ruta
Guetos (1991, 2000) nos describe una tercera posibilidad de escribir al dictado utilizada
por pacientes que sufren ciertos tipos de afasia. Los procesos son los siguientes:
1. Análisis acústico.
2. Léxico auditivo.
3. Desde el léxico auditivo, en vez de activarse el sistema semántico, se activan las
representaciones del léxico fonológico.
4. La representación fonológica activa el léxico ortográfico y de aquí se pasaría al
almacén grafémico.

Figura 2.4. Rutas utilizadaspara escribiral dictado

PALABRA HABLADA

Análisis
acústico ············ ...
', ­~········ ........
~-=--~
Léxico
auditivo

Conversión
acústico­
fonológico
·········· .........
Léxico _ _ _ __ _ _ __ __ _ _ _ _ Léxico
fonológico ortográfico ······· ...
-, ············· .... "'
­, ,.­­._A_l_m_a_c­én­­­.
Almacén de Conversión
pronunciación fonema­grafema grafémico

HABLA ESCRITURA

Ruta visual .. Ruta fonológica ­­ Tercera ruta ­ ­ ­ ­ ­ ­

© Editorial EOS
r
46 EL PROCESO LECTOESCRITOR. ESTUDIO DE CASOS

7. PROCESOS QUE INTERVIENEN EN LA COPIA


La copia es un tipo de escritura reproductiva que consiste en escribir palabras (o pseu­
dopalabras) ya presentes en la página que el sujeto puede estar viendo. Consta, por con­
siguiente, de dos actividades, primero la lectura de las palabras y después su escritura.
Según el modelo, la copia supone pasar de la palabra escrita a la escritura. Para copiar un
texto podemos utilizar las dos vías posibles para recuperar las palabras. Estas son:

• Ruta visual.
Cuando entendemos lo que estamos copiando la ruta utilizada contendrá operaciones
propias del proceso de lectura (las tres primeras) y operaciones propias del proceso
de escritura (las restantes), y el camino será el siguiente:
1. Análisis visual del estímulo e identificación de las letras componentes.
2. Activación de la palabra correspondiente en el léxico visual.
3. La representación léxica activa el significado de las palabras en el sistema semántico.
4. Desde el sistema semántico se activa el léxico ortográfico.
5. La representación ortográfica de la palabra se deposita en el almacén grafémico.
• Ruta fonológica.
Otra vía utilizada por los niños cuando están aprendiendo y que causa las faltas de
ortografía es la siguiente:
1 . Análisis visual e identificación de las letras.
2. A partir de las letras se ponen en funcionamiento los mecanismos de conversión
grafema­fonema.
3. Posteriormente se aplica dicho mecanismo de forma inversa, convirtiendo los fone­
mas en grafemas.
4. El resultado es depositado en el almacén grafémico.
Los dos primeros pasos corresponden a la lectura, mientras que los dos posteriores
son de escritura.
Cuando existe correspondencia biunívoca entre grafema y fonema no existen proble­
mas, en otro caso, pueden aparecer las faltas de ortografía.
• La copia como dibujo.
Es una tercera forma de copiar las palabras presentes en un texto. Esta forma de
copiar no requiere la mediación de procesos lingüísticos ya que se conecta directa­
mente el anális visual con el almacén grafémico. La persona que copia por esta ruta
simplemente reproduce los signos que aparecen sobre el papel, como si de dibujos
se tratase, por lo tanto no podemos considerarla escritura propiamente dicha, sino
dibujo de letras o palabras.

© Editorial EOS
PROCESOS COGNITNOS QUE INTERVIENEN EN LA EsCRITURA: IMPLICACIONES EDUCATNAS 47

Figura 2.5. Rutas utilizadaspara copiar palabras

PALABRA ESCRITA
t
Análisis
.... ······ visual
.>
Léxico ,
visual
Conversión
grafema­fonema

t
Almacén de
pronunciación
Léxico
ortográfico
Conversión
········· ...
······ ; fonema­grafema

Almacén
grafémico

ESCRITURA

Ruta visual . Ruta fonológica ­­ Tercera ruta­­­­­­

© Editorial EOS

También podría gustarte