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PSICOLOGÍA
JURÍDICA
2 PSICOLOGÍA JURÍDICA
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 3
PSICOLOGÍA JURIDÍCA
Psicología Criminal y Judicial
4 PSICOLOGÍA JURÍDICA
C Psicología Jurídica
Alejandro Solis Espinoza
C FFECAAT
Jr. Ilo 283 - Cercado de Lima
RUC: 20543016692
Telf.:933419575
Editorialffecaat@hotmail.com
PRÓLOGO
Primera parte
LA PSICOLOGÍA Y EL DERECHO
8 PSICOLOGÍA JURÍDICA
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 9
CAPITULO I
PSICOLOGIA Y DERECHO
semejanza, en cuanto al objeto de estudio, con los filósofos del siglo XIX, con la
diferencia que estos usaban los métodos tradicionales de la filosofía, y los
estructuralistas emplearon principalmente la introspección objetiva. En realidad
el sistematizador del estructuralismo fue el británico Edward Titchener (1867-
1927), discípulo de Wundt, quien lo divulgó en Estados Unidos. Estos psicólogos
estaban interesados en averiguar que es lo que sucedía en la “conciencia” y
cómo sucedía, pero no en saber porqué sucedían los fenómenos que ellos
estudiaban.
El “Funcionalismo” fue otra corriente de esa época que surgio como
reacción contra el estructuralismo, bajo la orientación de William James (1842-
1910) en norteamérica, quien desde 1875 impartía clases de psicología en
Harvard, y en 1890 publicó Principios de psicología, obra en la que cuestionó al
estructuralismo. También a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, se hallan los
orígenes de diversas corrientes psicológicas actuales, como el psicoanálisis, la
corriente pavloviana, el conductismo y el gestaltismo.
1.1.2. TENDENCIAS DE LA PSICOLOGIA EN EL SIGLO XX: La psicología
ha alcanzado en la segunda mitad del siglo XX un alto grado de consolidación y
desarrollo, si lo comparamos con sus etapas iniciales. Sin embargo no podemos
dejar de señalar que aún en nuestros días, debido a la difusión de tendencias
muy variadas en la teoría y en la práctica, no existe todavía una visión consensual
de esta ciencia, y aún subsisten diversas concepciones que le dan una imagen
todavía no decantada totalmente, aunque tienen mayor desarrollo los enfoques
experimentales, por ello veremos en una sumaria revisión a las tendencias de
mayor difusión, y más adelante el valor y aporte de ellas en el ámbito judicial y
delictivo que son los capítulos centrales de la psicología jurídica.
12 PSICOLOGÍA JURÍDICA
Temas Año de
ESCUELA Principales METODO INICIO AUTOR
- Estructuralismo Conciencia Introspección 1879 Wundt
Sensación Experimental Titchener
- Funcionalismo Adaptación Introspección 1890 James
aprendizaje Observación Dewey
- Psicoanálisis Inconsciente Asociaciones 1892 Freud
Neurosis Libres Clínico
- Reflejo Condiciona- Experimental 1902 Pavlov
condicionada miento
- Conductismo Conducta Experimental 1913 Watson
Skinner
- Gestaltismo Percepción Introspección 1912 Wertheimer
Memoria Observación Koehler
Koffka
- Humanismo El hombre Clínico 1961 Maslow
(Existencial) Total Rogers
May
- Cognitiva Procesos Experimental 1956 Bruner
Mentales 1960 Miller
1967 Neisser
individual, siendo los más usados la entrevista, la observación, los tests mentales
(Pérez, Sáiz y Sáiz, 2005; Soria, 2006; Arce, 2007; Echeburúa y Muñoz, 2011;
Seijo, Fariñas y Vilariño, 2014), entre otros:
1.1.4.1. La entrevista psicológica: Es una de las técnicas de diagnóstico
más empleada por el psicólogo, aunque también la usa el médico, el sociólogo,
el antropólogo social, entre otros.
La entrevista puede ser definida como una forma de diálogo estructurado
entre el psicólogo y el entrevistado. Se dice que es estructurada porque ella
sigue determinados criterios sistemáticos y planeados previamente, que permitan
obtener la información o datos de los aspectos psicológicos que le interesan al
psicólogo. Para ello debe manejar adecuadamente el proceso de la entrevista,
la misma que estará encuadrada por el propósito previsto de antemano. También
es importante señalar que en el inicio de este proceso, el psicólogo debe propiciar
un clima de confianza, alcanzar un “rapport” o estado de diálogo positivo y
empático, que permita la desinhibición del entrevistado y una comunicación
adecuada y fluída. Se puede diferenciar entre una entrevista libre, que es de
bastante uso, y una entrevista estructurada, mediante un cuestionario elaborado
de antemano que contiene un conjunto estándar de preguntas para la obtención
de la información requerida.
Asimismo se considera diferencias entre la entrevista narrativa y la entrevista
interrogativa, habiéndose generado en las últimas décadas por Ronald Fisher,
R. Edward Geiselman y Michael Amador la entrevista cognitiva en 1989, que es
considerada como la más adecuada en la práctica judicial o forense, y cuya
primera versión consta de cuatro técnicas de recuperación de la memoria
(Ibáñez, 2008; Arce y Fariñas, 2014; Novo, Velasco y Arce, 2014 ):
. La primera técnica se orienta a la reconstrucción mental de los contextos
físicos y personales que se dieron en el momento del hecho delictivo,
teniendo en cuenta:
a) Los elementos emocionales. Como pedirle que trate de recordar como
se sentía.
b) Los elementos secuenciales: por ejemplo pensar en lo que estaba
haciendo en ese momento.
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 21
. PsicologíaGeneral
. Ps. de la personalidad
. Ps. del Desarrollo
PSICOLOGIA . Ps. Experimental
BASICA o PURA . Ps. Anormal (psicopatología)
. Psicofisiología
. Etc
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 27
. Psicología Clínica
. Ps. Educacional
. Ps. del Trabajo
PSICOLOGIA . Ps. Comercial
APLICADA . Ps. Médica
. Ps. Social
. Ps. Jurídica o Legal
. Etc.
esto ha dado lugar a que las denominaciones que se han venido empleando
dentro de esta temática de la psicología jurídica o del derecho también sean
diversas, y en ciertos casos no guardando relación entre el título de las obras
que se escriben y el contenido que abarcan, lo que se observa dentro de la gran
cantidad de publicaciones sobre esta materia.
1.2.1.1. Aproximaciones a la psicología jurídica en el siglo XIX: En la
primera mitad del siglo XIX destacan los trabajos de dos autores alemanes,
Johann Ch. Hoffbauer (1766-1827), filósofo preocupado por temas psicológicos
y jurídicos, quien en 1808 editó: Die psychologie in ihren hauptanwendungen auf
die rechtsflege… (La psicología en sus principales aplicaciones a la administración
de justicia..); y años despúes el médico psiquiatra Johannes B. Friedreich (1796-
1862), que publicó en 1835: Systematisches handbuch der gerichtlichen
psychologie für medicinalbeamte. (Manual sistemático de la psicología judicial
para…). Asimismo, a fines del siglo XIX, el jurista italiano Giovanni Vaccheli (1866-
1940) editó en 1895 el libro: Le basi psicologiche del diritto pubblico.
1.2.1.2. Publicaciones con la denominación de psicología jurídica o
legal en la primera mitad del siglo XX: En los albores del siglo XX, uno de los
primeros intereses de la psicología del Derecho vinculado al capítulo judicial o
forense, fue la psicología del testimonio, señalándose a William Stern (1871-
1938), psicólogo alemán, como uno de sus propulsores, al iniciar en 1903 la
publicación de una revista de psicología aplicada concerniente al testimonio:
Beiträge zur psychologie der aussage (Contribuciones a la psicología del
testimonio), así como otros estudios afines. En cuanto al nombre, parece que
fue el jurista italiano Vincenzo Miceli (1858-1932) quien primero habló de psicología
del derecho, al publicar en 1902: Studi di psicología del diritto. Studio primo, le
basi psicologiche del diritto. Asimismo el psicólogo suizo Edouard Claparede
(1873-1940) fue probablemente el primero en emplear el término de Psicología
legal en un artículo publicado en 1905 (“La psychologie judiciaire”), señalando
que la misma abarcaría dos ramas:
Psychol. Judiciaire
Psychologie LÉGALE
Psychol. Criminelle” (1905, p.276)
30 PSICOLOGÍA JURÍDICA
amplia que la “Psicología jurídica, es ante todo una psicología social, una
disciplina ocupada de los aspectos psíquicos caracterológicos del quehacer
jurídico, del comportamiento jurídico-social, donde involucramos la situación
jurídica integral”. Años después L. Muñoz (1980, p. 20) consideraba por su
parte que es “una rama de la psicología que busca aplicar los métodos y los
resultados de la psicología pura, y especialmente de la experimental, a la
práctica del derecho”. Asimismo planteó que esta psicología debe atenerse a
la norma jurídica, sin pretender explicar si es justa o no, ni analizar sus fines,
lo que no sería óbice para que suministre datos que puedan ser interpretados
por los juristas. Miguel Clemente (1997, p. 25) plantea la siguiente noción:
“Es el estudio del comportamiento de las personas y de los grupos en cuanto
que tienen la necesidad de desenvolverse dentro de ambientes regulados
jurídicamente, así como de la evolución de dichas regulaciones jurídicas o leyes
en cuanto que los grupos sociales se desenvuelven en ellos”. José Muñoz et
al. (2011, p. 6) lo definen como “el ámbito de la psicología que desarrolla sus
investigaciones y metodología para mejorar el ejercicio del derecho, en
general, y la intervención del Sistema de Justicia en particular, entendiéndose
por éste Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Administración de Justicia e
Instituciones.Penitenciarias.” Otros autores tienden a dar enfoques imprecisos
de lo que abarcaría esta área de la psicología aplicada. Al respecto A. V. Petrovski
(1980, P. 61) expresa que esta rama de la psicología “estudia los aspectos
psicológicos relacionados con la aplicación del sistema jurídico”, sin embargo
cuando especifica las tres áreas en que la subdivide: Psicología Judicial que
“investiga las particularidades psíquicas en la conducta de los participantes en
el proceso penal”, “Psicología de la Criminología” y, “Psicología Penitenciaria o
reeducativa laboral”, se aprecia que lo que dicho autor denomina Psicología
jurídica viene a ser lo que para nosotros constituye la Psicología criminal o
delincuencial, que es un capítulo amplio e importante de la psicología jurídica
pero no todo ella.
Debemos anotar, que la noción de psicología jurídica tiene que estar en
relación con los diversos elementos psicológicos que intervienen en el campo
heterogéneo del Derecho y que constituyen el objeto de esta rama de la psicología,
por ello un concepto genérico podría ser que se trata de una área de la psicologa
aplicada que contribuye en los diversos ámbitos o sectores del Derecho que
requieran el aporte de la ciencia psicológica, en el estudio del comportamiento
de los diversos actores u operadores jurídicos.
38 PSICOLOGÍA JURÍDICA
inie
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 39
cuando esta alma evadía la dirección del alma racional. Asimismo concibió
tres clases de locura similares a las de Hipócrates: a) manía, b) melancolía,
y c) demencia.
Entre los romanos se puede mencionar a Cicerón (106-43 a.n.e.) quien
describió las pasiones y consideró que la perturbación excesiva podía
originar enfermedades del alma. Asimismo se atribuye al médico romano
Aulo Cornelio Celso (25 a.n.e.-50 n.e.), el empleo del término locura. Más
tarde Galeno (130-200 n.e.), el médico griego más notable, sostuvo que la
salud del alma dependía de la armonía de sus componentes racional,
irracional y sensual.
En el derecho romano, desde la Ley de las XII Tablas y su desarrollo ulterior,
se encuentra una variedad de denominaciones relativas a los problemas
de incapacidad mental como: furiosus, insanus, demens, mente captus,
fatuus, entre otros. (Ghirardi, 1991).
B. La psicopatología en la Edad Media (siglo V a XV): En este periodo hubo
una fuerte influencia religiosa, sobre todo desde el siglo XIII, época en que
también surge la inquisición. En dicha etapa se pensaba que la brujería era
influída por el demonio, primando al final de este período las actitudes más
inconsistentes y vacilantes. Durante el Renacimiento (Fines de la Edad
Media S.XV e inicios de la Edad Moderna S.XVI) dominó la demonología,
que consideraba a las enfermedades mentales como efecto de la posesión
del demonio o bien del embrujamiento, sobre todo en el caso de los delirantes
y alucinados; por ello algunos enfermos eran acusados de brujería y
quemados. Los poseidos sin su voluntad podían ser encerrados en sótanos
o desvanes. El tratamiento incluía la práctica del exorcismo, consistente
en diversos rituales religiosos para liberar a la víctima del espíritu maligno,
o también rasurarle el cabello en forma de cruz, entre otras prácticas
En dicha época, el libro que más influyó siguiendo esta idea, fue el Malleus
maleficarum (“Martillo de brujas”) publicado en 1487, por los dominicos
alemanes Johann Sprenger y Heinrich Kraemer (Nathan y Harris, 1989;
Sahakian, 1982), como guía en la caza de brujas, que tuvo una influencia
de dos siglos. Como dicen Gerald Davison y John Neale (2000), se trató de
un documento legal y teológico, que fue considerado por católicos y
protestantes como un libro de texto sobre brujería. Asimismo, el humanista
42 PSICOLOGÍA JURÍDICA
por su etiología. Uno de los principales aportes del trabajo de Kraepelin, fue la
distinción entre “psicosis maníaco-depresiva” y la “demencia precoz”
(esquizofrenia). Años después, un psiquiatra suizo, Eugen Bleuler (1859-1939),
en su monografía Demencia precoz o el grupo de esquizofrenias de 1911,
contribuyó a la precisión de la clasificación psiquiátrica y empleó la denominación
de esquizofrenia en vez de demencia precoz.
1.2.3.3. Clasificación actual de los trastornos mentales: Dentro de las
diversas clasificaciones de los trastornos mentales que se han desarrollado en
el siglo XX, podemos considerar las dos más importantes, una de ellas de carácter
internacional que se inició en 1900 con revisiones decenales, la misma que a
partir de 1948 quedó a cargo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La
otra clasificación que es de carácter nacional, la DSM norteamericana que se
inició en 1952. De la primera reseñaremos las dos últimas clasificaciones.
A. Clasificación de los trastornos mentales según la OMS: A partir del
año 1900 surgió la práctica de realizar la clasificación internacional de todas las
enfermedades, con la perspectiva de ser revisada decenalmente. Asimismo,
desde mediados del siglo XX la Organización Mundial de Salud participa en dicha
tarea a partir de la Sexta revisión de 1948 (CIE-6), dentro de cuya revisión se
incluyó por primera vez un capítulo (V) autónomo denominado Enfermedades
mentales, psiconeurosis y trastornos de la personalidad, que describía en tres
grandes grupos los diversos cuadros psicopatológicos conocidos en ese
entonces (Organización Mundial de la Salud, 1950):
- Psicosis con 10 categorías
- Desórdenes psiconeuróticos con 9 categorías
- Trastornos del carácter, del comportamiento y de la inteligencia con 7
categorías.
Años después, desde la 8ª. revisión de 1965 o CIE-8 a cargo de la OMS,
siguiendo el nombre adoptado por la DSM-I norteamericana (American psychiatric
association, 1952), es que tales problemas mentales se incluyen bajo la
nomenclatura de “trastornos mentales” (Organización Mundial de la Salud, 1968),
denominación de contenido más lato que la de “enfermedad mental” que hoy no
es muy empleada en el ámbito psicopatológico y psiquiátrico, como sí lo fue en
gran parte del siglo XX. En las siguientes revisiones decenales: CIE-9 de 1975,
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 45
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
CUADRO N° 01
PSICOLOGÍA JURÍDICA
* Psicología Forense
Psicología Penal
Judicial o Forence* Psicología Forence Civil.
* Psicología Forence de
menores
64 PSICOLOGÍA JURÍDICA
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 65
Segunda Parte
PSICOLOGIA CRIMINAL
66 PSICOLOGÍA JURÍDICA
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 67
CAPITULO II
Hay que reiterar sin embargo, que los puntos de vista respecto al inicio de
la psicología criminal no son consensuales, y algunos como Hesnard (1963)
sostiene equivocadamente que Etienne de Greeff (1898-1961) es su inventor,
de quien afirma: “podemos decir que fue el creador de la psicología criminal”, no
obstante que es un autor muy posterior a la configuración de este conocimiento;
además debemos precisar que hasta los años en que Heinroth, Prichard,
Despine, Thompson, Krafft–Ebing, y Nicolson, escribieron sus trabajos, la
psicología como ciencia autónoma todavía no había cristalizado, habiéndose
configurado recién en 1879, según el criterio de la mayoría de psicólogos, con la
creación del primer laboratorio de psicología experimental en Alemania por W.
Wundt; aunque ello no significa que se desconozcan las visiones precursoras
de este ámbito de la psicología desde mucho antes, como las que hemos visto.
Asimismo, en los últimos años del siglo XIX, en 1895, el libro L’omicidio
nell’antropologie criminale, publicado por Enrique Ferri (1856-1929), presenta un
aborde psicológico y psicopatológico del homicida, sobre todo en su segunda
edición del año 1925 denominada El homicida en la psicología y en la
psicopatología criminal; igualmente en Italia, Giuseppe Bonanno publicó en 1896
la obra: Il delinquente per passione. Studi di psicología criminale. También es
destacable Hans Gross (1847-1915), quien en 1898 publicó en Leipzig su
Kriminalpsychologie (2ª. ed. 1905).
2.1.2. ESTUDIOS SOBRE PSICOLOGIA CRIMINAL EN LA PRIMERA
MITAD DEL SIGLO XX: En los primeros veinte años del siglo XX creció el interés
por la psicología criminal en países como Alemania e Inglaterra, pero ya con la
participación de estudiosos norteamericanos. Es así que en Alemania el psiquiatra
Robert Sommer (1864-1937) publicó en el año 1904: Kriminalpsychologie und
Strafrechtliche psychopathologie auf Naturwissenschaftlicher Grundlage; también
en este mismo año, Gustav Aschaffenburg (1866-1944), médico psiquiatra
alemán inició la edición de la revista “Monatsschrift für Kriminalpsychologie und
Strafrechtreform”. Años después, en 1908, Erich Wulffen (1862-1936) publicó
en Berlín Psychologie des Verbrechens (Psicología del crimen); asimismo en
es mismo año Paul Pollitz editó en Leipzig el libro Die psychologie der verbrecher
(La psicología del delincuente), trabajo de relativo valor. En Norteamérica, el
psicólogo germano estadounidense Hugo Münsterberg (1863-1916), publicó
también en 1908 el libro On the witness stand: Essays on psychology and crime.
En Inglaterra, Thomas Holmes (1846-1918) editó en 1912: Psychology and crime.
70 PSICOLOGÍA JURÍDICA
asimismo en este mismo año, César San Juan y Laura Vozmediano editaron el
libro: Psicología criminal.
Esta revisión de la literatura publicada sobre psicología criminal, sólo recoge
parte de los trabajos más difundidos y no toda la producción real
2.2. DENOMINACIÓN Y CONCEPTOS DE LA PSICOLOGIA CRIMINAL:
Sobre estos puntos existen diversos criterios que se han venido desarrollando
por los estudiosos de esta temática.
2.2.1. DENOMINACION DE ESTA RAMA DE ESTUDIO: Existen diversos
nombres mencionados en la literatura dedicadas al estudio del delito y delincuente
cuando se aborda su dimensión psicológica por los psicólogos y otros estudiosos
del ámbito social, tales como las denominaciones de psicología criminal (Tocaven,
1990; Soria, 2006; Marchiori, 2007; Otin, 2009; Muñoz et al. 2011; Núñez de
Arco, 2014; San Juan y Vozmediano, 2018), psicología del crimen (Hesnard,
1963), psicología delincuencial o de la delincuencia (Redondo y Andrés, 2007;
López, 2008; Muñoz et al. 2011), psicología criminológica (Rodríguez Manzanera,
1995; Garrido, 2005; Varela, 2014), entre otros nombres afines, que en general
podemos considerarlos términos sinónimos.
Sin embargo también existen autores que identifican la psicología criminal
con psicología jurídica o con la psicología forense, criterio que consideramos
errado
2.2.2. NOCIONES DE PSICOLOGÍA CRIMINAL O DELINCUENCIAL: En
cuanto al concepto de Psicología criminal, también existe una variedad de
nociones de acuerdo al criterio de cada autor. Sobre este particular, en el siglo
pasado, Miguel Herrera (1966, p. 54), consideraba que la “psicología criminal es
una de las ramas de la ciencia psicológica y, como ésta, ha logrado cierta
independencia de la metafísica para dedicarse al estudio de los actos, procesos
y fenómenos psíquicos en sus relaciones con el delito”. Zalaquet y Santa María
(1972 p. 20), siguiendo la idea de Elio Gómez Grillo, planteaban que esta disciplina
es la “rama de la psicología aplicada que establece normas para explicar los
mecanismos psíquicos en la conducta delictiva”.
En el presente siglo, Miguel Angel Soria Verde (2006, p. 29) dice que “la
psicología criminal es aquella vertiente de la psicología jurídica que agrupando
diversas áreas de la misma intenta abordar la comprensión del fenómeno de la
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 75
PSICOLOGIA CRIMINAL
P
S
I J Psicología Criminológica (Psicocriminología)
C U
O D
I
Psicología Criminalística (Psicocriminalística)
L
O C
I Psicología Forense Penal Ps. For. Civil Ps. For. Tutelar
G
Í A
A L Psicología Penitenciaria (Psicopenología)
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
CUADRO N° 02
PSICOLOGÍA CRIMINAL
Psicología
Criminalística (Psicocriminalística)
ÁMBITO DE LA
PSICOLOGÍA
CRIMINAL Psicología
Forence (Psicología Forence)
Psicología
Penitenciaria (Psicopenología
84 PSICOLOGÍA JURÍDICA
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 85
CAPITULO III
LA PSICOCRIMINOLOGIA
En la psicología europea de fines del siglo XIX y primera mitad del siglo XX
tuvo mayor desarrollo esta tendencia, habiendo sido en Alemania donde Julius F.
A. Bahnsen (1830-1881) quien empleó por primera vez el término de
caracterología en l867, en sus dos volúmenes titulados: Beitrage zur
charakterologie. Posteriormente, dentro de dicha vertiente, surgieron los estudios
sobre los tipos de carácter que se basaban en la teoría sustentada por cada
autor en particular, concibiendo generalmente el carácter como aquel sello
personal que diferenciaba a un individuo de otro, y que según el cual se respondía
característicamente ante las diversas situaciones de la experiencia individual,
habiendo tenido mucha difusión, en la primera mitad de la centuria pasada, los
tipos introvertido y extrovertido de Carl Jung (1875-1961).
3.2.1.1. Primeras tipologías de inicios del siglo XX: propuesta entre
1906 y 1909 por los holandeses Gérard Heymans (1857-1930) psicólogo y el
psiquiatra Enno D. Wiersma (1858-1940), continuando el modelo de Wundt
(Martínez-Abascal, 2001). Mas tarde, el sueco H. Sjobring, entre 1913 y 1919,
expuso también una caracterología parecida a la de Heymans-Wiersma,
considerando cuatro factores: Capacidad, valencia, estabilidad y solidez, los
que supuestamente existían en el individuo, bien en cantidad excedente, media
o débil, dando lugar a ocho tipos: el supercapaz (C+), el subcapaz (C-); el
superválido (V+), el subválido (V-); el superestable (St+), el subestable (St-); el
supersólido (So+), y el subsólido (So-). Fue Olof Kinberg quien adoptó la tipología
de Sjobring para el estudio criminológico.
La continuación y difusión de la tipología holandesa de Heymans-Wiersma,
se realizó por el francés Rene Le Senne (1882-1954) quien publicó en 1945 su
Traite de caracterolgie, considerando los ocho tipos caracterológicos de sus
predecesores, en base a la combinación de tres propiedades fundamentales,
polarizadas cada una en dos extremos: a) Emotividad, no emotividad; b) Actividad,
no actividad; c) Primariedad y secundariedad. Más tarde, Gastón Berger (1896-
1960) elaboró un cuestionario para su medición, presentada en su obra:
Caracterologique cuestionario de 1950 (Berger, 1961). Tales tipos
caracterológicos son:
1. Nervioso (emotivo-inactivo-primario)
2. Sentimental (emotivo-inactivo-secundario)
3. Colérico (emotivo-activo-primario)
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 89
4 Apasionado (emotivo-activo-secundario)
5. Sanguíneo (no emotivo-activo-primario)
6. Flemático (no emotivo-activo-secundario)
7. Amorfo (no emotivo-inactivo-primario)
8. Apático (no emotivo-inactivo-secundario)
Respecto a la incidencia criminológica de estos tipos, Oscar Blarduni (1963)
expresaba que el más criminógeno de todos es el nervioso. Luego lo son el
amorfo, el apático, el colérico, etc. Esto no supone que los flemáticos no cometan
delitos nunca, aunque es más raro que lo hagan, y cuando lo hacen el crimen
tiene características peculiares.
El Nervioso (E noA P) debido a que es bastante emotivo, siente de manera
muy viva los estímulos del mundo externo, por ser de sensibilidad hiperestésica;
en función de su inactividad sus energías o impulsos no se descargan por una
acción continua, sino más bien por reacciones de tipo agresivo en momentos
determinados, y como es primario, su reacción es inmediata sin meditar las
consecuencias de su acto, condiciones que son favorables para incidir con mayor
probabilidad en un comportamiento antisocial o criminal.
El Amorfo (noE noA P), por sus notas peculiares de carácter, puede también
estar propenso a reacciones que pueden ser de tipo delictivo o antisocial,
además porque es una persona más inclinada a dejarse llevar por las malas
compañías, por faltarle aptitudes para resistir a las sugestiones del grupo o de
un lider.
El Apático (noE noA S), tiene fallas en la esfera moral y volitiva, y a veces
también es mal dotado intelectualmente, por lo que mayormente carecen de
escolaridad adecuada. Estos rasgos posibilitan una mayor incidencia delictiva,
ya sea contra la propiedad o de carácter sexual.
El Colérico (E A P), es bastante activo y de reacciones primarias o
inmediatas, además de ser muy emotivo, por lo que también es otro de los tipos
psicológicos con alta predisposición a caer en un comportamiento delincuencial
o antisocial, debido a su agresividad y combatividad, por lo que puede incidir en
actos de violencia contra las personas.
90 PSICOLOGÍA JURÍDICA
Nerón y Astro eran los que correlacionaban con mayor incidencia con ciertas
formas de comportamiento criminal.
3.2.2. PERSONALIDAD Y DELITO: En primer lugar debemos precisar
que no creemos en la existencia de una “personalidad criminal” típica, porque
los datos de diversos estudios sobre el particular no la avalan (Garrido y Clemente,
1983), aunque existen puntos de vista que prestan gran atención a posibles
factores genéticos (Cattell, 1972; Eysenck, 1972) de ciertos rasgos, como se
verá más adelante, pero no como condiciones determinantes. En segundo lugar,
la personalidad no es una realidad puramente psicológica y aislada que condiciona
el comportamiento humano, ya que ella no se puede comprender separada de
su entorno social, parecer que siguen muchos estudiosos (Eysenck, 1976;
Mischel, 1990), ni tampoco desligada de su contexto situacional que es muy
cambiante.
3.2.2.1 Estudios sobre la personalidad: Contemporáneamente las
investigaciones sobre la personalidad no han seguido un modelo explicativo único,
ya que las diversas corrientes psicológicas plantean variados tipos de
comprensión y explicación de dicha dimensión humana, existiendo las visiones
psicoanalíticas, la comprensión fenomenológica, la tesis de los rasgos, la
apreciación conductista, entre otras. Lo indiscutible es que el nombre de
personalidad prácticamente se ha impuesto, habiendo desplazando
progresivamente a la de carácter, que tuvo mayor acogida sobre todo en la
psicología europeo-continental hasta casi la primera mitad del siglo pasado.
Si tomamos como referencia la evolución histórica que plantea Raymond
Cattell (1905-1998), psicólogo inglés, el desarrollo de los estudios sobre la
personalidad habría pasado por tres grandes etapas:
a) La fase literaria y filosófica, una especie de juego de percepción personal y
de creencias convencionales, desde la antigüedad hasta el último novelista
o autor teatral.
b) La fase protoclínica, que es una etapa de observación y teorización
organizada. Destacaron las generalizaciones psiquiátricas como la de
Kraepelín, la tesis de Freud, Kretschmer, entre muchos trabajos.
c) La fase cuantitativa y experimental que empezó a inicios del siglo XX y sus
resultados se aprecian recién en las últimas décadas.
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 93
Neuroticismo
Distímicos Psicópatas
Introversion Extroversión
-
Estabilidad
En base a lo anterior, este autor planteó que los psicópatas y ciertos
delincuentes se caracterizan precisamente por el predominio de la dimensión
extraversión-neuroticismo (emotividad) extremas, y en los que debido al
predominio de la inhibición el proceso de condicionamiento social es más difícil.
104 PSICOLOGÍA JURÍDICA
Asimismo, entre otras anotaciones, Eysenck (1976, p. 145) afirmaba, que los
psicópatas y otras personas, de acuerdo con su hipótesis, “son precisamente
aquéllas en las que no se ha producido un condicionamiento de las respuestas
sociales. Disponemos de pruebas suficientes para sugerir que las respuestas
autónomas, condicionadas de acuerdo con el sistema ordinario de Pavlov,
constituyen la base de lo que normalmente llamamos conciencia. La conciencia
es, efectivamente, un reflejo condicionado”
Agregaba además que en cuanto a factor disuasivo del delito, la reacción
autónoma, la conciencia condicionada del delincuente en potencia, tiene mucho
más fuerza que las fuerzas de la ley y el orden establecidos. De ello afirma que
la “conciencia” es principalmente, el factor fundamental que nos hace
comportarnos de una manera moral y socialmente aceptable. La delincuencia
se explicaría entonces, tomando en cuenta las siguientes consideraciones
deducidas de todo lo anterior.
a) Es de esperar, que los experimentos de condicionamiento revelen, que los
psicópatas y los extravertidos manifiesten menos condicionabilidad que
los neuróticos y los normales.
b) Las personas que cometen delitos y otros actos antisociales serán más
extravertidos de las que se abstienen de realizar esos actos. Según
Eysenck, en este segundo enunciado existe mayor número de pruebas
confirmatorias.
c) Los patrones de conducta vinculados con la introversión-extroversión y con
la estabilidad-neuroticismo, tienen unas bases sustancialmente hereditarias.
Posteriormente en 1976 incluyó la dimensión psicoticismo, que no está
relacionado con problemas psicóticos, sino más bien se corresponde con la
noción de psicopatía (Otin, 2010). De este modo la personalidad estaría
conformada por tres dimensiones:
Extraversión (E) frente a introversión,
Neuroticismo (N) frente a estabilidad, y
Psicoticismo (P) frente a control de impulsos
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 105
Neuroticismo
Psicoticismo
Introversión Extraversión
Control
Estabilidad
nuevos delitos. Sobre todo el tipo por Asociación, que llega a ser
habitual. Tienen un defectuoso desarrollo de su superego.
c) Delincuentes neuróticos y compulsivos: sobre todo los obsesivo
compulsivos, y son hasta cierto punto personas que no han llegado a
la madurez sexual. Los delitos en este grupo son la cleptomanía, la
piromanía, la ninfomanía, la dipsomanía, la dromomanía, la manía
homicida, entre otros
d) Delincuentes con características neuróticas. Grupo de criminales que
se describen a menudo como personalidades psicopáticas. “Un rasgo
distintivo de su conducta es la agresión, que es una forma de
autodestrucción crónica.”. Las personas de este tipo pueden actuar
como neuróticos o como criminales. Alexander fue el primero que
introdujo el concepto de “carácter neurótico”, y abarca un grupo
numeroso de neurosis “cuya característica consiste en incurrir en
una conducta antisocial más bien que en expresiones neuróticas.
e) Delincuentes con desarrollo deficiente del superego: Son personas
que han crecido en un med io de delincuencia que existía previamente
o que ellos han fomentado. Están identificados con las actividades
antisociales y no temen el castigo. Sus actos criminales son
aprobados por su ego y su superego. “Socialmente, este delincuente
es el individuo más peligroso” y son incorregibles según Abrahamsen.
Años despúes, en 1970, Abrahamsen planteo su tesis sobre el varón
homicida también bajo una visión psicoanalítica, en su obra: Our violent
society, argumentando que el crimen violento del varón, se basaría en sus
sentimientos inconscientes de querer demostrar a su madre que no es un
ser insignificante, y que puede vengarse de ella por haberlo rechazado.
Esta versión psicoanalítica cree que:
a) Los que cometen delitos violentos han sido gravemente rechazados
por su madre.
b) Ellos sienten amargamente este rechazo.
c) Esa experiencia es en todo caso inconsciente.
112 PSICOLOGÍA JURÍDICA
ACTIVA PASIVA
F Agresión contra
R
FUENTE Agresión . Golpear. Negarse a realizar
U
S FRUSTRANTE FISICA ........... una tarea
T
R
A
Agresión
C DESPLAZADA Agresión . Insultar . Negarse a hablar
I VERBAL ...........
Ó
N AUTOAGRESION
recordar que toda esta corriente conocida también como teoría del aprendizaje,
tuvo un exponente notorio en Iván Pavlov, cuya vertiente fue denominada por los
teóricos del aprendizaje como modelo de Condicionamiento Clásico.
3.2.5.1. Condicionamiento Operante: Posteriormente y tomando como
antecedente la “ley del efecto” de Thorndike, Burrhus Frederic Skinner (1904-
1990) elaboró un modelo explicativo del comportamiento que se denominó
Condicionamiento operante, teoría que sirve para explicar una gran variedad de
conductas humanas, así como para desarrollar consecuentemente diversas
técnicas para su modificación y modelamiento. El condicionamiento clásico
maneja el refuerzo antes de la emisión de la conducta esperada, de tal manera
que asociando previamente un estímulo neutro al refuerzo incondicionado que
estimula la emisión de esa conducta, se llega a producir dicho comportamiento
con la sola presencia del estímulo neutro que se convierte en estímulo
condicionado, denominándose a la respuesta o conducta así producida, reflejo
o reacción condicionada.
Skinner (1974) al desarrollar la tesis del Condicionamiento operante entre
1938 y 1959, explica el aprendizaje según otro esquema. En este caso lo que
ocurre primero es la emisión de la conducta, y si seguida de ella se da un evento
reforzante para el sujeto, es probable que dicho comportamiento se repita y se
haga estable o se perfeccione según las contingencias que sigan a la emisión
de la conducta. En función a este modelo se explicarían gran parte de los
comportamientos humanos. Antes de entrar al aspecto del modelamiento de la
conducta criminal o antisocial, debemos aclarar la noción de operante, refuerzo
y sus variantes, que son elementos claves que entran en juego, en la tesis de
este tipo de condicionamiento:
A. La conducta operante: es aquella que opera sobre el medio externo, que
lo cambia o afecta. En otros términos, una operante es una variedad de
respuesta (conducta) que surge espontáneamente en ausencia de cualquier
estimulación con la que pueda ser específicamente correlacionada. A su
vez el comportamiento operante está determinado por las consecuencias
o condiciones que le siguen inmediatamente. Las consecuencias de una
conducta operante, que aumentan la probabilidad que se repita se llaman
reforzadores o refuerzos.
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 121
. Influencia del
. Aprendizaje por modelamiento……. .Reforzamiento
OBSERVACION externo
. Tratamiento aversivo
. Reforzamiento
. Aprendizaje por . Móviles de incentivo vicario
EXPERIENCIA
DIRECTA(ejecución . Control Instruccional
reforzada)
(Determinantes . Control Ilusorio o . Autorreforzamiento
estructurales simbólico
encima de 100; aumento del temblor distal de las manos; insomnio; nauseas
o vómitos; alucinaciones visuales, táctiles o auditivas transitorias, o ilusiones;
agitación psicomotora; ansiedad, y crisis epiléptica. Estos síntomas se
alivian con frecuencia tras la administración de alcohol u otros depresores
del SNC.
C. Síndrome de abstinencia con delirium (F10.4), cuando el síndrome de
abstinencia se complica con un delirium. Aquí se debe incluir el Delirium
tremens inducido por alcohol, que se caracteriza por obnubilación de la
conciencia, estado confusional, desorientación, miedo, alucinaciones vívidas
sobre todo visuales y táctiles, temblor intenso y a veces ideas delirantes,
entre otros síntomas. La CIE-9 consideró al delirium tremens como una
variedad de psicosis alcohólica aguda o subaguda.
D. Trastornos psicóticos por consumo de alcohol (F10.5): Abarca diversos
trastornos psicóticos que se presentan durante el consumo de alcohol o
inmediatamente después, generalmente son de corta duración como los
siguientes:
. Alucinosis alcohólica: Psicosis generalmente de menos de seis meses
de duración, sin obnubilación o con ligero anublamiento de conciencia,
ansiedad marcada, y sobre todo alucinaciones auditivas, en forma de
voces que profieren insultos y amenazas.
. Celotipia alcohólica: Psicosis paranoide crónica, asociado con el
alcoholismo, caracterizado por ideas delirantes de celos.
. Paranoia alcohólica.
E. Síndrome amnésico por consumo de alcohol (F10.6): caracterizado por
un deterioro notable y persistente de la memoria. Acá se incluye la Psicosis
alcohólica de Korsakov que presenta reducción notable y duradera de la
memoria, sobre todo de la reciente o de fijación, con presencia de
confabulación y desorientación
F. Trastorno psicótico residual y de comienzo tardío inducido por alcohol
(F10.7): Ciertos trastornos cognoscitivos, afectivos o de la personalidad o
del comportamiento debidos al consumo de alcohol, que persisten más
allá del tiempo de actuación de la sustancia.
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 137
. Tipo erotomaniaco,
. Tipo de grandiosidad,
. Tipo celotípico,
. Tipo persecutorio,
. Tipo somático,
. Tipo mixto y
. Tipo no especificado.
La alteración psicótica en estos casos, sobre todo la centrada en el subtipo
de delirio persecutorio, lleva al paranoico a reaccionar a veces con violencia
homicida; así mismo es de riego el delirio celotípico. El ya citado Hesnard (1963)
afirmaba que las diversas variedades de paranoia pueden dar lugar a actos
criminales. Sin embargo, en la práctica judicial la comprensión de este problema
no ha sido uniforme (Puente, 1997)
3.3.4. TRASTORNOS DEL HUMOR PSICOTICOS Y DELITO: Los
trastornos de humor o afectivos incluyen siete categorías específicas (F30 a
F39), con variados niveles de gravedad, y que según la clasificación que
seguimos, abarca las siguientes:
Episodio maníaco,
Trastorno bipolar,
Episodios depresivos,
Trastorno depresivo recurrente,
Trastornos del humor (afectivos) persitentes,
Otros trastornos del humor, y
Trastornos del humor sin especificación.
De este grupo nos interesa los trastornos que llegan al grado de psicosis,
caracterizado por una alteración grave del ánimo, compuesto bien por depresión
o por alborozo y excitación, que pueden acompañarse por algunos de los
siguientes síntomas y signos: ideas delirantes, perplejidad, trastornos de la
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 143
problema de las antiguas “psicopatías” dio lugar para que algunos psiquiatras
nieguen su existencia, pero en realidad cualquiera sea la denominación o
término empleado, estos trastornos no pueden ser desconocidos.
La mayoría de autores señala que fue el psiquiatra alemán Julius L. Koch
(1841-1908), el primero en hablar de “inferioridades psicopáticas” en 1888,
para referirse a esta variedad de trastornos. Poco después, Emil Kraepelin
(1856-1926), en la 5ta edición de su Manual de psiquiatría de 1896, incluyó
el grupo de los “estados psicopáticos” y años después en 1904 introdujo la
denominación “personalidades psicopáticas”. Igualmente por esa época,
Adolfo Meyer (1866-1950), psiquiatra suizo que emigró a Estados Unidos,
delineó más este cuadro, al que denominó en 1905 “inferioridad psicopática
constitucional”, excluyendo a los neuróticos de esta categoría. En 1914,
Karl Birbaum (1878-1950) empleó la denominación de sociopatía en su
obra Die psychopathischen verbrecher, pero que no tuvo difusión. Algunos
lustros después, el psiquiatra norteamericano George E. Partridge (1870-
1953) planteó el uso del término sociópata en vez de psicópata, en el artículo
“Current conceptions of psychopathic personality” en 1930 (American
Journal of Psychiatriy), nombre que fue acogido fugazmente, sólo en la
primera DSM-I norteamericana de 1952.
Kurt Schneider (1887-1967), psiquiatra alemán, fue el estudioso mas
importante de esta materia en gran parte de la primera mitad del siglo XX,
quien publicó su famosa monografía Las personalidades psicopáticas en
1923, y que a lo largo de más de cuatro décadas posteriores tuvo sucesivas
ediciones y traducciones a diversos idiomas, alcanzando gran influencia
mundial, asumiendo una tendencia constitucionalista en la explicación de
los diez tipos de psicópatas que describía en su obra.
Dentro de la psiquiatría anglosajona se siguió la idea de entender al
psicópata como un tipo de trastorno especial, no como un grupo que
abarcaba varios trastornos psicopáticos. En esta tendencia destaca el
enfoque ambientalista del psiquiatra inglés David Henderson (1884-1965)
con su libro Psychopathic states de 1939; seguido por otros estudiosos
como el norteamericano Hervey Cleckley (1903-1984) con su obra Mask
of Sanity de 1941. Posteriormente han sido importantes los trabajos de
William M. McCord (1930-1992) y Joan F. McCord (1930-2004) en 1964,
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 149
con el libro The psychopath: An essay on the criminal mind, así como los
aportes de Michael J. Craft en 1966, con la obra Psychopathic disorders
and their assessment en Inglaterra, y también las investigaciones de Robert
D. Hare (n.1934), psicólogo canadiense, entre 1965, 1966, 1968,1970 y
años posteriores.
En suma, podemos anotar que el término psicopatía se ha usado con una
doble acepción: en un caso, bajo la influencia de la psiquiatría alemana,
como nombre genérico, abarcando una variedad de diez tipos de
“psicopatías”, similar a la nueva nomenclatura vigente de trastornos de
personalidad que emplean la CIE de la Organización Mundial de Salud y la
DMS-5 norteamericana; y en otro caso, sobre todo por la psiquiatría
angloamericana del siglo pasado, sólo como denominación de un trastorno
específico, equivalente al “psicópata desalmado” de Schneider, “anético”
de Honorio Delgado (1892-1969), “crueles” de Catalano y Cerquetelli,
“trastorno disocial de la personalidad” de la CIE 10 y “trastorno antisocial
de la personalidad” de la DSM 5.
Es más o menos desde la década del 50 del siglo XX que se usa, en vez de
personalidades psicopáticas, la denominación de Trastornos de
personalidad por la Organización Mundial de la Salud; así como por la DSM
norteamericana, desde su segunda revisión de 1968 (DSM:II), hasta la última
del 2013 (DSM-5).
B. Tipos de trastornos específicos de la personalidad (F60): La
variedad de estos trastornos, llamados antes personalidades
psicopáticas, ha estado sometido a diversas revisiones. En el siglo
pasado el psiquiatra alemán Kurt Schneider (1963,1965) consideró desde
1923 los diez tipos siguientes:
1) Psicópata hipertímico,
2) Psicópata depresivo,
3) Psicópata inseguro,
4) Psicópata fanático,
5) Psicópata necesitado de estimación,
150 PSICOLOGÍA JURÍDICA
Grupo C
Trastorno evasivo de la personalidad
Trastorno dependiente de la personalidad
Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad.
La CIE-10 de la OMS, que emplea la denominación de Trastornos
específicos de la personalidad (F60), considera también 10 tipos de trastornos
que son los siguientes:
F60.0 Trastorno paranoide de la personalidad
F60.1 Trastorno esquizoide de la personalidad
F60.2 Trastorno disocial de la personalidad
F60.3 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad
.30 Tipo impulsivo
.31 Tipo límite
F60.4 Trastorno histriónico de la personlidad
F60.5 Trastorno anancástico de la personalidad
F60.6 Trastorno ansioso (con conducta de evitación) de la personalidad
F60.7 Trastorno dependiente de la personalidad
F60.8 Otros trastornos específicos de la personalidad
F60.9 Trastornos de la personalidad sin especificación.
152 PSICOLOGÍA JURÍDICA
Cuadro No. 10
LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD (Psicopatías)
(1923, 1959) D.S.M. 5 - 2013 O.M.S. - 1993
K. SCHNEIDER TRASTORNOS DE TRASTORNOS
Personalidades PERSONALIDAD ESPECIFICOS DE
PSICOPATICAS LA PERSONALIDAD
1. Hipertímico
2. Depresivo GRUPO A
3. Fanático 1. Trastorno paranoide 1. Trastorno Paranoide de la
de la personalidad personalidad
2. T. Esquizoide de la P. 2. T. Esquizoide de la
3. T. Esquizotípico personalidad
3. T. de inestabilidad
GRUPO B emocional de la
personalidad
4. Explosivo - Tipo impulsivo
GRUPO C
7. Inseguro de si 8. T. Obsesivo compuls. 6. T. Anancástico de la
mismo personal.
9. T. Evasivo de la pers. 7. T. Ansioso de la
personalidad
8. Asténico 10.T. Dependiente de la 8. T. Dependiente de la
personalidad. personalidad
9. Lábiles de ánimo 9. Otros trastornos específicos
10. Abúlico de la personalidad
10. T. de la personalidad sin
especificación
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 153
ser una forma de vida y culpan a otros de sus defectos y fallas, como
consecuencia generalmente tienen pocos amigos. No tienen capacidad
para perdonar agravios o perjuicios y muestran predisposición a rencores
persistentes, otros pueden ser agresivos e insistentes. Estas características
de personalidad pueden inducirlo a ciertos actos que pueden ser delictivos.
Según Esbec y Echeburúa (2010), en la población delictiva es el segundo
trastorno de personalidad más frecuente en varones junto con el Trastorno
Límite, y el tercero en mujeres.
D. Trastorno esquizoide de la personalidad: Es un trastorno caracterizado
por preferir las actividades solitarias, no deseando ni disfrutando de las
relaciones sociales, careciendo de amigos íntimos o personas de confianza,
con ningún o poco interés por relaciones sexuales con otras personas,
mostrando frialdad emocional. Generalmente estas personalidades “no son
violentas, pero pueden tener graves explosiones de cólera si se les invade
su espacio personal o se les molestas” (Esbec y Echeburúa, 2010, p. 10)
3.3.7. TRASTORNOS DE LOS HABITOS Y DEL CONTROL DE
IMPULSOS: Abarca una variedad de trastornos del comportamiento
caracterizados por ser actos repetidos, perjudiciales para el individuo o para los
demás, que no tienen una clara motivación racional, y que generalmente no
pueden ser controlados por la persona. En la mayoría de estos trastornos, “el
individuo percibe una sensación de tensión o activación interior antes de cometer
el acto y luego experimenta placer, gratificación o liberación en el momento de
llevarlo a cabo.” (Pichot, 1995, p. 625). Incluye las siguientes categorías:
F63.0 Ludopatía
F63.1 Piromanía
F63.2 Cleptomanía
F63.3 Tricotilomanía
F63.8 Otros trastornos de los hábitos y del control de impulsos
Incluye: Trastorno explosivo intermitente
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 161
Trastorno de voyeurismo
Trastorno de exhibicionismo
Trastorno de frotteurismo
Trastorno de masoquismo sexual
Trastorno de sadismo sexual
Trastorno de pedofilia
Trsrorno de fetichismo
Trastorno de trasvestismo
Otro trastorno parafílico especificado
Trastorno parafílico no especificado.
Las vinculaciones criminológicas se dan fundamentalmente con ciertas
desviaciones o parafilias, sobre todo con la paidofilia, el exhibicionismo, así como
con el sadismo y la necrofilia. Las demás parafilias, sólo si constituyen ofensas
al pudor público o atentan contra el pudor de menores pueden tener interés
penal y criminológico.
3.3.8.1. La paidofilia (F65.4): es una parafilia o desviación sexual en la
que un adulto prefiere tener actividades sexuales con un niño o prepuber del
mismo sexo o sexo opuesto. Al respecto, la mayoría de las leyes penales, y en
particular la nuestra, consideran delitos de violación de menores y de atentados
contra el pudor, cualquier relación sexual con un menor de 14 años de edad, y
castigan drásticamente esta forma de conducta sexual e incluso cualquier
comportamiento ocasional o habitual no necesariamente paidofílico. Asimismo
en tales modalidades de violación de menores se sanciona en la práctica sólo al
varón pedófilo por pedofilia heterosexual u homosexual, aunque no siempre un
pedófilo actúa teniendo al menor como sujeto pasivo de relación sexual, sino
que a veces puede asumir un rol homosexual, o bien no efectuar prácticas
sexuales ni homosexuales, sino circunscribirse a medidas manipulatorias,
cunnilinguis u otras formas desviadas. La pedofilia constituye, pues, una de las
desviaciones sexuales que penalmente recibe sanciones bastante duras.
3.3.8.2. El exhibicionismo (F65.2): Es otra desviación sexual en la que el
placer o la satisfacción sexual se obtiene mostrando en público los órganos
genitales a una persona de sexo opuesto. Langeluddeke (1972) considera que
se trata de una conducta muy frecuente, generalmente en personas maduras.
Las leyes penales y en particular el Código Penal Peruano, en el artículo 183,
tipifica las exhibiciones obscenas en lugares públicos, lo que puede ser en algunos
164 PSICOLOGÍA JURÍDICA
Esta clasificación precisó un poco más las subvariedades del retraso, frente
a la tripartición tradicional que se consideraba dentro del cuadro oligofrénico.
Hoy se consideran cuatro subniveles de discapacidad intelectual, y de ellos las
personas con discapacidad leve pueden alcanzar capacidades sociales
comunicativas, y llegar con esfuerzo hasta un sexto grado de escolaridad,
también son capaces de desarrollar destrezas vocacionales que les permitan
sobrevivir, aunque pueden requerir orientación y asistencia en situaciones de
estres social o económico no usuales. El sujeto con dispacidad moderada, puede
a veces lograr hasta un segundo grado de escolaridad, y alcanzar alguna forma
de trabajo no especializado o semi especializado en determinadas condiciones,
pero requerirá asistencia. Los niveles de discapacidad intelectual profunda y
grave, tienen déficits intelectuales mayores que determinan el requerimiento de
asistencia y ayuda para satisfacer sus necesidades vitales. La equivalencia de
la antigua clasificación (oligofrenia), la de la CIE-10, así como la actual de la
DSM-5 (American Psychiatric Association, 2014) que usa la denominación de
Discapacidades intelectuales o trastornos del desarrollo intelectual se presenta
en el cuadro No. 12
Cuadro No. 12. Grados de retraso o discapacidad intelectual
Los estudios criminológicos que han creído hallar alguna correlación directa
entre retraso mental y delincuencia, han variado tal índice de relación con el
transcurso de los años. En los trabajos más antiguos se hablaba de un alto
índice de criminalidad de imbéciles y débiles mentales, siendo Henry H. Goddard
(1866-1957), en las primeras décadas del siglo XX, autor de Feeble mindedness
en 1914 y de The criminal imbecile: an analysis of three remarkable murder
cases en 1915, su representante más importante, quien en el estudio del nivel
intelectual de reclusos norteamericanos, calculó que de un 20 a 89% de presos
eran débiles mentales, concluyendo “que al menos un 50% del total de
delincuentes son defectivos mentales”, reiterando dichos resultados en un trabajo
posterior, señalando que “el resultado de los más cuidadosos estudios parece
indicar que alrededor del 50 por 100 del total de los delincuentes son defectivos
mentales” (Parmelee, 1925), lo que constituía una incidencia muy alta, que hacía
dudar de su validez. Sin embargo, por el mismo año, William Healy (1869-1963)
en 1915, en The individual delinquent, sobre la base del examen de mil
delincuentes jóvenes reincidentes, halló que un 10% de estos menores eran
deficientes mentales, porcentaje que era más cercano a la realidad. Un década
después, Cyril Burt (1883-1971) en el libro The young delinquent de 1925, presentó
también el estudio de jóvenes delincuentes de Londres, comparándolos con
grupos no delincuentes de la misma edad y clase social, hallando que tanto la
limitación intelectual “como la verdadera subnormalidad mental eran tres o más
veces más frecuentes entre los delincuentes”. Por esos años Carl Murchison
(1887-1961) escribió un libro sobre inteligencia y criminalidad: Criminal intelligence,
en 1926.
En las décadas siguientes también hubieron algunos estudios al respecto,
como el de Simon H. Tulchin (1895-1977), que publicó en 1939 la obra: Intelligence
and crime: A study of penitentiary and reformatory offenders. Asimismo el
psiquiatra forense inglés William Norwood East (1872-1953), con P. Stocks y H.
Youno en 1942, estudiaron a cuatro mil menores antisociales, encontrando un
3,5 % de mentalmente inferiores, que es una tendencia más realista, presentada
en la obra: The adolescent criminal: A medico-sociological study of four thousand
male adolescents. En los años cincuenta, Mary Woodward en su libro Low
intelligence and delinquency de 1955, presentó su estudio con pruebas de
inteligencia aplicadas a delincuentes, hallando que el cociente intelectual, tanto
de delincuentes ingleses como norteaméricanos, no estaban más de ocho
puntos por debajo de la población normal (West, 1970).
168 PSICOLOGÍA JURÍDICA
mental, es menor la capacidad para realizar actos delictivos (Otín del Castillo,
2010).
. Según las víctimas: ellas pueden ser “de violencia de género, de maltrato
infantil, de un robo violento, etc” (Andrés y Redondo, 2007, p. 160)
3) Multicausalidad: “Para que ocurra un acto violento, especialmente de
violencia grave como por ejemplo un asesinato, tienen que coincidir en el tiempo
numerosas variables que, a su vez, no suelen combinarse con demasiada
frecuencia..” (Andrés y Redondo, 2007, p. 161)
Los diversos tipos de violencia tienen sus factores de riesgo y protección
específicos. Así se puede considerar que la violencia ejercida en el pasado
biográfico es un factor de riesgo común para todo tipo de violencia, la parafilia es
un factor específico de la violencia sexual pero no de la violencia física
4) Intencionalidad. El acto violento es resultado de una intención voluntaria
de producir daño o malestar. Sin embargo dicha decisión de actuar violentamente
siempre estará influida, no causada, por una variedad de factores biológicos,
psicológico y sociales.
5) Infrecuencia. No obstante la sensación creciente de que la violencia es
generalmente algo muy común, la violencia grave o muy grave especialmente
es un fenómeno poco habitual e infrecuente (Andrés y Redondo, 2007).
3.4.2. RIESGO DE VIOLENCIA O PELIGROSIDAD: La preocupación por
delimitar o prever el peligro de criminalidad o de reincidencia delictiva, surgio en
el campo de la criminología positivista y su posterior adopción en el campo penal,
basado en las teorías criminológicas de corte biológico así como social, habiéndo
surgido luego la tesis de la peligrosidad o el estado peligroso en diversas
legislaciones penales.
3.4.2.1. La peligrosidad o el estado peligroso: La criminología desde
sus inicios consideró importante la necesidad del estudio individual del delincuente
y su potencial riesgo delictvo. Esta idea tuvo el influjo de Garófalo a fines del
siglo XIX, quien habló de temibilidad dando lugar a que luego en el campo penal
se generara la noción de peligrosidad. Años después, en la primera mitad del
siglo XX, Benigno Di Tullio (1966) señalaba también, entre diversos aspectos
importantes de la Criminología clínica y el proceso penal, el “pronóstico de
peligrosidad” del delincuente, idea que había sido acogido en diversa legislaciones
del mundo, como en nuestro código penal de 1924, en cuyo artículo 116 se
regulaba la posibilidad de declarar “especialmente peligrosos” a ciertos
172 PSICOLOGÍA JURÍDICA
FACTORES SOCIALES
Puntos específicos
1. Educación del joven por su padre
- Excesivamente duro 72.5
- Laxa 59.8
- Firme pero afable 9.3
2. Supervisión del joven por su madre
- Insuficiente 83.2
- Suficiente 57.5
- Metódica 9.9
3. Inclinación del padre por el joven
- Indiferente u hostil 79.5
- Caluroso (incluido cuidado excesivo) 33.8
4. Inclinación de la madre por el joven
- Indiferente u hostil 86.2
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 175
FACTORES PSICOLÓGICOS
(Deducidos del test de Rorschach). Puntos específicos
1. Afirmación social
- Fuerte 75.9
- Alguna 63.8
- No 39.7
2. Actitud de desafío
- Marcada 91.0
- Alguna 76.7
- Ninguna 34.9
3. Desconfianza
- Marcada 67.3
- Alguna 47.3
- Ninguna 37.5
4. Tendencia a la destrucción
- Marcada 77.7
- Alguna 69.9
- Ninguna 35.7
5. Labilidad eomocional
- Marcada 75.2
- Alguna 65.0
- Ninguna 40.0
176 PSICOLOGÍA JURÍDICA
FACTORES PSIQUIATRICOS
1. Afición por la aventura
- Marcada 75.3
- De modo patente pero sin faltar 35.4
2. Extravertido en sus acciones
- Marcadamente 66.5
- No de modo claro, sin dejar de serlo 37.8
3. Influenciabilidad
- Marcada 69.4
- No clara, pero tampoco ausente 37.5
4. Teztarudez, insubordinación
-Marcada 83.4
- No clara, pero tampoco ausente 39.0
5. Emocionalmente desequilibrado
- Marcadamente 62.0
- No de modo claro, pero tampoco ausente 26.5
Comparando las dos últimas tablas, podemos señalar que realmente ambas
tienen que ver con los factores psicológicos, y que por tanto pudieron ser parte
de una sola mucho más precisa y coherente. Es posible por ello, como lo afirmaba
Di Tullio (1966, p. 54), que “los Glueck han podido establecer que el uso combinado
de las tres tablas no mejora la predicción de la conducta criminal, y han centrado
por ello su atención sobre la tabla sociológica, dado que los factores de este tipo
son, de ordinario, más fáciles de poner de relieve”. Por lo tanto, los manuales
para la aplicación de la tabla de predición de los Glueck, también han trabajado
más con la de índole social. Ademas la tabla social se experimentó considerando
sólo tres factores: dos relativos a la madre y la tercera de cohesión familiar
(Rogers, 1964). No obstante que el trabajo de los Glueck trató de ser lo más
riguroso posible, las críticas han sido diversas. Se ha objetado que la selección
del grupo de jóvenes delincuentes estudiados y el de control no fueron adecuados.
Asismismo se planteó que la selección de los factores para elaborar las tablas
de predicción y su combinación resultaba deficiente.
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 177
Clínico (Presente)
C1 Falta de comprensión profunda
C2 Actitudes negativas
C3 Síntomas activos de enfermedad mental severa
C4 Impulsividad
C5 Falta de respuesta al tratamiento
Factores sociales/contextuales
11. Delincuencia en el grupo de iguales
12. Rechazo del grupo de iguales
13. Estrés experimentado e incapacidad para enfrentar dificultades
14. Escasa habilidad de los padres para educar
15. Falta de apoyo personal/social de otros adultos
16. Entorno marginal
Factores individuales
17. Actitudes negativas
18. Asunción de riesgos/ impulsividad
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 189
Factores de protección
P1. Implicación social
P2. Apoyo social fuerte
P3. Fuertes vínculos y lazos con al menos un adulto prosocial.
P4. Actitud positiva hacia las intervenciones y la autoridad
P5. Fuerte compromiso con la escuela
P6. Perseverancia como rasgo de personalidad
Asimismo es importante el trabajo realizado por el sociólogo y criminólogo
norteamericano Richard A. Berk, orientado a predecir la reincidencia de la
criminalidad sobre la base de mas de 60 mil delitos e identificando 30 variables,
elaborando un software para ello, el mismo que se empezó a usar en Filadelfia
el año 2010.
190 PSICOLOGÍA JURÍDICA
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ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 197
CUADRO N° 03
PSICOCRIMINOLOGÍA
PERSONALIDAD
Y DELITO
Transtorno de * Psicópata hipertímico
la * Psicópata depresivo.
personalidad y * Psicópa inseguro
delito * Psicópa fanático
* Psicópa necesitado de estimación
* Psicópa lábil de ánimo
* Psicópa abúlico
transtorno de la inclinación * Psicópa asténico
o preferencia sexual * Psicópa explosivo
* Psicópa desalmado
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 201
CAPITULO IV
PSICOLOGIA CRIMINALISTICA
4.1. LA CRIMINALÍSTICA
Las mismas que hay que valorarlas en función de la época en que Gross
desarrolló sus ideas de criminalística. Actualmente, según Guzman (2011, p.5)
la Criminalística abarca las siguientes disciplinas y procesos.
1. Balística 8. Identificación de la persona
2. Documentología 9. Huellas de calzados y neumáticos
3. Química legal 10. Exámenes serológicos
4. Accidentología vial 11. Pelos y fibras
5. Planimetría 12. Revenidos
6. Fotografía pericial 13. Examen de pinturas, entre otros
7. Proceso de la investigación
en el escenario del crimen
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 203
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216 PSICOLOGÍA JURÍDICA
CUADRO N° 04
PSICOLOGÍA CRIMINALÍSTICA
ÁMBITO DE ESTUDIO
Y APLICACIÓN DE LA
PSICOLOGÍA Estudio de modus operandi, firma y montaje
CRIMINALÍSTICA alteraciones.
CAPITULO V
PSICOLOGIA PENITENCIARIA
CIENCIA
P
PENITENCIARIA
C
S
R
I Pedagogía Penitenciaria
I
C
Sociología Penitenciaria
M
O
I Psicocriminología Psicología Penitenciaria Ps. For.Penal
L
N Medicina Penitenciaria
O
A
G Arquitectura Penitenciaria
L v
ÍA
Etc.
dentro de los diversos regímenes bajo los cuales se cumplen las sanciones
penales, de acuerdo a cada legislación que regula la ejecución penal. En nuestro
país, mediante el Decreto Ley número 17581 de abril de 1969, se señaló por
primera vez en nuestro ordenamiento ejecutivo penal, que el régimen
penitenciario en su fase de Observación, mediante el organismo técnico
respectivo, tenía como propósito:
“a. El estudio del condenado, que comprenderá su examen médico,
psicológico y del medio ambiente que lo circundaba antes de cometer el hecho
delictuoso a efecto de formular el diagnóstico y pronóstico criminológico”.
Además estipuló que se debía clasificar al condenado, señalar el
establecimiento o sección de establecimiento al que debería ser remitido, fijar el
tratamiento y determinar el tiempo mínimo para comprobar sus resultados.
Tendencia que se ha mantenido, con algunos cambios, en las legislaciones
posteriores
5.1.2. LOS CENTROS DE OBSERVACIÓN PENITENCIARIOS: En
diversos países del mundo, como parte del sistema penitenciario, existen Centros
de Observación penitenciaria, cuyo propósito es albergar por un período corto a
los condenados, con el propósito de efectuar las acciones de diagnóstico y
clasificación respectivas, para que en base a tales estudios puedan llevarse
adelante las medidas de resocialización. Luego de la etapa de observación, los
condenados son derivados a los centros carcelarios o secciones carcelarias
respectivas, de acuerdo a las recomendaciones del Equipo Técnico de
Observación o de Tratamiento. Según Cuello Calón (1958), el primer centro de
observación se habría creado por Luis Vervaeck en el año de 1907, en la prisión
de Bruselas, estableciéndose luego en Alemania, entre los años 1920 y 1923, un
servicio para el estudio de condenados en la prisión de Straubing (Baviera) dirigido
por Vierstein. Más tarde se consideró ya una necesidad básica, la obligatoriedad
de efectuar el estudio diagnóstico y clasificación de todo condenado a pena
privativa de libertad, sobresaliendo en el siglo pasado los centros de observación
de Rebibbia en Italia, el Centro Nacional de Orientación de Fresnes en Francia,
el Centro de Observación de Carabanchel en España, entre otros.
En el Perú, si bien no existe ningún Centro de observación penitenciario
nacional, sin embargo a nivel normativo existen antecedentes importantes. Así
en el Código Penal de 1924, en su artículo 409 se decía que en la Penitenciaría
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 225
1. T. C. basada en el
Condicionamiento clásico
B. Terapia 2. T. C. basada en el a) Psicoterapia
CONDUCTUAL Condicionamiento
operante
3. T. C. basada en el INDIVIDUAL
modelamiento o imitación
1. Psicoterapia Ecléctica
E. Otras 2. Ludoterapia
TECNICAS 3. Psicodrama
4. Otras.
del aquí y ahora”. Asimismo, como glosa Kaufmann (1979, p. 229) “Todo se
basa en la conciencia. Conciencia es el único fundamento del saber de la
comunicación”, además opina que la terapia de la configuración en los ambientes
carcelarios, como los socialterapéuticos, podría aplicarse sobre todo para
determinados grupos de internos, que puedan ser capaces de soportar ciertas
clases de frustraciones. Asimismo, esta terapia puede ser aplicada en forma
individual, así como terapia gestáltica de grupo.
5.3.5. LA TERAPIA CONDUCTUAL: Bajo una concepción diferente al
psicoanálisis, y tomando como fundamento los resultados de la psicología del
aprendizaje, se ha desarrollado la denominada “terapia del comportamiento”.
Sin embargo, no obstante que desde el trabajo experimental de John Watson,
ya se había vislumbrado alguna forma de manejo terapéutico conductual de
ciertos problemas, diversos autores señalan que el inicio de esta terapia data de
1958, cuando Joseph Wolpe (1915-1997) publicó en dicho año su libro
Psychotherapy by reciprocal inhibition (1978). Al respecto se pueden diferenciar
dentro del rubro terapia conductual (T.C.) varias orientaciones, de acuerdo al
sustento teórico-práctico en que se basan, es así que desde la perspectiva del
Condicionamiento operante desarrollado por Skinner, ya se habían dado
experiencias anteriores que impulsaron la terapia conductual.
La terapia del comportamiento es definida por Hans Eysenck (1979, p. 14)
como “el intento por alterar la conducta y las emociones humanas de un modo
beneficioso y de acuerdo con las leyes de la moderna teoría del aprendizaje”.
Sin embargo otro psicólogo inglés, Aubrey Yates (1970, 1973, p. 31) considera
que una definición más adecuada es: “el intento de utilizar sistemáticamente
aquel cuerpo de conocimientos empíricos y teóricos que han resultado de la
aplicación del método experimental en psicología y sus disciplinas íntimamente
relacionadas (fisiología y neurofisiología), con el fin de explicar la génesis y el
mantenimiento de patrones anormales de comportamiento; y de aplicar dicho
conocimiento al tratamiento o prevención de esas anormalidades por medio de
estudios experimentales controlados del caso individual…” .
Las diferencias que existen entre el psicoanálisis y la terapia conductual se
pueden apreciar en los criterios que planteó Eysenck (1970):
246 PSICOLOGÍA JURÍDICA
3. Considera a los síntomas como manifes- 3. Considera a los síntomas como respuestas
tación visible de causas inconscientes condicionadas inadaptadas
4. Ve a los síntomas como una evidencia 4. Ve a los síntomas como uan evidencia de
de represión. aprendizaje defectuoso.
10. Las relaciones de transferencia son 10. Las relaciones personales no son esenciales
esenciales para la cura de los desórdenes para la cura de los desórdenes neuróticos a
neuróticos pesar de que pueden ser útiles en ciertos
casos
más de orden teórico, pero que luego cobraron un auge importante. Actualmente
podemos hacer una delimitación aproximada de por lo menos tres o cuatro
orientaciones de la terapia conductual, no siempre excluyentes o contradictorias,
sino más bien complementarias:
a) T.C. sobre bases afines al condicionamiento clásico: entre éstas se hallan
en primer lugar el “contracondicionamiento” con diversas técnicas
específicas.
b) T.C. sobre bases afines al condicionamiento operante.
c) T.C. sobre bases del modelamiento o imitación.
5.3.5.1. Terapia del comportamiento basada en el condicionamiento
clásico: Los antecedentes de esta orientación terapéutica, se encuentran en
los trabajos sobre los reflejos condicionados desarrollados por Iván Pavlov, y en
las experiencias de Bechterev más afines al condicionamiento instrumental. Esta
tendencia influyó en la psicología soviética, y también en la psicología
norteamericana experimental, sobre todo en Watson que en 1916 publicó un
artículo al respecto, así como en otros pscólogos. En Inglaterra, uno de los
antecedentes importantes en el desarrollo de la terapia conductual, según Yates,
ha sido D. Shapiro entre los años de 1951, 1961,1963, 1966, y sobre todo Hans
Eysenck y el propio Yates (1973, 1977). Dentro de esta tendencia terapéutica
existen algunos procedimientos muy importantes.
A. La desensibilización sistemática: En Sudáfrica se cristalizó esta opción
terapéutica, debido al trabajo de Joseph Wolpe, quien fue psicoanalista antes de
derivar en terapeuta conductual y crear la técnica de la desensibilización
sistemática. Wolpe señala en el libro Psicoterapia por inhibición recíproca (1978)
donde describió su técnica por primera vez, que él se basó en la teoría del
aprendizaje, resultado de los esfuerzos de Pavlov, Thorndike, Watson, Tolman,
Hull, Skinner, y sus discípulos. Anotando que su libro debe muchas cosas a
Pavlov y Hull.
El procedimiento de la desensibilización sistemática, para tratar
determinados problemas, supone en síntesis los pasos siguientes (Wolpe, 1978,
1980)
248 PSICOLOGÍA JURÍDICA
acuerdo a los sujetos materia de análisis conductual: por ejemplo barajas, puntos
anotados en una tarjeta, tarjetas diversas, estrellas doradas, etc. Tales fichas
deben servir para cambiarlos por otros artículos o ciertos privilegios, que son los
reforzadores de apoyo, tales como dinero, alimentos, juguetes, asistencia a
espectáculos, paseos, ente otros., los que deben estar de acuerdo a las
características de los sujetos. Debe precisarse también el tipo de cambio, el
número de fichas que se puede ganar por la conducta y el número de fichas
para lograr el dulce o el privilegio. Existen varias experiencias en las que se
empleó la economía de fichas con jóvenes delincuentes, como las de Burchard
en 1967, Karachi y Levinson en 1970, Lawson et al. en 1971, Sloane y Ralph en
1973, reseñados por Feldman (1989).
Tambien en el Proyecto “Achievement Place” (Phillips, 1968), para jóvenes
predelincuentes (Phillips et al. 1975; Rimm y Master, 1984), se detalla el empleo
de la técnica de economía de fichas. Esta experiencia constaba de un ambiente
especial de rehabilitación y educación para menores entre 12 y 16 años de edad
con problemas de conducta, y se concentró en ocho áreas de interés:
a) El programa de tratamiento estaba controlado por la comunidad.
b) El programa se basó en la comunidad, teniendo en cuenta que los problemas
se dan en su ambiente. De este modo cuando un menor ingresaba al
programa continuaba asistiendo a su propia escuela, y los docentes
colaboraban con los padres del adolescente.
c) Se ofrecía un tratamiento de estilo familiar. Cada local operaba con grupos
de padres docentes que vivían 24 horas en ese hogar y con un grupo de 6
a 8 menores de doce a dieciséis años de edad.
d) La institución estaba dirigida por una pareja de padres docentes, entrenados
profesionalmente para educar en destrezas académicas, sociales, de ayuda
a sí mismos y prevocacionales.
e) El tratamiento era fundamentalmente individual.
f) Se promovía el autogobierno supervisado.
g) Se evaluaba el programa en los niveles de progreso individual, programa
total y procedimientos específicos, para retroalimentación constante.
h) La octava área de interés fue la aplicación
252 PSICOLOGÍA JURÍDICA
emplearse para modelar conductas que se espera que sean adquiridos por la
persona sometida al aprendizaje observacional o por imitación.
Irwin Sarason,(1975) en un estudio sobre la base del modelamiento o
imitación, para modificar conductas delincuentes en una Institución para
delincuentes juveniles, el Centro de Recepción y Diagnóstico Juvenil Cascadia
de Tacoma (Washington), siguió dichos principios, teniendo como base
experiencias anteriores de 1968 y 1969. En este caso trabajó con 192 menores
antisociales varones, que habían sido aprehendidos por primera vez, con los
que se formaron tres grupos, cada uno de 64 integrantes: a) el de modelamiento,
b) el de discusión, y c) el de control. Las edades de los menores en el momento
de su admisión fluctuaban de quince y medio a dieciocho años. Los resultados
señalan efectos positivos en los grupos de modelamiento y discusión.
En España, según informe de Redondo (1997) se aplicó el “programa de
fases progresivas” de modificación de conducta en la prisión de jóvenes de
Barcelona en 1984, y extendida luego a nueve prisiones de Cataluña, basado en
los modelos de condicionamiento operante y el de aprendizaje social o imitativo.
Las experiencias de la terapia conductual en ambientes carcelarios o
instituciones tutelares, y en general para modificar el comportamiento criminal y
antisocial, no obstante que no es la panacea del crimen, comparativamente con
los procedimientos psicoterapéuticos de orden psicodinámico, ofrece buenas
expectativas y la posibilidad de una programación sistemática del proceso y de
una evaluación más objetiva de sus resultados. Sin embargo es menester señalar
las limitaciones que aún confronta esta tendencia terapéutica.
5.3.6. TERAPIAS COGNITIVAS y COGNITIVO CONDUCTUALES:
Recapitulando las experiencias psicoterapéuticas de las vertientes psicodinámica
y conductual, apreciamos que en la primera hay un predominio del modelo médico
que trata de encontrar el fondo de la enfermedad en diversos mecanismos
psicológicos internos, sobre todo inconscientes que explicarían los “síntomas
observables; contrastado con el modelo conductual que se basa en la teoría del
aprendizaje, y que considera que las manifestaciones “sintomáticas” o problemas
no tienen necesariamente un trasfondo inconsciente, y que basta con controlar,
erradicar o modificar tales síntomas para “curar” al paciente.
ALEJANDRO SOLÍS ESPINOZA 255
de East y Hubert en Inglaterra, en 1939, así como los de Lloyd McCorkle en 1946
en Estados Unidos, y en Francia desde 1962 (Bouzat, 1968; Roumajon, 1970),
entre otros países.
A. El proyecto “Highfields” en USA (Nueva Jersey), iniciada en 1950
(Belaustegui, 1963), con el objeto de lograr un tratamiento a corto plazo con
jóvenes delincuentes, aplico terapia de grupo, sobre las bases siguientes:
1. Jóvenes de 16 y 17 años, bajo “probation”, trabajando y actuando juntos en
una unidad que alojaba solamente hasta unos 20 adolescentes
aproximadamente.
2. El ambiente en que vivían era similar a lo normal. Sin signos de encierro,
coacción, ni guardianes.
3. El personal estaba integrado por el director encargado de establecer y
mantener un clima terapéutico; un hombre y su esposa para atender las
necesidades de la casa y darle el ambiente de hogar, asumiendo roles de
padres de familia; y, una persona encargada de dirigir y capacitar en los
diversos trabajos para ayudar y orientar a los jóvenes.
4. Pequeños grupos de no más de 10 miembros cada uno, los que se reunían
durante 5 tardes a la semana con el director, en sesiones orientadas a
descubrir y comprender sus dificultades y ayudarles a enfrentarlos.
5. Los jóvenes laboraban en actividades constructivas, para adquirir hábitos
de trabajo, no necesariamente para su formación profesional, y se les
abonaba un salario pequeño.
6. Podían ir a la ciudad en compañía de una persona adulta para diversas
actividades, y los domingos concurrir a los cultos religiosos.
Los grupos de “peers” o “pairs”, constituían el núcleo básico del tratamiento
de los jóvenes. Cada grupo tenía sesiones psicoterapéuticas para alcanzar
cambios positivos.
Esta institución no fue reformatorio ni un régimen de prueba, y en términos
generales se asemejaba a una Comunidad terapéutica., en la que se aplicó
psicoterapia de grupo.
262 PSICOLOGÍA JURÍDICA
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
CUADRO N° 05
PSICOLOGÍA PENITENCIARIA